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LA CIUDADANÍA, CONCEPTO Y PRÁCTICA

HUMANIDADES II

PROFESOR:

EVERGISTO

ESTUDIANTE:

DIANA CAROLINA CARO RUBIO

FACULTAD DE CIENCIAS ECONÓMICAS

ADMINISTRACIÓN DE EMPRESAS

JORNADA: NOCTURNA

III SEMESTRE

JULIO DE 2019
CONCEPTOS DE CIUDADANO, CIUDADANÍA Y CIVISMO

En este texto se buscar darle un significado claro a los términos Ciudadano,


Ciudadanía y Civismo; el vocablo ciudadano se circunscribe al primer campo semántico;
ciudadanía puede aludir a los dos; y civismo se reduce al segundo.

Para los términos Ciudadano y Ciudadanía se admiten dos clasificaciones, el primer se basa
en la autonomía de las colectividades y permite diferencias entre los sentimientos que
involucra una colectividad soberana. En cuanto a la segunda clasificación podemos ver un
enfoque incorpora el deber ser derivado de tal pertenencia.

La ciudadanía es un status, es decir, un reconocimiento social y jurídico por el cual una


persona tiene derechos y deberes por su pertenencia a una comunidad, en general, de base
territorial y cultural. Los ciudadanos son iguales entre ellos. La ciudadanía implica
derechos y deberes que deben ser cumplidos por el ciudadano, sabiendo que aquellos serán
responsables por la convivencia del individuo en la sociedad.

Este concepto de ciudadanía está ligado al derecho, sobre todo en lo que se refiere a los
derechos políticos, sin los cuales el individuo no puede intervenir en los asuntos del Estado,
y que permiten la participación directa o indirecta del individuo en el gobierno y en la
consiguiente administración a través del voto directo para elegir o para competir por cargos
públicos de forma indirecta.

Es importante no confundir los términos Ciudadanía y Nacionalidad ya que La ciudadanía


es la calidad que adquiere el que, teniendo una nacionalidad asume el ejercicio de los
derechos políticos que le habilitan para tomar parte activa en la vida pública del Estado y
Nacionalidad es una especial condición de sometimiento político de una persona a un
Estado determinado que se da ya sea porque la persona haya nacido en dicho territorio o
porque sus padres sean naturales de ese Estado. Con esto podemos tener claro de que no
puede haber ciudadanía sin nacionalidad, puesto que ésta es condición necesaria para
aquélla, pero sí puede haber nacionalidad sin ciudadanía.

En cuanto al concepto de ciudadano podemos decir que es un individuo como sujeto de


derechos políticos. Esto quiere decir que el ciudadano interviene en la vida política de
su comunidad al ejercer dichos derechos.
La noción de ser ciudadano contribuye al desarrollo de la identidad y al sentido de
pertenencia a una comunidad. La persona debe ejercer su ciudadanía con responsabilidad,
exigiendo respeto por sus derechos y, a la vez, cumpliendo con sus obligaciones. De este
modo se construye una sociedad democrática y más justa.

Podemos ver que en la comparación de las obras lexicográficas especializadas sobresalen


cinco hechos:

1. La escasa importancia otorgada a los conceptos analizados en este artículo


2. La exigua relevancia conferida al enfoque ético-político
3. La frecuencia de la ambigüedad al caracterizar los conceptos en cuestión
4. Los méritos de varios de ellos
5. La necesidad de conjugar lo dicho en varias entradas para obtener la información y
la claridad adecuadas.

En las obras lexicográficas podemos ver que el enfoque ético-político es poco tratado a
pesar de que es indispensable a la hora de enfrentar la construcción de la ciudadanía siendo
el mundo actual uno de los desafíos más urgentes. La ciudadanía no es un atributo que lo
confiere un estatus determinado, es un concepto indispensable junto con los de ciudadano y
civismo que asume un gran reto no solo para instituciones y organizaciones sino también
para todas las personas que estén en pro de la humanidad.

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