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Venezuela en el año 2015, era el país de América Latina y el Caribe donde los usuarios tenían
garantizado el acceso a los medicamentos. Esto lo comprueba un trabajo de investigación realizado
por una empresa norteamericana de nombre IMS Health, publicado en el 2015 sobre el mercado
per cápita en América Latina.
Grafico N° 1
A pesar de ese estudio científico, que demostraba que Venezuela era el país con el mercado per
cápita más alto en la región (20,42), la oposición venezolana desde la Asamblea Nacional declara
en Enero del 2016 a Venezuela en una Crisis Humanitaria por déficit de medicamentos de años
anteriores, lo que queda al descubierto que era un plan de utilizar las medicinas como un arma
política para causar angustia, dolor, desespero y muerte en la población venezolana y así crear las
condiciones para un estallido social, con el objetivo de derrocar al Presidente Constitucional de
Venezuela Nicolás Maduro Moros de la Presidencia de la República. A esta estrategia criminal se
suman países de la región que integran el Grupo de Lima cuyo mercado per cápita en sus países
eran mucho menor tales como Brasil (13,27); Colombia (7,15); Argentina (15,51); Perú (4,00); Chile
(14,47); Ecuador (13,38) y Paraguay (7,40). Países donde la población no tiene acceso a
medicamentos debido a los altos costos de los mismos.
En el año 2012 el Presidente Chávez decreta la creación del Sistema Integral de Control de
Medicamentos (SICM), según Gaceta Oficial Nº 39.928 de fecha 23 de Mayo de 2012, con la finalidad
de llevar el control de la movilización de los laboratorios, casas de representación, droguerías,
farmacias comerciales y asistenciales del país, lo que permitiría tener un seguimiento y control de
la distribución y comercialización de los medicamentos en todo el territorio nacional.
En el año 2017 Farmapatria actualiza el Sistema Integral de Control de Medicamentos SICM
implementando una herramienta tecnológica como es el Sistema de Clasificación Anatómica,
Terapéutica y Química, por sus siglas en inglés ATC, recomendado por la Organización Mundial de
la Salud, con el objetivo de realizar un Estudio del Comportamiento del Acceso a Medicamentos
durante el primer periodo de gobierno del Presidente Nicolás Maduro Moros (2013‐2015), que
permitiría saber si realmente existió una escasez de medicamentos en Venezuela en el referido
periodo. Obteniéndose como resultado que Venezuela tenía el acceso per cápita de medicamentos
más alto de la región tal como lo publica IMS Health (Grafico N°1).
Grafico N° 2
Según el Gráfico N°2 se demuestra que el resultado obtenido entre los años 2013, 2014 y 2015 en
Venezuela, se garantizaban más de 600 millones de medicamentos, lo que quiere decir que cada
persona tenía acceso a más de 21 medicamentos al año en Venezuela. Los pacientes y familiares
iban a cualquier farmacia en el territorio nacional y accedían a sus medicamentos, diferenciándonos
de países como Perú, Colombia, Chile, Brasil, entre otros, cuyo acceso a los medicamentos estaba
muy por debajo del nuestro.
En Enero de 2016 cuando se instala la Asamblea Nacional dominada por la Oposición Venezolana,
aprueban un acuerdo parlamentario con los votos salvados de los diputados de la Revolución para
declarar en Crisis Humanitaria a Venezuela por escasez de medicamentos, obviando toda la
información del mercado farmacéutico venezolano de años anteriores, lo que deja en evidencia que
la crisis decretada por la Asamblea Nacional fue un falso positivo y de esta forma preparar el terreno
para los efectos del Decreto Obama y el aumento de riesgo país dictado por las calificadoras
internacionales que se verían reflejados en el año 2016, cuando las empresas farmacéuticas
transnacionales cesaron sus operaciones y algunas nacionales bajaron su producción.
Con la llegada de Donald Trump a la Presidencia de los Estados Unidos y Julio Borges a la Presidencia
de la Asamblea Nacional de Venezuela en Enero de 2017, ambos representantes de la Ultra Derecha
Fascista, continúa el asedio hacia el pueblo venezolano. La Oposición venezolana continúa con su
campaña malintencionada de crear las condiciones que generan la aplicación de sanciones aún más
fuertes en contra de la población venezolana las cuales prohíben las negociaciones de deudas y de
bonos por parte del gobierno de Venezuela y de la empresa estatal petrolera PDVSA, que impactan
en el ingreso de divisas al país destinadas a la inversión social, como lo son la compra de
medicamentos y alimentos, agravando aún más la escasez en el año 2017 que cerró con 9
medicamentos por persona al año.
A raíz de las consecuencias generadas por las sanciones de años anteriores, el año 2018 inicia con
una severa escasez de medicamentos, sin embargo el Gobierno del Presidente Nicolás Maduro
buscando alternativas para contrarrestar el bloqueo económico y financiero, decreta la creación de
una moneda virtual denominada Petro respaldada por las reservas petroleras, e inmediatamente la
administración Trump firmó una orden que impedía las transacciones con esta criptomoneda a las
empresas y a ciudadanos norteamericanos, asimismo promovieron el bloqueo de esta alternativa
financiera, esto se suma a las sanciones que se han venido aplicando al pueblo venezolano, sobre
todo a la población más vulnerable, lo cual trajo como consecuencia que en el año 2018 el acceso a
medicamentos en Venezuela disminuyera de 9 a 5 medicamentos por persona al año, lo que
manifiesta una crisis sin precedentes promovida por la Oposición Venezolana y apoyada por el
Presidente Donald Trump, con el único objetivo de causar sufrimiento y muerte en toda la
población.
Queda demostrado que esta Oposición Criminal en Venezuela, por sus ansias de poder para
apropiarse de las riquezas del pueblo, de su petróleo, de sus minerales y recursos naturales, ponen
en marcha un plan macabro direccionado a toda la población venezolana haciéndola vulnerable,
negándole el acceso a los medicamentos causándole sufrimiento y muerte como único fin para
acabar con un modelo que dirige nuestro Presidente Constitucional Nicolás Maduro Moros basado
en el Desarrollo Económico y de Justicia Social, que garantiza calidad de vida y la mayor suma de
felicidad social al pueblo reconocido por la Organización de las Naciones Unidas.