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Tratado de Ancón

Los deslindes de Tacna y Arica, y a las relaciones comerciales entre Chile y Perú, se redactó el
tratado definitivo en Lima, el 20 de octubre de 1883. El general peruano Miguel Iglesias,
interlocutor válido para Chile, lo firmó dos días después en Ancón. Su texto definitivo es el
siguiente:
"Artículo 1º. Restablécense las relaciones de paz y amistad entre las Repúblicas de Chile y del
Perú."
"Artículo 2º. La república del Perú cede a la República de Chile, perpetua e incondicionalmente,
el territorio de la provincia litoral de Tarapacá, cuyos límites son: por el norte, la quebrada y río
de Camarones; por el sur, la quebrada y río de Loa; por el oriente, la república de Bolivia; y por
el poniente, el mar Pacífico."

Mapa ilustrativo de los territorios involucrados en el Tratado de Ancón.


"Artículo 3º. El territorio de las provincias de Tacna y Arica, que limita por el norte con el río
Sama, desde su nacimiento en las cordilleras limítrofes con Bolivia hasta su desembocadura en
el mar; por el sur, con la quebrada y río de Camarones; por el oriente, con la república de
Bolivia, y por el poniente, con el mar Pacífico, continuará poseído por Chile y sujeto a la
legislación y autoridades chilenas durante el término de diez años, contados desde que se
ratifique el presente tratado de paz. Expirado este plazo, un plebiscito decidirá, con votación
popular, si el territorio de las provincias referidas queda definitivamente del dominio y soberanía
de Chile, o si continúa siendo parte del territorio peruano. "Un protocolo especial, que se
considerará como parte integrante del presente tratado, establecerá la forma en que el
plebiscito deba tener lugar y los términos y plazos en que hayan de pagarse los diez millones
por el país que quede dueño de las provincias de Tacna y Arica."
"Artículo 4º. En conformidad a lo dispuesto en el supremo decreto de 9 de febrero de 1882, por
el cual el gobierno de Chile ordenó la venta de un millón de toneladas de guano, el producto
líquido de esta sustancia, deducidos los gastos y demás desembolsos a que se refiere el
artículo 13 de dicho decreto, se distribuirá por partes iguales entre el gobierno de Chile y los
acreedores del Perú cuyos títulos de crédito aparecieren sustentados con la garantía del
guano.
"Terminada la venta del millón de toneladas a que se refiere el inciso anterior, el gobierno de
Chile continuará entregando a los acreedores peruanos el cincuenta por ciento del producto
líquido del guano, tal como se establece en el mencionado artículo 13, hasta que se extinga la
deuda o se agoten las covaderas en actual explotación."
"Los productos de las covaderas o yacimientos que se descubran en lo futuro en los territorios
cedidos, pertenecerán exclusivamente al gobierno de Chile."
"Artículo 5º. Si se descubrieren en los territorios que quedan en dominio del Perú, covaderas o
yacimientos de guano, a fin de evitar que los gobiernos de Chile y del Perú se hagan
competencia en la venta de esa sustancia, se determinará previamente por ambos gobiernos
de común acuerdo, la proporción y condiciones a que cada uno de ellos deba sujetarse en la
enajenación de dicho abono."
"Lo estipulado en el inciso precedente regirá asimismo con las existencias de guano ya
descubiertas que pudieran quedar en las islas de Lobos, cuando llegue el evento de entregarse
esas islas al gobierno del Perú, en conformidad a lo establecido en la cláusula 9 del presente
tratado."
"Artículo 6º. Los acreedores peruanos a quienes se concede el beneficio a que se refiere el
artículo 4º deberán someterse, para la calificación de sus títulos y demás procedimientos, a las
reglas fijadas en el supremo decreto de 9 de febrero de 1882."
"Artículo 7º. La obligación que el gobierno de Chile acepta, según el artículo 4º, de entregar el
cincuenta por ciento del producto líquido del guano de las covaderas en actual explotación,
subsistirá, sea que esta explotación se hiciere en conformidad al contrato existente, sobre
venta de un millón de toneladas, sea que ella se verifique en virtud de otro contrato o por
cuenta propia del gobierno de Chile."
"Artículo 8º. Fuera de las declaraciones consignadas en los artículos precedentes y de las
obligaciones que el gobierno de Chile tiene espontáneamente aceptadas en el supremo
decreto de 28 de marzo de 1882, que reglamentó la propiedad salitrera de Tarapacá, el
expresado gobierno de Chile no reconoce créditos de ninguna clase que afecten a los nuevos
territorios que adquiere por el presente tratado, cualquiera que sea su naturaleza y
procedencia."
"Artículo 9º. Las islas de Lobos continuarán administradas por el gobierno de Chile hasta que
se dé término en las covaderas existentes a la explotación de un millón de toneladas de guano,
en conformidad a lo estipulado en los artículos 4º y 7º Llegado este caso, se devolverán al
Perú."
"Artículo 10º. El gobierno de Chile declara que cederá al Perú desde el día en que el presente
tratado sea ratificado y canjeado constitucionalmente, el cincuenta por ciento que le
corresponde en el producto del guano de las islas de Lobos."
"Artículo 11º. Mientras no se ajuste un tratado especial, las relaciones mercantiles entre ambos
países subsistirán en el mismo estado en que se encontraban antes del 5 de abril de 1879."
"Artículo 12º. Las indemnizaciones que se deban por el Perú a los chilenos que hayan sufrido
perjuicios con motivo de la guerra, se juzgarán por un tribunal arbitral o comisión mixta
internacional, nombrada inmediatamente después de ratificado el presente tratado, en la forma
establecida por convenciones recientes ajustadas entre Chile y los gobiernos de Inglaterra,
Francia e Italia."
"Artículo 13º. Los gobiernos contratantes reconocen y aceptan la validez de todos los actos
administrativos y judiciales pasados durante la ocupación del Perú derivados de la jurisdicción
marcial ejercida por el gobierno de Chile."
"Artículo 14º. El presente tratado será ratificado, y las ratificaciones canjeadas en la ciudad de
Lima, cuanto antes sea posible, dentro de un término máximo de ciento sesenta días contados
desde esta fecha."
"En fe de lo cual, los respectivos plenipotenciarios lo han firmado por duplicado y sellado con
sus sellos particulares."
"Hecho en Lima, a veinte de octubre del año de nuestro Señor mil ochocientos ochenta y
tres. (L. S.) Jovino Novoa. - (L. S.) J. A. Lavalle. - (L. S.) Mariano Castro Saldívar."
Para apreciar el aspecto financiero inmediato de este tratado, es necesario recordar que en
1879 la renta del guano estaba totalmente afecta al servicio de los acreedores del Perú y que la
del salitre no había tomado aún el incremento que alcanzó más tarde.
El 23 de octubre entró Iglesias a Lima. La bandera peruana volvió a flamear en el Palacio de
los Virreyes, y el "Cochrane" saludó con 21 cañonazos a la que se izó en el Callao.
El ejército se retiró a Barranco, Chorrillos y Miraflores, para dar lugar a que Iglesias se
afianzara y fuera reconocido por los gobiernos extranjeros .
Se puso en libertad a los prisioneros políticos; los tribunales peruanos reanudaron sus
funciones; lo mismo hicieron las autoridades municipales; y se convocó para el 1º de marzo
una asamblea general constituyente, a fin de que ratificara el tratado.
La cuestión de Tacna y Arica, entre Chile y Perú, sólo se resolvió definitivamente en 1929, en
virtud del Tratado de Paz de Lima, quedando Tacna para el Perú y Arica para Chile, fijándose
el límite entre ambos países en la Línea de la Concordia. Esta línea imaginaria se sitúa 10 km
al norte del recorrido del ferrocarril de Arica a La Paz y está representada por 80 hitos que se
distribuyeron entre la costa, y un punto ubicado al norte del poblado de Visviri, donde se
encuentra el hito tripartito en que convergen Chile, Bolivia y Perú.
En abril de 1884 se firmó en Valparaíso el Tratado de tregua con Bolivia , por el cual se
dejaba indefinidamente bajo la soberanía de Chile el territorio de la actual Segunda Región,
Antofagasta. El tratado de Paz definitivo con Bolivia se firmó en 1904.

http://www.profesorenlinea.cl/chilehistoria/ancontratado.htm
Tratado de Ancón
El Tratado de Ancón, oficialmente Tratado de Paz y Amistad entre las repúblicas de Chile
y del Perú, fue firmado por los representantes de Chile, Jovino Novoa Vidal, y el Perú, José
Antonio de Lavalle, el 20 de octubre de 1883, en Lima, la capital peruana aunque fue elaborado
en Ancón. El tratado dio fin a la Guerra del Pacífico y estabilizó las relaciones post-bélicas
entre ellos.

De los 14 artículos del tratado, el primero reestablece la paz, en el segundo Perú cede a Chile
perpetua e incondicionalmente el dominio sobre el departamento de Tarapacá y en el tercero
determina la ocupación chilena durante el término de diez años de las provincias
de Tacna y Arica. Expirado ese periodo, se organizaría un plebiscito para determinar
la nacionalidad de éstas y otras concesiones. Los artículos cinco al doce determinan las
obligaciones financieras y mercantiles que afectarán la explotación del guano y el salitre, las
deudas peruanas, y las indemnizaciones a los ciudadanos chilenos expulsados del Perú. Los
dos últimos artículos estipulan el reconocimiento de los actos administrativos y judiciales
durante la ocupación y la ratificación del tratado mismo.

Las negociaciones ocurrieron durante la Guerra del Pacífico, mientras Lima estaba ocupada
por el ejército chileno y fueron iniciadas y llevadas a fin por el gobierno peruano de Miguel
Iglesias contra la oposición del gobierno peruano de Lizardo Montero que representaba una
importante parte del espectro político peruano. Tras la batalla de Huamachuco, en agosto de
1883, y la huida de Montero a Bolivia, el líder militar de la oposición, Cáceres optó por
reconocer el tratado como un hecho consumado.

Sin embargo, los acreedores europeos del Perú se opusieron al tratado y lograron una acción
conjunta de los gobiernos de sus países contra el mismo, que no tuvo éxito ante la respuesta
conjunta de Chile y Perú.

Contexto histórico

Tras la ocupación de Lima por el ejército de Chile en enero de 1881, la guerra del Pacífico no
encontró término sino que continuó desangrando ambos países y sumiendo al Perú en una
guerra civil que por momentos pareció poner en peligro su existencia como nación. Aunque
todos querían la paz, los beligerantes, sobre todo el Perú y Chile, no lograban acordar un
tratado de paz. Bolivia tenía una actitud expectaticia, con la esperanza de recuperar los
territorios ocupados por Chile en 1879.

En la medida en que se derramaba sangre y se consumían recursos, los costos de la guerra,


se endurecían las condiciones de la paz. Si antes de la guerra la disputa era por los impuestos,
tras la ocupación de Antofagasta, Chile no se allanó a desocuparla sin garantías como pedía la
mediación peruana de José Antonio de Lavalle. Y tras la captura del Huáscar, en una oferta de
mediación del ministro plenipotenciario de los Estados Unidos en Bolivia, Solomon Newton
Pettis, Chile exigió la cesión de Antofagasta.1 Durante la conferencia de paz de Arica, en
el USS Lackwanna, Chile exigió la cesión de Antofagasta y Tarapacá, más las garantías de que
no sería amenazado por un tratado Peru-Bolivia.

Acreedores

La Era del Guano y la guerra misma habían dejado al Perú sumido en enormes deudas que
habían sido garantizadas con la riqueza del guano y el salitre y sus acreedores ejercían
presiones e influencias para obtener su pago. Entre los acreedores estaban los financistas de
los préstamos de 1868, 1870 y 1872 que habían financiado la construcción de los ferrocarriles
del Perú, los poseedores de los bonos con que Perú había pagado la expropiación de las
salitreras en 1875, la Casa Dreyfuss, encargada de vender el guano peruano en Europa a
nombre del estado peruano y que había hecho pagos adelantados al Perú (ver Contrato
Dreyfus), la Crédit Industriel et Commercial, un consorcio francés al que M. Prado le dio la
consignacion del guano en Europa a cambio de fuertes préstamos al inicio de la guerra pero a
la que Piérola había desbancado y reinstalado a Dreyfuss, y la Peruvian Company, una
compañía estadounidense basada solamente en los supuestos derechos de Alexander Cochet
por US$900.000.000 (de la época) a razón de haber sido el descubridor del uso industrial del
guano y de Jean Theophile Landreau por US$300.000.000 (de la época) a razón de haber
descubierto varias salitreras en Tarapacá.2:4353:70 (No confundir la Peruvian Company con la
Peruvian Guano Company que fue nombrada consignataria en 1876 por 4 añosen el llamado
Contrato Raphael.4:145)

Entretanto el gobierno chileno, que había privatizado las salitreras de Tarapacá, había
reiniciado la producción y venta de guano y salitre y concedía a los acreedores de la deuda
peruana una parte de las ganancias pero la Peruvian Company y la Crédit Industriel no se
adscribían al gobierno de Chile5 sino que ofrecían a los gobiernos de García Calderón y
Montero mantener Tarapacá bajo soberanía peruana y pagar una indemnización a Chile a
cambio del control de las salitreras y guaneras del Perú.

Intervención de los Estados Unidos

Artículo principal: Intervención extranjera en la Guerra del Pacífico

Véanse también: Gran Garrote y Diplomacia de cañonero.

La administración estadounidense de Rutherford Hayes (1877-81), si bien no logró éxitos,


tampoco empeoró la situación, a pesar de la propuesta de su ministro plenipotenciario en Lima,
Christiancy, de anexar Perú a los EE.UU. También debe constatarse que la mediación
estadounidense logró la firma del tratado de límites de 1881 entre Chile y Argentina.6:p50

El factor que más influyó en la negación peruana a la cesión fue la política de mediación
estadounidense durante la administración del presidente de los EE.UU. James A.
Garfield (marzo a septiembre de 1881) y su secretario de estado (ministro de RR.EE.) James
G. Blainen 1, llevada a cabo por su representante en Lima Stephen A. Hurlbut, que alentó a los
políticos peruanos a no suscribir la entrega de Tarapacá, sugiriendo que los Estados Unidos de
América respaldarían militarmente al Perú y Bolivia. La interferencia de intereses económicos
privados y falta de profesionalismo condujeron a la prolongación innecesaria de la guerra a
través de la mediación norteamericana.6:40:49

Mediante una hábil política de lobby y ofertas de comisiones, la Crédit Industriel logró el apoyo
primero del ministro plenipotenciario de EE.UU. en París, Levi P. Morton, que obtuvo a cambio
el monopolio de venta del salitre peruano en EE.UU. Morton comunicó a Blaine que el
presidente de Francia Jules Grévy condenaba las "pretensiones extravagantes de Chile". J.
Blaine apoyó entonces a la firma Crédit Industriel en su proyecto de pagar a Chile una
indemnización, impedir la cesión de territorio y dejar Tarapacá bajo el control privado de la
empresa. Este plan contaba con el beneplácito del gobierno de García Calderón. 7 Pero cuando
la opinión pública estadounidense no mostró interés sino crítica en la intervención, Blaine
abandonó el proyecto Crédit Industriel y apoyó a la Peruvian Company. 2:435 Para la
consecución de sus fines, Hurlbut logró unir a Cáceres y García Calderón en torno a Montero
como presidente del Perú (en detrimento de Piérola) y sostuvo que los EE.UU. no aceptarían la
cesión obligada de territorio peruano a Chile.8 Mas aún, Hurlbut llegó a negociar la cesión
peruana de Chimbote para la marina de guerra de los EE.UU.9 y Hurlbut obtendría beneficios
económicos de la base.10

El asesinato del presidente de los EE.UU. James A. Garfield en septiembre de 1881, la toma
de posesión del presidente Arthur y su nuevo secretario de estado, Frederick T. Frelinghuysen
y la posterior acusación en el senado norteamericano contra Blaine por tráfico de influencias
llevaron a EE.UU y a Chile a firmar el Protocolo de Viña del Mar11 en que EE.UU., entre otros,
acepta el derecho de Chile de anexar Tarapacá como indemnización de guerra.12 Hurlbut murió
en Lima y en su reemplazo asumió Trescott como ministro en Lima.n 2

El historiador Jason Zorbas escribió:

in fact, it is possible to state that American attempts to affect the peace settlement not only
prolonged the War but made the final peace much harsher on Peru and Bolivia, contrary to
America's intentions, and cost America considerable prestige in al1 three countries.

(de hecho, es posible decir que los intentos estadounidenses de influir en el acuerdo de paz no
solo prolongaron la guerra sino que hicieron la paz alcanzada más dura a Perú y Bolivia,
contrariammente a las intenciones de los Estados Unidos, y restaron considerable prestigio en
los tres países)6:p66

Miguel Iglesias y el Manifiesto de Montán

Artículo principal: Gobierno de Miguel Iglesias

Al levantar Cáceres las masas campesinas e indígenas para combatir a los chilenos, había
creado un conflicto social dentro del país, ya que los campesinos exigían una cuota de poder
que los hacendados no podían darles sin afectar la estructura social. Mas aún, muchos
peruanos se sentían amenazados mas por los indígenas que por los chilenos.

El 31 de agosto de 1882, en vista de los desastres que causaban las luchas en el país y a la
imposibilidad de derrotar militarmente al ejército ocupante, el coronel Miguel Iglesias, con el
apoyo de las provincias del norte del Perú, emitió el manifiesto de Montán, llamando a firmar la
paz entre Chile y Perú aceptando la cesión territorial como parte del acuerdo; En enero de
1883, Iglesias se proclamó "Presidente Regenerador de la República" y su enviado José
Antonio de Lavalle iniciaron la discusión de un tratado de paz con los negociadores chilenos a
cargo de Jovino Novoa Vidal que acordaron las bases del tratado el 3 de mayo de 1883.

Avelino Cáceres, que se oponía terminantemente a aceptar la cesión de territorios, intentó


acabar con el gobierno de Iglesias y marchó al norte, pero fue derrotado en la batalla de
Huamachuco el 10 de julio de 1883. La decepción generada por la derrota entre los enemigos
de la paz fue aprovechada por Iglesias y Lynch (el jefe del gobierno chileno de ocupación) para
consolidar el gobierno de Iglesias, quien llegó a Lima el 23 de octubre de 1883. El 22 de
octubre de 1883 el ejército chileno había ocupado Ayacucho, sede del gobierno de Lizardo
Montero.

Miguel Iglesias convocó a un Congreso Constituyente que, bajo la presidencia de Antonio


Arenas, eligió como Presidente Provisorio al mismo Miguel Iglesias. El acuerdo entre los
gobiernos fue firmado el 20 de octubre de 1883 entre Jovino Novoa, por el de Chile, y José
Antonio de Lavalle y Mariano Castro de Záldivar por el de Perú.

El tratado fue aprobado en la Cámara de diputados de Chile por 43 votos contra uno. En el
Senado de Chile su aprobación fue unánime. La Asamblea Nacional del Perú ratificó el tratado
el 8 de marzo de 1884 por 99 votos contra 6.2:468

Influencias e intereses

En resumen se puede decir que el gobierno peruano de Iglesias negoció el tratado bajo fuertes
presiones internas y externas:

1. cada grupo de acreedores deseaban el pago prioritario y rápido por medio de los
ingresos del guano y del salitre
2. Chile exigía la cesión de Tarapacá y control al menos temporal de Tacna y Arica
3. Cáceres y Montero se negaban a aceptar una cesión territorial y consideraban a
Iglesias un traidor
4. las tensiones sociales y étnicas en Perú aumentaban con la duración del estado de
guerra
5. la duración del gobierno de Iglesias era incierta, toda vez que los chilenos abandonaron
Lima

Los negociadores peruanos escribieron al consejo de ministros al entregar el texto


acordado: Aunque sus estipulaciones no son ciertamente aquellas a que nuestro patriotismo
aspira son, sin embargo, las más ventajosas que pudieran obtenerse, dadas las condiciones en
que se halla el Perú13

A su vez Chile debía actuar rápidamente ya que14

1. enfrentaba una fuerte oposición internacional por mantener la ocupación del Perú 3:92
2. los acreedores le acosaban por el pago de las deudas
3. comenzaba a vislumbrar los problemas del tratado de 1881 con Argentina
4. la ocupación tenía un costo humano considerable
5. tenía aún por delante la solución del problema de la salida al mar de Bolivia

Bolivia no reconocía el gobierno de Miguel Iglesias y por lo tanto no participaba de las


negociaciones a pesar de lo importante de la materia para el país del altiplano, ya que es la
salida natural de Bolivia al mar.

Cabe consignar que en caso no lograrse un acuerdo, el gobierno de Chile hubiese,


probablemente, retirado sus tropas hasta el río Sama y esperado a que la frontera internacional
se consolidase allí o hubiese entregado una parte o toda la región a Bolivia. 15:259

Firma del tratado

En diciembre de 1882 Miguel Iglesias fue elegido Presidente del Perú por una asamblea en el
norte, el 18 de octubre de 1883 Chile reconoció al gobierno de Iglesias y dos días después se
firmó el tratado en Lima. El Perú ratificó el tratado el 10 de marzo de 1884 y las ratificaciones
fueron intercambiadas el 28 de marzo de 1884.16:12417:págs. 606-07

Junto al tratado se firmó un protocolo complementario que determinaba las condiciones en que
quedaría la ocupación militar en el entretanto hasta su retiro: pago por Perú de $300.000
mensuales, abastecimiento desde Chile libre de gravámenes, dos hospitales exclusivos para
soldados chilenos y el uso de telégrafos y ferrocarriles en condiciones análogas al gobierno del
Perú. (Bulnes, III, 521)

Las cláusulas del tratado

Los artículos 1°, 2°, 11°, 13° y 14° reestablecen la paz (art. 1) y las leyes mercantiles vigentes
antes de la guerra (art. 11), ceden a Chile perpetua e incondicionalmente la provincia de
Tarapacá (art. 2), reconocen la validez de los actos administrativos y judiciales chilenos
ocurridos durante la ocupación militar del Perú (art. 13) y por último, ordenan el intercambio de
ratificaciones del tratado antes de 160 días (art. 14).

El artículo 3° fue el más polémico y estipulaba que el territorio de las provincias de Arica y
Tacna continuará poseído por Chile durante 10 años tras los cuales un plesbicito decidiría a
que país querían pertenecer los habitantes. El país ganador debía pagar $10.000.000 al otro.
El plesbicito no se realizó y el status quo permaneció hasta 1929 cuando Tacna fue devuelta al
Perú y Arica quedó como territorio chileno. Según algunos historiadores chilenos (Bulnes III), el
"espíritu" del artículo era una cesión encubierta (para salvar el honor del gobierno de Iglesias)
de ambas provincias a Chile y destinadas a ser entregadas a Bolivia cuando se firmara la paz
con el país del altiplano. Esta interpretación es negada por J. Basadre 18 o por Cárlos Paz
Soldan.19
Los artículos 4° al 10° se ocupan de las consecuencias económicas del cambio de propiedad
de los depósitos de guano y salitre. Chile debía destinar el 50% de las ganancias de la venta
de guano desde depósitos ya conocidos al pago de la deuda peruana. Las ganancias obtenidas
de depósitos desconocidos antes del tratado serían totalmente para Chile (art. 4), esto era
válido para cualquier forma de contrato de venta (art. 7). Perú y Chile debían acordar precios y
cantidades de venta para impedir una competencia dañina (art. 5), los acreedores debían hacer
calificar sus títulos por las autoridades chilenas (art. 6) y no se reconocerían otros títulos de
deuda (art. 8). Las Islas Lobos de Afuera quedarían bajo administración y explotación chilena
mientras hubiesen depósitos de guano explotables y el 50% de las ganancias debían ser
entregadas al Perú (art. 9 y 10).

El artículo 12° estableció tribunales arbitrales que determinaron las indemnizaciones a pagar a
los ciudadanos chilenos expulsados de Perú cuyas bienes habían sido embargados al inicio de
la guerra.

Consecuencias inmediatas del tratado

Cáceres reconoció el tratado "como un hecho consumado" el 6 de junio de 1884 20 y se


concentró en derrocar el gobierno de Iglesias iniciando la guerra civil de 1884-85. Los EE.UU. y
el Imperio Alemán reconocieron el gobierno de Iglesias en abril de ese año.16:125 El 3 de
noviembre de 1883 Bolivia reconoció al gobierno de Iglesias.

El 15 de febrero de 1884 los gobiernos de Francia, Gran Bretaña, Holanda, Italia, Bélgica y
España presentaron una nota de reclamo a los gobiernos de Chile y Perú en que protestaban
por la cesión a Chile de depósitos de guano y de salitre que eran garantía de deudas
contraídas por el estado peruano con los nacionales de los respectivos países. 21 Perú y Chile
respondieron que eran países soberanos que disponían sus tratados de acuerdo a sus
intereses. El historiador chileno Mario Barros en "Historia diplomática de Chile" (pág. 472)
sostiene que la negativa de EE.UU. y de Alemania a participar en el reclamo amagó la protesta
e incluso hizo temer a los europeos consequencias si se aumentaba la presión sobre ambos
países contratantes, aunque si tuvo largas consequencias en los tribunales.

En agosto de 1884, las tropas chilenas se replegaron hasta la línea del río Sama.

Otra de las consecuencias de la génesis del tratado fue la normativa estadounidense que
prohíbe desde entonces a los diplomáticos de ese país cualquier relación de negocios en el
país de su nombramiento.22

Tarata

Tarata quedó bajó la ocupación chilena, pero fue entregado al Perú en 1925, antes del tratado
de Lima y por diferentes razones.

El protocolo de Castellón-Elías

El 8 de enero de 1890 se firmó el protocolo de Castellón-Elías, que entregaba a Perú


prácticamente toda la explotación de guano de Tarapacá, bajo la condición de que debía
entregarla a los acreedores. A cambio los acreedores reconocían que la deuda transferida a
Chile por la ocupación de los depósitos hipotecados se limitaba a la señalada en el tratado de
Ancón.16:132

La disputa de Tacna y Arica[

Véanse también: Chilenización de Tacna y Arica, Tratado de Lima y Guerra de don Ladislao.

El plesbicito de Tacna y Arica, que debía realizarse a más tardar en 1894, nunca se realizó y
las "provincias cautivas", como fueron dadas a llamar en Perú, permanecieron ocupadas hasta
1929. Aparentemente, no se logró un acuerdo sobre quienes eran los votantes (solo los
nacidos en la zona o los inmigrantes y a partir de cuantos años). El interés chileno en
conservar la región para darla como salida al mar a Bolivia, fue también un factor importante.

En 1888 Chile ofreció $10.000.000 por la compra de la región en disputa, en 1890, tras una
protesta francesa ante el Perú por el no pago de la deuda, Chile repitió la oferta. Perú ofreció a
Chile privilegios comerciales a cambio de la entrega de las dos provincias más facilidades
aduaneras para Bolivia.16:134

En 1904 Chile y Bolivia firmaron el Tratado de Paz que, entre otros, daba garantías a Bolivia
para el uso del puerto de Arica y la construcción de una línea férrea entre el puerto y La Paz,
comprometiendo en la disputa a sobre Tacna y Arica a un tercer país (como había hecho
Bolivia en la Puna de Atacama). Mas aún, en un tratado secreto adicional, Chile se
comprometió a entregar a Bolivia las dos provincias peruanas en caso de obtenerlas del Perú o
una franja en el sur de Arica (Vitor a Camarones), un territorio que no le pertenecía.16:135

La disputa por Tacna y Arica ensombreció las relaciones entre los ex-beligerantes, pero
también influyó en las relaciones con otros países. En 1889 Perú ofreció a los EE.UU. en
puerto de Chimbote como estación carbonera para su marina de guerra a cambio de la
garantía del último para la integridad territorial del primero.16:136 Por su parte, Chile promovió
una "entente" con Colombia y Ecuador así como, en los Pactos de Mayo, consiguió el
compromiso argentino de no inmiscuirse en los asuntos de la costa del Pacífico.16:143

El 9 de abril de 1898 se firmó el protocolo de Billinghurst-La Torre que preveía el plesbicito con
la reina de España como instancia decisiva en la selección de los votantes y del miembro
neutral del colegio electoral. Perú aprobó el acuerdo, pero el senado chileno solicitó
clarificaciones y no fue aprobado.16:142

En 1910 Bolivia sugirió a Perú entregarle Tacna y Arica para obtener una salida al mar. Peru
rechazó la sugerencia.23

A partir de 1910, Chile anunció que consideraba el plazo de 10 años como un plazo mínimo
para la ocupación de la región en disputa y expulsó a obreros y sacerdotes peruanos durante
un proceso de chilenización de la región en disputa. Ese año Chile y Perú rompieron sus
relaciones diplomáticas.16:154

El primero de noviembre de 1920, la delegación peruana en la Liga de las Naciones, una


instancia supranacional creada para promover la paz, solicitó ante el organismo internacional la
revisión del tratado de Ancón, en particular solicitó el retorno de Tacna, Arica y Tarapacá
porque según los nuevos preceptos de la ley internacional no permitían la anexión de territorios
y también porque Chile habría anulado el tratado violando sistemáticamente todas las cláusulas
favorables a Perú. El mismo día, Bolivia presentó un requirimiento similar que exigía la
devolución de Antofagasta. Las propuestas no fueron aceptadas por la asamblea.16:160

En 1922, el secretario de estado estadounidense Charles Evans Hughes persuadió a los


litigantes a aceptar el Acuerdo de Washington de 1922 que preveía una arbitraje sobre la
factibilidad del plebiscito previsto en el artículo III del tratado de Ancón y en caso de ser
realizable, determinar las reglas a cumplir. En caso de que el referendum no fuese realizable,
presentar alguna otra solución. El arbitró decidió en el Coolidge Award, el 4 de marzo de 1925,
que el plebiscito era realizable, pero en 1926 presidente de la comisión encargada de la
organización del plebiscito culpó a Chile de impedir la realización del referendum.16:163

Finalmente ambos gobiernos acordaron reiniciar sus relaciones diplomáticas y negociar


bilateralmente una salida al problema, que acordaron con el Tratado de Lima.

En 1975 Chile y Bolivia solicitaron a Perú (Acuerdo de Charaña) permitir la entrega de una
franja de la provincia de Arica a Bolivia. Perú rechazó la proposición.
https://es.wikipedia.org/wiki/Tratado_de_Anc%C3%B3n

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