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LA DISCIPLINARIEDAD

DIDACTICA EI 503

LA DISCIPLINARIEDAD

Lic. Med. Odalys Páez

El término interdisciplinariedad se refiere al tipo de trabajo científico que requiere la colaboración


de diversas disciplinas científicas diferentes y, en general, la colaboración de especialistas
procedentes de diversas áreas científicas diferentes. Otros autores han definido la
interdisciplinariedad como un conjunto de disciplinas conexas entre sí y con relaciones definidas, a
fin de que sus actividades no se produzcan en forma aislada, dispersa y fraccionada.

El término también se aplica a todo proceso de integración de varias disciplinas, para la búsqueda
de soluciones a problemas de investigación, por lo cual, excluye la verticalidad de las
investigaciones como proceso investigativo.

Demanda el conocimiento del objeto de estudio de forma integral, estimulando la elaboración de


nuevos enfoques metodológicos más idóneos para la solución de los problemas, aunque su
organización resulta compleja, ante la particularidad de cada disciplina científica, que posee sus
propios métodos, normas y lenguajes.

Es en fin una filosofía y marco metodológico que podría caracterizar la práctica científica
consistente en la búsqueda sistemática de integración de las teorías, métodos, instrumentos, y, en
general, fórmulas de acción científica de diferentes disciplinas, a partir de una concepción
multidimensional de los fenómenos, y del reconocimiento del carácter relativo de los enfoques
científicos por separado. Es considerada una apuesta por la pluralidad de perspectivas en la base
de la investigación.

Es una apuesta por la pluralidad de perspectivas en la base de la investigación. Puede afirmarse


que tiene entre sus representantes más importantes a Roheim y a Devereux. Este último delinea
una serie de principios teóricos y metodológicos, a los que llama complementarismo, que
constituyen una verdadera sistematización inicial de lo que podríase denominar paradigma
interdisciplinario. En la práctica científica actual parece resultar muy difícil alejar la
interdisciplinariedad del eclecticismo o de la vulgarización banalizadora.

Transdiciplinariedad

En el enfoque del CIRET, la transdisciplinariedad es radicalmente distinta de la


interdisciplinariedad. La interdisciplinariedad trata de la transferencia de métodos entre
disciplinas. Como la pluridisciplinariedad, la interdisciplinariedad desborda las disciplinas pero sus
objetivos aún permanecen en el seno de la trama de las investigaciones disciplinares. Como el
prefijo "trans" indica, la transdisciplinariedad (un término introducido en 1970 por Jean Piaget)
implica aquello que está al mismo tiempo entre las disciplinas, a través de las diferentes
disciplinas, y más allá de cada disciplina individual. Su objetivo es la comprensión del mundo
actual, para lo cual uno de los imperativos es la unidad del conocimiento global. La
transdisciplinariedad implica la dinámica engendrada por la acción de varios niveles de la Realidad
a un mismo tiempo. El descubrimiento de esas dinámicas necesariamente pasa a través del
conocimiento disciplinar. La transdisciplinariedad, aunque no sea una nueva disciplina o
superdisciplina, es alimentada por los estudios disciplinares, de hecho, el conocimiento
transdisciplinar clarifica la investigación disciplinar de una manera novedosa y fértil. En este
sentido, las investigaciones transdisciplinares y las disciplinares no son antagonistas sino
complementarias a las investigaciones multidisciplinares e interdisciplinares. La
transdiscipinariedad es en todo caso radicalmente diferente de la multidisciplinariedad y de la
interdisciplinariedad debido a su objetivo, la comprensión del mundo actual, que no puede
alcanzarse en el entramado de los estudios disciplinares. El objetivo de la multidisciplinariedad y
de la interdisciplinariedad siempre permanece en el entramado de la investigación disciplinar. Si la
transdisciplinariedad es a menudo confundida con la interdisciplinariedad y con la
multidisciplinariedad (y en la misma línea, nótese que la interdisciplinariedad es a menudo
confundida con la multidisciplinariedad) esto es explicado en gran parte por el hecho de que las
tres desbordan las fronteras entre las disciplinas. Esta confusión es muy dañina, porque esconde el
enorme potencial de la transdisciplinariedad.

Piaget J. (La Equilibración de las estructuras cognitivas, 1978) distingue:

1. Multidisciplinariedad: Nivel inferior de integración. Para solucionar un problema, se busca


información y ayuda en varias disciplinas, sin que dicha interacción contribuya a modificarlas.

2. Interdisciplinariedad: Segundo nivel de asociación entre disciplinas donde la cooperación entre


disciplinas lleva a interacciones reales, es decir una verdadera reciprocidad de intercambio y por
consiguiente enriquecimientos mutuos.

3. Trasdisciplinariedad: Etapa superior de integración. Se trataría de la construcción de un sistema


total que no tuviera fronteras sólidas entre disciplinas

Para Piaget las relaciones interdisciplinarias tienen su base en las propias relaciones
epistemológicas que se establecen entre las disciplinas, que consiste en significar sus fundamentos
conceptuales y sus leyes para dar soluciones a problemas que se revelan en la escuela.

Erich Jantsch Seminario de OCDE 1979:

1. Multidisplinariedad: Nivel mas bajo de coordinación sin dejar establecida los nexos

2. Pluridisciplinariedad: Yuxtaposición de disciplinas más o menos cercanas dentro de un mismo


sector de conocimiento. Forma de cooperación que mejora las relaciones entre disciplinas,
relaciones de intercambio de información.
3. Disciplinariedad cruzada: Acercamiento basado en posturas de fuerza, una disciplina va a
dominar sobre otras

4. Interdisciplinariedad: Se establece una interacción entre dos ó más disciplinas, lo que dará
resultado una intercomunicación y un enriquecimiento recíproco y en consecuencia una
transformación metodológica de investigación, intercambios mutuos y recíprocos.

5. Transdisciplinariedad: Nivel superior de interdependencia, donde desaparecen los límites entre


disciplinas y se construye un sistema total Concepto que asume la prioridad de una trascendencia
de una modalidad de relación entre las disciplinas. Se puede hablar de la aparición de una macro
disciplina. Su finalidad es construir un modelo utilizable entre las diferentes disciplinas

Esta propuesta tiene su génesis en el sistema de trabajo del Centro de Investigaciones de Fututo
de la Universidad Tecnológica de Wroclaw en Polonia que posteriormente fue tratada por
indicación del Secretario General de la UNESCO en 1983, lo cual corrobora aún más la propia
relación entre las ciencias en tanto la Pedagogía siendo una ciencia social la retoma.

Didáctica de la interdisciplinariedad: el interobjeto.

Actualmente existe una marcada tendencia desde la pedagogía con enfoque Histórico Cultural de
reconocer una Didáctica de la interdisciplinariedad la cual es defendida por autores de la talla de
Mañalich, Addine, Batista, Perera, Salazar y Fernández de Aliaza fundamentalmente, como
pioneros de la ruptura de la ¨ Didáctica Clásica ¨ encerrada en los cánones de las disciplinas hacia
una ¨ Didáctica unificadora ¨ que tiene en la diana de su investigación el ¨ interobjeto ¨ y que se
enriquece de los resultados y relaciones dialécticas con la Didáctica General y las Didácticas
Específicas.

Una de las problemáticas fundamentales que revela la interdisciplinariedad desde el contexto


escolar reside precisamente en la integración de los contenidos de las ciencias para el análisis de
los fenómenos, deviniendo objeto de estudio de la Didáctica desde una dimensión de ciencia
interdisciplinaria (Perera, 1998) que … no sustituye a la Didáctica Especial de cada disciplina, ni la
Didáctica General , sino que haga posible con el estudio de las relaciones entre las disciplinas, el
establecimiento de metodologías, lenguajes y procedimientos comunes y una construcción teórica
más integrada de la realidad educativa… (Salazar, D., 2004: pág. 203). Es precisamente el
establecimiento de un ¨ interobjeto¨ (Fernández Pérez, 1994; Mañalich, 1997) como expresión de
las relaciones de todas las disciplinas con el objeto y entre ellas, que constituye un contenido
sustancial en su desarrollo histórico en ciertos ámbitos científicos y prácticos.

Desde este punto de vista, la relación interdisciplinaria puede ser considerada una relación
sistémica entre disciplinas condicionada por objetivos comunes. En esa relación sistémica, cada
disciplina establece nexos estrechos a fin de lograr el cambio en el interobjeto.

En el plano didáctico, lo interdisciplinar tiene sus manifestaciones en los componentes del proceso
docente educativo que constituyen su objeto de estudio: el problema, como situación inherente al
objeto y que induce a la necesidad de darle solución; el objeto, es la parte de la realidad portador
del problema; el objetivo, como aspiraciones a lograr; el contenido, como los conocimientos,
habilidades actitudes y valores que deben ser aprendidos por el estudiante; el método, como la vía
y el modo de acción para apropiarse del contenido; el medio, como soporte material; las formas,
como organización y modos de manifestarse las relaciones entre los componentes personales para
alcanzar el fin; la evaluación, variación en los estados del sujeto que aprende en su interacción con
el objeto del conocimiento.

Esta didáctica de la interdisciplinariedad debe estar a tono con los elementos sociológicos que
posibiliten sustentar la interdisciplinariedad en el contexto escolar en materia de dirección,
ejecución y evaluación curricular que se manifiesta cambiante en algunos casos y por demás
desentendida con ella misma. No siempre los criterios de agrupación de los maestros que
imparten tal o más cual asignatura se rigen por criterios epistemológicos, ni tampoco existen
espacios donde ellos puedan intercambiar acerca del tratamiento de objetivos comunes. A ello se
le suma ¨… poco tiempo y posibilidades de comunicarse con otros colegas, se les exige la práctica
de la interdisciplinariedad por las instancias superiores, sin recibir muchas veces orientaciones al
respecto… ¨ (Álvarez, M, 1999: pág. 5). Unido también a la formación como especialista en una
rama del saber científico en los estudios de pregrado en la Universidad Pedagógica, algo en el cual
el modelo de formación de los profesionales de la educación en Cuba se está superando.

Los currículos de la Educación Técnico Profesional y la Didáctica que los fundamenta no escapan a
la interdisciplinariedad, no obstante la problemática adquiere singularidad propia. En los currículo
que tienen como fin la formación de un profesional, la interdisciplinariedad tiene dos grandes
propósitos: el primero esta vinculado al carácter profesional de la educación y el segundo, al logro
de una cultura general e integral.

La interdisciplinariedad Por: Heriberto Rivera

Fecha de publicación: 24/02/08

Hablar de la interdisciplinariedad desde el campo de la pedagogía sigue siendo algo “mágico”,


poco usual o simplemente un modismo. Con ello no se pretende desechar o soslayar los demás
enfoques tanto teóricos como conceptuales o metodológicos; tampoco se pretende revelar como
el último paradigma teórico ni como la panacea que ha de resolver el problema que desde siempre
ha significado la educación; tampoco es menos cierto que como educadores, quizás unos más
comprometidos que otros con los necesarios cambios en la educación, estamos en el deber de
avanzar y profundizar en el estudio, análisis, construcción polémica en una praxis educativa que
vaya más allá del aula de clase. Tal vez pensar en ello para algunos sigue siendo una utopía, pero si
esta se asume como la construcción de lo posible que nos permite avanzar en medio de las
contradicciones que acrecienta la superación de la creación humana, podemos lograrla la meta
establecida; parafraseando a Einstein, se puede afirmar que la educación es como la bicicleta, si no
avanza se corre el riesgo de caer, y es el colectivo de educadores de este momento a quien le
corresponde construir las bases que habrán de sostener en el devenir el nuevo paradigma
educativo en la educación media.
La educación como un hecho socio histórico siempre ha estado vinculada a los modelos
económicos que insurgen en cada momento de acuerdo a la necesidades y avances de los mismos;
es así como a finales del siglo XIX, la educación pasa a supeditarse a los objetivos del mercado de
trabajo industrial y a partir de 1890 se establece un método de gerencialismo científico de la
educación que junto al modelo taylorista de la división social del trabajo sirven de base para los
sistemas educativos montados para la reproducción acritica del conocimiento sobre una cultura
escolar excluyente.

Se hace necesario entender que ese sistema educativo se fundamenta en el currículo por
disciplinas y que este, lejos de ser un simple problema epistemológico, pedagógico, es
principalmente un problema político que requiere ser abordado por el docente, que al superarlo
permite el avance hacia la transformación de la educación y la sociedad.

Precisamente, es el modelo taylorista de la educación el que aún continua presente en el sistema


educativo venezolano “separando el saber del hacer”, “separa al que diseña el currículo de quien
lo ejecuta en le aula” (permítame pensar por usted), llevando a la separación escuela –comunidad,
separación profesor-alumno, establece un monopolio y jearaquia del saber en manos de directivos
y supervisores. Tales contradicciones impregnan los contenidos curriculares, los planes de estudio,
las estrategias metodológicas, el régimen de evaluación, no escapando la propia arquitectura
escolar: espacios separados y cerrados, oficinas burocráticas, áreas para recreo, organización
interna del aula, ubicación del pizarrón y alienación de pupitres, separación entre materias
teóricas y prácticas, la disposición y utilización del tiempo escolar horario mosaico).

La problemática de la interdisciplinariedad como forma emergente ante el esquema disciplinar, no


responde como pareciera a causas a lo interno de los procesos educativos, no es su novedad u
originalidad, es consecuencia de las contradicciones sociales, de la emancipación del hombre de la
enajenación capitalista que se prolonga hacia la enajenación en el aula, en el abordaje de la
realidad haciéndola entender como ésta no es.

El trabajo del aula ha sido sumergido en el pensamiento positivista según la concepción de que
todos los hechos son singulares e individuales y la sociedad esta regida por leyes invariables que
nada tienen que ver con la voluntad y la acción de los seres humanos, no se busca comprender,
solo describir lo sucedido en un orden inalterable sin conexión ni relación entre los hechos de la
política, la economía, la sociedad y las diversas manifestaciones culturales; el positivismo crea una
actitud normativa que rige los modos de empleo de términos como el saber, ciencia, conocimiento
y presenta la realidad a través de una visión atomizada que hace énfasis en la descripción
“objetiva” de lo “que ocurre” sin posibilidad de realizar un análisis desde una visión amplia de las
ciencias sociales y humanas con la “imposibilidad” de separar las consecuencias deseables de las
que no lo son, negando la posibilidad que el ser humano juegue un rol transformador.

En el liceo tradicional existe una separación abismal entre el conocimiento escolar, el


conocimiento cotidiano y el conocimiento científico, la disociación entre los contenidos
curriculares y la significación que estos tienen para los estudiantes es un problema clave suficiente
para inducir los cambios en la educación; la separación cada vez mayor entre el tipo de
conocimiento desarrollado en la educación y la vida cotidiana de los estudiantes, dan cuenta de la
existencia de dos mundos a veces irreconciliables, y la falta de significados se refleja en la lejanía
entre el tipo de asignatura impartida, su contenido y representación con escaso sentido real y la
corriente de necesidades, intereses anhelos en permanente cambio de los alumnos (as).

Es dentro de este contexto donde cobra sentido el incluir la interdisciplinariedad como alternativa
por desarrollar en el subsistema de educación media Bolivariana, que para algunos es el deseo
nunca conseguido, a pesar de los grandes esfuerzos y desarrollos teóricos realizados- nos ofrece la
opción cierta de superar la fragmentación del conocimiento ante una realidad que se presenta tal
como es compleja y diversa que se hace difícil abordarla desde el currículo por disciplina.

El buscar el camino hacia la interdisciplinariedad como enfoque y filosofía de trabajo, permite


superar el pensamiento único en el cual se han venido formando por lo menos en los últimos cien
años a varias generaciones lo cual ha traído como consecuencia que se ignore la realidad
haciéndonos pensar equivocadamente que lo que “conocemos” antecede la realidad y la
existencia del mundo real.

Al plantearse la interdisciplinariedad como posible salida ante los feudos del conocimiento y del
pensamiento único, cuando de esta manera se enfrenta una determinada circunstancia y la misma
no encuadra dentro de la concepción que de ella se tiene, limitamos nuestra participación
anteponiendo juicios de valor, etiquetando con epítetos que reflejan incapacidad para abordarla;
tal posición se asemeja al mito de la caverna, según la cual todo ser humano, desde que nace trae
consigo el conocimiento desde el “mundo de las ideas” dictado por los espíritus que allí habitan;
dicho pensamiento aunado con la teoría de conocimiento positivista para la cual el conocimiento
ya está dado, elaborado y perfectamente terminado sigue presente en el quehacer educativo,
debiendo ser superados porque limitan y reducen la innovación y creatividad humana.

Desde la perspectiva del cambio educativo, se debe abogar por tesis y teorías de construcción
social fundamentadas en que el conocimiento esta en las cosas y en la relación que se establece
con ellas, que el conocimiento no es la copia de la realidad, sino una construcción del ser humano,
que se realiza con los esquemas que ya posee, con lo que ya construyo con su relación con el
medio que le rodea.

Al observar la historia del conocimiento se nota que fue concebido en función de un pensamiento
único, mediatizando la ciencia, distanciándola del hombre común, haciéndole asumir una
orientación interpretativa y recursos metodológicos intencionados comprometiéndole con la
perpetuación del sistema social, indistintamente de cual sea su signo ideológico.

La interdisciplinariedad plantea la posibilidad cierta de superar el pensamiento único en la forma


de educar, siendo el verdadero lenguaje de la naturaleza y la sociedad, su existencia y movimiento,
que se manifiesta en la enseñanza mediante situaciones de aprendizaje creadas con ese fin, reflejo
fiel de la realidad natural y social.
La interdisciplinariedad no es una orientación entropíca de saberes convocados, tampoco es una
síntesis sumatoria de todos los conocimientos, por el contrario es una articulación deliberada de
las disciplinas particulares y de los diversos círculos epistemológicos, respecto al estudio de
problemas para producir mejores y más integradas disposiciones curriculares y lograr minimizar la
disparatada yuxtaposición de asignaturas fruto del enciclopedismo positivista; es una construcción
que parte de lo actitudinal para escapar del pensamiento enajenado y tecnocratico de la
educación que enriquece al conocimiento al fecundarlo con la realidad; la interdisciplinariedad es
un aporte al deber de la escuela para buscar la armonía, la concertación y el entendimiento para el
beneficio de la misma, el conocimiento, el hombre y loa sociedad.

La interdisciplinariedad induce a romper la tradicional separación entre la vida y la escuela,


considerando la escuela como un lugar de vida y para la vida y por ello se busca debilitar las
fronteras entre el mundo que la rodea, su comunidad y la actividad de la misma, surgiendo de tal
debilitamiento la idea innovadora de formular y organizar el currículo (aún sin ser especialistas) a
partir de los hechos de la vida real de los actores.

La interdisciplinariedad se sustenta, entre otras teorías en el constructivismo social, el cual


propone como razón del aprendizaje la interacción entre el objeto de estudio y el sujeto
cognoscente en el proceso social de la construcción del aprendizaje desde la realidad, siendo esta
el escenario para concretar el diálogo de saberes como una nueva forma de articular el
conocimiento académico y el saber popular que permita superar el monopolio y la jerarquía del
saber como forma de dominio e impulsar un novedoso modo de producción de conocimiento y
alcanzar una pedagogía liberadora, que a su vez permita construir nexos sólidos entre la
democracia política, la democracia económica, social y cultural.

La interdisciplinariedad dentro del proceso formativo, resulta una herramienta valiosa para los
fines de una educación integral, más completa, que prepara al egresado para enfrentar la realidad
compleja y cambiante que caracteriza en todas sus esferas a la sociedad de nuestros días, creando
a su vez las condiciones para dejar de lado la concepción propedéutica de la educación media.

La interdisciplinariedad dignifica el trabajo docente ya que derrumba en la práctica el currículo


establecido sobre las teorías de aprendizaje de corte conductistas, la teoría organizativa de corte
taylorista así como la visión positivista del quehacer científico, es el desplazamiento de lo teórico
conceptual del carácter disciplinario del currículo donde se cifra la posibilidad de lograr un
conocimiento realmente transformador en el campo de la educación media.

En otras palabras, el docente siempre ha sido visto como meros reproductores del saber
producido en las universidades y fue deliberadamente inducido a pensarse como trabajador que
reproduce lo planificado, que lo hace sentir como incapaz de elaborar algo nuevo, producto de si
mismo; la interdisciplinariedad crea el escenario y las condiciones para la elaboración conjunta,
para la creación fraterna, de búsqueda colectiva, el encuentro de saberes.

El enfoque curricular de la interdisciplinariedad concebido para la educación media, plantea la


integración de saberes superando la disciplinariedad, la parcelación y fragmentación del
conocimiento, que ya observamos se deriva de la división social del trabajo, y asume su
contextualización en el espacio local –regional y nacional, vinculando los planes generales que
impulsa el gobierno bolivariano con las realidades concretas. Se trata de un desarrollo curricular
caracterizado por la flexibilidad, la adecuación y enriquecimiento permanente, esperando superar
la concepción tradicional del aula de clase al incorporar de manera progresiva múltiples espacios
sociales y comunitarios como ambientes de aprendizaje, relacionándolos con los proyectos
educativos integrales comunitarios y productivos, a través del trabajo de campo y la aplicación
práctica de los conocimientos adquiridos, orientado hacia la posibilidad de resolver problemas,
permitiéndose la transferencia de lo que se aprenda con utilidad social.

Esa aspiración se podrá consolidar si el docente asume el compromiso dirigido a procurar el


cambio y la transformación como ser pensante y dejar de lado lo que Marcuse llama “la cultura
afirmativa”: el hombre es contemplativo de la realidad. Se requiere un docente que afincándose
en su conocimiento no pierda de vista lo social como prioritario, pues esto conduce a la
elaboración de juicios críticos en torno a las fases del proceso educativo obteniéndose un
acercamiento entre todos los actores del accionar educativo. La cultura educativa que esta
naciendo aspira romper con la docencia tradicional para que el proceso de aprendizaje deje de ser
informativo y se convierta en una discusión abierta. Y a no será la comunicación recepción como
forma de frenar la capacidad creativa de los estudiantes.

Al asumir la práctica de la interdisciplinariedad en la escuela, se quiere promover un enfoque de


desarrollo, que no solo busca el crecimiento sino el desarrollo humano integral, formando
continuamente a los ciudadanos(as) no solo en sus habilidades cognitivas o destrezas manuales
sino formando en valores solidarios y cooperativos.

País que no sueña con la escuela que quiere termina perpetuando y remendando la escuela que
tiene.

Si no aprendemos a desaprender lo aprendido para en realidad aprender lo que debemos


aprender, entonces seremos los analfabetas del siglo XXI.

Nos pasamos toda la vida separando con nuestro pensamiento la realidad y ahora no sabemos
como juntarla.

Hay una técnica de construir barcos…. y otra de hacerlos navegar, así como hay una técnica de
fabricar violines…. Y otra de hacerlos sonar. Conviene no olvidar la diferencia.

Atendiendo a lo leído responda: 1.- La interdiscipliariedad y la transdiciplinariedad que tienen que


ver con la didáctica y la educación integral?

Publicado por Med Odalys Paez en 16:03

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