Borges planteaba que la literatura comienza con la poesía. Más allá de
relacionar los salmos con el origen de la poesía, lo niega tomando en cuenta la poca estructura definida en cuanto a la falta de rima y la aliteración. Pensamos que el mismo Borges cree que su obra no es poesía, sino prosa tal vez por la influencia de Quevedo en él. Creemos en la visión de Borges sobre la creación en cuanto a que es la imaginación acercándose más a la verdad y no al juego de palabras o sea artificio-técnica.
Cuando Coleridge dice “La fé poética es la suspensión momentánea de la
incredulidad” nos permitimos la impresión de que tanto el poeta en el momento en el que escribe hace su verdad, que luego el lector la toma como suya, al menos en ese instante, aunque hay poetas que con su verdad momentánea trascienden en la memoria del lector haciéndola eterna. La noción del poeta como un mago no es más que el acercamiento del poeta a construir o reconstruir el mundo a través de la palabra. Recuerdo mi noción de hace muchos años cuando sentía a Huidobro como un Dios-mago transformador(al igual que Apollinaire) del mundo a raíz de los caligramas. En fin para Borges la inspiración es emoción-pasión donde al autor-escritor funciona como un escriba. Para Heidegger la poesía es serenificación, es decir la quietud del alma. La inspiración vendría a ser el fin primordial de la creación poética “anteponiéndose al trajín mecánico y caprichoso sin que intervenga la emoción” según teoría de Antonio Machado.
Si analizamos la premisa de que el pensamiento lógico se adueña de las ideas
y capta lo esencial podríamos deducir que la poesía está fuera del tiempo ya que las intuiciones dejan de ser formulas temporales que alcanzan un valor absoluto y se convierten en revelaciones del ser Poeta-escritor en un momento de la conciencia humana. El origen de la literatura como tal y en particular la poesía ocupa hoy un punto de discusión en cuanto a lo que se define como poesía y lo que se percibe como tal, es decir, la idea según Nuño “ no puede diferenciarse por presentar cierta forma o estructura pues su esencia y su transmisión es el objetivo primordial”. Toca Nuño en este texto el ego como participe de la creación poética alegando que ha sido una de las malas influencias de los ismos el asumir con mayor importancia al individuo en relación con el género, esto quiere decir que la subjetividad poética se ha preocupado aún más por el autor y su personalidad (Fenomenología) que por la esencia de la palabra en sí.
Ana Nuño asume dos vertientes significativas en cuanto al “concepto” de la
creación poética .En primer lugar el antagonismo Efusión-inteligencia nos desfigura que la efusión como la madre de la confesión y de la cordialidad nos muestra la esencia de la inspiración a través de la articulación con versos libres de sensaciones como lamentos, asombros y entusiasmos. Ahora bién por el contrario el análisis y la cerebralidad como hijas de la inteligencia producen a través de una métrica establecida (como el soneto, por ejemplo) y de formas fijas el deshacer el mundo para hacerlo a su modo.
Para concluir sin la certeza de haber logrado la “verdad absoluta” en cuanto a
la creación poética, Ramos Sucre (poeta venezolano, 1890-1930) nos invita de paseo a encontrar en la imagen como elemento poético la esencia del poema en cuanto a su modo de transmisión. Podríamos pensar que la elocuencia derivada de la imagen, al igual que la pintura y la música tiene el poder de conmover y transmitir de manera inmediata ese esencia febril en los sentidos y por ende en la Psiquis del lector escucha.