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NÚCLEO DE SUCRE
DOCTORADO EN ESTUDIOS SOCIALES
CURSO DE SOCIALIZACIÓN DE DE LAS CIENCIAS
A menos que se crea que tales nociones fueron introducidas por poderes
externos y sobrenaturales en la mentalidad colectiva de los referidos pueblos,
tenemos poderosas razones para suponer que fueron ellos mismos, es decir las
personas que integraban esos pueblos los que progresivamente dieron origen y forma
a las tentativas de explicaciones de su mundo, teniendo como únicos recursos el
lenguaje, en tanto manifestación fenomenológica del pensamiento, así como los usos
y costumbres informados por la práctica en boga.
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el surgimiento de nuevas condiciones de vida, de nuevas interacciones sociales, del
desarrollo de las memorias históricas de distintos pueblos que entraban en
comunicación, entre otras, facilitaron la evolución del propio pensamiento y de sus
posibilidades para idear nuevas hipótesis en abierta ruptura con el razonamiento
anterior, acontecimientos estos coronados en la antigua Grecia, según lo reseña la
llamada tradición occidental.
Con López (2003) podríamos afirmar que fue la cultura griega, con Tales,
Anaximandro y Anaxímenes a la cabeza, la descubridora de la razón e iniciadora de
una cultura racional, la cual no obstante contener una visión consciente y crítica
respecto de la tradición, así como una acendrada desconfianza hacia las narraciones
del mito, no comportaba necesariamente un desprendimiento de ellas.
En ese sentido bien podríamos avalar la opinión del citado autor en cuanto a
que la cultura griega jamás llegó a ser completamente racional, aunque mas exacto
sería decir que para los filósofos griegos razón y tradición mítica-religiosa no
constituían extremos de una contradicción; aclaratoria que se hace ya que no
compartimos la noción de que las ideas de unos cuantos filósofos, por muchos que
sean, resuma, exprese y caracterice toda la cultura de una sociedad.
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sirvieran para la confirmación de los principios así extraídos mediante la aplicación a
casos particulares.
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interdimensionadas, diacrónicas, novedosas, únicas y cambiantes, por lo que resulta
del todo pertinente la inspiración de una nueva racionalidad que guarde cada vez más
estrecha relación con las características de los objetos de sus reflexiones.
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1974), pero desde las teorías especial y general de la relatividad de Einstein se las
representa unidas en un continuo (espacio-tiempo) con relaciones geométricas
dependientes de la materia (Pauli, 1996).
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evento posterior que uno anterior (incluso puede ser éste causa de aquel),
dependiendo de la ubicación del observador respecto de los dos eventos o de observar
simultáneamente dos eventos ocurridos con años luz de precedencia pero que sus
efectos son percibidos en un mismo momento por un observador, sino además
adentrarse en la posibilidad de tiempos diferentes y específicos para secciones
diferentes del espacio, tanto a escala macroscópica como a escala cuántica.
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compuesto a su vez de neutrones y protones, y por una corteza exterior formada por
las órbitas de los electrones, sino que ahora se conoce la existencia de partículas más
pequeñas de diferentes tipos denominadas bosones (fotón, bosón W, bosón Z y
gluón), leptones (electrón, muón, tauón, neutrino electrónico, neutrino muónico y
neutrino tauónico) y quark (up, charm, top, down, strange, bottom) de cuyas
combinaciones se forman partículas compuestas (hadrones) de distintos tipos como
los protones y neutrones (bariones) presentes en el núcleo del átomo por lo que
también se les llama nucleones, y los mesones (pión, kaón, entre otros).
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facilita el proceso de renuncia a la obcecación de buena parte de las ciencias sociales,
tomado de la racionalidad impuesta por las ciencias naturales, por encontrar leyes
universales y explicaciones unívocas para fenómenos diferentes por mucho que
presenten elementos comunes.
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admitiendo ahora como válidas perspectivas de posibilidades, es decir afirmaciones
que contienen la probabilidad de que un acontecimiento X se presente en determinado
momento y lugar.
Por ello, Prigogine (1997), entre otros, han venido trabajando la extensión de
la lógica probabilista desde el nivel individual (correspondiente a trayectorias únicas)
hasta el nivel estadístico, correspondientes a las trayectorias de conjuntos y grupos de
partículas, interactuantes entre sí, tal como ocurre en la realidad natural. Es
importante agregar que los trabajos de Prigogine van más allá de considerar sistemas
estables, los cuales son excepcionales en la naturaleza, y desarrollan las funciones
estadísticas para sistemas alejados del equilibrio, o sea sistemas inestables que
evolucionan mediante estructuras disipativas hacia nuevos estados de equilibrios
dinámicos que se van complejizando irreversiblemente en el tiempo.
Estas nociones son de particular interés para las ciencias sociales y en general
para la necesaria nueva racionalidad en tanto alejan la manera de explicar los
fenómenos de interés social de la vocación normalizadora y predictiva, aceptando que
nuevos acontecimientos producen bifurcaciones en los cursos de desarrollo
esperados, con resultados que no pueden ser anticipados, los cuales a su vez
engendran nuevas estructuras y sistemas con tendencias auto-organizativas y auto-
regulativas alejadas del equilibrio, al menos del equilibrio inicial. Esas estructuras
que se van bifurcando y buscando nuevos estados de equilibrios dinámicos es lo que
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Prigogine llama disipativas, y su imagen intuitiva resulta un interesante modelo de
análisis y síntesis para estudiar la evolución de sistemas ecológicos, económicos,
políticos, sociales, psicológicos, en fin sistemas complejos, exactamente como es el
sistema del universo en el que se inscribe la vida humana.
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decíamos que en los albores del pensamiento la humanidad solo contaba con los
recursos de la practica social en boga y el pensamiento incipiente al que se podía
llegar en dichas condiciones, posibilitado y expresado como fenómeno a través del
lenguaje rudimentario de ese entonces.
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Referencias Bibliográficas
López, R. (2003). Apunte sobre la razón griega. Cinta de Moebio 16: 6-14. Revista
de Epistemología de Ciencias Sociales, Facultad de Ciencias Sociales,
Universidad de Chile.
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