Академический Документы
Профессиональный Документы
Культура Документы
1
2
Formulación de Hipótesis
Con esta expresión nos referimos a la hipótesis que formula el terapeuta y que
descansa sobre la información que posee respecto de la familia que está
entrevistando. La hipótesis establece un punto de partida para su investigación y
también para verificar la validez de la misma basada en métodos y pericias
específicas. Si la hipótesis basada en la información recogida durante “el
examen de la primera”.
Debemos tener presente que una sesión terapéutica de familia siempre
comienza con cierta cantidad de información que posee el terapeuta con
respecto a la familia. En nuestro ejercicio en el Centro de Milán para Familias,
tenemos a nuestra disposición aún antes de la primera sesión, algunos daros
2
3
1
(1) Nombre, edad y grado de educación de los padres e hijos por orden de nacimiento fecha de
casamiento de los padres; otros miembros de la familia que viven con ellos: problemas, médico referente,
nombre de la persona que se conecta con el centro.
3
4
está realmente escuchando como solía hacerlo ...”. Mientras su hijo expresaba
su dolor, la madre permaneció silenciosa y parecía confundida y un poco
culpable. La conclusión terapéutica de esta sesión se había hecho clara para
nosotros gracias a las conductas de madre e hijo. Ambos sufrían dolores de
crecimiento, y era d esperar que los sufrieran también en el futuro inmediato.
Necesitaban tiempo para aceptar la perspectiva de una separación sin sentirse
abandonados o culpables.
Este ejemplo demuestra cómo la hipótesis formulada por los terapeutas y las
preguntas hechas para verificarlas, los llevaron a la información esencial para la
elección de la intervención terapéutica.
4
5
5
6
maneras confusas para que las cosas vayan siempre hacia la confusión y el
revuelo.”
Si transferimos esta afirmación del significado universal a los recintos
restringidos de la sesión de terapia de familia, podemos confirmar su validez con
la experiencia. Sin nuestra actividad basada en la hipótesis, nuestras sesiones
con las familias tendrían la tendencia a dirigirse hacia un desalentador aumento
de desorden y confusión. Pero ¿qué es exactamente el desorden?. Quizás su
definición mas clara la dio Schafroth (4): “De hecho, no es una cosa tan trivial
definir el desorden”. Existen científicos que tienen la costumbre de apilar sus
papeles y libros de una manera aparentemente casual sobre sus escritorios y
sin embargo, pueden encontrar cualquier cosa en cualquier momento. Si alguien
“ordena” su escritorio, el pobre dueño puede que no encuentre anda. En este
caso, resulta obvio que el aparente “desorden” es, de hecho, “orden” y
viceversa. Será fácil comprender que en este sentido el orden del escritorio
puede ser medido por la información que el dueño posee acerca del estado
mismo. Este ejemplo ilustra que, tratando d definir “desorden” mas
exactamente, volvemos a la definición anterior en términos de “falta de
información”.
El desorden, desorganización, falta de patrón, la organización al azar de un
sistema, se conoce como entropía. La disminución de la entropía puede
tomarse como medida de la cantidad de información. Wiener y Shannon
notaron que la medida estad1stica para la entropía negativa e información sobre
la base de dos significados que iluminan nuestra investigación.
“La cibernética está a definir “negentropía” e “información” con una especie de
doblez subjetiva y admitir la posibilidad de una transición en dos sentidos:
Negentropía información
6
7
7
8
8
9
9
10
“la misma verdad general –de que todo conocimiento de los eventos externos
deriva de la relación entre ellos- se reconoce por el hecho que para lograr una
percepción más exacta, el ser humano siempre recurrirá al cambio entre él
mismo y el objeto externo. Si inspecciona un punto áspero sobre alguna
superficie por medio del tacto, mueve su dedo encima del punto, creando así
una multitud de impulsos neurales con estructuras secuenciales definidas,
mediante las cuales puede descubrir la forma estática y otras características de
la cosa que está investigando. En este sentido nuestros datos sensorios
iniciales son siempre “primeros derivados” afirmaciones relativas a las
diferencias que existen entre los objetos externos, o afirmaciones acerca de
cambios que ocurren sea en ellos o en nuestra relación con ellos. Lo que
percibimos con facilidad son la diferencia y el cambio y la diferencia es la
relación”. (3 p. 173).
Lo que todos nosotros llamamos circularidad es por ende nuestra conciencia, o
mejor aún, nuestra convicción de poder obtener de la familia información
auténtica sólo si trabajamos con los siguientes puntos fundamentales:
1. Información es una diferencia;
2. diferencia es una relación (o u cambio en la relación).
Sin embargo, esto no es suficiente. Es necesario otro artificio más para ayudar al
terapeuta a encarar las complejidades de la familia. Se invita a cada miembro
de la familia a contarnos cómo ve la relación entre dos miembros de la familia.
10
11
Aquí estamos tratando con la investigación de la relación diádica vista por una
tercera persona. Estarán de acuerdo con que es mucho mas fructífero ya que
sirve para superar la resistencia, preguntar a un hijo: “Cuéntanos como ves la
relación entre tu madre y tu hermana”, que preguntándole directamente a la
madre acerca de la relación con su hija. Lo que quizás resulta menos obvio, es
la extremada eficiencia de esta técnica para provocar un torbellino de
respuestas por parte de la familia, lo que aclara grandemente las varias
relaciones triádicas. De hecho, al invitar a uno de los miembros de la familia a
meta-comunicar acerca de las relaciones de otros dos en su presencia, no solo
que adaptamos una de las normas omnipresentes en las familias
disfuncionales, sino que también nos ajustamos al primer axioma de la
pragmática de la comunicación humana: en situación de interacción, los distintos
participantes no pueden evitar la comunicación por más que lo desean.
Consideren el caso de la paciente designada, que fue invitada por el terapeuta a
describir su percepción acerca de la relación de su padre y su hermana menor.
Supongamos que muestre desaprobación por ciertas conductas del padre en
relación con la hermana. Representaría una gran diferencia en cuanto a la
información acerca de la relación triádica ( o sea incluso la persona
interrogada), si los otros dos se tornaran confusos, o si cada uno de ellos
reaccionara del mismo modo, o si solo el padre protestara con indignación
mientras la hermana mantuviera un silencio enigmático o mostrara una marcada
hostilidad o desprecio.
Tuvimos un paso así en que la paciente identificada, describiendo su percepción
de la relación entre su padre y su hermana marina, incluyó en sus comentarios
un reciente y significativo episodio. Terminó dirigiéndose a su padre con la
siguiente acusación: “Tenía la impresión de que la hacías desdichada y que lo
haces muy a menudo”. El contraste entre la indignación bíblica del padre y el
silencio inexpresivo de marina, que no confirmó ni contradijo lo que había
afirmado su hermana, nos permitió hacer algunas observaciones y por ende
formular nuevas hipótesis con respecto a la relación entre las dos hermanas
(relación que hasta el momento parecía amigable), el rapport de cada una con
11
12
su padre, el rapport del padre con cada una de ellas, etc, etc. Al mismo tiempo,
el terapeuta, y mas aún los observadores de la sesión, se dieron cuenta del
comportamiento de la madre, quien, meneando la cabeza y con miradas de
desaprobación hacia la muchacha, mostró su alianza con el marido y su ira.
Demás está decir que la siguiente secuencia de preguntas incluyó a la madre:
“¿Y ahora, ya no ve la relación entre su hermana y su madre?.
De este modo, haciendo caso omiso de las limitaciones impuestas por el
condicionamiento lingüístico y cultural, podemos legar mas allá de la técnica y
la suma de las diferentes tríadas presentes dentro de la familia. Así la trama se
seguirá urdiendo hasta que aparezca claramente el asunto en la tela, sin la
necesidad de hacer la pregunta más esperada, escondida y combatida: “¿Pero,
Marina, como ve la relación entre su padre y su madre?”.
Los métodos prácticos para obtener información: Respecto de la modalidad
triádica de investigar las relaciones el principio fundamental de que la
información es la diferencia y que la diferencia es una relación o cambio en la
relación, presentaremos aquí algunos métodos prácticos que resultarán
extremadamente valiosos en la búsqueda de información.
1. en términos de conductas interactivas específicas en circunstancias
específicas (y no en términos de percepción o interpretación) por ejemplo: la
transacción iniciada por el terapeuta con el hijo mayor de una familia con
cuatro hijos, cuyo hijo menor, Lorenzo, presentó crisis de violencia durante
los cuales golpeó a su madre:
Terapeuta: “Cuando empieza a perder el control y empuja a tu madre. ¿Qué
hace tu padre y cual es la reacción de tu madre a lo que él hace
(o no hace)? Y ¿qué haces tú?, etc. Etc.
2. En términos de diferencias en la conducta y no en términos de predicados
supuestamente intrínsecos en la persona Por ejemplo: una conversación
entre el terapeuta y un niño relativa a los abuelos que viven con la familia:
Hijo: “Vivimos con los abuelos y ellos son unos verdaderos
rezongones.
Terapeuta: “¿Qué hacen que los convierta en rezongones?:
12
13
Hijo: “Se meten continuamente con mis padres diciéndoles que hacer
con nosotros”.
Terapeuta: “¿Quién de los dos se mete más tu abuelo o tu abuela?
Hijo: “El abuelo”.
Terapeuta: “¿Con quién se mete más, con tu madre o con tu padre?.
Hijo: “Con mi madre”:
Terapeuta: ¿Y quién se molesta más cuando tu abuelo se mete, tu padre o tu
madre?
Hijo: “OH, mamá, por supuesto!! Quiere que papá lo mande de
paseo...”
13
14
hijos. El evento preciso acerca del cual el terapeuta hizo las preguntas era la
crisis cardiaca sufrida por el padre a causa del trabajo y se hizo pensionar
por invalidez.
“Tu madre dijo que Marcos fue siempre un niño difícil Pero en tu opinión,
peleaban más ¿Antes o después de la enfermedad de tu padre?
Hijo: “Oh, después, después. Mamá se enoja más a menudo y
también está más nerviosa...lo que pasa es que en algún
momento debe detenerse... cuando papá pone la mano sobre su
corazón”.
14
15
Ornella: “Se enoja con papá. Dice que lo está arruinando todo, que no
tiene ninguna paciencia, que lo empeora todo”.
Terapeuta: (al padre) “Y mientras sucede todo eso, qué hace Ornella?”.
Padre: (sonriendo a su hija con abierta admiración) “Ella sigue comiendo
como si nada pasara!”.
15
16
Únicamente después de formar una bien articulada imagen del núcleo familiar,
podemos ampliar la investigación de manera de incluir las relaciones con las
familias de origen de los padres, profundizando los detalles de la relación entre
los abuelos y nietos (i.e. “quien es el preferido de la abuela?”), siempre
ateniéndonos a los métodos ya detallados para obtener la información.
NEUTRALIDAD
Por neutralidad del terapeuta queremos decir el efecto pragmático específico
que su conducta total durante la sesión ejerce sobre la familia (y no su
disposición psíquica). Trataremos de explicar exactamente cual es ese efecto
pragmático describiendo una situación hipotética. Imaginemos que cuando uno
de nuestros miembros de equipo termina la entrevista con la familia y se retira
para discutir la información con el resto del equipo, un entrevistador se acercara
a la familia para preguntar a varios de sus miembros que impresión les había
hecho el terapeuta. Si la sesión se había realizado conforme a la epistemología
sistémica, los distintos miembros de la familia tendrán mucho que decir acerca
de la personalidad del terapeuta (su inteligencia o falta de ella, su calidez
humana, simpatía, estilo, etc.) sin embrago, si se les preguntara a quien había
apoyado, la parte de quien había tomado o que juicio había formulado respecto
de uno y otro individuo o de sus respectivas conductas o de la de toda la familia,
deberían quedarse perplejos o indecisos.
De hecho, cuando el terapeuta invita a una miembro a comentar sobre la
relación de otros miembros, parece que en ese momento está de parte de ese
miembro. Sin embargo. La situación cambia cuando le pide a otro miembro de la
familia y a otro más que haga la misma cosa. El resultado de esas sucesivas
alianzas es que el terapeuta es simultáneamente el aliado de todos y de nadie.
Además cuanto asimila el terapeuta la epistemología sistémica, más interesado
está en provocar el feedback y en recolectar información y hemos dispuesto a
formular juicios morales de cualquier tipo. La mención de cualquier juicio, sea
de aprobación(2) o de desaprobación, lo convierte implícita e inevitablemente el
(2)
La connotación positiva, o sea la aprobación de una conducta sintomática puede
eventualmente ser utilizada como intervención paradójica al término de la sesión.
16
17
CONCLUSIÓN
Conducir una entrevista de acuerdo con los principios y métodos detallados mas
arriba, ayuda eficazmente al terapeuta a coleccionar información y por lo tanto,
ayuda en su trabajo terapéutico. Por información nos referimos principalmente
al aumento del conocimiento del terapeuta relativo al conjunto de las
modalidades relacionales que funcionan en la familia. El terapeuta se servirá de
ese conocimiento para sus intervenciones terapéuticas, sin comentarios,
prescripciones sencillas, prescripciones ritualizadas o rituales de familia.
La fase actual de nuestra investigación nos encaró con un nuevo problema.
Puede la terapia de familia producir cambios sólo por medio de efectos
negentrópicos de nuestro actual método de conducir la entrevista y sin la
necesidad de efectuar una intervención final?
17