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JOHANNES WESSELS

Profesor titular en la Universidad de Münster (Vestfalia)

DERECHO PENAL
PARTE GENERAL

Exposición del texto legal reformado


en vigor desde el 1/1/1975

EDICIONES Qépa/faa BUENOS AIRES


1980
Título original:
Strafrecht. ARgemeiner Teil
Editorial Jurídica C. F. Müller S.R.L., Karlsruhe y Heidelberg, 1976

Traducción de la 6^ edición alemana de 1976 PRÓLOGO A LA TRADUCCIÓN ESPAÑOLA


por el Dr. CONRADO A. F I N Z I

El 1/1/1975 entró en vigor en la República Federal de


Alemania un nuevo Código Penal, cuya parte general fue
La obra pertenece a la Colección "Aspectos fundamentales", completamente reformada. Esta reforma del derecho penal
exposición sistemática de los ámbitos jurídicos más importantes so- alemán, que en los tipos de la parte especial no está con-
bre la base de casos, a cargo del profesor Dr. Harry Westermann. cluida y a la cual debe ponerse término poco a poco, fue
influida por un amplísimo movimiento internacional que
pretende adaptar el derecho penal a los profundos cambios
económicos y sociales producidos en los últimos decenios.
Por cierto, no se modificó en lo más mínimo el criterio sos-
tenido hasta ahora según el cual el derecho penal trata de
conservar los valores fundamentales de la sociedad humana,
se propone proteger los bienes jurídicos especialmente im-
portantes y ha de estar dominado por el principio del
Estado de derecho. Pero ahora, más intensamente que
antes, se revela el empeño de poner las leyes penales al
servicio de la resocialización del criminal y de su reincorpo-
ración a la comunidad jurídica. Desde este punto de vista,
fue rectificado y mejorado, en el nuevo Código Penal, el
sistema de las sanciones penales. Sobre todo adquirió
considerable significación la suspensión de la pena en prue-
© ba. En el ámbito de la criminalidad de menor gravedad, la
imposición de la pena pecuniaria ha de sustituir amplia-
e D i c i o N E s Qxpa/hia BUENOS AIRES mente la de las penas privativas de libertad de corta dura-
Talcahuano 494 ción. Una nueva ley sobre el cumplimiento de las penas,
Hecho el depósito de ley. Derechos reservados. Impreso en la Argentina que entró en vigor el 1/1/1977, adecuó la ejecución de las
VIII PRÓLOGO A LA TRADUCCIÓN ESPAÑOLA PRÓLOGO A LA TRADUCCIÓN ESPAÑOLA IX

penas privativas de libertad a los nuevos criterios, humani- también sea útil al lector extranjero empeñado en conocer
zándola en la mayor medida posible. los rasgos fundamentales de la dogmática penal alemana.
En el campo central de la dogmática penal, el derecho
JOHANNES WESSELS.
penal alemán se atiene a la diferencia tradicional enire
injusto y culpabilidad. Sigue el principio, reconocido gene- Münster (Vestfalia), setiembre de 1978.
ralmente en Alemania, de la culpabilidad y responsabilidad:
el hombre es capaz de decidirse libremente entre derecho e
injusto y está en condiciones de orientar su conducta hacia
normas jurídicamente obligatorias. En muchas cuestiones,
por ejemplo, en la reglamentación del error sobre circuns-
tancias que conciernen al tipo legal o ala antijuridicidad del
hecho, el nuevo derecho penal tiene en cuenta los últimos
conocimientos científicos.
El presente compendio de la parte general del derecho
penal sirve para introducir al estudio de los problemas más
importantes de la teoría penal. Se limita a seleccionar as-
pectos fundamentales y, por tanto, renuncia conscientemen-
te a extender la materia en toda su amplitud y no hace refe-
rencia a las sanciones penales (penas, medidas, etc.) cuyo
catálogo diferenciado requiere una exposición propia. El
libro se dirige en primer término a estudiantes y estudiosos
interesados en obtener, en la forma más concisa posible, un
panorama acerca del sistema reformado del derecho penal
alemán. Sobre la base de casos jurídicos que tienen fines
didácticos y han de aclarar la relación existente con la reali-
dad de la vida, se exponen, paso a paso, los rasgos funda-
mentales del sistema del derecho penal alemán que repro-
duzca el estado actual de la jurisprudencia y tenga en
cuenta las tendencias que presenta la evolución de la ciencia
jurídica. Las indicaciones sobre el método para la elabora-
ción de casos, que figuran en el apéndice, ayudan a la apli-
cación del derecho en el ámbito de ejercicios prácticos.
Espero que la exposición de la materia, elegida por mí,
PRÓLOGO A LA 6^ EDICIÓN

La reforma de la parte general del Código Penal ale-


mán del 1/1/1975 ha dado a la doctrina penal alemana
nuevos impulsos que van mucho más allá de una simple
adaptación de la materia al derecho en vigor y han con-
tribuido a consolidar, sistemática y sustancialmente, la evo-
lución dogmática. Así, debe mencionarse ante todo la 18?
edición de "Schónke-Schróder", con la cual los colegas The-
odor Lenckner, Peter Kramer, Albin Eser y Walter Stree,
pertenecientes al grupo de discípulos de Horst Schróder,
han continuado y coronado, en virtud de una concepción
totalmente nueva de la teoría general del delito, la obra
grandiosa de su antiguo maestro; en sus aspectos esencia-
les, la teoría concuerda con el modelo reformado del lla-
mado "sistema clásico", como ya he dicho en la primera
edición de este compendio. Después que también Hermann
Blei modificó en forma similar, en la 16? edición de su bre-
ve Tratado de la parte general, la teoría representada por
Edmund Mezger, la actual dogmática penal ya no ofrece
al estudiante una imagen de la separación inconciliable en-
tre finalistas y no finalistas, sino un proceso evolutivo cfue
pone de manifiesto una creciente aproximación a los con-
ceptos fundamentales más importantes.
En esta 6? edición la jurisprudencia y la literatura
están actualizadas. Una palabra especialmente cordial de
-V

XII PRÓLOGO A U & - EDICIÓN

agradecimiento va dirigida al profesor Juárez Tavares, de


Londrina (Brasil), que ha sugerido y hecho la traducción
al portugués de la edición anterior. También debo agrade-
cerles a mis colaboradores, los señores Franz-Josef Flacke
y Heinrich Hagemeier y al Dr. Ulrich Womelsdorf, varias
sugerencias valiosas.

WESSELS. ÍNDICE
Münster, julio de 1976.
PRÓLOGO A LA TRADUCCIÓN ESPAÑOLA VII
PRÓLOGO A LA 6* EDICIÓN XI
ÍNDICE DE LAS ABREVIATURAS PRINCIPALES XXI
ÍNDICE DE LA BD3LIOGRAFÍA MÁS CITADA XXIII
ÍNDICE DE LAS PUBLICACIONES EN HOMENAJE A AUTORES CITADOS EN EL
TEXTO XXVII

PARTE PRIMERA

DERECHO PENAL Y LEY PENAL. EL HOMBRE COMO


SUJETO D E DERECHO

§ 1. Misión y conceptos fundamentales del derecho penal. La clasifica-


ción de los delitos 1
I. Misión y conceptos fundamentales del derecho penal 2
1. Justificación de la existencia del derecho penal 2
2. La función protectora del derecho penal 3
3. Presupuestos y consecuencias jurídicas del hecho punible 4
4. Conceptos penales fundamentales 5
5. Disvalor del resultado, de la acción y del sentimiento . . 6
II. La clasificación de los delitos 7
1. Crímenes y delitos 7
2. Delitos de resultado y de simple actividad 8
3. Delitos de lesión y de peligro 9
4. Delitos permanentes e instantáneos 10
5. Delitos de comisión y de omisión 10
6. Delitos generales, especiales y de propia mano 11
7. Delitos de emprender 12

§ 2. La ley penal y su aplicación. Analogía e interpretación 12


I. La función de garantía de la ley penal 13
1. El principio de determinación 14
2. La prohibición de la retroactividad 14
3. Derecho consuetudinario y analogía 15
XIV ÍNDICE 1 N D IC E XV

II. Analogía e interpretación 16 6. Determinación de la causalidad en el marco d e la teoría


1. Delimitación entre analogía e interpretación 16 de la relevancia 58
2. Los métodos de la interpretación 16 II. La imputación objetiva del resultado de la acción 59
3. Los problemas de la interpretación 17 1. Fundamento de la teoría de la imputación de varios grados 60
2. Los presupuestos de la imputación objetiva 60
§ 3. El hombre como sujeto de derecho. La teoría penal de la acción 18 3. Decisión de casos 63
I. La conducta humana como fundamento del hecho punible . 19
El tipo subjetivo de lo injusto. Dolo de tipo, error de tipo e im-
II. El concepto penal de acción 21
putación subjetiva 64
1. Teorías causal, finalista y social de la acción 21
2. Crítica y fundamento del concepto social de la acción . 24 I. Las características del tipo subjetivo de lo injusto 65
3. La capacidad de actuar 27 1. El dolo de tipo 65
4. La falta de la capacidad de actuar 27 2. Otras características subjetivas del tipo 66
II. Las formas de manifestación del dolo d e tipo 67
1. La intención como forma del dolo 67
PARTE SEGUNDA 2. El dolo directo 68
3. El dolo eventual 69
LOS DELITOS DOLOSOS D E COMISIÓN 4. El dolo alternativo 70
III. El elemento intelectivo del dolo de tipo 72
§ 4. La formación de tipos penales y de grupos de delitos en la ley . 31 1. El punto de referencia del dolo 72
I. Formación del tipo y sistemática legal , .. 31 2. El conocimiento de las circunstancias y del significado del
II. Modificaciones del tipo y su significado 32 hecho 73
1. Modificaciones no independientes e independientes . . . . 32 IV. El error de tipo y su deslinde 74
2. Concurso de circunstancias calificantes y privilegiantes en 1. El error sobre el objeto de la acción 75
el caso particular 35 2. El error en la ejecución del hecho (aberratio ictus) . . . 76
3. El error sobre el curso causal 77
§ 5. La teoría del tipo. Concepto y estructura del tipo de lo injusto . 36
I. La estructura fundamental d e lo injusto penal 37 La antijuridicidad. Tipo de lo injusto y tipo permisivo. Estado de
II. La teoría del tipo 37 necesidad justificante y legítima defensa . . ¿ 80
1. El tipo en sentido amplio 38 I. Relación entre tipo y antijuridicidad 81
2. El tipo de lo injusto (el tipo en sentido estricto) . . . . . . 38 II. La sistemática de las causas d e justificación 83
3. El total tipo de lo injusto 40 III. El estado de necesidad del derecho civil 85
III. Las distintas características del tipo de lo injusto . . : 42 1. Estado de necesidad defensivo (§ 228 del Código Civil) 86
1. Características descriptivas 42 2. Estado de necesidad agresivo (§ 904 del Código Civil) . 87
2. Características normativas 42 IV. El estado de necesidad justificante general 88
3. Características objetivas 42 1. Situación de necesidad 89
4. Características subjetivas 43 2. La acción necesaria 89
5. La "doble función" del dolo en el sistema delictivo . ; . ; . 47 3. Valuación de los intereses y cláusula de adecuación . . . 90
IV. Presupuestos especiales de la punibilidad y de la persegui- 4. Decisión de casos 91
bilidad 49 V. La legítima defensa 94
1. Condiciones objetivas de punibilidad 49 1. La situación d e legítima defensa 94
2. Presupuestos de la persecución penal 50 2. La acción de legítima defensa 95
3. Los límites de la legítima defensa 95
§ 6. El tipo objetivo de lo injusto. Causación del resultado e imputación 4. Caso práctico 97
objetiva 51 5. Exceso en la legítima defensa y legítima defensa putativa ' 97
I. La relación causal entre acción y resultado 51
1. Los fundamentos de la responsabilidad penal 51 Acuerdo, consentimiento y derecho de corrección 98
2. La teoría de la condición (teoría de la equivalencia) . 53 I. Acuerdo y consentimiento 98
3. Distintos problemas de causalidad 54 1. El acuerdo que excluye la tipicidad 99
4. La teoría de la adecuación 57 2. El consentimiento justificante 100
5. La teoría de la relevancia 58 3. El consentimiento presunto 103
XVI ÍNDICE
I ÍNDICE XVII

III. El error sobre circunstancias que excluyen la pena y presu-


II. El derecho correccional 105
puestos de la persecución penal 145
§ 10. Culpabilidad y reprochabüidad personal. El concepto normativo 1. Exclusión de la pena en favor de parientes 145
de la culpabilidad. Presupuestos y características de la culpabili- 2. Hurto familiar y doméstico 147
dad. Causas excusantes 107
§ 13. Autoría y participación 148
I. Culpabilidad y responsabilidad en el derecho penal 108
I. Formas de participación y concepto de autor 148
1. Injusto y culpabilidad 108
II. El deslinde entre autoría y participación 151
2. El principio de culpabilidad y de responsabilidad 108
3. El objeto del reproche de culpabilidad 110 1. Las formas de la participación 151
4. Culpabilidad jurídica y culpabilidad moral 111 2. La teoría típica de autor 151
II. Teoría de la culpabilidad y concepto normativo de la cul- 3. La teoría formal-objetiva 153
pabilidad 112 4. La teoría subjetiva 153
1. La concepción psicológica de la culpabilidad 112 5. La teoría del dominio del hecho 154
2. La concepción normativa de la culpabilidad 112 6. La opinión propia 155
III. La imputabilidad 113 III. Autoría directa y mediata, coautoría y autoría accesoria . . 156
1. La inimputabilidad 113 1. La autoría directa 156
2. La imputabilidad disminuida 114 2. La coautoría 157
3. La capacidad condicional de culpabilidad 114 3. La autoría mediata 159
4. La actio libera in causa 114 4. Exceso en caso de autoría mediata 161
IV. Las características especiales de la culpabilidad 114 IV. Instigación y complicidad 162
V. La forma de la culpabilidad 116 1. La accesoriedad de la participación 162
VI. La conciencia de lo injusto 118 2. La instigación 166
VII. Las causas de exculpación 119 3. La complicidad 169
1. El estado de necesidad exculpante 120 4. Modificación del caso 171
2. El estado necesario de coacción 122 5. Participación necesaria 171
3. El exceso de legítima defensa 124
4. Actuación por orden jerárquica 125 § 14. Tentativa, desistimiento de la tentativa y arrepentimiento activo . 172
5. No exigibilidad y causa supralegal de exculpación . . . . 126 I. Los grados de realización del hecho doloso y la punibilidad
de la tentativa 172
§ 11. La teoría del error. El error sobre la norma prohibitiva, sobre cau-
1. Los grados de la realización de la voluntad 172
sas de justificación y de exculpación 128
2. El fundamento de la pena de la tentativa 173
I. La teoría del error 128 II. El tipo de la tentativa 173
1. La jurisprudencia del Tribunal del Reich 129
1. La decisión de cometer el hecho 174
2. La teoría del dolo 130
2. El comienzo de ejecución 174
3. La teoría de la culpabilidad 131
II. El error sobre la norma de prohibición 134 3. La falta de consumación 177
III. El error sobre causas de justificación 135 4. Casos especiales de tentativa 179
1. El error sobre el tipo permisivo 135 III. Tentativa inidónea y delito putativo 180
2. El error sobre el permiso 138 1. La tentativa inidónea 180
3. El tratamiento del llamado "doble error" 139 2. El delito putativo 181
IV. El error sobre causas de exculpación 140 IV. Desistimiento de la tentativa y arrepentimiento activo . . . . 182
1. Fundamento jurídico de la impunidad 183
§ 12. Causas personales de exclusión de la pena y excusas absolutorias. 2. Tentativa fracasada y tentativa frustrada 183
El error sobre circunstancias que excluyen la pena y presupuestos
3. Tentativa inacabada y tentativa acabada 184
de la persecución penal 142
4. El desistimiento de la tentativa inacabada 185
I. Excepciones personales de la punibilidad 142 5. El desistimiento de la tentativa acabada 187
1. Causas de exclusión de la pena 143
6. El efecto del desistimiento 187
2. Excusas absolutorias 143
II. Causas de limitación de la pena y admisibilidad de la per-
secución penal 143 !
7. El desistimiento en caso de varios partícipes 188
8. El arrepentimiento activo 189
<
j 2 - Weesels.
XVIII ÍNDICE I N D IC E XIX

2. Estado de necesidad y no exigibilidad 222


P A R T E TERCERA VI. La tentativa en las omisiones dolosas 223

LOS DELITOS CULPOSOS D E COMISIÓN


P A R T E QUINTA
§ 15. Constitución y estructura del hecho punible culposo. Fin de la
LA TEORÍA D E L CONCURSO
norma e inevitahüidad del resultado 191
I. Concepto y formas de aparición de la culpa 191
§ 17. Unidad y pluralidad de hechos punibles 227
1. Estructura independiente del hecho culposo 191
2. Formas de aparición de la culpa 194 I. Los fundamentos de la teoría del concurso 227
3. Elementos de injusto y de culpabilidad en el concepto de II. Unidad de acción y pluralidad de acciones 229
la culpa 195 1. La acción en "sentido natural" 229
II. El tipo de lo injusto d e los delitos culposos d e resultado . . 195 2. La unidad típica d e acción 229
1. Las características del tipo de lo injusto 195 3. La acción típica homogénea reiterada 230
2. La causación del resultado 195 4. La llamada "unidad natural de acción" 231
3. La lesión del deber de cuidado objetivo 195 5. La acción continuada 231
4. El fin de la norma, la imputación objetiva y la inevitabi- III. El concurso ideal 233
lidad del resultado 198 1. Formas de aparición del concurso ideal 233
III. Antijuridicidad y culpabilidad en el hecho punible culposo . 204 2. El tratamiento del concurso ideal 235
1. La justificación de la conducta culposa 204 IV. El concurso real 235
2. La culpabilidad por culpa 204 1. Los presupuestos del concurso real 235
IV. El concepto de culpa en combinaciones de dolo y culpa . . 205 2. El tratamiento del concurso real 235
V. La unidad de leyes 236
1. Especialidad 236
PARTE CUARTA 2. Subsidiariedad 237
3. Consunción 237
LOS DELITOS D E OMISIÓN 4. Las consecuencias jurídicas de la unidad de leyes 238
VI. El hecho anterior y posterior "cocastigados" 238
§ 16. Delitos propios e impropios de omisión. La colisión de deberes .. 207 VIL Sugerencias para el trabajo y conclusión general 240

I. Clasificación y deslinde de los delitos de omisión 207


1. Delitos propios e impropios de omisión 208
APÉNDICE
2. El deslinde entre acción y omisión 209
II. El tipo de los delitos impropios de omisión 213 § 18. Método para la elaboración de casos 243
1. La producción del resultado típico 213 I. El examen de la situación de hecho 244
2. La omisión de la acción exigida 213
II. El examen jurídico del caso 245
3. La causalidad de la omisión y la imputación objetiva del 1. Leyes de la lógica 245
resultado 214 2. Reglas de conveniencia 246
4. La posición de garante d e quien omite 214 III. El método expositivo 247
5. Deberes d e protección respecto de bienes jurídicos deter- 1. La estructura cronológica 247
minados 215 2. La estructura según los autores y los partícipes 248
6. La responsabilidad por determinadas fuentes de peligro 216 3. La estructura según los complejos del hecho 248
7. La posición de garante en el caso I 218 4. Estilo y expresión 249
8. La "equivalencia" entre acción y omisión en los "delitos IV. Modelos de estructura 250
unidos a la conducta" 218
9. El dolo d e la omisión 219 CORRELACIÓN ENTRE LAS DISPOSICIONES DEL CÓDIGO P E N A L EN VIGOR DESDE
III. Antijuridicidad y colisión d e deberes 220 E L 1 / 1 / 1 9 7 5 Y LAS QUE RIGIERON HASTA E L 3 1 / 1 2 / 1 9 7 4 257
IV. El tipo de los delitos propios de omisión 221
ÍNDICE DE MATERIAS 259
V. La reprochabilidad de la omisión contraria al deber 222
1. El error sobre el deber del garante 222
ÍNDICE DE LAS ABREVIATURAS PRINCIPALES

BVerfG — Bundesverfassungsgericht (Tribunal Federal de Garantías Cons-


titucionales).
DAR — Deutsches Autorecht (Derecho alemán en materia de automo-
tores ).
DJT — Deutscher Juristentag (Congreso alemán de juristas).
DRZ — Deutsche Rechtszeitschrift (Revista alemana de derecho).
FamRZ — Zeitschrift für das gesamte Familienrecht (Revista para todo el
derecho de familia).
GA — Goltdammers Archiv für Strafrecht und Strafprozess (Archivo
de Goltdammer para derecho y procedimiento penal).
GS — Der Gerichtssaal (La Sala de Justicia).
JA — Juristische Arbeitsblatter (Periódicos de trabajos jurídicos).
JMBLNW — Justizministerialblatt des Landes Nordrhein-Westfalen (Boletín
del Ministerio de Justicia del Estado del Rin del Norte-Vestfalia).
JR — Juristische Rundschau (Revista jurídica).
JuS — Juristische Schulung (Instrucción jurídica).
JW — Juristische Wochenschrift (Revista jurídica semanal).
JZ — Juristenzeitung (Diario de juristas).
LK— — Leipziger Kommentar zum StGB (—) (Comentario de Leipzig
al Código Penal) (a continuación el nombre del autor del co-
mentario).
MDR — Monatsschrift für Deutsches Recht (Revista mensual de derecho
alemán).
MschrKrim — Monatsschrift für Kriminologie und Strafrechtsreform (Revista
mensual de criminología y reforma del derecho penal).
NJW — Neue Juristische Wochenschrift (Nueva revista jurídica semanal).
s. — sentencia (a continuación los números del volumen y página .de
la colección de las sentencias del Tribunal del Reich o del Tri-
bunal Federal en materia penal).
S.-S. — Schonke-Schróder, Kommentar zum Strafgesetzbuch (a conti-
nuación, el nombre del autor del comentario).
SchwZStr — Schweizerische Zeitschrift für Strafrecht (Revista suiza de dere-
cho penal).
XXII ÍNDICE DE LAS ABREVIATURAS PRINCIPALES

SK— — Systematischer Kommentar zum Strafgesetzbuch — (Comen-


tario sistemático al Código penal (a continuación el nombre del
autor del comentario).
SoldG — Gesetz über die Rechtsstellung der Soldaten (Ley sobre la situa-
ción jurídica de los soldados).
VRS — Verkehrsrechts-Sammlung (Colección de sentencias en materia
del derecho de tránsito).
WStG — Wehrstrafgesetz (Código penal militar).
ZAkDR — Zeitsclirift der Akademie für Deutsches Recht (Revista de la
Academia de Derecho Alemán).
ZStW — Zeitschrift für die gesamte Strafrechtswissenschaft (Revista para ÍNDICE DE LA BIBLIOGRAFÍA MÁS CITADA
la ciencia penal conjunta).

Baumann — Strafrecht. ÁLlgemeiner Teil (Derecho penal.


Parte general), 7 a ed., Bielefeld, 1975.
Blei — Strafrecht I. Allgemeiner Teil, 16 a ed., Mu-
nich, 1975.
Bockelmann — Strafrecht. Allgemeiner Teil, 2 a ed., Munich,
1975.
Bruns — Strafzumessungsrecht (Derecho sobre la gra-
duación de la pena), 2 a ed., Colonia, Berlín,
Bonn, Munich, 1974.
Cramer — Grundbegriffe des Rechts der Ordnungswi-
drigkeiten (Conceptos fundamentales del de-
recho sobre las infracciones al orden), Stutt-
gart, Berlín, Colonia, Maguncia, 1971.
Dreher — Strafgesetzbuch (Código penal [alemán]),
36 a ed., Munich, 1976.
Eser — Strafrecht I, II, Juristischer Studienkurs (Cur-
so de estudios jurídicos), 2 a ed., Munich, 1976.
Frank — Strafgesetzbuch, 18 a ed., Tubinga, 1931.
Gallas — Beitrdge zur Verbrechenslehre (Contribucio-
nes a la teoría del delito), Berlín, 1968.
Hirsch — Die Lehre von den negativen Tatbestands-
merkmalen (La teoría de las características
negativas del tipo), Bonn, 1960.
Jescheck — Lehrbuch des Strafrechts. Allgemeiner Teil
(Tratado de d. p. P. g.), 2 a ed., Berlín, 1972.
Kaufmann, Armin — Die Dogmatik der Unterlassungsdelikte (La
dogmática de los delitos de omisión), Gotinga,
1959.
XXIV ÍNDICE DE LA BIBLIOGRAFÍA MÁS CITADA ÍNDICE DE LA BD3LIOGBAFÍA MÁS CITADA XXV

Kaufmann, Arthur Schuld und Strafe (Culpabilidad y pena), (citado: S.-S. y a continuación el nombre
Colonia, Berlín, Bonn, Munich, 1966. del autor del comentario).
Kienapfel Strafrecht, Allgemeiner Teü (in programmier- Stratenwerth — Strafrecht. Allgemeiner Teü I, Colonia, Ber-
ter Form) (D. p. P. g. [en forma programa- lín, Bonn, Munich, 1971.
da]), Berlín, Nueva York, 1975. Systematischer — Strafgesetzbuch, Francfort del Meno, 1975,
Kohlrausch-Lange Strafgesetzbuch, 43^ ed., Berlín, 1961. Kommentar publicado por Rudolphi, Horn, Samson y
Lackner Strafgesetzbuch, 10^ ed., Munich, 1976. Schreiber (citado: SK y a continuación el
Leipziger Kom- Strafgesetzbuch (Comentario de Leipzig. C. nombre del autor del comentario).
mentar p.), 9^ ed., Berlín, 1970, publicado por Baldus Welzel - Das deutsche Strafrecht, 11* ed., Berlín, 1969.
y Willms (citado: LK y a continuación el
nombre del autor del comentario).
Maurach Deutsches Strafrecht. Allgemeiner Teü (De-
recho penal alemán. P. g.), 4r ed., Karlsruhe,
1971 (con suplemento de 1974); Besonderer
Teü (Parte especial), 5^ ed., Karlsruhe, 1969
(con suplementos de 1970 y 1971).
Mayer, Hellmuth — Strafrecht. Allgemeiner Teü, Stuttgart, Berlín,
Colonia, Maguncia, 1967.
Mezger — Strafrecht, 3* ed., Berlín, Munich, 1949.
Naucke — Strafrecht (Einführung) (D. p. [Introduc-
ción]), Francfort del Meno, 1975.
Otto - Grundkurs Strafrecht. Allgemeine Strafrechts-
lehre (Curso fundamental de derecho penal.
Teoría general del derecho penal), Berlín,
Nueva York, 1976.
Peters Strafprozess (Proceso penal), 2^ ed., Karlsru-
he, 1966.
Preisendanz Strafgesetzbuch, 29¿ ed., Berlín, 1975.
Roxin Taterschaft und Tatherrschaft (Autoría y do-
minio del hecho), 3^ ed., Hamburgo, 1975;
Strafrechtliche Grundlagenprobleme (Proble-
mas Denales fundamentales), Berlín, Nueva
York, 1973.
Samson Strafrecht I (Wiederholungs- und Vertiefungs-
kurs) (D. p. I [Curso de repaso y profundi-
zación]), Francfort del Meno, 1974.
Schmidháuser Strafrecht. Allgemeiner Teü, 2* ed., Tubinga,
1975.
Schónke-Schróder Strafgesetzbuch, 18^ ed., Munich, Berlín, 1975
ÍNDICE DE LAS PUBLICACIONES EN HOMENAJE
A AUTORES CITADOS EN EL TEXTO

Adolf Arndt Francfort del Meno, 1969.


Karl Engisch Francfort del Meno, 1969.
Reinhard v. Frank Beitrage zur Strafrechtswissenschaft (Colabo-
raciones a la ciencia penal), tomos I y II,
Tubinga, 1930.
Wilhelm Gallas Berlín, Nueva York, 1973.
Max Grünhut Marburgo, 1965.
Ernst Heinitz Berlín, 1972.
Heinrich Henkel Grundfragen der gesamten Strafrechtswissen-
schaft (Cuestiones fundamentales de la
ciencia penal conjunta), Berlín, Nueva
York, 1974.
Hans v. Hentíg Kriminologische Wegzeichen (Guías crimi-
nológicas), Hamburgo, 1967.
Richard M. Honig Gotinga, 1970.
Eduard Kern Hamburgo, 1957.
Eduard Kohlrausch Berlín, 1944.
Richard Lange Berlín, Nueva York, 1976.
Reinhart jMaurach Karlsruhe, 1972.
Hellmuth Mayer Beitrage zur gesamten Strafrechtswissen-
schaft, Berlín, 1966.
Edmund Mezger Munich, Berlín, 1954.
Karl Peters Einheit und Vielfalt des Strafrechts (Unidad
y multiplicidad del derecho penal), Tubin-
ga, 1974.
Friedrich Schaffstein Gotinga, 1975.
Eberhard Schmidt Gotinga, 1961.
XXVIII ÍNDICE DE LAS PUBLICACIONES EN HOMENAJE

Erich Schwinge Persónlichkeit in der Demokratie (Personali-


dad en la democracia), Colonia, Bonn, 1973.
Ulrich Stock Studien zur Strafrechtswissenschaft (Estudios
sobre la ciencia penal), Wurtzburgo, 1966.
Hellmuth v. Weber Bonn, 1963.
Hans Welzel Berlín, Nueva York, 1974.
Erik Wolf Mensch und Recht (Hombre y derecho),
Francfort del Meno, 1972.
PARTE PRIMERA

DERECHO PENAL Y LEY PENAL. EL HOMBRE


COMO SUJETO DE DERECHO

§ 1
MISIÓN Y CONCEPTOS FUNDAMENTALES DEL
DERECHO PENAL. LA CLASIFICACIÓN
DE LOS DELITOS

Caso 1 (Cuestiones generales fundamentales).


I. A, aficionado a las artes, trata de inducir a P, propietario de
un reloj antiguo, a vendérselo. Al fracasar su iniciativa, arroja al
suelo, disgustado, el reloj que P le había alcanzado para que lo
examinara. El reloj resulta dañado.
¿Cuáles consecuencias jurídicas produce la conducta de A?
II. A ha matado a B dolosamente. ¿Qué significación tiene,
respecto del contenido de injusto y de culpabilidad, el hecho de que
1. A haya actuado, al matar, alevosamente o por un motivo
abyecto? o
2. que se haya dejado llevar por la cólera por haber sido
ofendido gravemente por B? o
3. que haya sido determinado al homicidio por habérselo pedi-
do seriamente B que tenía un cáncer incurable? '
III. V, un vagabundo, ha realizado actos sexuales con la mu-
chacha M de 11 años. El carácter delictivo del hecho ¿se modificaría
1. si hubiera realizado el coito con la muchacha o
2. si el hecho hubiera causado ligeramente su muerte?
DERECHO PENAL. PARTE GENERAL 3
2 JOHANNES WÉSSELS

2. La misión del derecho penal consiste en proteger


I. Misión y conceptos fundamentales del derecho penal. los valores elementales fundamentales de la vida en común
dentro del orden social y en garantizar la salvaguardia de
1. En el caso I, A, al arrojar al suelo el reloj, ha inter- la paz jurídica. Como ordenamiento de protección y paz,
venido ilegalmente en los derechos de P. Del hecho surgen el derecho penal sirve a la protección de los bienes jurídicos
problemas jurídicos relacionados tanto con el derecho civil y a la salvaguardia de la paz jurídica.
como con el derecho penal. Por bienes jurídicos se entienden los bienes vitales, los valores
El derecho civil otorga a P una pretensión de indemnización, sociales y los intereses reconocidos jurídicamente del individuo, por
dado que A ha lesionado dolosa y antijurídicamente una cosa de la ejemplo, la vida, la integridad corporal, la libertad personal, el honor,
que aquél era propietario (§ 823 y 249 del código civil). la propiedad y el patrimonio (bienes jurídicos individuales). Son
bienes jurídicos de la colectividad, entre otros, la integridad del
Pero el deber de indemnizar no ofrece siempre una pro-
Estado y de su régimen de libertad y democracia, la salvaguardia de
tección suficiente de los bienes jurídicos. El interés de la secretos de Estado, la administración de Justicia, la incorruptibilidad
comunidad estatal en el mantenimiento de sus valores fun- de los funcionarios, la seguridad de los medios de pago, la fidelidad
damentales y en la protección de la paz jurídica dentro de de los documentos en las relaciones jurídicas (bienes jurídicos
la sociedad, sólo puede tenerse en cuenta si el ordenamiento universales).
jurídico prohibe con pena determinadas conductas social- El bien jurídico debe diferenciarse del objeto de la acción: los
mente perjudiciales. bienes jurídicos son valores sociales ideales (en los § 211 y ss., otra
Por ejemplo, quien no toma suficientemente en serio el deber persona; en el § 218, el feto de la embarazada; en el § 242, una cosa
de indemnizar porque "puede permitirse todo" en vista de su posi- mueble ajena).
ción económica o porque no tiene nada que puede ser objeto de Las raíces del derecho penal se encuentran en las
embargo (§ 811, 850 y ss. del código de procedimiento civil) desis- representaciones ético-sociales de valor de la comunidad
tirá generalmente de la comisión de lesiones jurídicas por la amenaza
jurídica; constituyen el fundamento para que surjan bienes
de una pena privativa de libertad.
A ha hecho caso omiso de la norma prohibitiva del § 303 (daño jurídicos, normas jurídicas y tipos penales.
de cosas). Por querella de P (§ 303, III, y 77 y ss.), A puede ser En el ámbito de la ética social (que es distinto del de la ética
castigado por daño de cosas. La sentencia penal le hará el reproche individual) figuran los deberes cuyo cumplimiento es indispensable
ético-social merecido y la comunidad jurídica responderá a lo injus- para una buena convivencia. Las prohibiciones y los preceptos del
to, cometido por él culpablemente, desaprobándolo. Quedaría de- derecho penal también lo son de la ética social, pero no todas las nor-
mostrada, al mismo tiempo, la inviolabilidad del ordenamiento jurí- mas de conducta de la ética social se sancionan penalmente y son
elemento del ordenamiento penal. Las disposiciones penales como
dico para todos los miembros de la comunidad (así dice, correcta-
ultima ratio sólo se justifican cuando no bastan medios menos termi-
mente, Gallas, ZStW, 80, 3).
nantes (verbigracia, del derecho privado o público) en el interés de
Según las experiencias hechas por la humanidad a lo una protección eficaz de los bienes jurídicos. Así, especialmente en
largo de su historia, la existencia del derecho penal ya se el ámbito sexual, una conducta inmoral y éticamente chocante/ no
justifica por la propia indiscutible necesidad de una buena debe amenazarse por sí sola con una pena criminal (ejemplo: impu-
convivencia (más datos en Bockelmann, Homenaje a Lange, dicicia con animales), sino que el legislador ha de examinar cuida-
dosamente si y hasta qué punto son necesarias e indicadas como
p. 1; Gallas, ps. 1 y 10; Maurach, I, § 6; Schmidháuser, medidas protectoras disposiciones penales por el efecto socialmente
3/4-32).
4 JOHANNES WESSELS DERECHO PENAL. PARTE GENERAL 5

perjudicial de la conducta (Sturm, JZ, 74, 1). Aquí, encontrar cada dad hasta el derecho de las medidas), en Kriminalistische Gegenwarts-
vez la medida correcta para deslindar razonablemente el poder penal fragen (Cuestiones criminalísticas actuales), 1972, fase. 10; Roxin,
del Estado, es cometido de una política criminal equilibrada y cons- Sinn und Grenzen staatlicher Strafe (Sentido y límites de la pena
cientemente responsable (léase la dura crítica de Dreher a la cuarta estatal), JuS, 66, 377; id., Kriminalpolitische Überlegungen zum
ley modificatoria del derecho penal); este problema no puede solu- Schuldprinzip (Reflexiones de política criminal sobre el principio de
cionarse recurriendo a la ayuda del concepto de bien jurídico sólo culpabilidad), "Monatsschrift für Kriminologie und Strafrechtsre-
o exclusivamente sobre la base de lo "socialmente perjudicial" (Je- form" (Revista mensual de criminología y reforma del derecho
scheck, § 26, I, 2; Hirsch, Homenaje a Welzel, ps. 775 y 785; penal), 73, 316; Schmidhauser, Vom Sinn der Strafe (El sentido de
Horstkotte, JZ, 74 y 84). la pena), 2* ed., 1971; Zipf, Die Rechtsfolgen der Tat im neuen StGB
(Las consecuencias jurídicas del hecho en el nuevo código penal),
3. Por derecho penal se entiende la parte del ordena- JuS, 74, 137. Arthur Kaufmann se pronuncia, con acierto, en contra
miento jurídico que establece los presupuestos de la punibi- de un abandono del derecho penal de culpabilidad (Homenaje a R.
lidad y las distintas características de la conducta merecedora Lange, p. 27).
de pena, amenaza penas determinadas y prevé especialmen- En lo que se refiere al deslinde y diferencia entre injusto crimi-
te, al lado de otras consecuencias jurídicas, medidas de nal y simples infracciones al orden, ver la "ley sobre infracciones al
corrección y seguridad. orden", así como Cramer, Grundbegriffe, cap. 1, n. 2; Jescheck, § 6,
V; Eb. Schmidt, Homenaje a Arndt, p. 415.
Todas las consecuencias jurídicas del hecho punible deben
corresponder al principio del Estado de derecho y de la proporciona- E l d e r e c h o p e n a l forma p a r t e d e l derecho público,
lidad (§ 1, 46 y 62). La "pena" presupone culpabilidad en sentido d a d o q u e r e g u l a relaciones d e la m á s alta t r a s c e n d e n c i a
jurídico (s. 9, 169, y 20, 331, del Trib. Fed. de Garantías Constitu- e n t r e el E s t a d o y los c i u d a d a n o s .
cionales). El principio de culpabilidad prohibe que se impongan
El código penal, como fuente principal del derecho penal, se
penas sin culpabilidad y penas que superen el grado de culpabilidad.
subdivide en una parte general y en una parte especial. La primera
Al lado y a la par del principio de culpabilidad, se encuentra, como
abarca las disposiciones de carácter general y sobre todo los rasgos
fundamento del sistema penal de sanciones, el principio de resocia-
característicos de las acciones amenazadas con pena, sus formas de
lización (§ 46, I ) . Contrariamente a lo que ocurre con las "penas",
comisión y consecuencias jurídicas, en tanto que la parte especial
las "medidas" de corrección y seguridad no se conectan, con arreglo
contiene los distintos tipos penales y grupos delictivos (ordenados
al llamado sistema binario, a la culpabilidad, sino a la peligrosidad
sistemáticamente sobre la base de los bienes jurídicos protegidos).
social del autor. (Dicho sistema ha sido completado con la posibi-
lidad de suspender por un período de prueba penas y medidas —una 4. E n el uso del idioma del código penal se distingue
"tercera vía": § 56, 67b y 70a—). De esta manera, estas medidas entre "hecho punible" (§ 22 y 25) y "hecho antijurídico"
pueden ordenarse incluso si la culpabilidad no existe.
(§ 26, 27 y 11, I, n° 5 ) : hecho punible (acción punible) es
Más datos al respecto, así como acerca del sentido y fin de la
pena estatal, se encuentran en Bruns, p. 196; Jescheck, § 7 y 8; Mau- una conducta que realiza el tipo de una ley penal y es antiju-
rach, I, § 5 a 7; H. Mayer, Kant, Hegel und das Strafrecht, Homena- rídica y culpable. Por hecho antijurídico el código penal
je a Engisch, p. 54; Melzer, Die neue Sozialverteidigung und die entiende una conducta que realiza el tipo de una ley penal,
deutsche Strafrechtsreformdiskussion (La nueva defensa social y la y es antijurídica, aunque en el caso particular falte una'
discusión de la reforma del derecho penal en Alemania), 1970; Noli,
acción culpable. Ambas designaciones están estrechamente
Die eihische Begründung der Strafe (El fundamento ético de la
pena), en Recht und Staat (Derecho y Estado), 1962; Nowakowski, relacionadas con la distinción entre injusto y culpabilidad:
Vom Schuld zum Massnahmenrecht (Desde el derecho de culpabili- mientras bajo el concepto de "hecho punible" sólo cae un

3 - Wessels.
6 JOHANNES WESSELS
D E R E C H O PENAL. P A R T E GENERAL /

injusto realizado culpablemente en el sentido de una ley la prohibición de matar y en el reproche de culpabilidad culposa, la
penal, el "hecho antijurídico" también comprende lo injusto actitud negligente o descuidada del autor frente a las exigencias de
penal cometido sin culpabilidad. cuidado del ordenamiento jurídico. Sobre la base de la especial moti-
En el uso jurídico del idioma se hace un distingo, además, entre vación, en los casos previstos en el § 211, II, grupos 1 y 3 (abyección
"tipo", "consecuencia jurídica" y "circunstancias": en el § 242, "con- del motivo o del fin de la acción) se da un aumento esencial; en los
secuencia jurídica" es la pena privativa de libertad o la pena pecu- casos previstos en el § 213 (excitación comprensible del ánimo como
niaria que se amenazan en la disposición. A sus presupuestos regula- consecuencia de una provocación), en el § 216 (piedad del autor
dos legalmente ("quien sustraiga a un tercero una cosa mueble ajena hacia una persona cansada de la vida) y en el § 217 (situación psí-
con la intención de apoderarse de ella antijurídicamente"), se los quica excepcional durante la fase de excitación producida por el
llama "tipo". La materia concreta del suceso que se debe juzgar (ver parto), se presenta, en cambio, una clara disminución del "disvalor
el caso I) forma las "circunstancias". La investigación tendiente a del sentimiento". El código penal tiene en cuenta esta graduación
determinar si el tipo legal se realiza a través de los distintos hechos en el ámbito de lo injusto y de la culpabilidad modificando, según
que integran las circunstancias, se llama "subsunción". corresponda, los marcos penales.

5. El hecho punible es, por su esencia, lesión de un II. La clasificación de los delitos.
bien jurídico y de un deber jurídico (s. 2, 368, del TF). El
disvalor del resultado del hecho (la lesión o la puesta en 1. Todos los hechos antijurídicos se clasifican, según
peligro del objeto de protección correspondiente) y su la gravedad de la amenaza de pena, en crímenes y delitos
disvalor de acción (la forma en que se la ejecuta) determi- (§ 12).
nan el contenido de injusto del hecho, en tanto que su conte- Crímenes son los hechos antijurídicos amenazados en el mínimo
nido de culpabilidad se deduce del disvalor del sentimiento con pena privativa de libertad de un año o más (§ 12, I ) .
que se pone de manifiesto en el hecho (actitud errónea fren- Delitos son los hechos antijurídicos amenazados en el mínimo
con pena privativa de libertad más benigna o con pena pecuniaria
te al ordenamiento jurídico por falta de sentimiento jurí-
(§ 12,11).
dico ).
Para la naturaleza del delito no es decisiva la pena en
Ver Gallas, ZStW, 67, 1; Jescheck, § 24, III; Krauss, ZStW, 76, que se ha incurrido en el caso particular, sino la pena amena-
19; Rudolphi, Hom. a Maurach, p. 51; S.-S.-Lenckner, StGB, n08-
8, 54 y 119 antes del § 13. Es fundamental para la relevancia del zada abstractamente en el marco normal (criterio abstracto-
disvalor del resultado en el derecho penal, lo que dice Stratenwerth, generalizador: s. 2, 394, y 20, 184). La naturaleza del delito
Hom. a Schaffstein, p. 177. se modifica si un tipo penal varía porque se agregan caracte-
En el caso II, el contenido de injusto y de culpabilidad de] rísticas calificantes o privilegiantes que dan lugar a un tipo
hecho punible cometido por A debe examinarse de la siguiente ma- nuevo (ver lo que se dice en el § 4).
nera: en los delitos de homicidio, la destrucción de una vida determi-
na el "disvalor del resultado" en todos los casos. Es decisiva para Ejemplos: § 212 = crimen — § 216 = delito
el "disvalor de la acción", en primer término, la comisión dolosa o § 223 = delito - § 224-226 = crímenes
(en el § 222) culposa. Un aumento del "disvalor de la acción" lo § 253 = delito - § 255 = crimen 1
producen el empleo de medios de peligro común y la ejecución alevo-
1
sa o cruel (§ 211, II, 2? grupo: abyección de la forma de comisión). § 212: homicidio; § 216: muerte a pedido; § 223: lesión corporal;
Forman el contenido de culpabilidad y el "disvalor del sentimiento", § 224-226: lesión corporal grave, proyecto de lesión corporal grave y lesión
corporal con resultado mortal, respectivamente; § 253: extorsión; § 255: extor-
en el reproche de culpabilidad dolosa, el menosprecio consciente de
sión con violencia o amenaza. (N. del T.).
8 JOHANNES WESSELS
DERECHO PENAL. PARTE GENERAL 9

Las agravaciones o atenuaciones previstas con arreglo a


lo dispuesto en la Parte general (§ 17, 21, 23, I, 27, II, y 49) mental determinado (por ejemplo, violencia carnal, lesión
o respecto de casos particularmente graves (§ 212, II, 263, corporal dolosa y robo) produce adicionalmente pero, al
III, 266, II, y 267, III) o menos graves (§ 177, II, 178, II, menos, culposamente (§ 18) una "consecuencia especial del
213, 217, II, y 249, II), no se tienen en cuenta a los fines hecho", por ejemplo, la muerte del lesionado.
de la clasificación. Este criterio es válido para los "ejem- Ejemplos: § 176, IV; 177, III; 178, III; 224; 226 y 251; más da-
plos" que la ley describe en detalle (por ejemplo, en el tos en Hirsch, GA, 1972, 65.
§ 176, III). h) Los delitos de simple actividad no presuponen
En el caso III, el hecho punible cometido por V es, en su forma dicho resultado en el mundo exterior; la actividad descrita
fundamental (§ 176, I y I I ) , un delito. De haberse realizado el coito, en la ley ya realiza el correspondiente tipo de lo injusto.
se habría concretado el ejemplo de un "caso particularmente grave" Delitos de simple actividad son, por ejemplo, los delitos de
en el § 176, III, 1; según el § 12, III, el hecho sería un delito. En declaración falsa ante el tribunal (§ 153 y 154), el coito entre parien-
cambio, con arreglo al § 12, I, habría un crimen si V hubiera causado tes (§ 173) y el abuso sexual de personas confiadas al cuidado del
la muerte de la muchacha ligeramente, realizando así el tipo califi- autor (§ 174).
cado del § 176, IV.
3. La intensidad del perjuicio que sufre el objeto de
La naturaleza delictiva del hecho tiene importancia
la acción, establece la diferencia entre delitos de lesión y
práctica para la punibilidad de la tentativa (§ 23, I ) , en los
delitos de peligro.
§ 30 y 45, y para el sobreseimiento (§ 153 y ss. del código de
procedimiento penal). a) Forma parte del tipo de los delitos de lesión un per-
juicio del objeto de la acción de que se trata, a saber, una
2. Según la relación existente entre acción y resultado, pérdida real (por ejemplo: homicidio, lesión corporal, daño
se distingue entre delitos de resultado y delitos de simple de cosas en los § 211 y ss., 223 y ss. y 303).
actividad. h) En cambio, en los delitos de peligro basta la pro-
a) En los delitos de resultado se presupone en el tipo ducción de una situación de peligro para el objeto de protec-
legal la producción de un resultado en el mundo exterior, ción presupuesto en el tipo. El código penal contiene
que pueda deslindarse conceptualmente de la acción, de delitos de peligro concreto y abstracto (más datos en Gallas,
modo que hay que investigar la relación causal entre acción Hom. a Heinitz, p. 171; Horn, Konkrete Gefahrdungsdelikte,
y resultado. Colonia, 1973; Schróder, ZStW, 81, 7; Schünemann, JA,
Por ejemplo, son delitos de resultado los § 211 y ss., el § 218, 75,792).
los § 223 y ss., el § 240 y el § 242 con respecto al resultado de la Los delitos de peligro concreto se basan en la consideración de
sustracción, y los § 253 y 263 en lo que se refiere a la producción que una conducta contraria a la norma puede ser peligrosa para el
de un daño patrimonial. objeto protegido y merece pena, si el peligro se ha presentado
concretamente en el caso particular. Aquí, la producción del peligro
Forman un grupo especial de delitos de resultado los es característica del tipo (ejemplo: § 221 y 311 a 315c); en caso de
delitos calificados por el resultado, en que la ley prevé una castigo, necesita, en consecuencia, la comprobación del juez.
agravación de la pena si la realización de un delito funda- En cambio, en los delitos de peligro abstracto es fundamental la
suposición legal de que formas de conducta determinadas son gene-
10 TOHANNES WESSELS DERECHO PENAL. PARTE GENERAL 11

raímente peligrosas para el objeto de protección (ejemplo: § 227 y te", § 212 y 13). Los delitos impropios de omisión son una manifes-
306). Aquí, la peligrosidad de la acción no es característica del tipo, tación complementaria de los delitos de comisión, cuyos tipos son
sino tan sólo fundamento para que la disposición exista, de suerte que válidos también para ellos. Dentro de los presupuestos del § 13, la
el juez no ha de examinar si realmente se ha producido un peligro no evitación del resultado típico a través de un "garante" equivale a
en el caso particular (critican este criterio Rudolphi, Fom. a Mau- la producción del resultado mediante una acción activa (más datos
rach, ps. 51 y 59; Schróder, ZStW, 81, 7 y ss.; más datos en Wessels, en el § 16).
Parte especial, 1, § 21, II, 1). En cambio, los delitos propios de omisión (ejemplo: § 138 y
330c) son hechos punibles cuyo contenido de injusto se agota en la
4. Los delitos se distinguen en permanentes e instan- lesión de una norma preceptiva y en la simple omisión de una activi-
táneos si se mantiene o sólo se produce la situación contra- dad determinada exigida legalmente (s. 14, 280, del T F ) . Por tanto,
ria al derecho, respectivamente: por falta de un "deber de garantía", sólo es aplicable el § 303c (omi-
sión de prestación de auxilio), y no el § 212, si en la desgracia men-
a) En los delitos permanentes el mantenimiento de la situación
cionada hubiera corrido peligro de morir ahogado no el hijo de ese
ilícita depende de la voluntad del autor, de modo que realiza el tipo
hombre, sino el hijo de otro.
no sólo el haber provocado la situación, sino también dejar que ésta
continúe (ejemplo: privación de la libertad, § 169; y violación de 6. La clasificación en delitos generales, especiales y
domicilio, § 123). El hecho punible que aquí, en cierto modo, se
de propia mano se basa en el deslinde del grupo posible de
reitera continuamente, ya está "consumado" al producirse la situación
ilícita y "termina" al dejársela sin efecto (y esto es importante res- autores.
pecto del comienzo de la prescripción, § 78a). a) Autor idóneo de un delito general puede ser cual-
b) En los delitos instantáneos (p. ej., lesión corporal, § 223; quiera (ver, por ejemplo, los § 212, 223 y 242, en que el au-
daño de cosas, § 303; falsificación del estado civil, § 169; bigamia, tor está mencionado por la ley con el simple pronombre
§ 171), el disvalor típico se agota con la producción de la situación "quien" —"Wer"—).
ilegítima, de modo que el hecho está "consumado" y "terminado" al
producirse el resultado típico.
b) Son delitos especiales los hechos punibles en que la
propiedad del sujeto de la acción descrita en el tipo legal
5. Al tomar como punto de partida las formas funda- deslinda el grupo de autores (por ejemplo, como titular de un
mentales de la conducta humana, también se distingue entre cargo, juez, abogado, notario, médico en los § 203 y 331 y
delitos de comisión y delitos de omisión, según se realice el ss.); Langer (Das Sonderverbrechen) (El delito especial,
tipo legal con una acción activa o una falta de actividad. 1972) se expresa al respecto en detalle.
Conforme a la clasificación de los delitos en delitos de acti- Si esta especial calidad del sujeto tiene una significación funda-
vidad y de resultado, tenemos aquí delitos propios e impro- mentadora de la pena (como, p. ej., en los delitos propios cometidos
pios de omisión. en el ejercicio de un cargo: ver los § 331, 332, 336, 344 y 348), se
habla de delitos especiales "propios".
Si un hombre mata a su hijito al arrojarlo durante un paseo por
Si en su forma fundamental el delito puede ser cometido por
una abrupta pendiente a un lago de montaña, estamos frente a un
cualquiera y la especial calidad del sujeto de la acción agrava la
delito de comisión (homicidio doloso mediante acción activa, § 212).
pena (como en los delitos "impropios" cometidos en el ejercicio de
Se daría un delito impropio de omisión si un hombre dejara vo-
un cargo: ver los § 120, II, 133, III, 258a y 340) se está frente a
luntariamente que su hijo caído al agua mientras jugaba, muriera
delitos especiales "impropios".
ahogado, aunque hubiera podido salvarlo (homicidio doloso median-
te omisión contraria al deber en el marco de una "posición de garan- c) En los delitos de propia mano el tipo presupone la
12 JOIIANNES WESSELS DERECHO PENAL. PARTE GENERAL 13

realización directa y personal de la acción típica, dado que ba cama con una fuerte gripe y era atendido por la enfermera E, ésta,
el especial disvalor del delito de que se trata sólo puede rea- durante una visita, abre por su amor a los animales, las puertas de
lizarse de este modo. Quien no ejecute la acción personal- la jaula para que los pájaros echen a volar de nuevo libremente. E
piensa que los pájaros cantores deben vivir en la naturaleza, y no
mente, no puede ser autor, coautor o autor mediato, sino so- en una jaula.
lamente partícipe (instigador o cómplice). I. La conducta de E ¿es punible a título de hurto (§ 242) o
Autor de los hechos punibles previstos en el § 173 (coito entre de daño de cosas (§ 303)?
parientes) o en el § 179 (abuso sexual de personas incapaces de opo- II. Si la contestación es negativa, ¿es admisible una aplica-
ner resistencia), sólo puede ser la misma persona que realiza el coito ción analógica de estas disposiciones penales?
(s. 15, 132, del T F ) . No así en el § 177 (violencia carnal), en que
para la autoría basta cooperar empleando violencia o amenazando
un peligro actual para el cuerpo o la vida. Los delitos referentes
I. La función de garantía de la ley penal.
a declaraciones falsas (§ 153 y ss.) son delitos de propia mano. Se Dentro del ámbito de validez de nuestra Ley Funda-
discute si hay otros tipos como éstos (más datos en Herzberg, ZStW,
82, 896).
mental, no existe punibilidad sin ley penal. Con arreglo al
art. 103, II, de dicha ley y al § 1 del código penal, un hecho
7. Según el grado de la realización del tipo se distin- sólo puede ser castigado si su punibilidad estaba legalmente
gue, por último, entre consumación y tentativa de un hecho determinada antes de su comisión. Este "principio de legali-
punible (ver más datos en el § 14). Cuando la ley amenaza dad" garantiza la protección del ciudadano contra el ejerci-
con pena el hecho de "emprender" una acción, la consuma- cio y la extensión arbitrarios del poder penal estatal. Signi-
ción y la tentativa se equiparan (delitos de emprender, ver fica que sólo una ley escrita puede fundamentar la punibili-
los § 11,1, n° 6, 81, 82, 310b, 311a, y 316a). dad de una acción y amenazar una pena como consecuencia
En los delitos de emprender desaparece la posibilidad, prevista jurídica ("nullum crimen, nulla poena sine lege scripta").
para la tentativa, de la atenuación de la pena (§ 23, I I ) , así como Además, los distintos presupuestos de la punibilidad y las
el privilegio del desistimiento ( § 2 4 ) . En este sentido son válidas
consecuencias penales deben haber sido establecidos en la
las reglamentaciones especiales (§ 83a, 311c, 316a, I I ) . Es instruc-
tivo al respecto lo que dice Fincke, Das Verhaltnis des Allgemeinen ley con anterioridad a la comisión del hecho.
zum Besonderen Teil des Strafrechts (La relación entre la parte Un hecho está cometido cuando su realización tiene lugar en
general y la parte especial del derecho penal), 1975, p. 52. el momento en que el autor o el partícipe ha actuado o habrían
debido actuar si se trata de omisión; el momento de la producción
del resultado no es decisivo ( § 8 ) .
§ 2 Si el § 2, II a IV, no prevé una disposición especial, la pena y
LA LEY PENAL Y SU APLICACIÓN. sus consecuencias accesorias se determinan conforme a la ley que
regía en el momento del hecho. El mismo criterio se aplica respecto
ANALOGÍA E INTERPRETACIÓN
del comiso, de la confiscación e inutilización (§ 2, V), pero no res-
pecto de las medidas de corrección y seguridad (§ 2, VI). Más
Caso 2. datos en Jescheck, § 15, IV; Maurach, I, § 12; Tiedemann, Hom. d
S, un solterón, ha descubierto un nuevo entretenimiento: cría K. Peters, p. 193; a propósito del § 2, III, ver la s. 26, 167, del TF y
pájaros cantores que vende a aficionados. Un día, mientras guarda- la s. del Trib. Supremo de Baviera en JR, 75, 68.
14 JOHANNES WESSELS DERECHO PENAL. PARTE GENERAL 15

De la función de garantía de la ley penal se deduce lo rige para las medidas de corrección y seguridad; al faltar otra regla-
mentación (por ejemplo, en los arts. 301 y ss. de la ley de introduc-
siguiente:
ción al código penal), debe decidirse conforme a la ley que rige en
1. Las leyes penales deben presentar, respecto de sus el momento de la resolución (s. 5, 173 y ss., del TF, y 24, 103, del
tipos penales y consecuencias jurídicas, un mínimo de de- mismo tribunal, con nota crítica de Schroeder en JR, 71, 379).
terminación (principio de determinación). Es cierto que el La modificación de una jurisprudencia firme de los más altos
empleo de "cláusulas generales" y de conceptos que necesi- tribunales como consecuencia de un cambio en la concepción jurídi-
ca o de nociones nuevas, no está sujeta, según la opinión dominante,
tan ser llenados con valores es admisible en la legislación a la prohibición de la retroactividad (más detalles en la s. 18, 240, del
penal, pero el alcance y el ámbito de aplicación de los tipos Trib. Fed. de Gar. Const., y en la s. 21, 157, del TF; ver lo que dice
penales deben ser suficientemente reconocibles. Las carac- Schreiber, JZ, 73, 713).
terísticas de los tipos deben describirse en la ley en forma
3. Sobre la base del derecho consuetudinario o de la
tan concreta como para que pueda determinarse su sentido
analogía no deben crearse nuevos tipos penales; tampoco
y significación mediante la interpretación.
deben agravarse o ampliarse tipos penales ya existentes en
Ver las s. 3, 262, 11, 377, y 18, 362, del TF, y 25, 285, 14, 253,
perjuicio del interesado.
y 4, 358, del Trib. Fed. de Garantías Constitucionales; Class, Hom.
a Eb. Schmidt, p. 122; Geerds, Hom. a Engisch, p. 406; Jescheck, El derecho consuetudinario surge a causa de un largo ejercicio,
§ 15, III, 3; Lenckner, JuS, 68, 249 y 304; Naucke, Über General- afirmado por la convicción jurídica general, de los sectores de la
klauseln und Rechtsanwendung im Strafrecht (Sobre cláusulas gene- población interesados en la reglamentación jurídica (s. 22, 121, del
rales y aplicación del derecho en el derecho penal), en Recht und Trib. Fed. de Gar. Const.).
Staat, 1973. La analogía es la extensión de un principio jurídico a un caso
similar no previsto en la ley.
2. El legislador y el juez penal no deben asignar fuer-
La prohibición de la analogía abarca todas las caracte-
za retroactiva a leyes fundamentadoras o agravantes de la
rísticas de una ley penal de las que depende la punibilidad
pena. Esta prohibición de la retroactividad abarca el si y el
de la conducta, así como las consecuencias jurídicas del
cómo de la punibilidad; vale en el total ámbito del derecho
hecho, incluyendo las medidas de corrección y seguridad
penal material, pero no en el derecho procesal penal.
(s. 18, 136 y 140, del TF), pero no los presupuestos de la
En consecuencia, es admisible una supresión retroactiva de persecución penal, por ejemplo, la querella (s. 7, 256 y 258,
presupuestos de persecución penal (por ejemplo, con respecto a la
exigencia de la querella: s. 6, 155, y 76, 328, del T F y del TdR, res-
delTF).
pectivamente; Trib. Territorial Superior de Hamm, NJW, 61, 2030), Es admisible la analogía en favor del autor o del partícipe
así como la prórroga retroactiva de términos de prescripción no ven- (ejemplo: extensión de causas de exclusión de la pena, excusas abso-
cidos aún (s. 25, 265, del Trib. Fed. de Gar. Const.; Bemmann, JuS, lutorias o causas de atenuación de la pena a casos similares; ver las
65, 333). Sin embargo, hay que tener presente al respecto que el s. 6, 85, y 11, 324, del T F ) . Lo mismo, respecto de la formación del
principio del Estado de derecho excluye para "situaciones ya con- derecho consuetudinario limitador de la pena (ejemplo: reconoci-
cluidas" la retroactividad de modificaciones legales en perjuicio del miento de la "indicación médica" como causa de justificación a tra-
interesado (s. 13, 261; 18, 429; 25, 285, del Trib. Fed. de Gar. Const., vés de las s. 61, 242, y 62, 137, del TdR, y s. 2, 112, del TF, así como
y s. 76, 345, y 77, 159, del TdR). del "error inevitable de prohibición" como causa de exclusión de la
Con arreglo al § 2, VI, la prohibición de la retroactividad no culpabilidad a través de la s. 2, 194, del T F ) . Por la vía de la analo-
DERECHO PENAL. PARTE GENERAL 17
16 JOHANNES WESSELS
objetiva de la ley" (teoría objetiva: s. 10, 159; 12, 172; 26, 156 y 159).
gía pueden repararse, por cierto, lagunas legales involuntarias; cuan- Según expresa el TF en la s. 10, 159, ninguna ley admite un deslinde
do una reglamentación legal tiene carácter definitivo, no hay lugar rígido de su posibilidad de aplicación a la situación originaria consi-
para la analogía (TF, MDR, 68, 373, en Dallinger a propósito de los derada por el legislador histórico, "porque no es letra muerta, sino
§ 259 y 370, I, n<? 5, del derecho anterior). espíritu que se desarrolla en forma viva; éste pretende avanzar a la
par de las condiciones de vida y ser válido adaptándose razonable-
II. Analogía e interpretación. mente a ellas, siempre que esto no haga desaparecer la forma en la
que ese espíritu se ha creado".
1. Toda norma jurídica necesita ser interpretada. Los Dependerá del caso particular si, conforme al sentido y al fin
límites entre interpretación admisible y analogía prohibida de la ley, corresponde aplicar una interpretación extensiva o restric-
son, con frecuencia, en vista de sus transiciones fluidas, de tiva (p. ej., el § 266 necesita una interpretación restrictiva: s. 1, 188,
difícil determinación. Mientras la interpretación trata úni- y 22, 190, del T F ) . La interpretación extensiva no debe dejar de
camente de aclarar el significado decisivo de normas o de tener en cuenta el "posible sentido de las palabras" como límite extre-
mo del significado de éstas (ejemplos: s. 29, 111, y 32, 165, del TdR,
conceptos jurídicos y se limita al sentido que tienen, la ana- y s. 22, 25, del TF, con nota crítica de R. Schmitt, JZ, 69, 304).
logía abandona el marco, trazado por el principio jurídico, Más datos en Baumann, § 13; Jescheck, § 17; Maurach, I,
de su ámbito directo de aplicación. La interpretación tiene § 9; Sax, Das strafrechtliche Analogieverbot (La prohibición de la
por objetivo la aclaración del sentido legal y, dado el caso, analogía en el derecho penal), 1953; Schmidháuser, 5/30; Welzel,
la adaptación de la ley a las exigencias y criterios nuevos del § 5. H. Mayer (§ 6, III) y Naucke (Hom. a Engisch, p. 274) se
presente. En cambio, el objetivo de la analogía consiste en expresan en favor de una interpretación histórico-subjetiva.
llenar las lagunas de la ley ampliando y desarrollando un Acerca de la adecuación social como principio de una interpre-
tación restrictiva de la ley, ver Hirsch, ZStW, 74, 78; S.-S.-Lenck-
principio jurídico (nueva creación del derecho). ner, ob. cit, n<? 107a antes del § 32; Welzel, § 10, IV.
2. Toda interpretación comienza con el texto de la ley 3. En el caso de que se trata, los pájaros —que son
sobre la base del uso natural y jurídico especial del idioma propiedad de S— eran para la enfermera E "cosas muebles
(interpretación "gramatical": s. 3, 262, del TF). Si el texto ajenas".
es ambiguo, se recurre, para ayudar la interpretación, a la Dentro de la protección de la propiedad, los animales son,
génesis de la ley (interpretación "histórica": s. 11, 47, y 14, indudablemente, "cosas"; en efecto, están sujetos al dominio del
116, del TF) y al total nexo sistemático de la ley (interpre- hombre y el ordenamiento jurídico tiene en cuenta su peculiaridad
tación "sistemática": s. 5, 263, y 15, 28, del TF). El punto como seres vivientes en virtud de la ley sobre protección de los
más importante de la interpretación reside en la cuestión animales (Boletín Legislativo de la República Federal, 1972, I, 1277,
y 1975, I, 705).
referente a la especial función de protección, al sentido obje-
tivo y al fin de la ley (método "objetivo-teleológico" de in- Pero E no realiza una sustracción. En el sentido del
terpretación: s. 17, 23, y 24, 40, del TF, y s. 1, 312; 10,244, § 242, "sustracción" significa quebrantamiento de custodia
y 11, 130, del Trib. Fed. de Gar. Const). ajena y fundamentación de una nueva custodia. "Custodia"
La forma en que el legislador histórico ha entendido origina-
es el dominio concreto sobre una cosa ejercitado con la vo-
riamente el concepto que necesita ser interpretado (teoría subjeti- luntad correspondiente (especial o general). E ha que-
va), no interesa si la situación se ha modificado, puesto que para el brantado, por cierto, la custodia que hasta ese momento S
juez no es obligatoria la "voluntad del legislador", sino la "voluntad
DERECHO PENAL. PARTE GENERAL 19
18 JOHANNES WÉSSELS

en el pecho. R cae sobre los vasos de cerámica expuestos por V para


había tenido, pero no ha constituido una custodia nueva la venta y varios de ellos se rompen. T huye rápidamente, mientras
(propia o ajena) respecto de los pájaros dejados en libertad. R comunica el hecho a un policía que había sido llamado por V.
En consecuencia, un castigo a título de hurto (§ 242) no ¿R es punible?
viene al caso.
¿Puede considerarse como "daño de cosas" (§ 303) el I. La conducta humana como fundamento
hecho de poner en libertad a pájaros de un tercero? del hecho punible.
Según la opinión dominante, se produce en este caso una El problema consiste (solamente) en establecer la punibilidad
"privación de la posesión" (simple) ahora impune (s. 20, 185, del
de R. Como punto de partida, hay que tener en cuenta el daño
TdR; S.-S.-Stree, ob. cit, § 303, n<? 8; Welzel, § 5, I, 1, b ) , en
sufrido por los vasos de cerámica debido a su conducta.
tanto que para otra opinión, sustentada por una minoría, basta, para
llenar el concepto de "destruir" o "dañar", cualquier frustración del Toda investigación penal procura establecer, ante todo,
empleo establecido por el titular del derecho (Kohlrausch-Lange, si un suceso determinado realiza las características de un
§ 303, III; LK-Busch, § 303, n<? 8; Maurach, II, § 25, II, A, 2 ) . hecho punible y si se lo debe imputar a una persona deter-
En este sentido, es correcto afirmar que el § 303 no presupone
necesariamente una lesión de la sustancia de la cosa (s. 74, 14, del
minada como "obra de su libre voluntad". En el centro del
TdR, y s. 13, 207, del T F ) . La opinión citada en segundo término suceso jurídico, el hombre se sitúa como sujeto de derecho;
rebasa, no obstante, el límite de una interpretación extensiva fijado a su conducta se refieren las normas jurídicas en que se
por el texto legal, si pretende prescindir de toda influencia directa o basan las disposiciones penales. Dado que el legislador ame-
indirecta del autor sobre la misma cosa. naza con pena la realización de un tipo penal, establece en
Por tanto, según la opinión dominante, tampoco E es forma terminante prohibiciones o preceptos que tienden a
responsable por daño de cosas (§ 303). Dado que la prohi- determinar en sus destinatarios conductas acordes con las
bición de la analogía (art. 103, II, de la Ley Fundamental normas (normas de determinación) y a someter las infrac-
y § 1 del c. p.), la protege de un castigo aplicando según ciones a las normas, a la valoración del derecho (norma de
corresponda las disposiciones penales mencionadas, S sólo valoración).
puede invocar la protección jurídica que le otorga el derecho Así, la norma de prohibición contenida en el § 212 dice: "No
civil (§ 823 y 249 del código civil). matarás"; y la del § 242: "No hurtarás".
Es instructivo acerca del total problema lo que dice Naucke, Norma preceptiva es la contenida en el § 330c: "Prestarás auxi-
§2. lio en caso de accidente o de necesidad común dentro de los límites
de lo exigible".
§ 3 Contrariamente a lo que ocurre en el derecho civil, que en los
sucesos perjudiciales hace referencia sobre todo a la situación ilícita
EL HOMBRE COMO SUJETO DE DERECHO. que se ha creado, el derecho penal tiene en cuenta, en primer término,
LA TEORÍA PENAL DE LA ACCIÓN la conducta reprobable socialmente perjudicial (ordenamiento de
conducta).
Caso 3.
Punto de partida del derecho penal es la conducta hu-
R y T caminan por el mercado. En el puesto del vendedor V,
mana unida a consecuencias socialmente perjudiciales. Base
T le da a R, de repente, durante un altercado con él, un fuerte golpe
20 JOHANNES WESSELS DERECHO PENAL. PARTE GENERAL 21

jurídica de la responsabilidad es el hecho injusto con el cual 331, y 25, 285, del Trib. Fed. de Gar. Const). Culpable
debe comenzar metódicamente toda investigación. Sin sólo puede ser un hecho antijurídico: solamente las acciones
"hecho" no hay "autor", y sin "injusto" no existe "culpabili- típicas tienen que ser examinadas en cuanto a su antijuridici-
dad". Sólo después de la valoración del hecho podrá dictar- dad o licitud y en el sentido de un tipo delictivo determina-
se el veredicto de culpabilidad contra el autor. do no puede ser típico lo que no es siquiera acción en el
En el caso de que se trata, R puede haber realizado el tipo del derecho penal. En este curso sistemático-funcional de los
§ 303. Antes de examinar las distintas características de este tipo grados de valoración recíprocamente coordinados, que no
penal y de subsumir la situación bajo la ley, aclaramos que toda deben considerarse, ciertamente, como divisiones reales, la
investigación penal debe recorrer, por razones sistemáticas, distintas
etapas de valoración.
acción forma el elemento de unión que recorre todas las
etapas de la consideración jurídica y crea la relación frente
"Hecho punible" es una acción típica, antijurídica y a los sucesos de valoración (Maihofer, Der Handlungsbegriff
culpable. Sobre la base del nexo funcional de estos grados im Verbrechenssystem [El concepto de acción en el sistema
de valoración —tipicidad, antijuridicidad y culpabilidad—, del delito], 1953, ps. 7 y ss.).
se da este esquema fundamental de la estructura del delito:
En consecuencia, el golpe de R sobre los vasos de cerámica
Hecho punible debe examinarse en primer término con respecto a su "calidad de
acción".
Injusto Culpabilidad
II. El concepto penal de acción.
Acción ImputabÜidad Reprochabüidad
fundamentada por 1. Se discute vivamente acerca de los requisitos que
Tipicidad propia-
debe reunir el concepto penal de acción. Las distintas teo-
mente dicha Características rías sobre la acción difieren especialmente acerca de estos
especiales de puntos: si la acción debe interpretarse exclusivamente como
la culpabilidad categoría del ser (concepto ontológico de la acción) o como
categoría jurídica (concepto jurídico de la acción) y qué
la forma significado le corresponde en el sistema del delito a la
Antijuridicidad de culpabilidad
fundamentada por voluntad de actuar.
a) la realización
del tipo y la posibilidad Esporádicamente se pone en duda la posibilidad de encontrar
del conocimiento
b) la falta de causas un concepto general común para la acción activa y la omisión. Los
de justificación de lo injusto
autores que sustentan este punto de vista estiman que es suficiente
la falta de que el concepto de acción esté provisto de presupuestos mínimos
causas de con la simple función negativa de excluir como "no acciones" todos
exculpación los movimientos corporales independientes de la voluntad (Bockel-
mann, § 11, II, 1; Gallas, ZStW, 67, 14; Otto, § 12; Roxin, ZStW, 74,
Este esquema se basa en los criterios siguientes: la pena 517; S.-S.-Lenckner, ob cit, n08- 39 y 40 antes del § 13).
presupone la culpabilidad (s. 2, 194, del TF; s. 9, 169; 20, Este criterio no debe aprobarse. La conducta humana forma

4 - Wessels.
22 JOHANNES WESSELS DERECHO PENAL. PARTE GENERAL 23

el concepto general común de acción y omisión. Una teoría simple- cientemente desde el fin: la voluntad que guía el suceso cau-
mente negativa de la acción no puede satisfacer, porque en el ámbito sal constituye la "espina dorsal de la acción finalista" (Wel-
del tipo y de lo injusto no puede darse una información suficiente
zel, § 8).
acerca de la acción concreta, si queda por resolver qué significa la
"acción en sí" y qué sentido le otorga el derecho penal a este con- Según este criterio, "finalidad" de la conducta significa algo
cepto (se expresa acertadamente Arthur Kaufmann, Hom. a H. Ma- completamente distinto de "voluntariedad" en el sentido de la teoría
yer, p. 81). causal. Una conducta ya es voluntaria si se la puede atribuir a un
acto cualquiera de voluntad. En consecuencia, los partidarios de la
En la polémica científica referente al concepto general teoría causal se conforman, en el ámbito de la acción, con la compro-
de acción, tres teorías tienen mayor trascendencia: bación "de que" quien actúa es voluntariamente activo; "lo que"
a) La antigua teoría causal-naturalista de la acción ve ha querido y se ha propuesto con ello, debe ser examinado en el
en la acción humana un suceso causal, para el cual sólo debe ámbito de la culpabilidad (verbigracia, como acción de matar, sus-
interesar el movimiento corporal provocado por un acto vo- traer o dañar cosas; Welzel, Das neue Bild des Strafrechtssystems [La
nueva imagen del sistema del d. p.], 4^ ed., 1961, p. 3).
luntario, con sus consecuencias en el mundo externo, y no
La enfermera que, sin prestar atención, aplica una inyección de
el sentido social del suceso. Según esta opinión, "acción" es morfina excesivamente fuerte y de efecto letal (según un ejemplo de
"conducta corporal voluntaria" (Beling) o la "producción, Welzel) realiza, por cierto, una acción finalista, pero no una acción
atribuíble a la voluntad humana, de una modificación en el finalista de homicidio. La muerte, como consecuencia no querida,
mundo externo" (v. Liszt). ha sido causada por aquella acción sólo en forma "causalmente ciega".
La finalidad es "vidente", la causalidad es "ciega" (Welzel, § 8).
Este fraccionamiento del suceso de la acción en el suceso causal
externo (lesión del objeto de la acción) y en la relación psíquica La teoría finalista de la acción pretende haber descu-
entre el autor y el resultado (contenido de la voluntad) formó duran- bierto en la estructura finalista ontológicamente fundamen-
te mucho tiempo la base del llamado "sistema clásico del delito", tada de la acción, el punto de partida decisivo respecto de
dentro del cual todo lo causal-objetivo fue atribuido a lo "injusto"
la imputación penal de las consecuencias de la conducta (es
y todo lo psíquico-subjetivo a la "culpabilidad".
En la actualidad, se reconoce casi por unanimidad que es
instructivo lo que dice al respecto Welzel, JuS, 66, 421;
insostenible un concepto como éste de acción desprovisto de sentido, NJW, 68, 425).
que el mismo Beling definió como un "fantasma exangüe". Las objeciones formuladas por los adversarios de esta teoría
b) Según la teoría finalista de la acción (Welzel, v. no se dirigen tanto, en la actualidad, contra el carácter finalista de
la acción, sino que apuntan, más bien, a la tesis expuesta por los
Weber, Busch, Maurach, Niese, Armin Kaufmann, Schaff- finalistas, según la cual el legislador está ligado a la estructura pre-
stein, Stratenwerth, Hirsch y otros), la acción es ejercicio de jurídica finalista de la acción y, por tanto, no puede aplicar, en el
actividad finalista, o sea, acontecimiento final, y no única- ámbito del derecho, una reglamentación diferente (Roxin, ZStW, 74,
mente causal. La finalidad de la acción se basa en la cir- 515, y Strafrechtliche Grundlagenpróbleme, p. 72).
cunstancia de que el hombre puede prever, dentro de cier- c) Según la teoría social de la acción (Eb. Schmidt,
tos límites, las consecuencias posibles de su actividad, pro- Engisch, Jescheck, Kienapfel, Maihofer, R. Lange, Oehler,
ponerse fines de diversa índole y dirigir su conducta con E. A. Wolff y, aproximándose a estos autores, Arthur Kauf-
arreglo a un plan tendiente a la obtención de esos fines. De mann), el concepto de la acción, común a todas las formas
esta manera, la acción finalista es un obrar dirigido cons- de conducta, reside en la relevancia social de la acción o de
24 JOHANNES W E S S E L S
DERECHO PENAL. PARTE GENERAL 25
la omisión. Interpreta la acción como factor estructurante Contra su incapacidad para interpretar debidamente esta sig-
conforme al sentido, de la realidad social con todos sus nificación personal y social de la actuación humana, tienen que estre-
aspectos personales, finalistas, causales y normativos. llarse las teorías de la acción que toman como punto de partida un
Por la amplitud de su campo visual, esta teoría da lugar a inter- criterio simplemente causal.
pretaciones que reconocen una significación más o menos impor- h) La teoría finalista que concibe la voluntad de actuar
tante a la tendencia de la acción objetiva (Engisch, Maihofer, Eb. como factor que guía con arreglo a un plan el suceso causal,
Schmidt), a la persecución subjetiva de los fines (Jescheck) y a la
estructura personal de la acción (Arthur Kaufmann).
ha descubierto en la "finalidad" de la acción un punto de
partida importante.
Así, el concepto de acción se describe como
"producción voluntaria de consecuencias calculables socialmente rele- La capacidad para fijarse un objetivo conscientemente y guiar-
vantes" (Engisch, Hom. a Kohlrausch, p. 161); lo finalísticamente con arreglo a un fin eligiendo los medios, sólo la
"conducta que el hombre está objetivamente en condiciones de domi- posee el hombre y ningún otro ser. Por consiguiente, se reconoce
nar, dirigida a un resultado social objetivamente previsible" (Maiho- hoy por unanimidad que la teoría finalista analiza con acierto la
fer, Hom. a Eb. Schmidt, p. 178); estructura de la acción anticipada mentalmente.
"conducta llevada por la voluntad que concierne a través de sus Sin embargo, puede dudarse si la acción humana acos-
efectos a la esfera de vida del prójimo y se presenta, bajo aspectos tumbra trascurrir siempre en las vías relativamente estre-
normativos, como unidad de sentido social" (Eb. Schmidt, JZ, 56, chas del modelo finalista. Como la experiencia enseña, es
190, y Hom. a Engisch, p. 339);
"conducta humana socialmente relevante que significa la respuesta
difícil decir que en cada actuación el hombre "antepone" el
del hombre a las posibilidades de actuar que se le exigen y lo pre- objetivo de su conducta, para después guiarlo con arreglo a
senta en su papel humano" (Jescheck, Hom. a Eb. Schmidt, p. 151, un plan con un meditado empleo de los factores causales.
y Tratado, § 2 3 , IV); Al lado de tales acciones conscientemente finalistas, están
"estructuración responsable y conforme al sentido de la realidad, con las conductas determinadas por la subconciencia y las omi-
consecuencias causales que la voluntad puede dominar (Arthur Kauf- siones en las cuales falta, por lo común, una dirección fina-
mann, Hom. a H. Mayer, p. 116).
lista del suceso causal.
2. La apreciación crítica de estas distintas interpre- Así, falta la finalidad, pero no la relevancia social de la con-
taciones debe plantearse sobre todo este problema: cuál es ducta si una mujer, desconociendo inconsciente y culposamente la
la teoría que otorga al concepto de "acción" aptitud funcio- situación de peligro, permanece inactiva y no impide que su hijo,
nal, como base común de todas las manifestaciones de con- para apagar la sed, agarre, por confusión, un líquido de efecto mor-
ductas penalmente relevantes, se lo pueda utilizar y sea tal. No se está frente, en este caso, a una "voluntad consciente del
objetivo, que guía al suceso causal" de parte de la madre (ver más
idóneo, al mismo tiempo, para eliminar aquellas que es- datos en Jescheck, § 23, III, 2, b, y en Arthur Kaufmann, JuS, 67,145).
tán sustraídas al dominio de la voluntad y que, por tanto,
no pueden considerarse como específicamente humanas: c) Es preferible la teoría social de la acción que cons-
tituye una solución conciliante entre el criterio simplemente
a) El hombre se diferencia de los demás seres porque
ontológico y el normativo. Según esta teoría, acción es, en
lleva en sí un concepto del mundo lleno de representaciones
sentido penal, la conducta socialmente relevante dominada
de valor y puede estructurar conforme al sentido su medio
ambiente con obras creadoras. por la voluntad humana o que ésta puede dominar. Este
concepto de acción se refiere, en la voluntad de actuar y en
26 JOHANNES WESSELS DERECHO PENAL. PARTE GENERAL 27

su realización, a la estructura personal y, en consecuencia, social de acción corresponde, por su propia naturaleza, a la
a las realidades ontológicas. Al mismo tiempo, ofrece la especial finalidad y al carácter fragmentario del derecho
posibilidad de concebir el sentido social del suceso en su penal; en efecto, se limita, recurriendo al criterio de la rele-
significación objetiva plena, teniendo en cuenta el fin sub- vancia social, al ámbito de la conducta que se tiene en cuen-
jetivo que el autor se ha propuesto y las expectativas nor- ta, en general, para una apreciación penal.
mativas referentes a la conducta, de la comunidad jurídica. Los reparos opuestos por Baumann (§ 16, V) en contra de una
El concepto general de "conducta" abarca la acción activa y la apreciación valorativa en el ámbito de la acción, no son sólidos; por
omisión. La acción y la omisión representan —no así en el aspecto lo demás, son contrarios al principio fundamental de un método
ontológico— contrastes, si se las considera normativamente, pero no racional de trabajo que aspira a eliminar de la investigación, con la
son incompatibles, sino tan sólo manifestaciones distintas de la con- mayor anticipación, conductas penalmente irrelevantes en los dis-
ducta llevada por la voluntad (ver más datos en el § 16, I ) . tintos grados de valor.
Toda conducta es socialmente relevante cuando con- 3. Capaz de actuar es, en sentido penal, toda persona
cierne a las relaciones del individuo frente a su medio am- física sin que se tengan en cuenta su edad y su estado psíqui-
biente y, con arreglo a sus consecuencias deseadas o no, es co, o sea, incluso el alienado.
objeto, en el ámbito social, de una apreciación relativa al
Así, la capacidad de actuar que depende únicamente de las
valor. fuerzas naturales de la voluntad, debe separarse netamente de la
En el caso de que se trata, la conducta de ñ es "socialmente capacidad concreta individual de culpabilidad en el sentido del
relevante", dado que perjudica la propiedad del vendedor V y, así, § 20 (ver acerca de esta última el § 10, I I I ) .
intereses ajenos. Sólo puede preguntarse si la voluntad de R estaba Las personas jurídicas y las asociaciones no tienen capacidad
en condiciones de dominarla (ver el n<? 4 ) . para actuar en sentido natural y no se les puede imponer, por consi-
En cuanto al resultado, la teoría social de la acción no guiente, una pena criminal. Acerca de la reglamentación referente
a la responsabilidad de los organismos y sus representantes, ver el
excluye el concepto causal y finalista de la acción sino que § 14 del c. p.; los § 29 y 30 de la ley sobre infracciones al orden;
lo incluye. Jescheck, § 23, V, y Maurach, I, § 15, con otros datos.
Mientras los finalistas pretenden extraer de la estructura onto-
lógica de la acción, no obstante, conclusiones terminantes respecto 4. El pensamiento y la voluntad del hombre no llenan
de la teoría del delito desarrollada sobre el concepto de acción, la las características de la acción, siempre que no haya sido
teoría social de la acción evita toda comprobación anticipada en este iniciada una manifestación exterior de voluntad; en la omi-
sentido. La ventaja de esta teoría se pone de relieve precisamente en sión hay que referirse a la no producción de los efectos que
la circunstancia de que puede abarcar el sentido, relevante para el
habría tenido la actividad jurídicamente esperada. Los
derecho penal, de la conducta humana en sus múltiples manifestacio-
nes, sin comprimir de antemano en un sistema determinado, la estruc- movimientos reflejos (como los ataques espasmódicos,
tura que se conecta a ello de la teoría del delito (Jescheck, Hom. a movimientos durante el sueño o estado de inconciencia) y
Eb. Schmidt, ps. 139 y ss.; Roxin, ZStW, 74, 515, y Grundlagenpro- "reacciones de miedo" simplemente instintivas, sustraídos al
bleme cit, p. 72). dominio de la voluntad, no constituyen una "acción" en sen-
Contrariamente a lo que ocurre con el concepto causal tido jurídico.
de acción, orientado demasiado unilateralmente, el concepto La situación es distinta cuando se trata de "reacciones espon-
28 JOHANNES WESSELS DERECHO PENAL. PARTE GENERAL 29

táneas" dominables que resulten de una disposición de actuar, así ción", es recomendable en los trabajos de derecho penal
como de acciones emocionales y de "corto circuito" (en detalle, la realizar la investigación siguiendo este orden:
s. del Trib. Sup. de Hamm, en JZ, 74, 716; y Trib. Sup. de Francfort, a) Ante todo, hay que preguntarse si se trata, en gene-
colección sobre derecho de tránsito, 23, 364).
ral, de una conducta humana determinada.
Por último, falta la calidad de acción si se trata de una Lo contrario lo forman simples fenómenos de la natu-
conducta obtenida por una fuerza externa irresistible (vis raleza (como un deslizamiento de una montaña o una tem-
absoluta). Lo contrario lo forma la fuerza que únicamente pestad) y la conducta de los animales.
doblega la voluntad (vis compulsiva), cuya utilización no b) Además, hay que examinar si la conducta estaba
afecta el carácter de acción de la manifestación de voluntad dominada por la voluntad de la persona o si ésta podía
exigida. dominarla.
Se da, por ejemplo, "vis absoluta" si el ama de llaves consigue Si este examen —como en el caso del cual nos ocupamos añora-
por la fuerza que al testar, el propietario de la casa gravemente enfer- da resultado negativo, ya no es necesario estudiar la cuestión de la
mo, se deje llevar la mano por ella en contra de su voluntad. En "relevancia social".
cambio, hay "vis compulsiva" si ella ilumina su cara con una luz
muy viva, hasta que se doblega a su voluntad y ponga en el papel la c) Si hay una conducta humana llevada por la volun
disposición de sus bienes. tad, deberá examinarse su "relevancia social".
Según la opinión dominante, no son acciones en sentido Dado que el derecho penal sólo amenaza con pena conductas
penal tampoco los actos, sustraídos al control psíquico hu- socialmente perjudiciales, de no existir "relevancia social", tampoco
existe relevancia penal.
mano, realizados en estado de hipnosis.
Cuando —como sucede en la mayor parte de los casos —no hay
En el caso de que se trata, la caída de R sobre los vasos dudas en cuanto a la "calidad de acción" de la conducta, es admisible
de cerámica expuestos por V, constituyen una consecuencia y oportuno unir la cuestión previa de la "acción" al examen de la
inevitable del golpe aplicado por T. "realización del tipo" (o sea, a la cuestión de si existe, en el sentido
La caída de su cuerpo no fue dominada por la voluntad de del § 212, una "acción homicida" o de "sustracción" en el sentido
R, ni era posible dominarla; este suceso puede ser imputado como del §242).
"acción" al causante T, no a R. Como consecuencia de la violencia
externa ejercitada sobre él, R se convirtió en "instrumento" en las
manos de T; prácticamente, la situación sería la misma si T hubiera
arrojado sobre los vasos de V un objeto inanimado cualquiera.
Dado que la conducta de R se concretó por "vis absoluta" y no
consta que una conducta precedente llevada por la voluntad de él
pueda tenerse en cuenta como punto de partida respecto de una
responsabilidad penal (§ 303) (ver Baumann, § 16, I, 2, b ) , no se
aplicará a R un castigo por daño de cosas; falta una "acción" que le
sea imputable.
Aquí, la teoría "causal" y "finalista" de la acción llegarían al
mismo resultado.
Si existen dudas con respecto a la "calidad de la ac-
P A R T E SEGUNDA

LOS DELITOS DOLOSOS DE COMISIÓN

§ 4
LA FORMACIÓN DE TIPOS PENALES Y DE GRUPOS
DE DELITOS EN LA LEY

Caso 4. M se ha enterado que su novia N ha heredado de sus


padres, fallecidos en un accidente, entre otras cosas, una suma ele-
vada de dinero que se halla en la caja de seguridad empotrada en
una pared de su departamento. Dado que espera que el noviazgo
se disuelva pronto, sube de noche armado con una pistola de gas
cargada al departamento de la novia, abre la caja de seguridad con
una ganzúa y sustrae el dinero, a fin de emplearlo para sí.
I. ¿Qué influencia tiene el concurso de circunstancias califi-
cantes y privilegiantes respecto de la apreciación jurídica del hecho
punible cometido por M?
II. Para perseguir penalmente a M, ¿es necesaria una querella
deN?

I. Formación del tipo y sistemática legal.


i

La conducta de M realiza el tipo del hurto (§ 242) en su forma


fundamental y los ejemplos mencionados en el § 243, I, n08- 1 y 2,
respecto de un "caso particularmente grave" y también realiza las
características calificantes del § 244, I, n 9 1 (acerca del concepto de
arma de fuego, ver la s. 24, 136, del TF, con nota divergente de
Schróder, JR, 71, 382). Dado que N es, en su carácter de novia,
DERECHO PENAL. PARTE GENERAL 33
32 JOHANNES WESSELS

jurídicamente sus propias reglas y se juzgan, en consecuen-


"pariente" de M (§ 11, I, n? 1, a), también se dan los presupuestos
privilegiantes del § 247. Hay que examinar en detalle cuáles conse- cia, por separado.
cuencias jurídicas tiene este concurso simultáneo de circunstancias a) El tipo fundamental representa la forma básica del
calificantes y privilegiantes en la realización de un tipo penal y si la tipo delictivo. Contiene los presupuestos mínimos de la
persecución penal contra M debe ser tramitada de oficio o (respecto punibilidad que dan al delito (verbigracia, al hurto, al robo
del § 247) tan sólo por querella de N.
y a la estafa) su carácter típico y determinan su contenido
La formación y la estructura de los tipos penales están de injusto.
sujetas a determinados requisitos legales que son importan- b) Las modificaciones calificantes y privilegiantes se
tes para su clasificación y ámbito de aplicación. Fundamen- presentan cuando el legislador amplía el tipo fundamental
to y punto de partida de la formación del tipo es el bien con características especiales (por ejemplo, respecto de las
jurídico que es objeto de protección. Con arreglo a la circunstancias de tiempo o lugar, forma de comisión, empleo
dirección de protección correspondiente a cada tipo, se de medios determinados, relación entre autor y lesionado).
distingue, por ejemplo, entre delitos de homicidio, de lesión Las modificaciones tienen únicamente la calidad de "tipo'
corporal, contra la propiedad y el patrimonio. Sobre este si conciernen al contenido de disvalor del hecho y si consti-
principio de división se basa la sistemática de la "Parte tuyen para el juez penal una reglamentación terminante y
especial" del código penal. Pero el núcleo de la formación obligatoria en el sentido de que, si existen, debe aplicarse
del tipo lo constituye la descripción de los presupuestos de la siempre y solamente en este caso un marco penal más severo
punibilidad, descripción que es terminante y caracteriza el o más benigno (más datos en Schróder, Hom. a Mezger,
especial tipo delictivo; de su realización depende la conse- ps. 415 y 426 y ss.).
cuencia penal amenazada y deslindada en el marco penal. c) Se habla de una modificación no independiente
Casi todas las disposiciones de la "Parte especial" tienen como cuando la alteración de la forma delictiva no suprime la
objeto la formación de los tipos penales. También existen disposicio- dependencia de la calificación o del privilegio del tipo
nes, desprovistas de carácter "típico", que sólo contienen reglas para
la graduación de la pena (§ 213 y 243) o normas procesales (§ 232, fundamental, sino que crea formas similares del delito con
247 y 248a; más datos en el n<? I I ) . una "relación gradual' que las conecta jurídicamente.
d) En cambio, se da una modificación independiente
II. Modificaciones del tipo y su significado. cuando la norma jurídica más especial está separada del tipo
originario y ha dado forma a un nuevo delito con disvalor
1. Dentro de las disposiciones penales que tienen por independiente (delictum sui generis). Se averiguará
objeto la protección de un bien jurídico determinado, hay mediante la interpretación si este presupuesto existe o no
con frecuencia grupos conexos que están integrados por el según el sentido y el fin de la disposición modificada (más
tipo fundamental del delito correspondiente y por modifi- datos en Nagler, "Zeitschrift der Akademie für Deutsches
caciones calificantes o privilegiantes típicas o no típicas. Recht", 1940, 365 y 383; se pronuncia en forma crítica
Además, existe la ulterior formación legal de delitos indepen- Haffke, JuS, 73, 403, con otros datos).
dientes, autónomos respecto de su tipo básico, que siguen
34 JOHANNES WESSELS DERECHO PENAL. PARTE GENERAL 35

e) Cuadro de conjunto de los delitos contra la manera, el § 243 no tiene un carácter típico, sino tan sólo el
propiedad: significado de una "regla de graduación de la pena" (s. 23,
§ 244 § 251 § 251 254, y 26,104, del TF; TF, NJW, 70,2120; en contra, Calliess,
Tipo Tipo Tipo
calificado calificado calificado JZ, 75, 112).
Ver más datos sobre el método de los "ejemplos" en Arzt, JuS,
§ 246, I, 2 § 243 § 250 § 250 72, 385, 515 y 576; Blei, Hom. a Heinitz, p. 419; Corves, JZ, 70, 156;
Tipo Ejemplos de Tipo Tipo Dreher, ZStW, 77, 220 (234); Maiwald, Hom. a Gallas, p. 137;
calificado "casos particu- calificado calificado
lamiente graves" Wessels, Hom. a Maurach, p. 295.
El privilegio previsto en los § 247 y 248a se funda en
§ 248c § 246, I, 1 § 242 § 252 § 249
Delito inde- Tipo Tipo Delito inde- Tipo consideraciones de política criminal. No prevé un nuevo
pendiente fundamental fundamental pendiente fundamental marco penal y no se refiere al contenido de disvalor del
v v .
§ 247 y 248a hecho, sino solamente a la admisibilidad de la persecución
Privilegio de especie
procesal x penal (querella como presupuesto procesal). Por esta
razón, ambas reglamentaciones carecen de carácter "típico",
Si, sobre la base de este cuadro de conjunto, considera-
y esto es importante en las cuestiones relativas al error (s. 18,
mos el hurto, se infiere que entre el tipo fundamental
123, del TF: inobservancia del error sobre la relación de
(§ 242) y sus modificaciones no independientes (§ 243, 244,
parentesco).
247 y 248a) existe una "relación gradual".
La sustracción de energía eléctrica (§ 248c) y el hurto
La aplicación de los § 243, 244, 247 y 248 presupone siempre,
por consiguiente, en los casos de sustracciones, la realización del tipo
violento (§ 252) son delitos independientes, separados del
fundamental del § 242. tipo originario del § 242 y, precisamente, autónomos.
El § 244 forma una modificación típica que aumenta el Aquí, no viene al caso recurrir a los § 243, 244, 247 y 248a (s.
66, 354, del TdR; Maurach, I, § 20, IV).
disvalor del hecho y su reglamentación es, para el juez penal,
terminante y obligatoria; este tipo calificado se presenta, por 2. Si alguien comete un hecho punible en que concu-
tanto, siempre sólo cuando se realizan sus características rren, al lado de la realización del delito fundamental,
especiales junto con las del § 242. En cambio, el § 243 no circunstancias calificantes y privilegiantes, debe plantearse
contiene una reglamentación obligatoria ni terminante, el problema de si el privilegio constituye, por su sentido y
porque, con arreglo a esta disposición, no se tiene en cuenta fin, un "efecto excluyente" frente a la calificación o si esas
siempre y sólo un "caso particularmente grave" de hurto circunstancias pueden existir una al lado de la otra como
cuando se realizan los casos mencionados allí. De esta "relación de complemento":
1
a) Los § 243, 244 y 247 no se excluyen recíprocamente,
§ 242: hurto. § 243: casos particularmente graves de hurto. § 244:
hurto cometido con armas y hurto en cuadrilla. § 246, I, 1: apropiación inde- sino que se complementan. En consecuencia, un hurto o
bida. § 246, I, 2: apropiación indebida de cosa confiada al autor. § 247: hurto una apropiación indebida contra parientes, cometidos dentro
doméstico y familiar. § 248a: hurto y apropiación indebida de cosas de escaso
valor. § 248c: sustracción de energía eléctrica. § 249: robo. § 250: robo grave.
de los presupuestos previstos en los § 243 y 244, son un
§ 251: robo con resultado mortal. § 252: hurto violento. (N. del T.). delito perseguible por querella.
36 JOHANNES WESSELS DERECHO PENAL. PARTE GENERAL 37

Por tanto, puede perseguirse penalmente a Ai, en el caso de que II. En el sistema delictivo, ¿qué posición asume la "imposibili-
se trate, únicamente por querella de N. Si esto sucede, la pena se dad de probar" el hecho agraviante que el § 186 presupone?
extraerá del § 244, I, n 9 1; el § 243, I, n09- 1 y 2, quedan absorbidos
en el § 244, I, n<? 1 (TF, JR, 70, 388, con nota de Schróder).
I. La estructura fundamental de lo injusto penal.
b) El privilegio previsto en el antiguo § 247, II (impu-
nidad del hurto entre cónyuges), derogado por la ley de Fundamento de lo injusto penal es la realización del
introducción al código penal a partir del 1/1/1975, repre- tipo legal. El contenido de injusto del hecho se expresa en
sentaba, mientras regía, un "efecto excluyente" frente a los las características típicas que describen objetivamente el
§ 243 y 244, puesto que resultaban excluidas la impunidad disvalor típico-delictivo de la acción y del resultado del
por un lado y la punibilidad por el otro. suceso. Una conducta es "típica' cuando coincide con la
descripción típico-delictiva de lo injusto en el tipo legal.
Otro ejemplo en que se impone el efecto excluyente del privile-
gio, lo ofrece la relación entre el § 217 y el § 211: si una mujer mata Quien realiza un tipo penal como éste, no actúa en cada caso
a su hijo ilegítimo inmediatamente después del parto para ocultar e inevitablemente en forma antijurídica; excepcionalmente,
un hecho punible previsto en el § 173 (coito entre parientes), el § 217 su conducta puede justificarse cuando lo respalda, en la
excluye, según la ratio legis, la aplicación del § 211 (Maurach, I, situación concreta de hecho, una causa de justificación
§ 20, IV, 2; Wessels, I I I , § 2, VI, 2). (principio permisivo), cuyos presupuestos se da en llamar
tipo permisivo.
§ 5 Ejemplo: el homicidio doloso de una persona realiza el tipo del
§ 212. Esta conducta "típica" es "antijurídica", si no se presenta una
LA TEORÍA DEL TIPO. CONCEPTO Y causa de justificación, pero está permitida y es conforme a derecho
ESTRUCTURA DEL TIPO DE LO INJUSTO si existen los presupuestos de la legítima defensa (§ 32).
De esta manera, el juicio definitivo de disvalor del
Caso 5a. Poco antes del cierre de las ventanillas, E ha esta- ordenamiento jurídico sobre el hecho concreto se pronuncia
cionado su auto Volkswagen frente a la oficina de correos de una no sólo al comprobarse la "tipicidad", sino y ante todo al
pequeña ciudad para despachar una carta certificada. Apurado,
afirmar la existencia de la "antijuridicidad". La apreciación
había olvidado sacar la llave de contacto y cerrar el auto. A apro-
vecha la oportunidad y sustrae el vehículo para dar una vuelta por de un suceso como "injusto" debe tener siempre en cuenta
la gran ciudad que está cerca de allí. Durante el viaje, es intercep- dos grados: el examen de la tipicidad de la conducta (valora-
tado por una patrulla policial; gracias a la intervención de ésta, E ción sobre la base del tipo legal) y la comprobación de que
recupera su auto.
no existen causas de justificación (valoración sobre la base
Caso 5b. En su grupo de amigos, A divulga de buena fe la ver- del total ordenamiento jurídico).
sión según la cual T, tenedor de libros, se había apropiado indebida-
mente de dinero de casas de comercio y que su despido es inminente.
T se entera de ello y querella a A. En el curso del proceso, resulta II. La teoría del tipo.
que la versión era totalmente falsa.
I. La parte objetiva del suceso ¿posibilita, por sí sola, en am- Toda disposición penal abarca las características del
bos casos, que se compruebe el tipo de injusto realizado por A? hecho y del autor; su existencia es presupuesto de la punibi*

5 - Wessels.
38 JOHANNES WESSELS DERECHO PENAL. PARTE GENERAL 39

lidad de la conducta. La caracterización del "tipo" depende tonces se sigue discutiendo acerca del concepto de tipo (ver, por
del significado funcional de la formación del concepto. ejemplo, Sax, JZ, 76, 9 y ss.).

El § 16, I, 1, habla, a propósito de la exclusión del dolo de La función del tipo de lo injusto reside en la síntesis de
las circunstancias de hecho que pertenecen al "tipo legal", pero no las características que fundamentan el contenido típico de
aclara este concepto. injusto de la conducta prohibida (sentido de la prohibición)
y confieren al especial tipo delictivo forma y figura.
1. Habitualmente, se define como tipo en sentido
Está a cargo del legislador penal la tarea de escoger, entre la
amplio el conjunto de todos los presupuestos de la multitud de acciones que pueden ser objeto de un juicio de disvalor,
punibilidad. las conductas que, por ser socialmente perjudiciales y reprobables
Este amplio concepto de tipo abarca las características del tipo desde el punto de vista ético-social, prohibe con pena. La formación,
de lo injusto (al cual nos referiremos a continuación), de la antiju- asociada así, cumple con una doble finalidad: por un lado, da a cada
ridicidad y de la culpabilidad, así como las "condiciones objetivas ciudadano la posibilidad de orientarse por sí solo, dado que com-
de punibilidad" (en el § 186 también, por consiguiente, la "imposi- prueba, con una exacta descripción de la conducta desaprobada, qué
bilidad de probar" el hecho agraviante). Este concepto es impor- es lo ilícito y hasta dónde la prohibición general limita la libertad
tante respecto de la "función de garantía de la ley penal" (ver lo social de actuar. Por otro lado, modela un tipo delictivo rígidamente
que se ha dicho en el § 2, I) porque comprende todos los presupues- perfilado que materializa la lesión típica de un bien jurídico para el
tos de la punibilidad regulados legalmente, los que no pueden fun- delito correspondiente (por ejemplo, asesinato, hurto y estafa).
damentarse o ampliarse en perjuicio del autor por el derecho consue-
tudinario o por analogía (el llamado "tipo de garantía"). El tipo de lo injusto abarca todas las características de
la disposición penal que fundamentan, elevan o disminuyen
2. Un aspecto de este tipo lo forma el tipo propiamente lo injusto penalmente relevante. Como concepto sistemático
dicho, que se agota en la descripción de las características de la teoría del delito y grado de valor en la estructura del
que dan al delito de que se trata su individualidad y su delito, se hace cargo de la tarea de separar las conductas
contenido típico de injusto comparado con otros delitos típicas de los sucesos penalmente irrelevantes (carentes de
(tipo de lo injusto). tipo); a esto se lo llama la función de selección del tipo
La separación del tipo propiamente dicho del tipo en sentido propiamente dicho.
amplio se debe al penalista de Tübingen Ernst Beling (Die Lehre
vom Verbrechen [La teoría del delito], 1906, y Die Lehre vom Tat- La realización del tipo de lo injusto "indica" la antijuridicidad
hestand [La teoría del tipo), 1930). Beling creó la base del concepto de la conducta. Esta formulación significa que la tipicidad propia-
"ternario" del delito: "acción típica, antijurídica y culpable". Por mente dicha sólo posibilita un juicio general y transitorio, no aún defi-
tipo propiamente dicho entendió la descripción libre de valor de las nitivo acerca de la antijuridicidad y el carácter material de lo
características externas de una acción ("cuadro conductor" del tipo injusto del hecho; el indicio puede resultar eliminado por una causa
delictivo). Pero su concepción del tipo, fundada en el positivismo de justificación (tipo permisivo). De esta manera, la tipicidad es
científico y en el naturalismo, tuvo que ceder pronto a un criterio sí un elemento de lo "injusto", pero solamente "un" elemento de lo
teleológico y referente al valor. Esta trasformación estructural de injusto al lado de otros. La característica general delictiva de la
la teoría del delito fue iniciada con el descubrimiento de las carac- antijuridicidad se basa en dos presupuestos: la realización del tipo
terísticas normativas del tipo (M. E. Mayer) y de los elementos sub- de lo injusto y la falta de causas de justificación (ver más datos en
jetivos de lo injusto (Hegler, Frank, Mezger y Nagler). Desde en- el § 8 ) .
40 JOHANNES WESSELS
DERECHO PENAL. PARTE GENERAL 41

3. El concepto (discutido) del total tipo de lo injusto El mérito dogmático de la teoría de las características
es más extenso que el del tipo propiamente dicho y más negativas del tipo reside en haber revelado todas las causas
limitado que el del tipo en sentido amplio; al excluir las que sugieren un especial tratamiento del error sobre circuns-
"condiciones objetivas de punibilidad" y los elementos de la tancias de hecho justificantes, error que se sitúa entre el
culpabilidad, dicho concepto reúne todas las características auténtico "error de tipo" y el simple "error de prohibición"
fundamentadoras y excluyentes de lo injusto, dependiendo (error sobre el tipo permisivo).
de ellas, positiva y negativamente, la calidad de injusto de la
Nos ocuparemos nuevamente de este punto al exponer la teoría
conducta. Su función consiste en establecer en forma termi-
sobre el error (§ 11, III, 1).
nante, en el caso particular, los límites entre derecho e
injusticia. No obstante, como teoría del tipo se expone a objecio-
nes importantes:
El concepto del "total tipo de lo injusto" se funda en la teoría
de las características negativas del tipo que ha proporcionado el fun-
La circunstancia de que desconozca la autonomía de
damento dogmático a la jurisprudencia sobre el error (s. 21, 189; 54, las normas permisivas y estime que éstas son únicamente
37, y 64, 102, del TdR, y s. 3, 107 y 194, del T F ) . Según esta teoría limitaciones de las normas prohibitivas, le quita la posibili-
generalizada, los presupuestos de las causas de justificación deben dad de tener en cuenta la diferencia de valor entre la
considerarse como "características negativas del tipo": para la apre- conducta de antemano carente de tipo y un suceso que
ciación de lo injusto, su inexistencia tiene el mismo significado que
perjudica bienes jurídicos protegidos y se cubre con una
corresponde a la existencia de las características del tipo fundamen-
tadoras de lo injusto (positivas). Tipo y antijuridicidad no se con- causa especial de justificación. Por ejemplo, quien daña una
traponen, desde este punto de vista, como prohibición general y cosa propia que le pertenece, no infringe una norma prohibi-
norma independiente permisiva, sino que las causas de exclusión de tiva, pero quien daña una cosa ajena, actúa en contra de la
lo injusto se presentan como simple limitación de la norma prohibi- norma mencionada en el § 303 y necesita una especial causa
tiva. La prohibición contenida en el § 212: "No matarás", se expre- de justificación (verbigracia, el § 228 o el § 904 del código
saría aquí de este modo: "No matarás a otro dolosamente, salvo en
caso de legítima defensa o como soldado en la guerra", etc. Así, toda
civil) para ser impune; su conducta es sí típica a los efectos
conducta justificada no sería de antemano prohibida y no sería del § 303, pero está justificada y, por tanto, no es antijurídi-
"típica" en el sentido del "total tipo de lo injusto". Por consiguiente, ca. Si se considerara de antemano la conducta típica, pero
en el aspecto sistemático se funden inevitablemente en un grado justificada, como "no prohibida", no se podría fundamentar
unitario de valor tipicidad y antijuridicidad (estructura bifásica del por qué razón la persona que resulta afectada está obligada
delito: total tipo de lo injusto - culpabilidad).
a tolerar el ataque contra sus bienes jurídicos. Este (indis-
Más datos contienen Engisch, Der Unrechtstatbestand im Straf- pensable) deber de tolerancia del ofendido, sólo puede
recht (El tipo de lo injusto en el d. p.), Hom. al congreso de juris-
tas, 1960, I, p. 401; Lang-Hinrichsen, JR, 52, 302 y 356; JZ, 53, 362; deducirse del carácter independiente de las normas permi-
Arthur Kaufmann, Schuld und Strafe (Culpabilidad y pena), 1966, sivas, que otorgan derechos de intervención en situaciones
p. 102, así como JZ, 54, 653; 56, 353 y 383; Otto, § 5, IV, 1; Roxin, atípicas. i
Grundlagenpr óbleme, ps. 72 y ss., y Offene Tatbestande und Rechts-
En cuanto a las críticas a fondo, ver Hirsch, sobre todo en p.
pflichtmerkmale (Tipos abiertos y características del deber jurídico),
275; Gallas, ZStW, 67, 19 y 27; Jescheck, § 25, III; Maurach, I, § 37,
2^ ed., 1970, p. 173; Samson, p. 125; Schaffstein, MDR, 51, 196; v.
Weber, JZ, 51, 260, y Kom. a Mezger, p. 183. I, E; Schmidháuser, Hom. a Engisch, p. 438; S.-S. Lenckner, ob.
cit., nos- 14-18, antes del § 13; Schweikert, Die Wandlungen der
42 JOHANNES WESSELS DERECHO PENAL. PARTE GENERAL 43

Tatbestandslehre seit Beling (Los cambios experimentados por la evidencia, en las distintas disposiciones, un cuadro muy diferente.
teoría del tipo desde Beling), 1957, p. 35; Welzel, § 14, I, 1. Forma parte de este cuadro la descripción del sujeto del hecho, del
Cuando en lo sucesivo se hable, sin diferenciarlos, de "tipo" o de objeto del hecho y de la ejecución del hecho, incluyendo eventuales
"tipicidad", se hará siempre referencia al tipo en sentido estricto, formas especiales de comisión, medios u otras modalidades del hecho.
como "tipo de lo injusto" (ver lo que se ha dicho en el n 9 II, 2). En el tipo objetivo, se presupone, casi siempre, la producción de un
resultado determinado, como consecuencia externa de la acción. En
III. Las distintas características del tipo de lo injusto. estos delitos de resultado, también constituye una característica (no
descrita) del tipo objetivo, la relación causal existente entre la acción
Dentro del tipo de lo injusto, hay que hacer una distin- y el resultado.
ción entre características del tipo descriptivas y normativas, El concepto de "objetivo" en el tipo de lo injusto no
objetivas y subjetivas. corresponde, sin más, a los objetos del mundo exterior,
1. Características descriptivas son las que expresan, perceptibles por los sentidos, sino que se realiza con frecuen-
precisamente con una simple descripción, lo que pertenece cia con elementos subjetivos. En consecuencia, no existe un
concretamente a la prohibición o al precepto típico. límite rígido entre el tipo objetivo y el subjetivo. En los
delitos dolosos, la significación fundamental del tipo objetivo
Son características descriptivas, por ejemplo, los términos "cosa",
"mueble" y "sustraer" del § 242.
reside sobre todo en la circunstancia de que el dolo de tipo
debe abarcar todas sus características; cualquier error
2. Se habla de características normativas (que necesi- respecto de esta relación lo excluye (§ 16,1, 1); es indiferen-
tan ser llenadas de valor) cuando se trata de circunstancias te que sea evitable o inevitable.
de hecho que sólo pueden pensarse dentro del presupuesto La "antijuridicidad" del hecho es, de por sí, una característica
lógico de una norma y que el juez puede comprobar general del delito, y no una "característica del tipo". Si en una dis-
recurriendo exclusivamente a un juicio complementario de posición penal se presenta la palabra "antijurídico", debe hacerse la
valor, por ejemplo, el carácter de "ajeno" de la cosa o la distinción siguiente:
a) Si este concepto aparece como atributo de una circunstancia
"intención de apoderamiento" de los § 242 y 249.
de hecho, se trata de una característica genuina del tipo a la cual el
No es siempre posible trazar un límite firme entre caracterís- dolo debe extenderse (por ejemplo, en los § 242, 253 y 263 respecto
ticas descriptivas y normativas Casi siempre las características des- de la "antijuridicidad", del apoderamiento proyectado o de la venta-
criptivas también contienen cierta "trama normativa". La pregunta ja pretendida). Ver las s. 3, 160, y 20, 136, del TF.
de si un animal es una "cosa" a los fines de los § 242 y 303 o a partir b) En cambio, cuando el concepto "antijurídico" ha de refe-
de qué momento un ser naciente es una "persona" en el sentido de rirse a la valoración del hecho total (como sucede, por ejemplo, en
los § 212 y 217, no puede contestarse sin recurrir a un examen valo- los § 303, 240, 239 y 123), estamos frente tan sólo a una remisión
rativo (ver Lenckner, JuS, 68, 249 y ss.). superflua a la característica general delictiva de "antijuridicidad",
junto con la advertencia que el legislador hace al juez de reflexionar
3. Por características objetivas (externas) del tipo acerca de la presencia de causas de justificación especialmente evi-
se entienden las circunstancias que determinan la manifesta- dentes. No es necesario que el dolo de tipo abarque esta "antijuri-
ción externa del hecho; pueden ser descriptivas o normati- dicidad" (ver el § 17 y la s. 2, 194, del T F ) .
vas, referirse al hecho o al autor. 4. Características subjetivas (internas) del tipo son
Por la gran variedad de los tipos delictivos, el tipo objetivo las circunstancias que corresponden al ámbito psíquico y al
44 JOHANNES WESSELS DERECHO PENAL. PARTE GENERAL 45

mundo de representaciones del autor. Se discute si y hasta ción de dominio sobre la cosa para sustituirse a él como "seudo-pro-
qué punto determinan el contenido de injusto del hecho o si pietario", el autor del hecho previsto en el § 248b quiere perjudicar
sólo temporariamente la relación de dominio del titular del derecho
sólo se refieren a su contenido de culpabilidad. Conforme a y restablecerla inmediatamente después del uso no autorizado. En
la teoría actual, deben considerarse como tipo de lo injusto el caso 5a, A ha sustraído el automóvil y lo ha usado sin estar auto-
todos los elementos subjetivos del tipo que caracterizan el rizado. No obstante, esta comprobación objetiva no aclara en lo más
disvalor de la acción (disvalor de la conducta) y señalan en mínimo si el hecho corresponde al tipo delictivo del § 242 o del
detalle la especial forma del acto de lesión o de puesta en § 248b; esto constará una vez que se compruebe la existencia o la
peligro (Jescheck, § 24, III; Maurach, I, § 20, I, 2; S.-S.- falta de la intención (subjetiva) de apoderamiento de parte de A
en el momento de la sustracción. Si A, después de la "vuelta" que se
Lenckner, ob. cit, n06- 54 y ss., antes del § 13). había propuesto hacer, quiso devolver el automóvil posibilitando a
En cambio, deben considerarse como características de la cul- E de ejercer nuevamente, sin esfuerzo y sin la ayuda de la simple
pabilidad los elementos específicos delictivos del tipo en sentido casualidad, su anterior dominio sobre el vehículo, habrá que negar,
amplio, que describen directa y exclusivamente la falta de senti- por faltar la intención de apoderamiento, el tipo subjetivo de lo injus-
miento jurídico puesta de manifiesto en el hecho (por ejemplo, en to del § 242, quedando lugar, apenas, para el el § 248b. En cambio,
la forma de "motivos abyectos" en el § 211, II, primer grupo, o de si A quiso estacionar después el automóvil en algún lugar, exponién-
"malicia" en los § 130, n<? 3, y 223b, 1; ver el § 10, IV). dolo así a cualquier golpe de terceros y dejando librado al caso
Más datos al respecto, así como acerca de las "características su devolución a E, se realizará el tipo objetivo y subjetivo de lo
del sentimiento" —cuya clasificación es difícil—, las que conciernen injusto del § 242 (ver la s. 22, 45, del T F ) .
en parte, al lado del disvalor del sentimiento, también al disvalor de No es menor la importancia de las características subjetivas
la acción, figuran en Jescheck, § 42; Schmidháuser, 8/92 y ss. y del tipo si ha actuado un inimputable y de su realización depende la
10/124; Stratenwerth, Hom. a v. Weber, p. 169. existencia de un "hecho antijurídico" (es instructiva al respecto la
Características subjetivas del tipo como elementos s. 18, 235, del TF relativa a los § 330a y 263: a los fines de estas
disposiciones, no se da un "hecho antijurídico" si el autor en estado
subjetivos de lo injusto se encuentran sobre todo en los de ebriedad plena cree que los datos que ha consignado son correctos).
llamados "delitos de intención", en que a la ejecución típica
En la actualidad, la teoría penal alemana admite, en
debe agregarse una especial representación del resultado o
general, la existencia de elementos subjetivos de lo injusto.
de objetivo como "tendencia interna trascendente", por
Sólo hay dudas respecto de la cuestión de si también el dolo
ejemplo, la intención de apoderamiento de quien hurta o
pertenece, como elemento subjetivo del tipo, al ámbito de
roba (§ 242 y 249), la intención de enriquecimiento del
lo injusto de la acción o si, conforme a la teoría tradicional,
extorsionador, estafador o receptador (§ 253, 263 y 259) y
determina únicamente la forma de culpabilidad.
la intención de asegurarse las ventajas del hecho punible en
Para la teoría finalista, la clasificación del dolo en el tipo de
el favorecimiento (§ 257).
lo injusto se deduce naturalmente, porque la voluntad que guía el
La importancia de las características subjetivas del tipo res- suceso representa la columna vertebral de la acción y es, con arreglo
pecto del tipo de lo injusto se revela con particular claridad en el a esta opinión, el núcleo de lo injusto personal de la acción.
caso 5a al comparar el § 242 con el § 248b: Sobre la situación en que se halla la teoría de lo injusto perso-
Según el tipo de lo injusto, el hurto (§ 242) y el uso no auto- nal, ver Armin Kaufmann, Hom. a Welzel, p. 393; Lampe, Das per-
rizado de automotores (§ 248b) son totalmente distintos. Mientras sonóle Unrecht (Lo injusto personal), 1967; Otto, ZStW, 87, 539;
el ladrón pretende eliminar definitivamente al propietario de su posi- Rudolphi, Hom. a Maurach, p. 51.
46 JOHANNES WESSELS DERECHO PENAL. PARTE GENERAL 47

También desde el punto de vista de la teoría social de la nece, como núcleo del dolo de tipo, al tipo subjetivo de lo
acción, que considera que en la acción típica se halla una injusto, se deduce, por último, de la comprensión correcta
unidad de sentido jurídico-social dominada por la voluntad de las normas penales: el ordenamiento jurídico se dirige,
humana, no faltan importantes fundamentos para situar el con sus prohibiciones y preceptos, a la conducta del indi-
dolo de tipo como situación psíquica concreta (conocimien- viduo. A fin de evitar que se produzcan resultados social-
to y voluntad respecto de la realización del tipo objetivo) mente perjudiciales, procura imponer su influencia determi-
dentro del tipo subjetivo de lo injusto. nante precisamente en la resolución de voluntad del autor.
Así, existen en el derecho en vigor numerosos tipos dolosos que En el ámbito de los delitos dolosos, prohibe todas las actua-
contienen una descripción de la acción dirigida al fin (por ejemplo, ciones de la voluntad que se dirigen a la producción del
"sustraer" en el § 242, "apoderarse" en el § 246, "prestar asistencia" resultado injusto o que se realizan sabiendo que su produc-
en el § 257, "alegar hechos falsos" en el § 263, "adulterar" en el ción está unida a ellas en forma necesaria o probable. La
§ 267, "perseguir animales salvajes" en el § 292). En estos casos,
realización dolosa del tipo contradice este precepto de la
el contenido de injusto de la acción no puede determinarse sin recu-
rrir al dolo de tipo; de lo contrario, se perdería el verdadero sentido norma; por consiguiente, voluntad de actuar y acción injusta
de la acción (muy instructiva y acertada es al respecto, por ejemplo, son inseparables (Bockelmann, § 12, A, II; Jescheck, § 24,
la s. 24, 115 y 120 y ss., del TF, según la cual es decisivo el total III, 2; S.-S.-Lenckner, ob. cit, n08- 54-56, antes del § 13).
sentido social del suceso). En el caso 5b, A ha divulgado respecto de T un hecho agravian-
Por último, los mismos partidarios de la teoría tradicio- te objetivamente falso. Aquí tampoco la simple comprobación obje-
nal se ven obligados a declarar que el dolo de tipo es, en el tiva del hecho aclara si la conducta de A corresponde al tipo
delictivo de la difamación (§ 186) o de la calumnia (§ 187). El
delito tentado, un elemento subjetivo de lo injusto, y no, rumbo lo señala nuevamente el dolo de tipo de A. Dado que A no
verbigracia, un "elemento de la culpabilidad", porque de él ha actuado de mala fe, sino con buena fe respecto de la autenticidad
depende establecer, en forma decisiva, cuál es el tipo de lo del hecho que ha divulgado, no se aplicará el § 187, sino tan sólo el
injusto que debe tenerse en cuenta (ver Baumann, § 20, tipo de lo injusto previsto en el § 186.
I, 1, a, y § 32, II, 3; Kienapfel, ps. 350 y ss.). No se puede 5. El hecho de asignar la voluntad de realización al
fundamentar en forma persuasiva por qué razón debería tipo subjetivo de lo injusto no tiene como consecuencia
variar esta clasificación sistemática cuando un hecho pasa necesaria que el dolo pierda, en el ámbito de la culpabilidad,
de la tentativa a la consumación. todo significado; más bien hay que tomar como punto de
Por ejemplo, la existencia de una tentativa sobre la base de los partida el criterio de que el dolo debe llenar, como forma
hechos previstos en los § 212 o 211, en el § 223a o en el § 225, en de conducta y de culpabilidad, una doble función en el
caso de que A dispare sobre B y la bala yerre el objetivo, sólo depen-
sistema delictivo (como esto es admitido desde hace tiempo
de del dolo de tipo de A. Si aquí el dolo tiene efecto fundamentador
de lo injusto, este significado no puede perderse por el hecho de que por la opinión dominante respecto del concepto de "culpa").
la bala alcanza su víctima, pues la clasificación sistemática del dolo Esta interpretación puede fundamentarse de la siguiente
en el ámbito de lo injusto o de la culpabilidad no puede depender manera:
de la circunstancia de si A es un tirador malo o bueno. El derecho penal alemán está dominado por el principio
La opinión de que la "voluntad de realización" perte- de culpabilidad, con arreglo al cual debe existir mutua
DERECHO PENAL. PARTE GENERAL 49
48 JOHANNES WESSELS

tancias de hecho justificantes: s. 3, 105, 107 y 194, del TF; ver el


correspondencia entre culpabilidad y pena (§ 46, I ) . La § 11, III, 1).
circunstancia de que las penas sean esencialmente menos Son fundamentales acerca de este tema Gallas, ZStW, 67, 1, 44
severas en los hechos culposos que en los dolosos, expresa la y ss.; Jescheck, § 24, III, 3, y § 39, IV, 3; LK-Mezger, ob. cit., 8» ed.,
idea del legislador de que entre unos y otros no existe Intr., III, 5. Ver, además, Blei, § 20, I, y § 34; Lackner, § 15, n<? 5,
c; Roxin, Kriminalpolitik und Strafrechtssystem, 2? ed., 1973, p. 42;
únicamente una diferencia en cuanto a lo injusto de la S.-S.-Lenckner, ob. cit., n08- 54 y ss. y 120 antes del § 13; SK-
conducta, sino también una diferencia relativa a la culpabi- Rudolphi, ob. cit., n 9 36 antes del § 1.
lidad que concierne a la magnitud de la pena (ver Roxin, También diferencian en parte, entre elementos de lo injusto y
ZStW, 74, 554). De este criterio se infiere que con los de la culpabilidad, Schmidháuser (7/36 y 8/26), Langer (GA, 1976,
conceptos de "dolo" y de "culpa" no sólo se pretendió señalar 193 y 214) y Otto (§ 7, IV, V, y § 16, I, 2), que son los actuales
representantes de la "teoría del dolo" superada por el § 17 que rige
en la ley dos formas distintas de conducta, sino simultánea- ahora.
mente dos formas distintas de culpabilidad (tipos de culpa-
bilidad ), de las cuales el "dolo" en el sentido de culpabilidad IV. Presupuestos especiales de la punibilidad
por dolo representa el grado de culpabilidad más elevado y y de la perseguibilidad.
la culpa, en el sentido de culpabilidad por culpa, el grado
menor. Así como el concepto de culpa reúne, como se admi- 1. Las condiciones objetivas de punibilidad se hallan
te, elementos de injusto y de culpabilidad (ver el § 15, I, 1), fuera del tipo de lo injusto; pertenecen (como "anexo del
también al concepto de dolo le corresponde una doble tipo") a los presupuestos materiales de la punibilidad, a los
función. cuales no es necesario que se extienda el dolo de tipo. Están
sustraídas al ámbito de aplicación del § 16, I, 1, de modo
a) En el tipo de lo injusto, el dolo, como forma de
que sólo interesa (como el nombre indica) su existencia
conducta, es portador del sentido juñdico-social de la acción,
objetiva o su inexistencia en el caso concreto.
el que comprende las relaciones psíquicas del autor frente
Así, el tipo de lo injusto de la difamación (§ 186) se agota en
al suceso externo (dolo de tipo propiamente dicho como la afirmación o divulgación dolosa de un hecho agraviante acerca de
realización consciente y voluntaria de las circunstancias un tercero. Quien la hace a expensas del honor de un tercero, debe
objetivas del hecho). probar la verdad del hecho. En el interés de una protección eficaz
b) En el ámbito de la culpabilidad, el dolo, como del honor, la ley impone al autor el riesgo de que se malogre la
prueba de la verdad. Desviándose del principio general "in dubio
forma de la culpabilidad, es portador del disvalor del senti- pro reo", la buena fe respecto de la exactitud del hecho afirmado o
miento, que expresa la falta de sentimiento jurídico unida divulgado no protege aquí contra la pena, en caso de que la prueba
típicamente a la realización dolosa del tipo (actitud fracase. En el § 186, la imposibilidad de la prueba corre a cargo del
incorrecta y dolosa frente al ordenamiento jurídico). autor; es una "condición objetiva de punibilidad' (s. 11, 274, del T F ) .
Como la realización del tipo "indica" únicamente la antijuri- Según la teoría dominante, son condiciones objetivas
dicidad del hecho, también el dolo de tipo, como característica sub- de punibilidad, que presentan entre sí algunas diferencias,
jetiva de lo injusto, sólo constituye un "indicio" del tipo de culpabi- la "consecuencia grave" que se produce al intervenir en una
lidad que le corresponde. Este indicio puede no presentarse en riña (§227) (s. 14, 132, y 16, 130, del TF), la comisión de
situaciones atípicas (por ejemplo, si se admiten erróneamente circuns-
50 JOHANNES WESSELS DERECHO PENAL. PARTE GENERAL 51

un hecho antijurídico en estado de ebriedad plena (§ 330a)


(s. 16, 124, y 20, 285, del TF), la suspensión de pagos, la § 6
apertura del concurso o la denegación del pedido de aper- EL TIPO OBJETIVO DE LO INJUSTO. CAUSACIÓN
tura por falta de masa en los nuevos § 283, VI, y 283d, IV DEL RESULTADO E IMPUTACIÓN OBJETIVA
(s. 1, 191, del TF, y s. 60, 268, referentes a los antiguos
§239 y ss. de la ordenanza sobre el concurso). Caso 6. M y N cortejan, como rivales, a la tabernera T, en
Aisladamente, la naturaleza jurídica y la justificación de las cuyo restaurante provocan una disputa por celos que da lugar a
condiciones objetivas de punibilidad son objeto de discusiones. Al- graves vías de hecho. Cuando N, ya ebrio, trata de entrar en la
gunos autores no las justifican en absoluto (Bemmann, Zur Frage habitación de T, M le infiere furiosamente, con dolo homicida, una
der objektiven Bedingungen der Strafbarkeit [La cuestión de las cuchillada en el pecho que apunta a la zona cardíaca. N no sufre
condiciones objetivas de punibilidad], 1957) y otros distinguen entre una herida que haga peligrar su vida, porque el cuchillo da en
condiciones objetivas de punibilidad "propias" e "impropias" (mas primer término en su billetera y no penetra profundamente, por
datos en Jescheck, § 53, I, 2). Es exacto que algunas condiciones tanto, en la caja torácica.
objetivas de punibilidad representan circunstancias de hecho funda- ¿Cómo ha de juzgarse el problema de la causación y de la
mentadoras de la pena disfrazadas, que el legislador quiso sustraer, imputación del resultado
por razones de política criminal, al ámbito de aplicación del § 16, I, a) si N se desmaya en la ambulancia a causa de hemorragia,
vomita y se ahoga por haber vomitado el contenido del estómago?
1, y han asumido el carácter de "características del riesgo".
b) si durante el viaje de la ambulancia al hospital, ésta es cho-
En el proceso penal, la falta de una condición objetiva de cada por un camión con remolque que no mantiene su mano y N
punibilidad da lugar a la absolución. sufre heridas mortales?
c) si al cabo de una operación exitosa, N muere en el hospital
2. De las condiciones objetivas de punibilidad deben
por grave infección de las heridas?
distinguirse los presupuestos de la persecución penal y los d) si momentos antes de dejar el hospital, N sufre una intoxi-
impedimentos de persecución penal que en parte están cación mortal al tomar fuego de noche su habitación?
regulados en el código penal (como la querella penal, § 77
y ss., y la prescripción, § 78 y ss.), pero pertenecen, por su I. La relación causal entre acción y resultado.
naturaleza, al derecho procesal penal (presupuestos proce- En el caso de que se trata dependerá del problema de la causa-
sales). Se sitúan completamente fuera de todos los concep- ción y de la imputación si debe tenerse en cuenta un homicidio dolo-
tos del tipo, porque no se refieren a la "punibilidad" de la so consumado o tentado.
conducta, sino tan sólo a la admisibilidad de la persecución 1. La conducta humana puede unirse a consecuen-
penal. cias socialmente perjudiciales. Cuando la ley penal presu-
Si falta un presupuesto procesal o si existe un impedimento pone, al lado de la acción, la producción de un resultado
para la persecución penal, el procedimiento penal se sobresee (§ determinado, como, en el § 212, la muerte de otra persona,
206a y 269, III, del código de procedimiento penal). el tipo objetivo de lo injusto sólo se realiza si existe, entre
acción y resultado, una relación causal y se debe imputar
al causante el resultado concreto.
52 JOHANNES WESSELS DERECHO PENAL. PARTE GENERAL 53

El resultado en este sentido (resultado en el mundo externo) otro según leyes naturales. Esta ley causal sería inadecuada e insu-
no es un elemento de la "acción", sino una característica independien- ficiente en el derecho penal como (único) principio de la imputa-
te del tipo legal (Maurach, I, § 17, III; Esser, Schuldrecht [Derecho ción del resultado. El concepto penal de "causalidad' es un concepto
de obligaciones], t. I, 4^ ed., 1970, § 9, I, 1). de relación jurídico-social con referencias ontológicas y normativas;
En los delitos de "simple" actividad el problema de la relación a saber, no se identifica con el concepto causal de las ciencias natu-
causal no se presenta; para la realización del tipo, es suficiente la rales, ni con el concepto causal filosófico (se expresa acertadamente
ejecución de la acción descrita en la ley (como, en el § 154, "jurar Maurach, I, § 18, I, B). Por cierto, si el derecho y la realidad deben
en falso"). armonizar, la relación causal en sentido jurídico existirá siempre si
En los delitos de resultado, la existencia de la relación se da, entre acción y resultado, un nexo causal científico-natural
(criterio que desconoce la sentencia 11, 1, del TF, objetable en su
causal es el presupuesto más importante, pero no el único, fundamentación). Pero al derecho, por ejemplo, no se le impide
de la imputación del resultado. Base de la imputación interpretar como "nexo causal" la relación acorde con la ley entre
objetiva del resultado socialmente perjudicial es la causali- una omisión y la producción de un resultado socialmente perjudicial
dad de la acción respecto de la producción del resultado (aunque falte la "causalidad" en el sentido ontológico-científico
típico, pero no toda causación es jurídicamente relevante a natural); tampoco se le impide imputar a quien omite este resultado
los fines de la fundamentación de la responsabilidad penal. como "su propia obra" si la ejecución de la acción de salvación jurí-
dicamente exigida, hubiera evitado el resultado típico con proba-
Objetivamente imputables son únicamente las consecuen-
bilidad lindante con la certeza (s. 75, 50, del TdR, y s. 6, 2, del T F ) .
cias del hecho que dependen de un curso causal penalmente
relevante, o sea, "típicamente adecuado". 2. El código penal no ha solucionado el problema de
En consecuencia, hay que distinguir, dentro de la la causación y de la imputación del resultado, sino que lo
realización del tipo, entre la cuestión empírica de la causa- ha trasferido a la teoría y a la jurisprudencia. Con arreglo
ción del resultado y la imputación objetiva del resultado a la teoría de la condición (teoría de la equivalencia),
que debe juzgarse normativamente. La comprobación de fundada por Glaser (para el derecho austríaco) e introdu-
la relación causal es tan sólo un recurso para la cuestión de cida por v. Buri en la jurisprudencia del Tribunal del Reich,
la imputación del resultado que debe ajustarse al fin de la causa es, en el sentido del derecho penal, toda condición de
norma (ver más datos en el n? II). un resultado que no puede suprimirse mentalmente sin que
La teoría de la relación causal estuvo relacionada estrecha- desaparezca el resultado en su forma concreta (s. 1, 373, del
mente al concepto naturalista de la acción que imperaba en las pos- TdR, y s. 1, 332; 2, 24, y 7,114, del TF).
trimerías del siglo xix; de la adopción, desprovista de críticas, de
Esta fórmula de la conditio sine qua non tiene su punto de
los criterios de las ciencias naturales en el derecho penal, surgieron
partida en la equivalencia causal de todas las condiciones del resul-
numerosas y estériles controversias. No obstante, se impuso entre-
tado ("teoría de la equivalencia"). Pero es poco útil si nuestra expe-
tanto la idea de que la teoría penal tenía que crear, como ciencia
riencia no nos pone en condiciones de responder a la pregunta de
normativa, sus conceptos propios y estructurarlos, en cuanto al conte-
"si" un factor determinado ha influido en la producción del resul- .
nido, en forma tal que pudiera cumplir con su función en el aspecto
tado (estudíese el caso del medicamento "Contergan": incertidum- '
jurídico-social. Este criterio vale especialmente para la teoría de la
bre en la controversia referente a la causalidad de ese producto en
causalidad. La causalidad en sentido jurídico es algo distinto a la
deformaciones embrionarias); ver más datos en Jescheck, § 28, II, 4.
causalidad en el sentido de las ciencias naturales. Esta última repre-
senta una relación entre dos estados, uno de los cuales le sigue al La fórmula de la condición también presenta debilida-

6 - Wessels.
54 JOHANNES WESSELS DERECHO PENAL. PARTE GENERAL 55

des cuando varias condiciones han producido el resultado Ejemplo: A persigue a B, que quiere huir al extranjero, hasta
cooperando entre sí, pero cada una de ellas habría sido el aeropuerto donde lo mata. El avión, en que B había reservado su
suficiente, por sí sola, para causar el resultado (la llamada pasaje, cae al mar después de la partida y nadie se salva. A los fines
causalidad doble). del nexo causal, entre la conducta de A y la muerte de B, esta poste-
rior caída del avión no tiene ninguna importancia. La cuestión de la
Si A y B, independientemente uno de otro, suministran la mis- causalidad no debe plantearse en el sentido de si B habría muerto de
ma dosis de veneno en una bebida que C está por tomar y éste, al todos modos. Decisivo, más bien, es saber si el resultado concreto
tomarla, muere, puede suprimirse mentalmente la conducta de A, (muerte como consecuencia de un disparo) desaparecería si se supri-
sin que desaparezca el resultado; lo mismo sucede respecto de la miera mentalmente el disparo de A. Si se plantea la cuestión correc-
conducta de B. Dado que esto produciría un resultado sin causa y tamente, se verá que la causalidad está fuera de duda, puesto que
un hecho sin autor, pero A y B han puesto realmente una causa para B no habría muerto de esta manera y en este momento sin la acción
la muerte de C, la fórmula debe completarse de la siguiente manera: homicida de A.
"Entre varias condiciones que pueden suprimirse men- Para la consideración de causas hipotéticas del resultado, ver
talmente en forma alternativa pero no acumulativa sin que Arthur Kaufmann, Hom. a Eb. Schmidt, p. 200; Roxin, ZStW, 74,
desaparezca el resultado, cada una de ellas es causal respec- 411 (425); Samson, Hypothetische Kausalverlaufe im Strafrecht (Cur-
to del resultado" (Jescheck, § 28, II, 4; Welzel, § 9, II, d; sos causales hipotéticos en el d. p.), 1972.
se pronuncia en forma crítica Samson, p. 22). b) Para afirmar la existencia de la relación causal,
Se refieren en detalle a este punto Engisch, Die Kausalitat ais basta que la acción haya sido "una" condición (cocausal)
Merkmal der strafrechtlichen Tatbestánde (La causalidad como carac- del resultado (s. 76, 87, del TdR) o que haya apresurado su
terística de los tipos penales), 1931; Spendel, Die Kausalitátsformel producción (s. 70, 258, del TdR). El número de los eslabo-
der Bedingungstheorie für die Handlungsdelikte (La fórmula de la
causalidad de la teoría de la condición para los delitos de acción),
nes de la cadena causal no interesa.
1948; E. A. Wolff, Kausalitat von Tun und Unterlassen (Causalidad c) Para la causalidad tampoco tiene importancia que
de acción y omisión), 1865. la producción del resultado haya sido favorecida por una
3. Particularmente, vale para la teoría de la condición constitución anormal del lesionado (s. 54, 349, del TdR: el
lo siguiente: "caso del hemofílico", TF, GA, 1960, 112) o que dependa,
a) Decisiva es únicamente la conexión causal entre el en otra forma, de un curso causal irregular y atípico.
real trascurso del suceso y el resultado concreto (s. 2, 24; Sobre todo, la relación causal no resulta "interrumpida"
10, 369, y 13, 14, del TF). La circunstancia de que el por la culpabilidad concurrente del lesionado (s. 22, 174,
resultado socialmente perjudicial también se habría produ- del TdR; TdR, JW, 36, 50) o por intervenir un tercero culpo-
cido por otros acontecimientos y en otra forma, no elimina sa o dolosamente en el suceso causal (s. 61, 319, y 64, 318
la causalidad de la acción realmente efectuada. y 372; TF en Dallinger, MDR, 56, 526). En este sentido, se
Es inadmisible "añadir mentalmente" tales "causas de presupone que la condición puesta anteriormente siga sur-
reserva", dado que un trascurso concreto del suceso no tiendo efecto hasta la producción del resultado: esto ocurre
pierde su existencia y su efecto por haber podido intro- siempre si quien interviene después tiene una conexión con
ducirse en su lugar otro trascurso, que, sin embargo, no la condición anterior (esto lo desconoce la decisión del
se ha introducido (s. 13, 14, del TF). TF, NJW, 66, 1823, con nota divergente de Hertel, rev.
56 JOHANNES WESSELS
DERECHO PENAL. PARTE GENERAL 57
cit., p. 2418; en el mismo sentido, acertadamente, Kion,
Ejemplo (extraído de Arthur Kaufmann, ob. cit., p. 211). Los
JuS, 67, 499). cazadores A y B disparan en la montaña casi simultáneamente, pero
Así, por ejemplo, un farmacéutico puede ser llamado a rendir sin que uno sepa del otro, contra el guardabosque G. Un disparo lo
cuenta a título de homicidio culposo, si por negligencia deja abierto alcanza a éste en la cabeza y el otro en el corazón. Cada uno de los
el armario que contiene los venenos y la empleada aprovecha la disparos habría sido inmediatamente mortal, pero es imposible esta-
oportunidad para retirar el veneno con el cual da muerte a su esposo. blecer quién disparó en la cabeza y quién al corazón y quién lo hizo
La opinión dominante no admite en casos de esta especie una en primer término. No está probado cuál fue el disparo que fue
"prohibición de regreso" (ver Frank, § 1, III, 2, a, y Naucke, ZStW, causal para la muerte de G. Ya que no existe coautoría (§ 25, I I ) ,
76, 409) o una "interrupción del nexo causal" (más datos en las s. hay que tomar como punto de partida, conforme al principio "in
64, 318 y 373; Baumann, § 17, II, 2, d, y Esser, ob. cit., § 44, III, 2, dubio pro reo", favorable a cada uno de los cazadores, el criterio de
c). Pero puede pensarse aquí en una interrupción del "nexo de la que su tiro ha sido disparado después, o sea, en un momento en que
imputación" si la intervención del tercero está tan lejos de la expe- G ya había sido matado por el otro tiro. Por consiguiente, Ay B sólo
riencia general de la vida que sensatamente ya no se podía contar pueden ser castigados (por falta de pruebas) por homicidio doloso
con ella (ver la s. 3, 64, del T F y lo que se dice en el n 9 II, 2). Lo tentado.
mismo, en caso de una conducta completamente anormal del mismo
lesionado (más datos en Otto, Hom. a Maurach, ps. 91 y 99). 4. Al lado de la teoría de la condición, la teoría de la
adecuación (dominante en el derecho civil) ha encontrado
d) La cuestión de la causalidad se juzgará de otro
en la ciencia penal prestigiosos partidarios (Traeger, Tar-
modo cuando la primera condición no surte efecto hasta la
nowski, Sauer, v. Hippel, Engisch, Maurach y otros auto-
producción del resultado y, por tanto, no es, de antemano,
res). Con arreglo a ella, "causa" es, en sentido jurídico,
"causal". Esto sucede cuando un suceso posterior abre en
únicamente la condición típicamente adecuada.
forma totalmente independiente de la condición puesta
Una acción u omisión es condición "adecuada" del resultado
antes, una nueva serie causal, que por sí sola produce el
concreto si ha aumentado generalmente (según la experiencia gene-
resultado. Aquí se habla (gráficamente) de una "ruptura" ral ), en forma no irrelevante, la posibilidad objetiva de su producción.
de la primera serie causal por un segundo suceso que la La relación causal adecuada no se tiene en cuenta si la produc-
"sobrepasa". ción del resultado depende de un curso causal anormal y atípico, o
Ejemplo: A se ha enterado que su novia N lo engaña con C. sea, de una serie completamente inusitada e improbable de circuns-
Suministra a N un veneno de efecto lento pero seguro que no ha de tancias con las cuales, según la experiencia de la vida diaria, ya no
dejar rastros. Antes de que el veneno surta efecto, aparece C y mata se podía contar.
a N, porque él también cree que ésta lo engaña. Aquí, entre dos El juicio de adecuación debe basarse en todas las cir-
series causales "concurrentes" con la misma dirección de ataque, la cunstancias conocidas u objetivamente reconocibles en el
primera ha fallado quedando absolutamente desprovista de efecto momento y en el lugar del hecho, que pudo prever una per-
porque el segundo suceso fue más rápido en el tiempo. Dado que C
no se conecta con la condición puesta por A, sino que pone en mar-
sona sensata en el rol del autor; también debe tenerse en
cha, en forma independiente, una nueva serie causal, A sólo podrá cuenta al respecto un "conocimiento especial" del autor (el
ser castigado a título de homicidio tentado (s. 69, 47, del TdR). llamado pronóstico objetivo-posterior: más datos en las s. 3,
e) La fórmula de la condición no es útil en caso de 261, y 7, 205, del TF en materia civil; Maurach, I, § 18, II,
dificultades de prueba para determinar la causalidad. C, 2; Esser, ob. cit, §44,111).
La debilidad dogmática de la teoría de la adecuación reside en
58 JOHANNES WESSELS DERECHO PENAL. PARTE GENERAL 59

que admite el conflicto contra la amplitud ilimitada de la teoría de de tránsito, ni habría muerto en el hospital por haberse infectado la
la condición, en lugar equivocado: niega la relación causal cuando herida o haber tomado fuego la habitación.
sólo debe negarse, en realidad, su relevancia fundamentadora de la Partiendo de la teoría de la condición, pueden determinarse
responsabilidad; confunde, pues, "causación" e "imputación" del otras numerosas causas del resultado: todas las personas que habían
resultado. participado en la fabricación y entrega del cuchillo utilizado por M
para la comisión del hecho, han colaborado, en la cadena causal ili-
5. Oponiéndose a la teoría de la adecuación, la teoría mitada, en forma causal. Incluso los padres de M han puesto una
de la relevancia que se le aproxima en cuanto al resultado condición respecto de la muerte de N, porque, si no lo hubieran pro-
final (Mezger, Blei), distingue rígidamente entre la cues- creado, M no habría podido herir a N y causar el suceso.
tión de la causación y la imputabilidad objetiva del resultado: Como factores causales, todas estas condiciones tienen
al comprobar la relación causal, se basa, con la opinión el mismo peso (son equivalentes), porque con ellas desa-
dominante, en la teoría de la condición (teoría de la equi- parecería siempre también el resultado mortal. Pero esta
valencia). En cambio, con respecto a la imputación del equivalencia no trae consigo su equivalencia jurídica; su
resultado, remite a la relevancia penal del suceso causal, relevancia típica debe estudiarse por separado en el marco
reconociendo como fundamentadora de la responsabilidad de la cuestión de la imputación.
únicamente (como la teoría de la adecuación) las condi-
ciones típicamente adecuadas dentro del curso causal, pero II. La imputación objetiva del resultado de la acción.
sin perder de vista el fin de protección de la norma y las
peculiaridades del tipo penal de que se trata. El reconocimiento de que la amplitud ilimitada de la
teoría de la condición necesita una corrección limitadora de
Más datos en Blei, § 26, VI y VII; semejantes en el resultado
práctico, Bockelmann (§ 13, A, V) y Jescheck (§ 28, I y I I I ) .
la responsabilidad, pertenece firmemente a la dogmática
penal actual. Las opiniones discrepan en un punto solo:
6. En el aspecto dogmático, la teoría de la relevancia, cuál es el camino que el necesario deslinde de la responsa-
al separar exactamente la causación y la imputación del bilidad (especialmente en el aspecto dogmático) debe
resultado, es preferible a la teoría de la adecuación. En recorrer.
efecto, posibilita el deslinde de la responsabilidad y una Con arreglo a la teoría anterior, la relación causal entre acción
razonable solución de los problemas de la imputación dentro y resultado era suficiente, por sí sola, para fundamentar la respon-
del tipo objetivo de lo injusto (y esto está confirmado tam- sabilidad penal y la ampliación del ámbito de la responsabilidad,
bién por la s. 11, 1, del TF, objetable tan sólo en la unida a la teoría de la condición, debía corregirse recién al examinar
la "culpabilidad" (sobre todo, mediante el requisito de la previsibi-
fundamentación).
lidad del resultado) (s. 29, 220, y 56, 348, del TdR; Baumann, § 17,
En el caso de que se trata, M ha puesto, en todo el trascurso III y IV; Schlüchter, JuS, 76, 312).
del suceso, una condición que para la muerte de N se ha convertido, Este repliegue al "correctivo de la culpabilidad", sin embargo,
en su forma concreta, en una condición cocausal: si Ai no hubiera no es satisfactorio, cuando el resultado es la consecuencia de una
herido a N, no habría sido necesario que éste fuera trasportado en su causalidad incalculable y ya imposible de dominar. En casos de esta
momento al hospital para su curación. Entonces, N no habría muerto especie, deben deslindarse mutuamente dentro de puntos de vista
en el camino al hospital por asfixia o como víctima de un accidente objetivos, "accidente" e "injusto".
60 JOHANNES, WESSELS DERECHO PENAL. PARTE GENERAL 61

1. Para el derecho penal no es esencial tan sólo la la base del fin de protección de la norma y desde el punto
relación entre causa y efecto, sino y especialmente la cues- de vista de la previsibilidad objetiva y evitabilidad del
tión de si un resultado socialmente perjudicial puede serle resultado típico, de la posibilidad de dominar el suceso
imputado al autor como "su propia obra", teniendo en cuen- causal y de la realización del riesgo creado o aumentado por
ta la posibilidad humana de realización. el autor de la producción de un daño. Para la imputación
En el sistema delictivo, esta imputación se realiza en objetiva (en los hechos dolosos y culposos) es decisivo
tres grados: distinguimos, en los hechos dolosos y culposos, establecer:
la imputación de la conducta humana como "acción", la a) si el agente ha cocausado por lo menos, con su
imputación de las consecuencias de la conducta a lo "injus- acción u omisión, el resultado típico (comprobación de la
to" típico y la imputación del suceso típico y antijurídico a relación causal);
la "culpabilidad". La pauta con arreglo a la cual debe deter- b) si este resultado era objetivamente previsible y
minarse la imputabilidad, cambia, en esos grados de valor, evitable (apreciación con arreglo a los principios mencio-
a través de una especialización que a su vez se depura nados a propósito de la teoría de la adecuación, del "pronós-
gradualmente. tico objetivo posterior", incluyendo el especial conocimien-
a) En el ámbito de la acción, nos preguntamos qué pueden reali-
to del autor); y
zar los hombres en comparación con otros seres vivientes. Aquí, c) si sobre la base de un curso causal típicamente
pauta de la imputación es lo "humanamente posible". adecuado, se ha producido en el perjuicio, precisamente, ese
b) Dentro del tipo objetivo de lo injusto, nos preguntamos (en peligro que el autor ha creado mediante la trasgresión o un
forma estricta) qué está en condiciones de realizar alguien en el exceso del riesgo permitido.
rol social del autor (por ejemplo, como médico o automovilista) y La imputabilidad objetiva debe negarse especialmente
cuáles son las exigencias que el derecho pone al respecto. En este
cuando falta la producción del riesgo y si se dan consecuen-
caso, pauta de la imputación es lo que es "posible a alguien".
c) Por último, en el ámbito de la culpabilidad, la imputabilidad cias perjudiciales totalmente inusitadas y atípicas (s. 1, 332
depende de la facultad concreta e individual del autor particular con y 334, del TF); también debe negarse si se trata de sucesos
sus predisposiciones y capacidades personales. Aquí, sólo se trata de situados en tan considerable medida fuera de la experiencia
lo que es "posible a uno mismo", o sea, de lo que esa persona pudo de la vida que no seria sensato contar con ellos (s. 3, 62 y
realizar y de las lesiones de bienes jurídicos que pudo evitar. 64, del TF). Se aplicará el mismo criterio si el perjuicio se
Son muy instructivos al respecto Maihofer, Hom. a Eb. Schmidt, produce fuera del ámbito de protección de la norma.
ps. 173 y ss.; Arthur Kaufmann, Hom. a H. Mayer, ps. 113 y ss.;
Hruschka, Strukturen der Zurechnung (Estructuras de la imputa- Ver más datos al respecto en Bockelmann, § 13, A, V; Honig,
ción), 1976. Hom. a Frank, I, p. 174; Jescheck, § 28; Kahrs, Das Vermeidbarkeits-
prinzip und die conditio-sine-qua-non-Formel im Strafrecht (El prin-
2. La teoría de los presupuestos de la imputación cipio de la evitabilidad y la fórmula de la condición sine qua non 'en
objetiva deslinda la responsabilidad penal en los cursos el d. p.), 1968; Maurach, I, § 18, II, C, y III; Naucke, ZStW, 76, 424;
Otto, Hom. a Maurach, p. 91, y Grundkurs, § 6; Samson, Hypotheti-
causales anormales y en las consecuencias atípicas perjudi- sche Kausalverlaufe im Strafrecht, 1972; Schmidháuser, 8/47;
ciales en el ámbito del tipo objetivo de lo injusto. Procura S.-S.-Lenckner, ob. cit.,rí*3-71 y 88 y ss. antes del § 13; SK-Rudol-
determinar el límite en que la imputabilidad termina sobre phi, ob. cit., nos- 57 y ss. antes del § 1.
62 JOHANNES WESSELS DERECHO PENAL. PARTE GENERAL 63

La discusión sobre los principios indicados de la imputación caso, se tienen en cuenta el "conocimiento especiar del sobrino y la
objetiva, no ha terminado. Se discute sobre todo respecto de una consiguiente previsibilidad del suceso causal.
teoría según la cual el "principio del aumento del riesgo" es el crite-
Hasta ahora, la jurisprudencia ha deslindado, única-
rio decisivo de la imputación, o sea, hace depender la imputación
del resultado de si en el curso del daño se ha realizado un riesgo mente en casos aislados, la responsabilidad en el ámbito de
creado o aumentado por el autor. Al respecto, la controversia se lo injusto recurriendo a criterios de imputación objetiva (s.
refiere especialmente a este punto: cuáles son las pautas con arreglo 11, 1, del TF, a propósito del § 222; TF, NJW, 71, 152 = JR,
a las cuales debe comprobarse la existencia de ese riesgo aumentado. 71, 205, respecto del § 226: sobre este punto es instructivo
Más datos al respecto en Roxin (ZStW, 74, 411 (430), y Hom. a
Honig, p. 133); Schaffstein (Hom. a Honig, p. 169); Stratenwerth
Geilen, Hom. a Welzel, p. 655). En los delitos dolosos, la
(Hom. a Gallas, p. 227). Se expresan críticamente Samson (ob. cit., jurisprudencia traslada la solución de los problemas sobre
ps. 42 y 151) y Ulsenheimer (JZ, 69, 364). la imputación, casi siempre, al plano del dolo (error sobre
En cuanto al "fin de protección de la norma", ver Roxin, Hom. el curso causal: s. 7, 329, y 14,193, del TF; ver lo que se dice
a Gallas, p. 241; Rudolphi, JuS, 69, 549; Sax, JZ, 76, 9; Schünemann, en el § 7, IV, 3), pero recurre ampliamente a una aprecia-
JA, 75, 715.
ción de adecuación (Herzberg, ZStW, 85, 867, 875 y ss.,
Con los criterios mencionados sobre la imputación, se expresa al respecto en forma crítica).
también puede solucionarse en forma satisfactoria el caso de
quien en momentos en que se cierne una tormenta, invita 3. En el caso de que se trata, el peligro creado por
a otro a salir de su casa para que un rayo lo abata. En este M para la vida de N se ha materializado en el resultado
caso —que constituye un ejemplo conocido—, Baumann concreto final en los números 6, o, y 6, c (muerte por asfixia
(§ 17, II, 4, a) niega "excepcionalmente" la causalidad si el o como consecuencia de la infección de la herida):
resultado esperado se produce; pero este criterio no es com- La cuchillada inferida por M a N no hizo peligrar su vida; el
partible con la teoría de la condición sustentada por él. desenlace mortal se produjo cuando se presentaron complicaciones.
No obstante, quien lesiona a otro en el cuerpo, también responde,
Otros autores niegan el dolo homicida por "faltar la voluntad fundamentalmente, por los perjuicios ulteriores que las lesiones han
de realización" (Welzel, § 13, I, 2). Según la tesis sustenta- provocado e incluso por errores cometidos por terceros (en este
da aquí, debe afirmarse la existencia de la causalidad entre caso, falta de vigilancia al ser trasportado N al hospital), siempre
acción y resultado y negarse la imputabilidad objetiva del que se refieran al suceso causal anterior y no sean completamente
resultado (la muerte provocada por el rayo), porque su ajenos a lo que todavía debe tenerse en cuenta de acuerdo con el
habitual trascurso de los acontecimientos y la experiencia general. El
producción depende del efecto de las fuerzas naturales que
hecho de que una persona herida pierda la conciencia como conse-
no pueden dominarse ni calcularse (Otto [Hom. a Maurach, cuencia de la pérdida de sangre y en este estado (favorecido por la
ps. 99 y ss.] diferencia). ingestión de alcohol) vomite y se asfixie por aspirar lo producido por
La situación es la misma si el tío rico inducido por el sobrino, el vómito, no es improbable y, por consiguiente, es previsible (s. 24¿
heredero suyo, a emprender un viaje en avión, muere, como éste 214, del T F ) . Esto vale también para la infección de una herida
espera, por caerse el aparato (Jescheck, § 28, III, 2). En cambio, si producida por una puñalada (s. 70, 258, del TdR). La muerte de
se hubiera escondido en el avión, con conocimiento del sobrino, una N, provocada por estas circunstancias, debe imputarse objetivamente
bomba de tiempo, debería afirmarse la imputación objetiva, habien- a M como causante. Por tanto, en los casos 6, a, y 6, c, M debe res-
do determinado la caída del aparato por esa circunstancia: en este ponder por homicidio doloso consumado.
DERECHO PENAL. PARTE GENERAL 65
64 JOHANNES WESSELS

llamas; P sabía que V pernoctaba ocasionalmente en el granero y


Los casos 6, b, y 6, d, deben decidirse de otra manera; que ese día se había retirado temprano de la fiesta con una borrachera.
aquí, el resultado mortal ha sido producido por un trascurso Si P sabía que V se hallaba en el momento del hecho en el
completamente inusitado y atípico. En el resultado concre- granero o pensaba, por lo menos, que estaba allí, ¿lo ha matado
dolosamente?
to, no se ha producido el peligro creado por M al inferir la
cuchillada, sino un riesgo de otra naturaleza, que no tiene Caso 7b. C, un cazador furtivo, ha jurado vengarse del guarda-
bosque G y se ha ocultado frente a su pabellón para atacarlo por
ninguna relación con la acción de M. sorpresa. Allí, C mata de un tiro al huésped de caza H que se había
El peligro (que corresponde al riesgo general de la vida) de apalabrado con G, creyendo, al anochecer, que se trataba de G.
ser víctima de un accidente de tránsito o de una intoxicación al tomar ¿Qué consecuencia jurídica tiene el error de C?
fuego una habitación, no se crea ni aumenta en forma que pueda f
Caso 7c. ¿Se modificaría el juicio si C dispara sobre G y yerra
medirse, por haberse inferido una cuchillada. De acuerdo con el el blanco, pero la bala atraviesa la ventana del pabellón y hiere mor-
curso habitual de los hechos y la experiencia general, es improbable, talmente a H que estaba sentado en una mesa?
sin más, que una lesión como ésa tenga como consecuencia un resul-
tado de esa especie. Por consiguiente, la "muerte por accidente" de \ Caso 7d. ¿Cuál sería la situación si C hubiera disparado, a
N no debe imputarse como "su propia obra" a M que le ha inferido orilla del lago de montaña, sobre G y, creyendo que había muerto,
la cuchillada, sino al camionero. M sólo responde por homicidio ten- hubiera arrojado el presunto cadáver al lago, en tanto que la muerte
tado. El mismo criterio vale respecto de la intoxicación mortal, la de G se había producido por ahogamiento?
cual debe imputarse como "su propia obra" al causante del incendio
de la habitación. I. Las características del tipo subjetivo de lo injusto.
En los casos 6, b, y 6, d, la jurisprudencia admitiría una 1. En los delitos dolosos, el dolo de tipo determina la
"discordancia sustancial entre el curso causal representado dirección y el fin de la acción. Como núcleo de lo injusto
y el real"; consideraría esto, con arreglo al § 16, I, 1, en favor personal de la acción, forma la característica general del
de M, y de este modo, sobre la base del dolo de tipo, negan- tipo subjetivo de lo injusto y la base para la imputación
do la "imputación subjetiva" del resultado concreto, llega- subjetiva del resultado típico.
ría a la misma conclusión (ver el § 7, IV, 3). Sólo es punible la acción dolosa si la ley no amenaza con pena,
de manera expresa, la acción culposa (§ 15).
Mientras el proyecto de código penal de 1962 contiene,
§ 7 en los § 16 a 18, definiciones del dolo, intención, conoci-
EL TIPO SUBJETIVO DE LO INJUSTO. miento, culpa y ligereza, el nuevo código penal calla acerca
DOLO DE TIPO, ERROR DE TIPO de estos conceptos, para no imponer a la jurisprudencia las
E IMPUTACIÓN SUBJETIVA nociones actuales (ver más datos en Roxin, JuS, 73, 197).
El § 16 sólo se ocupa del reverso del dolo, del error sobre
circunstancias de hecho que pertenecen al tipo legal y de 'la
Caso 7a. Mientras los habitantes del pueblo están reunidos
con motivo de la fiesta patronal, P, un propietario, incendia su gra- admisión errónea de características típicas privilegiantes.
nero lleno de paja, para cobrar el imparte del seguro contra incendio Según la opinión dominante, el dolo es, como situación
y evitar que se siga diciendo de él que está arruinado financieramente psíquica, la voluntad de realizar un tipo penal conociendo
y que echa a perder su propiedad. V, un vagabundo, muere entre las
66 JOHANNES WESSELS DEHECHO PENAL. PARTE GENERAL 67

todas sus circunstancias objetivas de hecho (es instructiva En el caso 7a, P ha realizado simultáneamente con el incendio
(ver la s. 23, 60, del T F ) , el tipo objetivo de la estafa de seguros
aLrespecto la s. 19, 298, del TF). La fórmula abreviada (§ 265). Forma parte del tipo subjetivo, también realizado, del § 265,
corriente "conocimiento y voluntad de la realización del al lado del dolo de tipo, como característica independiente subjetiva
tipo" es, desde el punto de vista idiomático, menos precisa, del tipo, la "intención fraudulenta" de P, presupuesta en la ley (es
pero prácticamente sinónima. Para todas las perífrasis, es instructiva al respecto la s. 1, 209, del T F ) .
esencial que el dolo de tipo contenga un elemento voluntario
y un elemento cognoscitivo (Schmidháuser [7/36 y 10/28] II. Las formas de manifestación del dolo de tipo.
se pronuncia en contra de este concepto tradicional de dolo). En el plano de la voluntad, el dolo de tipo se exterioriza,
El momento decisivo para la existencia del dolo de tipo es la conforme a la voluntad del autor frente a la realización del
"comisión del hecho", a saber, la ejecución de la acción típica.
tipo, en las tres formas siguientes: la intención, el dolo
El conocimiento obtenido posteriormente (el llamado dolus
subsequens) no perjudica al autor que no tenía conocimiento o actua-
directo y el dolo eventual.
ba de buena fe en el momento del hecho. Por otro lado, no está exi- 1. La intención (como forma más intensa del dolo
mido de responsabilidad el autor que abandona su voluntad de reali- directo) ^e da cuando al autor le interesa producir el resul-
zación entre la terminación del hecho y la producción del resultado. tado típico o realizar la circunstancia para la cual la ley
Así, por ejemplo, una injuria dolosa consumada no desaparece por presupone una acción intencional (s. 16,1; 18, 246, y 21, 283,
haberse esforzado en vano el autor, después de haber despachado la
del TF). Por intención se entiende la voluntad dirigida al
carta injuriosa, en impedir que fuera entregada al destinatario (es
instructiva al respecto la s. 57, 193, del TdR). resultado; esta voluntad puede ser, al mismo tiempo, motivo
La significación de un cambio de dolo durante la ejecución del de la acción, pero no se identifica ineludiblemente con él.
hecho, no puede determinarse en general, sino tan sólo en cada caso En consecuencia, debe distinguirse conceptualmente entre
(más datos en Hillenkamp, Die Bedeutung von Vorsatzkonkretisie- la representación del fin del autor y el motivo de su acción
rungen bei abweichendem Tatverlauf (La significación de concre- (se expresan correctamente Jescheck, § 29, III, 1, a; Oehler,
ciones de dolo en caso de divergencias en el curso del hecho, 1971,
NJW, 66, 1633; no así, Baumann, § 26, III, 2, a).
ps. 5 y ss.; s. 14, 315, del TdR, y 22, 351, del T F ) .
En el caso 7a, la "intención" de P estaba dirigida a pegar fuego
2. Con frecuencia, se asocian al dolo, según las dis- al granero y a cobrar la suma asegurada. Éste fue el "fin", y no el
tintas disposiciones penales, características subjetivas espe- "motivo" de su acción. El motivo consistió en el deseo de P de salvar
ciales del tipo que, como la intención de apoderamiento del su honor pretendidamente ofendido y evitar que se dijera de él
ladrón o la intención de enriquecimiento del estafador, que estaba arruinado financieramente.
No es necesario que el resultado deseado sea el "fin último"
caracterizan el disvalor típico de la conducta y codetermi- del autor; basta que quiera alcanzar el resultado como "objetivo
nan, de esta manera, lo injusto de la acción. Según la paralelo" que lo ayude a lograr el "objetivo remoto". En el caso 7a,
opinión general, los elementos subjetivos de lo injusto de P no sólo ha tenido la intención de cobrar la suma asegurada (fin
esta especie son parte integrante del tipo subjetivo de lo último), sino también la de incendiar el granero (fin intermedió),
injusto; como elementos provistos de carácter propio, se porque únicamente de esta manera podía alcanzar el resultado final
sitúan en forma independiente al lado del dolo de tipo (más pretendido.
datos en Jescheck, § 30, y Maurach, § 22, V). Si al autor le interesa la producción del resultado, es
68 JOHANNES WESSELS
DERECHO PENAL. PARTE GENERAL 69

indiferente que se represente la realización del tipo como que entonces P consideró la muerte de V como la consecuencia segu-
segura o solamente como posible (es incorrecta la s. 16, 5, ra del incendio.
del TF). Según dice acertadamente la s. 21, 284, del TF,
un resultado que en el momento de actuar le interesa al 3. Hay dolo eventual (dolus eventualis) cuando el
autor, es siempre objeto de la "intención", no importando autor considera seriamente como posible que su conducta
que "considere la realización como segura o tan sólo como ha de producir la realización del tipo legal y se conforma
posible o que la desee o la deplore internamente". En caso con esta posibilidad.
de que la producción del resultado sea incierta, sólo es nece- Al "dolus eventualis" también se lo llama "dolo condicionado".
sario que el autor cuente, en general, con una posibilidad Esta expresión no es feliz, porque cada dolo de tipo presupone una
de influir sobre el suceso real (Welzel, § 13, I, 2). voluntad incondicionada de actuar. No es todavía dolo una "voluntad
condicionada" como manifestación de indecisión interna (s. 65, 148;
La intención como forma del dolo no se identifica con las 68, 341, y 70, 203, del TdR). En cambio, debe afirmarse la exis-
"intenciones especiales" mencionadas en algunas disposiciones pena- tencia del dolo cuando el autor está firmemente decidido a cometer
les (por ejemplo, la intención de apoderamiento en el § 242 o la el hecho, pero hace depender su ejecución de la producción de cir-
intención de enriquecimiento en los § 253, 259 y 263). Éstas son cunstancias determinadas (como ocurre si A quiere matar a su rival
características subjetivas del tipo con carácter propio, pudiéndose R, en caso de que invite a bailar a su novia); s. 75, 25, del TdR; s.
aplicar a ellas, respecto de la representación del fin, la forma del 5,152, y 21,17, del TF; Less, GA, 1956, 33; W. Schmid, ZStW, 74, 51.
dolo. Así, es preciso que la "intención" mencionada en el § 242, sólo
se refiera al "apoderamiento" de la cosa ajena; en cambio, en lo que Constituye un problema en extremo discutido estable-
respecta a la antijuridicidad objetiva del apoderamiento pretendido, cer en qué forma el dolo eventual se diferencia de la culpa
basta el simple dolo (dolus directus o dolus eventualis): s. 49, 142, consciente. En ambos casos, el autor se representa como
y 55, 261, del TdR. posible la producción del resultado; la diferencia reside en
La ley no emplea en forma unitaria la expresión "intención" o que en el dolo eventual toma a su cargo el resultado y se
la preposición sinónima "para", de modo que el significado enten- conforma con el riesgo que la realización del tipo representa,
dido se averiguará en cada caso recurriendo a la interpretación (s.
24, 369, y 72, 387, del TdR; s. 9, 144, y 13, 219, del TF; Jescheck, en tanto que en la conducta conscientemente culposa
§ 29, III, 1; L.-K. Schroeder, ob. cit., § 59, n<? 89). (contraria al deber) confía en la no producción del
resultado.
2. Debe afirmarse la existencia del dolo directo Para la teoría de la probabilidad es decisivo establecer si el
(dolus directus) si el autor sabe o prevé como seguro que su autor ha considerado como "probable" la producción de la realiza-
acción conduce a la realización del tipo legal. Quien, a pesar ción del tipo. En este sentido, "probable" significa más que "posible"
de este conocimiento o previsión, actúa voluntariamente, da y menos que "predominantemente probable" (H. Mayer, § 27, IV, 2).
cabida en su voluntad de realización a todo lo que se repre- La teoría del consentimiento (dominante sobre todo en la juris-
prudencia) exige que el autor haya "aprobado" o haya "tomado a su
senta como consecuencia necesaria y segura de su conducta, cargo con su aprobación" el resultado considerado como posible (s.
aunque uno u otro efecto de su acción pueda no ser deseado 33, 5; 72, 36, y 76, 116, del TdR; s. 7, 363, del TF, con nota de
por él (s. 5, 317, del TdR, y s. 21, 284 y ss, del TF). Engisch en NJW, 55, 1688; s. 21, 283, del T F ) . Con arreglo a la s.
7, 363, del TF, debe afirmarse la existencia de la aprobación "en
En el caso 7a, hay que afirmar la existencia del dolo directo de
homicidio, si P, al incendiar el granero, sabía que V estaba allí, por- sentido jurídico" aunque el resultado haya sido para el autor en
extremo contrario a sus deseos, pero se conformó con su producción

1 - Weesels.
70 ' JOHANNES WESSELS DERECHO PENAL. PARTE GENERAL 71

en vista del fin que perseguía (trata este tema a fondo Roxin, JuS, alternativo cuando el autor quiere una acción determinada,
64, 53, y Grundlagenprobleme, p. 209).
mas no sabe con certeza si con esa acción, entre dos tipos
Según la opinión correcta que se sustenta ahora en o resultados que se excluyen mutuamente, realizará uno
forma predominante, hay dolo eventual si el autor no ha u otro, pero toma a su cargo, por lo menos, ambas
desistido de la ejecución del hecho por la posibilidad cerca- posibilidades.
na de la producción del resultado y su conducta justifica se Ejemplo: A se apodera de una bicicleta que está desde días
arguya que se ha conformado con el riesgo de la realización atrás frente a una casa de varios pisos. Le es indiferente quebrantar
del tipo para conseguir el fin propuesto; de esta manera, la custodia de una persona que habita en la casa (§ 242) o que la
estaba dispuesto a aceptar el resultado y a no abandonar bicicleta haya sido sustraída en otro lugar y haya sido abandonada
la ejecución de la acción. En cambio, hay que admitir la allí y carezca, por consiguiente, de custodia (§ 246).
Otro ejemplo: P, propietario de una chacra, camina despreocu-
existencia (únicamente) de la culpa consciente si el autor
padamente, junto con una jauría, por el campo de trigo del campe-
ha confiado en que "todo andaría bien" y que logrará evitar sino C Desde lejos, éste abre fuego contra P para matarlo (§ 212)
la producción inminente del resultado. o para matar, por lo menos, a uno de los perros (§ 303).
Ver más datos en Engisch, Untersuchungen über Vorsatz und El dolo del hecho cubre aquí, en cada caso, ambas
Fahrlássigkeit (Investigaciones sobre dolo y culpa), reimpresión,
posibilidades, aunque una sola de ellas ha de realizarse. Se
1864; Honig, GA, 1973, 257; Jescheck, § 29, III, 3; Armin Kaufmann,
ZStW, 70, 64; Maurach, I, § 22, III, B, 2, b; Philipps, ZStW, 85, 27; discute acerca de la forma en que deben solucionarse casos
Schmidháuser, GA, 1957, 305, y 1958, 161; Stratenwerth, ZStW, 71, de esta especie: en contra de la propuesta de castigar todos
51; E. A. Wolff, Hom. a Gallas, p. 197. los tipos delictivos (unidad de hechos entre delito consuma-
El dolo eventual basta cuando la ley no presupone una do y tentado o entre la tentativa de ambos delitos: ver
acción "contra la propia convicción" (§ 145d, 164, 187 y 278) Jescheck [§ 29, III, 4], S.-S.-Cramer [ob. cit, § 15, n° 81]
o una acción "consciente" (§ 134, 145 y 258) (ver Góhler, y Welzel [§ 13, I, 2, d], se dice que el autor no se ha repre-
NJW, 74, 826). sentado en forma acumulativa los resultados correspondien-
En el caso 7a, el dolo homicida en la forma de "dolo eventual" tes. Es preferible la solución siguiente:
no puede fundamentarse invocando tan sólo la circunstancia de que Si se produce uno de los dos resultados, se castigará al autor
P había "considerado como posible" la presencia de V en el granero: sobre la base del delito realizado objetivamente. De esta manera,
el hecho de hacerse cargo del resultado no puede deducirse del sim- también está satisfecha la punibilidad a título de tentativa del otro
ple "considerar como posible" (en este sentido también se pronuncia delito, siempre que se trate de tipos de gravedad aproximadamente
ahora Cramer, S.-S., ob. cit., § 15, n 9 72). Si P hubiera confiado en igual (primer ejemplo). Debe admitirse la unidad de hechos entre
que V no estaba en el granero (por ejemplo, porque V no acostum- el delito consumado y el otro delito tentado solamente si este último
braba nunca faltar a la fiesta patronal ni irse antes de que hubiera es esencialmente más grave en cuanto a contenido de injusto y cul-
terminado), sólo se tendría en cuenta la culpa consciente (§ 222). pabilidad que el hecho consumado (segundo ejemplo: al matar a,un
perro, B deberá castigarse por consumación del § 303 y por tentativa
4. Es posible concebir la intención, el dolo directo y d e l § 212).
el dolo eventual incluso como "dolo alternativo" —forma fin Si ningún delito llega a la consumación, se castigará por tenta-
que se presentan ocasionalmente—. Existe un caso de dolo tiva únicamente sobre la base del delito más grave (ver L.-K.-
72 JOHANNES WESSELS DERECHO PENAL. PARTE GENERAL 73

Schroeder, ob. cit., § 59, n? 120, en que en todos los casos sólo se
hace referencia al dolo del delito más grave).
objetivas de punibilidad (ver lo que se ha dicho en el § 5,
IV, 1). Ocurre lo mismo respecto de la antijuridicidad del
III. El elemento intelectivo del dolo de tipo. hecho, porque la prohibición legal de una acción no es de
por sí una "circunstancia de hecho" en el sentido del § 16,
1. En el ámbito intelectivo, la acción dolosa presupo- I, 1; "no pertenece al contenido del tipo legal, sino que lo
ne que el autor haya conocido, al cometer el hecho, todas tiene a éste como contenido" (así dice la s. 19, 298, del TF).
las circunstancias fundamentadoras y agravantes de la pena Según la "teoría de la culpabilidad", adoptada por el TF y
referentes al tipo penal realizado objetivamente. Su repre- admitida en el § 17, la "conciencia de la antijuridicidad"
sentación debe abarcar el hecho concreto en sus rasgos fun- (conciencia de lo injusto) no es elemento del dolo, sino ele-
damentales, las peculiaridades típicamente relevantes de la mento de la "culpabilidad"; si falta, no se discutirá acerca
ejecución, la producción del resultado típico, el curso causal de la "constitución" del dolo, sino tan sólo acerca de la
en sus perfiles esenciales, así como todas las demás caracte- reprochabilidad del dolo (s. 19, 298, y 2, 194 y ss., del TF;
rísticas del tipo objetivo de lo injusto (s. 70, 258, del TdR). más datos en el § 10, V y VI).
Es suficiente que el autor determine el objeto del hecho en
forma genérica, por ejemplo, que le sea indiferente cuál es 2. Conocimiento del dolo significa conocimiento de la
la persona que mata en una multitud al disparar al azar, circunstancia del hecho y de su significación. Para el dolo
cuál es la cosa que encuentra o quién era el propietario de de tipo no se exige que el autor subsuma bajo la ley, con
la cosa (más datos en Hillenkamp, Die Bedeutung von exactitud jurídica, la situación que conoce; de lo contrario,
Vorsatzkonkretisierungen bei abweichendem Tatverlauf sólo podrían actuar dolosamente los juristas. Si se tratara de
cit., 1971, p. 88; L.-K.-Schroeder, ob. cit., § 59, n° 16; ver características descriptivas (por ejemplo, "cosa", "dañar",
también las s. 21, 382, y 22, 351, del TF). "destruir" en el § 303), debe ser comprendido su contenido
Cuando existen causas de agravación de especie no típica, por natural de sentido.
ejemplo, en los grupos indicados en el § 243, I, se aplicará analógica- Si A desinfla los neumáticos del automóvil de B, sería erróneo
mente el § 16, I, en favor del autor. (Más datos en L.-K.-Schroe- no poner en tela de juicio el dolo porque, al faltar la "lesión de la sus-
der, ob. cit., § 59, n08- 74 y ss.; S.-S.-Cramer, ob. cit., § 15, n9 31; tancia", no se produce un "daño" a los fines del § 303. Este "error
Wessels, Hom. a Maurach, ps. 295 y 300). de subsuncióri" no es un error de tipo en el sentido del § 16, I, 1,
Para el dolo, un conocimiento simplemente "potencial" no bas- dado que A ha reconocido correctamente haber perjudicado la utili-
ta. Por otro lado, no se requiere un "pensar en ellos" —en el sentido dad, acorde con su finalidad, del automóvil (s. 13, 207). También
de una conciencia plenamente reflexionada— que acompañe en forma
carece de importancia, a los fines del § 16, I, 1, la representación de
permanente la acción. Puede existir el conocimiento del dolo como
"no hacerse punible", puesto que no tiene interés, en el derecho
conocimiento actual de las circunstancias de hecho incluso en la for-
penal, en general, el conocimiento de la "punibilidad" como tal (ver
ma de "co-conciencia" y de "conocimiento paralelo" siempre disponi-
Backmann, JuS, 73, 299). '
ble. Más datos en Platzgummer, Die Bewusstseinsform des Vorsatzes
('La forma de conciencia del dolo), 1964; Schmidháuser, Hom. a Un "error de subsunción" puede tener significación jurídica
H. Mayer, ps. 317 y 322 y ss.; Stratenwerth, I, n06- 148 y 276. fuera del ámbito del dolo cuando impide al autor de comprender
que actúa ilícitamente (error de prohibición en el sentido del § 17;
No es necesario que el dolo se extienda a las condiciones ver las s. 7, 17; 9, 341; 13, 135, y 15, 332, del T F ) .
74 JOHANNES WESSELS DERECHO PENAL. PARTE GENERAL 75

Si existen características normativas (por ejemplo, comisión culposa, permanece inalterada; únicamente en este aspecto
"ajeno" y "apoderarse" en el § 246), no basta el simple desempeñan un papel la evitabilidad y la reprochabilidad del error.
conocimiento de los hechos que corresponden al concepto: 1. El error sobre el objeto de la acción (error in objecto
el autor debe haber concebido exactamente el sentido vel persona) excluye el dolo del autor, según el § 16, I, 1,
jurídico-social de la circunstancia de hecho "a la manera de solamente si falta equivalencia típica entre el objeto repre-
un profano" ("valuación parálela del autor en la esfera del sentado y el objeto efectivamente atacado.
profano": s. 3, 254; 4, 352, y 8, 323, del TF; Trib. Supremo Es el caso, por ejemplo, de A que quiere matar al perro de su
de Baviera, NJW, 65, 1492). vecino V, pero le da muerte a su hijo que mientras jugaba había
Para reconocer el "carácter de ajeno" de una cosa (§ 242 y entrado en la casilla del perro; en el crepúsculo, creyó que de éste
246), es suficiente la conciencia de que ésta "pertenece" a un tercero; se trataba. Según el § 16, I, 1, resulta excluido el castigo de A a
no es preciso que el autor tenga conocimiento de los distintos hechos título de homicidio doloso (§ 212), porque los objetos "cosa" (§ 303)
de los que se infiere la propiedad ajena. y "persona" (§ 212) no son típicamente equivalentes. A sólo es respon-
sable de homicidio culposo (§ 222) en unidad de hechos con daño
En cambio, faltaría el dolo del hurto ( § 2 4 2 ) si el vendedor
de cosa tentado (§ 303 y 22).
V negara el cumplimiento de un contrato de compraventa y el com-
prador C se apropiara arbitrariamente de la cosa, creyendo errónea- En cambio, si ambos objetos son típicamente equivalen-
mente que la conclusión del contrato obligatorio ya lo había conver- tes, la confusión de los objetos carece de importancia para
tido en propietario. Aquí, C conoce, por cierto, todos los hechos la punibilidad de quien yerra, porque se trata de un error
que dan lugar a que V siga siendo propietario (ver los § 433 y 929
del Código Civil). No obstante, por valuación incorrecta "a la
irrelevante sobre el motivo (s. 11, 268); sobre el famoso caso
manera de un profano", le falta el conocimiento indispensable de la "Rose-Rosahí", es muy instructivo Bemmann (MDR, 58,
circunstancia de hecho, puesto que considera que el objeto del hecho 817). La insignificancia del error sobre el motivo para el
es "propio" y no "ajeno". dolo de tipo depende de la circunstancia de que una acción
dolosa debe ser afirmada si lo que ha sucedido objetivamen-
IV. El error de tipo y su deslinde. te concuerda, en sus rasgos esenciales, con lo que debía
Si el autor no conoce, al cometer el hecho, una circuns- suceder, según la representación del autor, en el momento
tancia que pertenece al tipo legal, no actúa dolosamente de la ejecución del hecho.
(§ 16, I, 1). El error de tipo excluye el dolo, sin tenerse En el caso 7b, C ha matado dolosamente a H, porque el suceso
externo concuerda completamente, en el momento decisivo, con la
en cuenta si era evitable o inevitable o si ha surgido por
representación de C: el resultado mortal querido se ha producido en
una simple "falta de conocimiento" o por una falsa repre- "la" persona atacada por C. Éste ha matado a "la" persona contra la
sentación concreta fundada en hechos o jurídica. cual apuntó y tiró con voluntad homicida; aquí el objeto de ataque
Lo que sólo decide es que a quien actúa con error de tipo no lo y de lesión son idénticos. La circunstancia de que C haya confundido
alcance la 'Junción de llamada y advertencia" del tipo. El autor / con G, sólo fue el "motivo" para ejecutar la acción dolosa de homi-
"no sabe lo que hace", porque no comprende, como consecuencia de cidio sobre un objeto "falso".
su error, el verdadero sentido del suceso desde el punto de vista Respecto de las consecuencias jurídicas de la confusión de
jurídico-social. objetos en caso de autoría mediata e instigación, ver lo que se dice
Con arreglo al § 16, I, 2, la punibilidad del que yerra por en el § 13, III, 3, y en el § 13, IV, 2 y 4.
76 JOHANNES WESSELS DERECHO PENAL. PARTE GENERAL 77

2. Del error sobre el objeto de la acción debe distin- bienes jurídicos eminentemente personales (vida, salud,
guirse el error en la ejecución (aberratio ictus). Los objetos libertad, etc.).
del ataque y de la lesión no son idénticos, sino diferentes: en No indica nada el que no sea necesario que el dolo sea "indivi-
la aberratio ictus, el resultado de la lesión se produce en un dualizado" y que en los § 212 y 211 pueda bastar un dolo homicida
objeto que no es el que constituye el objetivo verdadero del "general" (ver lo que se ha dicho en el n° III, 1), si el autor —como
sucede en este caso— ha hecho una "individualización del objeto" y
ataque. Aquí no se produce la lesión que el autor ha querido
ha tenido una voluntad homicida "especial". (Ver más datos en
(en el objetivo), en tanto que el resultado de la lesión que Backmann, JuS, 71, 113; Bemmann, MDR, 58, 817; Herzberg, ZStW,
efectivamente se ha producido (en el objeto alcanzado por 85, 867; L. K.-Schroeder, ob. cit., § 59, n<? 21; Maurach, I, § 23,
equivocación) no ha sido querido. Según la opinión domi- III, 2, a ) .
nante, en este caso, tanto si se tratara de equivalencia o no Si se trata de ,tipos penales que protegen exclusiva o preferen-
equivalencia de ambos objetos, frente al hecho propuesto, temente bienes jurídicos patrimoniales, Willenkamp (ob. cit., ps. 108
sólo se tiene en cuenta la tentativa y respecto de la lesión y 116 y ss.) sólo atribuye a una "individualización del objeto" en la
representación del autor una "significación referente al motivo" y con
no querida y equivocada del otro objeto, únicamente un esta fundamentación (dudosa), considera como carente de sentido
hecho culposo. una aberratio ictus en el ámbito patrimonial (la llamada "teoría de
La situación es distinta si el autor ha considerado como posi- la equivalencia material").
ble que su ataque errara y se ha conformado con una lesión eventual
del otro objeto, o sea, si ha actuado con "dolus eventualis" (tentativa 3. Al tipo objetivo de lo injusto, como punto de refe-
en el "objetivo" y hecho doloso consumado en el otro objetivo); ver rencia del dolo, también pertenece la relación causal entre
la s. 2, 385, del TdR, y Jescheck, § 29, V, 6, c. acción y resultado. En consecuencia, el dolo de tipo también
En el caso 7c, no se desprende en absoluto la existencia de un debe abarcar el curso causal en sus perfiles esenciales (s. 7,
"dolus eventualis" de C con respecto a H. Por consiguiente, se casti- 239; 14, 193, y 23, 135; en otra forma se expresa L.-K.-
gará a C por homicidio tentado de G (§ 212, 211 y 22) en unidad de
hechos con homicidio culposo de H (§ 222), con tal que su lesión
Schroeder, ob. cit., § 59, n° 26). Pero, dado que todos los
hubiera podido preverse y pueda reprocharse culpa a C (lo cual nece- pormenores del suceso nunca pueden preverse con exacti-
sita una investigación exacta en el caso concreto). tud, las divergencias frente al curso representado no exclu-
Debe rechazarse la opinión contraria que, en razón de yen, sin más, el dolo. Aquí se plantea más bien el problema
la equivalencia típica de ambos objetos, admite homicidio de cuándo un error sobre el curso causal es tan esencial
doloso consumado de H por C, porque éste quiso matar a como para que el dolo desaparezca (§ 16, I, 1). Según la
"otro" (a G) y también causó la muerte de "otro" (de H) opinión dominante, las divergencias entre el curso causal
(Frank, § 59, III, 2, c; Loewenheim, JuS, 66, 310; Noli, representado y el real no son esenciales y carecen de signi-
ZStW, 77, 5; Welzel, § 13, I, 3, d). Esta opinión atribuye al ficación para el dolo de tipo, si se mantienen todavía dentro
autor un dolo homicida "general", cuando, en realidad, pen- de los límites de lo previsible según la experiencia general y
saba en un objeto de ataque completamente determinado y no justifican otra valoración del hecho. Ver las s. 67, 258, y
había efectuado una "individualización del objeto" que no 70, 258, del TdR; 7, 329; 14, 193, y 23, 135, del TF; TF en
debe ser desatendida, por lo menos en el ámbito de los GA, 1955, 123; Baumann, § 26, II, 4, b; Jescheck, § 29, V,
78 JOHANNES WESSELS DERECHO PENAL. PARTE GENERAL 79

6, b; Maurach, I, § 23, III, 1; S.-S.-Cramer, ob. cit, mente el peligro que la acción ha originado. En efecto, quien arroja
§ 15, n° 55. a un niño, para matarlo, a un río atravesado por un puente provisto
de pilares y surcado por veleros, no crea solamente el peligro que el
Antes de que se presente este problema sobre el error, hay que
niño muera ahogado, sino también el que se estrelle contra los pilares.
examinar, en el marco del tipo objetivo de lo injusto, si con arreglo También debe afirmarse la imputabilidad subjetiva del resultado
a los principios de la teoría de la relevancia, no debe negarse la mortal: al respecto es decisiva la circunstancia de que el dolo del
imputación objetiva del resultado, si su producción se funda en un autor estaba dirigido a la muerte del niño "al arrojarlo desde el puen-
curso causal completamente anormal y atípico (ver lo que se te (o sea, no exclusivamente mediante "ahogamiento" en la forma
ha dicho en el § 6, II, 2 ) . Si falta la imputabilidad objetiva del de un "conservar sumergido") y que este objetivo fue logrado direc-
resultado, ya desaparece el tipo objetivo del delito, de suerte que tamente ejecutando la misma acción. Estando tan estrechamente
el § 16, I, 1, no interesa más. Sólo después de afirmar la imputabi- unidos la ejecución del hecho y el resultado propuesto, no correspon-
lidad objetiva del resultado, corresponde examinar el problema del de considerar como "esencial" la divergencia entre la representación
dolo (Jescheck, § 29, V, 6, b; Maurach, 1, § 23, III, 1). del autor y el curso real del suceso y negar la imputación subjetiva
La jurisprudencia traslada el examen del curso causal anormal, del resultado mortal.
generalmente, al ámbito del dolo, pero, cuando se trata de la imputa-
ción subjetiva, recurre a los criterios de la adecuación y, por consi-
Se da un caso especial de error sobre el curso causal
guiente, a los de la imputabilidad objetiva (experiencia general, cuando un suceso se lleva a cabo en dos actos y el autor
previsibilidad general, realización sin riesgo en sucesos atípicos: la juzga equivocadamente el curso de la acción al creer haber
s. 23, 135, del TF se pronuncia en este sentido en forma muy clara). logrado el resultado querido mediante el primer acto
La divergencia en el curso causal no es esencial, por (matando C a G en el caso 7d), en tanto que el resultado
ejemplo, si la víctima ha de estar matada con hachazos, pero sólo se ha producido con el segundo acto realizado para
no se produce la destrucción del cráneo y la muerte se verifi- ocultar el hecho (arrojando al lago a G, creyendo que había
ca como consecuencia de una infección de las heridas (s. 70, muerto).
258, del TdR). La situación sería la misma si un niño Según la teoría del dolus generalis, ambos actos constituyen un
arrojado al río desde un puente no muere ahogado, en contra suceso unitario, en cuya segunda parte existe todavía el dolo homici-
de la representación del autor, sino que muere por haberse da (Welzel, § 13,1, 3, d). Desde este punto de vista, se da un hecho
doloso consumado.
estrellado contra el pilar del puente o contra la proa de un
Conforme a la opinión contraria, en los dos actos del suceso
velero que estaba navegando bajo el puente. (Ver más datos existen dos acciones independientes con dolos diferentes. Estima
en L.-K.-Schroeder, ob. cit., § 59, n08- 26-31). que al realizarse la segunda acción el dolo homicida se ha borrado
Herzberg (ZStW, 85, 867), apartándose de la opinión domi- y de esta manera llega al resultado que se dan un homicidio tentado
nante, deslinda el dolo recurriendo al estrecho margen de la "co- y un homicidio culposo en pluralidad de hechos (Maurach, I, § 23,
conciencia" y, por consiguiente, niega, en el caso del puente, la III, 2, b; Maiwald, ZStW, 78, 30 y ss. y 54).
imputación subjetiva del resultado no previsto en su forma concreta
Ambas interpretaciones no son satisfactorias, puesto
y sólo castiga por tentativa de homicidio, y no por homicidio doloso
consumado, "si el autor estaba convencido de que entre él y la vícti- que no es viable afirmar una "continuación" del dolo
ma no había otra cosa que agua" (rev. cit., p. 888). Este criterio homicida ni es posible unirlo a la segunda acción. Más bien
no puede aprobarse: no existen dudas respecto de la imputabilidad el yunto de contacto lo forma la "primera acción" cometida
objetiva, porque en el resultado concreto se ha verificado precisa- con dolo homicida. La "segunda acción", provocada por
80 JOHANNES, WESSELS
DERECHO PENAL. PARTE GENERAL 81

¿Cómo debe juzgarse la conducta de esas personas respecto de


ella, sólo da lugar, con sus consecuencias ulteriores, a una
su licitud o antijuridicidad?
divergencia irrelevante del curso causal representado. Sin
la "segunda acción", realizada con intención de ocultación, I. Relación entre tipo y antijuridicidad.
G se habría desangrado; la circunstancia de que C se convir-
tió inconscientemente, en el segundo acto del suceso, en C ha usado el bolso y el paraguas de M sin estar autorizada.
Hay hurto de uso carente de tipo (y, por tanto, impune), dado que
instrumento de la consumación del hecho, no requiere C quiso utilizar sólo en forma transitoria ambos objetos y contaba
ninguna otra valoración jurídica a su favor (se expresan seriamente, en el momento de usarlos, en devolverlos a M.
correctamente al respecto Jescheck, § 29, V, 6, d, y S.-S.- El perjuicio ocasionado al paraguas, al ser empleado como ar-
Cramer, ob. cit, § 15, n° 57). Dado que tampoco es nece- ma de defensa, realiza, objetiva y subjetivamente, el tipo del § 303;
sario que el dolo continúe en el momento de la producción la forma del dolo es, por lo menos, la del dolus eventualis.
El hecho de haber matado al zorro no recae bajo el § 303, dado
del resultado (s. 57, 194), en el caso d C se ha hecho culpa-
que ese animal no era una cosa "ajena", sino "sin dueño". Los ani-
ble de homicidio doloso consumado contra G. males salvajes no son propiedad de nadie, siempre que estén en
libertad (fuera de los jardines zoológicos) (§ 960, I, del Código
Civil). Con arreglo al § 2, I, n"? 1, de la ley federal sobre la caza, el
§ 8 zorro puede ser matado y de él puede apropiarse quien está autori-
zado para ejercer el derecho de caza en el coto correspondiente
LA ANTIJURIDICIDAD. TIPO DE LO INJUSTO (§ 1 y ss. de la ley mencionada). Por consiguiente, C es responsable
Y TIPO PERMISIVO. ESTADO DE NECESIDAD de caza furtiva en el sentido del § 292, I, P alternativa, porque mató
JUSTIFICANTE Y LEGÍTIMA DEFENSA al zorro dolosamente; el concepto de "matar" también incluye el
hecho de dar muerte, sin intención de apoderamiento y sin ser
cazador profesional, a animales que pueden cazarse.
Caso 8: C, que trabaja como cocinera en la clínica veterinaria Es incierto si en la situación concreta C ha actuado en forma
de M, tiene una cita con un paciente de un hospital, P. Para pre- antijurídica.
sentarse mejor, utiliza el bolso y el paraguas de M que se encuentra
en un congreso. Mientras iba al lugar de la cita, al atravesar un
1. Una acción es antijurídica si realiza un tipo de lo
matorral, es atacada por un zorro presuntamente rabioso. No encon- injusto y no está cubierta por una causa de justificación.
trando una alternativa más apropiada, mata al zorro con el paraguas El tipo propiamente dicho no está en condiciones, por sí solo,
que se hace pedazos. de establecer en forma terminante las características de lo injusto
Mientras tanto, también P sufre un infortunio. Para salvar la material. En consecuencia, la conducta típica debe ser medida,
vida de H que acababa de ingresar a la clínica con graves heridas, el dentro de una especial graduación de valores, frente al ordenamiento
médico asistente A y su ayudante B, antes de procurarse sangre para jurídico total y estar sometida a un control adicional. Sólo en la
una trasfusión, extraen a P, que se opone enérgicamente, la cantidad graduación de valores de la "antijuridicidad" se decide definitiva-
de sangre necesaria para una primera trasfusión. A pesar de la adver- mente si el hecho es "conforme a derecho" o "antijurídico". '
tencia de que, sin esa intervención, H habría muerto y que no se La justificación de una acción típica se deduce, en el
disponía de otro donador que tuviera el mismo grupo sanguíneo
caso concreto, de la colisión entre la norma prohibitiva o pre-
—muy difícil de encontrar—, P, sano y robusto, pega, para defender-
se, un golpe en la cara de B y le rompe el labio. cepto en que se basa el tipo de lo injusto y una norma
82 JOHANNES WESSELS D E R E C H O PENAL. P A U T E GENERAL 83

permisiva. Frente a los tipos de lo injusto se hallan los correctamente sobre la base del tipo permisivo. Subjetiva-
llamados tipos permisivos que consienten, con carácter de mente, corresponde a la legítima defensa la "voluntad de
excepción, una conducta lesionadora de bienes jurídicos defensa" (s. 54, 196, del TdR y 5, 247, del TF), al estado de
(S.-S.-Lenckner, ob. cit, n? 4 antes del § 32). Los principios necesidad justificante la "voluntad salvadora" (s. 62, 138,
permisivos, revestidos de causas de justificación, impiden, del TdR y 2, 114, del TF), al consentimiento que justifica la
si intervienen, que la prohibición general se concrete en un acción que se realiza "con conocimiento de la renuncia a un
deber jurídico; la conducta justificada sigue siendo "típica", bien jurídico" (Maurach, I, § 28, I, 3), al derecho de
pero no contiene una lesión del deber jurídico. corrección la "voluntad de educar" (s. 67, 327, del TdR;
Si la acción lesionadora del bien jurídico está amparada por Trib. Sup. de Hamm, NJW, 56, 1690), etc.
una norma permisiva, el tipo de lo injusto pierde el valor declarativo Si el autor realiza el tipo legal sin haber reconocido que
que le cabe para el caso normal (Maurach, I, § 25, I I ) . El ordena- existía objetivamente una situación justificante, su conducta
miento jurídico aprueba la conducta justificada a fin de alcanzar
es "antijurídica", porque tan sólo la congruencia plena de los
otros objetivos valiosos.
presupuestos justificantes objetivos y subjetivos da lugar a la
Las causas de justificación pueden derivar del derecho exclusión de lo injusto. Por lo común, se castiga aquí por
legal (escrito, a saber: del derecho penal, civil, procesal y hecho antijurídico consumado (s. 62, 138, del TdR; y 2, 114;
de otros derechos públicos) o del derecho consuetudinario; 3, 198, y 11, 257, del TF; Maurach, I, § 25, V, C, 1), en tanto
por tanto, no es indefectiblemente necesario que sean regu- que la opinión contraria admite únicamente la tentativa
ladas de manera expresa en la ley. (Rudolphi, Hom. a Maurach, p. 58; S.-K.-Samson, ob. cit.,
Dado que el ordenamiento jurídico total sólo conoce un con- n° 24 antes del § 32). Lo correcto sería aplicar correspon-
cepto unitario de antijuridicidad, las causas de justificación se deben
dientemente a este caso las reglas sobre la tentativa. La
obtener de las representaciones de valor del derecho positivo y
superpositivo. En este sentido, rige el principio de la unidad del situación objetiva justificante se opone a la producción de lo
ordenamiento jurídico (s. 61, 247, del TdR, y 11, 244, del T F ) . "injusto del resultado"; el contenido de disvalor del hecho se
limita (como en una "tentativa inidónea": ver el § 14, III,
2. En su estructura, las normas prohibitivas y permisi- 1) a lo "injusto de la acción" que se pone de manifiesto en
vas presentan algunas coincidencias. Como el tipo propia- la voluntad de lesionar el derecho (en este sentido, también
mente dicho está formado por elementos objetivos y subjeti- se expresan Jescheck [§ 31, IV, 2], S.-S.-Lenckner, ob. cit.,
vos de lo injusto, también el tipo permisivo se compone de n° 15 antes del § 32, y Stratenwerth, I, n06- 511 y ss.).
elementos objetivos y subjetivos de justificación. Según la Cuando la tentativa no está amenazada con pena, esto lleva-
opinión unánime, una acción típica no está justificada por rá a la impunidad (Trib. Cameral, GA, 1975, 213 y 215;
el solo hecho de que existen los presupuestos objetivos de Eser, Strafrecht, I, caso 11, A, 12).
una causa de justificación. Más bien, el autor debe haber
actuado conociendo la situación de hecho justificante y i

II. La sistemática de las causas de justificación.


sobre la base de las facultades que ésta le otorga.
Según la teoría de los elementos subjetivos de justifica- 1. Al gran número de normas prohibitivas correspon-
ción, sólo actúa "conforme a derecho" quien quiere actuar de un extenso catálogo, no regulado en forma definitiva, de
DERECHO PENAL. PARTE GENERAL 85
84 JOHANNES WESSELS

puede ejercitar, por su parte, la 'legítima defensa". El § 32 no justi-


normas permisivas diseminadas en todos los ámbitos del fica, por cierto, la lesión de bienes jurídicos de terceros inocentes
derecho, por ejemplo y sobre todo las siguientes: (s. 58, 29, del TdR y 5, 248, del T F ) , pero puede desprenderse por
a) la legítima defensa (§ 32 del C. P. y 227 del C. Civil); otras disposiciones (por ejemplo, los § 964 y 228 del Código Civil)
b) el autoauxüio permitido (§ 229, 561, 859 y 1029 del C. Civil); una justificación y, en consecuencia, nuevamente, un correspondiente
c) la gestión de negocios sin encargo (§ 677 y 679 del C. Civil); deber de tolerancia. A veces, le queda a quien tiene este deber la
d) el estado de necesidad del derecho civil (§ 228 y 904 del posibilidad de invocar, para una acción de defensa de todos modos
C. Civil); realizada, el estado de necesidad exculpante ( § 3 5 ) .
e) el estado de necesidad justificante general (§ 34 del C. P.
y 16 de la ley sobre infracciones al orden); 3. La participación punible (§ 26 y 27) sólo es posible
/) la colisión de deberes justificante; en un hecho antijurídico. Si la conducta del autor está justi-
g) el consentimiento justificante y el consentimiento presunto; ficada objetiva y subjetivamente, la instigación y la compli-
h) la salvaguardia de intereses legítimos en caso de lesiones cidad no se tienen en cuenta.
al honor (§ 193 del C. P.);
Pero, en caso de que el autor directo actúe conforme a derecho,
i) el derecho de corrección de los padres y educadores;
puede tenerse presente la autoría mediata del inspirador (s. 72, 150,
k) el derecho de detención con arreglo al § 127 del Código del TdR y 3, 4, y 10, 306, del TF; Maurach, I, § 48, II, B; ver también
de Procedimiento Penal; el § 13, III, 3).
l) autorizaciones de funcionarios, derechos de servicio y debe-
res jurídicos especiales de parte de titulares de cargos (por 4. En la doctrina, a las causas de justificación también
ejemplo, según los § 81 y ss. del Código de Procedimiento se las llama "causas de exclusión de lo injusto"; ambas expre-
Penal y 758, 808 y 909 del Código de Procedimiento Civil); y
m) el derecho político de resistencia conforme al art. 20, IV,
siones tienen la misma significación (Baumann, § 19, I;
de la Ley Fundamental. Maurach, I, §24, III).
Todas las causas de justificación pueden reducirse al Los conceptos, empleados muchas veces como sinónimos, de
principio de la apreciación de los valores e intereses. "antijuridicidad" e "injusto" no coinciden completamente: el juicio
de "antijurídico" se refiere a la propiedad de una forma de conducta
Sobre esta base es viable una diferenciación ulterior, teniendo y, precisamente, a su desequilibrio frente a las normas del deber
en cuenta otros aspectos especiales (como el del interés preponde- jurídico. Este juicio de disvalor no puede aumentarse; una acción
rante o ausente, riesgo permitido, etc.) (ver Gallas, ZStW, 80, 27; no puede ser "más antijurídica" que "antijurídica" (Baumann, § 19,
Noli, ZStW, 77, 1; Preuss, Untersuchungen zum erlaubten Risiko im I ) . En cambio, existen distintos grados y fases de "injusto" (por
Strafrecht (Investigaciones sobre el riesgo permitido en el derecho ejemplo, injusto de lesión y de peligro, injusto penal y de orden).
penal), 1974; Stratenwerth, ZStW, 68, 41). En consecuencia, lo "injusto" es algo sustancial; consiste en la misma
forma de conducta contraria al deber (Kern, ZStW, 64, 255; Lenck-
2. De las normas permisivas, que otorgan el derecho
ner, Der rechtfertigende Notstand (El estado de necesidad justifi-
de intervenir en los bienes jurídicos de terceros, se infiere cante), 1965, p. 32; Welzel, § 10, II, 3).
el deber de tolerancia de la persona que es objeto de la ¡
acción justificada. III. El estado de necesidad del derecho civil.
Así, por ejemplo, quien ataca en el caso de legítima defensa
o de auxilio necesario, debe tolerar la defensa prevista en el § 32 y En el caso de que se trata, C no se hallaba, frente al zorro que
la correspondiente intervención en sus derechos; en cambio, no la atacaba, en una "situación de legítima defensa", dado que un

8 - Wessels.
86 JOHANNES WESSELS DERECHO PENAL. PARTE GENERAL 87

ataque valorado como "antijurídico" sólo puede provenir de perso- nazado prevalezca con relación al valor, porque la defensa se dirige
nas; en caso de peligro provocado por animales u objetos sin vida, contra la cosa que origina el peligro. Quien actúa en estado de
se aplica el § 228 del Código Civil, y no el § 32 del Código Penal (s. necesidad tiene un deber de indemnización solamente en el caso de
36, 236, del TdR; es la opinión dominante; pero puede aplicarse el que a él mismo se le deba imputar el peligro (§ 228, 2* parte); la
§ 32 si una persona azuza a perros contra personas; s. 14, 152, del legitimidad de su defensa no resulta afectada.
TF). Por tanto, se utilizarán aquí las reglas sobre el estado de En el caso en cuestión, el zorro no era una cosa "ajena", sino
necesidad. "sin dueño". Si no se trata exclusivamente de impedir que animales
Por estado de necesidad se entiende una situación de salvajes causen daños a los campos (§ 26 de la ley federal sobre la
peligro actual para intereses protegidos jurídicamente, cuya caza), el § 228 debe aplicarse correspondientemente al § 228, incluso
en el ámbito del derecho de caza (TdR, DJZ, 1902, 152; Trib. Came-
evitación sólo es posible a costa de intereses ajenos.
ral, JW, 35, 2982; Trib. Sup. de Munich, Das Recht, 1938, n<? 4650).
Al adoptar la "teoría diferenciadora", el derecho en Por consiguiente, el hecho de que C haya matado al zorro esta-
vigor distingue entre el estado de necesidad "justificante" y ba justificado análogamente al § 228. De ahí que no se tenga en
el estado de necesidad "exculpante". cuenta el delito de caza furtiva.
Los casos de estado de necesidad justificante (§ 228 y 904 del 2. El hecho de que C haya roto el paraguas de M utilizado por
Código Civil, § 16 de la ley sobre infracciones al orden y § 34 ella como arma de defensa (§ 303, I) puede justificarse con arreglo
del C. P.) se basan en el principio del interés preponderante; aquí, al § 904 del Código Civil.
la acción salvadora se presenta sobre la base de la valuación del Contrariamente a lo dispuesto en el § 228, el derecho
valor y de los intereses, como el medio adecuado para alcanzar un permite, en caso de estado de necesidad agresivo (§ 904 del
fin legítimo.
Código Civil), la actuación sobre cosas que no se relacionan
En cambio, el estado de necesidad exculpante (§35) consiste
en la colisión de intereses equivalentes y de conflictos en que, a de ningún modo con la causa del peligro.
pesar de que sigan rigiendo los preceptos del deber, no se le exige Con arreglo a esta disposición, el propietario no puede prohibir
al autor una conducta acorde con las normas. El ordenamiento jurí- la intervención en la cosa suya, si la acción es necesaria para evitar
dico es aquí indulgente al renunciar (aunque el hecho sea jurídica- un peligro actual y si el daño inminente es desproporcionadamente
mente desaprobable) a un reproche de culpabilidad. mayor al daño que produce la acción.
El concepto fundamental de esta reglamentación se
1. La justificación de la defensa de cosas en el estado
de necesidad defensivo (§ 228 del Código Civil) se basa en apoya en la solidaridad de la comunidad jurídica que exige
el criterio fundamental según el cual los intereses protegi- del individuo, en casos determinados de necesidad, un cierto
dos del sujeto amenazado deben valorarse en mayor medida grado de solidaridad.
que el interés del propietario en conservar una cosa, cuyo Ciertamente, al propietario se le exige que sacrifique su cosa
estado pone en peligro a otros y obliga a adoptar medidas en el interés de otro únicamente si se le concede una pretensión de
indemnización (§ 904, I, 2^ parte) y presuponiendo que la valuación
defensivas. de los bienes favorezca claramente a la persona amenazada por el
Conforme a este criterio, el daño causado a cosas ajenas o su peligro. i
destrucción no es ilegítimo si es necesario para evitar un peligro En el caso de que se trata, C se vio expuesta, por el ataque del
inminente que ellas mismas originan respecto de intereses de cual- zorro presuntamente rabioso, a un peligro relevante para el cuerpo
quier especie merecedores de protección y el daño no es despropor- o la vida. Podía temerse que el zorro la mordiera y que se enfermara
cionado al peligro. El § 228 cit. no exige que el bien jurídico ame- de rabia. Dado que el zorro no se dejó ahuyentar y C no disponía
88 JOHANNES WESSELS
DERECHO PENAL. PARTE GENERAL 89
de otras posibilidades de defensa, se aplicará, en favor de ella, el
§ 904; respecto del paraguas, no existe daño de cosas antijurídico de la ley sobre infracciones al orden contienen una fijación
(§ 303, I ) ; C sólo está obligada civilmente a indemnizar a M. legal de los presupuestos típicos del "estado de necesidad
supralegal".
IV. El estado de necesidad justificante general.
1. En primer término, se presupone una determinada
A y B han obligado a P, con violencia, a tolerar que le extraje-
ran sangre para salvar a H. Al mismo tiempo, lo han privado, duran-
situación de necesidad. Consiste en un peligro actual para
te la trasfusión, de la posibilidad de hacer uso de su libertad personal la vida, el cuerpo, la libertad, el honor, la propiedad u otro
de movimiento. Su forma de actuar realiza, objetiva y subjetiva- bien jurídico, peligro que sólo puede evitarse actuando sobre
mente, el tipo de la coacción (§ 240, I ) , de la privación de la liber- intereses también reconocidos jurídicamente.
tad (§ 239, I) y de la lesión corporal (§ 223 y 223a: lesión corporal
cometida "por varias personas en común").
Por consiguiente, se tienen en cuenta al respecto bienes
jurídicos del individuo y de la colectividad, si en la situación
Respecto de la coacción, el § 240, II, contiene una concreta necesitan protección y la merecen.
regla especial sobre la antijuridicidad, cuya significación
Falta la necesidad de protección, por ejemplo, si dichos bienes,
material es objeto de discusiones: sería correcto distinguir, a los que su titular ha renunciado en forma admitida jurídicamente,
en esta total descripción valorativa, entre los elementos de corren peligro de daño. No merecen protección si la pérdida de
valoración y el mismo juicio de valor; los primeros corres- valor debe aceptarse conforme a derecho (por ejemplo, la pérdida
ponden al tipo de lo injusto y el juicio de valor a la "antijuri- de la libertad de movimiento en el cumplimiento de la pena).
dicidad". La "relación fin-medio" del § 240, II, se compone,
2. La acción correspondiente al estado de necesidad,
de esta manera, de características que completan el tipo,
como única posibilidad para evitar el peligro, debe ser obje-
cuya valoración como "reprobable" es un problema de la
tivamente necesaria y ser llevada, subjetivamente, por
"antijuridicidad" (Gallas, ZStW, 67, 25; Jescheck, § 25, II;
voluntad salvadora.
Roxin, JuS, 64, 373 = Grundlagenprobleme, p. 184; S.-S.-
Eser, ob. cit, § 240, n° 16). Esto es importante para solucio- Puede ser "necesario" únicamente lo que es apto para
nar cuestiones referentes al error. evitar el peligro y, teniendo en cuenta todas las circunstan-
cias reconocibles ex ante sobre la base de un criterio objeti-
En el caso de que se trata podría tenerse en cuenta, para A y
B, una situación de necesidad justificante. vo-individualizador, lo que se presenta como la vía más
El estado de necesidad justificante general ha sido segura para conservar el bien que corre peligro (s. 2, 244,
desarrollado en la jurisprudencia como "estado de necesidad del TF). Entre varios medios adecuados, debe elegirse el
supralegal" sobre la base del principio de la valuación de los que es relativamente más tenue.
bienes y deberes; ha sido admitido principalmente en la Hasta ahora, la jurisprudencia le ha exigido al autor, como
elemento adicional justificante, el "examen acorde con el deber' -de
interrupción del embarazo indicada por la ciencia médica los presupuestos objetivos del estado de necesidad (s. 62, 138, del
(s. 61, 242, y 62, 137, del TdR, y 2, 112, y 14, 1, del TF), TdR y 2, 114, y 3, 7, del T F ) . No obstante, si se trata de los llama-
pero rige para colisiones de intereses de toda especie (s. 12, dos "derechos de necesidad", esta limitación es dudosa; ver más
299, del TF; TF, NJW, 76, 680). El § 34 del C. P. y el § 16 datos en Lenckner, Hom. a H. Mayer, p. 165; Maurach, I, § 27, III,
7, b; S.-S.-Lenckner, § 34, n<? 49; Stree, JuS, 73, 461.
90 JOHANNES WESSELS DERECHO PENAL. PARTE GENERAL 91

3. La justificación de la acción realizada en estado justificación de la conducta requisitos tanto más grandes
de necesidad depende de una doble valoración: una com- cuanto más cercano a la personalidad está el bien jurídico
prende la relación de categoría de los intereses en conflicto alcanzado y tanto más eficazmente interviene la acción
y la otra la adecuación ético-social del hecho. Dicha acción, realizada en estado de necesidad en la libertad de la autode-
objetivamente necesaria y dominada subjetivamente por terminación personal.
voluntad salvadora, no es antijurídica. Por consiguiente, el hecho de matar a otra persona mediante
a) si al valorar los intereses opuestos, especialmente una acción activa no puede ser justificado en situaciones de necesi-
los bienes jurídicos en cuestión y el grado de peligro que los dad, sino, cuando mucho, disculpado (§ 35). Este criterio vale inclu-
amenaza, el interés protegido por el autor prevalece esen- so en los casos de la llamada "comunidad de peligro", en los cuales
cialmente sobre el interés perjudicado (valuación de los la vida del ofendido habría sido perdida de todos modos, siéndole
únicamente reducido el tiempo que le queda para salvar a otros (TF,
intereses); y
NJW, 53, 513; Gallas, Plom. a Mezger, p. 327; Lenckner, Der recht-
h) si el hecho representa un medio adecuado para fertigende Notstand, p. 27).
evitar el peligro (cláusula de la adecuación).
Dentro de la valuación de los valores y de los intereses, 4. En el caso en cuestión (ejemplo de Gallas, ob. cit,
deben tenerse en cuenta la forma y el origen, así como la p. 325), si se lo considera individualmente, el interés vital de
intensidad y la proximidad del peligro, la forma y el alcance H debería valuarse más que la integridad corporal y el
de la pérdida inminente de valor, la relación de categoría y interés de libertad de P. Pero puede dudarse si la donación
valor de los bienes jurídicos en conflicto, la existencia de forzada de sangre es compatible con los principios funda-
deberes especiales para soportar el peligro (por ejemplo, de mentales de valor de la comunidad jurídica y si, desde este
parte de empleados de policía, soldados y bomberos) y punto de vista, se presenta todavía como "medio adecuado"
deberes especiales de protección, verbigracia de una "posi- para alcanzar el fin de salvación.
ción de garante" (ver el § 16, II, 4), el objetivo final perse- En la literatura, se niega la justificación de una intervención
guido por el autor, la eventual imposibilidad de sustituir el de esta especie, argumentando que es contraria a la dignidad del
hombre forzarlo más allá de su decisión moral responsable, para que
daño que sé ha producido, así como la magnitud de las
consienta que se utilice su cuerpo para lograr un objetivo que no
posibilidades de salvación. Tanto menos éxito promete la desea (Exposición de motivos del Proyecto de 1962, § 39; en sentido
acción salvadora, tanto mayor ha de ser la moderación al similar, Jescheck, § 33, IV, 3, d, y Blei, § 45, III, a). El ordenamiento
intervenir en intereses ajenos (más detalles en Krey, jurídico no puede permitirlo, porque de esta manera abandonaría "el
ZRP, 75, 97). principio de libertad como presupuesto fundamental de su propia
exigencia de imponerse" (Gallas, ob. cit., p. 326). Ninguna persona
En cuanto al resultado, se podrá decir, con Blei (§ 45, debe convertirse contra su voluntad en "objeto de experimentos
III, d), que debe afirmarse una justificación, desde puntos médicos" o ser "utilizada como depósito de sangre", por muy útil que
de vista del estado de necesidad, en primer término si resul- esto sea para la sociedad y no perjudicial para la persona (Welzel
tan lesionados intereses formales de orden o en caso de per- y Dreher en las actas de la Gran Comisión de Derecho Penal, t. 12,
juicios de escasa importancia (por ejemplo, exceso de velo- p. 178).
cidad para salvar a un herido grave); deberán exigirse a la No obstante, esta argumentación no es completamente
92 JOHANNES WESSELS DERECHO PENAL. PARTE GENERAL 93

exacta, pues el ordenamiento jurídico consiente que, dentro El sacrificio personal de una "donación de sangre" debe
de ciertos presupuestos, se obligue a dar sangre. dejarse librado, especialmente en un Estado de derecho
Con arreglo al § 81a, I, 2, del Código de Procedimiento Penal, liberal, a la propia decisión moral del individuo, o sea, no
ya es suficiente la sospecha de ebriedad al conducir, para someter a puede ser objeto de un "deber general de ayuda" (verbigra-
la persona sospechada a una toma de sangre (10 centímetros cúbicos
de sangre), incluso contra su voluntad. Según el § 81c de dicho cia, en el ámbito del § 330c).
código y el § 372a del Código de Procedimiento Civil, también las Por otro lado, no puede excluirse de antemano la admisión de
personas no sospechadas, que actúan como testigos, pueden ser obli- un "deber jurídico de donar sangre dentro de los deberes más estric-
gadas a tolerar una intervención corporal como ésta, si es imprescin- tos de protección y asistencia. Se admite este deber, por ejemplo,
dible para aclarar la situación y no puede temerse un perjuicio para entre cónyuges, padres e hijos y, dado el caso, también entre solda-
su salud (Geerds, GA, 1965, 322; Kleinknecht, NJW, 64, 2181; Sautter, dos en el frente de batalla, si la donación de sangre representa el
Archiv für die zivilistische Praxis, 161, 215). Dado que se proclama único medio para salvar vidas, si no causa al donante ningún per-
la admisibilidad constitucional de estas disposiciones (Trib. Fed. de
juicio serio en la salud y si la sangre puede ser extraída recurriendo
Garantías Constitucionales, NJW, 56, 985, y 63, 1597 y 2368), no
a medidas precautorias suficientes (en sentido aún más amplio,
corresponde sostener el criterio de que las intervenciones corporales
Baumann [§ 22, II, 1, b] y Roxin [Kriminalpolitik und Strafrechtssys-
contra la voluntad del interesado son incompatibles, sin más, con
la dignidad humana y el principio de autonomía. tem], 2^ ed., p. 27).

La decisión debe basarse en la consideración de que En el caso en cuestión, no existían entre P y H relacio-
una comunidad social no puede renunciar a un mínimo de nes estrechas en el sentido de un deber de garantía. Por
sacrificio personal, pero tiene que garantizar, al mismo consiguiente, P estaba autorizado a negar, por razones jurí-
tiempo, que no resulte violado el núcleo esencial de los dere- dicas, la donación de sangre que le era posible. En las cir-
chos humanos fundamentales. Dentro del "estado de nece- cunstancias dadas, la extracción violenta para salvar a E,
sidad justificante", la norma de la "cláusula de la adecua- no representaba un medio "adecuado" para zanjar la situa-
ción" ofrece a menudo la posibilidad de determinar correc- ción de necesidad.
tamente la relación de categoría entre el derecho del hombre Al faltar el deber de evitar el resultado, la negativa de P no
a la libre autodeterminación y el principio de solidaridad constituía, a los fines del § 32, un "ataque" contra la vida de H, de
y de averiguar los límites de carga frente al interesado suerte que A y B no pueden invocar el auxilio necesario en favor de
dentro de criterios de exigibilidad. En este aspecto, existe H (vereln<?V, 1).
una considerable diferencia entre un "examen de sangre" Por consiguiente, A y B han actuado en forma antijurídica
y una "donación de sangre", a saber: (acerca del § 240, II, ver la s. 23, 54, del TF, y Arzt, Hom. a Welzel,
p. 823, con otros datos).
El examen de sangre puede realizarse mediante una interven-
En cambio, puede ser dudoso si se les puede reprochar culpa-
ción relativamente inofensiva, cuya significación se limita a la apli-
cación de un recurso técnico-médico para determinar hechos que bilidad (ver, sobre la problemática del error, el § 11, II y III). '
necesitan una aclaración. A propósito de la extracción arbitraria de sangre de un cadá-
En cambio, una donación de sangre es, valorativamente, un acto ver, ver la s. del Trib. Sup. de Francfort en JZ, 75, 379, con nota de
de altruismo, mediante el cual quien da la sangre a otro sacrifica Geilen.
algo de sus reservas vitales.
94 JOHANNES WESSELS DERECHO PENAL. PARTE GENERAL 95

La defensa contra ataques inferidos al orden público o al orde-


V. La legítima defensa. namiento jurídico como tal, es asunto del Estado y de sus órganos, o
sea, no corresponde al particular (s. 5, 245, del TF; TF, NJW, 75,
P, al pegar un golpe en la cara de B, lo ha maltratado corporal- 1161; Jescheck, § 32, II, 1, fe).
mente (§ 223). Su conducta puede ser justificada por legítima
defensa (§ 32). 2. La acción de legítima defensa debe ser objetiva-
mente necesaria y ser guiada, en el aspecto subjetivo, por
1. La situación de legítima defensa se funda en un
la voluntad de defensa. Puede dirigirse únicamente contra
ataque actual y antijurídico.
el agresor, y no contra bienes jurídicos de terceros (s. 5, 248,
"Ataque" es toda amenaza de lesión, provocada por el
del TF). La especie y la medida de la defensa deben ajus-
hombre, de bienes o intereses jurídicamente protegidos. No
tarse a la intensidad del ataque, a la peligrosidad del agre-
es necesario que exista una acción lesiva "intencional".
sor y a los medios de defensa disponibles (s. 72, 58,
Una omisión puede ser un ataque si, sobre la base de un deber
jurídico de actuar, se la equipara a una acción activa (es el caso,
del TdR).
verbigracia, de la madre que deja de alimentar a su hijito: s. 3, 123, La acción de defensa es "necesaria" cuando puede espe-
del Trib. Supremo de la Zona Británica; Trib. Sup. de Baviera, NJW, rarse con seguridad la conclusión inmediata del ataque y
63, 824; Trib. Sup. de Hamm, GA, 1961, 181). garantiza de la mejor manera la eliminación definitiva del
El ataque es "actual" cuando es inminente, ha comenza- peligro. Entre varias posibilidades de defensa igualmente
do o dura todavía (TF, NJW, 73, 255). eficaces, debe elegirse aquella que causa el daño menor
Por tanto, es admisible la legítima defensa contra el ladrón que (s. 3, 217, del TF). No es necesario que el agredido acepte
huye con los objetos sustraídos (s. 55, 82, del TdR). El ataque ha el riesgo de una acción de defensa insuficiente y de la pro-
"terminado" cuando se ha malogrado o se lo ha abandonado en for- ducción de un daño a sus bienes jurídicos (TF, GA, 1965,
ma definitiva o ha sido llevado a cabo completamente, de modo que 147; 1968, 182; 1969, 23; s. 24, 358, del TF).
ya no puede evitarse la lesión del bien jurídico con una defensa en
sentido contrario. Dado que el derecho no tiene por qué ceder a la injusticia y el
que actúa en situación de legítima defensa interviene, al mismo
"Antijurídico" es cualquier ataque objetivamente con- tiempo, en favor de la integridad del ordenamiento jurídico, el
trario a las normas jurídicas de valoración, no cubierto por § 32 (no así los § 228 y 904 del Código Civil) no presupone una
una norma permisiva. proporcionalidad de bienes. En consecuencia, puede admitirse que
Por consiguiente, es decisivo lo que le está permitido hacer al se dé muerte al agresor, en forma adecuada a la intensidad de su
autor; de esto depende el deber de tolerar (esto es importante, por ataque, no sólo para proteger la vida o el cuerpo, sino también para
ejemplo, en el caso del § 113; ver la s. 61, 297, del TdR, y Maurach, defender valores reales. En este sentido, del art. II, 2, a, de la
I, § 26, II, A, 4). Una culpa del agresor no interesa, así que la legí- Convención europea de los derechos humanos, no pueden deducirse
tima defensa también es admisible frente a alienados, ebrios y niños limitaciones, porque sus normas no están referidas a la relación erjtre
(en contra, Bertel, ZStW, 84, 1 y ss. y 11). particulares (Bockelmann, Hom. a Engisch, p. 456; Jescheck, § 32,
V; Dreher, ob. cit., § 32, n<? 4, C, c).
Susceptible de legítima defensa es cualquier bien perte-
neciente al agredido o a un tercero y cualquier interés reco- 3. El derecho de legítima defensa encuentra su límite
nocido jurídicamente. en la prohibición general del abuso del derecho y en la
DERECHO PENAL. PARTE GENERAL 97
96 JOHANNES WESSELS

del derecho y no puede invocar la legítima defensa; en realidad, él


característica normativa de la "imposición": una defensa mismo es el "agresor" (TF, MDR, 54, 335; Trib. Sup. de Neustadt,
cuyas consecuencias son extraordinariamente despropor- NJW, 61, 2076; en contra, Bockelmann, Hom. a Honig, p. 19).
cionadas respecto del daño inminente, es abusiva y, por Quien provoca no intencionalmente, pero sí en forma reprochable
tanto, inadmisible (s. 71, 134, del TdR; TF, VRS, 30, 281; una situación de legítima defensa, debe evitar, si le es posible, la
Trib. Sup. de Baviera, NJW, 54, 1377; Trib. Sup. de Bruns- agresión de la cual es coculpable. De faltar esta posibilidad, tiene
que limitarse, hasta el límite de lo todavía exigible, a acciones
wick, MDR, 47, 205; en contra, Bertel, ZStW, 84, 1). Se
defensivas; si esta defensa es suficiente para repeler el ataque, no
tienen en cuenta limitaciones de la legítima defensa, las que debe valerse de la defensa agresiva. Por otro lado, no se le puede
tienen su fundamento en consideraciones ético-sociales, exigir que soporte lesiones relevantes; si no se dan otras posibilidades
cuando se le exige al agredido, por razones especiales, en vez o éstas no garantizan una defensa suficiente, está permitido, según
de una resistencia rigurosa, otra conducta (alejarse, llamar la intensidad del ataque, usar un arma e incluso, en caso extremo de
a la policía, etc.), sin abandono de intereses legítimos y necesidad, matar al agresor (s. 24, 356, y 26, 143 y 256, del TF;
si el ordenamiento jurídico no necesita ser afirmado supri- Roxin, NJW, 72, 1821; Schroder, JuS, 73, 157; ver otros datos biblio-
miendo la agresión en forma enérgica (Jescheck, § 32, III; gráficos en S.-S.-Lenckner, § 32, n09- 46 y ss.).
S.-S.-Lenckner, § 32, n08- 43 y ss., con otros datos).
4. En el caso de que se trata, P se hallaba, frente a
No se le puede exigir al agredido una "huida vergonzosa" (TF,
GA, 1965, 147). Puede exigirse la intervención de órganos estatales,
A y B, en situación de legítima defensa. El golpe que P le
renunciando al ejercicio del derecho de legítima defensa, solamente pega a B en la cara, configura un caso de defensa permitida
si su ayuda puede conseguirse inmediatamente y si están dispuestos y, aquí, necesaria. Por consiguiente, P no ha lesionado a B
para actuar (TF, VRS, 30, 281). El agredido puede evitar frecuen- en forma antijurídica.
temente ataques no intencionales y los causados por niños, por perso-
nas que están evidentemente equivocadas o por personas que actúan El hecho de que P se negara a la extracción de sangre, no
sin culpabilidad, sin comprometer su honor; si no existe la posibili- realiza el tipo penal del § 330c (sobre omisión de prestación de
dad de evitar el ataque, es siempre admisible una simple acción auxilio), puesto que el ordenamiento jurídico no le exige este sacri-
defensiva para repelerlo; en cambio, una conducta activa contra el ficio en estas circunstancias (ver sobre la exigibilidad, las s. 11, 135 y
agresor es admisible, siempre que se lo trate, en lo posible, con 353, del TF, y S.-S.-Cramer, § 330c, n08- 20 y ss.).
precaución (s. 3, 217, del T F ) .
5. Si el agredido excede, consciente o inconsciente-
La "imposición" de la legítima defensa y la "necesidad"
de la defensa pueden interponerse, pero no se cubren. mente, los límites de la legítima defensa permitida, actúa en
La circunstancia de que una acción sea "impuesta" por forma antijurídica, pero puede ser disculpado sobre la base
legítima defensa, depende de consideraciones normativas y del § 33 (exceso en la legítima defensa; ver más datos en el
ético-sociales. En cambio, la "necesidad" de la defensa se § 10, VII, 3). También actúa en forma antijurídica quien
ajusta únicamente a los hechos concretos y especialmente repele un ataque presunto (legítima defensa putativa); a
a la intensidad del ataque (ver más datos en Stree, JuS, 73, las consecuencias jurídicas correspondientes, se aplican las
461; se expresa con críticas, Lenckner, GA, 1968, 1). reglas sobre el error (más datos en el § 11, III, 1).
Quien provoca intencionalmente una agresión para poder
lesionar a un tercero con el pretexto de la legítima defensa, abusa
98 JOHANNES WESSELS DERECHO PENAL. PARTE GENERAL 99

de la ley de introducción al Código Penal, el legislador dejó abierta,


§ 9 conscientemente, esta cuestión (Actas del Parlamento Federal,
7/550, p. 236).
ACUERDO, CONSENTIMIENTO Y Según la peculiar especie del tipo delictivo, se distin-
DERECHO DE CORRECCIÓN gue en el derecho penal entre el "consentimiento" que exclu-
ye el tipo y el consentimiento justificante; se acostumbra
Caso 9. D, director de un museo, se halla en Ñapóles en viaje llamar "acuerdo" al consentimiento indicado en primer
de estudios. Conforme a las instrucciones recibidas, su esposa E pone
término (son fundamentales al respecto Geerds [GA, 1954,
la correspondencia remitida a él sobre su escritorio, sin abrirla.
Después de titubear un poco, temiendo que D pueda descuidar un 262, y ZStW, 72, 42] y Geppert [ZStW, 84, 947, con otros
plazo importante, E resuelve abrir una carta del fisco dirigida a su datos]; se expresan en forma crítica Arzt [Willensmangel
esposo. Con su sorpresa, la carta contiene la comunicación relativa bei der Einigung] [Vicios de voluntad en el acuerdo], 1970,
a la devolución de un impuesto que D esperaba desde hacía tiempo y Kientzy [Der Mangel am Straftatbestand infolge Einwil-
y de la que E no debía tener conocimiento.
ligung des Rechtsguttragers~\ [La falta de tipo penal como
Al enterarse del hecho, D se muestra muy indignado. Todavía
excitado por la disputa con su esposa, le pega a su hijo H de 15
consecuencia del consentimiento del titular del bien jurídi-
años, una sonora bofetada cuando se le dice que en una espontánea co], 1970).
prueba de coraje, éste había permitido que M, un muchacho que 1. El acuerdo del interesado ya excluye la tipicidad
trabaja en una caballeriza, le apretara un cigarrillo encendido en el
muslo, provocando una dolorosa infección. de la acción si ésta deriva su disvalor de la circunstancia de
La conducta de E, M y D ¿está cubierta por una causa de jus- que se la comete, según la descripción legal de la conducta,
tificación? contra o sin la voluntad del lesionado (más datos en la s.
23, I, del TF; S.-S.-Lenckner, n08- 30 y ss., antes del § 32).
I. Acuerdo y consentimiento. Este criterio vale, por ejemplo, para los § 248b y 235 a 237,
9 así como para los hechos punibles que contienen un ataque a la liber-
E puede haber realizado el tipo penal del § 202, I, n 1, y
haberse hecho culpable de violación del secreto postal (delito perse- tad de decisión o de manifestación de la voluntad, verbigracia, los
guible por querella: § 205). Abrió dolosamente una carta cerrada, § 177, 178, 239, 240, 249, 252, 253 y 255. La situación es similar en
diirgida a D, de la cual ella no debía tener conocimiento. el caso de la violación de domicilio y del hurto, en que las caracte-
rísticas de "introducirse" (§ 123) y la de "sustraer" (§ 242) resultan
Una acción se comete ''en forma no autorizada" en el sentido
excluidas por el acuerdo del dueño de la casa y del titular de la
del § 202 si se lleva a cabo sin que medie el consentimiento de quien
tiene la facultad de disponer y no está permitida por la ley (ver custodia, respectivamente.
los § 99 y 100 del Código de Procedimiento Penal, 121 de la orde- Los presupuestos del "acuerdo", que deben extraerse
nanza sobre el concurso y 1631 del Código Civil) o no está cubierta ante todo del tipo penal correspondiente (ver, por ejemplo,
por el supuesto interés del destinatario (ver el § 677 del Código la diferente relación típica respecto de la característica
Civil). En este sentido, se discute si el consentimiento del titular
"amenaza" en el § 240 y en el § 177), difieren, en muctios
del derecho excluye la tipicidad de la conducta (se pronuncia en
este sentido el Trib. Sup. de Colonia, MDR, 62, 591, con nota diver- aspectos, de los del "consentimiento justificante". Mientras
gente de Dreher) o si solamente excluye la antijuridicidad del hecho la validez de este último depende de la madurez de com-
(según estima la teoría dominante). En la nueva reglamentación prensión de quien consiente, en el "acuerdo" sólo interesa,
100 JOHANNES WESSELS DERECHO PENAL. PARTE GENERAL 101

en virtud de su carácter simplemente positivo, la "natural siguiente, su alcance efectivo se limita a los casos en que el
capacidad de querer" (s. 23, 1, del TF). ordenamiento jurídico le conceda a la persona protegida la
Así, por ejemplo, no se tiene en cuenta una "sustracción" en el posibilidad de emplear su derecho de autodeterminación
sentido del § 242 si un menor de edad abandona espontáneamente
renunciando a sus bienes (Geerds, ZStW, 72, 43; Hirsch,
su poder de custodia. Dado que la custodia sólo presupone una
voluntad concreta de dominio, basta incluso, para su renuncia, la Hom. a Welzel, ps. 775 y 786; Jescheck, § 34, II, 3); en for-
"voluntad natural". ma parecida se expresa Zipf, Einwilligung und Risikoüber-
Contrariamente a lo que sucede en el consentimiento nahme im Strafrecht (Consentimiento y aceptación del ries-
justificante, no es necesario que el acuerdo sea declarado en go en el derecho penal), 1970, p. 23, con la conclusión exce-
forma expresa o exteriorizado en forma conclusiva; lo que sivamente amplia de que cada consentimiento "suprime el
decide es únicamente el hecho de que el acuerdo exista tipo"; en contra de este último concepto, Geppert, ZStW, 84,
947, y S.-S.-Lenckner, n<? 34 antes del § 32).
cuando la ejecución comienza. Debe corresponder, por cier-
to, a las exigencias de una aprobación consciente; un simple La eficacia del consentimiento justificante depende de
dejar hacer o tolerar pasivamente, no constituye todavía un los presupuestos siguientes:
acuerdo (s. 68, 307, del TdR). Si el autor ha considerado a) La renuncia al interés protegido debe ser, en gene-
erróneamente que el acuerdo necesario existía, falta el dolo ral, admisible jurídicamente.
(§ 16, I, 1); si no estaba al tanto del acuerdo realmente exis- El individuo no puede disponer eficazmente de bienes jurídicos
de la colectividad (s. 23, 264, del T F ) . Además, el bien jurídico
tente, se lo castigará por tentativa inidónea, si la ley amena- eminentemente personal de la vida, es irrenunciable, dado que están
za con pena la tentativa del delito correspondiente. en juego, al mismo tiempo, intereses públicos fundamentales (ver el
En cuanto a su naturaleza fundada en hechos, el acuerdo es § 216; se expresa en forma fundamental y persuasiva Hirsch, Hom. a
relevante también si la voluntad presenta vicios y sobre todo si se Welzel, p. 775). El consentimiento en una lesión corporal está sujeto
basa en consideraciones contrarias a la moral (y esto es importante a limitaciones importantes (§ 226a; § 2 y 3 de la ley sobre castración
en los casos previstos en los § 177 y 178) o si ha sido obtenido me- del 15/8/1969 - Bol. Leg. de la Rep. Fed., I, 1143). En cambio, la
diante engaño; debe haberse realizado espontáneamente. En los propiedad y el patrimonio son renunciables (pero aquí también hay
casos previstos, por ejemplo, en los § 235 y 237 (sobre la sustracción excepciones que se desprenden de los § 304, 306 y 308).
de un menor y el rapto, respectivamente, recurriendo a astucia, etc.), b) Quien consiente debe tener facultad de disponer, a
el acuerdo es irrelevante porque la ley castiga las conductas realiza-
saber, debe ser el único titular del interés protegido o estar
das con astucia.
facultado, como su representante, para disponer del bien
2. Si una acción llevada a cabo contra o sin la voluntad jurídico.
de la persona protegida no pertenece al tipo propiamente c) Además, quien consiente debe tener la capacidad
dicho, el consentimiento del hecho tiene significación, si se correspondiente, a saber, debe estar en condiciones de reco-
trata de bienes jurídicos individuales renunciables, como nocer y juzgar debidamente, con arreglo a su madurez inte-
causa de justificación. A diferencia del acuerdo que excluye lectual y moral, la significación y la trascendencia de su
el tipo, el consentimiento justificante representa, por su renuncia al bien jurídico (s. 4, 88; 5, 362; 8, 358, y 12,
esencia, una renuncia a la protección del derecho. Por con- 379, del TF).

9 - Wessels.
102 JOHANNES WESSELS DERECHO PENAL. PARTE GENERAL 103

No es necesaria, al efecto, una edad determinada; sobre En contra de lo que sostiene la opinión dominante, el concepto
todo no interesa si la persona que consiente tiene capacidad fundamental del § 226a no debe trasferirse a todos los demás casos
plena de gestión en el sentido del derecho civil. Lo decisivo de consentimiento (Jescheck, § 34, III, 1; S.-S.-Lenckner, n08- 36 y
37 antes del § 32).
es únicamente que, por su madurez de comprensión y dis-
cernimiento, haya comprendido completamente la esencia, /) El consentimiento debe ser declarado antes del
la trascendencia y las consecuencias de la intervención que hecho de manera expresa o manifestado en forma conclusi-
concierne a sus intereses. Si la capacidad de comprensión le va. En el derecho penal, una aprobación posterior es nula
falta, necesita la aprobación de su representante legal. (s. 17, 359, del TF). El consentimiento es libremente revoca-
Una opinión que cuenta con pocos partidarios, exige, para el ble hasta el momento de la comisión del hecho.
consentimiento en la lesión de derechos patrimoniales (por ejemplo, g) En el aspecto subjetivo, el autor deber haber actua-
en los § 242, 246 y 303), análogamente a los § 107 y ss. del Código do conociendo el consentimiento y por causa de él.
Civil, capacidad contractual plena o el consentimiento del represen-
Si una acción ha sido cometida desconociendo el consentimien-
tante legal (Lenckner, ZStW, 72, 454; S.-K.-Samson, n<? 41 antes del to, se lo castigará al autor no por hecho consumado, sino tan sólo
§ 32; S.-S.-Lenckner, n? 39 antes del § 32). Esta opinión tiene como por tentativa (ver lo que se ha dicho en el § 8, I, 2). Si se cree
fundamento el criterio de que en el derecho penal debe juzgarse erróneamente en un consentimiento que, en realidad, no existe, se
como en el derecho civil. Esta tesis no convence, dado que ambos aplicará análogamente el § 16, I, 1 (ver más datos en el § 11, III, 1).
derechos pueden presentar, en determinados puntos, objetivos
completamente diferentes. En el derecho penal sólo interesa estable- Un consentimiento justificante puede tenerse en cuenta
cer, para el consentimiento, si éste expresa la libertad personal de incluso en los delitos culposos (TF, DR, 62, 1001; Geppert,
decisión (se expresa acertadamente Jescheck, § 34, IV, 1; ver, por lo ZStW, 84, 947; Welzel, § 14, VII, 3).
demás, las s. 29, 33, y 34, 355, del TF en materia civil, y TF, En este ámbito, el derecho civil se ha desligado totalmente del
NJW, 64, 1177). criterio del "consentimiento", y en los § 254, 242 y 828 del Código
d) El consentimiento no debe presentar vicios esencia- Civil ha intentado soluciones nuevas ("actuar con peligro propio";
les de voluntad. Un consentimiento obtenido mediante ver la s. 34, 355, del T F en materia civil).
coacción o engaño o que se base en una violación del deber 3. En los casos de consentimiento jurídicamente admi-
de información médica, es ineficaz (s. 11, 111, y 16, 309, del sible, pero que falta por razones de hecho, cabe un "consen-
TF). En cambio, un simple error sobre el motivo no afecta timiento presunto". Con respecto a esta causa de justifica-
la validez del consentimiento (Trib. Sup. de Stuttgart, ción reconocida desde el punto de vista del derecho consue-
NJW, 62, 62). tudinario, pueden ser importantes dos consideraciones dife-
e) Si se trata de intervenciones en la integridad corpo- rentes: la acción en el interés material del ofendido y el
ral, el "hecho" no debe atentar contra las buenas costumbres principio de la ausencia del interés.
(§ 226a; más datos en L.-K.-Hirsch, § 226a, n° 7). El criterio mencionado en primer término juega un papel prin-
En este sentido, interesan especialmente los motivos y los cipalmente en el derecho relativo a los médicos si el peligro es inmi-
fines de los participantes, así como los medios empleados y la forma nente y si el consentimiento no puede recabarse o éste sería otorgado
de la lesión. Lo que decide es la inmoralidad del hecho como tal, y demasiado tarde (como en la operación practicada a un accidentado
no la inmoralidad del consentimiento. que ha perdido el conocimiento). En este caso, la acción está justi-
104 JOHANNES, WESSELS DERECHO PENAL. PARTE GENERAL 105

ficada si, juzgando la situación objetivamente, el ofendido tiene b) M ha maltratado corporalmente a H y ha realizado,
interés en ella por considerarla el "medio justo para un fin justo" y por la especial forma de comisión, el tipo de la lesión corpo-
si quien actúa se convence, después de una debida investigación,
ral "peligrosa" (§ 223 y 223a).
que el hecho corresponde a la voluntad presunta del que está
facultado para otorgar el consentimiento (más datos en Baumann, El concepto de "maltrato" abarca toda intervención malvada
§ 21, II, 5; Jescheck, § 34, VII; Maurach, I, § 28, II; Roxin, Hom. a e inconveniente que perjudica en forma relevante la integridad cor-
Welzel, p. 447). poral o el bienestar corporal (s. 14, 269, del T F ) .
El principio mencionado en segundo término se tiene en cuen- El cigarrillo utilizado para cometer el hecho, era un "instru-
ta si falta, de parte del ofendido, un interés de conservación digno mento peligroso"; se entiende por tal cualquier objeto que por su
de protección y si su consentimiento puede presumirse sobre la base estado objetivo y la forma concreta de su empleo es apto para causar
de indicios suficientemente seguros juzgados sensata y objetivamente lesiones considerables (s. 3, 109, y 14, 152, del T F ) .
(más datos en Roxin, Hom. a Welzel, p. 447, y Tiedemann, El consentimiento otorgado por H espontánea y seria-
JuS, 70, 108). mente no puede justificar el hecho. Es muy incierto que, por
4. En el caso de que se trata, la conducta de E y M tener tan sólo 15 años de edad, comprendiera cabalmente el
debe juzgarse de la siguiente manera: alcance de su consentimiento. De todos modos, el "hecho"
a) D no había consentido ni expresa ni tácitamente es, a pesar del consentimiento, contrario a las buenas cos-
que se abriera la correspondencia que le llegaba. tumbres (§ 226a), porque representa un tormento absurdo,
Es una cuestión del caso concreto establecer hasta qué punto contrario, por su forma e importancia, a la urbanidad de toda
esto último podría ser afirmado en caso de ausencia prolongada y de persona que piensa y actúa correctamente (s. 74, 94, del
matrimonio íntegro. TdR; TdR, DR, 43, 234; s. 4, 88; 19, 201, y 20, 81, del TF).
E no tenía una facultad legalmente fundamentada para Por consiguiente, M ha actuado en forma antijurídica.
abrir las cartas; el matrimonio en sí no da a un cónyuge el
derecho de abrir las cartas dirigidas al otro. Pero E puede
II. El derecho correccional.
invocar la causa de justificación del consentimiento presunto.
Para E y cualquier otra persona que juzgara la situación en su Para castigar la prueba de coraje a la cual su hijo H se
lugar, el contenido de la carta del fisco era incierto. había sometido, D le ha pegado una bofetada, realizando así
La posibilidad de que, al cabo de una larga espera, D descui- el tipo del § 223.
dara un plazo con el perjuicio correspondiente, era completamente
natural por faltar indicios contrarios. El hecho de que un cónyuge El fin educativo perseguido por él no excluye la "tipicidad" en
abra una carta de una autoridad, no significa un grave detrimento el sentido del § 223 (s. 12, 64, del T F ) . Según su intención, la pena
para el destinatario; por ello, conforme a un juicio objetivo razona- educativa debe sentirse, precisamente, como un "mal" (en este caso,
ble, la conducta de E interesaba al esposo. Dado que E había exami- como dolor físico y enérgica desaprobación), a fin de influir sobre
nado concienzudamente la situación y, al cabo de este examen, se la conducta futura del ofendido.
había convencido de que su comportamiento correspondía a la volun- El derecho correccional de los padres, ejercitado,' en
tad presunta de D, la apertura de la carta estaba justificada en virtud este caso, por D, debe ser considerado como causa de
de "consentimiento presunto". No importa que el hecho no corres-
justificación.
pondiera a la voluntad verdadera de D, que quería ocultar a la espo-
sa la devolución de un impuesto (ver Roxin, ob. cit., p. 453). Este derecho se deduce, como derecho de educar, de
106 JOHANNES, WESSELS DERECHO PENAL. PARTE GENERAL 107

los § 1626 y 1631 del Código Civil (para la madre ilegítima, En el caso en cuestión, D tenía frente al hijo un motivo
del § 1705, y para el tutor de menores, del § 1800). suficiente de corrección.
Un derecho correccional también les compete, en virtud Es preciso oponerse, por razones educativas, a pruebas de
del derecho consuetudinario, a los maestros de escuelas coraje, como la prueba a que H se sometió. El castigo corporal elegido
primarias, primarias superiores y de los establecimientos por D guarda relación adecuada con la falta cometida por su hijo y
superiores de enseñanza (pero en estos últimos, solamente con su edad. Si existen dudas en cuanto al valor pedagógico de las
correcciones corporales, habrá que reconocer que, al castigar a H,
dentro de los límites de edad respectivos); las resoluciones D se ha mantenido en el marco de lo jurídicamente admisible. Como
ministeriales que se opongan a este derecho sólo tienen sig- el enojo y la excitación no excluyen que se actúe por razones educa-
nificación burocrática, y no penal (s. 11, 241, y 14, 53, del tivas (Trib. Sup. de Hamm, NJW, 56, 1690; TF, GA, 1963, 82; Bruns,
TF). A los maestros de escuelas de formación profesional JZ, 54, 410, y 57, 418), la corrección que H recibió de su padre era
no se les reconoce un derecho correccional (s. 12, 62, admisible y estaba justificada.
delTF).
La tesis sustentada por algunos autores (ver Jescheck, § 35,
III, 2, con otros datos), según la cual los castigos corporales ofenden § io
a la dignidad humana (art. 1,1, de la Ley Fundamental) y el derecho
básico a la integridad corporal (art. 2, II, 1, de dicha Ley), extiende
CULPABILIDAD Y REPROCHABILIDAD PERSONAL.
exageradamente las garantías constitucionales y debe rechazarse. EL CONCEPTO NORMATIVO DE
LA CULPABILIDAD.
Desde el punto de vista jurídico, un castigo corporal
PRESUPUESTOS Y CARACTERÍSTICAS DE LA
es admisible únicamente
CULPABILIDAD. CAUSAS EXCUSANTES
a) si, en caso de suficiente motivo de corrección, se
impone objetivamente para lograr el fin educativo y está
Caso 10. Al irse de un restaurante, C, temido cabecilla de una
dominado subjetivamente por el criterio educativo; y banda de alborotadores, le da al desprevenido H, huésped del local,
b) si la forma y la medida de la corrección guardan un empellón en la espalda. Éste cae por la escalera y sufre una grave
relación adecuada con la falta cometida y la edad del joven. conmoción cerebral, de suerte que después ya no está en condiciones
Es inadmisible y antijurídica toda corrección atormen- de recordar lo que había ocurrido. En el juicio penal iniciado contra
C, éste niega haber atacado a H. El mozo M, que había observado el
tadora, perjudicial para la salud, innecesariamente humillan-
incidente exactamente, declara en el juicio oral, como testigo, que
te o que lesione gravemente la urbanidad (s. 11, 260, C no había empujado a H, sino que éste se había resbalado en la
delTF). escalera provocando su caída. Ai confirma bajo juramento esta
En sí, el derecho de corrección es, como el derecho de educar, declaración conscientemente contraria a la verdad, porque antes de
intrasferible; no obstante, su ejercicio puede ser confiado a un terce- la audiencia se lo había amenazado: los alborotadores lo habrían
ro (s. 12, 67, del T F ) . Fundamentalmente, los terceros no tienen un tullido si hubiera dicho la verdad. Sobre la base de la declaración
derecho de corrección frente a niños ajenos (pero sí, en circunstan- de M, se lo absuelve a C.
cias determinadas, un derecho de legítima defensa); es muy instructi- ¿Cómo hay que juzgar, desde el punto de vista penal, la
va al respecto la s. del Trib. Sup. de Saarbrücken, NJW, 63, 2379. conducta de M?
108 JOHANNES WESSELS DERECHO PENAL. PARTE GENERAL 109

nerlas incluso si una acción no es culpable; sólo se presupone la


I. Culpabilidad y responsabilidad en el derecho penal. existencia de un "hecho antijurídico" en el sentido del § 11, I, n 9 5.

M ha declarado dolosamente en falso, bajo juramento, como


Fundamento del principio de culpabilidad y de respon-
testigo, ante el tribunal, cometiendo así un perjurio (§ 154; más sabilidad es la capacidad del hombre para decidirse libre y
datos en la s. 8, 301, del TF, y en Wessels, II, 1, § 17, I I ) . correctamente entre el derecho y la injusticia. Solamente si
Además, sustrajo a C al castigo (§ 258, I ) ; en efecto, después existe esta libertad de decisión, tiene sentido reprochar al
de la comisión del hecho (§ 223 y 223a), le ha prestado ayuda a C, autor culpabilidad.
frustrando de esta manera, a sabiendas, la actuación del derecho
El punto de vista del indeterminismo clásico con su
penal contra él, por lo menos durante un tiempo (más datos en
Wessels, II, 1, § 16,111).
postulado de "libertad absoluta de querer" y la posición
La conducta de M no está cubierta por una causa de justifica- contraria del determinismo con su principio de la "legalidad
ción. No se dan los presupuestos del estado de necesidad justifican- causal" de la conducta humana (el delito es el produc-
te (§ 34), porque el interés de M en conservar su integridad corpo- to inevitable de la predisposición y del medio ambien-
ral no prevalece "esencialmente" sobre el interés general en la auten- te), no pueden demostrarse con exactitud en el aspec-
ticidad de la prueba personal en el ámbito de la administración de to científico: por consiguiente, el derecho penal debe
justicia penal y porque un perjurio no representa un medio "adecua-
darse por satisfecho con el reconocimiento de que el
do" para evitar un peligro. Es incierto si se le puede reprochar a
Ai culpabilidad. principio de la responsabilidad del hombre moralmente
maduro y psíquicamente sano constituye una realidad irre-
1. El Código Penal distingue nítidamente entre injusto futable de nuestra existencia social. Por cierto, casi toda
y culpabilidad (ver, por ejemplo, los § 17 y 20). En tanto acción, observada retroactivamente, puede explicarse como
que la acción amenazada con pena se examina, en el ámbito una consecuencia de determinaciones dependientes de la
de lo injusto, de acuerdo con su coincidencia con las nor- predisposición y el medio ambiente. También es cierto, no
mas del deber del ordenamiento jurídico, o sea, con arreglo obstante, que el hombre no se entrega indefenso a estos
a su antijuridicidad, en el ámbito de la culpabilidad se impulsos. A pesar de ciertas coincidencias, los desenvolvi-
trata de establecer si se le debe reprochar personalmente al mientos de la conducta humana y animal son estructural-
autor el hecho antijurídico. mente diferentes. Mientras la conducta de los animales está
2. Conforme al "cuadro humanista" de la Ley Funda- determinada por mecanismos instintivos y se realiza con
mental, el derecho penal alemán se basa en el principio de la estímulos desencadenantes en un curso fijo inevitable, los
culpabilidad y de la responsabilidad: la pena presupone la impulsos que tienen su origen en el estrato psíquico profundo
culpabilidad (s. 9, 169, y 20, 331, del Trib. Fed. de Garan- del hombre recorren, antes de su actualización, el llamado
tías Constitucionales; 2, 200, del TF; es instructivo al respec- centro del yo como instancia psíquico-espiritual de control.
to lo que dice Arthur Kaufmann, Hom. a R. Lange, p. 27). Entre estas fuerzas determinantes y la resolución del agente,
hay un acto personal de decisión; la afirmación del hombre
A diferencia de la "pena", las "medidas de corrección y segu-
ridad' (§ 61) no se relacionan con la culpabilidad, sino con la señala lo que, en virtud de él (conforme al valor o no), ha
peligrosidad social del autor. Por consiguiente, es admisible impo- de suceder. Según confirman los resultados de la moderna
110 JOHANNES ,WESSELS DERECHO PENAL. PARTE GENERAL 111

investigación sobre la personalidad, la posibilidad de guiar Para el juicio de culpabilidad, el punto de referencia lo
la conducta se funda en la capacidad del hombre para constituye la acción injusta. Culpabilidad penal es culpabi-
controlar sus impulsos, dependientes de la predisposición y lidad de un acto aislado, y no "culpabilidad de carácter", y
el medio ambiente, y ajustar su decisión con arreglo a tan sólo indirectamente "culpabilidad por conducta de vida"
normas ético-socialmente obligatorias y sus representaciones (esto es discutible; ver Jescheck; § 38, IV; S.-S.-Lenckner,
de valor (Bockelmann, ZStW, 75, 372, y 76, 253; Jescheck, n06- 105 y 106, antes del § 13).
§ 37; Arthur Kaufmann, JZ, 67, 553; Hilde Kaufmann, JZ, Solamente lo que el hombre hace con la voluntad puede serle
62, 139; W. Keller, en Schuld, Verantwortung, Strafe reprochado, y no lo que hace por su naturaleza (Welzel, § 19, I I ) .
(Culpabilidad, responsabilidad, pena), Zurich, 1964, p. 201; 4. En sentido penal, culpabilidad es culpabilidad
R. Lange, en la ob. de Keller cit, p. 277; S.-S.-Lenckner, n08- jurídica, y no moral o ética. Para el reproche de culpabili-
108 y ss., antes del § 13; Welzel, § 20). dad sólo son decisivas las representaciones de valor del
ordenamiento jurídico.
3. Objeto del reproche de culpabilidad es la actitud
Las normas jurídicas y las morales concuerdan amplia-
errónea del autor frente a las exigencias de conducta del
mente, pero las primeras son jurídicamente obligatorias,
ordenamiento jurídico, manifestada en el hecho antijurídico.
incluso si el individuo estima que no lo son desde el punto de
La justificación interna del reproche de culpabilidad reside
vista de la moral. El juez penal, cuyo poder emana del pue-
en la circunstancia de que el hombre se sitúa en la libre autodetermi-
nación y, al esforzar su "conciencia jurídica", está en condiciones de blo (art. 20, II, de la Ley Fundamental), como representan-
evitar lo que está jurídicamente prohibido, tan pronto como haya te de la sociedad pluralista, debe medir la "culpabilidad" del
logrado la madurez mental y psíquica y siempre que no sea incapaz, autor únicamente con arreglo a pautas jurídicas, y no juzgar
por perturbaciones psíquicas graves en el sentido del § 20, para si y hasta qué punto también puede fundamentarse un
comprender la injusticia del hecho o actuar según esta comprensión. reproche ético-moral de culpabilidad (el Trib. Terr. de
En consecuencia, "culpabilidad" significa reprochabili- Hamm [GA, 1969, 26] se pronunció con razón en contra de
dad del hecho con respecto al sentimiento jurídicamente la jurisprudencia inclinada, a veces, a hacer reflexiones de
reprobable revelado en él (Gallas, ZStW, 67, 45; Jescheck, orden moral). En consecuencia, en el veredicto de la pena
§ 39; ver también Krümpelmann, ZStW, 87, 888). criminal sólo debe verse la desaprobación —declarada en
Así como el contenido de injusto depende del disvalor de la nombre de la comunidad jurídica— de la conducta culpable
conducta y del resultado, el contenido de culpabilidad se graba por en la forma de censura "jurídica".
el disvalor del sentimiento referido a la realización concreta del tipo. Por ello, el reproche penal de culpabilidad no se pone en tela
A pesar de la realización dolosa del tipo, puede faltar el disva- de juicio tampoco si se trata del llamado "delincuente por convic-
lor del sentimiento si, como conse?uencia de defectos psíquicos y ción", que con su propia convicción se pone en contra del derecho
espirituales o por una presión extraordinaria de motivaciones, resulta obligatorio en general y lo infringe a sabiendas, porque cree que
anulada la capacidad para cumplir con los preceptos del derecho. sobre la base de sus ideas morales, religiosas o políticas, su conducta
Una acción "culpable" sólo es posible en el marco del poder concreto- está autorizada o incluso debida (Heinitz [ZStW, 78, 631] se expresa
individual, o sea, presupone la posibilidad subjetiva de evitar la acertadamente; también Baumann, § 23, III, 2; Bockelmann, Hom.
lesión del deber jurídico (un "poder para esto" del autor). a Welzel; Jescheck, § 38, I; Maurach, I, § 35, II; hace distingos Ebert,
DERECHO PENAL. PABTE GENERAL 113
112 JOHANNES WESSELS

Ver Überzeugungstater in der neueren Rechtsentwicklung [El autor


los autores, el concepto, que es complejo, de la culpabilidad
por convicción en la última evolución jurídica], 1975, ps. 52, 66 y 84). del derecho penal, abarca la capacidad de culpabilidad, las
El concepto de culpabilidad en el derecho civil no correspon- características especiales de la culpabilidad previstas en
de al concepto de culpabilidad del derecho penal; esto depende casos determinados, la forma de la culpabilidad (culpabili-
de la circunstancia de que los objetivos de estos dos ámbitos del dere- dad por dolo o culpa), la conciencia de lo injusto (posibili-
cho son distintos. dad de comprender lo injusto y (negativamente) la ausencia
de causas de exculpación.
II. Teoría de la culpabilidad y concepto
normativo de la culpabilidad. III. La imputabilidad.
El Código Penal no determina el concepto de "culpabi- El presupuesto para que alguien pueda ser, en general,
lidad", sino que se limita a señalar, en el § 29, que si los culpable, es su imputabilidad en el momento de la comisión
partícipes son varios, cada uno de ellos es punible según su del hecho.
culpabilidad.
1. Inimputables son los niños hasta los 14 años
1. La "concepción psicológica de la culpabilidad" cumplidos (§ 19), así como las personas que por las razones
reconoció la esencia de la culpabilidad en la relación psíqui- mencionadas en el § 20, son incapaces de comprender lo
co-subjetiva del autor frente al hecho. Identificó este injusto del hecho o de actuar según esta comprensión (falta
concepto con la situación psíquica (saber/no saber; que- de capacidad de comprensión o de encauzamiento).
rer/no querer) y así consideró como "formas de la culpa- Ver más datos sobre la nueva reglamentación de los § 20 y
bilidad" el dolo y la culpa (Mezger, § 33). 21 en Krümpelmann (ZStW, 88, 6, con contribuciones a la discusión,
Esta teoría descuidó elementos esenciales de la culpabilidad ps. 40 y ss.); S.-S.-Lenckner, § 20, n08- 5 y ss.; Stree, JuS, 73, 461;
y no estuvo en condiciones de explicar por qué razón la culpabilidad ver también las s. 73, 121, del TdR y 11, 20, y 14, 30 y 114, del TF.
de una persona que actúa con dolo desaparece dentro de los presu- El § 20 combina, al describir la inimputabilidad, factores psico-
puestos del estado de necesidad exculpante. biológicos y aspectos psicológico-normativos: la incapacidad de com-
prender lo injusto del hecho o de actuar según esta comprensión debe
2. La "teoría normativa de la culpabilidad" fundada basarse en una perturbación psíquica morbosa (por ejemplo, en
por Frank (Aufbau des Schuldbegriffs [Estructura del estados cerebrales condicionados, psicosis endógenas, esquizofrenia,
ciclotimia), en una perturbación profunda de la conciencia (por
concepto de culpabilidad], 1907, y Strafgesetzbuch, n° II, ejemplo, ebriedad plena, agotamiento, cansancio, pasión en alto gra-
antes del § 51) descubre la esencia de la culpabilidad en do), en imbecilidad o en otras anormalidades psíquicas graves
la reprochabilidad de la formación de la voluntad y de su (como psicopatías, neurosis, perturbaciones del instinto).
actuación, o sea, en la valoración normativa de una situa- Sobre la problemática especial de la acción pasional, ver la s.
ción psíquica. 3, 19, del Trib. Supremo de la Zona Británica, y 11, 20, del TF; Gei-
len, Hom. a Maurach, p. 173; Krümpelmann, Hom. a Welzel, p. 327.
En la actualidad, se admite en general el concepto normativo
de la culpabilidad, pero las opiniones difieren en lo que respecta a Si se trata de adultos, la existencia de la imputabilidad
los elementos que lo componen. se presume, siempre que no se den circunstancias de las
Conforme a la opinión sustentada por la mayor parte de cuales conste lo contrario (s. 21, 132, del TdR).
114 JOHANNES WESSELS DERECHO PENAL. PARTE GENERAL 115

Los inimputables son impunes; respecto del internamiento en como más o menos reprochable la actitud del autor frente al
un hospital psiquiátrico o en un establecimiento de deshabituación, derecho. Su peculiaridad consiste en que determinan el
ver los § 63 y 64 del Código Penal y el § 7 de la ley sobre tribunales
para jóvenes.
contenido de culpabilidad del hecho no sólo como reflejo de
lo injusto, y caracterizan mejor, "directa y exclusivamente"
2. Personas con imputahilidad disminuida son aquellas el disvalor del sentimiento que el hecho revela (Jescheck,
cuya capacidad de comprensión o encauzamiento está § 42, I; S.-S.-Lenckner, n<? 122, antes del § 13). En conse-
considerablemente disminuida en el momento de la comi- cuencia, se las debe asignar, en el aspecto sistemático, al
sión del hecho, por las razones indicadas (§ 21); ver al ámbito de la "culpabilidad".
respecto las s. 7, 30; 20, 264, y 21, 27, del TF. La inmutabi- Así, los "motivos abyectos" en el asesinato (§ 211, II, primer
lidad disminuida crea una causa facultativa de atenuación grupo) son características auténticas de culpabilidad, dado que seña-
de la pena. lan exclusivamente, y no sólo como reflejo de lo injusto, el sentimien-
to reprobable, en extremo abyecto del autor. Son características
3. Capaces condicionalmente de culpabilidad son los netas de culpabilidad del sentimiento también la "malicia' (§ 130,
jóvenes que en el momento del hecho han cumplido los 14 n? 3, y 223b) y la "falta de consideración" (§ 315c).
años y tienen menos de 18 (§ 3 de la ley sobre tribunales En cambio, las características del asesinato "alevosamente" y
para jóvenes). Siempre debe examinarse y consignarse en "cruelmente" (§ 211, II, 2*? grupo), pertenecen a lo injusto de la
acción, porque conciernen en primer término a la abyección de la
la sentencia muy especialmente la imputabilidad conforme
forma de comisión y admiten tan sólo directamente referencias al
al grado de su desarrollo (s. 58, 128, del TdR; TdR, sentimiento del autor. La situación es parecida a propósito del mal-
HRR, 1936, 158). trato "brutal" a que se refiere el § 223b, en el cual el duro senti-
miento del autor debe exteriorizarse en la forma y gravedad de la
4. Aunque exista la inimputabilidad en el momento intervención corporal (TF, NJW, 74, 958).
del hecho, se tendrá en cuenta un castigo con arreglo a los Es una característica de la culpabilidad concebida objetiva-
criterios de la "actio libera in causa" si el autor plenamente mente, que atenúa la culpabilidad, el hecho de matar al hijo nacido
responsable pone en movimiento (dolosa o culposamente) fuera del matrimonio (§ 217). Esta característica pertenece al tipo
objetivo tan sólo aparentemente, dado que la base del privilegio es
la cadena causal respecto de un hecho determinado, que
únicamente la situación psíquica excepcional de la parturienta
luego ejecuta al perder la imputabilidad plena. (Küper, GA, 1968, 324). En cambio, la declaración prestada en estado
Más datos en las s. 325; 17, 260, y 21, 381, del TF; Cramer, de necesidad (§ 157) representa una causa de atenuación de la cul-
JZ, 71, 766; Horn, GA, 1969, 289; Hruschka, JuS, 68, 554; Jescheck, pabilidad concebida subjetivamente.
§ 40, VI; Krause, Hom. a H. Mayer, p. 305; S.-S.-Lenckner, § 20, Respecto de características "especiales" de la culpabi-
n08- 33 y ss.
lidad, rige en el ámbito de la participación el principio de
que cada partícipe ha de ser castigado solamente por su
IV. Las características especiales de la culpabilidad.
propia culpabilidad, independientemente de la de los demás
En algunas disposiciones penales, se encuentran, al lado (§29). En el ámbito del error se presentan peculiaridades:
de las características de lo injusto, características "especia- si se trata de características de la culpabilidad concebidas
les" de la culpabilidad, existiendo las cuales se presenta objetivamente que sólo se presentan como causas de atenúa-
116 JOHANNES WESSELS DERECHO PENAL. PARTE GENERAL 117

ción de la culpabilidad, es necesario que el autor haya forma de la conducta y la forma de la culpabilidad del
comprendido su existencia; su efecto motivador respecto de suceso punible. La realización dolosa o culposa del tipo de
la formación de la voluntad se presume entonces en forma lo injusto crea, como forma de conducta, el correlativo para
irrefutable. En consecuencia, si se cree erróneamente en la forma de la culpabilidad gravada por consideraciones de
una causa de privilegio que en realidad falta, se debe hacer reprochabilidad (grado de culpabilidad); a la forma dolosa
referencia únicamente a la representación del autor. o culposa de comisión corresponde el tipo de culpabilidad
Por ejemplo, si una madre cree que su hijo, matado inmediata- de la culpabilidad por dolo o por culpa (en este sentido
mente después del parto, es "ilegítimo", en tanto que objetivamente se expresa ahora también S.-S.-Lenckner, n? 120, antes
es legítimo, será castigada sobre la base del § 217, y no, verbigracia, del § 13).
con arreglo a los § 212 o 211. El § 16, II, aclara este punto de manera
expresa, pero resulta, de todos modos, del carácter referente a la
Sobre la base de su doble función (ver lo que se ha
culpabilidad del § 217. dicho en el § 5, III, 5), el "dolo" es, en el ámbito de la
En el caso opuesto (creencia errónea de que el hijo es 'legíti- culpabilidad, portador del disvalor del sentimiento actuali-
mo", mientras que, en realidad, es "ilegítimo") habrá que castigar zado en el hecho. Como tipo de la culpabilidad, se caracte-
a la madre según su representación sobre la base del tipo general riza por la actitud hostil o indiferente del autor frente a las
del homicidio (§ 212 o, dado el caso, § 211): en efecto, le alcanza el normas de conducta del derecho.
reproche pleno de culpabilidad.
En cambio, la culpabilidad por culpa se caracteriza por
En cambio, si se trata de características de la culpabili- la actitud negligente o despreocupada del autor frente a las
dad concebidas subjetivamente, no basta que el autor se exigencias de cuidado del ordenamiento jurídico (ver el
haya representado la circunstancia correspondiente; es §15,111,2).
necesario que ésta haya sido, para la formación de la volun- El dolo de tipo, como forma de conducta y elemento
tad, efectivamente motivadora (Jescheck, § 42, II, 2; subjetivo de lo injusto, sólo proporciona, para el tipo de
Maurach, I, § 75, IV, A, 1, c). culpabilidad de la actitud errónea y dolosa frente al ordena-
miento jurídico (culpabilidad por dolo), un "indicio"
V. La forma de la culpabilidad. refutable.
Prescindiendo de las características "especiales" de la Como la realización del tipo forma, para la apreciación
culpabilidad, el contenido de culpabilidad de un hecho definitiva del hecho como "injusto", un indicio que desapa-
punible se codetermina siempre por su contenido de injusto, rece cuando interviene una causa de justificación (ver lo
puesto que cualquier aumento o disminución de lo injusto que se ha dicho en el § 5, II, 2), el dolo de tipo "indica"
influye directamente sobre la gravedad del reproche de únicamente la "culpabilidad por dolo". Este indicio desapa-
culpabilidad. rece si el autor, al realizar la acción, cree erróneamente que
Del principio de culpabilidad se infiere que la culpabilidad del existen los presupuestos típicos de una causa de justifican
autor debe referirse siempre al hecho injusto concreto. ción admitida, o sea, considera que está dada una situación
Así como lo "injusto" y la "culpabilidad" se correspon- que, si realmente se presentara, justificaría su conducta. En
den mutuamente, existe una relación de cambio entre la un caso como éste, la realización dolosa del tipo no expresa

10 - Wessels.
118 JOHANNES WESSELS DERECHO PENAL. PARTE GENERAL 119

el sentimiento típico de culpabilidad que, en general, le comete un injusto, actúa sin culpabilidad: este criterio vale
corresponde a ella; o sea, no expresa que resulten anuladas tanto para los hechos dolosos como para los culposos (ver
las representaciones de valor del legislador, de modo que el §11,1, 3).
análogamente al § 16, I, sólo cabe un reproche de culpabi- En el caso de que se trata se debe tomar como punto de parti-
lidad por culpa (más datos en el § 11, III, l,b). da la capacidad de culpabilidad de M. La realización dolosa del tipo
de lo injusto contiene (respecto del perjurio y del favorecimiento)
VI. La conciencia de lo injusto. una oposición consciente contra el ordenamiento jurídico y expresa,
por lo tanto, el disvalor del sentimiento que es característico de la
Quien realiza a sabiendas y voluntariamente un tipo de culpabilidad por dolo. Dado que no son evidentes circunstancias
injusto sin admitir una situación que justifique el hecho, concretas que puedan indicar la falta de conciencia de lo injusto
sabe comúnmente, como persona capaz de culpabilidad, que (ver la s. 5, 112, del T F ) , hay que examinar, en el ámbito de la
"reprochabilidad", si intervienen causas de exculpación.
comete una injusticia. Esta conciencia de lo injusto crea, al
lado de la forma de culpabilidad de la conducta, un elemen-
VII. Las causas de exculpación.
to independiente de culpabilidad (s. 2, 194, del Gran Sena-
do del TF; más datos en el § 11, I, 3). Si no se dan puntos Entre las circunstancias en virtud de las cuales el repro-
de apoyo especiales que señalen su ausencia, la conciencia che de culpabilidad desaparece, hay que distinguir entre
de lo injusto debe presumirse. "causas de exclusión de la culpabilidad" y "causas de excul-
Objeto de la conciencia de lo injusto no es el conoci- pación". Son causas de exclusión de la culpabilidad la
miento de la disposición penal o de la "punibilidad" del inimputabilidad y el error inevitable de prohibición, porque,
hecho, sino la comprensión del autor de que su conducta si existen, falta un presupuesto de culpabilidad o una carac-
está jurídicamente prohibida (materialmente antijurídica). terística fundamentadora de ella. En cambio, las causas de
La conciencia de lo injusto debe estar referida al tipo, o sea, exculpación producen únicamente una disminución tan
debe abarcar el contenido específico de injusto de la forma considerable del contenido de injusto y de culpabilidad del
delictiva de que se trata; en caso de realización en unidad hecho que ya no se alcanza el límite inferior de la pena y el
de hechos de varios tipos penales, es, por consiguiente, legislador, en vista de la motivación extraordinaria, renun-
divisible (s. 10, 35, del TF). cia a formular un reproche de culpabilidad, a saber, es
Por lo común, lo injusto de un hecho doloso se presenta indulgente.
claramente a los ojos del autor (conciencia actual de lo Las causas de exculpación (como el estado de necesidad excul-
injusto: s. 15, 377, del TF). Pero también basta, según la pante, el exceso de legítima defensa, la acción sobre la base de una
opinión dominante, que al emplear en forma que se le puede orden antijurídica considerada como obligatoria y la colisión de
exigir, su capacidad de conocimiento y representaciones de deberes exculpantes) se atribuyen con frecuencia al concepto funda-
valor, haya podido comprender lo injusto del hecho (s. 21, mental de la no exigibilidad de conducta acorde con las normas
(Henkel [Hom. a Mezger, p. 249] se expresa al respecto en forma
20, del TF = conciencia potencial de lo injusto). crítica). En la teoría más moderna, gana terreno la opinión según
Si, al cometer el hecho, el autor no comprende, como la cual las causas de exculpación atenúan lo injusto y la culpabilidad.
consecuencia de un error inevitable de prohibición, que Así, por ejemplo, en una acción realizada en estado de necesidad
120 JOHANNES WESSELS
DERECHO PENAL. PARTE GENERAL 121
resulta reducido el disvalor del resultado del hecho porque se tiene
en cuenta el valor del bien protegido por el autor y el disvalor de la acción cometida en estado de necesidad debe constituir, como
conducta también resulta reducido por el fin de salvación. También ultima ratio, el único y último recurso para salir de ese
el contenido de culpabilidad del hecho es considerablemente inferior estado y debe ser objetivamente indispensable y apta para
al que sería dentro de circunstancias normales, porque el autor se ve
expuesto a una presión motivadora extraordinaria, que le imposibili- evitar el peligro. En el aspecto subjetivo, el § 35,1, presupo-
ta cumplir con las normas del deber del ordenamiento jurídico o las ne que el autor, conociendo la situación de peligro y para
dificulta en gran medida. Fundamenta la "exculpación" la conside- evitarlo, actúe con voluntad de salvación.
ración de que el hecho no expresa un sentimiento hostil al derecho Si el peligro sólo puede evitarse infringiendo normas penales,
y censurable, como sería si no existiera la situación conflictiva (más el autor deberá elegir el "medio relativamente más benigno". Ade-
datos en Bockelmann [Strafrechtliche Untersuchungen] [Investigacio- más, deberá tenerse presente el principio de proporcionalidad: el
nes de derecho penal] [1957, ps. 84 y ss.]; Armin Kaufmann [Die daño causado no debe guardar una evidente desproporción frente a
Dogmatik der Unterlassungsdelikte] [La dogmática de los delitos de
la gravedad del peligro (s. 66, 397, del TdR). Quien, para evitar un
omisión] [1959, ps. 156 y ss.]; Jescheck, § 43, III; Rudolphi, ZStW,
peligro de escasa importancia para el cuerpo o la libertad, lesiona
78, 74; S.-S.-Lenckner, nos- 108 y ss., antes del § 32).
gravemente o mata a un tercero que es extraño al hecho, no está
En virtud de esta consideración, también se comprende por exculpado (s. 66, 399, del TdR; Stree, JuS, 73, 461 y 470). Cuanto
qué el reproche de culpabilidad subsiste, a pesar del estado de nece- más grave es la lesión del bien jurídico unida a la acción de salva-
sidad, respecto de las personas obligadas jurídicamente a soportar
ción, tanto más cuidadosamente el autor debe examinar la posibilidad
peligros que corren la vida y el cuerpo, por ejemplo, los funcionarios
de recurrir a otra solución (s. 18, 312, del TF; Trib. Supremo de
de la policía, los soldados, los marineros, los bomberos o los que
Baviera, GA, 1973, 208).
atienden el servicio de salvamento en la montaña (§ 35, I, 2; s. 72,
246, del TdR; TF, NJW, 64, 730). El compromiso ético-social del Con arreglo al § 35, I, 2 (regla de excepción), el repro-
deber, en cuya garantía la comunidad jurídica confía, precisamente, che de culpabilidad no desaparece si se le pudo exigir al
en situaciones de peligro, impide, en estos casos, que se reduzca el autor, conforme a las circunstancias, que soportara el peligro.
contenido de injusto y de culpabilidad.
Este criterio rige especialmente —pero no, sin más, en forma
1. El estado de necesidad exculpante (§ 35, I) presu- obligatoria (ver Dreher, § 35, 3, A; Jescheck, Schweizerische
pone una determinada situación de necesidad y, precisamen- Zeitschrift für Strafrecht, 91, 28; Lackner, § 35, 3, a ) — si
te, un peligro actual, no evitable de otra manera para la vida, el mismo autor había causado el peligro (la situación de
el cuerpo o la libertad del mismo autor, de un pariente en el necesidad en el sentido del § 35,1,1) o si su situación jurídi-
sentido del § 11,1, n° 1, o de otro "allegado" (amigo, ama de ca le imponía deberes especiales de soportar el peligro, por
llaves, amante, etc.). ejemplo, como soldado, funcionario de la policía o bombero
El origen del peligro no interesa. Por peligro "actual" se entien- (ver al respecto el § 6 de la ley penal militar).
de una situación que según la experiencia humana, produce proba-
No es necesario que el peligro sea causado en forma "culpable"
blemente, dentro de un desarrollo natural, un perjuicio, si no se toma
(no así el anterior § 54 y S.-S.-Lenckner, § 35, n° 26), pero deberá
inmediatamente una medida defensiva (s. 60, 319, y 66, 223, del TdR,
exigirse, según la ratio legis, por lo menos, una conducta precedente
y 5, 373, d e l T F ) .
objetivamente contraria al deber (ver más datos en S.-K.-Rudolphi,
También se presupone que el peligro que fundamenta § 35, n 9 15, y Stree, JuS, 73, 470). En las acciones cometidas en
el estado de necesidad no sea evitable de otra manera. La estado de necesidad para salvar a parientes o allegados, en el marco
del § 35, I, 2, no se debe hacer referencia a su conducta precedente,
122 JOHANNES WESSELS DERECHO PENAL. PARTE GENERAL 123

sino al peligro causado por el mismo autor (en contra, S.-K.-Rudol- constituía el recurso más cómodo para él—, sino que habría debido
phi, §35,n<?17). "elegir el mal menor" (son instructivas al respecto las s. 66, 227 y 399,
Dado que el § 35, I, sólo exculpa el hecho, la acción del TdR). Es problemático, de todos modos, hasta qué punto puede
cometida en estado de necesidad sigue siendo antijurídica; exigirse a un testigo que se exponga, sobre la base del § 70, al peli-
por consiguiente, es admisible contra ella la legítima gro de ser privado de la libertad hasta seis meses (TF, Obra de
consulta de Lindenmaier, § 52, n 9 8).
defensa (§32).
Pero aquí debe pensarse que incluso la negativa del
2. El estado necesario de coacción, a que se refería el testigo puede molestar al acusado, si el tribunal cree poder
anterior § 52, está previsto ahora en el § 35. extraer de esta negativa, conclusiones desfavorables para él.
Se da dicho estado de coacción si el autor, en un peligro Con estas conclusiones a cargo del acusado, la jurisprudencia
actual no evitable de otra manera, para la vida, el cuerpo o la liber- estuvo siempre de acuerdo, incluso ejercitando el derecho de excusa
tad, se ve obligado a cometer un hecho antijurídico para evitar el del testimonio (s. 55, 20, del TdR, y 2, 353, del TF; Wessels se
peligro o evitarlo a un pariente o a otra persona allegada. expresa en forma crítica en JuS, 66, 169). La regla correcta, según
En el caso de que se trata, la amenaza de la banda de la cual el silencio no prueba, de por sí, nada, comienza a imponerse
alborotadores creó para M un peligro "actual" y relevante poco a poco (s. 20, 281, y 22, 113, del T F ) .
para su cuerpo. En el caso en cuestión es dable pensar que la banda
La realización de la amenaza no podía temerse durante su había considerado una excusa de testimonio de parte de M
interrogatorio en el juicio. No obstante, no existía un "peligro per- como una "carga" para C.
manente" simplemente futuro, sino actual que pudo en cualquier Esto se deduce de la circunstancia de que M no estaba en
momento realizar el perjuicio anunciado y ponía a M ante la alterna- condiciones de mencionar un motivo persuasivo respecto de su nega-
tiva de tomar medidas de defensa o de ceder a la presión (s. 5, 373, tiva, y esto habría fortalecido indirectamente la sospecha contra C.
del TF, y TF, GA, 1967, 113). Si tal era el caso, Ai podía sustraerse al peligro que lo amenazaba
No interesa averiguar si la banda de alborotadores —el de ser golpeado por los alborotadores— únicamente declarando
como testigo y comunicando datos incorrectos acerca de sus observa-
quiso concretar la amenaza; basta que haya hecho surgir la
ciones del hecho.
impresión de que la amenaza era seria y que M la tomara
Por consiguiente, M cuenta con el beneficio de la causa
en serio (S.-S.-Eser, n<? 23, antes del § 234). Puede dudarse,
por cierto, acerca de cómo debía interpretarse la amenaza: de exculpación del § 35, I, 1, en la forma del estado necesa-
¿se quiso con ella obligar a declarar en favor de C u obligar rio de coacción.
solamente a M a no molestar a C? No son evidentes causas de recusación en el sentido del § 35,
I, 2. Sobre todo no se le podía exigir a M, a pesar de la "especial
En este último caso, M habría podido sustraerse al peligro que situación jurídica" en que se hallaba en su carácter de testigo, que
lo amenazaba negándose a declarar, pero entonces se habría expues- soportara un grave maltrato corporal (s. 66, 397, del TdR).
to a las medidas coercitivas del tribunal con arreglo al § 70 del Si se modificara el caso, diciendo que los alborotadores 'se
Código de Procedimiento Penal por haber excusado el testimonio habrían conformado con la simple recusación del testimonio y que
(imposición obligatoria de una multa y, facultativamente, de una M no lo habría conocido, éste habría pensado erróneamente que
medida disciplinaria; ver más datos en Wessels, Hom. a H. Mayer, p. existía una causa exculpante (error sobre otro modo de evitar el
587). En este sentido, M no habría podido evitar el peligro —y esto peligro). Un error de esta especie puede tener efecto exculi>ante
124 JOHANNES WESSELS DERECHO PENAL. PARTE GENERAL 125

con arreglo al § 35, II, si era inevitable (ver también el Trib. Sup. sión es actual, se da un caso de legítima defensa putativa
de Hamm, NJW, 58, 271, y el § 11, IV).
(suposición errónea de una situación de hecho justificante);
3. La opinión dominante también reconoce como cau- este caso sólo se decidirá según las regias sobre el error. El
sa de exculpación el exceso de legítima defensa en el sentido § 33 no se aplicará, dado que esta disposición se basa en el
del § 33 (s. 56, 33, del TdR, y 3, 198, del TF; Jescheck, § 45, § 32 y presupone una agresión real (y no solamente
II, 2). Al respecto, se discuten aquí muchas cuestiones. Son presunta).
las siguientes: La suposición errónea de los presupuestos típicos de una causa
a) Si el agredido se defiende, en el marco de la legíti- de justificación reconocida {error sobre el tipo del permiso) hace
ma defensa, más intensivamente de lo "necesario" (el llama- desaparecer, análogamente al § 16, I, 1, el reproche de culpabilidad
do exceso "intensivo" de legítima defensa), actúa, por su por dolo y, por consiguiente, un castigo sobre la base del tipo del
dolo (ver más datos en el § 11, III, 1). Si el error es evitable, queda
parte, ilícitamente (s. 66, 288, del TdR). No obstante, su por examinar, en el marco del § 16, I, 2, qué significación representa
conducta se exculpará conforme al § 33 si ha superado cons- para el reproche de culpabilidad por culpa un eventual estado
ciente o inconscientemente los límites de la legítima defensa pasional del autor (turbación, miedo o terror).
"por turbación, miedo o terror" (s. 21,190, y 56, 34, del TdR; d) Si el autor cree erróneamente ser agredido y excede,
TF, NJW, 62, 308; es instructivo lo que dicen Roxin, Hom. en legítima defensa presunta, los límites de la defensa, se
a Schaffstein, p. 105, y Rudolphi, JuS, 69, 461). habla de un "exceso de legítima defensa putativa", el que
Esta reglamentación tiene su fundamento en la circunstancia también será tratado conforme a las regjtas sobre el error y
de que la víctima de una agresión ilícita merece una indulgencia
no cabe en el § 33 (ver TF, NJW, 62, 308, y 68, 1885; MDR,
especial porque el contenido de injusto del hecho cometido resulta
considerablemente disminuido en virtud del fin de defensa de la 75, 366, en Dallinger; Eser, I, caso 11, A, 46-48; Jescheck,
acción y su contenido de culpabilidad no llega, dentro de los presu- § 45, II, 4; Roxin, ob. cit., p. 119; diferencia Rudolphi, JuS,
puestos del § 33, al límite mínimo de la punibilidad. 69, 463 y ss.; en contra, Baumann, § 21, II, 1, d).
h) Si el ataque no es "actual" y quien ha decidido 4. Los titulares de cargos y los soldados que, como
defenderse no lo tiene en cuenta conscientemente (el llama- subordinados, ejecutan una orden no obligatoria que tiene
do exceso "extensivo" de legítima defensa), es imposible
por objeto un comportamiento penalmente irregular, actúan
invocar el § 33 (s. 54, 37, y 61, 217, del TdR; 3,124, del Trib.
antijurídicamente, pero pueden ser exculpados (ver los
Supremo de la Zona Británica; Jescheck, § 45, II, 4; Mau-
§ 56, II, 3, de la ley federal sobre los empleados, 38, II, 2,
rach, I, § 34, III, 1; en contra, Blei, § 62, y Roxin, ob. cit.,
de la ley básica sobre los empleados, y 5, I, de la ley penal
p. 117).
militar).
Ejemplo: puntapiés contra el agresor ya incapaz de proseguir
La orden obligatoria crea para el subordinado, en el marco/de
la lucha y tendido en el suelo en estado de inconciencia. Quien es
su deber de obediencia, una causa de justificación. Este criterio
consciente de la "terminación" de la agresión, pero sigue lesionando
vale, en casos excepcionales determinados, incluso si la orden era
al agresor (anterior), será castigado sobre la base del correspondien-
antijurídica (por ejemplo, en el ámbito militar, si estaba dirigida a
te tipo de dolo (por ejemplo, § 223 o 223a).
la comisión de una infracción al orden o de una acción ilícita): ver
c) Si quien se defiende cree erróneamente que la agre- el § 11, II, de la ley sobre la situación jurídica de los soldados. En
126 JOHANNES WESSELS DERECHO PENAL. PARTE GENERAL 127

consecuencia, deben diferenciarse la antijuridicidad y la obligatorie- Conforme a la opinión sostenida casi por unanimidad,
dad de la orden (ver más datos en Jescheck, § 35, II, y Stratenwerth, puede admitirse, en situaciones excepcionales, una causa
Verantwortung und Gehorsam (Responsabilidad y obediencia),
1952, ps. 168 y ss.).
supralegal de exculpación.
Una orden no es obligatoria sobre todo si, al ejecutarla, se come- En la época nacionalsocialista, los médicos que se desempeña-
tiera un hecho punible, se lesionara la dignidad humana o se infrin- ban en los sanatorios, estaban frente a la alternativa ineludible de
gieran las normas, reconocidas en general, del derecho de gentes seleccionar, dentro de ciertos límites, a algunos dementes para prac-
(ver el § 11, II, cit; ampliamente y también incluyendo a las infrac- ticar en ellos la eutanasia ordenada por Hitler a fin de salvar la ma-
ciones al orden, los § 56, II, 3, y 38, II, 2, de las leyes cit.; más datos yor parte de los pacientes o de negar toda colaboración respecto de
en Jescheck, § 35, II, y § 46, II; Maurach, I, § 34, I I ) . esta acción antijurídica secreta; esta negativa tenía como consecuen-
Una orden no obligatoria se tiene en cuenta como cia que a estos médicos los sustituían otros adictos al régimen que
causa de exculpación únicamente cuando el subordinado daban libre curso a esta obra de exterminio. Una parte de los
creyó que era obligatoria y no era suficientemente recono- médicos eligió en ese entonces, con pesar, el camino indicado en
cible para él su no obligatoriedad. primer término.

Quien ha reconocido positivamente la no obligatoriedad de la En una colisión de deberes tan inusitada y jurídicamen-
orden que ha ejecutado, no está exculpado. El mismo criterio vale te insoluble, el ordenamiento jurídico no puede reprochar
si la punibilidad de la conducta ordenada podía ser reconocida; en el culpabilidad si el autor adopta su decisión sin cargo de
caso de los soldados sólo se opone, por cierto, la "evidente" posibili-
dad de reconocer la exculpación (§ 11, II, 2, de la ley sobre los
conciencia y si su acción, determinada por un fin de salva-
soldados cit., y 5, de la ley penal militar cit.; ver la s. 19, 231, del T F ) . ción, representa, en las circunstancias dadas, el único medio
para impedir un mal aún mayor respecto de bienes jurídicos
5. Según la opinión dominante, la llamada "no exigibi-
del más alto valor. Aquí, al admitir un estado de necesidad
lidad de conducta acorde con las normas" no debe conside-
exculpante supralegal, procede admitir la impunidad del
rarse, sin más, como una "causa de exculpación supralegal"
autor.
(ver la s. 66, 399, del TdR; Baumann, § 29, III; Jescheck,
§ 47, II: Maurach, I, § 33, II, B; S.-S.-Lenckner, n08- 122 y Ver más datos en las s. 1, 321, y 2, 117, del Trib. Supremo de la
ss., antes del § 32; Stratenwerth, I, n? 633). Zona Británica; Gallas, Beitrage zur Verbrechenslehre (Colabora-
ciones a la teoría del delito), 1S68, p. 59; Jescheck, § 47, I; L.-K.-
La admisión general de una causa de exculpación como ésta, Hirsch, n 9 177, antes del § 51 en su anterior redacción; Otto,
vaga e indeterminada en cuanto a presupuestos y límites, daría paso,
Pflichtenkollision und Rechtswidrigkeitsurteil (Colisión de deberes
ampliamente, a la inseguridad jurídica.
y juicio de antijuridicidad), 2^ ed., 1974, ps. 2 y 107 y ss.; Roxin,
Pero el criterio de la "no exigibilidad" como "principio regula-
Hom. a Henkel, ps. 171 y 194; Schmidháuser, 11/36 (con una justa
dor" adquiere, en algunos casos determinados, una gran significación,
advertencia contra una generalización precipitada); S.-S.-Lenckner,
como sucede, sobre todo, en los delitos culposos y omisivos en los
nos- 115 y ss., antes del § 32; Welzel, ZStW, 63, 51. '
que interesa delimitar con precisión el alcance de los deberes de
cuidado y acción (ver la reglamentación legal en el § 330c; además,
las s. 30, 25; 36, 78; 57, 147; 58, 98 y 227; 74, 1S8, del TdR; las s. 6,
57; 11, 136 y 354, del TF; más datos en Henkel, Hom. a Mezger, p.
249).
DERECHO PENAL. PARTE GENERAL 129
128 JOHANNES WESSELS

Cuando las representaciones del autor relativas al


carácter de injusto del hecho son erróneas, hay que distin-
§ 11 guir, conforme a los § 16 y 17, entre "error de tipo" y "error
LA TEORÍA DEL ERROR. EL ERROR SOBRE de prohibición".
LA NORMA PROHIBITIVA, SOBRE CAUSAS Se da un error de tipo (§ 16, I) cuando alguien no
DE JUSTIFICACIÓN Y DE EXCULPACIÓN conoce, al cometer el hecho, una circunstancia que pertene-
ce al tipo legal. El error de tipo es el reverso del dolo de
Caso 11. Al maestro M le llama la atención que durante el tipo: quien actúa "no sabe lo que hace"; le falta, para el
recreo los alumnos A y B de 4 9 año entren en el patio de la escuela dolo de tipo, la representación necesaria.
con mucho atraso. Cuando M entra en el aula para dar comienzo En cambio, el error de prohibición (§ 17) es un error
a la clase siguiente, reina allí gran intranquilidad: durante el inter- sobre la antijuridicidad (la prohibición jurídica) del hecho;
valo, alguien había derramado tinta en el acuario que había sido
aquí, el autor "sabe lo que hace típicamente, pero cree erró-
adquirido por los alumnos y contiene valiosos peces de adorno. M se
convence inmediatamente que sólo A y B pueden haber sido los neamente que está permitido" (s. 2, 197, del TF).
autores del hecho. A pesar de declararse ambos inocentes, M le pro- El error sobre causas de justificación asume una
pina a A algunos leves bastonazos en las nalgas. A B, que huye en posición especial: la creencia errónea de que existen circuns-
dirección a la puerta y cuyo comportamiento renitente, ya lo había tancias justificantes del hecho se equipara considerablemen-
fastidiado a menudo, quiere darle ahora el castigo que se merece y
te, en sus consecuencias jurídicas, al error de tipo; en
le arroja un llavero a la cabeza, y esto le produce dos lesiones cutá-
neas leves. Las investigaciones del director, cuya ayuda B había cambio, al simple "error sobre el permiso" se lo considera
solicitado, revelan enseguida que A y B nada tenían que ver con como "error indirecto de prohibición" (ver más datos en
ese hecho. los n " II y III).
¿Cómo debe juzgarse, desde el punto de vista penal, la con-
ducta de M? 1. La contraposición entre error de tipo y error de
prohibición se ha impuesto solamente en la década de 1950.
I. La teoría del error. Tomando como punto de partida el principio de que para el
reproche de culpabilidad no interesa la conciencia de la antijuridi-
El castigo impuesto por M a los alumnos A y B, realiza el tipo cidad, el Tribunal del Reich distinguió, en jurisprudencia firme entre
de la lesión corporal cometida en el ejercicio de funciones públicas el error de hecho (error sobre los hechos) y el error de derecho
(§ 223 y 340, I ) ; con respecto a B, está también realizado el tipo de (desconocimiento de conceptos jurídicos). La posibilidad de aplicar
la lesión corporal peligrosa (§ 223a). el § 59 según el texto de entonces (el nuevo § 16), fue limitada al
La corrección corporal fue en ambos casos antijurídica, por error de hecho; un error de derecho era fundamentalmente irrele-
faltar un motivo que la justificara (ver lo que se ha dicho en el vante. No obstante, el Tribunal del Reich hizo, por razones de equi-
§ 9, I I ) . dad, una excepción respecto del error de derecho "extrapenal", que
No obstante, M estaba convencido de que Ay B habían conver- equiparó, análogamente al anterior § 59, al error de hecho que exclu-
tido los peces de adorno en calamares. El problema consiste en esta- ye el dolo (ver las s. 1, 370; 10, 236; 54, 162; 60, 425; 72, 305, del
blecer la significación que tiene un error sobre el motivo de la TdR). Por consiguiente, sólo no se tomó en cuenta, en absoluto, el
corrección (caso A) y sobre los límites jurídicos de las facultades error de derecho "penal", tampoco cuando se refería a los conceptos
correctivas (caso B).
130 JOHANNES WESSELS DERECHO PENAL. PARTE GENERAL 131

jurídicos contenidos en el tipo de lo injusto (s. 34, 418, y 57, 235, Mezger, NJW, 51, 500, y 53, 2; Nowakowski, ZStW, 65, 383; Oehler,
del TdR). Hom. al 41? Congreso de Juristas alemanes, 1955, p. 266; Schonke,
La doctrina rechazó, casi por unanimidad, esta distinción con- "Deutsche Rechtszeitschrift", 46/47 y 101).
siderándola arbitraria e irrealizable y criticó en forma especial- Contra la teoría "rígida" del dolo se hicieron, con razón, críti-
mente dura la sentencia 57, 235, mencionada. Después de 1945, cas político-criminales: esta teoría favorece la posición jurídicamente
varios tribunales superiores y el Tribunal Supremo de la Zona Bri- indiferente, puesto que atribuye efecto excluyente del dolo incluso al
tánica comenzaron a no tener en cuenta la jurisprudencia del Tribu- error de valoración más grave y, sin más, no exculpable. Si faltan
nal del Reich (por ejemplo, los Trib. Sup. de Kiel [DRZ, 46, 1261 y tipos culposos, da lugar a lagunas de punibilidad intolerables. A la
de Oldenburg [MDR, 50, 690] y el Trib. Supremo cit. [en la s. 2, teoría "limitada" del dolo se opone la circunstancia de que sólo puede
129]). La fundamental sentencia 2, 194, del Gran Senado del Tribu- ser sustentada abandonando el propio punto dogmático de partida.
nal Federal en materia penal puso fin a este desarrollo: siguiendo la La teoría rígida del dolo es afirmada aún hoy en forma modifi-
"teoría de la culpabilidad", reconoció la conciencia de lo injusto como cada; en lo que a contenido y sitio del dolo se refiere, no hay unani-
elemento independiente de la culpabilidad y distinguió, en el ámbito midad, por cierto, entre sus partidarios: mientras Schmidháuser
del error, entre error de tipo y error de prohibición (se ocupan de (7/36, 8/26 y 10/28 y ss.) añade al tipo de lo injusto tan sólo los
este tema detenidamente, Backmann [JuS, 72, 196 y ss.] y Gossel elementos de voluntad del dolo y sintetiza la conciencia actual del
[Über die Bedeutung des Irrtums im Strafrecht] [Sobre la significa- hecho y de lo injusto como características de la culpabilidad, Lan-
ción del error en el derecho penal], 1974). ger, que fue discípulo suyo (Das Sonderverbrechen [El delito espe-
cial], 1972, ps. 293 y ss. y 356 y ss., y en GA, 1976, 193 y 208, iden-
2. En cambio, la teoría del dolo (a la cual el actual tifica la característica de la culpabilidad por dolo con la simple con-
§ 17 ha quitado significación) vio en el "dolo" una caracte- ciencia de lo injusto, dándole así a la voluntad de actuar y a la
conciencia del hecho la categoría de elementos de lo injusto. Tam-
rística de la culpabilidad que, al lado del conocimiento v de bién diferente es el punto de vista de Otto (§ 7, IV y V, y § 16, I,
la voluntad de realizar el tipo (dolo de tipo), también abar- 2) que considera que la voluntad de la conducta, el conocimiento
caría la conciencia de lo injusto. de las circunstancias de hecho (conciencia del hecho) y la conciencia
Según esta teoría, la existencia de la acción dolosa sólo puede de lo injusto pertenecen, como "conciencia del carácter nocivo social",
afirmarse si el autor ha obrado con dolus malus, o sea, si ha tenido al tipo subjetivo de lo injusto, y así distingue la llamada conciencia
la conciencia de realizar el tipo "en forma antijurídica". Es super- de la antijuridicidad que ha de pertenecer al ámbito de la culpabi-
flua aquí cualquier distinción entre error de hecho y error de derecha lidad y consistir en el conocimiento de que se infringe una disposi-
o entre error de tipo y error de prohibición. ción penal. Estas distintas formas de la teoría del dolo no pueden
coincidir con la ley.
Desde el punto de vista de la teoría del dolo, existe, a
fin de cuentas, "un solo" error relevante: la creencia de no 3. El derecho en vigor sigue en los § 16 y 17, por
actuar en forma antijurídica. Es indiferente establecer razones ponderadas y consideradas como acordes con la
dónde reside este error y la razón por la cual falta la concien- Constitución, la teoría de la culpabilidad (ver más datos
cia de la antijuridicidad. en Trib. Fed. de Garantías Constitucionales, JZ, 76, 91).
Mientras la teoría "rígida" del dolo sostenía este criterio sin El reproche de Langer (GA, 1976, 193 y 214) según el cual
restricciones (como ya lo hicieron Baumann, Lang-Hinrichsen y el Tribunal Federal de Garantías Constitucionales menospreció, al
Schróder), la teoría "limitada" del dolo afirmó la existencia del decidir, las reglas elementales de la interpretación de la ley, es
dolo si al autor le había faltado, por "ceguera jurídica" u "hostilidad errónea, como también es insostenible su afirmación de que el § 17
al derecho", la conciencia de lo injusto (se expresan en este sentido contiene, en realidad, "una codificación de la teoría del dolo"(\).
132 JOHANNES WESSELS
DERECHO PENAL. PARTE GENERAL 133

La teoría de la culpabilidad debe su nombre a la cir- En uno y otro caso, sólo interesa establecer si el error era "evi-
cunstancia de que, en la conciencia de lo injusto actual o table" o "inevitable". Por ejemplo, quien, desconociendo culposa-
potencial, ve un elemento independiente de la culpabilidad mente la situación de hecho, cree que un operario que se desempeña
(separado del dolo del tipo). Según esta teoría, la falta de con carácter transitorio en una fábrica, es un ladrón, y en legítima
comprensión de lo injusto no afecta, como error de prohibi- defensa presunta, lo lesiona, debería castigarse por lesión corporal
dolosa (§ 223 y ss.), y no solamente sobre la base del tipo de la
ción, el "dolo", sino tan sólo la "culpabilidad". Las conse- culpa (§ 230). El agente de policía criminal que confunde a un ino-
cuencias jurídicas del error dependen de la posibilidad de cente con un asesino perseguido por requisitoria y lo detiene, respon-
evitarlo: el error inevitable de prohibición hace desaparecer dería, por la evitabilidad del error, a título de privación dolosa de la
la reprochabilidad de la realización del tipo y es, por consi- libertad (§ 239); esto sería dudoso sobre todo por la circunstancia
guiente, causa de exclusión de la culpabilidad. El error de que el agente habría debido contar, según su representación en
caso de inactividad, con el reproche de favorecimiento cometido en
evitable de prohibición puede (no debe) producir dismi-
el ejercicio de funciones públicas (§ 258a). La teoría rígida de la
nución de la culpabilidad, con la consecuencia de que la culpabilidad no satisface casos como éstos; es difícil que sus resulta-
pena correspondiente al dolo ha de atenuarse (§ 17 y 49,1). dos sean compatibles con el sentimiento jurídico (ver más datos sobre
No han sido aún bien aclarados los criterios de la "evitabilidad". la crítica correspondiente, en Dreher, Hom. a Heinitz, p. 207, y
La jurisprudencia pone, para afirmar la "inevitabilidad" del error, Engisch, ZStW, 70, 585).
exigencias muy severas: es decisivo establecer si el autor, en virtud
b) La teoría "limitada" de la culpabilidad que se ha
de su posición social, con arreglo a sus capacidades individuales y
con el juicio que se le puede exigir, y de representaciones jurídico- impuesto en la jurisprudencia y en la doctrina (s. 3, 105 y
morales de valor, habría podido comprender la injusticia del hecho 194, del TF; Trib. Supremo de Baviera. NJW, 52, 1848; Je-
(s. 4, 1 y 237, y 3, 366). Si existen dudas en cuanto a la admisibilidad scheck, § 41, III; S.-S.-Cramer, § 16, n08- 13 y ss., con otros
jurídica del hecho, existe el deber de informarse. Quien carece de
datos) sigue, en lo que respecta al error sobre causas de jus-
experiencia jurídica tiene que cerciorarse, antes de intervenir en
bienes jurídicos protegidos, dentro de lo posible, acerca de la situa- tificación, una solución diferenciada:
ción jurídica; no ha de confiar sencillamente en su propio juicio, que aa) La creencia errónea de que existen los presupues-
es inseguro (s. 5, 118 y 289; 21, 18, del T F ) . Si lo injusto del tos típicos de una causa de justificación reconocida, se
hecho es grave, deben aumentar, en este aspecto, las exigencias.
equipara con fundamentación en parte diferente (ver el
a) La teoría "rígida" de la culpabilidad, sustentada vfi 3) del error auténtico de tipo en sus consecuencias jurídi-
principalmente por finalistas (Welzel, Maurach, Armin cas-, se admite casi por unanimidad que, conforme al § 16, I,
Kaufmann, Niese, Hirsch y otros) considera cualquier error 1, la culpabilidad por dolo o, por lo menos, la pena corres-
acerca de la antijuridicidad del hecho como error de prohibi-
pondiente al dolo, desaparece. Si el error depende de culpa,
ción con las consecuencias jurídicas mencionadas. En conse-
el autor será castigado por comisión culposa del hecho,
cuencia, no se plantea el problema de si el autor ha conside-
siempre que ésta sea amenazada con pena en el caso concre-
rado su acción, en general, como no prohibida o si, por un
error referente a la existencia, especie o alcance de una causa to (§16, 1,2).
La jurisprudencia hace aquí, ciertamente, limitaciones para las
de justificación, ha comprendido indirectamente que su
causas justificantes en las que se presenta la característica del "exa-
conducta estaba permitida. men debido" (s. 3, 7, y 14, 48, del TF; se expresa críticamente en

11 - Wessels.
134 JOHANNES WESSELS DERECHO PENAL. PARTE GENERAL 135

cuanto al estado de necesidad, el comentario expuesto en el § 8, IV,


2, de este libro). III. El error sobre causas de justificación.
bb) El error sobre los límites jurídicos de una causa de
Si el autor ha creído, conociendo totalmente el tipo, en
justificación reconocida o sobre la intervención de un princi- la intervención de una causa de justificación, hay que distin-
pio permisivo, que el ordenamiento jurídico no reconoce, guir entre el "error sobre el tipo permisivo" y el simple
será tratado según las reglas del error de prohibición (ver "error sobre el permiso".
el §17).
Originalmente, el error sobre circunstancias de hecho justifi-
1. Por error sobre el tipo permisivo se entiende el
cantes debía regularse según la teoría "limitada" de la culpabilidad error sobre los presupuestos típicos de una causa de justifi-
(§ 20 del proyecto de 1962). Sin embargo, el Parlamento federal no cación reconocida. Se da si el autor ha considerado errónea-
adoptó esta disposición en el texto legal, para dejar la cuestión al mente que existían circunstancias que, si existieran efectiva-
estudio de la jurisprudencia y de la doctrina.
mente, justificarían el hecho.
El deslinde entre el "error sobre el tipo permisivo" y el "error
II. El error sobre la norma de prohibición. sobre el permiso" puede ser, a veces, difícil; si se producen interfe-
Un error sobre una prohibición jurídica como tal se da rencias, hay que admitir, en caso de dudas, un error sobre el tipo
permisivo (Engisch, ZStW, 70, 582; Dreher, Hom. a Heinitz, p. 207).
cuando el autor no reconoce una norma de prohibición que Por ejemplo, en el caso de legítima defensa putativa, la afirmación
se refiere directamente al hecho, no la considera válida o, de la existencia de un error sobre el tipo permisivo, no se limita al
como consecuencia de su interpretación equivocada, llega caso en que el autor se considera erróneamente agredido. También
a representaciones falsas acerca de su ámbito de validez, y se da creencia errónea de circunstancias justificantes cuando el autor
juzga en forma equivocada la forma o intensidad de la agresión real
por esta razón estima que su conducta es jurídicamente o presunta y en consecuencia se defiende más intensivamente de lo
admisible (error directo de prohibición). "necesario" o si, sobre la base de circunstancias concretas (o sea, no
Error de prohibición en este sentido no es tan sólo la represen- simplemente abstractas), estima que una agresión legítima es "anti-
jurídica". Con esto queda demostrado que el error sobre el tipo
tación positiva de que el hecho está permitido, sino también la falta
permisivo no es idéntico, de ninguna manera, a un "error de hecho",
de comprensión de lo injusto que se basa en un defecto de represen-
sino que puede comprender, en elementos normativos de justificación,
tación (ver Armin Kaufmann, Hom. a Eb. Schmidt, p. 319). incluso errores de valoración.
El error sobre características "valoradoras totales" es error de
prohibición si se refiere al mismo juicio de valor (por ejemplo, a la Según la opinión dominante, existen dos posibilidades
"censurabilidad" de la relación fin-medio en el § 240, I I ) , y no a los para satisfacer la naturaleza específica del error sobre el
elementos de valoración que le sirven de base (ver lo que se ha dicho tipo permisivo. .
en el § 8 , IV).
a) La teoría de las características negativas del tipo
Se pronuncian detalladamente sobre el total problema Horn,
Verbotsirrtum und Vorwerfbarkeit (Error de prohibición y repro- ve en las causas de justificación elementos del "total tipo de
chabilidad), Berlín, 1P69, y Rudolphi, Unrechtsbewusstsein und Ver- lo injusto" y en los distintos presupuestos de justificación
meidbarkeit des Verbotsirrtums (Conciencia de lo injusto y evilabi- "elementos negativos del tipo". Esta interpretación produce
lidad del error de prohibición), Berlín, 1970. la aplicación inmediata del § 16,1, sobre la errónea admisión
136 JOHANNES WESSELS DERECHO PENAL. PARTE GENERAL 137

de circunstancias de hecho justificantes, con la consecuencia en que al autor solamente en el último caso mencionado lo
de que el "dolo", como tal, desaparece. alcanzará la función de advertencia del tipo legal, que le
La teoría de las características negativas del tipo ya ha sido indicará que traspasa los límites entre la conducta sin más
objeto (en el § 5, II, 3) de objeciones. Pero va excesivamente lejos: permitida y la conducta generalmente prohibida.
en efecto, atribuye al error sobre el tipo permisivo, así como al error Quien sabe que su conducta realiza un tipo de injusto
sobre el tipo de lo injusto, efecto "excluyente del dolo", y esto, en vista
de la naturaleza accesoria de la instigación y de la complicidad,
y sobre todo que lesiona a terceros, está llamado a examinar
produce consecuencias dudosas para la responsabilidad penal de un si un especial principio permisivo justifica su hecho. Quien
partícipe de mala fe (Dreher, MDR, 62, 592, y en Hom. a Heinitz, al respecto cede a un error evitable sobre la existencia de los
C ps. 217 y ss.). Por tanto, es preferible la tesis según la cual el error presupuestos típicos de una causa admitida de justificación,
. sobre el tipo permisivo no afecta el "dolo de tipo" como tal, puesto se expone al reproche de la falta de atención y actitud negli-
que el autor realiza, en caso de que exista, consciente y voluntaria-
mente, el tipo legal. gente frente a las exigencias de cuidado del derecho, y no al
reproche de un sentimiento hostil al derecho; en efecto, se
b) La "teoría limitada de la culpabilidad" sigue en esto deja llevar, al cometer el hecho, por representaciones de
una solución conciliante, que lleva, en el ámbito de la culpa- valor que concuerdan, en principio, con las del legislador.
bilidad y de la pena, a un resultado similar al de la teoría de Si las características aceptadas por él, del tipo permisivo,
las características negativas del tipo, pero la fundamentación existieran realmente, su hecho estaría justificado y no sería
es diferente: el error sobre los presupuestos típicos de una antijurídico. En una situación como ésta, su dolo de tipo
causa de justificación reconocida no hace desaparecer el no expresa una rebelión contra las decisiones valorativas del
dolo de tipo, sino, aplicando análogamente el § 16, I, 1 ordenamiento jurídico, como se presupone respecto del tipo
(únicamente), la culpabilidad por dolo y la pena correspon- de la culpabilidad por dolo como forma más grave de la
diente al dolo, equiparándose así exclusivamente en sus con- culpabilidad (ver lo que se ha dicho en el § 5, III, 5, y § 10,
secuencias jurídicas al auténtico "error de tipo". De esta V). En el fondo, comparte este criterio también el Tribunal
manera, el error evitable sobre el tipo permisivo da lugar a Federal, señalando —y esto produce muchos desacuerdos—
que el autor no sea castigado por comisión dolosa del hecho, que quien actúa con error sobre el tipo permisivo, es "en sí
sino por comisión culposa, cuando es disponible un tipo fiel al derecho" (s. 3, 107, del TF; ver más datos en Dreher,
culposo correspondiente. Hom. a Heinitz, p. 207; Engisch, ZStW, 70, 566; Roxin,
Ver más datos en Borker, JR, 60, 168; Dreher, MDR, 62, 582, Monatsschrift für Kriminologie und Strafrechtsreform, 1961,
y en Hom. a Heinitz, p. 207; Engisch, ZStW, 70, 583; Gallas, ZStW, 211). Pero, si sólo lo alcanza a quien comete un error evita-
67, 46; Jescheck, § 41, III, 2, c; Lackner, § 17, n<? 5, b; Noli, ZStW,
77, 8; Preisendanz, § 16, n<? 3, y § 17, n<? 3, d; Stratenwerth, I, n<? 523.
ble un reproche de culpabilidad, que corresponde calitativa-
Ver, asimismo, S.-S.-Cramer, § 16, n 9 14, en que se dice que la mente a un reproche de culpabilidad por culpa, hay que
aplicación analógica del § 16, I, 1, ya excluye lo injusto (?) de un equiparar el error sobre el tipo permisivo, respecto de sus
hecho doloso (¿totalmente?). consecuencias jurídicas, a un auténtico error de tipo.
Comparada con el "error auténtico de tipo", la natura- El error sobre el tipo permisivo se diferencia del "error
leza independiente del "error sobre el tipo permisivo" reside sobre el permiso" por la circunstancia de que aquél no se
138 JOHANNES WESSELS D E R E C H O PENAL. P A R T E GENERAL 139

refiere únicamente a la antijuridicidad del hecho, sino que cia de circunstancias justificantes del hecho, dado que en el
está siempre unido a una representación equivocada acerca error sobre el permiso quien actúa se deja llevar, si entiende
del contenido de su significación jurídico-social. correctamente la situación, por representaciones acerca del
Por ejemplo, quien, con una lesión corporal inferida derecho y de lo injusto que son contrarias a las del legislador,
dolosamente, se propone rechazar una presunta agresión, o sea, contienen una rebelión contra los principios de valor
tiene una representación del significado de su lesión comple- del ordenamiento jurídico.
tamente distinta de quien proyecta, con esa conducta, mal- Quien comprende correctamente la situación de hecho
tratar a la víctima o desquitarse de una agresión terminada y el significado social del suceso, pero, a pesar de esto, llega
desde hace tiempo y, por tanto, ya no "actual". En el primer a la opinión errónea de que su conducta se justifica, tiene
caso, está considerablemente disminuido, sobre la base de que responder, si el error es evitable, de su equivocada
la conciencia de la justificación, el disvalor de la conducta. decisión valorativa: en el estrecho ámbito del derecho penal
Desde el punto de vista de la teoría social de la acción, la criminal, deben exigirse a cada persona capaz de compren-
pena correspondiente al dolo sólo debe alcanzar, por ser la sión, decisiones ético-sociales correctas (Jescheck, § 41, II,
sanción penal más grave en el aspecto del reproche de culpa- l,b). De todos modos, se tiene en cuenta aquí una disminu-
bilidad, a quien haya comprendido exactamente la significa- ción de la culpabilidad y, por consiguiente, una atenuación,
ción jurídico-social de su acción, o sea, "estaba al tanto" de que se le adapte, de la pena correspondiente al dolo.
todas las circunstancias de hecho de las cuales depende la
3. En el caso de que se trata, el maestro Ai ha errado
valoración de lo injusto (se expresa correctamente R. Lange,
en muchos aspectos:
JZ,53, 15).
a) En el caso del alumno A, M creyó erróneamente que existía
2. Se da un simple error sobre el permiso si el autor una situación que lo facultaba para intervenir con una corrección
desconoce los límites jurídicos de una causa reconocida de corporal (s. 11, 241, y 14, 53, del T F ) ; su representación errónea
sólo se refiere aquí al motivo de la corrección.
justificación o si cree en la existencia de una causa de justifi-
cación no reconocida por el ordenamiento jurídico (error En este sentido, se está en presencia de un error sobre
indirecto de prohibición). el tipo permisivo que excluye la culpabilidad por dolo, error
Así, por ejemplo, cuando la persona agredida, en caso de que, no obstante, era evitable (como revela la inmediata
legítima defensa, cree poder utilizar cualquier medio de defensa o aclaración del rector). En consecuencia, M debe ser casti-
seguir lesionando incluso después de haber terminado en forma defi- gado análogamente al § 16,1 (tan sólo), por lesión corporal
nitiva la agresión (TF, GA, 1969, 24). culposa (§ 230 y 232).
El error sobre el permiso sigue, como "error indirecto Con arreglo a la teoría "rígida" de la culpabilidad, M debería
de prohibición", las reglas del error directo de prohibición ser castigado por lesión corporal dolosa cometida en el ejercicio del
y por consiguiente no excluye, si es evitable, la culpabilidad cargo (§ 223 y 340, I ) .
por dolo (ver lo que se ha dicho en el n° I, 3). La actitud b) En el caso del alumno B, el maestro, al creer que en esa cir-
cunstancia le estaba permitido arrojar un llavero a la cabeza de
del autor frente al ordenamiento jurídico es distinta, en este B, erró de dos maneras: admitió una causa de corrección e ignoró
caso, a la que tiene cuando cree erróneamente en la existen- los límites jurídicos del derecho de corrección.
140 JOHANNES WESSELS DERECHO PENAL. PARTE GENERAL 141

La sentencia 3, 107, del Tribunal Federal (léasela) no el error inevitable acerca de la existencia de presupuestos de
aclara suficientemente cómo debe tratarse un "doble error" una causa reconocida de exculpación disculpa al autor,
como ése. La fundamentación correcta debería ser la puesto que es indiferente, por su situación psíquica forzosa,
siguiente: la existencia de un "error de tipo permisivo" no que el peligro exista realmente o como, por ejemplo, en el
debe afirmarse porque M consideró (también) como exis- estado de necesidad putativo, tan sólo en su representación;
tente un motivo de corrección y, así, una sola característica la presión de la motivación es igual tanto en uno como en
de la causa justificante. otro caso (s. 64, 31, del TdR, y 5, 371, del TF). En cambio,
Dado que el ordenamiento jurídico no permite, tampoco en se discutió durante mucho tiempo acerca de cómo debía
casos de verdaderas faltas de un alumno, que se le infieran golpes en tratarse el error evitable sobre circunstancias de hecho
la cabeza con un llavero, M no puede invocar la admisión errónea exculpantes.
de una situación que, si existiera, habría justificado el hecho concreto.
a) Según un criterio generalizado, debería desaparecer aquí,
Quien, si se dan causas de corrección verdaderas o análogamente al § 59 en su texto anterior, la culpabilidad por dolo
supuestas, juzga los límites jurídicos del derecho de correc- y castigarse únicamente a título de hecho culposo (la llamada "solu-
ción en una forma distinta de la del ordenamiento jurídico, ción de la culpa": s. 64, 30, y 66, 227, del TdR; s. 5, 374, y 18, 311,
actúa con simple error de permiso. del TF; Baumann, 5* ed., § 29, II, 5; Dreher, MDR, 62, 593).
En consecuencia, no sería correcto decir que M se hallaba en b) La opinión contraria aplicó conforme al sentido los princi-
un error sobre el tipo permisivo y en un error de permiso: se está pios que rigen para el error de prohibición y responsabilizó al autor,
aquí tan sólo frente a un error de permiso, porque el ordenamiento si su error era evitable, por comisión dolosa del hecho, pero con la
jurídico no conoce un derecho de corrección que consienta correccio- posibilidad de una atenuación de la pena: Jescheck, § 48, II, 2, b;
nes "desmedidas" (Engisch, ZStW, 70, 604; Arthur Kaufmann, Schuld Arthur Kaufmann, ZStW, 76, 578; Vogler, GA, 1S69, 103; en este
und Strafe [Culpabilidad y pena], 1966, p. 118). sentido también se expresa Wessels, Parte general, 3* ed., § 9, IV).

Dado que el error de permiso, para tratar conforme a Habla en favor de esta última opinión la circunstancia
la regla del error de prohibición, era evitable, en el caso del de que la admisión errónea de circunstancias de hecho excul-
alumno B, el maestro L es culpable de lesión corporal pantes representa un error sui generis, al que no se adapta la
dolosa inferida en el ejercicio del cargo, en unidad de hechos "solución de la culpa" por cuanto el autor está al tanto de la
con lesión corporal peligrosa (§ 223, 340, I, 223a y 52). antijuridicidad de su conducta, o sea, sabe que comete un
La teoría "rígida" de la culpabilidad llegaría aquí al mismo injusto. Esta particularidad puede ser tenida mejor en cuenta
resultado. aplicando conforme al sentido las "reglas sobre el error de
prohibición". En el § 35, II, el legislador se adhirió a este cri-
IV. El error sobre causas de exculpación. terio respecto del estado de necesidad exculpante, con la
Según la opinión general, carece de importancia el reserva de que la pena "debe" atenuarse en caso de evitabili-
error sobre la existencia o los límites jurídicos de una causa dad del error. Dicha disposición ha de aplicarse correspon-
de exculpación, porque solamente el ordenamiento jurídico dientemente a las demás causas de exculpación (ahora se
ha de decidir cuándo quiere prescindir de un reproche de expresa del mismo modo también Baumann, § 29,1, 4, d; ver,
culpabilidad. Los autores también están de acuerdo en que además, S.-S.-Cramer, § 16, n° 30).
142 JOHANNES WESSELS D E R E C H O PENAL. P A R T E GENERAL 143

1. Las causas personales de exclusión de la pena son


§ 12 las circunstancias previstas legalmente, cuya existencia pro-
duce de antemano la impunidad y que deben haber existido
CAUSAS PERSONALES DE EXCLUSIÓN DE LA
en el momento de la comisión del hecho. Su denominación
PENA Y EXCUSAS ABSOLUTORIAS. EL ERROR
no explica, por cierto, cómo se fundamenta, en el caso
SOBRE CIRCUNSTANCIAS QUE EXCLUYEN LA
particular, la liberación de la pena.
PENA Y PRESUPUESTOS DE LA PERSECUCIÓN
PENAL Las causas de que se trata deben su existencia, en parte, a
consideraciones de utilidad político-criminal. En otros casos, el legis-
lador, teniendo en cuenta una situación conflictiva similar al estado
Caso 12. El mecánico M ha descubierto en el ropero de su de necesidad, se ha inducido a considerar el contenido de culpabili-
esposa E un escondite que contenía una suma elevada. De ésta dad disminuido creando una causa personal de exclusión de la pena
sustrae 500 marcos, con los cuales posibilita la fuga al extranjero (por ejemplo, frustrando la pena a favor de parientes con arreglo al
de B a quien se buscaba por estafa continuada. A partir de 1945, se § 258, VI; al respecto se expresa en forma crítica Kratzsch, JR,
hicieron cargo de M y B, como huérfanos de guerra, padres de crian- 74, 186).
za que les hicieron creer que eran hermanos. En realidad, no existía Son causas personales de exclusión de la pena especialmente
entre ellos ninguna relación de parentesco. la indemnidad de los diputados (§ 36), la edad juvenil de los descen-
¿Cómo debe juzgarse penalmente la conducta de M dientes y de los hermanos en caso de incesto (§ 173, III), la relación
1. si el dinero sustraído era propiedad de E, pero él creía de parentesco en caso de favorecimiento personal (§ 258, V I ) , así
erróneamente que pertenecía a una vecina, para la cual E lo guar- como la participación en el hecho precedente en caso de favoreci-
miento real (§ 257, III) y de frustración de la pena (§ 258, V ) .
daba? Y ¿cómo debe juzgarse esa conducta
2. si el dinero era propiedad de la vecina, pero M creía que 2. En cambio, las excusas absolutorias son circunstan-
pertenecía, como resto de una ganancia a la quiniela, a su esposa E? cias que se presentan solamente después de la comisión de
un hecho punible y que suprimen en forma retroactiva la
I. Excepciones personales de la punibilidad. punibilidad ya fundamentada.
Por lo general, es suficiente, para fundamentar la puni- Son excusas absolutorias especialmente el desistimiento de la
bilidad, lo injusto y la culpabilidad. Pero se dan casos excep- tentativa (§ 24) y de la tentativa de participar en un crimen (§ 31),
cionales en que la punibilidad de la conducta depende de la rectificación en tiempo oportuno de datos falsos en el caso previsto
en el § 163, II, así como él llamado "arrepentimiento activo" después
presupuestos adicionales, por ejemplo, de "condiciones obje- de la consumación de determinados delitos (ver los § 98, II, 2, 310 y
tivas de la punibilidad" (ver lo que se ha dicho en el § 5, IV, 311c, III). Se discute si también pertenece a este grupo la liberación
1) o en los cuales motivos rigurosamente referidos a la perso- de la pena conforme al § 139, III, 1, IV (ver más datos en Geilen,
na, ajenos a lo injusto y a la culpabilidad, excluyen o extin- JuS, 65, 426).
guen la pena en virtud de reglamentaciones legales especia-
les. Estas excepciones de la culpabilidad constituyen las II. Causas de limitación de la pena y admisibilidad '
causas personales de exclusión de la pena y las excusas de la persecución penal.
absolutorias; tienen en común el hecho de que sólo favorecen 1. En algunos casos, el tribunal puede, con criterio
al autor o al partícipe en cuya persona se verifican (§ 28, I I ) . acorde con el deber sobre la base de presupuestos legales
144 JOHANNES WESSELS DERECHO PENAL. PARTE GENERAL 145

determinados, prescindir de la pena o atenuarla (por ejem- ZStW, 68, 374; Trib. Fed. de Garantías Constitucionales, NJW, 69,
1059).
plo, con arreglo a los § 83a, 86, IV, 87, III, 98, II, 1, 139, I,
157, 158, 311b, 311c, II, 316a, II, 316c, IV, y 330, V).
III. El error sobre circunstancias que excluyen la pena
Conforme al § 60, el tribunal también prescinde de la pena si
las consecuencias del hecho que lo han alcanzado al autor, son tan y presupuestos de la persecución penal.
graves que su imposición sería evidentemente absurda. Este criterio 1. No existe unanimidad de pareceres en lo que
no vale si se ha incurrido, respecto de un hecho, en una pena priva-
tiva de libertad superior a un año. Ver más datos en Müller-Dietz, respecta a un error sobre circunstancias que excluyen la
Hom. a R. Lange, p. 303; Trib. Sup. de Karlsruhe, JZ, 74, 772, con pena, o sea, si es y hasta qué punto, relevante.
nota de Maiwald. a) La opinión dominante sólo se refiere a la situación objetiva.
Prescindir de la pena es renunciar a la imposición de Este criterio se fundamenta afirmando que las causas personales de
exclusión de la pena son ajenas a lo injusto y a la culpabilidad y que
una pena; esta renuncia se basa en la negación de la necesi- no es necesario que las abarque el dolo del autor. Lo que decide
dad de castigar. es únicamente su existencia objetiva en el momento del hecho; un
La "exención de la pena" (§ 199 y 233) concierne a un error es, en este aspecto, irrelevante (ver la s. 61, 270, del TdR; Mau-
caso especial en que el pensamiento fundamental de la rach, § 23, I, B, 1; Welzel, § 49, IV, 1, b).
"compensación" coincide con la comprensión por la "agita- b) La opinión contraria a esta tesis también tiene en cuenta
(con resultados en parte distintos) la representación del autor, si des-
ción comprensible" de quien fue agredido en primer término
empeñan un papel, dentro de la correspondiente causa de exclusión
(más datos en Küper, JZ, 68, 651). de la pena, criterios privilegiantes acerca de la culpabilidad (ver
Se discute si la remisión de la pena después del período de pena Hom, MDR, 71, 8; Kohlhaas, ZStW, 70, 217; S.-S.-Cramer, § 16,
(§ 56g), así como la gracia y la amnistía son excusas absolutorias. A n<? 33; Stree, FamRZ, 62, 55).
estas dos últimas manifestaciones sólo se les asigna, en parte, signifi-
cación procesal (ver Maurach, § 35, V, B, 3, a; Peters, Strafprozess,
Solamente una solución diferenciada satisface las pecu-
2* ed., § 79), en tanto que otros autores admiten una "doble natura- liaridades de las distintas causas de exclusión de la pena y
leza" (Baumann, § 30, III; Jescheck, § 52, II, 2: tanto de excusas las muy diversas consideraciones del legislador para que se
absolutorias como de impedimentos procesales). las admita en el código penal: se debe hacer siempre refe-
2. Los presupuestos de la persecución penal (por rencia a la situación simplemente objetiva cuando la regla-
ejemplo, la querella, § 77, la autorización según el § 194, IV, mentación legal sirve en forma exclusiva o predominante a
y la aprobación del Parlamento Federal en el caso previsto intereses político-estatales o se basa en consideraciones de
en el art. 46, II, de la Ley Fundamental), así como los utilidad político-criminales.
impedimentos para la persecución penal (por ejemplo, la El criterio mencionado en primer término vale respecto del
§ 36 y el otro respecto de los § 173, III, y 257, III (así como antes
prescripción, § 78, la extraterritorialidad, § 18 y 19 de la ley
respecto de la impunidad, entretanto eliminada, del hurto entre
orgánica del poder judicial, y la inmunidad de los diputados, cónyuges: § 247, II; ver la s. 23, 281, del T F ) .
art. 46, II, de la Ley Fundamental).
En cambio, debe tenerse en cuenta la representación
Se discute hasta qué punto les corresponde a distintas circuns-
tancias de esta especie (sobre todo a la prescripción) significación
del autor cuando la causa de exclusión de la pena pretende
jurídico-material (ver Baumann, § 4, I, 1; Peters, ob. cit, § 2, y dar relieve, en primer término, a una situación de motiva-
146 JOHANNES WESSELS DERECHO PENAL. PARTE GENERAL 147

ción similar al estado de necesidad y al contenido disminuí- y 139). Quien comete un favorecimiento en favor de un
do de culpabilidad. pariente presunto, se halla en la misma situación psíquica
En el caso de que se trata, esto necesita, respecto del § 258, conflictiva que aquel que auxilia a un pariente a sustraerse
VI, un examen detallado: M ha posibilitado a B su fuga al extranjero, (definitiva, temporaria o parcialmente) a la pretensión puni-
realizando así intencionalmente o, por lo menos, a sabiendas, el tipo tiva del Estado. Conforme al sentido y al fin del § 258, VI,
del § 258, I. Objetivamente, no existen los presupuestos para una también él merece la "tolerancia" prevista allí, de suerte que
exclusión de la pena con arreglo al § 258, VI, dado que M y B no parece imperioso conceder efecto excluyente de la pena, por
son parientes consanguíneos y no existe entre ellos una "relación de
parentesco" en el sentido de los § 258, VI, y 11, I, n° 1 (una relación
lo menos, al error inevitable de esta especie (paralelo
de cuidado —no así una adopción— no fundamenta entre personas respecto de la errónea suposición de circunstancias excul-
pertenecientes a la familia, una "relación de parentesco"). Pero hay pantes; ver el § 35, II).
que preguntarse si la suposición errónea de que B es hermano carnal La creencia errónea de que B fuera su hermano era, en el
de Ai, no le da a éste la impunidad. caso de que se trata, inevitable para M. En lo que al favoreci-
Al aplicar el anterior § 257, II, al cual corresponde miento se refiere, M queda, por consiguiente, impune (§ 258,1 y VI).
ahora el § 258, VI, el Tribunal del Reich consideró, en la La creencia errónea evitable acerca de una relación de paren-
tesco sólo tendría significado según este punto de vista, en el ámbito
sentencia 61, 270, que era decisiva únicamente la situación
del § 258, como causa de atenuación de la pena (también aquí se
objetiva, o sea, la real existencia de una relación de paren- pronuncia en favor de la impunidad, Stree, JuS, 76, 137 y 141).
tesco. Pero esta decisión no convence, porque no tiene A la inversa, el autor, en caso de ignorar los presupuestos, exis-
suficientemente en cuenta que la reglamentación contenida tentes objetivamente, del § 258, VI, debería ser castigado por favore-
en el § 258, VI, no encuentra su fundamento en simples cimiento consumado, porque la existencia de la relación de paren-
tesco no ha tenido ninguna influencia sobre su formación de voluntad.
consideraciones de utilidad en el ámbito de la política crimi-
nal: se trata preferentemente del privilegio de una situación 2. En los presupuestos e impedimentos de persecución
conflictiva similar al estado de necesidad que disminuye la penal pertenecientes al derecho procesal, se admite, en
culpabilidad. En el ámbito del favorecimiento, la ley respe- general, que sólo interesan los hechos, y no la representación
ta el sentimiento natural de la solidaridad entre parientes del autor acerca de su existencia o inexistencia. En el caso
cercanos; además, hay tolerancia respecto del autor, porque del hurto familiar y doméstico (§ 247), un error sobre la
obtiene a menudo el favorecimiento como una especie de relación de parentesco es, por consiguiente, irrelevante: en
"autoprotección", con el fin de evitar consecuencias econó- efecto, esta circunstancia tiene significación tan sólo para
micas o sociales que lo amenazan y que pueden producirse, el requisito de la querella como presupuesto de la persecu-
para él o su familia, con motivo de la persecución penal ción penal (s. 18, 123, del TF).
contra el pariente. Esta causa personal de exclusión de la Si los 500 marcos eran propiedad de E (caso 1), hay objetiva-
pena tiene su origen, claramente, también en el ámbito de mente un hurto entre parientes (§ 242 y 247). Aunque M no tuviera'
ningún conocimiento de esto, este hecho sólo puede ser perseguido
la culpabilidad y ya se aproxima así a las causas de exculpa-
por querella de su esposa.
ción (ver Eser, I, caso 20, A, 12; Jescheck, § 42, II, 1; Geerds, Si los 500 marcos sustraídos eran propiedad de la vecina (caso
Hom. a Hentig, p. 138; Warda, Hom. a R. Lange, ps. 119 2), se aplicará únicamente el § 242. La creencia errónea de M de
148 JOHANNES WESSELS DERECHO PENAL. PARTE GENERAL 149

que se den los presupuestos del § 247, carece de importancia; la principio, a cualquiera que haya cooperado en forma causal a la
persecución penal debe tramitarse aquí de oficio (ver los § 160 y realización del tipo, se lo considera como autor, sin tener en cuenta
152, II, del Código de Procedimiento Penal). la trascendencia concreta de su cooperación. Criterio decisivo de la
En lo que se refiere a la especial problemática de la apropia- autoría unitaria es únicamente la causalidad; la forma y significación
ción de dinero, ver la s. 17, 87, del TF, con nota de Schroder, JR, 62, de la contribución al hecho se tienen en cuenta solamente en el ámbito
346, y Roxin, Hom. a Mayer, p. 467. de la graduación de la pena. Para el derecho penal, con sus termi-
nantes consecuencias jurídicas, este principio del autor unitario es,
por su medida excesiva, inadecuado; no obstante, por razones de
simplificación, el legislador ha adoptado este concepto de autor uni-
§ 13 tario en el derecho sobre las infracciones al orden (§ 14 de la ley
sobre infracciones al orden; ver la controversia al respecto en Cramer,
AUTORÍA Y PARTICIPACIÓN NJW, 69, 1929; Dreher, NJW, 70, 217, y 71, 121; Kienapfel, Der
Einheitstater im Strafrecht [El autor unitario en el d. p.], 1971, y
Caso 13. A, que había sido adoptado por el fabricante F, NJW, 70, 1826, 71, 123, y JuS, 74, 1; Welp, "Zeitschrift für Verkehrs-
aspira a convertirse cuanto antes, como heredero de él, en titular de und Ordnungswidrigkeitenrecht", 72, 299).
la empresa. Dado que teme que F lo desherede si mantiene el mismo
La necesidad de establecer diferencias entre autoría y
modo de vida, ofrece a O —un obrero forestal— una remuneración
elevada si mata a F que iba a cazar al bosque con frecuencia. O
participación existe solamente en los delitos dolosos; en los
acepta y A le procura una escopeta y municiones. delitos culposos, estructurados de otro modo, no tiene ningu-
Al fin de la semana siguiente, O lo espera a F delante del pabe- na significación. Autor de un delito culposo es cualquiera
llón de caza. A mansalva mata a H —huésped de caza.— que había que colabora, lesionando un deber de cuidado, en la realiza-
concertado una cita con F, creyendo que era él. Descubierto su error ción del tipo (ver el § 15,1 y II).
y apartado rápidamente el cadáver de H, O lo espera a F. Al llegar
éste al lugar, también es derribado a mansalva de un tiro mortal. 2. Fundamento de la autoría es el tipo legal (concep-
¿Cómo se han vuelto punibles A y O? to de autor referido al tipo). Las disposiciones penales de
la parte especial del Código Penal presuponen como cosa
I. Formas de participación y concepto de autor. natural que la autoría se deduce directamente de la realiza-
1. El derecho penal alemán distingue, cuando varias ción del tipo. Quien por sí mismo ejecuta una acción amena-
personas participan en un hecho punible, entre autoría y zada con pena y realiza en su persona todas las característi-
participación. Las formas de manifestación de la autoría son cas del tipo objetivo y subjetivo de lo injusto, es, sin más,
la autoría directa y mediata (§ 25, I ) , la coautoría (§ 25, "autor" (en este sentido, ahora, categóricamente, el § 25, I,
II) y la autoría accesoria no reglamentada legalmente. Las 1$ alternativa; es instructivo lo que dice al respecto Herz-
formas de la participación son la instigación (§ 26) y la berg, Grundfalle zur Lehre von Taterschaft und Teilnahme
complicidad (§27). Esta distinción posibilita concebir cada [Casos fundamentales sobre la teoría de autoría y participa-,
contribución al hecho según corresponde a su importancia ción], JuS, 74, 237 y ss.).
concreta y a su especial disvalor de conducta. En consecuencia, en el caso de que se trata hay que tomar
Se contrapone a este sistema dualista de participación (autoría como punto de partida (como de costumbre) la cuestión de la reali-
y participación) el principio unitario de autor; con arreglo a este zación del tipo y examinar si O es culpable del asesinato de H y F;

12 - Wessels.
150 JOHANNES WESSELS DERECHO PENAL. PARTE GENERAL 151

como características del asesinato pueden existir la "codicia" y la insidia (criterio discutido; ver más datos en S.-S.-Eser, § 211, nos-
"alevosía" (§ 212 y 211, II, primero y segundo grupo): 13-16; Wessels, Parte especial-1, § 2, III, 2).
a) La sistemática de los delitos de homicidio es objeto de dis- d) O ha cometido un segundo asesinato (§ 212 y 211) al matar
cusiones. La tesis, sostenida en la jurisprudencia (s. 1, 371, y 22, a tiros, después de H, también a F.
377), según la cual el asesinato y el homicidio son delitos de especie
diferente con contenido de injusto propio, es anticuada y debe recha- II. El deslinde entre autoría y participación.
zarse. La teoría dominante en la teoría jurídica toma como punto de
partida el criterio de que el asesinato constituye un caso más grave A ha despertado en O la decisión de matar a F y ha puesto a su
de homicidio doloso, o sea, una calificación del § 212 (ver más datos disposición, para este fin, un arma, pero no ha participado él mismo
en Maurach, Parte especial, § 2; Wessels, Parte especial-1, § 2, I ) . en la ejecución del hecho. A no ha previsto ni querido que, además
Por consiguiente, el § 211 no contiene características fundamentado- de F, también fuera matado H. El problema es el siguiente: qué
ras de la pena, sino agravantes (y esto es importante respecto de los influencia tiene esta forma de "participación" para la punibilidad de
§28y29). A y si a éste también se lo debe considerar como autor o únicamente
fe) La muerte de H por O realiza objetiva y subjetivamente el como partícipe de los hechos punibles cometidos por O.
tipo fundamental del § 212. El dolo de tipo no resulta excluido pol-
la circunstancia de que O ha confundido H con F (ver lo que se ha 1. Será castigado como autor quien cometa por sí
dicho en el § 7, IV, 1). La autoría de O se desprende necesaria- mismo el hecho punible (autoría directa) o mediante un
mente de la circunstancia de que ha realizado de propia mano el tipo tercero (autoría mediata), § 25, I. Si varias personas come-
fundamental del § 212, o sea, ha cometido "él mismo" el hecho puni- ten el hecho mancomunadamente, cada una de ellas será
ble (§ 25, I, primera alternativa). castigada como autor (coautor), § 25, II. Partícipe es quien
c) Además, dado que O ha actuado "por codicia" y "alevosa- determina dolosamente a un tercero a su hecho antijurídico
mente", también está realizado el tipo calificado del § 211, II, prime-
ro y segundo grupo: hay acción "codiciosa" cuando el autor, como
cometido dolosamente (instigación, § 26) o le presta dolo-
sucede en el caso de O, se deja determinar a la destrucción de una samente ayuda para la comisión del hecho (complicidad,
vida por tendencia desconsiderada y abyecta (aquí, la perspectiva de § 27). De ahí que la autoría sea la comisión directa, media-
una remuneración) (s. 10, 399, del T F ) . Actúa "alevosamente" ta o llevada a cabo en común, de un hecho punible propio;
quien, de modo reprobable, utiliza conscientemente la ingenuidad y participación es colaboración, descrita en los § 26 y 27,
debilidad de la víctima con fines homicidas (s. 11, 139, y 22, 77, del en un hecho ajeno.
TF; Maurach, Parte especial, § 2, III, B, 2, c; Wessels, Parte espe-
cial-1, § 2, III, 2). El hecho de que H, como huésped de caza, estu- 2. En el aspecto sistemático, la exposición de las for-
viera armado, no afecta la cuestión de su estado indefenso, porque mas de participación pertenece a la teoría del tipo de lo
en el momento del hecho no preveía ninguna agresión contra su vida
y su estado indefenso resultaba aquí, precisamente, de su ingenuidad
injusto. Esto es la consecuencia del nexo, previsto en el
(s. 7, 218, y 20, 301, del TF; TF, GA, 1967, 244). O aprovechó de un Código Penal, entre realización del tipo y autoría. De la
modo reprobable esta situación para dar muerte a H. No interesa realización típica de la teoría del autor también se infiere
saber si O también debe responder por "quebrantamiento de con- que los criterios de la teoría del autor se ajustan a la peculia-
fianza" frente a H. Una acción alevosa está unida a menudo al ridad del tipo penal correspondiente.
quebrantamiento de una confianza concedida; según la opinión domi-
Así, en los delitos especiales propios (ver lo que se ha dicho en
nante, la existencia de una relación de confianza entre autor y vícti-
el § 1, II, 6, fe) el grupo de autores que se tiene en cuenta está delimi-
ma no es, no obstante, una característica necesaria del concepto de tado de antemano por la calidad de sujeto prevista en el tipo legal
152 JOHANNES WESSELS
DERECHO PENAL. PARTE GENERAL 153
(por ejemplo, en los § 303 y 331 y ss. por la calidad de médico,
abogado, notario, funcionario, juez, etc.). Si y hasta qué punto la retrocede, por consiguiente, frente al criterio de la 'lesión del deber
autoría depende de criterios especiales, como de la lesión de un deber especial".
especial típicamente especificado, de la ejecución de propia mano
del hecho, del dominio del hecho o de la actitud interna de quienes
Solamente en los delitos generales que no conocen un
intervienen en el hecho, debe ser averiguado primariamente sobre deslinde en el grupo de autores (ver lo que se ha dicho en
la forma y la estructura del tipo penal de que se trata (más datos en el § 1, II, 6, a), la polémica, que dura desde decenios, rela-
Blei, § 71, I; Roxin, Táterschaft und Tatherrschaft cit., ps. 22 y 547 tiva a la delimitación de las formas de participación, adquie-
y ss., y también JZ, 66, 293). re significación decisiva (sobre todo en la relación entre
En los delitos de propia mano (ver lo que se ha dicho autoría mediata e instigación, así como entre coautoría y
-en el § 1, II, 6, c) sólo es decisiva la ejecución de propia complicidad).
mano del hecho. Quien no lleva a cabo por sí mismo la
3. Con arreglo a la teoría formal-objetiva, es autor
acción típica, no puede ser autor, sino únicamente partícipe
quien realiza por sí solo, total o parcialmente, la acción
{instigador o cómplice).
típica de ejecución. Es partícipe quien colabora en la reali-
En los llamados "delitos de deber", cuyo tipo presupo- zación del tipo únicamente con una acción preparatoria o
ne una especial posición de deber (ejemplos: el deber de de auxilio.
asistencia patrimonial en el § 266 o la posición de garante
Esta teoría, que dominó en la jurisprudencia hasta 1930, es
en los delitos impropios de omisión), la posibilidad de la
excesivamente limitada y hoy se la considera superada. Su debilidad
autoría depende de la lesión de este deber especial típica- reside en que no puede aclarar la figura jurídica de la autoría media-
mente especificado, cometida por quien actúa o permanece ta y no está en condiciones de concebir como coautor, en caso de
inactivo. comisión mancomunada del hecho, al jefe de la banda relegado a
Pertenecen a dichos delitos, verbigracia, los delitos cometidos segundo plano.
«en el ejercicio de un cargo y los delitos especiales, los de omisión,
la fuga después del accidente de tránsito (§ 142), la infidelidad
4. La teoría subjetiva, sustentada especialmente en
(§ 266), las infracciones a los deberes familiares de sustento, asis- la jurisprudencia, se asocia a la dirección de la voluntad y a
tencia y vigilancia (§ 170b, 170d, 221, I, segunda alternativa, 223b), la actitud interna de quienes colaboran en el hecho: es
«te. (ver más datos en Roxin, Táterschaft und Tatherrschaft, ps. 352 autor quien actúa con voluntad de autor (animus auctoris)
y ss.; Herzberg, JuS, 74, 377). y quiere el hecho "como propio". Es simple partícipe quien
Por ejemplo, si el empleado del catastro E induce a N, que no actúa con voluntad de partícipe (animus socii) y quiere
•es empleado, a realizar un asiento falso en el libro del catastro, aquél
no será, como titular del cargo, verbigracia, instigador, sino autor
causar o promover el hecho "como ajeno" (desde las s. 2,
mediato de falsedad ideológica cometida en el ejercicio del cargo 162, y 3, 183, del TdR, jurisprudencia firme).
(§ 348). N, como no empleado, no tiene la "calidad de autor" exigida En la aplicación práctica de la teoría subjetiva, la jurisprudencia
en la ley; como "instrumento desprovisto de calificación" no podrá no ha desarrollado hasta ahora una línea unitaria. Al lado de deci-
ser nunca autor sobre la base del § 348, sino tan sólo, respecto de siones que rechazan totalmente un deslinde subjetivo (como la s.
•este tipo penal, partícipe (aquí, cómplice), incluso si hubiera debido 19, 135, del TF respecto del § 216) o lo admiten únicamente sobre
"dominar" el trámite. En los "delitos de deber", el criterio, que una base rígidamente objetiva (la llamada "teoría subjetiva limita-
generalmente se encuentra en primer plano, del "dominio del hecho" da": s. 15, 303, y 71, 365, del TdR; TF, JR, 55, 304; s. 8, 393, del TF;
se expresan en forma similar Baumann, § 36,1, 3, c, y JuS, 63, 51 y ss.;
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S.-S.-Cramer, n08- 67 y ss., antes del § 25), se practicó, en casos excep- condiciones de frenar o no, según su voluntad, la realización
cionales, una "teoría subjetiva extrema" que en caso de "relaciones del tipo. Partícipe es quien, sin tener el dominio propio del
de subordinación" y de falta de interés propio de quien ejecuta la
hecho, causa o de cualquier manera promueve, como "figu-
acción, también y solamente castigaba como cómplice aquel que
personalmente había realizado por completo el tipo legal (en este ra marginal" del suceso real, la comisión del hecho.
sentido se pronunciaron el TdR en la s. 74, 84 —el "caso de la bana- Ver más datos en Bockelmann, § 22, I, 3; Gallas, Beitrdge zur
dera"—, y el T F en la s. 18, 87 —el "caso Staschynskij"—; ver, asimis- Verbrechenslehre, 1S68, ps. 78 y ss. y 139; Heinitz, JR, 54, 405; Herz-
mo, el T F en NJW, 51, 323, y 54,1374, y MDR, 74, 547, en Dallinger). berg, JuS, 74, 237; Jescheck, § 61, V; Maurach, § 49, II; Roxin, Tater-
schaft und Tatherrschaft, ps. 107 y 558 y ss.; Sax, ZStW, 69, 432: F.
La primera alternativa indicada en el § 25,1, ha quitado C. Schroeder, Der Tater hinter dem Tater (El autor detrás del autor),
a la "teoría subjetiva extrema" su base, de modo que en el lf>65, ps. 70 y ss.; Stratenwerth, I, n<? 801; Welzel, § 15.
futuro ya no se la podrá sostener (ver Roxin, Taterschaft
und Tatherrschaft, ps. 546 y ss., y JuS, 73, 335). 6. Opinión propia. Hay que aprobar la opinión domi-
Esto debe ser muy celebrado, dado que esta teoría ha defor-
nante en la doctrina según la cual la autoría y la participa-
mado la llamada "fórmula del animus" en una frase hecha y vacía ción no pueden deslindarse de un modo justo con un crite-
a fin de dar a la jurisprudencia la posibilidad de convertir autoría y rio simplemente subjetivo u objetivo.
participación en conceptos arbitrariamente intercambiables, si esto Una teoría simplemente subjetiva que no tome en cuenta, de
fue deseado para imponer una atenuación de la pena no alcanzable ningún modo, la importancia material de la contribución de los
de otro modo (en cuanto a los fundamentos, ver Hartung, JZ, 54, partícipes en el hecho dentro de la realización del tipo, frustra el
430; acerca de la crítica, Maurach, I, § 49, II, B; Roxin, Taterschaft fundamento legal de la autoría, porque excluye la "voluntad de autor'
und Tatherrschaft, ps. 558 y ss.). de su nexo con el tipo, la aisla indebidamente y descuida, precisa-
mente, esas referencias a las cuales la ley (como revela en la forma
5. En la teoría se ha impuesto, en el ámbito de las más clara el § 25, I, primera alternativa) otorga significación decisiva.
últimas teorías material-objetiva y finalista-objetiva, en par- Por otro lado, se opone a una teoría simplemente objetiva el
te con expresión diferente, la teoría del dominio del hecho criterio de que la esencia de la autoría no se agota en la "posibilidad
que ha desarrollado el concepto, consistente en puntos de objetiva de dominar" el suceso concreto. En efecto, como indica
el § 25, II, con respecto a la comisión mancomunada del hecho sobre
vista objetivos y subjetivos, del "dominio del hecho", convir-
la base de una colaboración consciente y querida, también la direc-
tiéndolo en principio conductor para el deslinde entre auto- ción de la voluntad de los partícipes decide, con la división de las
ría y participación. En este sentido, dominio del hecho tareas establecida en el plan de acción, hasta qué punto puede
significa "tener en las manos el decurso del suceso típico atribuirse al coautor individual actos de ejecución que otro partícipe,
abarcado por el dolo" (Maurach, I, § 49, II, C, 2). objetivamente, domina solo. Aquí, el criterio del dominio "propio"
del hecho pierde importancia frente a la voluntad que planea y es-
Este dominio del hecho se presenta, en la actividad directa, tructura con respecto al si y cómo del hecho. El jefe de una banda
como "dominio de la acción", en la autoría mediata como "dominio de que proyecta el plan delictivo y organiza su ejecución, responde,
la voluntad" del mandante y en la coautoría como "dominio funcional conforme al § 25, II, como coautor incluso si no está presente en 'el
del hecho" de los coautores que actúan dividiéndose la tarea. lugar del hecho y sus cómplices llevan a cabo el hecho solos, con
Según este criterio, autor es quien, como "figura cen- arreglo a un convenio.
tral" (figura clave) del suceso, tiene el dominio del hecho Como cada hecho punible forma una unidad de senti-
conductor conforme a un plan y de esta manera está en do que consiste en elementos objetivos y subjetivos, la auto-
156 JOHANNES WESSELS DERECHO PENAL. PARTE GENERAL 157

ría y la participación deben deslindarse mutuamente, de no a A. La autoría de A podría existir, según la forma de su partici-
un modo justo, sobre la base del tipo legal mediante una pación, únicamente como coautoría (§ 25, II) o autoría mediata
(§ 25, I, segunda alternativa).
síntesis de criterios objetivos y subjetivos. El camino mejor
y más persuasivo para superar esta tarea lo crea el principio 2. Coautoría es la comisión mancomunada de un
conductor del dominio del hecho, reconocido casi por unani- hecho punible mediante colaboración consciente y querida.
midad en la doctrina. Según este principio, es decisivo para En cambio, se da simple autoría accesoria si varias personas,
la autoría establecer si y hasta qué punto el partícipe, según independientemente una de otra (o sea, sin colaboración consciente
la forma y la importancia de su colaboración objetiva y y querida), producen el resultado típico. La autoría accesoria se
sobre la base de su participación volitiva domina o codomina encuentra en los delitos culposos (ver el § 15, I, 1) más frecuente-
mente que en los dolosos cuando se la considera al aprovechar una
el si y el cómo de la realización del tipo como para que el decisión de otro con fines propios (por ejemplo, en el conocido caso
resultado se presente como la obra (también) de su volun- Dohna: F se ha enterado de que S lo quiere matar, en un lugar
tad dirigida a un fin o de voluntad coestructurante del determinado, de noche, en una emboscada. Recurriendo a un hábil
hecho. En cambio, la participación es la causa o promoción, engaño, hace concurrir al lugar del hecho a su enemigo L; como era
conseguidas sin este dominio del hecho, de una acción u de esperar, S confunde a L con F y L es matado. Es instructivo al
respecto lo que dice Spendel, Hom. a R. Lange, ps. 147 y 167; tam-
omisión ajena.
bién Herzberg, JuS, 74, 576). Cada autor accesorio debe responder,
El tribunal averiguará valorativamente, conforme a todas las como autor único, por la parte que le corresponde (ver más datos en
circunstancias del caso particular, si un partícipe posee esta estrecha la s. 68, 256, del TdR, y 4, 20, del TF; Fincke, GA, 1975, 161).
relación frente a la realización del tipo, indicada como "dominio del
hecho". La coautoría se basa en el principio de la división de
Si la jurisprudencia siguiera la "teoría subjetiva", el deslinde las tareas y del reparto funcional de los roles. Cada partí-
orientado subjetivamente continuaría en el futuro únicamente sobre cipe es aquí, como compañero con iguales derechos, cotitular
base típico-objetiva, verbigracia, en el sentido de que sería autor de la resolución común y de la realización mancomunada
quien, en virtud de la forma de su colaboración objetiva en el hecho
y su participación en el dominio del hecho, revela que actúa con del tipo, de modo que las distintas contribuciones se com-
"voluntad de autor" y quiere cometer el hecho "como propio". Según pletan en un todo unitario y el resultado total debe atribuir-
este criterio, sería partícipe quien sin colaborar en el dominio del se a cada partícipe (s. 55, 138; 66, 240, y 71, 24, del TdR, y
hecho, pone de manifiesto, a través de la significación secundaria de 14, 128, y 24, 288, del TF).
su participación, que quiere tan sólo causar o promover un hecho
para él ajeno. Al respecto pueden ser orientadores los principios El necesario acuerdo también puede efectuarse (expresa o
expuestos en la s. 8, 393 (396), del TF. tácitamente) entre el comienzo y la terminación del hecho (coautoría
sucesiva; ver la s. 35, 15, del TdR; TF, GA, 1966, 210, y 1969, 214; s.
2, 344, del TF; Jescheck, Hom. a Welzel, ps. 683 y 636; se expresa
III. Autoría directa y mediata, coautoría en sentido limitador S.-K.-Samson, § 25, n 9 48). ,'
y autoría accesoria. Sólo puede ser coautor quien viene al caso como autor
1. Es autor directo quien comete el hecho punible idóneo del hecho punible correspondiente (s. 42, 382, y 61,
personalmente (§ 25, I, primera alternativa). 199, del TdR, y 15, 1, del TF) y, al llevar a cabo el tipo,
Este presupuesto se aplica, en el caso de que se trata, a O, pero realiza en su persona las intenciones especiales mencionadas
158 JOHANNES WESSELS DERECHO PENAL. PARTE GENERAL 159

en la ley, por ejemplo, la intención de apoderamiento (§ 242 3. Autor mediato es quien comete el hecho punible
y 249) (Trib. Sup. de Colonia, JMBLNW, 1954, 27; "por medio de otra persona" (§ 25, I, segunda alternativa),
Jescheck, § 63, I, 3, b). o sea, realiza el tipo legal de un delito comisivo doloso de
Dentro del § 25, II, se tiene en cuenta, ante todo, como modo tal que, al llevar a cabo la acción típica, deja que
contribución objetiva para el hecho, la participación en la actúe para él un "intermediario" en la forma de un "instru-
misma acción ejecutiva. Según la jurisprudencia y la opi- mento humano". Para expresar este criterio en forma figu-
nión dominante también basta, a veces, la ejecución de una rada, diremos que el autor mediato utiliza, para cometer un
simple acción de preparación o auxilio (TF, NJW, 51, 410; "hecho propio", "manos ajenas". Son características de la
s. 14, 128, del TF) e incluso una simple colaboración espiri- autoría mediata la posición subordinada del intermediario
tual (s. 11, 271, del TF; S.-S.-Cramer, § 25, n? 51). Pero al por razones de hecho y jurídicas, y el rol dominante del man-
respecto hay que examinar con especial cuidado si el "minus dante, que comprende correctamente la situación de hecho
de participación" en la real ejecución del hecho se equilibra y tiene "en sus manos" el suceso total en virtud de su volun-
con un correspondiente "plus" en la planificación coforma- tad dirigida completamente a la realización del plan.
dora del delito y si respecto de la cuota en el común dominio La inclusión planificada de la parte ajena del hecho en la
del hecho, se logra, por lo menos, el valor límite mínimo del propia voluntad de realización constituye la base para que el hecho se
llamado "dominio funcional del hecho" (ver TF, JR, 1955, presente como la "obra" del mandante, de manera que todos los
304, y las. 14, 129, del TF). presupuestos de punibilidad deben referirse a él, y no al autor
mediato.
El caso de que se trata no ofrece puntos de apoyo evidentes
respecto de una colaboración consciente y querida entre A y O en La autoría mediata se tiene especialmente en cuenta
la estructuración del plan concreto del hecho y de su real ejecución. cuando el mandante, que conoce todas las circunstancias
Dado que de esto no se habla, se puede sostener la tesis de que A
ha dejado la última decisión sobre el si y el cómo del hecho a O y
decisivas para la comisión de un hecho punible, utiliza un
no ha actuado, por consiguiente, como coautor (§ 25, I I ) . instrumento
Cada coautor responde del resultado del hecho única- a) que actúa objetivamente sin tipicidad (por ejemplo, matar-
se bajo su propia y prepotente influencia; ver Maurach, II, § 1, II,
mente dentro de la decisión común y en los límites fijados en D, 3; Welzel, ZStW, 58, 544),
los § 28, II, y 29. Los demás partícipes no responden por b) que actúa sin dolo de tipo o sin la intención específica que
el exceso de un coautor (s. 57, 307, y 67, 367, del TdR). Por pertenece al tipo subjetivo de lo injusto (como antes en el § 242, sin
otro lado, el error in objecto vel persona irrelevante para un la necesaria intención de apoderamiento; ver las s. 39, 37 y 298; 47,
coautor (ver lo que se ha dicho en el § 7, IV, 1) carece tam- 147, y 70, 212, del TdR),
bién para todos los demás de significación (es instructiva la c) que actúa personalmente conforme a derecho (por ejemplo,
logrando la detención de un inocente por haber inducido a error a los
s. 11, 268, del TF, y opinión dominante; se expresa de otro organismos de persecución penal: s. 3, 4, y 10, 306, del TF; ver, ade-
modo Herzberg, JuS, 74, 721, con otros datos). más, para el caso de la llamada estafa procesal, la s. 72, 150,
En los delitos calificados por el resultado en el sentido del del TdR),
§ 18, cada coautor debe ser responsabilizado frente a la especial con- d) que es inimputable o actúa sin culpabilidad por otros mo-
secuencia del hecho, por lo menos a título de culpa. tivos (por ejemplo, en error de prohibición inevitable, estado nece-
DERECHO PENAL. PARTE GENERAL 161
160 JOHANNES WESSELS
dependiente de ella, aprovechando su dependencia psíquica, a matar
sario de coacción, etc.; ver las s. 31, 395, y 64, 30, del TdR; más datos a su marido, hay en A el dominio directo de la acción respecto de la
en Herzberg, JuS, 74, 240 y 374; Jescheck, § 62, I I ) . realización del tipo (§ 212 y 211). Mientras esa dependencia no
alcance un grado que lo libere de responsabilidad penal (ver el § 20),
En los casos mencionados en último término, es necesa- la ley toma como punto de partida el criterio de que una partici-
rio deslindar la autoría mediata y la instigación, porque, en pación (de M) en el hecho es posible comúnmente tan sólo como
caso de que falte la culpabilidad de quien realiza la acción, coautoría (§ 25, II = participación en el "dominio funcional del
se tiene en cuenta, con arreglo al principio de la "accesorie- hecho") o como instigación (§ 26).
dad limitada", también la instigación (ver el § 26 y a conti- Deben admitirse excepciones a esta regla únicamente en muy
contados casos, por ejemplo, en los crímenes cometidos por el nacio-
nuación el n° IV, 1). Dado que el dominio del hecho puede nalsocialismo, en que quienes impartían las órdenes y los llamados
pertenecer a los partícipes en forma graduada, el deslinde "asesinos de escritorio", en virtud de su superior "dominio de organi-
depende de si el "dominio de la acción" del agente inmedia- zación" (utilización de aparatos de organización de poder), dirigían
to está sobrepuesto por el "dominio de la voluntad" del man- el curso del hecho incondicionalmente conforme a su voluntad. Ver
dante. Habrá que admitir la autoría mediata si el mandante más datos en Roxin (ob. cit., ps. 173 y ss.); pero este autor asigna,
ampliamente, incluso ciertos casos de engaño sobre el sentido con-
conoce la incapacidad de culpabilidad del intermediario o creto de la acción y el aprovechamiento de un error evitable de
las circunstancias que hacen desaparecer el reproche de prohibición al ámbito de la autoría mediata.
culpabilidad; también habrá que admitirla si utiliza la situa- La autoría mediata también resulta excluida en los
ción, interpretada por él correctamente, para la comisión del delitos de propia mano (ver lo que se ha dicho en el § 1,
hecho punible, como para tener "en sus manos" al interme- II, 6, c), como también cuando al mandante le falta la espe-
diario como instrumento jurídicamente no responsable y, cial calidad de sujeto exigida en el tipo legal (por ejemplo,
en virtud de su superior dominio de la voluntad, también la calidad de funcionario en los delitos especiales propios;
para "dominar" indirectamente la ejecución del hecho. ver lo que se ha dicho en el § 1, II, 6, b).
Comúnmente, la existencia de la autoría mediata debe En el caso de que se trata, O, al matar a H y a F, ha actuado
afirmarse en cuanto al resultado, cuando el mandante utili- como autor personalmente responsable. En consecuencia, debe ne-
za, para cometer un hecho doloso, a sabiendas y voluntaria- garse la autoría mediata de A.
mente, una persona que actúa no totalmente con tipicidad,
4. El autor mediato no responde por un exceso del
antijuridicidad o plena responsabilidad. A la inversa, la
autor directo. Para la solución de casos de error, valen los
autoría mediata debe negarse siempre, cuando el autor
criterios siguientes:
inmediato es, al realizar el tipo penal, autor doloso plena-
a) Si el mandante cree erróneamente que la persona inducida
mente responsable (ver Herzberg, JuS, 74, 241 y 374; Jes- por él a cometer el hecho doloso, actúa culpablemente, en tanto que
check, § 62,1, 2, y II; Roxin, Hom. a R. Lange, p. 173; Spen- esto no ocurre, hay que admitir instigación consumada respecto del
del, Hom. cit., p. 147; Stratenwerth, n08- 812 y ss.; se expresan hecho correspondiente, dado que quien lo ha inducido sólo tiene
de otro modo respecto de estos últimos autores, Maurach, dolo de instigador (ejemplo: A induce a B, demente no reconocible,
I, § 48, I, A, 2; F. C. Schroeder, Der Tater hinter den Tater a dar muerte a X).
b) En cambio, si la persona inducida a cometer el hecho doloso
cit, ps. 120 y ss.; S.-S.-Cramer, § 25, n° 13). actúa con responsabilidad plena, en tanto que el mandante cree erró-
Si la mujer M induce a su amante A, inestable y sexualmente
162 JOHANNES WESSELS DERECHO PENAL. PARTE GENERAL 163

neamente que aquél actúa sin culpabilidad, desde el punto de vista superada mediante el § 29), sino porque, produciendo el dolo del
del mandante se da autoría mediata, pero, en realidad, solamente hecho u otros actos de auxilio, promueve un hecho principal antiju-
instigación. También en este caso se castigará por instigación consu- rídico (se expresa en este sentido la teoría de la promoción o de la
mada, porque el dolo de la instigación está contenido en la amplia causación, dominante en la actualidad).
voluntad de dominio del hecho y la instigación, comparada con la A partir de la ordenanza del 29/5/1943 ("Boletín
autoría mediata, constituye la forma de participación menos grave Legislativo del Reich", I, 339), el Código Penal sigue el
(s. 23, 204 y ss., del T F ) .
principio de la accesoriedad limitada; la instigación y la
c) En caso de confusión de objeto, interesa saber si el autor
directo que se ha equivocado ha actuado dolosamente o no: el error
complicidad (ya) no presuponen que el autor principal
in objecto vel persona de un instrumento que actúa dolosamente, debe haya actuado "culpablemente".
imputarse al autor mediato, como si él mismo hubiera actuado (ejem- El § 29 aclara el sentido de la accesoriedad limitada: cada
plo: A induce a B, que sabe que es demente, a tirar contra X. B mata partícipe es castigado sin tener en cuenta la culpabilidad de los
a Y, por haberlo confundido con X). La situación es distinta si se demás, sino con arreglo a su propia culpabilidad.
emplea un instrumento que actúa de buena fe: para matar a X, el
La accesoriedad limitada no exime de la exigencia de
médico M encarga a la enfermera E que le aplique una inyección a
aquél; el líquido contiene veneno, y E lo ignora. Si E interpretara que el hecho principal deba haber sido cometido "dolosa-
mal el encargo que se le ha dado y aplicara la inyección mortal a Y, mente". Sólo es punible la participación dolosa en un hecho
habría para M, como autor mediato, una aberratio idus. Este caso principal antijurídico cometido dolosamente (§ 26 y 27).
debe juzgarse como si un "arma mecánica" utilizada por A, hubiera En el marco del § 11, II, se da instigación y complicidad incluso
errado el blanco (ver lo que se ha dicho en el § 7, IV, 1 y 2; Jescheck, en delitos calificados por el resultado (como, por ejemplo, en los
§ 62, IIT, 9; S.-S.-Cramer, § 25, n<? 36; siempre en el sentido mencio- § 224 y 226; ver Hirsch, GA, 1972, 65 y 76; S.-S.-Cramer, § 18, n? 7)
nado en el último término, Baumann, § 27, I, 2, b, al final). y en los tipos penales que exigen, respecto de la acción, el dolo y se
conforman, respecto de una especial consecuencia del hecho, con la
IV. Instigación y complicidad. culpa (por ejemplo, el § 315c, III, n° 1; ver Trib. Sup. de Stuttgart,
VRS, 50, 265; S.-S.-Eser, § 11, n 9 87; se expresa de otra manera, pero
En el caso de que se trata, queda por examinar si A se ha no en forma convincente, Góssel, Hom. a R. Lange, p. 219). En
vuelto culpable de instigación (§ 26) o de complicidad (§ 27), cambio, no es posible una participación en un hecho principal come-
respecto de los hechos punibles cometidos por O. tido sin dolo. Quien toma parte en un hecho antijurídico creyendo
erróneamente que el autor principal actúa dolosamente, comete tan
1. La instigación y la complicidad dependen de la sólo una "participación tentada", punible únicamente en el marco
existencia de un hecho principal antijurídico en el sentido del § 30 (ver más datos en Bockelmann, Hom. a Gallas, p. 261; Herz-
del § 11, I, n° 5 (accesoriedad de la participación). Como berg, JuS, 74, 575; Roxin, JuS, 73, 335; SK-Samson, n08- 26 y 27,
colaboración en una realización de otro del tipo, ambas for- antes del § 26).
mas de participación derivan su contenido de injusto de lo Según los principios de la accesoriedad, la instigación
injusto del hecho principal. No es posible una participación y la complicidad sólo son punibles si el hecho principal se
punible en acciones que no realizan un tipo penal (como el consuma o llega, por lo menos, a la fase de la tentativa
suicidio) o son conformes a derecho. punible.
No se castiga al partícipe porque envuelve al autor principal En consecuencia, la instigación y la complicidad en un
"en culpabilidad y pena" (así decía la "teoría de la culpabilidad", hecho tentado deben distinguirse de la "participación tenta-
164 JOHANNES WESSELS
DERECHO PENAL. PARTE GENERAL 165

da". La complicidad tentada es impune, en tanto que la rio se aplicará, según el § 28, II, solamente respecto del autor
instigación sin resultado (prescindiendo de disposiciones o partícipe en que existen.
especiales, por ejemplo, los § 111 y 159) está amenazada con
De estas "características personales especiales" referen-
pena únicamente en los crímenes según el § 30, I (como
también el § 30, II, respecto de los casos mencionados en tes al autor (ver al respecto la s. 22, 378, del TF) deben
esta disposición). distinguirse las características de lo injusto referentes al
En el marco del § 30, I, no es decisiva, con respecto al carácter
hecho, que indican en detalle el contenido material de injus-
delictivo del hecho, la situación real, sino la representación del insti- to del hecho y contienen, sobre todo, la descripción del
gador (s. 4, 254, y 8, 296, del T F ) . Si existen características perso- resultado típico, de los medios para cometer el hecho y de
nales fundamentadoras de la pena en el sentido del § 28, I, debe la forma de comisión; para estos últimos el § 28, I y II, no
hacerse referencia a la persona del autor tenido en cuenta y si existen
características personales modificadoras de la pena en el sentido del
rige (ver la s. 23, 105, del TF).
§ 28, II, debe preguntarse si la participación habría sido un crimen En el caso particular, el necesario deslinde puede presentar difi-
en caso de que hubiera tenido resultado (se pronuncian en este sen- cultades. Sería totalmente erróneo equiparar las características de
tido las s. 3, 228, y 14, 353, del TF; Baumann, § 37, IV, 4, b; Maurach, injusto referentes al hecho con las "objetivas" y las características
I, § 53, II, B, 2; se refieren a la persona del autor tenido en cuenta personales referentes al autor con las características "subjetivas" del
también en el último caso, las s. 4, 17, y 6, 309, del TF, y Jescheck, tipo; en efecto, no todas las características que codeterminan lo
§65,1,4). injusto personal de la acción son, al mismo tiempo, "características
personales" en el sentido del § 28. Ligados materialmente y referen-
La pena para el instigador y el cómplice se ajusta tes al hecho son, por ejemplo, el dolo del tipo y las intenciones espe-
fundamentalmente a la conminación penal que rige para el ciales anticipados, como elementos de lo injusto, en el tipo subjetivo,
autor; respecto de la complicidad, el § 27, II, prevé una verbigracia, la intención de apoderamiento o de enriquecimiento en
atenuación obligatoria de la pena con arreglo al § 49, I. Una el § 242 o en los § 253, 259 y 263. En el § 211, II, las características
del asesinato del segundo grupo están referidas al hecho (s. 23, 105,
reducción adicional de accesoñedad se aplica en caso de v 24, 108, del TF) y las del primer y tercer grupo al autor (s. 22, 378,
"propiedades, relaciones o circunstancias personales espe- del TF; Wessels, Parte especial-1, § 2, IV). Ver más datos en Arzt,
ciales" que fundamentan y modifican la pena (por ejemplo, JZ, 73, 681; Baumann, § 37, III, 2; Jescheck, § 61, VII, 5; Maurach, I,
el parentesco en el sentido del § 173, la posición de educador § 53, III, B; ampliamente sobre la última discusión, Herzberg, ZStW,
88, 68, y JuS, 75, 647, que distingue entre características referidas al
en el sentido de los § 174 y 180, I, segunda parte, o de valor y características neutrales (distinción, a mi juicio, problemáti-
funcionario en el sentido de los § 331 y ss.). ca); además, Langer, Hom. a R. Lange, p. 241; Vogler, Hom.
a) Si en el instigador o en el cómplice faltan "caracte- cit., p. 265.
rísticas personales especiales" de la naturaleza descrita en el El § 29, y no el § 28, abarca "características especiales
§ 14, I, que fundamenten la punibilidad, la pena se atenuará de la culpabilidad" (ver lo que se ha dicho en el § 10, IV);
para el partícipe conforme a los § 28, I, y 49, I (téngase pre- por tanto, sólo es decisiva su existencia o inexistencia en la
sente la s. 26, 53, del TF). persona del autor individual o partícipe (más datos en Je-
b) Si la ley determina que "características personales scheck, § 61, VIII, 5, c, en contra de la jurisprudencia que
especiales" agravan, atenúan o excluyen la pena, este crite- aplica, por lo general, el § 28, II).

13 - Wessels.
166 JOHANNES WESSELS DERECHO PENAL. PARTE GENERAL 167

2. Instigador es quien dolosamente ha determinado a con su dolo. Un exceso del autor no lo afecta; carecen de
otro al hecho antijurídico cometido dolosamente (§ 26, en importancia divergencias irrelevantes entre el hecho princi-
combinación con el § 11, I, n° 5). pal y el dolo del instigador (s. 70, 295, del TdR, y 2, 223,
Es indiferente la forma en que el instigador alcanza su obje- del TF; Baumann, § 37, I, 3, c; Jescheck, § 64, III, 4; Mon-
tivo. Pueden ser medios de la instigación todas las posibilidades de tenbruck, ZStW, 84, 323).
la influencia de la voluntad: persuasión, dádivas, promesa de una En el caso de que se trata, A ha despertado en O, al prometerle
remuneración, producción de un motivo de error, abuso de una rela- una remuneración, la decisión de matar a F. Es dudoso si A responde
ción de subordinación, amenazas, etc. (ver las s. 36, 402, y 53, 189, solamente por este hecho o también por el asesinato de H, que se
delTdR). basa en una confusión de objetos.
Quien está decidido firmemente a cometer el hecho La opinión dominante entiende que el error in objecto
concreto (omnímodo facturus) ya no puede ser instigado; irrelevante para el autor principal, no afecta la punibilidad
en este caso, sólo se tiene en cuenta la instigación tentada del instigador. Lo que es decisivo es la circunstancia de que
(§ 30, I) o la complicidad psíquica fortaleciendo el dolo el instigado haya cometido el hecho por el dolo producido
del tipo (s. 72, 373, del TdR). en él; lo que para él no es esencial, no puede eximir al insti-
Es discutible la punibilidad de quien determina la comisión del gador.
hecho, en forma calificada, al autor que ya está decidido a realizar el
Se expresan en este sentido el Trib. Sup. prusiano, GA, t. 7, 337;
delito fundamental. Por ejemplo, quien induce a una persona decidi- Backmann, JuS, 71, 119; Loewenheim, JuS, 66, 314; Maurach, I, § 51,
da a cometer un robo simple (§ 249) a llevarse un arma para que III, B, 2, b; S.-S.-Cramer, § 26, n<? 18; Welzel, § 16, II, 5.
cometa con ella un robo grave (§ 250, I, n08- 1 y 2), responde, tenien-
Esta opinión llevaría, en el caso de que se trata, al resultado
do en cuenta el considerable aumento de decisión respecto del hecho,
imposible de que se lo debería castigar a A por doble instigación al
según la opinión dominante, como instigador (s. 19, 339, del TF;
asesinato, aunque haya incluido en su dolo únicamente la muerte de
Baumann, § 37, I, 2, b; Maurach, I, § 51, II, B, 4; Stree, Hom. a
un hombre completamente determinado (de F).
Heinitz, p. 277). Constituyen una minoría los autores que consideran
que se da aquí complicidad psíquica para el hecho total (así, con Tampoco correspondería considerar el segundo hecho de O
fundamentos atendibles, pero no convincentes en cuanto al resultado, (o sea, el asesinato de F) como un "exceso" de éste no imputable a
Bemmann, Hom. a Gallas, p. 273; Grünwald, JuS, 65, 311, nota 32; Je- A (pero en este sentido se expresa Loewenheim, JuS, 66, 315), puesto
scheck, § 64, III, 2, c; S.-S.-Cramer, § 26, n? 6). que precisamente este hecho concuerda con lo que O debía hacer
conforme a la voluntad de A.
El dolo del instigador debe estar dirigido a producir
La opinión dominante no considera suficiente que la
una resolución, así como a la ejecución y consumación de
persona instigada (no así en el caso de la autoría mediata)
un hecho determinado, concretado en sus rasgos esenciales no sea un "instrumento" en las manos del instigador, sino
por un autor determinado o un grupo de personas indivi- que decide con responsabilidad propia acerca del si y cómo
dualmente determinables (s. 6, 359, y 15, 276, del TF; sobre de la ejecución del hecho. Por ello, es decisivo si el hecho
la cuestión de la impunidad del llamado agente provocador, cometido estaba cubierto, en su forma concreta, por el dolo
ver las s. 15, 315, y 44, 174, del TdR; Herzberg, GA, 1971, del instigador. Este criterio debe aprobarse únicamente si lo
1; Küper, GA, 1974, 321; Píate, ZStW, 84, 293), El instiga- que el autor ha hecho concuerda, en sus rasgos esenciales,
dor responde únicamente si el hecho cometido concuerda con lo que debía hacer según la voluntad del instigador. En
168 JOHANNES WESSELS
DERECHO PENAL. PARTE GENERAL 169

consecuencia, en el caso concreto interesa siempre el grado 3. Se castiga por complicidad a quien ha prestado
de variación. Cuando resultan lesionados bienes jurídicos dolosamente auxilio a otro para el hecho antijurídico come-
eminentemente personales, la desviación del suceso fuera tido dolosamente (§ 27). La complicidad se diferencia de la
del dolo del instigador debe considerarse como esencial autoría por faltarle el dominio del hecho; el cómplice se limi-
cuando el autor agrede a otra persona que no es la persona ta a promover el hecho principal amparándolo física o
individualizada por el instigador. De ahí que el asesinato psíquicamente (s. 8, 390, del TF; TF, NJW, 75, 51). Cual-
que O ha cometido contra el huésped de caza H, se sitúe quier colaboración en un hecho que haya posibilitado o faci-
fuera del dolo de instigador de A. litado el hecho principal o agravado la lesión de los bienes
En principio, se expresan del mismo modo Baumann, § 37, I, 3, jurídicos cometida por el autor, contiene una "prestación de
c; Bemmann, MDR, 58, 821; Blei, § 79, II, 1; Hillenkamp, Die Bedeu- auxilio". La complicidad también puede cometerse por
tung von Vorsatzkonkretisierungen bei abweichendem Tatverlauf omisión, si le corresponde al cómplice un deber de garantía
(La significación de concretizaciones del dolo en caso de decurso (s. 53, 292, del TdR, y 14, 229, del TF; Jescheck, § 64, IV, 5).
divergente del hecho), 1971, ps. 63 y ss.; Jescheck, § 64, III, 4; Otto, Es incierto si la colaboración del cómplice debe haber sido
§ 22, II, 6; Roxin, Taterschaft und Tatherrschaft cit., p. 215; Schmid-
háuser, 14/123; Stratenwerth, I, n? 302.
causal respecto del resultado del hecho principal. La doc-
Es una cuestión del caso particular establecer si A ha causado trina toma como punto de partida especialmente la aplicabi-
culposamente la muerte de H y si puede ser castigado sobre la base lidad de las reglas generales sobre la causalidad (más datos
del § 222. en Jescheck, § 64, IV, 2, C). En cambio, para la jurispru-
Con respecto a F, A debe ser castigado como autor por dencia basta que el hecho principal haya sido promovido
instigación de asesinato (§ 212, 211 y 26). de alguna manera por la colaboración del cómplice; no
interesa que la complicidad haya sido conditio sine qua non
La realización, de parte de O, de la característica de la "alevo-
sía" puede serle imputada a A solamente conforme a las reglas de la
respecto del resultado del hecho principal (s. 58, 114, y 71,
accesoriedad, o sea, si su dolo lo abarca. Esto se deduce de la circuns- 176, del TdR; TF, VRS, 8, 201; NJW, 75, 51). En cuanto al
tancia de que el segundo grupo del § 211, II, contiene características resultado, este punto de vista debe aprobarse: dado que el
de lo injusto referentes al hecho, a las cuales el § 28 no es aplicable § 27,1, castiga la prestación de auxilio al hecho principal y el
(s. 23, 105, del TF; Maurach, II, § 2, III, C, 2; Wessels, Parte espe- resultado causado por el autor no se imputa al cómplice
cial-1, § 2, IV, 2, o). como "obra suya", la punibilidad de la complicidad no
El Tribunal Federal aplica a los motivos del asesinato referentes
al autor del primer grupo del § 211, II, el § 28, I; en cambio, la opi-
depende de la relación causal presupuesta en el ámbito de
nión dominante aplica el § 28, II (ver Maurach, II, § 2, III, C, 1). la autoría.
No obstante, dado que se trata de simples "características de la Quien ha auxiliado al escalador a llevar al lugar del hecho la
culpabilidad", se deduce del § 29 que la instigación que A ha come- escalera utilizada para cometer el delito, deberá ser castigado por
tido "por codicia" para matar a F, debe castigarse conforme a los complicidad al hurto, incluso si consta que el ladrón habría podido
§ 212, 211, II, primer grupo, y 26 (ver Wessels, Parte especial-1, § 2, llevar allí la escalera aun sin recurrir al auxilio de otros (en contra,
IV, 2, b, y Jescheck, § 42, III, 2). Schaffstein, Hom. a Honig, ps. 169 y 182).
Queda por examinar si A, al procurar el arma a O, ha prestado Más datos sobre la situación de la polémica: Class, Hom. a
auxilio al hecho principal. Stock, p. 115; Dreher, MDR, 72, 553; Herzberg, GA, 1971, 1; Samson,
170 JOHANNES WESSELS DERECHO PENAL. PARTE GENERAL 171

Hom. a K. Peters, p. 121, y Hypothetische Kausalverláufe im Straf- dolo de cómplice de A. Con respecto a F, A es responsable de com-
recht (Cursos causales hipotéticos), 1972, ps. 160 y ss.; Vogler, Hom. plicidad en asesinato.
a Heinitz, p. 295. La complicidad, que es la forma más leve de participación,
retrocede, sin embargo, por razones de subsidiariedad, frente a la
No es necesario que el auxilio haya sido prestado para forma más grave, que es la instigación (s. 62, 75, del TdR y 4, 244, del
la misma ejecución del hecho, siendo suficiente una ayuda TF; Jescheck, § 64, V; ver el § 17, V, 2).
para una acción preparatoria de un hecho cometido poste-
4. Si se modifica el caso en el sentido de que O sólo
riormente (s. 58, 114, del TdR). La complicidad también
ha matado a H (en la misma situación de hecho), para la
es posible entre "consumación" y "terminación" (s. 71, 194,
punibilidad de A se infiere lo siguiente:
del TdR, y 3, 43, y 6, 248, del TF; Jescheck, Hom. a Welzel,
No viene al caso una instigación consumada de asesinato, por-
p. 697; Kühl, Die Beendigung des vorsatzlichen Begehungs- que el hecho cometido por O (asesinato de H) no ha sido querido
delikts [La terminación del delito doloso de comisión], 1974, por A y el hecho que éste quería (asesinato de F ) no ha sido cometi-
p. 80); luego es necesario un deslinde entre complicidad y do por O. Pero, respecto del homicidio proyectado de F, se da una
favorecimiento (§ 257; ver al respecto la s. 4, 133, del TF; instigación tentada de asesinato, que es punible con arreglo a los
§ 212, 211 y 30,1 (ver más datos en Bemmann, MDR, 58, 822).
Furtner, MDR, 63, 431, y JR, 66, 169).
Algunos autores admiten aquí una instigación al asesinato tenta-
El dolo del cómplice debe abarcar la acción de auxilio do de F (§ 212, 211, 22 y 26), porque el hecho de acechar representa
y dirigirse a la consumación de un hecho principal determi- una acción ejecutiva del asesinato proyectado contra F, cubierta por
nado, no concretado necesariamente en todos los pormeno- el dolo del instigador (ver Stratenwerth, n 9 302). Este criterio no
res (s. 67, 343, del TdR; TF, GA, 1967, 115). El hecho puede aprobarse. El hecho de acechar en el sitio previsto sólo cons-
tituye, comúnmente, una acción preparatoria, y no todavía una acti-
principal, para el cual fue prestado el auxilio, debe llegar a vidad directa para la realización del tipo en el sentido del § 22 (TF,
la consumación o, por lo menos, a la fase de la tentativa NJW, 54, 567; Bockelmann, JZ, 54, 472; en contra, TF, NJW, 52, 514,
amenazada con pena. con nota divergente de Mezger). Cuando el hecho de O alcanzó la
fase de la tentativa, la agresión, la puesta en peligro y la ejecución
Debe distinguirse cuidadosamente la complicidad para el hecho
del hecho estaban dirigidas tan sólo contra H (no contra F ) , a saber,
tentado y la "complicidad tentada"; esta última es impune incluso en
contra un objeto al que el dolo de instigación de A no se extendía
caso de crímenes. Se da una tentativa de complicidad impune, por
(se expresa como nosotros, Jescheck, § 64, III, 4, n. 16, b; Hillenkamp,
ejemplo, si el autor rechaza el auxilio que se le había ofrecido o si se
Die Bedeutung von Vorsatzkonkretisierungen bei abtoeichendem
le envía una ganzúa destinada al hurto, pero le llega después de la
Tatverlauf cit., p. 65).
comisión del hecho. Si un ladrón no utiliza la ganzúa que le había
sido confiada por el cómplice (por ejemplo, porque entra a través de 5. Se habla de participación necesaria cuando un tipo
una ventana abierta, la ganzúa es inutilizable o la puerta, contraria- está concebido en forma tal que su realización ya presupone
mente a lo esperado, estaba abierta), es necesario investigar, según la
situación del caso, si hay que tener en cuenta una simple tentativa
conceptualmente la participación de varias personas, por
de complicidad, complicidad punible en hurto tentado o, si hubiera ejemplo, el coito entre parientes (§ 173) y el abuso sexual
lugar a ello, "complicidad psíquica" para hurto consumado (ver las de personas protegidas (§ 174).
s. 6, 169, y 58, 115, del TdR; es instructivo lo que dice Dreher, Si se trata de un delito llamado de encuentro, en que un partí-
MDR, 72,553). cipe se sitúa como autor y el otro como víctima, el partícipe que la
En el caso de que se trata, falta, respecto del asesinato de H, el ley no amenaza con pena, es impune si no supera el grado de la
172 JOHANNES WESSELS DERECHO PENAL. PARTE GENERAL 173

participación necesaria o —en caso de que esto ocurra— si la disposi- En cambio, la tentativa es siempre punible si se trata de crí-
ción penal sirve, precisamente, a su protección (s. 65, 416, del TdR, y menes y lo es, si se trata de delitos, únicamente en los casos deter-
10, 386, del TF; Jescheck, § 64, VI; Otto, Hom. a R. Lange, p. 197). minados de manera expresa (§ 23, I ) .
En el caso previsto en el § 174, I, 1, una alumna es, por consiguiente,
El deslinde entre actos preparatorios y tentativa tiene
impune si ha instigado a su profesor a actos sexuales.
significación para la punibilidad de la conducta, y el deslinde
entre tentativa y consumación la tiene para la posibilidad
§ 14 de un desistimiento que libere de pena ( § 2 4 ) . Es impor-
tante la diferencia entre la consumación típico-formal y la
TENTATIVA, DESISTIMIENTO DE LA TENTATIVA simple terminación material de un hecho punible (ver más
Y ARREPENTIMIENTO ACTIVO datos al respecto en las s. 8, 390, 20, 196, y 26, 24, del TF;
Hau, Die Beendigung der Straftat und ihre rechtlichen Wir-
Caso 14. A y el huraño H están enemistados. Una noche, A kungen [La terminación del hecho punible y sus efectos
entra con una ganzúa en la choza solitaria de H que se había ausen- jurídicos], 1974; Jescheck, Hom. a Welzel, p. 683; Kühl, Die
tado hacía poco. Allí pone un trapo impregnado con nafta en un Beendigung des vorsatzlichen Begehungsdelikts cit.); esta
estante adherido a la pared y le pega fuego. Su esposa lo ha seguido importancia se debe a la circunstancia de que en el intervalo
secretamente. Cuando le dice al marido que le puede ocurrir algo
muy grave, se convence por miedo a la pena. Con la ayuda de su
la complicidad es aún posible (s. 71, 193, del TdR, y 6, 248,
esposa, llena con agua algunos baldes y apaga el fuego, antes de que del TF) y la prescripción comienza al terminar el hecho (s.
pueda propagarse a la choza desde el estante de madera que ya 44, 424, y 62, 418, del TdR, y 11, 345, del TF).
arde.
I. ¿A se ha vuelto punible? 2. El fundamento de la pena de la tentativa es la
II. ¿El juicio se modificaría si el fuego se hubiera propagado manifestación de la voluntad delictiva cuya impresión en la
a una hoja de la ventana antes de que A y su esposa lo hubieran colectividad puede producir una conmoción de la concien-
apagado? cia jurídica y hacer peligrar la paz jurídica.
En este sentido se pronuncia la "teoría mixta subjetivo-objetiva"
I. Los grados de realización del hecho doloso y la punibi- dominante (s. 1, 439, y 24, 383, del TdR, y 11, 324, del TF; Jescheck,
lidad de la tentativa. § 49, II, 3; Maurach, I, § 41, III, B, 4; S.-S.-Eser, n<? 23 antes del
§ 22; SK-Rudolphi, n«? 14 antes del § 22; Welzel, § 24, IV).
1. Todo hecho punible doloso recorre distintos grados
de realización de la voluntad. Su camino lleva, desde la
II. El tipo de la tentativa.
decisión del autor, a la preparación, al comienzo de ejecu-
ción, a la conclusión de la acción típica y a la producción del En el caso I, A puede haber realizado el tipo del incendio
resultado hasta su terminación. grave (§ 306, n 9 2); la choza de H era un "edificio" destinado a ser
habitado por personas (ver más datos al respecto en las s. 6, 107/ y
El derecho penal no tiene en cuenta la resolución del hombre 16, 394, del T F ) . No obstante, es dudoso si se ha presentado un
individual (no así, por ejemplo, los acuerdos criminales previstos en "incendio" consumado o tan sólo tentado.
el § 30, I I ) . Comúnmente, también los actos preparatorios son impu-
nes; tan sólo en casos excepcionales están amenazados con pena (por Por tentativa se entiende la manifestación de la resolu-
ejemplo, en los § 83, 96, 149 y 234a, I I I ) . ción de cometer un hecho punible mediante acciones que se
174 JOHANNES WESSELS DERECHO PENAL. PARTE GENERAL 175

ponen en relación directa para la realización del tipo legal, típica" en sentido estricto (en este sentido excesivamente estricto
también se pronuncia la s. 70, 157, del TdR).
pero que no han producido la consumación. La tentativa se
b) Las teorías materiales-objetivas incluían en el ámbito de
caracteriza por la falta de un tipo objetivo de lo injusto, la tentativa todos los actos que "por su necesaria correspondencia
estando satisfechos totalmente los presupuestos subjetivos con la acción típica se presentan, por su estructura natural (obje-
del tipo. En consecuencia, deben existir tres elementos tiva) como su parte integrante" (Frank, § 43, II, 2, b) o que ya
esenciales: una decisión determinada para cometer el hecho, producen una "directa puesta en peligro del objeto protegido" (s.
un ponerse en actividad directa para realizar el tipo y la 53, 217; 54, 183, y 59, 386, del TdR, y 2, 380; 6, 98; 20, 150, y 22,
81, del TF; más datos en Maurach, I, § 41, I, B, 2 ) .
falta de consumación del hecho.
c) La teoría subjetiva se extralimitó (v. Buri, Der GerichtssaaL
1. La decisión de cometer el hecho forma la base de 19, 71, y 71, 32; se aproximan a esta teoría las s. 72, 66, del TdR,
cada tentativa. Este elemento subjetivo de lo injusto abarca y 6, 302, del T F ) ; no se refirió a la consideración objetiva, sino tan
sólo al cuadro de representación del autor (ampliación considera-
el dolo dirigido a todas las características objetivas del tipo
ble de la punibilidad de la tentativa).
y otras características subjetivas del tipo (por ejemplo, las d) La doctrina dominante sigue la "teoría mixta subjetiva-
"intenciones" especiales en los § 242, 249, 253, 259 y 263). objetiva", la cual, tomando como punto de partida la representación
La decisión de cometer el hecho debe concebirse en forma del autor y lo inmediato de la agresión contra el objeto protegido,
terminante. Si la decisión acerca del "si" de la comisión del hecho combina criterios subjetivos y objetivos (más datos en Maurach, I,
no ha sido adoptada aún, falta la necesaria resolución correspon- § 41, I, B, 3, y Rudolphi, JuS, 73, 20).
diente (Less, GA, 1956, 33; Schmid, ZStW, 74, 48; s. 65, 148, del La definición legal contenida en el § 22 corresponde a
TdR); la situación es diferente si la decisión de realizar la acción
es firme y se hace depender la ejecución únicamente de la produc-
esta opinión dominante: intenta un hecho punible quien,
ción de condiciones determinadas (s. 12, 309, del TF; ver lo que según su representación del hecho, se pone en actividad
se ha dicho en el § 7, II, 3). Cuando basta para la consumación directa para la realización del tipo (en este sentido ya se
del delito el dolo eventual, también basta para la tentativa (s. 61, habían expresado el TF, JZ, 59, 28, y la s. 24, 72, del TF;
159, del TdR). Un error de tipo en el sentido del § 16, I, 1, excluye, para la nueva reglamentación, ver Roxin, JuS, 73, 329, y J.
simultáneamente, con el dolo, la "decisión de cometer el hecho". Meyer, ZStW, 87, 598). Según este criterio, no basta cual-
2. El elemento objetivo de lo injusto de la tentativa se quier ponerse en actividad para realizar la decisión, sino tan
sitúa en un ponerse en actividad directa para realizar el tipo, sólo una conducta que no es necesario que sea típica, pero
a cuya consumación está dirigido el dolo del autor. El des- que, conforme al plan total del autor, esté tan estrechamente
linde, necesario aquí, entre actos de tentativa y preparato- ligada con la acción típica de ejecución que, en caso de con-
rios no presenta problemas, cuando el autor ya ha comenza- tinuación y sin largas interrupciones en el trascurso del
do con la acción típica ejecutiva (verbigracia, en el § 242 suceso, conduzca directamente a la realización del tipo legal
con "sustraer" o en el § 263 con "engañar"). En cambio, el (ver las s. 22, 81, y 26, 201, del TF, con nota de Otto, NJW,
deslinde es difícil cuando la actividad se mueve aún en la 76, 578, y Gossel, JR, 76, 249; Blei, JA, 76, 101 y 313; Tri¿.
zona neutra de la propia acción típica. Cameral, GA, 1971, 54).
a) Según la antigua teoría formal-objetiva, sólo bastaba, como Es simple acto preparatorio lo que ha de posibilitar o
comienzo de la ejecución del hecho, la iniciación de la "acción facilitar la ejecución del hecho, por ejemplo, procurarse el
DERECHO PENAL. PARTE GENERAL 177
176 JOHANNES WESSELS

ción furtiva o con la ayuda de llaves falsas (ejemplos: s. 43, 332;


arma, preparar el medio para ejecutar el hecho, averiguar 54, 35 y 254, y 70, 201, del TdR; en cambio, en el caso estudiado
o buscar el lugar previsto del hecho y trasportar los ins- en la s. 7, 341, del TdR, y en TdR, GA, 44, 143, debería negarse
trumentos (s. 53, 339, del TdR; Trib. Sup. de Colonia, el carácter de "directo", porque allí el hecho de despegar los fron-
MDR, 75, 948). tones y las tablas debía preparar y facilitar el hurto planeado para
un momento posterior: más datos en M. Becher, Zur Abgrenzung
La tentativa de un delito de homicidio (§ 212) no reside von Vorbereitung und Versuch [El deslinde entre preparación y
únicamente en el disparo del arma de fuego, sino, por lo común, tentativa], tesis doctoral, Münster, 1973, p. 90).
en apuntarla contra la víctima (s. 77, 1, del T F ) . En caso de espiar Si se trata de robo (§ 249), la tentativa ya comienza al poner-
con fines de homicidio o hurto o robo, el límite entre preparación se en actividad directa con los actos de coacción mencionados en
y tentativa resulta traspasado cuando la víctima esperada se apro- el § 249, y no con la sustracción. A la inversa, esto no basta para
xima (por lo menos según la representación de quien espía) a la la sustracción, si precede el empleo de la violencia, etc. (por ejem-
emboscada, o sea, llega al ámbito directo del peligro y el autor, plo, en el escalamiento con dolo eventual de robo). Esto se deduce
agarrando el arma (s. 68, 336 y 339) o en otra forma, procede a de la circunstancia de que el contenido específico de injusto del
poner sus medios de ataque en una relación eficaz frente al objeto robo se fundamenta esencialmente, en comparación con el hurto,
de agresión (s. 77, 1; TF, GA, 1953, 50; NJW, 54, 567; MDR, 73, por el acto de coacción (ver las s. 3, 297, y 26, 201, del TF; TF,
727, en Dallinger; excesivamente extenso el TF, NJW, 52, 514, con MDR, 75, 21, en Dallinger; Trib. Cameral, GA, 1971, 54; Frank,
nota divergente de Mezger; TF, MDR, 66, 725, en Dallinger). Las § 249, V; Maurach, Parte especial, § 28, II, B, 4; en contra, Dreher,
actuaciones corporales sobre la víctima con el fin de matar, funda- § 249, n<? 7).
mentan la tentativa, si los distintos actos forman, según el plan del
autor, partes inseparables de un suceso unitario (s. 59, 157, del TdR: Los tipos auténticos calificados (como los § 124, 223a,
narcosis de un niño para cortarle las arterias después de entrar en 244, 250 y 307) no fundamentan la extensión del ámbito de
estado de inconciencia). Si la actuación del medio empleado exige, la tentativa separada del tipo fundamental. El hecho de
para ser concretado, un tiempo largo (bomba de tiempo) o la pro-
comenzar una acción típica calificada (por ejemplo, inuti-
ducción del resultado queda librada a un momento cualquiera (en-
venenamiento de una bebida, que un tercero acostumbra tomar lizando extintores de incendio según el § 307, n° 3) es sufi-
ocasionalmente), es suficiente, para afirmar la existencia de una ciente para admitir la tentativa solamente si ha de seguir
tentativa de homicidio, que el autor ponga en movimiento la cadena inmediatamente la realización del tipo fundamental (ver
causal que forma la agresión directa y renuncie al acontecimiento Arzt, JZ, 69, 59, y JuS, 72, 578; Stree, Hom. a K. Peters,
ulterior (ver Roxin, Hom. a Maurach, ps. 213 y 224).
Forman la tentativa de hurto (§ 242) todos los actos dispues-
p. 179).
tos para el ataque contra la custodia ajena y que han de ser lleva-
3. Por último, el hecho punible planeado no debe
dos a cabo directamente, en lo que respecta al tiempo y al lugar,
hasta la sustracción planeada (s. 53, 217, del TdR: apartar al perro estar consumado. Hay falta de consumación cuando el tipo
para hurtar inmediatamente después; TF, MDR, 58, 12, en Dallinger: objetivo de lo injusto no está realizado o no está realizado
palpar las ropas de los pasajeros con fines de hurto). Si se trata totalmente.
de ejemplos para casos agravados (§ 243), interesa establecer si
Es indiferente establecer dónde reside la ausencia de tipo
en el comienzo con circunstancias agravantes se sitúa un ponerse
en actividad directa para realizar el tipo fundamental (§ 242) (ver objetivo. Se tienen en cuenta al respecto la falta de realización
más datos en Wessels, Hom. a Maurach, ps. 295 y 305). Esto debe de distintas características del tipo, la no producción del resultado
afirmarse casi siempre al comenzar la fractura, escalamiento, irrup- típico o la falta de imputabilidad objetiva del resultado que en
178 JOHANNES WESSELS DERECHO PENAL. PARTE GENERAL 179

realidad se ha producido, pero se basa en un trascurso causal trucción (§ 305 y 22) retrocede frente al § 308, I, primera alter-
atípico (ver lo que se ha dicho en el § 6, II, 2). nativa (TF, NJW, 54, 1335).
En el caso I, la cuestión de la consumación del § 306, n 9 2, El hecho de poner fuego a la estantería, representa un daño
depende de si el hecho de poner fuego al estante incluye simultá- de cosas consumado (§ 303), al que se agrega una violación de
neamente el de poner fuego al "edificio". domicilio (§ 123, I, primera alternativa). Para la relación de con-
curso (unidad de hechos en el sentido del § 52), ver Schróder,
Se dice que un edificio se incendia cuando una de sus JZ, 67, 369, y S.-S.-Stree, n<? 91, antes del § 52.
partes está atacada por el fuego en forma tal que, incluso
después de apartada o apagada la materia inflamable, sigue 4. El tratamiento de los casos especiales de tentativa
ardiendo por sí sola y el fuego puede extenderse a partes del es objeto de discusiones:
edificio que tienen particular importancia para la utilización a) En la autoría mediata, la fase de la tentativa
que éste tiene (s. 7, 37; 16, 109, y 18, 363, del TF). comienza, a más tardar, tan pronto como el "instrumento"
Para determinar si un objeto es "parte integrante" del del mandante se pone en actividad para la ejecución de la
acción típica.
edificio, no pueden ser decisivas las disposiciones del Código
Civil (§ 93 y ss. del Código Civil), aunque las "partes inte- Antes de este momento, puede afirmarse la existencia de la
tentativa cuando el autor mediato renuncia al suceso puesto en
grantes esenciales" en el sentido del § 94, II, de dicho Códi- movimiento, con fines de consumación, por el autor (s. 59, 1, y 66,
go, constituyan, por lo general, elementos del edificio. Lo 141, del TdR, y 4, 270, del T F ) . Este criterio no vale únicamente
que decide es, en primer término, la opinión corriente. Por lo en caso de buena fe del autor (en este sentido, S.-S.-Eser, § 22,
n? 54), sino también en caso de mala fe del "instrumento" (Herz-
común, a las instalaciones de una habitación no se las consi-
berg, MDR, 73, 89 y 95; Maurach, I, § 41, II, 5; Jescheck, § 62,
dera como parte del edificio; este criterio también vale para IV, 1; Roxin, Hom. a Maurach, ps. 213 y 227; SK-Rudolphi, § 22,
la estantería, cuando, como sucede generalmente, no está n 9 20). Schilling (Der Verbrechensversuch des Mittaters und des
adherida a la pared o está sujetada a ésta con clavos (s. 16, mittelbaren Táters) [La tentativa de delito del coautor y del autor
mediato], 1975.
110, del TF). Por consiguiente, en el caso I no se ha produ-
cido un incendio grave consumado. b) A los delitos calificados por el resultado (ver lo que
9
A es culpable de incendio grave tentado (§ 306, n 2, y 22),
se ha dicho en el § 1, II, 2, a) se los considera como delitos
puesto que su decisión de cometer el hecho estaba dirigida a la dolosos, si el hecho que pertenece al delito fundamental pre-
consumación de este tipo y el hecho de poner fuego a la estantería supone el dolo. Conceptualmente, su tentativa es posible,
constituye un ponerse en actividad directa para la realización del pero puede aclararse sobre la base del tipo penal correspon-
tipo. diente, y no en general, si y hasta qué punto cabe una puni-
Además, A ha cometido un incendio simple tentado (§ 308, bilidad a título de tentativa. Al respecto deben distinguirse
I, primera alternativa, y 22) que frente a la tentativa del § 306,
n° 2, no se halla en la relación delito fundamental - calificación,
dos grupos de casos:
sino en la relación de la unidad de hechos (s. 64, 279, del TdR). Por un lado, puede darse la tentativa de un delito calificado
Esto se deduce de la circunstancia de que el § 306 no presupone por el resultado si el autor produce la consecuencia calificante a
—no así el § 308, primera alternativa—, frente al objeto del hecho, través de la tentativa (amenazada con pena) del delito fundamental
una cesa "ajena" (ver Warda/Faber, JuS, 65, 446, nota 3). En y actúa, frente a la consecuencia especial, culposamente (§ 18) o
cambio, la tentativa, que también existe, de la destrucción de cons- con ligereza (no así, Gossel, Hom. a R. Lange, ps. 219 y 238). Esto
DERECHO PENAL. PARTE GENERAL 181
180 JOHANNES WESSELS

se tiene en cuenta especialmente en los § 177, III, 178, III (ver la Con arreglo al § 23, III, el tribunal puede prescindir de la
s. 69, 332, del TdR), y en el § 251 (s. 62, 422). Por otro lado, la pena o atenuarla conforme al § 49, II, si el autor ha ignorado "por
tentativa de un delito calificado por el resultado es posible si el grave incomprensión" que su hecho "no podía producir la consu-
autor, en caso de realización plena del delito fundamental, haya mación" en razón de la inidoneidad del objeto o del medio. Incom-
prensión grave significa una representación completamente desacer-
dado cabida en su dolo a la consecuencia calificante, pero su pro-
tada de nexos causales conocidos en general (más datos en Gossel,
ducción no tiene lugar. Esto ocurre, por ejemplo, en el caso del
GA, 1971, 225; Roxin, JuS, 73, 330).
§ 239, II, primera alternativa (s. 61, 179, del TdR, y 10, 306, del
TF; TF, GA, 1958, 304), del § 225 o, con dolo eventual, también en La tentativa supersticiosa con medios irreales, sustraídos a la
el caso del § 224 (ver la s. 21, 194, del TF, con nota divergente de posibilidad de dominio y al poder de disposición (hechizos, bruje-
Schroder, JZ, 67, 368). Más datos en L.-K.-Hirsch, § 224, n08- 28- rías, etc.; ver la s. 33, 321, del TdR) queda, como hasta ahora,
completamente impune. Faltan aquí los presupuestos del dolo del
30, y § 225, n? 5; Ulsenheimer, GA, 1966, 257; va excesivamente
tipo y, por consiguiente, una "decisión de realizar el hecho" penal-
lejos Stree, GA, 1960, 289.
mente relevante.
c) A propósito de la tentativa del delito de omisión, ver
el § 16, VI. 2. De la tentativa punible inidónea debe distinguirse
el delito putativo impune.
III. Tentativa inidónea y delito putativo. En la tentativa inidónea, el autor cree que se da una
característica que en realidad no existe, del tipo objetivo de
1. Se da una tentativa inidónea cuando la ejecución lo injusto (error de tipo invertido).
de la decisión de cometer el hecho no puede producir, en En el delito putativo, el autor cree erróneamente que su
contra de la representación del autor, por razones de hecho conducta cae bajo una norma prohibitiva, la que sólo existe
o jurídicas, la realización completa del tipo objetivo de lo en su imaginación o que extiende excesivamente en perjui-
injusto. Esto ocurre en caso de que el autor no reconozca cio suyo a causa de una interpretación falsa (error de prohi-
la inidoneidad del sujeto (este punto es discutido), del bición, de subsunción o acerca de la punibilidad invertido).
objeto del hecho o del medio para llevarlo a cabo. Ver al respecto las s. 42, 94; 66, 126, y 72, 112, del TdR, y 14,
Así, por ejemplo, cuando auténticos delitos cometidos en el 350, del TF; Engisch, Der "umgekehrte Irrtum" und das "Umkehr-
ejercicio de un cargo público son cometidos por un autor que no prinzip" (El "error invertido" y el "principio de inversión"), Hom. a
conoce la nulidad de su designación como funcionario (TdR, JW, Heinitz, p. 185.
38, 798; s. 72, 110, del TdR = inidoneidad del sujeto) o en otro Se presentan casos de delito putativo especialmente
error sobre circunstancias de hecho de parte del autor en perjuicio a) cuando alguien cree que su conducta (por ejemplo, amor
suyo, como la tentativa de homicidio contra un cadáver (s. 1, 451 = lésbico, adulterio y sodomía) infringe disposiciones penales que
inidoneidad del objeto) o la tentativa de aborto en una mujer no en realidad no existen (error de prohibición invertido);
embarazada con inofensivos comprimidos para el dolor de cabeza b) cuando considera que su conducta, justificada por legítima
(s. 34, 217 = inidoneidad del objeto y del medio). defensa, es punible, porque ignora, en perjuicio suyo, los límites de
la legítima defensa, por ejemplo, si cree que ésta sólo está permitida
La punibilidad de la tentativa inidónea se admite hoy para proteger el cuerpo o la vida y no también valores materiales
en general. Se deduce de la concepción relativa al funda- (error de permiso invertido);
mento penal de la tentativa (ver lo que se ha dicho en el c) cuando, conociendo plenamente la situación de hecho y el
n° I, 2) y se la presupone en la ley en los § 22 y 23, III. significado concreto de todas las circunstancias de hecho, ignora,

14 - Wessels.
182 JOHANNES WESSELS DERECHO PENAL. PARTE GENERAL 183

por interpretación errónea, una norma que se dirige contra él mis- 1. No se castigará por tentativa a quien espontánea-
mo y extiende excesivamente, en perjuicio suyo, su ámbito de apli- mente abandone la ulterior ejecución del hecho o impide su
cación: el caso, por ejemplo, de creer que son documentos en el
sentido del § 267, vales falsificados aunque se sepa que les falta
consumación (§ 24, I, 1).
determinación probatoria y que no existe un librador (s. 13, 235, Si el hecho no se consuma sin intervención de quien quiere
del T F = error de subsunción invertido) o por circunstancias inter- desistir, éste será impune si se empeña espontánea y seriamente en
pretadas correctamente se deduce un deber de demorar él ejercicio impedir el resultado (§ 24, I, 2).
efectivo de un derecho inexistente (§ 142) (s. 8, 263, del TF) o un Las opiniones no coinciden acerca del concepto funda-
deber de garantía (s. 16, 155 y 160, del T F ) ;
mental de esta excusa absolutoria personal.
d) cuando considera que su conducta es punible, porque no
está enterado de la existencia de una causa personal de exclusión Algunos autores estiman que la ley quiere "erigir para el autor
de la pena de carácter político-criminal que interviene en su favor, un puente de oro a fin de que desista" (teoría de política criminal:
como el § 173, III, a propósito del coito entre parientes (simple s. 73, 60, del TdR; Maurach, I, § 41, V, A). Esta opinión es correcta
"error acerca de la punibilidad" invertido). en el sentido de que, recompensando el desistimiento espontáneo,
se impide en lo posible la consumación de hechos punibles y se le
Ver más datos sobre el total problema en Jescheck, § 50, v
posibilita al autor el retorno a la legalidad, considerando que su
Maurach, NJW, 62, 716 y 767.
punibilidad ya no puede modificarse (s. 6, 87, del TF; Grünwald,
En la teoría jurídica, el error sobre la idoneidad del Hom. a Welzel, ps. 701 y 709; Jescheck, § 51, I, 2; Stratenwerth,
sujeto en los delitos especiales es considerado, ocasionalmen- n 9 756). Por lo común, el autor no hará estas reflexiones en el
momento del hecho (s. 9, 52, del T F ) . En consecuencia, parece
te, como un subcaso del delito putativo (ver Baumann, § 33,
más cercana a la verdad, la consideración de que la ley premia con
IV, 3, c; Hardwig, GA, 1957, 175; Welzel, § 24, V). En esta la libertad el mérito del desistimiento elegido espontáneamente: el
generalidad, no debe aprobarse este criterio. Se daría un retorno a la vida socialmente correcta equilibra en parte el disvalor
delito putativo si un empleado civil del ejército federal se de la acción y la culpabilidad de la tentativa, así como la influencia
considerara un soldado en el sentido del § 1 de la ley penal negativa del autor sobre la conciencia jurídica de la comunidad, de
suerte que puede negarse la necesidad del castigo de la tentativa
militar y si creyera ser culpable de deserción (§ 16 de dicha (teoría de la gracia: Baumann, § 34, I, 1; Bockelmann, § 27, V, y
ley) al abandonar el servicio militar. Pero se daría una ten- NJW, 55, 1420; Heinitz, JR, 56, 249; Jescheck, § 51, I; Schróder,
tativa inidónea punible si el autor considerara erróneamente JuS, 62, 81; Welzel, § 25). No es incompatible con este criterio la
que están dadas las circunstancias que, si existieran real- opinión sustentada por la "teoría del fin de la pena", según la cual,
en caso de que el desistimiento sea espontáneo, no es necesario
mente, fundamentarían su "calidad de sujeto" (Blei, § 67, castigar la tentativa por razones preventivas generales o preventi-
I, a; Bruns, Der untaugliche Tater im Strafrecht [El autor vas especiales (más datos en la s. 9, 52, del TF; Roxin, Hom. a Wel-
inidóneo en el derecho penal], 1955, p. 19; Dreher, § 22, zel, p. 251; Otto, GA, 1967, 144; ver también Lang-Hinrichsen, Hom.
n° 28; Jescheck, § 50, III; Maurach, I, § 41, III, C, 2; S.-S.- a Engisch, ps. 351 y 366).
Eser, § 22, n° 76; SK-Rudolphi, § 22, n° 28). 2. Según el § 24, I, la liberación de la pena por desis-
timiento de la tentativa sólo se obtiene si el hecho no está
IV. Desistimiento de la tentativa y arrepentimiento activo. consumado, o sea, si no está realizado completamente el tipo
En el caso I debe examinarse si y hasta qué punto A, al apagar objetivo de lo injusto. Si, a pesar del empeño demostrado por
el fuego, obtiene la liberación de la pena. el autor para desistir, el resultado típico se produce, podrá
184 JOHANNES WESSELS
DERECHO PENAL. PARTE GENERAL 185
aplicarse el § 24,1, únicamente en el caso de que deba negar-
se la imputabilidad objetiva del resultado concreto (ver lo hecho con un solo acto (se expresan al respecto en forma
que se ha dicho en el § 6, II, 2; Muñoz-Conde, GA, 1973, crítica Dreher, JR, 69, 105, y Jescheck, § 51, II, 3).
33); de lo contrario, deberá castigarse a título de hecho Quien había proyectado de antemano varios actos —por ejem-
consumado. plo, una serie de disparos utilizando un arma de tiro rápido— y
después de comenzar el hecho no lo continúa (o sea, por ejemplo,
El ámbito de aplicación del § 24 no abarca la tentativa frus-
deja de tirar antes de alcanzar a la víctima), aunque el resultado
trada que no admite un desistimiento que libere de la pena. Se
podía ser logrado si seguía actuando, ha cometido una tentativa
dice que una tentativa es "frustrada" cuando la acción emprendida
inacabada (TF, GA, 1£66, 208; s. 22, 332, del TF) que queda impu-
para realizar el tipo penal no ha logrado su objetivo y el autor está
ne en virtud de la primera alternativa dispuesta en el § 24, I, 1.
seguro que no lo logrará, porque el resultado al que mira ya no pue-
En cambio, quien quiere producir el resultado con un medio
de lograrse en general o puede lograrse únicamente sobre la base
determinado y cree conseguirlo con un solo acto de ejecución (tiro,
de una nueva decisión de cometer el hecho o de una nueva tenta-
puñalada, hachazo, etc.), pero, contra toda previsión, no logra su
tiva (s. 14, 79, del TF; Góssel, ZStW, 87, 3; Hruschka, JZ, 69, 495;
objetivo, ha cometido una tentativa acabada "frustrada" en la que
Schmidháuser, 16/77; SK-Rudolphi, § 24, n08- 8 y ss.). Por ejem-
no viene al caso un desistimiento que libere de la pena (s. 14, 75,
plo, si la caja de caudales que ha sido forzada está vacía, si el único
y 22, 331, del T F ) .
tiro posible no ha alcanzado a la víctima o si el mecanismo detonante
Si, al comenzar el hecho, el autor no se preocupa mayor-
de un cuerpo explosivo instalado en el lugar del hecho falla al
mente —como sucede normalmente (ver la s. 22, 177, del TF) —
disparar.
acerca del efecto y el número de los distintos actos necesarios para
3. En el caso del § 24, I, debe distinguirse entre la la ejecución, solamente su representación después de terminar el
tentativa inacabada y la acabada. El deslinde entre estas último acto de ejecución puede aclarar si la tentativa es acabada
o no; si el autor cree que su acción hasta el momento no es suficiente
dos formas de manifestación de la tentativa depende de la aún para producir el resultado a que aspira, la tentativa es inacaba-
representación del autor (s. 14, 75, y 22, 330, del TF; es da, obteniéndose, por tanto, una liberación de la pena al renunciar
instructivo al respecto lo que dice Eser, II, caso 33; Geilen, a la ulterior ejecución del hecho y al no continuar la acción (§ 24,
JZ, 72, 335). I, 1, primera alternativa). En cambio, la tentativa es acabada si el
Se dice que la tentativa es inacabada cuando el autor no ha autor está convencido o considera como posible que el resultado se
hecho todavía todo o cree no haber hecho todo lo que, según su producirá sobre la base de su acción anterior (s. 14, 79, y 22, 333,
representación del hecho, es necesario para su consumación. del T F ) ; aquí, el autor, a fin de impedir la consumación, tiene que
desarrollar una actividad que evite el resultado, para obtener la
La tentativa es acabada cuando el autor ha hecho todo o cree
impunidad (§ 24, I, 1, segunda alternativa, y § 24, I, 2).
haber hecho todo lo que, según su plan, es necesario para producir
el resultado típico. 4. En la tentativa inacabada no procede la punibilidad
Este deslinde presenta problemas cuando el objetivo de del autor, si éste abandona espontáneamente la ulterior
la acción debía o podía lograrse con varios actos ejecutivos, ejecución del hecho (§ 24, I, 1, primera alternativa). Este
pero la ejecución del hecho no ha traspasado la fase de la criterio vale incluso para la tentativa inidónea, si el autor no
tentativa. También aquí la jurisprudencia emplea pautas ha reconocido que la idoneidad faltaba (s. 68, 83, del TdR).
subjetivas y estudia si el autor procuró lograr su objetivo "Abandonar" significa renunciar a la ulterior ejecución
de antemano con varios actos o si creyó poder ejecutar el de la decisión tomada con anterioridad, realizando la corres-
pondiente "contradecisión". Esto presupone la representa-
186 JOHANNÉS WESSELS DERECHO PENAL. PARTE GENERAL 187

ción del autor de poder todavía realizar el tipo penal 5. La tentativa acabada es impune si el autor impide
mediante la actividad proyectada (s. 22, 332, del TF; espontáneamente la consumación del hecho (§24, I, 1, se-
Hruschka, JZ, 69, 497). Al respecto, es necesario abandonar gunda alternativa) o, si el hecho no se consuma sin su inter-
completa y definitivamente la voluntad de realización; vención, se empeña espontáneamente y seriamente para im-
desistir simplemente de una forma de comisión determinada, pedir la consumación (§ 24, I, 2).
una suspensión transitoria o una postergación en el momento El § 24, I, 2, adquiere importancia sobre todo en la tentativa
más favorable, no bastan (s. 72, 350, del TdR, y 7, 297, inidónea y objetivamente frustrada, siempre que el autor no haya
aún reconocido la falta de idoneidad o el fracaso de su tentativa
delTF). (verla s. 11, 324, del T F ) .
El desistimiento es espontáneo si no está provocado por En el caso I, A, después de una tentativa acabada, ha evitado
motivos forzosos; debe surgir de un motivo autónomo, no el resultado delictivo perteneciente a la consumación de los § 306,
siendo necesario que sea éticamente valioso (por ejemplo, n° 2, y 308, I, primera alternativa, al apagar el fuego e impedir que
el fuego se extendiera. No contraría la "espontaneidad" de este
remordimientos, arrepentimiento, vergüenza, piedad para desistimiento la circunstancia de que su esposa haya descubierto,
con la víctima, conmoción espiritual, temor de ser descu- mientras tanto, que el hecho constituía una acción punible, dado
bierto, miedo a la pena; ver la s. 7, 296, del TF con nota de que A no podía temer que ella iniciara contra él medidas de perse-
Jescheck, MDR, 55, 563; s. 21,216, del TF). El impulso para cución penal; por consiguiente, A seguía siendo "dueño de sus deci-
siones". Según el § 24, I, 1, segunda alternativa, desaparece, por
desistir también puede venir por fuera (por ejemplo, per- tanto, un castigo de A por tentativa de incendio.
suasión de parte de la víctima); lo que sólo decide es que,
a pesar de esta actuación, el autor siga siendo dueño de sus 6. Con arreglo al § 24, sólo es impune la tentativa
decisiones, a saber, que no esté impedido por una situación como tal. Si en la tentativa de delito está comprendido un
externa o interna para consumar la realización de su decisión hecho punible consumado, como, por ejemplo, una lesión
que se le presenta como posible. corporal (§ 223 o 223a) en la tentativa de homicidio, es
El desistimiento no es espontáneo si está provocado por punible el hecho consumado a pesar del desistimiento (la
impedimentos independientes de la voluntad del autor y llamada tentativa calificada); esto vale tanto en la unidad
que paralizan su libertad de decisión. Esto sucede, por de leyes como en la unidad de hechos (s. 40, 430, del TdR, y
ejemplo, si el autor se ve descubierto y expuesto a la perse- 7, 300, y 17, 2, del TF; ver al respecto también el § 17,
III y V).
cución penal o si la continuación de la acción le ocasionaría
perjuicios tan graves que no puede sensatamente hacerse Un acuerdo criminal anterior a la tentativa en el sentido del
§ 30, II, no resurge (s. 14, 378, del T F ) . Es discutible si lo mismo
cargo de ellos (ver las s. 9, 48, y 20, 279, con nota de Lack-
vale, en general, respecto de los delitos de peligro concreto
ner,JR, 66, 106). (ver Jescheck, § 51, VI, 2; Dreher, § 221, n<? 11; LK-Lange,
Se expresa con críticas a la opinión dominante, Roxin, Hom. § 221, n<? 12).
a Heinitz, p. 251, que pretende determinar el concepto de "volun- En caso de que H presente querella, se deberá castigar a A,
tariedad" a partir de la "ratio" del § 24 y referirlo a las "pautas de por consiguiente, a título de violación de domicilio y daño de cosas
la razón del delincuente". (§ 123, I; 303 y 52).
188 JOHANNES WESSELS DERECHO PENAL. PARTE GENERAL 189

7. El § 24, II, agrava los presupuestos del privilegio lleve a cabo independientemente de su anterior colaboración
del desistimiento, si eran varias las personas que participa- (por ejemplo, los copartícipes presentes en el lugar del
ron en la tentativa del delito. También en el caso de tenta- hecho, después de recoger la ganzúa rompen sin más la
tiva inacabada, es suficiente aquí el simple no seguir puerta que da acceso al depósito y realizan el hurto proyec-
actuando con fines de desistimiento; la liberación de la pena tado; ver el § 24, II, 2).
para quien desiste respecto de la tentativa, se produce Es muy instructivo al respecto lo que dicen Grünwald, Hom.
únicamente bajo el presupuesto adicional de que, simultá- a Welzel, p. 701; Lenckner, Hom. a Gallas, p. 281; v. Scheurl,
neamente con el abandono de la participación o con el retiro Rücktritt vom Versuch und Tatbeteüigung mehrer (Desistimiento
de la tentativa y participación en el hecho de varias personas),
de la contribución prestado hasta ahora, se impida la consu- 1972.
mación del hecho.
Así, por ejemplo, en una tentativa de asesinato por envene-
Esta agravación de los presupuestos del desistimiento
namiento, ejecutada sucesivamente, cuando el cómplice que ha de se basa en que el legislador considera que la tentativa con
suministrar el veneno en dosis parciales, suspende la entrega pos- varios partícipes es más peligrosa que la tentativa de un
terior y de esta manera imposibilita al autor principal la consuma- autor solo; además, el legislador ha querido reglamentar el
ción del hecho. desistimiento en forma tal que impida, en la medida más
No será castigado por tentativa, conforme al § 24, II, el amplia posible, una consumación del hecho.
partícipe con voluntad de desistir 8. En el caso II, los delitos de incendio cometidos por
a) cuando (haciendo inofensiva su contribución al hecho o A estaban consumados, porque el fuego ya se había propa-
de otro modo) impide espontáneamente la consumación del hecho, gado a la ventana como parte del edificio (ver la s. 18, 363,
en cuya tentativa había participado, o
b) cuando se empeña espontánea y seriamente en impedir
del TF). En este caso, el § 24 no puede aplicarse. No obs-
la consumación, si el hecho (como, por ejemplo, en una tentativa tante, algunas disposiciones, como los § 310 y 139, IV, 1,
inidónea) no se consuma sin su intervención o se comete indepen- prevén, incluso si el hecho punible está consumado, la
dientemente de su anterior contribución. obtención de la liberación de la pena en virtud del llamado
Por consiguiente, el cómplice en una tentativa de hurto arrepentimiento activo (ver más datos en Jescheck, § 51, V).
obtiene, por ejemplo, la liberación de la pena, no porque se Conforme al § 310, cuyos presupuestos existen aquí, tampoco
hace devolver por los copartícipes la ganzúa procurada por en el caso de que se trata, A será castigado "por incendio" (pero
sí conforme a los § 123, I, 303 y 52).
él para entrar en el depósito. Con arreglo al § 24, II, no
procede su castigo por complicidad en hurto tentado, única-
mente si de esa manera impide al mismo tiempo la consuma-
ción del hecho comenzado (§ 24, II, 1) o si, influyendo
sobre los copartícipes, advirtiendo al interesado, llamando
a la policía, etc., se empeña espontánea y seriamente en evi-
tar la consumación, en caso de que el "hecho" (se entiende
el hecho que no se modifica en sus rasgos esenciales) se
P A R T E TERCERA

LOS DELITOS CULPOSOS DE COMISIÓN

§ 15
CONSTITUCIÓN Y ESTRUCTURA DEL HECHO
PUNIBLE CULPOSO. FIN DE LA NORMA E
INEVITABILIDAD DEL RESULTADO

Caso 15. El automovilista A atraviesa una población a una


velocidad de 45 km por hora aproximadamente. De repente, apa-
rece N, un niño de 9 años, que al jugar se había escondido detrás
de una trilladora que estaba estacionada y corre al otro lado de la
calle, adelante del automóvil. El prudente automovilista frena inme-
diatamente, pero no puede evitar que N sea atropellado y lesionado
mortalmente.
1. ¿A se ha hecho culpable de homicidio culposo?
2. ¿Cuál sería la situación si A hubiera superado la velocidad
máxima permitida de 50 km por hora y hubiera viajado a 60 km
por hora?
3. ¿Cómo debería juzgarse la conducta de A en el primer
caso, si N hubiera jugado con un grupo de niños en ambas partes
de la calle?

I. Concepto y formas de aparición de la culpa.


1. Fundamento de todo hecho punible es una conduc-
ta humana socialmente relevante; este criterio es válido
DERECHO PENAL. PARTE GENERAL 193
192 JOHANNES WESSELS
JuS, 69, 549; S.-S.-Cramer, § 15, n " 117 y ss.; Ulsenheimer,
tanto para los delitos dolosos como para los culposos (ver lo JZ, 69, 364; Schünemann, JA, 75, 435 y ss., se expresa amplia
que se ha dicho en el § 3, II, c). No obstante, mientras al y muy instructivamente).
hecho doloso le corresponde la voluntad de realizar el tipo Según la opinión hoy dominante, la culpa no es una
conociendo todas las características objetivas del tipo (§ 7, simple "forma de la culpabilidad", sino un tipo especial de
I, 1), para el hecho culposo es esencial la realización no conducta punible que reúne elementos de injusto y de cul-
querida del tipo legal, al desatender contrariamente al deber pabilidad (s. 4, 341, del TF; Jescheck, § 54, I, 3; Maurach,
el cuidado necesario en el tráfico. I, § 42, I, B; en contra, Baumann, § 28, y Schmidháuser,
Hasta hace poco, los delitos culposos sólo tenían una trascen- 8/34 y 10/77).
dencia limitada. Únicamente con la progresiva industrialización y Como sucede con el "dolo" (ver lo que se ha dicho en el
el aumento del tránsito de los automotores salieron de la sombra en
que se hallaban. Desde 1S00 hasta ahora las condenas por homici- § 5, II, 4), el concepto jurídico de la "culpa" tiene, como
dio culposo han aumentado siete veces (desde 680 a 4.800 apro- forma de conducta y culpabilidad, una doble naturaleza.
ximadamente) y las condenas por lesión corporal culposa han sufri- Este criterio gana terreno incluso en la última jurisprudencia
do un incremento de más de veinte veces (desde 4.612 a 110.000 en el derecho penal (TF, VRS, 14, 30) y en el derecho civil
más o menos). La dogmática penal sólo pudo seguir paso a paso
esta rápida evolución. (s. 24, 26, del TF en materia civil, como inclusión, por cierto
discutible, de la "conducta acorde con el tráfico" en la cate-
a) La teoría causal de la acción limitaba el contenido
goría de las "causas de justificación").
de injusto del hecho culposo a la "causación" del resultado
socialmente perjudicial; la misma culpa fue concebida como Si en un hecho antijurídico se niega la existencia del
forma de la culpabilidad. Posteriormente se distinguió, en dolo, esto no significa que se dé automáticamente la culpa,
el ámbito de la culpabilidad, entre la inobservancia del cui- sino que deben examinarse sus presupuestos en forma
dado objetivamente necesario y el cuidado que el autor esta- independiente. Si no se comprueba que el autor ha actuado
ba en condiciones de observar (Frank, § 59, VIII, 4; Mezger, dolosamente, se lo podrá condenar, en caso de conducta
§ 46, III). La teoría más moderna trasladó esta "bigraduali- culposa comprobada, sobre la base del tipo culposo corres-
dad' del examen de la culpa al plano (objetivo) de la antiju- pondiente (s. 59, 84, del TdR, y 17, 210, del TF; Jescheck,
ridicidad y (subjetivo) de la culpabilidad (Baumann, § 28, §54,1,2).
II; Boldt, ZStW, 68, 335; Engisch, Hom. al Congreso de b) Por su peculiaridad, no hay, en los delitos culposos,
Juristas Alemanes, I, p. 428; Gallas, ZStW, 67, 42; Henkel, ni "tentativa" ni "participación".
Hom. a Mezger, p. 282; Maihofer, ZStW, 70, 184). Entre- Una acción culposa como no saber o no querer el resultado,
tanto, se ha impuesto el criterio de que la inobservancia del no puede ser nunca "decisión de actuar" en el sentido del § 22. Una
cuidado objetivamente necesario pertenece al tipo de los colaboración en un hecho culposo sólo es posible en la forma de la
"autoría accesoria" o (en caso de aprovechamiento doloso de la
delitos culposos (Bockelmann, § 20, B, I; Burgstaller, Das
conducta culposa de otros) como autoría mediata (ver Maurach,
Fahrlcissigkeitsdelikt im Strafrecht (El delito culposo en el I, § 42, I, B, 3; Otto, JuS, 74, 702; Spendel, Hom. a R. Lange, ps.
d. p.), 1974, p. 26; Jescheck, § 54,1, 3 y 4; Armin Kaufmann, 147 y 152).
"Zeitschrift fur Rechtsvergleichung", 1964, 46; Rudolphi,
194 JOHANNES WESSELS DERECHO PENAL. PARTE GENERAL 195

c) La culpa está amenazada con pena solamente si la 3. De la doble función del concepto de culpa, como
ley lo determina de manera expresa (§ 15). forma de conducta y culpabilidad, se deduce un examen
Como ocurre en los hechos dolosos, aquí también hay que "de dos grados": dentro del tipo de lo injusto debe compro-
distinguir entre delitos de comisión y de omisión (§ 316, II, y § 138, barse que no ha sido atendido el cuidado exigido objetiva-
II), de resultado (por ejemplo, los § 222 y 230) y de actividad (por mente y en el ámbito de la culpabilidad, si el autor, según su
ejemplo, el § 163). En los delitos de resultado falta en la ley, por lo capacidad individual estaba en condiciones de satisfacer las
común, una descripción concluyente de la acción típica; como "tipos exigencias objetivas de cuidado (S.-S.-Cramer, § 15, n? 119).
necesitados de complemento", los llenará el juez que debe concre-
tar el contenido del deber objetivo de cuidado para el caso corres-
pondiente (Jescheck, § 54, I, 3; Lenckner, Hom. a Engisch, p. 501; II. El tipo de lo injusto de los delitos culposos de resultado.
Welzel, § 18, I, 1).
En el caso de que se trata, A puede haber realizado el tipo del
2. La ley no define el concepto de culpa. La jurispru- § 222. Conforme a esta disposición, será castigado quien "causa" la
muerte de un tercero "con culpa". El texto de esta disposición es
dencia y la doctrina jurídica distinguen dos formas de apari- impreciso, puesto que el resultado mortal no puede causarse nunca
ción: la culpa inconsciente y la culpa consciente. por "culpa" (concepto jurídico), sino únicamente por una "conduc-
Actúa con culpa inconsciente quien desatiende el cui- ta culposa". Pero, aun corrigiendo lingüísticamente el texto de este
modo, queda por averiguar cuáles son las características que perte-
dado para el cual, conforme a las circunstancias y su situa- necen al tipo de lo injusto.
ción personal, estaba obligado y era capaz y realiza, por con-
siguiente, el tipo legal sin reconocerlo. 1. El contenido de injusto del hecho culposo está
Actúa con culpa consciente quien considera como po- determinado por su disvalor de resultado y conducta. Den-
sible la realización del tipo legal, pero, contrariamente al de- tro de los delitos culposos de resultado, tres características,
ber y en forma reprochable, confía que no lo realizará. estrechamente relacionadas entre sí, forman la base del tipo
de lo injusto: la causación del resultado, la lesión del deber
Ver al respecto las s. 56, 349; 58, 134, y 61, 318, del TdR; Je-
scheck, § 54, II; Maurach, I, § 42, II. La distinción entre culpa incons-
objetivo de cuidado y la imputabilidad objetiva del resulta-
ciente y consciente sólo tiene significación para la graduación de la do que se funda en el error de la conducta, orientada hacia
pena. el fin de protección de las normas de cuidado.
Algunas disposiciones exigen la acción cometida ligera- 2. Para afirmar la existencia de la tipicidad, hay que
mente (por ejemplo, los § 97, II, 138, II, 176, IV, 177, III, determinar en primer término que el autor ha causado la
178, III, y 311, III). Actúa "ligeramente" quien lesiona el producción del resultado sociálmente perjudicial mediante
cuidado exigido en medida extraordinariamente elevada. una conducta dominada por la voluntad o que la voluntad
Este concepto corresponde objetivamente al de la culpa podía dominar (acción u omisión).
"grave" del derecho civil (s. 14, 255, y 20, 327, del TF), pero Esta situación en cuanto al resultado existe en el caso 1. El
está referido, en el ámbito de la culpabilidad, a la capacidad viaje realizado por A con el automóvil, fue conditio sine qua non
y a los conocimientos del autor (ver más datos en Maiwald, respecto de la muerte de N.
GA, 1974, 257). 3. A continuación, debe examinarse si existe un error de
196 JOHANNES WESSELS
DERECHO PENAL. PARTE GENERAL 197
conducta: si el resultado concreto pudo preverse objetiva-
mente y si el autor desatendió el cuidado exigido en el trán- uno tiene que admitir incluso contra sí mismo su eventual
sito (lesión del deber objetivo de cuidado; se expresa conocimiento especial (Trib. Sup. de Brunswick, VRS, 13,
críticamente al respecto Schmidháuser, Hom. a Schaff- 286; Jescheck, § 55, I, 2, b; Welzel, § 18, I, 1, a). Sobre la
stein, p. 129). problemática del poder especial, ver Schünemann, Hom. a
Esta disposición sistemática se infiere del contenido del man- Schaffstein, p. 159).
dato de la norma. En el caso previsto en el § 222, es imposible que Por lo demás, hay que evitar cualquier exceso en cuanto a las
la norma de conducta rece: "No causes" la muerte de un tercero! exigencias de cuidado, sobre todo cuando la ejecución de la acción
Un imperativo como éste sería irrealizable en la amplitud ilimitada arriesgada sirve para satisfacer o conservar intereses sociales
de la teoría de la condición y, por consiguiente, absurdo. Aquí, es importantes.
realizable y sensata tan sólo esta norma: "Emplea en el caso concre-
to el cuidado exigido, para evitar la muerte de terceros" (Engisch, A una limitación sensata del deber de cuidado mira el
Hom. a Eb. Schmidt, p. 102; S.-S.-Cramer, § 15, n<? 124). principio de la confianza desarrollado en la jurisprudencia
a) El contenido del deber de cuidado consiste, ante (especialmente para el tránsito rodado) :
todo, en reconocer los peligros que surgen de la conducta Quien emplea el cuidado necesario, puede, por su parte,
concreta para el bien jurídico protegido y adoptar la actitud confiar que también los demás se comporten del mismo
correcta correspondiente, o sea, realizar la acción peligrosa modo, hasta tanto aparezca claramente lo contrario o se lo
solamente con precauciones suficientes de seguridad u omi- deba tener en cuenta por razones especiales (s. 7, 118; 12,
tirla totalmente (ver la s. 5, 274, del TF). 81, y 13, 169, del TF; TF, VRS, 14, 294, y 15, 123; Maurach,
Por ejemplo, actúa objetivamente en forma contraria al deber, I, § 44, II, B, 3). Lo mismo debe valer en los casos de traba-
quien emprende una actividad que, por falta de experiencia, no es jo realizado en colaboración (por ejemplo, en operaciones,
capaz de llevar a cabo (s. 59, 355, y 67, 20, del TdR, y 10, 134, del experimentos científicos y acciones de salvamento).
TF: la llamada "culpa por excesó"). c) La conducta del autor, que causa el resultado, debe
b) La forma y la medida del cuidado que debe em- compararse con el contenido, averiguado de este modo, del
plearse se infieren de las exigencias que, al considerar la cuidado exigido objetivamente.
situación de peligro ex ante, hay que poner a una persona Si la conducta corresponde a estas exigencias, es cuidadosa,
sensata y concienzuda en el caso concreto y en el rol social acorde con las normas del tráfico y concretamente inobjetable;
de quien actúa (Jescheck, § 55, I, 2, b; s. 7, 309; 16, 161, y desaparece así el disvalor de la conducta y, pues, la tipicidad.
20, 319, del TF). Si la real conducta del autor no corresponde a las exigencias
del ordenamiento jurídico, es descuidada, contraria al tráfico y con-
En cambio, algunos autores que constituyen la minoría, hacen cretamente incorrecta.
referencia a una objetivación de la capacidad individual de actua-
ción (Jakobs, Studien zum fahrlassigen Erfolgsdelikt [Estudios sobre En el caso i, A, al atravesar la población, ha respetado
el delito culposo de resultado], 1972, p. 69; S.-S.-Cramer, § 15, n08- los límites de la velocidad máxima permitida (ver el § 3, III, >
135 y ss.; SK-Samson, n 9 13, en el apéndice al § 16; Stratenwerth, n? 1, de la ordenanza sobre el tránsito rodado).
n<? 1165).
De esto no se deduce todavía que su conducta era acor-
Si se trata de la posibilidad de reconocer peligros, cada de con las normas del tránsito. Así como la inobservancia
de una norma general de cuidado no constituye una prueba

15 - Wessels.
198 JOHANNES, WESSELS DERECHO PENAL. PARTE GENERAL 199

irrefutable, sino tan sólo un indicio de conducta incorrecta nanza sobre tránsito rodado). Puede dudarse si A también
(s. 4, 185, y 12, 78), el cumplimiento de determinadas dispo- es culpable de homicidio culposo.
siciones de protección también es solamente un aviso para No es difícil fundamentar aquí la causación del resultado y la
la corrección en el cumplimiento de la acción. Por consi- lesión del deber de cuidado en el sentido del § 222: el modo de
guiente, es necesario todavía examinar si un automovilista conducir de A era objetivamente incorrecto por haber superado
la velocidad máxima permitida; el sentido y el fin que tiene el límite
sensato y concienzudo habría podido reconocer a tiempo, en
de velocidad ( § 3 , III, n 9 1, de la ordenanza sobre el tránsito roda-
la situación concreta, el peligro que amenazaba a N. Este do) consisten, precisamente, en posibilitar al automovilista, en caso
criterio no puede aceptarse en el caso 1, dado que N no pudo de aparecer imprevistamente obstáculos, detenerse a tiempo. Se
ser visto por A y no es necesario que un automovilista, al fal- sabe, en general, y puede preverse objetivamente, que una velocidad
excesiva puede tener como consecuencia la lesión y la muerte de otras
tar puntos especiales de referencia, piense que alguien salte
personas que toman parte en el tránsito. Se dan, en este caso, disva-
bruscamente delante del vehículo (Trib. Sup. de Hamm, lor del resultado y disvalor de la conducta.
DAR, 56, 23; Trib. Sup. de Karlsruhe, VRS, 38, 187). Surgen dudas en cuanto a la imputabilidad objetiva del resul-
Por consiguiente, A no ha lesionado su deber de cuidado. tado mortal si se estima que es suficientemente cierto que la desgra-
La muerte de N, cocausada por él, significa para él una "desgracia" cia seguida de muerte habría sido inevitable incluso si A hubiera
objetivamente inevitable, pero no un "injusto" en perjuicio suyo, dado mantenido la velocidad horaria permitida de 50 km. por hora.
que en esa situación nadie habría podido evitar ese resultado. No La jurisprudencia y la doctrina jurídica coinciden en
faltan "causalidad" ni disvalor del resultado (no así la s. 11, 7, del
T F ) . No obstante, el tipo de lo injusto, previsto en el § 222, no se
cuanto al resultado, al afirmar que un autor que lesiona su
realiza por faltar todo disvalor de la conducta. deber de cuidado y ha causado la muerte de una persona,
El que como Schmidháuser (Hom. a Schaffstein, ps. 129 y no debe ser castigado por homicidio culposo si consta con
139, y Tratado, 9/30 y ss.) o Baumann (§ 19, III, 2, c, y § 28, II, 3) probabilidad lindante con la seguridad que el resultado
considera que el riesgo socialmente adecuado (permitido) o la ine- mortal se habría producido incluso si se hubiera observado
vitabilidad objetiva de la producción del resultado sólo es una una conducta acorde con el deber y jurídicamente permiti-
"causa de justificación, debe admitir que A ha "matado lícitamen- da, o sea, si, en última instancia, hubiera sido inevitable (se
te" a N; pero esto ofrece una imagen totalmente incorrecta: las
expresa en contra únicamente Spendel, Hom. a Eb. Schmidt,
causas de justificación dan un derecho de actuar; de ellas se infiere
el deber del ofendido de tolerar que se intervenga en sus bienes p. 198, y JuS, 64, 14). Pero, se discute muy vivamente acer-
jurídicos (ver lo que se ha dicho en el § 8, II, 2). Pero A no tenía, ca de cómo este resultado puede fundamentarse en el as-
por cierto, ningún "derecho" de lesionar mortalmente a N (se pecto dogmático y en qué plano sistemático en la estructura
expresan acertadamente al respecto Roxin, ZStW, 80, 701, y Eb. del delito el "nexo específico" entre la infracción al deber y
Schmidt, Hom. a Engisch, p. 348). el resultado, exigido para su imputación, adquiere sig-
4. En el caso 2, A, al superar en 10 km por hora la nificación.
velocidad máxima permitida, se ha comportado en forma a) Conforme a la orientación clásica, se admite que aquí
contraria a las normas del tránsito y ha cometido una infrac- (solamente) debe negarse el "nexo de culpabilidad' entre la infrac-
ción al deber y el resultado y que el reproche de culpabilidad desa-
ción al orden que puede castigarse con multa (§ 24 de la ley parece incluso si una conducta acorde con el cuidado hubiera pro-
sobre tránsito rodado; § 3, III, n? 1, y 49, I, n? 3, de la orde- ducido el resultado.
200 JOHANNES, WESSELS DERECHO PENAL. PARTE GENERAL 201

Ver las s. 15, 151 (caso del farmacéutico), y 63, ZStW, 74, 411 y ss. y 425, y Samson, Hypothetische Kausalverldufe
211 (caso del pelo de cabra), del TdR, Jurisprudencia im Strafrecht cit., p, 36).
de los más altos tribunales, 1926, 1636 (caso de la cocaí-
Todos estos intentos de solución se basan en la conside-
na); Trib. Cameral, VRS, 8, 64; Trib. Supremo de Bavie-
ra, NJW, 53, 1641; Exner, Hom. a Frank, I, ps. 569 y
ración correcta de que la causación del resultado y la lesión
584; Hall, Hom. a Grünhut, ps. 213 y 230; Dreher, n<? 17, del deber de cuidado en el tipo culposo no se sitúan una al
antes del § 1; en ese sentido también se expresa Wessels lado de la otra desprovistas de relación, o sea, no pueden
en JZ, 67, 449 (nota). adicionarse fácilmente.
b) Al reconocer que el concepto de culpa reúne elementos de "Causación culposa del resultado" no significa lo mismo que
injusto y de culpabilidad, ha ganado terreno la opinión de que falta "causación más culpa" (Baumann, DAR, 55, 221). Una equipara-
el "nexo de la antijuridicidad' si la lesión del deber no se ha realiza- ción como ésta llevaría a la teoría, ya superada, del versari in re illi-
do en el resultado, o sea, si éste no "depende de la falta de cuidado". cita que imputa, sin más, a quien hace algo prohibido, todas las con-
Engisch, Die Kausalitát ais Merkmal der straf- secuencias a que da lugar. Una "responsabilidad casual", tan ili-
rechtlichen Tatbestánde (La causalidad como caracte- mitada, es ajena al derecho penal (Trib. Sup. de Coblenza, VRS,
46, 437 y 439).
rística de los tipos penales), 1931, p. 67; Lampe, ZStW,
71, 603; S.-S.-Cramer, § 15, n<? 160. Los delitos culposos presuponen, por su misma natura-
c) Una tercera opinión niega, con distintas fundamentaciones, leza, la evitabilidad de la realización del tivo: al autor cul-
en el plano de la tipicidad, el "nexo de la imputación" si falta la rela- poso se lo castiga porque no ha evitado el resultado desa-
ción específica entre el resultado y la lesión del deber de cuidado. probado, a pesar de que tenía objetivamente la obligación
Jescheck, § 55, II, 2, b; Blei, § 82, II, 1 (Irrelevan- y subjetivamente la posibilidad de evitarlo. No obstante,
cia del suceso causal); Stratenwerth, n° 1180; Ulsenhei- mientras la inevitabilidad personal-subjetiva sólo hace desa-
mer, JZ, 69, 364 y ss. (Problema del efecto protector del
deber de cuidado); Welzel, § 18, I, 2, a.
parecer el reproche de culpabilidad, la inevitabilidad objeti-
va excluye, ya en el plano del tipo, la imputación del resul-
d) A partir de la s. 11, 1, del TF, la jurisprudencia más recien-
tado (ver lo que se ha dicho en el § 6, I, 1, y II, 2). En
te traslada el problema al ámbito del "nexo causal"; en efecto, se
refiere a la circunstancia de si la infracción al deber se ha convertido
efecto, si el resultado socialmente perjudicial no hubiera
en infracción "causal" respecto del resultado. sido evitable tampoco en caso de conducta jurídicamente
TF, VRS, 15, 426; 16, 128; 19, 284 y 21, 6; del mis- correcta, la falta de cuidado existente en el caso concreto,
mo modo, Schónke-Schroder, hasta la 17a. ed., § 59, sería irrelevante para su producción.
n 9 159a; Kohlrausch-Lange, Strafgesetzbuch, Observa- He abandonado el punto de vista divergente que había susten-
ciones preliminares, II, antes del § 1; Oehler, Hom. a tado en JZ, 67, 449.
Eb. Schmidt, p. 232.
Por consiguiente, en el marco del § 222, una lesión del
e) En contra de estas "teorías de nexo", Arthur Kaufmann
deber de cuidado sólo es típicamente relevante si, precisa-
(Hom. a Eb. Schmidt, ps. 200 y 229) procura una solución del proble-
ma sobre la "consideración de causas hipotéticas de resultado en el
mente, constituía la causa determinante de la consecuencia
derecho penal". Niega el disvalor del resultado si el hecho del autor mortal. Al respecto, es nuevamente decisivo establecer cómo
encuentra un objeto cuya vida estaba perdida de una o de otra mane- habría trascurrido el suceso si el autor se habría compor-
ra (contra esta fundamentación se expresan acertadamente Roxin, tado en forma inobjetable en el aspecto jurídico y si en el
202 JOHANNES WESSELS D E R E C H O PENAL. P A R T E GENERAL 203

cumplimiento de la acción no hubiera superado los límites alto el fin de protección de las reglas sobre el cuidado correspondien-
del "riesgo permitido". Si consta con suficiente seguridad tes: el sentido de las limitaciones de la velocidad no reside en que el
que también en este caso se habría llegado al mismo resul- automovilista ha de llegar al lugar del accidente más tarde. El § 3
de la ordenanza sobre tránsito rodado pretende asegurar que el con-
tado, no se modifica la situación en lo que se refiere a la
ductor de un automóvil pueda detener su vehículo a tiempo en caso
infracción al deber de la acción como tal; se la puede cas- de peligro (TF, VRS, 20, 129). Pero, dado que está permitido al
tigar en forma autónoma, si (como en el caso de que se automovilista estar en cualquier momento en calles de libre tránsito,
exceda la velocidad máxima permitida según el § 3, III, aquí sólo importa establecer si, al mantener A la velocidad permitida
n? 1, de la ordenanza sobre el tránsito rodado) está ame- en el lugar del accidente, habría podido frenar todavía a tiempo para
nazada con pena con las consecuencias jurídicas correspon- evitar la desgracia.
dientes. En cambio, el autor no puede ser castigado sobre Ver también, para la consideración del fin de la norma, la s. 17,
la base del tipo de resultado (§ 222), porque la infracción 299, del TF; Trib. Supremo de Baviera, NJW, 53, 1641; MDR, 55, 627;
al mandato de cuidado no ha repercutido en el resultado, Jakobs, Studien zum fahrldssigen Delikt (Estudios sobre el delito cul-
sino que para su producción ha sido irrelevante. poso), 1972, p. 93; Roxin, Hom. a Gallas, p. 241; Rudolphi, JuS, 69,
549; Schünemann, JA, 75, 715.
En el fondo, éste es también el pensamiento que guía la s. 11,
1, del TF, que confirma, en cuanto al resultado, la exactitud de la Si en la evitabilidad del resultado por conducta acorde
"teoría de la relevancia" y que sólo es objetable en los fundamentos, con el deber se ve un presupuesto fundamentador de la
en cuanto niega la "causalidad" de la conducta respecto del resultado.
responsabilidad del tipo culposo, se tendrá en cuenta una
En consecuencia, si en el caso 2 puede comprobarse absolución del acusado con arreglo al principio "in duhio
que N habría sido atropellado por el automóvil y habría pro reo" en caso de que por circunstancias concretas sea
fallecido incluso si A hubiera reducido la velocidad ajus- tan sólo probable la producción del resultado típico incluso
tándose a las disposiciones en vigor y a la situación exis- si la conducta hubiera sido cuidadosa y correcta.
tente en el tránsito, desaparece, al negar la imputación del
La opinión dominante se expresa en este sentido: s. 11, 1; 21,
resultado, el tipo de lo injusto del § 222. 59, y 24, 31, del TF; TF, VRS, 24, 202, y 26, 348; Trib. Sup. de Colo-
El Trib. Sup. de Karlsruhe (NJW, 58, 430) ha afirmado, en un nia, VRS, 29, 48; Bockelmann, § 20, B, I, 4, c ; Otto, Hom. a Maurach,
caso similar, la punibilidad sobre la base del § 222, argumentando ps. 91 y 103; S.-S.-Cramer, § 15, nos- 170 y ss.; SK-Samson, Apéndice al
que si se hubiera mantenido la velocidad permitida, la desgracia se § 16, n<? 27; Ulsenheimer, JZ, 69, 364; Welzel, § 18, I, 2, a.
habría evitado, porque el automovilista habría llegado al lugar del
Una línea intermedia siguen en este punto Jescheck, § 55, II,
accidente más tarde (aquí, por consiguiente, después de atravesar
2, b; Lackner, § 15, III, 1, a; Roxin, ZStW, 74, 411 y 430 = Grund-
N la calle). Sin embargo, esta decisión es incorrecta, porque también
se le habría podido reprochar a A, con esa fundamentación, que la lagenprobleme, ps. 147 y ss.; id., ZStW, 78, 214; Rudolphi, JuS, 69,
velocidad a que iba no era aún más elevada (por ejemplo, 120 km 553 y ss.; SK-Rudolphi, n 9 69, antes del § 1 (afirmación de la
por hora), en cuyo caso ya habría pasado el lugar del accidente imputación objetiva en todo aumento de riesgo; limitación del prin-
cuando N atravesó la calle (S.-S.-Cramer, § 15, n? 167). La misma cipio "in dubio pro reo" al caso de que sea dudoso si el defecto de
incorrección se daría en caso de que la desgracia se hubiera evitado conducta ha elevado el riesgo de la producción del resultado). Acla-
si A no hubiera comprado el automóvil, hubiera elegido otra calle o ra este punto Stratenwerth, Hom. a Gallas, ps. 227 y 235; se expresa
si no hubiera viajado. Consideraciones de esta especie pasan por en sentido crítico Ulsenheimer, JZ, 69, 364.
204 JOHANNES WESSELS DERECHO PENAL. PARTE GENERAL 205

El reproche de culpabilidad por culpa se fundamenta


III. Antijuridicidad y culpabilidad en el hecho punible al comprobar que el autor estaba en condiciones, por su
culposo. capacidad personal y su saber individual, de reconocer el
En el caso 3, A estaba obligado a observar un cuidado espe- deber objetivo de cuidado y de atender las exigencias de
cial, dado que los juegos de niños que imponen movimientos en la cuidado resultantes (pauta subjetiva).
calle, constituyen una fuente de peligros de primer orden. Por consi-
Esta capacidad puede faltar en caso de deficiencias físicas o
guiente, A habría debido dar una señal de aviso y disminuir la velo-
psíquicas; también puede desaparecer total o transitoriamente, en
cidad, para poder frenar, en caso de necesidad, inmediatamente (ver
el caso particular, como consecuencia de miedo, confusión o estado
TF, DAR, 57, 152; Trib. Supremo de Baviera, VRS, 3, 257; Trib. Sup.
de ánimo parecido (TF, VRS, 10, 213).
de Colonia, JMBLNW, 69, 175; se ocupa detenidamente sobre el par-
ticular Mittelbach, DAR, 58, 315). En caso de conducta correcta en En los delitos culposos de resultado, el resultado típico
el manejo, se habría evitado la muerte de N. Por tanto, ha sido reali- y el curso causal deben haber sido también subjetivamente
zado el tipo del § 222. previsibles en sus rasgos esenciales (ver más datos en las
1. La realización del tipo de lo injusto es indicio, tanto s. 12, 77; 14, 54, y 24, 216, del TF; Trib. Sup. de Colonia,
en los hechos culposos como en los dolosos, de antijuridi- NJW, 63, 2381; Jescheck, § 57, III).
cidad, pero las causas de justificación pueden excluirla. Una culpabilidad del lesionado no excluye el reproche de cul-
En este sentido se tienen en cuenta sobre todo la legítima defen- pabilidad, pero puede atenuarlo esencialmente (s. 4, 187, y 17, 302,
sa (s. 25, 229, del TF; Trib. Sup. de Hamm, NJW, 62, 1169), el delTF).
estado de necesidad justificante (Trib. Sup. de Dusseldorf, VRS, 30, La no exigibilidad de una conducta acorde con las nor-
445; Trib. Sup. de Schleswig, VRS, 30, 462) y el consentimiento
mas puede actuar como exculpante en actos culposos, más
del lesionado (TF, DAR, 59, 301; Trib. Cameral, VRS, 7, 184; Gep-
pert, ZStW, 84, 947); ver más datos en Jescheck, § 56; Schaffstein, ampliamente aún que en los dolosos (s. 30, 25; 36, 81; 57,
Hom. a Welzel, p. 557; Schünemann, JA, 75, 787. 174, y 74, 198, del TdR; Jescheck, § 57, IV).
La "conducta correcta en el tránsito" no es, contrariamente a En el caso 3 podría imponerse, conforme a estos principios, un
lo que afirma el Tribunal Federal en materia civil en la s. 24, 28, una reproche de culpabilidad contra A.
"causa de justificación", sino que tiene como consecuencia la falta de
una lesión del deber de cuidado y, así, el disvalor de la conducta IV. El concepto de culpa en combinaciones de dolo y
dentro del tipo de la culpa. culpa.
En el caso 3 no intervienen causas de justificación. En conse-
cuencia, queda por examinar si A ha actuado culpablemente. El Código Penal prevé, al lado de los simples delitos
2. Aquí, como en los delitos dolosos, culpabilidad sig- dolosos y culposos, también tipos mixtos, los que presupo-
nifica la reprochabilidad del hecho con respecto al senti- nen el dolo en la ejecución del hecho y, por lo menos, la
miento jurídicamente censurable que se pone de manifiesto culpa respecto de una especial consecuencia del hecho.
en él (ver lo que se ha dicho en el § 10, I, 3). Son tipos mixtos los delitos calificados por el resultado que,
En cuanto a la capacidad de culpabilidad y a la conciencia de como los previstos en los § 176, IV, 177, III, 178, III, 224,
lo injusto, vale lo que ya se ha dicho (S.-S.-Cramer, § 15, n08- 226, etc., se refieren a la realización dolosa de un delito
189 y ss.). fundamental amenazado independientemente con pena, y
206 JOHANNES WESSELS

las propias combinaciones de dolo y culpa en que la parte


dolosa del tipo no es punible por sí sola en forma autónoma
(por ejemplo, los § 311, IV, 315, IV, 315a, III, n? 1, 315b,
IV, y 315c, III, n° 1). La ley trata estos tipos mixtos, con-
forme al § 11, II, como delitos dolosos con todas las conse-
cuencias correspondientes (por ejemplo, en el ámbito de
la participación y de la tentativa; se expresa en forma crí-
tica en las conclusiones, pero no convence, Góssel, Hom. PARTE CUARTA
a R. Lange, ps. 219, 227 y 238).
Respecto del concepto de culpa en estos delitos, debe tenerse LOS DELITOS DE OMISIÓN
presente que la lesión del deber de cuidado (tratada en el n 9 II, 3) ya
está contenida aquí en la acción dolosa. De esto se deduce que el
concepto de culpa se limita, en casos como éstos, a la previsibilidad
de la especial consecuencia del hecho (s. 24, 213 y 215, del TF; Je- § 16
scheck, § 54, III; Góssel, ob. cit., p. 234; S.-S.-Cramer, § 18, n<? 18). DELITOS PROPIOS E IMPROPIOS DE OMISIÓN.
LA COLISIÓN DE DEBERES

Caso 16. A, que vuelve de un paseo en la montaña, encuentra


la casa paterna, que está en una cuesta, en llamas. Detrás de una
ventana de la planta alta, ve a su hermano H, de 8 años, mientras la
abuela T, desde el mismo piso, en la otra parte de la casa, pide auxi-
lio. El fuego en el interior de la casa impide a ambos huir. A se da
cuenta que el entramado del tejado está por desmoronarse y que sólo
le queda tiempo para salvar, con la ayuda de una escalera, a H o a T.
Resuelve rápidamente salvar a H; inmediatamente después, la parte
superior de la casa se derrumba y T muere.
I. ¿Cómo debe juzgarse el caso desde el punto de vista penal?
II. ¿Cuál sería la situación si A hubiera encontrado en la casa
que ardía, en vez de la abuela, a su amiga M y
1. salva a H y M muere, o
2. salva a M y, al desmoronarse la casa, H pierde
la vida?
i

I. Clasificación y deslinde de los delitos de omisión.


En el caso I debe examinarse si A tiene frente a T un deber
especial de evitar el resultado o si sólo ha lesionado un deber general
208 JOHANNES WESSELS DERECHO PENAL. PARTE GENERAL 209

de auxilio y si su conducta ha realizado el tipo de un delito de el § 1, II, 2, a). Aquí, la producción del resultado repro-
omisión. bado pertenece al tipo de lo injusto. El garante, que lesiona
1. Los delitos de omisión se dividen en dos grupos el deber que le incumbe de evitar el resultado, realiza un
estructuralmente diferentes: delitos de omisión propios e tipo penal, que está construido en la ley como un delito
impropios. comisivo, en el cual se basa principalmente una norma
prohibitiva.
Los delitos propios de omisión son los hechos punibles
que se agotan en la infracción a una norma preceptiva y en Así, el § 212 se basa en esta norma prohibitiva: "No debes ma-
tar". Para la valoración jurídica del hecho no hay ninguna diferencia
la simple omisión de una actividad exigida por la ley (s. que una madre envenene a su hijito dolosamente o lo deje morir de
14, 281, del TF; Jescheck, § 58, III, 2; Maurach, I, § 45,1, B). hambre o ahogar en la pileta. A la causación del resultado mediante
Los delitos propios de omisión, como el "no alejarse" en la vio- acción activa equivale típicamente la producción o la no evitación
lación de domicilio (§ 123, I, segunda alternativa), la omisión de del resultado mortal mediante omisión contraria al deber. En todos
denuncia de crímenes (§ 138), de prestación de auxilio (§ 330c) o los casos, se da una trasgresión a la prohibición de matar, resultando
de la manifestación de quiebra (§ 84 de la ley sobre sociedades de lesionado en el hecho de dejar morir de hambre o ahogar, un deber
responsabilidad limitada) corresponden a los "delitos de simple ac- jurídico de actuar.
tividad" (ver lo que se ha dicho en el § 1, II, 2, b ) . En todos estos El § 13 sanciona la derivación de los delitos impropios de omi-
casos la omisión de la acción legalmente exigida puede unirse a con- sión, reconocida hasta ahora consuetudinariamente, de los tipos
secuencias socialmente perjudiciales; no obstante, a los fines de la comisivos, pero admite una atenuación facultativa de la pena. La
punibilidad de la conducta, no interesa el resultado correspondiente, adaptación de las disposiciones penales para hechos comisivos a las
sino únicamente la omisión de la acción jurídicamente impuesta. peculiaridades del delito de omisión, sigue siendo un asunto de com-
Quien, por ejemplo, no presta auxilio a la víctima de un accidente, plemento típico judicial; a la jurisprudencia y a la doctrina les corres-
aunque esté en condiciones de hacerlo y se lo pueda exigir, sólo será ponde la tarea de desarrollar criterios correctos para establecer
castigado sobre la base del § 330c, y no a título de homicidio (§ 212, cuándo alguien, como garante, debe "responsabilizarse jurídicamen-
211 y 222), si no tenía un deber especial de protección frente al te para evitar el resultado típico" y sobre cuáles presupuestos la
accidentado y éste muere por las heridas recibidas. Aquí, el destina- omisión "corresponde a una realización del tipo legal mediante una
tario de la norma no ha de ser responsabilizado por "evitación del acción activa" (más datos para la reforma en Roxin, JuS, 73, 197).
resultado", sino que sólo se le exige, en los delitos propios de omisión,
una acción que tienda a realizar el precepto. 2. Casi siempre, la acción y la omisión pueden distin-
guirse fácilmente por su manifestación externa. Quien pone
En cambio, los delitos impropios de omisión son los
en movimiento un suceso causal empleando energía o lo
hechos punibles en los cuales quien omite está obligado, guía en una dirección determinada, "hace" algo; quien deja
como "garante", a evitar el resultado, correspondiendo la que las cosas sigan su curso y no usa la posibilidad de una
omisión, valorativamente, a la realización del tipo legal me- intervención, "omite" algo. En cambio, es difícil contestar
diante una acción activa (§ 13; ver las s. 16, 158, y 19, 167, esta pregunta: cuál es el elemento, en caso de conductas
del Gran Senado del TF; Jescheck, § 58, III, 2; Maurach, ambiguas, que constituye el punto de referencia decisivo
I, § 45, I, C; Welzel, § 28). Los delitos impropios de omi- para la apreciación penal y si la forma de la manifestación
sión son un reflejo de los delitos de comisión y correspon- externa de la conducta decide forzosamente acerca de su
den a los "delitos de resultado" (ver lo que se ha dicho en calificación jurídica como hecho comisivo u omisivo.
210 JOHANNES WESSELS DERECHO PENAL. PARTE GENERAL 211

Surgen dudas en el ámbito de la culpa, en que el cumplimiento "causalidad" (Samson, Hom. a Welzel, p. 579). Según la
de la acción está unido con un "elemento omisivo" (o sea, con la opinión dominante, dentro de todos estos puntos de partida,
desatención del cuidado necesario): si el ciclista C atropella al hay que establecer, considerando la situación normativa-
peatón P y lo lesiona, porque viaja de noche sin luces, se impone
preguntarse si es causal respecto del resultado una acción activa
mente y teniendo en cuenta el sentido social de la acción,
(viajar sin luces) o una omisión (no instalar o no conectar el sistema dónde reside el centro de gravedad de la conducta penal-
de iluminación). La contestación tiene gran significación, porque mente relevante (ver TF, NJW, 53, 1924; s. 6, 46 y 59, del
únicamente en los delitos impropios de omisión se presupone un TF; Trib. Sup. de Stuttgart, FamRZ, 59, 74; Geilen, JZ, 68,
"especial deber jurídico de actuar", en el sentido de un "deber de 150; Lenckner, Medizinische Klinik, 1969, 1005; Eb. Sch-
garantía". En el "caso del ciclista" (s. 63, 392, del TdR), la opi- midt, Der Arzt im Strafrecht [El médico en el d. p.], 1939,
nión dominante admite, con razón, la existencia de un delito de
comisión culposo (§ 230), porque lo preponderante se sitúa, termi-
ps. 75 y ss.; S.-S.-Stree, n° 158, antes del § 13).
nantemente, en la acción activa que causa el resultado (tomar parte Conforme a este criterio, la frustración de posibilida-
del tránsito rodado viajando sin luces), y el llamado "elemento omisi- des efectivas de salvamento interviniendo activamente en
vo" del hecho culposo sólo representa una modalidad necesariamente actos ajenos de salvamento, coaccionando o engañando,
esencial de la ejecución de la acción (ver Jescheck, § 58, II, 2; Mau- realiza siempre los presupuestos de un delito de comisión;
rach, I, § 45, I, C, 3; Blei, § 84, II; Roxin, ZStW, 74, 414; Schmidháu-
ser, 16/104 y ss.; en contra, Baumann, § 18, II, 1). Rige el mismo
si se impide el empleo de aparatos de salvamento determi-
criterio para juzgar el "caso del pelo de cabra", muy citado (s. 63, nados, las relaciones patrimoniales no interesan —como lo
211, del TdR): un fabricante había causado la muerte de muchas reconoce el § 904 del Código Civil— (más datos en Roxin,
obreras repartiendo pelos de cabra no desafectados (muy instructivo Hom. a Engisch, ps. 380 y 387; S.-S.-Stree, n° 159, antes
al respecto lo que dice Engisch, Hom. a Gallas, ps. 163 y 184). del § 13). Es posible admitir la existencia de un delito de
Dificultades de deslinde también pueden presentarse en una omisión (§ 330c), únicamente si se niega la ayuda exigida
acción dolosa, sobre todo cuando alguien se halla en peligro y un
con la simple inactividad.
tercero se desentiende de su empeño de salvarlo esperando el resul-
tado o frustra actos de salvamento ajenos: es el caso, por ejemplo, de La interrupción del propio empeño de salvamento
X que cae en un pozo, pide auxilio y A está a punto de alcanzarle puede incluirse en la categoría de la omisión, si tiene lugar
una soga, pero la retira antes que la agarre porque reconoce en él a antes de que el acto de salvamento haya alcanzado el objeto
un tremendo enemigo suyo; también es el caso de quien muere que corre peligro y le ha abierto una posibilidad realizable
ahogado, porque A mata a B que lo quería salvar y arroja su soga en de salvamento. Después de este momento, la frustración
una quebrada inaccesible.
del resultado de salvamento que puede lograrse y es sufi-
Los problemas de deslinde que se presentan aquí no cientemente probable, entra en la categoría de los delitos
están todavía aclarados en forma exhaustiva. Debería ser de comisión.
seguro que el deslinde entre delitos comisivos y omisivos no Ejemplo: A trata de salvar a X que ha caído en un pozo con una
es, en caso de esta especie, una cuestión que se puede soga; al subirla un poco, se da cuenta que X es su odiado rival; deja
solucionar en forma empírica, sino una cuestión de valora- entonces caer la soga para que éste se precipite en el pozo y muera
ción, cuya contestación no puede obtenerse solamente de ahogado (homicidio doloso mediante acción activa).
la comprobación externa, del criterio del "empleo de ener- Si falla toda posibilidad de salvamento y no existe
gía" (como dice Engisch, Hom. a Gallas, p. 163) o de la ninguna probabilidad para que el paciente, a pesar del
DERECHO PENAL. PARTE GENERAL 213
212 JOHANNES WESSELS

empeño puesto de manifiesto, recupere la conciencia y no II. El tipo de los delitos impropios de omisión.
pierda la vida, debe juzgarse de un modo similar la desco-
Cuando, con respecto al objeto expuesto a peligro, concurre un
nexión de una máquina cardiopulmonar que apresura la deber especial de evitar el resultado con el deber general de prestar
producción de la muerte: como se toma como punto de auxilio sobre la base del § 330c, esta disposición retrocede, por razo-
partida, con razón, el hecho de que el médico que interrum- nes de subsidiariedad, frente al delito impropio de omisión (s. 3, 68,
y 14, 285, del T F ) .
pe un masaje cardíaco manual o una respiración artificial
Por consiguiente, hay que examinar en el caso I si A ha realiza-
por su inutilidad, "omite" un esfuerzo posterior reconoci- do respecto de su abuela el tipo del § 212 mediante omisión contraria
damente estéril, se debe admitir del mismo modo, si se al deber.
emplean medios técnicos de auxilio, que, según el sentido
1. Conforme al § 13, pertenece al tipo objetivo de un
social de la acción, también sólo existe una "omisión" de la delito impropio de omisión, ante todo, la producción del
ulterior tentativa de reanimación en caso de que la desco- resultado típico y, pues, en el § 212, la muerte de otra
nexión de la máquina cardiopulmonar provenga del médico persona.
encargado del tratamiento o, por orden suya, del personal Este resultado, aquí, se ha producido; al derrumbarse la casa
médico auxiliar. Si el proceso de desconexión exige, aquí en llamas, T halló la muerte.
también, una "acción" y el "empleo de energía", es decisivo
2. Debe agregarse la omisión de la acción de salva-
para la apreciación normativa que el centro de gravedad de mento exigida en la situación concreta de peligro si existe la
la conducta penalmente relevante, correspondiente al con- posibilidad física real de evitar el resultado.
tenido de significación social del suceso, se sitúe en la "omi- Omitir no significa "no hacer nada" pasivamente, sino no rea-
sión" de otros esfuerzos de reanimación. En cambio, la lizar determinada actividad jurídicamente exigida.
desconexión no autorizada y arbitraria del aparato por ter- Debe determinarse objetivamente lo que el destinatario de la
ceros (por ejemplo, por los ávidos herederos del paciente), norma tiene que hacer y esto depende de las circunstancias de cada
caso.
constituiría un homicidio doloso en la forma de delito comi-
sivo, porque la conducta del tercero se agota en la acción Sólo se exige jurídicamente lo que al destinatario de la
activa y en cuanto al contenido social de sentido, de ninguna norma es posible física y realmente en la situación de peligro
(Maurach, I, § 45, II, C; S.-S.-Stree, n° 141, antes del § 13;
manera implica la omisión de cualquier prestación para la
en contra, Baumann, § 19, III, 2, c, que ve en la "imposibili-
víctima.
dad" una causa de justificación). Lo que es objetivamente
Muy instructivos al respecto: Engisch, Hom. a Gallas, p. 163; imposible, no se puede conceptualmente "omitir"; quien
Roxin, Hom. a Engisch, p. 380; Geilen, JZ, 68, 150; Lenckner, Medi- pasea en Bonn no "omite" salvar a quien cerca de Colonia,
zinische Klinik, 1969, 1005; Küper, JuS, 71, 474; Sax, JZ, 75, 137; S.- ha caído en el Rin. La posibilidad físico-real de evitar el
S.-Stree, n° 15Sa, antes del § 13; se expresan, en parte, de otra manera resultado falta en caso de incapacidad total de actuar (como
Meyer-Bahlburg, GA, 1968, 49; Ranft, JuS, 63, 340; Samson, Hom. a
en un desmayo, sujeción con esposas, parálisis), en caso de
Welzel, p. 579.
que el lugar del peligro no sea próximo o que no se den los

16 - Wessels.
214 JOHANNES WESSELS
DERECHO PENAL. PARTE GENERAL 215

medios necesarios para salvar o el conocimiento indispensa- para la evitación del resultado, o sea, por una especial posi-
ble para usarlos, y también, por último, en caso de incapaci- ción de deber, "tiene que responsabilizarse jurídicamente
dad individual para realizar una acción oportuna dirigida al para que el resultado no se produzca". Las distintas circuns-
mantenimiento del bien jurídico si faltan otras posibilidades, tancias que fundamentan esta posición de garantía, son
quien no sabe nadar no "omite" el salvamento de quien está características no escritas de los delitos impropios de
por ahogarse, lo cual sólo es posible al nadador. omisión (s. 16, 158, del Gran Senado del TF).
La cuestión de si quien omite tenía conocimiento de la situa-
Fundamento de un deber de evitar el resultado sólo puede ser
ción de peligro y de los medios disponibles para evitarla, no afecta
un deber jurídico, y no un deber moral o ético (s. 66, 73, del TdR, y
el tipo objetivo, sino únicamente el dolo de tipo (Maurach, I, § 45,
7, 271, del T F ) .
II, C; S.-S.-Stree, n 9 143, antes del § 13; en contra Armin Kaufmann,
De la situación típica de un delito propio de omisión (por
Die Dogmatík der Unterlassungsdelikte [La dogmática de los delitos
ejemplo, de los § 13S y 330c) no puede deducirse un deber de garan-
de omisión], 1959, ps. 100 y ss.; Jescheck, § 59, II, 2; Welzel,
tía, porque se trata de deberes jurídicos completamente generales,
§28,1,3).
que conciernen a cualquiera (s. 64, 276, y 73, 55, del TdR, y 3, 67, del
En el caso I, A no ha realizado la acción que era apta y TF; Jescheck, § 59, IV, 2; S.-S.-Stree, § 13, n<? 57).
necesaria para salvar a T. La cuestión de cuándo y en qué forma surge una posi-
La posibilidad real física de liberar a T, con la ayuda de la ción de garantía penalmente relevante, no ha sido aún acla-
escalera, de la casa en llamas y de evitar el inminente resultado mor- rada terminantemente. En tanto que antes se reconocía que
tal, no dejó de existir para A por la circunstancia de que sólo pudo
salvar a T o a J í , Antes de decidir ayudar a H, A tenía la posibilidad
su origen lo constituían la ley, el contrato, una acción prece-
y la capacidad de salvar a T. dente que expone a peligro y estrechas relaciones de vida
(ver las s. 63, 394, y 74, 309, del TdR, y 2, 153; 4, 22, y 19,
3. La causalidad de la omisión respecto de la produc- 168, del TF), la doctrina más moderna se empeña en clasi-
ción del resultado típico debe ser afirmada si la acción jurí- ficar conforme a criterios materiales. Reduce la situación
dicamente esperada no puede añadirse mentalmente sin que de garantía a dos posiciones fundamentales: "deberes espe-
el resultado desaparezca en su forma concreta con probabi- ciales de protección respecto de bienes jurídicos determi-
lidad lindante con la certeza (s. 51, 127; 58, 131, y 75, 50, nados" y "responsabilidad por causas determinadas de
del TdR, y 6, 2, y 11, 1, del TF). peligros".
No existe en las omisiones una "causalidad" en sentido físico,
pero esto no interesa, pues a la consideración normativa en el dere- 5. Los deberes de protección respecto de bienes jurí-
cho penal no importa el concepto causal de las ciencias naturales (ver dicos determinados pueden resultar
lo que se ha dicho en el § 6, I, 1; Baumann, § 18, II, 2; Maurach, I, a) de principios jurídicos especiales (por ejemplo, los
§ 45, III; SK-Rudolphi, n? 15 antes del § 13).
§ 1353, 1626,1631, 1705,1793 y 1800 del Código Civil) o de
En consecuencia, la omisión de A fue cocausal para la muerte
de T. Respecto de la imputación objetiva del resultado típico, vale situaciones jurídicamente fundadas de estrecha unión natu-
correspondientemente lo que se ha dicho en el § 6, II. ral, por ejemplo, entre cónyuges (s. 71, 189, del TdR, y 2,
153, del TF, con nota de Gallas, JZ, 52, 371), entre parientes
4. La equiparación de la omisión con la acción activa
en línea recta (s. 7, 272, y 19, 167, del TF, y 39, 398; 66, 317,
presupone, con arreglo al § 13, que quien omite sea garante
y 72, 374, del TdR), entre padres ilegítimos y sus hijos (s.
216 JOHANNES WESSELS
DERECHO PENAL. PARTE GENERAL 217
66, 71, del TdR), entre hermanos y prometidos (TF, JR, 55,
104, con nota de Heinitz), pudiendo ser diferente, sin em- ros (s. 14, 362, del TdR; Trib. Sup. de Bremen, VRS, 23, 41;
bargo, en cada caso, el alcance del deber de protección (es TF, VRS, 18, 48, y 20, 282; NJW, 75, 108; s. 18, 359, y 19,
fundamental al respecto lo que dice S.-S.-Stree, n08 14 y 21; 286, del TF);
ver también Honig, Hom. a Schaffstein, p. 89); b) del deber de controlar a terceros (ver los § 357 del
b) de otras relaciones de vida o de peligros que según C. P.; el § 41 de la ley penal militar; el § 108 de la ley de los
la forma, dirigida a un fin, de su origen y de la relación de marineros; más datos en las s. 53, 292, y 71, 176, del TdR; en
confianza así fundada, garantizan ayuda y asistencia mutuas contra de la s. 74, 283, del TdR, y 6, 322, del TF, de la comu-
en situaciones de peligro típico-sociales: por ejemplo, agru- nidad conyugal de vida no resulta todavía el deber de impe-
paciones de alpinistas o expedicionarios (no, por consi- dir la comisión de hechos punibles de parte del otro
guiente, la "comunidad ocasional" de compañeros de taber- cónyuge; al respecto se pronuncia con dudas también la s.
na: TF, NJW, 54, 1047); del mismo modo, la admisión de 19, 297, del TF; más datos en S.-S.-Stree, § 13, n? 53);
persona necesitada de ayuda en una comunidad familiar (s. c) de una conducta previa contraria al deber y expone
69, 321; 73, 389, y 74, 311, del TdR); se expresa con críticas a peligro (la llamada "injerencia"), dado que cualquiera
Doering, MDR, 72, 664. Dichos deberes también pueden que con una acción u omisión objetivamente contraria al
resultar deber ha creado un peligro inminente de producción de
c) de la aceptación efectiva de deberes de protección daño, está obligado a evitar el resultado típico. Una conduc-
y asistencia. Pero aquí, presupuesto de la responsabilidad ta previa acorde con el deber, respetuosa del tráfico y legal,
del garante es que el peligro de la producción de los daños por ejemplo, la lesión del agresor en estado de legítima de-
situados en el ámbito de protección haya aumentado preci- fensa o la lesión de un transeúnte a pesar de conducir en
samente porque, confiando en la ayuda prometida y en el forma inobjetable, no fundamenta una posición de garantía,
denuedo de quien se hace cargo de la garantía, no se toma- sino tan sólo un deber de auxiliar sobre la base del § 330c
ron y no pudieron tomarse otras medidas de seguridad (ver (s. 23, 327, y 25, 218, del TF; Bringewat, MDR, 71, 716; Je-
Blei, Hom. a H. Mayer, p. 121; Stree, Hom. cit., ps. 145 y scheck, § 59, IV, 4, a; Otto, NJW, 74, 528; S.-S.-Stree, § 13,
ss.; Trib. Sup. de Celle, NJW, 61, 1939; TF, VRS, 17, 424; s. n° 35; en contra: Baumann, § 18, II, 3, c; Herzberg, JuS, 71,
7, 211, y 19, 286, del TF). 74; Maurach, I, § 46, III, C, 4; Welp, JZ, 71, 433, con
otros datos).
6. La responsabilidad por determinadas fuentes de Contienen más datos sobre los problemas, en parte aún no
peligro como fundamento de deberes de garantía puede resueltos, referentes a la "responsabilidad del garante", Geilen, JZ, 65,
resultar 469; Herzberg, Die Unterlassung im Strafrecht und das Garanten-
a) del deber de atender la seguridad en el tránsito y prinzip, 1972; Pfleiderer, Die Garantenstellung aus vorangegangenem
del deber de rechazar peligros que dependen del estado en Tun (La posición de garantía por acción precedente), 1968; Rudolpfii,
Die Gleichstellungsproblematik der unechten Unterlassungsdelikte
que se hallan cosas, disposiciones o instalaciones en un und der Gedanke der Ingerenz (La equiparación de los delitos im-
ámbito social determinado, así como de la aceptación propios de omisión y el pensamiento de la injerencia), 1966; Schó-
espontánea de deberes de vigilancia y seguridad para terce- ne, Unterlassene Erfólgsabwendungen und Strafgesetz (Evitaciones
omitidas del resultado y ley penal), 1974; Schünemann, Grund und
218 JOHANNES .WESSELS DERECHO PENAL. PARTE GENERAL 219

Grenzen der unechten Unterlassungsdelikte (Fundamento y límites comisión" (ver al respecto también Jescheck, § 59, V; Maurach, I,
de los delitos impropios de omisión), 1971, y GA, 1974, 231; Ulsenhei- §46, III, A, 3).
mer, JuS, 72, 252; Welp, Vorangegangenes Tun ais Grundlage einer
Con respecto a la posición de garantía de quien omite, la
Handlungsaquivalenz der Unterlassung (Acción precedente como
cuestión relativa a la exigibilidad de la conducta acorde con las nor-
fundamento de una equivalencia del acto de omisión), 1968; s. 7,
mas en los delitos impropios de omisión —no así en los delitos propios
268; 17, 321; 19, 152, y 26, 35, del TF. En lo que se refiere a la
de omisión (ver los § 138 y 330c, las s. 11, 136 y 354, del TF; TF,
problemática de la participación, ver Vogler, Hom. a R. Lange, p. 265.
FamRZ, 64, 418)—, no debe plantearse en el ámbito del tipo, sino
7. En el caso I, A, como garante en razón de existir un en el de la culpabilidad (como dicen con acierto Jescheck, § 59,
VIII; Baumann, § 18, II, 4; SK-Rudolphi, n<? 34, antes del § 13; Wel-
lazo estrecho con T, estaba obligado a impedir su muerte. zel, § 28, III, 2; en contra, Trib. Sup. de Karlsruhe, MDR, 75, 771;
Familiares muy cercanos, como cónyuges, parientes en línea S.-S.-Stree, n<? 155, antes del § 13).
recta y hermanos se deben mutua asistencia y ayuda en caso de peli-
gro para el cuerpo o la vida (el alcance del deber de protección es 9. El principio que rige para los delitos de comisión,
más reducido si se trata de peligros para valores patrimoniales). según el cual el dolo es "conocimiento y voluntad de la reali-
Aquí, no se tienen en cuenta limitaciones que son, en el caso con- zación del tipo" (ver lo que se ha dicho en el § 7, I, 1), es
creto, imaginables, teniendo en cuenta la edad, la constitución de la
persona que tiene el deber de actuar o, a veces, incluso la ausencia válido para las omisiones tan sólo análogamente, porque
de una efectiva comunidad familiar. aquí falta una acción activa guiada por la voluntad de
realización. Omisión dolosa es decisión entre inactividad y
8. Según el § 13, I, segunda parte, la responsabilidad acción posible (s. 19, 299, del TF). En los delitos impropios
penal del "garante" también depende de si su omisión res- de omisión, objeto del dolo es la totalidad de las caracterís-
pecto de la evitación del resultado "corresponde a la realiza- ticas que llenan el tipo objetivo incluyendo las circunstan-
ción del tipo legal mediante una acción activa". Esta "cláu- cias fundamentadoras de la posición de garantía.
sula de correspondencia" tiene significación propia única-
Por consiguiente, el error sobre la posición de garantía es error
mente en los llamados "delitos unidos a la conducta' que
de tipo (§ 16, I, 1); en cambio, el error sobre el deber de garantía en
presuponen una modalidad determinada de acción, o sea, no sí es un "error sobre el precepto" que corresponde al error de prohi-
se conforman con una causación cualquiera del resultado, bición (s. 16, 158, del Gran Senado del T F ) .
sino que, como, por ejemplo, los § 142, 180, 211, II, segundo Al dolo del tipo pertenece la voluntad de no actuar
grupo, 240 y 263, describen con mayor número de datos conociendo todas las características objetivas del tipo y
en qué forma debe producirse el resultado (ver otros datos sabiendo que la evitación del resultado inminente es posible
al respecto en Roxin, JuS, 73, 197; Herzberg, Die Unter- (ver Engisch, JZ, 62, 189; Maurach, I, § 46, III, D; Stree,
lassung im Strafrecht und das Garantenprinzip, 1972, ps. 60 GA, 1963, 6; Ulsenheimer, JuS, 72, 252).
y ss.; S.-S.-Stree, §13, n ° 4 ) .
Se expresan en sentido divergente Armin Kaufmann, Die Dog-
En el caso I, no es necesario, además de la posición de garan- matik der Unterlassungsdelikte, 1959, ps. 66 y ss.; Welzel, § 27, I,
tía de A, ninguna "prueba de equiparación" adicional en el sentido 3, b. Estos autores niegan un "dolo de omisión". Formulan críticas
de la "cláusula de correspondencia" del § 13, I, porque el § 212 no al respecto Grünwald, Hom. a H. Mayer, p. 281, y Meyer, MDR,
presupone para el homicidio doloso ninguna "forma especial de 75 y 286. En el caso I debe afirmarse el dolo de tipo de A.
220 JOHANNES WESSELS DERECHO PENAL. PARTE GENERAL 221

auxilio), de la proximidad del peligro y de la probabilidad


III. Antijuridicidad y colisión de deberes. más o menos grande, de la producción del daño.
La realización del tipo de lo injusto "indica" la antijuridicidad En el caso I se trata de la colisión de dos deberes de garantía;
del hecho. Puede dudarse si la inactividad de A frente a T está A estaba obligado a evitar, como garante, el resultado frente a í / y a
cubierta por una "colisión de deberes justificante". T. Sería un error considerar preferentemente el salvamento de
H por hallarse éste en la "flor de la vida" y por haber alcanzado T el
Hay una colisión de deberes cuando varios deberes de límite de la edad; para el derecho penal, todas las vidas son absoluta-
actuar, jurídicamente fundados, se presentan al destinatario mente equivalentes. Pero en el conflicto de deberes equivalentes de
de la norma en forma tal que éste sólo puede realizar uno a salvamento, el ordenamiento jurídico deja libertad al destinatario de
costa del otro, o sea, tiene que lesionar, necesariamente, uno la norma para que decida por uno u otro deber; actuará conforme
a derecho, y no antijurídicamente, aunque prefiera este o aquel
de ellos.
deber (así dicen acertadamente Blei, § 88, I, 4, c; Lenckner, Medizi-
En cambio, si el conflicto de los deberes concierne a un deber nische Klinik, 1C69, p. 1003; S.-S.-Lenckner, n? 73, antes del § 32;
de actuar y a un deber de omisión (como, en el caso 8, el precepto en contra, Jescheck, § 33, V, y Gallas, Hom. a Mezger, p. 332; estos
de salvar a H, gravemente herido, y la prohibición de intervenir en autores sólo niegan la culpabilidad). En consecuencia, A no ha
la integridad corporal de F que no estaba dispuesto a donar sangre), omitido antijurídicamente el salvamento de T.
sólo se tienen en cuenta las reglas del "estado de necesidad justifican-
te" (ver lo que se ha dicho en el § 8, IV). Es muy instructivo lo que,
a propósito de los discutidos problemas de deslinde que se presentan IV. El tipo de los delitos propios de omisión.
aquí, dicen Blei, § 88; Küper, JuS, 71, 474, y S.-S.-Lenckner, n°3- 71 En el caso II, 1, no constan circunstancias que puedan funda-
y ss., antes del § 32. mentar una posición de garantía de A frente a M; de todos modos, no
Puede hablarse de una auténtica colisión de deberes basta al respecto una simple relación de amistad (S.-S.-Stree, § 13,
únicamente si los deberes jurídicos en conflicto reclaman n 9 17). Pero queda por examinar el tipo del § 330c.
validez uno al lado de otro. Si por razones de "subsidiarie- Si existe la "situación típica" descrita en detalle en la ley
dad" uno de ellos retrocede, porque el otro lo suprime, (en este caso, una "desgracia" o un "peligro común"), el
habrá una simple "colisión aparente", ya que existe, en rea- § 330c fundamenta un deber general de auxilio que se basa
lidad, un solo deber (ver la s. 56, 169, del TdR, y a conti- en el principio de solidaridad, que cualquiera ha de cumplir
nuación el n° IV). en los límites de lo necesario, de lo exigible y de sus posibili-
Según los principios de la colisión de deberes justifican- dades individuales. Para prevenir excesos, el legislador ha
te, el autor no actúa en forma antijurídica si, en caso de limitado la formación de este deber dentro del plano del tipo,
deberes de distinta categoría, cumple con el deber más im- recurriendo a la característica de la exigibilidad.
portante a costa del deber menos importante y, en caso de Según la reglamentación legal, la exigibilidad sólo puede afirr
deberes equivalentes, con uno de ellos. marse si la prestación de auxilio es "posible sin peligro propio rele-
La relación depende del valor de los bienes expuestos vante y sin que resulten lesionados otros deberes importantes".
Puesto que un deber de garantía es, por lo menos, "otro deber
a peligro (por ejemplo, la vida, la salud, el patrimonio), de importante" en el sentido del § 330c, si sirve para evitar un peligro
la situación jurídica del destinatario de la norma frente al concreto para la vida, suprime el deber general de auxilio derivante
objeto protegido (posición de garante o simple deber de del § 330c, que no surge, en absoluto, bajo estas circunstancias
222 JOHANNES WESSELS DERECHO PENAL. PARTE GENERAL 223

(Lenckner, Medizinische Klinik, 1969, p. 1007; LK-M6sl, § 330c, diera a salvar a su amiga, porque ésta (verbigracia, en vista
n 9 20; en contra, SK-Rudolphi, n? 29, antes del § 1 3 ) . En relación a de la posibilidad de casarse con ella) le estaba humanamen-
H y a M sólo existía una "colisión aparente de deberes"; en realidad, te muy cerca.
aquí existía únicamente un solo deber de actuar de A y, precisamente,
su deber de garante frente a H. Ya que A ha cumplido con este deber En este caso, A se habría hallado en una situación de
de salvamento, su inactividad frente a Ai no realiza de antemano el conflicto similar al estado de necesidad, debiendo abando-
tipo del § 330c. nar, al salvar a H, intereses propios razonables.
Dado que el contenido de injusto y de culpabilidad de
V. La reprochabilidad de la omisión contraria al deber. su inactividad frente a H resultaría suprimido ampliamente
En el caso II, 2, A, ha realizado frente a su hermano H el tipo en razón de esta motivación por la circunstancia de que A
del § 212 mediante omisión contraria al deber. No existe una colisión también ha puesto a salvo de una destrucción segura otra
de deberes justificante (como se ha dicho en el n 9 IV). vida expuesta a peligro del mismo modo, el ordenamiento
jurídico se mostrará indulgente y desde el punto de vista de
1. No consta la razón por la cual A se ha decidido a la no exigibilidad de conducta acorde con las normas, deberá
salvar a su amiga M a costa del hermano. renunciar a un reproche de culpabilidad (ver las s. 36, 78;
Puede pensarse que A se haya equivocado acerca de su deber 58, 97, y 77, 125, del TdR, y 6, 57, del TF; Baumann, § 18,
jurídico de actuar, o sea, que, por ejemplo, haya creído que en la
II, 4, I, 2; es fundamental y muy instructivo respecto de esta
situación concreta, era libre de salvar a H o a M.
problemática, Gallas, Beitráge zur Verbrechenslehre cit, ps.
Si quien omite conoce todas las circunstancias que fun- 59 y 66 y ss.; ver también Jescheck, § 59, VIII, 3, y Maurach,
damentan su posición de garante, pero estima poder omitir I, § 46, III, F, 1).
la acción exigida jurídicamente, se halla en un error sobre
También habla en favor de esta solución la extensión del estado
el precepto (error sobre el deber de garantía), que debe de necesidad exculpante a las "personas allegadas" al autor ( § 3 5 ) .
tratarse según las mismas reglas que valen para el error de
prohibición en los delitos de comisión (s. 16, 158, del Gran VI. La tentativa en las omisiones dolosas.
Senado del TF).
Cuando se trata de delitos propios de omisión previstos en el
No obstante, aquí la exculpabilidad del error debe ser afirmada
Código Penal, la tentativa no está amenazada con pena (a propósito
antes que en caso de lesiones de bienes jurídicos mediante acción
del momento de la consumación constituido muy prematuramente,
activa (s. 19, 299, del TF; Jescheck, § 60, I, 3). En este sentido, debe
especialmente en el § 330c, ver las s. 14, 213, y 17, 166, del T F ) . En
tenerse en cuenta lo que la ley exige para una acción, cuáles son
consecuencia, la punibilidad a título de tentativa adquiere signifi-
las circunstancias concretas bajo las cuales esto ocurre y a quién cación práctica únicamente en los delitos impropios de omisión.
incumbe el deber de actuar. Cuando, en situaciones extraordinarias
de necesidad, debe tomarse rápidamente la decisión de actuar y la 1. Los principios desarrollados a propósito del delito,
vida corre peligro, la idea de que falta un "privilegio de salvamento" de comisión para determinar el comienzo de la tentativa'
puede constituir un error sobre el precepto que excluye (o, por lo
menos, disminuye) la culpabilidad.
(ver lo que se ha dicho en el § 14, II, 2), deben trasferirse
análogamente a los delitos impropios de omisión. Respecto
2. También puede pensarse que A se diera cuenta de de la cuestión de cuándo quien omite "se prepara directa-
su deber de evitar, frente a H, el resultado, pero que se deci- mente", en la decisión dada, "para realizar el tipo legal", es
DERECHO PENAL. PARTE GENERAL 225
224 JOHANNES W E S S E L S
se aleja del lugar del peligro y abandona a H a su destino (ver más
datos en Roxin, Hom. a Maurach, p. 213; SK-Rudolphi, n08- 49 y ss.,
decisivo el comienzo de la lesión del deber dentro de una si- antes del § 13).
tuación concreta de peligro. Una parte de la doctrina hace Si una madre quiere dejar morir de hambre a su hijito, la tenta-
referencia a la anulación de la primera posibilidad de salva- tiva de homicidio comienza tan pronto como la privación del alimen-
mento (Herzberg, MDR, 73, 89; Lonnies, NJW, 62, 1950; to perjudica en forma no insignificante el bienestar corporal del ni-
Maihofer, GA, 1958, 289; Maurach, § 41, II, 2; Schróder, JuS, ño, o sea, toma el carácter de un daño a la salud. Podrá afirmarse la
existencia de la tentativa con anterioridad a este momento si la madre
62, 86) y otra al descuido de la última posibilidad (Armin lo abandona sin la asistencia correspondiente y se desentiende del
Kaufmann, Die Dogmatik der Unterlassungsdelikte cit., ps. suceso (Grünwald, JZ, 59, 46; Jescheck, § 60, II, 2; Roxin, Hom. a
210 y ss.; Welzel, § 28, IV). La diferenciación debe hacerse, Maurach, ps. 213 y 231; U. Womelsdorf, Zur Problematik des Ver-
con mayor exactitud, de la siguiente manera: cuando el objeto suchs beim unechten Unterlassungsdelikt [La problemática de la ten-
protegido según la representación del garante corre directa- tativa en el delito impropio de omisión], tesis doctoral, Münster, 1976,
ps. 52 y 94 y ss.).
mente peligro y la producción del resultado típico se aproxi-
ma, la ley exige que se cumpla inmediatamente con el deber 2. La reglamentación sobre el desistimiento contenida
de salvamento. Aquí hay tentativa si el garante sobre la en el § 24, también puede trasferirse análogamente a la ten-
base de su decisión deja pasar sin aprovecharla la primera tativa de omisión.
posibilidad apropiada de actuar para evitar el resultado. a) Hay tentativa inacabada mientras la producción del
Por ejemplo, si un niño cae al agua, el garante que tiene el resultado típico según la representación del autor, puede
deber de auxiliar, ha de intervenir inmediatamente. En caso de dolo, aún evitarse reparando la acción originariamente ordenada.
se da tentativa conforme a los § 212 y 22 si no se aprovecha la
Por consiguiente, en el ejemplo mencionado en último término,
primera posibilidad de salvamento (verbigracia, agarrando el brazo
en caso de que la madre suponga que puede mantener la vida del
estirado del niño), aunque sea posible salvarlo en un momento poste-
niño continuando la alimentación normal.
rior y de otro modo (por ejemplo, arrojando un salvavidas o utilizan-
do un bote); ver S.-S.-Eser, § 22, n08- 50 y 51. b) En cambio, la tentativa es acabada no bien, según
En caso de peligro distante y faltando la proximidad la representación del autor, la reparación de la acción origi-
del resultado, la tentativa comienza en el momento en que nariamente ordenada ya no basta, por sí sola, para evitar el
resultado típico, siendo necesarias otras medidas.
el peligro entra en una fase aguda y el garante sigue perma-
En el segundo ejemplo, en caso de que la madre ya no cree
neciendo inactivo o en el momento en que éste renuncia a
poder lograr que el hijito ya debilitado, se salve retomando su ali-
la posibilidad de intervenir y deja que el suceso siga su mentación normal, sino tan sólo recurriendo a la ayuda de médicos
curso. (alimentación artificial en un hospital, etc.).
Por ejemplo, si el guardavía G encuentra a su hermano H, Algunos autores estiman que es superflua una distinción entre
ebrio e inconsciente, sobre las vías de un tren y el próximo tren pa- la tentativa inacabada y acabada de omisión, porque en el delito im-
sará una hora después, un atraso en la acción de salvamento no propio de omisión el desistimiento debe consistir siempre en una acti-
fundamenta una tentativa de homicidio por omisión, siempre que la vidad que evite el resultado (Herzberg, MDR, 73, 93; Roxin, Hom. a
situación de H no empeore y el riesgo de la producción del resultado Maurach, p. 232, nota 54; Schmidháuser, 17/30; SK-Rudolphi, n<? 56,
no aumente. Pero debe afirmarse la existencia de la tentativa si G no antes del § 13; Womelsdorf, ob. cit., p. 177; en cambio, se expresan
toma medidas de salvamento tampoco en el momento en que puede como en el texto Blei, § 86, III, 3, y S.-S.-Eser, § 22, n06- 27-30).
esperarse la inminente llegada del tren o si (en cualquier momento)
PARTE QUINTA

LA TEORÍA DEL CONCURSO

§ 17
UNIDAD Y PLURALIDAD DE HECHOS PUNIBLES

Caso 17. Con la promesa de llevarlas a la casa de sus padres


por el camino más corto, A y B, después de un baile, inducen a las
hermanas gemelas de 19 años Rita ( R ) y Dorita (D) a subir al auto
de A. Conforme a un plan establecido de antemano en todos sus
pormenores, llevan a las muchachas, empleando violencia y con gol-
pes, al pabellón de caza de C en el cual entran por medio de una
ganzúa que les había procurado P. Después de cerrar la puerta,
A y B se apoderan de las escopetas que estaban en el depósito de
armas. Bajo amenaza de muerte, obligan después a ambas mucha-
chas a desnudarse y a tolerar reiteradamente el coito en el curso de
la noche. Al abandonar el pabellón, A y B se llevan las escopetas y
otros objetos. Entregan las armas a P y la recompensa convenida; los
demás objetos los venden a K, un comerciante de buena fe, y se
reparten entre ellos el producto de la venta.
¿Cómo debe juzgarse el concurso de los hechos punibles co-
metidos?

I. Los fundamentos de la teoría del concurso.


La conducta de A y B puede dividirse en distintos grupos para
los cuales se tienen en cuenta numerosos tipos penales acordes con el
texto legal:
228 JOHANNES WESSELS
DERECHO PENAL. PARTE GENERAL 229
a) convenio para cometer un delito: § 30, II, y 177;
b) complejo de rapto: § 237, 239, I, 240, 223/223a, 241, I, 178,
I, 177, I, 185, 123 y 25, II; II. Unidad de acción y pluralidad de acciones.
c) complejo de sustracción: § 242/243, I, n<? 1, 123 y 25, II; La conducta penalmente relevante se compone casi
empleo del producto del hurto: § 246, 263, y 25, II.
siempre de una cadena de actos físicos que forman determi-
Se plantea la cuestión de la relación en que se sitúan nadas unidades sociales de sentido. Este nexo jurídico-social
las mencionadas lesiones de la ley, del número de los hechos de sentido decide acerca de cuáles distintos actos separables
punibles cometidos y los principios con arreglo a los cuales externamente de un suceso, deben considerarse como unidad
deben ajustarse en el juzgamiento las distintas consecuencias o pluralidad de hechos.
jurídicas. Este planteamiento muestra, en el aspecto siste-
1. Se da una acción en sentido natural cuando una
mático, que la teoría del concurso representa un punto
decisión de actuar se realiza en "una" actuación de la volun-
próximo entre la teoría del hecho punible y la teoría de las
tad (s. 1, 21, y 6, 81, del TF). Una acción natural como
consecuencias de lo injusto.
ésta es siempre, jurídicamente, "una" acción.
Eje de la reglamentación legal (§ 52 y 53) es la diferen-
Por ejemplo, quien arroja en una sala de reunión un explosivo,
cia entre unidad de hechos y pluralidad de hechos: realiza "una" acción, aunque ésta pueda producir varias consecuen-
Si "la misma" acción lesiona varias leyes penales o varias veces cias de injusto y realizar varios tipos penales (muerte y lesión de
la misma ley penal, hay concurso ideal (unidad de hechos), § 52, I. personas, daño de cosas: § 211/212, 223 y ss., 303, 311). Incluso la
En cambio, "varios" hechos independientes llevan al concurso naturaleza eminentemente personal de los bienes jurídicos lesionados
real (pluralidad de hechos), § 53-55. no modifica, en este caso, la existencia de una unidad de acción (s.
Uno y otro criterio valen solamente bajo el presupuesto de que 1, 21; 2, 247, y 6, 81, del T F ) .
se dé un caso de concurso "propio", y no exclusivamente "impropio"
2. Además, se da una acción en sentido jurídico cuan-
(aparente) (ver lo que se dice en los números V y VI).
Dificultan la comprensión de la teoría del concurso la existencia do el tipo legal reúne en una unidad valorativa jurídico-
de opiniones discutidas y la falta de una terminología unitaria (más social, varias actuaciones naturales de voluntad (unidad
datos en Geerds, Zur Lehre von der Konkurrenz im Strafrecht [La típica de acción).
teoría del concurso en el d. p.], 1961; Jescheck, ZStW, 67, 529; Mai- a) Esto sucede cuando la realización de los presupues-
wald, Die natürliche Handlungseinheit [La unidad natural de
tos mínimos del tipo penal admite o exige la ejecución de
acción], 1964; R. Schmitt, ZStW, 75, 43 y 179 y ss.).
varios actos; es el caso, precisamente, de los delitos de varios
Debe tenerse presente que el concepto material del hecho no
coincide con el concepto procesal en el sentido de los § 155 y 264
actos y de los tipos delictivos compuestos.
del Código de Procedimiento Penal; este último abarca el total fenó- En el caso de que se trata, el § 237 presupone, al lado de la
meno vital en que se halla la acción del inculpado (ver las s. 24, 370, acción de raptar, el "aprovechamiento de la situación de desamparo,,
del TdR, y 10, 396, y 23, 145, del TF; Bindokat, GA, 1S67, 362; Herz- que es consecuencia de esa acción, para practicar con la mujer actoá
berg, JuS, 72, 113; Hruschka, JZ, 66, 700; Peters, Strafprozess, § 53, sexuales extramatrimoniales"; para la apreciación jurídica, existe en
este suceso total "una" acción. Del mismo modo, en la violación
II, 3, con otros datos).
(§ 177), el empleo de la violencia o la amenaza peligrosa y la reali-
zación del coito forman una unidad típica de acción.

17 - Wessels.
230 JOHANNES WESSELS DERECHO PENAL. PARTE GENERAL 231

b) También los delitos permanentes (ver lo que se ha saber, "una" lesión corporal inferida a ñ o "un" hurto en perjuicio
dicho en el § 1, II, 4, a) fundamentan la unidad típica del de C ) ; ver las s. 34, 135, y 70, 31, del TdR, y 1, 170; 4, 219, y 10, 231,
suceso que sirve para su realización. del TF; Jescheck, § 66, III, 1; Blei, § 93, I, 3; Welzel, § 29, II, 3.
En los delitos permanentes, por ejemplo, el rapto contra la 4. La jurisprudencia emplea con frecuencia, en los
voluntad de la raptada (§ 237), la privación de la libertad (§ 239) casos mencionados, el concepto de unidad "natural" de
o la violación de domicilio (§ 123), todas las actividades que sirven
para fundamentar o mantener la situación ilegítima, son elementos de
acción y también lo extiende a otras situaciones. Así, debe
"una" acción. bastar que "varias conductas sean guiadas por una voluntad
unitaria y que, sobre la base de su nexo espacial-temporal,
c) Si en los delitos impropios de omisión el resultado
estén unidas entre sí en forma tal que se presenten a la com-
típico sólo se ha presentado una vez, se tendrá en cuenta
prensión natural como una unidad" (s. 74, 375, y 76, 140,
únicamente "una" omisión en sentido jurídico, a pesar de
del TdR, y 4, 219; 10, 231, y 15, 273, del TF; TF, VRS, 13,
haberse abandonado varias posibilidades de salvamento. En
135, y 28, 359; TF, GA, 1970, 84).
cambio, si el garante ha omitido la evitación de varios resul-
tados, hay que considerar si hubiera podido evitar todos los Esta fórmula no ofrece ningún criterio suficientemente correcto
de deslinde y se expone al peligro de una aplicación arbitraria. Y va
resultados conjuntamente (o sea, mediante "una" acción demasiado lejos cuando para el Tribunal Federal (VRS, 28, 359) es
determinada) o en forma independiente realizando 'varias suficiente la voluntad unitaria de fuga del autor para unir en una
acciones. "unidad natural de acción" actuaciones de la voluntad separadas
En el primer caso, se da "una" omisión (por ejemplo, si un entre sí (como conducir sin registro, inferir una lesión corporal peli-
tren arrolla a una brigada de peones que trabajan en las vías, porque grosa, resistir a funcionarios de ejecución o huir después del acciden-
el guardavía había omitido dar el aviso correspondiente) y en el te (ver la crítica justificada de Jescheck, § 66, III, 3; Blei, § 93, I, 4;
segundo existen "varias" omisiones. S.-S.-Stree, nos- 22 y ss., antes del § 52).
En consecuencia, en el caso de que se trata no sería suficiente,
Lo mismo puede decirse en lo que respecta a los delitos
de ninguna manera, la "homogeneidad" de la decisión para funda-
propios de omisión, cuando resultan lesionados varios debe- mentar entre el hurto de armas y la violación una unidad de acción.
res de actuar (más datos en las s. 76, 140, del TdR, y 18, 379, De la "simultaneidad" de la acción no se deduce aún su "homoge-
del TF, y en Jescheck, § 66, IV, 2). neidad" en sentido jurídico (ver también TF, VRS, 36, 354).

3. Varias actividades homogéneas forman una unidad 5. La acción continuada constituye una forma espe-
de acción si se basan en una decisión unitaria de voluntad y cial de manifestación de la unidad jurídica de acción.
realizan reiteradamente, en sucesión ininterrumpida, el Esta figura jurídica ha sido desarrollada por la jurisprudencia
mismo tipo penal, o sea, aumentan cuantitativamente lo in- a fin de limitar el ámbito de aplicación del § 53 (que corresponde
al § 74 del texto anterior) en "autores de series" y sucesiones de
justo unitario en una determinada situación de hecho. acción con realización del tipo que se repite en forma homogénea (s.
Así, por ejemplo, en el caso de que se trata, cuando A, al entrar 70, 244, del TdR, y 5, 138, y 19, 323, del T F ) .
en el pabellón, le propina a Rita, uno tras otro, varios golpes para ven-
cer su resistencia, o A y B sustraen, al irse del pabellón, varios objetos Al respecto se presupone que los distintos actos de la
(armas, cosas de valor). Aquí hay que admitir siempre, frente al titu- serie se dirijan contra el mismo bien jurídico, sean homogé-
lar del bien jurídico lesionado, solamente "un" hecho unitario (a neos en la forma de comisión y estén guiados por un "dolo
232 JOHANNES WESSELS DERECHO PENAL. PARTE GENERAL Zoo

total' que abarque el hecho concreto en sus rasgos esencia- II, 4, b; Jescheck, § 66, V, 2, c; Lackner, n° IV, 2, b, antes del
les por tiempo, lugar y forma de comisión, así como la per- § 52; Dreher, n<? 27, antes del § 52).
sona del lesionado (s. 1, 315; 19, 323; 23, 33, y 26,4, del TF). Si resultan lesionados bienes jurídicos eminentemente
De la circunstancia de que los distintos actos del hecho personales, un nexo de continuación es inadmisible, si y en
continuado deben interpretarse como unidad de acción, se cuanto los distintos actos se dirigen contra diversos titulares
infieren importantes consecuencias: si aunque solamente un de bienes jurídicos (s. 53, 274, y 70, 244, del TdR, y 16, 397;
acto parcial se comete en forma calificada, la calificación 18, 28, y 26, 26, del TF; en contra S.-S.-Stree, n° 44, antes
abarca el hecho total (s. 67, 188, del TdR). Si los distintos del §52).
actos son en parte tentados y en parte consumados, se está En el caso de que se trata, R y D han sido violentadas reitera-
en presencia de un hecho continuado consumado (TF, damente por A y B (acerca de la cuestión de la coautoría en el § 177,
NJW, 57, 1288); no obstante, se tendrá en cuenta el concur- ver la s. 6, 226, del T F ) . La reiterada comisión del hecho en las mis-
mas muchachas responde, en verdad, para cada coautor a todas las
so ideal entre consumación y tentativa si el delito está consu- características del "hecho continuado". Pero, dado que la integridad
mado en la forma más leve y tentado en la forma calificada sexual es un bien jurídico eminentemente personal, existen, respecto
(Jescheck, § 66, V, 3; S.-S.-Stree, n° 66, antes del § 52). El de R y D, dos series de acción separadas (de por sí, continuadas)
hecho continuado está "consumado" con el primer acto par- (s. 18, 28, del T F ) .
cial y "terminado" con el último suceso (s. 66, 36, del TdR, y No obstante, ambos hechos continuados están unidos en forma
1, 91, del TF). La sentencia firme produce la consumición tal que coinciden en un solo acto parcial: la amenaza de muerte como
"una" acción en sentido natural era igualmente una agresión unitaria
de la acción penal respecto de todos los distintos actos exis- contra la libertad de decisión de ambas muchachas (ver TF, MDR,
tentes con anterioridad al pronunciamiento de la sentencia, 72, 197, en Dallinger). Esta identidad parcial de la ejecución con-
aunque el tribunal los haya conocido o hubiera podido cono- vierte los hechos continuados contra ellas en una unidad (o sea, en
cerlos (s. 6, 95, y 15, 272, del TF; ver también Stree, Hom. un concurso ideal "homogéneo" con arreglo a los § 177, I, y 52, I ) :
a Engisch, p. 676, con otros datos). s. 2, 247, y 6, 81, del TF; S.-S.-Stree, § 52, n 9 18; se pronuncia en sen-
tido limitador el TF en la s. 18, 26 (con tesis objetable).
No es necesario que el dolo total, requerido por la juris-
prudencia, exista en el momento en que el hecho comienza; III. El concurso ideal.
puede existir incluso durante la ejecución, antes de que ter-
mine el primer acto parcial (s. 19, 323, del TF). 1. Se da el concurso ideal (unidad de hecho) cuando
En contra de la jurisprudencia, para algunos autores es suficien- la misma acción lesiona varias leyes penales o varias veces
te que en lugar del dolo total, exista el "dolo de continuación", el que la misma ley penal (§ 52, I); en el primer caso, se habla de
se admitirá cuando la ulterior decisión de cometer el hecho se pre- concurso ideal heterogéneo, y en el segundo, de concurso
senta como continuación del anterior, de modo que se dé, entre ideal homogéneo.
las distintas decisiones, una "línea psíquica ininterrumpida" (Mau-
"Lesionar varias leyes* significa realizar varios tipos penajies.
rach, I, § 54, III, B, 1; Blei, § 94, 2, b; S.-S.-Stree, n<? 25, antes del
El § 52 posibilita incluir el contenido de injusto de un hecho unita-
§ 52; SK-Samson, n? 44, antes del § 52; Welzel, § 29, II, 4, b). Sin
rio bajo criterios jurídicos diferentes.
embargo, la extensión, que esto presupone, del nexo de continuación,
es dudosa en el aspecto dogmático y arriesgada desde el punto de El § 52 no presupone una congruencia plena de las
vista de la política criminal (se expresan con acierto Baumann, § 41, acciones típicas: es suficiente que un solo acto parcial con-
234 JOHANNES WESSELS DERECHO PENAL. PARTE GENERAL 235

tribuya a la realización del tipo objetivo de varias leyes do el tercer hecho punible intermedio es menos grave que
penales (identidad parcial de la ejecución: s. 32, 139, y 66, uno de los demás hechos (s. 1, 68; 3, 167; 18, 28, y 23, 149,
362, del TdR, y 18, 33, y 26, 24, del TF, incluyendo una del TF) y no supera el contenido de injusto de los demás
simple "acción de terminación"). hechos (TF, MDR, 73, 556, en Dallinger; Schoneborn,
En el caso de que se trata, los malos tratos cometidos por A y NJW, 74, 734; ver también Miehe, GA, 1967, 270 y 277).
B contra las dos muchachas no realizan solamente el tipo del § 223a Así, la violación de domicilio cometida por A y B se sitúa,
("acto cometido mancomunadamente por varias personas"), sino, al frente a la violación continuada contra B y D, así como frente al
mismo tiempo, la característica de la "violencia" mencionada en el hurto contra C, en la relación de unidad de hecho (§ 52, I ) . Pero la
§ 237. Por consiguiente, entre el rapto violento y la lesión corporal violación de domicilio, por ser el hecho punible menos grave, no está
peligrosa existe concurso ideal "heterogéneo" (ver la s. 18, 27, del TF). en condiciones de "ligar entre sí" la violación y el hurto como hechos
punibles independientes.
Surgen dudas cuando coinciden un delito permanente
y un delito instantáneo (en el caso de que se trata, por tanto, 2. El tratamiento del concurso ideal se basa en el
entre los § 237 y 123 y los § 177, 242 y 243, I, n° 1). principio "limitado" de absorción: la pena está determinada
También aquí la jurisprudencia exige que las ejecucio- con arreglo a la ley que amenaza la pena más severa; pero
nes se cubran en parte (s. 32, 140, y 54, 289, del TdR, y 18, no puede ser más benigna de lo que consienten las demás
33, del TF); de lo contrario, habrá concurso real. En cam- leyes aplicables (§ 52, II).
bio, la teoría dominante hace la distinción siguiente: debe Debe o puede imponerse pena pecuniaria, penas y consecuen-
admitirse el concurso ideal cuando el delito instantáneo es cias accesorias, medidas de corrección y seguridad, confiscación, inu-
un medio para cometer el delito permanente (como en el tilización y comiso si una de las leyes aplicables lo prescribe o admite
caso en cuestión, el maltrato corporal sirve como medio para (§ 52, III y IV = el llamado principio de combinación).
cometer el rapto violento) o cuando el delito permanente ha
de crear el presupuesto para la comisión de un delito instan- IV. El concurso real.
táneo (como en este caso, la violación de domicilio, para la 1. Se da el concurso real cuando alguien ha cometido
violación y el hurto proyectado). En cambio, el concurso
varios hechos punibles independientes, que pueden juzgarse
real se tiene en cuenta en hechos punibles que sólo se come-
en forma simultánea (§ 53).
ten "en ocasión" de un delito permanente (si A y B, por
En el caso de que se trata, el hurto está, frente a los hechos
ejemplo, hubieran sido sorprendidos por C en el pabellón punibles incluidos en el "complejo del rapto", en la relación del
de caza y lo hubieran injuriado; entonces, existiría, entre el concurso real. Lo mismo, respecto de la estafa cometida en perjui-
§ 123 y el § 185, "pluralidad de hechos"). Ver más datos en cio de K.
S.-S.-Stree, nos- 88-91, antes del § 52, y Welzel, § 30, I, 4.
2. En el concurso real, la graduación de la pena se
La unidad de hecho también puede ser fundamentada
ajusta a los principios siguientes:
por la circunstancia de que dos acciones, de por sí indepen-
Si se incurre en varias penas privativas de libertad temporales
dientes, se hallen siempre en concurso ideal con una tercera o en varias penas pecuniarias, se impondrá una pena total (§ 53, I ) ;
acción, de modo que se vinculan entre sí mediante su abra- su imposición es posible también en caso de concurso de pena pri-
zadera. Este principio de unión, sin embargo, no rige, cuan- vativa de libertad temporal y pena pecuniaria (§ 53, I I ) . La regla-
236 JOHANNES W E S S E L S DERECHO PENAL. PARTE GENERAL 237

mentación prevista en el § 52, III y IV, vale aquí en cuanto corres- tipo delictivo especial significa realizar inevitablemente
ponda (§ 53, III). también el tipo general.
La pena total se forma sobre la base del principio de La especialidad reside siempre en relación entre cambios cali-
asperación, agravando la pena más severa en que se ha ficantes o privilegiantes y su tipo fundamental, como en el caso de
que se trata entre el § 223a y el § 223. Del mismo modo, los cambios
incurrido y si se trata de penas de distintas especies, aumen-
independientes están en relación de especialidad frente a su tipo
tando la pena más severa por su naturaleza; la persona del fundamental, por ejemplo, el robo (§ 249) frente a la coacción
autor y los distintos hechos punibles se valoran en forma (§240) y al hurto (§ 242).
completa (ver el § 54, I). El § 55 admite, entre los presu- En la aplicación práctica, la ley penal especial precede
puestos mencionados en esta disposición, la formación pos- al tipo general.
terior de una pena total. En el caso de que se trata, el rapto cometido con violencia
Si otras penas concurren con una pena privativa de incluye todas las características de la privación de la libertad y de la
libertad perpetua, se aplicará el principio de acumulación-, coacción; por consiguiente, los § 239 y 240 retroceden frente al
aquí se impondrá cada pena por separado (pero en cuanto a § 237 (s. 1, 202, y 19, 320, del TF; en contra, S.-S.-Eser, § 237, n? 23).
Del mismo modo, el § 177 elimina, como disposición especial,
la sentencia, ver el § 260, IV, 5, del Código de Procedimiento
los § 241, I, 178 y 185 (ver para el § 241, las s. 54, 288, y 41, 276, del
Penal). TdR; para el § 178, las s. 1, 154, y 17, 2, del TF, y para el § 185, la
s. 65, 337, del TdR; TF, NJW, 51, 368, n<? 21), pero no el § 239,
V. La unidad de leyes. cuando —como sucede aquí— la privación de la libertad va más
allá de lo que es necesario para la realización del § 177 (s. 18, 27,
De las dos formas propias de concurso (el concurso del TF; TF, MDR, 74, 722, y 71, 721, en Dallinger).
ideal y el concurso real) deben distinguirse los casos del
2. Subsidiariedad significa que una disposición penal
concurso impropio en que se realizan, según el texto legal,
sólo es aplicable en forma secundaria, o sea, es válida única-
varios tipos penales, en tanto que, en realidad, la ley penal
mente en el caso de que no intervenga otra.
que debe aplicarse en primer término elimina las restantes.
La subsidiariedad está en parte reglamentada de manera expre-
En el ámbito de la unidad de hecho, a las manifestaciones sa (por ejemplo, en los § 145, II, 145d, 248b, 265a y 316) y en parte
de este "concurso impropio" se las llama unidad de leyes (o se deduce interpretando el nexo de sentido. Hay subsidiariedad tácita
"concurso de leyes"), mientras en el ámbito de la pluralidad sobre todo en la relación entre delitos de peligro concreto y delitos
de lesión (ver la s. 68, 407, para los § 221 y 217), entre tentativa y
de hechos, los hechos anteriores y posteriores castigados
consumación en uno y el mismo hecho punible, así como entre
constituyen grupos de casos de una relación aparente de formas más leves y más graves de participación. Así, la instigación y
concurso. la complicidad son subsidiarias frente a todas las formas de autoría,
Existe unidad de leyes en los casos de especialidad, y dentro de la participación, la complicidad es subsidiaria frente a la
instigación.
subsidiariedad y consunción.
1. Se habla de especialidad cuando una disposición 3. El concepto y el deslinde de la consunción son obje-
penal contiene necesariamente en cuanto al concepto todas to de vivas discusiones. Se da este caso cuando un tipo
las características de otras, de modo que llevar a cabo el penal no está contenido necesariamente en otro, pero un
238 JOHANNES WESSELS DERECHO PENAL. PARTE GENERAL 239

hecho concurre regular y típicamente con la comisión de 1. En el hecho anterior cocastigado, trátase, por lo
otro, de suerte que su contenido de injusto y de culpabilidad general, de casos de subsidiariedad (tácita).
está abarcado y consumido por la forma delictiva más grave Así, en el caso de que se trata, el convenio para cometer el
(más datos en Baumann, § 41, II, 3, b; Jescheck, § 69, II, 3). delito (§ 30, II, y 177) es, como acción independiente, un hecho
anterior cocastigado de la violación. El § 30, II, sólo pretende incluir
Así, en el hurto con fractura, los § 242 y 243, I, n<? 1, consu- actos preparatorios como tales y en consecuencia es, por su sentido
men, según la opinión dominante los hechos típicos concomitantes de y fin, subsidiario frente a la comisión tentada o consumada del delito
la violación simple de domicilio y del daño de cosas (§ 123 y 303; convenido (s. 1, 135, y 14, 378, del TF; Maurach, JZ, 61, 137; Schró-
ver S.-S.-Eser, § 243, n? 61; Wessels, Hom. a Maurach, ps. 295 y der, JuS, 67, 289).
308). El Tribunal Federal admite la consunción también respecto
de la relación entre el § 251 y el § 250 (s. 21, 183, del TF) (en con- 2. En cambio, al hecho posterior cocastigado corres-
tra, Jescheck, § 69, II, 3, b). ponde el pensamiento fundamental de la consunción. Un
4. Cuando hay unidad de leyes, la ley penal eliminada hecho posterior se consume cuando se agota en la evaluación
no aparece en el veredicto de culpabilidad. Pero la pena no o garantía de la posición obtenida por el hecho anterior, no
debe quedar debajo del mínimo (s. 1, 153; 10, 312; 15, 345, aumenta esencialmente el daño ya ocasionado y no lesiona
y 20, 235, del TF). La ley penal eliminada también tiene un nuevo bien jurídico (s. 6, 67, y 8, 260, del TF). El nexo
significación respecto del desistimiento de la tentativa "cali- típico existente entre ambos hechos consiste en que el autor
debe siempre cometer también el hecho posterior, si el
ficada" (ver lo que se ha dicho en el § 14, IV, 6), de las
hecho principal ha de tener un sentido para él (Jescheck,
penas accesorias y la imposición de medidas en el sentido del
§ 69, II, 3, a).
§ 11,1, n° 8 (ver las s. 19, 189 y 320, del TF).
Así, un hurto tendrá sentido para el autor si podrá utilizar para
sus fines, el dominio sobre la cosa obtenida ilegalmente. De ahí
VI. El hecho anterior y posterior cocastigados. que en el caso en cuestión, la entrega a P de las armas sustraídas y la
Incluso en el ámbito de la pluralidad de hechos, se dan venta a K de los objetos de valor, no son, para A y B , una apropia-
ción indebida que deba castigarse en forma independiente (§ 246);
manifestaciones del "concurso impropio" cuando la realiza- estos actos típicos de utilización se castigan juntamente con el castigo
ción de un tipo penal encierra el contenido de injusto y de del hurto (la s. 14, 38, del TF niega ya el "tipo" del § 246 por faltar
culpabilidad de una acción anterior independiente o de una un nuevo "apoderamiento"; en contra de este punto de vista, S.-S.-
Eser, § 246, nos- 10 y 34, con otros datos).
acción posterior valorada. A fin de deslindar estos casos de
En cambio, la estafa cometida contra el honrado comerciante
los de la unidad de hecho, no se habla aquí de "unidad de
K (§ 263 del C. P. y § 935 del C. Civil) está frente al delito prece-
leyes", sino de hecho anterior y posterior cocastigados (tam- dente de compra (§ 242 y 243, I, n? 1) en concurso real, porque
bién "impunes"). El retroceso de la ley penal eliminada es, existe una nueva lesión independiente de un bien jurídico frente a ,
en este sentido, la consecuencia del criterio de la subsidiarie- un tercero (ver las s. 49, 20 y 407, del TdR).
dad o de la consunción. Si no se condena por el hecho principal, porque no se lo
Más datos en Baumann, § 41, III, 3; Jescheck, § 69, II, 2 y 3; puede probar o está prescrito, el hecho posterior quedará
Maurach, I, § 56, II. impune en forma independiente (TF, NJW, 68, 2115; GA,
240 JOHANNES WESSELS DERECHO PENAL. PARTE GENERAL 241

1971, 83; ver, además, la s. 18, 324, del TF). Es posible la pendiente si su colaboración representa "una" acción unitaria o no;
participación punible en un "hecho posterior cocastigado" en este sentido, es decisivo el número de las acciones de participa-
ción, y no, verbigracia, la valoración de los hechos principales (ver
(s. 67, 77, del TdR). Más datos en Baumann, § 41, III, 3, c. TF, MDR, 76, 14, en Dallinger; las s. 70, 26 y 334, del TdR; S.-S.-
Stree, § 52, n<? 20).
VIL Sugerencias para el trabajo y conclusión general. Además, la receptación cometida posteriormente por
1. En las cuestiones referentes al concurso, se reco- P (§ 259; ver al respecto las s. 7, 134, y 8, 390), se halla fren-
mienda proceder de la siguiente manera: te a la complicidad mencionada en relación de concurso
Ante todo, hay que examinar si existe una "unidad de hecho" real ( § 5 3 ) .
o una "pluralidad de hechos" (ver lo que se ha dicho en el n° I I ) .
A continuación, se examinará si el concurso es "propio" o "im-
propio":
Si hay unidad de hecho, se excluirán en primer término las dis-
posiciones penales eliminadas por "unidad de leyes"; respecto de
los tipos penales restantes, será automática la aplicación del § 52.
En caso de pluralidad de hechos, se separarán los "hechos
anteriores y posteriores cocastigados"; respecto de los hechos puni-
bles restantes, queda así libre el camino para aplicar el § 53.

2. En el caso de que se trata, el resultado total es el


siguiente: A y B son punibles como coautores (§ 25, II)
a) por violación continuada en unidad de hecho con privación
de la libertad, rapto contra la voluntad de las dos muchachas, lesión
corporal peligrosa y violación de domicilio (§ 177, I, 239, I, 237,
223a, 123 y 52);
b) también por hurto particularmente grave en unidad de
hecho con violación de domicilio (§ 242, 243, I, n 9 1, 123 y 52),
c) así como por estafa en perjuicio de K (§ 263).
Estos tres complejos se hallan entre sí, por consiguiente,
en relación de pluralidad de hechos (concurso real, § 53).
Mediante "una" acción y, precisamente, entregando la
ganzúa, P ha prestado complicidad a los hechos punibles
mencionados bajo las letras a y b (concurso ideal "heterogé-
neo" según los § 27 y 52), presuponiendo, por cierto, que su
dolo de cómplice se extienda a cada hecho principal (ver
lo que se ha dicho en el § 13, IV, 3).
En cuanto a los partícipes, hay que averiguar en forma inde-
APÉNDICE

§ 18
MÉTODO PARA LA ELABORACIÓN DE CASOS

En lo que respecta a la importancia general de "cuestiones de


estructuración" y a los aspectos fundamentales del método de trabajo
jurídico, se remite a la exposición de Harry Westermann que figura
en "Puntos esenciales" de esta Colección, Código Civil, Parte gene-
ral, 2^ edición, § 21.
Entre otros, ofrecen una guía para la solución de Casos penales
y otros datos metodológicos, Arzt, Die Strafrechtsklausur (Los traba-
jos de derecho penal realizados bajo vigilancia), 2^ ed., 1975; Bau-
mann-Arzt-Weber, Strafrechtsfalle und Losungen (Casos penales y
soluciones), 4^ ed., 1976; Kienapfel, Strafrechtsfalle, 3^ ed., 1975;
Maurach-Góssel, FáUe und Losungen nach hóchstrichterlichen Ent-
scheidungen (Casos y soluciones según las decisiones de los más altos
tribunales alemanes), 2^ ed., 1973; Otto, Übungen im Strafrecht (Ejer-
cicios en d. p.), 1974; Roxin-Schünemann-Haffke, Strafrechtliche
Klausurenlehre mit Fallrepetitorium (Ejercicios de derecho penal
realizados bajo vigilancia con repaso de casos), 2* ed., 1975.
También en el derecho penal es válido el criterio de que
la "estructura metódica" no constituye una finalidad en sí,
sino un recurso para llegar, mediante un procedimiento graL
dual, al camino más simple y seguro para la solución justa
del caso.
244 JOHANNES WESSELS DERECHO PENAL. PARTE GENERAL 245

I. El examen de la situación de hecho. II. El examen jurídico del caso.


El primer presupuesto para un trabajo metódicamente Si quien elabora el caso tiene plena claridad sobre la
exacto, lo representa la comprensión de la situación de situación de hecho y el planteamiento, el examen jurídico
hecho. La elaboración del caso debe, pues, comenzar con se hará reflexionando acerca de cuáles son los tipos penales
su estudio minucioso y la interpretación imparcial de la y cuáles formas especiales de realización deben tenerse en
situación de hecho. cuenta (por ejemplo, acción activa u omisión, comisión
dolosa o culposa, consumación o tentativa, autoría o
Debe evitarse cualquier modificación arbitraria o interpreta-
participación).
ción rebuscada. En caso de dudas, la situación de hecho debe enten-
derse según corresponde a una consideración realista, a la experien- Esta parte del trabajo debe tener como norma avanzar
cia general de la vida y al curso corriente de las cosas. en forma perseverante hacia los puntos jurídicos esenciales
Por ejemplo, si faltan datos completos sobre el tiempo y el del caso y evitar consideraciones inútiles que carecen de im-
lugar del hecho o la edad, la nacionalidad y el estado mental del portancia para la decisión del caso.
autor, habrá que partir del supuesto que el "caso" ha ocurrido aquí
La mejor garantía para un trabajo metódicamente inob-
y ahora, o sea, en el país, que rige el derecho alemán y que el autor
es adulto e imputable. jetable y racional la ofrece la observancia, adecuada a la
Deben admitirse excepciones únicamente si el texto las hace situación correspondiente, de reglas determinadas de estruc-
suponer en forma inequívoca. tura, debiéndose distinguir al respecto entre las leyes de la
Si quien elabora el caso estima que en otro aspecto la lógica y las simples reglas de la utilidad.
situación de hecho es incompleta, habrá que tener en cuenta 1. Las leyes de la lógica son obligatorias y deben res-
lo siguiente: petarse, por consiguiente, en cada caso. Algunos ejemplos:
a) Esencia de la tentativa es la falta de un hecho puni-
Mientras no conste para qué tipo penal los datos que faltan
son importantes, en la situación de hecho, para la decisión, sería
ble consumado. Por esta razón, el examen de la tentativa
prematuro querer contestar la cuestión referente a la existencia de tiene que ser precedido por la comprobación de que no
una "laguna" y de su "supresión". No obstante, es aconsejable poner viene al caso —y por qué razón— un castigo a título de
un breve recordatorio a fin de tener presente este punto en el exa- hecho consumado.
men jurídico siguiente; después, habrá que aclarar si existe real Con arreglo al § 23, I, quien estudia el caso debe tener
mente una laguna, si puede ser salvada por la vía de la interpreta- la certeza de que una tentativa del hecho punible correspon-
ción de la situación de hecho o si es oportuna una solución alternativa. diente está realmente amenazada con pena.
Debe prestarse siempre cuidadosamente atención al h) La instigación y la complicidad dependen de la
planteamiento del caso, sobre todo cuando se unen a él comisión de un hecho principal antijurídico y por su natura-
limitaciones. leza accesoria no deben ser nunca examinadas antes del
Por ejemplo, si el planteamiento termina con la indicación de hecho principal.
que "la querella no ha sido presentada", esto significa que no deben c) ¡Sin "hecho punible" no hay "autor"] En consecuen-
tenerse en cuenta los delitos perseguibles por querella. cia, antes de examinar si alguien es autor o coautor, debe
246 JOHANNES WESSELS
DERECHO PENAL. PARTE GENERAL 247

comprobarse si ha realizado un tipo penal y cuál es (solo o


Esta regla posibilita avanzar inmediatamente hacia las cues-
juntamente con otros). tiones básicas del caso.
Por tanto, en el caso 17, este "examen previo" (que se advierte
con frecuencia en los ejercicios) del § 25, II, sería equivocado, a
c) En la relación entre un tipo fundamental y un tipo
saber: "A y B se han vuelto punibles como coautores según el § 25, calificado, se recomienda incluir inmediatamente al princi-
II (será explicado con más datos). Examino, en consecuencia, cuá- pio el tipo calificado (por ejemplo, en un robo cometido con
les son los hechos punibles cometidos por ellos" (!). armas, tomar como punto de partida los § 249 y 250,1, n° 2,
En cambio, sería admisible referir simultáneamente a A y a B, y en un hurto en banda, los § 242 y 244, I, n° 3).
en el caso 17, las características de los distintos tipos penales (por
La estructura del caso determinará si con este comienzo deberá
ejemplo, de los § 237 y 177), o sea, decir lo siguiente:
estudiarse en primer término completamente el tipo fundamental
"A y B pueden haber realizado, como coautores, el tipo del
(tipicidad, antijuridicidad y culpabilidad) o si, en lugar de esto,
§ 237. En cooperación consciente y querida, han introducido a R
deberán tratarse simultáneamente, junto con las características obje-
y D en el automóvil de A y después las han llevado con violencia al
pabellón de caza de C (etc.). Por consiguiente, son culpables de tivas del tipo fundamental, las de la calificación.
rapto realizado en común contra la voluntad de las raptadas (§ 237 Se seguirá el camino indicado en primer término si hay que
y 25, I I ) . negar una característica subjetiva del tipo (por ejemplo, la intención
de apoderamiento en los § 242 y 249) o si intervienen causas de
2. En cambio, las reglas de conveniencia son varia- justificación. En un caso de esta especie, los comentarios sobre
bles, o sea, no es obligatorio respetarlas y deben adecuarse el tipo calificado serían inoportunos y superfluos.
a la correspondiente peculiaridad del caso concreto. Aquí, d) En el marco de la "tipicidad", se estudiarán en
quien elabora el caso debe elegir la estructura que lleva a primer término las características objetivas del tipo y des-
la solución por la vía más breve. Algunas indicaciones: pués las subjetivas. Dentro de las características objetivas,
a) Es inoportuno comenzar la investigación jurídica sólo en pocos casos (por ejemplo, en el § 263) deberá obser-
con tipos penales que por razones de subsidiariedad o con- varse una sucesión determinada.
sunción retroceden frente a disposiciones penales que deben Acerca de la subsunción de la situación de hecho bajo
aplicarse en primer término. el tipo legal, ver H. Westermann, ob. cit, § 21, II, 2, c; lo
Por consiguiente, en el caso 17, el convenio para la comisión que se dice allí vale correspondientemente en el derecho
del delito (§ 30, II, y 177) debería examinarse después de los § 177,
I, y 25, II. Del mismo modo, en un hurto con fractura deberían
penal.
estudiarse en primer término los § 242 y 243, I, n" 1, y a continua-
ción (muy brevemente) los § 123 y 303 consumidos por ellos. III. El método expositivo.
La observancia de esta regla ahorra comentarios detallados res-
pecto de delitos subsidiarios o consumidos: los verdaderos puntos Si son muchas las situaciones de hecho con varios partí-
esenciales del caso aparecen así más intensamente en primer plano. cipes, se tomarán en cuenta, a los fines de la sucesión de la .
b) Un tipo especial debe siempre examinarse antes del exposición, tres posibilidades: la estructura cronológica, la'
tipo general (o sea, el § 249, antes de los § 240 y 242; el estructura de acuerdo con los partícipes y la estructura según
§ 252, antes de los § 240, 242 y 243; en el caso 17, el los complejos del hecho.
§ 177, antes de los § 240, 241, I, 178, I, y 185).
1. La estructura cronológica se ajusta a la sucesión
248 JOHANNES WESSELS DERECHO PENAL. PARTE GENERAL 249

temporal del trascurso del hecho; aquí, la subsunción sigue, En consecuencia, en el caso 17 se estudiaría el complejo subsi-
paso a paso, la marcha concreta de los sucesos. diario del convenio (§ 30, II, y 177), una vez terminado el examen
del "complejo del rapto".
El mérito de este procedimiento consiste en que quien elabora
el caso raras veces olvida algo, puesto que lo estudia frase por frase Una ventaja especial de la "estructura según los com-
dentro del marco jurídico. plejos del hecho" consiste en que en cada parte pueden
El inconveniente decisivo de la estructura cronológica consiste resultar solucionados, inmediatamente, los problemas refe-
en que separa complejos homogéneos e induce a comentar extensa- rentes al concurso.
mente tipos que han sido sí realizados cronológicamente en primer
término, pero que, por razones de subsidiariedad, consunción o espe- De esta manera, precisamente en los ejercicios que se realizan
cialidad, carecen de significación independiente para la decisión. en casa, la opinión sustentada a propósito de los "concursos" gana
en claridad, porque en el correspondiente resumen al final del tra-
2. La estructura según los autores y los partícipes bajo, sólo necesita una aclaración la relación de concurso de los
examina la punibilidad de la conducta respecto de cada distintos complejos del hecho.
persona por separado en toda dirección imaginable. De ahí que, si hay dudas, esta estructura es preferible, pero
quien elabora el caso no debe hacerlo en forma esquemática, sino
Esta estructura es muy apreciada y no ofrece dificultades si la que debe meditar siempre acerca de cuál es la "estructura" más con-
situación de hecho no es excesivamente complicada y la forma de veniente.
participación (autoría y participación) sigue siendo continuamente
la misma en todas las personas. 4. La exposición debe ser clara y lógica. Debe reve-
Pero fracasa y no es apropiada cuando las formas de participa- lar las ideas del que elabora el caso y llevar al lector en la
ción se modifican dentro de las distintas partes de la situación de forma más coherente posible a los problemas fundamenta-
hecho, o sea, cuando una persona aquí ha sido autor y allí partícipe. les. Debe agotarse todo lo que sea esencial, poniéndose cla-
Dado que el hecho principal debe examinarse antes de la participa-
ción, esta estructura pierde su clara línea unitaria.
ramente de relieve los puntos jurídicos básicos.
Por ejemplo, si en el caso de la sustracción de un automóvil
3. En la estructura según los complejos del hecho, cometida para "dar una vuelta" con él, el único problema reside en
quien elabora el caso lo desmiembra en distintas partes que, establecer si el autor ha actuado con intención de apoderamiento
sobre la base de su correspondencia jurídico-social, forman (§ 242) o con simple "intención de uso" (§ 248b), la exposición se
una unidad coherente. concentrará inmediatamente sobre este punto. El "carácter de ajeno"
del automóvil, el "concepto de custodia" y la "consumación de la
En el caso 17, esto es aplicable para el convenio para cometer sustracción" sólo requieren un comentario muy conciso. Nada sería
delitos, el complejo del rapto y de la sustracción; dentro de este últi- más erróneo que extender en forma ilimitada los propios conoci-
mo, el caso puede distribuirse según "delitos de adquisición" y de mientos a cuestiones que en el caso concreto no presentan dificultades.
"utilización".
En la forma de expresión debe respetarse la precisión
Si está siempre elaborado lo homogéneo, cada comple-
jurídica.
jo será investigado conforme a todos los criterios jurídicos y,
Es erróneo hablar de una tentativa "consumada", y no de una
para cada partícipe, con arreglo a las formas de participa-
tentativa "acabada". En los § 242 y 249, no se dirá, para no modi-
ción consideradas. ficar el sentido, que el autor ha actuado "con intención antijurídica
Al respecto, hay que atenerse a las "reglas de estructura" indi- de apoderamiento", porque en el caso de que se trata antijurídico es
cadas en el n 9 II. el apoderamiento proyectado, y no la "intención". Un tipo penal
DERECHO PENAL. PARTE GENERAL 251
250 JOHANNES WÉSSELS

b) Otras características subjetivas del tipo (por ejemplo,


puede ser realizado o llenado, pero no "lesionado"; es la ley penal intenciones especiales, tendencias de la acción, caracte-
que resulta lesionada. Del mismo modo, no se puede "infringir" el
rísticas del sentimiento referentes a lo injusto).
tipo, sino únicamente la ley o una norma. Es posible "hacerse culpa-
Anexo del tipo (si está previsto en la ley de manera expresa):
ble de hurto" o "ser punible por hurto"; una y otra expresión se con-
funden con frecuencia. Condiciones objetivas de punibilidad (por ejemplo, la "imposibi-
lidad de probar" un hecho infamante) (§ 186).
IV. Modelos de estructura. II. La antijuridicidad.
Los modelos de estructura siguientes trazan el camino para la Examen negativo de si el efecto "indicador de lo injusto" de la
solución de un caso. Como recursos para meditar en forma ordenada realización del tipo resulta excluido por causas de justificación:
y metódica, no presuponen que se los atienda ciegamente, sino que 1. Características objetivas de la causa de justificación.
dejan al investigador la libertad de adaptarlos a la peculiaridad del 2. Características subjetivas de la causa de justificación.
caso concreto y, de no existir una característica objetiva del tipo, de
desviarse de la sucesión indicada, cuando esto parece conveniente y III. La culpabilidad.
lleva a la solución por la vía más breve.
1. La capacidad de culpabilidad (se la examinará únicamente
si la situación de hecho da motivo para ello).
A) El delito de comisión doloso consumado. 2. Las "características especiales de la culpabilidad" (siempre
Examen previo: "calidad de acción" de la conducta de acuerdo que estén contenidas en distintas disposiciones, por ejemplo,
con el concepto social de acción la "malicia" en el § 223b).
{el que solamente raras veces necesita ser estudiado en la exposición 3. La reprochabilidad personal de la acción típica-antijurídica:
escrita). a) El dolo del tipo "indica" la actitud errónea y dolosa frente
al ordenamiento jurídico como "forma de culpabilidad".
I. La tipicidad. El indicio desaparece si existe un "error sobre un tipo
1. Tipo objetivo de lo injusto: permisivo".
o) Características especiales del sujeto de la acción, si están b) La conciencia (actual o potencial) de lo injusto.
supuestas excepcionalmente (por ejemplo, el carácter de Eventual existencia de un error de prohibición o de
"funcionario" y de "testigo"). un "error sobre el permiso".
b) La acción ejecutiva con sus características externas, inclu- c) La falta de causas de exculpación (por ejemplo, § 35).
yendo formas de comisión y medios especiales.
c) El objeto de la acción con las características descritas típi- IV. Causas personales de exclusión de la pena o excusas
camente. absolutorias.
d) Producción, causación e imputación objetiva del resultado
Por ejemplo, la calidad de pariente en el § 258, VI, y el arrepenti-
típico en los delitos de resultado.
miento activo con arreglo al § 310.
2. Tipo subjetivo de lo injusto:
a) El dolo del tipo con respecto a todas las características V. Querella y otros presupuestos de persecución penal o
objetivas del tipo, incluyendo el curso causal en los delitos
impedimentos para la persecución.
de resultado.
Eventual existencia de un error de tipo *.
posible al examen del tipo eventual de la culpa. En la llamada "estructura
clásica" esto sería posible solamente después del tratamiento de las causas de
* La inclusión del dolo en el tipo de lo injusto tiene la ventaja de que justificación.
quien elabora el caso, al negar el dolo del tipo, puede pasar lo más rápidamente
252 JOHANNES WESSELS DERECHO PENAL. PARTE GENERAL 253

I. La tipicidad.
B) El delito de comisión doloso tentado.
1. Producción y causación del resultado típico (por ejemplo,
Examen previo:
muerte y lesión corporal).
a) Falta de consumación (comprobación de que el tipo obje-
2. La omisión del cuidado exigido en el tráfico, si el resultado
tivo de lo injusto no ha sido realizado completamente y
por qué motivo). típico es objetivamente previsible.
b) Examen, si la tentativa de este hecho está amenazado con 3. La imputación objetiva del resultado, teniendo en cuenta
pena. a) una eventual "inadecuación" del curso causal,
b) el fin de protección de la norma de cuidado considerada,
I. La tipicidad. c) la relevancia típica de la lesión del deber de cuidado respec-
to del resultado (eventualmente, inevitabilidad objetiva del
1. El tipo subjetivo de lo injusto (decisión de cometer el hecho
en el sentido del § 22): resultado, incluso en caso de conducta acorde con el deber).
a) El dolo del tipo (ver A, I, 2, a).
b) Otras características subjetivas del tipo (ver A, I, 2, b).
Anexo del tipo: ver A, I.
2. El tipo objetivo de lo injusto. Por ejemplo, ejecutar el hecho en estado de ebriedad plena culposa
a) La preparación directa de la realización del tipo. (§ 330a).
b) Eventuales características especiales de autoría del sujeto
de la acción (A, I, 1, o ) . II. La antijuridicidad: ver A, II.

Anexo del tipo: ver A, I. III. La culpabilidad.


II. La antijuridicidad\ ver A, II. 1. La capacidad de culpabilidad (A, III, 1).
2. Las "características especiales de la culpabilidad" (A, III, 2),
III. La culpabilidad: ver A, III.
por ejemplo, la "falta de consideración" con arreglo al § 315c,
IV. Causas personales de exclusión de la pena y excusas I, 2, y III.
absolutorias. 3. La reprochabilidad personal de la acción típica y antijurídica:
Por ejemplo a) La actitud culposamente errónea frente al ordenamiento
1. el desistimiento de la tentativa inacabada, y jurídico se fundamenta, como "forma de culpabilidad",
2. el desistimiento de la tentativa acabada. por el incumplimiento de las exigencias objetivas de cui-
V. Querella (etc.): ver A, V. dado, a pesar de capacidad personal suficiente y de la
previsibilidad subjetiva del resultado, incluyendo el curso
C) El hecho de comisión culposo (en los delitos de resul- causal.
b) La posibilidad de comprensión de lo injusto (conciencia
tado)*.
potencial de lo injusto).
E x a m e n previo: ver A.
c) La falta de causas de exculpación, sobre todo la no exigt-
bilidad de una conducta acorde con las normas en situa-
* En los delitos de simple actividad estructuralmente más sencillos, se pre- ciones conflictivas especiales (solamente en caso de culpa
senta, en vez del "resultado", la realización del tipo a través de la acción típica consciente).
descrita en la ley (por ejemplo, mediante el falso juramento en el § 163).

19 - Wessels.
254 JOHANNES , WESSELS DERECHO PENAL. PARTE GENERAL 255

IV. Causas personales de exclusión de la pena y excusas Anexo del tipo: ver A, I.
absolutorias. II. La antijuridicidad: ver A, II.
Por ejemplo, la rectificación, hecha oportunamente, en caso de
juramento falso culposo (§ 163, I I ) . III. La culpabilidad.
1. La capacidad de culpabilidad: ver A, III, 1.
V. Querella (etc.): ver A, V. 2. Las "características especiales de la culpabilidad": A, III, 2.
3. La reprochabilidad personal de la omisión típica y antijurídica:
D) El delito de omisión impropio doloso. a) La actitud dolosamente errónea frente al ordenamiento
Examen previo: jurídico (A, III, 3, a ) .
a) de la cuestión de si viene al caso, como punto de partida, b) La conciencia de lo injusto.
una acción o una omisión y un delito propio o impropio Eventualmente, la existencia de un error acerca del deber de
de omisión, garantía o de un "error sobre el permiso".
b) de la "calidad de acción" de la inactividad. c) Falta de causas de exculpación (A, III, 3, c), teniendo
especialmente en cuenta la no exigibilidad de una conducta
I. La tipicidad. acorde con las normas en situaciones conflictivas especiales.
1. Tipo objetivo de lo injusto * :
IV y V (ver A, IV y V).
a) La producción del resultado típico (por ejemplo, la muerte
y la lesión corporal).
b) La no ejecución de la acción objetivamente necesaria para E) El delito de omisión propio doloso.
evitar el resultado. Examen previo: ver D.
c) La real posibilidad física de evitar el resultado (siempre
que no se la deba investigar con motivo de la "calidad de I. La tipicidad.
acción" de la inactividad). 1. Tipo objetivo de lo injusto:
d) La causalidad de la omisión y la imputación objetiva del a) La existencia de la situación típica y de las otras caracte-
resultado. rísticas objetivas fundamentadoras del deber de actuar
e) La posición de garantía de quien omite. (por ejemplo, según el § 330c, el "accidente", así como la
/ ) Eventuales características especiales de autoría (ver A, exigencia y la exigibilidad de la prestación de auxilio).
I, \a). b) La no ejecución de la acción necesaria (con la llamada
g) La "equivalencia" de la omisión comparada con la acción "tendencia a realizar el precepto").
positiva, sobre todo respecto de la forma de la acción típica. c) La real posibilidad física de realizar la acción ordenada.
2. Tipo subjetivo de lo injusto: 2. Tipo subjetivo de lo injusto:
a) El dolo del tipo. El dolo del tipo.
Eventualmente, la existencia de un error acerca de la posición de
garantía. Anexo del tipo: ver A, I. '
b) Otras características subjetivas del tipo. II a V: ver D (correspondientemente).
* Otra sucesión del procedimiento en el tipo objetivo de lo injusto puede
ser, en el caso concreto, necesaria o conveniente (como ocurre especialmente
en el § 263 cuando se trata de una estafa por omisión).
^¡^HET .~ \~ —L^HL.

Correlación entre las disposiciones del Código Penal en vigor


desde el 1/1/1975 y las que rigieron hasta el 31/12/1974:

Texto en vigor Texto derogado


§ 1 § 2, I
§ 2 § 2, II-IV
§ 3-7 § 4, 5
§ 8
§ 9 § 3, IU
§ 10
§ 11, I, n» 1 § 52, II
§ 11, I, n? 6 § 46a
§ 12 § 1
§ 13 -
§ 14 § 50a
§ 15 -
§ 16, 1 § 59
§ 16, II -
§ 17
§ 18 § 56
§ 19
§ 20 § 51, I, 55, I
§ 21 § 51, II, 55, II
§ 22 § 43, I
§ 23, I § 43, II
§ 23, II § 44, 1
§ 23, III
§ 24 § 46
§ 25, I
§ 25, II § 47
§ 26 § 48
§ 27 § 49
§ 28, I § 50, II
§ 28, II § 50, III
§ 29 § 50, I
§ 30, I § 49a, 1
258 CORRELACIÓN

§ 30, II § 49a, II
§ 31, I § 49a, III
§ 31, II § 49a, IV
§ 32 § 53, I, II
§ 33 § 53, III
§ 34 —
§ 35, I § 54, 52, I
§ 35, II —
§ 36 § 11
§ 37 § 12 ÍNDICE DE MATERIAS
§ 38 § 18
§ 39 § 19
§ 40-42 § 27-28 Cuando las citas son numerosas, los números impresos en negrita señalan
§ 43 § 29 los lugares donde se trata el tema en forma principal.
§ 44 § 37
§ 45-45b § 31-33 Aberratio ictus: 7, IV, 2; 13, I I I , 3. Autoría: 13;
§ 46 § 13 Accesoriedad de la participación: 8, II, teorías de deslinde: 13, I I , 3-6;
§ 47, I, II, 1 § 14 3; 13, IV, 1. formas de manifestación: 13, I, 1,
§ 47, II, 2 § 27c Accesoriedad limitada: 13, IV, 1. y III;
§ 48 § 17 Acción y dominio del hecho: 13, I I , 5;
§ 49, I — concepto: 3, II, 1, 2, c; concepto de autor: 13, I.
§ 49, II § 15 capacidad de actuar: 3, II, 3; Autoría accesoria: 13, I I I , 2.
§ 50 — y estructura del delito: 3, I; Autoría mediata: 13, I I I , 3 y 4;
§ 51 § 60 y no acción: 3, II, 4; y tentativa: 14, I I , 4, a.
§ 52 § 73 y omisión: 3, I I , 2, c; 16, I, 2. Autoría y participación (deslinde):
§ 53 § 74 Acción continuada: 17, II, 5. 13, II.
§ 54 § 75 Acción y omisión (deslinde): 16, I, 2. Bien jurídico: 1, I, 2;
§ 55 § 76 Actio libera in causa: 10, I I I , 4. eminentemente personal: 9, I, 2, a;
§ 56-57 § 23-26 Actitud frente al ordenamiento jurídi- 17, I I , 1 y 5.
§ 58 § 77 co: 10, I, 3. Calificación: 4, I I , 1.
§ 59-59c — Actos preparatorios: 14, I, 1, y II, 2. Capacidad de entendimiento: 9, I, 2, c.
§ 60 § 16 Acuerdo: 9, I, 1. Características del sentimiento: 5,
§ 61-72 $ 42a-42b Adecuación social: 2, I I , 2. I I I , 4.
§ 73-73d — Agente provocador: 13, IV, 2. Características descriptivas del tipo:
§ 74-76a § 40-42 Analogía: 2, I, 3; 2, I I . 5, I I I , 1 y 2.
§ 77-77e § 61-65 Anti juridicidad Características negativas del tipo: 5,
§ 78-78c § 66-69 en la estructura del delito: 3, I; I I , 3 ; 11, I I I , 1, a.
como atributo de distintas circuns- Características normativas del tipo: 5,
tancias del hecho: 5, I I I , 3, a; I I I , 2.
como característica general del de- Características objetivas del tipo: .5,
lito: 5, I I I , 3, b ; I I I , 3.
reglas: 8, IV, 5. Características personales especiales:
Arrepentimiento activo: 14, IV, 8. 13, IV, 1.
Asociaciones de personas: 3, I I , 3. Características subjetivas del tipo: 5,
Aumento del riesgo (Principio del — ) : I I I , 4.
6, II, 2, c. Casualidad: 6, II; 15, II, 4.
Autor por convicción: 10, I, 4. Causalidad: 6, I, 1; 16, I I , 3.
260 ÍNDICE DE MATERIAS ÍNDICE DE MATERIAS 261

Causas de exclusión de la pena: 12, Culpabilidad (cont.) Derecho de corrección: 8, I I , 1; 9, I I . Error sobre (cont.)
I, 1; jurídica: 10, I, 4; Derecho de resistencia: 8, I I , 1. de un principio permisivo: 11,
error sobre —: 12, I I I , 1. causas de exclusión de la —: 10, VII; Derecho penal I I I , 2;
Causas de exclusión de lo injusto: ver capacidad de —: 10, I I I ; misión: 1, I, 1 y 2 ; la norma de prohibición: 11, II;
Causas de justificación. formas de —: 10, V; concepto: 1, I, 3. la posición del garante y el deber de
Causas de exculpación: 10, VII; características especiales de —: 10, Disvalor de la acción: 1, I, 5; 5, I I I , 4. garantía: 16, V, 1;
supralegales: 10, V I I , 5; IV; 13, IV, 1. Disvalor del resultado: I, 1, 5. características de la culpabilidad:
error sobre - : 10, VII, 2; 11, IV. Curso causal Disvalor del sentimiento: 1, I, 5; 5, 10, IV;
Causas de justificación: 8, II, 1; atípico: 6, I, 3, c; I I I , 4; 10, I, 3. causas de exculpación: 10, VII, 2;
relación frente al tipo: 5, I; 8, I, 1; interrupción del —: 6, I, 3, c; Divergencia del curso causal: 6, I, 3, c, 11, IV.
elementos objetivos y subjetivos de previsibilidad del —: 6, I I , 3, c; 15, y II, 3; 7, IV, 3. Error sobre el motivo: 7, IV, 1.
justificación: 8, I, 2; II, 3. Dolo Error sobre el permiso: 11, I I I , 2.
y participación: 8, I I , 3. Deber de tolerancia concepto: 7 1 , I, 1; Especialidad: 17, V, 1.
Causas limitativas de la pena: 12, II, 1. en causas de justificación: 8, II, 2. alternativo: 7, II, 4; Estado de necesidad
Coautoría: 13, I I I , 2. Deberes de protección de bienes jurídi- directo: 7, II, 2; agresivo: 8, I I I , 2;
Colisión de deberes: 16, I I I . cos: 16, I I , 5. eventual: 7, I I , 3; defensivo: 8, I I I , 1;
Comienzo de la ejecución: 14, II, 2. Decisión de cometer el hecho: 14, general: 7, IV, 3; exculpante: 8, I I I ; 10, VII, 1;
Complicidad: 13, IV, 1 y 3. I I , 1. formas de manifestación: 7, I I ; justificante (supralegal): 8, IV.
Conciencia de la antijuridicidad: 10, Delictum sui generis: 4, I I , 1, d. culpabilidad por —: 10, V; Estado necesario de coacción: 10,
VI. Delito teorías del —: 11, I, 2; VII, 2.
Concurso ideal: 17, I I I ; concepto y naturaleza: 1, II, 1; combinaciones de — y culpa: 15, IV. Ética social: 1, I, 2.
y delito permanente: 17, I I I , 1; grupos de delitos: 1, II, 2-7. Dolo de continuación: 17, I I , 5. Exceso
y delito instantáneo: 17, I I I , 1. Delito de comisión: 1, I I , 5. Dolo total: 17, II, 5. en la instigación: 13, IV, 2;
Concurso real: 17, IV. Delito putativo: 14, I I I , 2. Efecto de unión y concurso ideal: 17, en la coautoría: 13, I I I , 2;
Concursos: 17. Delitos de deber: 13, II, 2. I I I , 1. en la autoría mediata: 13, I I I , 4.
Condiciones objetivas de punibilidad: Delitos de emprender: 1, II, 7. Efecto excluyente del tipo más benig- Exculpación supralegal: 10, V I I , 5.
5, II, 1; IV, 1. Delitos de lesión: 1, I I , 3, a. no: 4, II, 2. Excusas absolutorias: 12, I, 2.
Conditio sine qua non: 6, I, 2. Delitos de omisión: 16; 1, I I , 5; Efecto indicativo Fin de protección de la norma: 6, I
Conducta deslinde entre acción y omisión: 16, de la realización del tipo: 5, II, 2; y I I ; 15, I I , 4.
concepto general de acción y omi- I, 2; del dolo del tipo: 5, I I I , 5, b; 10, V. Función de garantía de la ley penal:
sión: 3, I; complicidad mediante omisión: 13, Elementos subjetivos de justificación: 2, I.
relevancia social: 3, II, 3, c. IV, 3; 8, I, 2. Hecho anterior y posterior impunes:
Consentimiento: 9, I; posición de garante: 16, II, 4; Equivalencia entre acción y omisión: 17, VI.
presunto: 9, I, 3. unidad de acción: 17, I I , 2, c; 16, I I , 8. Hecho posterior (cocastigado): 17, V I .
Consunción: 17, V, 3; VI, 2. tentativa: 16, VI. Error de prohibición: 11, I y II. Hecho punible
Culpa Delitos de peligro: 1, I I , 3, b. Error de subsunción: 7, I I I , 2. estructura: 3, I;
concepto y formas de manifesta- Delitos de propia mano: 1, I I , 6, c ; Error in objecto vel persona: 7, IV, 1; esencia: 1, I.
ción: 15, I; 13, II, 2. e instigación: 13, IV, 2; Imputación objetiva: 6, II;
en tipos mixtos: 15, IV; Delitos de simple actividad: 1, II, 2, b. y coautoría: 13, IV, 2; en hechos culposos: 15, II, 4.
y dolo eventual: 7, II, 3; Delitos especiales: 1, II, 6, b . y autoría mediata: 13, I I I , 3. Imputación subjetiva: 7, I, 1.
y culpabilidad: 10, V; Delitos generales: 1, II, 6, a; Error sobre In dubio pro reo: 15, II, 4. ¡
estructura del hecho culposo: 15, y autoría: 13, II, 2. características del tipo: 7, I I I y I V ; Inevitabilidad objetiva de la produc-
I, 3, II y III; Delitos instantáneos: 1, I I , 4, b ; 17, el objeto del hecho: 7, IV, 1; ción del resultado: 6, II, 2, b ; 15,
inevitabilidad del resultado en la—: I I I , 1. el curso causal: 7, IV, 3; I I , 4.
15, I I , 4. Delitos permanentes: 1, I I , 4, a ; 17, causas de justificación: 11, I I I ; Infracciones al orden: 1, I, 3.
Culpabilidad II, 2, b, y I I I , 1. las características del tipo permisi- Injerencia: 16, II, 6, c.
concepto: 10, I, 1, y I I ; Derecho consuetudinario: 2, I, 3; 8, vo: 11, I I I , 1; Injusto: 1, I, 4; 8, I I , 4;
en la estructura del delito: 3, I; I, I- la existencia o los límites jurídicos conciencia de lo—: 10, V I ;
262 ÍNDICE DE MATERIAS ÍNDICE DE MATERIAS 263

Injusto (cont.) Persecución penal Tentativa (cont.) Terminación y consumación: 14, I, 1;


contenido de —del hecho: 1, I, 5; presupuestos e impedimentos: 5, IV, en delitos calificados por el resulta- 13, IV, 3.
5, I I , 2; 2 ; 12, I I , 2 ; d o : 14, I I , 4, b ; Tipo: 1, I, 4; 5, I I ;
y culpabilidad: 3 , 1 ; 10, I, 1 y 2. error sobre la—: 12, I I I , 2. frustrada: 14, IV, 2; estructura del delito: 3, I;
Instigación: 13, IV, 1 y 2; Personas jurídicas: 3, I I , 3. en la autoría mediata: 14, I I , 4, a; teoría del —: 5, I I ;
de una resolución para el hecho: Pluralidad de hechos: ver Concurso en tipos calificados: 14, II, 2; grupos de tipos: 4, I I ;
13, IV, 2; real. calificada: 14, IV, 6; características del—: 5, I I I , 1-4;
tentada e —para la tentativa: 13, Pluralidad de la acción: 17, I I . en normas-padrón: 14, II, 2; error de - : 7, IV; 11, I, 1;
IV, 4. Posición de garante: 16, I I , 4-7. desistimiento de la —: 14, IV; ^dolo de - : 7, M I L
Instrumento desprovisto de califica- Prescindencia d e la pena: 12, I I , 1. fundamento penal de la—: 14, I, 2; Tipo de garantía: 5, II, 1.
ción: 13, I I , 2. Presupuestos procesales: 5, IV, 2. inidónea: 14, I I I ; Tipo de lo injusto: 5, II, 2 y 3.
Intención: 7, II, 1. Previsibilidad del resultado: 6, I I , 2, en los delitos de omisión: 16, VI. Tipo fundamental: 4, I I , 1, a.
Interpretación: 2, I I . b; 15, II, 3, y III, 2; TV. Teoría de la acción Tipo permisivo: 8, I, 1.
Legítima defensa: 8, V; Principio de absorción: 17, IV. finalista: 3, I I , 1, b; 5, I I I , 4; Tipo total de lo injusto: 5, I I , 3.
y exceso de - : 8, V, 5; 10, VII, 3; Principio de acumulación: 17, IV, 2. causal: 3, II, 1, a; Tipos mixtos: 15, IV.
putativa: 8, V, 5; 11, I I I , 1; Principio de asperación: 17, IV, 2. social: 3, I I , 1, c, y 2, c. Unidad de hechos: ver Concurso ideal.
provocada: 8, V, 3. Principio de combinación: 17, I I I , 2. Teoría de la adecuación: 6, I, 4. Unidad de la acción: 17, I I ;
Teoría de la causación: ver Teoría de natural: 17, I I , 1 y 4;
Lesión del deber de cuidado: 15, I y Principio de determinación: 2, I , 1.
la promoción. jurídica por nexo de continuación:
11,3. Principio de responsabilidad: 10, I, 2.
Teoría de la condición: 6, I, 2 y 3. 17, I I , 5;
Libertad de decisión: 10, I, 2. Principio unitario de autor: 13, I, 1. Teoría de la equivalencia: ver Teoría típica: 17, II, 2 y 3.
Libertad de querer: ver Libertad de Privilegio: 4, I I , 1. de la condición. Unidad de leyes (concurso): 17, V.
decisión. Prohibición de la retroactividad: 2 , 1 , 2. Teoría de la participación culpable: Valuación de bienes y deberes: 8, IV.
Ligereza: 15, I, 2. Prohibición de regreso: 6, I, 3, c. 13, IV, 1. Valuación de los intereses: 8, IV, 3.
Medidas de corrección y seguridad: Propiedades, características y relacio- Teoría de la relevancia: 6, I, 5. Valuación paralela en la esfera del
1, I, 3; 2, I, 2. nes personales: 13, IV, 1. Teoría de la culpabilidad: 1 1 , I, 3. profano: 7, I I I , 2.
Moral y derecho: 10, I, 4. Provocación de una agresión: 8, V, 3. Teoría del error: 11, I. Vis absoluta y vis compulsiva: 3, II, 4.
Nexo de imputación: 15, I I , 4, c. Responsabilidad de los organismos: 3,
No exigibilidad: 10, V I I ; I I , 3.
y exculpación supralegal: 10, VII, 5; Responsabilidad por fuentes de peli-
en hechos culposos: 15, I I I , 2; gro: 16, I I , 6.
en delitos de omisión: 16, II, 8; V, 2. Resultado: 6, I, 1;
Norma jurídica: 3, I. e imputación objetiva: 6, I I ;
Norma preceptiva: 1, I I , 5; 3, I; 16, delitos de — y delitos calificados por
I, 1. el - : 1, II, 2, a; 15, IV.
Normas-padrón: 4, I I , 1, d; 14, II, 2. Ruptura de la cadena causal: 6 , 1 , 3, d.
Objeto de la acción: 1, I, 2. Sentimiento jurídico: 1, I, 5; 5, I I I , 5,
Orden: 10, V I I , 4. b; 10, I, 4.
Participación: 13; Sistema binario: ver Medidas de correc-
teorías de deslinde: 13, I I , 3-6; ción y seguridad.
accesoriedad: 8, I I , 3; 13, IV, 1; Situación de hecho: 1, I, 4; 18, I.
formas de manifestación: 13, I I I , 2 Subsidiariedad:l, 6, I I ; 17, V, 2; V I , 1.
y 3, IV; Subsunción: 1, I, 4; 18, I I , 2, d.
tentada: 13, IV, 1; Tentativa: 14, I I ;
necesaria: 13, IV, 5; deslinde con la preparación: 14,
y desistimiento de la tentativa: 14, 11,2;
IV, 7. supersticiosa: 14, I I I , 1;
Pena total: 17, IV, 2. acabada e inacabada: 14, IV, 3-5;

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