Вы находитесь на странице: 1из 3

LA PATERNIDAD: UN REGALO POR DISFRUTAR

La paternidad está relacionada directamente con la patria que significa “Tierra


de mi padre”, por eso en la historia de la primera familia Abel experimenta
orfandad por su patria ya que debido al pecado de sus padres, fueron
expatriados él, su hermano y sus padres. Aunque esto sucedió Abel nunca intento
regresar al Edén, más bien se acerca a Dios con el anhelo de restaurar su
paternidad, ya que esta se vio directamente afectada tras la caída.

A diferencia de Caín, Abel anhelaba una patria mejor; la celestial, mientras su


hermano añoraba el huerto “un pasado glorioso- el Edén”.

1. Una elección de excelencia

En la vida del padre de la Fe, Abraham se refleja la decisión entre dos posiciones:
el de quedarse como Abram (padre enaltecido), o decidir vivir como Abraham
(padre de multitudes), tal como el Señor lo había llamado (Génesis 12:1-3).
Probablemente Abram quería quedarse solo como un padre enaltecido y no
pensar que de él saldría una patria, que él se constituiría en padre de
muchedumbre de personas, ya que esta opción requería de un sacrificio y
esfuerzo que muy pocos estaría dispuestos asumir. Pero no fue así con Abraham
quien decidió ser padre de multitudes y dar honor al nuevo nombre que había
recibido de su padre: Dios.
Además que por ley, solo los padres pueden darle nombres a sus hijos por tal
razón, Dios como padre le dio nuevo nombre a Abram.

La juventudes en su mayoría solo pensamos en las necesidades básicas y


apremiantes del momento, en la moda, las redes sociales etc., lejos de pensar en
ser un patriarcas, es decir salir de la comodidad y más bien buscar ser padres de
muchos que están esperando que nos levantemos como aquellos valientes y
esforzados que estén dispuestos a salir de su “tierra y parentela (zona de confort)”.
Romanos 8:19 “Porque el anhelo ardiente de la creación es el aguardar la
manifestación de los hijos de Dios” ¿Qué decisión tomaras tú?

2. La marca de nuestra patria celestial: la circuncisión

En la patria del pueblo de Israel la marca del pacto que Dios le dio fue la
circuncisión (cortar el prepucio de los varones a los 8 días de nacido), esto fue
ordenado por Dios Génesis 17:10-14.

Moisés quien fue el escogido para sacar al pueblo de Israel de la esclavitud de


Egipto hacia la tierra prometida: Canaán, se casó con una madianita Séfora
(Madián tenía limites cercanos a Egipto); la circuncisión era indispensable en todo
miembro del pueblo de Israel, sin embargo Moisés no había circuncidado a su hijo
Gerson, por lo que Dios en una oportunidad le salió al encuentro y quería matarlo.
Éxodo 4:24-26. Este acontecimiento hizo que Séfora tomara un pedernal afilado y
circuncidara el prepucio de su hijo.

Probablemente Moisés se había dejado llevar por la cultura del pueblo de su


esposa ya que los madianitas no tenían esa costumbre de circuncidar.

Esta decisión casi le cuesta su vida. Cuantos jóvenes con una identidad
establecida cuyo parámetro es Cristo, un padre amoroso, tierno, incondicional,
eterno que es Dios y una familia espiritual gigante que es la familia en la Fe,
prefieren quedarse con costumbres extrañas, menospreciando y acarreando
muerte en sus vidas, es decir volviendo al viejo hombre. Efesios 4:22 “En cuanto a
la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado
conforme a los deseos engañosos”

Hay que circuncidar nuestro corazón, para así vivir la nueva vida, la vida
abundante, la que nos lleva a disfrutar la paternidad de Dios y anhelar ser padres
de un pueblo (tener discípulos).

3. Disfrutando de mi verdadera patria: la Celestial

Desde el principio Cristo siempre nos mostró una patria: el Cielo y un Padre por
excelencia: Dios. Lucas 11:2

“Padre nuestro”: ante todo es nuestro padre


“Que estas en los cielos”: esta es mi patria, donde se hace la voluntad de mi
padre
“Venga tu reino”: su reino es el gobierno de esa patria, y como hijos anhelamos
que se establezca en esta patria transitoria.

Durante aproximadamente 40 años el pueblo de Israel no tenía claridad sobre la


patria que Dios tenia para ellos, por eso anduvieron errantes sin encontrar ciudad
donde habitar y siempre consideraron la decisión de volverse a Egipto. Salmo
107:4
¿Por qué ocurrió esto? Porque era necesario que ellos se circuncidaran, quitaran
el prepucio de su corazón. Deuteronomio 10:16 “Circuncidad, pues, el prepucio
de vuestro corazón, y no endurezcáis más vuestra cerviz”. Romanos 2:28-29.
Se necesita de un corazón renovado para que pueda disfrutar de Dios como
padre y esperar con anhelo la patria que nos está reservada: la celestial. Efesios
2:10, 12, 18-20, hebreos 13:14

Entonces entenderemos que nuestro paso por esta patria es transitorio, que somos
peregrinos, pero debemos esforzarnos por traer las costumbres del cielo a la tierra
(compartir de Cristo).

Aplicación teoterápica

No debemos perder el horizonte de nuestra verdadera familia, mi verdadera


patria: la celestial; que mi llamado como nos lo enseña el padre nuestro es que los
demás conozcan del padre por excelencia: Dios, quien está listo para enseñarnos
a disfrutar su paternidad y a que nos deleitemos en sus caminos, quien nos
prepara para cosas mejores: las por venir y quien nos está preparando morada
para cuando se cumplan los tiempos de nuestra peregrinación.

Por eso es ya el momento para que nuestra juventud se despierte y tome la


decisión de disfrutar de Dios como padre y llevar a otros jóvenes a que conozcan
su verdadera patria y al Padre de esa nación.

Вам также может понравиться