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DIEZ BANDERAS DE LUCHA

El Primero: Elevar la cobertura en educación inicial y educación media, brindando especial


atención a las poblaciones en condiciones de pobreza extrema, indígenas y con necesidades
educativas especiales.

El Segundo: Desarrollar una pedagogía del amor, el ejemplo y la curiosidad, que sea rigurosa y
forme para el amor a la patria.

El Tercero: Fortalecer el papel de los maestros y las maestras como actores fundamentales de la
calidad educativa mediante la reinstitucionalización de la carrera docente, el fomento de su
valoración social y la garantía de una formación inicial y permanente.

El Cuarto: Promover un clima escolar caracterizado por la convivencia, la solidaridad, que fomente
la organización y participación de los estudiantes en la vida escolar.

El Quinto: Garantizar un sistema de protección estudiantil que proporcione materiales educativos,


orientación, apoyo académico, así como servicios estudiantiles que protejan al estudiantado. Un
tema indispensable es la educación para la sexualidad responsable y placentera.

El Sexto: Lograr una estrecha relación entre las familias, la escuela y la comunidad, en función de
garantizar la atención, el cuidado de los niños y niñas y una gestión escolar participativa y
transparente.

El Séptimo: Desarrollar un currículo nacional integrado y actualizado, y en especial, renovar los


programas y dinámicas pedagógicas de la educación media general y media técnica, considerando
especialmente la educación para el trabajo y la interrelación entre educación media y educación
universitaria.

El Octavo: Garantizar edificaciones educativas amigables, seguras, equipadas y mantenidas, en


consonancia con el modelo educativo a que aspira nuestro país.

El Noveno: Desarrollar un sistema de evaluación de la calidad educativa comprehensivo y


periódico, así como una estructura de supervisión que brinde acompañamiento continuo a las
instituciones educativas.

El Décimo: Reconfigurar la organización y funcionamiento del Ministerio del Poder Popular para la
Educación, de cara a una gestión eficiente y transparente.
5 LÍNEAS DE ACCIÓN PARA EL FORTALECIMIENTO DEL SISTEMA EDUCATIVO NACIONAL

Como primer punto, la Comunidad Escolar, busca consolidar la unión entre padres y
representantes, maestros, personal obrero, administrativo, madres procesadoras, vecinos, entre
otros a fin de unir esfuerzos y potenciar el Movimiento Bolivariano de las familias y todo lo
concerniente a la educación.

En un segundo punto el Proceso de Calidad Educativa, que fortalece la pedagogía, mejora los
contenidos y le da un uso eficiente a las herramientas educativas, que entrega el Gobierno
Nacional como lo es: la Colección Bicentenario y las computadoras Canaimas.

Revolución Productiva, concientizar a los estudiantes del papel fundamental que posee la
producción Nacional, además fortalece la tarea productiva mediante la multiplicación de los
conucos escolares en escuelas y liceos.
Foto: Prensa Presidencial / Efraín González.Foto: Prensa Presidencial / Efraín González.

Por otro lado, la Revolución Cultural y Tecnológica, que apoya en las herramientas tecnológicas
existentes (tabletas, Canaimas, Centro Bolivariano de Informática, teléfonos inteligentes, WiFi).
Por último el Deporte y Salud, garantizandoun buen desarrollo físico y estimular la formación de la
Generación de Oro venezolana.

El Presidente reflejo que tiene una gran aspiración “este año 2016-2017 quiero que sea el mejor
año escolar de la historia, con la inclusión de nuevos estudiantes, calidad de formación de la vida
educativa del país y de la Revolución Bolivariana”.

El Presidente reiteró que las líneas estratégica e histórica han sido las mismas, se debe tener una
capacidad dialéctica para ir adaptando el pensamiento, “la Revolución que permite que su teoría,
su pensamiento, su palabra y su acción se detenga, es retrograda”.

Maduro manifestó que “la Revolución está hecha para avanzar, sólo de esa manera debe llamarse
Revolución”.

VENEZUELA/ MPPE: ORIENTACIONES METODOLÓGICAS PARA EL IMPULSO DE LOS GRUPOS


ESTABLES DE DEBATE PEDAGÓGICO

Mayo 7, 2016NoticiasAmérica del Sur, Noticia, Venezuela

Fuente: MPPE / 7 de mayo de 2016

INTRODUCCIÓN
La consulta nacional por la calidad educativa realizada durante el año escolar 2014-2015, permitió
establecer diez banderas enmarcadas en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela
(CRBV), la Ley Orgánica de Educación (LOE) y el Plan de la Patria, convirtiéndose en un deber
indeclinable del Gobierno Revolucionario. A raíz de este mandato popular, estas diez banderas se
convierten en desafíos del Ministerio del Poder Popular para la Educación y en este momento
direccionan las políticas que se están llevando a cabo para profundizar en la educación bolivariana:
1) Garantizar Educación de calidad para todas y todos 2) Desarrollar una pedagogía del amor, el
ejemplo y la curiosidad 3) Fortalecer el papel de los maestros y las maestras como actores
fundamentales de la calidad educativa, 4) Promover un clima escolar caracterizado por la
convivencia y la paz 5) Garantizar un sistema de protección estudiantil 6) Lograr una estrecha
relación entre las familias, la escuela y la comunidad 7) Desarrollar un currículo nacional integrado
y actualizado 8) Garantizar edificaciones educativas sencillas, amigables, seguras 9) Desarrollar un
sistema de evaluación de la calidad educativa y fortalecer la supervisión educativa y 10)
Reconfigurar la organización y funcionamiento del Ministerio del Poder Popular para la Educación.

Aunque todas las banderas son fundamentales y están permanentemente vinculadas como un
todo, para el impulso de los grupos estables, queremos resaltar tres banderas:

Una pedagogía del amor, el ejemplo y la curiosidad en la cual todos los sectores consultados
manifestaron la necesidad de que la escuela brinde seguridad afectiva a los niños, las niñas,
adolescentes y jóvenes y que los maestros, las maestras y demás miembros y miembras del
personal sean testimonio de vida y se conviertan en referentes positivos, fomentando, a través del
ejemplo y la curiosidad, la pregunta, la investigación, el deseo y disfrute por el conocimiento, la
identidad y un aprendizaje de vida, en, por y para la vida y el ejercicio de la ciudadanía. Promover
un clima escolar caracterizado por la convivencia y la paz, las escuelas como territorios
democráticos y de paz, apuntando a que todos nuestros centros educativos sean lugares seguros y
profundamente democráticos, donde no existan prácticas de acoso, discriminación, castigos,
maltratos verbales o psicológicos ni hechos de violencia o ejercicios autoritarios. Un ambiente
escolar donde las normas y acuerdos de convivencia estén claras y construidas democrática,
participativa y protagónicamente; logrando una actitud positiva hacia el estudio, la solidaridad, el
fomento a la interculturalidad y el respeto y reconocimiento a la diferencia. Desarrollar un
currículo nacional integrado y actualizado, renovando programas, estrategias y dinámicas
pedagógicas, considerando de manera prioritaria la vinculación de la educación con el trabajo, la
continuidad e integración en todos los niveles y modalidades y la superación del fraccionamiento y
atomización del conocimiento y la separación entre el trabajo manual y el intelectual. En síntesis,
nuestras instituciones educativas, en todos los niveles y modalidades, deben ser espacios de
INCLUSIÓN EN EL GOCE Y EJERCICIO DE LOS DERECHOS, LA IGUALDAD EN CONDICIONES Y
OPORTUNIDADES Y DE JUSTICIA SOCIAL.

Los grupos estables como estrategia pedagógica y curricular permite repensar las lógicas rígidas
academicistas de lo que se concibe como currículo, acercando a estudiantes, docentes, obreros,
obreras, madres, padres, responsables, madres cocineras, padres cocineras, secretarias, en una
relación más rica en aprendizajes de vida, creatividad, innovación y convivencia. En este
documento se presentan reflexiones, principios, preceptos, premisas y orientaciones que permitan
el impulso de los grupos estables en nuestras instituciones educativas.

LA ESCUELA COMO REFERENTE SOCIAL Y CULTURAL DE LA SOCIEDAD

“La escuela no puede ser reflejo de la sociedad que tenemos, la escuela debe ser reflejo de la
sociedad que queremos”

Luís Beltrán Prieto Figueroa

Tomando como referencia las reflexiones del maestro Luis Beltrán, el cual fue uno de los más
grandes luchadores por la obligatoriedad de la educación del pueblo en tanto crea ciudadanía, así
como uno de los promotores de la importancia del Estado Docente como garante de esta
obligatoriedad, es necesario enfatizar en EL DEBER INDECLINABLE que tiene el Estado en la
formación integral de sus ciudadanos y ciudadanas (art. 102, CRBV). LAS ESCUELAS Y SUS
DOCENTES SON ESTADO, por lo tanto deben asumir, junto a las familias y la sociedad, este deber
indeclinable, es más, si la sociedad y las familias no están cumpliendo con el deber de la Educación
de sus niños, niñas, adolescentes y jóvenes como sujetos en formación, LAS ESCUELAS DEBEN SER
REFERENTES DE ESTA FORMACIÓN. Por ejemplo, si unas familias se caracterizan por un clima
agresivo, de desprecio y abandono de sus hijos e hijas y de violencia verbal y física; estos niños y
niñas, adolescentes y jóvenes, deben encontrar en la escuela un espacio de convivencia, de
solidaridad, de amor, reconocimiento y respeto, es decir, que las experiencias de vida que tengan
en la escuela sean distintas, que experimenten que el mundo puede ser completamente diferente
al que viven en estas familias. Los maestros y las maestras no pueden tener ni indiferencia ni
indolencia ante estas situaciones, sino que, al contrario, DEBEN HACER LA DIFERENCIA para que
nuestros niños, niñas, adolescentes y jóvenes encuentren en la escuela UN ESPACIO DE
REFERENCIA SOCIAL Y CULTURAL para crear desde nuestras instituciones educativas: ciudadanía,
cultura de convivencia, solidaridad, bien común y compromiso social, respeto a la vida y al
ambiente; amor y estima a sí mismos, a sí mismas y a los y las demás; valoración y disfrute por la
vida y por el aprendizaje; respeto al trabajo en colectivo, al ejercicio de una comunicación
permanente y una escuela como referente social y político de democracia participativa y
protagónica y de construcción colectiva. Por otro lado, si nuestros niños, niñas, adolescentes y
jóvenes viven en hogares de mucho amor, respeto y comunicación, deben encontrar en la escuela
la continuidad, la coherencia y la complementariedad para su formación integral.

Los adultos y las adultas de nuestras escuelas no pueden permitir que éstas se conviertan en
espacios de egoísmo, indiferencia, intolerancia, individualismo, de pugnas personales, de desidia y
estropicio, del “sálvese quien pueda”, de violencia verbal y física, de indolencia y discriminación,
sino que, al contrario, la escuela emane hacia la sociedad, alternativas societarias de convivencia
en familia y en comunidad. Es así como, se hace necesario promover estrategias que propicien
vivencias para crear las condiciones de aprendizaje desde el aprender a aprender, aprender
haciendo, aprender en colectivo y aprender conviviendo. No puede aprenderse a participar sino es
participando, a convivir sino es conviviendo. Para prefigurar una sociedad justa y amante de la paz,
necesitamos una escuela justa y amante la paz en todas sus dimensiones: en la clase, los recesos,
la organización, las rutinas, así como en las relaciones entre estudiantes y docentes, entre
docentes, con el personal directivo, con las familias y la comunidad. Que la escuela sea un lugar
agradable y tranquilo, donde los y las estudiantes se sientan cómodos y queridos, donde aprendan
valores para la vida.

REFERENTES ÉTICOS Y PROCESOS FUNDAMENTALES:

EL CURRÍCULO ES TODO
Todo aquello que la institución educativa planifica, organiza, crea y vive para la formación integral
de sus estudiantes, es currículo. El currículo abarca mucho más que los planes de estudio y los
programas de las unidades curriculares. Están involucrados los propósitos, conceptos y enfoques
de la educación, las maneras de entender y valorar las prácticas educativas, los materiales y
recursos para los aprendizajes, las relaciones, actitudes y las experiencias vividas entre los
distintos actores y actoras escolares, la formación y las condiciones de trabajo de las y los
docentes, la organización de la escuela, el clima escolar, la organización de las rutinas de trabajo
dentro de los planteles según las distintas intencionalidades pedagógicas, sus relaciones con la
comunidad, las propias condiciones físicas de la escuela e inclusive el consejo que un buen
docente pudiese dar. Es necesario partir de que los contenidos van más allá de las disciplinas o
áreas de formación, e inclusive, en el proceso de transformación curricular, es necesario superar el
enfoque que reduce el currículo a contenidos de la malla curricular dejando saberes y experiencias
esenciales como actividades complementarias o extracurriculares.

A partir de estos planteamientos y reflexiones iniciales, se proponen REFERENTES ÉTICOS y


PROCESOS INDISPENSABLES como la esencia del currículo y de los cuales se derivan el resto de los
contenidos a abordar con un enfoque humanístico, integral y ecológico tal como lo plantea el plan
de la patria 2013-2019.

A partir de estos procesos indispensables, los y las docentes planifican y organizan de manera
consciente y según sus propósitos pedagógicos QUÉ, POR QUÉ, PARA QUÉ, CÓMO Y CON QUIÉNES
van a desarrollar los distintos contenidos. Dada la importancia de crear las condiciones para esta
nueva cultura de planificación que rompe con la vieja lógica y método de que los y las docentes
solo “ejecutan tal cual lo que está plasmado en el plan de estudio”, estaremos enfatizando e
insistiendo en torno a esto con la finalidad de crear esta nueva cultura de planificación que
promueva y fortalezca la soberanía cognitiva de nuestros y nuestras docentes.

Aprender desde las experiencias de vida, desde lo práctico, lo genuino, lo honesto, apunta a que
las y los estudiantes tengan en la escuela la oportunidad de estar inmersos en los principios y
valores, a que tengan la oportunidad de experimentarlos, de vivirlos y reflexionar sobre ellos. Se
trata más, por ejemplo, de vivir y aprender en un ambiente de respeto y aceptación mutua, que de
dar una clase o impartir una lección sobre el respeto y la aceptación mutua. Dicho de otra manera,
que los principios y referentes de vida sean integrados como experiencias indispensables que
contribuyan a la construcción reflexiva de un sistema de valores asumido como guía para la acción
en las diversas facetas de la vida.

En este sentido, los referentes éticos y procesos indispensables abarcan todos los aspectos de la
vida del plantel, deben estar integrados a la organización y el funcionamiento, a la forma en que se
trabajan las áreas, a las rutinas, a las actividades comunes y a las relaciones entre todos y todas los
que participan en la vida escolar: docentes, directivos, estudiantes, trabajadores y trabajadoras
administrativos y obreros, familias, comunidad. Se integran como dimensiones permanentes,
prolongadas en el tiempo, es decir, no es que a veces seamos solidarios o que esta semana
apreciaremos la diversidad humana, sino que la cultura escolar esté impregnada de práctica
solidaria y de aprecio a la diversidad humana. Todos los centros educativos de todos los niveles y
modalidades deben preguntarse continuamente si las actividades escolares son o no (o hasta qué
punto son), coherentes con los referentes éticos y los procesos indispensables. Por último, deben
estar presentes en todas las áreas de formación, EN LOS GRUPOS ESTABLES, en los proyectos de
aprendizaje y en el Proyecto Educativo Comunitario Integral. Son transversales a todo el currículo.

Hemos enfatizado en la importancia de que nuestras instituciones educativas en todos los niveles
y modalidades SE CONVIERTAN EN REFERENTES DE LA SOCIEDAD. Es por esto que queremos
resaltar los procesos indispensables que se deben vivir en nuestras escuelas y que son
COMPONENTES CURRICULARES NECESARIOS para la transformación de la cultura escolar. Vivirlos,
ejercitarlos en el día a día para garantizar una ética distinta en las relaciones humanas y en la vida
colectiva. Para la selección de los referentes éticos y procesos indispensables, tomamos como
base los principios constitucionales (la prefiguración de la sociedad que queremos ser),
enfatizando los elementos educativos implícitos en ellos:

Educar con, por y para todas y todos

Educar en, por y para la ciudadanía participativa y protagónica

Educar en, por y para el amor a la Patria, la soberanía y la autodeterminación


Educar en, por y para el amor, el respeto y la afirmación de la condición humana

Educar en, por y para la interculturalidad y la valoración de la diversidad

Educar en, por y para el trabajo productivo y la transformación social

Educar en, por y para la preservación de la vida en el planeta

Educar en, por y para la libertad y una visión crítica del mundo

Educar en, por y para la curiosidad y la investigación

LOS GRUPOS ESTABLES

Orientaciones metodológicas para su impulso

“Al niño se le educa según su genio, su inclinación, su temperamento”

Simón Bolívar”

En el marco del aprender a aprender, aprender haciendo, aprender a ser, aprender a convivir y el
disfrute del ser a plenitud, se plantea como estrategia la creación de GRUPOS ESTABLES en
nuestras instituciones educativas.

Los grupos estables están dirigidos al trabajo por grupos de interés, independientemente de la
sección y el año que se curse y variarán conforme a las características de la localidad. Cada
estudiante seleccionará los grupos estables en que participará. Los distintos grupos estables de los
centros educativos se pueden organizar según las distintas áreas de formación e inclinaciones de
nuestros y nuestras estudiantes:
Áreas de formación:

A continuación se presentan las áreas de formación relacionadas directamente con la práctica y


vivencias en las que los y las estudiantes amplían todas sus capacidades e inclinaciones. El
desarrollo de las potencialidades humanas es un proceso abierto, no tiene límites y este proceso
se potencia haciendo más que contemplando o escuchando las explicaciones de un profesor.
Supone entonces la creación de un conjunto de experiencias, aprendizajes, acciones, situaciones
educativas que permitan el desarrollo de estas potencialidades, en un proceso de ejercicio de
nuestras capacidades.

Arte y patrimonio: grupos estables de cultura: Danza, Canto, Teatro, Estudiantinas, Artes plásticas,
tejidos, cerámica, murales, entre otras.

Deportes y recreación: Futbolito, taekwondo, basquetbol, voleibol, béisbol, softbol, juegos


cooperativos, recreación, entre otros.

Acción científica, social y comunitaria: sociedad bolivariana, robótica, centro de ciencias,


promoción cultural, promoción deportiva, promoción en salud, BRIGADISTAS INTEGRALES
COMUNITARIOS. entre otros.

Participación en producción de bienes y servicios: Agroecología, tecnología popular, dibujo,


microempresa, contabilidad, herrería, carpintería, protocolo, informática, entre otros.
Se organizan por áreas de formación con la finalidad de agrupar según las inclinaciones, intereses,
necesidades de aprendizaje de los y las estudiantes. Cada institución educativa brinda los grupos
estables que puede ofrecer según los perfiles de los coordinadores y las coordinadoras de los
mismos, según las potencialidades y prácticas del contexto, los recursos con que se cuenta en el
circuito educativo y la capacidad de los y las participantes para organizarse en el logro de sus
propósitos y objetivos (es parte del currículo).

Los criterios más importantes que queremos resaltar en la conformación de los grupos estables
son:

OCUPAR LA MENTE: En los grupos estables los y las estudiantes aprenden. Debemos hacer
esfuerzos para desmontar la creencia de que solo con pizarra y marcador el o la estudiante está
aprendiendo. Cuando los y las estudiantes participan en teatro, danza, futbolito, sociedad
bolivariana,robótica, recreación, entre otros, está incorporado a un proceso rico en aprendizaje.
Nuestros salones de clase están cargados de una cultura del claustro que nuestros y nuestras
estudiantes están ya rechazando. No disfrutan con largos dictados, aprendizaje memorístico,
libresco y sin pertinencia (cognitiva, afectiva, sociocultural) y muchas veces “no le ven el queso a la
tostada ya que no le encuentran aplicación de lo que estudian con la realidad. Los grupos estables
se convierten en una oportunidad de ocupar la mente desde otro enfoque, otra lógica y otros
métodos, asumiendo que los conocimientos no se riñen con lo práctico, superando la separación
entre el trabajo manual y el trabajo intelectual. En cualquier grupo estable nuestros y nuestras
estudiantes ejercitan la lectura y la escritura, aprendiéndola de verdad desde la práctica con
sentido y motivadora, aprender la matemática desde su uso para resolver una situación específica
en el montaje de una obra de teatro o el estudio de una partitura musical, investigan, aplican y
producen.

OCUPAR LAS MANOS: Aprender haciendo. Desde el trabajo práctico, desde la ejercitación, el
ensayo y la puesta en práctica de sus aprendizajes. En el academicismo y estudio teórico
característico del enfoque de escuela heredado, nuestros y nuestras estudiantes NO CONCRETAN.
Por ejemplo, el profesor o la profesora “cubrió un contenido”, porque le “tocaba darlo”, los y las
estudiantes lo estudiaron “porque va para el examen y tiene nota”, pero al final, muchas veces no
se aprendió. Es importante resaltar que a través de los grupos estables se espera que cada
estudiante participe de manera activa en las actividades y realmente las haga, las practique, las
aprenda y las concrete. Por ejemplo, un grupo de teatro ensaya, organiza y presenta una obra de
teatro.
OCUPAR EL CORAZÓN: Con amor todo, sin amor nada. Que cada estudiante se incorpore a un
grupo estable donde disfrute, viva a plenitud lo que está haciendo. Por eso el énfasis en que se
organizan los grupos estables por grupos de interés. Que esté a gusto, no obligado. Que se
involucre con buena voluntad, compromiso y buena disposición. Debemos estar atentos a brindar
una variedad de grupos estables y crear las condiciones para que todos y todas participen
poniéndole corazón a lo que hacen.

CONVIVIR: Aprender en colectivo, aprender conviviendo. Cada grupo estable que se brinda debe
promover, propiciar y practicar la convivencia, la solidaridad, el trabajo cooperativo, el apoyo
mutuo, la complementariedad, la colaboración y la aceptación mutua. Superar el individualismo, la
intolerancia, la competencia entre unos y unas y otros y otras. LAS CREACIONES HUMANAS NO SE
COMPITEN, SE COMPARTEN. Promover, propiciar, favorecer y fortalecer espacios para el
encuentro, el compartir, la construcción colectiva, el intercambio y el aprendizaje mutuo desde el
respeto y reconocimiento de la diversidad y de las diferencias.

Si en una escuela se abre un grupo estable donde no se ocupe la mente y/o no se ocupen las
manos y/o no se ocupe el corazón y/o no se conviva, NO ES UN GRUPO ESTABLE. Todos y todas
debemos ser garantes, en el marco de los referentes éticos y procesois fundamentales, de que
estos criterios se cumplan.

QUEREMOS ENFATIZAR:

Históricamente ha prevalecido como característica en el sistema educativo, la división social del


trabajo con su intencionalidad relacionada a las relaciones de producción capitalista y a su vez,
una característica propia de esta división social del trabajo en la separación entre el trabajo
intelectual y del trabajo manual. Este “intelectualismo” ha creado en nuestra cultura escolar,
menosprecio y hasta mutilación del trabajo manual, traducido en la práctica en relaciones tales
como, docentes que expresan “yo no barro el salón, mi título no dice barrendero”, Mamás que
reclaman “Yo mando a mi hijo a la escuela a estudiar, no a sembrar”. Continuando con estas
ilustraciones, por ejemplo en un salón se despega la tapa de una mesa- silla y el o la estudiante
pasa el año con la mesa-silla dañada hasta que deciden desincorporarla y pasa a formar parte
del “cementerio de mesas-sillas sin doliente”. ¿Es currículo haber reparado la mesa–silla?,
¿Enseñar desidia es parte del currículo?, ¿De quién es la responsabilidad de repararla?.
Seguramente, la Profesora o el profesor dijo “mi título no dice herrero”, el obrero dijo “no me
corresponde esa área” y así sucesivamente se la fueron “peloteando”. Qué distinto hubiese sido
que en el mismo momento en que se desprendió la tabla, el o la docente conjuntamente con su
estudiante y la asesoría de un obrero o representante, se repara la mesa-silla dañada y el o la
estudiante aprende a utilizar sus manos y a vivir en no desidia, recuperando la esencia intelectual-
manual de la Educación, el trabajo cooperativo, el valor del cuidado, la laboriosidad y la buena
voluntad para hacer las cosas.

El modelo del claustro con su rigidez y su estructura estática en la cual se designan horas, años,
secciones, salones, programas, contenidos, y en el cual encajonan a docentes y estudiantes a
ejecutar (docente) y a rendir (estudiante), deriva, la mayoría de las veces en detrimento de la
iniciativa, la creatividad, la innovación. Se desvalorizan las labores cotidianas sin enseñar
elementos esenciales para la vida, la separación entre las actividades manuales y las actividades
intelectuales generan a su vez la separación entre profesor- estudiante, docente- personal obrero
y administrativo, docente- mamá, separación entre lo que hacemos en la escuela y lo que es el
deber en nuestras comunidades, entre los que “piensan” la educación y los que la llevan a la
práctica (legitimando las estructuras jerárquicas propias de la división social del trabajo). El
profesor cubano Pedro Sotolongo en el año 2008, señalaba en un encuentro internacional sobre
complejidad…“En nuestras escuelas no hay espacio para la creatividad ni la libertad de innovar ya
que permanentemente nuestra labor está signada por la cultura escolar de rutina, repetición,
consumismo intelectual, autoritarismo, competencia, el individualismo, entre otros”.

EN LOS GRUPOS ESTABLES SE ESPERA QUE HAGAMOS LOS MAYORES ESFUERZOS POR SUPERAR
ESTA CULTURA ESCOLAR HEREDADA, potenciando todas las capacidades humanas de pensar,
sentir, hacer, disfrutar, convivir, expresarse, construir, crear, participar, es decir, vivir a plenitud.
Asimismo, la creación y constitución de los grupos estables deben reivindicar la Identidad en sus
diferentes ámbitos: local, parroquial, municipal, regional y nacional, considerando los acervos con
que cuenta la comunidad bajo los principios de no exclusión, democratización, la Interculturalidad
y la Horizontalidad; debemos pensar en horarios funcionales y flexibles así como también en EL
CIRCUITO EDUCATIVO, si tienen un teatro, una plaza, pensar en el vecindario, escenarios, patios,
entre otros, destinado al desarrollo de actividades que fortalezcan la formación integral y
participación de niños, niñas, adolescentes, jóvenes, adultas y adultos, propiciando el encuentro
comunitario. De igual manera caracterizar y reconocer lo local como fuente principal del
conocimiento del pueblo como generador de cultura, que promueva la participación, que
potencien el desarrollo endógeno, agricultura sana, preservación del ambiente, que reconozca las
múltiples experiencias participativas, que sirva como espacio para las diversas voces comunitarias
(salud…), expresen una visión integral de la cultura, las artes y las diversas manifestaciones que
expresan una práctica cooperativa, proporcione el encuentro para la socialización, contribuya a
difundir las experiencias comunitarias, contribuya a la organización y a la formación de grupos
para el trabajo cultural, que promueva espacios formativos y organizativos para los niños, las
niñas, los y las adolescentes y jóvenes.

Los grupos estables deben considerar los ámbitos territoriales del circuito educativo, de la
Comuna, la parroquia, el municipio, donde los niños, las niñas, adolescentes y jóvenes se
fortalezcan desde sus iniciativas y retomando sus legados culturales, deportivos, de vocación
científica, tecnológica, agrícola y artística cultural. Apoyarse y valorar a los cultores y las cultoras
que han contribuido a fortalecer el arraigo en las comunidades, los maestros y las maestras
pueblo, personas comprometidas con prácticas inclusivas, líderes comunitarios que favorezcan el
ejercicio de la práctica democrática en la participación, personas que han organizado proyectos
comunitarios integrales y los y las integrantes de las diversas misiones educativas: Robinson, Ribas,
Sucre, Cultura; así como fortalecer los grupos estables en las bases de misiones, consejos
comunales y comunas.

Los grupos estables permiten contextualizar el currículo desde prácticas educativas sencillas y
cotidianas. Son establecidos por el colectivo escolar y surgen de la indagación de los saberes que
tienen los distintos participantes en el hecho educativo escolar y comunitario, por lo tanto esos
saberes y conocimientos se organizan en actividades precisas para ser legadas a los y las
estudiantes y comunidades. Es así como:

El centro educativo se configura de otra forma, dando paso a otra visión de escuela, donde los
intercambios de saberes se hacen de manera práctica.

Mayor flexibilidad en la manera como se conciben cuadraturas, horarios, “clases”. Una nueva
manera de concebir y hacer escuela.

Los grupos estables deben ser espacios donde todos y todas los actores del hecho educativo y
comunitario se sientan bien trabajándolos.
Los GRUPOS ESTABLES no son clubes, no son charlas, no son extracátedra, no son actividades
complementarias o extracurriculares. No son notas ni puntajes para salir mejor en una asignatura.

Los GRUPOS ESTABLES no están sujetos a planificaciones por aula, matrícula o secciones. No se le
puede obligar a ninguna persona a participar en un eje curricular que no desee. Cada estudiante
está donde le interesa y cada docente hace lo que le gusta. Eso sí, todo lo bueno y útil de un
conocimiento práctico es lo que buscamos y ajustado a la LOE.

Todos los y las estudiantes deben participar en algún grupo estable.

Los grupos estables deben garantizar todos los referentes éticos y procesos indispensables.

Los grupos estables no son para excluir ni para generar desigualdades, injusticias ni
discriminaciones. Metiendo a un estudiante en un grupo estable en el que no desea participar es
tan excluyente, desigual, injusto y discriminatorio como dejarlo por fuera en un grupo estable en
el que desea participar.

Estas orientaciones persiguen unificar criterios sobre los aspectos más necesarios en cada
colectivo, unificar enfoques y hacer un consenso de las metodologías más adecuadas, para que
sean abordados por los colectivos de manera conjunta y conseguir así mayor COHERENCIA,
COHESIÓN Y PERTINENCIA que impacte realmente en la formación integral de niños, niñas,
adolescentes y jóvenes en el abordaje de los VALORES, sobre todo con énfasis en la IDENTIDAD Y
LA CONVIVENCIA.

Los grupos estables permiten también una cultura escolar más organizada. Alrededor de la
planificación, por ejemplo, de grillas culturales y deportivas, eventos especiales en el marco de
efemérides importantes, aniversario de la escuela, resaltar el epónimo, entre otras. Una cultura
escolar que VALORE LO PEDAGÓGICO, CULTURAL Y FORMATIVO DE MANERA PERMANENTE, Todo
lo que se hace en la escuela debe ser formativo, tomando como piso los referentes teórico
prácticos. Los actos, eventos, actividades son oportunidades de identidad, amor por la patria,
valores de convivencia y metodologías para el trabajo en colectivo, la organización y la
comunicación. Se presenta como orientaciones para organizar la práctica de la escuela, que
serviría para hacer más eficiente el ejercicio de la educación en valores que nuestra sociedad
actual requiere; ya que uno de sus fines es retomar el rol social del maestro y la maestra, de la
escuela como centro del quehacer comunitario y la comunidad como centro del quehacer
educativo, al facilitar espacios de trabajo desde los colectivos bajo la conducción de los y las
docentes con el rol de líderes naturales, para la formación del ser humano integral y para producir
la transformación social, ética y moral que la patria y Latinoamérica necesita, ya que se
fundamenta y persigue, retomar y perpetuar los valores de la identidad de los pueblos, y revertir
los valores materialistas en el tener y no en el ser, que consiguen en la enajenación y en el
hedonismo de los medios una fuerza que aparta a los ciudadanos y las ciudadanas de la
preparación en el saber, hacer y convivir, por una forma de “sobrevivir” en el poder del
mercantilismo. Es necesario entonces fortalecer en el subsistema de Educación Básica los valores
humanistas de la convivencia, y que motiven al aprendizaje, como: el respeto, la cooperación, la
salud, la autoestima, el bien común, el compartir, entre otros.

Organización:

Toda persona que desee coordinar un grupo estable debe tener perfil para ello. Es decir, si va a
enseñar cuatro debe saber tocar cuatro, si abrió un equipo de futbolito, debe saber enseñarlo y
jugarlo. Pueden coordinar grupos estables, docentes, personal obrero, administrativo, madres
cocineras, padres cocineros, personas de la comunidad, cultores, cultoras e inclusive estudiantes,
SIEMPRE Y CUANDO TENGAN EL PERFIL EN CUANTO AL GRUPO ESTABLE QUE BRINDA Y DE CÓMO
ENSEÑAR Y ORGANIZAR.

Los horarios para implementar los grupos estables pueden ser flexibles y deben ser concensuados,
ya que para poder inscribir a los y las estudiantes por grupos de interés, deben poderse desarrollar
de manera simultánea (sábado, toda una mañana, quincenal, todas las tardes). El horario
dependerá de si es una institución educativa de turno integral o de medio turno. Si se realizan los
sábados, no se debe imponer, debe ser un acuerdo colectivo de las y los participantes de los
grupos estables y de las grillas que se organicen.

Los y las especialistas de cultura y de deporte pueden organizar los distintos grupos estables.
Coordinar que se lleven a cabo de manera bien informada, organizada y participativa. LOS GRUPOS
ESTABLES DEBEN SER UNA OPORTUNIDAD PARA EL DISFRUTE, LA BUENA VOLUNTAD, ACTITUD
PARTICIPATIVA Y CON BUENA DISPOSICIÓN. Evitar choques, conflictos, enfrentamienrtos, sino que
al contrario, se convierta en una tremenda oportunidad de trabajo colectivo en la organización
escolar.

LAS INSTITUCIONES EDUCATIVAS DEBEN HACER ESFUERZOS FORMATIVOS, INVESTIGATIVOS,


ORGANIZATIVOS Y COMUNICACIONALES PARA INVOLUCRAR A LA COMUNIDAD DE CADA CIRCUITO
EDUCATIVO EN EL DESARROLLO DE LOS GRUPOS ESTABLES. Apoyarse con las potencialidades de
todas las escuelas y otros espacios (incluyendo bases de misiones y grandes bases de misiones, los
gimnasios verticales.

PARA LA REFLEXIÓN
La crisis de lo que hoy conocemos como escuela se acentúa en la medida en que mantengamos de
manera rígida, inflexible y estática las viejas lógicas de lo que creemos que es enseñar, el culto a la
nota como la razón de ser de la escuela o el cumplimiento de dar (cubrir) unos contenidos. Vamos
a asumir la estrategia de la creación de los grupos estables en nuestras instituciones educativas,
como una gran oportunidad de darle un vuelco a esta escuela y generar con honestidad,
transparencia, respeto, identidad, arraigo, participación y sobre todo amor y convivencia, una
nueva forma de ser y hacer escuela.

¡Un mundo mejor es posible si juntos y juntas lo hacemos posible!

BRINDAR APRENDIZAJES DESDE LA PEDAGOGÍA DEL AMOR, LA PREGUNTA Y EL EJEMPLO: RETOS


DE LAS MAESTR@S

POR: MARTA SANCHEZ | SÁBADO, 28/02/2015 12:31 PM | VERSIÓN PARA IMPRIMIR

En este momento histórico que vive la educación venezolana, es necesario promover la reflexión
como proceso en el cual cada uno de nosotros nos autoevaluamos de acuerdo con los indicadores
cualitativos que hayamos definido, tenemos que realizar un ejercicio para mirar, revisar y
reencontrarnos con ese ser interno que somos, pero que muchas veces nos empeñamos en
ocultar, porque los resultados de la Consulta Nacional por la Calidad Educativa (2014), develan la
necesidad que tenemos como maestras y maestros de redimensionar, reconceptualizar y dignificar
nuestra labor docente.

En este sentido, es imperativo que precisemos nuestro proyecto de vida, definamos una visión y
determinemos un objetivo bien definido, para ello debemos realizar una mirada respetuosa hacia
nosotros mismos desde la "pedagogía de la interioridad", es insoslayable que apliquemos esta
pedagogía para mirar nuestro interior y analizar la triple dimensión que nos caracteriza como seres
humanos (cuerpo, psiquismo y espíritu). Se requiere cultivar nuestra inteligencia emocional y
espiritual, como eje dinamizador para que como personas adultas aprendamos a vivir desde lo
mejor de nosotros mismos, desarrollemos acciones que nos ayuden a reconocer, valorar y
gestionar nuestro propio mundo interior y logremos convivir en la sociedad como ejemplo de vida
que refleja amor, paz, felicidad, libertad, plenitud, unidad, compromiso, entre otros. Es necesario
comprender que debemos realizar procesos reflexivos que nos permita determinar hasta dónde
hemos llegado en nuestra función docente, porque no podemos acompañar las y los estudiantes
más lejos de donde nosotros mismos hemos llegado.

Es pertinente señalar que los resultados de la Consulta Nacional por la Calidad Educativa
demuestran que "Los estudiantes anhelan que se les convoque al aprendizaje de forma amorosa,
que sus horas de clase sean de descubrimiento del sentido de la vida, de estímulo a la curiosidad,
de comprensión de los problemas y desafíos de la realidad local y global de una manera sencilla sin
perder profundidad". Es propicio plantear la siguiente interrogante ¿Cómo es mi manera de
actuación docente? ¿Soy una maestra o maestro amoroso? Esto nos lleva a la necesidad revisar
nuestra esfera afectiva, porque para dar amor primero debemos amarnos a nosotros mismos. Es
imprescindible revisar la concepción que tenemos sobre la profesión docente, porque para actuar
amorosamente debemos amar lo que hacemos; es fundamental redimensionar la pedagogía
tradicional desde la pedagogía del amor, porque el aprendizaje significativo, pertinente y
perdurable se logra con amor, cariño y ternura.

Para transformar nuestra manera de actuación y convertirnos en maestras o maestros amorosos,


debemos identificar los componentes que caracterizan la pedagogía del amor, entre los que
destacan: la afectividad, la alegría, la espiritualidad, la tolerancia, la motivación, el asombro, la
expresividad... Debemos impregnarnos de estos componentes de manera consciente e
intencionada, porque sólo así podemos planificar, organizar y desarrollar el proceso educativo con
estrategias que den atención a todas las esferas de personalidad de las y los estudiantes, con la
finalidad de lograr una formación integral que aporte a la sociedad ciudadanas y ciudadanos
felices, amorosos, solidarios... es decir buenas personas.

También, los resultados de la Consulta Nacional por la Calidad Educativa revelan que "Las familias
manifestaron la necesidad de que sus hijos se formen para tener una mente abierta, perspicaz,
capaz de resolver problemas en la vida, atenta y los docentes aseguran que una pedagogía de la
pregunta podría ayudar a incentivar la inteligencia." Para poder dar respuesta esta exigencia en
imprescindible que nos hagamos la siguiente pregunta ¿Las maestras y los maestros hacemos uso
y posibilitamos preguntas que desestabilicen el propio conocimiento, y que a su vez propicien la
curiosidad, la indagación, la creatividad y la libertad cuestionadora en las y los estudiantes?

Desde la perspectiva planteada, es necesario que seamos conscientes que muchas veces
contestamos preguntas que las y los estudiantes no han hecho, o respondemos con otra pregunta.
Por consiguiente, para que el estudiante aprenda desde la curiosidad, las maestras y los maestros
debemos apropiarnos de la pedagogía de la pregunta vinculada a la pedagogía de la respuesta; es
fundamental potenciar nuestras habilidades para presentar preguntas pedagógicas y propiciar que
las y los estudiantes generen preguntas que favorezcan el aprendizaje significativo, pertinente y
perdurable.

Es elemental que comprendamos que cuando las y los estudiantes preguntan tienen una
motivación resultante de la curiosidad, en este sentido, la pregunta pedagógica es el recurso que
ellos utilizan cuando se asombran, se sorprenden o se maravillan ante situaciones que
experimentan directamente. Para apropiarnos de la pedagogía de la pregunta vinculada a la
pedagogía de la respuesta, se requiere que las maestras y los maestros nos movamos de nuestra
zona de confort y aceptamos los retos pedagógicos que implican cambios en la mentalidad y en
nuestra manera de actuación docente.

Asimismo, los resultados de la Consulta Nacional por la Calidad Educativa develan que "Los y las
estudiantes y las familias desean que los maestros y demás trabajadores de la escuela sean
testimonio de vida para sus hijos e hijas y que sus orientaciones se acompañen con los discursos
de manera coherente." La sociedad aspira que tengamos una influencia positiva en las y los
estudiantes, es momento oportuno de hacernos la siguiente pregunta. ¿Realmente las maestras y
maestros somos testimonios de vida para las y los estudiantes? ¿Cómo convertirnos en testimonio
de vida?¿Cuáles serían las huellas de una maestra o maestro que es testimonio de vida? Ser
testimonio de vida conlleva a desarrollar que el ejercicio de la docencia tenga muchos alcances,
que pueden traducirse en logros, huellas, modelaje, marcas profundas, entre otros. La
ejemplaridad edifica el rol docente, debemos ser maestras y maestros que inspiremos a nuestros
estudiantes, docentes, padres, madres, en fin a la sociedad en general. Es relevante acotar, que
como seres humanos cometemos errores y la sociedad nos perdona, pero como maestras y
maestros debemos cuidar nuestra imagen; como responsables del proceso de formación, tenemos
que reflejar lo que queremos lograr en las y los estudiantes.

Debemos superar la desvinculación que hay entre la palabra y la acción, ser fieles a nuestros
principios y actuar con ética profesional. Para ser maestras o maestros ejemplares debemos
valorar la labor docente como vía de autorrealización, reflejar en nuestras acciones amor, paz,
armonía, cooperación, solidaridad, compañerismo, tolerancia, sensibilidad, responsabilidad,
puntualidad, alegría… Es necesario eliminar las actitudes que propician conflictos y violencia entre
los colectivos educativos, solo así las maestras y maestros podemos lograr que nuestro legado
(nuestro ejemplo de vida) se manifieste de manera significativa en nuestros estudiantes.

De acuerdo con la responsabilidad que tenemos las maestras y los maestros para brindar a las y
los estudiantes aprendizajes desde la pedagogía del amor, la pregunta y el ejemplo, considero que
es el momento de asumir desde nuestros intereses profesionales, la motivación intrínseca y el
compromiso social, procesos de investigación, autoformación y formación que nos ayuden a
mejorar nuestras potencialidades y habilidades creativas, para generar procesos educativos de
acuerdo con las exigencias de la sociedad venezolana.
Autora: Marta Elena Sánchez Martínez. Doctora en Ciencias Pedagógicas. Abogada. Responsable
de la Consulta Nacional por la Calidad Educativa Zona Educativa Barinas. Docente Universitaria.
Escritora de artículos educativos.

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