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en la infancia
(de 0 a 6 años).
Reflexiones y
propuestas prácticas
EDUCAR LAS
EMOCIONES EN
LA INFANCIA
(de 0 a 6 años)
REFLEXIONES Y PROPUESTAS
PRÁCTICAS
© Èlia López Cassà
© Wolters Kluwer España, S.A., 2011
C/ Collado Mediano, 9
28230 Las Rozas (Madrid)
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completa, exacta y actualizada.
PRÓLOGO ..................................................................................................... 11
1. Introducción ................................................................................................ 15
2. Contenido.................................................................................................... 16
3. Justificación ................................................................................................ 18
4. Las capacidades emocionales ..................................................................... 20
5. El desarrollo emocional de 0 a 6 años ........................................................ 26
6. Reflexiones y orientaciones prácticas ......................................................... 32
2.1. Acaríciame......................................................................................... 58
2.2. El rey de la paz ................................................................................. 60
2.3. Las cosquillas .................................................................................... 61
2.4. El balanceo ........................................................................................ 62
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Educación inclusiva: un modelo de futuro
2.5. ¡A bailar!............................................................................................ 64
2.6. El cojín .............................................................................................. 65
2.7. Masajes. ¡Qué bienestar! ................................................................... 66
2.8. Noticias .............................................................................................. 68
2.9. ¿Quién dijo miedo? ........................................................................... 69
4. Habilidades sociales.................................................................................... 85
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Índice
BIBLIOGRAFÍA............................................................................................. 123
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PRÓLOGO
Esta obra es fruto de un trabajo serio, responsable y reflexivo, y nos aporta una
serie de propuestas que nos ayudarán a realizar mejor nuestra tarea de educar.
Esta novedosa publicación nos aporta unos conocimientos que son fruto no sola-
mente de una reflexión teórica, que en sí ya sería importante, sino que surge de una
reflexión basada en la propia práctica reflexiva. El título que lleva la obra, Educar
las emociones en la infancia, nos muestra un aspecto que no siempre ha estado
presente en nuestras aulas: educar las emociones. Su importancia es primordial, ya
que es la base para construir los andamios necesarios para una correcta educación
integral. Las emociones y sentimientos en estas edades tempranas tienen un papel
fundamental, ya que ayudan a construir unos entornos afectivos que polinizan todo
lo que hay a su alrededor, de tal manera que las experiencias personales de los niños
se convierten en fuentes de aprendizaje y, sobre todo, dotan a los pequeños y peque-
ñas de unos recursos que les van a acompañar a lo largo de su vida.
Èlia ha sido capaz de plasmar en esta publicación todas y cada una de las expe-
riencias que ha vivido a lo largo de su vida profesional. Su generosidad y profesio-
nalidad la han conducido a compartir y socializar sus conocimientos, ofreciendo
no solamente una lista de actividades y ejercicios, sino unas propuestas prácticas
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Educación inclusiva: un modelo de futuro
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Capítulo I
Educación emocional en la infancia
1. INTRODUCCIÓN1
Por ello, pretendemos que esta publicación sea útil para todas aquellas personas
que trabajen con niños de la etapa de Educación Infantil, especialmente de las edades
comprendidas entre los 0 y 3 años, y que deseen educar desde la persona y desde la
educación emocional.
1. De acuerdo a la Real Academia Española (RAE), hemos optado por utilizar en el libro el genérico
niño/os para designar la clase, es decir, a todos los individuos de la especie sin distinción de sexo. Al
igual que con el genérico maestro/s. “Los desdoblamientos son artificiosos e innecesarios desde el pun-
to de vista lingüístico. Por tanto, deben evitarse estas repeticiones, que generan dificultades sintácticas
y de concordancia, y complican innecesariamente la redacción y lectura de los textos”, dice la RAE.
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Educar las emociones en la infancia
Animo a poner en práctica este manual y a que sea un punto de partida más para
favorecer la plena educación emocional en las vidas de los lectores y en las vidas
de los niños que estén relacionados con ellos.
2. CONTENIDO
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Educación emocional en la infancia
En otras obras de esta misma colección nos hemos referido a los conceptos bási-
cos de la educación emocional (Bisquerra, 2000); así como a los aspectos a tener en
cuenta en una intervención por programas en educación emocional, desde el análisis
de necesidades a la evaluación, pasando por el diseño y la evaluación del mismo (Ál-
varez y otros, 2001). También nos remitiremos a una de las primeras obras prácticas
con éxito que tienen en cuenta la Educación Infantil (López Cassà, 2003), Educa-
ción emocional. Programa para 3-6 años, de esta misma colección y editorial.
Esta obra es eminentemente práctica. Y por ello, aunque las propuestas se pre-
senten aisladamente deben contextualizarse en su aplicación práctica (ajustarse a las
necesidades que detectemos para favorecer un cambio) y han de reunir las caracte-
rísticas esenciales acordes a las edades de nuestros destinatarios.
Hay diversas formas para trabajar la educación emocional. Una de ellas es me-
diante la intervención por programas. Un programa es el plan de acción o actuación,
sistemática y organizada, al servicio de metas educativas que se consideran valiosas.
Por nuestra parte, propugnamos una intervención por programas, que es una estrate-
gia distinta a una intervención espontánea, sin perspectivas de continuidad. Por ello,
seguiremos este modelo para trabajar una correcta educación emocional.
Hemos agrupado las actividades en cinco grandes bloques, adaptando el nombre
de algunas de las cinco competencias emocionales expuestas por Bisquerra y Pérez
Escoda (2007): conciencia emocional, regulación emocional, autonomía emocional,
habilidades sociales y habilidades para la vida y el bienestar. Anteriormente, y en
otras publicaciones como Bisquerra (2000) y López Cassà (2003), reciben otra deno-
minación pero su esencia es la misma. En todo caso, hemos ajustado la terminología
para que sea coherente con el desarrollo evolutivo de los niños de 0 a 6 años de edad.
Por ello, en su correspondiente apartado se hablará de capacidades y competencias
emocionales.
Conviene señalar que no es necesario realizar todas las actividades que se presen-
tan en esta obra para considerar que se ha llevado a cabo el programa. Pueden selec-
cionarse y aplicarse las actividades que uno desee, en función de las necesidades o
intereses contextuales y/o personales.
Las actividades se han organizado en tres períodos: meses y primer año de vida;
de 2 a 3 años de edad; y de 3 a 6 años de edad. Queremos hacer hincapié en que las
edades que se exponen son orientativas y que no necesariamente deben cumplir con
las edades reales del niño. Por lo tanto, la información es orientativa y por ello para
aquellos niños comprendidos entre 1 y 2 años pueden seleccionarse las actividades
de meses y primer año de vida y las de 2 a 3 años de edad, sin olvidar que el adulto
tiene que respetar el nivel evolutivo y las necesidades reales del niño.
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Educar las emociones en la infancia
3. JUSTIFICACIÓN
2. E-mail: elialopez@ub.edu
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Educación emocional en la infancia
posible ante este cambio de centro y el apoyo emocional, tanto para ellos como
para sus familias.
• La niñez es una etapa en la cual el aprendizaje es importante para el resto de la
vida. La educación es el patrimonio que acompañará a la persona durante toda
su vida.
• El hogar no es un sitio de paso, que únicamente satisface necesidades básicas
propias de la supervivencia, como la alimentación o el sueño. Es un espacio
que debe posibilitar una convivencia real, para el aprendizaje y enriquecimien-
to emocional, para la armonía, el bienestar y la felicidad de todos.
• Educación familiar y escolar compartida. Tanto la familia como los maestros
deben educar a los niños para formar personas y para favorecer su desarrollo
integral. Educar no es tan sólo transmitir conocimientos, sino desarrollar habi-
lidades y actitudes que favorezcan el desarrollo y crecimiento de la persona.
• Escolarización precoz. La escolarización se inicia en edades muy tempranas,
lo cual supone una ruptura con los vínculos afectivos maternales y familiares,
temporalmente. El niño debe adaptarse a una nueva situación en la que se rela-
ciona con otras personas, en un nuevo entorno. En estas edades se desarrollan
situaciones en las que necesitan el absoluto apoyo emocional de las personas
que cuidan a lo más pequeños: control de esfínteres, gatear y caminar, su pri-
mera escolarización, la separación madre-hijo e hijo-madre, etc.
• Contemplar la educación emocional en la infancia significa apostar y contri-
buir por una calidad humana y de vida tan necesaria para contrarrestar el fuerte
incremento del consumo de antidepresivos. En nuestra sociedad actual hay
un abuso exagerado de ansiolíticos y fármacos para combatir la depresión y
ansiedad de las personas, sin que ello ayude al bienestar mental y físico.
• Los niños desde muy pequeños presencian a través de la televisión peleas y
violencia sin límite. Esto favorece una visión pesimista del mundo y de las
relaciones con los otros, modelando una forma antisocial de respuestas a los
conflictos.
• Desarrollo emocional. La etapa de 0 a 6 años es muy importante para el de-
sarrollo emocional. Es una edad en la que se hacen presentes los miedos y la
ansiedad debido a diversas causas, entre las cuales está la ausencia del adulto,
el descubrimiento del entorno y de sus iguales, la puesta en práctica de sus ha-
bilidades y el fomento de su autonomía. Esto ocasiona frustraciones y exigen-
cias tempranas, debido a que no consigue lo que desea o bien porque no puede
hacer lo que quiere (límites del adulto, dependencia del adulto para conseguir
sus retos, desarrollo de sus capacidades físicas y cognitivas).
• Convivencia escolar y desarrollo personal. En el sistema educativo cada vez
es más necesario desarrollar competencias que favorezcan la convivencia, el
bienestar, el autoconocimiento, la comunicación interpersonal, etc.
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críticamente las normas sociales, capacidad para buscar ayuda y recursos, así como
la autoeficacia emocional. Como microcompetencias incluye las siguientes:
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Las habilidades para la vida y el bienestar son las capacidades para adoptar com-
portamientos apropiados y responsables para afrontar satisfactoriamente los desafíos
diarios de la vida, ya sean personales, profesionales, familiares, sociales, de tiempo
libre, etc. Como microcompetencias se incluyen las siguientes:
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Educar las emociones en la infancia
El útero es el primer mundo del niño, el primer medio donde vive. Si este pri-
mer mundo ha sido de aceptación, deseo, reconocimiento y estima, el niño crea una
expectativa sobre su mundo externo satisfactoria. Por ello, cuando hablamos del
desarrollo emocional del niño estamos hablando desde el momento de la gestación.
Si, por diversas razones, hay una relación de rechazo al embarazo, miedos o sucesos
difíciles como la pérdida de un ser querido o una noticia desagradable o hábitos de
salud perjudiciales; si la madre retira su apoyo en el embarazo, se traduce en un
mensaje de no aceptación y no estima para el niño. Este sentimiento entra a formar
parte de la personalidad del niño y de su vida futura. Así pues, el estado emocional
de la madre o adulto en cualquier momento de relación con el niño puede contagiar
o transferir sus emociones a su hijo o niño; si está cansado, estresado o preocupado
transfiere su malestar emocional al niño si éste no es capaz de regular sus emociones.
Tanto como si se trata de emociones positivas como negativas, sucedería lo mismo.
Desde el nacimiento, los bebés sonríen y muestran expresiones faciales de interés,
asco y malestar. La sonrisa no sólo refleja la experimentación de emociones agra-
dables, sino que para el bebé, además, es un medio de comunicación con la madre
(Jones, Collins y Hong, 1991).
Según Ortiz (1999), entre el segundo y cuarto mes aparecen las expresiones de
alegría, cólera, sorpresa y tristeza. Es a partir del quinto mes cuando empieza a ob-
servarse la expresión de miedo. Aunque también se pueden percibir expresiones fa-
ciales de miedo durante el primer mes, cuando el bebé es desplazado bruscamente
hacia abajo.
El bebé no tiene palabras para decir las cosas, su primer lenguaje es el llanto. Poco
a poco aprenderá a hablar, pero lo que no sabrá decir con palabras seguirá diciéndolo
llorando, enfadándose, gritando y mediante todo tipo de comportamientos de este
tipo. El niño no comprende lo que le sucede y expresa con su cuerpo, sus comporta-
mientos, sus alegrías y malestares. Sus reacciones tienen una respuesta por parte del
adulto: atender, valorar, ignorar o rechazar sus comportamientos.
Por imitación, el niño aprenderá a expresar las emociones que ha visto expresar
a los adultos, especialmente a sus padres y a los niños que viven a su alrededor. Los
niños necesitan sentirse escuchados, que les cuenten cosas, jueguen con ellos, con-
fíen y les muestren seguridad emocional.
La principal estrategia reguladora en la infancia se encuentra en la familia, prin-
cipalmente en la madre. El niño busca el consuelo y la ayuda del adulto, necesita
expresar sus sentimientos y emociones a los demás. El apoyo social y familiar es la
fuente reguladora de las emociones negativas. Así, el niño necesita que lo abracen,
le escuchen y le ayuden a canalizar sus emociones.
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Educación emocional en la infancia
Los adultos no pueden negar las emociones de los niños. Por ejemplo, si los pa-
dres no autorizan la expresión de la cólera del niño, la reprimirá con culpabilidad e
inquietud. Esto sucede porque el niño cree que sus emociones amenazan la relación.
Pero sientan lo que sientan, las emociones deben permitirse, no prohibirse, recordan-
do que no se pone en juego su amor o cariño.
Entre el segundo y tercer año de vida aparecen las emociones socio-morales como
la vergüenza, la culpa y el orgullo (Ortiz, 1999). Cada vez las emociones se van
diferenciando entre sí, se manifiestan con mayor rapidez, intensidad y duración, pu-
diendo llegar a transformarse en sentimientos (Bisquerra, 2000).
Así, a medida que la capacidad cognitiva del niño crece y se amplía su relación so-
cial, aprenden a controlar los propios sentimientos de tal forma que lo que expresan
puede no reflejar necesariamente lo que sienten (Saarni, 1989, 1990).
Tanto si es niño como si es niña, indistintamente en cuanto a género, necesitan ex-
presar sus emociones tanto positivas como negativas. Un niño necesita llorar al igual
que una niña necesita enfadarse. Los adultos han de manifestar amor al niño, sean
cuales sean sus emociones, él aprende que éstas no son peligrosas. Esto facilitará
que el niño o niña constituya un sentimiento de su permanencia. Esté triste, alegre o
enfadado, sigue siendo el mismo niño o niña.
Por su parte, en la edad comprendida entre los 3 y 6 años se inicia una nueva etapa
de desarrollo. En ella se construyen nuevos intereses y necesidades, nuevas formas
de expresión y de relación con los demás.
Así, el lenguaje es el instrumento que formará parte de la vida de los niños. A
través de él se comprende la realidad, se comunican las experiencias, se expresan
los sentimientos e inquietudes. Es el momento en que el niño ve con más claridad el
ejemplo del adulto cuando expresa con palabras lo que siente: “me siento enfadado”,
“veo que tú también te sientes enfadado”. Un adulto que no muestra sus emociones,
no concede importancia a la expresión de sentimientos y emociones como parte de
uno mismo. Es importante expresar las emociones, “comprendo que te sientas en-
fadado porque te han quitado el juguete”. No se trata de juzgar la emoción, sino de
respetarla y darle valor en la persona.
Entre los 3 y 4 años, el niño asocia determinados acontecimientos con determi-
nadas emociones. Por ejemplo, el cumpleaños se asocia con la alegría; en cambio,
perder un juguete, con la tristeza (Ortiz, 1999).
Es a partir de los 6 años cuando los niños comprenderán que una situación con-
creta no genera determinadas emociones, sino que se deben a la evaluación de la
situación que hacemos nosotros mismos. Los adultos han de conversar más con los
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Educar las emociones en la infancia
niños sobre las emociones y sus causas, para que éstos enriquezcan su vocabulario
emocional y su comprensión emocional.
La comprensión de las emociones ajenas es básica para el desarrollo de las re-
laciones sociales. Según estudios, que sostienen Denham (1986), Garner, Jones y
Palmer (1994), existe una gran relación entre la conciencia emocional y la acepta-
ción por parte de sus iguales. Así pues, si el niño reconoce los sentimientos de los
demás puede desarrollar el sentimiento de empatía. Ello favorecerá la convivencia
y relación social.
Daniel Stern (1977), un psiquiatra que estudió la aparición precoz de la empatía en
los niños pequeños, llegó a la conclusión de que es a partir de los ajustes repetidos
del bebé con sus padres como comienza a desarrollar la sensación de que las otras
personas le tienen en cuenta y son sensibles a sus sentimientos. Esta sensación, que
parece surgir alrededor de los ocho meses, continúa desarrollándose mediante las
relaciones personales a lo largo de la vida. Los incontables momentos de ajuste o
desajuste entre padres e hijos, le permiten desarrollar expectativas sobre la dispo-
nibilidad de quienes le rodean, anticipar sus posibles respuestas a partir de la expe-
riencia en situaciones similares y construir un entramado de creencias y habilidades
socio-emocionales que luego llevará a sus relaciones personales.
Los niños de Educación Infantil se encuentran en la etapa de egocentrismo. Ser
egocéntrico supone una forma de entender el mundo a través del punto de vista pro-
pio, sin comprender otros puntos de vista. Todo lo que aprenden para sí mismos, les
ayudará a aprenderlo para los demás.
Por ejemplo, el castigo físico podía ser una práctica “normal” en el pasado, pero
si nuestros padres nos pegaban (por muy buena que fuera su intención) no era por
nuestro bien; si ellos no sabían hacerlo de otra manera, nosotros debemos cambiarlo.
Los niños son más empáticos cuando los padres señalan claramente el rechazo que
les produce esta conducta, pero su respuesta a esta agresión no es autoritaria ni se
centra en el castigo, sino en el malestar que su mala conducta causa al otro (“Mira
lo triste que le has hecho sentir”, en vez de “eres muy malo” o “lo que has hecho
está muy mal”; dar propuestas de cómo hacer las cosas sin dañar al otro: “si quieres
su coche, se lo tienes que pedir”; e invitar a una reconciliación: “vamos a devolvér-
selo” o “le damos un besito para que se le pase”). Señalar las consecuencias de una
conducta o destacar el estado emocional de la otra persona son buenas maneras de
alimentar la empatía.
Einsenberg (1998) recoge varias razones para explicar su eficacia:
• Les animan a ponerse en lugar del otro favoreciendo la empatía.
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Educación emocional en la infancia
Por otra parte, el juego simbólico aporta nuevas formas de expresión del afecto y
contribuye al desarrollo de la conciencia emocional propia y ajena. Este contexto es
el más idóneo para que el niño exprese los sentimientos, emociones, necesidades e
inquietudes que guarda en su mundo interior. Ayuda a acceder a sentimientos repri-
midos y a afrontar muchas de las ansiedades y miedos de la vida cotidiana. Es una
fuente de descarga emocional. Los niños son capaces de adoptar un estado emocio-
nal diferente al suyo, de asignar un rol ficticio a un personaje y de compartir con otra
persona este rol. Según Harris (1989), el juego simbólico ejerce un papel fundamen-
tal en el desarrollo de la conciencia emocional. Los niños se toman a sí mismos como
punto de referencia, y la capacidad de imaginación proyectiva les ayuda a ponerse
en el lugar del otro.
Los juegos durante los dos primeros años de vida son importantísimos, así como
las canciones típicas del folklore infantil, facilitan una interacción e intercambio
niño-adulto, adulto-niño, en la que existe un contacto corporal o caricia, creando
un fuerte momento emocional. Como dice el psicólogo Arnáiz (1992): “el bienestar
infantil viene generado por la secreción de endorfinas en situaciones que incluyen
dos componentes, el emocional y el de la acción”. En todos los juegos infantiles
aparecen estos dos componentes.
No queremos acabar este apartado sin hacer referencia a los tipos de apego. La
relación entre el niño y sus padres es muy importante para su desarrollo evolutivo y
emocional, entendiendo que el apego o lazo emocional se va creando en los primeros
años de vida y marcará la seguridad emocional y las relaciones a lo largo de la vida
del niño.
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De los 0 a los 6 años de edad, los niños necesitan comer, dormir, jugar y también
necesitan sentirse aceptados, queridos y respetados. Todo ello marcará su identidad
como persona y por lo tanto su manera de pensar, sentir y actuar en la vida. Todo lo
que el niño escuche, observe y sienta de su entorno (especialmente de su familia) le
formará una idea de quién es él, cómo es él y qué se espera de él.
Aunque la primera vinculación afectiva sea con la madre, el niño irá construyendo
vínculos con otras personas que lo cuiden y lo quieran. Por ello, la educación emo-
cional es importante tanto en casa como en la escuela.
La educación emocional debe ponerse en práctica tanto en la escuela como en la
familia. La responsabilidad educativa es compartida. Así, la escuela debe facilitar a
las familias que conozcan qué y cómo se puede trabajar la educación emocional. Ello
facilita que las familias lo puedan integrar en su rol educativo.
La educación emocional parte de la necesidad de que el adulto, referente y mo-
delo del niño, haya desarrollado competencias emocionales para que el niño pueda
imitarlas e integrarlas en sus esquemas de desarrollo. Para ello, el adulto, maestro o
educador debe formarse en competencias emocionales y debe favorecer con sus ac-
titudes y comportamientos un clima de seguridad, respeto y confianza ante los niños
que desea educar. Además, se debe resaltar que el equilibrio emocional del adulto
se transmite y contagia a los niños mediante el tono de voz, gestos y expresiones
verbales y no verbales. Por ejemplo, puede favorecer un estado emocional positivo
si existe un tono de voz suave, unos gestos alegres y simpáticos, unas caricias, etc.
También, el estilo de apego que establezca el adulto con el niño, es el que recibirá. Si
se muestra un estilo de apego seguro, el niño confiará en el cuidador. Si se muestra
un estilo ansioso-evitativo, el niño mostrará desconfianza hacia el adulto, pero con
poca ansiedad. Y el estilo ansioso-resistente el niño lo vivirá con ansiedad ante la
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– Piensa que el niño aprende del adulto el modo de relacionarse con los demás
y os imitan, por eso no olvides que el modo de enseñarles a ser asertivos es
viendo expresar vuestros deseos, sin inhibición, ni agresividad y con respeto
hacia los demás.
– No temáis compartir vuestros sentimientos con las del niño y permitid que os
vean como personas completas, con virtudes y defectos, que sienten, dudan y
necesitan su comprensión, igual que necesitan la vuestra.
– No intentemos calmar los disgustos, rabietas y golpes incluidos usando chan-
tajes materiales y afectivos para que los niños dejen de estar tristes o angus-
tiados.
– No despreciar ni desaprobar los sentimientos del niño, y especialmente los sen-
timientos o emociones negativas.
– Expresar lo que sentimos cuando estamos con él: “me gusta que estés aquí, me
gusta abrazare y tocarte”.
– Expresar las emociones verbal y corporalmente (mirada y gesto corporal) y
con cierta consonancia para que los niños las imiten y las interioricen en sus
esquemas de actuación.
– El adulto no debe sentirse ridículo si expresa sus emociones y sentimientos,
especialmente las de malestar, como la tristeza o la aversión. Todas emociones
se viven y deben expresarse sin dramatizar acontecimientos y experiencias per-
sonales.
– Ayudarles a encontrar todos los días cosas buenas de sí mismos, en los demás
y en sus experiencias.
– Intentar solucionar juntos sus problemas.
– Tenerles en cuenta a la hora de las presentaciones con conocidos.
– Reforzarles positivamente cuando se lo merezcan.
– Ni los castigos físicos, ni las amenazas, ni los chantajes (o “premios”) como
respuestas a los actos de agresión favorecen la empatía, sino que tienen efectos
contraproducentes. La familia debe rechazar las conductas qua causan malestar
a los otros, enseñándole: “mira lo triste que les has hecho sentir”.
– Jugar y cantar durante los primeros años de vida fomentan la interacción y el
aprendizaje emocional.
– Ayudarles a tener una visión crítica de todo lo que ven en los demás, en la tele-
visión, en su entorno, etc.
– Los adultos han de saber delimitar las muestras de afecto para que no se trans-
formen en causa de dependencia emocional y de ansiedad en la separación.
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Capítulo II
Propuestas didácticas
En este apartado se presentan las propuestas didácticas de cada una de las capaci-
dades emocionales para desarrollar en los niños de Educación Infantil. Las activida-
des están organizadas en tres grupos de edades: primeros meses y año de vida; de 2
a 3 años; y de 3 a 6 años.
¿Por qué hemos estructurado las actividades en estos tres niveles de edades? En
la primera franja de edad, primeros meses y año de vida, recae un gran peso la figura
del adulto en el cuidado y la educación del niño, y las propuestas que se ofrecen se
aconsejan trabajarlas de forma individual. De 2 a 3 años de edad, el niño empieza a
desarrollar su lenguaje verbal, se muestra más autónomo en sus aprendizajes y des-
cubrimientos, y el adulto le acompaña en todo ello; las propuestas pueden trabajarse
en grupos reducidos. Finalmente, de 3 a 6 años de edad, el niño abre mundo a sus
relaciones sociales, es más consciente de sus acciones y consecuencias y hay una
gran riqueza de experiencias y vivencias; las propuestas pueden trabajarse en grupos
reducidos o gran grupo.
Esta es una forma para poder comprender los tres niveles en que se han organiza-
do cada una de las actividades recogidas en este apartado, aunque algunas de ellas
también pueden ofrecerse en otras edades, adaptándolas si es necesario. Por ejemplo,
a las edades comprendidas entre el primer y segundo año de vida, corresponderían
las actividades de primeros meses y año de vida y las de 2 a 3 años de edad, según
el nivel que tenga el niño.
Aparte de las propuestas que se desarrollarán más específicamente en cada bloque
o capacidad emocional, queremos insistir en la importancia de:
• Preparar espacios y materiales para la sala de juego simbólico con ropas, títe-
res, caretas, tarimas, espejos, muñecos, etc., para que el niño se transforme en
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1. CONCIENCIA EMOCIONAL
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Propuestas didácticas
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También se le puede mostrar al niño diferentes imágenes y/o dibujos en los que
tendrá que imitar las emociones que expresan cada uno de los personajes. Estos
personajes pueden ser animales, personas, personajes de cuentos, etc. Por ejem-
plo, la imagen de un león que muestra sus dientes y garras puede simbolizar la
emoción de enfado.
Para hacer divertida la sesión, los niños pueden maquillarse e incluso puedan
mirarse en un espejo.
Temporalización
De 5 a 10 minutos aproximadamente, en función de la edad e interés del niño.
Recursos
Maquillaje si es necesario o ropas.
Un espejo para que puedan ver su cuerpo.
Si se quiere, pueden utilizarse barras de maquillaje.
Imágenes y/o dibujos de diferentes expresiones emocionales.
Un gimnasio o una sala sin mobiliario para que los niños puedan expresar libre-
mente cómo se sienten.
Orientaciones
Es necesario dejar que el niño libremente muestre sus emociones, aunque sean de
forma imitativa.
El adulto observará cómo el niño se expresa y qué dificultades muestra o tiene.
El adulto será el referente más inmediato, por ello cuanto más exagere su mirada
y expresión corporal, más motivación puede generar en el niño para que éste par-
ticipe. Esta participación al principio es observacional, para que posteriormente
sea imitativa.
Sería interesante que se recogieran fotografías de la sesión para que puedan mos-
trarse al niño y confeccionar un libro con estos recuerdos.
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Educar las emociones en la infancia
Orientaciones
En todo momento, el adulto dará juego a la interacción y expresará activamente
la emoción mediante su mensaje verbal y corporal. También cantará para poder
fomentar el interés del niño, diciéndole: “Ya viene…”.
El adulto puede decirle que él se siente como el personaje y su motivo, así como
cuándo el niño se siente como el personaje, siempre que se ajuste a la compren-
sión y edad del pequeño.
La marioneta puede comprarse o confeccionarse para la ocasión. Si no es posible
una marioneta, pueden utilizarse muñecos de ropa o de papel que representen a
cada personaje-emoción.
La marioneta se expondrá en un lugar para que el niño juegue con ella y se fami-
liarice con los personajes-emociones. El niño se puede llevar la marioneta a casa
para que la pueda conocer su familia.
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Propuestas didácticas
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DE 2 A 3 AÑOS
1.4. La cajita de las emociones
En una cajita atractiva se esconden diferentes emociones y una varita mágica. Ello
nos invita a transformarnos en diferentes personajes que expresen diversas emo-
ciones y es una forma de divertirnos ejerciendo varios roles emocionales.
Objetivos
• Expresar mediante el lenguaje verbal y no verbal diferentes emociones.
• Representar diferentes personajes y emociones.
Procedimiento
Dentro de una cajita, muy llamativa por sus colores, hay unas láminas en las que
hay diferentes imágenes que reflejan distintas emociones (alegría, tristeza, miedo,
sorpresa...). El maestro tendrá en sus manos una varita mágica que hará transformar
el estado emocional de los niños (deberán de cambiar su expresión facial y corporal
ayudándose del lenguaje verbal), según como indique la lámina extraída.
Consigna: “Un, dos tres, nos convertiremos en lobos muy enfadados”.
Un niño será quien tendrá la varita mágica y transformará el estado emocional de
tres niños escogidos y que habrán de realizar la expresión que indique la lámina.
Los demás deberán adivinar de qué estado emocional se trata (aquí se realizará sin
la ayuda del lenguaje oral, tan solo el facial y corporal).
Temporalización
De 10 a 15 minutos, en función del interés y participación que muestre el niño.
Recursos
Cajita con láminas de dibujos plastificados.
Varita mágica.
Orientaciones
Esta actividad puede realizarse en otras sesiones para que todos los niños puedan
utilizar la varita mágica.
También puede realizarse en el grupo de 3 a 6 años.
48 © WK Educación
Propuestas didácticas
DE 2 A 3 AÑOS
1.5. Mis manos comunican
Una forma de jugar con las emociones es dando vida emocional a una parte del
cuerpo, en este caso serán nuestras manos las protagonistas.
Objetivos
• Observar dos expresiones emocionales: alegría y tristeza.
• Imitar las diferentes expresiones emocionales.
Procedimiento
Contaremos una breve historia a los niños, si queremos tan sólo puede ser gestual.
Los personajes son las propias manos que estarán pintadas: una con expresión
alegre y otra con expresión triste.
“Érase una vez Pepito y Pepita, que eran dos manos muy amigas que se querían
muchísimo. Pues, un día, Pepito se enfadó con Pepita porque ésta no le dejaba su
pelota. Pepito se sentía triste y solo… (dedos cerrados y mano hacia un lado). Pe-
pita se dio cuenta y se acercó a Pepito haciéndole caricias, pero Pepito no reaccio-
naba. Entonces fue a buscar su pelota y se la dio a Pepito y Pepito se mostró muy
alegre (mano que abre los dedos lentamente, hasta abrirse completamente). Así los
dos jugaron y se sintieron alegres (manos abiertas y moviendo los dedos).
© WK Educación 49
Educar las emociones en la infancia
En estas edades no hay un control total del cuerpo del niño. Se debe respetar la
tonicidad muscular y de actividad en brazos, manos y dedos, ya que están en pleno
desarrollo evolutivo y de crecimiento. Por ello, el nivel de participación puede
variar, aunque lo que importa es que formen parte del juego interactivo.
50 © WK Educación
Propuestas didácticas
DE 2 A 3 AÑOS
1.6. Emociones de artistas
En esta actividad se trata de buscar todas aquellas imágenes y pinturas de artistas
para poder expresarlas libremente a través de una pintura.
Objetivos
• Realizar una pintura libremente.
• Identificar si nos gusta o no las diferentes obras artísticas.
Procedimiento
Se mostrará a los niños dos pinturas realizadas por diferentes artistas. Una puede
ser una obra de Miró y otra de Picasso. Nos tienen que decir cuál de las dos les
gusta más. Tras la elección, se le dará un papel para que el niño pueda hacer su
propia obra artística, con los colores de la obra escogida, y pueda ser colgada jun-
tamente al lado de la obra que le ha gustado.
Se expondrán las diferentes pinturas de los niños y debajo de cada obra pondrán
una cara alegre, de agrado, o una cara de desagrado.
Temporalización
De 10 a 15 minutos, en función del interés que muestre el niño.
Recursos
Pinturas y papel.
Dos obras pictóricas (una de Miró y otra de Picasso).
Orientaciones
Se utilizarán dos caras, para que el niño escoja aquella que simbolice si le gusta o
no la obra artística.
Es interesante que las familias y otros niños puedan venir a visitar la exposición.
© WK Educación 51
Educar las emociones en la infancia
DE 3 A 6 AÑOS
1.7. ¿Cómo me siento? ¿Cómo te sientes?
Durante el día experimentamos diferentes emociones, bien sean agradables o des-
agradables. Descubrir el propio estado emocional y cómo puede cambiar durante
el día nos ayudará a tomar conciencia de nuestra vida emocional.
Objetivos
• Identificar el propio estado emocional en diferentes momentos del día.
• Reconocer el estado de ánimo de los demás niños en diferentes momentos del
día.
Procedimiento
A primera hora de la mañana, en el momento en que se pasa lista de asistencia, se
les pregunta individualmente.
“¿Cómo te sientes?” (primero lo realizará el maestro para que tomen su mo-
delo).
Consigna: “¡Buenos días!”
“Hoy me siento... porque...”
“¿Qué ha venido...?”
“¿Cómo te sientes?”
Si hay algún niño que pase lista, se puede buscar a otro encargado para que realice
esta actividad. El niño encargado dirá el nombre de la persona que tiene la foto-
grafía “¿Ha venido...?”; y después le preguntará: “¿Cómo te sientes hoy?”; “Me
siento...”.
Después el niño nombrado pondrá el dibujo de la cara que refleja su estado de
ánimo al lado de su nombre o fotografía. Y así haremos con los demás niños de
la clase.
Al finalizar, haremos una valoración acerca del estado de ánimo que más predo-
mina en la clase. Pero notaremos que durante el día el estado de ánimo del grupo
y de cada uno de los niños irá cambiando, por lo cual también se realizará una va-
loración. Se deberá tomar conciencia del propio estado emocional y cómo cambia
debido a situaciones que se generan en el entorno.
Se debe hacer notar un cambio en el estado emocional de algún niño y comentarlo
en el grupo para que los demás tomen conciencia de ello.
52 © WK Educación
Propuestas didácticas
Temporalización
De 10 a 15 minutos, en función de la edad e interés y las aportaciones de los ni-
ños.
Recursos
Diferentes caras que reflejen diferentes estados de ánimo: contento, triste, enfada-
do, asustado, vergonzoso y querido.
Se puede utilizar un títere para que motive a los niños a preguntarse entre sí cómo
se sienten y como hilo conductor de la actividad.
Plafón.
Orientaciones
Esta actividad, que forma parte de las sesiones diarias, será un ritual permanente
en la clase.
Es aconsejable realizar esta actividad después del patio (si lo creemos necesario)
y a primera hora de la tarde. También lo podemos hacer en cualquier momento del
día o en el momento en que notemos una conducta negativa de un niño hacia su
compañero de clase, así como en otros momentos donde apreciemos cambios de
estado de ánimo de nuestros niños, y por supuesto de nosotros mismos.
© WK Educación 53
Educar las emociones en la infancia
DE 3 A 6 AÑOS
1.8. El reloj de las emociones
Cada situación en particular nos suscita una emoción diferente, nuestras experien-
cias y vivencias personales forman parte de ello.
Objetivos
• Identificar las emociones que muestran diferentes personas según la situación
que viven.
• Reconocer los sentimientos y emociones propios y de los demás.
Procedimiento
Un reloj llamado reloj de las emociones será colgado en un lugar visible de la
clase. En él, en lugar de números, hay diferentes dibujos que expresan un estado
emocional diferente.
La maestra leerá en voz alta breves historias donde intervienen dos personajes
conocidos por los niños (Laura y Enrique).
Existirán dos agujas, ya que puede ser que una misma situación pueda dar lugar a
dos tipos de emociones diferentes (sentimiento de ambivalencia).
Una vez explicada la historia, deberán poner la aguja del reloj en el dibujo que
ellos creen que refleja el estado emocional que viven estos personajes ante tal
situación.
Emociones: alegría, tristeza, enfado, miedo, vergüenza y amor.
Historias:
− A Enrique y a Laura les han regalado unos puzles. “¿Cómo se sentirán?”
(Contentos).
− Laura estaba jugando a pelota y Enrique se la ha quitado sin permiso. “¿Cómo
se siente Laura?”.
− Enrique estaba haciendo plastilina y una niña de su clase destrozó la casa que
estaba haciendo. “¿Cómo se sintió Enrique?”.
− A Laura no le gustan las cucarachas y acaba de ver una. “¿Cómo se siente?”.
− Unos amigos de Enrique y Laura han venido a verles y les han dado muchos
besos y abrazos. “¿Cómo se sienten?”.
Temporalización
Se puede hacer en más de una sesión, cada una de ellas de unos 20 minutos de
duración.
54 © WK Educación
Propuestas didácticas
Recursos
El reloj con sus dibujos emocionales.
Personajes: Enrique y Laura. Pueden confeccionarse o bien se pueden utilizar un
muñeco y una muñeca que simbolice a los personajes.
Láminas de las historias.
Orientaciones
Es importante colgar el reloj de las emociones en un lugar visible de la clase. En
el momento de presentar la historia les podemos hacer preguntas sobre sus pro-
pias vivencias personales, cómo actuaron, cómo se sintieron y cómo creen que se
sentirán los personajes de la historia.
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Educar las emociones en la infancia
DE 3 A 6 AÑOS
1.9. El libro de las emociones
Una forma de conocer, comprender y compartir las emociones es confeccionando
un libro en el que se recogen vivencias, recuerdos, ejemplos… de las emociones
que nos acompañan en nuestras vidas. Todo ello da paso a la conciencia emocio-
nal y al desarrollo de la empatía.
Objetivos
• Identificar emociones.
• Expresar cuando sentimos la emoción de alegría, tristeza, enfado, miedo, amor
y vergüenza.
• Reconocer cuando los demás sienten estas emociones.
• Compartir con los demás las propias vivencias emocionales.
Procedimiento
Se presenta a los niños una emoción a trabajar, por ejemplo la alegría, y entre todos
buscamos imágenes, personajes, recuerdos que simbolicen la alegría y cuando no-
sotros nos sentimos alegres. De ello, se confecciona un libro que le llamaremos, en
este caso, El libro de la alegría. Y así, con cada emoción que se trabaje a lo largo del
curso y de toda la etapa educativa. Los aspectos que puede recoger el libro son:
− Vivencias del grupo en la escuela.
− Vivencias del grupo en el ámbito familiar.
− Qué quiere decir sentirse alegre.
− Cuándo nos podemos sentir alegres.
− Cómo podemos ayudar a los demás a que se sienten alegres.
− Nos gusta o no la alegría.
− Dibujos, fotografías, notas de las familias o de otras personas conocidas por el
grupo (monitoras, cocineras, conserjes, etc.).
Este libro quedará en la biblioteca de la clase, para que los niños puedan consultar-
lo cada vez que lo deseen, e incluso pueden llevárselo a casa si quieren enseñarlo
a la familia. El libro estará abierto a recoger nuevas experiencias y conocimientos
del grupo, pudiendo confeccionarse otros libros como el del enfado, la tristeza, el
amor, el miedo y la vergüenza.
Temporalización
A lo largo de la semana y a lo largo del curso, en diferentes momentos.
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Propuestas didácticas
Recursos
Cartulinas.
Hojas de papel de diferentes colores.
Fotografías, imágenes y todo aquello que se quiera recoger en el libro.
Orientaciones
Podemos dedicar diferentes momentos de la semana para confeccionar el libro
de las emociones. Su trabajo puede realizarse a lo largo del curso y de la etapa de
Educación Infantil. En cada edad se pueden hacer nuevas aportaciones y el libro
puede enriquecerse a lo largo del tiempo. Las familias también pueden ayudar a
su confección.
Estos libros formarán parte de la biblioteca de clase y pueden prestarse para que
se los lleven a casa cuando ellos deseen.
Es interesante que vengan las familias a explicarnos qué han recogido en el libro,
ya que su presencia enriquece mucho más el contenido y significado de sus expe-
riencias emocionales.
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Educar las emociones en la infancia
2. REGULACIÓN EMOCIONAL
58 © WK Educación
Propuestas didácticas
Procedimiento
El adulto estira al niño sobre una mantita y, mirándole, le dará caricias y masajes
por todo el cuerpo con diferentes materiales. Cada material se puede presentar en
distintos momentos a lo largo del tiempo.
Partes del cuerpo: palma de las manos, pies, piernas, vientre, mofletes, cuello, nariz…
Para fomentar la diversión y la participación, se pondrá crema corporal a los niños
para que ellos masajeen la parte del cuerpo. Además de la crema, se puede hacer
con toallitas, plumas, pañuelos, pelotas pequeñas, algodones, etc.
Pueden realizarse masajes circulares, de arriba hacia abajo y de abajo hacia arriba, etc.
Mientras se masajea con cuidado y recorriendo cada parte de cuerpo, se puede po-
ner música relajante. También se le puede decir mientras se masajea: “ahora sube
una... hormiguita”, u otra cosa que genere la atención del niño. Cuando se acaba
el masaje, se le da un abrazo y se le dice en voz alta: “¡qué bien te sientes!”.
Temporalización
De 5 a 10 minutos aproximadamente, en función de la edad e interés del niño. Esta
actividad es aconsejable realizarla en diferentes momentos del día.
Recursos
Música relajante.
Objetos: plumas, algodones, pañuelos, toallitas, crema corporal, etc.
Orientaciones
Si existe alguna parte del cuerpo con alguna lesión, o que el niño no desee que le
acaricien, se respetará.
Se puede aprovechar el momento de cambio el pañal, o en los que se despierte el
niño, para llevar a cabo esta actividad.
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Educar las emociones en la infancia
60 © WK Educación
Propuestas didácticas
Es interesante tener el rey de la paz junto al niño, para que lo coja y lo utilice
cuando desee. Si no es un rey, puede ser otro objeto que reúna las mismas condi-
ciones.
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Educar las emociones en la infancia
Temporalización
De 5 a 10 minutos aproximadamente, en función de la edad e interés del niño.
Recursos
Plumas.
Manos y dedos.
Orientaciones
El adulto participará con ellos, realizándose también cosquillas. Es interesante
que observe la reacción de los niños y respete a aquellos que no quieran realizarse
cosquillas.
DE 2 A 3 AÑOS
2.4. El balanceo
Balancear el cuerpo, realizando movimientos vaivén, genera calma y estabilidad
emocional en las personas, en especial en los niños. Nos puede recordar cuando
estábamos en la cuna o en los brazos de la madre, nos consuela y nos tranquiliza.
Objetivos
• Fomentar el balanceo para generar calma y tranquilidad.
• Expresar emociones y sentimientos a través del lenguaje verbal y corporal.
62 © WK Educación
Propuestas didácticas
Procedimiento
El maestro enseñará el balanceo, para generar tranquilidad y bienestar. Para ello,
reproducirá el balanceo poniendo al niño en su falda y practicándole el movimien-
to vaivén. Se le aconsejará que cierre los ojos, para que pueda percibir mejor el
movimiento y su vivencia. Incluso, dará lugar a que el niño reproduzca lo que ha
vivido con un muñeco o peluche.
Es interesante conocer cómo vive esta experiencia y recomendársela cuando vea
al niño inquieto o desconsolado.
Temporalización
De 10 a 15 minutos, en función del interés y participación que muestre el niño.
Recursos
Un muñeco o un peluche.
Música relajante.
Orientaciones
Podemos realizar la actividad con música relajante, sonidos de la naturaleza, can-
ciones de cuna, etc.
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Educar las emociones en la infancia
DE 2 A 3 AÑOS
2.5. ¡A bailar!
La música alegre nos despierta las emociones. Bailar y cantar son dos buenas for-
mas para fomentar el bienestar, dos grandes liberadores emocionales.
Objetivos
• Expresar libremente las emociones a través del cuerpo y mediante la música.
• Fomentar la alegría y el bienestar consigo mismo y con los demás.
Procedimiento
El maestro pondrá una música divertida y alegre para que los niños puedan bailar
libremente, utilizando todo o parcialmente el cuerpo, e incluso pueden cantar o
expresarse verbalmente. Pueden cogerse con los demás niños o bien bailar solos.
El maestro también participará y bailará con ellos.
Temporalización
De 10 a 15 minutos, en función del interés y participación que muestre el niño.
Recursos
Música alegre y divertida.
Observaciones
El maestro intentará fomentar el máximo la participación de los niños para que
realicen la actividad.
64 © WK Educación
Propuestas didácticas
DE 2 A 3 AÑOS
2.6. El cojín
Los niños necesitan canalizar las emociones que les generan malestar, tales como
la rabia, enfado, tristeza o miedo. Podemos ofrecerles una forma para que ellos
puedan canalizar y descargar estas emociones, que viven intensamente, mediante
la expresión corporal.
Objetivos
• Favorecer el bienestar a través de una estrategia emocional.
• Expresar a través de mensajes positivos el bienestar.
• Identificar nuestros sentimientos y emociones.
Procedimiento
Los niños deben traer de casa un cojín que sea blando y que tenga un vínculo
especial con él. Este cojín ayudará a que el niño conozca para qué le puede servir,
aparte de descansar. El maestro cogerá su propio cojín y dará a conocer qué cosas
podemos hacer con él. Lo abrazamos fuertemente y suavemente. Lo podemos
utilizar como si fuese un tambor y, por lo tanto, le damos golpes fuertes y sua-
ves, con las manos en forma de puño, manos estiradas o con los dedos como si
tocáramos un piano. Cuando acabemos de golpearlo, le daremos nuevamente un
abrazo y le daremos simbólicamente las gracias acompañadas con un: “¡qué bien
me siento!”.
Esta experiencia, que llevaremos a cabo una vez al día, les puede servir para las
ocasiones en que se sientan enojados, ansiosos, preocupados… En esos casos, les
ofreceremos su cojín para que puedan descargar este enojo, ansiedad y preocupa-
ción y puedan retomar la calma. Una vez que el niño esté calmado, hablaremos
con él sobre la situación que le ha generado esta emoción de malestar.
El cojín es blando y permite que no se hagan daño cuando lo golpean. Además,
el niño tiene un vínculo especial con él, ya que es algo suyo y familiar. Cuando
acabe la actividad, si él desea, puede descansar apoyando la cabeza en él.
Temporalización
De 10 a 15 minutos, en función del interés y participación que muestre el niño.
Recursos
Cojín propio.
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Educar las emociones en la infancia
Orientaciones
El cojín es un recurso con el que pueden realizarse multitud de actividades. De he-
cho, los mismos niños nos pueden generar nuevas ideas y prácticas. Por ejemplo,
el cojín puede ponerse en el culo y lo podemos apretar fuertemente.
DE 3 A 6 AÑOS
2.7. Masajes. ¡Qué bienestar!
El contacto corporal favorece la regulación emocional de los niños, además de
fortalecer los vínculos afectivos y de relación con el adulto y con los demás ni-
ños.
Objetivos
• Vivenciar el masaje individual y compartido.
• Expresar cómo nos sentimos.
Procedimiento
El maestro dará un muñeco a cada niño y les enseñará algunos masajes que puede
hacerle. Después se pueden autoaplicar los masajes y, posteriormente, hacerlo por
parejas.
66 © WK Educación
Propuestas didácticas
Pueden practicarse diferentes tipos de masaje, en una parte del cuerpo, con distin-
tos objetos como la crema corporal, las pelotas blandas, etc.
© WK Educación 67
Educar las emociones en la infancia
DE 3 A 6 AÑOS
2.8. Noticias
Expresar qué nos pasa, cómo nos sentimos y buscar ayuda en la comprensión y
diálogo con los demás es una buena forma para liberar nuestras preocupaciones y
tensiones diarias.
Objetivos
• Expresar vivencias personales, tanto escolares como familiares, en forma de
noticia agradable y/o desagradable.
• Buscar posibles alternativas para transformar las noticias desagradables en
agradables.
Procedimiento
Los niños se sentarán en forma de círculo y se preguntará, iniciando el ritual
cantando, qué noticias tenemos hoy para compartir con los demás, pueden ser
agradables y desagradables.
Se expondrán delante del grupo estas situaciones, que anotaremos en forma de
noticia debajo del cartel clasificatorio: noticia agradable/noticia desagradable. Si
es una noticia agradable, se escribe debajo del cartel de la cara alegre y, si es des-
agradable, debajo del cartel que muestra una emoción desagradable.
Cada día se pondrá una hoja nueva en blanco en la que se recogerán las noticias
que acontezcan durante la jornada. Una vez finalizado el día, estas hojas escritas
se recogerán y se archivarán en un cuaderno-libreta para que los niños puedan
consultarlas si lo desean.
Respecto a las noticias desagradables, entre todos buscaremos soluciones positi-
vas que nos ayuden a sentir de forma agradable la noticia.
Temporalización
En diferentes momentos a lo largo de la semana y del curso, cuando se crea opor-
tuno. Es aconsejable a primera hora de la mañana y después del patio.
Recursos
Dos carteles con el título de Noticias y, debajo del título, el dibujo de una cara
alegre en un caso y una cara desagradable en el otro.
Cuadernos-libreta, uno para cada tipo de noticias, que servirá de diario de las
noticias recogidas.
68 © WK Educación
Propuestas didácticas
Orientaciones
Es importante fomentar la participación de los niños para ayudarles a expresar lo
que sienten, sobre todo las noticias desagradables. También es necesario que los
niños mantengan un equilibrio entre las noticias agradables y desagradables.
Esta actividad puede realizarse durante todo el curso, dando pie a que los niños
expresen estas noticias, sin olvidar que el maestro debe contribuir en ellas.
Cuando los niños estén preparados, pueden empezar a escribirlas. Las noticias
pueden ser del ámbito escolar y familiar, las que ellos deseen contar.
DE 3 A 6 AÑOS
2.9. ¿Quién dijo miedo?
El miedo es una emoción necesaria para tomar conciencia de los peligros y los
malestares que nos envuelven. Hablar de ella es necesario para contemplarla como
una emoción que debemos respetar.
Objetivos
• Familiarizarse con la emoción de miedo.
• Expresar cuando sentimos miedo.
Procedimiento
Presentaremos diferentes objetos que pueden o no evocar cierto miedo: una bruja,
un monstruo, una araña, un fantasma, etc. Para ello, todo el grupo se sentará for-
mando un círculo.
© WK Educación 69
Educar las emociones en la infancia
Halaremos de cada uno de los objetos y preguntaremos cómo nos sentimos ante tal ob-
jeto: “¿Te dan miedo las brujas?”. Aunque la tendencia sea que nos digan que no, re-
calcaremos que todos tenemos miedo a alguna cosa y que no pasa nada si lo decimos.
Recogeremos las aportaciones del grupo por escrito y les invitaremos a que hagan
un dibujo y así confeccionar el Libro del miedo. Este libro viajará a casa de cada
uno de los niños y las familias podrán leerlo y anotar sus propios miedos para que,
en un nuevo encuentro en la escuela, se pueda leer ante el grupo.
Pueden traer de casa objetos que les den miedo y así poder conocer las vivencias
emocionales de todo el grupo.
Temporalización
De 20 a 30 minutos aproximadamente.
Recursos
Papel y colores para confeccionar el Libro del miedo.
Objetos que nos puedan evocar miedo.
Orientaciones
Es interesante confeccionar el Libro del miedo y exponerlo en el rincón de la bi-
blioteca como un libro más que puede leerse y consultarse.
Tratar el miedo con normalidad facilitará que el grupo exprese esta emoción sin
prohibición.
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Propuestas didácticas
3. AUTONOMÍA EMOCIONAL
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Educar las emociones en la infancia
72 © WK Educación
Propuestas didácticas
© WK Educación 73
Educar las emociones en la infancia
Cuando el adulto se enfada con el niño, recordadle que lo queremos, ya que los
pequeños creen que podemos dejar de quererlos cuando nos enfadamos.
74 © WK Educación
Propuestas didácticas
Si se hace con un espejo grande, con el niño y el adulto frente a él, dará más juego
para expresar e imitar gestos del uno al otro y recibir más mensajes positivos.
“Me gusta como te mueves, mira que bien levantas los brazos, mira que bien que
sonríes...”.
Temporalización
De 5 a 10 minutos aproximadamente, en función de la edad e interés del niño. Esta
actividad es aconsejable realizarla en diferentes momentos a la semana.
Recursos
Cajita atractiva con un espejito.
Espejo grande, si es necesario.
Orientaciones
Es interesante que primero se mire la cara y después vaya conociendo su cuer-
po y sus posibilidades. Con los mensajes positivos del adulto irá generando una
imagen positiva de él mismo. El adulto tiene que dar juego a la motivación y a la
sorpresa.
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Educar las emociones en la infancia
DE 2 A 3 AÑOS
3.4. Mi regalo
Sentir y vivir lo que podemos expresar artísticamente nos hace ser únicos y espe-
ciales. Cada persona lleva consigo la faceta de artista y compartir estos momentos
nos cultiva la autoestima.
Objetivos
• Fomentar la creatividad y la expresión libre de uno mismo.
• Expresar plásticamente nuestras capacidades.
Procedimiento
El maestro mostrará diferente material de reciclaje que dispersará por la clase.
Cada niño puede tocarlo, explorarlo y descubrir sus posibilidades artísticas.
En una mesa se dejará el material complementario para que puedan confeccionar
sus creaciones artísticas. Esta actividad se realizará con la ayuda del adulto.
Temporalización
10-15 minutos, en función del interés del niño.
Recursos
Papeles y objetos de reciclaje.
Colas o pegamento.
Cintas adhesivas.
Colores.
Orientaciones
Esta actividad se puede realizar también con arcilla, cajas de cartones grandes y
pequeñas, plastilina, etc.
Se expondrán cada una de las creaciones y el niño artista explicará qué es y cómo
se ha sentido a lo largo de su creación.
76 © WK Educación
Propuestas didácticas
DE 2 A 3 AÑOS
3.5. Soy el rey o la reina
La familia es importante para la formación del autoconcepto y posterior construc-
ción de la autoestima de su hijo. Hablar de ellos, expresar las cualidades positivas,
así como los aspectos a cambiar con el apoyo total de los padres, dará lugar a que
los niños se sientan más seguros.
Objetivos
• Expresar qué aspectos nos gustan y no nos gustan de los niños.
• Escuchar los mensajes de la familia.
Procedimiento
Trabajo en familia
Las familias tienen un papel protagonista y ellos, desde casa, deberán de escribir
una carta en la que nos expliquen cómo es su hijo en casa, qué le gusta de él, qué
cosas debería de cambiar... así como llevar un álbum de fotografías de su hijo.
© WK Educación 77
Educar las emociones en la infancia
Trabajo en clase
Los niños se sentarán formando un círculo. El maestro se situará delante de ellos
y les enseñará una bolsa en la que habrá fotografías de los niños de la clase. Un
niño sacará una fotografía de la bolsa, para conocer a nuestro rey. El afortunado
de la fotografía será el que podrá disfrutar, junto a sus compañeros, de un día
especial. Sobre todo, deberá ponerse una corona, ya que simbolizará a un rey.
“El rey de esta semana es... (nombre del niño)”.Una vez nombrado, se le leerá
una carta que proviene de casa y que ha sido escrita por la familia. Así pues, si la
familia no puede asistir en aquella sesión, el maestro simbolizará su presencia y
reconocimiento.
El niño mostrará fotografías de su historia personal. También podrá escoger un
libro de la biblioteca para llevárselo a su casa y compartirlo con su familia. Podrá
llevarse la mascota de la clase un fin de semana.
Una vez nuestro protagonista de la semana ha cumplido sus deseos, hablaremos
de todo ello con el gran grupo. Algunas preguntas que pueden invitar a esta con-
versación son: “¿Cómo te has sentido durante estos días?”; “¿Qué te ha gustado?;
¿Qué no te ha gustado?”.
Temporalización
10-20 minutos, en función del interés del niño.
Recursos
Una corona.
Fotografías de los niños.
Álbum familiar/álbum de trabajos.
Carta para nuestro rey o reina.
Orientaciones
Esta actividad se realizará una vez a la semana, dónde cada día (puede ser por las
tardes) nuestro rey ejercerá una serie de cargos para compartir con sus compañe-
ros de la clase.
Si por cualquier circunstancia, hay algún niño que no puede traer fotografías de
su ambiente familiar, así como la carta, será la maestra quién realizará esta carta
y, en lugar de mostrar el álbum de fotografías, mostrará el álbum de trabajos que
ha hecho durante el curso. Se trata de darle un aire protagonista y tema de con-
versación.
78 © WK Educación
Propuestas didácticas
DE 2 A 3 AÑOS
3.6. ¿Quién soy?
En estas edades se trabaja el autoconcepto a medida que van obteniendo valo-
raciones externas de ellos mismos. Esto favorece a la construcción de la propia
imagen, que contribuye al desarrollo de la autoestima.
Objetivos
• Recibir cualidades positivas.
• Generar emociones positivas sobre nuestras propias cualidades personales.
Procedimiento
Nos pondremos de pie y nos miraremos los unos con los otros. Se mirarán y to-
carán una parte del cuerpo, la que vaya diciendo el maestro. Primero, empezamos
por la cara para después, poco a poco, ir recorriendo el resto del cuerpo. Puede
cantarse una canción para fomentar más la participación e interés del niño.
Además, pueden disponer de un espejo donde mirarse y a la vez explicar cómo se
ven. Estará disponible para aquel que necesite mirarse.
Tras este autoconocimiento, se dibujarán en una hoja en blanco. Una vez realizado
el autorretrato, se enmarca el dibujo en un cuadro y se cuelga en la clase.
Temporalización
10 minutos aproximadamente, en diferentes momentos a lo largo de los días.
© WK Educación 79
Educar las emociones en la infancia
Recursos
Espejos individuales/espejo grande.
Lámina de trabajo.
Marcos para encuadernar los autoretratos.
Canción animada.
Orientaciones
Esta sesión se alargará durante unos días. A medida que dibujan los autorretratos,
se irán colgando en la pared de la clase.
Esta actividad también puede realizarse en niños de 3 a 6 años de edad.
DE 3 A 6 AÑOS
3.7. La caja de los tesoros
El espejo refleja quiénes somos, cómo somos y qué tenemos. Mirarse y contem-
plarse en el espejo nos proyecta nuestra presencia y nuestra identidad personal y
social.
Objetivos
• Identificarse con la ayuda de un espejo.
• Expresar quienes somos con la ayuda del maestro.
• Identificar a los demás.
80 © WK Educación
Propuestas didácticas
Procedimiento
El maestro traerá una cajita y la mostrará cerrada a todos los niños.
Les preguntará, uno por uno, qué creen que hay dentro de la cajita y les comentará
que lo que hay dentro es muy importante y valioso.
Uno por uno irá abriendo la cajita y, cuando todos la hayan abierto, preguntaremos
qué es aquello tan valioso e importante.
El maestro podrá reconducir el discurso del niño diciéndole: “¿Has visto a al-
guien? ¿Hay alguna persona?”.
Cuando se identifiquen, les diremos que hablen un poco de ellos, cómo se llaman,
cómo se llama su familia, dónde viven, etc.
El maestro también participa.
Posteriormente, pueden hacer un dibujo de ellos mismos.
Temporalización
Unos 20 minutos aproximadamente.
Recursos
Cajita atractiva con un espejito.
Lápiz, papel y colores.
Orientaciones
Es interesante conocer qué cosas dicen los niños que son valiosas e importantes
para ellos antes de que se abra la cajita.
© WK Educación 81
Educar las emociones en la infancia
DE 3 A 6 AÑOS
3.8. La flor de la amistad
Si queremos construir una buena imagen de nosotros mismos, necesitamos que
los demás nos ayuden valorando nuestras cualidades positivas. Así creceremos y
construiremos una buena autoestima.
Objetivos
• Identificar aspectos positivos de nosotros mismos que pueden apreciar los
demás.
• Valorar los propios aspectos positivos.
Procedimiento
El maestro se situará delante de los niños y les mostrará una flor con tantos pétalos
como niños hay en la clase.
En cada pétalo, los niños dibujarán y el maestro escribirá al lado aquellos aspectos
que digan los niños que les gustan de sí mismos.
El maestro motivará a los niños para que valoren las diferencias que existen entre
ellos, a través de la conversación o de preguntas.
Temporalización
20 minutos.
Recursos
Flor de la amistad con los pétalos. Puede confeccionarse con papeles de colores.
Orientaciones
Se pueden colgar cada flor de los niños en la pared de la clase, confeccionando un
mural que decore el aula.
Cada semana, se sentarán en la silla un par de niños que serán nuestros protago-
nistas y que nos hablarán de ellos mismos.
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Propuestas didácticas
Para los más pequeños será el educador quién deberá hablar de ellos, reforzando
positivamente aquellas conductas que son aceptadas, no sólo por el educador sino
también por parte de los otros niños. Los demás serán quiénes acabarán recom-
pensando verbalmente las valoraciones positivas de este niño protagonista.
DE 3 A 6 AÑOS
3.9. Me quiero
Sentirse querido por uno mismo es uno de los pilares esenciales para una buena
autoestima. Dedicar un tiempo a hablar sobre uno mismo nos hace sentir únicos
y especiales. Con la ayuda de los demás, nos iremos conociendo y mejorando
nuestra imagen e identidad personal.
Objetivos
• Identificarse con la ayuda de los demás.
• Describir las cualidades de uno mismo.
• Valorar las cosas que queremos.
Procedimiento
Esta actividad se realizará en diferentes sesiones. En cada sesión se llevaran a
cabo actividades distintas. En la primera sesión, los niños deberán escribir su
nombre y decorarlo como a cada uno le guste. Después, se hablará sobre quién nos
puso el nombre que tenemos y si nos gusta.
© WK Educación 83
Educar las emociones en la infancia
En la segunda sesión, deberán realizar un dibujo sobre ellos mismos para después
hablar de cómo somos.
En la tercera sesión, tendrán que decirnos qué personas lo quieren mucho y cómo
saben que lo quieren. La maestra o adulto escribirá todo lo que digan los niños.
En la cuarta sesión, los niños pensarán qué cosas les gustan mucho, la maestra o
adulto se las escribirá en cada uno de los dedos de la mano dibujada de cada niño.
Cuando finalice cada sesión de trabajo, se colgará en un lugar visible de la clase o
habitación todo lo que han realizado, para que después puedan guardarlo en una caja
personalizada en la que irán poniendo sus recuerdos y experiencias personales.
Temporalización
Cuatro sesiones y otras más si son necesarias, de unos 20 minutos aproximada-
mente.
Recursos
Colores.
Papel.
Cartón.
Cajita.
Orientaciones
Lo interesante de esta actividad es que se realiza en diferentes sesiones, para reco-
ger distinta información y poder hablar de ella. Todo quedará guardado simbólica-
mente en una cajita personalizada que podrán llevarse a casa y traerla a la escuela,
cargada de recuerdos y experiencias personales para compartir con los demás.
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Propuestas didácticas
4. HABILIDADES SOCIALES
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Educar las emociones en la infancia
86 © WK Educación
Propuestas didácticas
Orientaciones
Es una actividad que, aunque sea un juego, puede favorecer la interacción adulto-
niño y niño-adulto. Es interesante las risas que pueden surgir y que contribuyen a
establecer un vínculo afectivo.
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Educar las emociones en la infancia
Procedimiento
El adulto cogerá al niño y danzará con él, dando vueltas, de un lado hacia al otro,
subiéndolo y bajándolo, etc. Mientras danzan, el adulto mira al niño y le va trans-
mitiendo con su contacto corporal tranquilidad y seguridad. Aprovechará para
sonreírle y decirle lo bien que se lo están pasando.
Finalizará la danza con movimientos y ritmos suaves.
Cuando el niño pueda desplazarse solo, puede danzar cogiendo un muñeco. Coger
un muñeco supone imitar lo que ha vivido, además de fomentar el interés y la
diversión.
Temporalización
De 5 a 10 minutos aproximadamente, en función de la edad e interés del niño.
Recursos
Música.
Un muñeco.
Orientaciones
Se necesita un espacio que permita una cierta movilidad corporal al adulto y al
niño. El muñeco que se utilice que sea un objeto familiar y conocido por el niño.
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Propuestas didácticas
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Educar las emociones en la infancia
DE 2 A 3 AÑOS DE VIDA
4.4. Mi voz, tu voz. Suena el teléfono
Simular que hablamos por teléfono con alguien y establecemos una conversación
nos prepara para poder generar unas habilidades sociales positivas y útiles para
un futuro.
Objetivos
• Favorecer la comunicación verbal y no verbal.
• Vivenciar estrategias de relación y de proximidad con los demás.
Procedimiento
El maestro les mostrará dos teléfonos (pueden ser de juguete) y les preguntará si
saben para qué sirven. Les enseñará cómo pueden utilizarlos y les dará un ejem-
plo de ello. Llamará a un niño, éste cogerá el otro teléfono y seguirán diferentes
rituales: ritual de bienvenida (buenos días, hola, quién eres, cómo estás, etc.);
ritual de conversación (te gustaría…, me han dicho…, quieres…); y el ritual de la
despedida (gracias por tu llamada, un beso, hasta luego, etc.).
El maestro invitará a un niño a realizar la actividad y así hasta que todo el grupo
tenga la ocasión de vivirla. Los niños pueden escoger a sus parejas de conversa-
ción y el adulto les ayudará en todo lo que necesiten.
Temporalización
10-15 minutos, en función del interés del niño.
Recursos
Un par de teléfonos.
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Propuestas didácticas
Orientaciones
Esta actividad puede realizarse tantas veces como quieran, lo importante es el
que todos los niños tengan la ocasión de vivirla. Los teléfonos pueden dejarse en
un lugar de la clase para que los niños jueguen libremente y pongan a prueba sus
habilidades sociales.
DE 2 A 3 AÑOS DE VIDA
4.5. Mi cuento favorito
Todos tenemos un cuento que nos gusta y que nos has contado muchas veces, sin
cansarnos de escucharlo y vivirlo. Esta actividad consiste en seleccionar aquellos
cuentos que sabemos que gustan a los niños para recordar su contenido y sus vi-
vencias emocionales.
Objetivos
• Expresar mediante el lenguaje verbal y no verbal mensajes del protagonista
del cuento.
• Compartir los cuentos favoritos.
• Repetir rituales de inicio y final de los cuentos.
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Educar las emociones en la infancia
Procedimiento
El maestro mostrará un cuento que sabe que es el favorito de alguno de los niños
de la clase: “Este cuento le gusta a…”. Con la ayuda de un niño, contará el cuento
exagerando en su expresión no verbal y verbal alguno de los mensajes que evoque
su protagonista e invitará a los demás niños para que lo imiten. Por ejemplo: “El
lobo tenía unas orejas muy grandes”. Imitará las orejas grandes.
Los rituales de inicio pueden ser: “Había una vez…”; “Erase una vez…”.
Rituales finales: “Cuento contado, cuento acabado”; “Y fueron felices y comie-
ron perdices”.
Temporalización
10-15 minutos, en función del interés del niño.
Recursos
Cuentos favoritos de los niños.
Caretas o ropas, si se quiere.
Orientaciones
Es interesante conocer por qué les gusta tanto el cuento y cuáles son sus persona-
jes favoritos.
Si se quiere, pueden utilizar algunas caretas o ropas para interpretar mejor al per-
sonaje.
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Propuestas didácticas
DE 2 A 3 AÑOS DE VIDA
4.6. Me convierto en…
Es interesante practicar situaciones y momentos que se describen en los cuentos
o historias en las que dos personajes se hablan y se relacionan. Ello ayudará a la
comunicación y a las relaciones interpersonales.
Objetivos
• Imitar a diferentes personajes y/o situaciones.
• Favorecer estrategias de relación y de comunicación.
Procedimiento
Se simularán diferentes situaciones en las que intervienen dos personajes que es-
tablecerán comunicación y conversación. El maestro imitará dichas situaciones
junto a otro niño, el que crea más hábil socialmente del grupo para simular e
interpretar. El niño puede escoger los personajes y la situación.
Por ejemplo: Caperucita y el lobo. Uno hará de Caperucita y el otro de lobo.
Mirándose se presentarán y conversarán. “Hola, soy Caperucita”; “Hola, soy el
lobo”. ¿Te gustaría jugar conmigo? (Mirándolo y señalándolo). “Sí, me gustaría
jugar contigo”. Jugamos a pelota. “Sí jugamos a pelota”.
Temporalización
10-15 minutos, en función del interés del niño.
Recursos
Si se desea, se puede utilizar el vestuario que acompañe a la interpretación del
personaje o situación.
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Educar las emociones en la infancia
Orientaciones
Aunque el adulto sea la persona que inicie la actividad, poco a poco dejará que los
niños hagan la actividad por sí solos y él adulto ocupe el lugar de guía o acompa-
ñante. Es interesante que cuando los personajes se hablen, se miren, estén cerca,
vocalicen, gesticulen y expresen sus emociones.
DE 2 A 3 AÑOS DE VIDA
4.7. El sofá de los encuentros
Preparar un espacio con un mobiliario adecuado es una forma de invitar a los de-
más a encontrarnos y a relacionarnos. Un sofá puede favorecer todo ello.
Objetivos
• Favorecer la comunicación verbal y no verbal.
• Practicar estrategias de aproximación y de relación.
Procedimiento
El maestro prepara un espacio en la clase con un sofá y, encima de él, diferente
material para atraer la atención y el encuentro con los niños. Este material pueden
ser cuentos, muñecos y sus ropitas, etc.
El adulto se sentará en el sofá e irá invitando a los niños a que vayan con él. En
este encuentro, el adulto dará tres mensajes: un saludo, una pequeña conversación
con el niño y un despido. En el momento que lleve a cabo estos mensajes, tendrá
cerca al niño y lo mirará. El niño, poco a poco, puede ir imitando estos mensajes
verbales y no verbales con sus muñecos y con otros niños.
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Propuestas didácticas
Temporalización
10-15 minutos, en función del interés del niño.
Recursos
Un sofá.
Cuentos.
Teléfonos.
Muñecos.
Orientaciones
También puede realizarse con otro tipo de mobiliario, como una mesa y sillas.
Es importante que el adulto ejemplifique un buen modelo de relación en el que
el saludo, la conversación y el despido estén presentes, para que el niño lo vaya
interiorizando en sus esquemas de comunicación y de relación.
DE 3 A 6 AÑOS DE VIDA
4.8. Había una vez… ¡Empieza la función!
Desde muy pequeños, a los niños les gusta jugar a ser un personaje de cuento, un
personaje inventado o una situación real. Interpretar a un personaje de un cuento
supone transmitir a los demás con el cuerpo y con el habla todo lo que conlleva.
Objetivos
Interpretar diferentes situaciones de la vida cotidiana o historietas.
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Educar las emociones en la infancia
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Propuestas didácticas
DE 3 A 6 AÑOS DE VIDA
4.9. Para ti, para mí
Compartir y tener presente al otro es un aspecto esencial para poder establecer
relaciones sociales sanas y positivas.
Objetivos
• Favorecer estrategias de relación social.
• Fomentar el compartir con los demás.
Procedimiento
El maestro regalará simbólicamente un paquete de galletas a un niño de la clase y
éste tendrá que poner en práctica su habilidad para compartir sus galletas con los
demás. El maestro observará si ha tenido en cuenta a todos los niños de la clase,
si primero se ha servido él, si ha dado una galleta a todos o bien un trozo, si los
demás le dan les gracias, etc.
Una vez repartidas las galletas, hablaremos de cómo se siente el niño y los demás
ante la situación vivida.
Temporalización
Unos 15 minutos aproximadamente.
Recursos
Un paquete de galletas o cualquier cosa para comer y compartir.
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Educar las emociones en la infancia
Orientaciones
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Propuestas didácticas
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Educar las emociones en la infancia
Temporalización
De 5 a 10 minutos aproximadamente, en función de la edad e interés del niño. Se
aconseja realizar esta actividad en diferentes momentos del día.
Recursos
Las propias manos y dedos.
Orientaciones
Es aconsejable realizar esta actividad en diferentes momentos del día, ya que ge-
nera emociones positivas tan necesarias para la vida y la salud. La imaginación
del adulto puede dar lugar a desarrollar ejercicios similares, creativos e interesan-
tes para el niño.
100 © WK Educación
Propuestas didácticas
Procedimiento
Cualquier persona de la familia puede realizar esta actividad. Cuantas más perso-
nas la lleven a cabo, en diferentes momentos, más fácil será conseguir el objetivo
de la actividad.
El adulto cogerá al niño y lo colocará en sus rodillas estirado boca abajo, con la ca-
beza hacia un lado para que pueda respirar cómodamente. El adulto hará diferen-
tes masajes en la espalda del niño, haciéndole movimientos circulares y espirales
de tamaños variados. Mientras lo vaya haciendo, le dirá: “(Mamá) te cuida”.
Temporalización
De 5 a 10 minutos aproximadamente, en función de la edad e interés del niño. Esta
actividad es aconsejable realizarla en diferentes momentos del día.
Recursos
Las manos y los dedos.
Orientaciones
• Conviene que el niño no disponga de mucha ropa. Los masajes se disfrutan sin
que haya obstáculos.
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Educar las emociones en la infancia
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Propuestas didácticas
DE 2 A 3 AÑOS DE VIDA
5.4. Un paisaje divertido
Cuando somos pequeños, nos pueden enseñar a mirar y observar algún paisaje que
nos guste y que no esté muy cargado de detalles. Ello nos puede ayudar a generar
una habilidad de vida como la contemplación.
Objetivos
• Buscar de diferentes fotografías el paisaje que más le guste.
• Expresar qué nos gusta del paisaje.
Procedimiento
El adulto buscará diferentes fotografías de paisajes con la ayuda del niño, para que
éste elija cuál de ellas le gusta. Cuando la haya escogido, la mirarán conjuntamen-
te sin decir nada durante unos segundos y después conversarán sobre ella.
Así mismo, se hará con cada uno de los niños.
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Educar las emociones en la infancia
Temporalización
10-15 minutos, en función del interés del niño.
Recursos
Diferentes fotografías de paisajes: el mar, la montaña, el bosque, un jardín, etc.
Orientaciones
Cada uno de los paisajes escogidos se colgará en una pared y debajo de ellos se
pondrá el nombre del niño que lo ha elegido. Los niños tendrán una copia del pai-
saje que podrán llevarse a casa para compartir y trabajar con la familia.
DE 2 A 3 AÑOS DE VIDA
5.5. La libreta de vida
Cada persona tiene una historia personal y social. Desde muy pequeños nos su-
ceden cosas y vivimos experiencias emocionales, tanto positivas como negativas,
gracias a ellas evolucionamos y crecemos como personas.
Objetivos
• Conocer nuestra historia personal y social con la ayuda de los demás.
• Confeccionar una libreta de vida con nuestros recuerdos, experiencias y vi-
vencias.
• Expresar cómo nos sentimos.
104 © WK Educación
Propuestas didácticas
Procedimiento
El maestro, con la colaboración de las familias de los niños, ayudará a confec-
cionar a sus alumnos una libreta de vida en la que se recogerán aspectos tales
como: quién es y qué cualidades positivas tiene, dónde vive y cuál es su hogar,
la escuela y sus compañeros, etc. En ella, se pueden pegar fotografías, dibujos,
escritos, etc.
Temporalización
Tantas sesiones como sean necesarias para ir elaborando la libreta.
Recursos
Una libreta para cada niño de la clase.
Orientaciones
Las familias pueden disponer de esta libreta cada semana, para que puedan leer y
a la vez escribir algunas cosas sobre la vida de su hijo. El niño en su casa puede
participar en la elaboración.
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Educar las emociones en la infancia
DE 2 A 3 AÑOS DE VIDA
5.6. Mis juguetes
A todos, especialmente a los niños, nos gustan los juguetes. Algunos prefieren las
pelotas, las muñecas, los coches, etc. Es interesante conocer cuáles son sus jugue-
tes favoritos y cuáles desean compartir con los demás.
Objetivos
• Identificar qué juguetes nos gustan y por qué.
• Compartir alguno de sus juguetes favoritos con los demás.
Procedimiento
El maestro les preguntará si les gustan los juguetes. Cada niño dirá cuáles son sus
juguetes favoritos, por qué y con quién los comparte en casa.
El maestro tomará nota de lo diga cada uno de los niños. Una vez conocidos los
juguetes favoritos de los pequeños, el maestro les contará cuáles eran sus juguetes
favoritos cuando era niño y, si puede, los traerá para mostrarlos. Así mismo, pedi-
rá a las familias de los niños que les dejen traer algún juguete para mostrar a los
demás y compartir un tiempo de juego con sus compañeros de clase.
Temporalización
Unos 15 minutos aproximadamente.
Recursos
Juguetes que puedan traer los niños y el maestro para compartir con los demás.
Orientaciones
Es interesante tener un espacio para que los niños expongan sus juguetes y, en el
momento de juego, puedan ir a buscarlos con total autonomía. Se puede invitar a
las familias para que nos cuenten cosas sobre los juguetes de sus hijos.
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Propuestas didácticas
DE 3 A 6 AÑOS DE VIDA
5.7. Mi escuela
La escuela es un sitio querido por los niños. En ella se viven y comparten expe-
riencias para la vida.
Objetivos
• Identificar qué nos ofrece la escuela y cómo nos hace sentir.
• Compartir nuestras experiencias emocionales.
Procedimiento
El maestro hará un recorrido con los niños por todos los espacios de la escuela, les
mostrará cómo es y qué se hace en ella.
Posteriormente, les pedirá que identifiquen aquellos aspectos que más les gusta de
la escuela y que les hagan sentirse felices.
El maestro irá anotando en una cartulina en forma de estrella los mensajes de los
niños y, al lado de cada mensaje, el nombre del niño que lo haya dicho.
Estos mensajes se colgarán con un hilo por toda la escuela, como si fueran estre-
llas, y pondremos tantas como mensajes que se nos ocurran.
Temporalización
30-40 minutos aproximadamente. Se realizará en más de una sesión.
Recursos
Tantas cartulinas en forma de estrella como mensajes se escriban.
Orientaciones
Las estrellas simbolizarán las maravillas y los mensajes positivos que nos ofrece la
escuela. Su impacto visual contribuirá al bienestar de los niños y de toda la escuela.
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Educar las emociones en la infancia
DE 3 A 6 AÑOS DE VIDA
5.8. Mi hogar
Toda persona se siente identificada en un espacio lleno de vínculos afectivos y
emocionales, recuerdos, vivencias y experiencias que nos llenan y nos enseñan.
Objetivos
• Expresar cómo es nuestro hogar y cómo nos hace sentir.
• Compartir vivencias y experiencias emocionales de nuestro entorno.
Procedimiento
El maestro les mostrará una casita de juguete en la que vive una familia de muñe-
cos. Con ello, invitará a los niños a que hablen de su hogar, cómo es, quién vive
en él, cómo es su habitación, etc. Y qué vivencias emocionales quiere compartir
con los demás compañeros de la clase.
El maestro puede empezar explicándoles su hogar y cómo le hace sentir. A conti-
nuación, lo hará cada uno de los niños.
Una vez finalizado, harán una pintura para colgar en su hogar y la mostrarán a sus
compañeros de clase.
Temporalización
Unos 30 minutos aproximadamente.
Recursos
Pinturas y cartulinas blancas.
108 © WK Educación
Propuestas didácticas
Orientaciones
Sería interesante realizar una actividad paralela como, por ejemplo, elaborar nues-
tro sueño de hogar con material de reciclaje o plastilina.
DE 3 A 6 AÑOS DE VIDA
5.9. Mis seres queridos
Toda persona genera vínculos afectivos y emocionales con personas y animales.
Los niños también tienen sus seres queridos, basta con saber quiénes son para
conocer un poco más su entorno y sus sentimientos.
Objetivos
• Dar a conocer quiénes son nuestros seres queridos.
• Expresar las emociones y sentimientos que nos generan los seres queridos.
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Educar las emociones en la infancia
Procedimiento
El maestro cuenta a los niños una pequeña historia inventada sobre un personaje.
Por ejemplo: Pablo habla sobre sus seres queridos, como su familia, su perro, su
pez y sus vecinos.
A raíz de la historia, el maestro les hará algunas preguntas como:
“¿Sabéis que quiere decir ser querido?”; “¿Quiénes son vuestros seres queri-
dos?”.
Así, dará lugar para que cada niño nos cuente quiénes son sus seres queridos, y les
invitaremos a que les manden algún mensaje bonito.
Posteriormente, harán el dibujo para sus seres queridos, con el mensaje. El maes-
tro les puede ayudar a escribir dicho mensaje.
Temporalización
20 -30 minutos aproximadamente. Puede durar más de una sesión de trabajo.
Recursos
Papeles y colores.
Orientaciones
Los dibujos serán expuestos durante unos días en la clase y posteriormente se los
llevarán para regalarlos a sus seres queridos.
110 © WK Educación
Capítulo III
Evaluación
Un aspecto esencial en cualquier propuesta educativa que se lleve a cabo es la
evaluación. La evaluación forma parte de la actividad educativa, ya que nos aporta
diferentes informaciones:
• Conocimientos previos del alumnado y de las personas participantes.
• Detección de las necesidades reales, para ajustar las propuestas educativas a
sus destinatarios.
• Proceso de enseñanza y aprendizaje emocional.
• Desarrollo de las capacidades y competencias emocionales del niño.
• Actitudes (implicación, interés, aceptación... de la educación emocional).
• Clima de relación y participación.
• Efecto del programa de educación emocional en las instituciones educativas o
en el ámbito familiar (continuidad, experiencia innovadora, formación, etc.).
Para ello, y más en las edades de 0 a 6 años, se necesita obtener y recoger esta
información desde el ámbito familiar, escolar y entorno social.
Así pues, las personas evaluadoras serán la propia familia, los maestros o educa-
dores, otras personas que formen parte de la vida del niño, así como el propio niño
cuando tenga la capacidad de expresar lo que ha aprendido (a partir de los 3 años de
edad).
El diseño de sencillos protocolos de observación nos permitirá registrar las con-
ductas de los niños en cada una de las actividades desarrolladas a lo largo del pro-
grama, recoger situaciones de especial trascendencia, como pequeños conflictos e
incidentes, reflexiones sobre temas de conducta y convivencia, etc.
© WK Educación 113
Educar las emociones en la infancia
Por otra parte, mediante entrevistas a las familias, docentes e incluso a los propios
alumnos, obtendremos información más detallada sobre aspectos que hemos o no
hemos observado, su punto de vista, opinión, etc.
Las producciones verbales y no verbales de los niños también nos ofrecen infor-
mación sobre su grado de adquisición y aprendizaje emocional. Por ejemplo, cómo
lo viven, qué interiorizan, qué saben o necesitan, etc.
Por todo ello, se presentan diferentes evaluaciones, en función de lo que se quiere
valorar significativamente.
114 © WK Educación
Evaluación
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Educar las emociones en la infancia
– Etc.
Para completar la evaluación, se considera conveniente la utilización de técnicas
como las escalas de observación, los registros anecdóticos y el diario de clase.
Las escalas de observación son instrumentos que utiliza el observador para re-
gistrar la opinión o estimación general del niño respecto a los objetivos logrados en
cada una de las actividades desarrolladas. Por ejemplo:
− Utiliza vocabulario emocional (0-Nunca; 1-A veces; 2-Normalmente; 3-Siem-
pre).
Los registros anecdóticos sirven para consignar situaciones de especial trascen-
dencia, que resulten significativas para el observador, tales como comportamientos,
vivencias, etc. Por ejemplo: “Cuando ha tenido que hablar de su historia personal
ha sentido vergüenza y ha pedido ayuda al maestro”.
El diario de clase es otra estrategia de observación que consiste en registrar si-
tuaciones, experiencias y aspectos diversos que ocurren en la vida del grupo-clase.
Por ejemplo, hoy en clase los niños han jugado a preguntarse mediante un títere:
“¿Buenos días, cómo te sientes?”.
Las familias también pueden aportar mucha información sobre los comportamien-
tos y actitudes de sus hijos respecto a lo que estamos trabajando. Algunas posibles
preguntas que se les pueden formular, a través de entrevistas o cuestionarios, pueden
ser:
– ¿Su hijo/a le expresa cómo se siente?
– ¿Su hijo/a ha mejorado su vocabulario emocional?
– ¿Su hijo/a le pregunta cómo se siente usted?
– ¿Su hijo/a se consuela con facilidad?
– ¿Su hijo/a le cuenta cómo es el positivamente?
– ¿Su hijo/a muestra curiosidad por conocer su historia personal y social?
– Etc.
Es interesante conocer si ha existido una mejora en el clima de relación y comu-
nicación entre el alumnado. También si han participado en las propuestas del progra-
ma, si han mostrado interés y qué necesidades y aspectos cabe destacar para mejorar
en el desarrollo de las capacidades y competencias emocionales.
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Evaluación
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Capítulo IV
Conclusiones
Educar las emociones en la infancia es una tarea de todos: familia, educadores,
maestros y todas aquellas personas que tienen un vínculos con los niños y niñas de
0 a 6 años de edad.
El primer modelo o referente es el adulto y éste debe educarse emocionalmente
para poder educar emocionalmente a los demás. Para ello, en este libro, se ha hecho
hincapié en la importancia en tener conocimientos teórico-prácticos que ayuden a
sentir al adulto más competente emocionalmente con uno mismo y con los demás.
En la educación infantil se sustentan los primeros aprendizajes y desarrollo de
las capacidades personales y sociales. Todo aquello que se enseñe y se aprenda de
forma temprana mucho antes se obtendrán sus frutos. Una buena educación emocio-
nal debe tener en cuenta los primeros años de vida y educar emocionalmente en la
infancia implicar trabajar conjuntamente escuela , familia y entorno.
Llevar a cabo la educación emocional supone contribuir en la mejora de la perso-
na, en su salud física y emocional, en la construcción positiva de un vínculo afecti-
vo-emocional entre el adulto y el niño y en el desarrollo de las capacidades y futuras
competencias emocionales.
Las capacidades emocionales que se exponen en este libro son: conciencia emo-
cional, regulación emocional, autonomía emocional, habilidades sociales y habilida-
des para la vida y el bienestar. Todas ellas pueden desarrollarse conjuntamente con la
ayuda de propuestas didácticas como las que exponemos en el libro y que consisten
en actividades como juegos de mirada, juegos interactivos con marionetas o títeres,
música y bailes, juegos con el cuerpo, pintura e imágenes, etc. Todas ellas parten
de una metodología vivencial y participativa entre el adulto y el niño o la niña. Sin
olvidar que una buena educación emocional es aquella en la que la persona genera un
vínculo afectivo y emocional con otra, y ello hace que la persona se sienta importan-
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Educar las emociones en la infancia
122 © WK Educación
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Educar las emociones en la infancia
130 © WK Educación
Esta publicación nos aporta unos
conocimientos que son fruto no solamente
de una reflexión teórica, sino que surgen de
una reflexión basada en la propia práctica
reflexiva. El título que lleva la obra, Educar
las emociones en la infancia, nos muestra un
aspecto que no siempre ha estado presente
en nuestras aulas: educar las emociones.
Su importancia es primordial, ya que es la
base para construir los andamios necesarios
para una correcta educación integral. Las
emociones y sentimientos en las edades
más tempranas (desde el nacimiento hasta
los 6 años) tienen un papel fundamental,
ya que ayudan a construir unos entornos
afectivos que polinizan todo lo que hay
alrededor, de tal manera que las experiencias Èlia López Cassà
personales de los niños se convierten en
fuentes de aprendizaje y, sobre todo, dotan a
los pequeños de unos recursos que les van a
acompañar a lo largo de su vida.
Educar las emociones en la infancia (de 0 a 6 años)