CUIDAR DEL PROPIO CUERPO Y DEL CUERPO DE LOS OTROS

Primero debemos entender lo que entendemos por cuerpo el concepto y

comprensión que heredamos de los griegos sigue vigente: se entiende comúnmente
que el cuerpo es un compuesto de cuerpo y alma; al morir el alma va a la eternidad
feliz o infeliz según su vida, y el cuerpo vuelve a la tierra.

1. Unidad compleja cuerpo espíritu: según la antropología bíblica y

contemporánea el cuerpo no es algo que tenemos sino algo que somos.
Somos un cuerpo vivo, una realidad bio-psicoenergetico-cultural, dotado de un
sistema perceptivo, cognitivo, afectivo, valorativo, informacional y espiritual.
Estamos hechos de materiales cósmicos, portador de 400 billones de células
renovadas continuamente por un sistema genético, habitado por un trillón de
microbios y provisto de tres niveles de cerebro:
 El reptil: responde por nuestras reacciones instintivas.
 El límbico: explica la afectividad el amor el cuidado.
 Neocortical: con este organizamos el mundo y nos abrimos a la totalidad de
lo real.

En resumen, el ser humano es corporal y también en su totalidad espiritual, el

cuerpo es el espíritu realizándose dentro de la materia, el espíritu es la
transfiguración de la materia.

El espíritu es visible cuando vemos a una persona a la cara, no solo miramos sus
facciones también miramos su alegría, tristeza etc. Lo que vemos es un cuerpo
vivificado y penetrado de espíritu. Cuando hablamos, miramos, nos expresamos
revelamos la profundidad del espíritu.

2. LAS FUERZAS DE AUTOFORMACIÓN Y DE INTEGRACION

Biológicamente somos seres carentes, es decir no estamos dotados de un órgano
especial que garantice nuestra supervivencia o nos defienda de peligros, por ello
necesitamos continuamente del cuidado para garantizar nuestra vida, mediante el
trabajo y la inteligente intervención en la naturaleza.
Referente al cuidado hay dos fuerzas que prevalecen en cada ser y en nosotros.
 La primera es la fuerza de autoafirmación: en ella cada ser vivo se centra en
sí mismo y en su instinto de supervivencia defendiéndose de amenazas contra
su integridad y su vida.
Aquí se debe superar la teoría Darwinista que afirma que solo el más fuerte
sobrevive, y darle un verdadero sentido a la evolución, acudiendo a la solidaridad y
la interdependencia de todos con todos, es decir entreayudandose para que tanto
los fuertes como los más débiles también sobrevivan.

 La segunda es la fuerza de la integración: el individuo está integrado en

relaciones sociales, viene de una familia, participa en grupos de trabajo, habita
un país. Etc. Asi los seres humanos estamos interconectados y viven unos por
otros.
El individuo vive entre estas dos fuerzas y el equilibrio entre ellas es tenso y
dinámico, pero se debe procurar alcanzarlo, porque si no cuidamos aparecen
fuerzas y sistemas que llevan a desequilibrios, conflictos y guerras con
consecuencias fatales.
Ejemplo: el capitalismo y el socialismo que fueron fuerzas depredadoras y
brutales que empeoraron las condiciones de vida de muchas poblaciones.

Reto del ser humano ante esto: buscar el equilibrio de forma consiente y hacer de
esta búsqueda un propósito y una actitud.
El hombre como ser libre y portador de conciencia debe actuar con ética y
responsabilidad por si mismo y por los demás.
El ser humano puede ser hostil, oprimir y devastar o puede ser un ángel guardián,
defensor y protector de todo lo creado, puede ayudar a salvar al mas débil; por ello
fue hecho guardián de todos los seres y jardinero para ayudar a los que no podían
sobrevivir por si solos (Adán).

3. LOS DESAFÍOS DEL CUIDADO DEL PROPIO CUERPO

El ser humano para cuidar verdaderamente su propio cuerpo debe dejar que haya
armonía entre su parte interior (espiritu) y exterior (cuerpo).
Cuidando positivamente su cuerpo regresando a la naturaleza y a la tierra,
estableciendo una relación de biofilia, de amor y de sensibilización hacia las
plantas, los animales, los paisajes, la tierra etc.
El cuidado va desde la alimentación, la higiene, hasta la inteligencia, viendo al ser
humano-cuerpo como una unidad compleja y armonizada en todo aspecto.
Saber escoger lo que comemos se traduce en vida sana que nos previene de
eventuales enfermedades.
Rechazar el culto al cuerpo promovido por la infinidad de gimnasios y la publicidad
como si hombres y mujeres fuesen maquinas desposeídas de espíritu. (solo
centrarse en aumentar músculos usando productos nocivos esteroides),
olvidando el verdadero propósito del deporte que es la salud.
Oponerse a lo que la publicidad nos ha impuesto especialmente cuando se ve a la
mujer como objeto, exponiendo sus partes del cuerpo como mecanismo de
publicidad.
Nada más ridículo que el embellecimiento artificial construido a base de Botox y
cirugías plásticas, ocultando la belleza real que cada etapa de la vida tiene para el
ser humano. Tales personas al final son víctimas de la cultura, la vanidad y la
publicidad.

4. EL CUIDADO DE LOS OTROS DE LOS POBRES DE LA TIERRA

Cuidar del cuerpo de los más pobres es luchar por políticas públicas como las del
presidente Lula con su programa hambre cero, con las cocinas comunitarias y otras
iniciativas solidarias para que los pobres vean realizado su derecho básico de
alimentarse.
Ayudar a que las víctimas se organicen y con su fuerza de presión y persuasión
aseguren su derecho al trabajo, la salud, la vivienda, la educación y la seguridad.
Rechazo al sistema que trata a las personas como como cosas y les niega los
bienes comunes como el alimento, el agua, el vestido, la vivienda, el transporte etc.
Lo anterior se logra con condiciones histórico sociales que hagan posible y viable
estas intenciones.

Hoy más que nunca debemos cuidar de la madre tierra, marcada por devastaciones,
y daños en suelos y mares por la contaminación. O cuidamos de ella o talvez no
nos quiera hospedar más y nos expulse como a una célula cancerígena.