Академический Документы
Профессиональный Документы
Культура Документы
1
Matthew Henry (MH) Comentario Gálatas, pág. 1 (digital)
2
Roberto Jamieson, (RJ) Comentario exegético tomo II N.T. Epístola a los Gálatas- introducción (digital)
3
Manifiesto: Escrito en que se hace pública declaración de doctrinas o propósitos de interés general
4
Raul Silebi, (RS) Comentario Gálatas (digital)
Desarrollo.
1. Remitente o emisor de la carta – Apóstol de Jesucristo y Dios Padre v. 1a
Pablo “un apóstol” así afirma su llamado ante la iglesia que una vez le
recibió como a un ángel pero que ahora ponían en duda su llamado, él no se
encontraba por debajo de los demás. Apóstol significa “el que es enviado” Jn.13:16
“no dé (parte de) hombre, ni mediante hombre”. De forma negativa y
abrupta inicia su carta. Expresando el origen de su misión la cual no nació de
la voluntad o necesidad de la iglesia, o de algún líder en particular. Y Pablo
se lo señala a la iglesia. En la mayoría de los casos tiene otra forma de
presentación, Ro. 1:1 y Fil 1:1 “esclavo de Jesucristo”, Filemón 1 “Prisionero de
Cristo”pero para poder restaurar a la iglesia debía de enfatizar su autoridad.
Esto es digno de observar en la obra de Dios y el llamado de sus siervos
esta le pertenece a “apóstol por Jesucristo y por Dios el padre”
El ministerio de Pablo provenía de Cristo resucitado sin intermediarios,
durante el camino a Damasco Hch. 9:3, fue mediante Jesucristo y Dios Padre,
pues, una vez resucitado y exaltado, se cita y se concibe a Cristo al mismo
nivel que Dios Padrea cuya diestra está sentado, como nos dice el Salmo 110-Ro
8:34. “Cristo es el que murió; más aún, el que también resucitó, el que además está a la diestra de Dios,
el que también intercede por nosotros.”
Y esta era una señal inalterable para un apóstol debía recibir su
encomienda del Cristo resucitado personalmente. O estar presentes durante
todo el ministerio del Señor y de su resurrección Hch. 1:20-24 Por esto es de
cuestionar a muchos que se auto proclaman apóstoles, que sin recibir de Cristo
mismo su llamado y sin ser testigos de toda su obra, muerte y resurrección, creen
que mediante la imposición de manos de otros hombres pueden retener tan
solemne ministerio apostólico. Este no es un don que continúa en la iglesia.