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RESUMEN
ABSTRACT
The research was conducted in order to generate the geomechanical model of Urdaneta
01 Reservoir in the Block VI, for predicting sand production, since it is a serious problem
in many oil fields worldwide costing significant amounts of time and money during
cleaning. The methodology of the study consisted in determining overburden and pore
pressure gradients, generating geopressures model, then the elastic mechanical
parameters and rock strength were defined from the results of laboratory tests
performed to the core of the UD-747 well, completed in Block VI. Subsequently, the
stress field was identified by determining the magnitude and direction of vertical,
minimum and maximum horizontal stress, finally generating the sand production stability
envelopes of Urdaneta 01 Reservoir for Block VI. The results indicate that there is not a
drawdown pressure allowable to produce oil without sand in Santa Barbara Unit and
Misoa Formation of Urdaneta 01 Reservoir, considering open and perforated cased hole
completions, while in Icotea Formation it is possible to prevent sand production in open
hole completions, because of low horizontal stress anisotropy, such as the well UD- 735,
in which the sand production stability envelope showed a value of critical drawdown
during the production life of the well.
A mis padres, Omar y Thais, a quien les dedico mis logros, por traerme a este
mundo y ser un digno ejemplo de honestidad, constancia y valor. A ellos sólo deseo una
cosa, que vivan lo suficiente para devolverles de alguna forma tanto sacrifico y
dedicación.
A Carla por su amor y apoyo durante estos años, tiempo durante el cual me ha
brindado una grandiosa compañía.
AGRADECIMIENTOS
A Carla por ser una persona especial, paciente y comprensiva, gracias por
acompañarme y brindarme amor a lo largo de todo este camino transitado, y que nos
toca seguir recorriendo juntos.
A mis amigos por estar siempre a mi lado, por poder contar con ellos siempre que lo
necesitaba, quienes hacen de mi vida una experiencia enriquecedora profesional y
personalmente.
CAPÍTULO I EL PROBLEMA...................................................................................... 18
1.1. Planteamiento del problema. ............................................................................ 18
1.2. Formulación del problema. ............................................................................... 19
1.3. Justificación de la investigación. ...................................................................... 20
1.4. Objetivos de la investigación. ........................................................................... 21
1.4.1. Objetivo general......................................................................................... 21
1.4.2. Objetivos específicos. ................................................................................ 21
1.5. Delimitación. ..................................................................................................... 21
1.6. Antecedente de la investigación. ...................................................................... 22
Con el pasar del tiempo los problemas de arenamiento han sido manejados con
completaciones especiales para el control de arena basadas en empaque con grava,
sin embargo, se ha caracterizado muy poco la caída de presión crítica para prevenir la
producción de arena.
CAPÍTULO I
EL PROBLEMA
¿Será posible generar un modelo geomecánico que permita predecir las condiciones
de presión de fondo a la cual iniciará la producción de arena en los pozos productores
de petróleo ubicados en el Bloque VI y completados en el Yacimiento Urdaneta 01?
20
1.5. Delimitación.
- Delimitación espacial.
localizada en Maracaibo, estado Zulia; calle 77 entre Av. 11 y 12; Edificio Exploración y
Producción.
- Delimitación temporal.
Méndez, M.; Toan, N.; Rodríguez, T.; Moreno, G.; Guerrero, Y.; León, L.; Martín, C.;
Arteaga, D.; Soto, Y.; Martínez, K.; Soto, Y.; Quintero, M.; Alarcón, N.; Sánchez, E.;
Canelón, R.; Villasmil, A.; Villalobos, G. (2012). Fase I del Estudio Integrado del
Yacimiento URDANETA 01. Informe Técnico, PDVSA Exploración y Producción.
Maracaibo, Venezuela.
CAPÍTULO II
MARCO TEÓRICO
2.1. Geomecánica.
- Materiales geológicos.
esto, la deformación del material geológico está controlada por la interacción entre
partículas y el movimiento relativo entre partículas (ver figura 1). El fluido intersticial
puede fluir a través de los poros interactuando con el esqueleto mineral, alterando la
magnitud de las fuerzas en el contacto entre partículas e influenciando en la resistencia
y compresibilidad del material geológico (Vásquez, 2001).
- Estratigrafía mecánica.
- Isotropía y anisotropía.
- Esfuerzo.
superficie elemental. Dado que la fuerza y la superficie sobre la que actúa son
magnitudes vectoriales, el esfuerzo va a ser una magnitud “tensorial”. La acción de
cada fuerza y la deformación que genera sobre el objeto al cual se aplica depende del
plano que se considera, teniendo de esta manera diferentes tipos de esfuerzo, a
continuación se definen:
- Deformación.
Perforación:
- Estabilidad de hoyo.
- Tipo y peso de lodo óptimos.
- Trayectoria óptima de pozos.
- Diseño de revestidores.
- Selección de mechas.
Yacimientos:
- Definición de la tasa de agotamiento.
- Predicción de compactación y subsidencia.
- Yacimientos fracturados.
- Mantenimiento de presión.
Todo modelo geomecánico comienza en una fase donde se debe recopilar, validar y
organizar la información existente, el alcance de esta actividad es la cuantificación,
evaluación de la calidad y diagnóstico de la información del yacimiento, la naturaleza
del área y el nivel de desarrollo alcanzado en la explotación de los hidrocarburos, a fin
de establecer las actividades, el detalle de la investigación y alcance del estudio. El
modelo de datos es la etapa más crítica y fundamental del proyecto, ya que basados en
este modelo, los especialistas deberán manejar y analizar una cantidad de información
para realizar la interpretación, definir el plan de estudio y sus objetivos, alcance,
software, plan de captura de datos y, a partir de la cantidad, calidad y distribución de los
datos, se podrá estimar la certidumbre que proporciona la información disponible sobre
cada una de las propiedades de los yacimientos a estudiar.
Por su parte, Chacón (2009) expone que las ondas P son ondas longitudinales o
compresionales, lo cual significa que el suelo es alternadamente comprimido y dilatado
en la dirección de la propagación, estas ondas generalmente viajan a una velocidad
mayor que las ondas S y pueden viajar a través de cualquier tipo de material. El paso
de esta onda por un medio geológico provoca un cambio de volumen pero no deforma
en respuesta al esfuerzo de compresión y tensión, además están afectadas por la
compresibilidad del material geológico así como por su rigidez. Las ondas S son ondas
transversales o de corte, lo cual significa que el suelo es desplazado
perpendicularmente a la dirección de propagación, alternadamente hacia un lado y
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hacia el otro, ésta puede viajar únicamente a través de sólidos debido a que los líquidos
no pueden soportar esfuerzos de corte, su velocidad es menor que la de una onda P
para cualquier material sólido. El paso de esta onda por un medio geológico produce un
cambio de forma pero no de volumen y solamente dependen de la rigidez (ver figura 7).
Las herramientas de densidad son herramientas de rayos gamma activos, que usan
el efecto Compton de rayos gamma para medir la densidad de electrones de la
formación. Utilizando correlaciones litológicas apropiadas, la densidad electrónica es
convertida a densidad de masa con una razonable precisión (Vázquez, 2001).
identificada en un registro de imágenes son las fallas por tensión, bien sea naturales o
inducidas. Las fracturas inducidas son identificadas en el registro de imágenes como
líneas verticales paralelas separadas 180° uno de la otra. Con la identificación de las
fracturas inducidas se obtiene la orientación del esfuerzo horizontal máximo (ver figura
8).
Según Torres (2008) la manera más simple para detectar los breakouts es examinar
las pistas o “tracks” registrados por el cáliper orientado de 4 o 6 brazos. Esta
herramienta es comúnmente corrida para obtener información sobre rumbo y
buzamiento de los estratos y estimar el volumen de cemento requerido para el
revestimiento, pero además puede usarse para interpretar los breakouts. La
herramienta es corrida en el pozo permitiendo que unos brazos con muelles se abran
mientras pasan por los alargamientos del hoyo midiendo el diámetro del pozo en dos
direcciones ortogonales. El cáliper rota al mismo tiempo que se va sacando del hoyo y
deja de rotar en las zonas donde el hoyo está alargado si un par de patines queda
atascado en la dirección de alargamiento. Esta herramienta puede ser usada en
40
2.2.1.2.3. Microfrac.
Éste otro tipo de prueba, generalmente, se lleva a cabo a hueco abierto con bajas
tasas de bombeo donde un sistema de empacaduras aísla el intervalo en el cual se
origina la microfractura. El término de microfractura hace referencia a una versión a
menor escala de un trabajo de fractura hidráulica. La microfractura es creada por la
inyección de un pequeño volumen de fluido (10 a 20gal) a una baja tasa (3 a 25gpm).
Para mantener la tasa de inyección constante baja se requieren algunos equipos
especiales, por ejemplo, usualmente se instala un pequeño émbolo en la bomba para
asegurar la inyección de tasas bajas con adecuada potencia, además, se emplea un
múltiple de inyección especializado para mantener una tasa de flujo constante. En una
prueba microfrac, el esfuerzo principal mínimo se determina a partir del análisis de la
caída de presión después del cierre de la fractura. La presión de cierre es definida
como la presión requerida para mantener una fractura abierta. Desde un punto de vista
teórico, una prueba microfrac a hueco abierto es un método óptimo para obtener el
esfuerzo horizontal menor, porque no existen interferencias del revestidor, del cañoneo
o del cemento.
43
2.2.1.2.4. Minifrac.
Según Giménez (2012) el ensayo minifrac es distinto del microfrac, aunque ambos
pueden ser utilizados para calcular los esfuerzos horizontales de la formación. El
ensayo microfrac se utiliza principalmente para determinar la magnitud del esfuerzo
horizontal menor mientras que el propósito principal del minifrac es obtener parámetros
sobre los fluidos de fracturamiento para optimizar el diseño de una fractura hidráulica. El
minifrac debe ser realizado a hueco entubado, cañoneado, completado y con el fluido
de fractura a utilizarse en el trabajo de fracturamiento hidráulico principal y por lo tanto,
generalmente se realiza antes de uno de estos trabajos. El microfrac puede ser
realizado a hueco abierto o entubado a tasas bajas y pequeños volúmenes de fluidos
donde los mismos son diferentes a aquellos a ser utilizados en el trabajo de fractura
hidráulica. En el minifrac se opera a altas tasas, igual que el fracturamiento hidráulico
principal, sin embargo no utiliza un agente de sostén. Como el minifrac requiere del
mismo equipo de fracturamiento hidráulico resulta más costoso que las otras pruebas
de inyectividad.
Por esta razón, resulta necesario obtener núcleos geológicos de las zonas de interés
para poder realizar ensayos geomecánicos. A partir de los núcleos geológicos se toman
las muestras para los ensayos, prefiriéndose aquellos núcleos de mayor diámetro.
Estos núcleos tienen que ser tomados con técnicas que minimicen la perturbación del
mismo, lo cual resulta más importante en formaciones no consolidadas. El núcleo
geológico debe ser orientado para poder procesar aquellos ensayos de laboratorio que
involucren la determinación de direcciones de esfuerzos principales.
posible hacer mediciones dinámicas por acústica para calcular módulos dinámicos, los
cuales pueden ser comparados con registros acústicos de campo para elaborar
correlaciones núcleo-perfil. Todos estos parámetros pueden ser determinados bajo
diferentes condiciones de esfuerzo y presiones de fluidos y los resultados obtenidos son
de naturaleza estática y por ello reflejan fielmente las propiedades de las rocas.
Vásquez (2001) expone que en este ensayo se comprime un cilindro de roca, bajo
presión de confinamiento constante, hasta llegar a su resistencia máxima.
Tradicionalmente se miden para una presión de confinamiento dada la resistencia
máxima, el módulo de Young, la relación de Poisson, y la resistencia mecánica. Es
utilizado con otros ensayos triaxiales adicionales a diferentes presiones confinantes
para generar la envolvente de falla. Con equipo especializado es posible realizar
mediciones acústicas para calcular módulos dinámicos. Este tipo de ensayo se realiza
46
en una celda triaxial que permite someter la muestra a condiciones de presión que
simulan condiciones de yacimiento (ver figura 10).
Este ensayo realizado en una celda triaxial mide el coeficiente de Biot que describe
la eficiencia de las presiones de fluidos en contrarrestar los esfuerzos totales aplicados.
Este importante parámetro, que oscila entre 0 y 1, sirve para calcular los esfuerzos
necesarios para iniciar y propagar la fractura y también para elaborar correlaciones
núcleo-perfil. Este ensayo se realiza aumentando la presión confinante y la presión de
poros simultáneamente a una tasa constante, hasta que la presión de poros alcance el
valor de la presión de yacimientos. Esta primera parte determina la compresibilidad de
grano Cr. Para la segunda parte, la presión de poros se mantiene constante mientras la
presión confinante aumenta hasta alcanzar al esfuerzo horizontal. Esta segunda parte
del ensayo determina la compresibilidad total Cb del material bajo cargas hidrostáticas.
Finalmente el coeficiente de Biot puede obtenerse aplicando la ecuación 7.
49
(Ec. 1)
Dónde:
: Esfuerzo axial.
: Deformación unitaria axial.
por una fuerza de tensión F, en la misma dirección del alargamiento, en todo caso, es la
relación entre la deformación transversal y la longitudinal (ver figura 14).
(Ec. 2)
Dónde:
: Deformación unitaria axial.
: Deformación unitaria radial.
Rocas con altas relaciones de Poisson transfieren mayor cantidad del esfuerzo
vertical en la dirección horizontal, es decir, resultan en mayores valores de esfuerzos
horizontales. Las arcillas, que tienen mayor relación de Poisson que las arenas, tienen
generalmente mayores valores de esfuerzo que éstas. Debido al comportamiento no
lineal de las rocas, la relación de Poisson no es constante en todo el rango de esfuerzo
y es afectado por los mismos factores que el módulo de Young. Para rocas débiles y
porosas, la relación de Poisson se mantiene dentro de un rango de 0.15 a 0.25.
51
(Ec. 3)
Dónde:
: Esfuerzo cortante.
: Deformación unitaria cortante.
52
2.2.2.5. Compresibilidad.
(Ec. 4)
Dónde:
: Volumen inicial.
: Cambio de volumen.
: Cambio de presión.
: Temperatura constante.
(Ec. 5)
(Ec. 6)
Dónde:
: Porosidad de la roca.
Es una práctica común considerar a las rocas como si fueran homogéneas, es decir,
materiales sólidos sin porosidad; sin embargo, las rocas son generalmente materiales
compuestos, y por lo tanto, heterogéneos en una escala microscópica. La manera en la
que se comportan las rocas, sus respuestas elásticas y sus esfuerzos de falla,
dependen, en una gran medida, de las partes no sólidas del material. Por ello, es de
suma importancia considerar un parámetro físico que tome en cuenta el espacio vacío,
el cual no sólo es esencial para la producción de petróleo en un yacimiento, sino
también juega un papel importante en el comportamiento mecánico de la roca.
Por su parte, Franquet y Abass (1999) señalan que este factor que define el
segundo modelo de poroelasticidad se denomina coeficiente de Biot, el cual mide la
eficiencia de las presiones de fluidos (presión de poro) para contrarrestar los esfuerzos
55
totales aplicados (ver figura 17). En sistemas porosos con buena interconexión, como el
caso de arenas con porosidades y permeabilidades altas, el valor de α se tiende a 1,
por el contrario en sistemas sin porosidad como metales, el valor de α es 0, y por lo
tanto los esfuerzos efectivos y los esfuerzos totales son iguales.
(Ec. 7)
Dónde:
: Coeficiente de Biot (0-1).
: Compresibilidad de la roca.
: Compresibilidad total.
Vásquez (2001) afirma que se pueden calcular los módulos elásticos a partir de
velocidades de propagación de ondas; y debido a que estas ondas son generadas a
frecuencias altas, a los módulos calculados se les conoce como módulos elásticos
dinámicos. Los resultados obtenidos con estas ecuaciones son generalmente distintos a
los módulos medidos en los ensayos mecánicos de laboratorio (módulos estáticos), que
utilizan la relación entre esfuerzos axiales, y las deformaciones axiales y laterales, y
donde la tasa de carga oscila alrededor de 103 segundos. Este tipo de carga
monotónica en el laboratorio es cuasi-estática, sin embargo, tradicionalmente se conoce
como estática. Aunque las investigaciones analíticas y experimentales no han permitido
entender completamente el fenómeno; sí está establecido que los módulos dinámicos
son mayores o iguales a los módulos estáticos. El módulo de Young dinámico puede
ser hasta cuatro veces mayor que el módulo de Young estático y la relación de Poisson
dinámica puede ser hasta tres veces mayor que la relación de Poisson estática;
dependiendo del material.
(Ec. 8)
(Ec. 9)
(Ec. 10)
(Ec. 11)
(Ec. 12)
muestras que cubren un gran rango de propiedades como lutitas de grano fino, basaltos
volcánicos, plagioclasas, areniscas y calizas (ver ecuación 16).
Torres (2005) definió la resistencia como el máximo esfuerzo que puede soportar un
material antes de perder su capacidad para soportar cargas, es decir, la resistencia
determina las condiciones de estabilidad, y establece los límites a los cuales las
magnitudes de los diferentes esfuerzos ocasionan la falla de la roca.
60
Es la máxima carga compresiva que soportará la roca antes de ser fallada por efecto
del esfuerzo axial aplicado, estando dicho cuerpo libre de fuerzas confinantes
perpendiculares a la dirección de la carga uniaxial aplicada. Esta propiedad es medida
en ensayos de laboratorio en los que se somete una muestra de roca a las condiciones
mencionadas.
(Ec. 17)
Donde:
: Volumen de arcilla
: Módulo de Young dinámico
: Relación de Poisson estática
: Resistencia a la compresión sin confinamiento
Otros autores plantean ecuaciones para estimar la UCS teniendo en cuenta los
diferentes tipos de litología presentes en el subsuelo (Khaksar y col., 2009), a
continuación alguna de ellas:
- Para areniscas:
61
(Ec. 22)
Chang (2006)
(Ec. 23)
- Para lutitas:
- Para carbonatos:
Es una medida del límite crítico para que un cuerpo sufra una falla por tensión
cuando es sometido a esfuerzos axiales de tracción sin que sus límites laterales y
perpendiculares a la dirección del esfuerzo aplicado estén sometidos a esfuerzos de
confinamiento. La mayoría de las rocas sedimentarias tienen un valor de resistencia a la
tensión (To) bastante bajo; inclusive en muchas aplicaciones se aproxima a cero (Fjær y
col., 2008). La teoría de Mohr- Coulomb establece la siguiente relación para estimar la
resistencia a la tensión con datos obtenidos a partir de ensayos de laboratorio:
(Ec. 30)
Sin embargo, dicha ecuación predice una relación un tanto subestimada entre la
resistencia a la compresión (UCS) y a la tensión (To). Otra teoría ampliamente utilizada
ha sido la de Hoek y Brown (Jaeger y col., 2007), que sugiere la siguiente relación:
(Ec. 31)
Donde To viene dado en las mismas unidades que la UCS y m varía en un rango de
5 a 30, y para diferentes tipos de rocas se tiene:
- m≈7 para rocas carbonáticas con clivaje de cristales bien desarrollado (dolomitas,
calizas, mármol).
- m≈10 para rocas arcillosas litificadas (lutita, limolita, pizarra).
- m≈15 para rocas arenáceas con cristales fuertes y clivaje pobremente desarrollado
(arenisca, cuarcita).
- m≈17 para rocas cristalinas ígneas poli- mineralógicas de grano fino (andesita,
dolerita, diabasa, rolita).
- m≈25 para rocas cristalinas ígneas poli- mineralógicas de grano áspero y rocas
metamórficas (anfibolita, gabro, granito, norita, gneis, cuarzo- diorita).
63
(Ec. 32)
(Ec. 33)
- Weingarten y Perkins (1995), para areniscas (Ec. 34) y areniscas débiles (Ec. 35):
(Ec. 34)
(Ec. 35)
(Ec. 36)
Donde:
: ángulo de fricción interna (°).
: tiempo de tránsito de la onda acústica compresional (μseg/pie).
: porosidad (fraccional).
: volumen de arcilla (fraccional).
64
(Ec. 37)
(Ec. 38)
Mohr observó que la función de las fallas podía describirse como la envolvente a
todos los círculos que podían trazarse utilizando como diámetro a los esfuerzos
máximos y mínimos en el punto de falla, conocidos como círculos de Mohr. Esta teoría
aplicada al fallamiento de las rocas asume un campo de esfuerzos bidimensional,
donde los esfuerzos principales actúan en un plano horizontal, uno de estos esfuerzos
actúa en la dirección radial y el otro en la tangencial (ver figura 18).
Por su parte, Terzaghi en la década de los años 20, identificó el efecto de la presión
del fluido en el medio poroso, condujo experimentos con pares de muestras similares,
utilizando alta presión de poro en una de ellas y ninguna presión de poro en la otra y
descubrió que el criterio de Mohr-Coulomb funcionaba correctamente siempre que se
sustrajera la presión de poro del esfuerzo, donde este parámetro se conoce como
67
esfuerzo efectivo. Los esfuerzos efectivos son los que controlan el comportamiento
mecánico de la roca, y vienen dados por la diferencia entre el esfuerzo total y la presión
de poro. Si la presión de poro se incrementa lo suficiente, el esfuerzo efectivo se puede
reducir a tal punto que se puede producir una falla en la roca.
Este criterio es uno de los más antiguos y conservadores, además posee la gran
ventaja de linealizar la envolvente de falla facilitando el análisis de resistencia. El criterio
de Mohr-Coulomb considera que la falla depende del esfuerzo máximo, esfuerzo
mínimo, la cohesión y el ángulo de fricción interna de la roca y se puede representar de
la siguiente manera:
(Ec. 41)
Dónde:
: Esfuerzo cortante (lpc).
: Cohesión (lpc).
: Esfuerzo normal(lpc).
: Ángulo de fricción interna (°).
Si se grafican los estados de esfuerzos cuando ocurre la falla, se encontraría que los
círculos de Mohr para los esfuerzos en las condiciones de falla definen una envolvente
tangente a los círculos (ver figura 18). Esta envolvente de Mohr representa límites de
resistencia mecánica para el material. La envolvente de Mohr puede ser definida como
una función que tiene las siguientes implicaciones:
Las intersecciones del círculo con el eje σ son los esfuerzos principales máximo y
mínimo (σ1 y σ3) y asumiendo que el valor de resistencia máxima al esfuerzo, calculado
a partir de los ensayos, representa σ1 en la dirección axial y que la presión de
confinamiento del ensayo representa σ2 = σ3, se pueden construir los círculos de Mohr
para cada una de las condiciones de falla a las que se somete una misma muestra (ver
figura 20).
70
(Ec. 42)
(Ec. 43)
(Ec. 44)
(Ec. 45)
Donde y son los esfuerzos efectivos principales, m y s son constantes (ver tabla
2); y es la resistencia a la compresión no confinada.
71
(Ec. 46)
(Ec. 47)
(Ec. 48)
(Ec. 49)
Los esfuerzos que se ejercen sobre el subsuelo a menudo modifican sus rasgos,
creando a veces condiciones inadecuadas para la producción y recuperación de
hidrocarburos. Las formaciones débilmente consolidadas pueden derrumbarse en el
interior del pozo debido a los esfuerzos compresivos producidos en la pared del pozo
(ovalización por ruptura de la pared del pozo). Por más complejo que pueda ser el
estado de los esfuerzos en cualquier punto en particular, la perforación de un pozo y la
extracción de hidrocarburos aumentan la complejidad de este estado. Las actividades
de perforación y producción alteran los esfuerzos locales, a veces en perjuicio de las
actividades de explotación de yacimientos. La perforación extrae material de una
formación, lo que modifica los esfuerzos presentes en los pozos adyacentes. La
perforación en condiciones de sobrebalance o bajo balance, respectivamente, aumenta
o reduce la presión de poro de la formación. Estos cambios pueden dificultar o facilitar
la perforación, según las condiciones locales y es importante saber con anticipación
cual es el resultado más probable.
Vásquez (2001) afirma que técnicamente, los esfuerzos in situ no son propiedades
mecánicas de las rocas en formaciones bajo superficie. Sin embargo, los esfuerzos in
situ tienen influencia tanto en los parámetros elásticos como en los parámetros de
longitud, y sobre todo, el nivel de esfuerzo determina si una roca está cargada
críticamente o no. Para definir con suficiente detalle el estado de los esfuerzos in situ es
necesaria la comprensión de los siguientes conceptos:
los cuales los esfuerzos de corte son nulos. Estos ejes se denominan ejes principales
de esfuerzo y los esfuerzos normales que actúan sobre estos tres planos se denominan
esfuerzos principales. El más grande de estos tres esfuerzos principales se denomina
esfuerzo principal mayor (σ1), el más pequeño se denomina esfuerzo principal menor
(σ3) y el tercero es el esfuerzo principal intermedio (σ2). A menudo se asume que en
los yacimientos, estos ejes principales ortogonales están orientados en sentido vertical
y horizontal; sin embargo, esta condición no suele cumplirse. La magnitud y orientación
de los esfuerzos presentes en la tierra cambian con el buzamiento estructural de la
formación, que puede rotar la orientación de los esfuerzos principales con respecto a
las direcciones vertical y horizontal, así como también lo puede hacer la presencia de
fallas, diapiros salinos, montañas u otras estructuras complejas.
(Ec. 50)
Dónde:
: Esfuerzo total (lpc).
: Esfuerzo intergranular efectivo (lpc).
: Coeficiente de Biot (adimensional).
: Presión de poro (lpc).
Desde esta nueva perspectiva, Vásquez (2001) expone que los esfuerzos in situ
vienen dados por los tres esfuerzos principales y además la presión de poros constituye
un importante dato de entrada para las evaluaciones de estabilidad. Generalmente, se
supone que los esfuerzos que actúan en la zona son principales, por lo que se
considera un esfuerzo vertical y dos esfuerzos horizontales, los cuales pueden ser
iguales (isotrópicos) o diferentes (anisótropos). En la tierra, donde la deformación está
restringida, las tres componentes de los esfuerzos están ligadas, y cualquier cambio de
esfuerzo en una dirección es acompañado por cambios de los esfuerzos a lo largo de
los ejes ortogonales.
Los esfuerzos verticales locales son originados fundamentalmente por el peso de los
estratos de roca y de los fluidos por encima de una profundidad dada. Una vez que va
ocurriendo el proceso de sedimentación, las formaciones subyacentes tienen que
soportar el material que se va depositando. Esta carga o esfuerzo generado se
denomina esfuerzo de sobrecarga.
(Ec. 51)
Dónde:
: Esfuerzo de sobrecarga vertical.
: Densidad del estrato rocoso que varía con profundidad.
: Aceleración de gravedad.
: Variación de la profundidad.
los poros soportará parte de los esfuerzos totales aplicados al sistema, liberando a la
roca matriz de parte de la carga.
La presión de poro puede ser de dos tipos: normal, cuando la presión es igual a la
presión hidrostática que ejerce una columna de fluido, propio de la formación; y
anormal, cualquier presión diferente a la presión normal de una formación, para un área
dada (Pérez y col., 2009). Si la presión de formación excede a la presión hidrostática,
se le denomina anormalmente alta, o sobrepresión, o simplemente presión anormal;
pero si es menor que la normal, entonces se le llama presión de formación
anormalmente baja o subnormal (ver figura 21).
77
Las zonas con presiones anormales pueden ser generadas a partir de diferentes
mecanismo: generación de hidrocarburos, efectos termodinámicos, densidad
diferencial, fenómenos diagenéticos y osmóticos, actividad tectónica, migración de
fluidos, recarga o represionamiento, nivel piezométrico del fluido y sobre todo, el
desequilibrio en la compactación normal de los sedimentos.
A pesar de ser muchos los métodos desarrollados para estimar la presión de poro,
dos de los mencionados anteriormente son los que han tenido mayor aplicación a nivel
mundial en los últimos años; y serán descrito a continuación:
(Ec. 52)
(Ec. 53)
(Ec. 54)
Bowers planteó que dichos procesos son dos procesos opuestos de carga y
descarga en el diagrama esfuerzo- deformación; en la terminología de mecánica de
suelos, la relación entre la velocidad acústica y el esfuerzo efectivo en el proceso de
incremento de esfuerzos efectivos es llamada curva de carga virgen, y la relación en el
decrecimiento de los esfuerzos efectivos y de velocidad acústica es conocida como
curva de descarga. Por lo tanto, el método está sujeto a la ley de esfuerzos efectivos, y
81
(Ec. 55)
(Ec. 56)
(Ec. 57)
es determinado por:
(Ec. 58)
(Ec. 59)
(Ec. 60)
(Ec. 61)
Donde:
83
Para Torres, R. (2008) los “breakouts” son el resultado del colapso de las paredes
del pozo inducidos por los esfuerzos efectivos que se concentran en las paredes al
momento de perforar el pozo. Los “breakouts” son simétricos, bilaterales y pueden
ocurrir en largas secciones del pozo, y dentro de estas secciones, el método de los
“breakouts” provee información continua de la orientación del campo de los esfuerzos.
(Ec. 62)
(Ec. 63)
(Ec. 64)
Dónde:
= esfuerzo vertical o de sobrecarga (Lpc)
86
PDVSA (2009) propone el uso de la ecuación de Barton para el cálculo del esfuerzo
horizontal máximo (ver ecuación 65), y en algunos casos donde es despreciable el
efecto de varias variables por su baja influencia se aplica la ecuación 66. Por otra parte,
Rodríguez, A. y González A. (2008) utilizan la ecuación del régimen de esfuerzos para
calcular el esfuerzo horizontal máximo (ver ecuación 67).
(Ec. 65)
Dónde:
87
: Cohesión (lpc).
: Esfuerzo termal (lpc).
: Apertura angular de los breakouts (°).
(Ec. 66)
(Ec. 67)
Dónde:
: Sobrecarga (lpc).
: Factor de incremento. (k=0.5 para un régimen normal).
Como otra alternativa, Moos y Zoback (Fernandez & Alvarellos, 2011) establecen un
polígono de esfuerzos para precisar la magnitud del esfuerzo horizontal máximo (ver
figura 23). El polígono de esfuerzos define el lugar geométrico de todas las posibles
combinaciones de magnitudes de esfuerzo horizontal máximo y mínimo que pueden
darse en la naturaleza a una profundidad dada, sujeto a un régimen de esfuerzos según
la clasificación de Anderson y dónde la falla de la roca está definida por la envolvente
de Mohr - Coulomb. El polígono se construye bajo la suposición de que la relación entre
los esfuerzos efectivos principales no puede exceder la superficie de falla, de otra forma
se produciría deslizamiento en las estructuras tectónicas a lo largo de los planos de
fallas preexistentes. El hecho de que, por definición, el esfuerzo horizontal mínimo no
puede ser mayor que el esfuerzo horizontal máximo, requiere que todos los estados de
esfuerzos posibles se ubiquen por encima de la línea de pendiente unitaria (σh = σH).
Las líneas horizontales y verticales dentro del polígono vienen impuestas por la
magnitud del esfuerzo vertical y definen el límite entre los diferentes regímenes de
esfuerzos: falla normal (NF), falla de rumbo (SS) y falla inversa (RF). Los límites del
polígono quedan impuestos por las condiciones de falla propia de cada régimen de
esfuerzos y por tanto representan un caso de fallas activas.
88
Figura 23. Magnitud de esfuerzos en profundidad según los límites de resistencia friccional
en la corteza.
Fuente: FERNANDEZ Y AREVALLOS. (2011).
(Ec. 68)
(Ec. 69)
Donde:
: esfuerzo horizontal mínimo (Lpc).
: esfuerzo horizontal máximo (Lpc).
: esfuerzo vertical o de sobrecarga (Lpc).
: constante de Biot (adimensional).
: presión de poro (Lpc).
: relación de Poisson estática (adimensional).
89
- Régimen normal (Sv > SH > Sh): ocurre cuando el esfuerzo máximo, σ1, es vertical
y, por lo tanto, el bloque inferior a la falla sube con respecto al bloque superior. Este tipo
de fallas es común en régimen extensivo y generalmente las fallas normales buzan
paralelas a la dirección del esfuerzo horizontal menor.
- Régimen transcurrente (SH > Sv > Sh): ocurre cuando el esfuerzo intermedio, σ2,
es vertical y, por lo tanto, uno de los bloques se desplaza a la derecha (falla destral) o la
izquierda (sinestral) del otro bloque. No hay movimiento vertical.
91
- Régimen inverso (SH > Sh > Sv): ocurre cuando el esfuerzo mínimo, σ3, es vertical
y, por lo tanto, el bloque superior a la falla, sube con respecto al bloque inferior. Este
tipo de fallas es común en régimen compresivo. Estas fallas usualmente buzan
paralelas a la dirección del esfuerzo horizontal mayor.
cuales pueden ser degradadas por los diversos procedimientos que ocurren durante la
perforación y la producción de los pozos petroleros.
Hasta ahora se ha hablado de los esfuerzos in situ, los cuales son los que percibe la
roca antes de perforar un pozo, pero una vez que el pozo es perforado, el soporte de la
roca es removido y es remplazado por la presión que ejerce el lodo de perforación. Este
cambio altera los esfuerzos in situ y cualquier punto en el hoyo puede ser descrito en
términos de esfuerzos radiales actuando a lo largo del radio del pozo (Sr), esfuerzos
tangenciales actuando alrededor de la circunferencia del hoyo (Sθ) y el esfuerzo axial
actuando paralelo a la trayectoria del pozo (Sz). Los esfuerzos tangenciales, radiales y
axiales describen el estado de esfuerzos de la roca en la zona de las paredes del pozo.
Según Torres, L. (2009) estos esfuerzos son compresivos y originan esfuerzos de corte
en la roca, sin embargo pueden llegar a ser esfuerzos de tracción dependiendo del
peso del fluido de perforación, de los esfuerzos in situ y de la trayectoria.
94
- Esfuerzo axial (Sz): este esfuerzo está orientado a lo largo de la trayectoria del
pozo. Éste depende de la magnitud y orientación de los esfuerzos in situ, de la presión
de poro y de la dirección e inclinación del hoyo. El esfuerzo axial no se ve afectado
directamente por la densidad del fluido de perforación. En un hoyo vertical con
esfuerzos horizontales iguales el esfuerzo axial es igual al vertical, mientras que en un
hoyo desviado el esfuerzo axial depende de la sobrecarga y de los esfuerzos
horizontales (ver figura 26).
- Esfuerzo radial (Sr): en pozos verticales, este esfuerzo actúa a lo largo del radio del
pozo y es equivalente la presión hidrostática del fluido de perforación, actuando
perpendicular a la pared del hoyo (ver figura 26).
Vásquez, A. (2001) expone que para examinar los esfuerzos en las rocas alrededor
de un hoyo de perforación, es conveniente expresar los esfuerzos y deformaciones en
coordenadas cilíndricas en función de las coordenadas del pozo, como se muestra en la
siguiente figura (ver figura 27) por lo que hay que transformar los esfuerzos regionales
en esfuerzos localizados en las paredes del hoyo utilizando las siguientes ecuaciones:
(Ec. 70)
(Ec. 71)
(Ec. 72)
(Ec. 73)
(Ec. 74)
(Ec. 75)
96
Dónde:
: Ángulo horizontal (azimut) entre SH y el pozo (°).
: Inclinación del pozo (°).
(Ec. 76)
(Ec. 77)
(Ec. 78)
Dónde:
: Esfuerzo tangencial (lpc).
: Esfuerzo axial (lpc).
: Esfuerzo radial (lpc).
: Presión ejercida por el lodo de perforación (lpc).
: Posición alrededor de la circunferencia del pozo (°).
hoyo o la depleción, en sí, que causa fallas en todo el yacimiento. También, cuando las
fuerzas de arrastre de los fluidos fluyentes en el yacimiento exceden la cohesión natural
de la roca en formaciones no consolidadas, por ejemplo.
estimados conociendo las tasas de flujo por unidad de área, gradientes de presión y
permeabilidades de la formación. La resistencia mecánica es función directa de los
esfuerzos efectivos, y la estimación de éstos depende de los esfuerzos totales y las
presiones de poro en la vecindad del pozo.
Figura 31. Caso ideal y real mostrando el rompimiento de las cavidades de un pozo y la
relación entre la tasa de producción de fluidos, arena y cambio de reductores.
Fuente: VAZQUEZ, A. (2001).
- Producción de arena sin detección: durante esta etapa el pozo produce arena sin
existencia de manifestaciones externas, para la detección de pozos problemas en esta
primera etapa se requiere de mediciones de sólidos y en algunos casos mediciones
continuas con sensores especializados. Esta etapa no tiene un costo asociado por
corrección, pero constituye la etapa inicial de un pozo potencialmente problemático y
desde un punto de vista preventivo representa la etapa donde se deben tomar las
medidas iniciales.
- Colapso del revestidor: esta última etapa se caracteriza por alta producción de
arena, la cantidad de arena producida acumulada alcanza proporciones graves y en
formaciones de arenas consolidadas la arena producida deja cavidades en la
formación. Esta arena proviene de los orificios cañoneados los cuales aumentan de
tamaño. Este aumento de tamaño de las cavidades puede ser tan grande, que
cavidades de los orificios cañoneados adyacentes empiezan a unirse creando una
mayor cavidad detrás del revestidor. Si esta cavidad continúa creciendo entonces el
revestidor puede quedar sin soporte lateral lo que pudiera causar falla por pandeo
(buckling) y colapso del mismo.
Sin embargo, la mayoría de los modelos recientes han utilizado los principios de la
geomecánica para predecir la producción de arena más allá de su comienzo en sí. Se
incluyen los trabajos de Addis y col. (1998), McLellan y col. (2000), Vaziri y col. (2002),
Palmar y col. (2003) y Vardoulakis (2006). Utilizando un mecanismo de falla apropiado
para modelar la predicción de arena se encuentran los trabajos de Isehunwa y Farotade
(2010), Oluyemi y Oyeneyin (2010). Existen métodos enfocados en calcular la caída de
presión crítica total (critical drawdown pressure ó CDP) que provoca la condición de
arenamiento, con la finalidad de generar las medidas preventivas que permitan
106
En esta categoría entra la metodología de Shell (estudiada por Veeken y col, 1991),
ampliamente utilizada cuando el volumen de información es limitado; se basa en
identificar las zonas propensas a producir arena tomando como punto de partida y
análisis los tiempos de tránsito de las ondas compresionales. La metodología establece
una relación para el drawdown crítico (∆Pc) en función del tiempo de tránsito de la onda
compresional (∆tco); concluyen en que un menor valor de ∆tco implica un mayor valor de
∆Pc, ya que la formación es más rígida y quizá por ello, más resistente.
Figura 32. Drawdown versus tiempo de transito para intervalos con y sin problemas de arena
El método plantea que para evitar la producción de arena, el mayor de los esfuerzos
efectivos tangenciales (σt2- Pwf) debe ser menor que la resistencia efectiva de la
formación en las cercanías del hoyo. En este sentido, dados los esfuerzos totales de
campo lejano sobre un plano perpendicular al eje del hoyo, σ1 y σ2, con σ1> σ2; los
esfuerzos tangenciales sobre la superficie del hoyo (ver Figura 33) vienen dados por:
(Ec. 81)
(Ec. 82)
(Ec. 83)
(Ec. 84)
(Ec. 85)
(Ec. 86)
Donde:
: resistencia a la compresión sin confinamiento (lpc).
: Cohesión de roca (lpc).
La presión de fondo fluyente crítica (Pwfc) viene dada por la siguiente relación
(Schlumberger citado por Vásquez & Sánchez, 2001):
(Ec. 87)
Donde:
: esfuerzo horizontal mayor (Lpc)
: esfuerzo horizontal menor (Lpc)
: presión de poro (Lpc)
: relación de Poisson (adimensional)
: coeficiente de Biot (adimensional)
: Cohesión (Lpc)
: ángulo de fricción interna (° ó rad, dependiendo de la configuración del dispositivo de
cálculo).
111
(Ec. 88)
(Ec. 89)
(Ec. 90)
112
(Ec. 92)
(Ec. 93)
(Ec. 94)
(Ec. 95)
(Ec. 96)
114
Se encuentra limitada al norte por una falla normal de carácter sellante; al oeste, por
el límite de costa, donde se localizan los pozos de GARCIA y ENSENADA; el límite al
sur corresponde a un límite arbitrario con el área operada por la empresa mixta PDVSA
Petroregional del Lago y al este por el límite de concesión con la empresa mixta de
PDVSA Petrowarao, estos últimos límites están siendo objeto de análisis debido a que
los mismo pueden no corresponder a los límites reales del yacimiento. Para Petróleos
115
de Venezuela, S.A. Urdaneta 01 tiene particular interés dadas las reservas estimadas
de crudo con las que cuenta, así como la complejidad en las propiedades estructurales
y de los fluidos que posee, cuya caracterización permitiría un mejor entendimiento del
volumen prospectivo para optimizar los parámetros operativos y económicos
involucrados en la explotación del mismo.
Para Diciembre de 2013, se tiene un total de 537 pozos completados, de los cuales
258 se encuentran activos, los tipos de completaciones utilizados han sido, tanto a hoyo
revestido como hoyo desnudo; caracterizando las terminaciones configuradas para
control de arena, predominantemente forzamiento arena petróleo y rejillas
preempacadas. Los métodos de producción más utilizados son levantamiento artificial
por gas (LAG) y bombeo electrosumergible (BES), en menor medida las bombas de
cavidad progresiva (BCP) o combinaciones de éstos.
117
CAPÍTULO III
MARCO METODOLÓGICO
A este respecto, Hurtado (2008), señala que la investigación analítica es “un proceso
metódico de búsqueda de conocimiento que tiene por objetivo generar una crítica o una
interpretación de un evento de análisis, de manera tal que es posible descubrir
aspectos novedosos, y no evidentes en un primer momento”; así mismo, considera que
“la predicción puede estar orientada hacia la estimación de los valores que asumirá un
evento en el futuro, dadas ciertas condiciones de los eventos predictores”.
Para llevar a cabo esta investigación fue necesario seleccionar una muestra que
aportara información representativa de los pozos que conforman el total de la población
en estudio. Con respecto a la muestra, Bavaresco (1994), señala que la muestra es un
subconjunto de la población; que se observa detenidamente y una vez logrado su
estudio, los resultados pueden ser inferidos sobre la población.
Según Hurtado (2008), esta muestra puede ser clasificada como no probabilística
intencional, ya que su selección responde a criterios no basados en el azar, cuya
probabilidad de formar parte de la población no es conocida. De igual manera, la
muestra se escoge en términos de criterios teóricos, que de alguna manera sugieren
que ciertas unidades son las más convenientes para acceder a la información que se
requiere. Los elementos a participar en el estudio fueron escogidos de forma directa,
por considerarlos representativos o típicos y por facilitar la información necesaria para el
desarrollo del modelo geomecánico.
120
Las técnicas de recolección de datos tienen que ver con los procedimientos
utilizados para la recaudación de la información necesaria para llevar a cabo la
investigación (Hurtado, 2008). Se refieren al uso de una gran diversidad de técnicas y
herramientas utilizadas para desarrollar los sistemas de información. Todos estos
instrumentos se aplicarán en un momento en particular del estudio, con el objeto de
buscar información de utilidad a la fase de investigación correspondiente.
(Ec. 97)
Donde:
: tiempo de tránsito de la onda compresional.
: densidad total de los sedimentos a cada profundidad.
: coeficiente empírico (usualmente 0.23).
: coeficiente empírico (usualmente 0.25).
Por su parte, para los registros sónicos de corte se realizó un análisis de la relación
lineal entre el tiempo de tránsito de la onda compresional y el tiempo de tránsito de la
onda de corte de aquellos pozos donde se contaba con ambas curvas, para generar la
correlación que finalmente permitió determinar el tiempo de transito de las ondas de
corte del resto de los pozos.
- Ajustes de perfiles:
Antes de generar los registros sónicos sintéticos, se normalizaron los registros de
densidad disminuyendo la dispersión de los puntos, y una vez obtenidas las curvas de
onda compresional y de corte, se ajustaron para obtener perfiles suavizados,
eliminando aquellos puntos que no eran representativos de forma proporcional.
- Gradiente de sobrecarga:
La determinación de este gradiente se llevó a cabo a través de la herramienta
Analyze Over Burden Gradient - Bulk Density de DrillWorks Predict, donde se calcula la
124
sobrecarga mediante la integración del registro de densidad (Ec. 51), con la condición
de contar con dicho registro desde la superficie.
Comúnmente, este tipo de registros no son corridos desde la superficie, por esta
razón, los valores de densidad fueron estimados para las formaciones superiores a
través del método de Miller, el cual permite estimar valores de densidad para dichas
secciones extrapolando a partir de los datos disponible en las secciones inferiores (Ec.
98). Esta correlación está disponible en el software.
(Ec. 98)
Donde:
: densidad de los sólidos de la matriz (típicamente 2.68 gr/cc, para lutitas).
: densidad del agua de poro (típicamente 1.03 gr/cc).
: porosidad (fracción).
- Gradiente de poro:
El cálculo de la presión de poro estuvo basado en la tendencia de compactación
normal de las lutitas a partir de los tiempos de tránsito del registro sónico, empleando el
método de Eaton, descrito en el capítulo II del presente trabajo de investigación. Para el
cálculo final fue necesario realizar una serie de pasos previos:
hacer un filtro asumiendo igual peso para todos los puntos y promediando cada cierto
número de puntos seleccionados.
(Ec. 99)
Donde:
: tiempo de tránsito (us/pie).
: tiempo de tránsito en el lecho marino (mudline) (típicamente 200 us/pie).
: esfuerzo efectivo asumiendo presiones normales (lpc)
A y B: constante empíricas de Bowers, que ajustan la relación velocidad-esfuerzo
efectivo de acuerdo al área donde se hayan tomado los datos.
Las curvas de carga para cada pozo se generaron en una hoja de cálculo de Excel
donde se determinó el esfuerzo efectivo vertical virgen, a partir del gradiente de
sobrecarga previamente calculado, considerando un proceso de compactación normal
para una presión de poro de 8.27lpg y se determinó éste despejando de la ecuación 55.
126
(Ec. 100)
Donde:
: presión de poro a condiciones originales (lpc).
: presión inicial estimada para el yacimiento (no depletado) (lpc).
: profundidad vertical verdadera corregida por EMR de ser necesario (pie).
: profundidad del datum (pies).
: gradiente del yacimiento (lpc/pie).
Una vez validados los resultados, se generaron una serie de gráficos cruzados para
el pozo UD-747 de las propiedades estáticas versus las dinámicas, así como las
propiedades estáticas versus los datos de registros, tales como: densidad, tiempo de
tránsito de la onda compresional, volumen de arcilla y porosidad total; llevados a
profundidad de núcleo, con el fin de obtener la mejor correlación que permitiera
extrapolar las propiedades estáticas al resto de los pozos del modelo, y por ende, del
bloque en estudio. Finalmente, se seleccionaron las relaciones con mayor coeficiente
de correlación para el modulo de Young y la relación de Poisson, y se graficaron en
DrillWorks Predict y se seleccionó la que mejor ajustó a los puntos correspondientes a
los ensayos de núcleo. Es importante acotar que las correlaciones generadas solo
permiten definir las propiedades estáticas a nivel de yacimiento (Icotea-Misoa).
La metodología aplicada en esta fase, es muy similar a la fase anterior, para todos
los cálculos se crearon algoritmos simples en Drillworks Predict con la herramienta
Tools - UDM/UDP Script Editor. Durante esta fase se calcularon las propiedades de
resistencia, que describen el máximo esfuerzo que puede soportar un material antes de
perder su capacidad para soportar cargas, entre estas, la resistencia a la presión sin
confinamiento (UCS), la resistencia a la tensión (To), el ángulo de fricción interno
(FANG), la cohesión (Co) y la resistencia del cilindro de pared gruesa (TWC).
129
Una vez validados los resultados se determinaron las propiedades de resistencia por
las ecuaciones de la literatura para evaluar aquellas que ajustaran a los resultados
obtenidos a nivel de las formaciones Icotea-Misoa. Para la resistencia a la compresión
sin confinamiento se utilizaron las ecuaciones de Coates&Denoo (Ec. 17), McNally (Ec.
19) y Thuringia (Ec. 20), sin observar una buena representación. Sin embargo, para el
caso de las formaciones suprayacentyes al yacimiento se hizo uso de la ecuación de
McNally. Por su parte, para la resistencia a la tensión se utilizó la ecuación de Hoek &
Brown (Ec. 31), tomando valores de m en base al contenido arcilloso de la formación, lo
cual permitió calibrar dichos valores hasta obtener una excelente correlación y
representación de la tensión en base a lo obtenido en laboratorio, lo que permitió
extrapolar dicha correlación al resto de los pozos.
Microsoft Excel una hoja de cálculo donde se introdujeron los datos requeridos en la
ecuación antes mencionada, exceptuando, las magnitudes del coeficiente de
deformación tectónica debida al esfuerzo horizontal mínimo (εh) y el coeficiente de
deformación tectónica debida al esfuerzo horizontal máximo (εH), cuyos valores fueron
hallados iterando haciendo uso de la herramienta solver, con la condición de hacer el
esfuerzo horizontal mínimo igual a la presión de cierre de cada prueba minifrac.
(Ec. 101)
(Ec. 102)
Donde:
: presión de poro a condiciones originales (lpc).
Finalmente, se validó que el esfuerzo horizontal mínimo se encontraba calibrado, al
coincidir con las presiones a las cuales ocurrieron pérdidas de circulación en 9 pozos
del Bloque en estudio, durante las operaciones de perforación.
Es importante acotar que todos los perfiles de esfuerzo horizontal máximo y mínimo
para cada pozo fueron calculados a condiciones iniciales y actuales, creando algoritmos
en DrillWorks Predict con las respectivas fórmulas, haciendo uso de la herramienta
Tools – UDM/UDP Script Editor.
- Régimen de esfuerzos.
El régimen de esfuerzos se describió una vez determinadas las magnitudes de los
tres esfuerzos actuantes, basado en la clasificación planteada por Anderson en
Gímenez, 2012, analizando cada uno de los pozos y definiendo el régimen
predominante en el Bloque VI del yacimiento Urdaneta 01.
Para las tres metodologías, se prestó especial atención en las magnitudes de los
esfuerzos principales máximo (σ1) y mínimo (σ2) a incluir en el cálculo, ya que los
mismos dependerán de si el análisis se realiza a los cañoneos/perforaciones o al hoyo
desnudo. En este caso, para el pozo UD-735 por estar completado a hoyo desnudo se
consideró en el análisis el esfuerzo horizontal máximo y el esfuerzo horizontal mínimo;
por otra parte, para el resto de los pozos (UD-747, UD-821, UD-825 y UD-826), por
estar completado a hoyo entubado cañoneado, en el análisis se incluyó el esfuerzo
vertical y el esfuerzo horizontal mínimo. Es importante destacar, que para el método de
Wilson, la resistencia efectiva de la formación (σy) se consideró igual a la resistencia
TWC, ya que se ha demostrado que éste parámetro es el que mejor describe las
condiciones de resistencia para arenamiento obtenida en laboratorio, por lo cual arroja
resultados más precisos.
Una vez determinada la presión de fondo fluyente critica para cada pozo a
condiciones actuales e iniciales de yacimiento por formación productora, se grafican
sobre un eje cartesiano las coordenadas de cada punto, donde el eje de las ordenadas
representa la presión de fondo fluyente crítica y el eje de las abscisas la presión de
yacimiento correspondiente, se unen estos dos puntos y se traza una línea recta que se
134
hace coincidir con una línea recta que parte del origen y cuyos valores de presión de
yacimiento son iguales a los de fondo fluyente, la cual define el límite entre la zona de
datos realista y no realista (ver figura 36).
La región del plano comprendida entre los valores debajo de la curva límite y por
encima de la curva de presiones críticas, define los valores de diferencial de presión
crítico estables para prevenir la producción de arena.
135
CAPÍTULO IV
El pozo UD-826, parte de los pozos claves, posee buena cobertura en profundidad
de registros de densidad y sónicos dipolar cruzado, información valiosa para el modelo,
considerando que es un pozo recientemente perforado en el campo. Por su parte, los
pozos UD-821 y UD-825 (igualmente pozos claves) poseen gran cobertura de registro
de densidad, lo que permite generar el registro sónico sintético respectivo.
136
Los registros sónicos sintéticos para los pozos UD-735, UD-821 y UD-825, se
generaron a partir de los registros de densidad, haciendo uso de la ecuación de
Gardner (Ec. 97), considerando los registros del pozo UD-826, el cual cuenta con
registros originales de densidad y sónico con gran cobertura en profundidad. El pozo
UD-747, de igual forma posee registros de densidad y sónicos originales, sin embargo,
se obtuvo mejores coeficientes de correlación con el pozo UD-826.
2,8
2,6
2,4
Densidad (g/cc)
2,2
1,8
1,6 y = 0,1571x0,2934
R2 = 0,5991
1,4
5000 6000 7000 8000 9000 10000 11000 12000 13000 14000
Velocidad de tránsito (pie/s)
Figura 39. Gráfico de Densidad-Velocidad de tránsito (compresional). Zona Superior Pozo UD-826.
Fuente: Irausquin, M. (2014).
138
2,8
2,7
2,6
2,5
Densidad (g/cc)
2,4
2,3
2,2
2,1 y = 0,1321x0,3073
R2 = 0,2388
2
11000 11500 12000 12500 13000 13500 14000 14500 15000
Velocidad de tránsito (pie/s)
Figura 40. Gráfico de Densidad-Velocidad de tránsito (compresional). Formación Icotea Pozo UD-826.
Fuente: Irausquin, M. (2014).
2,6
2,5
2,4
Densidad (g/cc)
2,3
2,2
2,1
y = 4,1176x-0,0646
R2 = 0,0039
2
9000 9500 10000 10500 11000 11500 12000 12500 13000 13500 14000
Velocidad de tránsito (pie/s)
Figura 41. Gráfico de Densidad-Velocidad de tránsito (compresional). Formación Misoa Pozo UD-826.
Fuente: Irausquin, M. (2014).
139
Una vez determinados los parámetros de Gardner para la zona superficial y las
Formaciones Icotea y Misoa (ver tabla 6) se determinó el registro sintético de los pozo
UD-747 y UD-826, para comparar gráficamente con sus registros originales en la
interfaz de DrillWorks Predict (ver figura 42), obteniendo excelentes resultados.
c e
ZS 0,1571 0,2934
ICOTEA 0,1321 0,3073
MISOA 0,2262 0,2490
Fuente: Irausquin, M. (2014).
Figura 42. Superposición de registro sónico sintético sobre original. Izquierda:UD-826. Derecha:UD-747
Fuente: Irausquin, M. (2014).
600
500
400
DTS (us/pie)
300
200
100
y = 4,5969x - 240,19
R2 = 0,8428
0
60 80 100 120 140 160 180
DTC (us/pie)
Datos DTC-DTS Tendencia líneal
Figura 43. Gráfico DTC vs. DTS. Zona Superior Pozo UD-826.
Fuente: Irausquin, M. (2014).
m b
ZS 4,597 240,190
ICOTEA 2,731 71,284
MISOA 2,329 39,076
Fuente: Irausquin, M. (2011).
141
180
170
160
150
DTS (us/pie)
140
130
120
Figura 44. Gráfico DTC vs. DTS. Formación Icotea Pozo UD-826.
Fuente: Irausquin, M. (2014).
230
220
210
200
190
DTS (us/pie)
180
170
160
150
y = 2,329x - 39,076
140 2
R = 0,469
130
75 80 85 90 95 100 105
DTC (us/pie)
Datos DTC-DTS Tendencia líneal
Figura 46. Registros de densidad corregidos de los pozos UD-735, UD-747, UD-821, UD-825 y UD-826.
Fuente: Irausquin, M. (2014).
Figura 47. Registros sónicos finales de los pozos UD-735, UD-747, UD-821, UD-825 y UD-826.
Fuente: Irausquin, M. (2014).
143
Para cada uno de los pozos de los pozos en estudio (UD-735, UD-747, UD-821, UD-
825 y UD-826) se determinó el gradiente de sobrecarga y el gradiente de presión de
poro.
Figura 48. Registros Rhob hasta superficie de los pozos UD-735, UD-747, UD-821, UD-825 y UD-826.
Fuente: Irausquin, M. (2014).
Figura 49. Gradiente de sobrecarga de los pozos UD-735, UD-747, UD-821, UD-825 y UD-826.
Fuente: Irausquin, M. (2014).
Para el cálculo del gradiente de poro fue necesario, en primer lugar, trazar línea de
lutitas promedio para luego generar el tren de compactación normal, que permitió
finalmente el cálculo de la presión de poro, para su posterior calibración.
Figura 50. Transferencia de intervalos lutíticos al registro sónico del pozo UD-747.
Fuente: Irausquin, M. (2014).
Figura 51. Ajuste de esfuerzos efectivos vírgenes a la curva de carga original del pozo UD-735.
Fuente: Irausquin, M. (2014).
Los parámetros seleccionados son los que generan la curva que mejor se ajusta a
los resultados obtenidos para los pozos UD-747 y UD-826, que son aquellos en los
cuales se cuenta con datos originales, observando marcada desviación de la tendencia
normal en las Formaciones La Rosa, Icotea y Miosa, lo que permite inferir presiones
anormales en dichas formaciones. Adicionalmente, en el resto de los pozos se observa
que la tendencia normal ajusta pobremente en las formaciones superiores,
consecuencia de data obtenida de registro sónico sintético; sin embargo, a partir de la
Formación Lagunillas comienza la zona donde se pueden inferir presiones anormales,
ya que se observa una marcada desviación de la tendencia de la curva virgen.
147
Figura 52. Ajuste de esfuerzos efectivos vírgenes a la curva de carga original del pozo UD-747.
Fuente: Irausquin, M. (2014).
Figura 53. Ajuste de esfuerzos efectivos vírgenes a la curva de carga original del pozo UD-826.
Fuente: Irausquin, M. (2014).
148
Figura 55. Gradiente de poro Eaton-Sonic de los pozos UD-735, UD-747, UD-821, UD-825 y UD-826.
Fuente: Irausquin, M. (2014).
Figura 56. Correlación de unidades hidráulicas para llevar RFT del pozo UD693 al pozo UD-735.
Fuente: Irausquin, M. (2014).
151
Figura 57. Declinación de presión de las Formaciones Icotea y Misoa para el Bloque VI.
Fuente: Vargas, M. (2013).
Figura 58. Gradiente de poro actual calibrado. Pozos: UD-735, UD-747, UD-821, UD-825 y UD-826.
Fuente: Irausquin, M. (2014).
152
Figura 59. Presión de poro actual e inicial. Pozos: UD-735, UD-747, UD-821, UD-825 y UD-826.
Fuente: Irausquin, M. (2014).
153
Las propiedades mecánicas de la roca son necesarias para la estimación del campo
de esfuerzo actuante, inicialmente se estimaron las propiedades elásticas dinámicas,
para luego a partir de los ensayos de núcleos realizados al pozo UD-747, establecer
correlaciones que permitieron determinar las propiedades elásticas estáticas.
Los datos obtenidos de los registros sónicos y de densidad de los pozos UD-735,
UD-747, UD-821, UD-825 y UD-826, permitieron determinar las propiedades elásticas
dinámicas a partir de las ecuaciones número 8 hasta las 12. A continuación se
muestran las curvas resultantes para el pozo UD-747 (ver figura 60).
En la siguiente tabla, se aprecian los resultados obtenidos por pozo y por formación
respecto a las propiedades dinámicas, donde se corrobora el mismo comportamiento
para el resto de los pozos, destacando la Formación Icotea mecánicamente sobre el
resto de las formaciones.
Figura 61. Gráfico esfuerzo – deformación. 10 muestras verticales (8268.4’-8269.58’) del pozo UD-747.
Fuente: TERRATEK. (2013).
156
Figura 62. Gráfico esfuerzo – deformación. 5 muestras verticales (8488.0’-8489.25’) del pozo UD-747.
Fuente: TERRATEK. (2013).
Figura 63. Gráfico esfuerzo – deformación. 6 muestras verticales (8617.58’-8618.67’) del pozo UD-747.
Fuente: TERRATEK. (2013).
157
Figura 64. Gráfico esfuerzo – deformación. 6 muestras verticales (8619.25’-8621.33’) del pozo UD-747.
Fuente: TERRATEK. (2013).
2.000.000
Eest = -55253DTC + 6E+06
1.800.000 R2 = 0,9495
1.600.000
Modulo de Young estático
1.400.000
1.200.000
1.000.000
800.000
600.000
400.000
200.000
0
75 80 85 90 95 100
DTC (us/pie)
Figura 65. Gráfico cruzado de Módulo de Young estático vs. tiempo de transito de onda compresional.
Fuente: Irausquin, M. (2014).
0,30
vest = -0,0059DTC + 0,6953
R2 = 0,9116
0,25
Relación de Poisson estática
0,20
0,15
0,10
0,05
0,00
75 80 85 90 95 100
DTC (us/pie)
Pconf=6000lpc Tendencia líneal
Figura 66. Gráfico cruzado de Relación de Poisson estática vs tiempo de transito de onda compresional.
Fuente: Irausquin, M. (2014).
159
2.000.000
1.800.000
Figura 67. Gráfico cruzado de Modulo de Young estático vs. densidad de registro.
Fuente: Irausquin, M. (2014).
0,30
0,25
Relación de Poisson estática
0,20
0,15
0,10
Figura 68. Gráfico cruzado de Relación de Poisson estática vs. densidad de registro.
Fuente: Irausquin, M. (2014).
Figura 69. Selección de correlación para Modulo de Young estático a partir de DTC y Rhob.
Fuente: Irausquin, M. (2014).
Figura 70. Selección de correlación para Relación de Poisson estática a partir DTC y Rhob.
Fuente: Irausquin, M. (2014).
161
Para el desarrollo del modelo geomecánico fue estrictamente necesario conocer las
propiedades de resistencia de las rocas, por ello, se seleccionaron las correlaciones de
la literatura que mejor representaron dichas propiedades, y en otros casos, se
generaron correlaciones que permitieron extrapolar los resultados de los ensayos del
núcleo del pozo UD-747 a los demás pozos del modelo.
7.000
UCS = 4E+07e-0,1153DTC
6.000
R2 = 0,7459
5.000
UCS (lpc)
4.000
3.000
2.000
1.000
0
70 75 80 85 90 95 100
DTC (us/pie)
UCS Tendencia exponencial
Figura 73. Selección de correlación para UCS, To, FANG, Co y TWC a partir del pozo UD-747.
Fuente: Irausquin, M. (2014).
Figura 75. Análisis de falla de Mohr-Coulomb (8268.4’-8269.58’) saturada del pozo UD-747.
Fuente: TERRATEK. (2013).
Una vez tabulados los resultados, se realizó un gráfico cruzado de ángulo de fricción
interna obtenido del análisis de falla de Mohr-Coulomb versus el tiempo de tránsito de la
onda compresional (ver figura 79), considerando el desfase núcleo perfil, obteniendo
buen coeficiente de correlación, que al ser representado en la curva roja como se
muestra en la tercera pista de la figura 73, se ajusta a los valores obtenidos del
laboratorio para ambas formaciones.
40,0
Ángulo de fricción interna (°)
y = 352,75e-0,0291x
35,0
R2 = 0,9817
30,0
25,0
20,0
15,0
10,0
75 80 85 90 95 100
DTC (us/pie)
2500
Co-I = 5906,3e-0,0834DTC
2000 R2 = 0,9845
Co - M = 87473e-0,1346DTC
Cohesión (lpc)
1500 R2 = 0,9462
1000
500
0
0,0 5,0 10,0 15,0 20,0 25,0 30,0 35,0 40,0 45,0 50,0
DTC (us/pie)
Cohesión Icotea Cohesión Misoa T. Exponencial - I T. Exponencial - M
Por ello, se validaron los resultados obtenidos de las cuatro pruebas de cilindro
hueco donde se utilizó el orificio central perforado en la muestra para simular un hoyo
de perforación, y el calibre interior y diámetros exteriores eran 0,5 y 1,5 pulgadas,
respectivamente (es decir, una relación de diámetro del agujero 3:1 exterior a interior).
170
Durante las pruebas, un esfuerzo radial y un esfuerzo axial se aplican para simular
condiciones de tensión esperados que pueden resultar alrededor del pozo. El valor de
presión de confinamiento externa corresponden a la iniciación de la inestabilidad y falla
de calibre catastrófica del agujero interior, los criterios para determinar estas presiones
fueron los puntos de inflexión de la curva de carga durante la compresión hidrostática,
tanto para la deformación volumétrica externa, como para la producción de arena en el
agujero interno, que al final indica el punto de inicio de la producción de arena y la
presión que será considerada como resistencia TWC. Por lo general, dos puntos de
inflexión se producen, el primero correspondiente a la iniciación de las conexiones en el
agujero interno (producción de arena o material), y el segundo corresponde al colapso
catastrófico del agujero interior (ver figuras 81-84).
Figura 81. Gráfico de deformación volumétrica y producción de arena vs. presión de confinamiento en
prueba TWC en muestra núcleo a 8249.15’ del pozo UD-747.
Fuente: TERRATEK. (2013).
Con los resultados obtenidos para la resistencia interna del cilindro de pared hueca,
se realizó un gráfico cruzado versus la resistencia a la compresión sin confinamiento
igualmente de laboratorio, obteniendo un elevado coeficiente de correlación para una
tendencia potencial (ver figura 85).
171
Figura 82. Gráfico de deformación volumétrica y producción de arena vs. presión de confinamiento en
prueba TWC en muestra núcleo a 8268.65’ del pozo UD-747.
Fuente: TERRATEK. (2013).
Figura 83. Gráfico de deformación volumétrica y producción de arena vs. presión de confinamiento en
prueba TWC en muestra núcleo a 8617.80’ del pozo UD-747.
Fuente: TERRATEK. (2013).
172
Figura 84. Gráfico de deformación volumétrica y producción de arena vs. presión de confinamiento en
prueba TWC en muestra núcleo a 8619.50’ del pozo UD-747.
Fuente: TERRATEK. (2013).
9000
8000
7000
6000
TWC (lpc)
5000
4000
3000 TWC = 52,417UCS0,5679
2000 R2 = 0,7054
1000
0
0 1.000 2.000 3.000 4.000 5.000 6.000 7.000
UCS (lpc)
TWC Tendencia potencial
Figura 85. Gráfico cruzado de resistencia TWC interna vs. UCS del pozo UD-747.
Fuente: Irausquin, M. (2014).
173
Para esta prueba se aplicaron condiciones con límites de esfuerzo uniaxial y los
ensayos se realizaron a temperatura ambiente. Cualquier deformación experimentada
por la muestra durante la aplicación de presión de confinamiento hidrostática y presión
de poro a tasas idénticas, corresponde a una deformación de los granos, a partir de la
cual se determina la compresibilidad del grano; seguidamente al mantener constante la
presión de poro e incrementar la presión de confinamiento, se puede estimar la
compresibilidad total de la roca mediante la derivada de la deformación volumétrica.
175
Figura 87. Gráfico de deformación volumétrica vs. presión en prueba de agotamiento a 8445.30’.
Fuente: TERRATEK. (2013).
Figura 88. Gráfico de deformación volumétrica vs. presión en prueba de agotamiento a 8602.80’.
Fuente: TERRATEK. (2013).
Figura 89. Gráfico de deformación volumétrica vs. presión en prueba de agotamiento a 8603.15’.
Fuente: TERRATEK. (2013).
176
Figura 90. Coeficiente de Biot de los pozos UD-735, UD-747, UD-821, UD-825 y UD-826.
Fuente: Irausquin, M. (2014).
Santa
Pozo Icotea Misoa
Bárbara
UD-735 0,909 0,859 0,920
UD-747 0,902 0,847 0,971
UD-821 0,939 0,866 0,942
UD-825 0,936 0,870 0,948
UD-826 0,900 0,829 0,946
Promedio 0,917 0,854 0,945
Figura 91. Gráfico P vs Q de Datafrac realizado al pozo UD-826 previo al forzamiento arena-petróleo.
Fuente: SCHLUMBERGER (2012).
178
Una vez validados los resultados, se procedió a generar en Microsoft Excel una hoja
de cálculo donde se indican los parámetros de entrada para la ecuación del modelo
poroelástico. Para el pozo UD-826, estos datos se exportaron del proyecto en
DrillWorks Predict para la profundidad de interés. El pozo UD-818, se correlacionó
utilizando la curva de GR con el pozo del estudio más cercano, tomando de éste dichos
parámetros. El cálculo de los coeficientes de deformación tectónicos, se llevó a cabo
como se indicó anteriormente, utilizando el modelo poroelástico, indicando la ecuación
en una celda de la hoja de cálculo y dejando en blanco las celdas correspondientes a
los coeficientes, para luego iterar dichos valores empleando la herramienta solver, con
la condición de hacer la sumatoria de la diferencia del esfuerzo horizontal mínimo y la
presión de cierre de cada prueba igual a cero (ver tabla 14).
Esta calibración se llevó a cabo en DrillWorks Predict, donde se observó que para el
Bloque VI de Yacimiento Urdaneta 01 los coeficientes de deformación tectónico
corresponden al 20% de la correlación generada por los autores antes mencionados,
para la calibración también se consideraron los valores de pérdidas de circulación en
las formaciones de interés en el estudio, observadas durante la perforación de los
pozos del Bloque VI (en la figura 92 se aprecia la calibración del coeficiente de
deformación tectónico a partir del cálculo del esfuerzo horizontal mínimo).
179
Figura 92. Calibración de coeficientes de deformación tectónica a partir del cálculo del esfuerzo
horizontal mínimo para el pozo UD-826.
Fuente: Irausquin, M. (2014).
Asimismo, la curva de esfuerzo mínimo generada ajusta con las dos pruebas de
minifrac disponibles en el bloque, así como con las pérdidas de circulación observadas,
por lo cual, se decidió emplear dicha correlación para determinar los coeficientes de
deformación tectónicos para el resto de los pozos del estudio.
180
Para determinar la magnitud del esfuerzo horizontal mínimo y máximo de cada pozo,
se empleó la ecuación del modelo poroelástico a través de un algoritmo sencillo en
DrillWorks Predict, que tiene entre otros parámetros, como dato de entrada, las curvas
generadas de los coeficientes de deformación tectónicos máximos y mínimos de la
actividad anterior. A continuación en la figura 93, se muestran las curvas resultantes de
los cinco pozos evaluados en el estudio geomecánico.
Figura 93. Esfuerzo horizontal máximo y mínimo de los pozos UD-735, UD-747, UD-821, UD-825 y UD-826.
Fuente: Irausquin, M. (2014).
En la siguiente tabla se resumen los resultados obtenidos por pozos y por formación.
SH (lpc) Sh (lpc)
Pozo Inicial Actual Inicial Actual
UD-735 4992 4808 4875 4691
UD-747 4663 4403 4551 4290
Santa
UD-821 4809 4297 4717 4206
Barbara
UD-825 4806 4127 4710 4031
UD-826 5011 4171 4886 4045
UD-735 5142 4567 4996 4421
UD-747 5296 5148 5135 4988
Icotea UD-821 5367 5262 5215 5109
UD-825 5372 5069 5222 4918
UD-826 5675 5190 5502 5016
UD-735 4762 4176 4656 4070
UD-747 4372 3767 4311 3705
Misoa UD-821 4926 4745 4828 4646
UD-825 4841 4572 4750 4480
UD-826 4818 4339 4725 4246
Promedio SB = 4856 4361 4748 4253
Promedio I = 5370 5047 5214 4890
Promedio M = 4744 4320 4654 4229
Fuente: Irausquin, M. (2014).
182
Una vez determinadas las magnitudes de los esfuerzo verticales, horizontal máximo
y mínimo de cada uno de los pozos del estudio, los resultados obtenidos permiten
evidenciar que se está en presencia de un régimen de esfuerzos normal predominante
para el Bloque VI del Yacimiento Urdaneta 01, ya que como se observa en la figura 95,
la magnitud del esfuerzo vertical es mayor a la magnitud del esfuerzo horizontal máximo
y este a su vez mayor al esfuerzo horizontal mínimo.
Figura 95. Representación del régimen de esfuerzo normal en todos los pozos del estudio (Sv>SH>Sh).
Fuente: Irausquin, M. (2014).
Figura 96. Azimut de la onda de corte rápida en el intervalo 1550’-9120’ del pozo UD-826.
Fuente: SCHLUMBERGER (2012).
Breakout
El criterio UCS indica que una roca es muy débil cuando su UCS es menor a
4000lpc, débil si está entre 4000 y 8000lpc, de mediana resistencia si está entre 8000 y
15000lpc, fuerte si está entre 15000 y 31000lpc y muy resistente si es mayor a
31000lpc. Por su parte, el criterio Young plantea, que la roca es dúctil si el módulo de
Young es menor a 1450000lpc, de baja rigidez si está entre 1450000 y 2900000lpc, de
mediana rigidez si está entre 2900000 y 5800000lpc, rígida si está entre 5800000 y
11600000lpc y muy rígida si es mayor a 11600000lpc.
185
Tabla 16. Clasificación de las formaciones productoras del Yac. URD-01 según criterios UCS y Young.
Las figuras 100 y 101 muestran las evolventes de estabilidad construidas para los
intervalos productores del Miembro Santa Bárbara correspondiente a los pozos UD-825
y UD-826, siendo éstos los únicos pozos del estudio cañoneados a nivel de la unidad
antes mencionada.
12000
10000
8000
Pwf (lpc)
6000
4000
2000
0
0 1000 2000 3000 4000 5000 6000 7000 8000 9000 10000 11000 12000
Pyac (lpc)
Zona análisis realista Pwfc Línea Pwfc
Figura 100. Envolvente de estabilidad de producción. Mbo. Santa Bárbara (8537’-8584’). Pozo UD-825.
Fuente: Irausquin, M. (2014).
Como se observa en la figura 100, para la formación Santa Bárbara en el pozo UD-
825 no se observa diferencial de presión crítico permisible, ya que el mismo se hace
cero a una presión de yacimiento igual a 6869lpc.
12000
10000
8000
Pwf (lpc)
6000
4000
2000
0
0 1000 2000 3000 4000 5000 6000 7000 8000 9000 10000 11000 12000
Pyac (lpc)
Zona análisis realista Pwfc Línea Pwfc
Figura 101. Envolvente de estabilidad de producción. Mbo. Santa Bárbara (8474’-8509’). Pozo UD-826.
Fuente: Irausquin, M. (2014).
12000
10000
8000
6000
Pwf (lpc)
4000
2000
0
0 1000 2000 3000 4000 5000 6000 7000 8000
Pyac (lpc)
Zona análisis realista Pwfc Arenamiento Línea Pwfc
Por su parte, en las figuras 103, 104 y 105, correspondientes a los pozos UD-747,
UD-825 y UD-826, se puede observar que en todos los casos la presión de yacimiento
a la cual el diferencial de presión crítico se hace cero, es mayor a la presión inicial de
yacimiento; 4743lpc para el pozo UD-735, 6056lpc para el pozo UD-825 y 5165lpc para
el pozo UD-826, por lo tanto, a pesar de ser la formación productora del yacimiento que
presentó mejores propiedades mecánicas, no posee resistencia suficiente para evitar la
producción de arena.
12000
10000
8000
Pwf (lpc)
6000
4000
2000
0
0 1000 2000 3000 4000 5000 6000 7000 8000 9000 10000 11000 12000
Pyac (lpc)
12000
10000
8000
Pwf (lpc)
6000
4000
2000
0
0 1000 2000 3000 4000 5000 6000 7000 8000 9000 10000 11000 12000
Pyac (lpc)
Zona análisis realista Pwfc Línea Pwfc
12000
10000
8000
Pwf (lpc)
6000
4000
2000
0
0 1000 2000 3000 4000 5000 6000 7000 8000 9000 10000 11000 12000
Pyac (lpc)
Zona análisis realista Pwfc Línea Pwfc
Para cada uno de los pozos del estudio, el diferencial de presión crítico se hace cero
para una presión de yacimiento mayor a la presión inicial; 4877lpc para el pozo UD-735,
7186lpc para el pozo UD-747, 7730lpc para el pozo UD-821, 7899lpc para el pozo UD-
825 y 7507lpc para el pozo UD-826, por lo cual, no existe ventana de presión de
operación posible sin producción de arena en los pozos completados en la Formación
Misoa. Esto se confirma con el pozo UD-735, donde se puede observar, que para el
momento en el que se manifestó la producción de arena en el pozo (a una presión de
yacimiento de 2314lpc), no existía diferencial de presión crítico permisible para la
193
12000
10000
8000
Pwf (lpc)
6000
4000
2000
0
0 1000 2000 3000 4000 5000 6000 7000 8000
Pyac (lpc)
18000
16000
14000
12000
10000
Pwf (lpc)
8000
6000
4000
2000
0
0 1000 2000 3000 4000 5000 6000 7000 8000 9000 10000 11000 12000
Pyac (lpc)
16000
14000
12000
10000
Pwf (lpc)
8000
6000
4000
2000
0
0 1000 2000 3000 4000 5000 6000 7000 8000 9000 10000 11000 12000
Pyac (lpc)
Zona análisis realista Pwfc Arenamiento Línea Pwfc
16000
14000
12000
10000
P w f (lp c )
8000
6000
4000
2000
0
0 1000 2000 3000 4000 5000 6000 7000 8000 9000 10000 11000 12000 13000 14000
Pyac (lpc)
Zona análisis realista Pwfc Línea Pwfc
16000
14000
12000
10000
Pwf (lpc)
8000
6000
4000
2000
0
0 2000 4000 6000 8000 10000 12000 14000
Pyac (lpc)
Zona análisis realista Pwfc Línea Pwfc
Finalmente, los resultados obtenidos muestran que las formaciones productoras del
Yacimiento Urdaneta 01, en términos generales, no poseen resistencia suficiente para
prevenir la producción de arena, ya que en la mayoría de los casos el diferencial de
presión crítico permisible se hace cero a una presión de yacimiento mayor a la presión
inicial del mismo, por lo cual, desde el inicio de la producción del campo, la arena ha
sido parte de la vida productiva del mismo, lo que permite deducir que los controles de
producción de arena en las completaciones de los pozos, ha retrasado su manifestación
en superficie. He aquí la razón de la diferencia observada en la presión de yacimiento a
la cual se observó la producción de arena en los pozos UD-735 y UD-747 y la presión
de yacimiento a la cual el diferencial de producción se hace cero, o en su defecto, la
presión inicial de yacimiento.
196
CONCLUSIONES
- Según el criterio de UCS y Young, la Fm. Icotea corresponde a una roca débil y de
baja rigidez, por su parte, el Mbo. Santa Bárbara se identifica como una roca entre débil
- muy débil y dúctil, mientras que la Fm. Misoa, se define como una roca muy débil con
sedimentos dúctiles.
- Las magnitudes de los esfuerzos horizontales para la Fm. Icotea son mayores a las
del Mbo. Santa Bárbara y la Fm. Misoa, en las cuales se obtuvieron resultados
similares. Para la Fm. Icotea el esfuerzo horizontal máximo resultó en promedio 5047lpc
y el mínimo 4890lpc; por su parte, para el Mbo. Santa Bárbara el esfuerzo horizontal
máximo arrojó valores promedio de 4361lpc y el mínimo 4253lpc, mientras que la Fm.
Misoa, presentó como magnitud de esfuerzo horizontal máximo 4320lpc y mínimo
4229lpc.
- No existe diferencial de presión permisible para producir petróleo sin arena de las
rocas muy débiles y sedimentos dúctiles del Mbo. Santa Bárbara y la Fm. Misoa del
Yacimiento Urdaneta 01, ya que en todos los pozos del estudio para ambas
formaciones y considerando completaciones a hoyo abierto y hoyo entubado con
cañoneo, el diferencial de presión crítico se hace cero a una presión de yacimiento
mayor a la presión inicial del mismo.
RECOMENDACIONES
- Correr registros de interés geomecánico en los nuevos pozos del campo (sónicos y
de densidad), así como realizar pruebas de integridad de formación que aporten datos
confiables para generar un modelo con mayor certidumbre y que abarquen una mayor
área de extensión del yacimiento, minimizando la incertidumbre en la estimación de los
gradientes de presión de poro y sobrecarga, así como la calibración del esfuerzo
horizontal mínimo.
- Instalar sensores de fondo en los pozos que sea posible para mantener un
monitoreo constante de la presión de fondo fluyente, así como un dispositivo de
medición de producción de arena en superficie, que aportarían datos claves al momento
de calibrar un modelo geomecánico para predicción de arenamiento.
200
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS
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