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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

UNIVERSIDAD DEL ZULIA


FACULTAD DE INGENIERÍA
DIVISIÓN DE ESTUDIOS PARA GRADUADOS
PROGRAMA DE POSTGRADO EN GEOLOGÍA PETROLERA

MODELO GEOMECÁNICO DEL YACIMIENTO URDANETA 01 EN EL BLOQUE VI


PARA LA PREDICCIÓN DE PRODUCCIÓN DE ARENA

Trabajo de Grado presentado ante


la ilustre Universidad del Zulia
para optar al grado académico de

MAGÍSTER SCIENTIARUM EN GEOLOGÍA PETROLERA

Autor: Ing. Miguel Ángel Irausquin Arteaga


Tutor: Ing. Jesús Quintero, MsC.
Co-Tutor: Ing. Ender Sánchez, Esp.

Maracaibo, noviembre de 2014


Irausquin Arteaga, Miguel Ángel. Modelo Geomecánico del yacimiento Urdaneta 01
en el Bloque VI para la predicción de producción de arena (2014). Trabajo de
Grado. Universidad del Zulia. Facultad de Ingeniería. División de Postgrado. Maracaibo,
Venezuela. 201 p. Tutor: Ing. Jesús Quintero, MsC; Co-tutor: Ing. Ender Sánchez, Esp.

RESUMEN

La investigación se llevó a cabo con la finalidad de generar el modelo geomecánico del


Yacimiento Urdaneta 01 en el Bloque VI, que permita predecir la producción de arena,
ya que la misma es un problema serio en muchos yacimientos de petróleo a nivel
mundial costando significativas cantidades de tiempo y dinero durante su limpieza. La
metodología del estudio consistió en determinar inicialmente los gradientes de presión
de sobrecarga y poro, generando el modelo de geopresiones, luego se definieron los
parámetros mecánicos elásticos y de resistencia de la roca a partir de los resultados
obtenidos de los ensayos de laboratorio realizados al núcleo del pozo UD-747,
completado en el Bloque VI. Posteriormente, se identificó el campo de esfuerzos
determinando la magnitud y dirección de los esfuerzos vertical, horizontal mínimo y
máximo, generando finalmente las envolventes de estabilidad de producción de arena
del Yacimiento Urdaneta 01 para el Bloque VI. Los resultados obtenidos indican que no
existe diferencial de presión permisible para producir petróleo sin arena en el Miembro
Santa Bárbara y la Formación Misoa del Yacimiento Urdaneta 01, considerando
completaciones a hoyo abierto y entubado con cañoneo, mientras que en la Formación
Icotea existe la posibilidad de prevenir la producción de arena en completaciones a
hoyo abierto, debido a la baja anisotropía de esfuerzos horizontales, como es el caso
del pozo UD-735, en el cual la envolvente de estabilidad arrojó un diferencial de presión
crítico permisible durante la vida productiva del pozo.

Palabras clave: Modelo geomecánico, diferencial de presión crítico, arenamiento,


Urdaneta.

Correo electrónico: irausquinmiguel@hotmail.com / irausquinma@pdvsa.com.


Irausquin Arteaga, Miguel Ángel. Geomechanical model of Urdaneta 01 reservoir in
the Block VI for sand production prediction (2014). Special Grade Work. University
of Zulia. Faculty of Engineering. Postgraduate Division. Maracaibo, Venezuela. 201 p.
Tutor: Ing. Jesús Quintero, MsC; Co-tutor: Ing. Ender Sánchez, Esp.

ABSTRACT

The research was conducted in order to generate the geomechanical model of Urdaneta
01 Reservoir in the Block VI, for predicting sand production, since it is a serious problem
in many oil fields worldwide costing significant amounts of time and money during
cleaning. The methodology of the study consisted in determining overburden and pore
pressure gradients, generating geopressures model, then the elastic mechanical
parameters and rock strength were defined from the results of laboratory tests
performed to the core of the UD-747 well, completed in Block VI. Subsequently, the
stress field was identified by determining the magnitude and direction of vertical,
minimum and maximum horizontal stress, finally generating the sand production stability
envelopes of Urdaneta 01 Reservoir for Block VI. The results indicate that there is not a
drawdown pressure allowable to produce oil without sand in Santa Barbara Unit and
Misoa Formation of Urdaneta 01 Reservoir, considering open and perforated cased hole
completions, while in Icotea Formation it is possible to prevent sand production in open
hole completions, because of low horizontal stress anisotropy, such as the well UD- 735,
in which the sand production stability envelope showed a value of critical drawdown
during the production life of the well.

Key words: geomechanical model, critical drawdown, sanding, Urdaneta.

e-mail: irausquinmiguel@hotmail.com / irausquinma@pdvsa.com.


DEDICATORIA

A Dios, por darme la vida, salud y permitirme superarme profesionalmente, mediante


la culminación de este trabajo de investigación, y llegar hasta esta etapa tan importante
de mi vida.

A mis padres, Omar y Thais, a quien les dedico mis logros, por traerme a este
mundo y ser un digno ejemplo de honestidad, constancia y valor. A ellos sólo deseo una
cosa, que vivan lo suficiente para devolverles de alguna forma tanto sacrifico y
dedicación.

A Carla por su amor y apoyo durante estos años, tiempo durante el cual me ha
brindado una grandiosa compañía.
AGRADECIMIENTOS

A mis padres, hermanos y familiares quienes me apoyaron, aconsejaron y ayudaron


en todo momento, los cuales constituyen el pilar fundamental de mi vida.

A Carla por ser una persona especial, paciente y comprensiva, gracias por
acompañarme y brindarme amor a lo largo de todo este camino transitado, y que nos
toca seguir recorriendo juntos.

A mis amigos por estar siempre a mi lado, por poder contar con ellos siempre que lo
necesitaba, quienes hacen de mi vida una experiencia enriquecedora profesional y
personalmente.

Al Departamento de Ingeniería de Optimización de Producción TJL (PDVSA),


especialmente a la Ing. Ana Borregales por apoyarme y brindarme la oportunidad de
crecer profesionalmente.

A la Gerencia de Estudios Integrados de Yacimientos (PDVSA), específicamente al


equipo de Urdaneta Lago, especialmente a mi co-tutor, el Ing. Ender Sánchez por estar
siempre dispuesto a brindarme los conocimientos necesarios para el cumplimiento de
esta meta, así como también a los Ing’s Jokasta Romero y Eduardo Pereira gracias por
sus recomendaciones y asesorías a lo largo de esta investigación.

A la Universidad del Zulia por enseñarme un mundo profesional por explorar,


especialmente a mi tutor, el Profesor Jesús Quintero por toda su orientación.

Y a todas aquellas personas que de una u otra forma, colaboraron o participaron en


la realización de esta investigación.
ÍNDICE GENERAL
Página
RESUMEN .................................................................................................................... 3
ABSTRACT................................................................................................................... 4
DEDICATORIA ............................................................................................................. 5
AGRADECIMIENTOS ................................................................................................... 6
ÍNDICE GENERAL ....................................................................................................... 7
ÍNDICE DE FIGURAS ................................................................................................. 11
ÍNDICE DE TABLAS ................................................................................................... 15
INTRODUCCIÓN ........................................................................................................ 16

CAPÍTULO I EL PROBLEMA...................................................................................... 18
1.1. Planteamiento del problema. ............................................................................ 18
1.2. Formulación del problema. ............................................................................... 19
1.3. Justificación de la investigación. ...................................................................... 20
1.4. Objetivos de la investigación. ........................................................................... 21
1.4.1. Objetivo general......................................................................................... 21
1.4.2. Objetivos específicos. ................................................................................ 21
1.5. Delimitación. ..................................................................................................... 21
1.6. Antecedente de la investigación. ...................................................................... 22

CAPÍTULO II MARCO TEÓRICO ............................................................................... 25


2.1. Geomecánica. .................................................................................................. 25
2.1.1. Fundamentos básicos. ............................................................................... 25
2.1.2. Aplicaciones de la geomecánica................................................................ 32
2.2. Modelo geomecánico. ...................................................................................... 33
2.2.1 Modelo de datos. ........................................................................................ 34
2.2.1.1. Información geomecánica a partir de registros de pozo. ................................ 35
2.2.1.1.1. Registro acústico. ...................................................................................... 35
2.2.1.1.2. Registro de densidad. ................................................................................ 36
2.2.1.1.3. Registro de rayos gamma.......................................................................... 37
2.2.1.1.4. Registro de resistividad. ............................................................................ 37
2.2.1.1.5. Registro de imágenes. ............................................................................... 38
2.2.1.1.6. Registro cáliper. ......................................................................................... 39
2.2.1.2. Información geomecánica a partir de pruebas de formación. ......................... 40
2.2.1.2.1. Prueba de integridad de presión (LOT, leak off test). ................................ 40
2.2.1.2.2. Prueba de integridad de presión extendida (XLOT, extended LOT). ........ 41
2.2.1.2.3. Microfrac. ................................................................................................... 42
2.2.1.2.4. Minifrac. ..................................................................................................... 43
2.2.1.2.5. Prueba de presión de poro. ....................................................................... 43
2.2.1.3. Información geomecánica a partir de ensayos de núcleo en laboratorio. ....... 44
2.2.1.3.1. Ensayo a la compresión sin confinamiento. .............................................. 45
2.2.1.3.2. Ensayo de compresión triaxial. .................................................................. 45
2.2.1.3.3. Ensayo de tensión brasileño...................................................................... 47
2.2.1.3.4. Ensayo de cilindro de pared hueca (TWC, thick wall cilinder). .................. 47
2.2.1.3.5. Ensayo de compresibilidad. ....................................................................... 48
2.2.2. Caracterización mecánica de las rocas. .................................................... 49
2.2.2.1. Modulo de Young. ........................................................................................... 49
2.2.2.2. Relación de Poisson. ...................................................................................... 49
2.2.2.3. Modulo de corte. ............................................................................................. 51
2.2.2.4. Modulo volumétrico. ........................................................................................ 52
2.2.2.5. Compresibilidad. ............................................................................................. 53
2.2.2.6. Poroelasticidad y coeficiente de Biot. ............................................................. 54
2.2.2.7. Módulos elásticos dinámicos y estáticos. ....................................................... 55
2.2.3. Resistencia de las rocas. ........................................................................... 59
2.2.3.1. Propiedades de resistencia. ............................................................................ 60
2.2.3.1.1. Resistencia a la compresión sin confinamiento (UCS). ............................. 60
2.2.3.1.2. Resistencia a la tensión (To). .................................................................... 62
2.2.3.1.3. Ángulo de fricción interna (θ). .................................................................... 63
2.2.3.1.4. Coeficiente de fricción interna (μ). ............................................................. 64
2.2.3.1.5. Cohesión (Co)............................................................................................ 64
2.2.3.1.6. Resistencia de cilindro de pared gruesa (TWC). ....................................... 65
2.2.3.2. Criterios de falla. ............................................................................................. 65
2.2.3.2.1. Criterio de Mohr-Coulomb. ........................................................................ 66
2.2.3.2.2. Criterio de Hoek&Brown. ........................................................................... 70
2.2.4. Esfuerzos in situ. ....................................................................................... 72
2.2.4.1. Esfuerzo vertical. ............................................................................................ 74
2.2.4.2. Presión de Poro. ............................................................................................. 75
2.2.4.2.1. Métodos para calcular la presión de poro. ................................................. 77
2.2.4.3. Esfuerzos horizontales. ................................................................................... 83
2.2.4.3.1. Esfuerzo horizontal mínimo. ...................................................................... 84
2.2.4.3.2. Esfuerzo horizontal máximo. ..................................................................... 86
2.2.4.3.3. Modelo horizontal poroelástico de esfuerzos. ........................................... 88
2.2.4.3.4. Dirección de los esfuerzos......................................................................... 89
2.2.4.4. Regímenes de esfuerzos. ............................................................................... 90
2.2.5. Estabilidad de hoyo. .................................................................................. 91
2.2.5.1. Esfuerzos inducidos alrededor del hoyo. ........................................................ 93
2.2.6. Enfoque geomecánico de la producción de arena. .................................... 96
2.2.6.1. Tipos de arenamiento. .................................................................................... 98
2.2.6.2. Mecanismos de arenamiento. ......................................................................... 99
2.2.6.3. Manifestaciones de arenamiento. ................................................................. 103
2.2.7. Modelos predictivos de la producción de arena. ...................................... 105
2.2.7.1. Métodos basados en medidas de campo. .................................................... 106
2.2.7.2. Métodos basados en observaciones de campo. ........................................... 107
2.2.7.3. Métodos basados en ensayos de laboratorio. .............................................. 107
2.2.7.3.1. Método de Willson y col. (2002). ............................................................. 107
2.2.7.3.2. Método de Coates & Denoo (1981). ....................................................... 110
2.2.7.3.3. Método de Hoek & Brown (1980). .......................................................... 111
2.2.7.4. Métodos basados en modelos teóricos. ....................................................... 113
2.3. Generalidades del área de estudio................................................................. 114

CAPÍTULO III MARCO METODOLÓGICO ............................................................... 117


3.1. Tipo de investigación...................................................................................... 117
3.2. Diseño de la investigación.............................................................................. 117
3.3. Población y muestra. ...................................................................................... 118
3.4. Técnicas de recolección de datos. ................................................................. 120
3.5. Metodología aplicada en la investigación. ...................................................... 121
3.5.1. Fase I: Auditoria de la información. ......................................................... 121
3.5.2. Fase II: Modelo de geopresiones............................................................. 123
3.5.3. Fase III: Cálculo de propiedades mecánicas. .......................................... 127
3.5.4. Fase IV: Cálculo de propiedades de resistencia. ..................................... 128
3.5.5. Fase V: Estimación de magnitud y dirección de esfuerzos horizontales. 130
3.5.6. Fase VI: Cálculo de presión de fondo fluyente crítica. ............................. 132

CAPÍTULO IV ANÁLISIS Y DISCUSIÓN DE LOS RESULTADOS ........................... 135


4.1. Fase I: Auditoria de la información. ................................................................ 135
4.1.1. Registro sónico compresional sintético.................................................... 137
4.1.2. Registro sónico de corte sintético. ........................................................... 140
4.2. Fase II: Modelo de geopresiones. .................................................................. 143
4.2.1. Gradiente de sobrecarga. ........................................................................ 143
4.2.2. Gradiente de presión poro. ...................................................................... 145
4.2.2.1. Trazado de líneas de lutitas. ......................................................................... 145
4.2.2.2. Cálculo del tren de compactación normal. .................................................... 146
4.2.2.3. Cálculo de presión de poro. .......................................................................... 148
4.2.2.4. Calibración de presión de poro. .................................................................... 149
4.3. Fase III: Cálculo de propiedades mecánicas. ................................................. 153
4.3.1. Parámetros elásticos dinámicos. ............................................................. 153
4.3.2. Parámetros elásticos estáticos. ............................................................... 154
4.4. Fase IV: Cálculo de propiedades de resistencia. ........................................... 163
4.5. Fase V: Estimación de magnitud y dirección de esfuerzos horizontales. ....... 177
4.5.1. Determinación de los coeficientes de deformación tectónica. ................. 177
4.5.2. Determinación de las magnitudes de los esfuerzos máximo y mínimo.... 180
4.5.3. Definición del régimen de esfuerzos predominante en el bloque. ........... 182
4.5.4. Dirección de los esfuerzos horizontales. ................................................. 182
4.6. Fase VI: Cálculo de presión de fondo fluyente crítica. ................................... 184
4.6.1. Envolventes de estabilidad de producción de arena................................ 186
4.6.1.1. Miembro Santa Bárbara. ............................................................................... 188
4.6.1.2. Formación Icotea. ......................................................................................... 189
4.6.1.3. Formación Misoa. ......................................................................................... 192

CONCLUSIONES ..................................................................................................... 196


RECOMENDACIONES ............................................................................................. 199
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS ......................................................................... 200
ÍNDICE DE FIGURAS
Figura Página
1 Diagrama de fases para materiales geológicos. ................................................ 26
2 Tipos de anisotropía observada en los materiales geológicos. ......................... 27
3 Representación gráfica del tensor esfuerzo. ..................................................... 28
4 Tipo de esfuerzos aplicados a un bloque del subsuelo. .................................... 29
5 Esquema de deformación de un cuerpo sometido a una fuerza axial. .............. 30
6 Gráfico esfuerzo – deformación unitaria. ........................................................... 31
7 Tipos de ondas acústicas. ................................................................................. 36
8 Ilustración de registro de imagen. ...................................................................... 39
9 Diagrama esquemático general de una XLOT. .................................................. 41
10 Montaje de ensayo de compresión triaxial. ........................................................ 46
11 Diagrama esquemático de la prueba de tensión indirecta. ................................ 47
12 Montaje de ensayo TWC. .................................................................................. 48
13 Modulo de Young............................................................................................... 50
14 Relación de Poisson. ......................................................................................... 51
15 Módulo de corte. ................................................................................................ 52
16 Módulo de corte. ................................................................................................ 52
17 Naturaleza física del coeficiente de Biot. ........................................................... 55
18 Representación de la envolvente de falla de Mohr-Coulomb. ........................... 67
19 Efecto de la presión confinante sobre la resistencia al corte. ............................ 68
20 Representación gráfica del círculo de Mohr. ..................................................... 69
21 Clasificación de formaciones según gradiente de poro. .................................... 77
22 Representación gráfica de breakout en un hoyo. .............................................. 83
23 Magnitud de esfuerzos en profundidad según los límites de resistencia
friccional en la corteza. ...................................................................................... 88
24 Regímenes de esfuerzos y fallamiento. ............................................................. 90
25 Vista de planta de esfuerzos que rodean un pozo vertical. ............................... 93
26 Esfuerzos inducidos alrededor del hoyo. ........................................................... 94
27 Coordenadas del pozo y coordenadas de los esfuerzos regionales. ................. 95
28 Estabilidad de las cavidades cañoneadas en formaciones consolidadas. ....... 100
29 Estabilidad de las estructuras de puentes y arcos de arena en
formaciones no consolidadas. ...................................................................... 101
30 Ejemplo esquemático sobre la estabilidad de cavidades formadas
mostrando el efecto de flujo y presión en la formación y rompimiento de
las mismas. ...................................................................................................... 102
31 Caso ideal y real mostrando el rompimiento de las cavidades de un pozo y
la relación entre la tasa de producción de fluidos, arena y cambio de
reductores. ....................................................................................................... 103
32 Drawdown versus tiempo de transito para intervalos con y sin problemas
de arena .......................................................................................................... 108
33 Esfuerzos tangenciales en las paredes del hoyo ............................................. 109
34 Ubicación y representación gráfica del Campo Urdaneta Oeste ..................... 114
35 Ubicación de pozos muestra en el Bloque VI del yacimiento URD-01............. 119
36 Modelo típico de una envolvente de producción de arena............................... 134
37 Datos de entrada al simulador del pozo UD-747. ............................................ 136
38 Gráfico de eventos de perforación del pozo UD-747. ...................................... 136
39 Gráfico de Densidad-Velocidad de tránsito (compresional). Zona Superior
Pozo UD-826…………………………………………………………..................... 137
40 Gráfico de Densidad-Velocidad de tránsito (compresional). Formación
Icotea Pozo UD-826……………………………………………………………. ..... 138
41 Gráfico de Densidad-Velocidad de tránsito (compresional). Formación
Misoa Pozo UD-826......................................................................................... 138
42 Superposición de registro sónico sintético sobre original. Izquierda:UD-
826. Derecha:UD-747 ...................................................................................... 139
43 Gráfico DTC vs. DTS. Zona Superior Pozo UD-826. ....................................... 140
44 Gráfico DTC vs. DTS. Formación Icotea Pozo UD-826. .................................. 141
45 Gráfico DTC vs. DTS. Formación Misoa UD-826. ........................................... 141
46 Registros de densidad corregidos de los pozos UD-735, UD-747, UD-821,
UD-825 y UD-826. ........................................................................................... 142
47 Registros sónicos finales de los pozos UD-735, UD-747, UD-821, UD-825
y UD-826. ........................................................................................................ 142
48 Registros Rhob hasta superficie de los pozos UD-735, UD-747, UD-821,
UD-825 y UD-826. ........................................................................................... 143
49 Gradiente de sobrecarga de los pozos UD-735, UD-747, UD-821, UD-825
y UD-826. ........................................................................................................ 144
50 Transferencia de intervalos lutíticos al registro sónico del pozo UD-747......... 145
51 Ajuste de esfuerzos efectivos vírgenes a la curva de carga original del
pozo UD-735. .................................................................................................. 146
52 Ajuste de esfuerzos efectivos vírgenes a la curva de carga original del
pozo UD-747. .................................................................................................. 147
53 Ajuste de esfuerzos efectivos vírgenes a la curva de carga original del
pozo UD-826. .................................................................................................. 147
54 Tren de compactación normal determinado para el pozo UD-747. ................. 148
55 Gradiente de poro Eaton-Sonic de los pozos UD-735, UD-747, UD-821,
UD-825 y UD-826. ........................................................................................... 149
56 Correlación de unidades hidráulicas para llevar RFT del pozo UD693 al
pozo UD-735. .................................................................................................. 150
57 Declinación de presión de las Formaciones Icotea y Misoa para el Bloque
VI. .................................................................................................................... 151
58 Gradiente de poro actual calibrado. Pozos: UD-735, UD-747, UD-821, UD-
825 y UD-826................................................................................................... 151
59 Presión de poro actual e inicial. Pozos: UD-735, UD-747, UD-821, UD-825
y UD-826. ........................................................................................................ 152
60 Parámetros elásticos dinámicos del pozo UD-747. ......................................... 153
61 Gráfico esfuerzo – deformación. 10 muestras verticales (8268.4’-8269.58’)
del pozo UD-747. ............................................................................................. 155
62 Gráfico esfuerzo – deformación. 5 muestras verticales (8488.0’-8489.25’)
del pozo UD-747. ............................................................................................. 156
63 Gráfico esfuerzo – deformación. 6 muestras verticales (8617.58’-8618.67’)
del pozo UD-747. ............................................................................................. 156
64 Gráfico esfuerzo – deformación. 6 muestras verticales (8619.25’-8621.33’)
del pozo UD-747. ............................................................................................. 157
65 Gráfico cruzado de Módulo de Young estático vs. tiempo de transito de
onda compresional. ......................................................................................... 158
66 Gráfico cruzado de Relación de Poisson estática vs tiempo de transito de
onda compresional. ......................................................................................... 158
67 Gráfico cruzado de Modulo de Young estático vs. densidad de registro. ........ 159
68 Gráfico cruzado de Relación de Poisson estática vs. densidad de registro..... 159
69 Selección de correlación para modulo de Young estático a partir de DTC y
Rhob. ............................................................................................................... 160
70 Selección de correlación para relación de Poisson estática a partir DTC y
Rhob. ............................................................................................................... 160
71 Propiedades elásticas estáticas y dinámicas del pozo UD-747. ...................... 161
72 Gráfico cruzado de UCS vs. DTC. ................................................................... 163
73 Selección de correlación para UCS, To, FANG, Co y TWC a partir del
pozo UD-747. .................................................................................................. 164
74 Análisis de falla de Mohr-Coulomb (8268.4’-8269.58’) del pozo UD-747. ....... 165
75 Análisis de falla de Mohr-Coulomb (8268.4’-8269.58’) saturada del pozo
UD-747. ........................................................................................................... 166
76 Análisis de falla de Mohr-Coulomb (8488’-8289.25’) del pozo UD-747. .......... 166
77 Análisis de falla de Mohr-Coulomb (8617.58’-8618.67’) del pozo UD-747. ..... 167
78 Análisis de falla de Mohr-Coulomb (8619.25’-8621.33’) del pozo UD-747. ..... 167
79 Gráfico cruzado de ángulo de fricción interna vs. DTC.................................... 168
80 Gráfico cruzado de cohesión vs. DTC. ............................................................ 169
81 Gráfico de deformación volumétrica y producción de arena vs. presión de
confinamiento en prueba TWC en muestra núcleo a 8249.15’ del pozo
UD-747. ........................................................................................................... 170
82 Gráfico de deformación volumétrica y producción de arena vs. presión de
confinamiento en prueba TWC en muestra núcleo a 8268.65’ del pozo
UD-747. ........................................................................................................... 171
83 Gráfico de deformación volumétrica y producción de arena vs. presión de
confinamiento en prueba TWC en muestra núcleo a 8617.80’ del pozo
UD-747. ........................................................................................................... 171
84 Gráfico de deformación volumétrica y producción de arena vs. presión de
confinamiento en prueba TWC en muestra núcleo a 8619.50’ del pozo
UD-747. ........................................................................................................... 172
85 Gráfico cruzado de resistencia TWC interna vs. UCS del pozo UD-747. ........ 172
86 Propiedades de resistencia del pozo UD-747. ................................................. 174
87 Gráfico de deformación volumétrica vs. presión en prueba de agotamiento
a 8445.30’. ....................................................................................................... 175
88 Gráfico de deformación volumétrica vs. presión en prueba de agotamiento
a 8602.80’. ....................................................................................................... 175
89 Gráfico de deformación volumétrica vs. presión en prueba de agotamiento
a 8603.15’. ....................................................................................................... 175
90 Coeficiente de Biot de los pozos UD-735, UD-747, UD-821, UD-825 y UD-
826................................................................................................................... 176
91 Gráfico P vs Q de Datafrac realizado al pozo UD-826 previo al forzamiento
arena-petróleo. ................................................................................................ 177
92 Calibración de coeficientes de deformación tectónica a partir del cálculo
del esfuerzo horizontal mínimo para el pozo UD-826. ..................................... 179
93 Esfuerzo horizontal máximo y mínimo de los pozos UD-735, UD-747, UD-
821, UD-825 y UD-826. ................................................................................... 180
94 Esfuerzo horizontal máximo y mínimo a condiciones actuales y originales. .... 181
95 Representación del régimen de esfuerzo normal en todos los pozos del
estudio (Sv>SH>Sh). ....................................................................................... 182
96 Azimut de la onda de corte rápida en el intervalo 1550’-9120’ del pozo
UD-826. ........................................................................................................... 183
97 Análisis de ovalidad de registro de imagen del pozo UD-747. ......................... 184
98 Diagrama mecánico del pozo UD-735. ............................................................ 187
99 Diagrama mecánico del pozo UD-821. ............................................................ 187
100 Envolvente de estabilidad de producción. Mbo. Santa Bárbara (8537’-
8584’). Pozo UD-825. ...................................................................................... 188
101 Envolvente de estabilidad de producción. Mbo. Santa Bárbara (8474’-
8509’). Pozo UD-826. ...................................................................................... 189
102 Envolvente de estabilidad de producción. Fm Icotea. Pozo UD-735. .............. 190
103 Envolvente de estabilidad de producción. Fm Icotea (8250’-8270’). Pozo
UD-747. ........................................................................................................... 191
104 Envolvente de estabilidad de producción. Fm Icotea (8585’-8708’). Pozo
UD-825. ........................................................................................................... 191
105 Envolvente de estabilidad de producción. Fm Icotea (8528’-8688’). Pozo
UD-826. ........................................................................................................... 192
106 Envolvente de estabilidad de producción. Fm Misoa. Pozo UD-735. .............. 193
107 Envolvente de estabilidad de producción. Fm Misoa (8388’-8495’). Pozo
UD-747. ........................................................................................................... 193
108 Envolvente de estabilidad de producción. Fm Misoa (8800’-9027’). Pozo
UD-821. ........................................................................................................... 194
109 Envolvente de estabilidad de producción. Fm Misoa (8787’-8971’). Pozo
UD-825. ........................................................................................................... 194
110 Envolvente de estabilidad de producción. Fm Misoa (8702’-9025’). Pozo
UD-826. ........................................................................................................... 195
ÍNDICE DE TABLAS
Tabla Página
1 Relación de ecuaciones de propiedades elásticas ............................................ 59
2 Estimaciones de m y s de Hoek y Brown........................................................... 71
3 Población de pozos productores del Bloque VI del yacimiento URD-01.......... 118
4 Pozos muestra seleccionados del Bloque VI del yacimiento URD-01. ............ 119
5 Información disponible de los pozos muestra de la investigación. .................. 121
6 Parámetros de Gardner por formación. ........................................................... 139
7 Parámetros para calcular DTS sintético por formación.................................... 140
8 Gradiente de sobrecarga. ................................................................................ 144
9 Gradiente de poro actual calibrado. ................................................................. 152
10 Propiedades elásticas dinámicas..................................................................... 154
11 Propiedades elásticas estáticas....................................................................... 162
12 Propiedades de resistencia. ............................................................................ 173
13 Coeficiente de Biot........................................................................................... 176
14 Cálculo de coeficientes de deformación tectónica. .......................................... 178
15 Esfuerzo horizontal máximo y mínimo inicial y actual. ..................................... 181
16 Clasificación de las formaciones productoras del Yac. URD-01 según
criterios UCS y Young. .................................................................................... 185
INTRODUCCIÓN

El presente trabajo de investigación se basa en el desarrollo de un modelo


geomecánico para generar las envolventes de estabilidad de producción de arena de
las formaciones productoras del Yacimiento Urdaneta 01 del Campo Urdaneta Oeste
operado por Petróleos de Venezuela, S.A., a través de un estudio completo del campo
de esfuerzos actuantes en el yacimiento, así como las propiedades mecánicas y de
resistencia de las rocas.

La producción de arena ha sido un problema serio en una gran cantidad de


yacimientos de crudo a nivel mundial, que dependiendo de la cantidad de arena
producida se pueden identificar tres grados de severidad del problema, que a su vez
conlleva a tres niveles de impacto económico; el primer nivel ocurre cuando la
producción de arena es baja causando desgaste del equipo que tiene que ser
reemplazado y en algunos casos es necesario disminuir la producción para que no
ocurra el fenómeno, lo que origina producción diferida, el segundo nivel ocurre cuando
la producción de arena es mediana, acarreando un impacto técnico y económico,
taponando tuberías, que causan el cierre de los pozos originando gastos adicionales
por trabajos de reacondicionamiento y pérdida total de la producción; y el tercer nivel y
de mayor gravedad, ocurre cuando la producción de arena es muy alta, ya que ocurren
además de todos los problemas anteriores, la producción de cavernas enormes
alrededor del revestidor y éste podría colapsar perdiéndose por completo el pozo.

El impacto económico del problema de producción de arena, ha motivado una gran


cantidad de investigaciones a nivel mundial para determinar el origen del problema y
buscar su prevención, ya que la industria petrolera se ha ocupado naturalmente al
control de la producción de sólidos y no a la prevención de los mismo, por ello, en los
últimos años los estudios geomecánicos han tenido cierto auge en el área de la
producción de pozos, ya que se ha demostrado que el fenómeno de arenamiento tiene
su origen cuando los esfuerzos desestabilizadores (esfuerzos de arrastre y gradientes
de presión) son mayores a la resistencia mecánica de la formación.
17

Con el pasar del tiempo los problemas de arenamiento han sido manejados con
completaciones especiales para el control de arena basadas en empaque con grava,
sin embargo, se ha caracterizado muy poco la caída de presión crítica para prevenir la
producción de arena.

El modelo geomecánico consiste en una descripción explícita de datos relevantes en


la construcción y producción de pozos, que incluyen: la presión de poro, estado de los
esfuerzos, propiedades mecánicas y de resistencia de la roca para la sección
estratigráfica total penetrada por los pozos. Adicionalmente, el modelo captura
información relacionada a la composición de la roca y la estructura geológica, lo cual
también es importante para la estabilidad del hoyo y la comprensión del yacimiento
desde el punto de vista de producción.

La metodología empleada en el estudio se basó en determinar inicialmente los


gradientes de presión de sobrecarga y poro, generando el modelo de geopresiones,
luego se definieron los parámetros mecánicos elásticos y de resistencia de la roca a
partir de los resultados obtenidos de los ensayos físicos de laboratorio realizados al
núcleo del pozo UD-747, completado en el Bloque VI. Posteriormente, se identificó el
campo de esfuerzos determinando la magnitud y dirección de los esfuerzos vertical,
horizontal mínimo y máximo, generando finalmente las envolventes de estabilidad de
producción de arena, que indican el diferencial de presión crítico permisible para
producir de cada formación sin riesgo de producción de arena.

Esta investigación está dividida en cuatro capítulos: el primero corresponde al


planteamiento del problema, su justificación, objetivos, alcance y delimitación de la
investigación. Luego sigue el marco teórico con toda la información documental sobre el
trabajo en estudio. Posteriormente, se presenta el marco metodológico, que muestra las
fases a través de las cuales se llevó a cabo el desarrollo de la investigación. Y
finalmente; se presenta el análisis de los resultados obtenidos, con los cuales se logró
determinar la factibilidad técnica de aplicación del sistema en evaluación.
18

CAPÍTULO I

EL PROBLEMA

1.1. Planteamiento del problema.

En la actualidad, la industria petrolera enfrenta el gran reto de incrementar la


producción de crudo al menor costo posible, con el fin de satisfacer la creciente
demanda global de energía y mejorar la rentabilidad de los proyectos. Por esto, las
compañías se han visto en la necesidad de explotar yacimientos de cualquier tipo, entre
ellos yacimientos de crudo pesado, a pesar de demandar mayores costos en los
procesos de extracción y refinación. Ahora bien, para el logro de estos objetivos, la
industria petrolera se vale de una serie de fases, donde la producción de petróleo es
considerada una de las más importantes, ya que se encarga de coordinar y ejecutar las
estrategias de producción mediante la evaluación, análisis y control del sistema área de
drenaje-pozo-superficie, a fin de cumplir con los compromisos adquiridos por la
organización.

Las operaciones de exploración y producción de Petróleos de Venezuela, S.A.


(PDVSA) en el Lago de Maracaibo, entre otras áreas, están concentradas en el Campo
Urdaneta Oeste, específicamente en el Yacimiento Urdaneta-01, uno de los reservorios
más importantes en reservas de petróleo pesado en la cuenca del Lago, cuya
producción proviene principalmente de las areniscas de la Formación Misoa de edad
Eoceno y de la Formación Icotea de edad Oligoceno. Durante su vida productiva, el
yacimiento ha experimentado ciertos problemas de producción, entre ellos la
producción de arena, observada en mayor proporción en los pozos ubicados en Bloque
VI del campo, que constituye una de las seis divisiones estructurales y operacionales
del yacimiento y hacía donde está orientado actualmente el desarrollo del campo,
considerando la energía disponible.

La producción de arena es un problema serio en muchos yacimientos de crudo a


nivel mundial, ya que puede causar problemas de estabilidad de formación, colapso de
tubería de revestimiento, disminución de la producción y en casos extremos la pérdida
19

del pozo, debido a las acumulaciones de arena en cualquier lugar de la línea de


producción, reduciendo las ganancias y costando significativas cantidades de tiempo y
dinero durante su limpieza. Ahora bien, a pesar de que la producción de arena no ha
sido un problema generalizado durante la vida productiva del Yacimiento Urdaneta 01,
para evitar problemas futuros, la Gerencia de Estudios Integrados de Yacimientos de
PDVSA Occidente desarrolla actualmente el modelo estático del yacimiento, el cual
contempla la elaboración del modelo geomecánico para predicción de arenamiento
(objeto de estudio en la presente investigación para el Bloque VI), entre otros modelos
como el sedimentológico, estratigráfico, estructural, petrofísico, geoestadístico y
geoquímico, orientados a obtener la caracterización del yacimiento para generar un
plan de explotación óptimo, que garantice la rentabilidad del negocio.

Desde un punto de vista geomecánico, en un pozo productor en condiciones de flujo


constante, el aumento en la tasa de producción causa una disminución en la presión de
fondo fluyente, considerando la presión de yacimiento constante, lo cual se traduce en
un aumento del diferencial de presión o drawdown, que a su vez causa cambios en los
esfuerzos efectivos. Estos cambios generan incremento en los esfuerzos de corte, que
de ser mayores a la resistencia al corte de la formación, puede causar falla del material
geológico, desprendiéndose granos de la formación los cuales son transportados por
los fluidos producidos, creándose así, el fenómeno de arenamiento. El desarrollo del
modelo geomecánico constituye una herramienta de gran ayuda para definir los
parámetros necesarios para determinar la magnitud del diferencial de presión crítico o la
presión crítica de fondo fluyente crítica, la cual corresponde al valor mínimo de presión
de fondo necesaria para el inicio de la producción de arena en un yacimiento.

1.2. Formulación del problema.

¿Será posible generar un modelo geomecánico que permita predecir las condiciones
de presión de fondo a la cual iniciará la producción de arena en los pozos productores
de petróleo ubicados en el Bloque VI y completados en el Yacimiento Urdaneta 01?
20

1.3. Justificación de la investigación.

En la industria petrolera, se maneja que aproximadamente el 70% de las reservas de


hidrocarburos a nivel mundial están contenidas en yacimientos donde la producción de
arena es probable que se convierta en problema en algún punto de la vida productiva
del reservorio, y la clave para predecir un problema de arenamiento consiste en
determinar los esfuerzos en sitio, la resistencia de las formaciones y aplicar un criterio
de falla a los mismos.

Esto, aunado a que el Yacimiento Urdaneta 01 contiene las mayores acumulaciones


de hidrocarburos del Campo Urdaneta Oeste, hace necesario para Petróleos de
Venezuela, S.A. realizar un estudio que suministre el soporte adecuado para garantizar
la producción de petróleo, que relacione los conceptos de campo de esfuerzo,
resistencia de la formación y características mecánicas; con el manejo de los elementos
que estimulan la producción de arena, como por ejemplo, el diferencial de presión
crítico.

El modelo estático que desarrolla actualmente la Gerencia de Estudios Integrados


de Yacimientos de PDVSA Occidente busca, entre otros objetivos, la caracterización del
Yacimiento Urdaneta 01 en el Bloque VI para prevenir problemas de inestabilidad de
formación que afectan considerablemente la producción de pozos, aumentando los
costos, tiempos y riesgos asociados al proceso; y es allí donde radica la importancia de
la presente investigación, la cual busca generar un modelo geomecánico basado en las
características mecánicas del subsuelo, definidas a partir de ensayos físicos de
laboratorio, del núcleo del pozo UD-747 completado en el bloque antes mencionado,
para determinar el diferencial de presión crítico mediante métodos de análisis
predictivos, que permitan prevenir la ocurrencia de eventos de producción de arena en
los pozos productores de petróleo del área, minimizando la implementación de medidas
mitigantes en el campo.
21

1.4. Objetivos de la investigación.

1.4.1. Objetivo general.

Generar el Modelo Geomecánico del Yacimiento Urdaneta 01 en el Bloque VI para la


predicción de producción de arena.

1.4.2. Objetivos específicos.

- Generar el modelo de geopresiones en función de los gradientes de presión de


sobrecarga y poro del Yacimiento Urdaneta 01 para el Bloque VI.
- Definir los parámetros mecánicos elásticos y de resistencia de las rocas del
Yacimiento Urdaneta 01, a partir de ensayos físicos de laboratorio del núcleo del
pozo UD-747 completado en el Bloque VI.
- Identificar el campo de esfuerzos mediante la determinación de la magnitud de
los esfuerzos vertical, horizontal mínimo y máximo del Yacimiento Urdaneta 01
en el Bloque VI.
- Generar el Modelo Geomecánico del Yacimiento Urdaneta 01 en el Bloque VI
mediante la integración del modelo de geopresiones, los parámetros mecánicos y
de resistencia de las rocas y la magnitud de los campos de esfuerzos obtenidos.

1.5. Delimitación.

- Delimitación espacial.

El desarrollo del modelo geomecánico se realizó considerando los pozos


productores de petróleo ubicados en el Bloque VI y completados en el Yacimiento
Urdaneta 01 del Campo Urdaneta Oeste, localizado en la cuenca del Lago de
Maracaibo, estado Zulia, operados por la Unidad de Producción Urdaneta Lago, con
sede en el Edificio Las Salinas, Cabimas, estado Zulia, lugar donde se obtuvo la
información necesaria para el estudio. De igual manera la investigación se llevó a cabo
en la Gerencia de Estudios Integrados de Yacimientos de PDVSA Occidente;
22

localizada en Maracaibo, estado Zulia; calle 77 entre Av. 11 y 12; Edificio Exploración y
Producción.

- Delimitación temporal.

El trabajo de investigación abarcó un período de 6 meses, comprendidos entre los


meses de Abril y Septiembre de 2014; tiempo durante el cual se realizaron las
actividades pertinentes para cumplir los objetivos propuestos.

1.6. Antecedente de la investigación.

Vargas, M. (2013). Modelo geomecánico para predicción de arenamiento en el


bloque VI del yacimiento Urdaneta 01. Trabajo Especial de Grado. La Universidad del
Zulia. Maracaibo, Venezuela.

El estudio se basó en la generación del modelo geomecánico para la predicción de


diferencial de presión crítico de producción de arena en el Bloque VI del Yacimiento
Urdaneta 01 de la Cuenca del Lago de Maracaibo. La investigación se desarrolló
considerando una muestra de tres pozos, seleccionados a partir de la descripción del
modelo de datos que permitió conocer la cantidad de información disponible. Durante el
desarrollo del trabajo se caracterizó la estratigrafía mecánica del subsuelo, la cual
resultó en formaciones poco consolidadas, luego se calculó el gradiente de sobrecarga
por integración de registros de densidad; se determinó la presión de poro por el método
de Bowers y se calcularon las propiedades mecánicas elásticas y de resistencia
utilizando correlaciones, ya que no se contaba con ensayos geomecánicos de núcleos
de pozos del bloque VI para el momento de la investigación. Adicionalmente, se
obtuvieron las magnitudes de esfuerzos horizontales máximo y mínimo definiendo un
régimen de tipo normal. Finalmente, se utilizó el método de Willson y col. (2002) para
calcular la presión de fondo fluyente crítica para el inicio de la producción de arena en
intervalos productores de un pozo completado a hoyo desnudo y dos pozos
completados a hoyo revestido localizados en el área y, después, se construyeron las
envolventes de estabilidad para definir el diferencial de presión crítico para la condición
23

de arenamiento. El autor recomienda realizar ensayos de laboratorio de UCS y TWC a


núcleos de pozos ubicados en el Bloque VI del Yacimiento Urdaneta 01, para disminuir
la incertidumbre en el cálculo de los parámetros de resistencia y módulos elásticos de la
roca. Por ello, este trabajo representó un gran soporte, ya que sirvió de base a la
investigación actual presentando una metodología para la determinación del diferencial
de presión crítico empleando el modelo de Wilson y col., contando con la información
de ensayos físicos de laboratorio que permitieron construir con mayor certeza el modelo
geomecánico.

Canaán, A. (2012). Modelo geomecánico del miembro Bachaquero en las parcelas


343 y 366 del Yacimiento Bachaquero 02. Trabajo Especial de Grado. La Universidad
del Zulia. Maracaibo, Venezuela.

El objetivo principal de esta investigación fue caracterizar las propiedades mecánicas


del Miembro Bachaquero en las parcelas 343 y 366 del Yacimiento Bachaquero 02, del
Lago de Maracaibo. Se analizó la información disponible, seleccionando el pozo
BA2685_1 como el mejor candidato para la caracterización. Para sustituir las lecturas
anómalas del registro densidad, se utilizaron conceptos de estadística multivariada y se
construyó una red neuronal. Se calcularon los esfuerzos principales, identificando un
régimen tectónico normal. Para el cálculo de las propiedades geomecánicas se
seleccionaron las correlaciones más adecuadas para representar el Miembro, utilizando
los ensayos geomecánicos realizados en el núcleo del pozo LB1231A. La estratigrafía y
las propiedades mecánicas calculadas permiten distinguir dos zonas: Bachaquero
Superior roca de muy baja resistencia y Bachaquero Inferior que representa la roca más
fuerte y resistente del Miembro. Finalmente, se calculó la caída de presión crítica
mediante el método de Coates & Denoo, concluyendo que el aporte principal de arena
del yacimiento proviene de la unidad Bachaquero Superior; sin embargo, esto no pudo
ser corroborado debido a que los datos de campos disponibles no lo permitieron. La
metodología aplicada por la autora para obtener la caída de presión crítica sirvió de
guía, como flujo de trabajo, para el desarrollo del modelo geomecánico orientado a la
predicción de arenamiento en el Bloque VI del Yacimiento Urdaneta 01.
24

Méndez, M.; Toan, N.; Rodríguez, T.; Moreno, G.; Guerrero, Y.; León, L.; Martín, C.;
Arteaga, D.; Soto, Y.; Martínez, K.; Soto, Y.; Quintero, M.; Alarcón, N.; Sánchez, E.;
Canelón, R.; Villasmil, A.; Villalobos, G. (2012). Fase I del Estudio Integrado del
Yacimiento URDANETA 01. Informe Técnico, PDVSA Exploración y Producción.
Maracaibo, Venezuela.

El informe técnico resume los resultados de la evaluación, diagnóstico y análisis de


la información disponible del Yacimiento Urdaneta 01, con el propósito de definir el
objetivo y alcance del modelo estático (Fase II). Durante el desarrollo se recopiló y
realizó un inventario de la información disponible para crear una base de datos
actualizada de los datos geológicos, geofísicos, petrofísicos, geomecánicos,
geoquímicos e ingeniería de yacimientos. En general, se describió la naturaleza del
área y el nivel de desarrollo alcanzado en la explotación, a fin de establecer el nivel de
detalle de la investigación y el alcance para estudios posteriores. Este modelo de datos
contempla la recopilación de la información útil para la caracterización geomecánica
efectuada; a través de la revisión de las bases de datos corporativas, lo cual sirvió de
fundamento para justificar la factibilidad de elaboración del presente estudio, referida a
disponibilidad de la información necesaria, además facilitó la selección de la muestra de
pozos para desarrollar la investigación.
25

CAPÍTULO II

MARCO TEÓRICO

2.1. Geomecánica.

Vásquez, A. (2001) define a la geomecánica como la disciplina que estudia las


características mecánicas de los materiales geológicos que conforman las rocas de
formación. Esta disciplina está basada en los conceptos y teorías de mecánica de rocas
y mecánica de suelos, que relacionan el comportamiento de la formación bajo los
cambios de esfuerzo producto de las operaciones petroleras de perforación,
completación y producción de pozos. Aunque las bases de la geomecánica fueron
realizadas a principios de siglo, las aplicaciones petroleras empiezan a tener mayor
divulgación al comienzo de la década de los 70, y por lo tanto, esta es una disciplina
novedosa para la ingeniería de petróleo.

2.1.1. Fundamentos básicos.

La geomecánica está estrechamente relacionada con las corrientes principales de la


mecánica clásica y de la mecánica de materiales, pero hay varios factores específicos
que la identifican como un campo distinto y coherente de la ingeniería, su importancia
radica en que la perforación de pozos petroleros cambia el campo de esfuerzo original
de la roca, por ello se requiere de la aplicación de técnicas que se fundamentan en las
leyes y conceptos elementales de la mecánica de materiales para comprender su
comportamiento.

- Materiales geológicos.

Los materiales geológicos están compuestos por un sistema multifásico de partículas


minerales que crean una estructura porosa donde residen fluidos tales como agua,
hidrocarburo y aire. Este sistema de partículas es lo que distingue a los materiales
geológicos de los materiales continuos como los metales y fluidos. Las partículas
representan una fase sólida conocida como estructura interna o esqueleto; debido a
26

esto, la deformación del material geológico está controlada por la interacción entre
partículas y el movimiento relativo entre partículas (ver figura 1). El fluido intersticial
puede fluir a través de los poros interactuando con el esqueleto mineral, alterando la
magnitud de las fuerzas en el contacto entre partículas e influenciando en la resistencia
y compresibilidad del material geológico (Vásquez, 2001).

Los materiales geológicos se pueden clasificar en rocas y suelos. Las rocas


consisten en agregados de cristales y partículas amorfas ligados por materiales
cementantes y presentan grietas o fracturas a diferentes escalas. Por su parte, los
suelos estas compuestos por un aglomerado de partículas relativamente sueltas, con
poca o ninguna cementación entre ellas. (Zambrano, 2012)

Figura 1. Diagrama de fases para materiales geológicos.

Fuente: CANAÁN, A. (2012).

- Estratigrafía mecánica.

La estratigrafía mecánica, no es más que la diferenciación de la roca soportada por


grano de la roca soportada por arcilla, ya que existen diferentes mecanismos de
fallamiento para cada tipo de roca (Sánchez, 2010).
27

- Isotropía y anisotropía.

Según Lobo y Vázquez (2011) la isotropía es la característica de los cuerpos cuyas


propiedades físicas son similares o se propagan en forma similar en todas las
direcciones, es decir, se refiere al hecho de que ciertas magnitudes vectoriales
conmensurables, dan resultados idénticos con independencia de la dirección escogida
para dicha medida. Los materiales que presentan estas características se denominan
materiales isotrópicos. Por su parte, la anisotropía (opuesta de isotropía) es una
propiedad de algunos materiales que consiste en la variación de las propiedades con
respecto al cambio de dirección que se analiza, es decir, desigual comportamiento en
las diferentes direcciones del espacio. Los materiales que presentan estas
características se denominan materiales anisotrópicos.

Desde el punto de vista de la mecánica de rocas la anisotropía de las formaciones


geológicas pude ser intrínseca si es producto de la estratificación o de las fracturas, o
puede ser inducida por los esfuerzos actuantes (ver figura 2).

Figura 2. Tipos de anisotropía observada en los materiales geológicos.

Fuente: CANAÁN, A. (2012).


28

- Esfuerzo.

El esfuerzo se define como la intensidad de las fuerzas componentes internas que


resisten un cambio en la forma de un cuerpo. El esfuerzo se expresa en términos de
fuerza por unidad de área, por tanto, la unidad básica del esfuerzo en el sistema inglés
es la libra fuerza por pulgada cuadrada (lb/pulg2) usualmente abreviada (lpc).

Legrand (2008) expone que si se considera un medio elástico, es decir, un medio


que se deforma elásticamente cuando se aplica una fuerza en este medio y que regresa
a su estado inicial cuando se cancela esta fuerza, no se habla de presión si no de
tensor de esfuerzos, que es una generalización de la noción de presión en el caso de
un medio elástico. El tensor de esfuerzos está asociado a las tensiones internas que
existen en el medio. El esfuerzo es entonces una magnitud tensorial, porque su
completa descripción requiere conocer la magnitud y dirección de la fuerza actuante,
así como el tamaño y orientación del área de aplicación considerada (ver figura 3).

Figura 3. Representación gráfica del tensor esfuerzo.

Fuente: VAZQUEZ, A. (2001).

Una fuerza cualquiera aplicada al elemento considerado en la figura 3 puede


descomponerse en sus tres componentes, cada una paralela a los ejes cartesianos. A
su vez cada componente de fuerza genera 3 esfuerzos (uno normal y dos cortantes)
dependiendo de la orientación del área de aplicación que se considere. En general, se
necesitan nueve componentes para poder definir el estado de esfuerzos en una
29

superficie elemental. Dado que la fuerza y la superficie sobre la que actúa son
magnitudes vectoriales, el esfuerzo va a ser una magnitud “tensorial”. La acción de
cada fuerza y la deformación que genera sobre el objeto al cual se aplica depende del
plano que se considera, teniendo de esta manera diferentes tipos de esfuerzo, a
continuación se definen:

- Esfuerzo de tensión: cuando es perpendicular a la sección transversal del cuerpo.


Este tipo de esfuerzo tiende a alargar el objeto y actúa de tal forma que hala al cuerpo,
es decir, se da cuando las fuerzas resultantes tienen un sentido saliente de la del objeto
al cual se aplica (ver figura 4).

- Esfuerzo de compresión: al igual que en el caso anterior es perpendicular a la sección


transversal del cuerpo, pero este esfuerzo tiende a acortar el objeto de aplicación, es
decir, la resultante de las fuerzas aplicadas tiene un sentido entrante al cuerpo (ver
figura 4).

Figura 4. Tipo de esfuerzos aplicados a un bloque del subsuelo.

Fuente: TORRES, L. (2009).

- Esfuerzo de corte: también conocido como esfuerzo de cizalla, es producido por


fuerzas que actúan paralelamente al plano que las resiste. Estos esfuerzos, aparecen
siempre que las fuerzas aplicadas obliguen a que una sección del sólido tienda a
deslizar sobre otra adyacente. Cuando la recta de acción de una fuerza, es paralela a la
cara de un cuerpo, es decir, cuando actúa paralela al área de aplicación se genera un
esfuerzo de corte (ver figura 4).
30

- Deformación.

Vásquez (2001) afirma que cuando un cuerpo es sometido a un sistema de fuerzas


externas, este experimenta cambios en relación a su configuración original (ver figura
5), por lo tanto, se puede definir deformación como la relación que existe entre la nueva
magnitud o forma de un elemento y su configuración original o no alterada, cuando es
sometido a fuerzas externas.

Figura 5. Esquema de deformación de un cuerpo sometido a una fuerza axial.

Fuente: VARGAS, M. (2013).

Como consecuencia de la fuerza axial la barra de la figura 5 sufre una deformación


de elongación o alargamiento y una deformación axial (δ), la cual es el resultado
acumulado de elongar todos los elementos del material en todo el volumen de la barra.
Sin embargo, para fines prácticos lo más común es definir la deformación
relacionándola con las dimensiones originales del objeto, lo cual introduce el concepto
de deformación unitaria. La deformación unitaria, es una magnitud adimensional que
indica cuantas veces se ha alargado o acortado un objeto en relación a sus
dimensiones originales y se simboliza con la letra griega “ε”.

- Relación esfuerzo - deformación.

Si se construye una gráfica de esfuerzo-deformación se obtendrá una curva que es


característica de las propiedades de cada material (ver figura 6).
31

Figura 6. Gráfico esfuerzo – deformación unitaria.

Fuente: CHACÓN, C. (2009).

El diagrama esfuerzo-deformación unitaria está dividido en varias zonas que exhiben


diferentes comportamientos de proporcionalidad. La zona elástica, es aquella donde la
deformación es reversible, es decir, una vez eliminado el esfuerzo, la muestra vuelve a
su estado original. En la parte inicial del diagrama, el esfuerzo (σ) es directamente
proporcional a la deformación (ε), esta relación lineal se conoce como Ley de Hooke,
dónde el coeficiente ‘’E’’ se denomina módulo de elasticidad del material o módulo de
Young, y la parte del diagrama sobre la cual dicha relación tiene validez se conoce
como zona elástica.

La zona plástica, es donde una vez eliminado el esfuerzo, la deformación es


irreversible sobre la muestra. Al aumentar el esfuerzo más allá del límite de
proporcionalidad, la deformación comienza a aumentar con mayor velocidad para cada
incremento de esfuerzo; en consecuencia, la curva tiene una pendiente cada vez mayor
hasta que esta se vuelve horizontal. Finalmente, la deformación unitaria aumenta
considerablemente sin que haya cambio alguno del esfuerzo aplicado hasta que se
alcanza la máxima resistencia del material y se produce su ruptura.
32

2.1.2. Aplicaciones de la geomecánica.

La geomecánica se encarga de analizar y dar solución a problemas relacionados


con esfuerzos y resistencia de la formación. Por lo tanto, todas aquellas operaciones de
pozos que afecten y causen daño a la formación, van a tener una gran influencia en el
análisis de estabilidad de hoyo, arenamiento, fracturamiento, entre otras aplicaciones,
que pueden ser optimizadas una vez caracterizada la roca.

La magnitud y dirección de los esfuerzos en sitio, va a definir la trayectoria de mayor


estabilidad para pozos horizontales y de gran desviación. Adicionalmente, al determinar
experimentalmente la envolvente de falla de la roca de formación, entonces se puede
calcular el rango de pesos de lodo que mantenga la integridad del hoyo. Por su parte, el
problema de producción excesiva de arena es causado cuando los esfuerzos
desestabilizadores actuando sobre la formación (tasa de flujo y gradiente de presión)
son mayores que la resistencia mecánica de la formación, una vez excedida esta
resistencia, entonces ocurre desprendimiento de granos de material de la formación
causando arenamiento. Asimismo, las características mecánicas de la formación
controlan el diseño de las fracturas hidráulicas, la altura de la fractura está relacionada
al contraste de las magnitudes de los esfuerzos principales menores en los diferentes
estratos geológicos.

Por otra parte, el conocimiento de la resistencia mecánica de la roca es muy


importante en la selección del cañoneo, ya que la penetración del mismo es
dependiente de la resistencia de la roca, la geomecánica también puede ser útil en
yacimientos someros de arenas no consolidadas, donde ocurre compactación de las
arenas productoras a medida que disminuye las presiones del yacimiento, causando el
fenómeno de subsidencia. El grado de compactación de la arena es calculado mediante
ensayos de laboratorio especiales y conociendo el estado de esfuerzos del yacimiento.

En resumen, según Giménez (2012) la geomecánica genera un valor agregado a las


áreas de:
33

Perforación:
- Estabilidad de hoyo.
- Tipo y peso de lodo óptimos.
- Trayectoria óptima de pozos.
- Diseño de revestidores.
- Selección de mechas.

Producción, completación y estimulación:


- Predicción y control de arena.
- Diseño y selección de liners.
- Diseño del cañoneo.
- Diseño de fracturas hidráulicas
- Recuperación mejorada.

Yacimientos:
- Definición de la tasa de agotamiento.
- Predicción de compactación y subsidencia.
- Yacimientos fracturados.
- Mantenimiento de presión.

2.2. Modelo geomecánico.

El modelo geomecánico consiste en una descripción explícita de datos relevantes en


la construcción de pozos, así como durante la producción de los mismos, éstos
incluyen: la presión de poro, estado de los esfuerzos, propiedades mecánicas y de
resistencia de la roca para la sección estratigráfica total penetrada por los pozos.
Adicionalmente, el modelo captura información relacionada a la composición de la roca
y la estructura geológica, lo cual también es importante para la estabilidad del hoyo y la
comprensión del yacimiento desde el punto de vista de producción. Una vez construido
y calibrado el modelo, es una ventaja significativa dentro del área estudiada para la
construcción de pozos y puede proveer datos importantes para planes futuros que
34

sustenten perforaciones, completaciones, manejo de producción y trabajos posteriores


durante la vida productiva del yacimiento (Lobo y Vázquez, 2011).

2.2.1 Modelo de datos.

Todo modelo geomecánico comienza en una fase donde se debe recopilar, validar y
organizar la información existente, el alcance de esta actividad es la cuantificación,
evaluación de la calidad y diagnóstico de la información del yacimiento, la naturaleza
del área y el nivel de desarrollo alcanzado en la explotación de los hidrocarburos, a fin
de establecer las actividades, el detalle de la investigación y alcance del estudio. El
modelo de datos es la etapa más crítica y fundamental del proyecto, ya que basados en
este modelo, los especialistas deberán manejar y analizar una cantidad de información
para realizar la interpretación, definir el plan de estudio y sus objetivos, alcance,
software, plan de captura de datos y, a partir de la cantidad, calidad y distribución de los
datos, se podrá estimar la certidumbre que proporciona la información disponible sobre
cada una de las propiedades de los yacimientos a estudiar.

Entre las actividades a realizar, para la conformación del modelo de datos, se


pueden mencionar, la recolección y revisión de la información, construcción de la base
de datos y evaluación de estudios previos realizados. Entre los datos importantes a
procesar, se citan: sísmica, registros de pozos, análisis convencionales y especiales de
núcleos y fluidos, pruebas de presión, validación de historias de producción e inyección,
fichas de pozos, datos de completación o terminación de pozos y comportamiento de
presión.

La calidad de los resultados del estudio dependerá directamente de la calidad de la


información utilizada, en consecuencia, hacer un diagnóstico acertado de la misma
constituye un aspecto clave y determinante, dentro de la ejecución de un modelo
geomecánico que forma parte de un estudio integrado de yacimientos.
35

2.2.1.1. Información geomecánica a partir de registros de pozo.

Debido a la importancia que tiene conocer las propiedades mecánicas de las


formaciones en las tantas aplicaciones de la geomecánica, se han dispuesto métodos
que permiten su medición a partir de los datos obtenidos por los registros de pozo. La
principal razón por la que se han desarrollado métodos geomecánicos basados en
registros, es que estos se toman con mayor frecuencia y facilidad que los núcleos u otro
tipo de pruebas. Estas propiedades derivadas de los registros son llamadas dinámicas.
En la mayoría de los casos, no se dispone de muestras de núcleo o solo se tienen en
una sección del pozo y es por ello que en las zonas donde no se tiene información, es
posible la estimación de propiedades mecánicas de la roca, en este caso dinámicas, a
partir de información de campo.

2.2.1.1.1. Registro acústico.

Es un registro de profundidad contra DT (tiempo de tránsito), que es el tiempo


requerido por una onda de sonido para recorrer un pie de formación, este tiempo es el
valor reciproco de la velocidad de una onda de sonido. Generalmente se utilizan los
registros sónicos dipolares, los cuales son capaces de medir las velocidades de
propagación de las ondas compresionales u ondas P y de las ondas de corte u ondas
S. Vásquez (2001) indica que el perfilaje acústico es el método más importante para la
estimación de los parámetros elásticos.

Por su parte, Chacón (2009) expone que las ondas P son ondas longitudinales o
compresionales, lo cual significa que el suelo es alternadamente comprimido y dilatado
en la dirección de la propagación, estas ondas generalmente viajan a una velocidad
mayor que las ondas S y pueden viajar a través de cualquier tipo de material. El paso
de esta onda por un medio geológico provoca un cambio de volumen pero no deforma
en respuesta al esfuerzo de compresión y tensión, además están afectadas por la
compresibilidad del material geológico así como por su rigidez. Las ondas S son ondas
transversales o de corte, lo cual significa que el suelo es desplazado
perpendicularmente a la dirección de propagación, alternadamente hacia un lado y
36

hacia el otro, ésta puede viajar únicamente a través de sólidos debido a que los líquidos
no pueden soportar esfuerzos de corte, su velocidad es menor que la de una onda P
para cualquier material sólido. El paso de esta onda por un medio geológico produce un
cambio de forma pero no de volumen y solamente dependen de la rigidez (ver figura 7).

Figura 7. Tipos de ondas acústicas.

Fuente: CHACÓN, C. (2009).

2.2.1.1.2. Registro de densidad.

Las herramientas de densidad son herramientas de rayos gamma activos, que usan
el efecto Compton de rayos gamma para medir la densidad de electrones de la
formación. Utilizando correlaciones litológicas apropiadas, la densidad electrónica es
convertida a densidad de masa con una razonable precisión (Vázquez, 2001).

La densidad es útil en la determinación de las propiedades mecánicas de dos


maneras: primero, la densidad es requerida para convertir las velocidades acústicas a
módulos elásticos y segundo, la integración de la densidad sobre la profundidad
vertical del pozo es normalmente considerada para obtener un buen estimado del
esfuerzo vertical, al menos en áreas de baja actividad tectónica. En este tipo de áreas,
el esfuerzo vertical es también considerado como un esfuerzo principal. Cuando el perfil
de densidad está disponible, el problema de determinar el esfuerzo completo, se reduce
a determinar la magnitud y orientación de los esfuerzos horizontales. Además de lo
37

mencionado anteriormente, la determinación de la sobrecarga a partir del registro de


densidad ayuda a realizar un estimado de la presión de poro. Sin embargo, debido al
uso que se le da a este registro, es necesario que éste sea tomado o corrido desde la
superficie hasta el fondo del pozo para ser aprovechado completamente.

2.2.1.1.3. Registro de rayos gamma.

Consiste en ondas electromagnéticas de alta energía que son emitidas


espontáneamente por algunos elementos radioactivos. Casi toda la radiación gamma
en la tierra es emitida por el isótopo radioactivo de potasio y por elementos radioactivos
de la serie del uranio y torio. El perfil de rayos gamma mide la radioactividad natural de
las formaciones, permite establecer las diferentes litologías y efectuar la separación y
clasificación de las formaciones, generalmente en unidades geomecánicas.

Esta herramienta es utilizada principalmente para la determinación de litología, sin


embargo, para el área de geomecánica su principal aplicación consiste en el cálculo del
contenido de arcilla de las rocas. El contenido de arcilla o Vsh se define como la
fracción volumétrica de arcilla por volumen total de roca, la cual puede ser calculada a
través del índice de rayos gamma. El estudio geomecánico de las rocas está
fuertemente afectado por el contenido de arcilla, ya que este tiene una influencia directa
en la resistencia mecánica de las misma. Graterol (2002) concluye que una buena
estimación del Vsh es muy importante para el cálculo de la resistencia de la roca y por
ende, para poder realizar un mejor estudio geomecánico.

2.2.1.1.4. Registro de resistividad.

La resistividad es la capacidad que tienen las rocas de oponerse al paso de corriente


eléctrica inducida y es el inverso de la conductividad. La resistividad depende de la sal
disuelta en los fluidos presentes en los poros de las rocas, proporciona evidencias del
contenido de fluidos en las mismas. Si los poros de una formación contienen agua
salada presentará alta conductividad y por lo tanto la resistividad será baja, pero si
38

están llenos de petróleo o gas presentará baja conductividad y por lo tanto la


resistividad será alta. Las rocas compactas poco porosas como las calizas masivas
poseen resistividades altas. Los registros de resistividad se utilizan para estimar
contactos agua-petróleo, para calcular la resistividad del agua de formación (Rw) y la
resistividad verdadera de la formación (Rt).

2.2.1.1.5. Registro de imágenes.

Son herramientas que proporcionan imágenes de las rocas en el subsuelo, que


sirven sobre todo para medir la calidad y deformación del hoyo, es decir, para distinguir
la dirección de los breakouts. Son herramientas bastante exactas para detectar
rugosidades, fracturas inducidas y ovalizaciones; lo cual puede ser utilizado para
determinar la dirección de los esfuerzos. Según Torres (2009) la herramienta
ultrasónica de imágenes del pozo permite la observación continua de las variaciones
laterales y verticales de las formaciones con un detalle que permite estudios tanto
estructurales como estratigráficos. Este perfil provee imágenes acústicas de las paredes
del pozo con una cobertura de 360° en pozos perforados con lodos tanto resistivos
como conductivos. El registro de imágenes trabaja con frecuencias de 250 o 500 Khz.
con la finalidad de obtener el tiempo de tránsito y la amplitud. Las frecuencias altas se
utilizan para obtener una mejor resolución y las frecuencias bajas se utilizan para
obtener lecturas en lodos muy dispersos.

El objetivo de la interpretación de imágenes de pozos es la caracterización de las


propiedades de la formación, con la finalidad de asistir a la geología en la evaluación
integral del yacimiento, detectando la presencia de posibles barreras de permeabilidad,
y analizando rigurosamente en busca de fallas localizadas y geometrías característica
de breakouts, generalmente en las zonas débiles de la columna litológica.
Posteriormente, se cuantifican las ocurrencias de este tipo de eventos reportando la
dirección y ancho de todos y cada uno de los breakouts identificados en el registro, para
finalmente presentar los resultados del análisis en histogramas para el ancho del
breakout y en rosetas para la dirección de los mismos. Otro tipo de fallas que puede ser
39

identificada en un registro de imágenes son las fallas por tensión, bien sea naturales o
inducidas. Las fracturas inducidas son identificadas en el registro de imágenes como
líneas verticales paralelas separadas 180° uno de la otra. Con la identificación de las
fracturas inducidas se obtiene la orientación del esfuerzo horizontal máximo (ver figura
8).

Figura 8. Ilustración de registro de imagen.

Fuente: IES-GLOBAL (2006).

2.2.1.1.6. Registro cáliper.

Según Torres (2008) la manera más simple para detectar los breakouts es examinar
las pistas o “tracks” registrados por el cáliper orientado de 4 o 6 brazos. Esta
herramienta es comúnmente corrida para obtener información sobre rumbo y
buzamiento de los estratos y estimar el volumen de cemento requerido para el
revestimiento, pero además puede usarse para interpretar los breakouts. La
herramienta es corrida en el pozo permitiendo que unos brazos con muelles se abran
mientras pasan por los alargamientos del hoyo midiendo el diámetro del pozo en dos
direcciones ortogonales. El cáliper rota al mismo tiempo que se va sacando del hoyo y
deja de rotar en las zonas donde el hoyo está alargado si un par de patines queda
atascado en la dirección de alargamiento. Esta herramienta puede ser usada en
40

grandes profundidades, y el procedimiento de evaluación esta bien establecido, sin


embargo, la desventaja principal de este registro consiste en que no proporciona
información sobre la forma de los breakouts en detalle. Se debe tener especial cuidado
de no calificar equivocadamente rasgos tales como ojos de llave y sobrerrimado como
breakouts.

2.2.1.2. Información geomecánica a partir de pruebas de formación.

Durante las operaciones de perforación y/o rehabilitación de pozo se realizan una


serie de pruebas que suministran información de gran importancia geomecánica, entre
las más comunes se tienen:

2.2.1.2.1. Prueba de integridad de presión (LOT, leak off test).

El propósito de esta prueba es determinar la integridad y estabilidad de las


formaciones bajo ciertas condiciones de esfuerzo, además de disminuir los tiempos y
riesgos generados durante la perforación de un pozo. Las condiciones de esfuerzo son
generadas aplicando presión sobre la zona deseada, para realizar la prueba se perforan
aproximadamente tres pies por debajo de la zapata del último revestidor asentado, se
circula el lodo con el que se va a realizar la prueba hasta que el retorno en el anular
presente una densidad homogénea, posteriormente se coloca la mecha a la altura de la
zapata y se comienza a bombear a la tasa de circulación calculada hasta observar el
retorno.

Finalmente, se cierran los impide reventones, se bombea a una tasa constante y se


va midiendo la presión en las líneas de flujo, hasta observar una caída en las medidas
de presión, este punto es denominado presión de ruptura o “breakdown”, luego se sigue
bombeando por espacio de un minuto después de haber alcanzado el breakdown.
Posteriormente, se cierra el pozo y se observa la declinación de la presión hasta que se
mantenga constante por cinco minutos. Estos datos pueden ser graficados, se reporta
41

la presión de ruptura, volumen bombeado, volumen de retorno, peso de lodo


equivalente obtenido de la prueba.

2.2.1.2.2. Prueba de integridad de presión extendida (XLOT, extended LOT).

A diferencia de las pruebas de integridad de presión estándar, las extendidas


aseguran una mejor calidad y precisión en los resultados. Las modificaciones hechas al
ensayo tradicional proporcionan los siguientes beneficios: datos de presión más
confiables, estimados consistentes de esfuerzo horizontal mínimo in-situ, puntos de
calibración para perfiles de esfuerzos, cuantificación de los cambios en el gradiente de
fractura para yacimientos depletados, facilidad en detección de canalizaciones en el
cemento, reducción de riesgos de pérdidas de circulación, mejor información para
prevención de arremetidas y mejora los estimados de la ventana de lodo para
operaciones de perforación.

Figura 9. Diagrama esquemático general de una XLOT.

Fuente: GIMÉNEZ, J. (2012).


42

Respecto a la interpretación de los datos, durante la prueba se registra la


profundidad medida, profundidad verdadera, azimut e inclinación del pozo, tamaño del
revestidor y las propiedades del lodo, además de la tasa de bombeo, volumen
bombeado, volumen recuperado versus presión en superficie (como se observa en la
figura 9). La presión de ruptura “leak off pressure” LOP, se determina trazando una
línea recta a través de los datos de bombeo, y el punto LOP es el primer punto donde
ocurra un cambio permanente de la pendiente y la presión es mayor que la presión de
esfuerzo mínimo. La presión de esfuerzo mínimo se encuentra en la curva de
decaimiento, cuando el pozo está cerrado. Se trazan 2 líneas rectas por los puntos de
decaimiento comenzando con la presión inicial de cierre (ISIP), y el segundo después
que se presente una disminución permanente de la pendiente. De igual manera existen
otras técnicas para determinar el esfuerzo horizontal mínimo.

2.2.1.2.3. Microfrac.

Éste otro tipo de prueba, generalmente, se lleva a cabo a hueco abierto con bajas
tasas de bombeo donde un sistema de empacaduras aísla el intervalo en el cual se
origina la microfractura. El término de microfractura hace referencia a una versión a
menor escala de un trabajo de fractura hidráulica. La microfractura es creada por la
inyección de un pequeño volumen de fluido (10 a 20gal) a una baja tasa (3 a 25gpm).
Para mantener la tasa de inyección constante baja se requieren algunos equipos
especiales, por ejemplo, usualmente se instala un pequeño émbolo en la bomba para
asegurar la inyección de tasas bajas con adecuada potencia, además, se emplea un
múltiple de inyección especializado para mantener una tasa de flujo constante. En una
prueba microfrac, el esfuerzo principal mínimo se determina a partir del análisis de la
caída de presión después del cierre de la fractura. La presión de cierre es definida
como la presión requerida para mantener una fractura abierta. Desde un punto de vista
teórico, una prueba microfrac a hueco abierto es un método óptimo para obtener el
esfuerzo horizontal menor, porque no existen interferencias del revestidor, del cañoneo
o del cemento.
43

2.2.1.2.4. Minifrac.

Según Giménez (2012) el ensayo minifrac es distinto del microfrac, aunque ambos
pueden ser utilizados para calcular los esfuerzos horizontales de la formación. El
ensayo microfrac se utiliza principalmente para determinar la magnitud del esfuerzo
horizontal menor mientras que el propósito principal del minifrac es obtener parámetros
sobre los fluidos de fracturamiento para optimizar el diseño de una fractura hidráulica. El
minifrac debe ser realizado a hueco entubado, cañoneado, completado y con el fluido
de fractura a utilizarse en el trabajo de fracturamiento hidráulico principal y por lo tanto,
generalmente se realiza antes de uno de estos trabajos. El microfrac puede ser
realizado a hueco abierto o entubado a tasas bajas y pequeños volúmenes de fluidos
donde los mismos son diferentes a aquellos a ser utilizados en el trabajo de fractura
hidráulica. En el minifrac se opera a altas tasas, igual que el fracturamiento hidráulico
principal, sin embargo no utiliza un agente de sostén. Como el minifrac requiere del
mismo equipo de fracturamiento hidráulico resulta más costoso que las otras pruebas
de inyectividad.

2.2.1.2.5. Prueba de presión de poro.

Se lleva a cabo a través de una herramienta conocida como probador múltiple de


formación, el cual es un sistema diseñado para medir la presión de la formación a
diferentes profundidades dentro de un hueco abierto. Estas mediciones de presión
tienen aplicaciones para realizar un rápido estimado cualitativo de permeabilidad de
formación y capacidad de tomar muestras de fluido. El probador de formación es un
sistema de medición con guaya que puede ser posicionado con precisión a
profundidades seleccionadas usando como referencia un sistema de adquisición de
datos secuencial como el potencial espontáneo (SP) o los rayos gamma (GR). Las
pruebas de formación generalmente siguen a la toma de perfiles a hoyo abierto de los
intervalos de interés definidos.

La habilidad de adquirir lecturas múltiples de presión provee un método rápido y


menos costoso para obtener un perfil razonablemente preciso de los gradientes de
44

presión vertical. El probador de formación tiene particular importancia en la


geomecánica ya que el principio de esfuerzos efectivos toma en cuenta la presión de
poros, así como también los esfuerzos totales, por lo cual la data es empleada para
calibrar los perfiles generados a través de diferentes correlaciones; y finalmente,
cualquier modelo constitutivo que sea utilizado para regir el comportamiento mecánico
de la roca es muy sensitivo a éste parámetro. La principal desventaja de este tipo de
registros es que generalmente solo se corren en los intervalos de interés productivo, por
lo cual no se dispone de datos de presión de poro en profundidades someras y mucho
menos en lutitas de gran espesor.

2.2.1.3. Información geomecánica a partir de ensayos de núcleo en laboratorio.

Para Vásquez (2001) el conocimiento de las propiedades mecánicas de las rocas de


formación constituye el primer paso en un análisis geomecánico, por ello afirma que
aunque se pueden hacer algunas pruebas de campo para determinar ciertos
parámetros geomecánicos, la mayoría de los resultados requieren de la utilización de
núcleos y ensayos especializados de laboratorio que requieren de personal, equipos y
técnicas especializadas que pocos laboratorios en el mundo pueden ofrecer.

Por esta razón, resulta necesario obtener núcleos geológicos de las zonas de interés
para poder realizar ensayos geomecánicos. A partir de los núcleos geológicos se toman
las muestras para los ensayos, prefiriéndose aquellos núcleos de mayor diámetro.
Estos núcleos tienen que ser tomados con técnicas que minimicen la perturbación del
mismo, lo cual resulta más importante en formaciones no consolidadas. El núcleo
geológico debe ser orientado para poder procesar aquellos ensayos de laboratorio que
involucren la determinación de direcciones de esfuerzos principales.

Con los ensayos geomecánicos de laboratorio se pueden medir varias propiedades


de las rocas de formación tales como: módulo de Young, relación de Poisson, módulo
volumétrico, resistencia a la tensión, resistencia a la compresión, permeabilidad y
comportamiento esfuerzo-deformación. En muchas pruebas estáticas de compresión es
45

posible hacer mediciones dinámicas por acústica para calcular módulos dinámicos, los
cuales pueden ser comparados con registros acústicos de campo para elaborar
correlaciones núcleo-perfil. Todos estos parámetros pueden ser determinados bajo
diferentes condiciones de esfuerzo y presiones de fluidos y los resultados obtenidos son
de naturaleza estática y por ello reflejan fielmente las propiedades de las rocas.

2.2.1.3.1. Ensayo a la compresión sin confinamiento.

En este ensayo se comprime un cilindro de roca sin confinamiento hasta alcanzar su


resistencia máxima. Con este tipo de ensayo se puede obtener la resistencia a la
compresión sin confinar, el cual es un parámetro muy útil cuando se quiere comparar y
clasificar las rocas. Adicionalmente se pueden obtener, el módulo de Young como la
pendiente de la curva esfuerzo axial-deformación axial y la relación de Poisson como la
relación entre la deformación radial y la deformación axial.

El módulo de Young está representado por el valor de la pendiente de la primera


porción recta de la curva promedio de la deformación axial (ver figura 13). Por su parte,
la relación de Poisson se calcula dividiendo la pendiente de la primera porción recta de
la curva de la deformación axial entre la pendiente de la primera porción recta de curva
de la deformación radial. Las pendientes se calculan seleccionando dos puntos de
ambas rectas correspondientes a una misma profundidad.

2.2.1.3.2. Ensayo de compresión triaxial.

Vásquez (2001) expone que en este ensayo se comprime un cilindro de roca, bajo
presión de confinamiento constante, hasta llegar a su resistencia máxima.
Tradicionalmente se miden para una presión de confinamiento dada la resistencia
máxima, el módulo de Young, la relación de Poisson, y la resistencia mecánica. Es
utilizado con otros ensayos triaxiales adicionales a diferentes presiones confinantes
para generar la envolvente de falla. Con equipo especializado es posible realizar
mediciones acústicas para calcular módulos dinámicos. Este tipo de ensayo se realiza
46

en una celda triaxial que permite someter la muestra a condiciones de presión que
simulan condiciones de yacimiento (ver figura 10).

Figura 10. Montaje de ensayo de compresión triaxial.

Fuente: CHACÓN, C. (2009).

La prueba se inicia incrementando gradualmente el esfuerzo axial y el confinamiento


hasta alcanzar las condiciones en sitio. Luego, se incrementa únicamente el esfuerzo
axial hasta conseguir que la muestra llegue al punto de falla. Generalmente, existen
limitaciones de la cantidad de muestras para realizar los ensayos de laboratorio, por lo
que se diseño un ensayo en el cual se puede obtener la envolvente de falla con una
sola muestra. Una de las formas de ejecutarlo es llevar a cabo un ensayo triaxial normal
para las condiciones de confinamiento iniciales y una vez que se alcanza la falla, la
presión de confinamiento se incrementa a un nivel mayor. El esfuerzo axial se
incrementa hasta volver a alcanzar la falla. El ensayo continúa hasta aplicar los
diferentes estados de confinamiento planificados. Este ensayo da buenos resultados en
areniscas, sin embargo, no se recomienda para obtener las propiedades elásticas,
debido a que estas son afectadas por el daño causado en los pasos de carga previos.
47

2.2.1.3.3. Ensayo de tensión brasileño.

Es uno de los ensayos más empleados para evaluar la resistencia a la tracción de


materiales cuasi-frágiles, como son las rocas. Según la norma ASTM C496, la tensión
nominal de rotura obtenida a partir del ensayo coincide con la resistencia a la tracción
del material. El resultado del ensayo es una medida indirecta, donde un disco fino de
roca es comprimido diametralmente hasta la ruptura (ver figura 11), la ruptura ocurre
por fractura en la dirección de los esfuerzos aplicados.

Figura 11. Diagrama esquemático de la prueba de tensión indirecta.

Fuente: SIQUEIRA, E. (2011).

2.2.1.3.4. Ensayo de cilindro de pared hueca (TWC, thick wall cilinder).

Este tipo de pruebas son usadas normalmente en predicciones analíticas y


numéricas de la producción de arena. En la prueba, un tapón de núcleo hueco es
sometido a cargas axiales y laterales aumentando los esfuerzos hidrostáticos hasta que
el colapso ocurre en las paredes del cilindro. El esfuerzo hidrostático al cual inicia la
falla en la pared interna es llamado TWC - interno y el esfuerzo que causa la falla
externa es llamado TWC - externo o TWC de colapso. La presión de falla catastrófica
externa corresponde a la condición de falla de la perforación que causa la producción
continua y catastrófica de arena. La presión de falla de la pared interna es menor y,
normalmente, corresponde al inicio del arenamiento transientes (Vargas, 2013).
48

Las pruebas se llevan a cabo en tapones de núcleo de 1.5x3” y 0.5” de hoyo, se


incrementa la presión hidrostática continuamente hasta la ruptura de la roca, con un
monitoreo continuo de la deformación volumétrica y arena producida.

Figura 12. Montaje de ensayo TWC.

Fuente: SIQUEIRA, E. (2011).

2.2.1.3.5. Ensayo de compresibilidad.

Este ensayo realizado en una celda triaxial mide el coeficiente de Biot que describe
la eficiencia de las presiones de fluidos en contrarrestar los esfuerzos totales aplicados.
Este importante parámetro, que oscila entre 0 y 1, sirve para calcular los esfuerzos
necesarios para iniciar y propagar la fractura y también para elaborar correlaciones
núcleo-perfil. Este ensayo se realiza aumentando la presión confinante y la presión de
poros simultáneamente a una tasa constante, hasta que la presión de poros alcance el
valor de la presión de yacimientos. Esta primera parte determina la compresibilidad de
grano Cr. Para la segunda parte, la presión de poros se mantiene constante mientras la
presión confinante aumenta hasta alcanzar al esfuerzo horizontal. Esta segunda parte
del ensayo determina la compresibilidad total Cb del material bajo cargas hidrostáticas.
Finalmente el coeficiente de Biot puede obtenerse aplicando la ecuación 7.
49

2.2.2. Caracterización mecánica de las rocas.

Según Vázquez (2001) la caracterización geomecánica consiste en determinar las


propiedades mecánicas que gobiernan las relaciones de esfuerzo-deformación de los
cuerpos rocosos del subsuelo (módulo de Young, relación de Poisson, módulo
volumétrico, módulo de corte y compresibilidad); para desarrollar modelos constitutivos
realistas que permitan establecer los parámetros de perforación y producción óptimos.

2.2.2.1. Modulo de Young.

El módulo de Young (E) representa la relación entre el esfuerzo que se aplica


perpendicularmente al material y la deformación axial de ese material, es decir, se
aplica una fuerza F y se obtiene un cambio de longitud L (ver figura 13). En un material
homogéneo y elástico, como puede ser un metal, esta deformación es lineal en función
del esfuerzo que se le aplica, caso diferente el de las rocas cuya relación no es
exactamente lineal, pero se toma la pendiente de la curva en la parte lineal para
determinar el módulo de Young. Un módulo de Young bajo indica un material con alta
deformabilidad, mientras que si es alto, es señal de baja deformabilidad, o de un
material duro, lo que significa que un alto esfuerzo es necesario para deformar la roca.
El valor de E para rocas está en el orden de 0,5 y 12 MMlpc.

(Ec. 1)

Dónde:
: Esfuerzo axial.
: Deformación unitaria axial.

2.2.2.2. Relación de Poisson.

La relación de Poisson (ν) es una constante elástica adimensional que proporciona


una medida de la contracción en toda dirección transversal al alargamiento producido
50

por una fuerza de tensión F, en la misma dirección del alargamiento, en todo caso, es la
relación entre la deformación transversal y la longitudinal (ver figura 14).

Figura 13. Modulo de Young.

Fuente: CHACÓN, C. (2009).

(Ec. 2)

Dónde:
: Deformación unitaria axial.
: Deformación unitaria radial.

Rocas con altas relaciones de Poisson transfieren mayor cantidad del esfuerzo
vertical en la dirección horizontal, es decir, resultan en mayores valores de esfuerzos
horizontales. Las arcillas, que tienen mayor relación de Poisson que las arenas, tienen
generalmente mayores valores de esfuerzo que éstas. Debido al comportamiento no
lineal de las rocas, la relación de Poisson no es constante en todo el rango de esfuerzo
y es afectado por los mismos factores que el módulo de Young. Para rocas débiles y
porosas, la relación de Poisson se mantiene dentro de un rango de 0.15 a 0.25.
51

Figura 14. Relación de Poisson.

Fuente: CHACÓN, C. (2009).

2.2.2.3. Modulo de corte.

El módulo de corte (G), también llamado módulo de elasticidad transversal, es una


constante elástica que caracteriza el cambio de forma que experimenta un material
elástico cuando se aplican esfuerzos cortantes (ver figura 15). Este módulo recibe una
gran variedad de nombres, entre los que cabe destacar los siguientes: módulo de
rigidez transversal, módulo de corte, módulo de cortadura, módulo elástico tangencial,
módulo de elasticidad transversal.

Para un material elástico lineal e isótropo, el módulo de elasticidad transversal tiene


el mismo valor para todas las direcciones del espacio. En materiales anisótropos, como
es el caso de las rocas, se pueden definir varios módulos de elasticidad transversal.
Para un fluido, G = 0; para un sólido, G es un número finito. Para la mayoría de los
materiales, el valor de G corresponde a la mitad de E.

(Ec. 3)

Dónde:
: Esfuerzo cortante.
: Deformación unitaria cortante.
52

Figura 15. Módulo de corte.


Fuente: CHACÓN, C. (2009).

2.2.2.4. Modulo volumétrico.

El módulo volumétrico (K) de un material mide su resistencia a la compresión


uniforme y, por tanto, indica el aumento de presión requerido para causar una
disminución unitaria de volumen dada. Mide la resistencia de la muestra a la
compresión hidrostática.

Este es definido como la relación del esfuerzo hidrostático (σp) relativo a la


deformación volumétrica (εv) (ver figura 16).

Figura 16. Módulo de corte.


Fuente: CHACÓN, C. (2009).
53

2.2.2.5. Compresibilidad.

La compresibilidad total (C) de cualquier material (sólido, líquido o gaseoso) es el


cambio de volumen por unidad de volumen inicial, causado por una variación de presión
que ocurre en el material en cuestión. La compresibilidad es una propiedad de la
materia a la cual se debe que todos los cuerpos disminuyan de volumen al someterlos a
una presión o compresión determinada manteniendo constantes otros parámetros. La
compresibilidad es una propiedad que puede ser medida para la totalidad del volumen
rocoso, o para cada uno de los volúmenes que conforman la roca (poros y granos) e
incluso para los fluidos que saturan la misma:

La compresibilidad total (Cb), en un intervalo de presión dado y a una temperatura


fija se define como el cambio de volumen por unidad de volumen inicial causado por
una variación de presión (ecuación 4). Matemáticamente es el inverso del módulo
volumétrico y viene dada por la siguiente ecuación (ecuación 5).

(Ec. 4)

Dónde:
: Volumen inicial.
: Cambio de volumen.
: Cambio de presión.
: Temperatura constante.

(Ec. 5)

La compresibilidad de la matriz de la roca (Cr), se define como el cambio fraccional


en el volumen del material sólido de la roca (granos) por unidad de cambio en la presión
y la compresibilidad de los poros (Cp), se define como el cambio fraccional en el
volumen poroso de la roca por unidad de cambio en la presión. En todo caso siempre
se cumple que:
54

(Ec. 6)

Dónde:
: Porosidad de la roca.

La compresibilidad de la roca suele despreciarse debido a sus mínimas magnitudes


para la mayoría de estudios prácticos, por ello muchos autores han intentado
correlacionar la compresibilidad de los poros con varios parámetros, incluyendo la
porosidad de la formación.

2.2.2.6. Poroelasticidad y coeficiente de Biot.

Es una práctica común considerar a las rocas como si fueran homogéneas, es decir,
materiales sólidos sin porosidad; sin embargo, las rocas son generalmente materiales
compuestos, y por lo tanto, heterogéneos en una escala microscópica. La manera en la
que se comportan las rocas, sus respuestas elásticas y sus esfuerzos de falla,
dependen, en una gran medida, de las partes no sólidas del material. Por ello, es de
suma importancia considerar un parámetro físico que tome en cuenta el espacio vacío,
el cual no sólo es esencial para la producción de petróleo en un yacimiento, sino
también juega un papel importante en el comportamiento mecánico de la roca.

La poroelasticidad juega un rol vital en la aplicación de la mecánica de rocas a la


ingeniería de petróleo, pues permite diferenciar dos modelos de comportamiento
mecánico del material: un primer modelo elástico lineal isótropo que se define por medio
de dos constantes: el módulo de Young y la relación de Poisson; y un segundo modelo
de elasticidad poroso e isótropo no lineal, cuya definición requiere un parámetro que
indique la variación de la presión en los poros como función de la deformación
volumétrica (Rodríguez y col., 2004).

Por su parte, Franquet y Abass (1999) señalan que este factor que define el
segundo modelo de poroelasticidad se denomina coeficiente de Biot, el cual mide la
eficiencia de las presiones de fluidos (presión de poro) para contrarrestar los esfuerzos
55

totales aplicados (ver figura 17). En sistemas porosos con buena interconexión, como el
caso de arenas con porosidades y permeabilidades altas, el valor de α se tiende a 1,
por el contrario en sistemas sin porosidad como metales, el valor de α es 0, y por lo
tanto los esfuerzos efectivos y los esfuerzos totales son iguales.

Figura 17. Naturaleza física del coeficiente de Biot.

Fuente: RODRÍGUEZ y col. (2004).

El coeficiente de Biot se puede estimar mediante la siguiente ecuación:

(Ec. 7)

Dónde:
: Coeficiente de Biot (0-1).
: Compresibilidad de la roca.
: Compresibilidad total.

2.2.2.7. Módulos elásticos dinámicos y estáticos.

Los estudios han demostrado en la derivación de la ecuación de onda para medios


elásticos continuos que las velocidades de propagación de las ondas P y S son función
de los módulos elásticos. En materiales poroelásticos se pueden determinar dichos
módulos por medio de los tiempos de tránsito de las ondas. Sin embargo, representan
mediciones dinámicas que difieren de las mediciones obtenidas por ensayos triaxiales
56

(mediciones cuasi-estáticas o estáticas). Para efectos de aplicación en geomecánica


petrolera, cualquier módulo elástico determinado por tiempos de tránsito de ondas será
un valor dinámico que deberá ser transformado a un valor estático utilizando la
correlación más adecuada.

Vásquez (2001) afirma que se pueden calcular los módulos elásticos a partir de
velocidades de propagación de ondas; y debido a que estas ondas son generadas a
frecuencias altas, a los módulos calculados se les conoce como módulos elásticos
dinámicos. Los resultados obtenidos con estas ecuaciones son generalmente distintos a
los módulos medidos en los ensayos mecánicos de laboratorio (módulos estáticos), que
utilizan la relación entre esfuerzos axiales, y las deformaciones axiales y laterales, y
donde la tasa de carga oscila alrededor de 103 segundos. Este tipo de carga
monotónica en el laboratorio es cuasi-estática, sin embargo, tradicionalmente se conoce
como estática. Aunque las investigaciones analíticas y experimentales no han permitido
entender completamente el fenómeno; sí está establecido que los módulos dinámicos
son mayores o iguales a los módulos estáticos. El módulo de Young dinámico puede
ser hasta cuatro veces mayor que el módulo de Young estático y la relación de Poisson
dinámica puede ser hasta tres veces mayor que la relación de Poisson estática;
dependiendo del material.

El único lugar donde es posible medir módulos elásticos estáticos y dinámicos es el


laboratorio. Esto se logra sometiendo una muestra del material de formación a un
ensayo triaxial donde el equipo esté instrumentado para realizar mediciones dinámicas.
Durante el proceso de compresión triaxial se obtendrá la curva esfuerzo-deformación de
donde se pueden calcular los módulos elásticos estáticos y haciendo mediciones de
propagación de ondas en diferentes instantes durante el proceso de compresión, se
podrán calcular los módulos elásticos dinámicos. Esto quiere decir que es fundamental
tener ensayos de laboratorio para poder determinar experimentalmente la relación entre
módulos estáticos y dinámicos. Por lo anteriormente expuesto, resulta importante
utilizar módulos estáticos o dinámicos cuando la situación lo amerite.
57

Utilizando las velocidades de propagación de la onda compresional (VP) y de la onda


de corte (VS), para ecuaciones de trabajo se utilizan directamente las unidades de los
registros y las relaciones de la teoría de elasticidad, entonces se expresan los módulos
elásticos dinámicos como sigue:

(Ec. 8)

(Ec. 9)

(Ec. 10)

(Ec. 11)

(Ec. 12)

Donde es el módulo de Young en Lpc (Psi), es la relación de Poisson, es el


módulo de corte en lpc, es el módulo de compresibilidad o volumétrico en lpc,
a=1.34*1010, es la densidad expresada en gr/cc y los tiempos de tránsito de las
ondas están dados en μseg/pie (algunas veces denotada como Cb) es la
compresibilidad de la roca expresada en lpc-1.

Cuando no se dispone de núcleos o ensayos triaxiales que permitan generar las


correlaciones entre módulos estáticos y dinámicos se pueden usar correlaciones
genéricas, validadas para litologías o áreas específicas. Tal es el caso de las
correlaciones planteadas por Lacy (1997) que desarrolló ensayos dinámicos en cerca
de 600 núcleos de más de 60 formaciones de areniscas, lutitas, arcillas y dolomitas de
Estados Unidos, Canadá, Sudamérica, Rusia y Mar del Norte, y los comparó con los
datos estáticos de ensayos uniaxiales y triaxiales para correlacionar los módulos de
Young (ver ecuaciones 13, 14 y 15). También Christaras y Auger (1994) determinaron
ecuaciones para relacionar la relación de Poisson estática y dinámica a partir de 8
58

muestras que cubren un gran rango de propiedades como lutitas de grano fino, basaltos
volcánicos, plagioclasas, areniscas y calizas (ver ecuación 16).

Arenas (2<Φ <40) (Ec. 13)

Lutitas (15< Φ <25) (Ec. 14)

Varias (Ec. 15)

Varias (Ec. 16)

Es importante mencionar que según Giménez (2012) y anteriores, existen varias


razones para explicar la diferencia entre módulos dinámicos y módulos estáticos para
materiales poroelásticos. Entre las más importantes se tienen:

- Diferencias en frecuencias y tiempos de carga: el intervalo de frecuencia (longitud


de banda) de los emisores de las primeras herramientas sónicas para medir el tren de
ondas completa estaban entre 5 y 18 kHz con las frecuencias de más energía cercano
a los 12 kHz; es decir, 12000 ciclos por segundo, lo que implica que el tiempo de carga
está en el orden de 10-4 segundos. Los últimos avances en electrónica y diseño de
transductores han causado que las herramientas dipolares más recientes hayan
reducido la frecuencia con mayor energía a valores cercanos a los 3 kHz. Aunque esta
reducción de frecuencias es un logro importante, los problemas geomecánicos de
importancia como arenamiento, fracturamiento hidráulico, estabilidad de hoyo,
compactación, entre otros., son fenómenos cuasi-estáticos que se pudieran asignar
conservadoramente con tiempo de carga de 103 segundos. Como puede observarse
hay más de 7 órdenes de magnitud entre la velocidad de carga en ensayos dinámicos y
en ensayos estáticos.

- Diferencias en el intervalo de deformaciones: es conocido que los módulos


dinámicos de materiales porosos pueden sufrir diferencias debido al nivel de
59

deformación al que es sometida la muestra. En particular, el módulo dinámico no


cambia si las deformaciones cíclicas se mantienen por debajo de un umbral mínimo que
en arenas no consolidadas se encuentra cercano a 10-4. Una vez que este umbral es
excedido, empieza a ocurrir una degradación del valor de los módulos que creará una
diferencia entre valores dinámicos y estáticos. Esta degradación de los módulos en
función de la deformación puede llegar a ser muy importante.

Finalmente, algunas relaciones pueden establecerse entre las propiedades


mecánicas elásticas y de esta manera hacer estimaciones a partir de un número
reducido de datos. La siguiente tabla muestra algunas ecuaciones comunes:

Tabla 1. Relación de ecuaciones de propiedades elásticas

Fuente: VARGAS, M. (2013).

2.2.3. Resistencia de las rocas.

Torres (2005) definió la resistencia como el máximo esfuerzo que puede soportar un
material antes de perder su capacidad para soportar cargas, es decir, la resistencia
determina las condiciones de estabilidad, y establece los límites a los cuales las
magnitudes de los diferentes esfuerzos ocasionan la falla de la roca.
60

2.2.3.1. Propiedades de resistencia.

2.2.3.1.1. Resistencia a la compresión sin confinamiento (UCS).

Es la máxima carga compresiva que soportará la roca antes de ser fallada por efecto
del esfuerzo axial aplicado, estando dicho cuerpo libre de fuerzas confinantes
perpendiculares a la dirección de la carga uniaxial aplicada. Esta propiedad es medida
en ensayos de laboratorio en los que se somete una muestra de roca a las condiciones
mencionadas.

La UCS (por su nombre en inglés Unconfined Compressive Strength) de la roca


varía entre 1500 y 27000lpc en las secuencias arenisco-arcillosas en un reservorio
clástico. Típicamente la UCS de las arcillas puede llegar a ser de hasta 10000lpc y el de
las arenas varía en un rango entre 12000lpc para formaciones blandas y 27000lpc para
formaciones duras. Existen correlaciones para calcular la UCS, entre ellas las de Brie,
Plumb, Coates y Denoo; ésta última fue creada en los años sesenta y plantea la
siguiente ecuación:

(Ec. 17)

Donde:
: Volumen de arcilla
: Módulo de Young dinámico
: Relación de Poisson estática
: Resistencia a la compresión sin confinamiento

Otros autores plantean ecuaciones para estimar la UCS teniendo en cuenta los
diferentes tipos de litología presentes en el subsuelo (Khaksar y col., 2009), a
continuación alguna de ellas:

- Para areniscas:
61

Mc. Nally (1987), (baja


(Ec. 18)
porosidad, UCS > 3000 Psi)

Mc. Nally (no consolidados,


(Ec. 19)
UCS < 3000 Psi)

Thuringia (Ec. 20)

Rahman (2008) (Ec. 21)

(Ec. 22)
Chang (2006)
(Ec. 23)

- Para lutitas:

Horsrud (2001) (Ec. 24)

Chang (2006) (Ec. 25)

Lal (1999) (Ec. 26)

- Para carbonatos:

Militzer y Stoll (1973) (Ec. 27)

Golubev y Rabinovich (1976) (Ec. 28)

Chang (2006) (Ec. 29)


62

2.2.3.1.2. Resistencia a la tensión (To).

Es una medida del límite crítico para que un cuerpo sufra una falla por tensión
cuando es sometido a esfuerzos axiales de tracción sin que sus límites laterales y
perpendiculares a la dirección del esfuerzo aplicado estén sometidos a esfuerzos de
confinamiento. La mayoría de las rocas sedimentarias tienen un valor de resistencia a la
tensión (To) bastante bajo; inclusive en muchas aplicaciones se aproxima a cero (Fjær y
col., 2008). La teoría de Mohr- Coulomb establece la siguiente relación para estimar la
resistencia a la tensión con datos obtenidos a partir de ensayos de laboratorio:

(Ec. 30)

Sin embargo, dicha ecuación predice una relación un tanto subestimada entre la
resistencia a la compresión (UCS) y a la tensión (To). Otra teoría ampliamente utilizada
ha sido la de Hoek y Brown (Jaeger y col., 2007), que sugiere la siguiente relación:

(Ec. 31)

Donde To viene dado en las mismas unidades que la UCS y m varía en un rango de
5 a 30, y para diferentes tipos de rocas se tiene:

- m≈7 para rocas carbonáticas con clivaje de cristales bien desarrollado (dolomitas,
calizas, mármol).
- m≈10 para rocas arcillosas litificadas (lutita, limolita, pizarra).
- m≈15 para rocas arenáceas con cristales fuertes y clivaje pobremente desarrollado
(arenisca, cuarcita).
- m≈17 para rocas cristalinas ígneas poli- mineralógicas de grano fino (andesita,
dolerita, diabasa, rolita).
- m≈25 para rocas cristalinas ígneas poli- mineralógicas de grano áspero y rocas
metamórficas (anfibolita, gabro, granito, norita, gneis, cuarzo- diorita).
63

2.2.3.1.3. Ángulo de fricción interna (θ).

Este parámetro define la fricción intergranular de la roca. El ángulo de fricción viene


dado por la relación entre las resistencias al corte y compresivas del material; se
determina de forma experimental por ensayos triaxiales en núcleos de una misma
profundidad sometidos a varias presiones de confinamiento. Sin embargo, existen
correlaciones matemáticas que permiten buenas estimaciones a partir de la información
de registros petrofísicos; entre ellas:

- Chang y col. (2006), para lutitas:

(Ec. 32)

- Lal (1999), para lutitas:

(Ec. 33)

- Weingarten y Perkins (1995), para areniscas (Ec. 34) y areniscas débiles (Ec. 35):

(Ec. 34)

(Ec. 35)

- Plumb (1994), para lutitas y areniscas:

(Ec. 36)

Donde:
: ángulo de fricción interna (°).
: tiempo de tránsito de la onda acústica compresional (μseg/pie).
: porosidad (fraccional).
: volumen de arcilla (fraccional).
64

El ángulo de fricción interna es afectado por la fracción volumétrica de partículas


duras, habitualmente granos de cuarzo o feldespato presentes en las rocas. La mejor
forma de estimar este parámetro es mediante el análisis de los ángulos que presentan
los planos de falla en los ensayos UCS y triaxiales y mediante el análisis de las
envolventes de falla de Morh-Coulomb.

2.2.3.1.4. Coeficiente de fricción interna (μ).

También se conoce como resistencia de fricción y es una medida de la resistencia al


cizallamiento del material ocurrido a lo largo de una superficie imaginaria que es interna
a la roca antes de que ocurra la falla en los ensayos de laboratorio. Es un factor
adimensional, y se relaciona de forma simple con el ángulo de fricción interna (θ) como
sigue:

(Ec. 37)

2.2.3.1.5. Cohesión (Co).

La cohesión es una medida de la fuerzas de adherencia entre las partículas de la


formación y, por tanto, es una propiedad intrínseca de la resistencia de la roca; dichas
fuerzas se deben a la atracción entre los enlaces químicos en los puntos de contacto
superficiales entre partículas. En términos prácticos, representa la resistencia al corte, y
es inherente del material.

La roca adquiere su cohesión, a través de los procesos diagenéticos como


mecanismos de compactación, recristalización y solución. Las rocas que han sufrido
poco grado de compactación y que no poseen mucho material cementante, son
fácilmente disgregadas y se conocen como friables, este tipo de rocas se encuentra por
lo general en formaciones someras no sometidas a un intenso tectonismo (Bertorelli y
65

col., 1998). Según el criterio de falla de Mohr- Coulomb, la cohesión de la roca en un


ensayo de laboratorio está dada por:

(Ec. 38)

Donde la cohesión ( ) viene dada en el mismo sistema de unidades que la


resistencia a la compresión sin confinamiento ( ). Al aplicar la ecuación anterior, es
importante tener cuidado en la sustitución de , éste viene dado en grados (°) o
radianes (rad) tanto en el numerador como en el denominador de la expresión; además,
se debe verificar la unidad asumida en el argumento cuando se calculan razones
trigonométricas, como en este caso, a través de algún tipo de software de cálculo
computarizado.

2.2.3.1.6. Resistencia de cilindro de pared gruesa (TWC).

Como se dijo anteriormente, es la resistencia medida en una prueba de laboratorio


llamada TWC Test (thick wall cylinder test ó prueba de cilindro de pared gruesa); este
tipo de pruebas son usadas normalmente en predicciones analíticas y numéricas de la
producción de arena. A continuación, algunas ecuaciones para estimar TWC:

General para areniscas (Ec. 39)

Areniscas débiles (Ec. 40)

2.2.3.2. Criterios de falla.

Para predecir la falla de la roca han sido desarrollados diversos criterios


experimentales, teóricos y empíricos. Generalmente, los criterios de falla son utilizados
para generar una envolvente de falla, que separe los estados de esfuerzos estables e
inestables. Una vez que se tienen las propiedades mecánicas de la roca, el campo de
66

esfuerzo, la presión de poro y el modelo teórico para simular el comportamiento de


deformación, es necesario establecer un criterio que permita definir el punto donde el
material se considera fallado.

2.2.3.2.1. Criterio de Mohr-Coulomb.

La teoría de la falla se remonta a 1760, cuando el físico francés Charles de Coulomb


determinó que el esfuerzo de corte máximo ocurre en los planos a 45° con respecto a la
carga compresional. Sin embargo, observó que las fracturas tendían a orientarse en
ángulos menores. Concluyó entonces que esto se debía a fricción interna impuesta por
los esfuerzos perpendiculares al plano de la fractura, lo que a la vez aumentaba la
resistencia cohesiva de los materiales. Alrededor del año 1900, el ingeniero alemán
Otto Mohr generalizó el criterio de Coulomb y estableció las bases para los análisis
actuales de las rocas. Expresó la falla simplemente como el esfuerzo de corte en
función del esfuerzo axial, en la cual la función depende del tipo de roca. Mohr exploró
la naturaleza de dicha función comprimiendo muestras de rocas sometidas a esfuerzos
variables, con el esfuerzo principal axial siendo siempre mayor que los otros dos
esfuerzos principales.

Mohr observó que la función de las fallas podía describirse como la envolvente a
todos los círculos que podían trazarse utilizando como diámetro a los esfuerzos
máximos y mínimos en el punto de falla, conocidos como círculos de Mohr. Esta teoría
aplicada al fallamiento de las rocas asume un campo de esfuerzos bidimensional,
donde los esfuerzos principales actúan en un plano horizontal, uno de estos esfuerzos
actúa en la dirección radial y el otro en la tangencial (ver figura 18).

Por su parte, Terzaghi en la década de los años 20, identificó el efecto de la presión
del fluido en el medio poroso, condujo experimentos con pares de muestras similares,
utilizando alta presión de poro en una de ellas y ninguna presión de poro en la otra y
descubrió que el criterio de Mohr-Coulomb funcionaba correctamente siempre que se
sustrajera la presión de poro del esfuerzo, donde este parámetro se conoce como
67

esfuerzo efectivo. Los esfuerzos efectivos son los que controlan el comportamiento
mecánico de la roca, y vienen dados por la diferencia entre el esfuerzo total y la presión
de poro. Si la presión de poro se incrementa lo suficiente, el esfuerzo efectivo se puede
reducir a tal punto que se puede producir una falla en la roca.

Este criterio es uno de los más antiguos y conservadores, además posee la gran
ventaja de linealizar la envolvente de falla facilitando el análisis de resistencia. El criterio
de Mohr-Coulomb considera que la falla depende del esfuerzo máximo, esfuerzo
mínimo, la cohesión y el ángulo de fricción interna de la roca y se puede representar de
la siguiente manera:

(Ec. 41)

Dónde:
: Esfuerzo cortante (lpc).
: Cohesión (lpc).
: Esfuerzo normal(lpc).
: Ángulo de fricción interna (°).

Figura 18. Representación de la envolvente de falla de Mohr-Coulomb.

Fuente: VÁZQUEZ, A. (2001).


68

Vásquez, A. (2001) indica que la resistencia mecánica de los materiales geológicos


está relacionada con la resistencia al esfuerzo de corte y es de fundamental importancia
el efecto de la presión de confinamiento que genera que a mayor confinamiento exista
mayor resistencia (ver figura 19).

Figura 19. Efecto de la presión confinante sobre la resistencia al corte.

Fuente: VÁZQUEZ, A. (2001).

Si se grafican los estados de esfuerzos cuando ocurre la falla, se encontraría que los
círculos de Mohr para los esfuerzos en las condiciones de falla definen una envolvente
tangente a los círculos (ver figura 18). Esta envolvente de Mohr representa límites de
resistencia mecánica para el material. La envolvente de Mohr puede ser definida como
una función que tiene las siguientes implicaciones:

1. Condiciones de esfuerzos por debajo de la envolvente son estables.


2. Condiciones de esfuerzos por encima de la envolvente no existen, ya que el material
ya ha fallado.
3. El círculo de Mohr tangente a la envolvente ha alcanzado la resistencia máxima en
un determinado plano.

El criterio de falla de Mohr-Coulomb es tradicionalmente representado en el espacio


σ − τ, ya que se trabaja con solamente dos esfuerzos principales, el mayor y el menor.
69

Sin embargo es posible representarlo en el espacio tridimensional de esfuerzos


principales σ1, σ2 y σ3. Los modelos teóricos basados en plasticidad generalmente usan
este espacio tridimensional de esfuerzos para poder tomar en cuenta el esfuerzo
principal intermedio. Por lo tanto, el modelo Mohr-Coulomb es generalmente utilizado
para casos más simples; sin embargo, es lo suficientemente robusto para muchas
aplicaciones geomecánicas.

Al definir el criterio de Mohr-Coulomb, se hace necesario puntualizar los círculos de


Mohr, los cuales son una representación gráfica bidimensional, en un plano σ vs. τ, del
estado de los esfuerzos en un punto, adaptando estos a las características de un
círculo que tiene radio y centro (ver figura 20).

Figura 20. Representación gráfica del círculo de Mohr.

Fuente: CHACÓN, C. (2009).

Las intersecciones del círculo con el eje σ son los esfuerzos principales máximo y
mínimo (σ1 y σ3) y asumiendo que el valor de resistencia máxima al esfuerzo, calculado
a partir de los ensayos, representa σ1 en la dirección axial y que la presión de
confinamiento del ensayo representa σ2 = σ3, se pueden construir los círculos de Mohr
para cada una de las condiciones de falla a las que se somete una misma muestra (ver
figura 20).
70

(Ec. 42)

(Ec. 43)

(Ec. 44)

2.2.3.2.2. Criterio de Hoek&Brown.

La aproximación lineal al comportamiento de falla de rocas de Mohr Coulomb es


considerado una simplificación del proceso de falla, mientras que su inhabilidad para
capturar las discontinuidades en rocas falladas, se constituye como una seria limitación
en su capacidad para capturar con precisión procesos de falla y mecanismos como los
obtenidos en el campo. Este criterio tiene dos defectos: (a) se asume un
comportamiento lineal de la envolvente de falla y (b) su inaplicabilidad en rocas falladas.
Por su parte, el criterio de Hoek-Brown fue desarrollado como un modelo puente que
captura la no linealidad de la envolvente de falla en rocas y la influencia de las
discontinuidades en las rocas falladas (Hoek y Brown, 1980 y 1988). El criterio fue
desarrollado basado en consideraciones de campo, de laboratorio y teóricas,
considerando igualmente la experiencia. Este modelo es aplicable tanto para rocas
falladas como intactas.

El criterio de falla de Hoek y Brown se expresa matemáticamente como se muestra


en la siguiente ecuación:

(Ec. 45)

Donde y son los esfuerzos efectivos principales, m y s son constantes (ver tabla
2); y es la resistencia a la compresión no confinada.
71

En las paredes del hoyo los esfuerzos principales y en la ecuación (46) se


pueden representar por el esfuerzo tangencial y radial respectivamente. Las
ecuaciones para estimar tanto el esfuerzo tangencial (para el esfuerzo horizontal
máximo y mínimo) como el radial se presentan a continuación (Abass y col., 2003)

(Ec. 46)

(cuando el azimuth θa = 90):

(Ec. 47)

(cuando el azimuth θa = 0):

(Ec. 48)

Por lo tanto, ahora se puede expresar el criterio de falla de Hoek y Brown en


términos del esfuerzo tangencial y radial, como se presenta en la ecuación 49:

(Ec. 49)

Tabla 2. Estimaciones de m y s de Hoek y Brown

Fuente: OLUYEMI Y OYENEYIN. (2010).


72

2.2.4. Esfuerzos in situ.

Giménez (2012) explica que la tierra es un lugar sometido a esfuerzos y la


geomecánica intenta comprender esos esfuerzos presentes en el subsuelo, por lo tanto,
para cualquier estudio geomecánico es necesario conocer el estado de esfuerzos del
área de estudio, esto significa la determinación de las magnitudes y direcciones de los
mismos.

Los esfuerzos que se ejercen sobre el subsuelo a menudo modifican sus rasgos,
creando a veces condiciones inadecuadas para la producción y recuperación de
hidrocarburos. Las formaciones débilmente consolidadas pueden derrumbarse en el
interior del pozo debido a los esfuerzos compresivos producidos en la pared del pozo
(ovalización por ruptura de la pared del pozo). Por más complejo que pueda ser el
estado de los esfuerzos en cualquier punto en particular, la perforación de un pozo y la
extracción de hidrocarburos aumentan la complejidad de este estado. Las actividades
de perforación y producción alteran los esfuerzos locales, a veces en perjuicio de las
actividades de explotación de yacimientos. La perforación extrae material de una
formación, lo que modifica los esfuerzos presentes en los pozos adyacentes. La
perforación en condiciones de sobrebalance o bajo balance, respectivamente, aumenta
o reduce la presión de poro de la formación. Estos cambios pueden dificultar o facilitar
la perforación, según las condiciones locales y es importante saber con anticipación
cual es el resultado más probable.

Vásquez (2001) afirma que técnicamente, los esfuerzos in situ no son propiedades
mecánicas de las rocas en formaciones bajo superficie. Sin embargo, los esfuerzos in
situ tienen influencia tanto en los parámetros elásticos como en los parámetros de
longitud, y sobre todo, el nivel de esfuerzo determina si una roca está cargada
críticamente o no. Para definir con suficiente detalle el estado de los esfuerzos in situ es
necesaria la comprensión de los siguientes conceptos:

- Esfuerzos principales: matemáticamente, en cualquier punto sometido a esfuerzos


existe una orientación de tres ejes ortogonales (es decir, perpendiculares entre sí) en
73

los cuales los esfuerzos de corte son nulos. Estos ejes se denominan ejes principales
de esfuerzo y los esfuerzos normales que actúan sobre estos tres planos se denominan
esfuerzos principales. El más grande de estos tres esfuerzos principales se denomina
esfuerzo principal mayor (σ1), el más pequeño se denomina esfuerzo principal menor
(σ3) y el tercero es el esfuerzo principal intermedio (σ2). A menudo se asume que en
los yacimientos, estos ejes principales ortogonales están orientados en sentido vertical
y horizontal; sin embargo, esta condición no suele cumplirse. La magnitud y orientación
de los esfuerzos presentes en la tierra cambian con el buzamiento estructural de la
formación, que puede rotar la orientación de los esfuerzos principales con respecto a
las direcciones vertical y horizontal, así como también lo puede hacer la presencia de
fallas, diapiros salinos, montañas u otras estructuras complejas.

- Esfuerzos efectivos: los materiales geológicos, a diferencia de los materiales


continuos como los metales, están compuestos de partículas sólidas y poros llenos de
fluidos que pueden desplazarse. Debido a esto, cuando un elemento de material
geológico está sometido a un esfuerzo externo, el mismo se reparte en un esfuerzo
intergranular y una presión de poros, de manera que:

(Ec. 50)

Dónde:
: Esfuerzo total (lpc).
: Esfuerzo intergranular efectivo (lpc).
: Coeficiente de Biot (adimensional).
: Presión de poro (lpc).

Torres (2005) indica que el esfuerzo intergranular es conocido como el esfuerzo


efectivo y es el esfuerzo que controla el comportamiento mecánico de los materiales
geológicos. Todos los efectos medibles de un cambio de esfuerzo (compresión,
distorsión, resistencia) son debidos solamente a esfuerzos efectivos. Si la presión de
poro se incrementa lo suficiente, el esfuerzo efectivo se puede reducir a tal punto que
se puede producir una falla en la roca.
74

Desde esta nueva perspectiva, Vásquez (2001) expone que los esfuerzos in situ
vienen dados por los tres esfuerzos principales y además la presión de poros constituye
un importante dato de entrada para las evaluaciones de estabilidad. Generalmente, se
supone que los esfuerzos que actúan en la zona son principales, por lo que se
considera un esfuerzo vertical y dos esfuerzos horizontales, los cuales pueden ser
iguales (isotrópicos) o diferentes (anisótropos). En la tierra, donde la deformación está
restringida, las tres componentes de los esfuerzos están ligadas, y cualquier cambio de
esfuerzo en una dirección es acompañado por cambios de los esfuerzos a lo largo de
los ejes ortogonales.

2.2.4.1. Esfuerzo vertical.

Los esfuerzos verticales locales son originados fundamentalmente por el peso de los
estratos de roca y de los fluidos por encima de una profundidad dada. Una vez que va
ocurriendo el proceso de sedimentación, las formaciones subyacentes tienen que
soportar el material que se va depositando. Esta carga o esfuerzo generado se
denomina esfuerzo de sobrecarga.

Cuando la densidad de la roca sea constante, el esfuerzo de sobrecarga es


simplemente el producto entre la profundidad y la densidad. Generalmente este no es el
caso, pues el estrato geológico suele ser heterogéneo; es más, la densidad cambia con
profundidad debido a que el peso de los elementos de roca produce compactación del
material a medida que se incrementa la carga. Esto implica que en la mayoría de las
situaciones la densidad aumenta con profundidad; patrón de comportamiento que
cambia solo en presencia de condiciones geológicas no convencionales (alto
tectonismo, lutitas con sobrepresión, entre otros). Las formaciones pueden variar
significativamente de la superficie de la tierra a una profundidad de interés. Por ejemplo,
las lutitas poco profundas serán más porosas y menos densas que las lutitas a grandes
profundidades. Generalmente, se estima un gradiente de sobrecarga con un valor de
0.9 a 1.1 lpc/pie, pero para profundidades pequeñas el valor es mucho menor y en
profundidades más grandes es un poco mayor. El esfuerzo vertical a la profundidad Z
75

generado por la sobrecarga de los sedimentos se puede calcular si se dispone de datos


sobre la variación de la densidad con la profundidad, de la siguiente manera:

(Ec. 51)

Dónde:
: Esfuerzo de sobrecarga vertical.
: Densidad del estrato rocoso que varía con profundidad.
: Aceleración de gravedad.
: Variación de la profundidad.

La ecuación 51 refleja la necesidad de adquirir buenas medidas del registro de


densidad desde la superficie para estar en capacidad de estimar el esfuerzo vertical.
Otro problema con el registro de densidad es producto de que la rugosidad del hoyo
influye su lectura casi siempre, disminuyendo el valor de densidad e introduciendo
errores en el cálculo del esfuerzo vertical.

Aún cuando la diferencia de esfuerzo vertical no alcance grandes órdenes de


magnitud, este efecto puede tener gran influencia en la evaluación económica del pozo.
Por ejemplo, una diferencia en gradiente de esfuerzo vertical de 0,03lpc/pie puede
implicar un margen en términos de esfuerzo que alcanza 450lpc para un elemento de
roca a una profundidad de 15000pies. En un pozo con problemas de arenamiento, esta
diferencia de 450lpc en drawdown pudiera significar una diferencia de 900BPD de
producción si asumimos un IP (índice de productividad) de 2,00 lo cual obviamente
tendrá un gran impacto económico, no solo sobre la producción, sino también en
materia de estabilidad de hoyo.

2.2.4.2. Presión de Poro.

La presión de poro es un parámetro importante en cualquier estudio geomecánico de


sistemas porosos y saturados de fluidos, ya que como se dijo anteriormente, el fluido en
76

los poros soportará parte de los esfuerzos totales aplicados al sistema, liberando a la
roca matriz de parte de la carga.

El subsuelo es un material poroso, constituido de partículas que conforman un


esqueleto de granos. En los poros del esqueleto de granos podría estar presente un
fluido. La estructura porosa del subsuelo es tal que los poros están mutuamente
conectados. El fluido llena un espacio de forma muy compleja, pero constituye un
cuerpo continuo individual. En este cuerpo de fluido puede ser transmitida una presión,
y el fluido podría también fluir a través de los poros. La presión que ejercen los fluidos
que ocupan el espacio poroso sobre la matriz de la roca es lo que se conoce como
presión de poro.

La presión de poro se desarrollará en una formación saturada; así como, en los


sedimentos depositados sobre ésta. Si el fluido en los poros puede migrar a la
superficie a una tasa relativamente igual a la tasa de compactación, se mantendrá un
gradiente de presión de poro normal, dado por el peso de la columna de fluido superior.
Según Vargas (2013) y anteriores un gradiente de presión de poro normal es dado por
la densidad del agua salada (agua de mar) y típicamente se encuentra en un rango de
1.03 - 1.07g/cc (0.447- 0.465lpc/pie). Sin embargo, se pueden desarrollar zonas con
presión de poro mayor a la de un gradiente normal, conocidas como anormalmente
presurizadas o sobrepresurizadas. Altas presiones de poros en el yacimiento lo harán
más prolífico, en contraparte, las formaciones sobrepresurizadas constituyen un riesgo
potencial durante la perforación.

La presión de poro puede ser de dos tipos: normal, cuando la presión es igual a la
presión hidrostática que ejerce una columna de fluido, propio de la formación; y
anormal, cualquier presión diferente a la presión normal de una formación, para un área
dada (Pérez y col., 2009). Si la presión de formación excede a la presión hidrostática,
se le denomina anormalmente alta, o sobrepresión, o simplemente presión anormal;
pero si es menor que la normal, entonces se le llama presión de formación
anormalmente baja o subnormal (ver figura 21).
77

Figura 21. Clasificación de formaciones según gradiente de poro.

Fuente: CHACÓN, C. (2009).

Las zonas con presiones anormales pueden ser generadas a partir de diferentes
mecanismo: generación de hidrocarburos, efectos termodinámicos, densidad
diferencial, fenómenos diagenéticos y osmóticos, actividad tectónica, migración de
fluidos, recarga o represionamiento, nivel piezométrico del fluido y sobre todo, el
desequilibrio en la compactación normal de los sedimentos.

2.2.4.2.1. Métodos para calcular la presión de poro.

Como se indicó anteriormente, la presión de poro puede determinarse de forma


directa a través de herramientas de perfilaje en el pozo como los MDT (modular
dynamic tester), RFT (repeat formation tester), pruebas de restauración (build up, DST)
y pruebas de inyectividad de campo. Cuando no se dispone de algunas de las pruebas
mencionadas anteriormente para estimar la presión de poro, se puede recurrir a
diferentes correlaciones matemáticas desarrolladas a partir de registros geofísicos.
Algunos ejemplos incluyen el trabajo de Ben Eaton (1975) quien planteó el cálculo de la
presión de poro a partir de registros resistivos, conductivos y tiempos de tránsito;
Bowers (1995); Hottman y Johnson (1965) usando velocidades sónicas; Pennebaker
(1968) usando velocidades de intervalo obtenidas de velocidades de apilado, éstas
permiten realizar la predicción de la presión de poro antes de la perforación (a menudo
carecen de la resolución espacial necesaria); Foster y Whalen o método de profundidad
equivalente; y método del exponente dc por Jorden y Shirley, que utiliza el modelo de
Bingham para normalizar el ritmo de penetración considerando peso sobre la mecha.
78

A pesar de ser muchos los métodos desarrollados para estimar la presión de poro,
dos de los mencionados anteriormente son los que han tenido mayor aplicación a nivel
mundial en los últimos años; y serán descrito a continuación:

- Método de Eaton (1975):


Es un método empírico desarrollado en el Golfo de México y éste se basa en el
principio que establece que la tendencia normal de compactación es alterada en la zona
de presión anormal. Eaton utilizó una gran cantidad de datos de registros geofísicos y
mediciones de presiones de poro de diferentes áreas geológicas para desarrollar una
serie de ecuaciones, que relacionan directamente la presión de poro con la magnitud de
desviación entre los valores observados de los registros sónicos, resistivos y de
conductividad y los obtenidos de la tendencia normal (NCT, en inglés Normal
Compactation Trend) extrapolada. Las ecuaciones a continuación representan las
relaciones matemáticas planteadas por Eaton:

(Ec. 52)

(Ec. 53)

(Ec. 54)

Donde, los subíndices O y N denotan valores observados en los registros y los


valores obtenidos en la curva de la TCN, respectivamente; ambos a la profundidad de
interés y asumiendo que en los estratos someros del subsuelo se tiene un
comportamiento de compactación normal. De esta manera se tiene que:

: Presión de poros a la profundidad de interés


: Esfuerzo vertical o de sobrecarga a la profundidad de interés.
: Presión hidrostática normal.
: Conductividad en la lutita de la TCN a la profundidad de interés.
79

: Conductividad real en la lutita observada en el registro a la profundidad de interés.


: Resistividad en la lutita de la TCN a la profundidad de interés.
: Resistividad real en la lutita observada en el registro a la profundidad de interés.
: Tiempo de tránsito en la lutita de la TCN a la profundidad de interés.
: Tiempo de tránsito de la onda compresional en la lutita, observado en el registro a
la profundidad de interés.
, , : Exponente de Eaton para los registros de resistividad, conductividad y
sónico, respectivamente; éste depende de la cuenca a analizar.

Los estudios a nivel mundial muestran que en la mayoría de las regiones el


exponente de Eaton para el registro sónico ( ) presenta valores típicos entre 2 y 4;
mientras que para el registro de resistividad ( ) presenta valores entre 1 y 2.

Para definir la curva de tendencia normal de compactación se asume que los


tiempos de propagación medidos, disminuyen con la profundidad en una sección
normalmente presurizada, debido a que al aumentar la profundidad aumenta la
compactación y, por consiguiente, disminuye gradualmente la porosidad. En secciones
sobrepresurizadas, los tiempos de propagación medidos son mayores debido al
incremento en la porosidad de la formación y su baja compactación, en comparación
con una formación con presiones normales a la misma profundidad. Para la aplicación
de este método es fundamental un adecuado procesamiento de datos para obtener las
velocidades de intervalo, de cuya certidumbre dependerá la validez del gradiente de
presión de poro estimado. Además, es necesario calcular para cada zona de estudio los
exponentes de Eaton, ya que éstos son inherentes a las características de las lutitas y
no son extrapolables de una cuenca a otra.

Es importante aclarar en este punto la definición de la tendencia de compactación


normal. En la zona de transición entre el sistema presurizado hidrostáticamente y el
sistema geopresurizado, el agua de formación es expelida gradualmente de los
sedimentos más profundos a los más someros debido a la caída del gradiente de
presión. En esta zona de transición, la velocidad, densidad y resistividad incrementan a
80

cada profundidad en la medida que ocurre el proceso de descarga de agua. La


tendencia de compactación normal representa la tendencia óptima lineal de los datos
medidos en los estratos menos permeables de esta zona de transición. De forma
inversa, en el sistema geopresurizado (donde el agua ha perdido la capacidad de
migrar), las medidas de velocidad, densidad y resistividad decrecen en los estratos
menos permeables.

Definir la TCN es un proceso complejo que depende de numerosos aspectos. La


estratigrafía y frecuencia de los sellos en el yacimiento determinan la pendiente y
extensión de la TCN. En los paleoambientes de plataforma continental próxima costera,
una corta extensión y elevada pendiente de la TCN son usualmente asociados a
mayores gradientes de presión de poro. Por otra parte, en los paleo - ambientes de
plataforma continental más a aguas profundas, donde la TCN tiene mayor longitud y
menores pendientes, se encuentran gradientes de presión de poro más bajos. Además,
el escenario estructural tiene gran impacto sobre la pendiente y extensión de la TCN;
así, elevadas estructuras son asociadas con mayores pendientes de TCN y, contrario a
ello, bajas estructuras exhiben menor pendiente de la TCN (Shaker, 2007).

- Método de Bowers (1994):


Es un método que relaciona la velocidad de la onda compresional y los esfuerzos
efectivos; el método publicado en 1994 por Glenn L. Bowers considera, principalmente,
la subcompactación de la lutita y otros factores que contribuyen a generar presiones
anormales y unifica dichos factores con el concepto de expansión de fluidos,
excluyendo la subcompactación de lutitas. Eventualmente, los factores de peso para
presión anormal se resumen como: subcompactación y expansión de fluidos.

Bowers planteó que dichos procesos son dos procesos opuestos de carga y
descarga en el diagrama esfuerzo- deformación; en la terminología de mecánica de
suelos, la relación entre la velocidad acústica y el esfuerzo efectivo en el proceso de
incremento de esfuerzos efectivos es llamada curva de carga virgen, y la relación en el
decrecimiento de los esfuerzos efectivos y de velocidad acústica es conocida como
curva de descarga. Por lo tanto, el método está sujeto a la ley de esfuerzos efectivos, y
81

el esfuerzo efectivo vertical puede ser calculado directamente de la curva virgen de


carga y descarga entre esfuerzo efectivo vertical y velocidad acústica, y el gradiente de
presión de poro (PP) se puede determinar eventualmente por el principio de Terzaghi de
esfuerzos efectivos restando el esfuerzo efectivo vertical del esfuerzo de sobrecarga:

(Ec. 55)

Basado en análisis teóricos y experimentales, la curva de carga en lutitas puede ser


bien descrita por la ecuación:

(Ec. 56)

Donde es la velocidad acústica de las lutitas en pie/seg, σ es el esfuerzo efectivo


vertical en lpc, y son parámetros calibrados con datos de la relación velocidad
versus esfuerzo efectivo regional.

La curva de descarga de Bowers puede ser descrita por la siguiente ecuación:

(Ec. 57)

es determinado por:

(Ec. 58)

Donde es el esfuerzo efectivo máximo cuando la descarga comienza; es la


velocidad acústica asociada; es el coeficiente elasto-plástico para las lutitas.

En formaciones donde la expansión de fluidos provoca la descarga de las lutitas, la


velocidad acústica aparentemente en descenso (comparada con una condición de
subcompactación) es llamada velocidad de inversión. En estas formaciones, la
expansión de fluidos es la principal causa de sobrepresiones. Utilizando los tiempos de
tránsito de los registros de ondas compresionales es posible determinar el gradiente de
presión de poro por el método de Bowers. Sólo se requieren dos parámetros empíricos
(A y B) cuando los excesos de presión son causados por el desequilibrio de
82

compactación. El valor de dichos parámetros puede ser calculado en un análisis de


tendencia de compactación normal o tomado de la experiencia en las operaciones en el
área de estudio.

Cuando las presiones son causadas por otros mecanismos, se requiere de


información adicional y de otros parámetros empíricos. En este caso, el esfuerzo
efectivo vertical de los sedimentos será menor del que ha tenido en algún momento en
el pasado y es cuando se consideran dichos sedimentos en estado de descarga. Por lo
cual se hace necesario conocer el valor previo del esfuerzo efectivo vertical máximo de
los sedimentos ; además, se debe establecer el comportamiento del esfuerzo
efectivo a la velocidad de descarga ( ) a través del parámetro de descarga .

En el caso donde el exponente de descarga U equivale a la unidad, el término de


proporción de esfuerzo ampliado, , en la ecuación se contrae para obtener una
tendencia de compactación normal (TCN) o curva virgen como la llamó Bowers. Si la
profundidad de velocidad máxima es mayor a la profundidad de medida, entonces la
descarga no ha ocurrido; por tanto el gradiente de presión de poro se calcula como
sigue:

(Ec. 59)

Si la profundidad de máxima velocidad es menor o igual a la profundidad de medida,


entonces se asume la existencia de la descarga de los sedimentos; y el gradiente de
presión de poro se calcula con la siguiente ecuación:

(Ec. 60)

(Ec. 61)

Donde:
83

: Gradiente de presión de poro (lpc/pie; ppg).


: Gradiente de sobrecarga (lpc/pie; ppg).
: Tiempo de tránsito sónico (µseg/pie).
: Tiempo de tránsito correspondiente a la velocidad máxima (Vmax) (µseg/pie).
A, B, U: Valores empíricos, definidos anteriormente.
: profundidad vertical verdadera (pie).

2.2.4.3. Esfuerzos horizontales.

Cuando la perforación se realiza cerca de estructuras geológicas o en áreas


tectónicas, los esfuerzos horizontales difieren y son descritos como una componente de
esfuerzo horizontal mínimo (Sh) y una componente de esfuerzo horizontal máximo (SH).
Los esfuerzos horizontales poseen una componente gravitacional que puede ser
intensificada por la tectónica, los efectos térmicos y la estructura geológica. En el caso
de los esfuerzos horizontales es importante determinar tanto la magnitud como la
orientación de los mismos. Una de las formas de conocer si existe anisotropía de
esfuerzos horizontales (esfuerzos horizontales diferentes) en un área es a partir de la
identificación de los breakouts. Los breakouts, como se muestra en la figura 22, son
alargamientos producto de los esfuerzos generados alrededor del hoyo, los cuales
sobrepasan el esfuerzo necesario para provocar falla por corte en la pared del hoyo.

Figura 22. Representación gráfica de breakout en un hoyo.

Fuente: TORRES, R. (2008).


84

Para Torres, R. (2008) los “breakouts” son el resultado del colapso de las paredes
del pozo inducidos por los esfuerzos efectivos que se concentran en las paredes al
momento de perforar el pozo. Los “breakouts” son simétricos, bilaterales y pueden
ocurrir en largas secciones del pozo, y dentro de estas secciones, el método de los
“breakouts” provee información continua de la orientación del campo de los esfuerzos.

2.2.4.3.1. Esfuerzo horizontal mínimo.

La mayoría de los métodos de medición directa para obtener el esfuerzo horizontal


mínimo están relacionados con la generación de fracturas en la zona cercana al hoyo.
Estas mediciones son pruebas de inyectividad de pozos como minifrac o microfrac y
pruebas de leak-off extendido. Este tipo de pruebas no son rutinarias, por lo que se
tiene muy pocos datos para obtener el valor del esfuerzo horizontal mínimo. Vásquez,
A. (2001) expone que las pruebas de inyectividad constituyen la herramienta ideal para
medir magnitudes de esfuerzos horizontales y son muy versátiles para el análisis y la
optimización de las diferentes operaciones relacionadas con la geomecánica. Como se
explicó anteriormente, una prueba de inyectividad consiste en bombear de manera
controlada un fluido en determinado intervalo del pozo hasta causar una pequeña
fractura hidráulica en las paredes del hoyo, mientras se miden valores de tasas de flujo,
presión y temperatura.

La prueba de leak-off extendido es la que proporciona el valor más cercano al


esfuerzo horizontal mínimo. Frecuentemente, el valor reportado para las pruebas de
leak off se refiere a la presión de fractura (FBP) cuando no se tiene datos registrados de
volumen en función del tiempo, lo cual representa el límite máximo del esfuerzo
horizontal mínimo. Las complicadas condiciones de esfuerzos en el fondo de un pozo
con revestidor y cemento dificultan el análisis de los resultados arrojados por este tipo
de prueba. La figura 9 ilustra el comportamiento típico y los eventos más
representativos en una prueba tipo leak-off.
85

En una prueba microfrac, el esfuerzo principal mínimo se determina a partir del


análisis de la caída de presión después del cierre de la fractura. La presión de cierre es
definida como la presión requerida para mantener una fractura abierta. Desde un punto
de vista teórico, una prueba microfrac a hueco abierto es el método óptimo para obtener
el esfuerzo horizontal menor (Sh), porque no existen interferencias del revestidor, del
cañoneo o del cemento. El ensayo minifrac es distinto del microfrac en que su propósito
principal es obtener parámetros sobre los fluidos de fracturamiento para optimizar el
diseño de una fractura hidráulica, aunque ambos pueden ser utilizados para calcular los
esfuerzos horizontales de la formación.

A pesar de la gran utilidad de las pruebas de inyectividad para determinar la


magnitud del esfuerzo horizontal mínimo, estás no son comunes; y por ello se han
desarrollado ecuaciones que vinculan las velocidades de onda sísmica y los parámetros
elásticos derivados, con la magnitud del esfuerzo horizontal mínimo, como es el caso de
la ecuación de Eaton (ver ecuación 62) presentada por PDVSA en su manual de
geomecánica o la relación de Turcotte y Schubert (ver ecuación 63) utilizada por
Graterol, J (2002). Finalmente, es notorio que la magnitud del esfuerzo horizontal
mínimo está relacionada con la propagación e iniciación de las fracturas hidráulicas y,
por lo tanto, se puede asumir como una buena aproximación de la magnitud del
gradiente de esfuerzo horizontal mínimo: el gradiente de fractura menos la resistencia a
la tensión de la roca (ver ecuación 64) como lo exponen Rodríguez, A. y González H.
(2008).

(Ec. 62)

(Ec. 63)

(Ec. 64)

Dónde:
= esfuerzo vertical o de sobrecarga (Lpc)
86

= relación de Poisson (adimensional)


= constante poroelástica de Biot
= presión de poros (Lpc)
: Gradiente de fractura (lpc/pie).
: Gradiente de resistencia a la tensión (lpc/pie).

2.2.4.3.2. Esfuerzo horizontal máximo.

Es el esfuerzo principal mayor en la dirección horizontal, que actúa en tensión o en


compresión. Según Rodríguez A. y González H. (2008), la determinación del esfuerzo
horizontal máximo no es tan directa como en el caso del esfuerzo horizontal mínimo. De
hecho, no existen mediciones directas para obtener este valor. La estimación de este
valor se realiza combinando diferentes técnicas, metodologías y disciplinas que
permiten disminuir la incertidumbre a la hora de hacer una estimación y, generalmente,
lo que se logra conseguir es un rango probable de valores del esfuerzo horizontal
máximo. Por esta razón, este valor puede ser estimado usando observaciones de falla
en el pozo y con la ayuda de modelos de comportamiento de la roca. Para esto, es
necesario el conocimiento de las propiedades mecánicas de la roca, de la sobrecarga,
del esfuerzo horizontal mínimo, de la presión de poro, y de información de la geometría
del hoyo.

PDVSA (2009) propone el uso de la ecuación de Barton para el cálculo del esfuerzo
horizontal máximo (ver ecuación 65), y en algunos casos donde es despreciable el
efecto de varias variables por su baja influencia se aplica la ecuación 66. Por otra parte,
Rodríguez, A. y González A. (2008) utilizan la ecuación del régimen de esfuerzos para
calcular el esfuerzo horizontal máximo (ver ecuación 67).

(Ec. 65)

Dónde:
87

: Cohesión (lpc).
: Esfuerzo termal (lpc).
: Apertura angular de los breakouts (°).

(Ec. 66)

(Ec. 67)

Dónde:
: Sobrecarga (lpc).
: Factor de incremento. (k=0.5 para un régimen normal).

Como otra alternativa, Moos y Zoback (Fernandez & Alvarellos, 2011) establecen un
polígono de esfuerzos para precisar la magnitud del esfuerzo horizontal máximo (ver
figura 23). El polígono de esfuerzos define el lugar geométrico de todas las posibles
combinaciones de magnitudes de esfuerzo horizontal máximo y mínimo que pueden
darse en la naturaleza a una profundidad dada, sujeto a un régimen de esfuerzos según
la clasificación de Anderson y dónde la falla de la roca está definida por la envolvente
de Mohr - Coulomb. El polígono se construye bajo la suposición de que la relación entre
los esfuerzos efectivos principales no puede exceder la superficie de falla, de otra forma
se produciría deslizamiento en las estructuras tectónicas a lo largo de los planos de
fallas preexistentes. El hecho de que, por definición, el esfuerzo horizontal mínimo no
puede ser mayor que el esfuerzo horizontal máximo, requiere que todos los estados de
esfuerzos posibles se ubiquen por encima de la línea de pendiente unitaria (σh = σH).
Las líneas horizontales y verticales dentro del polígono vienen impuestas por la
magnitud del esfuerzo vertical y definen el límite entre los diferentes regímenes de
esfuerzos: falla normal (NF), falla de rumbo (SS) y falla inversa (RF). Los límites del
polígono quedan impuestos por las condiciones de falla propia de cada régimen de
esfuerzos y por tanto representan un caso de fallas activas.
88

Figura 23. Magnitud de esfuerzos en profundidad según los límites de resistencia friccional
en la corteza.
Fuente: FERNANDEZ Y AREVALLOS. (2011).

2.2.4.3.3. Modelo horizontal poroelástico de esfuerzos.

Este método es aplicado para analizar el impacto de las características de la roca en


los esfuerzos horizontales. Representa una mejor descripción cualitativa del estado de
esfuerzo en zonas donde se sospecha de esfuerzos tectónicos compresivos; asume la
elasticidad poral en tres dimensiones y responde a una ecuación lineal:

(Ec. 68)

(Ec. 69)

Donde:
: esfuerzo horizontal mínimo (Lpc).
: esfuerzo horizontal máximo (Lpc).
: esfuerzo vertical o de sobrecarga (Lpc).
: constante de Biot (adimensional).
: presión de poro (Lpc).
: relación de Poisson estática (adimensional).
89

: módulo de Young estático (Lpc).


: deformación en la dirección de mínimo esfuerzo horizontal (adimensional).
: deformación en la dirección de máximo esfuerzo horizontal (adimensional).

y son información de campo, deben ser calibrados con mediciones in situ de


esfuerzos. La tensión en la dirección de máximo esfuerzo horizontal debería ser mayor
que la tensión en la dirección de mínimo esfuerzo horizontal. La situación en que
= = 0 es el caso del modelo elástico uniaxial en el cual no hay ninguna carga de
tensión horizontal.

2.2.4.3.4. Dirección de los esfuerzos.

Una evidencia regional del estado de esfuerzos la constituyen los mecanismos


focales de terremotos que permiten definir las direcciones de esfuerzos. Esta
metodología produce mediciones regionales y no locales; por lo que debe ser
completada con mediciones de los pozos de interés. Sin embargo, puede ser una
herramienta útil si no existe información local. Suele ser necesaria una medida local de
la dirección de los esfuerzos para complementar la información regional. Las fallas y
fracturas naturales pueden interpretarse a partir de los datos de la herramienta de
generación de imágenes ultrasónicas de la pared del pozo (UBI).

Mediante el registro de datos acústicos en el modo dipolar cruzado, una herramienta


de generación de imágenes sónica dipolar (DSI) indica la dirección del esfuerzo
horizontal máximo (σH), las ondas de corte que viajan a través de una formación se
dividen en ondas rápidas que se mueven a lo largo de la dirección de σH más rígido y
ondas más lentas a lo largo de la dirección del σh más flexible. Los datos también
proveen una medida de la anisotropía de los esfuerzos acimutales. Así mismo, a través
de un análisis de ovalidad de un registro cáliper orientado se puede estimar la dirección
del esfuerzo horizontal máximo en el mismo sentido de propagación del breakout
observado.
90

2.2.4.4. Regímenes de esfuerzos.

Las componentes de esfuerzos horizontales pueden ser diferentes entre ellas y


diferentes al esfuerzo vertical. Dependiendo de las magnitudes relativas de cada
esfuerzo, se pueden definir tres regímenes. Para el estudio de estabilidad de hoyo
durante las etapas de perforación, completación y producción del pozo es importante
determinar el régimen actual del área y como están orientados los esfuerzos in situ.
Considerando que σ1> σ2> σ3, Anderson en Gímenez, 2012 clasificó las fallas en tres
grupos, como se muestra en la siguiente figura (ver figura 24).

- Régimen normal (Sv > SH > Sh): ocurre cuando el esfuerzo máximo, σ1, es vertical
y, por lo tanto, el bloque inferior a la falla sube con respecto al bloque superior. Este tipo
de fallas es común en régimen extensivo y generalmente las fallas normales buzan
paralelas a la dirección del esfuerzo horizontal menor.

Figura 24. Regímenes de esfuerzos y fallamiento.

Fuente: IES - GLOBAL. (2006).

- Régimen transcurrente (SH > Sv > Sh): ocurre cuando el esfuerzo intermedio, σ2,
es vertical y, por lo tanto, uno de los bloques se desplaza a la derecha (falla destral) o la
izquierda (sinestral) del otro bloque. No hay movimiento vertical.
91

- Régimen inverso (SH > Sh > Sv): ocurre cuando el esfuerzo mínimo, σ3, es vertical
y, por lo tanto, el bloque superior a la falla, sube con respecto al bloque inferior. Este
tipo de fallas es común en régimen compresivo. Estas fallas usualmente buzan
paralelas a la dirección del esfuerzo horizontal mayor.

2.2.5. Estabilidad de hoyo.

Según Vásquez, A. (2001) las formaciones subterráneas están siempre sometidas a


esfuerzos, mayormente debido a presiones de sobrecarga y esfuerzos tectónicos.
Cuando un pozo es perforado en una formación geológica, el material sólido bajo
esfuerzo es removido y remplazado por fluidos bajo presión. Dado que la presión del
fluido en el pozo generalmente no es de la misma magnitud que el esfuerzo que ejercía
el material removido, habrá una alteración en el estado de esfuerzos de la formación
alrededor del pozo. Esta alteración es importante, debido a que grandes desviaciones
de esfuerzos pueden conducir a fallas en la formación y como consecuencia, grandes
problemas operacionales en el pozo. Torres, L. (2009) afirma que al ser introducidos
fluidos extraños a la formación se genera una alteración de la presión de poro, creando
una sobrepresión localizada; y una reducción de la fuerza de cohesión que depende de
la interacción del fluido con la matriz de las rocas.

El estudio de estabilidad de hoyo tiene como finalidad encontrar un rango de valores


de densidad de fluido de perforación con un límite superior que permita llevar a cabo las
operaciones sin tener problemas de fractura, y con un límite inferior que impida
problemas de colapso del hoyo. Vásquez, A. (2001) afirma que el estudio de estabilidad
de hoyo puede realizarse durante la etapa de perforación o durante la producción, pero
ambos casos se trata de analizar y comparar los esfuerzos inducidos alrededor del hoyo
con la resistencia de la roca. Los esfuerzos inducidos alrededor del hoyo están
controlados fundamentalmente por la magnitud de las diferentes componentes de
esfuerzos en sitio, por la orientación del pozo, las propiedades de la roca, la presión de
fluido de yacimiento, el peso de lodo y la temperatura, mientras que la resistencia de la
roca depende del nivel de esfuerzos efectivos y de las propiedades de la roca, las
92

cuales pueden ser degradadas por los diversos procedimientos que ocurren durante la
perforación y la producción de los pozos petroleros.

En la mayoría de los casos la consecuencia más común de la inestabilidad del hoyo


es el derrumbamiento o colapso del mismo. Debido a esto, cuando se está perforando
en regiones desconocidas que tienen problemas de derrumbamiento es importante
hacer una evaluación para saber si la causa de este problema es debido al campo de
esfuerzos, sensibilidad química, efectos operacionales o combinaciones de estos. Si el
problema de inestabilidad es generado por causas químicas, entonces debe elegirse un
fluido que no reaccione ni con las rocas ni con los fluidos que están presentes en la
formación, y al mismo tiempo que ejerza la suficiente presión hidrostática como para
soportar las paredes del hoyo.

En todo caso, la actividad de perforación perturba el equilibrio inicial de los esfuerzos


presentes en la región vecina al pozo. Dado que a través de la perforación se excava
un volumen cilíndrico de roca, los esfuerzos ejercidos con anterioridad sobre ese
volumen deben ser transferidos a la formación adyacente. Este proceso crea esfuerzos
tangenciales, o radiales que deben ser soportados por la roca que rodea al pozo. Estos
esfuerzos son función del peso del lodo, la inclinación del pozo, el ángulo y azimut del
buzamiento de la formación, y la magnitud y orientación de los esfuerzos de campo (σv,
σh y σH). El esfuerzo radial varía considerablemente en función del radio y el acimut del
pozo. Por otro lado, puede exceder considerablemente el valor de σH (ver figura 25).

En la mayoría de las operaciones de perforación convencionales, los perforadores


utilizan la presión hidráulica del fluido de perforación como sustituto del soporte
mecánico que se pierde a través del volumen cilíndrico de la roca excavada durante la
perforación de un pozo. Esencialmente, remplazar un cilindro de roca por un cilindro de
fluido de perforación. No obstante, la presión del lodo es uniforme en todas las
direcciones y no puede equilibrarse contra los esfuerzos de corte orientados presentes
en una formación. A medida que el esfuerzo se redistribuye alrededor de la pared del
pozo, los esfuerzos de corte pueden exceder la resistencia de la roca. Si esto ocurre, el
pozo se deformará o fallará por completo.
93

Figura 25. Vista de planta de esfuerzos que rodean un pozo vertical.

Fuente: COOK, J. (2007).

Algunos ejemplos típicos de problemas de perforación relacionados con la


geomecánica incluyen la inestabilidad del pozo y el fracturamiento de la formación. Las
ramificaciones de esos problemas comprenden costos resultantes de la pérdida de
circulación, los golpes de presión, el atascamiento de tuberías, las sartas de
revestimiento adicionales, las desviaciones forzadas de la trayectoria del pozo, e
incluso el abandono del pozo. Para mantener la estabilidad del pozo, los operadores
deben desarrollar planes de perforación y construcción de pozos que contemplen la
magnitud y dirección de los esfuerzos, el peso del lodo, la trayectoria y la presión de
poro, durante y después de la perforación.

2.2.5.1. Esfuerzos inducidos alrededor del hoyo.

Hasta ahora se ha hablado de los esfuerzos in situ, los cuales son los que percibe la
roca antes de perforar un pozo, pero una vez que el pozo es perforado, el soporte de la
roca es removido y es remplazado por la presión que ejerce el lodo de perforación. Este
cambio altera los esfuerzos in situ y cualquier punto en el hoyo puede ser descrito en
términos de esfuerzos radiales actuando a lo largo del radio del pozo (Sr), esfuerzos
tangenciales actuando alrededor de la circunferencia del hoyo (Sθ) y el esfuerzo axial
actuando paralelo a la trayectoria del pozo (Sz). Los esfuerzos tangenciales, radiales y
axiales describen el estado de esfuerzos de la roca en la zona de las paredes del pozo.
Según Torres, L. (2009) estos esfuerzos son compresivos y originan esfuerzos de corte
en la roca, sin embargo pueden llegar a ser esfuerzos de tracción dependiendo del
peso del fluido de perforación, de los esfuerzos in situ y de la trayectoria.
94

- Esfuerzo tangencial (Sθ): este esfuerzo actúa alrededor de la circunferencia del


pozo. Depende de la presión en el hoyo, de la magnitud y orientación de los esfuerzos
in situ, de la presión de poro y de la dirección e inclinación del hoyo. Para un hoyo
vertical con esfuerzos horizontales iguales, el esfuerzo tangencial es dependiente del
peso del lodo y la magnitud de los esfuerzos horizontales y es igualmente distribuido
alrededor del hoyo. Un hoyo desviado o una condición de anisotropía de los esfuerzos
horizontales crean una desigual distribución del esfuerzo tangencial alrededor del hoyo.
El esfuerzo tangencial es máximo en el lado del hoyo perpendicular al esfuerzo
horizontal máximo (ver figura 26).

- Esfuerzo axial (Sz): este esfuerzo está orientado a lo largo de la trayectoria del
pozo. Éste depende de la magnitud y orientación de los esfuerzos in situ, de la presión
de poro y de la dirección e inclinación del hoyo. El esfuerzo axial no se ve afectado
directamente por la densidad del fluido de perforación. En un hoyo vertical con
esfuerzos horizontales iguales el esfuerzo axial es igual al vertical, mientras que en un
hoyo desviado el esfuerzo axial depende de la sobrecarga y de los esfuerzos
horizontales (ver figura 26).

- Esfuerzo radial (Sr): en pozos verticales, este esfuerzo actúa a lo largo del radio del
pozo y es equivalente la presión hidrostática del fluido de perforación, actuando
perpendicular a la pared del hoyo (ver figura 26).

Figura 26. Esfuerzos inducidos alrededor del hoyo.

Fuente: TORRES, L. (2009).


95

Vásquez, A. (2001) expone que para examinar los esfuerzos en las rocas alrededor
de un hoyo de perforación, es conveniente expresar los esfuerzos y deformaciones en
coordenadas cilíndricas en función de las coordenadas del pozo, como se muestra en la
siguiente figura (ver figura 27) por lo que hay que transformar los esfuerzos regionales
en esfuerzos localizados en las paredes del hoyo utilizando las siguientes ecuaciones:

Figura 27. Coordenadas del pozo y coordenadas de los esfuerzos regionales.

Fuente: VAZQUEZ, A. (2001).

(Ec. 70)

(Ec. 71)

(Ec. 72)

(Ec. 73)

(Ec. 74)

(Ec. 75)
96

Dónde:
: Ángulo horizontal (azimut) entre SH y el pozo (°).
: Inclinación del pozo (°).

Quedando los esfuerzos alrededor del hoyo en coordenadas cilíndricas:

(Ec. 76)

(Ec. 77)

(Ec. 78)

Dónde:
: Esfuerzo tangencial (lpc).
: Esfuerzo axial (lpc).
: Esfuerzo radial (lpc).
: Presión ejercida por el lodo de perforación (lpc).
: Posición alrededor de la circunferencia del pozo (°).

2.2.6. Enfoque geomecánico de la producción de arena.

Según Vásquez, A. (2001) el fenómeno de producción de arena o arenamiento tiene


su origen cuando los esfuerzos desestabilizadores (arrastre y gradiente de presión) son
mayores que la resistencia mecánica de la formación, lo que ocasiona desprendimiento
del material de formación. Este desprendimiento puede ser en forma de granos
individuales de arena o pedazos enteros de formación. No es común que el fenómeno
ocurra de forma súbita, sino que aumenta progresivamente hasta cantidades
catastróficas que se convierten en un problema incontrolable e irreversible.

Algunos factores que provocan esfuerzos que exceden la resistencia de la formación


podrían ser un diferencial de presión excesivo, que ocasiona fallas locales alrededor del
97

hoyo o la depleción, en sí, que causa fallas en todo el yacimiento. También, cuando las
fuerzas de arrastre de los fluidos fluyentes en el yacimiento exceden la cohesión natural
de la roca en formaciones no consolidadas, por ejemplo.

Dependiendo de la cantidad de arena producida, se identifican tres grados de


severidad del problema, lo que implica tres niveles de impacto económico. El primer
nivel es considerado cuando la producción de arena es baja y se limita al desgaste de
equipos hasta tal punto que éstos deben ser reemplazados; en algunos casos es
necesario, también, disminuir la producción, lo que genera un potencial diferido. El
segundo nivel se identifica cuando la producción de arena es mediana y ocasiona
taponamiento de tuberías que conllevan a cerrar el pozo, además de impactar en los
gastos por concepto de reacondicionamiento y la pérdida total de producción. El tercer
nivel ocurre a tasas altas de arenamiento que resultan en cavernas alrededor del
revestidor, aumentando el riesgo de colapso y pérdida total del pozo.

Cabe destacar que no se debe confundir el fenómeno de producción de arena con el


fenómeno de producción de finos, cuyos mecanismos de origen son totalmente
distintos. El término finos está asociado a cualquier partícula con tamaño menor a 0.074
mm (74 micras); los finos se componen de limos, que son partículas con tamaños entre
0.074- 0.002 mm y de arcillas, que tienen tamaños menores a 0.002 mm. En las
operaciones, comúnmente se reporta la presencia de finos (dado que el ojo humano no
puede ver partículas menores a 0.074 mm), que en realidad representan la presencia
de arenas. Aunque ambos fenómenos involucran el transporte de partículas desde la
formación; en el arenamiento, el desprendimiento de partículas es causado por la
interacción física entre los fluidos y sólidos de la formación debido a las fuerzas de
arrastre y gradientes de presión sobre el esqueleto mineral; mientras que la migración
de finos es causada por interacción química entre los fluidos y sólidos de la formación
debido a cambios químicos en los fluidos que causan el desprendimiento de arcillas.

Considerando la dependencia que tiene la producción de arena de los esfuerzos


desestabilizadores y la resistencia mecánica de la formación, los estudios
geomecánicos son de utilidad en el entendimiento del fenómeno. Dichos esfuerzos son
98

estimados conociendo las tasas de flujo por unidad de área, gradientes de presión y
permeabilidades de la formación. La resistencia mecánica es función directa de los
esfuerzos efectivos, y la estimación de éstos depende de los esfuerzos totales y las
presiones de poro en la vecindad del pozo.

Un enfoque multidisciplinario permite identificar si la causa del arenamiento es de


origen natural, por la presencia de sedimentos particularmente susceptibles ó si la
causa es generada por las actividades de pozos, que podrían de una manera u otra
perjudicar la resistencia de la formación, ocasionando aumento de esfuerzos de
arrastre. Bien es sabido que, para un pozo productor en condiciones constantes de flujo
estable, el aumento en la tasa de producción causa una disminución en la presión de
fondo fluyente (Pwf); debido a que la presión de yacimiento (Pyac) se mantiene
constante, la disminución Pwf de la se traduce en un aumento del diferencial de presión
entre ambas (∆P), lo que ocasiona cambios en los esfuerzos efectivos y,
subsecuentemente, un aumento de los esfuerzos de corte. En este sentido, se
considera una magnitud de presión de fondo fluyente mínima para que se desprenda el
primer grano de arena de la formación; a dicha magnitud se le conoce como presión de
fondo fluyente crítica (Pwfc).

De lo anterior se infiere la existencia de un diferencial de presión (drawdown) crítico


(∆Pc) que favorece las condiciones de presión para la producción de arena; esto indica
que al mantener las condiciones de operación en niveles inferiores a dicho ∆Pc, es
posible evitar el problema de arenamiento en el pozo.

2.2.6.1. Tipos de arenamiento.

De acuerdo a lo planteado por Veeken y col. (1991), basados en las observaciones


de campo, resumen una clasificación para el fenómeno de arenamiento que facilite la
comparación e interpretación de los eventos que la producen:
99

- Producción de arena transiente: refiere a la declinación de la producción de arena


bajo condiciones de producción constantes. Frecuentemente observado durante la
limpieza después de la perforación o acidificación, después de un cambio en las
condiciones de producción (usualmente una reducción en la presión del pozo), y
después de una irrupción de agua. La concentración de arena, el volumen acumulado y
el período de declinación varían considerablemente.

- Producción de arena continua: cuando el fenómeno ocurre de forma continua y a


una tasa relativamente constante. La concentración aceptable dependerá de los límites
operacionales respecto a erosión, capacidad de separación, disposición de arena,
levantamiento artificial, localización del pozo, entre otros factores.

- Producción de arena catastrófica: refiere a eventos en los cuales un alto influjo de


arena a tasas elevadas causa la saturación del hoyo hasta el punto de perderlo por
completo.

2.2.6.2. Mecanismos de arenamiento.

Desde un punto de vista fenomenológico, el arenamiento tiene su origen en que la


formación no tiene la suficiente resistencia para poder soportar los esfuerzos
desestabilizadores, compuestos por esfuerzos de arrastre generados por los
movimientos de fluidos a través de si misma y esfuerzos generados por los gradientes
de presión en la vecindad del pozo. La resistencia al arenamiento viene dada por la
resistencia mecánica de la formación y por la capacidad de los granos individuales de
las arenas de oponerse a ser transportados a través de las perforaciones por donde
pasan los fluidos del yacimiento hacia el pozo. Cuando estos esfuerzos
desestabilizadores son superiores a la resistencia mecánica de la formación, se
producen desprendimientos de partículas o pedazos de la formación, los cuales son
transportados por los fluidos producidos creándose el problema de arenamiento. Esta
producción de sólidos de la formación puede ser continua o intermitente; en este último
100

caso, grandes cantidades de arenas son producidas en intervalos discretos seguidos de


períodos de flujo sin sólidos.

En rocas consolidadas, la resistencia al arenamiento viene dada por el grado de


estabilidad de las cavidades producto de las actividades de cañoneo (ver figura 28). Si
estas cavidades son estables durante la vida del pozo, nunca existirá desprendimiento
de partículas que son las causantes del arenamiento.

Figura 28. Estabilidad de las cavidades cañoneadas en formaciones consolidadas.

Fuente: VAZQUEZ, A. (2001).

En rocas de arenas no consolidadas la resistencia al arenamiento viene dada por el


grado de estabilidad de las estructuras de puente de arena (sand bridge) y/o de arco de
arena (sand arch) que se forman en las entradas de orificios por donde fluye el
hidrocarburo; como pueden ser las aperturas de una rejilla, garganta de poros de las
gravas de empaques o los orificios cañoneados (ver figura 29). Si estas estructuras son
estables durante la vida del pozo, nunca existirá desprendimiento de partículas que son
las causantes del arenamiento.
101

Figura 29. Estabilidad de las estructuras de puentes y arcos de arena en formaciones no


consolidadas.
Fuente: VAZQUEZ, A. (2001).

La estabilidad de estas cavidades está controlada por el estado de esfuerzos


alrededor de ellas (el cual viene dado por el valor de drawdown y la tasa de flujo) y la
resistencia de la roca. En la figura 30 se puede apreciar un ejemplo esquemático que
sirve para demostrar las características principales del comportamiento de cavidades
cañoneadas en tres etapas. En la etapa A la cavidad crece y se estabiliza para una tasa
de flujo Q a una presión P luego de expulsar un poco de arena de la cavidad. Si se
aumenta la tasa de flujo y el diferencial de presión en la etapa B, notaremos que la
cavidad expulsa mas arena y crece en tamaño hasta estabilizarse a una nueva tasa de
flujo y presión. El cambio de flujo causó un crecimiento de la cavidad producto de la
producción de arena de la misma. Esta tasa de flujo y presión puede seguir
aumentándose creando más expulsión de arena, crecimiento de la cavidad y su
eventual estabilidad. Este proceso de crecimiento de cavidad y su eventual
estabilización puede seguir hasta que se llega a un valor crítico de flujo y presión (etapa
C), donde ya no puede existir estabilidad de la cavidad. En estos momentos se dice que
la tasa crítica de arenamiento del pozo ha sido excedida y el mismo continuará
produciendo arena sin parar.
102

Figura 30. Ejemplo esquemático sobre la estabilidad de cavidades formadas mostrando el


efecto de flujo y presión en la formación y rompimiento de las mismas.
Fuente: VAZQUEZ, A. (2001).

Es importante tener en cuenta que para formaciones consolidadas, la arena


producida proviene de las cavidades creadas producto de los orificios cañoneados, las
cuales van creciendo a medida que continúa la producción de arena. Esto quiere decir
que la producción excesiva de arenas va dejando cavidades en la formación detrás del
revestidor. Si se deja que la producción de arena continúe, estas cavidades seguirán
creciendo alrededor del revestidor dejando a este sin soporte, lo que puede causar que
el mismo colapse.

Según Vásquez, A. (2001) esta idealización sobre estabilidad y rompimiento de


cavidades productoras de arenas ha sido comprobada por varias personas a nivel
mundial. Como se puede observar en la parte superior de la figura 31 un pozo es
abierto a producción con un reductor pequeño lo que crea un drawdown y una tasa de
producción que aunque pequeña, crea un pico de producción de arena por un tiempo y
luego esta tasa disminuye. Al aumentar el tamaño del reductor, nuevamente se
desestabilizan las cavidades productoras y otra vez ocurre la producción de arena hasta
que la misma se estabiliza. Hay que notar que la tasa de producción de arena se
estabiliza a un valor superior al que tenía antes. Los cambios de drawdown y tasa
siguen desestabilizando la formación y luego esta se estabiliza después de cierto
tiempo; siempre y cuando se mantenga por debajo de un drawdown y tasa crítica por
encima de la cual no hay estabilidad de la cavidad. Este punto debe ser considerado
103

como el drawdown crítico. La parte inferior de la misma figura muestra el mismo


comportamiento en un pozo de gas productor de arena en el Mar del Norte.

Figura 31. Caso ideal y real mostrando el rompimiento de las cavidades de un pozo y la
relación entre la tasa de producción de fluidos, arena y cambio de reductores.
Fuente: VAZQUEZ, A. (2001).

2.2.6.3. Manifestaciones de arenamiento.

La producción de arena puede ocurrir de una manera continua o intermitente,


dependiendo de las condiciones particulares del pozo y la formación. Esta
diferenciación solo puede lograrse con instrumentación muy especializada donde se
haga un seguimiento continuo con sensores especializados que midan
cuantitativamente la producción de arena. Este seguimiento resulta bastante costoso y
complicado por lo que en la mayoría de los casos se trabaja con mediciones de sólidos
producidos (expresado en libras por 1000 barriles) y manifestaciones externas tales
como desgaste de equipo, limpieza de recipientes, entre otros. Utilizando las
manifestaciones externas, se pueden distinguir 4 etapas en la vida de un pozo
productor de arena:
104

- Producción de arena sin detección: durante esta etapa el pozo produce arena sin
existencia de manifestaciones externas, para la detección de pozos problemas en esta
primera etapa se requiere de mediciones de sólidos y en algunos casos mediciones
continuas con sensores especializados. Esta etapa no tiene un costo asociado por
corrección, pero constituye la etapa inicial de un pozo potencialmente problemático y
desde un punto de vista preventivo representa la etapa donde se deben tomar las
medidas iniciales.

- Desgaste de equipos: durante esta etapa empieza a notarse desgaste de los


equipos de producción, especialmente estranguladores, válvulas y codos en contacto
con los fluidos producidos, a quienes la acción abrasiva de la arena en el crudo causa
desgaste de las paredes. Esta segunda etapa puede tener un costo asociado bastante
alto debido a que generalmente es necesario reemplazar o reparar equipo dañado.
Algunas veces es necesario cerrar el pozo para cambiar equipos desgastados lo que
causa un potencial diferido. En algunos casos extremos las fallas de equipos pueden
causar problemas con los equipos y válvulas de seguridad, creándose situaciones
potencialmente muy peligrosas.

- Taponamiento de líneas de producción: aquí la producción de arena es todavía


mayor y se empieza a taponar la tubería de producción del pozo, y en muchos casos,
los equipos y las líneas de producción en superficie. Este taponamiento puede ser
gradual o a veces súbito, creándose un puente o un tapón de arena. En algunos casos
este taponamiento viene asociado con contaminantes como parafinas, asfáltenos,
escamas, entre otros., que actúan como agentes cementantes entre los granos de
arena, facilitando entonces la formación de tapones de arenas. Con el taponamiento de
la tubería y/o líneas de producción siempre viene asociado un potencial diferido, por
encontrarse el pozo cerrado. Adicionalmente a esta perdida de ingresos está el costo
de reparación del pozo, ya que se necesita limpiarlo por medio de trabajos de guaya,
snubbing o tubería continua.
105

- Colapso del revestidor: esta última etapa se caracteriza por alta producción de
arena, la cantidad de arena producida acumulada alcanza proporciones graves y en
formaciones de arenas consolidadas la arena producida deja cavidades en la
formación. Esta arena proviene de los orificios cañoneados los cuales aumentan de
tamaño. Este aumento de tamaño de las cavidades puede ser tan grande, que
cavidades de los orificios cañoneados adyacentes empiezan a unirse creando una
mayor cavidad detrás del revestidor. Si esta cavidad continúa creciendo entonces el
revestidor puede quedar sin soporte lateral lo que pudiera causar falla por pandeo
(buckling) y colapso del mismo.

2.2.7. Modelos predictivos de la producción de arena.

Los métodos para predecir la producción de arena incluyen observaciones de


campo, experimentos de laboratorio, y modelos teóricos. Muchos modelos son basados
en diferentes mecanismos de falla de la arena, en estos se incluyen: Coates y Denoo
(1981), Bratli y Risnes (1981), Weingarten y Perkins (1992). En 1994, Geilikman y col.
desarrollaron un modelo analítico para predecir el inicio de la producción en las arenas
de crudo pesado de Canadá. En 1996, Van der Hoek y col. mejoró los trabajos de
Geilikman basado en estudios teóricos y experimentales. Kanj y Abousleima (1999)
propusieron el uso de redes neuronales para modelar la producción de arena.
Ciertamente, existen muchos otros modelos para predecir el inicio de la producción de
arena.

Sin embargo, la mayoría de los modelos recientes han utilizado los principios de la
geomecánica para predecir la producción de arena más allá de su comienzo en sí. Se
incluyen los trabajos de Addis y col. (1998), McLellan y col. (2000), Vaziri y col. (2002),
Palmar y col. (2003) y Vardoulakis (2006). Utilizando un mecanismo de falla apropiado
para modelar la predicción de arena se encuentran los trabajos de Isehunwa y Farotade
(2010), Oluyemi y Oyeneyin (2010). Existen métodos enfocados en calcular la caída de
presión crítica total (critical drawdown pressure ó CDP) que provoca la condición de
arenamiento, con la finalidad de generar las medidas preventivas que permitan
106

parámetros de producción óptimos durante la vida productiva del yacimiento.


Dependiendo del tipo de información disponible y el enfoque teórico - descriptivo
utilizado, se pueden distinguir los siguientes tipos de metodologías:

2.2.7.1. Métodos basados en medidas de campo.

Este tipo de observaciones se realiza midiendo las libras de arena producidas a


diferentes tasas de producción del pozo. La tasa de producción es controlada mediante
el cambio gradual y secuencial del diámetro de reductores, monitoreando de esta forma
el ∆P.

En formaciones consolidadas, la arena producida proviene de las cavidades creadas


producto de los orificios cañoneados, las cuales van creciendo a medida que continúa
la producción de arena. La figura 31 permite observar una idealización de la relación
entre estabilidad y rompimiento de cavidades; observando, un pozo es abierto a
producción con un reductor pequeño, lo que crea un drawdown y una tasa de
producción pequeña que genera un pico de producción de arena por un tiempo y luego
esta tasa disminuye. Al aumentar el tamaño del reductor se desestabilizan las
cavidades productoras y otra vez ocurre la producción de arena hasta que la misma se
estabiliza. La estabilización de la tasa de producción de arena ocurre a un nivel superior
al anterior.

Los cambios de drawdown y tasa siguen desestabilizando la formación y luego esta


se estabiliza después de cierto tiempo; siempre y cuando se mantenga por debajo de
un drawdown y tasa crítica por encima de la cual no hay estabilidad de la cavidad. Este
punto debe ser considerado como el drawdown crítico. Shell (Vásquez y Sánchez,
2001) presenta una metodología para medición de sólidos producidos, donde los
resultados se reflejan en libras por cada 1000 barriles (LPMB); se obtiene tomando una
muestra de fluido producido y pasándola por un tamiz #325. El peso del material
retenido por el tamiz es, luego, convertido a unidades de LPMB como un proceso de
normalización para realizar comparaciones con otros pozos.
107

2.2.7.2. Métodos basados en observaciones de campo.

En esta categoría entra la metodología de Shell (estudiada por Veeken y col, 1991),
ampliamente utilizada cuando el volumen de información es limitado; se basa en
identificar las zonas propensas a producir arena tomando como punto de partida y
análisis los tiempos de tránsito de las ondas compresionales. La metodología establece
una relación para el drawdown crítico (∆Pc) en función del tiempo de tránsito de la onda
compresional (∆tco); concluyen en que un menor valor de ∆tco implica un mayor valor de
∆Pc, ya que la formación es más rígida y quizá por ello, más resistente.

La figura 32 muestra el gráfico de Veeken y col. (1991), en el que se definen tres


zonas: una inferior que crea un límite conservador, y por debajo de la cual cualquier
combinación entre ∆tco y ∆Pc no interpreta fallas; una zona superior que crean límite
liberal y por encima de la cual cualquier combinación entre ∆tco y ∆Pc supone la
presencia de fallas y, finalmente, una zona de riesgo intermedia, donde no está clara la
interpretación de las combinaciones entre ∆tco y ∆Pc. Dichos límites vienen dados por
las siguientes ecuaciones:

Límite liberal (Ec. 79)

Límite conservador (Ec. 80)

2.2.7.3. Métodos basados en ensayos de laboratorio.

En este grupo se encuentran las metodologías de Wilson (1992 para British


Petroleum), Coates y Denoo (1981) y la de Hoek & Brown (1980):

2.2.7.3.1. Método de Willson y col. (2002).

La metodología para analizar problemas de arenamiento de pozos de la empresa BP


(British Petroleum), está basada en encontrar la presión de fondo fluyente (Pwf)
necesario para causar instabilidad del hoyo debido a que los esfuerzos tangenciales
108

exceden la resistencia de la roca. Esto quiere decir que es necesario descomponer el


estado de esfuerzos verticales y horizontales para llevarlo a coordenadas cilíndricas
para poder trabajar con esfuerzos radiales y tangenciales.

Figura 32. Drawdown versus tiempo de transito para intervalos con y sin problemas de arena

Fuente: VAZQUEZ Y SÁNCHEZ (2001).

El método plantea que para evitar la producción de arena, el mayor de los esfuerzos
efectivos tangenciales (σt2- Pwf) debe ser menor que la resistencia efectiva de la
formación en las cercanías del hoyo. En este sentido, dados los esfuerzos totales de
campo lejano sobre un plano perpendicular al eje del hoyo, σ1 y σ2, con σ1> σ2; los
esfuerzos tangenciales sobre la superficie del hoyo (ver Figura 33) vienen dados por:

(Ec. 81)

(Ec. 82)

Donde es la presión en el fondo del pozo, es la presión del yacimiento y es


una constante poroelástica dependiente de la relación de Poisson y la compresibilidad
de la formación:
109

(Ec. 83)

Figura 33. Esfuerzos tangenciales en las paredes del hoyo

Fuente: Willson y col. (2002).

Finalmente, el modelo de Willson plantea la siguiente ecuación para calcular la


presión de fondo fluyente crítica:

(Ec. 84)

Donde es la presión de fondo fluyente crítica; es la presión del yacimiento;


, son los esfuerzos principales máximo y mínimo totales, respectivamente; es la
resistencia efectiva de la formación cerca de la abertura de la perforación o del hoyo
(dependiendo de cuál de éstos se analice). Análisis experimentales han obtenido
buenas aproximaciones para a partir de:

(Ec. 85)

Donde es la resistencia determinada en las pruebas de cilindros de pared


gruesa. El factor 3.1 incluye la transformación de escalas de muestras de laboratorio
para pruebas TWC a escalas de campo.
110

2.2.7.3.2. Método de Coates & Denoo (1981).

El método trabaja estimando los esfuerzos verticales y horizontales para luego


calcular los esfuerzos principales en un sistema de coordenadas cilíndricas. El círculo
de Mohr es, luego, utilizado para calcular el esfuerzo de corte máximo que puede
soportar un elemento de roca producto del drawdown. El criterio de falla utilizado es el
de Mohr - Coulomb y se asumía, en principio, un ángulo de fricción fijo de 30°; y bajo
esta condición es posible calcular la UCS como sigue:

(Ec. 86)

Donde:
: resistencia a la compresión sin confinamiento (lpc).
: Cohesión de roca (lpc).

La presión de fondo fluyente crítica (Pwfc) viene dada por la siguiente relación
(Schlumberger citado por Vásquez & Sánchez, 2001):

(Ec. 87)

Donde:
: esfuerzo horizontal mayor (Lpc)
: esfuerzo horizontal menor (Lpc)
: presión de poro (Lpc)
: relación de Poisson (adimensional)
: coeficiente de Biot (adimensional)
: Cohesión (Lpc)
: ángulo de fricción interna (° ó rad, dependiendo de la configuración del dispositivo de
cálculo).
111

2.2.7.3.3. Método de Hoek & Brown (1980).

En tiempos recientes, los modelos predictivos y/o técnicas fundamentadas en


numerosos criterios de falla, son extensamente usados dentro de la industria del
petróleo y del gas para la predicción de arenamiento, estando la mayoría de dichos
modelos y técnicas basadas sobre el criterio de falla de Mohr Coulomb. Sin embargo, el
criterio de falla de Hoek y Brown ha sido utilizado como base para desarrollar un nuevo
modelo de falla analítico para el análisis de predicción de arenamiento.

La razón fundamental para aplicar el criterio de falla de Hoek y Brown radica en su


habilidad para capturar la falla de la roca como un proceso no lineal y su aplicabilidad
tanto para rocas intactas como para rocas falladas. El criterio de falla de Hoek y Brown
se expresa matemáticamente como en la ecuación 45 y en términos de esfuerzo
tangencial y radial, como se presenta en la ecuación 49.

Si se sustituyen las ecuaciones 46 y 47 en la 49, reordenando se tiene que:

(Ec. 88)

El parámetro, introducido en la ecuación 88 corresponde a la constante


poroelástica denominada Biot, la cual mide la efectividad de la presión de poro respecto
al esfuerzo total aplicado (Brandt, 1955). Por ahora, se define =1 y Y = CDDi =
( ). Reemplazando el término de caída de presión en la ecuación 88 por Y y
elevando al cuadrado ambos miembros de la igualdad, se tiene:

(Ec. 89)

Expandiendo el término del lado izquierdo en la ecuación (89) y reordenando, se


tiene:

(Ec. 90)
112

Definiendo ; y substituyendo en la ecuación 90, reordenando se


tiene:
(Ec. 91)

Recordando que ; reemplazando el nuevo término de caída de presión


en la ecuación (91) y reordenando, se tiene:

(Ec. 92)

La ecuación 92 puede ser resuelta utilizando la solución de una ecuación cuadrática


como se muestra en la ecuación:

(Ec. 93)

El modelo mecánico desarrollado en la ecuación 93 se relaciona con tiempo


utilizando un término que describe el perfil de agotamiento del yacimiento de una
manera similar al trabajo de Hettema y col. (2006). La ecuación asociada con tiempo
resultante se muestra en la ecuación 94:

(Ec. 94)

corresponde a la presión inicial del yacimiento antes de comenzar la producción;


se refiere a la presión actual del yacimiento como resultado del agotamiento; y n es
un parámetro adimensional, que representa la razón de cambio del diferencial de
presión crítico con el agotamiento del yacimiento. Hettema y col. (2006) sugieren que
n=1 cuando el diferencial de presión crítico y el agotamiento del yacimiento son
igualmente importante para la producción de arena. La ecuación 94 es un modelo
mecánico para predecir el diferencial de presión crítico actual de rocas yacimientos, el
cual, una vez excedido bien sea durante la producción, podría resultar en falla de la
formación y por extensión en arenamiento
113

2.2.7.4. Métodos basados en modelos teóricos.

La mayoría de las herramientas predictivas numéricas están basadas en el modelaje


de estabilidad de las cavidades cañoneadas y requieren de formulaciones matemáticas
del mecanismo de falla de las arenas. Los mecanismos de producción de arena que
han sido reconocidos son aquellos basados en fallas compresionales, fallas tensionales
y fallas por erosión. Los mecanismos por falla de erosión implican que hay
desprendimiento de los granos individuales de arena de la superficie de la cavidad
cañoneada. La erosión ocurre si los esfuerzos de arrastre ejercidos sobre las partículas
de arena en la superficie de la cavidad, son mayores que la cohesión aparente entre los
granos. La erosión es un caso especializado de la falla por tensión, pero tiene que ser
tratado separadamente porque actúa sobre partículas individuales.

Los mecanismos con fallas compresionales son causados cuando el esfuerzo


tangencial compresivo excede la resistencia al corte de la roca. Existen muchos
modelos de este tipo, donde algunos están basados en un comportamiento lineal-
elástico - frágil y otros en un comportamiento elástico- plástico, donde la envolvente de
falla podría ser del tipo Mohr- Coulomb o Drucker- Prager. Los mecanismos con fallas
tensionales son considerados de los más importantes para materiales friables y arenas
no consolidadas, y están basados en el drawdown máximo que puede soportar la
formación para que no exista falla tensional. Uno de los primeros modelos de este tipo
fue desarrollado por Bratli Risnes (1981- 1982); asumiendo condiciones de flujo de
estado constante y permeabilidad uniforme, la ecuación de ∆Pc para cavidades
cilíndricas viene dada por:

(Ec. 95)

Donde Re es el radio de drenaje y R es el radio de la cavidad. Para cavidades


esféricas el drawdown viene dado por:

(Ec. 96)
114

2.3. Generalidades del área de estudio.

La zona de estudio, el Yacimiento Urdaneta 01 se encuentra al oeste de la Cuenca


del Lago de Maracaibo (ver figura 34) y comprende las formaciones geológicas Icotea y
Misoa, con una extensión areal de 28169 Acres y un volumen estimado de 7.36 MM
acres-pies. El área abarca, de norte a sur, las siguientes parcelas: A458, A375, A466,
A469, A494, A496, A498, A499, A421 y A434. L-0-55-40, L-0-55-42, que comprenden
los seis Bloques (I, II, III, IV, V y VI) que conforman el yacimiento, dividido así
operacional y estructuralmente con comportamientos de presión y producción variados
entre sí.

Figura 34. Ubicación y representación gráfica del Campo Urdaneta Oeste

Fuente: Tillero y col. (2011).

Se encuentra limitada al norte por una falla normal de carácter sellante; al oeste, por
el límite de costa, donde se localizan los pozos de GARCIA y ENSENADA; el límite al
sur corresponde a un límite arbitrario con el área operada por la empresa mixta PDVSA
Petroregional del Lago y al este por el límite de concesión con la empresa mixta de
PDVSA Petrowarao, estos últimos límites están siendo objeto de análisis debido a que
los mismo pueden no corresponder a los límites reales del yacimiento. Para Petróleos
115

de Venezuela, S.A. Urdaneta 01 tiene particular interés dadas las reservas estimadas
de crudo con las que cuenta, así como la complejidad en las propiedades estructurales
y de los fluidos que posee, cuya caracterización permitiría un mejor entendimiento del
volumen prospectivo para optimizar los parámetros operativos y económicos
involucrados en la explotación del mismo.

La explotación del yacimiento inició a través de la perforación del pozo UD 0001 en


el año 1955 y es una de las áreas de mayor de interés desde el punto de vista técnico y
estratégico para la corporación, ya que posee un POES de 12172 MMBN, reservas
recuperables de 1436,36 MMBN, reservas remanentes de 855,84 MMBN y una
producción acumulada oficial de 590,22 MMBN (libro de reservas 2011), con un crudo
de 12 °API y un corte de agua y sedimentos (%AyS) entre 5 y 50%. La explotación
masiva del yacimiento se inició en el año 1982.

Tal como es mostrado en la figura 34, el yacimiento está conformado


estructuralmente (interpretación hasta el momento), por seis (06) bloques separados
por fallas sellantes que difieren entre sí en cuanto a su comportamiento de
presión/producción con una presión inicial de 3600 Lpc y presiones actuales entre 800 y
3400 lpc. A partir de los análisis PVT, se tiene que la presión de burbuja es de 650 Lpc,
lo que indica que el yacimiento se encontró inicialmente subsaturado. El mecanismo
principal de producción es expansión roca-fluido. La producción proviene principalmente
de las areniscas masivas de la Formación Misoa de Edad Eoceno, operacionalmente se
les denomina miembro BX-S/D, como objetivo secundario se tiene la Formación Icotea
de Edad oligoceno y se ha comprobado comunicación entre ambas unidades, razón por
la cual se considera un solo yacimiento.

La Formación Icotea fue designada en el sinclinal de Icotea a lo largo de la costa del


Distrito Bolívar en el Estado Zulia, posee una litología que consiste en limolitas y
arcillitas duras, macizas, típicamente de color blanco a gris claro, pero localmente
abigarradas en verde claro, amarillo o rojo parduzco, ocasionalmente carbonatadas; así
como areniscas probablemente eólicas con sedimentación subsiguiente de edad
116

Oligoceno. En el campo Urdaneta Oeste su espesor total es mayor hacia el sur,


alcanzando un poco más de 220 pies y disminuye considerablemente por truncamiento
en las elevaciones de la superficie erosiva al Norte, donde alcanza escasamente 10
pies con unas permeabilidades entre 50- 400 mD a lo largo del yacimiento. La
Formación Icotea es estéril salvo algunos foraminíferos redepositados del Eoceno en
las capas basales, también carece de polen.

La Formación Misoa fue descrita originalmente en la Serranía de Trujillo; las


areniscas de esta formación constituyen los yacimientos de petróleo más importantes
de la Cuenca del Lago de Maracaibo. En la extensión del campo Urdaneta Oeste se le
conoce con el nombre informal de Miembro B-X-S/D. Según estudios de núcleos se
describe por areniscas constituidas en ambientes de un complejo fluvio- deltaico en los
cuales se reconocen llanuras deltaicas, canales distributarios y facies de llanuras de
mareas de grano fino a medio, subangulares y subredondeadas de moderada a buena
selección, los espesores de arena varían entre 5 a 350 pies de espesor, con
variabilidad en sus extensiones laterales y sus permeabilidades entre 350 y 1500 mD a
largo del yacimiento.

Para Diciembre de 2013, se tiene un total de 537 pozos completados, de los cuales
258 se encuentran activos, los tipos de completaciones utilizados han sido, tanto a hoyo
revestido como hoyo desnudo; caracterizando las terminaciones configuradas para
control de arena, predominantemente forzamiento arena petróleo y rejillas
preempacadas. Los métodos de producción más utilizados son levantamiento artificial
por gas (LAG) y bombeo electrosumergible (BES), en menor medida las bombas de
cavidad progresiva (BCP) o combinaciones de éstos.
117

CAPÍTULO III

MARCO METODOLÓGICO

Este capítulo presenta los aspectos metodológicos aplicados para el desarrollo de


este trabajo especial de grado, entre los que se encuentran: el tipo de investigación,
diseño de la investigación, población y muestra, técnicas de recolección de la
información, y las fases que permiten dar cumplimiento a los objetivos establecidos en
la investigación.

3.1. Tipo de investigación.

Esta investigación tuvo como finalidad, generar el modelo geomecánico del


yacimiento Urdaneta 01 en el Bloque VI, con el propósito de estimar el diferencial de
presión crítico para arenamiento, que permite evitar la ocurrencia de producción de
arena en los pozos productores de petróleo del bloque; por lo cual se puede decir que
la investigación es de tipo analítica y predictiva.

A este respecto, Hurtado (2008), señala que la investigación analítica es “un proceso
metódico de búsqueda de conocimiento que tiene por objetivo generar una crítica o una
interpretación de un evento de análisis, de manera tal que es posible descubrir
aspectos novedosos, y no evidentes en un primer momento”; así mismo, considera que
“la predicción puede estar orientada hacia la estimación de los valores que asumirá un
evento en el futuro, dadas ciertas condiciones de los eventos predictores”.

3.2. Diseño de la investigación.

El diseño de la investigación clarifica el modelo teórico que sirvió de soporte para


todo el proceso de investigación, en este estudio el diseño de la investigación fue de
fuente mixta, según el origen de los datos, ya que la información se recopiló tanto de su
ambiente natural (de campo), como de documentos bibliográficos. La investigación
responde a un diseño evolutivo, según la temporalidad, ya que el evento fue estudiado
118

en varios puntos del tiempo con la finalidad de construir la envolvente de estabilidad


para producción de arena evaluando el diferencial de presión crítico en el yacimiento,
en sus condiciones originales y actuales (Hurtado, 2008).

3.3. Población y muestra.

Según Bavaresco (1994), la población “es el conjunto total de unidades de


observación que se consideran en el estudio, es decir, la totalidad de los elementos que
forman un conjunto”. Para este trabajo de investigación la población está conformada
por los 96 pozos productores de petróleo, ubicados en el Bloque VI del yacimiento
Urdaneta 01, cuyo objetivo productor han sido las formaciones Icotea y Misoa (ver tabla
3).

Tabla 3. Población de pozos productores del Bloque VI del yacimiento URD-01.

UD 6 UD 246 UD 295 UD 392 UD 699 UD 735 UD 762 UD 783 UD 802 UD 822


UD 22 UD 249 UD 302 UD 397 UD 706 UD 738 UD 763 UD 786 UD 804 UD 824
UD 24 UD 252 UD 304 UD 420 UD 710 UD 740 UD 766 UD 787 UD 806 UD 825
UD 29 UD 253 UD 309 UD 423 UD 715 UD 742 UD 768 UD 790 UD 808 UD 826
UD 232 UD 258 UD 311 UD 432 UD 716 UD 745 UD 769 UD 792 UD 814 UD 827
UD 234 UD 261 UD 315 UD 465 UD 717 UD 747 UD 770 UD 793 UD 815 UD 831
UD 236 UD 265 UD 319 UD 644 UD 721 UD 752 UD 775 UD 794 UD 816
UD 237 UD 268 UD 320 UD 652 UD 723 UD 756 UD 774 UD 796 UD 817
UD 238 UD 288 UD 324 UD 653 UD 725 UD 757 UD 773 UD 799 UD 818
UD 243 UD 283 UD 370 UD 660 UD 729 UD 758 UD 777 UD 800 UD 821
Fuente: Irausquin, M. (2014).

Para llevar a cabo esta investigación fue necesario seleccionar una muestra que
aportara información representativa de los pozos que conforman el total de la población
en estudio. Con respecto a la muestra, Bavaresco (1994), señala que la muestra es un
subconjunto de la población; que se observa detenidamente y una vez logrado su
estudio, los resultados pueden ser inferidos sobre la población.

La selección de los pozos se hizo en función del volumen de información necesaria


para la generación del modelo geomecánico, considerando aquellos pozos claves,
resultado de la Fase I del Estudio Integrado del yacimiento Urdaneta 01, cobertura areal
del bloque en estudio (ver figura 35) y pozos con problemas de producción de arena en
119

su vida productiva. A continuación se presenta una tabla de los pozos seleccionados


como muestra para el presente estudio (ver tabla 4).

Tabla 4. Pozos muestra seleccionados del Bloque VI del yacimiento URD-01.

Pozo clave geomecánica Problema de producción de arena


UD 735 No Si
UD 747 Si Si
UD 821 Si No
UD 825 Si No
UD 826 Si No
Fuente: Irausquin, M. (2014).

Figura 35. Ubicación de pozos muestra en el Bloque VI del yacimiento URD-01

Fuente: Irausquin, M. (2014).

Según Hurtado (2008), esta muestra puede ser clasificada como no probabilística
intencional, ya que su selección responde a criterios no basados en el azar, cuya
probabilidad de formar parte de la población no es conocida. De igual manera, la
muestra se escoge en términos de criterios teóricos, que de alguna manera sugieren
que ciertas unidades son las más convenientes para acceder a la información que se
requiere. Los elementos a participar en el estudio fueron escogidos de forma directa,
por considerarlos representativos o típicos y por facilitar la información necesaria para el
desarrollo del modelo geomecánico.
120

3.4. Técnicas de recolección de datos.

Las técnicas de recolección de datos tienen que ver con los procedimientos
utilizados para la recaudación de la información necesaria para llevar a cabo la
investigación (Hurtado, 2008). Se refieren al uso de una gran diversidad de técnicas y
herramientas utilizadas para desarrollar los sistemas de información. Todos estos
instrumentos se aplicarán en un momento en particular del estudio, con el objeto de
buscar información de utilidad a la fase de investigación correspondiente.

Las técnicas de investigación que se utilizaron para el desarrollo de este trabajo


especial de grado fueron seleccionadas en base a las técnicas descritas por Hurtado
(2008), en su libro titulado “El Proyecto de Investigación”, de la siguiente forma: técnica
de entrevista y técnica de revisión documental.

La técnica de entrevista consiste en la recolección de la información solicitándola a


otra persona. En esta técnica el investigador puede no tener la experiencia directa del
evento, por ello se utiliza la entrevista no estructurada, donde la información obtenida
acerca el desarrollo del modelo geomecánico y todo lo involucrado al mismo desde el
punto de vista de producción de arena, fue suministrada a través de una conversación
fluida con personas relacionadas con la investigación, y especialistas en el tema.

Por su parte, la técnica de revisión documental consiste en la obtención de


información contenida en textos escritos, ya sea porque la unidad de estudio es un
texto, o documento, o porque ya fue recogida y asentada por otra persona. Para el
presente estudio se investigó en documentos técnicos de PDVSA e informes de las
compañías de servicios. De igual manera se recurrió a carpetas de pozos (físicas y
digitales); donde se recopila toda la información referente a cada uno de los pozos;
reportes diarios de perforación y completación, pruebas e historias de producción,
corrida de registros petrofísicos, entre otros datos de interés. Finalmente, se
fundamenta teóricamente la investigación, a través de la información obtenida en tesis
de grado, libros y publicaciones digitales.
121

3.5. Metodología aplicada en la investigación.

La investigación se desarrolló a través de una serie de fases que permitieron el


cumplimiento de los objetivos planteados, de igual forma, estas fases llevaron a
establecer resultados y evaluaciones parciales que facilitaron el aporte de las
conclusiones y recomendaciones pertinentes. Las fases y actividades que permitieron el
desarrollo de la investigación son las siguientes:

3.5.1. Fase I: Auditoria de la información.

Durante el desarrollo de la primera fase, se recopiló la información referida a los


resultados obtenidos en el Modelo de Datos Geomecánico del proyecto Urdaneta 01
(realizado previo a la presente investigación por la Gerencia de Estudios Integrados de
Yacimientos de PDVSA) donde se identificaron los pozos clave para construir el modelo
geomecánico del yacimiento. De igual forma, se revisaron las historias de los pozos
pertenecientes al Bloque VI del yacimiento Urdaneta 01; así como el registro detallado
de los trabajos realizados a éstos durante su vida productiva, con la finalidad de
identificar aquellos que presentaron problemas de producción de arena (ver tabla 4).
Una vez identificados los pozos con esta problemática, se procedió a seleccionar los
pozos a estudiar para construir el modelo geomecánico; siguiendo como criterio
adicional, la disponibilidad de la información necesaria para tal fin (ver tabla 5).

Tabla 5. Información disponible de los pozos muestra de la investigación.

Pozo GR Rhob DTC DTS RFT Núcleo


UD-735 SI SI NO NO NO NO
UD-747 SI SI SI SI SI SI
UD-821 SI SI NO NO NO NO
UD-825 SI SI NO NO SI NO
UD-826 SI SI SI SI SI NO
Fuente: Irausquin, M. (2014).

Seguidamente, se recopilaron los archivos en formato “.las”, contenedores de los


registros petrofísicos de los pozos seleccionados, para ser cargados en el proyecto; así
como los gráficos de eventos durante las operaciones de perforación de los mismos y
profundidad de los topes de las formaciones alcanzadas. También se adquirió el mapa
122

de ubicación espacial, información general de su vida productiva, informes de pruebas


de integridad e información bibliográfica asociada a la geomecánica.

Es importante destacar que el proyecto fue creado en el software Drillworks®


Predict, diseñado por Halliburton para análisis de geopresiones; donde se importaron
los registros petrofísicos para cada pozo: rayos gamma, volumen de arcilla, potencial
espontáneo, porosidad, resistividad, caliper, sónico compresional, sónico de corte y
densidad. Cada uno de estos registros es representado de forma individual como un
conjunto de datos (dataset) en el ambiente de trabajo del software y es asociado a su
respectivo pozo. Además, se crearon las columnas litológicas correspondientes a los
topes de las formaciones alcanzadas en cada pozo.

Como se observa en la tabla 5 los pozos UD-735, UD-821 y UD-825, no poseen


registros sónicos originales, dato de gran importancia en el desarrollo del modelo,
principalmente para el cálculo de los parámetros mecánicos elásticos, por lo cual fue
necesario generar registros sintéticos para avanzar en el desarrollo del mismo.

El pozo UD-735 no posee suficiente cobertura en profundidad del registro de


densidad para determinar el gradiente de sobrecarga, por lo cual se extrapoló el registro
de densidad del pozo UD-747 correspondiente a las formaciones suprayacentes a
Icotea, correlacionando por topes de dichas formaciones a través de la herramienta Top
Table de Drillworks Predict. Es importante mencionar que se tomo éste pozo como
referencia por ser el más cercano al pozo UD-735 (560.4m) y poseer ambos las mismas
unidades geológicas y estratigráficas.

- Registros sónicos sintéticos:


Para el registro sónico compresional se aplicó la ecuación de Gardner despejada
(Ec. 97) para obtener los tiempos de tránsito sintéticos de las ondas compresionales
como una función de las densidades de los sedimentos a cada profundidad (RHOB).
DrillWorks permite realizar el cálculo a través de la herramienta de análisis sónico
avanzado.
123

(Ec. 97)

Donde:
: tiempo de tránsito de la onda compresional.
: densidad total de los sedimentos a cada profundidad.
: coeficiente empírico (usualmente 0.23).
: coeficiente empírico (usualmente 0.25).

Por su parte, para los registros sónicos de corte se realizó un análisis de la relación
lineal entre el tiempo de tránsito de la onda compresional y el tiempo de tránsito de la
onda de corte de aquellos pozos donde se contaba con ambas curvas, para generar la
correlación que finalmente permitió determinar el tiempo de transito de las ondas de
corte del resto de los pozos.

- Ajustes de perfiles:
Antes de generar los registros sónicos sintéticos, se normalizaron los registros de
densidad disminuyendo la dispersión de los puntos, y una vez obtenidas las curvas de
onda compresional y de corte, se ajustaron para obtener perfiles suavizados,
eliminando aquellos puntos que no eran representativos de forma proporcional.

3.5.2. Fase II: Modelo de geopresiones.

La segunda fase consistió en la determinación de los gradientes de presión de


sobrecarga y poro de los cinco pozos seleccionados como muestra del Yacimiento
Urdaneta 01 en el Bloque VI.

- Gradiente de sobrecarga:
La determinación de este gradiente se llevó a cabo a través de la herramienta
Analyze Over Burden Gradient - Bulk Density de DrillWorks Predict, donde se calcula la
124

sobrecarga mediante la integración del registro de densidad (Ec. 51), con la condición
de contar con dicho registro desde la superficie.

Comúnmente, este tipo de registros no son corridos desde la superficie, por esta
razón, los valores de densidad fueron estimados para las formaciones superiores a
través del método de Miller, el cual permite estimar valores de densidad para dichas
secciones extrapolando a partir de los datos disponible en las secciones inferiores (Ec.
98). Esta correlación está disponible en el software.

(Ec. 98)

Donde:
: densidad de los sólidos de la matriz (típicamente 2.68 gr/cc, para lutitas).
: densidad del agua de poro (típicamente 1.03 gr/cc).
: porosidad (fracción).

- Gradiente de poro:
El cálculo de la presión de poro estuvo basado en la tendencia de compactación
normal de las lutitas a partir de los tiempos de tránsito del registro sónico, empleando el
método de Eaton, descrito en el capítulo II del presente trabajo de investigación. Para el
cálculo final fue necesario realizar una serie de pasos previos:

- Trazado de línea de lutitas y transferencia al registro sónico:


Inicialmente se trazaron las líneas de lutitas promedio para cada formación sobre el
registro de rayos gamma haciendo uso de la herramienta Line Group de DrillWorks
Predict, posteriormente, se hizo la transferencia de los intervalos lutíticos al registro
sónico con la herramienta Shale Point – Use a Line Group, donde se proyectan todos
los puntos en la curva de tiempo de transito compresional, cuyo rayos gamma poseen
una magnitud mayor a la línea de lutitas previamente establecida, permitiendo de esta
manera filtrar y construir un nuevo conjunto de datos del registro sónico compresional
exclusivo de lutitas. Seguidamente, se suavizó la curva de los puntos obtenidos
haciendo uso de la herramienta MWA Filter – Shrink Boxcar, la cual se encarga de
125

hacer un filtro asumiendo igual peso para todos los puntos y promediando cada cierto
número de puntos seleccionados.

- Cálculo del tren de compactación normal:


A continuación, se determina la curva de compactación normal, que será utilizada en
la Ec. 54 para el valor correspondiente al tiempo de tránsito del tren de compactación
normal, junto con el esfuerzo de sobrecarga y la presión de poro normal para calcular la
presión de poro. El tren de compactación se determina a través del método de Bower
Sónico (ver ecuación 99), haciendo uso de la herramienta NCT de DrillWorks Predict.

(Ec. 99)

Donde:
: tiempo de tránsito (us/pie).
: tiempo de tránsito en el lecho marino (mudline) (típicamente 200 us/pie).
: esfuerzo efectivo asumiendo presiones normales (lpc)
A y B: constante empíricas de Bowers, que ajustan la relación velocidad-esfuerzo
efectivo de acuerdo al área donde se hayan tomado los datos.

- Ajuste de esfuerzos vírgenes para determinar A y B de Bowers:


En el modulo NCT de DrillWorks Predict se debe ingresar los parámetros ,Ay
B de Bowers. Para determinar dichos parámetros, se tomaron valores por ensayo y
error, calculando velocidades acústicas a un comportamiento de esfuerzos efectivos en
régimen de compactación normal, con una tasa de incremento lineal de 250lpc,
utilizando la ecuación de Bowers (Ec. 56), generando la curva virgen que mejor coteja
con la tendencia de compactación obtenida por pozo.

Las curvas de carga para cada pozo se generaron en una hoja de cálculo de Excel
donde se determinó el esfuerzo efectivo vertical virgen, a partir del gradiente de
sobrecarga previamente calculado, considerando un proceso de compactación normal
para una presión de poro de 8.27lpg y se determinó éste despejando de la ecuación 55.
126

Luego, se graficó en un eje cartesiano la velocidad acústica de las lutitas


(correspondiente al filtro realizado durante la transferencia de intervalos lutíticos al
registro sónico) en el eje de las ordenadas, versus el esfuerzo vertical efectivo virgen en
el eje de las abscisas para cada pozo. Finalmente, se buscaron los valores de DTml, A
y B que generaran una curva virgen en común que mejor ajustara a las curvas de carga
generadas para cada pozo para una tendencia normal de compactación.

- Cálculo de presión de poro:


Finalmente, se obtuvo la presión de poro utilizando la herramienta de DrillWorks
Predict - PP - Eaton Sonic, indicando la curva de sobrecarga, tendencia de
compactación normal, e intervalos lutíticos filtrados del registro sónico, ajustando a
gradiente de poro normal de 8.27lpc, aquellos puntos que se encontraron por debajo del
mismo.

- Calibración del gradiente de presión de poro:


Inicialmente, se analizó el comportamiento del gradiente de presión de poro obtenido
para las secciones atravesadas, en el paso anterior, en función de la densidad del fluido
de perforación y parámetros característicos durante las operaciones de perforación,
ajustando de esta manera el exponente de la ecuación de Eaton. Posteriormente, se
calibró la presión de poro a nivel de las formaciones Icotea y Misoa en los pozos UD-
747, UD-825 y UD-826 valiéndose de las pruebas de RFT con las que cuenta cada uno
de estos pozos. Asimismo, para los pozo UD-735 y UD-821 se consideraron pruebas
RFT de pozos vecinos (UD-693 y UD-758, respectivamente), correlacionando las
unidades hidráulicas a través del registro de GR.

Finalmente, se validó el análisis de presiones a nivel del yacimiento Urdaneta 01


realizado por Vargas, M. (2013), por medio de las pruebas de presión estáticas, build up
y registros probadores de formación (RFT) disponibles en algunos de los pozos del
Bloque VI del yacimiento, determinando una declinación de 22lpc por año, la cual fue
considerada para calibrar el gradiente a la presión actual para cada pozo del estudio.
De igual forma se calculó un perfil de presión de poro a condiciones originales para las
formaciones Icotea y Misoa utilizando la ecuación de buoyancy:
127

(Ec. 100)

Donde:
: presión de poro a condiciones originales (lpc).
: presión inicial estimada para el yacimiento (no depletado) (lpc).
: profundidad vertical verdadera corregida por EMR de ser necesario (pie).
: profundidad del datum (pies).
: gradiente del yacimiento (lpc/pie).

3.5.3. Fase III: Cálculo de propiedades mecánicas.

Esta fase estuvo fundamentada en la determinación de los parámetros mecánicos


que rigen la relación esfuerzo – deformación de los cinco pozos muestra del Bloque VI
del Yacimiento Urdaneta 01. Para todos los cálculos se crearon algoritmos simples en
Drillworks Predict con la herramienta Tools - UDM/UDP Script Editor, para cada una de
las propiedades indicadas a continuación, con el fin de manejar con facilidad los
datasets cargados y generados en el proyecto.

- Parámetros elásticos dinámicos:


En primer lugar se calcularon las propiedades elásticas dinámicas de la roca
(módulo de Young, relación de Poisson, módulo de corte, módulo volumétrico y
compresibilidad), aplicando las ecuaciones indicadas en el capitulo II (ecuaciones 8 -
12), ampliamente encontradas en la literatura, las cuales se basan en los datos del
registro de densidad y los registros sónicos de ondas compresionales y de corte.

- Parámetros elásticos estáticos:


Seguidamente, se analizaron los resultados de los ensayos geomecánicos de
laboratorio realizados al núcleo del pozo UD-747, los cuales se llevaron a cabo en 8
secciones, tomando 19 tapones correspondientes a las formaciones Icotea-Misoa,
donde se realizaron ensayos de compresión sin confinamiento, triaxiales a diferentes
128

presiones y registros acústicos. Con los datos obtenidos se determinaron las


propiedades estáticas, tales como: el modulo de Young y la relación de Poisson.

Una vez validados los resultados, se generaron una serie de gráficos cruzados para
el pozo UD-747 de las propiedades estáticas versus las dinámicas, así como las
propiedades estáticas versus los datos de registros, tales como: densidad, tiempo de
tránsito de la onda compresional, volumen de arcilla y porosidad total; llevados a
profundidad de núcleo, con el fin de obtener la mejor correlación que permitiera
extrapolar las propiedades estáticas al resto de los pozos del modelo, y por ende, del
bloque en estudio. Finalmente, se seleccionaron las relaciones con mayor coeficiente
de correlación para el modulo de Young y la relación de Poisson, y se graficaron en
DrillWorks Predict y se seleccionó la que mejor ajustó a los puntos correspondientes a
los ensayos de núcleo. Es importante acotar que las correlaciones generadas solo
permiten definir las propiedades estáticas a nivel de yacimiento (Icotea-Misoa).

Por su parte, para las formaciones suprayacentes, se calcularon las propiedades


estáticas a partir de las propiedades dinámicas, en este caso, se utilizaron las
ecuaciones de Lacy (Ec. 15) para el modulo de Young y de Christaras (Ec. 16) para la
relación de Poisson. El resto de las propiedades se pueden obtener a partir de las dos
anteriormente nombradas (ver tabla 1).

3.5.4. Fase IV: Cálculo de propiedades de resistencia.

La metodología aplicada en esta fase, es muy similar a la fase anterior, para todos
los cálculos se crearon algoritmos simples en Drillworks Predict con la herramienta
Tools - UDM/UDP Script Editor. Durante esta fase se calcularon las propiedades de
resistencia, que describen el máximo esfuerzo que puede soportar un material antes de
perder su capacidad para soportar cargas, entre estas, la resistencia a la presión sin
confinamiento (UCS), la resistencia a la tensión (To), el ángulo de fricción interno
(FANG), la cohesión (Co) y la resistencia del cilindro de pared gruesa (TWC).
129

Inicialmente, se analizaron y validaron los resultados de los análisis de laboratorio


del pozo UD-747 para propiedades de resistencia, llevados a cabo en 5 secciones de
núcleos de las formaciones Icotea-Misoa, en las cuales 11 tapones de núcleos se le
realizaron ensayos de compresión si confinamiento y resistencia a la tensión indirecta
(prueba Brasil). Asimismo, a partir de los ensayos triaxiales a diferentes presiones de
confinamiento, se generaron círculos de Mohr que permitieron determinar cohesión y
ángulo de fricción interna. Otro ensayo realizado fue el TWC.

Una vez validados los resultados se determinaron las propiedades de resistencia por
las ecuaciones de la literatura para evaluar aquellas que ajustaran a los resultados
obtenidos a nivel de las formaciones Icotea-Misoa. Para la resistencia a la compresión
sin confinamiento se utilizaron las ecuaciones de Coates&Denoo (Ec. 17), McNally (Ec.
19) y Thuringia (Ec. 20), sin observar una buena representación. Sin embargo, para el
caso de las formaciones suprayacentyes al yacimiento se hizo uso de la ecuación de
McNally. Por su parte, para la resistencia a la tensión se utilizó la ecuación de Hoek &
Brown (Ec. 31), tomando valores de m en base al contenido arcilloso de la formación, lo
cual permitió calibrar dichos valores hasta obtener una excelente correlación y
representación de la tensión en base a lo obtenido en laboratorio, lo que permitió
extrapolar dicha correlación al resto de los pozos.

En lo que respecta al ángulo de fricción interna, se calculó inicialmente a partir de la


correlación de Plumb (Ec. 36), como una función de la porosidad y el contenido de
arcilla de la formación, observando una pequeña dispersión a nivel de la formación
Icotea, por lo cual solo se utilizó para las formaciones suprayacentes. Lo mismo ocurrió
con la Cohesión, que fue determinada con la correlación de Mohr-Coulomb (Ec. 38).
Finalmente, la resistencia del cilindro de pared gruesa estimada con la correlación
utilizada mundialmente para areniscas (Ec. 39) sobrestima el valor obtenido en
laboratorio.

Por lo antes expuesto, para las propiedades donde no se encontró ajuste, se


realizaron gráficos cruzados de las propiedades obtenidas en laboratorio versus otras
130

propiedades obtenidas en laboratorio de las cuales son dependientes o en función del


tiempo de transito de la onda compresional, hasta obtener mayor coeficiente de
correlación y buena representación, generando así correlaciones que permiten
extrapolar las propiedades de resistencia en el yacimiento para el resto de los pozos.

Adicionalmente, en esta fase se determinó el coeficiente de Biot haciendo uso de la


ecuación 7 planteada en el capítulo II, considerando la compresibilidad total estática
determinada en la fase anterior y una compresibilidad de la matriz de 6530000 lpc para
areniscas, tomando como referencia (Warpinski y Teuffel, 1992).

Se creó un algoritmo en DrillWorks Predict con la finalidad de calibrar la ecuación de


Biot con un factor de multiplicación hasta hacer coincidir con los resultados obtenidos
en la prueba hidrostática realizadas a 3 tapones de la Formación Misoa del núcleo del
pozo UD-747, para extrapolar dicha ecuación al resto de los pozos del modelo.

3.5.5. Fase V: Estimación de magnitud y dirección de esfuerzos horizontales.

Para la quinta fase de la investigación, en lo concerniente a la magnitud y dirección


de los esfuerzos horizontales máximos y mínimos, se comenzó con la determinación de
los coeficientes de deformación tectónica del área evaluando las pruebas minifrac
disponibles, para luego determinar la magnitud de los esfuerzos. Posteriormente, se
analizaron los registros de anisotropía acústica y análisis de ovalidad disponible para
validar la dirección de los esfuerzos.

- Esfuerzo horizontal mínimo.


Inicialmente se recopilaron todas las pruebas minifrac disponibles en el Bloque VI
del Yacimiento Urdaneta 01, tomando de éstas el valor del esfuerzo de cierre obtenido
en el análisis de declinación de presión, validando que se hayan llevado a cabo de
manera óptima para ser consideradas en la calibración de los coeficientes de
deformación tectónicos necesarios en la estimación del esfuerzo horizontal mínimo
empleando el modelo poroelástico (ver ecuación 68). Seguidamente se creó en
131

Microsoft Excel una hoja de cálculo donde se introdujeron los datos requeridos en la
ecuación antes mencionada, exceptuando, las magnitudes del coeficiente de
deformación tectónica debida al esfuerzo horizontal mínimo (εh) y el coeficiente de
deformación tectónica debida al esfuerzo horizontal máximo (εH), cuyos valores fueron
hallados iterando haciendo uso de la herramienta solver, con la condición de hacer el
esfuerzo horizontal mínimo igual a la presión de cierre de cada prueba minifrac.

Posteriormente, se utilizó la metodología planteada por (Lobos y Vázquez, 2013)


para determinar las deformaciones tectónicas en función de la profundidad (ver
ecuaciones 101 y 102), los cuales plantean que los coeficientes aumentan conforme
aumenta la profundidad, tomando en cuenta que para un ángulo de breakout 0° no
existe problemas de inestabilidad mientras que para ángulos de mitad de breakout
mayores de 45° (90° de ángulo de breakout completo) se tiene inestabilidad en el hoyo
para el campo Ceuta al sureste del Lago de Maracaibo; resultando que para el Bloque
VI de Urdaneta corresponde al 20% de dicha ecuación; por lo que se empleó finalmente
la misma para el cálculo de los coeficientes de deformación tectónica y por ende para el
cálculo del esfuerzo horizontal mínimo basado en el modelo poroelástico.

(Ec. 101)

(Ec. 102)

Donde:
: presión de poro a condiciones originales (lpc).
Finalmente, se validó que el esfuerzo horizontal mínimo se encontraba calibrado, al
coincidir con las presiones a las cuales ocurrieron pérdidas de circulación en 9 pozos
del Bloque en estudio, durante las operaciones de perforación.

- Esfuerzo horizontal máximo.


El esfuerzo horizontal máximo se determinó utilizando los valores de coeficiente de
deformación tectónicos obtenidos en la fase anterior siguiendo la metodología
132

propuesta por Lobo y Vázquez, 2013, considerando el 20% de dichos valores y


empleando la ecuación 69 planteada en la capítulo anterior.

Es importante acotar que todos los perfiles de esfuerzo horizontal máximo y mínimo
para cada pozo fueron calculados a condiciones iniciales y actuales, creando algoritmos
en DrillWorks Predict con las respectivas fórmulas, haciendo uso de la herramienta
Tools – UDM/UDP Script Editor.

- Régimen de esfuerzos.
El régimen de esfuerzos se describió una vez determinadas las magnitudes de los
tres esfuerzos actuantes, basado en la clasificación planteada por Anderson en
Gímenez, 2012, analizando cada uno de los pozos y definiendo el régimen
predominante en el Bloque VI del yacimiento Urdaneta 01.

- Dirección de los esfuerzos.


La dirección de los esfuerzos horizontales se validaron, luego de analizar los
resultados del registro de anisotropía acústica del pozo UD-826, donde el azimuth de la
onda de corte rápida coincide con la dirección del esfuerzo horizontal máximo.
Asimismo, con el análisis de ovalidad del pozo UD-747 resultado de los registros de
imágenes con los que cuenta el pozo, se pudo determinar la dirección del esfuerzo
horizontal mínimo, como la dirección de breakout, existiendo perpendicularidad relativa
entre ambos esfuerzos, por lo cual se logró validar la dirección de ambos.

3.5.6. Fase VI: Cálculo de presión de fondo fluyente crítica.

Ésta última fase consistió en la determinación de la presión de fondo fluyente crítica


para cada pozo a condiciones iniciales y actuales, empleando los tres métodos
descritos en capítulo II, basados en ensayos de laboratorio. Inicialmente, se exportó de
Drillworks Predict toda la información obtenida en las fases anteriores que sería
requerida para el siguiente cálculo, de acuerdo a la metodología empleada. Toda esta
información se plasmó en una hoja de cálculo en Excel, donde se crearon las fórmulas
133

correspondientes a las metodologías de Wilson (1992 para British Petroleum, ver


ecuación 84), Coates y Denoo (1981, ver ecuación 87) y Hoek & Brown (1980, ver
ecuación 93).

Para las tres metodologías, se prestó especial atención en las magnitudes de los
esfuerzos principales máximo (σ1) y mínimo (σ2) a incluir en el cálculo, ya que los
mismos dependerán de si el análisis se realiza a los cañoneos/perforaciones o al hoyo
desnudo. En este caso, para el pozo UD-735 por estar completado a hoyo desnudo se
consideró en el análisis el esfuerzo horizontal máximo y el esfuerzo horizontal mínimo;
por otra parte, para el resto de los pozos (UD-747, UD-821, UD-825 y UD-826), por
estar completado a hoyo entubado cañoneado, en el análisis se incluyó el esfuerzo
vertical y el esfuerzo horizontal mínimo. Es importante destacar, que para el método de
Wilson, la resistencia efectiva de la formación (σy) se consideró igual a la resistencia
TWC, ya que se ha demostrado que éste parámetro es el que mejor describe las
condiciones de resistencia para arenamiento obtenida en laboratorio, por lo cual arroja
resultados más precisos.

- Construcción de envolventes de estabilidad de producción.


Para este análisis se utilizaron los diagramas mecánicos de cada pozo con los
respectivos intervalos productores de las formaciones Santa Bárbara (unidad informal),
Icotea y Misoa y se realizó el cálculo por formación (seleccionando exclusivamente los
intervalos cañoneados), promediando las propiedades mecánicas y de resistencia por
formación, con el fin de generar una envolvente de estabilidad de producción de arena
para cada pozo para cada formación en la que esté completado el pozo; considerando
la homogeneidad en cuanto a propiedades se refiere de cada formación estudiada.

Una vez determinada la presión de fondo fluyente critica para cada pozo a
condiciones actuales e iniciales de yacimiento por formación productora, se grafican
sobre un eje cartesiano las coordenadas de cada punto, donde el eje de las ordenadas
representa la presión de fondo fluyente crítica y el eje de las abscisas la presión de
yacimiento correspondiente, se unen estos dos puntos y se traza una línea recta que se
134

hace coincidir con una línea recta que parte del origen y cuyos valores de presión de
yacimiento son iguales a los de fondo fluyente, la cual define el límite entre la zona de
datos realista y no realista (ver figura 36).

Figura 36. Modelo típico de una envolvente de producción de arena


Fuente: Wilson y col. (2003).

La región del plano comprendida entre los valores debajo de la curva límite y por
encima de la curva de presiones críticas, define los valores de diferencial de presión
crítico estables para prevenir la producción de arena.
135

CAPÍTULO IV

ANÁLISIS Y DISCUSIÓN DE LOS RESULTADOS

En este capítulo se contempla la presentación y el análisis de los resultados


obtenidos en función de cada uno de los objetivos propuestos para el desarrollo de la
investigación, para lo cual se hizo necesario llevar a cabo el conjunto de fases descritas
en el capítulo anterior. El análisis será detallado en las respectivas discusiones de
gráficos, tablas o figuras representativas de los cálculos realizados, a través de los
cuales se pretende mostrar una mayor definición del estudio.

4.1. Fase I: Auditoria de la información.

La revisión del Modelo de Datos Geomecánico permitió identificar un total de 96


pozos completados en el Yacimiento Urdaneta 01 en el área de Bloque VI, de los
cuales 9 pozos fueron considerados claves para el estudio geomecánico debido a que
poseen la mayor cantidad de datos y mayor cobertura en profundidad. De este
subconjunto de pozos, luego de estudiar la vida productiva de los mismos, se determinó
que únicamente 9 pozos, entre los que se encuentra el UD-747, presentaron
problemas de arenamiento. Por lo antes expuesto, para el desarrollo del modelo se
consideró el pozo UD-735, que a pesar de no ser parte de los pozos claves, éste
presentó problemas de arenamiento y posee registro de densidad a nivel de yacimiento,
lo que permitió generar registros sónicos sintéticos para hacer los cálculos necesarios
en el desarrollo del estudio.

El pozo UD-826, parte de los pozos claves, posee buena cobertura en profundidad
de registros de densidad y sónicos dipolar cruzado, información valiosa para el modelo,
considerando que es un pozo recientemente perforado en el campo. Por su parte, los
pozos UD-821 y UD-825 (igualmente pozos claves) poseen gran cobertura de registro
de densidad, lo que permite generar el registro sónico sintético respectivo.
136

En la figura 37 se muestra como ejemplo los registros petrofísicos disponibles para


el pozo UD-747 cargados en el simulador DrillWorks Predict (datos de entrada al
proyecto creado en el programa para el desarrollo del modelo). Por otra parte, en la
figura 38, se muestra la gráfica de los eventos operacionales de interés geomecánico
del pozo UD-747, que serán de utilidad al momento de calibrar el modelo de
geopresiones. Esta información se encuentra disponible para el resto de los pozos.

Figura 37. Datos de entrada al simulador del pozo UD-747.


Fuente: Irausquin, M. (2014).

Figura 38. Gráfico de eventos de perforación del pozo UD-747.


Fuente: (Base de datos, PDVSA).
137

4.1.1. Registro sónico compresional sintético.

Los registros sónicos sintéticos para los pozos UD-735, UD-821 y UD-825, se
generaron a partir de los registros de densidad, haciendo uso de la ecuación de
Gardner (Ec. 97), considerando los registros del pozo UD-826, el cual cuenta con
registros originales de densidad y sónico con gran cobertura en profundidad. El pozo
UD-747, de igual forma posee registros de densidad y sónicos originales, sin embargo,
se obtuvo mejores coeficientes de correlación con el pozo UD-826.

Se graficó en un plano cartesiano los valores de densidad obtenidos a partir del


registro Rhob (en el eje de las ordenadas) versus los valores de velocidad de tránsito a
partir del registro DTC (en el eje de las abscisas), generando de esta manera un gráfico
cruzado, que permitió agregar una línea de tendencia potencial obteniendo los
parámetros “c” y “e” de Gardner. Del conjunto total de datos, se separaron las
formaciones suprayacentes de las formaciones Icotea y Misoa, para determinar en esta
zona las mejores correlaciones, con el fin de generar un registro sintético de mayor
precisión en las zonas productoras, por ser de mayor importancia para el estudio del
fenómeno de arenamiento (ver gráficos 39,40 y 41).

2,8

2,6

2,4
Densidad (g/cc)

2,2

1,8

1,6 y = 0,1571x0,2934
R2 = 0,5991
1,4
5000 6000 7000 8000 9000 10000 11000 12000 13000 14000
Velocidad de tránsito (pie/s)

Datos Rhob-VtcP Tendencia Potencial

Figura 39. Gráfico de Densidad-Velocidad de tránsito (compresional). Zona Superior Pozo UD-826.
Fuente: Irausquin, M. (2014).
138

En los gráficos se muestran las correlaciones generadas de la zona superior,


Formación Icotea y Misoa respectivamente, en los mismos se puede notar que existe
buena correlación para la zona superior y para la Formación Icotea, obteniendo los
parámetros de Gardner; sin embargo, para la Formación Misoa no existe correlación,
por lo cual se iteraron valores de c y e en la ecuación hasta lograr ajustar la curva
sintética gráficamente a la curva original, haciendo uso de la herramienta Analyze
Advanced Sonic - Rhob Gardner de DrillWorks Predict.

2,8

2,7

2,6

2,5
Densidad (g/cc)

2,4

2,3

2,2

2,1 y = 0,1321x0,3073
R2 = 0,2388
2
11000 11500 12000 12500 13000 13500 14000 14500 15000
Velocidad de tránsito (pie/s)

Datos Rhob-Vtc Tendencia Potencial

Figura 40. Gráfico de Densidad-Velocidad de tránsito (compresional). Formación Icotea Pozo UD-826.
Fuente: Irausquin, M. (2014).

2,6

2,5

2,4
Densidad (g/cc)

2,3

2,2

2,1
y = 4,1176x-0,0646
R2 = 0,0039
2
9000 9500 10000 10500 11000 11500 12000 12500 13000 13500 14000
Velocidad de tránsito (pie/s)

Datos Rhob-Vtc Tendencia Potencial

Figura 41. Gráfico de Densidad-Velocidad de tránsito (compresional). Formación Misoa Pozo UD-826.
Fuente: Irausquin, M. (2014).
139

Una vez determinados los parámetros de Gardner para la zona superficial y las
Formaciones Icotea y Misoa (ver tabla 6) se determinó el registro sintético de los pozo
UD-747 y UD-826, para comparar gráficamente con sus registros originales en la
interfaz de DrillWorks Predict (ver figura 42), obteniendo excelentes resultados.

Tabla 6. Parámetros de Gardner por formación.

c e
ZS 0,1571 0,2934
ICOTEA 0,1321 0,3073
MISOA 0,2262 0,2490
Fuente: Irausquin, M. (2014).

Figura 42. Superposición de registro sónico sintético sobre original. Izquierda:UD-826. Derecha:UD-747
Fuente: Irausquin, M. (2014).

Como se observa en la figura 42, el registro de tiempo de tránsito compresional


original (curva azul) y el sintético (curva amarilla) presentan el mismo comportamiento,
se observa mayor ajuste en el pozo UD-826, ya que este fue utilizado para generar la
correlación; sin embargo, se observa de igual manera buen ajuste para el pozo UD-747.
140

4.1.2. Registro sónico de corte sintético.

Al igual que en la sección anterior, se graficó en un plano cartesiano, en este caso


los valores de tiempo de tránsito de la onda compresional versus la onda de corte para
el pozos UD-826 y UD-747, ambos con registros dipolares originales (ver gráficos, 43,
44 y 45). El pozo UD-826 presentó mayores coeficientes de correlación lineal, por lo
cual se tomó el mismo, para generar los registros de corte sintético del resto de los
pozos. El cálculo de la curva se llevó a cabo a través de la ecuación 103:

DTS=mTDC+b (Ec. 103)

Donde: m y b corresponde a la pendiente de la recta y el corte del eje Y de la línea


de tendencia resultante de los gráficos cruzados para la zona superior, la Formación
Icotea y la Formación Misoa respectivamente (ver tabla 7).

600

500

400
DTS (us/pie)

300

200

100
y = 4,5969x - 240,19
R2 = 0,8428
0
60 80 100 120 140 160 180
DTC (us/pie)
Datos DTC-DTS Tendencia líneal

Figura 43. Gráfico DTC vs. DTS. Zona Superior Pozo UD-826.
Fuente: Irausquin, M. (2014).

Tabla 7. Parámetros para calcular DTS sintético por formación.

m b
ZS 4,597 240,190
ICOTEA 2,731 71,284
MISOA 2,329 39,076
Fuente: Irausquin, M. (2011).
141
180

170

160

150

DTS (us/pie)
140

130

120

110 y = 2,7306x - 71,284


R2 = 0,8147
100
65 70 75 80 85 90
DTC (us/pie)
Datos DTC-DTS Tendencia líneal

Figura 44. Gráfico DTC vs. DTS. Formación Icotea Pozo UD-826.
Fuente: Irausquin, M. (2014).
230

220

210

200

190
DTS (us/pie)

180

170

160

150

y = 2,329x - 39,076
140 2
R = 0,469
130
75 80 85 90 95 100 105
DTC (us/pie)
Datos DTC-DTS Tendencia líneal

Figura 45. Gráfico DTC vs. DTS. Formación Misoa UD-826.


Fuente: Irausquin, M. (2014).

En la figura 42, se puede observar la superposición del registro sónico de corte


sintético (curva amarilla), sobre el original (curva roja), en ambos pozos presenta buen
ajuste, por ello, se utilizaron las relaciones presentadas para generar los registros
sintéticos de los pozos restantes. Una vez calculados los tiempos de transito sintéticos y
generadas las curvas a partir de los registros de densidad (ver figura 46), éstas se
suavizaron. A continuación se muestran los registros sónicos originales de los pozos
UD-747 y UD-826, así como los registros sintéticos de los pozos UD-735, UD-821 y UD-
825 (ver figura 47):
142

Figura 46. Registros de densidad corregidos de los pozos UD-735, UD-747, UD-821, UD-825 y UD-826.
Fuente: Irausquin, M. (2014).

Figura 47. Registros sónicos finales de los pozos UD-735, UD-747, UD-821, UD-825 y UD-826.
Fuente: Irausquin, M. (2014).
143

4.2. Fase II: Modelo de geopresiones.

Para cada uno de los pozos de los pozos en estudio (UD-735, UD-747, UD-821, UD-
825 y UD-826) se determinó el gradiente de sobrecarga y el gradiente de presión de
poro.

4.2.1. Gradiente de sobrecarga.

Inicialmente, se determinaron los valores de densidad hasta la superficie como se


indicó en el capítulo anterior, ingresando como porosidad a profundidad cero 0.4 y
como parámetro de declinación de porosidad 0.002 en el modulo Analyse Rhob Miller
de DrillWorks Predict, obteniendo las curvas mostradas a continuación (ver figura 48).

Figura 48. Registros Rhob hasta superficie de los pozos UD-735, UD-747, UD-821, UD-825 y UD-826.
Fuente: Irausquin, M. (2014).

Seguidamente, se determinó el gradiente de sobrecarga en el software a partir de la


derivada del registro de densidad hasta superficie (ver figura 49).
144

Figura 49. Gradiente de sobrecarga de los pozos UD-735, UD-747, UD-821, UD-825 y UD-826.
Fuente: Irausquin, M. (2014).

En las curvas se puede observar que no existe diferencia marcada en el gradiente


de sobrecarga entre cada uno de los pozos estudiados, lo que permite inferir que en
toda la extensión del bloque existen los mismos tipos de rocas y fluidos que generan
igual valores de densidad y por ende de sobrecarga, en la siguiente tabla se
representan numéricamente los resultados obtenidos para el yacimiento, obteniendo un
promedio final de 0.928lpc/pie, como gradiente de sobrecarga para el Bloque VI del
Yacimiento Urdaneta 01.

Tabla 8. Gradiente de sobrecarga.


Santa Bárbara Icotea Misoa
Pozo
ppg lpc/pie ppg lpc/pie ppg lpc/pie
UD-735 17,69 0,920 17,72 0,921 17,74 0,923
UD-747 17,66 0,918 17,67 0,919 17,71 0,921
UD-821 17,71 0,921 17,73 0,922 17,78 0,924
UD-825 17,9 0,931 17,92 0,932 17,95 0,934
UD-826 18,17 0,945 18,20 0,946 18,23 0,948
Promedio 17,82 0,927 17,85 0,928 17,88 0,930

Fuente: Irausquin, M. (2014).


145

4.2.2. Gradiente de presión poro.

Para el cálculo del gradiente de poro fue necesario, en primer lugar, trazar línea de
lutitas promedio para luego generar el tren de compactación normal, que permitió
finalmente el cálculo de la presión de poro, para su posterior calibración.

4.2.2.1. Trazado de líneas de lutitas.

Se trazó la línea de lutita promedio para cada formación, considerando el registro de


rayos gamma, y se transfirieron los intervalos lutíticos al registro sónico y luego se
generó un filtro de los puntos seleccionados. A continuación en la figura 50, se muestra
como ejemplo el pozo UD-747.

Figura 50. Transferencia de intervalos lutíticos al registro sónico del pozo UD-747.
Fuente: Irausquin, M. (2014).

Una vez obtenida la curva de tiempo de transito exclusiva de lutitas, se procedió a


determinar el tren de compactación normal.
146

4.2.2.2. Cálculo del tren de compactación normal.

Éste se calculó a través del método de Bowers, introduciendo en la herramienta NCT


de DrillWorks Predict los parámetros Vo=5500, A=2.650 y B=0.900, que fueron
determinados siguiendo el procedimiento descrito en el capítulo anterior. Los gráficos a
continuación muestran los esfuerzos efectivos calculados con la ecuación de la curva
de carga original de Bowers utilizando los parámetros Vo, A y B indicados, versus
velocidad de onda de las lutitas para los pozos UD-735, UD-747 y UD-826 (ver figuras
51-53).

Figura 51. Ajuste de esfuerzos efectivos vírgenes a la curva de carga original del pozo UD-735.
Fuente: Irausquin, M. (2014).

Los parámetros seleccionados son los que generan la curva que mejor se ajusta a
los resultados obtenidos para los pozos UD-747 y UD-826, que son aquellos en los
cuales se cuenta con datos originales, observando marcada desviación de la tendencia
normal en las Formaciones La Rosa, Icotea y Miosa, lo que permite inferir presiones
anormales en dichas formaciones. Adicionalmente, en el resto de los pozos se observa
que la tendencia normal ajusta pobremente en las formaciones superiores,
consecuencia de data obtenida de registro sónico sintético; sin embargo, a partir de la
Formación Lagunillas comienza la zona donde se pueden inferir presiones anormales,
ya que se observa una marcada desviación de la tendencia de la curva virgen.
147

Figura 52. Ajuste de esfuerzos efectivos vírgenes a la curva de carga original del pozo UD-747.
Fuente: Irausquin, M. (2014).

Figura 53. Ajuste de esfuerzos efectivos vírgenes a la curva de carga original del pozo UD-826.
Fuente: Irausquin, M. (2014).
148

Con los parámetros de Bowers, se generó en DrillWorks Predict la curva de tren de


compactación normal, que serviría como dato de entrada para el cálculo del gradiente
de presión de poro. A continuación se presenta como ejemplo el tren de compactación
determinado para el pozo UD-747 (ver figura 54).

Figura 54. Tren de compactación normal determinado para el pozo UD-747.


Fuente: Irausquin, M. (2014).

4.2.2.3. Cálculo de presión de poro.

Finalmente, se determinó el gradiente de presión de poro, siguiendo la metodología


de Eaton Sonic en DrillWorks Predict (ver figura 55), observando como resultado un
leve incremento en el comportamiento de presiones a partir de la Formación Lagunillas
para los pozos UD-735, UD-821 y UD-825 y el esperado comportamiento de presiones
anormales en la Formación La Rosa para todos los pozos del estudio.
149

Figura 55. Gradiente de poro Eaton-Sonic de los pozos UD-735, UD-747, UD-821, UD-825 y UD-826.
Fuente: Irausquin, M. (2014).

4.2.2.4. Calibración de presión de poro.

Inicialmente, se analizó el gradiente presión de poro obtenido, en conjunto con el


peso de lodo utilizado durante las operaciones de perforación y los eventos suscitados,
calibrando con un exponente de Eaton de 1.6 (ver figura 58). Como se dijo
anteriormente, en todos los pozos se observa una marcado incremento de presión a
nivel de la Formación La Rosa, lo cual corresponde con arrastres puntuales y apoyos
durante las operaciones de perforación; asimismo, en esta zona se reporta abundante
ripio en superficie caracterizado por las arcillas, y la necesidad de aplicar aditivos
viscosos para mantener estables las condiciones dentro del hoyo. Por su parte, en los
pozos UD-735, UD-821 y UD-825 se observó que el incremento en las presiones
coincide con algunos problemas operacionales detectados, tales como: apoyos y
arrastres puntuales que se extendieron desde el Miembro Laguna hasta las secciones
inferiores de la Formación La Rosa; además, en el pozo UD-821, se observó
incremento en la presión de bombeo desde el inicio de la Formación Lagunillas, y en los
150

retornos se observó lodo floculado y abundante arcilla, además de apoyos puntuales y


abundante ripio en superficie. Considerando estos factores, se puede decir que a las
profundidades de las formaciones mencionadas, se presentan presiones de poro
ligeramente altas, acentuando en magnitud a nivel de la Formación La Rosa.

En lo concerniente a la calibración de la presión de poro a nivel de yacimiento


(Formaciones Icotea y Misoa), como se indicó en el capítulo anterior, se consideraron
las pruebas RFT disponibles para los pozos UD-747, UD-825 y 826, y para los pozos
UD-735 y UD-821, se seleccionaron pozos vecinos en cada caso y se correlacionaron
las unidades hidráulicas a través del registro de GR, calibrando finalmente el gradiente
de poro con el RFT correlacionado (ver figura 56). Es importante mencionar que el
gradiente de poro también fue calibrado por declinación de presión, considerando una
declinación de 22lpc por año, obtenida por Marvin (2013), luego de realizar un análisis
de todas las pruebas estáticas realizadas en el Bloque VI del yacimiento (ver figura 57).

Finalmente, en la figura 60, se muestra la presión de poro actual calibrada, indicando


el peso de lodo utilizado y los puntos de presión tomados, llevados a presión actual.

Figura 56. Correlación de unidades hidráulicas para llevar RFT del pozo UD693 al pozo UD-735.
Fuente: Irausquin, M. (2014).
151

Figura 57. Declinación de presión de las Formaciones Icotea y Misoa para el Bloque VI.
Fuente: Vargas, M. (2013).

Figura 58. Gradiente de poro actual calibrado. Pozos: UD-735, UD-747, UD-821, UD-825 y UD-826.
Fuente: Irausquin, M. (2014).
152

En la siguiente tabla se presentan numéricamente los gradientes de presión de poro


obtenidos para el Miembro Santa Bárbara (informal), y las Formaciones Icotea y Misoa,
resultando un promedio 0.354lpc/pie, como gradiente de presión de poro para el Bloque
VI del Yacimiento Urdaneta 01.

Tabla 9. Gradiente de poro actual calibrado.


Santa Bárbara Icotea Misoa
Pozo
ppg lpc/pie ppg lpc/pie ppg lpc/pie
UD-735 6,50 0,338 6,08 0,316 6,36 0,330
UD-747 7,38 0,383 7,82 0,406 6,59 0,342
UD-821 6,92 0,359 7,81 0,406 7,66 0,398
UD-825 6,22 0,323 7,10 0,369 7,39 0,384
UD-826 5,41 0,281 6,22 0,323 6,76 0,351
Promedio 6,49 0,337 7,01 0,364 6,95 0,361
Fuente: Irausquin, M. (2014).

Finalmente, se estimó la presión de poro inicial a través de la ecuación de buoyancy


(Ec. 100) siguiendo procedimiento planteado en el capítulo anterior, a partir del
gradiente de presión de poro antes calculado, los resultados de presión de poro actual e
inicial se muestran en la figura 59.

Figura 59. Presión de poro actual e inicial. Pozos: UD-735, UD-747, UD-821, UD-825 y UD-826.
Fuente: Irausquin, M. (2014).
153

4.3. Fase III: Cálculo de propiedades mecánicas.

Las propiedades mecánicas de la roca son necesarias para la estimación del campo
de esfuerzo actuante, inicialmente se estimaron las propiedades elásticas dinámicas,
para luego a partir de los ensayos de núcleos realizados al pozo UD-747, establecer
correlaciones que permitieron determinar las propiedades elásticas estáticas.

4.3.1. Parámetros elásticos dinámicos.

Los datos obtenidos de los registros sónicos y de densidad de los pozos UD-735,
UD-747, UD-821, UD-825 y UD-826, permitieron determinar las propiedades elásticas
dinámicas a partir de las ecuaciones número 8 hasta las 12. A continuación se
muestran las curvas resultantes para el pozo UD-747 (ver figura 60).

Figura 60. Parámetros elásticos dinámicos del pozo UD-747.


Fuente: Irausquin, M. (2014).
154

En las curvas se puede observar que la Formación Icotea, presenta mejores


propiedades mecánicas, que la Formación Misoa y esta a su vez que el Miembro Santa
Bárbara.

En la siguiente tabla, se aprecian los resultados obtenidos por pozo y por formación
respecto a las propiedades dinámicas, donde se corrobora el mismo comportamiento
para el resto de los pozos, destacando la Formación Icotea mecánicamente sobre el
resto de las formaciones.

Tabla 10. Propiedades elásticas dinámicas.

Pozo v din E din K din G din β


(adim) (lpc) (lpc) (lpc) (1/lpc)
UD-735 0,39 1434024 2052708 521068 4,90E-07
UD-747 0,31 2671518 2442501 1016542 4,36E-07
Santa
UD-821 0,41 864491 1630436 306714 6,33E-07
Bárbara
UD-825 0,41 936373 1689880 333050 6,11E-07
UD-826 0,30 3268875 2754644 1256463 3,68E-07
UD-735 0,28 4004506 3058155 1564870 3,35E-07
UD-747 0,26 4394731 3009980 1752194 3,35E-07
Icotea UD-821 0,30 3528462 2894980 1361741 3,48E-07
UD-825 0,30 3512506 2882930 1356158 3,54E-07
UD-826 0,27 4462073 3314954 1754221 3,06E-07
UD-735 0,32 2185033 1986304 829996 5,18E-07
UD-747 0,33 2105716 2047414 795111 4,94E-07
Misoa UD-821 0,32 1967998 1818682 746122 5,69E-07
UD-825 0,32 1825808 1727108 689734 5,87E-07
UD-826 0,31 2560072 2205733 981081 4,56E-07
Promedio SB = 0,37 1835056 2114034 686767 5,08E-07
Promedio I = 0,28 3980456 3032200 1557837 3,36E-07
Promedio M = 0,32 2128925 1957048 808409 5,25E-07

Fuente: Irausquin, M. (2014).

4.3.2. Parámetros elásticos estáticos.

Los parámetros elásticos estáticos se determinaron gracias a un programa integral


de ensayos mecánicos realizados en muestras del núcleo tomado durante la
perforación del pozo UD-747, entre el conjunto de pruebas se tiene principalmente:
155

resistencia a la compresión no confinada, compresión triaxial, colapso de cilindro de


pared hueca, pruebas de compresibilidad y propiedades petrofísicas básicas.

A partir de los resultados obtenidos en los ensayos de compresión triaxial a


presiones de confinamiento 0, 1000, 2000, 3000 y 6000lpc aproximadamente (ver
figuras 61-64), la relación esfuerzo - deformación derivada permitió determinar el
Módulo de Young y la Relación de Poisson estática, necesaria para estimar el campo
de esfuerzos horizontales. Una vez validados estos resultados, se llevaron a
profundidad de registro las propiedades obtenidas de los ensayos de núcleos y se
realizaron gráficos cruzados de Módulo de Young y Relación de Poisson Estático
versus Modulo de Young y Relación de Poisson dinámico para el pozo UD-747, tanto
para toda la columna, como para cada formación, sin obtener correlación directa entre
las propiedades mencionadas.

Figura 61. Gráfico esfuerzo – deformación. 10 muestras verticales (8268.4’-8269.58’) del pozo UD-747.
Fuente: TERRATEK. (2013).
156

Figura 62. Gráfico esfuerzo – deformación. 5 muestras verticales (8488.0’-8489.25’) del pozo UD-747.
Fuente: TERRATEK. (2013).

Figura 63. Gráfico esfuerzo – deformación. 6 muestras verticales (8617.58’-8618.67’) del pozo UD-747.
Fuente: TERRATEK. (2013).
157

Figura 64. Gráfico esfuerzo – deformación. 6 muestras verticales (8619.25’-8621.33’) del pozo UD-747.
Fuente: TERRATEK. (2013).

En vista de la situación presentada, se generaron otra serie de gráficos cruzados del


Módulo de Young y la Relación de Poisson estática, versus datos de registro y
propiedades dinámicas de las rocas tales como: tiempo de tránsito de la onda
compresional (ver figura 65 y 66), densidad (ver figura 67 y 68), porosidad total y
volumen de arcilla; encontrando altos coeficientes de correlación para las primeras dos,
considerando los ensayos realizados a presión de confinamiento de 6000lpc
aproximadamente, ya que ésta coincide con el promedio de los esfuerzos actuantes en
el campo para las formaciones en estudio y excluyendo los resultados obtenidos en la
muestra 10-1, la cual arrojó un valor de modulo de Young fuera de tendencia por
describir un comportamiento plástico sin punto de quiebre en la curva esfuerzo-
deformación a diferencia del resto de las muestras (ver figura 63, curva roja).

Es de interés mencionar que las correlaciones fueron generadas para todo el


Yacimiento como un conjunto debido a la poca cantidad de muestras ensayadas a
presión de confinamiento igual a 6000lpc y solo permiten definir las propiedades
estáticas a nivel de las formaciones Icotea-Misoa, ya que es donde se cuenta con
158

muestras de núcleo. Para las formaciones suprayacentes se utilizaron las correlaciones


de la literatura indicadas en el capítulo anterior.

2.000.000
Eest = -55253DTC + 6E+06
1.800.000 R2 = 0,9495
1.600.000
Modulo de Young estático

1.400.000

1.200.000

1.000.000

800.000

600.000

400.000

200.000

0
75 80 85 90 95 100
DTC (us/pie)

Pconf=6000lpc Tendencia líneal

Figura 65. Gráfico cruzado de Módulo de Young estático vs. tiempo de transito de onda compresional.
Fuente: Irausquin, M. (2014).

0,30
vest = -0,0059DTC + 0,6953
R2 = 0,9116
0,25
Relación de Poisson estática

0,20

0,15

0,10

0,05

0,00
75 80 85 90 95 100
DTC (us/pie)
Pconf=6000lpc Tendencia líneal

Figura 66. Gráfico cruzado de Relación de Poisson estática vs tiempo de transito de onda compresional.
Fuente: Irausquin, M. (2014).
159

2.000.000
1.800.000

Modulo de Young estático (lpc)


1.600.000
1.400.000
1.200.000
1.000.000
800.000
600.000
400.000
Eest = 4E+06Rhob - 8E+06
200.000 R2 = 0,9784
0
2,1 2,15 2,2 2,25 2,3 2,35 2,4 2,45
Rhob (g/cc)

Pconf=6000lpc Tendencia líneal

Figura 67. Gráfico cruzado de Modulo de Young estático vs. densidad de registro.
Fuente: Irausquin, M. (2014).

0,30

0,25
Relación de Poisson estática

0,20

0,15

0,10

0,05 vest = 0,4176Rhob - 0,775


R2 = 0,9067
0,00
2,1 2,15 2,2 2,25 2,3 2,35 2,4 2,45
Rhob (g/cc)

Pconf=6000lpc Tendencia líneal

Figura 68. Gráfico cruzado de Relación de Poisson estática vs. densidad de registro.
Fuente: Irausquin, M. (2014).

Una vez generadas las correlaciones mostradas, se calculó el modulo de Young


estático y la relación de Poisson estática para el pozo UD-747 con cada correlación
generada para seleccionar visualmente la que mejor se ajusta a los resultados
obtenidos en laboratorio, haciendo uso de la herramienta DrillWorks Predict (ver figuras
69 y 70).
160

Figura 69. Selección de correlación para Modulo de Young estático a partir de DTC y Rhob.
Fuente: Irausquin, M. (2014).

Figura 70. Selección de correlación para Relación de Poisson estática a partir DTC y Rhob.
Fuente: Irausquin, M. (2014).
161

Como se observa en las figuras 69 y 70, ambas correlaciones se ajustan a los


valores de modulo de Young y relación de Poisson estática obtenidos en laboratorio,
por lo cual se decidió utilizar la correlación a partir del tiempo de tránsito de la onda
compresional para los pozos UD-747 y UD-826, que poseen registros sónicos
originales, mientras que para los pozos UD-735, UD-821 y UD-825 se utilizó la
correlación generada a partir del registro de densidad, ya que éstos poseen registros de
densidad originales. Una vez determinados el modulo de Young y la relación de
Poisson estática, siguiendo las ecuaciones descritas en la tabla 1, se determinaron el
resto de las propiedades elásticas estáticas para todos los pozos del estudio. En la
figura 71 se muestra como ejemplo, las propiedades mecánicas elásticas estáticas y
dinámicas para el pozo UD-747.

Figura 71. Propiedades elásticas estáticas y dinámicas del pozo UD-747.


Fuente: Irausquin, M. (2014).

Por su parte en la tabla número 11 se muestran los resultados obtenidos para el


resto de los pozos del estudio, promediando por formación productora.
162

Tabla 11. Propiedades elásticas estáticas.

Pozo v est E est K est G est β


(adim) (lpc) (lpc) (lpc) (1/lpc)
UD-735 0,19 1199318 652455 335742 1,60E-06
UD-747 0,16 980129 530965 274244 1,77E-06
Santa
UD-821 0,16 865374 430802 248133 2,92E-06
Bárbara
UD-825 0,16 916688 461105 262046 2,56E-06
UD-826 0,19 1233438 676051 344792 1,69E-06
UD-735 0,22 1522599 958127 413080 1,26E-06
UD-747 0,23 1683234 1068220 453935 9,68E-07
Icotea UD-821 0,22 1523729 917100 415853 1,14E-06
UD-825 0,22 1514679 917445 413036 1,18E-06
UD-826 0,25 1785742 1186098 477264 8,75E-07
UD-735 0,17 1055089 563702 297694 2,15E-06
UD-747 0,12 577147 258569 170872 4,25E-06
Misoa UD-821 0,15 889328 438694 255775 2,52E-06
UD-825 0,15 840585 403986 243232 2,75E-06
UD-826 0,15 864430 411653 250731 2,55E-06
Promedio SB = 0,17 998907 524731 282304 2,24E-06
Promedio I = 0,23 1626846 1022216 440022 1,04E-06
Promedio M = 0,14 792873 378225 230153 3,02E-06

Fuente: Irausquin, M. (2014).

En la tabla se puede observar que el comportamiento mecánico estático de la roca


es similar al comportamiento dinámico, donde los parámetros toman mayores valores
en la Formación Icotea, en proporción mucho menor a los parámetros dinámicos. Solo
se debe acotar, que en lo que respecta a la Relación de Poisson estática para la
Formación Icotea, presenta valores similares a la Relación de Poisson dinámica a
diferencia del Modulo de Young y el resto de las propiedades elásticas.

Adicionalmente, es importante destacar, que durante la elaboración de los gráficos


cruzados se observó un comportamiento constante en la mayoría de las curvas, donde
se observó mejor correlación a presión de confinamiento 0lpc, lo que permite inferir que
los parámetros elásticos a partir de registros eléctricos ajustan a los obtenidos en
ensayos geomecánicos de resistencia a la presión sin confinamiento, por lo cual deben
ser corregidos por este parámetro.
163

4.4. Fase IV: Cálculo de propiedades de resistencia.

Para el desarrollo del modelo geomecánico fue estrictamente necesario conocer las
propiedades de resistencia de las rocas, por ello, se seleccionaron las correlaciones de
la literatura que mejor representaron dichas propiedades, y en otros casos, se
generaron correlaciones que permitieron extrapolar los resultados de los ensayos del
núcleo del pozo UD-747 a los demás pozos del modelo.

Inicialmente, se evaluó la resistencia a la presión sin confinamiento, considerando


las correlaciones de Coates & Denoo, Horsud, McNally y Thuringia, las cuales
involucran propiedades petrofísicas como porosidad y volumen de arcilla, así como, el
tiempo de transito de la onda compresional; sin embargo, no se ajustaron a los
resultados obtenidos en los ensayos de laboratorio (ver la primera pista de la figura
73). Por lo antes expuesto, se generaron gráficos cruzados de UCS vs. DTC
considerando la correlación núcleo-perfil. Es importante mencionar, que se excluyeron
cuatro puntos de UCS que se encontraban fuera de tendencia, los cuales coincidían
con las secciones excluidas en las propiedades mecánicas de la fase anterior,
obteniendo finalmente buen coeficiente de correlación (ver figura 72), que al generar la
curva final en DrillWorks Predict (ver figura 73), mostró buen ajuste a los resultados
obtenidos en laboratorio para el pozo UD-747.

7.000
UCS = 4E+07e-0,1153DTC
6.000
R2 = 0,7459
5.000
UCS (lpc)

4.000

3.000

2.000

1.000

0
70 75 80 85 90 95 100
DTC (us/pie)
UCS Tendencia exponencial

Figura 72. Gráfico cruzado de UCS vs. DTC.


Fuente: Irausquin, M. (2014).
164

Figura 73. Selección de correlación para UCS, To, FANG, Co y TWC a partir del pozo UD-747.
Fuente: Irausquin, M. (2014).

En la figura 73 se puede observar en la primera pista que la curva roja, la cual


representa la correlación generada a partir del tiempo de transito de la onda
compresional, es la que mejor ajusta a los resultados obtenidos en laboratorio para la
resistencia a la compresión sin confinamiento, a diferencia del resto de las curvas que
corresponden a las correlaciones de la literatura, donde algunas de ellas sobreestiman,
mientras que otras subestiman la resistencia a la compresión sin confinamiento.

Seguidamente, para la resistencia a la tensión, se realizó un gráfico cruzado de los


resultados obtenidos en laboratorio versus la resistencia a la compresión sin
confinamiento, obteniendo un excelente coeficiente de correlación lineal; sin embargo,
al generar la curva, la misma llegaba a tomar valores negativos a ciertas profundidades
para la formación Misoa. Por su parte, al considerar la correlación de Hoek y Brown que
involucra además de la resistencia a la compresión sin confinamiento, el parámetro m,
que depende del contenido arcilloso de la roca, se obtuvo excelentes resultados.
165

En la segunda pista de la figura 73, se observa que la curva púrpura generada a


partir de la correlación de Hoek y Brown para la resistencia a la tensión se ajusta a los
resultados obtenidos en laboratorio en la prueba de tensión brasileña, esto se debe a
que el valor del parámetro m utilizado, fue calibrado con el mismo ensayo resultando un
valor de m igual a 18 para valores de volumen de arcilla menores a 0.35 y un valor de m
igual a 12 para un volumen de arcilla mayor a 0.35.

Por su parte, en lo concerniente al ángulo de fricción interna, se estimó inicialmente


siguiendo la correlación de Plumb, que define el ángulo de fricción como una función de
la porosidad y del volumen de arcilla, observando cierta desviación a nivel de la
Formación Icotea. Por esto, se validaron los resultados presentados por TERRATEK
(2013), donde a partir de los ensayos triaxiales a diferentes presiones de confinamiento,
se trazaron círculos de Mohr, que siguiendo el criterio de falla de Mohr-Coulomb,
permitieron obtener a través de la envolvente de falla, resultados para el ángulo de
fricción interna y la cohesión en tres regímenes de esfuerzo (ver figuras 74-78). Para
el presente estudio, se consideró el régimen completo que abarca tanto bajas como
altas presiones de confinamiento.

Figura 74. Análisis de falla de Mohr-Coulomb (8268.4’-8269.58’) del pozo UD-747.


Fuente: TERRATEK. (2013).
166

Figura 75. Análisis de falla de Mohr-Coulomb (8268.4’-8269.58’) saturada del pozo UD-747.
Fuente: TERRATEK. (2013).

Figura 76. Análisis de falla de Mohr-Coulomb (8488’-8289.25’) del pozo UD-747.


Fuente: TERRATEK. (2013).
167

Figura 77. Análisis de falla de Mohr-Coulomb (8617.58’-8618.67’) del pozo UD-747.


Fuente: TERRATEK. (2013).

Figura 78. Análisis de falla de Mohr-Coulomb (8619.25’-8621.33’) del pozo UD-747.


Fuente: TERRATEK. (2013).
168

Una vez tabulados los resultados, se realizó un gráfico cruzado de ángulo de fricción
interna obtenido del análisis de falla de Mohr-Coulomb versus el tiempo de tránsito de la
onda compresional (ver figura 79), considerando el desfase núcleo perfil, obteniendo
buen coeficiente de correlación, que al ser representado en la curva roja como se
muestra en la tercera pista de la figura 73, se ajusta a los valores obtenidos del
laboratorio para ambas formaciones.

40,0
Ángulo de fricción interna (°)

y = 352,75e-0,0291x
35,0
R2 = 0,9817
30,0

25,0

20,0

15,0

10,0
75 80 85 90 95 100
DTC (us/pie)

Ángulo de Fricción Tendencia exponencial

Figura 79. Gráfico cruzado de ángulo de fricción interna vs. DTC.


Fuente: Irausquin, M. (2014).

Asimismo, la cohesión como se indicó en el capítulo anterior, inicialmente se calculó


empleando la correlación de Mohr-Coulomb, observando que para la Formación Icotea
sobreestima el parámetro, 6000lpc en promedio (ver curva púrpura en la cuarta pista de
la figura 73), mientras que los resultados obtenidos del análisis de falla realizado a partir
de los ensayos triaxiales llevados a cabo en laboratorio, indican una cohesión para la
formación antes mencionada de 780lpc en promedio, y esto considerando dos análisis
de falla, cada uno con muestras ensayadas a cinco presiones de confinamiento
distintas. Luego, se determinó a partir de la correlación de Bruce (ver curva naranja en
la figura 73), que plantea la cohesión en función del ángulo de fricción además del
contenido de arcilla y el Módulo de Young, resultando que ajusta para la Formación
Icotea, mientras que para la Formación Misoa y las suprayacentes a Icotea arroja
valores muy bajos, tendiendo a cero en la mayoría.
169

Por lo antes expuesto, se generó un gráfico cruzado de cohesión versus tiempo de


transito de la onda compresional, observando altos coeficientes de correlación para la
Formación Icotea y la Formación Misoa por separado (ver figura 80), que una vez
determinada la cohesión y representada en la curva de color negro mostrada en al
cuarta pista de la figura 73, se observa que ajusta en ambas formaciones a los
resultados obtenidos del análisis de falla de Mohr-Coulomb con los datos del
laboratorio.

2500

Co-I = 5906,3e-0,0834DTC
2000 R2 = 0,9845

Co - M = 87473e-0,1346DTC
Cohesión (lpc)

1500 R2 = 0,9462

1000

500

0
0,0 5,0 10,0 15,0 20,0 25,0 30,0 35,0 40,0 45,0 50,0
DTC (us/pie)
Cohesión Icotea Cohesión Misoa T. Exponencial - I T. Exponencial - M

Figura 80. Gráfico cruzado de cohesión vs. DTC.


Fuente: Irausquin, M. (2014).

Finalmente, para el parámetro más importante en el presente estudio, que


corresponde a la resistencia al cilindro de pared gruesa, que finalmente permitirá
estimar el diferencial de presión crítico, inicialmente se estimó con la correlación
mundialmente utilizada para areniscas, resultando que la misma, sobreestima el
parámetro (ver curva púrpura de la última pista de la figura 73).

Por ello, se validaron los resultados obtenidos de las cuatro pruebas de cilindro
hueco donde se utilizó el orificio central perforado en la muestra para simular un hoyo
de perforación, y el calibre interior y diámetros exteriores eran 0,5 y 1,5 pulgadas,
respectivamente (es decir, una relación de diámetro del agujero 3:1 exterior a interior).
170

Durante las pruebas, un esfuerzo radial y un esfuerzo axial se aplican para simular
condiciones de tensión esperados que pueden resultar alrededor del pozo. El valor de
presión de confinamiento externa corresponden a la iniciación de la inestabilidad y falla
de calibre catastrófica del agujero interior, los criterios para determinar estas presiones
fueron los puntos de inflexión de la curva de carga durante la compresión hidrostática,
tanto para la deformación volumétrica externa, como para la producción de arena en el
agujero interno, que al final indica el punto de inicio de la producción de arena y la
presión que será considerada como resistencia TWC. Por lo general, dos puntos de
inflexión se producen, el primero correspondiente a la iniciación de las conexiones en el
agujero interno (producción de arena o material), y el segundo corresponde al colapso
catastrófico del agujero interior (ver figuras 81-84).

Figura 81. Gráfico de deformación volumétrica y producción de arena vs. presión de confinamiento en
prueba TWC en muestra núcleo a 8249.15’ del pozo UD-747.
Fuente: TERRATEK. (2013).

Con los resultados obtenidos para la resistencia interna del cilindro de pared hueca,
se realizó un gráfico cruzado versus la resistencia a la compresión sin confinamiento
igualmente de laboratorio, obteniendo un elevado coeficiente de correlación para una
tendencia potencial (ver figura 85).
171

Figura 82. Gráfico de deformación volumétrica y producción de arena vs. presión de confinamiento en
prueba TWC en muestra núcleo a 8268.65’ del pozo UD-747.
Fuente: TERRATEK. (2013).

Figura 83. Gráfico de deformación volumétrica y producción de arena vs. presión de confinamiento en
prueba TWC en muestra núcleo a 8617.80’ del pozo UD-747.
Fuente: TERRATEK. (2013).
172

Figura 84. Gráfico de deformación volumétrica y producción de arena vs. presión de confinamiento en
prueba TWC en muestra núcleo a 8619.50’ del pozo UD-747.
Fuente: TERRATEK. (2013).

Al determinar la resistencia TWC, con la correlación generada se graficó la curva


roja mostrada en la última pista de la figura 73, donde se observa que ajusta a los
resultados obtenidos en laboratorio para ambas formaciones de interés en el estudio,
por lo cual se empleó dicha correlación para el resto de los pozos.

9000
8000
7000
6000
TWC (lpc)

5000
4000
3000 TWC = 52,417UCS0,5679
2000 R2 = 0,7054
1000
0
0 1.000 2.000 3.000 4.000 5.000 6.000 7.000
UCS (lpc)
TWC Tendencia potencial

Figura 85. Gráfico cruzado de resistencia TWC interna vs. UCS del pozo UD-747.
Fuente: Irausquin, M. (2014).
173

En la siguiente tabla se resumen las propiedades de resistencia determinadas para


los cinco pozos del modelo, así como, el promedio de las mismas por formación
productora, encontrando congruencia con los resultados obtenidos en las propiedades
mecánicas, resultando que la Formación Icotea presenta mejores propiedades de
resistencia que el Miembro Santa Bárbara (informal) y ésta a su vez que la Formación
Misoa.

Tabla 12. Propiedades de resistencia.

Pozo UCS To θ Co TWC


UD-735 1988 113 16 1353 3872
UD-747 5359 322 26 4535 6694
Santa
UD-821 938 53 10 588 2442
Bárbara
UD-825 1059 60 11 664 2640
UD-826 6400 358 29 2069 7526
UD-735 5147 286 35 1249 6415
UD-747 5195 289 36 717 6662
Icotea UD-821 3250 181 32 1332 5037
UD-825 3327 185 32 1748 5049
UD-826 6546 364 39 561 7564
UD-735 546 34 20 1224 1736
UD-747 554 35 20 1097 1835
Misoa UD-821 486 29 18 1420 1427
UD-825 235 13 16 1574 1105
UD-826 926 51 24 834 2510
Promedio SB = 3439 198 19,18 1964 4825
Promedio I = 4580 254 34,73 1090 6078
Promedio M = 550 32 19,54 1231 1719

Fuente: Irausquin, M. (2014).

De igual manera, en la figura 86 se muestra como ejemplo, las propiedades de


resistencia para el pozo UD-747, donde se puede apreciar la tendencia de resistencia
en las formaciones atravesadas durante las perforación de los pozos del Bloque VI.
174

Figura 86. Propiedades de resistencia del pozo UD-747.


Fuente: Irausquin, M. (2014).

Adicionalmente, al final de esta fase se determinó el coeficiente de Biot, validando


previamente los resultados obtenidos con las pruebas de compresibilidad de volumen
de poro en laboratorio en tres muestras de la formación Misoa del pozo UD-747 (ver
figuras 87-89).

Para esta prueba se aplicaron condiciones con límites de esfuerzo uniaxial y los
ensayos se realizaron a temperatura ambiente. Cualquier deformación experimentada
por la muestra durante la aplicación de presión de confinamiento hidrostática y presión
de poro a tasas idénticas, corresponde a una deformación de los granos, a partir de la
cual se determina la compresibilidad del grano; seguidamente al mantener constante la
presión de poro e incrementar la presión de confinamiento, se puede estimar la
compresibilidad total de la roca mediante la derivada de la deformación volumétrica.
175

Figura 87. Gráfico de deformación volumétrica vs. presión en prueba de agotamiento a 8445.30’.
Fuente: TERRATEK. (2013).

Figura 88. Gráfico de deformación volumétrica vs. presión en prueba de agotamiento a 8602.80’.
Fuente: TERRATEK. (2013).

Figura 89. Gráfico de deformación volumétrica vs. presión en prueba de agotamiento a 8603.15’.
Fuente: TERRATEK. (2013).
176

Los valores de coeficientes de Biot resultantes, permitieron ajustar la curva generada


a partir de la ecuación 7 planteada en el capítulo II, arrojando un bajo factor de
corrección de apenas 1.01 veces el coeficiente de Biot luego de considerar una
compresibilidad de la matriz de 6530000lpc para areniscas. En la figura 90 se puede
apreciar como se ajusta la curva generada a los resultados de laboratorio para el pozo
UD-747, así como las curvas generadas para el resto de los pozos, más abajo se
muestra la tabla resumen del coeficiente de Biot por pozo y por formación productora.

Figura 90. Coeficiente de Biot de los pozos UD-735, UD-747, UD-821, UD-825 y UD-826.
Fuente: Irausquin, M. (2014).

Tabla 13. Coeficiente de Biot.

Santa
Pozo Icotea Misoa
Bárbara
UD-735 0,909 0,859 0,920
UD-747 0,902 0,847 0,971
UD-821 0,939 0,866 0,942
UD-825 0,936 0,870 0,948
UD-826 0,900 0,829 0,946
Promedio 0,917 0,854 0,945

Fuente: Irausquin, M. (2014).


177

4.5. Fase V: Estimación de magnitud y dirección de esfuerzos horizontales.

Finalmente, antes de determinar el diferencial de presión crítico se debe definir el


campo de esfuerzos en el subsuelo, por lo cual fue necesario calcular las magnitudes y
dirección de los esfuerzos horizontales máximo y mínimo.

4.5.1. Determinación de los coeficientes de deformación tectónica.

Inicialmente, se recopilaron todas las pruebas minifrac disponibles para el Bloque VI


del Yacimiento Urdaneta 01, logrando validar solo dos de ellas, la realizada al pozo UD-
818 previo al forzamiento arena-tofa y la realizada al pozo UD-826 previo al forzamiento
arena-petróleo (en la figura 91 se muestra el ejemplo para el pozo UD-826), ya que el
resto no mostró el comportamiento adecuado, sin alcanzar el punto de quiebre
necesario para abrir la fractura, por lo cual el análisis de declinación no revela un valor
representativo de presión de cierre que sería tomado como la magnitud del esfuerzo
horizontal mínimo, además en el resto de las pruebas no se mantuvo constante la tasa
de inyección a lo largo de toda la prueba, por lo cual no es representativa la misma para
el análisis que se requiere.

Figura 91. Gráfico P vs Q de Datafrac realizado al pozo UD-826 previo al forzamiento arena-petróleo.
Fuente: SCHLUMBERGER (2012).
178

Una vez validados los resultados, se procedió a generar en Microsoft Excel una hoja
de cálculo donde se indican los parámetros de entrada para la ecuación del modelo
poroelástico. Para el pozo UD-826, estos datos se exportaron del proyecto en
DrillWorks Predict para la profundidad de interés. El pozo UD-818, se correlacionó
utilizando la curva de GR con el pozo del estudio más cercano, tomando de éste dichos
parámetros. El cálculo de los coeficientes de deformación tectónicos, se llevó a cabo
como se indicó anteriormente, utilizando el modelo poroelástico, indicando la ecuación
en una celda de la hoja de cálculo y dejando en blanco las celdas correspondientes a
los coeficientes, para luego iterar dichos valores empleando la herramienta solver, con
la condición de hacer la sumatoria de la diferencia del esfuerzo horizontal mínimo y la
presión de cierre de cada prueba igual a cero (ver tabla 14).

Tabla 14. Cálculo de coeficientes de deformación tectónica.

Prof Pcierre Pcierre OBG Poisson Pp Young Sh


(pie) (lpc) (ppg)
Biot
(lpc) (adim) (lpc) (lpc) εmin εmax (lpc)
8688 4430 9,82 0,858 8222 0,23 2739 1599541 0,00034536 0,00040323 4844
8916 4926 10,64 0,956 8230 0,139 3581 764000 4512

Fuente: Irausquin, M. (2014).

Los coeficientes mostrados en la tabla permitieron calibrar la ecuación presentada


por (Lobos y Vázquez, 2013) para determinar dichos coeficientes en función de la
profundidad (los fundamentos de esta ecuación fueron explicados en los capítulos
anteriores).

Esta calibración se llevó a cabo en DrillWorks Predict, donde se observó que para el
Bloque VI de Yacimiento Urdaneta 01 los coeficientes de deformación tectónico
corresponden al 20% de la correlación generada por los autores antes mencionados,
para la calibración también se consideraron los valores de pérdidas de circulación en
las formaciones de interés en el estudio, observadas durante la perforación de los
pozos del Bloque VI (en la figura 92 se aprecia la calibración del coeficiente de
deformación tectónico a partir del cálculo del esfuerzo horizontal mínimo).
179

Figura 92. Calibración de coeficientes de deformación tectónica a partir del cálculo del esfuerzo
horizontal mínimo para el pozo UD-826.
Fuente: Irausquin, M. (2014).

En la figura 92 la curva azul corresponde al esfuerzo horizontal mínimo calculado


para el pozo UD-826 a partir de los coeficientes de deformación tectónicos constantes
para toda la columna mostrados en la tabla 14, por su parte, la curva naranja
corresponde al esfuerzo horizontal mínimo considerando los coeficientes calculados a
través de la ecuación original presentada por Lobo y Vásquez, mientras que la curva
marrón corresponde al 20% de los resultados obtenidos de la ecuación original de Lobo
y Vásquez para los coeficientes de deformación, en la cual los mismo varían con la
profundidad.

Asimismo, la curva de esfuerzo mínimo generada ajusta con las dos pruebas de
minifrac disponibles en el bloque, así como con las pérdidas de circulación observadas,
por lo cual, se decidió emplear dicha correlación para determinar los coeficientes de
deformación tectónicos para el resto de los pozos del estudio.
180

4.5.2. Determinación de las magnitudes de los esfuerzos máximo y mínimo.

Para determinar la magnitud del esfuerzo horizontal mínimo y máximo de cada pozo,
se empleó la ecuación del modelo poroelástico a través de un algoritmo sencillo en
DrillWorks Predict, que tiene entre otros parámetros, como dato de entrada, las curvas
generadas de los coeficientes de deformación tectónicos máximos y mínimos de la
actividad anterior. A continuación en la figura 93, se muestran las curvas resultantes de
los cinco pozos evaluados en el estudio geomecánico.

Figura 93. Esfuerzo horizontal máximo y mínimo de los pozos UD-735, UD-747, UD-821, UD-825 y UD-826.
Fuente: Irausquin, M. (2014).

Es importante mencionar, que al igual que para la presión de poro, la magnitud de


los esfuerzos horizontales máximos y mínimos se estimaron tanta para condiciones
actuales, como para condiciones originales de acuerdo a la presión de poro indicada en
la ecuación. En la figura 93, se muestran los gradientes de los esfuerzos horizontales
para las condiciones actuales en toda la columna, por su parte, en la siguiente figura se
muestra el esfuerzo horizontal máximo y mínimo tanto actual como original o inicial para
las formaciones de interés en el estudio.
181

Figura 94. Esfuerzo horizontal máximo y mínimo a condiciones actuales y originales.


Fuente: Irausquin, M. (2014).

En la siguiente tabla se resumen los resultados obtenidos por pozos y por formación.

Tabla 15. Esfuerzo horizontal máximo y mínimo inicial y actual.

SH (lpc) Sh (lpc)
Pozo Inicial Actual Inicial Actual
UD-735 4992 4808 4875 4691
UD-747 4663 4403 4551 4290
Santa
UD-821 4809 4297 4717 4206
Barbara
UD-825 4806 4127 4710 4031
UD-826 5011 4171 4886 4045
UD-735 5142 4567 4996 4421
UD-747 5296 5148 5135 4988
Icotea UD-821 5367 5262 5215 5109
UD-825 5372 5069 5222 4918
UD-826 5675 5190 5502 5016
UD-735 4762 4176 4656 4070
UD-747 4372 3767 4311 3705
Misoa UD-821 4926 4745 4828 4646
UD-825 4841 4572 4750 4480
UD-826 4818 4339 4725 4246
Promedio SB = 4856 4361 4748 4253
Promedio I = 5370 5047 5214 4890
Promedio M = 4744 4320 4654 4229
Fuente: Irausquin, M. (2014).
182

4.5.3. Definición del régimen de esfuerzos predominante en el bloque.

Una vez determinadas las magnitudes de los esfuerzo verticales, horizontal máximo
y mínimo de cada uno de los pozos del estudio, los resultados obtenidos permiten
evidenciar que se está en presencia de un régimen de esfuerzos normal predominante
para el Bloque VI del Yacimiento Urdaneta 01, ya que como se observa en la figura 95,
la magnitud del esfuerzo vertical es mayor a la magnitud del esfuerzo horizontal máximo
y este a su vez mayor al esfuerzo horizontal mínimo.

Figura 95. Representación del régimen de esfuerzo normal en todos los pozos del estudio (Sv>SH>Sh).
Fuente: Irausquin, M. (2014).

4.5.4. Dirección de los esfuerzos horizontales.

La dirección de los esfuerzos horizontales se identificó a partir de un análisis de


anisotropía acústica realizado al pozo UD-826 a través de un registro sónico dipolar
corrido en el pozo posterior a la perforación del mismo, en el cual se pudo observar que
la onda de corte rápida presentó una dirección preferencial N 70-90° O, es decir, un
azimut de 270-290°, el cual se asocia con la dirección del esfuerzo horizontal máximo,
183

ya que corresponde a la dirección en la cual la onda encuentra menor restricción. Este


análisis se debe a la presencia de anisotropía heterogénea en los sedimentos,
consecuencia de esfuerzos inducidos que se manifiestan en un cruce de lentitud de la
onda de corte rápida y lenta a diferentes profundidades (ver figura 96).

Figura 96. Azimut de la onda de corte rápida en el intervalo 1550’-9120’ del pozo UD-826.
Fuente: SCHLUMBERGER (2012).

Esta dirección fue validada realizando un análisis de ovalidad al registró de imagen


del pozo UD-747, donde se identificaron cinco eventos separados 180° conocidos como
breakouts, el cual coincide con la dirección del esfuerzo horizontal mínimo. Al generar la
roseta de la dirección de breakouts, se observó que los mismos presentan una
dirección preferencia N 20-40° E, es decir, un azimut de 20-40° (ver figura 97).

Debido a la conocida perpendicularidad relativa de esfuerzo horizontal máximo y


mínimo, se puede decir, que a partir del análisis de ovalidad del pozo UD-747, el azimut
del esfuerzo horizontal máximo es 290-310°, coincidiendo en términos generales con
los resultados obtenidos del análisis de anisotropía acústica del pozo UD-826, con una
leve diferencia de +/- 20°.
184

Breakout

Figura 97. Análisis de ovalidad de registro de imagen del pozo UD-747.


Fuente: SCHLUMBERGER (2005).

4.6. Fase VI: Cálculo de presión de fondo fluyente crítica.

Durante la última fase de la presente investigación se determinó la presión de fondo


fluyente crítica a condiciones actuales e iniciales de yacimiento para cada pozo del
estudio, empleando el método de Wilson, Coates & Denoo y Hoek & Brown, definiendo
previamente la resistencia de la formación siguiendo el criterio de la resistencia a la
compresión sin confinamiento y el módulo de Young (ver resultados en la tabla 16).

El criterio UCS indica que una roca es muy débil cuando su UCS es menor a
4000lpc, débil si está entre 4000 y 8000lpc, de mediana resistencia si está entre 8000 y
15000lpc, fuerte si está entre 15000 y 31000lpc y muy resistente si es mayor a
31000lpc. Por su parte, el criterio Young plantea, que la roca es dúctil si el módulo de
Young es menor a 1450000lpc, de baja rigidez si está entre 1450000 y 2900000lpc, de
mediana rigidez si está entre 2900000 y 5800000lpc, rígida si está entre 5800000 y
11600000lpc y muy rígida si es mayor a 11600000lpc.
185

Tabla 16. Clasificación de las formaciones productoras del Yac. URD-01 según criterios UCS y Young.

Pozo UCS Young


UD-735 - -
UD-747 - -
Santa
UD-821 - -
Bárbara
UD-825 Roca muy débil Dúctil
UD-826 Roca débil Dúctil
UD-735 Roca muy débil Dúctil
UD-747 Roca débil Baja Rigidez
Icotea UD-821 - -
UD-825 Roca débil Baja Rigidez
UD-826 Roca débil Baja Rigidez
UD-735 Roca muy débil Dúctil
UD-747 Roca muy débil Dúctil
Misoa UD-821 Roca muy débil Dúctil
UD-825 Roca muy débil Dúctil
UD-826 Roca muy débil Dúctil
Promedio SB = Roca débil Dúctil
Promedio I = Roca débil Baja Rigidez
Promedio M = Roca muy débil Dúctil

Fuente: Irausquin, M. (2014).

Es importante mencionar, que en la siguiente sección solo se presentaran las


envolventes de estabilidad de producción correspondiente a los resultados obtenidos
siguiendo la metodología de Wilson, ya que ésta arrojó resultados más ajustados a las
propiedades determinadas durante el estudio, además de involucrar en el cálculo el
parámetro de resistencia TWC, que mejor representa el comportamiento de producción
de arena en laboratorio. Adicionalmente, el método de Coates & Denoo mostró como
resultado mayores probabilidades de producción de arena en la Formación Icotea
respecto a las unidades Santa Bárbara y Misoa, lo cual es incongruente, ya que la
Formación Icotea resultó ser más competente en términos mecánicos; por su parte, el
método de Hoek & Brown sobreestima desproporcionadamente las probabilidades de
producción de arena en todas las formaciones, indicando que se requiere una presión
de yacimiento entre 12000 y 20000lpc para prevenir arenamiento durante la producción
de los pozos, cuando la presión inicial de yacimiento es 3600lpc aproximadamente.
186

4.6.1. Envolventes de estabilidad de producción de arena.

La envolvente de estabilidad de producción se construyó siguiendo la metodología


descrita en el capítulo anterior, para cada uno de los pozos del presente estudio. Como
se indicó previamente, cada envolvente se compone de una línea recta que parte del
origen (color negro), la cual define el límite de la zona realista, y otra línea definida por
las coordenadas de los puntos de presiones de fondo fluyentes críticas calculadas
empleando el método de Wilson (curva azul) para las condiciones originales y actuales
del yacimiento. Adicionalmente, en los pozos UD-735 y UD-747, se representa con una
línea verde puntueda la presión de yacimiento estimada, a partir de la cual comenzó a
observarse producción de arena en cada pozo.

Para el cálculo de la presión de fondo fluyente crítica, se prestó especial atención en


la completación de cada uno de los pozos del estudio, ya que las magnitudes de los
esfuerzos principales máximos y mínimos a introducir en la ecuación, difieren si el pozo
esta completado a hoyo abierto (donde los esfuerzos actuantes son los esfuerzos
horizontales máximos y mínimos), o a hoyo entubado (donde los esfuerzos actuantes
corresponden al esfuerzo de sobrecarga y el esfuerzo horizontal mínimo), en este caso
el pozo UD-735 es el único completado a hoyo abierto (ver figura 98), mientras que el
resto de los pozos están completados a hoyo entubado (en la figura 99 se muestra
como ejemplo el diagrama mecánico del pozo UD-821). De igual manera, en la ficha de
cada pozo se validaron los intervalos abiertos a producción y la formación a la cual
corresponde, con el fin de generar la envolvente con mayor precisión.

Para facilitar el análisis, se generaron envolventes de estabilidad de producción en


cada pozo para cada Miembro o Formación productora en la que fue completado el
mismo, con el fin de definir la Formación que presenta mayores probabilidades de
incurrir en problemas de producción de arena. Esto fue posible, ya que las propiedades
mecánicas y de resistencia, así como los esfuerzos involucrados en el cálculo de la
presión de fondo fluyente crítica, mostraron homogeneidad dentro de cada Miembro o
Formación estudiada.
187

Figura 98. Diagrama mecánico del pozo UD-735.


Fuente: PDVSA (2012).

Figura 99. Diagrama mecánico del pozo UD-821.


Fuente: PDVSA (2012).
188

4.6.1.1. Miembro Santa Bárbara.

Las figuras 100 y 101 muestran las evolventes de estabilidad construidas para los
intervalos productores del Miembro Santa Bárbara correspondiente a los pozos UD-825
y UD-826, siendo éstos los únicos pozos del estudio cañoneados a nivel de la unidad
antes mencionada.

12000

10000

8000
Pwf (lpc)

6000

4000

2000

0
0 1000 2000 3000 4000 5000 6000 7000 8000 9000 10000 11000 12000

Pyac (lpc)
Zona análisis realista Pwfc Línea Pwfc

Figura 100. Envolvente de estabilidad de producción. Mbo. Santa Bárbara (8537’-8584’). Pozo UD-825.
Fuente: Irausquin, M. (2014).

Como se observa en la figura 100, para la formación Santa Bárbara en el pozo UD-
825 no se observa diferencial de presión crítico permisible, ya que el mismo se hace
cero a una presión de yacimiento igual a 6869lpc.

El mismo comportamiento se observó en el pozo UD-826 (ver figura 101), donde el


diferencial de presión crítico se hace cero para el Miembro Santa Bárbara a una presión
de yacimiento de 5285lpc.
189

12000

10000

8000
Pwf (lpc)

6000

4000

2000

0
0 1000 2000 3000 4000 5000 6000 7000 8000 9000 10000 11000 12000

Pyac (lpc)
Zona análisis realista Pwfc Línea Pwfc

Figura 101. Envolvente de estabilidad de producción. Mbo. Santa Bárbara (8474’-8509’). Pozo UD-826.
Fuente: Irausquin, M. (2014).

En general, se observó que el Miembro Santa Bárbara no posee diferencial de


presión crítico permisible para el Bloque VI del Yacimiento Urdaneta 01.

4.6.1.2. Formación Icotea.

Las figuras 102 a la 105 muestran las respectivas envolventes de estabilidad de


producción de arena construidas para los intervalos productores de la Formación
Icotea. Como se observa en la figura 104, correspondiente al pozo UD-735 completado
a hoyo abierto, existe un diferencial de presión crítico permisible durante la vida
productiva de la formación para esta completación, resultando un diferencial de presión
crítico de 1556lpc para una presión de yacimiento de 2314lpc, presión a la cual
comenzó a observarse producción de arena en el pozo, lo cual, permite inferir que los
sólidos no proviene de la formación productora en evaluación.
190

12000

10000

8000

6000
Pwf (lpc)

4000

2000

0
0 1000 2000 3000 4000 5000 6000 7000 8000

Pyac (lpc)
Zona análisis realista Pwfc Arenamiento Línea Pwfc

Figura 102. Envolvente de estabilidad de producción. Fm Icotea. Pozo UD-735.


Fuente: Irausquin, M. (2014).

Por su parte, en las figuras 103, 104 y 105, correspondientes a los pozos UD-747,
UD-825 y UD-826, se puede observar que en todos los casos la presión de yacimiento
a la cual el diferencial de presión crítico se hace cero, es mayor a la presión inicial de
yacimiento; 4743lpc para el pozo UD-735, 6056lpc para el pozo UD-825 y 5165lpc para
el pozo UD-826, por lo tanto, a pesar de ser la formación productora del yacimiento que
presentó mejores propiedades mecánicas, no posee resistencia suficiente para evitar la
producción de arena.

Estos resultados se confirman con el comportamiento observado en el pozo UD-747


(ver figura 103), en el cual se comenzó a observar producción de arena a una presión
de yacimiento estimada de 2335lpc, presión a la cual no existe diferencial de presión
crítico permisible, por lo cual, no es posible prevenir la producción de arena, lo que
permite inferir, que la producción de arena en el pozo UD-747 puede tener procedencia
de la Formación Icotea.
191

12000

10000

8000
Pwf (lpc)

6000

4000

2000

0
0 1000 2000 3000 4000 5000 6000 7000 8000 9000 10000 11000 12000
Pyac (lpc)

Zona análisis realista Pwfc Arenamiento Línea Pwfc

Figura 103. Envolvente de estabilidad de producción. Fm Icotea (8250’-8270’). Pozo UD-747.


Fuente: Irausquin, M. (2014).

12000

10000

8000
Pwf (lpc)

6000

4000

2000

0
0 1000 2000 3000 4000 5000 6000 7000 8000 9000 10000 11000 12000

Pyac (lpc)
Zona análisis realista Pwfc Línea Pwfc

Figura 104. Envolvente de estabilidad de producción. Fm Icotea (8585’-8708’). Pozo UD-825.


Fuente: Irausquin, M. (2014).
192

12000

10000

8000
Pwf (lpc)

6000

4000

2000

0
0 1000 2000 3000 4000 5000 6000 7000 8000 9000 10000 11000 12000
Pyac (lpc)
Zona análisis realista Pwfc Línea Pwfc

Figura 105. Envolvente de estabilidad de producción. Fm Icotea (8528’-8688’). Pozo UD-826.


Fuente: Irausquin, M. (2014).

4.6.1.3. Formación Misoa.

Finalmente, se evaluó la Formación Misoa abierta a producción en todos los pozos


del estudio, generando la envolvente de estabilidad para cada uno de ellos (ver figuras
106-110), observando el comportamiento esperado, una vez analizados los resultados
para el resto de las formaciones productoras, ya que la Formación Misoa resultó ser la
más débil en términos mecánicos.

Para cada uno de los pozos del estudio, el diferencial de presión crítico se hace cero
para una presión de yacimiento mayor a la presión inicial; 4877lpc para el pozo UD-735,
7186lpc para el pozo UD-747, 7730lpc para el pozo UD-821, 7899lpc para el pozo UD-
825 y 7507lpc para el pozo UD-826, por lo cual, no existe ventana de presión de
operación posible sin producción de arena en los pozos completados en la Formación
Misoa. Esto se confirma con el pozo UD-735, donde se puede observar, que para el
momento en el que se manifestó la producción de arena en el pozo (a una presión de
yacimiento de 2314lpc), no existía diferencial de presión crítico permisible para la
193

Formación Misoa, a diferencia de la Formación Icotea, lo que permite concluir que la


producción de sólidos en el pozo proviene de ésta formación (ver figura 106).

12000

10000

8000
Pwf (lpc)

6000

4000

2000

0
0 1000 2000 3000 4000 5000 6000 7000 8000
Pyac (lpc)

Zona análisis realista Pwfc Arenamiento Línea Pwfc

Figura 106. Envolvente de estabilidad de producción. Fm Misoa. Pozo UD-735.


Fuente: Irausquin, M. (2014).

18000

16000

14000

12000

10000
Pwf (lpc)

8000

6000

4000

2000

0
0 1000 2000 3000 4000 5000 6000 7000 8000 9000 10000 11000 12000
Pyac (lpc)

Zona análisis realista Pwfc Arenamiento Línea Pwfc

Figura 107. Envolvente de estabilidad de producción. Fm Misoa (8388’-8495’). Pozo UD-747.


Fuente: Irausquin, M. (2014).
194

16000

14000

12000

10000
Pwf (lpc)

8000

6000

4000

2000

0
0 1000 2000 3000 4000 5000 6000 7000 8000 9000 10000 11000 12000

Pyac (lpc)
Zona análisis realista Pwfc Arenamiento Línea Pwfc

Figura 108. Envolvente de estabilidad de producción. Fm Misoa (8800’-9027’). Pozo UD-821.


Fuente: Irausquin, M. (2014).

16000

14000

12000

10000
P w f (lp c )

8000

6000

4000

2000

0
0 1000 2000 3000 4000 5000 6000 7000 8000 9000 10000 11000 12000 13000 14000
Pyac (lpc)
Zona análisis realista Pwfc Línea Pwfc

Figura 109. Envolvente de estabilidad de producción. Fm Misoa (8787’-8971’). Pozo UD-825.


Fuente: Irausquin, M. (2014).
195

16000

14000

12000

10000
Pwf (lpc)

8000

6000

4000

2000

0
0 2000 4000 6000 8000 10000 12000 14000
Pyac (lpc)
Zona análisis realista Pwfc Línea Pwfc

Figura 110. Envolvente de estabilidad de producción. Fm Misoa (8702’-9025’). Pozo UD-826.


Fuente: Irausquin, M. (2014).

El mismo comportamiento se observa en el pozo UD-747 (ver figura 107) en el cual


para una presión de yacimiento de 2335lpc, momento en el cual se manifestó la
producción de arena, no existía diferencial de presión crítico permisible, en este caso la
producción de sólidos puede tener doble procedencia.

Finalmente, los resultados obtenidos muestran que las formaciones productoras del
Yacimiento Urdaneta 01, en términos generales, no poseen resistencia suficiente para
prevenir la producción de arena, ya que en la mayoría de los casos el diferencial de
presión crítico permisible se hace cero a una presión de yacimiento mayor a la presión
inicial del mismo, por lo cual, desde el inicio de la producción del campo, la arena ha
sido parte de la vida productiva del mismo, lo que permite deducir que los controles de
producción de arena en las completaciones de los pozos, ha retrasado su manifestación
en superficie. He aquí la razón de la diferencia observada en la presión de yacimiento a
la cual se observó la producción de arena en los pozos UD-735 y UD-747 y la presión
de yacimiento a la cual el diferencial de producción se hace cero, o en su defecto, la
presión inicial de yacimiento.
196

CONCLUSIONES

Luego de finalizado el capítulo de análisis y discusión de los resultados obtenidos,


se procedió a detallar las siguientes conclusiones del estudio:

En el análisis del modelo de geopresiones, se obtuvo:

- El gradiente de sobrecarga del Yacimiento Urdaneta 01 en el Bloque VI se


encuentra entre 0.918lpc/pie y 0.948lpc/pie para un promedio de 0.927lpc/pie para el
Mbo. Santa Bárbara, 0.928lpc/pie para la Fm. Icotea y 0.930lpc/pie para la Fm. Misoa,
mostrando un comportamiento similar para todo el Yacimiento en general, con un
promedio final de 0.928lpc/pie, cercano al gradiente de sobrecarga normal.

- La presión de poro, por su parte, no mostró un gradiente único y consistente para


las formaciones productoras del Yacimiento Urdaneta 01, exponiendo menores
gradientes promedio para el Mbo. Santa Bárbara (0.337lpc/pie) y la Fm. Misoa
(0.361lpc/pie) y un valor mayor para la Fm. Icotea (0.364lpc/pie), presentándose una
variación significativa entre la Fm. Icotea y la sección superior de la Fm. Misoa.

- La calibración del gradiente de presión de poro siguiendo la metodología de Eaton


indicó un exponente de 1.6, considerando los parámetros y eventos de perforación.
Adicionalmente, la tendencia de compactación normal calibró con las curvas de carga
original de los pozos del estudio con las siguientes constantes empíricas de Bowers:
Vo=5500, A=2.650 y B= 0.900.

Respecto a los parámetros mecánicos y de resistencia, se tiene:

- La determinación de las propiedades mecánicas evidenció clara diferencia de la


Fm. Icotea, respecto al Mbo. Santa Bárbara y la Fm. Misoa, resultando un Módulo de
Young estático promedio de 1.626.846lpc y una resistencia a la compresión sin
confinamiento de 4580lpc para la Fm. Icotea, mientras que el Mbo. Santa Bárbara
presenta valores de de Módulo de Young de 998.907lpc y UCS de 3439lpc y la Fm.
Misoa exhibe un Módulo de Young de 792.873lpc y un UCS de 550lpc.
197

- Según el criterio de UCS y Young, la Fm. Icotea corresponde a una roca débil y de
baja rigidez, por su parte, el Mbo. Santa Bárbara se identifica como una roca entre débil
- muy débil y dúctil, mientras que la Fm. Misoa, se define como una roca muy débil con
sedimentos dúctiles.

- Las propiedades mecánicas estáticas y de resistencia obtenidas en laboratorio


para el pozo UD-747 en las formaciones Icotea y Misoa a una presión de confinamiento
de 6000lpc, presentan altos coeficientes de correlación con el tiempo de transito de la
onda compresional (R2=0.96 en promedio) y los valores de densidad (R2=0.91 en
promedio) obtenidos de los registros corridos en el pozo.

En lo concerniente a los esfuerzos horizontales máximo y mínimo, se resume:

- Las magnitudes de los esfuerzos horizontales para la Fm. Icotea son mayores a las
del Mbo. Santa Bárbara y la Fm. Misoa, en las cuales se obtuvieron resultados
similares. Para la Fm. Icotea el esfuerzo horizontal máximo resultó en promedio 5047lpc
y el mínimo 4890lpc; por su parte, para el Mbo. Santa Bárbara el esfuerzo horizontal
máximo arrojó valores promedio de 4361lpc y el mínimo 4253lpc, mientras que la Fm.
Misoa, presentó como magnitud de esfuerzo horizontal máximo 4320lpc y mínimo
4229lpc.

- Debido a la relación de las magnitudes de los esfuerzos vertical (sobrecarga),


horizontal máximo y mínimo, obtenidos para cada pozo del estudio, a lo largo de toda la
columna geológica, se identifica un régimen de esfuerzos de tipo normal, en donde el
gradiente de sobrecarga es mayor al esfuerzo horizontal máximo, y éste a su vez, es
mayor al esfuerzo horizontal mínimo.

- La dirección del esfuerzo horizontal máximo es de aproximadamente 290°, en


consecuencia de la perpendicularidad conocida, el esfuerzo horizontal mínimo tiene un
azimut de 20° promedio, con un rango de variación de +/-20°.
Finalmente, con el análisis de las envolventes de estabilidad de producción de
arena, se concluye:
198

- No existe diferencial de presión permisible para producir petróleo sin arena de las
rocas muy débiles y sedimentos dúctiles del Mbo. Santa Bárbara y la Fm. Misoa del
Yacimiento Urdaneta 01, ya que en todos los pozos del estudio para ambas
formaciones y considerando completaciones a hoyo abierto y hoyo entubado con
cañoneo, el diferencial de presión crítico se hace cero a una presión de yacimiento
mayor a la presión inicial del mismo.

- La envolvente de estabilidad de producción construida para el intervalo productor a


hoyo abierto del pozo UD-735, es la única que establece un diferencial de presión de
operación permisible para la Fm. Icotea, durante la vida productiva del pozo. Esto
permite concluir, que existe la posibilidad de prevenir la producción de arena
proveniente de la Fm. Icotea del Yacimiento Urdaneta 01 en completaciones a hoyo
abierto, debido a la baja anisotropía de esfuerzos horizontales. Ésta condición, permite
a su vez concluir, que el cañoneo orientado no es una opción para prevenir la
producción de arena en los pozos del campo.

- La producción de arena observada en el pozo UD-735 proviene de la Fm. Misoa,


ya que para el momento en el que se observó producción de arena, la Fm Icotea
presentaba un diferencial de presión crítico de 1556lpc. Por su parte, en el pozo UD-
747, la arena producida puede tener procedencia de los intervalos cañoneados tanto de
la Fm. Icotea, como de la Fm. Misoa., ya que ninguna de las dos formaciones presentó
diferencial de presión de operación permisible.

- La diferencia observada entre la presión de yacimiento a la cual se observó


producción de arena en los pozos UD-735 y UD-747 y la presión de yacimiento a la cual
el diferencial de presión critico se hace cero, corresponde al tiempo durante el cual el
yacimiento estuvo aportando arena y el equipo de control en fondo estuvo trabajando
eficientemente en el control de producción de los sólidos.
199

RECOMENDACIONES

Durante el desarrollo de la instigación se evaluaron todos los aspectos necesarios


para optimizar la producción de pozos del Yacimiento Urdaneta 01, en términos de
prevención de producción de arena desde el punto de vista geomecánico, presentando
las siguientes recomendaciones:

- Correr registros de interés geomecánico en los nuevos pozos del campo (sónicos y
de densidad), así como realizar pruebas de integridad de formación que aporten datos
confiables para generar un modelo con mayor certidumbre y que abarquen una mayor
área de extensión del yacimiento, minimizando la incertidumbre en la estimación de los
gradientes de presión de poro y sobrecarga, así como la calibración del esfuerzo
horizontal mínimo.

- Realizar un estudio a detalle que evalúe el impacto de la configuración mecánica


del pozo, respecto a la producción de arena, considerando los resultados de la presente
investigación, que indican mayores probabilidades de producción de arena en los pozos
completados a hoyo entubado y cañoneados.

- Realizar un análisis petrográfico que permita aclarar las diferencias del


comportamiento observado en la cohesión de las Formaciones Icotea y Misoa, respecto
al resto de las propiedades de resistencia.

- Realizar ensayos geomecánicos de laboratorio a otros núcleos del área, para


establecer correlaciones que describan con mayor certeza las propiedades mecánicas y
de resistencia a lo largo de toda la extensión del campo para el yacimiento Urdaneta 01.

- Instalar sensores de fondo en los pozos que sea posible para mantener un
monitoreo constante de la presión de fondo fluyente, así como un dispositivo de
medición de producción de arena en superficie, que aportarían datos claves al momento
de calibrar un modelo geomecánico para predicción de arenamiento.
200

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