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La rotación de cultivos o de plantas hortícolas es una práctica que tiene como finalidad, mantener

una adecuada fertilidad del suelo y evitar la aparición de plagas y enfermedades en nuestro huerto
(un aspecto fundamental en la agricultura ecológica).No todas las hortalizas se comportan igual
con la tierra. Distintas especies tienen “preferencias” para extraer algún nutriente en particular.
Algunas, incluso, pueden mejorar la fertilidad del suelo.Sabiendo aprovechar estas diferencias,
podremos beneficiar nuestra huerta. Este es el principio básico de lo que llamamos
“rotación”.Además te aconsejamos qué semillas ecológicas usar, las mejores jardineras, cajas y
mesas de cultivo para tu huerto y libros imprescindibles para conocer todo sobre la horticultura
ecológica.
¿Cómo se pone en práctica la rotación de cultivos?
Si nos interesa conservar y aumentar la calidad del suelo, podemos armar una rotación en la que
se sucedan los siguientes grupos de hortalizas:
Plantas reponedores
Las llamamos así porque son plantas que enriquecen la tierra, aportándole fertilidad.Las
sembramos al principio, así van mejorando la tierra para sembrar, más adelante, verduras (que
son cultivos más delicados).Son las leguminosas, por ejemplo: alubia o poroto, habas, soja.
Plantas consumidoras rústicas
Las llamamos así porque pueden crecer bien en tierras donde la materia orgánica no alcanzó su
total descomposición (materia orgánica en bruto).
Entre ellas están hortalizas como los repollos, tomates, acelgas y calabazas o zapallos.
Plantas consumidoras finas
Estas necesitan que la materia orgánica esté bien descompuesta, que la tierra esté fina y
desmenuzada.
Por esta razón no es aconsejable sembrarlas en tierras malas o en suelos que nunca han sido
cultivados. Recién podremos hacerlas cuando hayamos mejorado la tierra y ésta se encuentre en
condiciones adecuadas.En este grupo están las lechugas, las zanahorias, las espinacas.también
podemos hacer rotaciones beneficiosas tomando como regla la siguiente sucesión de cultivos:
 Hortalizas de raíz (zanahorias, remolachas, etc.) el primer cultivo.
 Hortalizas de hoja (lechugas, acelgas, espinacas, etc.) como segundo cultivo.
 Hortalizas de fruto (tomates, pimientos, berenjenas, zapallos, etc.) como tercer cultivo.
Esto nos permitirá que las plantas que se suceden aprovechen mejor todas las capas de la tierra
y los nutrientes que ésta posee (por ejemplo, las hortalizas de raíz son más consumidoras de
potasio, mientras que las de hoja lo son del nitrógeno).Conocer esto nos permitirá hacer las
siembras asociadas (más de una especie por tablón o bancal), al sembrar variedades que no
compitan por los mismos nutrientes y así aprovechar al máximo nuestro terreno
Finalmente, si queremos evitar que las plagas y enfermedades se propaguen en los tablones o
bancales, debemos tener cuidado de no suceder cultivos que estén emparentados por la
naturaleza, es decir, que pertenezcan a la misma familia botánica.
No pueden sucederse entre sí:
 Espinaca, remolacha, acelga.
 Tomate, pimiento, berenjena, papa o patata.
 Lechuga, achicoria, escarola.
A continuación se presenta un cuadro con los distintos cultivos que podemos sembrar en nuestra
huerta orgánica o ecológica, y la familia botánica a la cual pertenece, información valiosa para
realizar las rotaciones de cultivos en la huerta:
https://www.ecoagricultor.com/rotacion-de-cultivos/
Qué es la rotación de cultivos
La rotación de cultivos consiste en plantar ―o sembrar― un tipo de plantas diferente al que se
cultivó la temporada anterior en la misma parcela de terreno.Es un pilar básico de la agricultura
ecológica, junto con la asociación de cultivos y la cobertura permanente del suelo, entre otros, que
ayuda a reducir el riesgo de erosión de los suelos, al mantener unos niveles constantes de materia
orgánica en ellos.
Cómo funciona
En lo referente a la rotación de cultivos, las hortalizas se suelen clasificar por familias botánicas,
por la parte aprovechable, por la extensión de sus raíces y, a veces, por el tipo de plagas y
enfermedades que les afectan.Pues bien, si realizamos correctamente la rotación de cultivos,
procuraremos que no se sucedan ―en la misma parcela de forma consecutiva― dos cultivos que
pertenezcan a la misma familia, cuya parte aprovechable sea la misma, que tengan un sistema
radicular similar y ―para colmo― que no sean afectados por las misma plagas y enfermedades.
Complicado ¿verdad?
En un huerto en el que se cultiven muchas hortalizas diferentes, la planificación puede ser
bastante compleja, especialmente si no lo tenemos claro. Una forma de simplificarlo consiste en
tener en cuenta solo los cultivos principales, es decir, aquellos que ocupan más espacio de nuestro
huerto.
Ventajas
La rotación de cultivos es una práctica muy favorable para la salud del suelo, para lograr buenas
producciones año tras año y para olvidarnos de algunos de los problemas clásicos de las hortalizas.
Veámoslo más en detalle.

✔ Mejora o conserva la fertilidad del suelo, evitando el consumo desequilibrado de ciertos


nutrientes, e incluso aportándolos al suelo.

✔Reduce la incidencia de plagas y enfermedades, puesto que al cambiar el cultivo de lugar, estas
lo tendrán más difícil para prosperar al no encontrar fácilmente a su huésped preferido.

✔ Permite aprovechar mejor los nutrientes a distintas profundidades del suelo. Al rotar plantas
de raíces cortas con otras de raíces largas, se logra explorar todo el perfil del suelo, haciendo un
consumo equilibrado y homogéneo de los nutrientes.
https://www.agrosintesis.com/la-importancia-la-rotacion-cultivos/
Plantas Reponedores

Plantas Consumidoras Rústicas

Plantas Consumidoras Finas

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