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CAROLINA GODOY GÓMEZ

LA REVOLUCION INDUSTRIAL
¿Qué fue la revolución industrial?

La revolución industrial consistió en una serie de progresos técnicos que llevaron a


remplazar la producción artesanal y manufacturera por la industrial, vinculando
así el desarrollo de la ciencia moderna en el desarrollo.

FACTORES QUE LLEVARON A LA REVOLUCION INDUSTRIAL

La revolución industrial pudo haberse dado en cualquier país europeo. Sin


embargo, fue Inglaterra la que reunió una serie de factores que en conjunto,
produjeron el fenómeno.

Veamos cuales fueron esos factores:

a. Los crecimientos agrícolas y demográficos.


b. La existencia de mercados.
c. Las innovaciones técnicas.

a. Los crecimientos agrícolas y demográficos.

Las características de población de una comunidad influyen profundamente


en las estructuras económicas que se desarrollen, debido a dos razones
principales: la población es la consumidora de los bienes producidos, y de
ella provienen los trabajadores.

El desarrollo económico en Inglaterra estuvo curiosa y felizmente influido


por las oscilaciones que sufrió su población durante los 150 años anteriores
a la revolución industrial. En un primer momento se presentó una
disminución de la población que, por consiguiente, redujo la cantidad de
trabajadores disponibles.

Como solución, los empresarios prefirieron las actividades que necesitaran


de pocos hombres para obtener las mismas ganancias, como era la
transformación de materias primas semi-elaboradas. Esto sucedió hacia
fines del siglo XVII y principios del XVIII.

En la segunda mitad del siglo XVIII la población creció vertiginosamente,


debido a cierto incremento económico y al aumento en el bienestar
promedio de los habitantes. Ello permitió contar con más trabajadores,
sobre todo con jóvenes, y elevo el número de consumidores de los
productos manufacturados. La creciente oferta de trabajo redujo los
salarios, o por lo menos los mantuvo aumentando a un ritmo inferior al de
los costos de producción, esto en beneficio de las ganancias.

El crecimiento demográfico se había dado de modo paralelo al aumento de


la producción agrícola. Tal fenómeno es obvio, pues una mayor población
solo puede subsistir cuando hay como alimentarla. A su vez la producción
de alimentos requiere de suficientes trabajadores, además de innovaciones
técnicas de diverso tipo. Pero si se lograba una buena producción agrícola,
esta permitiría sostener a quienes no producían alimentos, por trabajar y
vivir en los centros manufactureros urbanos.

b. La existencia de mercados.

La finalidad de las actividades productivas es vender sus mercancías dentro el


sistema comercial. En consecuencia, es indispensable la existencia de mercados
suficientemente grandes, a los que se les puede vender lo que se produce.
Inglaterra tenía estos mercados.

A nivel nacional, el crecimiento de la población un aumento de los compradores.


A esto se sumó la mayor productividad agrícola, que permite el constante
crecimiento del mercado de alimentos.

A nivel internacional. Inglaterra había logrado establecer un amplio mercado en


sus colonias, en las cuales encontraba un comprador seguro para sus
manufacturas.

Contando con este mercado como base, había desarrollado también activas
relaciones comerciales con varis regiones de Europa Oriental.

c. Las innovaciones técnicas.

El núcleo central de la revolución industrial fueron las innovaciones técnicas


aplicadas a la maquinaria. La industria textil fue la que empezó a introducir estos
cambios por varias razones; para empezar, sus productos eran de primera
necesidad en cualquier parte del mudo, por lo cual la venta era bastante segura.

En segundo lugar, el grado de complejidad tecnológica que requería era bajo, lo


que facilitaba la realización de innovaciones que, sin ser resultado de grandes
conocimientos científicos, tenían excelentes repercusiones en la productividad.

Efectivamente, la reformas hechas a los telares lograron aumentar a tal grado la


demanda de algodón, que las importaciones inglesas de este material se
multiplicaron 5 veces en los últimos veinte años de siglo XVIII.

Asimismo, el abaratamiento de los precios incremento la demanda de textiles


ingleses, lo que exigió la creación de más innovaciones técnicas que permitirán
aumentar la producción.

Fue entonces cuando se estimuló el desarrollo de la química y la mercancía, como


ciencias aplicadas a la industria. El desarrollo de estas ciencias estímulo a su vez
el progreso de la metalurgia, indispensable para la construcción de telares más
fuertes, de calderas y de locomotoras.

En síntesis, cada i9nnovacion o descubrimiento exigía el adelanto de las


investigaciones científicas y técnicas que lo hicieran posible. Por ejemplo, la mayor
producción de los antiguos telares de madera, hizo rentable invertir en las
investigaciones químicas sobre el tratamiento de las fibras, también se invirtió en
investigaciones acerca de nuevas aleaciones metalúrgicas, necesarias para las
calderas de alta presión que intervenían en el movimiento de los grandes telares.

El crecimiento de la producción textil fomento igualmente la fabricación de telares


metálicos, capaces de trabajar mucho más rápido y de mover cantidades
superiores de material.

Consecuencias de la innovación industrial

Todos las estructuras de la sociedad se vieron afectadas por la revolución


industrial. Evidentemente, en cada sociedad los cambios se dieron a medida que
esta se iba industrializando, o que entraba en relación económica con los países
industrializados.

Las consecuencias más sobresalientes que tuvo la revolución industrial fueron.

a. En las estructuras sociales.

Así como el crecimiento del comercio a finales de la edad media conllevo la


aparición de la burguesía como nueva clase social, la industrialización de la
economía produjo al proletariado.
El proletariado es la clase social trabajadora que, a cambio de un salario vende su
fuerza física para el manejo de una máquina, para hacer una determinada labor
con una herramienta en las mismas, o para cargar un fardo.

Es decir, su fuerza de trabajo es el único medio de producción del que dispone.

Como cualquier persona tenía la misma fuerza física necesaria para hacer la
mayoría de los trabajos, muy fácil para el industrial conseguir mano de obra
barata; obreros que pudieran ser reemplazados rápidamente en caso de
inconformidad, ineficiencia, enfermedad o cualquier otro motivo.

En consecuencia, las condiciones de subsistencia material del trabajador


empeoraron terriblemente, llegando a extremos que hoy nos parecen horrendos,
pero que en el siglo XIX fuero la norma común.

De otra parte, la población trabajadora tuvo que enfrentar severos cambios en sus
costumbres. Los obreros provenían de familias de artesanos o campesinos y, por
lo tanto, estaban acostumbrados a un ritmo de vida diferente; las labores se
realizaban de acuerdo con las estaciones y las condiciones del clima, y se podía
fijar libremente el horario de trabajo. En el nuevo sistema de producción, por el
contrario, el trabajador tenía que cumplir un horario, igual para todos y
excesivamente extenso.

Además, el ritmo de trabajo era constante durante todo el año. Por otra parte el
nuevo proletario vivía hacinado en ciudades y fábricas, en medio del ruido
estruendoso de las maquinas. Todos estos factores dieron origen a una situación
totalmente desconocida décadas atrás.

El trabajador pasó de vivir en el plácido campo y de respirar el aire puro, a


soportar la contaminación y el afán de las ciudades: tuvo que abandonar la libertad
que le permitía la vida simple y las pocas expectativas materiales, para pasar a
depender de un patrono que exigía el máximo de trabajo a cambio de beneficios
mínimos, inferiores a los que tenía en la época preindustrial.

Las mujeres antes dedicadas a las faenas del hogar, y los niños que pensaban
solo en los juegos, se convirtieron en obreros mucho más baratos que los
hombres adultos. La infancia y la vida familiar fueron robadas por los talleres
mecánicos, gritos del capataz, las extenuantes jornadas de trabajo y las
condiciones antihigiénicas de la vida.

Las ciudades que por siglos habían sido pensadas para albergar otro tipo de
habitantes, fueron ocupadas en pocas décadas por densas masas de inmigrante,
que necesitaban servicios, alojamiento, alimentos, medios y vías de trasporte,
cosas de las que carecían los centros urbanos.
Así pues, las que antes eran ciudades llenas de encantos y tranquilidad, fueron
convirtiéndose en urbes superpobladas, agitadas, contaminadas e impersonales.
La distribución de la población comenzó a centrarse en las ciudades, y
descuidaron los campos.

B. El poder de la burguesía.

El éxito dela producción industrial aumento la influencia social y el poder


económico de la burguesía. Pero, sorprendentemente, no fue la gran burguesía de
banqueros y comerciantes la que en la mayoría de los países Europeos se vio
más beneficiada con las nuevas riquezas. Una mediana y pequeña burguesía de
comerciantes y manufactureros fue la que logro importantes incrementos en sus
riquezas, y posterior mente una gran influencia social.

La naturaleza misma de la producción industrial hizo mayores las diferencias


entre las clases sociales, hasta el extremo de no dejar más que dos posibilidades:
o se era burgués, propietario de algún medio de producción industrial o comercial,
o se era proletario al servicio de un propietario, con las terribles condiciones de la
vida que esto suponía.

C. En las estructuras económicas.

El mundo de la producción económica cambio por completo. Donde se implantaba


la producción industria, desaparecían rápidamente las antiguas manufacturas, y
las actividades agropecuarias y mineras pasaban a girar en torno a las
necesidades industriales.

Los países que lograban un desarrollo industrial como Estados Unidos, Francia y
luego Alemania, todos ellos encabezados por Inglaterra, lograron un dominio más
fácil sobre quienes se retrasaban en el proceso.

Asi, las naciones Europeas impusieron un neocolonialismo sobre las tierras y


sociedades de África, Asia y América. En este nuevo modelo económico, las
naciones colonizadas cumplieron la función de proveer las materias primas, y
comprar los productos metropolitanos.

El modelo era bastante similar al mercantilista, anqué el control de los mercados


no se ejercían por la vía del monopolio sino por medio de la penetración
económica: inversiones en industrias, construcción de las vías de comunicación,
manejo de grandes plantaciones, prestamos, convenios comerciales altamente
favorables para los Europeos, y la manipulación de la clase gobernante de cada
país, para lograr que favoreciera y permitiera la explotación de los recursos a
cambio de una dependencia económica.
Así, el mundo se convirtió en u único mercado, donde el obrero ingles desayunaba
pan horneado con trigo cultivado por un campesino Argentino, quien a su vez
bestia telas Británicas cuyas fibras habían sido cosechadas al sur de los Estados
Unidos.

Por otra parte, la industrialización amplio la libertad humana respecto a las


condiciones naturales, para la consecución de los medios de subsistencia. En la
era pre-industrial, las epidemias, peste y malos climas entre otros factores, podían
amenazar a una sociedad entera ante la falta de alimentos o de materia primas.

En esta nueva época, un país podía comprar en el extranjero los alimentos o


materias primas a cambio de sus manufacturas, o prepararse mucho mejor para la
escases gracias al desarrollo tecnológico.

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