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INTRODUCCIÓN*

ÁNGELES ERAÑA

La epistemología tradicionalmente consideró que el conoci-


miento es una creencia verdadera y justificada. La aparición
del famoso artículo "Is Justified True Belief Knowledge?" [¿Es
la creencia verdadera y justificada conocimiento?] de Edmund
Gettier, en 1963, puso en crisis esta definición, ya que en él se
planteaba una objeción contundente a ella, a saber, las condi-
ciones para el conocimiento que presenta este análisis (aunque
necesarias) son insuficientes.
Ese artículo representó uno de los retos más importantes
para la epistemología y constituyó, en su momento, un punto
de inflexión para su desarrollo posterior. En primer lugar, el
texto de Gettier deja en claro que un sujeto puede tener una
creencia justificada, pero con la posibilidad de que sea acciden-
talmente verdadera. Con esto se hace patente que la preocupa-
ción platónica por explicar la diferencia entre el conocimiento
y la creencia verdadera sigue vigente. En el Teeteto, Platón sos-
tiene que una diferencia central entre una creencia verdadera
y otra que constituye conocimiento radica en· que esta última
no es verdadera como resultado de la suerte o del azar. Así, se
supone que dicha diferencia debería explicarse en términos de
aquel tipo de cosa que efectivamente prevenga que esto último
sea el caso, i.e., en ténninos de aquellos factores que garanti-
zan (o hacen muy probable) que la creencia que se adquiere
sea verdadera. Sin embargo, pareciera que la noción intuitiva
de 'justificación" con que la definición tripartita del conoci-
miento opera no logra fungir como "garantizadora de verdad"
y, por lo tanto, no nos ofrece una explicación verosímil de la
diferencia mencionada. Por otra parte, desde la aparición de
*Quiero agradecer a Miguel Ángel Fernández por sus útiles e iluminadores
comentarios a una versión previa de esta introducción.
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dicho artículo, 1nucha tinta se ha invertido en tratar de articu- Ade1nás, esta teoría adolecía de una falta grave: no podía ex-
lar una noción de conocimiento que no pueda "guetierizarse", plicar el conocimiento de hechos generales, ni el conocimiento
es decir, una noción tal que no sea posible encontrar c;jemplos del futuro (Dancy 1993; Klein 1976).
en los que se satisfagan las condiciones para el conocimiento y, Dados estos problemas) aflos después Goldman propuso ~-e­
sin embargo, no sea intuitivo afirmar que el sujeto de la creen- tomar la noción de justificación epistémica como elemento In-
cia tiene conocimiento. dispensable para cualquier análisis del conocimiento. En su
Algunas de las estrategias que se desarrollaron para este úl- artículo "¿Qué es una creencia justificada?", 1 afirma que su re-
timo fin fueron las siguientes; (1) buscar una cuarta condición chazo previo del concepto de justificación estaba dirigid? a ~as
para el conocimiento, tal que garantice que las condiciones explicaciones cartesianas de la justificación, esto es, exphcacw-
ofrecidas sean en cor:~junto suficientes para el conocimiento nes que presuponen, entre otras cosas, que una creenCia. p pue-
(e.g., Dretske 1971); (2) aseverar que debemos sustituir la cláu- de considerarse justificada sólo si el s~jeto de la creenCia sabe
sula de la justificación por alguna otra que garantice que las o cree justificadamente que está justificado en creer que p.
creencias que constituyen conocimiento no serán verdaderas Goldm~n, en cambio, no piensa que un requisito de "segundo
por azar (e.g., la teoría causal del conocimiento que más ade-
orden" de este tipo sea necesario para la justificación. Desde
lante se mencionará breve1nente), o (3) analizar el concepto de
su perspectiva, para que un s~jeto S esté justificado en. cr~er
'justificación" de modo tal que lajustificación de una creencia
que p, S no tiene que tener "acceso" a los factores que JUStifi-
no sea una mera cuestión de relaciones lógicas entre creencias
can su creencia.
(e.g., las teorías fiabilistas de la justificación epistémica). En lo
Al aseverar lo anterior, Goldman aborda los contraejemplos
que sigue no me detendré en los detalles de estas distintas es-
de Gettier abandonando una estrategia tipo (2) y optando por
trategias, sólo mostraré cómo la segunda y la tercera constitu-
una del tipo (3) de las ya n1encionadas; esto es, en vez de negar
yen el antecedente y la motivación de las teorías fiabilistas de
la justificación epistémica (Dancy 1993). que la justificación es un~ .c?ndición necesaria ,par~ el e~~~~
ciiniento, propone un anahs1s del concepto de JUStificacwn
1 . Motivaciones y antecedentes de las teorías fiabilistas tal que garantice un papel central para los factores cau~ale~
de la justificación epistémica en nuestras adscripciones de conociiniento. Podemos deCir as1
que en el origen de las teorías fiabilistas de lajustificación epis-
Alvin I. Goldman (1967), en su artículo ya clásico "A Causal témica se pone en 1narcha un intento más de enfrentar el reto
Theory of Knowledge" [La teoría causal del conocimiento], que Gettier dc;jó co1no legado a la epistemología.
afirmaba que los contrac;jemplos de Gettier n1ostraban la ne-
Uno de los rasgos característicos de las teorías fiabilistas
cesidad de renunciar a la noción de 'justificación" como con-
es que sostienen que el objeto del análisis epistémico no son
dición necesaria para el conocimiento. Desde su perspectiva,
las creencias particulares, sino los procesos a través de los cua-
tener razones para creer que p no garantiza ni hace más pro-
les se produc-en. La idea central es que la justificación episté-
bable la verdad de p. Así, Goldman planteó que una caracteri-
mica no es una propiedad de las creencias independiente del
zación adecuada del conocimiento exigía que la creencia que
modo como hayan sido formadas, y que una manera de preve-
se va a evaluar tuviera una relación causal apropiada con su
nir la verdad fortuita de nuestras creencias es utilizando pro-
oqjeto. Esta teoría, sin embargo, no lograba explicar a cabali-
cesos fiables de producción de creencias. Así, sus defensores
dad la diferencia existente entre una creencia verdadera y una
consideran que la '~justificación" no debe analizarse en térmi-
creencia que constituye conocimiento (si lo que hace verdadera
una creencia es lo mismo que lo que le da el estatus de conoci- 1 Véase Alvin I. Goldman, "¿Qué es una creenciajustificada?", pp. 199-231
miento, entonces ¿cuál es la diferencia entre estas dos cosas?). de esta antología.
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nos de las razones que un sujeto tiene (o puede ofrecer) para mejores que los ordinarios o diferentes de ellos, sino de com-
creer que p, sino del modo corno S llegó a creer que p. prender qué queren10s decir coinúninente cuando afirmamos
El giro involucrado en este nuevo examen del concepto de que una creencia está justificada.
'justificación" es más importante de lo que a simple vista pa- El fiabilismo busca rescatar la intuición de que la pregunta
rece. No sólo se trata de cambiar el analysans en el análisis de por la justificación de una creencia es la pregunta por el origen
la justificación; la cuestión es que no será posible establecer a de esa creencia. En otras palabras, no se trata de responder a
priori cuándo una creencia está justificada. Esto es, para saber la pregunta ¿por qué crees que p?, sino a la pregunta üómo llegaste
si una creencia está justificada será necesario tener un registro a creer que p? La idea puede ejemplificarse del siguiente modo:
(estadístico o tendencia!) de las verdades entregadas por los supongamos que Ana me dice "Está lloviendo". Ante su aseve-
distintos tipos de procesos que utilizamos en la producción de ración, puedo preguntar si lo sabe o sólo lo cree (con verdad).
creencias, y esto únicamente se puede hacer después de haber Para afirmar que Ana lo sabe no es necesario que ella ofrezca
utilizado de manera regular varios casos de estos tipos. Nótese una defensa ulterior de su afirmación; basta que nos describa
que recabar los registros del desempeño de distintos procesos cómo llegó a creer que éste es el caso. Yo podría preguntarle
de fonnación de creencias es una tarea claramente empírica, no a Ana "¿Cómo sabes que está lloviendo?" Ella podría respon-
a priori. der "Me asomé por la ventana y vi caer la lluvia". Para evaluar
Antes de examinar con más deteninliento algunas de las su creencia como conocimiento sería suficiente saber que Ana
ideas centrales del fiabilismo de la justificación epistémica, es tiene buena vista y que, en el momento en que se asomó a la
importante hacer notar que una diferencia entre las teorías cau- ventana, estaba en un estado normal (e.g., no estaba borracha
sales del conocimiento y las teorías fiabilistas de la justificación o alucinando).
es que las primeras buscan responder la pregunta de qué es Una de las tesis centrales de estas teorías es que el estatus
el conocimiento, mientras que las segundas se ocupan de la epistémico de "estar justificada" simplemente establece cuáles
pregunta sobre qué tipo de respaldo requieren nuestras creen- son las características que una creencia debe poseer para que
cias para que podamos sostener que constituyen conocimiento sea posible afirn1ar que tiene ese estatus, y que una creencia
(Goldman 2008). 2 adquiere esas características por haber sido formada de cier-
ta manera (esto es, por ser el resultado de cierto proceso de
producción de creencias). Con estas ideas generales, podemos
2 . Las teorías fiabilistas de la justificación epistémica
formular una primera versión del esquema para el fiabilismo
En su artículo "¿Qué es una creencia justificada?", Goldman de la justificación epistémica del siguiente modo: una creencia
afirma que una teoría adecuada de la justificación epistérnica está justificada si y sólo si fue producida mediante un proceso
debe ser una teoría explicativa, es decir, una teoría que dé ra- cognitivo fiable. Para entender mejor esta formulación es im-
zón, de manera general, de por qué ciertas creencias cuentan portante analizar con más cuidado las nociones de "proceso" y
(o se consideran) como creencias justificadas y otras no. Desde de "fiable".
su perspectiva, no se trata de prescribir estándares que sean
2 . 1 . La fiabilidad
2 En la literatura más reciente sobre epistemología hay un debate en torno Cuando se afirma que algo (e.g., un instrumento, una persona,
a la utilidad teórica misma del término 'justificación" para referirse al estatus
propiamente epistémico de las creencias. Es común, hoy en día, que se pre-
un proceso, etc.) es fiable, normalmente se dice que es algo en
fiera hablar de "respaldo" puesto que, en principio, este término es neutral lo que uno puede confiar; i.e., las personas o los instrumen-
respecto del compromiso de aceptar (como correcta) la definición tradicional tos son fiables cuando, si los consultamos, suelen ofrecer una
del conocimiento o el análisis tripartito del mismo. buena guía para alcanzar los fines que motivaron la consulta.
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La fiabilidad suele considerarse una propiedad disposicional; creer esta o aquella proposición en un momento dado. (Véase la
es decir, una persona, un proceso, un instru1nento tiene una p. 215 de esta antología.)
propensión a actuar o funcionar correctamente dadas ciertas
condiciones norn1ales para su funcionamiento. Podría pensarse que esta manera de analizar la noción de "pro-
Con estas breves consideraciones en mente podemos en- ceso de formación de creencias" hace que los determinantes
tender por qué se afirma que el fiabilismo de la justificación de la justificación sean (en última instancia) estados internos
epistémica es un tipo de teoría consecuencialista: un proceso de de un SL!jeto, e.g., otras creencias que sirven de insumo a un
producción de creencias es fiable (o "bueno" desde el punto proceso. Sin embargo, debemos ser cuidadosos en este punto.
de vista epistémico) si sus consecuencias son deseables desde Como Goldman lo afirn1a (1979, p. 9; p. 211 de esta antolo-
un punto de vista epistémico. En otras palabras, un proceso de gía), cualquier principio de justificación correcto debe ser un
producción de creencias P es "fiable" si, de ser usado, P nos principio que plantee requisitos causales; es decir, el tipo de
conduce a la consecución de ciertos fines. relación causal que hay entre la creencia y su o~jeto debe inter-
Hay distintos tipos de consecuencia (o fin) que se podrían venir al determinar cuándo está justificada la creencia. Así, el
valorar en epistemología. Sin embargo, las teorías que presen- fiabilismo de la justificación epistémica se entiende mejor si se
tamos en esta sección de la antología consideran que la verdad formula del siguiente modo: lo que determina la justificación
es el fin epistérrlico último, es decir, cualquier otra cosa que de una creencia es la fiabilidad del proceso que la produce, y
valoremos (e.g., la felicidad, el placer, el bien moral, etc.) se esta fiabilidad es un hecho estadístico, esto es, un hecho vincu-
puede alcanzar sólo si primero alcanzamos la verdad. Así, el fia- lado a la frecuencia con la cual produce creencias verdaderas.
bilismo de la justificación epistémica que nos interesa en este Si esto es correcto y si aceptamos que aquello que determi-
momento es el veritista. na la verdad de una creencia es su relación con el estado de
Con lo hasta aquí dicho podemos especificar un poco más cosas en el mundo, entonces podemos aceptar que los facto-
la propuesta general del fiabilismo de la justificación episté- res determinantes de la justificación no tienen que ver con las
Inica: el estatus justificatorio de una creencia es una función creencias del s"l!jeto en cuanto a la fiabilidad de los procesos
de la fiabilidad del proceso (o de los procesos) que la pro- que la produjeron, ni con la relación de su creencia actual con
duce(n), donde la fiabilidad consiste en la frecuencia con la el resto de sus creencias. Más bien, aquellos factores provienen
cual un proceso genera creencias verdaderas (o en la pro- del hecho de que el proceso de producción de creencias tiende
pensión del proceso a generar un mayor número de creencias a establecer relaciones causales apropiadas entre las creencias
verdaderas que falsas). que produce, los hechos en el mundo y otras creencias. Esto es
lo que garantiza (en cierto grado) la fiabilidad del proceso y,
2 . 2 . Los procesos de producción de creencias así, la obtención de creencias verdaderas (Kornblith 2001).
Como he dicho hasta aquí, según el fiabilismo de la justifica- Goldman afirma que su teoría es "histórica" o "genética" ya
ción epistémica, lajustificación es esenciahnente la cuestión de que una creencia sólo se considerará justificada si "está bien
que nuestras creencias hayan sido producidas mediante un pro- formada", y esto último significa tener como origen operacio-
ceso cognitivo fiable, o que un proceso de este tipo las sustente. nes fiables. Para que estas ideas queden más claras es ünpor-
Un proceso de formación de creencias es, según Goldman: tante apelar a la distinción entre tipos de procesos que propone
Goldn1an. Según él, hay procesos (a) "dependientes de creen-
una operación o procedimiemofuncional, es decir, algo que genera cias" y otros que son (b) "independientes de creencias". Los pri-
un mapeo de ciertos estados -los "insumos"- con otros estados meros generan creencias co1no función de creencias previas, es
-los "resultados"-. En este caso, los resultados son estados de decir, ton1an como insumo una o más creencias anteriores para
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2 . 3 . Algunos corolarios del fiabilismo veritista
producir nuevas creencias (entre estos procesos se encuentran
la memoria, la inferencia, etc.). La fiabilidad de estos procesos El fiabilismo de lajustificación epistémica establece que (al me-
se determina en relación con la verdad de las creencias que les nos algunas) de las propiedades justificatorias de una creencia
sirven de insurrw. Así, diríamos que si las creencias que sirven se producen por cierto tipo de relación causal que involucra
de insumo a un proceso dependiente de creencias son resulta- de forrna apropiada los procesos del sujeto y su interacción
do de un proceso fiable, entonces es probable que aquellas que con el medio ambiente externo. Estas propiedades no necesa-
se producen como resultado del proceso que opera sobre ellas riamente son accesibles al sujeto de la creencia (y posiblemente
(si él mismo es fiable) sean verdaderas. Esto es a lo que Gold- nunca lo sean). Así, el fiabilismo aleja el foco del problema de
man llama "fiabilisrrw condicional". El segundo tipo de pro- la justificación de la pregunta por nuestra capacidad de ofrecer
cesos perrrlite la forrr1ación de creencias independientemente argumentos que nos permitan defender intelectualmente nues-
de estados anteriores de creencia, un ejemplo de este tipo de tras creencias, para acercarlo a la cuestión de que los procesos
proceso es la percepción. del sujeto estén en una relación causal apropiada con el medio
Con base en esta distinción, Goldman propone las siguien- ambiente.
tes condiciones para la conformación de un principio de justi- Es importante hacer notar que, desde esta perspectiva, las
ficación (véase la p. 218 de esta antología): condiciones para hablar de la justificación de una creencia no
(1) Si la creencia de S en p, en el momento t, resulta ("inmediata- dependen de que el sujeto que la sostiene sepa (o crea, o crea
mente") de un proceso independiente de creencias que es (in- justificada~ente) que su creencia está justificada; es posible
condicionalmente) fiable, entonces la creencia de S en p, en el que en el tiempo t en que un sujeto S sostiene una creencia p,
momento t, está justificada. S no sepa si p estájustificada y que, sin err1bargo, p esté justifica-
da precisamente porque satisface las condiciones para estarlo
(2) Si la creencia de S en p, en el momento t, resulta ("inmedia-
tamente") de un proceso dependiente de creencias que es (al (e.g., S puede no saber si los procesos que conforman el origen
menos) condicionalmente fiable, y si las creencias (si acaso hay causal de su creencia son generalmente fiables, pero si dichos
alguna) con base en las cuales este proceso opera al producir procesos son de hecho fiables, entonces la creencia p de S de
la creencia de S en p, en el momento t, están ellas mismas jus- hecho está justificada).
tificadas, entonces la creencia de S en p, en el momento t, está En este sentido, la justificación no depende de que el sujeto
justificada. de la creencia pueda ofrecer (o de hecho ofrezca) un argumen-
to en defensa de sus creencias. Más bien, la justificación es una
Ahora podemos formular la posición general del fiabilismo ve-
propiedad que adquieren las creencias en virtud de la fiabili-
ritista de procesos del siguiente modo: una creencia p puede
dad de los procesos a través de los cuales fueron producidas.
considerarse una creencia justificada sólo si p se produjo me-
diante un proceso fiable, donde el insumo sobre el que éste Esto significa, según el fiabilismo, que el hecho de que un su-
opera determina, en cierto grado, el resultado específico que jeto esté justificado no le surninistra una regla o un coi~unto
ofrecerá. El insumo, en este sentido, causa la creencia de que p de reglas que le sirva para escoger creencias, sino que toma
en el sujeto S y, sólo si p está en una relación causal apropiada en cuenta las creencias ya formadas del conocedor y dice qué
con el medio ambiente, el proceso operará correctamente, es características son necesarias y suficientes para que la creencia
decir, producirá creencias verdaderas como resultado. se considere justificada. Una creencia está justificada si de hecho
fue producida mediante un proceso que conduce a la verdad
independientemente de que el sujeto haya aceptado esa creen~
cia porque sabía que los procesos que la causaron eran fiables.
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En este sentido ta1nbién, se afirma que el fiabilismo de la jus- (esto es, el proceso particular) que produjo esta creencia par-
tificación epistémica es una teoría externista de la justificación ticular? Y ¿cuáles son los criterios de individuación tales que
epistémica. 3 nos pern1itan explicar que esta creencia es resultado de este
caso, y que este caso está asociado a este tipo y sólo a este tipo?
3 . Algunos problemas delfiabilismo de la justificación Wiliiam P. Alston cree tener una respuesta para estas pregun-
tas.4 Sin embargo, Earl Conee y Richard Feldman sostienen
El fiabilismo de la justificación epistémica ha sido objeto de que una solución al problema de la generalidad debe satisfa-
severas y variadas críticas. En lo que sigue mencionaré breve- cer tres condiciones: (i) ser universal; (ii) lograr que los tipos
mente tres de ellas: se afirma que una teoría fiabilista de la jus- identificados tengan una fiabilidad que, de un modo verosímil,
tificación epistémica (i) no nos ofrece criterios claros de identi- sea correlativa a la justificación de las creencias resultantes; y
ficación de procesos de formación de creencias; (ii) no provee (iii) mantenerse fiel al espíritu del enfoque fiabilista, algo que
las condiciones necesarias ni suficientes para la justificación ninguna de las respuestas ofrecidas hasta ahora satisface. 5
epistémica; y (iii) no es capaz de explicar qué hace valioso al
conocilniento. 3 . 2 . ¿Es necesaria o suficiente la fiabilidad
para la justificación epistémica?
3 . 1 . El problema de la generalidad
Uno de los supuestos dominantes entre los teóricos de la justi-
La idea central en esta objeción es que una creencia particu- ficación epistémica es que un análisis adecuado de esta noción
lar se genera 1nediante un proceso particular, pero un proceso debe ofrecer condiciones necesarias y suficientes para afirmar
particular no es el tipo de cosa que pueda ser 1nás o n1enos que una creencia está justificada. Muchos de los críticos de las
fiable. Esto se debe a que sólo es posible evaluar algo como fia- teorías fiabilistas se preguntan si la fiabilidad de un proceso es
ble si ese algo tiene múltiples casos, porque es su repetibilidad necesaria o suficiente para la justificación de una creencia.
lo que permite estimar la proporción de casos en l~s que ese Con respecto a la idea de que la fiabilidad sea una condi-
algo suministró respuestas favorables (o su tendencia a hacer- ción necesaria para la justificación de una creencia, se sostiene
lo). Así, el oqjeto de la evaluación epistémica no pueden ser que si éste fuese el caso, entonces no debería ser posible tener
los procesos particulares: tienen que ser los tipos a los que estos creencias justificadas que no fuesen resultado de un proceso de
procesos pertenecen. El problema, se afirma, es qu~ un proce- este tipo. Sin embargo, un proceso fiable en nuestro mundo real
so puede pertenecer a un número indefinido de tipos y, por podría no serlo en un mundo hipotético donde existiera un
lo tanto, para evaluar una creencia particular debemos poder demonio maligno que hiciera que las creencias resultantes de
identificar el tipo pertinente ~jetnplificado por el proceso que ese mismo proceso fuesen todas falsas. Por ejemplo, podemos
produjo esta creencia en esta ocasión parti~ular. , . concebir a un sujeto S que habita en un mundo en el que todas
Una solución al problema de la generalidad podna darse SI las percepciones de objetos físicos son (generalmente) no verí-
se lograra encontrar criterios claros de individuación de tipos dicas puesto que, en ese mundo, hay un demonio maligno que
de proceso. Las preguntas que debería poder responder el fia- se encarga de hacerlas no verídicas. Supongamos, además, que
bilista son ¿cómo se individúa el tijw al que pertenece el caso las creencias perceptuales de S son idénticas a las nuestras (es
3 Para una discusión, veáse la sección "Internismo y externismo: ¿dos as- decir, idénticas a las creencias que nosotros formamos a través
pectos de lajustificación epistémica?", de esta antología (pp. 313-372). Gold- 4
man interpreta "causa" de un modo amplio, porque incluye tanto los.f~ctores Véase William P. Alston, "¿Cómo concebir la fiabilidad?", pp. 233-273 de
que sostienen a una creencia ya formada, como los factores. que ongman o esta antología.
5
dan inicio a una creencia (es decir, los procesos que determman o ayudan a Véase Earl Conee y Richard Feldman, "El problema de la generalidad
sobredeterminar que una creencia siga siendo aceptada). para el fiabilismo", pp. 275-310 de esta antología.
INTRODUCCIÓN 193
192 ANGELES ERAÑA

para creer que p y que, aun así, hace falta trazar una distinción
de las percepciones de objetos físicos en nuestro mundo real,
entre las propiedades que debe tener una creencia para consi-
donde esas creencias tienden a ser verídicas). Dado que esto es
derarse justificada y aquello que guía a un sujeto en la acepta-
concebible, podernos pensar que los procesos perceptuales de
fonnación de creencias en el mundo de S no son fiables. Sin ción de una creencia (Goldrnan 1979, véanse las pp. 199-231
embargo, parece que sus experiencias perceptuales son feno- de esta antología, y 1986).
menológicamente idénticas a las nuestras. Puesto que nuestras
3 . 3 . El problerna del valor del conocimiento
creencias perceptuales rnuy probablemente están justificadas,
las creencias de S también deberían estar justificadas. Así, pa- La intuición en que descansa el llamado "problema del va-
rece posible tener creencias justificadas que no sean resultado lor del conocimiento" es que si bien la creencia verdadera
de procesos fiables y, por lo tanto, no parece razonable afirmar es algo valioso, en general consideramos que el conocimien-
que la fiabilidad es una condición necesaria para la justificación to es algo más valioso aún. De esto se desprenden distintas pre-
(Goldrnan 2008). guntas que, según se afirma, cualquier teoría que sostenga que
Una posible respuesta a esta objeción es que el dominio re- el conocirniento no es mera creencia verdadera debe respon-
levante para la evaluación de la fiabilidad de un proceso es der, e.g., ¿por qué consideramos más valioso el conocirniento
el mundo en el que el proceso opera; esto quiere decir que, al que la creencia verdadera?, ¿de dónde proviene su valor extra?
evaluar el e status justificatorio de la creencia hipotética de S de Como han rnostrado distintos autores (Zagzebski 1996; Sosa
que p, la fiabilidad del proceso generador de esa creencia debe 2007; Greco 1999), el punto más crítico para que el fiabilismo
evaluarse tomando como referencia nuestro mundo, que es el pueda responder a estas preguntas es su compromiso con el
mundo donde normalmente opera ese proceso. De esta mane- veritismo. Esto se debe a que, si la verdad es el valor episté-
ra, diríamos que las creencias de S están justificadas, pues su mico último, entonces el valor epistémico de la fiabilidad de
proceso de producción de creencias perceptuales es fiable en el un proceso será meramente instrumental con respecto al valor
mundo pertinente~ aunque en el mundo de S no lo sea (Goldman de la verdad. Pero parece que algo que no es más que instru-
1986). mentalmente valioso con respecto a la obtención de creencias
Respecto de la suficiencia de la fiabilidad para la justifica- verdaderas no puede añadirle valor a una creencia verdadera.
ción, suele afirmarse que es posible tener un proceso altamen- Ahora bien, si esto es así, entonces no queda claro cómo una
te fiable de producción de creencias y que, sin embargo, las creencia verdadera que es el resultado de un proceso fiable
creencias que tal proceso genera como resultado no estén jus- (que para el fiabilista es idéntica al conocimiento) puede ser
tificadas. Un ejemplo típico es el caso de una persona, digamos más valiosa que una mera creencia verdadera.
Juan, a quien se le implanta en el cerebro una herramienta de-
Para ilustrar estos planteamientos, Linda Zagzebski ( 1996)
tectora de temperatura que realiza su tarea de modo altamente
ha apelado a la idea general de que la fiabilidad de un proceso
eficiente. En consecuencia, las creencias de Juan acerca de la
a través del cual se produce algo no le añade ningún valor a
temperatura suelen ser verdaderas. No obstante, parece poco
esa cosa. Por ejemplo, una buena taza de café producida por
intuitivo afirmar que Juan está justificado en sus creencias res-
una cafetera fiable (es decir, una cafetera que generalmente
pecto de la temperatura. Así, parece que, para afirmar que las
produce buen café) no parece ser diferente ni más valiosa (me-
creencias de un st~eto están justificadas, hace falta algo más que
jor) que otra buena taza de café preparada por una cafetera
la fiabilidad de los procesos a través de los cuales se formaron.
no fiable (e.g., una cafetera que azarosamente hace buen café).
Una posible respuesta a esta objeción consiste simplemente
Si éste es el caso, entonces no tenemos por qué suponer que
en afirmar que se basa en la idea de que un sujeto sólo puede
el hecho de que una creencia haya sido generada mediante un
estar justificado en creer que p si es capaz de ofrecer razones
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proceso fiable de producción de creencias le añade algún valor Kornblith, H., 2001, "How Internal Can You Get?", en H. Kornblith
a nuestra creencia verdadera. (comp.), Epistemology: Externalism and lnternalism, Blackwell, Ox-
Si aceptamos que una buena teoría de la justificación episté- ford (Blackwell Readings in Philosophy, 2), pp. 111-125.
mica debe ser capaz de explicar aquello que hace diferente (que Sosa, E., 2007, A Virtue Epistemology: Apt Belief and R~flective Knowledge,
le otorga más valor) al conocimiento sobre la mera creencia vol. 1, Oxford University Press, Oxford.
verdadera, y si aceptamos la crítica que acabamos de plantear, Zagzebski, L., 1996, Virtues of the Mind: An lnquiry into the Nature of Vir-
entonces tendríamos que aceptar que el fiabilismo adolece de tue and the Ethical Foundations of Knowledge, Cambridge University
no poder ofrecer esta explicación. Recientemente, Goldman y Press, Cambridge.
Olsson (2009) han ofrecido argumentos en el sentido de que el
fiabilis1no puede evitar esta crítica.
BIBLIOGRAFÍA COMPLEMENTARIA SOBRE FIABILISMO
BIBLIOGRAFÍA
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Dretske, F., 1971, "Conclusive Reasons", Australasian]ournal ofPhilos- - - , 1980, "Level Confusions in Epistemology", Midwest Studies in
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