Вы находитесь на странице: 1из 3

La Edad Moderna, una nueva era

En el siglo XV, los europeos conocían el mundo solo desde el extremo occidental de
Europa y el Magreb, en África, hasta los territorios más orientales de Asia (China,
Corea y Japón). Sabían que existían la India, China y Japón por los viajeros y los
mercaderes como Marco Polo, pero no sabían nada del África subsahariana y
desconocían la existencia de América, Oceanía y la Antártida.

Durante la Edad Media existió la ruta de la seda, pero quedó interrumpida por la
conquista de Constantinopla por los turcos en 1453. Entonces, los mercaderes
europeos buscaron rutas alternativas, que les permitieron conocer con mayor
exactitud la forma y las dimensiones de la Tierra y sus territorios.

Se produjeron avances en la navegación: se difundió el uso de instrumentos como


la brújula, el astrolabio, el cuadrante, la corredera y la ampolleta; y se desarrolló la
cartografía y se mejoraron los barcos, con nuevos modelos de embarcaciones, como
la carabela, más ligera, más segura y con mayor capacidad de carga.

Las exploraciones portuguesas

Desde principios del siglo XV, Portugal quería encontrar una ruta alternativa hacia la
India para hacerse con el comercio de las especias y de la seda de Extremo Oriente.
El gran impulsor de este proyecto fue el infante Enrique el Navegante, hijo del rey
Juan I de Portugal, que creó una escuela náutica en Sagres.

Conquistaron Ceuta y descubrieron las islas de Madeira y Azores, que incorporaron


al reino de Portugal. Continuaron por África y, tras la muerte de Enrique el
Navegante en 1460, el avance portugués hacia el sur continuó, pero de forma más
lenta.

Cristóbal Colón viajó a Lisboa para proponer al rey de Portugal una nueva ruta, pero
viajando hacia el oeste, a través del océano Atlántico. Pero el éxito de Bartolomé
Díaz al doblar el cabo de Buena Esperanza hizo que el monarca portugués
desestimara el proyecto de Colón.

En 1497, partió de Lisboa una expedición al mando de Vasco de Gama, que diez
meses más tarde llegaba a la India. Culminaba así el proyecto portugués y Portugal
afianzaba su presencia en el océano Índico.

Las exploraciones castellanas

Cristóbal Colón estaba convencido de que la Tierra era esférica y de que era
posible llegar a Asia navegando hacia el oeste. Tras la negativa de Portugal,
Colón se dirigió a Castilla, donde finalmente los Reyes Católicos decidieron
financiar la empresa.

1
© Santillana Educación, S. L.
La Edad Moderna, una nueva era

La expedición, formada por tres naves, partió el 3 de agosto de 1492 del puerto de
Palos de la Frontera. Se dirigió primero a las islas Canarias, de donde zarpó un mes
después, aprovechando los vientos alisios y las corrientes marinas.

Alcanzaron la costa el 12 de octubre de 1492. Creyeron haber llegado a Cipango


(Japón), pero en realidad estaban en la isla de Guanahaní, que pertenecía a un
continente desconocido para ellos. Cristóbal Colón murió convencido de haber
alcanzado Asia, pero el navegante italiano Américo Vespucio demostró que
aquellas tierras pertenecían a un nuevo continente, que, a comienzos del siglo XVI,
recibió en su honor el nombre de América.

El reparto del mundo

En 1494, Castilla y Portugal firmaron el Tratado de Tordesillas, que trazaba un


meridiano situado a 370 leguas al oeste de las islas Azores: las tierras situadas al
oeste del meridiano serían para Castilla (la mayoría de las tierras de América), y al
este, para Portugal (África y Asia, además de Brasil).

Se crearon dos grandes imperios ultramarinos, el español y el portugués,


constituyendo así el comienzo de la hegemonía europea sobre el resto del mundo.

Los viajes de Colón abrieron el camino a nuevas exploraciones. En 1519, la


expedición de Fernando de Magallanes bordeó el continente americano hacia el sur
y cruzó el estrecho que unía ambos mares, bautizado como estrecho de Magallanes,
continuando su viaje por el océano Pacífico hasta las islas Filipinas. Allí murió y le
sustituyó en el mando su contramaestre, Juan Sebastián Elcano, que regresó a
España bordeando África. De este modo, había conseguido dar la primera vuelta al
mundo y demostrar que la Tierra era esférica.

América precolombina

Se denominan precolombinos a aquellos pueblos que vivían en el continente


americano antes de la llegada de Cristóbal Colón. Estas fueron las tres grandes
civilizaciones precolombinas:

 Los mayas: poblaban la península del Yucatán y otros territorios de los actuales
México, Guatemala, Belice, El Salvador y Honduras. Estaban organizados
en ciudades independientes, gobernadas por un jefe supremo. Su economía
se basaba principalmente en el cultivo de maíz, algodón, cacao, tomate y otros
productos. El comercio entre ciudades fue muy activo y destacaron como
brillantes matemáticos, astrónomos, arquitectos y escultores. Desarrollaron la
escritura, crearon calendarios de gran exactitud, y edificaron palacios y templos
con forma de pirámide escalonada.

2
© Santillana Educación, S. L.
La Edad Moderna, una nueva era

 Los incas: asentados en la cordillera de los Andes, crearon un vasto imperio que
abarcó parte del territorio de los actuales Perú, Bolivia, Ecuador, Argentina y
Chile. La autoridad máxima la ejercía el inca, considerado hijo del Sol. Crearon
terrazas escalonadas para poder cultivar en las laderas de las montañas,
principalmente maíz y patata. Las construcciones incas eran de grandes
proporciones, entre las que destaca Machu Picchu.

 Los aztecas: eran un pueblo de guerreros que poblaban el valle de México


desde el siglo XII. Cobraban tributos a los pueblos vencidos y solían sacrificar a
los enemigos derrotados. En el siglo XIV fundaron Tenochtitlán, que
con Texcoco y Tlacopán, constituyeron una confederación de tres ciudades. El
emperador ejercía el poder político y religioso. La sociedad se organizaba en
tribus divididas y su principal actividad económica era la agricultura, pero
también destacaron en la fabricación de cerámica y en la orfebrería del oro y la
plata. Fueron grandes arquitectos y levantaron ciudades amuralladas, palacios y
templos, muchos en forma de grandes pirámides.

Las transformaciones sociales y económicas

Demografía: tras la crisis del siglo XIV, la población europea comenzó a recuperarse
en el siglo XV, debido a la menor virulencia de las epidemias y a las mejoras en la
alimentación.

Sociedad: continuó dividida en tres estamentos, y la nobleza y el clero siguieron


siendo los privilegiados, exentos de pagar impuestos y ocupando los principales
cargos. La burguesía, aun perteneciendo a un estamento no privilegiado, alcanzó
gran preeminencia por sus enormes fortunas. Los campesinos siguieron soportando
unas duras condiciones de vida, aunque mejoraron su situación porque muchos
dejaron de ser siervos para convertirse en personas libres.

Economía: los siglos XV y XVI fueron una época de prosperidad. El crecimiento de la


población provocó un incremento de la demanda de alimentos y de productos
artesanales. Se potenciaron, además, los intercambios comerciales por los avances
y descubrimientos en la navegación.

Tras el descubrimiento de América y de las nuevas rutas comerciales, los


comerciantes se asociaron en compañías mercantiles para compartir beneficios y
pérdidas, por las grandes inversiones y riesgos que corrían.

Los banqueros facilitaron el crédito a los comerciantes y extendieron el uso de


cheques y letras de cambio, que permitieron realizar operaciones comerciales sin
necesidad de disponer de dinero en metálico. A partir del siglo XV, surgieron también
los bancos públicos.

3
© Santillana Educación, S. L.

Вам также может понравиться