Вы находитесь на странице: 1из 7

Secta: Iglesia de Dios Sociedad Misionera Mundial.

Gálatas 4:26 y “dios la madre”


“Pero la Jerusalén de arriba, la cual es nuestra madre, es libre” (Gálatas 4:26).

De acuerdo a la Iglesia de Dios Sociedad Misionera Mundial, este pasaje enseña que existe una
madre celestial.

Una respuesta: Este pasaje no enseña la existencia de una madre celestial.

Primero: La comparación de Jerusalén como madre es una alegoría, lo que significa que uno no
debe tomar la comparación literalmente. En el contexto, el libro de Gálatas está enseñando
acerca de la salvación por fe. En Gálatas 4, Pablo usa una alegoría (v. 22; “Porque está escrito
que Abraham tuvo dos hijos: uno de la esclava, y uno de la libre”) para hacer una comparación
entre dos personajes del Antiguo Testamento; Agar y Sara. Aquellos que buscan ser justificados
por la ley, son llamados los hijos de la mujer esclava (Agar en Gálatas 4:24-26), y aquellos que
son justificados por la fe, son hijos de la mujer libre (Gálatas 4:22, 30) o los hijos de la promesa:
“Así que vosotros, hermanos, como Isaac, sois hijos de la promesa” (Gálatas 4:28).

Segundo: La “madre” (del griego, méter) mencionada en Gálatas 4:26corresponde a la ciudad


celestial de Jerusalén, la cual representa a Sara (esposa de Abraham) y que es mencionada en
el versículo 22. En ninguna parte de este texto se le llama a Sara, dios y tampoco menciona
a Dios, como la madre celestial. Este simplemente se refiere a aquellos justificados por la fe sola.
Ellos son, en forma figurativa, hijos de la mujer libre, Sara (v. 31: “Por tanto, hermanos, no somos
hijos de la esclava, sino de la libre”).

Tercero: Pablo era bien consciente de la palabra griega para “dios” (theos), la cual usa muchas
veces en Gálatas y otras de sus cartas. Si él quería enseñar la noción de un dios madre,
fácilmente podría haber usado aquí, “theos” con “méter” para poder enseñar una noción pagana.
Sin embargo, no lo hizo.

Cuarto: Pablo creía que había un solo Dios en toda la existencia (creencia conocida
como monoteísmo). Esta creencia monoteísta la expresó tanto en Gálatas 3:20 como también
en otras de sus cartas (1ª Corintios 8:4-6; Romanos 3:30). La idea de la existencia de dos dioses,
una madre y un padre celestiales, es totalmente falsa. Considere por favor, los siguientes
ejemplos:

 NOTA: Todas las citas bíblicas en esta porción son tomadas de la NVI(nueva versión
internacional) debido a que esta es la versión que usan con más frecuencia en la Iglesia de Dios
Sociedad Misionera Mundial.
o “Ahora bien, no hace falta mediador si hay una sola parte, y sin embargo Dios es uno solo”
(Gálatas 3:20. NVI).
o “Acerca pues, del comer de los sacrificios a los ídolos, sabemos que un ídolo nada es en el
mundo, y que ninguno es Dios, sino uno. 5 Porque aun cuando hay los llamados dioses, sea en
el cielo o en la tierra (como hay muchos dioses y muchos señores), 6 para nosotros, sin embargo,
hay un solo Dios: el Padre, de quien proceden todas las cosas, y nosotros somos para Él; y un
solo Señor: Jesús el Mesías, por medio de quien son todas las cosas, y nosotros por medio de
Él” (1ª Corintios 8:4-6. NVI).
o “¿Acaso Él es el Dios de los judíos solamente? ¿No es también de los gentiles? ¡Sí, también de
los gentiles! 30 Ya que hay un solo Dios, el cual declarará justos a los circuncisos a base de fe, y
por medio de la fe a los incircuncisos” (Romanos 3:29-30. NVI)

Conclusión

El contexto de este pasaje, es claro. Pablo claramente está enseñando una alegoría y por
consiguiente, está hablando en forma figurativa. Aunque se tomara literalmente, el pasaje diría
que la Jerusalén celestial es Sara, y no un “dios madre” con características divinas. Finalmente,
la misma idea de un segundo dios va completamente contra el claro y repetido testimonio de
Pablo de que existe un solo Dios. La Iglesia de Dios Sociedad Misionera Mundial está mal
interpretando completamente este texto, forzándolo a la doctrina de ellos de una diosa madre
dentro de la Biblia.

¿Si hay un Dios “Padre” existe también una


madre Dios?
La Iglesia de Dios Sociedad Misionera Mundial, afirma que realmente existen dos dioses: Un
dios padre y una diosa madre. Ellos argumentan que debido al hecho de que Dios es llamado
“padre”, prueba de que también debe haber una “madre”, ya que dicen que la madre define
inmediatamente, la palabra “padre”. Demos un ejemplo lo que dice la secta Dios madre a
continuación:

1.-“Hay una razón definida de que Dios enseñó a Sus discípulos a llamarle Padre. El título
paternal ‘padre’, fue usado porque seguramente existe un opuesto maternal a Dios el Padre. La
Biblia enseña que también Dios es nuestra Madre”.1
2.-“La existencia de un padre indica, naturalmente, que hay hijos. Los hijos sólo pueden tener
vida si existe una madre porque es la madre la que da a luz. Cristo nos mostró como orar al
Padre en los cielos, porque como hijos de Dios, también tenemos a Dios nuestra Madre”. 2
3.-“Sabemos que Dios el Padre existe (Mateo 6:9), pero debido a que el término para describir
a Dios es plural –más de uno– tiene que haber otro Dios presente. El término ‘padre’ es usado
sólo entre la familia. Así que, si observamos el sistema familiar, podemos entender quien está
ausente”.3

La secta ignora la información bíblica que explica claramente a Dios como Padre sin la
necesidad de inventarse o imaginarse una esposa celestial. Considere, por ejemplo, cómo fue
ese Dios como Padre a la nación de Israel:
 “¿Así pagáis a YHVH, Pueblo necio e insensato? ¿No es Él tu Padre que te creó? ¿No te hizo
Él y te estableció?” (Deuteronomio 32:6).

Israel no son los hijos de un padre y madre divina. Dios es su Padre, en el sentido de que Él los
hizo a ellos y también en el sentido de que Él los estableció, o salvó e hizo para Él mismo.
Estas ideas las vemos también en Isaías:

 “¡No la reprimas, porque Tú eres nuestro padre! Aunque Abraham no nos conozca e Israel
nada sepa de nosotros, Tú, oh YHVH eres nuestro Padre; ¡Redentor nuestro desde la
eternidad, es tu Nombre!” (Isaías 63:16).
 “Sin embargo, oh YHVH, Tú eres nuestro Padre; Nosotros la arcilla y tú nuestro Alfarero, Todos
nosotros, obra de tus manos” (Isaías 64:8).

Vemos una vez más que Dios es el Padre de Israel porque Él los creó y porque los redimió
como Su posesión. Piense sobre esto por un minuto. Cuando nosotros llamamos a Henry Ford
el padre de la industria automotriz, no significa que también tiene que existir una mujer madre
que dio luz a la industria automotriz. Cuando decimos que Adam Smith es el padre de la
económica moderna, nadie nos pregunta dónde está la madre. Aquel que fundó, estableció o
creó una cosa es su “padre” sin necesidad de una madre. Malaquías escribe:

 “¿No tenemos todos un mismo Padre? ¿No nos ha creado un mismo ’El?” (Malaquías 2:10a).

Malaquías le atribuye a Dios Su paternidad en cuanto a la creación, no a una relación marital y


de reproducción. Nada en el lenguaje insinúa la idea de una madre. De igual manera, la idea
de la redención no necesita una madre. Más bien, presenta un cuadro de alguien que es un
Padre a Sus hijos por adopción. Pero no que Él sea su ancestro biológico, sino que ha
escogido hacerlos Suyos. El Nuevo Testamento también usó este lenguaje explícitamente para
la paternidad del Dios de Israel y de Su nuevo pueblo en Su nuevo pacto:

 “quienes son israelitas, de los cuales son la adopción y la gloria, los pactos y la promulgación
de la Ley, las ordenanzas y las promesas; 5 de quienes son los patriarcas, y de los cuales,
según la carne, vino el Mesías, el cual es Dios sobre todas las cosas, bendito por los siglos.
Amén” (Romanos 9:3-4).
 “habiéndonos predestinado en amor para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo,
según la complacencia de su voluntad” (Efesios 1:5).
 “Porque no recibisteis espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor; sino que recibisteis el
Espíritu de adopción, por el cual clamamos: ¡Abba! (¡Padre!)” (Romanos 8:15).
 “Pero cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios envió a su Hijo, nacido de mujer, nacido
bajo la Ley, 5 para que redimiera a los que estaban bajo la Ley, a fin de que recibiéramos la
adopción de hijos” (Gálatas 4:4-5).

Cuando Dios redime un pueblo, Él los adopta como Sus hijos y Él se vuelve un Padre para
ellos. Una vez más, esto no requiere, ni de ninguna manera insinúa, la necesidad de una
madre. Nos volvemos hijos de Dios a través de la redención a través de la adopción, no a
través de las relaciones familiares. Dios es nuestro Padre por Su elección y por Su obra de
salvación en nuestro beneficio. ¡Este es el corazón del evangelio!

Finalmente, debemos notar que uno puede ser un Padre relacionalmente, sin necesidad de una
madre. Por ejemplo, José, cuando fue elevado al más alto cargo en Egipto y fue el consejero,
guía y administrador confiable de Faraón, José pudo decir:

 “Y ahora, no me enviasteis vosotros acá, sino Ha-’Elohim. Y Él me ha puesto como un padre


para Faraón y señor de toda su casa y gobernador en toda la tierra de Egipto” (Génesis 45:8).

Nadie le diría a José: “Entonces, ¿a quién le ha hecho Él madre para Faraón? ¡Él no puede
hacerlo a usted padre sin que le haya hecho madre a alguien!”. Esta sería una respuesta
absurda al punto de José. Él estaba usando la palabra “padre” para describir la relación entre
ellos, no de sus lazos biológicos familiares. De igual manera, el apóstol Pablo llama a Timoteo,
“genuino hijo en la fe” (2ª Timoteo 1:2). También Pablo le escribe a la iglesia en Corinto:

 “Porque aunque tengáis diez mil pedagogos en Cristo, no tenéis muchos padres; porque en
Cristo Jesús, yo os engendré por medio del Evangelio” (1ª Corintios 4:15).

Ninguno de los anteriores pasajes, exige que Pablo tuviera una esposa o una contraparte
femenina, para que sea la madre de Timoteo o para los cristianos en Corinto. Una vez más,
estos pasajes están describiendo una relación. Cuando pensamos en la Trinidad, Dios mismo
es Padre, Hijo y Espíritu. Como siempre, Dios es Padre e Hijo. El Hijo no llegó a existir como
ser en algún momento del tiempo, ni tampoco Él necesitó de una madre para existir. El Hijo es
eterno. Es llamado “Hijo” y el Padre es llamado “Padre” debido a que ambos términos
describen mejor su relación. Esto no tiene nada que ver con los orígenes o el ciclo de la vida.
Vemos entonces que no existe nada inherente en el título “padre” que exija la existencia de una
madre. Cuando la Biblia se refiere a Dios el Padre, siempre lo hace de formas que ejemplifican
Su poder, Su obra y Su relación dentro de Su mismo ser trinitario y para Su pueblo redimido.
Nada de lo anterior, implica un segundo “dios” o una contraparte materna. De hecho, insistir en
una segunda deidad, sería, disminuir totalmente esta maravillosa verdad acerca del único y
sólo Dios vivo y verdadero.

pregunta: "¿Hay una madre celestial?"

Responde: La Biblia no enseña la existencia de una "madre celestial". Dios es el "Padre celestial"
(Lc 11,2). La iglesia es representada como una novia, amada por Cristo (Efesios 5:25-33).

El concepto de una "madre celestial" que es la "verdadera" esposa de Cristo es enseñado por la
la secta Diosa Madre, una secta coreana fundada por Ahn Sahng-Hong en 1964. La secta cree
que Ahn Sahng-Hong fue la segunda venida de Cristo. Cuando murió en 1985, su "esposa
espiritual", Zahng Gil-Jah, se hizo cargo, llamándose a sí misma la "madre celestial" y citando
versículos como Apocalipsis 21:9-10; 22:17; y Gálatas 4:26.

Apocalipsis 21:2 describe la Nueva Jerusalén como una novia hermosamente adornada. Los
versículos 9-10 muestran que la "esposa del Cordero" y la Nueva Jerusalén son términos
sinónimos. Obviamente, la Nueva Jerusalén es una ciudad, no una persona. Una ciudad es un
grupo de personas, no un individuo; en este caso, la ciudad es la iglesia, el redimido del Señor
que vive en la ciudad celestial de Dios. La "esposa" del Cordero, entonces, es una alegoría o
representación, no es literal.

Gálatas 4:26 dice: "La Jerusalén de arriba es libre, y ella es nuestra madre". Tomado por sí
mismo, este es en realidad un versículo desconcertante. Sin embargo, el contexto hace que el
significado sea claro. Pablo está contrastando el Antiguo y el Nuevo Pacto. A modo de ejemplo,
compara a Agar (esclava de Abraham) con Sara (esposa de Abraham). Agar representa la
esclavitud a la ley, y su hijo, Ismael, era un hijo de la ley y de la esclavitud. Sara representa la
libertad, y su hijo, Isaac, era un hijo de promesa y de libertad. El punto de Pablo es que los
"nacidos" del Sinaí (bajo el antiguo pacto de la ley) están en esclavitud, mientras que los
"nacidos" de la Jerusalén celestial (bajo el nuevo pacto de la gracia) son libres. Parafraseando el
versículo 26, "Nosotros, como Isaac, somos hijos de la promesa; no estamos bajo la ley; somos
ciudadanos libres de la ciudad celestial de Cristo".

Así que, la "madre" en Gálatas 4:26 no es un personaje femenino literal. Más bien, es una
representación simbólica del reino de Cristo. Otro pasaje que ilustra la ciudad de Dios y sus
habitantes como madre e hijos es Isaías 49:17-21. Cualquiera que se proclame a sí misma
"madre celestial" o que se proclame literalmente "esposa de Cristo" está practicando el engaño.

La Iglesia de Dios de la Sociedad de Misión Mundial es absolutamente una secta. Su herejía de


la "madre celestial" es sólo una de sus muchas falsas enseñanzas.

Pregunta: "¿Es Dios hombre o mujer?"

Respuesta: Al examinar la Escritura, hay dos factores que resultan claros: El primero,
es que Dios es un Espíritu, y no posee características o limitaciones humanas; segundo,
que toda la evidencia contenida en la Escritura concuerda en que Dios se reveló a Sí
mismo a la raza humana en forma masculina. Antes que nada, debe ser entendida la
verdadera naturaleza de Dios. Dios es una Persona, obviamente, porque Dios exhibe
todas las características de una personalidad propia: Dios tiene una mente, una
voluntad, un intelecto y emociones. Dios se comunica, se relaciona, y las acciones
personales de Dios son evidenciadas a través de toda la Escritura.

Como Juan 4:24 declara, “Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad
es necesario que adoren.” Puesto que Dios es un ser espiritual, Él no posee
características físicas humanas. Sin embargo, algunas veces el lenguaje figurativo
usado en la Escritura, le asigna características humanas a Dios, a fin de hacer posible
que sean entendidas por el hombre. Esta asignación de características humanas para
describir a Dios es llamada “antropomorfismo”. El antropomorfismo es simplemente
un medio mediante el cual Dios (siendo un ser espiritual), comunica verdades acerca
de Su naturaleza al hombre, un ser físico. Puesto que el hombre es un ser físico, está
limitado en su comprensión de aquellas cosas que están más allá de su esfera física, y
así el antropomorfismo en la Escritura, ayuda al hombre a entender quien es Dios.

Parte de la dificultad surge al examinar el hecho de que el hombre fue creado a la


imagen de Dios. Génesis 1:26-27 dice: “Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a
nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; señoree en los peces del mar, en las
aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra
sobre la tierra. Y creó Dios al hombre a su (propia) imagen, a imagen de Dios lo creó;
varón y hembra los creó.”

Lo que esto significa, es que ambos, tanto el hombre como la mujer, fueron creados a
la imagen de Dios, con esto, ellos son más grandes que todas las otras cosas creadas;
porque ellos, como Dios, tienen una mente, voluntad, intelecto, emociones y
capacidad moral. Los animales no poseen capacidad moral y tampoco poseen un
componente inmaterial como lo tiene la raza humana. Génesis nos dice que cuando el
hombre fue creado por Dios, Él lo creó a Su propia imagen. La imagen de Dios es el
componente espiritual que sólo el hombre posee. Dios creó al hombre para tener una
relación con Él; el hombre es la única creación designada para este propósito.

Eso dice que, el hombre y la mujer sólo son diseños semejantes a la imagen de Dios –
no son pequeñas “copias al carbón” de Dios y el hecho de que sean hombres y mujeres
no significa que Dios tenga características masculinas o femeninas. Recuerda, el haber
sido hechos a la imagen de Dios, no tiene nada que ver con las características físicas.

Sabemos que Dios es un Ser Espiritual, y no posee características físicas. Sin embargo,
esto no es una limitación para que Dios pueda elegir revelarse a Sí Mismo a la raza
humana. La Escritura contiene toda la revelación que Dios dio al hombre acerca de Sí
Mismo, y así es la única fuente verdadera y objetiva de información acerca de Dios. Al
leer lo que nos dice la Escritura, encontramos muchas observaciones evidentes acerca
de la forma en la cual Dios se revela a Sí Mismo a la raza humana:

Para comenzar, la Escritura contiene casi 170 referencias de Dios como el “Padre”.
Por lógica, uno no puede ser padre, a menos que sea varón. Si lo que se quiso comunicar
era que Dios eligió revelarse al hombre en forma femenina, entonces se hubiera usado
la palabra “madre” en lugar de “padre”. Tanto en el Antiguo como en el Nuevo
Testamento, los pronombres masculinos son usados una y otra vez con referencia a
Dios.

Jesucristo se refirió varias veces a Dios como el Padre, y en otros casos usó el
pronombre masculino para referirse a Dios. Sólo en los Evangelios, cerca de 160 veces,
Cristo utiliza el término “Padre” en relación directa con Dios. Es de particular interés
la declaración de Cristo en Juan 10:30. Él dice aquí, “Yo y (mi) el Padre uno somos”
Obviamente, Jesucristo vino en la forma humana de un hombre para morir en la cruz
y pagar por los pecados del mundo, y como Dios el Padre, se reveló a la humanidad en
la forma masculina. La Escritura registra muchos otros ejemplos donde Cristo utiliza
nombres y pronombres masculinos con referencia a Dios.

Las Epístolas del Nuevo Testamento (de Hechos a Apocalipsis), también contienen
cerca de 900 versos donde la palabra “theos” – un nombre masculino en griego – es
usado en directa referencia a Dios. Casi siempre es traducida como “Dios” en las
versiones en español.

En incontables referencias a Dios dentro de la Escritura, existe claramente un patrón


consistente de referencia a Él con títulos, nombres y pronombres masculinos. Mientras
que Dios no es un hombre, sino un Espíritu, Él eligió la forma masculina a fin de
revelarse a Sí Mismo a la humanidad. De la misma manera, Jesucristo, quien
constantemente es referido con títulos, nombres y pronombres masculinos, adoptó la
forma masculina mientras Él estuvo en la tierra. Los profetas del Antiguo Testamento
y los apóstoles del Nuevo Testamento, se refieren tanto a Dios como a Jesucristo con
nombres y títulos masculinos. Dios eligió revelarse en esta forma, para que el hombre
comprendiera más fácilmente quien es Dios. El afirmar que Dios eligió la forma
femenina para revelarse al hombre, no es consistente con el patrón establecido por la
Escritura. Nuevamente, si Dios hubiera elegido la forma femenina, habría más
evidencia de ello en la Escritura. Tal evidencia simplemente no existe. Mientras que
Dios es condescendiente con el ser humano, para que éste pueda comprenderlo, es
importante no tratar de “meter a Dios en una caja” por así decirlo, al imponerle
limitaciones que no son apropiadas a la naturaleza de quien es Él.

Вам также может понравиться