Вы находитесь на странице: 1из 4

“Grandes interpretaciones de la Historia” (1675)

Luis Suarez.
LA CONCEPCIÓN GRIEGA DE LA HISTORIA.

“..la consideraban un arte y la colocaron bajo la advocación de una de las nueve Musas, Clío. Además,
negaban la posibilidad de aprehender de un modo estable (…) aquello que por esencia se definía
como mudable y transitorio. (…) Su Historia se ocupa de actos humanos y no divinos, cuya
autenticidad se entiende comprobaba y a los que sitúa en un determinado momento cronológico; la verdad
se impone a la estética.
Esto no quiere decir que lo legendario esté ausente. Mitos y prodigios figuran a cada paso en las
producciones historiográficas grecorromanas; pero no debemos olvidar que unos y otros eran creídos
como verdades plenas”. (Suarez, 1976, p. 24)

“Heródoto da por primera vez a su obra el título de Historia porque pretende investigar las acciones de los
hombres y narrarlas a fin de que sean conocidas en la posteridad; pero añade que le importa sobre todo
no sólo descubrir lo que el hombre ha hecho, sino saber por qué lo ha hecho. Tucídides insiste en estos
argumentos. Cuando Heródoto elige como tema la lucha de los griegos y los persas, lo hace consiente de
su valor de ejemplaridad..” (Suarez, 1976, p. 24-25)

“Los griegos veían en el suceder histórico y en su tremenda mutabilidad una señal del orden impuesto por
los dioses, y así querían conocerlo para prevenirse. Su actitud era puramente empírica: observaban para
aprender en la observación la forma en que sucedían las cosas. Esta misma actitud les libró de cualquier
clase de determinismo: un hombre prevenido podía escapar de las ruedas del destino”. (Suarez, 1976, p.
25).

“Los griegos no intentaban reconstruir el pasado valiéndose de testimonios contemporáneos de los


sucesos, sumo que se conformaban con recoger y ordenar los acontecimientos presentes a fin de que
sirvieran de lección a la posteridad. (…) Es lógico que, al proceder así, no admitiesen otra fuente de
información que la de aquellos testigos directos de los sucesos que relataban. Esto no quiere decir que los
historiadores griegos admitiesen con boba credulidad (…) poseían un sentido crítico (…) Esta limitación
al tiempo presente es una consecuencia de la ampliación de la Historia de las leyes de la Naturaleza”
(Suarez, 1976, p. 25)

HERÓDOTO.
Asia Menor, vivió entre los años 484 y 426 a. C.

Datos biográficos: “Miembro de un importante grupo de artistas, pensadores y sabios que se reúne en
Atenas durante el gobierno de Pericles, guarda cierto paralelismo con Sócrates, su contemporáneo”
(Suarez, 1976, p. 26)

“Su obra es sobre todo importante porque incorpora por primera vez la Historia al conjunto de posiciones
científicas: llamaba un poco despectivamente a sus predecesores logógrafos, esto es, narradores; pues él
se proponía explicar la verdad.” (Ídem)

Para Suarez tres notas caracterizan la Historia de Heródoto: “Exposición de verdades y no de fábulas,
abarca únicamente el ámbito cronológico que, en su opinión, puede ser explorado mediante testigos
presenciales de los sucesos o monumentos aún levantados en los lugares que para ellos se eligieron;
incluye noticias de setenta años anteriores a su nacimiento. La explicación gira en torno a un suceso
único, la lucha entre helenos y bárbaros, oposición entre Occidente y Oriente, que es presentada como
una de las constantes de la Historia” (Ídem)

“Con respecto a sus antecesores, el papel de la divinidad aparece rebajado y, sobre todo, se ciñe a una
parcial justicia. Se advierte también cierto respeto por las creencias ajenas, pues en todas reside una parte
de la verdad. (…) aparecen con claridad dos ideas: una, la del papel decisivo del hombre en la Historia;
otra, la de la existencia de fuerzas mecánicas –el Hado, dirá Heródoto- que se establecen por encima de
los dioses y los hombres” (ídem).

“Tal doctrina constituye un exagerado humanismo al que también los romanos se mantuvieron fieles”.
(Suarez, 1976, p. 28)

TUCÍDIDES
“Continuador consciente de Heródoto, con cuyo relato entronca su obra “Sobre la guerra del
Peloponeso”, Tucídides representa, sin embargo, un avance muy considerable con respecto de aquel. Ya
no se conforma con la narración y la explicación de los hechos, sino que aspira a conocer las causas por
las que se rigen” (Suarez, 1976, p. 28)

Datos: “Político cuya carrera se vio truncada por un fracaso militar durante la guerra que él mismo
estudiaría, su posición es claramente pesimista: no aguarda a Grecia un porvenir brillante, sino una crisis,
la más grave de cuantas nunca han existido” (ídem)

“Más riguroso aún que Heródoto, no cree que ningún historiador pueda escribir con certeza, salvo sobre
los acontecimientos producidos en su propio tiempo; pero este mismo rigor le lleva a la elaboración de un
método, basado en la capacidad del historiador para verificar la veracidad de las noticias recogidas” (Ídem)

“El tema elegido –impuesto más bien por las circunstancias que hubo de vivir- es la guerra entre Atenas y
Esparta (…) La gran precisión cronológica de sus datos demuestra que comenzó muy pronto a recogerlos”
(Ídem)

“La derrota de Atenas, coincidiendo con su fracaso político, le indujo a escribir en términos objetivos,
situándose por encima de todo partidismo; esta actitud equivale por sí sola a una interpretación completa
de la Historia” (ídem, p. 28-29)

“La guerra, piensa Tucídides, no es mero accidente, sino sustancia de la Historia. Esta es la gran
maestra que enseña cómo y por qué las polis o los imperios nacen y mueren. (…) Aunque a veces se
haga intervenir a los dioses, ya no son protagonistas de la Historia, sino accidentes del mismo nivel que un
rayo que mata a un rey o un incendio que destruye una flota. Toda explicación debe lograrse por
causas meramente naturales; entre ellas, una por encima de todas: el hombre mismo.” (Ídem, p. 29)

Humanismo extremado: “Elemento esencial, protagonista único de la Historia, el hombre es un conjunto


de pasiones al que dominan fuerzas contrapuestas como la ambición y el temor, que desatan las guerras.
Hay fuerzas en el hombre creadoras de la paz (…) pero éstas acaban fatalmente por sucumbirá las
fuerzas motoras de la guerra”. (Ídem)

TUCÍDIDES: PRIMER ESQUEMA CÍCLICO APLICADO A LA HISTORIA DE GRECA Y DESARROLLADO


EN CUATRO ETAPAS: “Este esquema (…) muestra bien la interpretación que Tucídides hacía de la
Historia como una mecánica repetición de los mismos hechos. Rechazando toda noción de progreso,
juzgaba innecesario cualquier intento de Historia Universal, puesto que ésta sería tan sólo mera
yuxtaposición de cursos cíclicos” (ídem, p. 30)

1. La edad primitiva: No es la paz, sino la violencia lo que reina (…) No se parte de una Edad de
Oro, sino de una Edad de Hierro. El ciclo es, por tanto, desarrollo vital y no degradación.
2. La edad de los héroes: Del mundo primitivo y anárquico, los héroes sacan a los futuros helenos
valiéndose de la astucia y de la fuerza para organizarlos (polis). (…) Con la guerra de Troya
termina esta edad.
3. La edad de las migraciones y de los tiranos: La ausencia de soberanos en las polis coincide con
las grandes migraciones de los pueblos (…) emergen luego las primeras potencias mandadas por
tiranos. Concluye con la invasión de los persas.
4. La edad de las guerras médicas: La lucha contra la invasión produjo un transitorio movimiento de
unidad; pero, pasado el peligro, los griegos han vuelto a dividirse en dos grandes bloques que se
combaten ásperamente.

LA MADURACIÓN DEL CICLO: POLIBIO.


Datos: “Polibio de Megalópolis, que vivió aproximadamente entre los años 210 y 127 a. de. J. C. y
conoció en Roma, adonde había sido enviado como rehén, uno de los círculos intelectuales y políticos más
interesantes, el de la familia de Escipión. Huésped y amigo de Emiliano, el destructor de Cartago y de
Numancia, viajó en su compañía, trabando conocimiento con países extremos, y tuvo acceso a archivos y
documentos prácticamente reservados a los romanos”. (Ídem, p. 33)

Su tema (al igual que en el caso de Tucídides, no trata de una libre opción, sino del reflejo de los
acontecimientos contemporáneos): “Historia de Roma desde el comienzo de la segunda guerra púnica
(218 a. de J. C.) hasta la derrota de Perseo de Macedonia (168); luego se añaden dos apéndices que
abarcan los veinticuatros años siguientes”. (Ídem) (CONQUISTA DEL MEDITERRANEO POR ROMA)
“Una ciudad, en trance de convertirse en un Imperio, es la protagonista del relato”.

Gran influencia romana: “… las ideas religiosas latinas consideraban que la ciudad poseía una
entidad sustancial tan real y objetiva como si se tratara de un hombre”

“Polibio emplea la palabra Historia en el sentido de investigación concreta, al modo como lo hiciera
Tucídides, y participa en el sentimiento general de que, conocimiento de cosas móviles, no puede ser
propiamente ciencia. Para él la Historia tiene un valor práctico y no teórico. Pero el método adoptado, sin
apartarse esencialmente del de Tucídides, es más riguroso: la cronología se apoya sobre un eje único, la
Era Olímpica recientemente calculada por Eratóstenes; las intervenciones divinas desaparecen y existe un
mayor conocimiento de la política e incluso del arte de la guerra. Su Historia aspira a ser universal, porque
Roma se identifica con la unidad del mundo..” (Ídem, p. 33-34)

Las historias de Polibio están escritas en griego y conservamos tan solo 5 libros de un total de 40.

“La historia es, para Polibio, maestra de la vida: en ella aprenden políticos y generales a comportarse y los
hombres corrientes a someterse de buen grado al destino. (…) hay gran distancia entre las aspiraciones
del autor y la realidad de su obra (…) el gran historiador concebía las sociedades como sujetas a los
mismos imperativos biológicos que los seres vivos. Una especie de fuerza superior domina a los hombres,
a los dioses, a los Estados; la Tijé, que traducimos inapropiadamente por Fortuna o Destino”. (Ídem, p.
34).

“La Historia trata de descubrir las normas de actuación de la Tijé; previniéndolas o aprovechándolas (…)
puede el hombre labrar su futuro” (ídem)

“Hay una ley dialéctica que preside la evolución de las sociedades; haberla descubierto constituye el
mérito principal de Polibio. (…) Partiendo, como Platón, de un ciclo ininterrumpido y cósmico, señala el
comienzo de la evolución en una catástrofe: el hambre o las epidemias aniquilan a los hombres y se
constituye una nueva raza; entonces las más débiles se agrupan en torno al más justo y fuerte, a quién
proclaman rey. Toda institución se degrada y los corrompidos hijos de los reyes se tornan en tiranos.
Entonces los nobles se alzan y les arrebatan el poder. La degradación de los hijos de los nobles convierte
el régimen aristocrático en oligarquía. El pueblo les derriba y funda una democracia, que se corrompe
cuando los jefes del pueblo imponen la soberanía de la parte más baja, oclocracia anárquica. El
restablecimiento del orden no se logra sino mediante la entrega del poder a un solo hombre capaz de
amparar a los fuertes y a los débiles. El ciclo vuelve a empezar”. (ídem)

Dos rasgos importantes del esquema de Polibio: “Los regímenes políticos se suceden en un orden
necesario e irreversible, es decir, de la aristocracia se pasa por fuerza a la democracia y nunca a la
inversa. Es un proceso continuado de desgaste o envejecimiento, al cual ninguna sociedad puede
escapar”. (Ídem)

LA HISTORIOGRAFÍA ROMANA.
“Dos notas dominantes presiden esta producción historiográfica: la tendencia a la mera acumulación de
datos y la atención minuciosa al estudio de los caracteres humanos”. (Ídem, p.36)

TITO LIVIO: “Concibió una verdadera Historia Universal (…) identificándola con la Historia de Roma. Un
Imperio desde su origen hasta su plenitud (…) un modelo para la posteridad. Obra literaria más que
científica, el escaso sentido crítico con que se enfrenta con las leyendas fantásticas y con los juicios más
apasionados demuestra cuánto se ha retrocedido en el camino de la creación histórica”. (Ídem)

TÁCITO: “Escribe aproximadamente un siglo más tarde, magnífico estilista, nos hace dudar, sin embargo,
de que sea un verdadero historiador. Encerrado en Roma (…) añorando los viejos tiempos de la Res
publica, considera sin embargo imposible el restablecimiento de la libertad. Su pesimismo es formal –los
bárbaros poseen más virtudes que los romanos- y no se refiere a ningún pensamiento objetivo; se apoya,
pues, en la conciencia de que el Imperio está en decadencia. Afirma el valor pragmático de la Historia,
pero la reduce a un choque entre buenos y malos caracteres. La descripción de éstos le ha dado justa
fama, si bien su actitud es la moralista: considerados arquetipos de virtud, trata de ajustar a ellos sus
personajes”. (Ídem, p. 36-37)

Вам также может понравиться