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haberse "puesto en el lugar indebido". Naturalmen-
te, si hablamos de la ausencia de deseo de destruir
Il. DIFERENTES FORMAS DE VIOLENCIA en la violencia lúdica, esto se refiere únicamente al
>'
tipo ideal de dichos juegos. En realidad se encontra·
R AuN cuando la parte principal de este libro tratará ría con frecuencia agresión e impulso destructor
~ de las formas malignas del instinto destructor, de· inconscientes ocultos detrás de la lógica explícita
3 seo estudiar primero algunas otras formas de vio. del juego. Pero aun así, la motivación principal en
8
lencia. No es que me proponga tratarlas de un modo este tipo de violencia es el despliegue de destreza,
exhaustivo, pero creo que tratar las manifestaciones no la destructividad.
menos patológicas de la violencia puede ser útil De importancia práctica mucho mayor que la vio-
-~ para el conocimiento de las formas de destructividad lencia lúdica es la violencia reactiva. Entiendo por
~ gravemente patológicas y malignas. La distinción en- violencia reactiva la que se emplea en la defensa de
~
~ tre diferentes tipos de violencia se basa en la dis· la vida, de la libertad, de la dignidad, de la propie-
i•1 tinción entre sus respectivas motivaciones incons- dad, ya sean las de uno o las de otros. Tiene sus
il
:)1
cientes; pues sólo el conocimiento de la dinámica raíces en el miedo, y por esta razón probablemente
¡j
•,<'
inconsciente de la conducta nos permite conocer es la forma más frecuente de violencia; el miedo
la conducta misma, sus raíces, su desarrollo y la puede ser real o imaginario, consciente o incons~
energía de que está cargada.1 cien te. Este tipo de violencia está al. servicio de la
La forma de violencia más normal y no patológica vida, no de la muerte; su finalidad es la conserva·
es la violencia juguetona o lúdjca. La encontramos ción, no la destrucción. No es por completo resul·
;¡'l en las formas en que la Violencia se ejercita para
;, tado de pasiones irracionales, sino hasta cierto pun·
1
:~
ostentar destreza, no para destruir, y no es motivada to de cálculo racional; de ahí que implique también
~ por odio ni impulso destructor. Pueden encontrarse
•
:1
cierta proporcionalidad entre fin y medios. Se ha
en muchos casos ejemplos de esta violencia lúdica: dicho que desde un plano espiritual superior el ma·
-~:¡ desde los juegos guerreros de tribus primitivas has-
·' tar -aun para defenderse- nunca es moralmente
¡1 ta el arte de la esgrima del budista zen. En todos bueno. Pero la mayor parte de los que sustentan esa
,,:·l esos juegos de combate la finalidad no es matar;
:0!
~
convicción admiten que la violencia en defensa de
~¡ aun cuando el resultado sea la muerte del adversa- la vida es de diferente naturaleza que la violencia
-.~ rio, la culpa es, por así decirlo, del adversario, por que tiende a destruir por el gusto de la destrucción.
:jj
Con mucha frecuencia, la sensación de estar ame·
1 Para las diferentes tormas de agresión véase el rico ma-
terial en estudios psicoanalíticos, en especial diversos artícu- nazado y la violencia reactiva resultante no se ba·
los en los volúmenes de The Psychoanalytic Study of the san en la realidad" sino en la manipulación· de la
1 Child (Nueva York, Intemational Universities Press); véase mente humana; los jefes políticos y religiosos per·
]l especialmente sobre el problema de la agresión humana y suaden a sus partidarios de que están amenazados
n animal, Aggression, por J. P. Scott (Chicago, University of
.¡
Chicago Press, 1958). También The Psychology of Aggression, por un enemigo, y así provocan la respuesta subje·
~ por Arnold H. Buss (Nueva York, John Wiley and Son, 1961); tiva de hostilidad reactiva. De ahí que la distinción
,,~ además, Aggression, por Leonard Berkowitz (Nueva York,
;j entre guerras justas y guerras injustas, sustentada
~
McGraw-Hill Co., 1962). por gobiernos capitalistas y comunistas lo mismo
::¡
-~
·,...;

1 20 21
:~
 que por la Iglesia católica romana, sea distinción Otro aspecto de la violencia reactiva es el tipo
muy discutible, ya que habitualmente cada parte de violencia que se produce por frustración. Encon~
consigue éxito al presentar su posición como defensa tramos conducta agresiva en animales, en niños y
contra un ataque.2 Difícilmente habrá un caso de en adultos cuando se frustra un deseo o una nece..
guerra agresiva que no pueda disfrazarse de defen~ sidad. 3 Esta conducta agresiva constituye un inten·
sa. El problema relativo a quién alegó justamente to, con frecuencia inútil, para conseguir el fin
la defensa suelen resolverlo los vencedores, y, en fallido mediante el uso de la violencia. Es, evidente..
ocasiones, sólo mucho más tarde historiadores más mente, una agresión al servicio de la vida, y no por ¡
1
objetivos. La tendencia a fingir que una guerra es el gusto de la destrucción. Como la frustración de f
e
defensiva, revela dos cosas. En primer lugar, que necesidades y deseos ha sido cosa casi universal ''
1''
la mayoría de la gente, por lo menos en los países en la mayor parte de las sociedades hasta hoy, no 1
1
~
más civilizados, no puede ser inducida a matar y hay razón para sorprenderse de que se produzcan t
morir si primero no se la convence de que lo hacen y exhiban constantemente violencia y agresión. '~
para defender sus vidas y su libertad; en segundo Con la agresión resultante de la frustración se ~
~
lugar, revela que no es difícil persuadir a millones relaciona la hostilidad producida por la envidia y ~
de individuos de que están en peligro de ser ataca· los celos. Los celos y la envidia constituyen una ''
~r
dos y que, en consecuencia, se acude a ellos para clase especial de frustración. Los produce el hecho ~
•~
que se defiendan. Esa persuasión depende sobre de que B tiene un objeto que A desea, o es amado
todo de 1~ falta de pensamiento y sentimiento in.. por una persona cuyo amor desea A .. En A se produ- •~
cen odio y hostilidad contra B porque recibe lo ~
dependientes, y de la dependencia emocional de la
inmensa mayoria de la ge.n.te respecto de sus líderes que A desea y no puede tener. La envidia y los celos
políticos. Siempre que exista esa dependencia, se son frustraciones, acentuadas por el hecho de que 1
8
. · aceptará como real cualquier cosa que se exponga no sólo no consigue A lo que desea, sino que en ~
u

con fuerza y persuasión. Los resultados psicológicos 8

vez de él es favorecida otra persona. La historia .,
~
00
de la aceptación de la creencia en una amenaza su.. ·de Caín, desamado sin culpa por su parte, que mata
puesta, son, desde luego, los mismos que los de una al hermano favorecido, y la historia de José y sus u:~
amenaza real. La gente se siente amenazada, y para hermanos, son versiones clásicas de celos y envidia. ~''~
defenderse está dispuesta a matar y destruir. En el La literatura psicoanalítica ofrece gran riqueza de '~
~

caso de ilusiones paranoides de persecución, encon· datos clínicos sobre esos mismos fenómenos. ~
~
tramos el mismo mecanismo, pero no en grupos, sino Otro tipo de violencia relacionado con la violencia 0

en individuos. En los dos casos, la persona se sien·

te subjetivamente en peligro y reacciona agresiva·
mente.
reactiva, pero que es ya un paso más hacia la pato-
logía, es la violencia vengativa. En la violencia re..
activa la finalidad es evitar el daño que amenaza, y
'~
~

·~·
~
~
8
2 En 1939 Hitler hubo de organizar un falso ataque a una
por esta razón dicha violencia sirve a la función
estación silesiana de radio por supuestos soldados polacos biológica de la supervivencia. En la violencia venga·
(que en realidad eran individuos de las SS) para dar a su ;:,.
·~
población la sensación de ser atacada y, en consecuencia, Cf. el rico material en J. Dollard, L. W. Doob, N. E.
i8
~
justificar su injustificable ataque a Polonia como una "gue- Miller, O. H. Mowrer y R. R. Sears, Frustrat:.on and Ag- 1
rra justa". gression (New Haven, Yale University Press, 1939). t$
¡,
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22 ~:
23 ~

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•1
:¡
!:! tiva, por otra parte, el daño ya ha sido hecho, y por lo son de sentimientos raciales y nacionalistas. Se-
J¡
:¡ lo tanto la violencia no tiene función defensiva. Tie~ ría fácil, por medio de un "cuestionario proyecti~
~~
1 ne la función irracional de anular mágicamente lo vo" 4 establecer la correlación entre la intensidad
:j
:¡ que realmente se hizo. Hallamos violencia vengativa de los sentimientos vindicativos y la pobreza econó-
:~ en individuos y en grupos primitivos y civilizados. mica y cultural. Probablemente es más complicada
~
·'
e Podemos dar un paso más en el análisis del carácter la comprensión de la venganza en sociedades primi~
~,
•"
irracional de este tipo de violencia. El motivo de la tivas. Muchas sociedades primitivas tienen sentí~
venganza está en razón inversa con la fuerza y la mientas y normas intensos, y hasta institucionaliza·
•;, capacidad productora de un grupo o de un indivi~ dos, de venganza, y todo el grupo se siente obligado
'~
~
~
duo. El impotente y el inválido no tiene más que a vengar el daño hecho a uno de sus individuos. Es
~~ un recurso para restablecer la estimación de sí mis- probable que desempeñen aquí un papel decisivo
~ mo si fue quebrantada por haber sido dañada: tomar dos factores. El primero se parece mucho a otro
~' venganza de acuerdo con la lex talionis: "ojo por mencionado arriba: el ambiente de escasez psíquica
~ que impregna al grupo primitivo y que convierte la
~'
ojo". Por otra parte, el individuo que vive produc~
~ tivamente no siente, o la siente poco, esa necesidad. venganza en un medio necesario para la reparación
' de una pérdida. El segundo es el narcisismo, fenó~
~ Aun cuando haya sido dañado, insultado y lastima~
meno que se estudia detenidamente en el capítu~
do, el proceso mismo de· :vivir productivamente le
h~ce. olvidar el daño del pasado. La capacidad de lo IV. Baste decir aquí que, en vista del intenso
producir resulta más fuerte que el deseo de vengan· narcisismo de que está dotado ·el grupo primitivo,
~ za. Puede demostrarse la verdad de este análisis con
datos empíricos sobre el individuo y a escala social. · ·
toda afrenta a la imagen que tiene de sí mismo es
tan devastadora, que suscita:r~á de un modo total·
:1 El material psicoanalítico demuestra que la persona mente natural una hostilidad intensa.
i~ Estrechamente relacionada con la violencia venga·
madura y productiva es menos impulsada por el
;¡ deseo de venganza que la persona neurótica que tiva está una fuente de destructividad debida al
quebrantamiento de la fe, que tiene lugar con fre~
l :.¡
''
encuentra dificultades para vivir independientemen~
te y con plenitud, y que propende con frecuencia a
jugarse toda su existencia por el deseo de venganza.
En psicopatología grave, la venganza se convierte en
cuencia en la vida del niño. ¿Qué significa aquí
"quebrantamiento de la fe"?
El niño empieza la vida con fe en la bondad, en
;
tl el fin predominante de la vida, ya que sin venganza el amor, en la justicia. El nene tiene fe en el seno
l. amenazan hundirse no sólo la estimación de sí mis~ materno, en la solicitud de la ..madre para abrigarlo
·~:l mo, sino el sentido del yo y de identidad. Análoga- cuando tiene frío, para aliviarlo cuando está enfer-
~ mente, hallamos que en los grupos más atrasados mo. Esta fe puede ser en el padre, en la madre, en
ª~ (en los aspectos económico o cultural y emocional) un abuelo o en alguna otra persona cercana al niño;
·~ parece ser más fuerte el sentimiento de venganza puede expresarse como fe en Dios. En muchos in-
··.~~ (por ejemplo, por una derrota nacional). Así, las
clases medias bajas, que son las más desposeídas 4 Cuestionario de final abierto, las respuestas al cual se
::t interpretan respecto de su sentido inconsciente e inesperado.
¡l
en las naciones industrializadas, en muchos países a fin de dar datos no sobre "opiniones", sino sobre las fuer-
son el foco de sentimientos de venganza, así como zas que operan inconscientemente en el individuo.

1n 24 25
 dividuos esta fe se quebranta en edad temprana. El tros o amantes en quienes confía y siente fe. Esta
niño oye mentir a su padre sobre un asunto impor- es la reacción más deseable a los desengaños. En
tante; ve su cobarde temor a la madre, dispuesto otros muchos casos el resultado es que el individuo
a traicionarlo (al niño) para apaciguarla; presencia se hace escéptico, espera un milagro que le restaure
las relaciones sexuales de,los padres, y el padre pue-
la fe, prueba a las personas, y cuando se siente des·
de parecerle una bestia brutal; se siente desgraciado engañado de ellas somete a prueba otras, o se arroja
y temeroso, y ninguno de "los padres, que están tan en brazos de una autoridad poderosa (la Iglesia, o
interesados, supuestamente, en él, lo advierte, o un partido político, o un líder) para recobrar la fe.
hasta si él les habla, no prestan atención. Son nume- Muchas veces el individuo vence la desesperación
rosas las ocasiones en que se quebranta la fe origi~ por haber perdido la fe en la vida con la frenética
naria en el amor, en la veracidad, en la justicia de persecución de objetivos mundanos: dinero, poder
los padres. A veces, en niños criados religiosamente, o prestigio.
la pérdida de la fe se refiere directam·ente a Dios. El !
¡,.~
Hay aún otra reacción que es importante en el
niño siente la muerte de un pajarito al que quiere, ambiente de violencia. El individuo profundamente •;
o de un amigo, o de una hermana, y se quebranta desengañado y desilusionado puede también empe~ ::
•'
su fe en que Dios es bueno y justo. Pero da lo mis· zar a odiar la vida. Si no hay nada ni nadie en ::
•'
mo que la fe que se quebranta sea fe en una persona quien creer, si la fe en la bondad y la justicia no fue f:
~~
o fe en Dios. Es siempre la fe en la vida, en la más que una ilusión disparatada, si la vida la go. ~·
pqsibilidad, de confiar en ella, de tener confianza_
·en ella, la que se quebranta. Es cierto, desde luego,
bierna el diablo y no Dios, entonces, realmente, la ~
~~·
vida se hace odiosa; ya no puede uno sentir el dolor
que todo niño sufre muchas desilusiones; pero lo ,!l•..
del desengaño. Lo qu~ se _desea demostrar es que
importante es la agudeza y gravedad de un desenga~
1{
la vida es mala, que los hombres son malos, que uno ¡¡
ño particular. Muchas veces esta primera y decisiva ¡¡
mismo es malo. El creyente y amante de la vida t~
experiencia del quebranto de la fe tiene lugar en desengañado se convertirá en un cínico y un des·
~;
P.
edad temprana: a los cuatro, cinco o seis años, o ¡;.
tructor. Esta destructividad es la destructividad de '-{-

~~'·
aun mucho antes, en un periodo de la vida del cual
la desesperación. El desengaño de la vida condujo al
hay pocos recuerdos. Frecuentemente, el definitivo odio a la vida.
i<
~:
quebrantamiento de la fe tiene lugar en una edad i''
mucho más avanzada, al ser traicionado por un ami~ En mi experiencia clínica son frecuentes las expe.. ,,~¡
riendas profundas de pérdida de la fe, y con fre· ~.~
~
go, por una amante, por un maestro, por un líder cuencia constituyen el leitmotiv más importante de ,,
~
religioso o político en quien se confiaba. Rara vez
es un solo hecho, sino numerosas experiencias, lo
la vida de un individuo. Puede decirse lo mismo ~~
·~
de la vida social, en la que líderes en quienes uno
que quebranta acumulativamente la fe de un indivi· tenía confianza resultan ser malos o incompetentes. ~~
,,~.

~
duo. Las reacciones a esas experiencias varían. Un Si la reacción no es de una independencia mayor,
·~~

~ individuo puede reaccionar dejando de depender con frecuencia lo es de cinismo y destructividad. :¡

~l; sentimentalmente de la persona particular que le
Mientras todas esas formas de violencia están aún ...::
E produjo el desengaño, haciéndose más independien~
te y siendo capaz de encontrar nuevos amigos, maes. al servicio de la vida realista o mágicamente, o por lo 1:1
menos como consecuencia del daño a la vida o el des., ·¡
26 ¡j:
27
¡
·ííi,-:•
N

;:··:: :· ;:-:·; :<: :::;~ ;~ :.;r:;~_g::,:-~?~~;:;:::: :... ·.;· ·::~!~··· ;:·:; '' ', 'P, ::~Í!{•:;~:: .~!,'~;!~~:::·:~ ~!t1•;• ·.~ ;; ~r;;·~T"'~;l:!):•:{iJ'X'f"''~ 1 ,,.¡,71'rrfi~·.Fr-e::-~r'-" ·'""in .. VPfl~•,.n- r.---·rr----"rT""--·,-)i~:~
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r
~IIT1 "'
4

engaño de ella, la fonna que vamos a estudiar a identificarse con ellos. Por esta participación sim~
continuación, la violencia compensadora, es una for- bólica en la vida de otra persona, el hombre se
$ hace la ilusión de actuar, cuando en realidad no hace
ma más patológica, aun cuando no tanto como la
necrofilia, que estudiamos en el capítulo III. más que someterse a los que actúan y convertirse
Entiendo por violencia compensadora la que es en una parte de ellos. Otro modo, y éste es el que
sustituta de la actividad productora en una persona más nos interesa en esta ocasión, es la capacidad
impotente. Para que se entienda el término "impo- del hombre para destruir.
" tencia" tal como se usa aquí, tenemos que pasar Crear vida es trascender la situación de uno como
revista a algunas consideraciones preliminares. Aun- criatura que es lanzada a la vida, como se lanzan
que el hombre es el objeto de fuerzas naturales y los dados de un cubilete. Pero destruir la vida tam-
i~ bién es trascenderla y escapar al insoportable sentí·
sociales que lo gobiernan, al mismo tiempo no es
n
sólo objeto de las circunstancias. Tiene voluntad, miento de la pasividad total. Crear vida requiere
n
t,
B capacidad y libertad para transformar y cambiar el ciertas cualidades de que carece el individuo im-
ij mundo, dentro de ciertos límites. Lo que aquí im- potente. Destruir vida requiere sólo una cualidad:
:l porta no es el ámbito o alcance de la voluntad y el uso de la fuerza. El individuo impotente, si tiene
:l
~, la libertad,5 sino el hecho de que el hombre no puede una pistola, un cuchillo o :un brazo vigoroso, puede
., trascender la vida destruyéndola en otros o en sí
tolerar la pasividad absoluta. Se siente impulsado
\i
.•
1, a dejar su huella en el mundo, a transformar y mismo. Así, se venga de la vida porque ésta se le
:·'• cambiar, y no sólo a ser transformado y cambiado. niega. La violencia compensadora es precisamente
·',. la violencia que tiene sus raíces en la impotencia,
..•' Esta necesidad humana está expresada en las primi-
~~
•'..•' tivas pinturas de las cavernas, en todas las artes, en y que la compensa. El individuo que no puede crear
!l el trabajo y en la sexualidad. Todas estas activida- quiere destruir. Creando y destruyendo, trasciende
·'•'
·.~1 des son resultado de la capacidad del hombre para su papel como mera criatura. Camus expresó sucin~
,•\
·~ dirigir su voluntad hacia un~ meta y prolongar su tamente esta idea cuando hace decir a Calírola:
·~
esfuerzo hasta haberla alcanzado. La capacidad para "Vivo, mato, ejercito la arrobadora capacidad de
usar así sus facultades es potencia. (La potencia destruir, comparado con la cual el poder de un crea-
1¡ sexual es sólo una de las formas de la potencia.) dor es el más simple juego de niños." Ésta es la
vioJ.encia del inválido, de los individuos a quienes
Si, por motivos de debilidad, de angustia, de incom-
~~ petencia, etc., el individuo no puede actuar, si es la vida negó la capacidad de expresar positivamente
:~'
~ impotente, sufre; ese sufrimiento debido a la im- sus potencias específicamente humanas. Necesitan
'¡
~
potencia tiene sus raíces en el hecho de que ha destruir precisamente porque son humanos, ya que
~ ser humano es trascender el mero estado .de cosa.
;~ sido perturbado el equilibrio humano, de que el
'•
hombre no puede aceptar el estado de impotencia Estrechamente' relacionado con la violencia com-
~~. pensadora está el impulso hacia el control comple~
•'•' total sin intentar restablecer su capacidad para ac-
:i., tuar. Pero ¿puede hacerlo, y cómo? Un modo es to y absoluto sobre un ser vivo, animal u hombre.
•'
•' someterse a una persona o grupo que tiene poder, e Este impulso es la esencia del sadismo. 6En el
' sadismo, como dije en El miedo a la libertad, el de-
\ 5 Del problema de la libertad se trata en el capítulo VI. 6 Paidós, Buenos Aires.
l
~~ 29
'·.j
,,
>
28
 seo de causar dolor a otros no es lo esencial. Todas y diversiones de todo género. Pero sigue existiendo
las diferentes formas de sadismo que podemos ob~ como un potencial en la plenitud de su fuerza, y
servar se remontan a un impulso esencial, a saber, se manifiesta siempre que se debilitan las fuerzas
el de tener un dominio completo sobre otra per- represivas. El único remedio para la destructividad
sona, convertirla eR un objeto desvalido de nuestra compensadora es desarrollar en el hombre un poten-
voluntad, ser su dios, hacer con ella lo que se quie- cial creador, desarrollar su capacidad para hacer
ra. Humillarla, esclavizarla, son medios para ese uso productivo de sus facultades humanas. única-
fin, y el propósito más radical es hacerla sufrir, ya mente si deja de ser inválido dejará el hombre de
que no hay dominio mayor sobre otra persona que ser destructor y sádico, y sólo circunstancias en que
obligarla a aguantar el sufrimiento sin que pueda el hombre pueda interesarse en la vida acabarán
defenderse. El placer del dominio completo sobre con los impulsos que hacen tan vergonzosa la histo-
otra persona (o sobre otra criatura animada) es la ria pasada y presente del hombre. La violencia com~ :,~
esencia misma del impulso sádico. Otra manera de pensadora no está, como la violencia reactiva, al ,.,.
~
formular la misma idea es decir que el fin del sadis- servicio de la vida; es el sustituto patológico de '•
f
mo es convertir un hombre en cosa, algo animado ;:•'
la vida; indica la invalidez y vaciedad de la vida. ·:
:·
en algo inanimado, ya que mediante el control com- Pero en su misma negación de la vida aún demues- ~:
,.•'
pleto y absoluto el vivir pierde una cualidad esencial tra la necesidad que _siente el hombre de vivir y ,.•'
de la vida: la libertad. 1,
:·,.
dé no ser un inválido. ..•'
Sólo si se ha experimentado plenamente la inten- · Hay un último tipo de violencia que necesita ~er ¡'
sidad >y la frecuencia de la violencia destructora descrito: la 11sed de sangre" arcaica. No es la vip.. ~
r,
y sádica en los individuos y en las masas, puede lencia del impotente; es la sed de sangre del hombre "'
~
:~
comprenderse que la violencia compensadora no que aún está completamente envuelto en su vínculo ,,~~
~;
es algo superficial, resultado de malas influencias, con la naturaleza. La suya es la pasión de matar ~:
de malas costumbres, etc. Es en el hombre una como un modo de trascender la vida, por cuanto ~·
1,•
:::
fuerza tan intensa y tan fuerte como el deseo de
vivir. Es tan fuerte precisamente porque constituye
tiene miedo de moverse hacia adelante y de ser ,,,•\~·~..
plenamente humano (preferencia que estudiaré más l:l
la rebelión de la vida contra su invalidez; el hombre abajo). En el hombre que busca una respuesta a la ~:
¡j'
tiene un potencial de violencia destructora y sádica vida regresando al estado pre-individual de existen· ~i~
porque es humano, porque no es una cosa, y porque r·:r:•
tiene que tratar de destruir la vida si no puede
cia, haciéndose como un animal y librándose así de ,,
J.¡'

la carga de la razón, la sangre se convi·erte en la ~¡:

crearla. El Coliseo de Roma, donde miles de indivi-
~1
esencia de la vida; verter sangre es sentirse vivir,
duos impotentes gozaban su placer mayor viendo a ser fuerte, ser único, estar por encima de todos los
hombres devorados por fieras o matándose entre demás. El matar se convierte en la gran embriaguez, ¡~
sí, es el gran monumento al sadismo.
~
en la gran autoafirmación en el nivel más arcaico. :
De estas consideraciones se sigue algo más. La ~
Por el contrario, ser muerto no es más que la alter-

~
:
violencia compensadora es el resultado de una vida nativa lógica de matar. l!ste es el eqUilibrio de la
no vivida y mutilada. Puede suprimirla el miedo al vida en el sentido arcaico: matar a todos los que
castigo, hasta puede ser desviada por espectáculos :

i
se pueda, y cuando la propia vida esté saciada de '~
30 •
31 ,;
;
·:
~~:
~···
.. . ..
~~-Ic~·.:_--~.:~-~~-~-- ~~ ;}}.~t~~-~:~~;rr:· :~~- ,_.\~~-- ~;~-~~-,·;:·:-~: ::'_}:~:;:o;:~~:::"::~:-:j:~;:~:;}~~c·:; _>:> -.... · :·:·-: i:>:.~·::_-_:·::::~~·:.:-~:·: ·:;~~~J~~~:~t··· ··> · •· • • . '· i);• · . '.'o;:,,.., .: ';: :·:",f,~; ¡(;j~íWi~:>;;:;r;¡•>;•:~;.!:;;..;<•:·:~~;;.o·;¡¡ i;.•>¡-;o¡.;•;-(i¡->!'"ó}:J,<'•'I<'H'Ji-;>;o.:•"<'<~li''F·"-"'i'ó'.'·'Jl'""""""''"'"~~ ,.,._,.• "-.....,-,~-~t
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"1- ,....---

sangre, uno está dispuesto a ser muerto. El matar losa un poco de sangre. La limpió rápidamente con
en este sentido no es esencialmente amor a la muer· la manga, tiró afuera el ratón y no dijo nada a
te. Es afirmación y trascendencia de la vida en el nadie." Más adelante, al estrangular a un pájaro,
nivel de la regresión más profunda. Podemos obser- "las contorsiones del pájaro le hicieron latir violen-
var en individuos esta sed de sangre, a veces en sus tamente el corazón, llenándolo de un placer salvaje,
fantasías y sus sueños, a veces en enfermedades tumultuoso". Habiendo experimentado la exaltación
~ mentales graves o en el asesinato. Podemos obser- del derramamiento de sangre, tuvo la obsesión de
~
~
1
•
)
varla en una minoría en tiempo de guerra -inter- matar animales. Ningún animal era demasiado fuer-
• nacional o civil- en que se han suprimido las te ni demasiado veloz para escapar a ser muerto
~'
1'
) inhibiciones sociales normales. La observamos en por él. El derramamiento de sangre llegó a ser la
¡
~

1
una sociedad primitiva, en que el matar (o ser muer-
to) es la polaridad que gobierna a la vida. Podemos
suprema afirmación de sí mismo como un modo de
trascender la vida. Durante años su única pasión y
f.
•e~ observar esto en fenómenos como los sacrificios hu- su único entusiasmo fueron matar animales. Regre-
~
1
1
manos de los aztecas, en la venganza de sangre saba de noche, "cubierto de sangre y lodo, y apes-
1
~ practicada en lugares como Montenegro 7 o Córcega, tando a olor de bestias salvajes. Se hizo como ellas".
~
~
en el papel de la sangre como un sacrificio a Dios Casi llegó a lograr convertirse en un animal, pero
~1 en el Antiguo Testamento. Una de las descripciones no pudo conseguirlo porque era humano. Una voz
)
~ más lúcidas de esta alegría de matar se encuentra le dijo que acabaría matando a su padre y su ma~
•:l'•' en el cuento de Flaube.rt titulado La leyenda de San dre. Asustado, huyó del castillo, dejó de matar ani-
Julián el Hospitalario~s Flaubert describe un indivi- males y se convirtió en un temido y famoso jefe
~) duo de quien se profetizó al nacer que sería un gran de tropas. Como premio por una de sus mayores
}
~
conquistador y un gran santo; se crió co:mo un niño victorias le dieron la mano de una mujer extraordi-
normal hasta que un día descúbrió la emoción de
.~
~
matar. Había ohservado algunas veces en los servi~
nariamente hermosa y amable. Dejó de ser guerrero,
se dedicó con ella a una vida. que podría llamarse
\
~
~
cios eclesiásticos un ratoncito que salía de un aguje~ de .arrobamiento; pero se sintió hastiado y depri-
~~ ro de la pared ; lo irritaba y estaba decidido a mido. Un día empezó a cazar de nuevo, pero una
~ librarse de él. ·Así, después de cerrar la puerta y de fuerza extraña quitaba energía a sus proyectiles.
'' esparcir unas migajas de pastel por las gradas del
~
~
altar, se apasto delante del agujero con un palo en
"Entonces todos los animales que había cazado re-
aparecieron y formaron un círculo cerrado alrededor
~ la mano. Después de un rato muy largo, asomó una
.1
~

pequeña nariz roja y en seguida todo el ratón. Des-

de él. Unos se sentaron sobre las ancas, otros per-
manecieron de pie. Julián, en medio de ellos, quedó
i
M
~
cargó un golpe ligero, y se quedó estupefacto sobre
aquel cuerpecillo que ya no se movía. Manchaba la
helado de terror, incapaz del más ligero movimiento.
Decidió regresar a su mujer y su casti.llo; entre
p
~
R tanto, habían llegado allí sus ancianos padres, y su
7 Cf. el cuadro que ofrece Djilas del modo de vida monte- mujer les dejó su propia cama. Tomándolos por
0"
~

~ negrino, en que presenta el matar como el orgullo y l<l

q embriaguez mayores que puede sentir un hombre. su esposa y un amante, los mató. Cuando había
~~ s En Tres cuentos, Espasa-Calpe, Buenos Aires, Col. Aus- llegado a la sima de la regresión, tuvo lugar el gran
~ tral 1259. [E.] viraje. Llegó a ser un santo, verdaderamente; con-
~
~
~ 32
~ 33
 "'

sagró su vida a los pobres y los enfermos, y final- con la tierra y si vence su narcisismo. Pero no pue-
mente abrazó a un leproso para darle calor. Julián de negarse que si es incapaz de hacerlo, su narcisis..
ascendió a los espacios azules, cara a cara con nues- mo y su fijación arcaica lo atraparán en un modo de
tro Señor Jesús, que lo llevó al cielo." vida que es tan cercano al modo de muerte, que
Flaubert describe en este cuento la esencia de la difícilmente puede percibirse la diferencia entre el
· sed de sangre. Es la emb~aguez de la vida en su hombre sediento de sangre y el enamorado de
forma más arcaica; de ahí que una persona, des- la muerte.
pués de haber llegado a este nivel más arcaico de
conexión con la vida, pueda volver al más alto nivel
de desarrollo, al de la afirmación de la vida, por su
humanidad. Es importante advertir que esta sed
de matar, como observé arriba, no es lo mismo
que el amor a la muerte, que se describe en el capí·
tulo 111. Se siente la sangre como la esencia de la
vida; verter la sangre de otro es fertilizar a la tierra
madre con lo que necesita para ser fértil. ( Compá~ ~
r
rese la creencia azteca en la necesidad de verter f•'
•i
sangre como condición para que siga funcionando ¡!
::
el cosmos, o la.historia de Caín y Abel.) Aun cuando ~
uno vierte su. propia sangre, fertiliza la tierra y se t:
fusiona con ella. . ¡j
Parece que en este nivel de regresión la sangre es ¡;
el equivalente del semen·;· la tierra es la equivalente 8ti
de la mujer-madre. Semen-óvulo son las expresio- ~
nes de la polaridad macho-hembra, polaridad que ~
se hace fundamental sólo cuando el hombre ha ~
¡;
empezado a salir plenamente de la tierra, hasta el l2~:
punto en que la mujer se convierte en el objeto K-
de su deseo y su amor .9 El derramamiento de sangre ~
r'
termina en la muerte; el derramamiento de semen, t~
en el nacimiento. Pero la meta de la primera, como ,
'¡lv<
la del segundo, es la afirmación de la vida, aun ~
cuando apenas por encima del nivel de la existencia ~
animal. El matador puede convertirse en el amante ~~
si llega a nacer plenamente, si desecha su vínculo ¡f
9 Cuando la historia bíblica nos habla de que Dios creó
a Eva como "compañera" de Adán, lo que hace es señalar
esta nueva función.
34 35
l i

· · · ••·· .,.• '.'/""' ··· '''-\''"'"' :l•·:

1
·-c-~:-•: 8:"'_<;>~ ~1>m~~·::':·~;¡;~·:·;••·•~' ~>;.<·?.•:•. t'i:.;:.,,.•,.~~""'"'''·'''"'·''·-"'''"'''"'"'""'''"""~'·'"'-··--~·~·~--~e , _.,_. ,¡f
~·~.!i'fú;· :~ ;.!:--; ~· ~~ ¡.~,; s~ ~ :·., --~'~ ;?!~~~.?.~;.;;, ;.::~~: .·: ;, .: .. ;,. );.;\·i ~ ; ::-:; ;,~it~~;;; ~l~HfiSii :; ;_ ;~! ~~-; ¿~~ ::~ ::;.~;: ~: ;.;. i'! D:·: i¿;~~;~~;~~:; }~.;~;~~~~lli :,.;·; :; ~.:, .-.: ~; ~ ~ ,·:.:~:;: . ~ ,.-¡ .• : •1\ . :.. ; :}~{;~~.~~¿~.~-: :·:; ;}::;_:j.;,;: ,;-~:;.~.~ :- :· , : ' <~ ,? :·;·.~

f) ~
:~

paradojas que excitaban la ira de algunos .que no las

comprendían, he de deciros, como experto en la materia,
que esta ridícula paradoja me parece repelente. El ge.
111. AMOR A LA MUERTE Y AMOR A LA VIDA neral Millán Astray es un inválido. No es preciso que
digamos esto con un tono más bajo. Es un inválido
EN EL capítulo anterior estudiamos formas de vio. de guerra. También lo fue Cervantes. Pero desgraciada-
lencia y agresión que aún pueden considerarse más mente en España hay actualmente demasiados mutila-
o menos benignas, en cuanto que sirven (o parecen dos. Y, si Dios no nos ayuda, pronto habrá muchísimos
servir) directa o indirectamente a propósitos de más. Me atormenta el pensar que el general Millán
vida. En este capítulo y los siguientes trataremos Astray pudiera dictar las normas de la psicología de la
de tendencias que se dirigen contra la vida, que masa. Un mutilado que carezca de la grandeza espiritual
forman el núcleo de graves enfermedades mentales de Cervantes, es de esperar que encuentre un terrible
alivio viendo cómo se multiplican los mutilados a su
y que pueden considerarse como la esencia del ver· alrededor." En este momento, Millán Astray no se pudo
dadero mal. Trataremos de tres clases diferentes de detener por más tiempo, y gritó: "¡Abajo la inteligen-
orientación: necrofilia (biofilia), narcisismo y fija- cia! ¡Viva la muerte!", clamoreado por los falangistas.
ción simbiótica en la madre. Pero Unamuno continuó: J.!ste es el templo de la
Haré ver que las tres tienen formas benignas, que inteligencia. Y yo soy su sumo sacerdote. Estáis pro-
pueden ser tan leves que ni siquiera se las puede fanando su sagrado recinto. Venceréis porque tenéis so.
considerar patológicas. Por lo tanto, insistiremos brada fuerza bruta. Pero no convenceréis. Para conven·
i
~ principalmente sobre las formas malignas de las cer hay que persuadir. Y para persuadir necesitaríais
• algo que os falta: razón y derecho en la lucha. Me pa-
~\ tres orientaciones, que en sus formas más graves
\ rece inútil el pediros que penséis en España. He dicho." 1
\
~
\
\
convergen y acaban por formar el "síndrome de
~\ decadencia"; este síndrome representa la quintesen- Unamuno, al hablar del carácter necrófilo del gri·
~
Q cia del mal; es al mismo tiempo el estado patológico
to "¡Viva la muerte!", tocó el corazón del problema
,
1 más grave y raíz de la destructividad e inhumanidad
más depravadas.
del mal. No hay distinción más fundamental entre
~
~
No conozco mejor introducción al corazón del pro-
blema de la necrofilia que una especie de declara-
los hombres, psicológica y moralmente, que la que
existe entre los que aman la muerte y los que aman
~ la vida, entre los necrófilos y los biófilos. No quiere
ción que hizo en 1936 el filósofo español Unamuno.
~ Fue con ocasión de un discurso del general Millán
esto decir de ningún modo que una persona es nece.
sanamente ya totalmente necrófila ya totalmente
~
ij
Astray en la Universidad de Salamanca, de la que
era rector Unamuno, cuando empezaba la guerra
biófila. Hay al~nas que están totalmente consagra·
das a la muerte, y ésas son dementes. Hay otras que
~ civil española. El lema favorito del general era
~
"¡Viva la muerte!", y uno de sus partidarios lo gritó están enteramente consagradas a la vida,· y éstas
•
~ desde el fondo de la sala. Cuando terminó su discur- nos impresionan por haber alcanzado la finalidad
~ más alta de que es capaz el hombre. En muchas es-
~ so el general, se levantó Unamuno y dijo:
.,~ tán presentes las tendencias biófilas y las necrófilas,
•A
~
o " ...ahora acabo de oír el necrófilo e insensato grito, 'Viva 1 Tomado de Hugh Thomas, La guerra civil española. Edi·
H la muerte'. Y yo, que he pasado mi vida componiendo
ó
Q tions Ruedo Ibérico, París, 1961, p. 295. [E.]
~
~
Q
36 37
~~
pero en proporciones diferentes. Lo que importa quienes consideraba enemigos suyos, los días de la
aquí, como siempre en fenómenos de la vida, es Gotterdiimmerung o Crepúsculo de los Dioses, y el fi~
cuál tendencia es la más fuerte, de suerte que deter~ nal, demostraron que su satisfacción más profunda
mine la conducta humana, no la ausencia o la pre- estribaba en presenciar la destrucción total y absolu·
sencia completa de una de las dos orientaciones. ta: la del pueblo aiemán, la de los que lo rodeaban,
Literalmente, "necrofilia" significa "amor a la la suya propia. Una información de la primera Gue~
muerte" (como "biofilia" significa "amor a la vida"). rra Mundial, de la que no hay pruebas, pero que
Suele emplearse esta palabra para designar una per· tiene mucho sentido, dice que un soldado vio a Hitler
i
versión sexual, a saber, el deseo de poseer el cadáver como en estado de trance mirando fijamente un 1
de una mujer para realizar el acto sexual,2 o el deseo cadáver en descomposición y negándose a alejarse. 1
f

morboso de estar en presencia de un cadáver. Pero, El necrófilo vive en el pasado, nunca en el futuro. !
como sucede con frecuencia, una perversión sexual Sus emociones son esencialmente sentimentales, es '
1
no hace sino representar el cuadro más franco y decir, alimentan el recuerdo de emociones que tu· ~
~
claro de una orientación que se encuentra sin mezcla vieron ayer, o que creen que tuvieron. Son fríos,
sexual en muchos individuos. Unamuno lo vio clara· esquivos, devotos de "la ley y el orden". Sus valores tf
mente cuando aplicó la palabra "necrófilo" al discur· son exactamente lo contrario de los valores que re· [
f
so del general. No quiso decir que el general est1:1vie· lacionamos con la vida normal: no la vida, sino la f
f
ra obsesionado por una perversión sexual, sino· que muerte los anima y satisface. [
f
odiaba la _vida y amaba la muerte. Es característica del necrófilo su actitud hacia 1
~
Es extraño que la necrofilia como orientación ge. la fuerza. F:iierza es, según la definición de Simone ~
p
neral no haya sido descrita nunca en la literatura Weil, la Cél-pacidad para convertir un hombre ~n un ti
y
psicoanalítica, aunque se relaciona con el carácter cadáver. Así como la sexualidad puede crear vida;
sádico-anal de Freud y con su instinto de la muerte. la fuerza puede des~ruirla. Toda fuerza rebasa, en ~"
~
Aunque estudiaré más adelante estas relaciones, último análisis, en el poder para matar. Puedo no ~
quiero ahora pasar a describir al individuo necró- matar a una persona, sino únicamente privarla
filo. de su libertad; quizá quiero sólo humillarla o des~ é';
La persona con orientación necrófila se siente pojarla de sus bienes; pero haga yo lo que haga, ~:

atraída y fascinada por todo lo que no vive, por todo l~

detrás de todas esas acciones está mi capacidad de ~
1·:
lo muerto: cadáveres, marchitamiento, heces, basu· matar y mi deseo de hacerlo. El enamorado de la i!
t'·
ra. Los necrófilos son individuos aficionados a hablar
de enfermedades, de entierros, de muertes. Empie-
muerte ama la fuerza inevitablemente. Para él la ma·
yor hazaña del hombre no es dar vida, sino destruir· ~
1~
,~:
zan a vivir precisamente cuando hablan de la muer- la; el uso de la fuerza no es una acción transitoria ~

te. Un ejemplo claro del tipo necrófilo puro es Hit·

ler. Lo fascinaba la destrucción, y le agradaba e]
que le imponen las circunstancias, es un modo de -~
vida. ~j
olor de la muerte. Aunque en los años de su éxito Esto explica por qué el necrófilo está verdadera~ ,•
·:
quizá haya parecido que sólo quería destruir a mente enamorado de la fuerza. Así como para el
~~.

}
>
2 Krafft·Ebing, Hirschfeld y otros han dado muchos ejem.· enamorado de la vida la polaridad fundamental en
plos de pacientes obsesionados con ese deseo. el hombre es la que existe entre macho y hembra, §
:~
~x

38 39 ,.,~,
,,,,
~~
~. r:. ;
·:·,. - .: . ~<"-"· )·: /~~ .. - :·:·~i~i-: ;·;· -:•r :·~f:;~·;T~~-~;lR~~~~-.¡·;::~-h~).~~H::('{~~·n-~,..;-:;: ~- ;: ¡- r:¡.~'J'Jir.::¡_.;~i'1'Xii'jt¡~~;-,•;,'-'H·~-.-l{;:,;.;..\,\.~;.~~~ii•;.:,;.~..~;cp=~p~,.,... -.. . ~.,.----.-nji~~
..
 :·~~ ·,'·~·-~~·
:~J:R:~;¿; ;:; i.~;rz~;1·o- {:: ~·; ·;~;:..;_:;:¡~~;!!~:li_:.?i.}~;~_:.·.:. .~:;; .·;. ;:: :.\~-:;·, ··! :·;;;_;.·:.::·:::>:.~.;~!;M~-~:;~ k~ ;~t.:::;~,:J~L ~~:·;.~<.;:::.¡ :,;_~; -~~;_::; ;~;~; ;.; :~·:J~{;s.f;:~:~;.:;;~::. ~:: · ... -. ";.;.;:,,. ·,-.~i-~-;- .., , "· :::~·-. ... · : .·
:í!
111" r

para el necrófilo existe otra polaridad muy diferen- vivientes fuesen cosas. Todos los procesos, senti-
te: la de los que tienen el poder de matar y los que mientos y pensamientos de vida se transforman en
carecen de él. Para él no hay más que dos "sexos": cosas. La memoria, y no la experiencia; tener, y no
1• el poderoso y el impotente; los matadores y los ser, es lo que cuenta. El individuo necrófilo puede
~ muertos. Está enamorado de los matadores y des- relacionarse con un objeto -una flor o una perso-
j'

•~
precia a los que son muertos. No pocas veces hay na- únicamente si lo posee; en consecuencia, una
':!' que tomar literalmente ese "estar enamorado de amenaza a su posesión es una amenaza a él mismo;
"
!~ los matadores"; son sus objetos de atracción y si pierde la posesión, pierde el contacto con el mun-
~
de fantasías sexuales, aunque menos acentuadamen- do. Por eso encontramos la paradójica reacción de
~ te que en la perversión mencionada arriba, o en la que más bien perdería la vida que la posesión, aun
perversión de la necrofagia (deseo de comer cadá- cuando al perder la vida el que posee deja de exis-
1 veres), deseo que no rara vez puede encontrarse en tir. Ama el control, y en el acto de controlar mata
los sueños de los individuos necrófilos. Conozco la vida. Se siente profundamente temeroso ante la
'$1 muchos sueños de personas necrófilas en que tienen vida, porque por su misma naturaleza es desorde-
'
~
relaciones sexuales con una mujer o un hombrean- nada e incontrolable. La mujer que pretende sin
1 cianos por la que de ningún modo se sienten física- razón ser la madre del niño, en el relato del juicio _
~ mente atraídos, sino a quien temen y admiran por de Salomón, es típica de esta tendencia. Preferiría _·_:
~
S
su fuerza y capacidad destructora. tener un niño muerto y adecuadamente dividido que
La influencia de hombres como Hitler y Stalin es- perder un niño vivo. Para el ind1viduo necrófilo jus·
i''1 triba precisamente en su capacidad para matar y ticia significa reparto correcto, y está dispuesto a
~
~ matar o morir en obsequio de lo que llama justicia.
~~
la complacencia eil ·hacerlo. Por eso los amaron los
necrófilos. De los demás, muchos los temían, y pre- "La ley y el orden" son ídolos para él; todo lo que
~ firieron admirarlos a darse cuenta de su miedo; amenaza a la ley y el orden se considera un ataque
.,~ otros muchos no percibían la calidad necrófila de satánico a sus valores supremos.
3
los líderes y vieron en ellos. los constructores, los Al individuo necrófilo lo atraen la oscuridad y la
~
1
~
salvadores, los buenos padres. Si los líderes necró- noche. En la mitología y la poesía es atraído por las
~
i filos no hubieran fingido que eran constructores y cavernas, o por los abismos del océano, o se le repre-
~
~
protectores, el número de individuos atraídos por senta ciego. (Son un buen ejemplo los enanos del
Peer Gynt de Ibsen; son ciegos,8 viven en cavernas,
ellos apenas habría sido suficiente para ayudarlos

·'~
a tomar el poder, y el número de los repelidos por su único valor es el narcisista de algo "preparado
ellos probablemente no habría tardado en producir en casa" o de producción casera.) Le atrae todo lo
'' que se aparta de la vida o se dirige cont,ra ella.
su caída.
~~ Mientras la vida se caracteriza por el crecimiento Quiere regresar a,la oscuridad del útero y al pasado
~ de una manera estructurada, funcional, el individuo de existencia inorgánica o animal. Está orientado
~~
a' necrófilo ama todo lo que no crece, todo lo que es esencialm·ente hacia el pasado, no hacia el futuro
i~
'
mecánico. La persona necrófila es movida por el de-
3 Este significado simbólico de la ceguera es completa-
~
~
seo de convertir lo orgánico en inorgánico, de mirar mente distinto de aquel en que significa "verdadera intros-
~ji la vida mecánicamente, como si todas las personas
~ pección".
~
~
~
d
,.$ 40 41
 que odia y teme. Con esto se relaciona su anhelo de de su hijo, por sus defectos y sus malos pronósticos
certidumbre o seguridad. Pero la vida nunca es segu~ para el futuro; al mismo tiempo, no la impresionará
ra, nunca es previsible, nunca es controlable; para un cambio favorable ; no responderá a la alegría del
hacerla controlable, hay que convertirla en muerte; niño, no advertirá que está naciendo en él algo nue·
la mue·rte es, ciertamente, la única seguridad de la vo. Podemos advertir que sus sueños tratan de en-
vida. fermedades, de muerte, de cadáveres, de sangre. No 1
Las tendencias necrófilas suelen manifestarse de dañará a su hijo de un modo manifiesto, pero quizá
la manera más clara en los sueños de una persona. estrangule lentamente su alegría de vivir, su fe en 1
Esos sueños tratan de asesinatos, sangre, cadáveres, el crecimiento, y al fin lo infectará de su propia ~
calaveras, heces ; en ocasiones también de hombres !
orientación necrófila. ~
1
transformados en máquinas o que actúan como má· Muchas veces la orientación necrófila entra en ¡
}
quinas. De vez en cuando puede tener lugar un sueño conflicto con tendencias opuestas, de modo que se (
1
de este tipo en muchos individuos sin que indique establece un peculiar equilibrio. Ejemplo notable 1
1
necrofilia. En el individuo necrófilo los sueños de de este tipo de carácter necrófilo fue C. G. Jung. t
este tipo son frecuentes y a veces se repiten. '~
En su autobiografía,4 publicada póstumamente, da ~
~
Al individuo muy necrófilo se le puede reconocer amplias pruebas de ello. Sus sueños solían estar lle~ ~
<:
con frecuencia por su aspecto y sus gestos. Es frío, nos de cadáveres, de sangre, de muertes. Como mani- 1l
tiene una piel que parece muerta y con frecuencia festación típica de esta orientación necrófila-:en la
su cara tiene una expresión como si estuviera olien- vida real, mencionaré_ lo siguiente: Mientras se es-
do un mal olor. (Esta expresión podía verse clara~ taba construyendo la casa de Jung en Bollingen, se 1J
mente en -la .cara de Hitler.) Es ordenado, obsesivo, encontró el cadáver de un soldado francés que
pedante. Este ·aspecto de la persona necrófila fue se había ahogado hacía 150 años, cuando Napoleón ~1
mostrado al mundo en la figura de Eichmann. Éste invadió Suiza. J ung hizo una fotografía del cadáver 1~
~
se sentía fascinado por el orden burocrático y por la y la colgó en una pared. Volvió a enterrar el cadá- ~
~

muerte. Sus valores supremos eran la obediencia y ver y disparó tres tiros sobre la tumba, como saludo ~
~
M
el funcionamiento adecuado de la organización. militar. Vista superficialmente, esta acción puede &
~
Transportaba judíos como hubiera podido transpor· parecer ligeramente rara pero sin ninguna impor-
tar carbón. Que. fueran seres humanos es cosa que tancia, por lo demás. Pero es una de las muchas ~~
no entraba en el campo de su visión, y en cense· acciones "insignificantes" que expresan una orienta· ,~
~
~
cuencia no tiene importancia el problema de si odia- ción subyacente con más claridad que los actos in- 4
~
~

ba o no a sus víctimas. tencionales e importantes. El mismo Freud observó ~

~
~
Pero no se encuentran sólo entre los inquisidores, muchos años antes la orientación de J ung hacia la (
,r
entre los Hitler y los Eichmann, ejemplos del ca· muerte. Cuando los dos se embarcaban para los Es- i~,,,
rácter necrófilo. Hay muchos individuos que no tie- tados Unidos, Jung habló mucho de los cadáveres ,.,
~~·

nen oportunidad ni poder para matar, pero cuya "•1

!1
necrofilia se expresa de otras maneras más inofen- 4 Memories, Dreams, Reflections, por C. G. Jung, ed. por ~
sivas, vistas superficialmente. Un ejemplo es la Aniéla Jaffé, Nueva York, Pantheon Books, 1%3. Cf. mi estu~ ;IJ

":~~
dio sobre este libro en el Scientific American de septiembre '
madre que se interesa siempre por las enfermedades de 1963.
42 43
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-é~:~~-J-~~:~r;r::: :·~-~~~:-~·~:r~::}~·~r:~:~:?~:-·::~~·::~/~~~~~~~;::.:::~?:;.;~;·¡·:·:>:- ;·~<;:·:~F.~~:;~~:~:~;·:~~;:;~m:-~ . · ···- ,·- . ~ ~ ::-- ·· ·:~: ---~":··· ":·~-F!~~{l!~·~ ~,::: ~·; rr::,~·;-;"; ~,: ;,· ,•.:~~ i.~: .;.~; :,~·.~·;~v);'~'(,JX":;l'fo ... ,,.,~,-t-P.4. ~~-l..G.';i~J..i'.-.:t.~-'"~;¡,~~.,..,, .......~._.............. ,......s.,....=.....--r}0f
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f r---

bien conservados que se habían encontrado en las capacidad de curar, y haciendo de su interés en el
marismas cerca de Hamburgo. A Freud le desagra- pasado, en la muerte y en la destrucción, materia
dó aquel tipo de conversación y le dijo a Jung que de brillantes especulaciones.
hablaba tanto de aquellos cadáveres porque estaba En esta descripción de la orientación necrófila,
lleno de deseos de muerte contra él (Freud). Jung quizá di la impresión de que todos los rasgos des-
lo negó, indignado, pero unos años después, hacia el
tiempo de su ruptura con Freud, tuvo el siguiente critos se encuentran necesariamente en el individuo
sueño. Sintió que, en compañía de un nativo negro, necrófilo. Es cierto que rasgos tan divergentes como
tenía que matar a Sigfrido. Salió con un rifle, y el deseo de matar, el culto de la fuerza, la atrac-
cuando Sigfrido apareció en la cresta de una mon- ción de la muerte y la inmundicia, el sadismo, el
taña lo mató. Después se sintió horrorizado y teme- deseo de transformar lo orgánico en inorgánico me-
roso de que pudiera descubrirse su crimen. Pero diante el "orden", son todos ellos parte de la misma
afortunadamente cayó una lluvia copiosa que borró orientación fundamental. Pero en lo que concierne a
todas las huellas del crimen. J ung despertó pensan- los individuos, hay diferencias considerables respec-
do que tenía que matarse si no comprendía el sueño. to de la fuerza de las respectivas tendencias. Cual-
;j Tras alguna reflexión, llegó a la siguiente "compren- quiera de los rasgos aquí mencionados puede ser
:~.•
sión": matar a· ·sigfrido significa matar al héroe más pronunciado en una persona que en otra;
:¡
:¡ dentro de uno, expresando así su humildad. El ligero además, el grado en que una persona es necrófila
~ cambio de Sigmundo a Sigfrido bastó para permitir en comparación con sus aspectos biófilos, y, final-
~ a un hombre cuyo mayor talento era la interpreta- mente, el grado en que una persona es consciente
,,,,~ de sus tendencias n.ecrófilas, o las racionaliza, varía
ción de sueños, ocultarse a sí mismo el sen:tido real
considerablemente de individuo a individuo. Pero
~
de aquel sueño. Si uno se pregunta cómo es posible el concepto del tipo necrófilo no e5 de ningún modo
una represión tan intensa, la respuesta es que el una abstracción ni un compendio de varias tenden-
1j sueño era una manifestación de su orientación necró- cias dispares de la conducta. La necrofilia constituye
·~ fila, y como toda esta orientación estaba intensa- una orientación fundamental; es la única respuesta
1) mente reprimida, J ung no podía conocer el sentido
·~ a la vida que está en completa oposición con la
J
j
de aquel sueño, el cual encaja dentro del panora- vida; es la orientación hacia la vida más morbosa
~
!~
ma de que Jung se sentía fascinado por el pasado, y y más peligrosa de que es capaz el hombre. Es la
~
;j
rara vez por el presente y el futuro; que las piedras verdadera perversión: aunque se está vivo, no es
,,;j
.1
eran su material favorito y que siendo niño se había la vida sino la muerte lo que se ama, no el creci-
:1 imaginado que Dios dejaba caer una gran basura miento, sino la destrucción. El individuo necrófilo,
~ sobre una iglesia, destruyéndola. Sus simpatías por
'l
si se atreve a dar~e cuenta de lo que existe, expresa
i:1l Hitler y sus teorías raciales son otra expresión de el lema de su vida cuando dice "¡ Viva la muerte ! "
'1
su afinidad con la gente enamorada de la muerte. Lo opuesto a la orientación necrófila es la orien-
·~ Pero Jung era una persona extraordinariamente
;¡ tación biófila; su esencia es el amor a la vida, en
:(¡ creadora, y la creación es lo más opuesto a la necro- contraste con el amor a la muerte. Como la necro-
~
l filia. Resolvió el conflicto dentro de sí mismo equi- filia, la biofilia no está constituida por un rasgo
~ librando sus poderes destructores con su deseo y su único, sino que representa una orientación total, todo
1
,j
~1 44 45
J
 '

un modo de ser. Se manifiesta en los procesos cor-
porales de una persona, en sus emociones, en sus
pensamientos, en sus gestos; la orientación biófila
se expresa en todo el hombre. La forma más ele-
mental de esta orientación se expresa en la tenden-
cia a vivir de todos los organismos vivos. En con-
traste con el supuesto de Freud relativo al "instinto
de la muerte'', estoy de acuerdo con el supuesto de
muchos biólogos y filósofos de que es una cualidad
inherente a toda materia viva el vivir, el conservar
la existencia; como dijo Spinoza: Todas las cosas,
en cuanto son, se esfuerzan por persistir en su
ser." 5 A ese esfuerzo lo llamó la esencia misma
de la cosa en cuestión.t~
y del hombre. En este último, la unión sexual se
basa en la atracción entre los polos masculino y
femenino. La polaridad masculino-femenino consti-
tuye el núcleo de la necesidad de fusión de que de-
pende la vida de la especie humana. Parece que por
esta razón la naturaleza proporcionó al hombre el
placer más intenso en la fusión de los dos polos.
Biológicamente, el resultado de esa fusión es nor-
malmente la creación de un ser nuevo. El ciclo de
la vida es unión, nacimiento y crecimiento, así
11
como el ciclo de la muerte es cesación de creci-
miento, desintegración, descomposición.
Pero aun el instinto sexual, aunque biológicamente
sirve a la vida, no es necesariamente el único que ¡1

Observamos esta tendencia a vivir en toda la ma- expresa la biofilia psicológicamente. Parece que no ¡
¡
teria viv~ que nos rodea; en la hierba que crece hay una sola emoción intensa que no pueda ser ?
entre las~ .piedras en busca de luz y de vida; en el atraída al instinto vital y combinarse con él. La vani- '
animal que luchará hasta lo último para escapar dad, el deseo de riquezas o de aventuras, y hasta ¡
a la muerte; en el hombre que dará __casi cualquier la atracción de la muerte, pueden, por así decirlo,
cosa para conservar la vida. _ poner a su servicio el instinto sexual. Por qué es 1
La tendencia a conservar la vida y .a luchar contra
la muerte es la forma más elemental de la orienta-
así, es mat~f,ia que se presta a especulaciones. Se
siente uno tentado a pensar que es una treta de la
~
ción biófila, y es común a toda la materia viv~. ·En naturaleza el hacer tan dócil el instinto sexual, que ~(,R
cuanto es una tendencia a conservar la vida y a lo movilice cualquier clase de deseo intenso, aun
combatir la muerte, sólo representa un aspecto de los que son contrarios a la vida. Pero, cualquiera que ~­
¡;
la tendencia a vivir. El otro aspecto es más positi· sea la razón, difícilmente puede dudarse de la com- ti
~~
vo: la materia viva tiene la tendencia a integrar y binación de deseo sexual y destructividad. ( Freud ri:
1'·
unir; tiende a fundirse con entidades diferentes señaló esta mezcla, especialmente en su estudio so- 1~
·~
y opuestas, y a crecer de un modo estructural. Uni- bre la combinación del instinto de la muerte con el ~~~-
ficación y crecimiento integrado son características instinto de la vida, como ocurre en el sadismo y 10
t.{
de todos los procesos vitales, no sólo por lo que el masoquismo.) El sadismo, el masoquismo, la ne- ~­
concierne a las células, sino también respecto del crofagia y la coprofagia son perversiones, no porque t
~
(:
sentimiento y el pensamiento. se desvían de las normas habituales de la conducta ~­\

La expresión más elemental de esta tendencia es sexual, sino porque significan la única perversión
la fusión de células y organismos, desde la fusión fundamental: la mezcla de la vida y la muerte.7
celular sexual hasta la unión sexual de los animales
7 Muchos ritos relativos a la separación de lo limpio (la
:~
6 "E.tica, III, Prop. VI. vida) y lo sucio (la muerte) acentúan la importancia de evi- .
'·
..
t1 !bid., Prop. VII. tar esa perversión.
J¡
47
46
~¡
,~
(~
r·~;·~···;-;· ~·-;·,~~:~f:~!r;t:i~::;~~;.:: :::·:.'~~:·.: ,., ... ·. ;.;~:; : ·,;; ::- :~- -¡.;:; . ¡~~-·:f: ':•:=~~:f~!~t'~!:· ~r;;··~;:;-•.y~.;;·;J ~"'.":;·~·- ~. ·-~-t··; :·~~-:-9'-H!~N;s:~~Ht;~~:·:·:·~•·, •:-tJ'•.'• < •.,..~.,r.t;.i:¡ •. li~.;i·:>--.v;..·...-.."-,.~~~~l"'."l'l·O:r.!~·'-•'lr:-"-; .. ., ....:, ~·~N~"~":"?':\:'>':\~
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wr ,....-----

El pleno despliegue de la biofilia hay que bus- a la virtud. La conciencia biófila es movida por la
carlo en la orientación productiva.s La persona que atracción de la vida y de la alegría; el esfuerzo
ama plenamente la vida es atraída por el proceso moral consiste en fortalecer la parte de uno mismo
de la vida y el crecimiento en todas las esferas. amante de la vida. Por esta razón el biófilo no vive
Prefiere construir a conservar. Es capaz de admirar· en el remordimiento y la culpa, que no son, des-
se, y prefiere ver algo nuevo a la seguridad de pués de todo, más que aspectos de la aversión a sí
~
~ encontrar la confirmación de lo viejo. Ama la aven- mismo y de la tristeza. Se orienta rápidamente hacia
~ tura de vivir más que la seguridad. Su sentido de la vida y procura hacer el bien. La Ética de Spinoza
r
{i la vida es funcional y no mecanicista. Ve el todo y es un ejemplo notable de moral biófila. "El placer
~ no únicamente las partes, estructuras y no sumas. -dice- no es en sí mismo malo, sino bueno; por
¡¡
~l Quiere moldear e influir por el amor, por la razón, el contrario, el dolor es malo en sí mismo." 1o Y
J por su ejemplo, no por la fuerza, no aislando las con el mismo espíritu: "Un hombre libre piensa en
!J
l cosas ni por el modo burocrático de administrar a la muerte menos que en cualquier otra cosa, y su
j las gentes como si fuesen cosas. Goza de la vida y de sabiduría es una meditación no sobre la muerte sino
,.)
~
todas sus manifestaciones, y no de la mera agi- sobre la vida." 11 El amor a la vida está en la base
~
2
tación. de las diferentes versiones de la filosofía humanis-
A La ética biófila tiene su propio principio del bien ta. En diferentes formas conceptuales, esas filosofías
R
H
y del mal. Bueno es todo lo que sirve a la vida; malo . tienen el mismo espíritu que la de Spinoza; expresan
,¡ todo lo que sirve a la muerte. Bueno es la reverencia el principio de que el hombre cuerdo ama- ·Ja vida,
¡¡ para la vida,9 todo lo que fortifica la vida, el creci- que la tristeza es pecado y la alegría virtud, que
'
'.1 miento, el desarrollo. Malo es todo lo que ahoga la el fin del hombre en la vida es ser atraído por todo lo
.:¡, vida, lo que la angosta, lo que la parte en trozos . vivo y apartarse de todo lo que es muerto y mecá~
~
:! La alegría es virtuosa y la tristeza es pecaminosa. Es, nico.
~
'~ pues, desde el ·punto de vista de la ética biófila He intentado dar una imagen de las orientaciones
~
~
,:..\
como menciona la Biblia el pecado fundamental de necrófilas y biófilas en sus forrnas puras. Esas for-
los hebreos: "Por cuanto no serviste a Jehová tu mas puras son, desde luego, raras. El necrófilo puro
~
,;1.• Dios con alegría y con gozo de corazón, por la es un loco; el biófilo puro es un santo. La mavor
~1
¡¡ abundancia de todas las cosas" (Deut., 28, 47). parte de la gente es una mezcla particular de orien-
;¡ La conciencia de la persona biófila no es la de obli- taciones necrófilas y biófilas, y lo importante es
~¡ garse a abstenerse del mal y hacer el bien. No es el cuál de ellas predomina. Aquellos en quienes alcanza
:¡ super-ego descrito por Freud, que es un capataz es- el predominio la· orientación necrófila matarán len-
tricto que es sádico contra sí mismo en obsequio tamente su lado biófilo; habitualmente, no son
a~ conscientes de su orientación de amor a la muerte;
~
~~ 8 Cf. el estudio de la orientación productiva en E. Fromm, endurecerán sus corazones; obrarán de tal suerte
~ S.tica y psicoanálisis, F. C. E., México, Breviario 74, 4'! ed., que su amor a la muerte parece ser la respuesta
~ 1963.
A lógica y racional a lo que experimentan. Por otra
•,,~
~
9 :esta es la tesis principal de Albert Schweitzer, uno de
los grandes representantes del amor a la vida, tanto en sus 1o 'Etica, IV, Prop. XLI.
4 escritos como en su persona. 1! /bid., Prop. LXVII.
~
~
h
;~
•
~
48 49
parte, aquellos en quienes aún predomina el amor a
la vida se sentirán disgustados cuando descubran lo
cerca que están del "valle de la sombra de la muerte",
y ese disgusto podría despertarlos a la vida. De ahí
que sea muy importante saber no sólo lo fuerte que
es la tendencia necrófila en una persona, sino tam·
bién hasta qué punto es· consciente de ella. Si cree
que mora en tierra de vida cuando en realidad mora
en tierra de muerte, está perdida para la vida, ya
que no tiene oportunidad para regresar.
La descripción de las orientaciones necrófila y
biófila plantea la cuestión del modo como esos con·
ceptos se relacionan con los conceptos de Freud
relativos al instinto de la vida (Eros) y al instinto
de la muerte. Es fácil de ver la analogía. Cuando
surgió de primera intención la existencia de la dua~
lidad de las dos tendencias en el hombre, estaba
Freud hondamente impresionado, en especial bajo
el influjo de la primera Guerra Mundial, por la .fuer-
za de los impulsos destructores. Revisó su vieja teo-
ría según la cual el instinto sexual se oponía a los
instintos del ego (sirviendo uno y otros a la super~
vivencia, y por lo tanto a los propósitos de la vida),
a favor de la hipótesis de que tanto el impulso hacia
la vida como el impulso hacia la muerte son in·
herentes a la esencia misma de la vida. En Más allá
del principio del placer ( 1920) expuso la opinión de
que había un principio más antiguo filogenética·
mente, que llamó "compulsión a la repetición", el
cual funciona para restable-cer una situación previa
y, en definitiva, para volver la vida orgánica al es-
tado originario de existencia inorgánica. "Si es ver·
dad que una vez -dice Freud-, en épocas inconce-
bibles y de un modo irrepresentable, surgió la vida
de la materia inanimada, según nuestra hipótesis,
tuvo entonces que nacer un instinto que quiere su~
primir de nuevo la vida y· restablecer el estado
anorgánico. Si en este instinto reconocemos la auto-
50
1 '·,. r,·:
destrucción por nosotros supuesta, podemos ya con·
siderarla como manifestación de un instinto de muer..
te que no dejamos de hallar en ningún proceso
vital." J2
El instinto de muerte puede observarse realmen·
te o bien vuelto hacia afuera, contra los demás, o
hacia adentro, contra uno mismo, y combinado fre·
cuentemente con el instinto sexual. como en las
perversiones sádicas y masoquistas. Opuesto al ins..
tinto de la muerte es el instinto de la vida. Mientras
el instinto de la muerte (llamado a veces thánatos
en la literatura psicoanalítica, aunque no por Freud)
tiene la función de separar y desintegrar, Eros tiene
la de enlazar, integrar y unir organismos entre sí
y las células dentro del organismo. La vida de cada
!¡
¡
individuo es, pues, un campo de batalla en esos dos f.
instintos :~ndamentales: "El esfuerzo de Eros para f,
¡.:
¡:
combinar ·materias orgánicas en unidades cada vez :;:
más grandes", y los esfuerzos del ~nstinto de la l
muerte, que tienden a anular precisamente lo que
~
está tratando de realizar Eros. ·
El mismo Freud propuso la nueva teoría sólo de f¡
manera titubeante y a título de ensayo. No es -ello ¡..:~.
sorprendente, ya que se basaba en la hipótesis de la g:
compulsión a la repetición, que a su vez era, en "·
~¡
el mejor caso, una especulación no demostrada. ~¡f!;
En realidad, ninguno de los argumentos en favor de ~:
su teoría dualista parecen resolver las objeciones
~j(,,.
·~ ~
basadas en muchos datos contradictorios. La mavor '
parte de los seres vivos parecen luchar por la vida ~¡
con tenacidad extraordinaria, y sólo excepcionalmen·
te tiende a destruirse. Además, la destructividad ~,
varía enormemente entre los individuos, y no de tal ;
:
manera que la diferencia sea sólo entre las respecti· ~
vas manifestaciones dirigidas hacia afuera y hacia ~
adentro del instinto de la muerte. Vemos que algu-
12 Nuevas aportaciones al psicoanálisis, Obras completas,
Biblioteca Nueva, Madrid, 1948, vol. 11, p. 837. [E.J
51
-
~
· , ·,·;:r. ·•:··. ,:~ ~--·1 <~-:; ~~t?B~~{~'H~~~:.:,~: ~·:i: ~~·?'~.~ ' . y '~-"=""~-·-~·r·:-:=:t?:·.;:;-.E,·!-~·n·~H~~-'\.,.-;;;;-~-:.':i¡Jno~~--':~........"'"'~,;'P",;ii..;.:.4~'\,.:"ffi'""'..,~'~"f"'··~-·~~,-... -.:-· ,....--,..,....---:-T"""""i"·,
 .
f:\f1!M~i~~1{::;~::~r~-~f;;i-: '· ,,-tf}.~Y.~-~~~:~~/ú. ~:-~~-·t ~~~ .'·:-.~i~;·~_i,2·r.' .,,. 'i<:-ii. ~-~·:. ~~ili~e~~~:¡,.,_·:r~i;{ ;.;:,;·-; ~ ! .~:; ~: ;::.: ~~~;~~~~~i: ;~;~.;;.;1~~¡H;:~. ~- ::.~ ~··· . . . .,.f::-: .. r.. . ·.•·· cl',':i. .';;·~~:~~~~;jf]~;~~-~·:,, . /:.~~~·::·y~

~
r

nas personas se caracterizan por una pasión especial- la muerte representa psicopatología, y no, como en la
mente intensa de destruir a otras, mientras que opinión de Freud, una parte de la biología normal.
¡
;
la mayoría no muestra ese grado de destructivi- El instinto de la vida constituye, pues, la potencia-
dad. Este grado menor de destructividad contra los lidad primaria del hombre; el instinto de la muerte
demás no es, empero, igualado por un grado corres- es una potencialidad secundaria.15 La potencialidad
pondientemente alto de autodestrucción, de maso- primaria se desarrolla si existen las condiciones
~ apropiadas para la vida, así como una semilla sólo
·~
quismo, de enfermedad, etc.13 Teniendo en cuenta
~
l

todas estas objeciones a las teorías de Freud, no es germina si existen las condiciones adecuadas de
~ sorprendente que gran número de analistas, por lo humedad, temperatura, etc. Si no existen las con-
~
diciones adecuadas, aparecerán las tendencias ne-
·~ demás ortodoxos, como O. Fenichel, se nieguen a
crófilas y dominarán a la persona.
ii,,¡' aceptar su teoría del instinto de la muerte, o lo acep-
ten sólo condicionalmente y con grandes limita· ¿Cuáles son las condiciones a las que se debe la
!('
·~1
:J dones. necrofilia? Desde el punto de vista de la teoría de
:)
1 Sugiero un desarrollo de la teoría de Freud en la Freud puede esperarse que la fuerza de los instintos
·3
siguiente dirección: La contradicción entre Eros y de la vida y de la muerte (respectivamente) sea
,,J constante, y que para el instinto de la muerte no
¡ la destrucción, entre la afinidad con la vida y la
afinidad con la muerte es, ciertamente, la contra- haya más alternativas que las de dirigirse hacia
~ dicción más fundamental que existe en el hombre. afuera o hacia adentro. En consecuencia, los factores
í,,
~1 Pero .esta dualidad no es la de dos instintos bio- ambientales sólo pueden explicar la dirección que
il lógicamente intrínsecos, relativamente ~~nstantes y toma el instinto de la muerte, no su intensidad.
!l luchando siempre entre sí hasta la victoria final del Si, por otra parte, se sigue la hipótesis expuesta
',,...~ instinto de la muerte, sino que es la que existe entre aquí, hay que formular esta pregunta : ¿Qué factores
'·'
"J la tendencia primaria y más fundamental de la vida producen el desarrollo de las orientaciones necró·
:~
-perseverar en la vida-14 y su contradicción, que filas y biófilas e:n general, y más específicamente, la
"~ toma existencia cuando el hombre no tiene esa meta. mayor o menor intensidad de la orientación hacia
~ Según esta opinión, el instinto de la muerte es un el amor de la vida en un individuo o un grupo
1 fenómeno maligno que crece y se impone en la dados?
~ medida en que Eros no se despliega. El instinto de No tengo una contestación plena a esta impor-
tante pregunta. En mi opinión es de la mayor im·

l portancia estudiar más este problema. No obstante,

13 Cf. el estudio de estadísticas sobre el suicidio y el homi-
cidio en E. Fromm, Psicoanálisis de la sociedad contempo- puedo aventurar algunas respuestas de tanteo a las
ránea, Fondo de Cultura Económica, México, s~ ed., 1963.
:1 14 Freud contesta a la objeción de que si el instinto de la que llegué sobre la base de n1i experiencia clínica
~
R muerte fuera tan poderoso, la gente tendería normalmente a en psicoanálisis y de la observación y el análisis de
suicidarse, diciendo que el organismo desea morir a su ma- ;;.
¡·¡ r; la conducta de grupo.
H
n nera. "De este modo surge la paradoja de que el organismo ~ La condición más importante para el desarrollo
]
viviente se rebela enérgicamente contra actuaciones (peli-
gros) que podían ayudarle a alcanzar por un corto camino 1
·-~
i~
(por un corto circuito, pudiéramos decir) su fin vital." Más
allá del principio del placer, Obras completas, ed. cit., vol. 1,
1 15 Cf. mi análisis de la destructividad y la distinción en-
tre las potencialidades primaria y secundaria en Ética y
·~

~
p. 1105. [E.] i psicoanálisis. ed. cit., pp. 210 ss.
~ .¡¡ ~
1i 52 !J 53
~l
';)
i;¡
 del amor a la vida en el niño es, para él, estar con vida contra ataques, o para no morir de hambre, el
gente que ama la vida. El amor a la vida es tan amor a la vida se atrofia y se fomenta la necro-
contagioso como el amor a la muerte. Se comunica filia. Otra condición social importante para el des-
sin palabras ni explicaciones, y desde luego sin nin- arrollo de la biofilia es la abolición de la injusticia.
gún sermoneo acerca de que hay que amar la vida. No me refiero aquí con esto al concepto de atesora·
Se expresa en gestos más que en ideas, en el tuno de miento según el cual se considera injusticia el que
la voz más que en las palabras. Puede observarse no tenga exactamente lo mismo todo el mundo; me
en todo el ambiente de una persona o un grupo, refiero a una situación social en la que una clase
y no en los principios y reglas explícitas según los social explota a otra y le impone condiciones que
cuales organizan sus vidas. Entre las condiciones no permiten el despliegue de una vida rica y digna;
específicas necesarias para el desarrollo de la bio- o en otras palabras, cuando no se le permite a una
filia mencionaré las siguientes : cariño; relaciones clase social participar con otras en la misma expe--
afectuosas con otros durante la infancia; libertad riencia básica de vivir; en último análisis, con la
y ausencia de amenazas; enseñanza -por el ejem- palabra injusticia me refiero a una situación social
plo y no por prédicas- de los principios conducen- en que el hombre no es un fin en sí mismo, sino
tes a la armonía y la fuerza interiores; guía en el que se convierte en medio para los fines de otro .•
"arte de vivir"; influencia estimulante de otros y hombre. :;·

respuesta a la misma; un modo de vida que sea ver- Finalmente, una condición importante para el de~­
¡¡·

,,~
daderamente interesante. Lo opuesto a estas condi- arrollo de la biofilia es la libertad. Pero no es ·con- ,.
,.~
ciones fomenta el desarrollo de la necrofilia: crecer dición suficiente "la libertad resp-ecto de" trabas ,.•'
entre gente que ama la muerte; carecer de estímulo; políticas. Si ha de desarrollarse el amor a la vida, ~
t:
frialdad~ -condiciones que hacen la vida rutinaria y tiene que haber libertad "para"; libertad para crear
carente de interés; orden mecánico en vez de orden
f
y construir, para admirar y aventurarse. Tal libertad
determinado por relaciones directas y humanas en- requiere que el individuo sea activo y responsable, ~
tre las personas. _ no un esclavo ni una pieza bien alimentada de la f.;.
!:
En cuanto a las condiciones sociales para el des- máquina. ~¡
arrollo de la biofilia, es evidente que son las mismas '·'
Resumiendo, el amor a la vida se desarrollará más ~
~:
condiciones que fomentan las tendencias que acabo en una sociedad en que haya: seguridad en el sen·
de mencionar respecto del desarrollo del individuo. tido de que no están amenazadas las condiciones ¡¡
Pero es posible llevar más lejos la especulación so- materiales básicas para una vida digna; justicia en
bre las condiciones sociales, aun cuando las observa- !1
el sentido de que nadie puede ser un fin para los r:
ciones siguientes son sólo el comienzo, y no el fin, de propósitos de otro; y libertad en el sentido de que ~¡
dicha especulación. todo individuo tiene la posibilidad de ser un miem- ~
Quizá el factor más notorio que debiera mencio-
narse aquí es el de una situación de abundancia
bro activo y responsable de la sociedad. Este último ~·¡
punto es de particular importancia. Hasta una so-
contra escasez, tanto económica como psicológica·
mente. En la medida en que la mayor parte de la
ciedad en que existen seguridad y justicia puede no
ser conducente al amor a la vida si no se estimula 1l
energía del hombre se emplee en la defensa de su la actividad creadora del individuo. No basta que ~::
:·

~
54 55 1~:.
'
'
::::~: -.:. . ... ,.;·:~~~~m~l~:·:::~- ~::~-~-.;:·:::~--~~-:-:T:\~: ::::~::t~~~~ ~-~:.:rmJ~:~~; (:::;::~ ~~ >~--~-: ·, - . · ··:::-:~:-~ :-~?:~:~~~-:;1~::tr~~::~0!rl; :·
0

1
• -. ,·. ·• ;·: ·- · • • ·.- -~.;: :~: ~:~::u:·~~(:F·~r! ~1<t.~:·::~··::~·-<~ .
.. J.,· --· .. ~ !;-[:··-':=a-~1 :tr6Y ,~ ·,·: ;-,~-J ": ~·,U~~·it-,:~~~···7f~-:~:¡.~.,.~ ,~,.J-!"'i"'"l~·-..-,.~....,\. . . . . ._......_. :---"Q":~!d~
:· • ..
 ~;~'!=:~;~;:-§:;!.;~;-~; ~;~~~ ~· :· .' -. ;~~¡:·::)w:u;,:-~;;,_~-~; ..~;: ·; ·:.; ::.! ,., ;) ;~-~-,. ·.::;;;: ~~.: -;; ;n~.gfu;.:;~ú;.::: ·: ·:· .:;.;~.. , ·.: :· :;: :t: ::;;;:: ., :; ;:nn:.~:::p.:;_::.: ;:-: ,,.,_, :. :.::::: :::;G!;1.n;~.~¡:::~ ;· :~: ::. ~.: ;(:~ ;:.:;; . ,.·:: :···::: ~;· :~W !{~~}~:;; .:: ~.;; :,:.::;:f.: :]. ;:::·: ~; ~~-::: :_:;·t~::~.-~.;}~!-.i~!~i-~~~~~:. . ': -~~ ~;'.~·;
_...,...,
y--

l los hombres no sean esclavos; si las condiciones cuentemente muestran reunidas los individuos cuya
lj sociales fomentan la existencia de autómatas, el infancia presentó una especial intensidad de este
l resultado no será amor a la vida, sino amor a la instinto parcial -el cuidado, la economía y la te·
j muerte. Se dirá más sobre este último punto en las nacidad- los resultados más directos y constantes
:¡
páginas que tratan del problema de la necrofilia en de la sublimación del erotismo anal" .17 Freud, y
la era nuclear, específicamente en relación con el después otros psicoanalistas, demostraron que otras
':~
·~ problema de la organización burocrática de la so- formas de economía no se refieren a las heces, sino
·':~ ciedad.
:l
al dinero, a la suciedad, a las cosas poseídas, y
He tratado de hacer ver que los conceptos de bio- también a la posesión de material inutilizable. Se
~ filia y necrofilia se relacionan con el instinto de la advirtió también que el carácter anal mostraba con
~·i vida y el instinto de la muerte, de Freud, pero que
;~
frecuencia rasgos de sadismo y destructividad. El
:¡ se diferencian de ellos. También se relacionan con análisis psicoanalítico demostró la validez del des-
)~
'J otro concepto importante de Freud que forma parte cubrimiento de Freud con amplias pruebas clínicas.
'fl
:j de su primera teoría de la libido: el de la "libido Pero hay diferentes opiniones acerca de la explicación
~1 anal" y el "carácter anal". Freud publicó uno de sus del "carácter anal" o "carácter acumulativo", como
·~
~
descubrimientos más fundamentales en. su ensayo yo lo llamé.18 De acuerdo con su teoría de la libido,
) El carácter y el erotisnw anal, en 1909 .. :pice allí: Freud supuso que la energía que suministraba la

l¡
{1
·~¡
Las personas que rne propongo describir atraen nues·
tra atención por presentar regularmente asociadas tres
cualidades: son cuidadosos, económicos y tenaces. Cada
una de estas palabras sintetiza, en realidad, un pequeño
libido anal y su sublimación se relacionaba con una
zona erógena (en este caso el ano), y que, a causa
de factores constitutivos unidos a experiencias indi·
vi duales en el proceso de la utilización del- r~trete,
~] grupo de rasgos característicos afines. La cualidad de esta libido anal sigue siendo más fuerte que en la
"cuidadoso" comprende tanto la pulcritud individual persona corriente. Difiero de la opinión de Freud
como la escrupulosidad en el cumplimiento de deberes por cuanto no veo pruebas suficientes para suponer
i.
corrientes y la garantía personal; lo contrario de "cui· que la libido anal, como impulso parcial de la libido
·'
~
dadoso" sería, en este sentido, descuidado o desorde· sexual, sea la base dinámica para el desarrollo del ·
~~ nado. La economía puede aparecer intensificada hasta
la avaricia y la tenacidad convertirse en obstinación, carácter anal.
~ Mi experiencia en el estudio del carácter anal me
~ enlazándose a ella fácilmente una tendencia a la cólera
e inclinaciones vengativas. Las dos últimas condiciones llevó a creer que aquí tratamos con personas que
:1 mencionadas, la economía y la tenacidad, aparecen más sienten un profundo interés por las heces y gran ...
estrechamente en!azadas entre sí que con la primera. afinidad con ellas, como parte de su afinidad general
1l Son también la parte más constante del complejo total. con todo lo que es vivo. Las heces son el producto
il De todos modos me parece indudable que las tres se que el cuerpo acaba por eliminar y que después no
,,~~ enlazan de algún modo entre sí.t6
·~ le sirve para nada. El carácter anal es atraído por
·~ las heces como es atraído por todo lo que es inútil
.¡~ Freud sugiere más adelante que "no parece muy para la vida, como la basura, las cosas inútiles, la
~~
¡~
¡~
aventurado reconocer en -las cualidades que tan fre·
':~ 17 !bid., p. 951. [E.]
flj 16 S. Freud, Obras completas, ed. cit., vol. I, pp. 950 s. [E.] 18 Ética y psicoanálisis, ed. cit., pp. 74 s. [E.]
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propiedad como mera posesión y no como medio En el concepto del carácter necrófilo se establece
para la producción y el consumo. En cuanto a las una relación entre el ~~carácter anal" de Freud, que
causas del desarrollo de esa atracción por todo lo se basaba en la teoría de la libido, y su especulación
que no es vivo, todavía hay mucho que estudiar. puramente biológica de la que nació el. concepto del
Tenemos razón para suponer que, aparte de los fac instinto de la muerte. El mismo vínculo existe entre
·tares constitutivos, es un factor importante el carác- el concepto del "carácter genital" de Freud y su
ter de los padres, y en especial el de la madre. La concepto del instinto de la vida, por una parte, y
madre que insiste en el aprendizaje del uso estricto el carácter biófilo por otra. Éste es un primer paso
del retrete y que muestra un interés indebido por para establecer un puente entre las primeras y las
los procesos de evacuación del niño, etc., es una últimas teorías de Freud, y es de esperar que nuevas
mujer con fuerte carácter anal, es decir, con fuerte investigaciones contribuyan a ampliar ese puente.
interés en lo que está muerto, y afectará al niño Volviendo ahora a las condiciones sociales para el
en la misma dirección. Al mismo tiempo, carecerá desarrollo de la necrofilia, se plantea la siguiente ~
también de alegría en la vida, y no será estimulante, cuestión: ¿Qué relación hay entre la necrofilia y el •~~
sino amortiguadora. Muchas veces, su ansiedad con- espíritu de la sociedad industrial contemporánea? '
tribuirá a hacer al niño temeroso de la vida y a Además, ¿qué significado tienen la necrofilia y la ~
sentirse atraído por lo que no es :-yiviente. En otras indiferencia hacia la vida respecto de la motiva~ ~
palabras, no es la preparación eri ·el uso del retrete ción para la guerra nuclear? . ~
~
como tal, · con sus efectos sobre la libido anal, lo __ No me dedicaré aquí a todos los aspectos que ?"
1
que lleva a· la formación de un carácter anal, sino _motivan la guerra moderna, muchos de los cuales ~:
el carácter de la madre que, por su miedo o su odio ~
. . existieron para las guerras anteriores lo mismo que t

a la vida, orienta el interés hacia los procesos de

la evacuación y moldea de otras muchas maneras
existen para la guerra nuclear, sino sólo a un pro-
blema p~icológico muy decisivo perteneciente a la l
~'
~
las energías del niño en el sentido de una pasión guerra nuclear. Cualquiera que haya sido la ex.. ~
por poseer y atesorar. ~
plicación racional de las guerras pasadas -defensa
Por esta descripción puede verse fácilmente que contra un ataque, ganancias económicas, liberación, ~
~
el carácter anal en el sentido de Freud y el carácter gloria, conservación de un modo de vida-, tal racio- ~·
~
~
~

necrófilo descrito en las páginas anteriores, ofrecen nalización no sirve para la guerra nuclear. No hay ~
ft
~
grandes analogías. En realidad, son cualitativamente defensa, no hay ganancia, no hay liberación, no N
~
iguales en su interés por lo unánime y muerto y su
afinidad con ello. Sólo se diferencian en la intensi~
dad de esa afinidad. Yo considero el carácter necró·
hay gloria, cuando en el mejor caso la mitad de la
población de un país es incinerada en un lapso de
horas, cuando son destruidos sus centros cultura-
,
~~
~

~
filo como la forma maligna de la estructura de carác~ les, y sólo queda una vida de barbarie y brutalidad l ~

ter cuya forma benigna =es el "carácter anal" de en la que desearán la muerte los que aun queden §
~

Freud. Esto implica que no hay fronteras claramente ~- con vida.19 ~

.~

definidas entre el carácter anal y el carácter necr~ ¡¡ ~

filo, y que con frecuencia será difícil determinar si '{.-

19No puedo admitir las teorías que tratan de persuadimos
F
de que a) la destrucción súbita de sesenta millones de norte-
se trata del uno o del otro. f~ americanos no tendrá una influencia profunda y devastadora
"'
58 -:g

· · ·- -~.;~~.s1n~-~-:: :- -~--~ ~~- _.:'{.·<:· _:.: ·:·;·;:·: -~:;:_~-~~~: ·:,~·;m~;~r::: ·: .\·· · - ~-- :~. : ~ }~~--~~)~~!;~~:-~~:::·:r~}:·::~~~tl((' -_
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r-~ r--

¿Por qué, a pesar de todo esto, siguen haciéndose como el amor, el estímulo, por ejemplo. La vida
preparativos para la guerra nuclear, sin una pro- sólo puede experimentarse en sus manifestaciones
testa más general que la que existe ahora? ¿Cómo individuales, en la persona individual lo mismo que
debemos entender que no se levanten y protesten en un pájaro o una flor. No hay vida de "las ma-
más gentes con hijos y con nietos? ¿Por qué gentes sas", no hay vida en abstracto. Nuestra actitud hacia
que tienen muchos motivos para vivir, o al menos así la vida se está haciendo hoy cada vez más mecánica.
lo parece, piensan con calma en la destrucción de Nuestro propósito principal es producir cosas, y en
todo? Hay muchas respuestas,w pero ninguna de ellas el proceso de esta idolatría de las cosas nos conver-
da una explicación satisfactoria, a menos que inclu- timos en mercancías. A los individuos se les trata
yamos la siguiente: que la gente no teme la destruc- como números. La cuestión no es aquí si se les trata
ción total porque no ama la vida, o porque es indi~ bien y están bien alimentados {también las cosas
ferente a la vida, o también porque muchos se sienten pueden ser bien tratadas) ; la cuestión es si las per-
:::! atraídos por la muerte. sonas son cosas o seres vivos. La actitud hacia los
~

$
Esta hipótesis parece contradedr todos nuestros hombres es ahora intelectual y abstracta. Se interesa
supuestos de que la gente ama la vida y teme la uno en las personas como objetos, en sus propie-
~!~ muerte; además, que nuestra cultura, más que cual- dades comunes, en las reglas estadístic~s de la con-
§ quier cultura anterior, proporciona a la gente abun- ducta de las masas, no en los individuos· :vivos. Todo
,:¡
dancia de emociones y diversiones. Pero tenemos esto va unido a~ papel cada vez mayor de los mé·
~,, que preguntarnos si quizá todas nuestras diversiones todos burocráticos. En centros gigantescos de pro-
~ y emociones no son completamente diferentes de la ducción, en ciudades gigantescas, en países gigan-
'<
~ alegría y el amor a la vida. tescos, se administra a los hombres como si fueran
~
Para contestar a estas preguntas tengo que refe- cosas ; los hombres y sus administradores se con-
rirme al estudio anterior de las orientaciones hacia vierten en cosas, y obedecen a las leyes de las cosas.
el amor de la vida y del amor a la muerte. La vida Pero el hombre no nació para ser una cosa; es
¡ es crecimiento estructurado, y por su misma natu- destruido si se convierte en cosa; y antes de que
,,f' raleza no está sujeta a control ni a predicción es- eso se realice, se desespera y quiere acabar con
::¡
:~ trictos. En el campo de la vida los demás pueden toda vida.
..~,
ser influidos sólo por las fuerzas de la vida, tales En un industrialismo burocráticamente organiza-
'~ do y centralizado, se manipulan los gustos de manera
:·•' sobre nuestra civilización, o b) que aun después de empezada que la gente consuma al máximo y en direcciones
!],. la guerra nuclear seguirá existiendo entre los enemigos la
•' racionalización de que harán la guerra de acuerdo con un previsibles y provechosas. Su inteligencia y su ca-
conjunto de reglas que evitarán la destrucción total. rácter se uniforman por el papel siempre creciente
1
~l
2o Una respuesta importante parece encontrarse en el he-
cho de que la mayor parte de las gentes están profunda-
de pruebas que seleccionan al mediocre y falto de
:] mente angustiadas -aunque en general inconscientemente-- ánimo con preferencia al original y atrevido. En rea-
en sus vidas personales. La lucha constante para subir en la lidad, la civilización burocrático-industrial que triun-
rl escala social y el miedo constante a fracasar crean un estado
t~ fó en Europa y los Estados Unidos creó un tipo
¡~ permanente de ansiedad y de tensión que hace que la per~ nuevo de hombre, que puede describirse como el
~~. sona corriente olvide la amenaza a su propia vida y a la
~
~

del mundo. hombre organización, el hombre autómata y el homo

¡~
lil 61
~~
<;;j
60 -
consumens. Es, además, horno mechanicus, por lo capacidad para hacer su "carrera" y sigue siendo
que entiendo un hombre artefacto, profundamente el observador frío y atento. El hamo mechanicus
atraído por todo lo que es m·ecánico, y predispuesto se interesa cada vez más en la manipulación de
contra lo que es vivo. Es cierto que el equipo bio. máquinas que en tomar parte en la vida y responder
lógico y fisiológico del hombre lo provee de impul- a ella. En consecuencia, se hace indiferente a la
sos sexuales tan fuertes, que hasta el mismo homo vida, se siente fascinado por lo mecánico y al fin
mechanicus tiene deseos sexuales y busca mujeres. atraído por la muerte y la destrucción total.
Pero es indudable que va disminuyendo el interés Piénsese en el papel que el matar desempeña en
del hombre-artefacto por las mujeres. Una carica- nuestras diversiones. Las películas, las historietas
tura del New Yorker señalaba esto de una manera cómicas, los periódicos, están llenos de emoción ¡
muy divertida: una muchacha vendedora que trata porque están llenos de informaciones sobre destruc- ¡
J

de vender cierta marca de perfume a una joven ción, sadismo, brutalidad. Millones de individuos ~
cliente se la recomienda observando: "Huele como viven vidas monótonas pero cómodas, y nada les r
un coche sport nuevo." En realidad, cualquier ob- emociona más que ver o leer muertes, ya .sea un ,~.
servador de la actual conducta masculina confirmará asesinato o un accidente fatal en una carrera de au- ¡
que esa caricatura es algo más que un chiste inge- tomóviles. ¿No es esto indicio de lo profunda que ¡
ya ha llegado a ser la fascinación de la muerte? ·:·
nioso. Hay, manifiestamente, un número grande de - ~':
.[-·
hombres que se interesan por coches sport, aparatos O piénsese en expresiones como estar "emocionado ~
¡;
de televisión y radio, viajes espaciales, y por gran hasta morir" o "morirse por" hacer· esto o aquello,
número de artefactos, más que por las mujeres, el o "eso me mata". Piénsese en la indiferencia para ¡¡
amor, la naturaleza o la comida; que se sienten más la vida que se manifiesta en nuestra proporción de ~'
estimulados por la manipulación de cosas inorgáni.. accidentes de automóvil. ,,t{
f'

cas, mecánicas, que por la vida. Y ni siquiera es En resumen, pues, la intelectualización, la cuanti- ~
~
demasiado rebuscado suponer que el homo mechani- ficación, la abstracción, la burocratización y la "cosi- :~

cus se siente mucho más orgulloso y fascinado por ficación" -las características mismas de la sociedad [~ ;
~:~. ~
dispositivos que pueden matar a millones de indivi· industrial moderna-, no son principios de vida sino
duos a una distancia de miles de kilómetros y en ~1•'
de mecánica cuando se aplican a personas y no a ~;:
unos minutos, que asustado y deprimido por la posi.. cosas. La gente que vive en ese sistema se hace f.,,
~:
~:
bi1idad de tal destrucción en masa. El hDnw mecha- indiferente a la vida y hasta es atraída por la muer- ,,,~~~
nicus sigue gozando del sexo y de la bebida; pero te. No se da cuenta de ello. Toma los estremecí· '.~,

li:
1,,.,
todos esos placeres son buscados dentro de la es- mientos de la emoción por las alegrías de la vida y 1.(:
¡~¡
tructura de referencia de lo mecánico o inánime. El vive con la ilusión de que está mucho más viva .,1!~;..
fr.:·
ho.mo mechanicus espera que tiene que haber un cuantas más sean las cosas que posee y usa. La falta ¡"...
3
botón que, al oprimirlo, traiga felicidad, amor, pla- de protesta contra la guerra nuclear, los estudios de ¡'·'
~~·~
cer. (Muchos acuden a un psicoanalista con la nuestros "atomólogos" sobre el balance de la des- f!$;
f.··
ilusión de que podrá enseñarles dónde encontrar trucción total o semitotal, revelan cuánto hemos

l
fi~:•.
el botón.) Aquél busca una mujer como uno busca.. penetrado ya en el "valle de la sombra de la :~
ría un coche; sabe qué botones oprimir, goza de su muerte". .,:~•.
~:
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-
~ -- ., . ~ i~:' '·. · :; ..:·:.~;::~~~n:~G~.:-:·:::~::::-::;;:.;:;.. ,··
:.,¡
~
1:.
~:

l
:j Las características de la orientación necrófila exis- 8. ¡Estamos sobre el último promontorio de los si-
i ten en todas las sociedades industriales modernas, glos l. . . ¿Por qué hemos de mirar hacia atrás de nos·
:~ otros, cuando tenemos que abrirnos paso a través de
~
independientemente de sus respectivas estructuras
ij políticas. Lo que el capitalismo estatal soviético tie- las misteriosas portadas de lo Imposible? El Tiempo y
~
ne de común con el capitalismo de sociedades anóni· el Espacio murieron ayer. Vivimos ya en lo absoluto,
1' mas es más importante que los rasgos en que difie- puesto que creamos la velocidad, eterna y omnipre~
~ ' sente.
'~' ren los dos sistemas. Ambos tienen en común la 9. Queremos glorificar la guerra -única donadora de
j
actitud burocrático·mecánica y ambos se preparan salud del mundo--, el militarismo, el patriotismo, el
~
)
~
para la destrucción total. brazo destructor del anarquista, las ideas bellas que
)
~
~
La afinidad entre el desprecio necrófilo por la vida matan, el desprecio a la mujer.
~~ y la admiración por la velocidad y todo lo mecánico, JO. Queremos destruir los museos, las bibliotecas, lu-
~ sólo se hizo manifiesta en las últimas décadas. Pero char contra la moral, el feminismo y todas las vilezas
oportunistas y utilitarias.
~ ya en 1909 la vio y la expresó Marinetti en su Pri-
~
~ mer Manifiesto del Futurismo: 11. Cantaremos a las grandes muchedumbres en el
~
entusiasmo del trabajo, del placer y de la rebeldía; la
~ multicolor y polifónica oleada de revoluciones en las
~
•~
1
:. 1. Cantaremos el amor al peligro, el hábito de la
¡
· energía y la audacia. capitales modernas; la vibración nocturna de los arse-
~ \ 2. Los elementos esenciales de nuestra poesía serán nales y los talleres bajo sus violentas lunas eléctricas;
~: 1
1
el valor, la osadía y la rebeldía. las voraces estaciones que tragan serpientes humean-
"
~
!,
. 1
.! tes ; las fábricas suspendidas de las nubes por sus cue::-das
H 3. Hasta ahora la literatura- glorificó la inmovilidad
a reflexiva, el éxtasis y el sueño; nosotros exaltaremos el de humo; los puentes que saltan como gimnastas por
encima- de la diabólica cuchillería de ríos bañados de
1
~
~
·¡ movimiento agresivo, los insomnios febriles, el paso
largo y rápido, el salto mortal, la bofetada en la oreja, sol; los arriesgados navíos que huelen a horizonte; las
locomotoras de ancho pecho que corvetean sobre los rie~
~
~
el puñetazo.
4. Declaramos que el esplendor del mundo se ha enri· les, como grandes caballos de acero enjaezados con
quecido con una belleza nueva: la belleza de la veloci· largos tubos; y el deslizante vuelo de los aeroplanos, el
sonido de cuya hélice es como los aletazos de banderas
1 dad. Un automóvil de carrera, su armazón adornado con
grandes tubos, como serpientes con aliento explosivo ... y el aplauso de una muchedumbre entusiasta.21
un automóvil que ruge, que parece correr sobre una
granada de metralla, es más hermoso que la Victoria Es interesante comparar la interpretación necró-
de Samotracia. fila que hace Marinetti de la técnica y de la industria
~
5. Cantaremos al hombre en el timón, cuyo árbol ideal con la interpretación profundamente biófila que se
~
~
atraviesa la tierra, lanzándose sobre el circuito de su
órbita.
encuentra en los poemas de Walt Whitman, quien,
§A al final del poema titulado "Crossing Brook~yn Fer·
6. El poeta debe darse con frenesí, con esplendor y ry ("En la barca ,de Brooklyn"), dice:
~
~
con prodigalidad, para aumentar el fervor entusiasta
de los elementos primordiales. ¡Prosperad, ciudades! ¡Aportad vuestros cargamentos,
7. Sólo en la lucha hay belleza. No hay obra maestra aportad vuestros espectáculos, amplios y capaces ríos!
1 sin agresividad. La poesía tiene que ser un ataque vio-
lento a las fuerzas desconocidas, para obligarlas a pie· 21 Futurism, por Joshua C. Taylor, Doubleday Co., 1909
garse ante el hombre. p. 124.
64 65
 ¡Expansión ate, ser que acaso nada supera en espíritu! el mundo industrializado no encontró respuesta a la
¡Guardad vuestros sitios, objetos que nada sobrepasa pregunta que se formula aquí: ¿Cómo es posible
en duración! crear un industrialismo humanista opuesto al in·
Habéis esperado, esperáis siempre, rudos y buenos dustrialismo burocrático que gobierna hoy nuestras
servidores.
Os recibimos con un espíritu libre al fin, y somos aún vidas?
insaciables.
Sólo vosotros sois capaces-de aceptarnos o de rehusamos.
Nosotros nos servimos de vosotros y no os despreciamos,
os enarbolamos en nosotros para que en nosotros
permanezcáis,
No os penetramos -os amamos-, también hay perfec·
ción en vosotros.
Aportáis vuestra parte en vista a la eternidad;
Grande o pequefta, aportáis vuestra parte ·en vista del t~
alma.22 [:
,.
•'
'•
Y al final de "Song of the Open Road" ("Canto r•'
~
del camino público"): ~

¡[
¡Camarada, he aquí mi mano! ¡
Te doy mi cariño, más precioso que el dinero, 1:
Te entrego mi ser, en yez de darte prédicas o ley. ~
¿Quieres darte a mí? ¿Quieres venir a viajar conmigo? 1:'
~
¿Seguiremos unidos tanto como duren nuestras vidas? 23 ~!
t..~
No pudo Whitman haber expresado su oposición a
la necrofilia mejor que en· este verso: "Pasar (¡oh, ~:
~:
viviendo, viviendo siempre!) y dejar los cadáveres t·:
atrás." ,~,
¡::
Si comparamos la actitud de Marinetti hacia la ~:'
~lf,~
industlia con la de Walt Whitman, se ve claramente
~~
que la producción industrial como tal no es necesa- !·
r,
r,•
riamente contraria a los principios de vida. La cues- r.:
1'.~..
tión es si los principios de vida están subordinados ;•.
·:~
a los de la mecanización, o si los principios de vida -:,.
);
son los predominantes. Evidentemente, hasta ahora ~:

22 Walt Whitman, Obras escogidas, trad. al español de

Concha Zardoya. Aguilar,.Madrid, 1946, pp. 360 s. [E.]
2a !bid., pp. 351 s. [E.]

66 67

-
-,~~-·.:~~-:~·:;-,~~?~m.~ _-::~r{~~r~~T'~ :~ '-~=.~:~~~~:·~·~ ·:··~,~~-_/r.~:~:·:;:·:-~:~:-~~~: ~::·-~~~::~1~~~~I1~r:~;~~-: :·: ;~ :·--:~: :~~~~~?~·~~·~::;rf:::~~~:~:. ··, ;:. r • ' . • ;-' .: : : ~·:·: ~-~: ~-;\ ~:- ~ : ::'•.-:::)~!~X:!"!!: ~~; :. ; ~; '1 ?~~· ;: ·:; ~~ i ,;~':r,.·:·'f¡. ~ 1¡.:;-~·': í ~~:r:;.
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