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myrian r.

alvarez•
dánae flore·

la arqueología como ciencia social:


_apuntes para un enfoque teórico-
epistemológico
"La ciencia sólo debe aceptar el pensamiento crítico".
Nicos Hadjinicolaou

Introducción de distintos investigadores de larga trayectoria


(entre otros, Arenas 1988, Barrero 1989, 1993;
En los últimos tiempos la arqueología se ha Boschín 1992, González 1985, Laguens 1994,
visto sacudida por un debate teórico acerca de Llamazares y Slavutzky 1991 ; Núñez Reguei-
los diversos enfoques utilizados en su seno. ro 1974, Pérez Gollán y Heredia, 1987; Po litis
Muchos son los arqueólogos que han puesto 1988, 1994; Tarragó 1991, 1992; Tartusi y Nú-
de manifiesto la necesidad de dicho debate ñez Regueiro, 1993).
(Bate 1981 , 1989;Binford 1986, Dunne111989, Nuestro objetivo consiste entonces en el
Gándara 1980, 1981 ; Gilnian 1989, Hodder planteo de ciertas perspectivas de análisis
1988, Lumbreras 1984, Shanks y Tilley, 1987; desde un enfoque social de la arqueología,
Shiffer 1988, Trigger, 1982, 1989; Vargas- profundizando algunos elementos de nivel
Arenas 1986; por sólo citar algunos casos). El teórico-epistemológico planteados por varios
mismo implicó un replanteo sobre los límites de aquellos investigadores.
y alcances de la explicación en arqueología, Nos orientamos hacia la definición del
incluyendo entre otros, el tema de la valida- proceso de trabajo -su estructura y caracte-'
ción, la importancia del contexto en el surgi- rísticas- como vía de acercamiento a los ma-
miento de una teoría y en definitiva los teriales arqueológicos concebidos como
objetivos últimos que cada teoría le atribuye productos sociales generados en el seno de
a la arqueología como ciencia. ¿Es historia? distintas esferas de producción. En concordan-
¿Es biología? ¿Es antropología? ¿Es literatu- cia con este eje, postularemos la aplicación de
ra? ... distintos niveles de análisis que posibilitan la
En nuestro país, este debate se planteó con investigación de diversos aspectos de dichos
variadas intensidades a partir de los trabajos productos, enfatizando hi importancia de la
distinción entre éstos como entidades reales
y aquéllos como instancias de conocimiento.
• Museo Etnográfico, "J. B. Ambrosetti", Facultad de Fi-
losofia y Letras, Universidad de Buenos Aires, Moreno Sin embargo, la utilización de postulados fi-
350 (1091) Capital Federal , Argentina. losóficos y conceptos previamente elaborados
3 22 BOLETIN DE ANTRO PO LOGIA AMERICANA • 27 JULIO 1993

por otros autores de la arqueología no trans- teriza: el movimiento. La propia constitución


forma el objetivo del presente trabajo en una atómica de la materia implica un constante
historia de la filosofía ni de la arqueología, devenir energético. Es éste el principio enun-
sino que constituye el marco contenedor en el ciado por Heráclito mediante la conocida
que se sustenta nuestra discusión. metáfora acerca de que: "No se puede ... des-
cender dos veces en el mismo río ni aferrarse
La arqueología y la realidad: dos dos veces a una sustancia perecedera en es-
premisas tado permanente" (Llanos 1986:38). En sínte-
sis, " .. .la existencia objetiva del universo .se
En toda perspectiva teórica subyace una idea manifiesta como existencia de materia en mo-
de lo que entendemos por ciencia (Levinas vimiento( ... ) más aún, la materia y el movi-
1990) y por lo tanto de su conexión con la miento son de tal manera inseparables que no
realidad, lo cual, a su vez, se vincula de ma- existe materia inmóvil, ni tampoco existe
nera directa con la labor concreta del cientí- movimiento inmaterial" (Gortari 1991 :84).
fico, quien "para ser productivo ... debe operar Si bien la transición es un estado perma-
con una autoconciencia alerta sobre las ideas nente en cualquier fenómeno, es decir que
y supuestos por las cuales él obra" (Binford toda entidad real, o toda realidad material se
1977:31; la traducción es nuestra). Es en este encuentra en constante transformación, esto
sentido que creemos adecuado retomar dos no invalida la posibilidad de distinguir por-
postulados en los cuales se apoya nuestro ciones de dicha realidad que exhiben ciertos
planteo. elementos que las constituyen de manera par-
La primera premisa consiste en concebir a ticular, brindándoles una determinada identi-
la realidad como una entidad objetiva y ma- dad. El cambio continuo no siempre transforma
terial, lo cual implica que es independiente de a una entidad en otra, sino que en muchas
la conciencia de los hombres (para un desa- ocasiones solamente le agrega a dicha entidad
rrollo completo y sistemático de este punto ver más cantidad de los elementos que la carac-
Rosental 1962, Bate 1981 , Gortari 1991 ). Esto terizaban desde un principio. Estos cambios se
significa que todos los procesos que le dan denominan cambios cuantitativos, en oposi-
origen a la realidad existen -en un princi- ción a los cambios cualitativos, que son aque-
pio-- con independencia de las ideas que los llos que transforman a una realidad en otra
seres humanos se formen de ellos, 1 pero no (Gortari 1991, Llanos 1986, Rosental 1962).
implica que ideas y realidad material -como Los cambios cuantitativos se expresan, en-
veremos en el punto tres y subsiguientes- no tonces, como cambios de magnitud dentro de
se encuentren vinculados entre sí. una realidad particular. Los cambios cualita-
Dada esta condición material de la reali- tivos, a su vez, implican el pasaje de una rea- '
dad, existe una segunda premisa que la carac- lidad a la existencia de otra distinta, es decir,
son cambios de cualidad, ya que transforman
1
Esto puede ejemplificarse de la siguiente forma: en el ni- a las características de una entidad de mane-
vel fisico, el hecho de que la tierra gire alrededor del ra tal que ésta deja de ser reconocible para dar
sol es real y objetivo, existe desde millones de años an- origen a una nueva entidad 2 (ídem).
tes de que aparecieran los seres humanos, y los proce-
sos que lo causan na han dependido de que Copémico
1
formulara la teoría heliocéntrica. En el nivel social, la Por ejemplo, si sometemos a un objeto de arcilla cruda
existencia de los pueblos americanos no ha debido es- al calor, el crecimiento gradual de la temperatura en un
perar a la llegada de Colón ni a las posteriores teorías principio, por ejemplo de o•c a 1oo·c y de 1oo•c a
sobre el poblamiento del "nuevo mundo" para ser cali- 200°C no provoca importantes transformaciones: se tra-
ficada como una realidad. Por lo tanto, el descubrimien- ta de cambios cuantitativos. Pero al llegar a la frontera
to de una ley, de un principio, o de un fenómeno que de los 6oo•c, dicho objeto llegará a adquirir nuevas
actúa en el universo no implica la inexistencia previa de propiedades, tales como rigidez, y aun resistencia al ca-
los mismos a su formulación o descubrimiento. lor. Estas propiedades ya oo caracterizan a la arcilla, sino
MYRIAN R. AL VAREZ Y DANAE FlORE LA ARQUEO LOGIA COMO CIENCIA... 23

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------
~--:--:-- - -=·:....

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La arqueología como ciencia momento y al mismo tiempo, resultado de las


investigaciones precedentes y punto de par-
Cuando hablamos de ciencia nos referimos, en tida de las nuevas investigaciones " (Bate
términos generales, a una forma de conocimien- 1989:8). Esto implica entonces, que detrás de
to representativa del pensamiento del hombre toda formulación de un problema que guía a
(Levinas 1989:3). Desde esta perspectiva de un proceso de investigación, siempre está pre-
abordaje de la realidad, consideramos que la sente un entramado teórico que lo sustenta y
arqueología se constituye como una ciencia define.
dado que se aboca al estudio de una porción El método es un referente que nos permite
de la realidad -los restos ~ateriales dejados garantizar el desarrollo de procedimientos vá-
por las sociedades pasadas- mediante la apli- lidos desde un punto de vista lógico para con-
cación de teorías, métodos y técnicas que trastar nuestras teorías e hipótesis. Ahora bien,
posibilitan un desarrollo sistemático del pro- tal como lo señala Bate (1989:7) " ... no pode-
ceso de investigación (Vargas Arenas 1986, mos planteamos cómo conocer si carecemos
Bate 1981, Gándara 1987, Schiffer 1988, Binford de toda noción sobre qué buscamos cono-
1986, Sullivan 1978). cer. ..". Esto implica dos cosas: en primer lu-
Dentro de este conjunto gnoseológico, la gar que el método que se deriva de lo conocido'
teoría es un conjunto de principios que brin- previamente, es decir que la lógica presupo-
dan explicaciones sobre una porción de la rea- ne primero el desarrollo de una ontología o
lidad. Se trata de una serie de generalizaciones teoría sobre la realidad (ibídem) y en segun-
que resultan válidas para cada perspectiva en do lugar como consecuencia de lo anterior que
particular; sin que necesariamente aquéllas el método debe concordar necesariamente con
deban ser valoradas como relevantes desde la teoría sustentada.
otros enfoques. Por otra parte la teoría cum- El rol del método es entonces, el de posi-
ple siempre un rol dialéctico en la dinámica bilitar el contacto entre la teoría y la realidad
de la ciencia ya que : "La teoría es, en cada empírica, entre la explicación y lo explicado,
entre lo abstracto y lo concreto, que a nuestro
que definen a una nueva entidad real, la cerámica. Se ha criterio, debe ser logrado de una manera ob-
producido entonces un cambio cualitativo. jetiva, es decir contrastable.
24 BOLETIN DE ANTRO PO LOGIA AMERICANA • 27 JULIO 1993

Ahora bien, dicha contrastación, se logra a el existente entre las propias perspectivas de
partir de la aplicación de una serie de procedi- análisis de una misma ciencia. Tal es el caso,
mientos sistemáticos o técnicas que posibili- por ejemplo, de la teoría general de los siste-
tan la manipulación de determinados objetos, mas (Von Bertalanffy 1987:34, 35), que ha
el registro de atributos o propiedades que de- sido aplicada tanto al campo de la psicoiogía,
velan ciertas características de la evidencia y como al campo de la biología y de la arqueo-
la obtención de información acerca de la mis- logía.
ma, que en definitiva constituye la base de la En este sentido, denominamos teoría gene-
explicación científica. El conjunto de proce- ral al conjunto de postulados que conforman
dimientos y técnicas de análisis constituyen la la base gnoseológica fundamental en la que se
metodología. enmarca una postura científica, mientras que
Un primer aspecto importante de destacar, la teoría específica se remite a la aplicación
dentro de las relaciones entre estas distintas particular de dicha base a un determinado
instancias del conocimiento -filosofia, teo- objeto de estudio.
ría, método y metodología-, es que a diferen- En el Gráfico 1 se representan tridimensio-
cia de la sólida interdependencia entre las tres nalmente, los tres aspectos recién definidos.
primeras, como recién lo subrayáramos, la En el eje vertical se expresan las relaciones
metodología resulta ser la instancia más inde- entre las instancias de conocimiento (primer
pendiente dado que muchas técnicas pueden aspecto); en el eje horizontal se grafican las
ser utilizadas por varias ciencias y bajo dis- relaciones entre distintos enfoques teóricos en
tintos marcos teóricos sin que se transformen una misma ciencia (segundo aspecto); en el
su objetivos últimos. Tal es el caso del uso de eje lateral o de· profundidad se ilustran las re-
una técnica "neutral", como el uso del nivel laciones entre ciencias (tercer aspecto).
óptico por geólogos y arqueólogos, cuyo em- El pensamiento científico se distingue,
pleo no transforma la identidad de ninguna de entonces, de otras formas de pensamiento (co-
estas dos disciplinas. mo el sentido común) dado que necesaria y
Sin embargo, el postular una neutralidad continuamente somete sus postulados a veri-
metodológica no significa que el aplicar o ficación, buscando la interconexión entre los
ignorar una técnica no esté siempre fundamen- conocimientos adquiridos (Bunge 1972, Gor-
tado en una postura teórica y desde una pers- tari 1991).
pectiva epistemológica (Gándara 1987). Por Al referirnos a la verificación de los pos-
ejemplo, en la utilización de la microestrati- tulados científicos, entramos en el tema de la
grafia y en el rechazo de aplicación del car- objetívidad en la ciencia. Como ya hemos di-
bono 14 hay siempre un entramado teórico cho, consideramos que la existencia de la rea-
subyacente que sustenta a cada decisión. lidad es en sí objetiva, dado que no depende
Un segundo aspecto de esta cuestión, es el de que ningún sujeto la piense, y por lo tanto
relativo a la existencia de diversos marcos tampoco depende de las explicaciones que so-
teóricos dentro del seno de una misma cien- bre ella se formulen. Pero en lo que concier-
cia que se traduce en una amplia variedad de ne a la objetividad de las explicaciones en sí,
perspectivas de abordaje del objeto de estudio, la misma es una construcción históricamente
así como en distintos recortes de la misma. determinada, lo cual implica que varía de
Por último, un tercer aspecto es el que ata- acuerdo a las posibilidades de elaboración del
ñe a la vinculación entre distintas ciencias. La pensamiento que tiene una sociedad en el mo-
aplicación de una misma teoría general a dis- mento en que dicho pensamiento es generado
tintos objetos de estudio, genera una semejan- (Fiore 1993a:39): parafraseando a Levinas
za conceptual entre ciencias por sobre la ( 1989: 15) cada sociedad recorta "diferentes zo-
divergencia entre sus objetos de estudio, pro- nas de objeti idad conforme a sus planteos y
duciendo un acercamiento a veces mayor que concepciones-_
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26 BOLETIN DE ANTROPO LOGIA AMERICANA • 27 JULIO 1993

Esto no justifica las posturas que relativi- nerado, dentro del contexto de la lógica formal,
zan todo conocimiento hasta neutralizar su una visión disociada de ambas como for-
poder explicativo basándose en el hecho de mas de razonamiento incompatibles postulan-
que nunca puede llegarse a un conocimiento do, muchas veces, la preeminencia unilateral de
totalmente objetivo de la realidad (Bate 1981; una por sobre la otra. ·
cfr. Shanks y Tilley, 1987; Hodder 1987, Si bien consideramos que constituyen dos
1988). Si bien las explicaciones de la realidad vías independientes y necesarias en todo pro-
se encuentran históricamente determinadas, ceso de conocimiento, las mismas son solida-
por lo cual es posible transfonnarlas, eso no rias en tanto se vinculan de una manera no
implica que no puedan ser objetivas en ténni- lineal sino espiralada, dialéctica. Dicha vin~u­
nos de aproximarse a la explicación de la di- lación se da siempre en tres pasos. En primer
námica de la realidad {Fiore 1993a:39). tl!:nnino, la inducción es necesariamente pre-
En este sentido, el método no es en sí mis- via al proceso deductivo, ya que posibilita rea-
mo objetivo. En efecto, los métodos, como las lizar abstracciones a partir de la realidad
teorías, son elaboraciones subjetivas en tamo material. En segundo ténnino, la deducción es
son productos generados por el hombre (Ro- el proceso que le sigue a la inducción, a partir
sental 1962, Alvarez 1993a). del cual se ponen a prueba las conclusiones
'·AJ hablar de objetividad en la ciencia, nos acerca de la realidad mediante la contrastación
estamos refiriendo entonces a la adecuación con evidencia empírica relevante. Por último,
de las explicaciones científicas a la realidad, la inducción cierra el espiral dialéctico corro-
y no a la objetividad de la realidad en si, a la borando las hipótesis favorablemente contras-
cual se intenta conocer" (Fiore 1993a:39, tadas o corrigiendo las hipótesis refutadas,
Shuster 1982). según sean adecuadas o no para explicar la
En consecuencia, podemos puntualizar tres realidad (Fiore 1993a).
observaciones al respecto. En primer lugar,
"el conocimiento de la realidad y la realidad La arqueolocía como ciencia social
material no son idénticos" (Bate 1981: 17). En
segundo lugar, la objetividad no es una con- Decíamos que toda ciencia se aboca al estu-
dición a priori. sino que se logra a partir del dio de una porción de la realidad, que es su
desarrollo completo de un proceso cognosciti- objeto de estudio. Desde nuestra perspectiva,
vo, en el que la praxis es indispensable como la arqueología se ocupa del estudio de las so-
fonna de poner a prueba la concordancia de ciedades del pasado a partir de los restos ma-
nuestras explicaciones con el mundo real teriales que las mismas produjeron durante el
(Aivarez 1993a: 17). En tercer lugar, la obje- transcurso de su existencia (entre otros, Childe
tividad no es patrimonio de una ciencia en 1955, Leroi Gourhan 1976, Bate 1981, Lum- '
particular, sino un problema que atai'le a todas breras 1984, Vargas Arenas 1986). Es por ello
en general (Shuster 1982. Alvarez 1993a). que consideramos a esta disciplina como una
Ahora bien, el movimiento seguido por la ciencia social, en tanto las evidencias con las
cognición implica el acceso a un fenómeno cuales trata fonnan parte de distintos momen-
desconocido a partir de una serie de datos tos de la historia de la vida de los hombres.
conocidos, cuyo resultado posteriormente se Sin embargo, lo que la diferencia y la par-
integrará al dominio gnoseológico abriendo un ticulariza, distinguiéndola de otras ciencias
nuevo camino al descubrimiento de fenóme- sociales, es su fonna de aproximación al ob-
nos. Este proceso se denomina inferencia. jeto de estudio, ya que, en primer término, el
La lógica formal ha distinguido dos fonnas conocimiento de las sociedades pasadas se
de razonamiento: la inducción y la deducción logra a partir de una determinada clase de
(Rosental 1962). El movimiento opuesto pro- evidencia empírica diferente a la de otras cien-
ducido entre ambos tipos de inferencia, ha ge- cias; se trata de elementos actuales que fue-
MYIUAl R.ALVAREZYDANAEFIORE LA ARQUEO LOGIA COMO CIENCIA... 27

roo JCSUltado de actividades pasadas y que a que es producto del hombre generada en su
la vez participado en interacciones com- vinculación con otros hombres, y en interac-
plejas desde d contexto de su producción has- ción con la naturaleza. En segundo Jugar, es
ta d de su hallazgo (Bate 1981 :22). en la interacción previamente enunciada don-
En este sentido, es importante destacar el de se generan elementos previamente inexis-
aporte de s· Ord. quien resaltó el papel fun- tentes, lo cual le confiere una dimensión
daiDCIIIal de esta cuestión (ibídem). material a la realidad social. Es en este senti-
sqUD(Io ténnino, las peculiaridades de do que afirmamos que la realidad social es
la manipulan los arqueólogos también una realidad objetiva. En tercer Jugar,
co:llfic:imlllllos procesos in vestigati vos espe- dentro de la praxis social, y como consecuen-
cíficos~ procesamiento. Es decir que la cia de ella, se originan reflejos activos en el
esta disciplina está también con- pensamiento del hombre, que devienen en
etodología de recolección y el desarrollo de niveles de conciencia y de
pniiCC!iiiiiiÍCDIID de la información. No obstan- presentación de la realidad (García Canclini
1986, Levinas 1989). Es decir que, por una
parte, la realidad social es objeto de pensa-
miento del hombre y, por otra parte, el pen-
esto signifique una alteración samiento del hombre se revierte sobre la
últimos de la explicación ar-
nhi¡rft,.....:: realidad social, reproduciéndola y/o transfor-
- tada siempre hacia una in- mándola.
1 pasado humano. Dado que, tal como Jo sosteníamos en el
de estudio de la arqueología punto previo, la ciencia es un producto más
ratlicl!ad social del pasado----- constituye del pensamiento humano, es importante des-
e~~tor:accs n:cone del mundo real, cuyas tacar que la propia delimitación entre lo so-
CllracS.Oisl:iats la def'men cualitativamente, cial y Jo natural es siempre generada desde Jo
identidad propia y re- social, razón por la cual no es fija ni inmuta-
lugar, esta realidad pue- ble: es variable en tiempo y espacio. De hecho,
daXJ~~alda como social en la medida la división entre ciencias sociales y ciencias
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naturales es mucho más reciente que la exis- ma. Concebimos que las sociedades humanas
tencia de la ciencia como producción social se distinguen cualitativamente de otros com-
(Levinas 1989). ponentes de la realidad ya que las mismas
Como corolario de la exposición de este generan sus condiciones de vida por medio del
punto, vemos que materia e idea son los ele- proceso de trabajo. De esta manera, las ·acti-
mentos constitutivos, indisociables y simultá- vidades del hombre se alejan del mundo bio-
neos (sensu García Canclini 1986), en todo lógico para integrar el mundo social, en la e
proceso social, ya que las ideas no existen sin medida que " .. . el 'trabajo' generado por es-
un sustrato material que las genere. En dicho pecies animales no humanas es producto de un
sustrato pueden reconocerse tres factores : largo proceso evolutivo ... está programado
genéticamente, en cambio en el hombre es
a) El objeto material a conocer, que implica consciente, el hombre forma en su mente imá-
una realidad social, natural, fisica o quí- genes de los fines para los cuales trabaja"
mica. (Carnese et al., 1988).
b) El contexto histórico, realidad material de Por lo tanto, toda producción humana parte
la cual provienen tanto los problemas de un determinado proceso de trabajo (Sanoja
planteados como las soluciones propues- 1984:35, 36; Vargas Arenas 1986: 18), gene-
tas para los mismos. rando una determinada socialización de la
e) El propio cuerpo del hombre, que consti- naturaleza, es decir, una apropiación de ele-
tuye en sí mismo una realidad material, a mentos presentes en el entorno natural para
partir de cuyos sentidos se establece una transformarlos con el objeto de satisfacer dis-
interacción con el objeto a conocer. tintos fines.
Ahora bien, en el desenvolvimiento de di-
Estas observaciones intentan superar la cho proceso pueden distinguirse cuatro dimen-
clásica dicotomía platónica (Carpio 1984) en- siones (Aivarez 1993a y b). Una dinámica
tre mundo inteligible -reino de las ideas, interna, que es el producto del movimiento
que existen fuera del tiempo y del espacio universal de la materia. Se expresa a través de
y que son por lo tanto inmutables- y mundo la puesta en marcha de una serie de activida-
sensible - reino material y falso derivado del des que consisten en la obtención, producción,
anterior- dicotomía en la cual se sostiene la uso y descarte de artefactos y/o ecofactos. Una
existencia de una subordinación de la materia estructura, conformada por elementos cons-
a la idea. titutivos o componentes del proceso de traba-
Por el contrario, en la praxis social la con- jo, que le confieren la identidad al mismo .
junción de materia e idea queda expresada en Siguiendo a Burkún y Spagnolo (1985:10 y
la dinámica propia del proceso de trabajo. 11) éstos son:

El proceso de trabajo: una vla de Energía vital: que el hombre tiene para
acercamiento a las sociedades del pasado crear, diseñar y poner en práctica la pro-
ducción.
En el transcurso de este artículo hemos seña- Materia prima: son bienes que incorpora-
lado que el objeto de la arqueología, conce- mos en su estado natural.
bida como una ciencia social, está constituido Objeto de trabajo: es aquello sobre lo cual
por el estudio de las sociedades pasadas, a el hombre despliega su creatividad y capa-
través de sus restos materiales. Dentro de esta cidad.
perspectiva consideramos entonces funda- Herramientas: son bienes para hacer otros
mental establecer los elementos que caracte- bienes.
rizan a una sociedad y que resultan relevantes - Técnicas: son los modos específicos de ha-
para la investigación arqueológica de la mis- cer las cosas, constituyen el referente con-
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naturales es mucho más reciente que la exis- ma. Concebimos que las sociedades humanas
tencia de la ciencia como producción social se distinguen cualitativamente de otros com-
(Levinas 1989). ponentes de la realidad ya que las mismas
Como corolario de la exposición de este generan sus condiciones de vida por medio del
punto, vemos que materia e idea son los ele- proceso de trabajo. De esta manera, las· acti-
mentos constitutivos, indisociables y simultá- vidades del hombre se alejan del mundo bio-
neos (sensu García Canclini 1986), en todo lógico para integrar el mundo social , en la
proceso social, ya que las ideas no existen sin medida que " ... el 'trabajo' generado por es-
un sustrato material que las genere. En dicho pecies animales no humanas es producto de un
sustrato pueden reconocerse tres factores: largo proceso evolutivo ... está programado
genéticamente, en cambio en el hombre es
a) El objeto material a conocer, que implica consciente, el hombre forma en su mente imá-
una realidad social, natural, fisica o quí- genes de los fines para los cuales trabaja"
mica. (Camese et al., 1988).
b) El contexto histórico, realidad material de Por lo tanto, toda producción humana parte
la cual provienen tanto los problemas de un determinado proceso de trabajo (Sanoja
planteados como las soluciones propues- 1984:35, 36; Vargas Arenas 1986: 18), gene-
tas para los mismos. rando una determinada socialización de la
e) El propio cuerpo del hombre, que consti- naturaleza, es decir, una apropiación de ele-
tuye en sí mismo una realidad material, a mentos presentes en el entorno natural para
partir de cuyos sentidos se establece una transformarlos con el objeto de satisfacer dis-
interacción con el objeto a conocer. tintos fines.
Ahora bien, en el desenvolvimiento de di-
Estas observaciones intentan superar la cho proceso pueden distinguirse cuatro dimen-
clásica dicotomía platónica (Carpio 1984) en- siones (Alvarez 1993a y b). Una dinámica
tre mundo inteligible -reino de las ideas, interna, que es el producto del movimiento
que existen fuera del tiempo y del espacio universal de la materia. Se expresa a través de
y que son por lo tanto inmutables- y mundo la puesta en marcha de una serie de activida-
sensible -reino material y falso derivado del des que consisten en la obtención, producción,
anterior- dicotomía en la cual se sostiene la uso y descarte de artefactos y/o ecofactos. Una
existencia de una subordinación de la materia estructura, conformada por elementos cons-
a la idea. titutivos o componentes del proceso de traba-
Por el contrario, en la praxis social la con- jo, que le confieren la identidad al mismo.
junción de materia e idea queda expresada en Siguiendo a Burkún y Spagnolo (1985 :10 y
la dinámica propia del proceso de trabajo. 11) éstos son:

El proceso de trabajo: una vía de Energía vital: que el hombre tiene para
acercamiento a las sociedades del pasado crear, diseñar y poner en práctica la pro-
ducción.
En el transcurso de este artículo hemos seña- Materia prima: son bienes que incorpora-
lado que el objeto de la arqueología, conc.e- mos en su estadÓ natural.
bida como una ciencia social, está constituido Objeto de trabajo: es aquello sobre lo cual
por el estudio de las sociedades pasadas, a el hombre despliega su creatividad y capa-
través de sus restos materiales. Dentro de esta cidad.
perspectiva consideramos entonces funda- Herramientas: son bienes para hacer otros
mental establecer los elementos que caracte- bienes.
rizan a una sociedad y que resultan relevantes Técnicas: son los modos específicos de ha-
para la investigación arqueológica de la mis- cer las cosas, constituyen el referente con-
M\:~. R. AL AREl. Y DANAE FlORE LA ARQUEO LOGIA COMO CIENCIA.•• 29

de la aplicación del trabajo sobre 1976:293), es decir, permite construir dis-


d objeto argas Arenas 1986:31 ). tintas soluciones para distintos fines.
Protblcto lllrn'O: es el resultado genuino 2. Socializa a la naturaleza generando un en-
dd torno -la cultura- que posibilita la re·
producción de la vida humana. 3
3. Está socialmente organizado (Bender
1985:53). Se produce a través de una prác·
tica que genera pautas comunes, a partir
de las cuales se genera un contexto que le!
permite a los hombres abstraer una idea,
un proyecto previo al próximo trabajo.
4. Es transformable. Por ser un producto so·
cial, generado a partir del proceso de en·
sayo y error, el proceso de trabajo permitf
construir soluciones nuevas, y, por lo tan·
to, posibilita generar cambios en sus re·
sultados materiales.
5. Genera productos externos al propio pro·
ceso de trabajo. El trabajo en sí es ur:
proceso, y como tal es inasible, pero lo!
resultados materiales del mismo no sola·

' Para una consideración sobre la labor invertida en acti-


vidades productivas y en actividades "aparentementt
esotéricas o rituales" y para una distinción y vinculaciór.
entre la "supuestamente rigurosa" reproducción bioló-
de las respuestas que el gica y las estrategias de reproducción social ver; Bende1
necesidades (Godelier 1985.
30 BOLETIN DE ANTROPOLOGIA AMERICANA • 27 JULIO 1993

mente son asibles, sino que se vuelven pacio específicos. Es decir, es el acotamiento
"independientes" de la existencia del pro- del proceso de trabajo realizado con un de-
ductor. Este factor permite, por una par- terminado fin, en un determinado contexto
te, el almacenamiento y la posibilidad de histórico-social, a través de la articulación de
la acumulación de excedente, y por otra sus dimensiones y características, que le pro-
parte. el extrañamiento del productor con veen a cada esfera de producción una identidad
respecto al producto resultante, que pasa propia, posibilitando su distinción cualitativa.
a formar pane del contexto material de la Esta visión nos permite entonces, distinguir
sociedad. diversas esferas de producción que se integ~
6. Produce elementos bajo una dinámica en el seno de una sociedad determinada y dis-
específica, que le confiere ciertos rasgos criminar Jos distintos productos sociales ge-
al producto final, rasgos que permiten nerados dentro de cada una de las esferas.
adscribir dicho producto a un determina- En este sentido, podemos hablar, por ejem-
do estilo. El estilo de un producto consti- plo, de la existencia de una esfera de produc-
tuye entonces una característica distintiva ción de la subsistencia en toda sociedad, más
de los productos sociales, y los diferencia allá de los productos sociales que la integren
cualitativamente de otras entidades rea- como tal -caza, horticultura, recolección,
les: ningún producto de la naturaleza exhi- agricultura. etcétera-. Es decir que, sin intro-
be atributos estilísticos. (La discusión acerca ducimos en la gran variedad de productos que
de las concepciones de estilo en arqueo- se generan en su desarrollo espacio-temporal
logía exceden los objetivos de este traba- concreto, dicha esfera de producción tiene
jo; sin embargo, podemos citar entre otros una cualidad propia que posibilita su identi-
los enfoques de Wiessner 1990 -estilo e ficación como subsistencia.•
información social- Shaafsma 1985 -es- Sin embargo, toda esfera de producción se
pacio social y estilo- Sackett 1990 -esti- conecta en su desarrollo necesariamente con
lo y etnicidad; estilo e isocrestismo- y las demás,s razón por la cual, resulta impor-
Conkey 1984, 1989 -estilo y estructura- tante que, en el estudio de una determinada
ción de contenidos- ). esfera se tomen en cuenta sus vinculaciones
7. También los desechos son reconocibles. con el resto de las esferas para intentar una
Sus productos son reconocibles arqueoló- aprehensión más rica de la totalidad social. Un
gicamente. A partir de los rasgos que el ejemplo de estas relaciones puede observarse
propio trabajo deja en los objetos que pro- en el Gráfico 2.
duce, sus productos son distinguibles de
todo elemento natural.
• Para el desarrollo de este 1rabajo hemos delimitado las
Dadas estas características, podemos suge- siguientes esferas de producción: arte (sensu Garcia
Canclini 1986). subsistencia (sens~> Vargas Arenas
rir que todo artefacto, ecofacto o rasgo (reto- 1986), lecnología (sensu Vargas Arenas 1986), religión
mamos esta distinción del planteo realizado (sensu Godelier 1980) y gobierno (sensu Vargas Are-
por Sharer y Ashmore 1979) es el resultado de nas 1987) sin que las mismas agoten la totalidad de es-
un determinado proceso de trabajo que se de- feras existenles en una sociedad.
senvuelve dentro de una particular esfera de Tal es el caso de las acti'.·idades de caza pertenecientes
a la esfera de la subsislencia, que presuponen, por ejem·
producción. plo, la manufaclura de instrumentos generados a partir
Denominamos esfera de producción al de la esfera de producción tecnológica. Del mismo
conjunto de actividades secuenciales, conoci- modo, la esfera de producción tecnológica se vincula
mientos y elementos materiales (artefactos, por medio de ciertos productos sociales -artefactos
tales como cinceles, morteros, hisopos., etcétera- con
ecofactos. tecno.logía, fuerza de trabajo, etcé- la ~sfera de producción del arte - en nuestro caso,
tera), involucrados al generar determinados específicamente ane mpestre- , relación en la que es-
productos sociales en un tiempo y en un es- tamos trabajando actualmente.
M\~. R. AL\.AREZ Y DANAE FlORE LA ARQUEOLOGIA COMO CIENCIA •.. 31

Subsistencia

Grificol.

Las delimitaciones y conexiones entre es- necesario arribar a la definición de los nive-
feras de producción podrían parecer, en un les de análisis que permiten su abordaje. Con-
principio, una cuestión de poca importancia cebimos a los niveles de análisis como las
teórica, e incluso hasta de sentido común. Sin instancias abstractas mediante las cuales pue-
embargo adquieren otra relevancia explicati- de examinarse un producto social para dirimir
va cuando a la distinción entre éstas se le in- los elementos que lo componen y su funcio-
corpora, tal como veremos en el siguiente namiento entre sí y con otros productos
apartado, otros criterios de conocimiento: los (Cardoso y Pérez Brignoli, 1979; Duby 1977).
niveles de análisis. Los niveles de análisis utilizados en una in-
vestigación científica dependen del marco teó-
Rulü/Jul social y niveles de análisis rico desde el cual se formule aquélla. Ahora
bien, dada la perspectiva teórica que se plan-
Habiendo planteado la posibilidad de distin- tea en este trabajo, consideramos que los ni-
guir diversos productos sociales como entida- veles que nos resultan relevantes y operativos
des reales generados a partir del para el análisis de los restos materiales de las
funcionamiento de esferas de producción, es sociedades del pasado son:
32 BOLETIN DE ANTROPOLOGIA AMERICANA • 27 JULIO 1993 M

Nivel económico análisis de todo producto social, ya que estos


Nivel político niveles se corresponden con la mencionada
Nivel ideológico distinción entre materia -nivel económico--
e idea -nivel ideológico y político. Sin em-
El nivel económico está constituido por los bargo, esta distinción planteada, no significa
objetos de trabajo, los medios de producción que existan productos únicamente económi-
y la propia fuerza de trabajo de los hombres, cos, o únicamente ideológicos/ por el contra-
incluyendo además a las relaciones de los rio en todo producto social pueden distinguirse
hombres con los objetos, los medios de pro- instancias económicas, políticas e ideológic.as
ducción y los hombres entre sí. Esto ha sido (García Canclini 1981 , 1986). De hecho, todo
denominado como el dominio estructural de producto social de una sociedad es la expre-
una sociedad (Bate 1981, Godelier 1976, en- sión material de una idea y requiere para ser
tre otros). plasmada de la definición y aplicación de es-
El nivel político es el conjunto de estrate- trategias llevadas a cabo por individuos que
gias, relaciones, roles e instituciones que re- ocupan roles en grupos o instituciones. Esta es
gulan la dinámica de una sociedad (Bender la razón por la cual los contenidos ideológi-
1985). Es necesario destacar que cuando nos cos y las estrategias políticas pueden ser visi-
referimos al nivel político no debe confun- bles arqueológicamente (algunos ejemplos de
dírselo con la forma de gobierno de una so- análisis de niveles ideológicos y políticos en
ciedad. En efecto, así como la política no es casos arqueológicos pueden verse en Kush y
reductible a la forma de gobierno, ya que se Gordillo, 1987; Gordillo 1990, Tarragó 1991).
trata de una instancia que constituye la exis- En el Gráfico 3 ilustramos las vinculacio-
tencia de todo producto social, la forma de nes entre esferas de producción y niveles de
gobierno no es una esfera analizable exclusi- análisis. En el mismo se intenta representar las
vamente desde el nivel político, ya que exis- delimitaciones entre las distintas esferas que
ten otros órdenes que la constituyen. constituyen una sociedad expresadas a través
El nivel ideológico incluye el conjunto de de diversos productos materiales y los nive-
conceptos y pautas necesarios para desplegar les de análisis como herramientas heurísticas
actividades dentro de una sociedad, es decir, que el investigador puede utilizar para el es-
abarca toda construcción del conocimiento y tudio de cualquiera de esos productos. Esto
pensamiento humano. Esto implica además nos remite a una última cuestión que quere-
que la ideología puede ser concebida como "la mos subrayar. En la actualidad, el desarrollo
estructura conceptual por medio de la cual una teórico-metodológico de la arqueología, con-
sociedad representa -a través de un proceso juntamente con la gran variedad de evidencia
de resignificaciones- su realidad" (Boschín recuperada, provoca la necesidad de un recorte _
1991 :97). Estos dos últimos niveles constitu- de su objeto de estudio -las sociedades pa-
yen el dominio superestructura! de una socie- sadas- y genera la focalización sobre una
dad (Bate 1981, Godelier 1976, entre otros). esfera de producción en particular y/o sobre
En este punto surge un interrogante: ¿por un nivel de análisis específico. Este recorte
qué señalamos a estos tres niveles como aque- -fructífero y a la vez necesario-- no impli-
llos relevantes y operativos para el abordaje ca, sin embargo, el ignorar la intervinculación
de las sociedades pasadas? Tal como lo hemos entre esferas de producción y sus productos
expuesto en el apartado "La arqueología como
ciencia social", concebimos que materia e
idea son siempre indisociables y simultáneas ' Es así que la esfera de producción de la subsistencia,
habitualmente vinculada de manera exclusiva con el
en toda realidad social. Asumido este postu-
nivel económico de una sociedad (Godelier 1976), en-
lado, resulta dificil ignorar la profunda inte- trelaza además pautas ideológicas y estrategias politicas
gración entre los niveles que posibilitan el que dan cuenta de su funcionamiento .
MYRIAN R. ALVAREZ Y DANAE FlORE LA ARQUEO LOGIA COMO CIENCIA... 33

Gobierno

nivel
polltico
Religión

nivel
económico

Gráfico 3.

resultantes, la simultaneidad e indisociabili- que éste ejerce durante el tratamiento del re-
dad de los niveles de análisis (sensu García gistro y sus consecuencias: la multiplicación
Canclini 1986), así como la presencia de un y la reducción de variabilidad (Bate 1989,
entramado teórico que dé cuenta de todas es- Binford 1977, 1986; Hodder 1987, 1988;
tas relaciones. En síntesis.. la necesidad episte- Leone 1986, Schiffer 1987a y b; Sullivan
mológica de recortar el objeto de estudio de 1978, por sólo citar algunos).
nuestra ciencia por niveles de análisis y/o por Desde el marco en el que se articula nues-
esferas de producción no se contrapone a la tro trabajo, el registro arqueológico puede
necesidad de mantener una unidad teórica en concebirse como el conjunto de datos que el
beneficio de la consistencia del método, sino arqueólogo registra a partir del análisis de la
que, por el contrario la enfatiza. evidencia empírica. Esto implica que el inves-
tigador registra una serie de variables o pro-
¿Cómo se ve en d registro arqueológico? piedades que resultan relevantes para la
resolución de un determinado problema, pro-
Habiendo planteado la perspectiva teórica des- duciendo información sobre los materiales
de la que concebimos a la arqueología, queda con los que trabaja. Ahora bien, es importan-
entonces por abordar la forma en que este en- te distinguir por un lado al registro arqueoló-
cuadre se aproxima al registro arqueológico, gico como una construcción del científico, y
discutiendo ahora su aplicabilidad a los res- por el otro a la evidencia material, empírica,
tos arqueológicos y no las herramientas de con la que el mismo opera, y que existe más
análisis que lo caracterizan. allá de la labor del arqueólogo, ya que ha sido
Coincidimos con Patrick ( 1985) acerca de generada a partir de otros comportamientos
que la noción de registro arqueológico resulta humanos en el pasado.
ser ambigua. Mucho se ha debatido sobre su En síntesis, la distinción entre registro ar-
definición y características, discutiendo temas queológico y evidencia se corresponde con la
tales como la existencia empírica del registro distinción teórica entre pensamiento y reali-
arqueológico, la observación/construcción del dad objetiva que hemos planteado al inicio de
mismo por parte del arqueólogo, la influencia este trabajo; es por ello que confundir el pri-
34 BOLETIN DE ANTRO PO LOGIA AMERICANA • 27 JULIO 1993

mero con la segunda puede llevarnos a con- aprovisionamiento de materiales, manufactura


fundir la construcción del conocimiento con y uso de herramientas para su producción,
la realidad que pretende explicar. etcétera; la generación de estrategias de regu-
Asumiendo la existencia de esta diferen- lación en los usos de materia prima, organi-
ciación, el eje de la pregunta planteada se des- zación de la homogeneidad o heterogeneidad
plaza: en primera instancia, el arqueólogo no de los roles en la producción de los artefac-
"ve" al registro sino a la evidencia. El regis- tos -es decir, especialización artesanal, pro-
tro que el investigador realice a partir de la evi- ducción en serie, etcétera-, decisión acerca
dencia depende entonces del marco teórico en de los diseños de forma y decoración vin<:u-
el que haya formulado sus problemas (Bate lados a los distintos usos de las piezas; conoci-
1981 ). Por lo tanto, el punto central de esta mientos sobre las propiedades de las distintas
cuestión consiste en la manera en que adecua- materias primas, así como de las técnicas a ser
mos los postulados teórico-epistemológicos a empleadas, pautas sobre organización espa-
los hallazgos arqueológicos, la formulación de cial de las actividades, estructuración de dise-
preguntas que consideremos pertinentes para ño y contenidos de significación simbólica de
la interpretación del pasado, así como las al- las imágenes plasmadas en la decoración del
ternativas metodológicas que utilicemos para artefacto. Quedan reflejadas entonces en es-
registrar la información. Para dar un ejemplo, te ejemplo algunas de las distintas formas de
sólo si se considera al arte rupestre como re- abordaje de las posibilidades que brindan los
sultado de una secuencia de producción se bus- niveles de análisis anteriormente plantea-
cará registrar indicadores que den cuenta de la dos en el estudio de un producto social.
misma (tal es el caso del trabajo de Aschero De esta manera, concluimos este intento de
1988); sólo si se considera la posibilidad de la definición de vías de acercamiento hacia el
existencia de perturbaciones postdeposita- conocimiento del pasado desde una perspec-
cionales se diseñarán los mecanismos para re- tiva social. Nuestro objetivo ha sido contribuir
levarlas (por ejemplo Nash y Petraglia 1987; a la discusión de la operatividad del uso de
Schiffer 1987). estos elementos teóricos en la arqueología .
.Somos conscientes, tal como lo señala Bate Creemos que resta aún un importante desarro-
en 1981 , que en muchas ocasiones la arqueo- llo de este enfoque tanto a nivel teórico como
logía social no ha enfatizado la búsqueda de en su aplicación metodológica. No obstante,
definiciones operacionales que posibilitaran consideramos que el mismo posee un sólido
vincular consistentemente la generación y entramado que ya ha posibilitado importantes
validación de hipótesis con el manejo de la logros en nuestra disciplina. Si el pensamiento
empiria. crítico es el camino de la ciencia, dejemos que
Por esta razón, resulta interesante plantear éste recorra también espacios alternativos. El
algunas consideraciones sobre su aplicación debate continúa abierto .. .
específica para establecer dentro de un mis-
mo caso, distintos niveles de análisis que den Bibliografía
cuenta de las distintas instancias que marcha-
ron simultáneamente en la dinámica de una es- Alvarez, M.R.
fera de producción. Como ejemplo tomaremos 1993a "Explotación de recursos líticos en el
el caso de la esfera de producción tecnológi- 'Area Pilcaniyeu ', sudoeste de Río Ne-
ca, dentro de la cual se genera, entre otros pro- gro", Tesis de Licenciatura, Facultad de
ductos sociales, la cerámica. En la trayectoria Filosofia y Letras, Universidad de Bue-
de la creación, uso y descarte de artefactos nos Aires, Buenos Aires, MS.
cerámicos podemos discriminar: la organiza- 1993b "La producción de artefactos líticos en
ción del trabajo en términos de manufactura el Paraje Paso de los Molles, área
y uso de artefactos, selección de fuentes de Pilcaniyeu, sudoeste de Río Negro".
MYRIAN R. ALVAREZ Y DANAE FlORE LA ARQUEO LOGIA COMO CIENCIA..• 35

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