Rick Warren (Pag.

1-19; Predicando para cambiar vidas 1)

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Capitulo 1: EL PROPOSITO DE LA PREDICACION

1. Introducción
La finalidad de la predicación para el autor es la de cambiar vidas como su titulo lo expresa. Las personas pasan
por alto cualquier cosa si la predicación esta genuinamente satisfaciendo sus necesidades. Y esto es lo que hace
crecer las iglesias, vidas cambiadas.

Tres convicciones vitales:

 La convicción de a que la palabra de Dios es nuestra autoridad
 La convicción de que la palabra de Dios es completamente verdad
 La convicción de que la palabra de Dios es relevante.

Debemos preguntarnos ¿Cuál es el propósito de la predicación? La respuesta a esta pregunta implica reconocer
que es necesario conocer cuál es el propósito de Dios para la predicación, sino estamos haciendo que la gente
pierda el tiempo, o que estemos predicando contra los propósitos de Dios. Por lo tanto debemos tener en
cuenta, el propósito de Dios para el hombre, el propósito de Dios para La Biblia y el propósito de Dios para la
predicación.

2. El propósito de Dios para el Hombre

Según Romanos 8:29, el propósito de Dios es hacernos como Cristo “Porque a los que Dios conoció de antemano,
también los predestino a ser conformados a la imagen de su Hijo, para que El sea el primogénito entre muchos
hermanos”. Esto es importantísimo a la hora de predicar. Y ser como Cristo significa pensar como Jesús (Fil.2:5),
sentir como Jesús (Col.3:15) y actuar como Jesús (Col.3:17), ósea tener la mente de Cristo, el carácter de Cristo, la
compasión de Cristo, la conducta de Cristo y las convicciones de Cristo. Entonces la meta de nuestra predicación
debe hacer a la gente como Jesús (el autor dice que no debe ser enseñar la Biblia, impartir alguna educación o
información, todo es secundario!!!)

3. El propósito de Dios para La Biblia

El autor basándose en el texto de 2 Timoteo 3:16-17, sostiene que el propósito de la Biblia no es enseñar,
reprender, corregir o instruir sino que el propósito de la Biblia es que nuestras vidas sean cambiadas. Es decir, los
primeros son 4 medios para un único propósito, que nuestras vidas sean cambiadas, que nuestro carácter,
conducta y convicciones sean transformados.
La Biblia no es un libro de historia, es un manual de cómo vivir la vida. Si deseo ser un predicador bíblico
entonces nuestros mensajes deben estar orientados a la vida, relacionados con cómo vivir y no orientados hacia
la información. Por lo tanto el propósito de nuestros mensajes considerando el propósito de la Biblia debes ser el
cambio, la transformación de las personas.

4. El propósito de Dios para la predicación

Efesios 4:11-13 nos da el propósito de pastores y maestros: “11 Él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros,
profetas; a otros, evangelistas; y a otros, pastores y maestros, 12 a fin de capacitar al pueblo de Dios para la
obra de servicio, para edificar el cuerpo de Cristo. De este modo, todos llegaremos a la unidad de la fe y del
conocimiento del Hijo de Dios, a una humanidad perfecta que se conforme a la plena estatura de Cristo.”
El propósito de nuestras predicaciones es el mismo de la Biblia, cambiar nuestro carácter y nuestra conducta.
Pero es estos versículos también se puede observar un propósito personal y un propósito corporativo para la
predicación. Dice “a fin de capacitar el pueblo de Dios para la obra de servicio”, les ayudamos a madurar,
“para edificar el cuerpo de Cristo” un propósito para la iglesia.
Pero es muy importante la aplicación de la palabra de Dios, es uno de los mayores problemas de la iglesia
evangélica actual, la falta de aplicación de la predicación y enseñanza.
El modo en que transmitimos el mensaje puede ser causal de que la “palabra vuelva vacía”. Esto no contradice
a Isaías 55:11. Porque el problema no está en la palabra, no está en el mensaje, está en la manera en que
estoy transmitiendo el mensaje.
 5. El propósito de Dios para el predicador
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La mejor metáfora de la predicación es la construcción de puentes, nuestro trabajo como predicadores es el de
construir un puente que conecte el texto antiguo con la audiencia contemporánea. A un lado del puente está el
texto bíblico y al otro lado del puente las necesidades de la gente actual y de alguna manera tenemos que unir
ambos extremos mediante la aplicación. Su tarea como predicador es pasar de la interpretación (lo que era) a la
implicación (encontrar la verdad eterna) y por último a la personalización (que tiene que ver esto conmigo). El
reto de la predicación es declarar las verdades eternas que nunca cambian y aplicarlas en un mundo que esta
siempre cambiando.
Las etapas para la construcción de ese puente se pueden describir:
Estudiar el texto: exegesis, observación, interpretación y correlación, estructura literaria, etc.
Encontrar la verdad eterna: ¿Qué respuesta o acción es requerida por este texto?
Pensar en la audiencia: tener en cuenta su contexto, heridas, dolores, pecados, intereses, etc.
Aplicar la verdad a las necesidades presentes: considera la edad y madurez de la audiencia, su cultura,
aplica la verdad a su situación.