Академический Документы
Профессиональный Документы
Культура Документы
Diego Martínez
{Resumen} Profesor asociado
Este documento busca examinar aquellas de sentido. A través de esta caracterización Pontificia Universidad Javeriana
prácticas artísticas asociadas a la imagen y se podrá dilucidar cómo el muralismo urbano Colombia
desarrolladas en el contexto urbano contem- permite la apropiación y la resignificación
poráneo, las cuales constituyen un ejercicio del territorio por parte de ciudadanos que CORRESPONDENCIA AL AUTOR
martinex85@hotmail.com
de reconfiguración material y simbólica del encuentran en la creación plástica tanto una
espacio público; ello a fin de intentar precisar forma de visibilizar su voz, como una vía para INFORMACIÓN DEL ARTÍCULO
la manera en que se despliegan a través de cuestionar la estructura social que la invisi- Recibido: 01.11.2018
biliza. Así, en la interlocución estética con Aceptado: 04.12.2018
acciones con posibles resonancias políticas.
En este sentido, se establecen las principales los transeúntes, la calle puede devenir un • Para citar este artículo • To cite
diferencias entre algunas vertientes del arte escenario de acción política, por medio de this article • Para citar este artigo
urbano, como el grafiti, el arte monumen- la construcción y la reflexión colectiva sobre Martínez, D. (2018). Arte, acción
y configuración espacial: una
tal y lo que he llamado muralismo urbano, el ámbito de lo común.
aproximación al muralismo urbano.
para determinar las especificidades de este , 2(2), 119-148.
último, poner de relieve su naturaleza y el Palabras clave: grafiti, resignificación, ca-
lle, acción política, muralismo urbano. Este es un artículo de acceso abierto
modo en que problematiza ciertas fronteras
distribuido bajo los términos de la
licencia de Creative Commons 4.0
(https://creativecommons.org/licenses/
by-nc-nd/4.0/), la cual permite su uso,
distribución y reproducción de forma
libre siempre y cuando el o los autores
reciban el respectivo crédito.
{Abstract} {Resumo}
This text will examine artistic practices associated Este texto pretende analisar as práticas artísticas as-
with images and that take place in contemporary urban sociadas com a imagem e desenvolvidas no contex-
contexts, which constitute an exercise in the material to urbano contemporâneo, as quais constituem um
and symbolic reconfiguration of public spaces. The exercício de reconfiguração material e simbólica do
objective is to determine how these artistic practices espaço público. Tem como objetivo determinar a ma-
are used through actions that have political reper- neira na qual são desenvolvidas por meio de ações
cussions. It thus establishes the principal differences com possíveis ressonâncias políticas. Nesse senti-
between some manifestations of urban art, such graffiti do, são estabelecidas as principais diferenças entre
and monumental art as well as what has been called algumas vertentes da arte urbana, como o grafite, a
urban muralism, in order to establish the particular arte monumental e o que chamamos muralismo urba-
features of the latter and highlight its nature and the no, para determinar as especificidades deste último,
way it problematizes certain sensory frontiers. This destacar sua natureza e o modo em que problematiza
characterization will make it possible to elucidate how certas fronteiras de sentido. Por meio dessa caracte-
urban muralism enables the ownership and resignifi- rização, será possível esclarecer como o muralismo
cation of the territory by citizens who discover in the urbano permite a apropriação e a ressignificação do
arts both a channel for their own voice and a pathway território por parte dos cidadãos que encontram, na
for questioning the social structure that makes them criação plástica, tanto uma forma de visibilizar sua
invisible. In this way, through an esthetic dialogue voz quanto uma via para questionar a estrutura social
with passersby, the street can become a scenario for que a invisibiliza. Assim, na interlocução estética com
political action, through the collective construction and os pedestres, a rua pode tornar-se um cenário de ação
reflection about that which is commonplace. política mediante a construção e a reflexão coletiva
sobre o âmbito do comum.
Keywords: graffiti, resignification, the street, political Palavras-chave: grafite, ressignificação, rua, ação
action, urban muralism. política, muralismo urbano.
público (al insertarse en su vida cotidiana) la cual se busca, o bien restablecer los lazos
y lo involucren de forma directa en procesos sociales disueltos, o bien forjar nuevos lazos
artísticos y culturales en desarrollo. Sin em- allí donde nunca los hubo.
bargo, no es una expresión unívoca pues hay
varias vías para obtener estos resultados, por Esta vertiente presenta, por su parte, al me-
lo que en lo sucesivo intentaremos dilucidar nos dos rasgos primarios que la definen: un
algunas de sus más importantes vertientes. carácter monumental y un interés ornamental.
El primero suele estar asociado al segundo,
Dentro del arte urbano encontramos lo que pero el segundo no siempre está vinculado
podríamos llamar una vertiente institucional, al primero. El carácter monumental puede
que se caracteriza por figurar dentro de la ser definido como aquel que lleva a cabo una
implementación de ciertas políticas públicas conmemoración de algún hecho histórico rele-
gubernamentales, encaminadas a fortalecer vante, generalmente asociado a estructuras de
la participación ciudadana en los procesos de poder dentro de la sociedad (ya sea por medio
integración y articulación social, valiéndose de bustos o esculturas de líderes políticos,
de mecanismos incluyentes que fomenten el caudillos, científicos, escritores, etc.) y que
respeto por los espacios públicos, fortalezcan materializa un ejercicio de memoria, apoyado
las relaciones ciudadanas y, en última instan- en características plásticas específicas que
cia, contribuyan a lo que se podría entender aseguran la perdurabilidad de la obra. Esto
como la cohesión cultural de la ciudad (Brom- les permite a los ciudadanos reconocer sus
berg, 1997, p. 13). En este sentido, la ver- orígenes, sus vínculos sociales y su pertenen-
tiente institucional del arte urbano se concibe cia a un acervo cultural específico.
como una herramienta unificadora a través de
Nota. Monumento de Los Héroes, Bogotá. Fotografía por Peter Angritt, 2015. Licencia Creative Commons
BY-SA 4.0, vía Wikimedia Commons.
Pero el arte urbano institucional también pre- plástica y de su disposición espacial. Distan-
senta un conjunto de características que no ciándose de la lógica del monumento, este
responden a los rasgos mencionados, y que aspecto del arte urbano institucional busca
podríamos recoger en su índole ornamental. fortalecer tanto el sentido de pertenencia
Esta expresión alude al carácter de aquellas de los ciudadanos, como las relaciones de
obras que, ubicándose en lugares estratégi- interacción que establecen con su entorno,
cos de la ciudad —como avenidas, parques interviniendo en la forma en que habitan,
y plazoletas— están desprovistas de un sen- transitan y significan los espacios públicos.2
tido histórico o conmemorativo específico; en
ellas, el énfasis recae sobre las posibilidades
2 A este respecto, véase también Bogotá, un museo
de interpelación propias de su configuración a cielo abierto, guía de esculturas y monumentos
En efecto, las prácticas artísticas suelen Ahora bien, como se puede apreciar, las prác-
presentar lo que podríamos llamar una cla- ticas artísticas conllevan un distanciamiento
ra dimensión participativa, que enriquece no solo de los roles monumental y ornamental
y amplía las mencionadas características y que atribuimos al arte urbano institucional,
posibilidades del arte urbano, pues salen sino también de la manera en que estos se
de los marcos tradicionales de la configura- constituyen como constructores de memoria,
ción de un objeto pasivo como el monumento identidad e inclusión ciudadana. Estamos,
—emplazado en algún lugar de la ciudad y por tanto, ante dos tipos de actividades con
puesto ante la mirada colectiva— para ge- recursos y efectos heterogéneos, que parten
nerar espacios con propuestas que suscitan de su emplazamiento en el espacio urbano
nuevas formas de interacción, tanto entre como elemento común.
los ciudadanos como entre estos y las obras.
Así, se fortalecen, establecen o restablecen Debemos señalar, entonces, que las prácticas
las relaciones entre los individuos.3 Algunas artísticas incluyen una serie muy extensa de
de estas prácticas ejemplifican la manera en ámbitos de operación. Sin embargo, circuns-
que el cuerpo mismo del espectador puede cribiremos nuestra atención a ciertas prácti-
devenir parte de la obra (que, en tal caso, no cas de creación y elaboración de imágenes.
está configurada sino configurándose) lo cual Las razones de este énfasis se ofrecerán pro-
supone un desplazamiento —o una disolución gresivamente. Digamos, por lo pronto, que la
imagen puede generar un mayor impacto sen-
sible en los escenarios urbanos, en la medida
en que la huella material que configura, al
ser susceptible de perdurar, puede interpelar
a un mayor número de ciudadanos que los entonces los rasgos que definen a cada una
performances, las muestras teatrales, las insta- de estas prácticas e intentemos desentrañar
laciones de video y sonido, cuyo efecto directo sus especificidades.
se ve interrumpido en el momento mismo en
que la obra culmina.
Consideraciones
Pero cabría preguntarse: ¿qué diferencia en- en torno al grafiti
tonces a las imágenes en los muros de las
ciudades, de los monumentos y esculturas «La ciudad se revela como un escenario
para ser reelaborado constantemente por
dispuestos en espacios específicos por el arte
la imagen plástica. Su identidad visual
urbano institucional?, ¿no presentan, acaso, se construye y reconstruye junto a las
la misma pasividad y estatismo propios del transformaciones del espacio urbano,
monumento? Así lo parecería ante una mirada generando nuevos modos de circulación
desprevenida; sin embargo, la lógica merced y apropiación del ambiente común. Los
discursos artísticos generan territorios
a la cual se inscriben en los muros de la ciu-
visuales inéditos, que expanden las
dad las obliga a recrearse constantemente, posibilidades de imaginar “mundos otros”»
dotándolas de una dinámica de aparición y
desaparición incesante de la que carece el —María de los Ángeles Rueda
monumento y la escultura institucional.
Aunque las prácticas de inscripción gráfica
De manera que, en lo sucesivo, nos concen- sobre los muros datan de épocas antiguas (al
traremos en prácticas dedicadas a la configu- punto que podríamos pensar incluso en las
ración de la imagen, y cuyo germen podríamos inscripciones del arte rupestre de pueblos
rastrear en las primeras manifestaciones de prehistóricos) y a pesar de que vestigios do-
grafiti en el París de mayo de 1968 y en los cumentados de prácticas análogas al grafiti en
subterráneos de Nueva York a inicios de los la Roma antigua dan cuenta de la presencia
años setentas (Silva, 1987). Conviene enfa- de esta actividad a lo largo de la historia de
tizar, sin embargo, que a pesar de sus proxi- la humanidad (quizás como un esfuerzo por
midades con el grafiti, las prácticas artísticas dejar una huella y un testimonio de aquellas
sobre las que llamaremos la atención difie- voces generalmente obliteradas por las figuras
ren sustancialmente de aquél. Examinemos de poder dentro de las culturas) el fenómeno
de tales intervenciones sino que, por el con- por ello pensamos en una acción que
trario, surgían en un marco de fecunda es- ejecuta una escritura o, si se quiere,
pontaneidad, lo cual hacía recaer la fuerza un tipo de escritura cualificado por la
del grafiti en la acción misma a través de la acción. (Silva, 1987, p. 19)
cual se trazaba la inscripción (Cohn-Bendit,
Sartre, & Marcuse, 1982); esto es, sobre el De manera que el grafiti que se consolidó en
acto transgresor de irrupción e intervención las calles parisinas en mayo del 68 (y que, con
del espacio público. Esta característica se ha matices importantes, sigue teniendo ciertos
mantenido vigente hasta nuestros días pues, efectos en las sociedades actuales) podría
en efecto, caracterizarse como una acción ilegal que
cualifica una escritura semántica, con un
el graffiti es una escritura que, al si- elevado carácter subversivo del orden social
tuarse del lado de la prohibición so- (dado, en buena medida, por el contexto po-
cial, realza, de manera peculiar, la lítico dentro del cual emergió), así como de
acción que la ejecuta. (…) El graffiti los espacios destinados a la comunicación y
se escribe en movimiento, digamos, y la expresión.
Figura 3. Grafiti
Figura 4. Tags
Nota. Escaleras cubiertas por grafitis. Fotografía por Peter Angritt, 2015. Licencia Creative Commons BY-
SA 4.0, vía Wikimedia Commons.
De esta manera, lo que comenzó en los trenes comunicación al margen de los medios tra-
subterráneos de la ciudad (obteniendo así una dicionales y oficiales, por parte de quienes
gran visibilidad) se tomó progresivamente no tenían —ni tendrían— cabida en estos.
las paredes de los barrios populares; así, el
grafiti de Nueva York salió a la luz, reforzado Sin embargo, podemos establecer una di-
muchas veces por su asociación con otros ferencia sustancial entre ambos momentos
fenómenos urbanos (como la cultura hip-hop). históricos. En efecto, «mientras el graffiti
Si bien el componente semántico tendía a de mayo del 68 corresponde a una consig-
desaparecer, la acción seguía siendo un ele- na mural de referencia anti-autoritaria y con
mento fundamental que cualificaba a este propósitos macropolíticos, el graffiti de New
tipo de grafiti que, como el de París del 68, York obedece a una composición figurativa
se constituía como una forma de expresión y subterránea, con auto referencias ghetto y
esténcil, que permite elaborar una imagen susceptible de generar un fuerte impacto vi-
con un alto nivel de detalle en poco tiempo, sual en los habitantes de la ciudad debido a
gracias a que las plantillas con base en las sus considerables proporciones. A diferencia
cuales se ejecuta han sido previamente ela- de los stickers o los carteles, que se encuentran
boradas por los interventores. El grafiti, como limitados a pequeñas medidas, el muralismo
hemos visto, opera rápidamente y según la urbano se caracteriza por elaborar desde me-
complejidad de la intervención. dianos hasta grandes formatos, ejerciendo una
transformación sustancial sobre el aspecto de
Sin embargo, el muralismo urbano es un fenó- los territorios y sobre las percepciones que
meno cuyas características conviene examinar suscitan.
más de cerca. En primer lugar, es una práctica
Nota. Mural realizado por artistas Lesivo y Toxicómano en la esquina de la calle 19 y la carrera 8ª, Bogotá.
Fotografía por Peter Angritt, 2014. Licencia Creative Commons BY-SA 4.0, vía Wikimedia Commons.
también es cierto que no se reduce a estos. Ahora bien, el muralismo urbano también
El grafiti, como hemos visto, se configura y tiene la posibilidad de ser un actor importante
desarrolla ilegalmente en las periferias urba- en la construcción de memoria, pero ya no
nas; el muralismo, por su parte, si bien suele desde la institucionalidad estatal sino desde
desarrollarse dentro de los marcos de la ilega- los lugares, los individuos y los hechos oblite-
lidad, también ha tenido efectos importantes rados por esta, al testimoniar ciertos matices
sobre la transformación de la normatividad de los sucesos históricos que no recogen los
legal vigente al respecto.5 En este sentido, museos ni los monumentos. En lugar de re-
es una práctica que opera en la medianía, ferencias a los grandes pensadores, próceres
ya que acata los ordenamientos jurídicos, los y mártires, o al acervo histórico y cultural de
viola abiertamente e incluso contribuye a su la nación, podemos encontrar, o bien otras
transformación. Oscila, por tanto, entre la versiones de esa historia, o bien elementos
legalidad y la ilegalidad; entre la persecución que parecen irrelevantes a las instituciones
policial y la financiación administrativa; entre estatales: la voz de los que han tenido mucho
lo autorizado por las instituciones distritales que decir sobre lo que han padecido, pero
y lo condenado por ellas.6 que han sido acallados; los escasos testimo-
nios de la vida del hombre común; o las vi-
cisitudes cotidianas que se despliegan bajo
el peso de una identidad oficial configurada
5 Véase el Decreto 75 de 2013 emitido por el Alcal-
de Mayor de Bogotá (en el que el fortalecimiento institucionalmente.
del muralismo urbano y su ruptura con la idea de
«vandalismo» ha tenido importantes efectos) que
reglamenta el uso del espacio público, los lugares Atendiendo, entonces, a la ya mencionada
aptos y no aptos para intervenciones plásticas, las dinámica de presencia irregular e intermi-
estrategias pedagógicas y de fomento para este tipo
tente que le es propia —y que supone la asi-
de actividades, así como las medidas correctivas en
caso de incumplimiento de la norma. duidad en la acción que la inscribe— nos
6 «Tanto el graffiti como el arte urbano están marcados encontramos ante una práctica que construye
actualmente por dos grandes elementos que confor- y reconfigura constantemente la memoria,
man su paradoja: su condición de ilegalidad a la vez
que de tendencia creciente en las grandes metrópo- al revisitar el pasado y visibilizar versiones
lis. (…) se prohíbe la parte no regulable mientras se o aspectos de la historia que los relatos he-
auspicia, en el caso de las ciudades artísticamente
gemónicos de la institucionalidad estatal no
más vanguardistas, la parte “vendible”» (Ballaz,
2009, p. 134). les reconocería. De esta forma, constituye un
7 «Sujetos políticos, es decir, sujetos capaces de in- Un escenario en el cual podemos constatar
tervenir de manera creativa en la configuración del la dinámica de esta tensión es la calle, por
mundo tenido en común con otros, de los espacios,
los tiempos y, en general, las formas de sensibilidad ser un espacio que permite la coexistencia y
y de materialidad que determinan la realidad de ese el encuentro de unos individuos con otros,
mundo y de ese «entre» unos y otros, en su constitu-
así como la colisión y el enfrentamiento de
tiva contingencia.» (Manrique & Quintana, 2016, p.
xxiii). sus diversas formas de ser, pensar, actuar
En este aspecto se verifica uno de los rasgos tanto en la percepción social que de ella se
más peculiares del muralismo urbano, pues tiene como en las descripciones, discusiones
la apropiación del espacio que por restric- y argumentaciones que suscita.9
ción normativa no puede apropiarse implica
una acción polémica que excede doblemente Sin embargo, algunas nociones como las de
tanto las delimitaciones legislativas como las propiedad privada, el respeto por el espacio
reglamentaciones sensibles que determinan la público (donde el bien común debe preva-
manera en que se construye, habita, percibe lecer sobre el bien particular) y la idea de
y significa el espacio. que el arte debe desplegarse únicamente en
lugares destinados a su divulgación so pena
En efecto, el muralismo urbano no se limita a de ser considerado vandálico, refuerzan una
cuestionar algunas delimitaciones legislativas concepción del espacio dentro de la cual
sino también las normas sociales que condi- prácticas como el muralismo urbano resultan
cionan la percepción cotidiana del espacio problemáticas y condenables desde ciertas
y que están asociadas a una serie de hechos perspectivas adoptadas en su consideración.
concomitantes que se han ido consolidando
históricamente. Pues aunque los cambios en Examinemos lo que a este respecto dice la
la perspectiva de la legislación han ejercido legislación. Amparada en el artículo 58 de la
una influencia importante sobre la percepción Constitución política de Colombia, la senten-
social del muralismo urbano, este por cuenta cia C-189/06 sobre el Derecho de propiedad
propia se ha introducido en la cotidianidad privada afirma que
de los individuos al reconfigurar los espacios
que diariamente circulan, imponiéndose a su
percepción y llevándolos a cuestionarse por el
9 Un claro ejemplo de estas transformaciones sobre la
sentido de esos espacios; por la transgresión percepción social se puede verificar en la manera en
operada sobre las delimitaciones sensibles que el grafiti y el muralismo urbano se han converti-
que los definen y por la legitimidad de la do en un foco de interés turístico en la ciudad de Bo-
gotá, especialmente para la población internacional,
acción a través de la cual esto sucede. De esta en algunos sectores de la ciudad donde su visibiliza-
manera, diseminándose poco a poco a través ción es notable, como en el barrio de La Candelaria.
Sobre el particular veáse la página web: http://www.
de la materialidad de la calle, dicha práctica
shock.co/cultura/articulos/el-graffititour-un-recorri-
ha venido movilizando una transformación do-por-el-arte-urbano-en-bogota-62038
En consecuencia, si el arte permite practicar Es así que las ciudades, esos monstruos de as-
una distribución nueva del espacio material y falto con rostros grises y enmudecidos, abren
simbólico, y si es en esta dirección por donde los ojos y rompen el silencio; se despojan del
tiene que ver con la política (Rancière, 2005), letargo en el que han permanecido sumidas
advertimos la relevancia que a este respecto durante siglos y comienzan a tener una voz
presenta el muralismo urbano. En efecto, propia por las voces de los anónimos que al-
bergan, transformando su propia piel, unas
la política no es en principio el ejerci- veces con maldiciones e imprecaciones, otras
cio del poder y la lucha por el poder. con alegría y estupor, en un devenir de colores
Es ante todo la configuración de un y formas que nos interpelan diariamente des-
espacio específico, la circunscrip- de los bloques de cemento que nos circundan.
ción de una esfera particular de ex- Transitar por la ciudad ya no es más un ejer-
periencia, de objetos planteados como cicio del tedio. Es un encuentro directo con
comunes y que responden a una deci- el ímpetu creativo de la vida urbana, que se
sión común, de sujetos considerados derrama a borbotones en los resquicios de la
capaces de designar a esos objetos y calle (allí donde convergen los intelectuales y
de argumentar sobre ellos. (Rancière, los mendigos, las prostitutas y los artistas, los
2005, p. 17) olvidados y los perseguidos) y cuyos trazos y
devenires estamos llamados a sentir, pensar
Movimientos, tensiones y acciones que, como y acoger con la misma vehemencia inscrita
hemos intentado demostrar, responden a las en sus apariciones.
Nota. Mural firmado por Lesivo y Saint Cat en la avenida Jiménez sobre el Eje Ambiental, Bogotá.
Fotografía por Peter Angritt, 2011. Licencia Creative Commons BY-SA 4.0, vía Wikimedia Commons.
hecho de que la articulación entre los dos ám- Gándara, L. (2002). Graffiti. Buenos Aires:
bitos heterogéneos de la universidad y la calle Universidad de Buenos Aires.
parece posible, a condición de ser elaborada. Guzmán, C. (2009). Bogotá, la construcción
Estas líneas han sido, justamente, un intento reciente de la calle: tres miradas. En C.
por constituir un movimiento incipiente en Guzmán, T. Maya, S. Kadamani, & C. Gil
tal dirección. (Eds.), ¡La calle es nuestra,… de todos!
Bogotá, ciudad en movimiento. (pp. 226-
235). Bogotá: Universidad de los Andes.
Referencias Manrique, C., & Quintana, L. (Comps.)
(2016). ¿Cómo se forma un sujeto po-
Ballaz, X. (2009). El graffiti como herramienta lítico?: prácticas estéticas y acciones
social: una mirada psicosocial a las po- colectivas. Bogotá: Universidad de los
tencialidades críticas del arte urbano. Andes.
Violencia y salud mental, 131-144. Rancière, J. (2005). Sobre políticas estéticas.
Braz, A. (2009). La calle y el elemento social: Barcelona: Universidad Autónoma de
¿el espacio determina lo social o lo social Barcelona.
determina al espacio? En C. Guzmán, Rancière, J. (2006). Política, policía, demo-
T. Maya, S. Kadamani, & C. Gil (Eds.), cracia. Santiago de Chile: Lom.
¡La calle es nuestra,… de todos! Bogo- Rueda, M. (2003). Arte y utopía: la ciudad
tá, ciudad en movimiento. (pp. 146-153). desde las artes visuales. Buenos Aires:
Bogotá: Universidad de los Andes. Asunto impreso.
Bromberg, P. (1997). Arte para Bogotá. Bo- Saldarriaga, A. (2011). Del arte urbano a las
gotá: Instituto Distrital de Cultura y Tu- prácticas artísticas en la ciudad. En A.
rismo, Universidad Nacional. Vargas (Ed.), Ciudad contemporánea,
Cohn-Bendit, D., Sartre, J.-P., & Marcuse, H. arte, imagen y memoria. (pp. 13-20).
(Comp.) (1982). La imaginación al poder: Bogotá: Universidad de Bogotá Jorge
París mayo 1968. Barcelona: Argonauta. Tadeo Lozano.
Decreto 1504 de 1998 Nivel nacional. Régi- Sentencia C-189/06. (2006) Corte Constitu-
men legal de Bogotá. 1998. Recuperado cional República de Colombia. Recupe-
de: www.alcaldiabogota.gov.co/sisjur/ rado de: http://www.corteconstitucional.
normas/Norma1.jsp?i=1259 gov.co/relatoria/2006/C-189-06.htm.