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Nuestro

Biohuerto
Urbano
Nuestro Biohuerto Urbano

Autor:
Josue David Aguilar Medina

Publicación del Movimiento Ciudadano frente al Cambio Climático - MOCICC


Daniel Olaechea 175 Jesus Maria
www.mocicc.org
email: info@mocicc.org

Diseño y diagramación:
Alex Albornoz

Edición:
Vanessa Torres Caceres
Antonio Zambrano Allende

Esta permitida la reproducción, total o parcial de este libro, su tratamiento informático,


su transmisión por cualquier forma o medio, sea electrónico mecánico por fotocopia
u otros, con la siempre indicación de la fuente, cuando sea usado en publicaciones o
difusión por cualquier medio

Esta publicación ha sido posible gracias al financiamiento de Diakonia

Primera Edición:
Enero 2017, 1000 ejemplares
Hecho el deposito Legal en la Biblioteca Nacional del Perú N°...

Impreso y hecho en Perú


Gama Gráfica S.R.L.
Jr Risso 560, Lince - Lima
www.gamagrafica.org
Introducción

El Cambio Climático es, sin duda alguna, el más serio problema que ha
enfrentado la humanidad durante toda nuestra historia. Tanto porque
amenaza nuestra supervivencia así como la continuidad de la vida misma en
la tierra.

El cambio de paradigma civilizatorio es una urgencia que no solamente


debemos exigir a aquellos que toman decisiones que influyen en el futuro de
nuestras sociedades, sino que también debemos aportar en la construcción
de un ser humano nuevo que conviva armoniosamente con el planeta.

El Movimiento Ciudadano frente al Cambio Climático presenta esta breve


guía con la esperanza de contribuir y promover las alternativas de cambio
desde nuestras casas, organizaciones, barrios y comunidades, de tal forma
que podamos transformar el presente y el futuro de nuestros pueblos para
hacerlos más sanos, verdes, solidarios y sostenibles.
Nuestro
Biohuerto
Urbano
Un biohuerto es el espacio en el cual se desarrollan múltiples actividades
basadas en la producción de alimentos sanos y nutritivos. En un biohuerto se
procura trabajar a favor de la naturaleza y no en contra de ella, promoviendo el
uso de abonos orgánicos como producto de la descomposición de residuos de
cocina y restos de cosecha, fomentando la diversidad de cultivos como horta-
lizas, frutales, flores, plantas aromáticas y medicinales, e incluso se puede criar
animales menores como gallinas, conejos, cabras, ovejas, cuyes, entre otros.

Un biohuerto también es un lugar donde se lleva a


cabo la experimentación, la observación y se pone
en práctica la teoría.

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Nuestro biohuerto urbano

La diversidad de cultivos agrí-


colas en nuestros biohuertos
nos sirve para asegurar la pro-
ducción de comida en diferen-
tes épocas del año y con ello
asegurar la alimentación de
nuestras familias con produc-
tos frescos y saludables”.

Pero, ¿por qué deberíamos preo-


cuparnos por implementar nuestro
propio biohuerto si vivimos dentro de
la ciudad?

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Como sabemos, las ciudades son conglomerados que albergan grandes
asentamientos humanos. En el 2011, la FAO (Organización de las Naciones
Unidas para la Agricultura y la Alimentación), indicó que más del 50% de la
población mundial vive en las ciudades y se espera que para el año 2050 estas
cifras sobrepasen el 66%. Las implicaciones de ello repercuten directamente
en el aumento de la contaminación ambiental, el incremento del desempleo y
por ende mayor índice de pobreza que también genera la inseguridad alimen-
taria de las familias.

Generalmente las ciudades dependen del abastecimiento de alimento


externo. Para el transporte de estos se requiere de combustibles fósiles los
cuales emiten grandes cantidades de CO2 (dióxido de carbono) a la atmós-
fera, siendo este uno de los principales Gases de Efecto Invernadero que ha
incrementado el calentamiento global y amenaza nuestro futuro y el de las
generaciones venideras.

entien-
Por Gases de Efecto Invernadero se
de la
de aquellos componentes gaseosos
anos,
atmósfera, tanto naturales como hum
solar.
que absorben y reemiten radiación
rnadero
Estos a su vez provocan el efecto inve
pera tura
que naturalmente mantenía una tem
estable en el planeta.

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Nuestro biohuerto urbano

ONU 1992
(Organ ización de las Nacion es Unidas )

Cambio Climático es el cambio


del clima atribuido directa o
indirectamente a la actividad
humana que altera la compo-
sición de la atmósfera mundial
y que se suma a la variabilidad
natural del clima observada
durante períodos de tiempo
comparables.

Por otro lado, depender de fuentes de alimentos externa, nos hace más
vulnerables ante desastres naturales que dañan las vías principales de acceso
entre ciudades y zonas agrícolas aledañas. El Perú ya sufre las consecuencias
del Cambio Climático. Según el Consejo Nacional del Ambiente (CONAM),
el efecto producido por el fenómeno de El Niño, en el periodo comprendido
entre 1997 y 1998, ocasionó graves daños en el tramo norte de la carretera
Panamericana a consecuencia de las inundaciones puesto que estas vías de
acceso no han sido diseñadas para soportar lluvias intensas.

Además con el incremento en los precios de los


combustibles fósiles también se incrementan
los precios de la canasta básica de alimentos.

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Ahora que cuento con
esta importante in-
formación, estoy lista
para implementar
mi huerta orgánica y
producir mis propios
alimentos.

Para comenzar con la implemen-


tación de nuestro huerto, huerta,
biohuerto o como nos sintamos
más cómodos llamarle, necesi-
tamos contar con las siguientes
condiciones:

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Nuestro biohuerto urbano

Ubicación del Biohuerto:

Nuestro biohuerto debe estar ubi-


cado lo más cerca posible a nuestra
casa, escuela o comunidad. Con
ello nos aseguramos de cuidarla
constantemente y no invertir tanta
energía o esfuerzo para estarla
visitando. También es importante
tomar en cuenta el acceso al agua
para realizar los riegos a nuestros
cultivos.

Las condiciones del terreno:

El terreno debe ser plano (preferible-


mente), no debe ser arenoso y tampoco
debe contener desperdicios de cons-
trucción. También debe contener tierra
fértil. Este parámetro es muy fácil de
reconocer, ya que los suelos son repre-
sentados por su color y mientras más
oscuro se encuentra, esto es señal de un
suelo fértil y con muchos microorganis-
mos que les proporcionan los nutrientes
a los cultivos en la medida que estos los
necesiten.

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Acceso a la luz solar directa:

Hortalizas que SÍ toleran sombra Hortalizas que NO toleran sombra


(Requieren al menos (Requieren al menos
3 horas luz por día) 5 horas luz por día)

También coliflor, apio, También beterraga,


acelga, repollo, poro, etc. zapallo, calabaza, etc.

Anotaciones:

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Nuestro biohuerto urbano

Preparación del terreno:

Antes de sembrar en nuestra huerta, debemos planificar muy bien dónde,


cómo y qué vamos a cultivar. Para ello deberíamos trazar los espacios donde
se va a sembrar.

Estos pueden ser de diver-


sas formas, sin embargo para
optimizar espacio y recursos se
recomienda hacer “camas” que
tengan no más de un metro de
ancho (el largo queda condicio-
nado por el espacio pero este no
debería ser mayor a 10 metros). Su profundidad debería ser de al menos 30
cm. , esto nos servirá para facilitar la exploración de nutrientes por parte de las
raíces de los cultivos.

También es importante tomar en cuenta un espacio entre cama y cama, el


cual nos permita caminar y realizar actividades de siembra, trasplante, riego,
limpieza, entre otros, y este debería tener un mínimo de 50 cm.

Finalmente, procederemos a la aplicación del abono orgánico, el cual lo ex-


plicaremos con detalle más adelante, emparejamos la cama y una vez hecho
todo esto tendremos el suelo listo para sembrar.

Para mantener la fertilidad de


nuestros suelos es muy importante
la incorporación de abonos orgá-
nicos, pero también es primordial
hacer rotaciones de cultivos, estas
consisten en alternar adecuada-
mente los cultivos en el tiempo y
espacio, es decir, no sembrar lo
mismo en las “camas” que se han
cosechado hace poco.

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Rotación de cultivos:

Es importante para la rotación


de cultivos tomar en cuenta
sus familias, pues al igual que
nosotros, los cultivos también se
distribuyen por familias deman-
dando de esta forma similares
requerimientos nutricionales. A
continuación se enumeran algu-
nas de ellas.

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Nuestro biohuerto urbano

ALGUNAS FAMILIAS DE HORTALIZAS:

Leguminosas Cucurbitáceas Solanácea Crucífera

Sabiendo las familias de las hortalizas tendremos más claro el cómo se


harán las rotaciones. Este es un parámetro de gran utilidad ya que algu-
nas hortalizas tienen “preferencia” por algún nutriente en particular e
incluso existen cultivos o plantas que por lo contrario tienen la capacidad
de mejorar la fertilidad de nuestros suelos.

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A continuación mostramos tres categorías generales de cultivos para la ro-
tación, agrupando los cultivos como donantes, alta y ligeramente consumido-
res de nutrientes. Los altamente consumidores (que normalmente dan fruto)
son aquellos que aparte de requerir periodos más largos de luz directa del sol
durante el día, también necesitan de mayor concentración de nutrientes en el
suelo. Los ligeramente consumidores (tubérculos y hortalizas de hojas comes-
tibles) pueden crecer bien en áreas con poca incidencia de luz y no son muy
exigentes en nutrientes (esto no quiere decir que no necesitan de ellos para
crecer), y finalmente los cultivos donantes, que son todos los que pertenecen a
la extensa familia de las “leguminosas” los cuales se identifican por tener vainas
y se caracterizan por fijar el nitrógeno atmosférico al suelo, siendo este uno de
los principales nutrientes que requieren todo tipo de plantas y es normalmente
uno de los más escasos para ser absorbido.

Ligeramente Consumidores

Altamente Consumidores

Cultivos Donantes

Teniendo todos estos insumos,


ahora trataremos de indicar es-
quemáticamente cómo haremos
la rotación de las hortalizas en
nuestras parcelas.

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Nuestro biohuerto urbano

Parcelas productivas en primera


temporada de cultivos*

Hortalizas con frutos Hojas y tubérculos Leguminosas


(Parcela 1) (Parcela 2) (Parcela 3)

Parcelas productivas en segunda


temporada de cultivos *

Hojas y tubérculos Leguminosas Hortalizas con frutos


(Parcela 1) (Parcela 2) (Parcela 3)

Parcelas productivas en tercera


temporada de cultivos *

Leguminosas Hortalizas con frutos Hojas y tubérculos


(Parcela 1) (Parcela 2) (Parcela 3)

*
Ejemplo basado en un biohuerto de tres parcelas.
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Finalmente no debemos
olvidar la importancia
de alimentar al suelo con
abono orgánico constan-
temente para que este
nutra a nuestras plantas.

La Asociación de cultivos
La asociación de cultivos significa incorporar diferentes tipos de cultivos o
plantas en un solo espacio. Con esta práctica también reducimos el ataque e
incidencia de plagas y enfermedades optimizando el uso de pequeños espacios
de nuestra huerta.

Es importante identificar qué asociación precisa de mejores resultados


ya que al igual que nosotros, también las plantas tienen sus preferencias en
cuanto a asociaciones o plantas acompañantes. Estas asociaciones deben ser
orientadas para complementar espacios verticales y horizontales potenciando
el desarrollo de los cultivos tanto sobre como bajo el suelo.

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Nuestro biohuerto urbano

Importante a tomar en cuenta


para las asociaciones:

1. Asociación de 2. Hortalizas de
hortalizas de hojas crecimiento rá-
con hortalizas de pido con plantas
raíz (lechuga con de crecimiento
zanahoria) lento (choclo con
rábano)

3. Plantas de raíces 4. Combinación de hortalizas


profundas con de altos requerimientos con
hortalizas de raíces hortalizas de bajos requeri-
superficiales (yuca mientos.
con espinaca)

Anotaciones:

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No olvides incorporar, dentro de las diferentes asociaciones, plantas repe-
lentes como cebolla, ajo, poro, etc. porque mantienen alejados a los insectos
plagas de nuestros cultivos. Por otro lado, siempre considera sembrar plantas
aromáticas y con flores ya que estas nos ayudan a incrementar el número de
insectos polinizadores y otros insectos benéficos.

Cuadro 1. Algunas asociaciones de buenos y malos acompañantes para tomar


en cuenta.

Cultivos
Compañeros Enemigos

Ajo Remolacha, lechuga, tomate Frijol y arveja


Arveja (Gandul) Zanahoria, nabos, rábanos, pepino, maíz Ajo y cebolla
y la mayoria de las hortalizas
Brócoli Frijol de mata Frijol trepador
Cebolla Remolacha, lechuga, tomate Frijol y arveja
Coliflor Cebolla, ajo, papas, remolacha y plantas Frijol trepador
aromaticas
Espinaca Lechuga No tiene
Frijol Papa, zanahoria, pepino, repollo y la Ajo y cebolla
mayoria de las hortalizas
Haba Maíz No tiene
Lechuga Zanahoria, rábano, pepino y calabaza No tiene
Maíz Frijol, calabaza, pepino No tiene
Papa Frijol, maíz, repollo y haba Pepino, calabaza
y girasol
Pepino Frijol, arveja, maíz, cebolla y rábano Papa
Rábano Arveja, lechuga y zanahoria No tiene
Repollo Cebolla, ajo, papas, remolacha y plantas Frijol trepador
aromaticas
Soya Es un cultivo ideal, crece bien con todas No tiene
y ayuda a todas
Tomate Cebollín, cebolla, perejil, zanahoria y Papa y repollo
lechuga
Zanahoria Lechuga, rábano, arveja, tomate y No tiene
cebolla

Tomado de Cultivo Biointensivo de Alimentos (Jeavons J. 2012)

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Nuestro biohuerto urbano

Una vez considerado los


ante-
riores aspectos técnicos,
proce-
deremos a la implementa
ción
de nuestra huerta, comen
zan-
do por la siembra de nu
estro
cultivo.

La siembra:

Cuando ya hemos preparado el suelo en nuestra


huerta y contamos con las plántulas o semillas de
los cultivos que queremos, procedemos a sembrarlas.
También es de fundamental importancia, en caso
de hacer la compra de semillas, rectificar que sus
empaques vengan bien sellados y su etiqueta inclu-
ya datos como la fecha del embazado, porcentaje de
germinación, época o temporada de siembra, etc.

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1. Siembra directa:
Este tipo de siembras se hace normalmente para semillas grandes y de rá-
pida germinación como son el pepino, maíz, habas, frijol, sandía, melón, espi-
naca, acelga; plantas con raíces comestibles como rábano, betarraga y zana-
horia; con tallos comestibles como camote, papas así como las semillas de ajo,
cebolla y espárrago.

Por regla general, cada semilla


debe ser sembrada a una profundi-
dad del doble de su tamaño, semi-
llas que sean sembradas a mucha
profundidad, difícilmente lograrán
que la planta resultante salga a la
superficie. La siembra directa se
puede hacer de diferentes formas:
al voleo que consiste en dispersar de forma uniforme las semillas sobre el te-
rreno, de golpe que consiste en introducir dos o tres semillas por agujero y a
chorro continuo donde se depositan las semillas sobre cada surco.

2. Siembra indirecta:
(trasplante desde almácigos)

Este es quizás el tipo de siembra con mayor gra-


do de eficiencia, ya que se disminuye el gasto de
agua para riego (durante la germinación y prime-
ros estadíos de desarrollo) y se utiliza menos semi-
lla respecto a la siembra directa, sin embargo no es
apto para todos los cultivos que formarán parte de
nuestro huerto. Generalmente se hace con aquellas
semillas pequeñas y delicadas como el tomate, pi-
miento, ajíes, cebollas, berenjena, poro, col, brócoli,
lechuga, coliflor, apio, entre otras.

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Nuestro biohuerto urbano

Es importante mantener las plántulas prote-


gidas de los fuertes vientos, de la lluvia y de la
alta intensidad de radiación solar. ¡Pero cuidado!
tampoco estas deben estar bajo completa som-
bra, ya que crecerán delgadas y raquíticas lo que
las hace muy vulnerables al ataque de enferme-
dades. La sombra se le irá quitando progresiva-
mente según el desarrollo y tipo de hortalizas.

Los almácigos pueden ser hechos de diferentes materiales: bandejas plásti-


cas, cajones de madera, cartones de huevos, frascos de yogurt o vasos plásti-
cos donde a la vez reciclas y contribuyes a reducir la contaminación de nuestro
ambiente.

Los sustratos de los semilleros deben tener buena capacidad de circulación


de oxígeno y retención de agua. La mezcla para un buen sustrato se logra uti-
lizando suelo fértil bien cernido (20%), abono orgánico (30%) y turba (50%),
no obstante, puedes intentar experimentando con los materiales que tengas
a tu alcance.

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Cuando las plántulas han crecido entre 8 y 12 cm y han formado al menos
cinco hojas estarán listas para ser trasplantadas. Debemos ser sigilosos al mo-
mento de retirar las plántulas del recipiente para evitar romper sus raíces.

El trasplante se recomienda hacerlo en las primeras horas de la mañana o


preferiblemente después de las 5 de la tarde. Con esto impediremos un mayor
estrés por parte de las plántulas. Finalmente el terreno debe estar lo suficien-
temente húmedo y las plantas deben sembrarse a buena profundidad como
mostramos a continuación.

Época de siembra
De acuerdo a las regiones donde vivimos, podemos sembrar hortalizas
todo el año o únicamente en algunas temporadas (en el caso de Lima), esto va
a variar de acuerdo a las estaciones del año y a la energía que irradie la luz solar.
A continuación vemos algunas opciones para nuestra huerta.

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Nuestro biohuerto urbano

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El abono orgánico

Elaboramos abono orgánico para la obtención de


humus, el cual es el resultado de la descomposición
final de la materia orgánica. El humus es rico en
nutrientes, vitaminas, hormonas de crecimiento y
microorganismos que apoyan directamente con el
desarrollo de nuestros cultivos.

La calidad de suelo de nuestra huerta acompañado del abono orgánico son


prácticamente dos de los componentes principales a considerar. Mediante el
abono orgánico proporcionamos al suelo el “alimento” para que este pueda
nutrir a las plantas. Por ello, este debe ser suministrado constantemente al
suelo y de esta forma mantener vigente los procesos interactivos que se dan
entre planta y suelo.

¿Cómo elaborar nuestro propio


abono orgánico?
Para elaborar nuestro propio abo-
no en casa debemos saber qué ma-
teriales podemos utilizar y cuáles no.
Por ejemplo, NO debemos utilizar ma-
teriales como vidrio, plástico, metal,
pilas, maderas tratadas con químicos,
carnes, papel periódico, aceite, entre
otros. Por otro lado, los residuos aptos
a ser utilizados para compostar son
restos de comida, restos de verduras,
cáscaras de frutas, estiércol de: cuy,
gallinas, conejos, vacas, cabras, ove-
jas; hojas de papel que no contengan
tinta, restos de cosecha, hojas secas,
entre otros.

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Nuestro biohuerto urbano

Toma en cuenta que eyecciones de animales domésticos como


perros y gatos no deben ser incorporados en nuestro compost
ya que estos contienen muchos microorganismos patógenos
que pueden ser perjudiciales para nuestra salud.

El lugar donde estará nuestro compost, deberá ser protegido del viento,
de animales, de las lluvias y de la radiación solar directa. Contando con es-
tos parámetros procederemos a compostar materiales orgánicos, no sin antes
mencionar que para ello podemos tener diferentes modelos de composteras,
como los que mencionamos a continuación:

Cilindro de maya
Cajón compostero

Zanjas composteras

Pila compostera

Cilindro plástico movible

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Una vez ubicado el lugar y reci-
piente donde elaboraremos nues-
tro compost, vamos a comenzar
apilando en pequeñas capas cada
uno de los distintos materiales,
por ejemplo, la primera capa (co-
menzando desde el suelo hasta
arriba) será de material seco, la
segunda capa de restos de cocina,
la capa siguiente de estiércol, lue-
go la capa con material de podas y
así sucesivamente hasta comple-
tar un tamaño considerable de la
compostera (no mayor a un me-
tro de altura).

Recuerda que si no cuentas con la suficiente disponibilidad de materiales


para compostar de una sola vez, puedes ir haciéndolo progresivamente a me-
dida que los residuos estén siendo disponibles. Cuando incorporas cada día o
en diferentes momentos material orgánico al compostero, implica que tendrás
materiales con diferentes estados de descomposición.

Manejo del compostaje


Humedad: El proceso de compostaje necesita de una humedad balanceada,
de esta manera propiciamos el ambiente ideal para la actividad microbiana in-
teractuante. Puntos extremos como exceso de humedad o falta de la misma
ralentizan el proceso y el producto final no es de buena calidad.

Aireación: Se necesita de al menos 2 veces por mes remover todos los mate-
riales, con esto reactivamos la actividad microbiana ya que el oxígeno es su
fuente de energía. Al momento de remover los materiales, asegurémonos de
dejar los materiales de la parte interior en la parte superior y viceversa, de esta
forma no dejamos espacios compactados o en ausencia de oxígeno.

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Nuestro biohuerto urbano

Excesos de humedad impiden


la circulación del aire dentro
del compost, lo que genera
malos olores y una mala des-
composición.

Temperatura: Notarás que después de transcurridas las primeras 15 horas


aproximadamente de haber mezclado los materiales, la temperatura del com-
post comenzará a incrementar, esto es el resultado del arranque de la actividad
microbiana. Los procesos de compostaje requieren temperaturas de entre 65
y 70 °C para “higienizar” o eliminar microorganismos patógenos y semillas de
“malezas”. Para que el proceso logre estas temperaturas, se requiere al menos
un metro cúbico de materiales para compostar.

Tipo de materiales: Como se ha mencionado, en el compost necesitas la


mezcla de materiales verdes, materiales secos y eyecciones de animales. No
olvides que la diversidad hace la diferencia y mientras más diversos sean los
materiales que incorpores al compost, mejor será su descomposición y su con-
tenido nutricional, que al corto, mediano y largo plazo favorecerá a los cultivos.

27
¿Cómo reconocer un
buen compost?

El compost estará listo entre 3 y 6


meses, pero esto dependerá de varios
factores, entre ellos la cantidad y tipo
de materiales que incorpores. Cuando
el compost esté finalizado, deberá tener
una temperatura ambiente, por otro
lado, su color deberá ser negro, con
apariencia y olor a tierra de mantillo de
bosque. Sus partículas deben estar com-
pletamente desintegradas y en forma de
pequeños gránulos de suelo.

Cuidados necesarios en
nuestra huerta
Para mantener nuestros cultivos en buen estado y nuestro biohuerto sa-
ludable es importante darle seguimiento constante mediante diferentes ac-
tividades, las cuales incluyen riego, aporque de cultivos, raleo, deshierbe, y/o
tutores si es necesario. Para ello damos algunas instrucciones a continuación.

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Nuestro biohuerto urbano

El riego:

Lo más recomendable es hacer los riegos


a primeras horas de la mañana o al atardecer.
Recordemos que cuando regamos en horas
más soleadas existe mayor pérdida de agua
por evaporación. La frecuencia de los riegos
dependerá de la época del año, de manera
que en verano los riegos deben hacerse cada
día. No permitas que las plantas entristezcan
para regarlas, la mejor forma de ver si nues-
tra huerta requiere riego es levantar una pe-
queña capa de suelo e identificar si existe o
no suficiente humedad.

Aporque:

Se hace cuando los cultivos comienzan a


crecer y son vulnerables a los vientos fuer-
tes, por ello es recomendable colocar suelo
a su contorno y evitar que las plantas se do-
blen con facilidad.

Deshierbe:

En nuestra huerta crecerán algunas hierbas que no hemos sembra-


do, las cuales compiten por luz, agua y algunas veces por nutrientes con
nuestros cultivos. Debemos evitar que estas alcancen tamaños mayores
a la de nuestros cultivos.

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Raleo:

Este lo hacemos cuando las plantas crecen demasiado cercanas en-


tre sí. Usualmente cuando hacemos siembra directa colocamos entre
dos y tres semillas por postura (algunas veces más como el caso de la
zanahoria cuando la sembramos a chorro continuo) asegurando que al
menos una de estas germine. No obstante, en muchos casos germinan
todas y es aquí cuando debemos hacer raleo de las mismas a modo de
dejar espacios libres entre plantas propiciando su normal crecimiento.

Tutores:

Son estructuras cuyo propósito es ayudar a sostener los cultivos que


fructifican, puesto que sus frutos pueden debilitar las ramas y hacer que
estas se quiebren. Algunos cultivos que requieren tutorado son el toma-
te, el pepino, los pimientos, la berenjena, entre otros.

30
Nuestro biohuerto urbano

Plagas y enfermedades
El nombre “plaga” ha sido utilizado desde hace ya varias décadas para re-
ferirse a poblaciones altas de insectos que son perjudiciales para nuestros cul-
tivos, sin embargo cabe aclarar que en la naturaleza ningún insecto es plaga,
únicamente son parte de un ecosistema.

Por otro lado, las enfermedades son ocasionadas por microorganismos que
no podemos observar a simple vista tales como bacterias, virus y hongos. Una
hortaliza, cultivo o planta en general al ser atacada por estos microorganismos
es más complejo poder sanarla, sin embargo, para evitar riesgos lo ideal es tra-
bajar en su prevención, mediante aplicaciones constante de abonos orgánicos
y evitando el encharcamiento de agua durante los riegos.

Recordemos también que en nuestra huerta existen insectos benéficos


(quienes se alimentan de insectos plaga) por lo cual no todo insecto debe ser
considerado perjudicial.

Ciempiés:

Se alimenta de insectos perjudiciales en nuestro huerto, lo que los hace


ser de gran utilidad. Necesitan espacios húmedos para vivir y de rocas
para ocultarse.

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Arañas:

Al igual que el ciempiés, nos ayudan a mantener control de insectos en


nuestra huerta.

Crisopas:

Es el depredador número uno de la mosca blanca (una plaga que daña


principalmente al tomate). El insecto crisopas parasita (introduce sus
huevecillos) las larvas de la mosca blanca. También se alimenta del néctar
de flores, por ello la importancia de tener plantas con flores en nuestra
huerta.

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Nuestro biohuerto urbano

Mariquitas:

Las mariquitas se alimentan principalmente de ácaros y pulgones. Los


pulgones se alimentan de la savia de las plantas causándoles daños irre-
versibles y normalmente se encuentran debajo de las hojas, por ello, al
encontrar mariquitas en nuestras huertas debemos protegerlas.

Abejas y
avispas:

Las abejas son de gran importancia ya que juegan un rol fundamental


en la polinización de los cultivos. Por otro lado, las avispas se alimentan de
las larvas de insectos dañinos.

33
Algunas estrategias
para el control de plagas

Debemos tomar en cuenta que cada intervención que nosotros realizamos


en nuestra huerta para el control de insectos plaga, también puede repercutir
de manera negativa con nuestros insectos benéficos, sin embargo, en ocasio-
nes no tenemos otra alternativa por lo cual acudimos a las siguientes estrate-
gias:

Trampas
de colores:

En ocasiones suele funcionar colocar trampas (plásticos con algún


material adherente como aceite) de diferentes colores en nuestra huerta,
esto llama la atención de los insectos quienes quedan atrapados en el ma-
terial pegante. Los colores más utilizados suelen ser el amarillo, el verde y
el azul, pero puedes experimentar utilizando otros colores.

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Nuestro biohuerto urbano

Repelentes
caseros:

Estos son elaborados típicamente con plantas aromáticas o que emiten


olores fuertes. Una receta para elaborar 20 litros de repelente puede ser
la siguiente:

- ½ kg de ajos
- ½ kg de cebolla roja
- 1 kg de ají muy picante
- ½ kg de jengibre (kion)
- 1 kg de plantas aromáticas (ruda, tomillo, romero, albahaca, etc)
- Agua hasta completar 20 litros

Todos estos materiales se deberán picar en partes muy pequeñas,


mezclar y almacenara en un recipiente cerrado, transcurridos 15 días de
su fermentación, podrá utilizarse mezclando en un atomizador del 20 a
30% de repelente y el complemento restante con agua. Su aplicación de-
berá ser como preventivo, utilizándolo al menos una vez por semana. Esta
es solo una idea de cómo hacer tú propio repelente casero, toma en cuen-
ta que puedes hacer repelentes únicamente con los materiales que tienes
fácilmente a tu alcance.

35
¡Como Movimiento
Ciudadano frente al
Cambio Climático, te
deseamos el mejor de
los éxitos con el
desarrollo y manejo
de tu biohuerto!

36
Nuestro biohuerto urbano

Bibliografía

CONAM (Consejo Nacional del Ambiente). 2001. Comunicación


Nacional del Perú a la Convención de Naciones Unidas sobre el cambio
climático. Primera edición. 120 p.

FAO (Food and Agriculture Organization of The United Nations,


Italy). 2011. The place of urban and peri-urban agriculture (upa) in
national food security programmes. 44 p.

Jeavons,J. 2012. Cultivo biointensivo de alimentos, Sexta edición.


261p.

ONU (Organización de las Naciones Unidas), 1992. Convención


Marco de las Naciones Unidas sobre el cambio climático. 26p.

37
No importa que
tan urbana sea
nuestra vida, el buen
funcionamiento de
nuestro organismo
dependerá de la
riqueza de nuestros
alimentos

38
Movimiento Ciudadano frente al Cambio Climático

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