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Capítulo 1

LA MINERÍA Y EL AMBIENTE

1. INTRODUCCIÓN

El despertar universal de la conciencia sobre el ambiente surgió al comienzo de la década de los


años setenta. Fue entonces cuando se empezó a percibir con nitidez en los países más avanzados que
el bienestar económico, fruto del desarrollo, iba acompañado de unas secuelas no deseadas sobre la
naturaleza y que empezaban a ser difícilmente aceptables para las poblaciones.

En épocas anteriores también surgieron problemas de ambiente, pero es en la actualidad cuando,


con el espectacular aumento de la facultad humana de transformación del entorno natural, se ha
originado un desequilibrio entre los deterioros ocasionados y la capacidad de recuperación del medio
frente a los mismos.

Con respecto a la minería, que es la actividad industrial básica dedicada a la obtención de


georrecursos para el abastecimiento a la población de materias primas, en ningún momento ha sido
más importante para la humanidad que hoy día reconocer su dependencia de los minerales y metales,
y confesar su influencia sobre su calidad de vida, su progreso y su destino. Es, pues, evidente, que no
se puede prescindir de la explotación de los recursos minerales y que esta actividad probablemente
se intensifique en el futuro.

Sin embargo, la conciencia que se tiene hoy de la limitación de los recursos naturales, así como la
de los diversos elementos que constituyen los ecosistemas que nos rodean, obliga a ejercitar la
capacidad inventiva y creativa para solucionar los problemas de demanda de materias primas
minerales en todo el mundo, en claro equilibrio con la conservación de la naturaleza, permitiendo así
salvaguardar el patrimonio que representa el medio y los recursos naturales para poder legarlo a las
generaciones futuras.

2. LOS MINERALES Y LA HUMANIDAD

Los minerales y sus productos derivados han estado siempre estrechamente ligados a todos los
aspectos de la civilización, a sus instituciones, a sus actividades, a su bienestar y a su calidad de vida.
Incluso muchos enfrentamiento bélicos han nacido por la disputa de la posesión de yacimientos
mineros.
La búsqueda incansable por el hombre de las riquezas naturales le ha llevado a través de la historia
al descubrimiento y colonización de nuevas tierras y a la expansión del comercio, además del arte y
la tecnología.

Con frecuencia, el nivel de desarrollo de una sociedad se mide por los usos que cada nación hace
de sus propios recursos mineros o con los importados y su valor económico en las diferentes etapas
de utilización y procesamiento.

Los minerales y la sociedad han estado ligados desde los tiempos más remotos de la Humanidad,
conociéndose así las etapas prehistóricas con el nombre de “Edad de Piedra”, “Edad de Cobre” y
“Edad de Hierro”, en clara alusión a la naturaleza de los utensilios en ellas empleados.

Desde el principio del Paleolítico, hace 250.000 años o quizás 500.000 años, cuando el hombre
emergió como un ser extraño, las herramientas de piedra fueron pacientemente esculpidas en cuarzo,
pedernal y otros materiales duros, desde el Cabo de Buena Esperanza al Mediterráneo y desde el
Atlántico a la India. Parece como si hubiera existido un contacto entre los diferentes grupos dispersos
que compartieron aisladamente ideas y experiencias similares.

Durante el Neolítico, hace 10.000 ó 12.000 años, el pedernal fue el principal mineral utilizado en
el arte y en la industria para la fabricación de herramientas, hachas, arpones y otros utensilios. No
obstante, ya se empleaban más de 13 sustancias minerales, algunas de las cuales se aplicaban en la
pintura y decoración.

El hombre salió de la Edad de Piedra cuando fue capaz de dominar algunas técnicas metalúrgicas
elementales. La Edad de Bronce durante la que se aprendió a trabajar el cobre y el bronce, a utilizar
los animales como fuerza de tiro, a emplear la rueda en los vehículos y en el arte, a construir con
ladrillos, etc., supuso tal revolución en descubrimientos y en invenciones que no fue superada hasta
pasado el siglo XVI.

La metalurgia del cobre prosperó gracias a los descubrimientos relacionados con la maleabilidad
y fusibilidad del metal, a la reducción de los minerales de cobre con carbón vegetal y a la aleación
del cobre con otros metales.

Hacia el año 3000 A.C., los pueblos que ocupaban los valles aluviales del Nilo, Tigris, Eúfrates e
lndo presentaban un notable rasgo común: la dependencia de los metales escasos y no comunes, y de
las aleaciones para un equipamiento industrial.

Paralelamente, el oro que debió ser uno de los primeros metales en atraer la atención del hombre
primitivo, pues se encontraba en la naturaleza en estado nativo y sobre todo en las rocas y gravas de
muchos ríos, ya se consideraba como un símbolo de riqueza, estando ligado al crecimiento y
florecimiento de los diferentes pueblos.

Una de las zonas que más oro produjo fue Egipto donde, según Diodoro, se explotaban depósitos
aluviales mediante minería a cielo abierto, habiéndose hallado en tumbas fechadas en el 2500 A.C.
representaciones de los procesos de trituración del cuarzo y refinamiento del oro. Otra evidencia de
la importancia del oro para los egipcios fue la relación de ese metal con la inmortalidad, pues dejaban
los restos de sus faraones en sarcófagos revestidos de oro y diferentes tesoros de ese metal para
acompañarlos en el más allá.

La plata se utilizó probablemente como moneda antes que el oro, existiendo referencias de esto en
el Antiguo Testamento. Parece que hay indicios de que purificaban la plata mediante un proceso de
copelación.

También se emplearon en los tiempos antiguos, el estaño, apareciendo algunas muestras en las
tumbas egipcias; el mercurio en forma de cinabrio, que se usaba como pigmento para colorear; y el
plomo, que si bien se empezó a utilizar en Egipto en el 3000 A.C. no fue hasta el tiempo de los
romanos cuando tuvo un uso más extensivo.

Los avances tecnológicos le permitieron al hombre en el 1200 A.C. pasar a la Edad de Hierro.
Algunas teorías indican que el primer hierro utilizado por los pueblos primitivos procedía de
meteoritos caídos a la tierra. El descubrimiento de una pieza de hierro en la pirámide de Guiza, que
tiene unos 5.000 años de antigüedad, avala esta teoría.

Posteriormente, se desarrollaron los procesos de obtención del hierro hasta los momentos actuales
en que este metal aún juega un papel importante en el desarrollo industrial de los países.

Es evidente que no en todos los continentes las edades cronológicas comenzaron al mismo tiempo,
pues los egipcios y otras civilizaciones obtuvieron metales siglos antes que los aztecas y los incas, y
todavía hay ciertas tribus de África y de Sudamérica que viven en el Neolítico.

En cuanto al carbón, el hombre pudo haberlo descubierto ya en la Edad de Piedra, tal y como se
ha puesto de manifiesto en minas inglesas con la aparición de algunas hachas neolíticas. No obstante,
entre las primeras civilizaciones orientales que explotaron carbón se encuentra la China. También
hace más de 2000 años, los griegos utilizaron carbón en los procesos metalúrgicos y los romanos lo
extrajeron de los yacimientos de Bretaña durante su ocupación. A pesar de todo, no fue hasta el siglo
XVI, cuando con la desaparición progresiva de los bosques empezó a utilizarse como fuente de
energía.
Pero fue a partir de los siglos XVIII y XIX cuando la vida económica, sobre todo en Inglaterra,
sufrió una rápida transformación estimulada por las guerras de Europa y el aumento de los precios de
los productos agrícolas. La invención de la máquina de vapor por James Watt en 1870 y su aplicación
al desagüe de minas y accionamiento de maquinaria, el descubrimiento de la dinamita para la
fragmentación de las rocas y la aplicación de importantes ingenios mecánicos hicieron que la minería
progresara espectacularmente. La industria del hierro y el acero, sobre la que se basó la Revolución
Industrial, fue posible gracias al empleo efectivo del carbón en las fundiciones y en el accionamiento
de las máquinas de vapor.

También constituyó un acontecimiento histórico trascendental el descubrimiento del petróleo en


1859 por el coronel E. L Drake, cuando perforó un pozo de 20 m del que obtenía 2 toneladas al día.
Comenzó así la Edad del Petróleo en la cual aún nos encontramos inmersos.

3. CRECIMIENTO FUTURO DE LAS DEMANDAS DE LOS MINERALES

El crecimiento en la demanda de minerales se restablecerá tras superar los efectos negativos del
ciclo depresivo, pues dicha demanda está íntimamente relacionada con el crecimiento económico,
con la expansión demográfica y con la mejora de la calidad de vida.

Tabla I-1. Crecimiento de la población y consumo de metales mundial

1870 1970 1983 2000 2017


1200 3632 4679 6270
Población índice (millones)
7722
Hierro y acero índice 21,3 595,4 664,3 850-950
(millones de toneladas) 1568,7
12500-
Cobre índice (miles de 105 6420 9,115
14500
toneladas) 20 MM
10300-
Plomo índice (miles de 286 3410 5,285
12000
toneladas) 2,4 MM
10600-
Zinc índice (miles de 177 5465 6,355
12000
toneladas) 4,3 MM
36500-
Aluminio (miles de 1 10257 15466
50000
toneladas) 60 MM
Molibdeno índice (miles de
toneladas) - 72 77 150-170
320

Fuente: W. Malenbaum (1978)


Mientras que la población mundial se multiplicó por 6,4 desde 1870 a 2017, el consumo de los
diferentes metales durante el mismo periodo de tiempo lo hizo de la siguiente manera:

Factor de
Metal
crecimiento
Hierro 1307250
Cobre 190476
Plomo 8391
Zinc 24293
Aluminio 600000
Molibdeno 320

Esto solamente indica que la demanda de metales probablemente se incrementará entre 8 y varios
cientos de veces más que la población mundial.

4. EL AMBIENTE Y SU RELACIÓN CON LA MINERÍA

4.1. Concepto de ambiente y de ecología

El término medio ambiente, al cual se alude de manera reiterada en nuestros días, no posee una
única definición que de una forma clara y concisa permita entender su alcance y satisfaga a todos.

Las definiciones existentes son en su mayoría complejas y subjetivas, pero entre todas ellas caben
destacar las de dos grupos que pudieran clasificarse como amplias y sistemáticas. De las primeras,
sobresale la propuesta por el Comité Internacional de la Lengua Francesa, que fue aceptada en la
Conferencia de Estocolmo celebrada en 1972, y que define al ambiente como «El conjunto, en un
momento dado, de los agentes físicos, químicos, biológicos y de los factores sociales susceptibles de
causar un efecto directo o indirecto, inmediato o a plazo, sobre los seres vivientes y las actividades
humanas».

Entre las definiciones sistémicas se encuentra la del grupo de trabajo del MAB, enunciada en 1973.
Los medio ambientes son sistemas multidimensionales de interrelaciones complejas en continuo
estado de cambio.. Posteriormente Gallopin en 1981, aclara aún más el concepto al decir «El ambiente
de un sistema es todo aquello en el universo que no es parte integrante en el ... El ambiente de un
sistema podría definirse como otro sistema que influye en el sistema considerado y recibe la influencia
de este ... Otro sistema cuya organización determina aquellos aspectos del comportamiento del
sistema que no se desprenden de su propia organización ... Una especificación mayor del medio
ambiente de un biosistema se obtiene cuando nos interesamos por la organización interna y la
dinámica del medio ambiente de un biosistema con su interés propio, o sea, porque elegimos el medio
ambiente de un biosistema como objeto de análisis o, como a menudo sucede con el hombre, nos
interesan las formas en que el hombre influye en otros biosistemas, etcétera».

Los recursos minerales, como parte de los recursos naturales, se integran en el propio sistema
multidimensional que configura el medio ambiente. El ser humano mediante la extracción de los
recursos naturales y transfomad6n posterior en productos y/o residuos introduce lo que se denomina
el medio ambiente transformado y cuya incidencia puede haberse concretado sobre el medio físico,
químico, biótico y social.

4.2. Gestión de los recursos minerales y el ambiente

La explotación y aprovechamiento de los recursos minerales, dentro de una política global de


desarrollo industrial, y, al mismo tiempo, de conservación del ambiente, debe realizarse con el
concurso de una serie de factores que coadyuven a la obtención de esos objetivos y, en definitiva, que
permitan la gestión del sector minero con una visión racional e integradora.

En la Figura 1. se representa un esquema del modelo de funcionamiento del proceso minero donde
se pone de manifiesto su carácter dinámico, espacial y temporal, y la gran influencia que ejerce el
mercado mediante la demanda de materias primas minerales.
Figura I-1 Modelo de funcionamiento del ciclo minero
Entre las consideraciones a tener en cuenta en la gesti6n de los recursos minerales que sirven para
utilizar, de forma más eficiente el medio natural, pueden citarse los siguientes:
 Aprovechamiento integral de las materias primas: durante el procesamiento y concentración de
las menas se produce un volumen considerable de residuos y est6riles, que podrían sustituir, en
parte, a los recursos que actualmente es preciso obtener de gran número de explotaciones. Por
ejemplo, en la construcción y obras públicas como áridos, gravas, arenas, etc., que se usan para
formar la base y subbase en carreteras, para la elaboración de cementos y hormigones, para la
fabricación de ladrillos, etc, otros residuos como son las cenizas metálicas de tostación de la
pirita y las escorias y cenizas volantes de las térmicas ya se están utilizando de un modo integral
con un claro beneficio económico y una repercusión muy favorable en el ambiente.
 Reciclado de materiales de desecho: muchos productos, después de su uso o consumo generan
importantes cantidades de materiales que pueden reciclarse económicamente. Como ejemplo
demostrativo de esto, está el caso del aluminio cuya producción secundaria de 1 t requiere
solamente el 5 % de la energía necesaria para producir la misma cantidad de metal a partir de
bauxita.
 Utilización eficiente de la energía: los procesos fabriles e industriales demandan grandes
cantidades de energía y, en ocasiones, presentan unos rendimientos energéticos muy bajos.
Además de las medidas de conservación de la energía, otro factor es la sustitución de
determinados productos por materiales cuya elaboración suponga menores consumos específicos
de energía. Las innovaciones tecnológicas juegan aquí un papel muy importante, así como la
producción masiva de nuevos materiales, entre los que cabría destacar los siguientes: cerámicas
avanzadas, aleaciones especiales, etc.
 Explotación racional de los yacimientos: muchos depósitos albergan minerales con diferentes
contenidos de sustancias aprovechables, con curvas que relacionan los tonelajes y las leyes del
tipo normal y lognormal. La aplicación de leyes de corte altas se traduce en la pérdida de
minerales pobres o marginales cuyo tratamiento sería viable con procesos más eficientes o
condiciones económicas más favorables. La ubicación de tales minerales en zonas diferenciadas
para una posible explotación futura sería la primera medida.

El mejor conocimiento geológico de los yacimientos y el correcto diseño de las minas son actuaciones
fundamentales para conseguir unas recuperaciones mineras más eficientes y básicas para su
aprovechamiento racional.

 Planificación del abastecimiento de minerales: la elaboración de planes de abastecimiento a


partir de las proyecciones de crecimiento de la población y, consecuentemente, de la demanda,
alternando las fuentes y modalidades de aprovisionamiento de los recursos constituye una buena
herramienta de gestión para asegurar el suministro de materias primas, al mismo tiempo que
sirven de base para la puesta en marcha y ejecución de programas de ordenación minero
ambiental en algunos subsectores.
 Legislación ambiental: por último, la aplicación de la legislación en materia ambiental y de
seguridad afectará a la gestión de los recursos en dos facetas distintas. Primero, se logrará de una
forma directa que los impactos producidos sean menores al aplicarse medidas correctoras sobre
las alteraciones de carácter temporal y permanente, y procederse a la recuperación de los terrenos
y, segundo, al entrar en vigor cierta reglamentación en otros sectores o áreas industriales se
producirán unos efectos indirectos claramente beneficiosos al obtenerse sustancias sustitutivas
de las naturales. Por ejemplo, la limitación de la cantidad de plomo en la gasolina, además de
permitir unos índices de contaminación más bajos, dará lugar a un menor dispendio y demanda
de dicho metal, tal como está sucediendo en los últimos años en los países más industrializados.

4.3. El papel de la restauración de terrenos afectados por la minería

La mayor parte de las actividades que desarrolla el hombre son, en mayor o menor medida,
agresivas para la naturaleza. La minería reviste especial interés, ya que después de proceder a la
extracción de los recursos minerales, si no existe una restauración posterior, los terrenos abandonados
quedan en una situación de degradación sin posibilidades reales de aprovechamiento.

La sociedad actual consciente de esta situación ha comenzado a considerar la explotación de


recursos minerales en el marco de la ordenación del territorio, con las salvedades lógicas que están
ligadas a la ocurrencia y descubrimiento de los yacimientos, contemplando las operaciones
extractivas como usos transitorios y no terminales, por lo que es necesario reacondicionar los terrenos
afectados para alcanzar un equilibrio entre el desarrollo económico y la conservación de la naturaleza.

El reacondicionamiento de esos terrenos puede ir desde la reduplicación exacta de las condiciones


originales, que es cuando se debe hablar con rigor de restauración, hasta el intento de conseguir un
aprovechamiento nuevo y sustancialmente diferente al que correspondía a la situación primitiva, que
es lo que se entiende por rehabilitación o recuperación. Cualquiera que sea el camino seguido, es
obvio que se trata de una obligación social cuya viabilidad es a todas luces factible y que, en no pocas
ocasiones, supone un valor añadido al propio proyecto minero.

Independientemente del uso previsto para los terrenos afectados por las labores mineras, la
revegetación suele jugar un papel de protagonista, ya que posibilita:

 La restauración de la producción biológica del suelo.


 La reducción y control de la erosión.
 La estabilización de los terrenos sin consolidar.
 La protección de los recursos hidráulicos, y
 La integración paisajística.

Por ello, la implantación de la vegetación es la razón fundamental de este manual.

5. ELABORACIÓN DE LOS ESTUDIOS DE IMPACTO AMBIENTAL Y


PROYECTOS DE RESTAURACIÓN

5.1. Objetivos de los estudios de Evaluación de Impacto Ambiental

El objetivo de los estudios de una evaluación del impacto ambiental en minería es identificar,
predecir y prevenir las alteraciones ambientales producidas por las actividades extractivas, desde la
investigación y explotación minera hasta el procesamiento de las sustancias a beneficiar. Estos
estudios deben basarse sobre los proyectos de explotación, efectuados previamente o de forma
simultánea con los de restauración. Esta forma de proceder es la más, lógica y racional, ya que permite
mantener una coherencia entre todas las labores previstas, incorporando determinadas modificaciones
o criterios en las mismas, de cara a conseguir una recuperación de los terrenos más rápida en el tiempo
y a menor coste, y de esta forma garantizar la viabilidad de la explotación.

El proceso ideal debe tener un carácter interactivo, con el fin de alcanzar la solución óptima o la
alternativa más favorable para compaginar los diferentes objetivos: mineros, ecológicos, económicos,
etc.

Figura I- 2 Etapas de ejecución de un proyecto minero y su interacción con el ambiente


5.2. Contenidos de los proyectos de restauración

En lo referente al contenido de estos trabajos, un índice básico es el que se propone a continuación


en el que se combina la Evaluación del Impacto Ambiental con el Proyecto de Restauración.

Resumen

I. INTRODUCCIÓN
1. Proponente del Proyecto

2. Objetivos y Alcance del Estudio

3. Métodos y Duración

II. DESCRIPCIÓN DEL PROYECTO

1. Ubicación e Instalaciones

2. Actividades de Pre-construcción, Construcción y Operación

3. Cese de Operaciones y Abandono

III. DESCRIPCIÓN DEL AMBIENTE

1.Ubicacion

2. Geomorfología y relieve

3. Climatología y meteorología

4. Calidad de aire

5. Ruido y vibraciones

6. Suelos

7. Hidrología

8. Calidad de agua superficial

9. Hidrogeología

10. Calidad de agua subterránea

11. Geología

12. Flora y vegetación

13. Fauna

14. Paisaje

IV. REQUISITOS DE REGULACIÓN

1. Regulaciones, Normas y Pautas Ambientales


V. ASPECTOS AMBIENTALES SIGNIFICATIVOS

1. Físicos

2. Biológicos

3. Socioculturales (incluyendo económicos)

VI. PLAN DE MANEJO AMBIENTAL

1. Medidas de Ubicación y de Diseño

2. Procedimientos de Construcción y Operaciones

3. Programa Monitoreo

4. Planes de Contingencia y Respuesta de Emergencia

5. Medidas Socioeconómicas

6. Compensación por Pérdidas o Daños

VII. PREDICCIÓN DE IMPACTOS

1. Impactos Residuales Posteriores a la Mitigación

a) Físicos

b) Biológicos

c) Socioculturales

VIII. CONCLUSIONES COSTO/BENEFICIO

IX. COMPROMISOS DEL PROPONENTE

1. Plan de Mitigación

2. Compensación

3. Observancia de los Reglamentos

ESTUDIO DE RESTAURACIÓN DEL MEDIO ALTERADO

1. Medidas para la recuperación mediante el uso de la vegetación


 Remodelado de taludes Retirada, acopio y mantenimiento del horizonte fértil
 Mejoras edáficas
 Modelado del paisaje vegetal a desarrollar Selección de especies vegetales y densidad
 Método y época de ejecución de las plantaciones y siembra

2. Otras medidas complementarias, demoliciones, obras de drenaje, etc.

BIBLIOGRAFÍA

 Ministerio de Energía y Mina, Guía para elaborar un Estudio de Impacto Ambiental


 PETER, W. C.: The Environment of Ore Genesisu Proc. Inst. on Mining Exploration
Technology for Lawyers and Landmen, 1980.
 RAMOS, A. (Ed): Diccionario de la Naturaleza.. España Calpe. 1987.
 VILJOEN. D. A.: -Minerals from the Dawn of Manking to the Twenty-First Centuryn.
J.S.A.I.M.M. September 1979.

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