SOLUCIÓN DE PROBLEMAS

Por Sergio Vadillo Bueno

vadillo@eml.cc

Los mayores éxitos fueron creados por

personas que reconocieron un problema
y lo convirtieron oportunidad.

Joseph Sugarman

Problema, de acuerdo con el Diccionario de la Lengua Española de la Real

Academia, significa: Conjunto de hechos o circunstancias que dificultan la
consecución de algún fin; por otra parte, define el vocablo solución como: Acción y
efecto de resolver una duda o dificultad.

De acuerdo con estas definiciones, podemos concluir que:

1. Para identificar un problema, primero debemos tener un fin, saber lo que

queremos o, en todo caso, lo que no queremos.
2. Lo que para una persona representa un problema, para otra puede pasar
desapercibido o aún visto como algo favorable; por ejemplo, una tarde
lluviosa será un problema para quien desea dar un paseo en bicicleta pero
será una solución para el campesino que espera deseoso el riego natural
para su sembradío.
3. Primero se presenta el problema y después la solución. Pese a lo lógico de
la anterior conclusión, observamos a muchas personas que actúan al revés,
para cada solución tienen uno o más problemas. Metafóricamente hablando
podemos aseverar que con esa actitud, se convierten en parte de la
enfermedad, difícilmente en parte de la cura.

Frente a los problemas tomamos muy diversas posturas y actitudes, entre otras,
considerarlos como:

1. Un mal que nos manda el destino, algo así como un karma o un castigo
divino, algo que es inevitable y que tenemos que padecer e incluso sufrir.
2. Culpa de terceros, contra quienes habremos de actuar.
3. Contrastes que al clarificarnos lo que no queremos, nos permiten definir
más precisamente lo que sí queremos. En todo caso solo cuando los
consideramos como contrastes vemos los problemas como oportunidades,
como algo favorable.
Cada quien tiene su propia forma de resolver problemas. La fórmula más popular
parte del supuesto de que solo puede lograrse si se atacan las causas del mismo.
A esta mecánica podríamos llamarle modelo médico ya que trata a los problemas
como si fuesen enfermedades.

A partir del desarrollo y difusión de la Teoría General de Sistemas del biólogo

austriaco Ludwig von Bertalanffy, se ha generado una corriente muy exitosa de
administradores que han aprovechado estos conocimientos, a favor de mejores y
más eficaces soluciones a los problemas que enfrentan cotidianamente.

Al basarnos en la Teoría General de Sistemas (TGS), los supuestos básicos,

centrados en la solución, son diferentes a los tradicionales:

1. El cambio es inevitable.

Recordemos que la TGS nos indica que los elementos que integran un sistema
buscan, de manera natural, la homeostasis o equilibrio y por ello harán lo
necesario para mantener el nuevo sistema que implica el cambio o solución que se
esté implementando.

2. La cooperación es inevitable.

Por la misma razón comentada en el punto anterior, todos los elementos

colaborarán.

3. Las personas (todas) cuentan con recursos necesarios para cambiar.

Nuestro estilo de mando deriva de las concepciones que tenemos respecto de las
personas a quienes, en consecuencia, calificamos o descalificamos para el
trabajo. Cuando decidimos confiar en el talento y la voluntad de los demás les
veremos colaborar en las soluciones, en los cambios.

2. Solo se necesita un pequeño cambio.

Es necesario fijar el nuevo rumbo y lograr el primer cambio, por pequeño que sea,
para que el sistema continúe hacia el nuevo escenario previsto. No es conveniente
hacer grandes transformaciones de golpe, cambios y soluciones se implementarán
eficazmente con esta fórmula.

3. Los problemas son intentos fallidos de resolver las dificultades.

Es usual que cuando una solución no nos da resultado, en lugar de cambiarla por
otra diferente, intentemos una y otra vez la misma que ha probado no funcionar.
Es muy frecuente que la solución que damos repetidamente a un problema sea
parte de este, es por ello en muchas ocasiones la solución a un problema se logra
al dejar de solucionarlo.

4. Ninguna escenario es más correcto que otro; hay muchas formas de

considerar una misma situación.

Dice y dice bien el dicho popular: "Cada cabeza es un mundo". Para mejores
planteamientos del problema, proyecciones del futuro, soluciones, innovaciones,
es conveniente tener muchas ideas, de entrada no descalificar ninguna. Si
permitimos la participación de terceros, nos sorprenderá su creatividad, amen de
que con ello favoreceremos las sinergias.

5. No se necesita saber mucho del problema para resolverlo.

Enfocarse a las soluciones, en realidad, significa enfocarse al futuro, a lo que se

quiere que suceda. Ya comentábamos que plantear el problema sirve como
contraste, es decir como definición de lo que no se quiere para el futuro más que
para buscar una solución especifica para el mismo.

6. Deben establecerse metas.

Reza el dicho popular: "Si no sabes a donde vas, ya llegaste".

Establecer metas y visualizarlas es la parte más importante de la planeación ya
que, no solo nos permitirá definir con claridad el destino, sino que a lo largo del
camino conoceremos siempre nuestro nivel de avance.