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Presses Universitaires du Midi

Evita, Historia y Mitología


Author(s): Marysa NAVARRO
Source: Caravelle (1988-), No. 98, Icônes d'Amérique latine (2012), pp. 113-133
Published by: Presses Universitaires du Midi
Stable URL: http://www.jstor.org/stable/23264426
Accessed: 30-01-2016 09:06 UTC

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C.M.H.L.B. Caravelle
n° 98, p. 113-133, Toulouse, 2012

Evita, Historia j Mitologîa


PAR

Marysa NAVARRO

Charles and Elfriede Collis Emerita Prof essor ofHistory, Dartmouth College
Resident Scholar, David Rockefeller Center for Latin American Studies, Harvard University

Eva Perôn muriô el 26 de julio de 1952 en un Buenos Aires fno y


lluvioso a las 8 y 25. Tenîa apenas 33 anos. Pocas horas mâs tarde, se

tomaron las primeras medidas para embalsamar su cuerpo y preparar su

velatorio. Al dia siguiente, vestida de blanco, en sus manos cruzadas un

rosario regalo del Papa Pio XII, fue colocada en un ataud con tapa de

cristal cubierto con la bandera argentina. El cortejo funebre saliô de la


residencia presidencial abriéndose paso entre la multitud que lo

aguardaba y se desplazo lentamente hasta el Ministerio de Trabajo y


Prévision, donde ella tenfa su oficina y donde la esperaba una
muchedumbre. Se instalô la capilla ardiente en el hall de entrada con una

guardia de cadetes militares y navales. El ataud, rodeado de claveles

blancos, estaba enmarcado por un crucifijo de marfil, de plata y oro, y


dos candelabros. Esa misma tarde comenzô el velatorio que se extendiô

hasta el 11 de agosto por el numéro extraordinario de personas, tanto de

Buenos Aires como de las provincias, que insistîan en despedirse de

Evita. El 9 de agosto, fue colocada en una curena de dos métros de

altura. Precedida por autoridades militares y seguida por un imponente

cortejo funebre fue trasladada al Congreso para recibir los honores

debidos a un présidente en ejercicio mientras una muchedumbre

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silenciosa se apinaba a lo largo del recorrido. El 10 de agosto, la curena


fue llevada a la sede de la Confederaciôn General del Trabajo (CGT), en
una carroza de la central obrera, tirada en de
por trabajadores ropa

trabajo y seguida por un vehfculo lleno de flores, una vez mâs

acompanada por la multitud. En la CGT, se terminé de embalsamar el

cuerpo y allf quedô depositado, esperando la construction de un


monumento en honor de la «Jefe Espiritual de la Naciôn» tftulo que le
habfa concedido el Congreso el 7 de mayo de 1952.
Las personas que en esos di'as lloraron a Evita y las que festejaron su

muerte —las hubol— reconocfan en ella la emblemâtica del


figura
Peronismo. Pero sus reacciones reflejaban dos visiones antagônicas,

ampliamente compartidas por sectores sociales muy distintos, tanto de

su persona como de lo que en el gobierno del General


representaba Juan

Domingo Perôn. Con los anos estas representaciones han conformado

una verdadera mitologfa. Se cuando Perôn y Evita se


gestaron
conocieron en los primeros meses del ano 1944 y entablaron una

relaciôn amorosa que pasô a ser de conocimiento publico, formar


por

parte él del gobierno militar. Se hicieron mâs complejas una vez que
Perôn asumiô la presidencia y Evita se introdujo abiertamente en la vida
polftica argentina, convirtiéndose en verdades para muchos irréfutables,
a medida que se agudizaban las divisiones entre peronistas y
antiperonistas y ella se iba transformando en la figura polftica de mayor
relevancia en el pais -después del General Perôn.

Es una mitologfa que tiene una vitalidad exhuberante, en


expresada
una gran variedad de géneros y una fuerza extraordinaria a del
pesar

tiempo transcurrido y de las adiciones que ha adquirido. Contiene


aspectos de las dos visiones antagônicas, con un fuerte
pero predominio
de la mâs negativa. Continua viva hoy, a pesar de muchos de los
que
elementos que la componen sean probadamente falsos. Como lo

demuestran sobretodo las novelas, lo cuentos, los musicales, las obras de

teatro, los programas de télévision, los documentales o las pelfculas que


se han hecho sobre Evita en las ultimas décadas del siglo veinte, su
mitologfa es mâs poderosa los hechos a los se
que que supuestamente
refieren2. Asf sucedepor ejemplo con la disoluciôn de la Sociedad de
Beneficencia de la Capital, una instituciôn filantrôpica fundada por el
primer présidente argentino, Bemardino Rivadavia (1780-1845). A
principios del siglo veinte, administraba numerosas instituciones
—hospitales, asilos y maternidades— con fondos proporcionados por el

1 Fernanda «Viva el cancer, La 15 de enero de


Sandez, paredôn y después...», Naciôn,
2012.
2 La lista de
novelas, cuentos, ensayos y peliculas es muy extensa. Ver: Roberto Baschetti,
Eva Perôn. Bibliografia. Buenos Aires, Biblioteca Nacional, 2002.

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Estado y estaba dirigida por un grupo de senoras que pertenecfan desde


su fondation a lo mâs rancio de la sociedad argentina. La version mâs
aceptada, pero no por ello verdadera, es que en 1946, Evita tuvo una

influencia decisiva en el traspaso de la administration de la Sociedad de


Beneficencia a manos del Estado. Evita habrîa exigido la desapariciôn de
la Sociedad por un supuesto desplante que le hicieron las damas que
dirigîan la misma. Sin embargo, los hechos indican que la désintégration
de la Sociedad de Beneficencia fue parte de la reforma de la salud publica
y de la asistencia social llevada a cabo por los gobiernos militares
surgidos del golpe del 4 de junio de 1943. Como lo demuestran
claramente las fuentes documentales, el primer decreto incidiô sobre
que
la situation de la Sociedad de Beneficencia fue anunciado el 21 de
octubre de 1943, cuando Perôn y Evita ni se conotian.3 La
siquiera
Sociedad de Beneficencia fue afectada por dos decretos adicionales
anunciados en agosto de 1944
y septiembre del mismo ano. Su
transferencia al Estado por ley tuvo lugar en Sepdembre de 1946—
cuando Evita recién iniciaba su carrera polîtica.
La muerte de Evita marcô el momento en a
que empezaron

publicarse varias obras que tienen particular importancia por presentar


las dos versiones diametralmente de la misma
opuestas persona que

componen la mitologîa evitista.Durante las dos primeras presidencias de


Perôn (1946-1952 y 1952-1955) se publicaron en la Argentina numerosos
trabajos sobre Evita, con titulos taies como Evita. Aima inspiradora de la
justicia social en América; Eva de América. Madonna de los humildes\Grande^aj
projection de Eva Perôn, Semblant,>aherôica de Eva Perôn y Ea mistica social de
Eva Perôn.4' Son obras cortas, fundamentalmente no
hagiogrâficas, que
escatiman las alabanzas, donde los hechos parecen tener poca
importancia. Por lo général dejan de lado la infancia y juventud de Evita,
no dicen ni donde naciô, no hablan de su familia, de su éducation o de
su vida de actriz y se centran en las actividades a desarrollar
que empezô
en el campo social una vez Perôn asciende al poder. En estas obras,
que
Evita aparece como la esposa y madré se olvida de si
perfecta, que
misma para volcarse en los otros. Con infînita, a los
generosidad ayuda
obreros, a los pobres, a los ninos y a los ancianos, y nunca se olvida de
los mâs desvalidos. Es una mujer que no busca honores, muy al

3
Marysa Navarro, «La Mujer Maravilla ha sido siempre argentina y su verdadero nombre
es Evita», Marysa Navarro (comp.), Evita. Mitosj representaciones. Buenos Aires, Fondo de
Cultura Econômica, 2002.
4 Federico A. Costanzo, Evita. Aima inspiradora de la justicia social en América. Buenos Aires,
1948. Angela Rina Rodriguez, Eva de América. Madonna de los humildes. Buenos Aires, 1949.

Julio A. Storni, Grandes^ y Proyecciôn de Eva Perân. San Miguel de Tucumân, 1952.
Jerônimo Peralta, Semblan^a heroica de Eva Pervn. Buenos Aires, 1950. Alberto Franco, La
mistica social de Eva Perôn. Buenos Aires: Subsecretarfa de Informaciones, sin fecha.

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contrario. La mueve solamente el amor —a Perôn y a los descamisados.

Trabaja denodadamente porque el pueblo


lo necesita y porque quiere
ayudar a Perôn. Hermosa, espiritual, abnegada, generosa, incansable y
sacrificada hasta la muerte, es el simbolo trâgico y profundamente
doloroso (por su muerte temprana) de todo lo mejor que hay en el
peronismo o sea la Evita buena, el «Hada Maravillosa», la «Primera
Samaritana», el «Consuelo de los Humildes», el «Puente de Amor entre

Perôn y los Descamisados», la «Dama de la Esperanza» titulos que le

daba la prensa peronista y que usaban frecuentemente polfticos y


funcionarios del gobierno. Era una mujer excepcional, incomparable con
el resto de los o las mortales, un ser que se aproximaba solamente a la

madré por excelencia, o sea la Virgen Maria, una verdadera santa, Santa

Evita.
Estos textos reproducfan en gran medida la imagen de Evita que los

servicios de information del gobierno, asf como la prensa peronista, ya


sea en revistas como Mundo Argentino o periôdicos como Democracia, no

se cansaban de ensalzar, la gran mayoria de los pollticos peronistas no


tenian reparos en repetir una y otra vez y aparece en toda su dimension

en su autobiografïa, 1m ra^on de mi vida.5 En este texto, lo haya escrito ella

o no, es el que ella quiso que se publicara como si fuera suyo, Evita

cuenta sus actividades diarias, con los que vienen a pedir su ayuda, con

los sindicatos, etc. pero calla los detalles de su vida hasta su encuentro

con Perôn. Nada dice del pueblo en que naciô, de quiénes eran sus

padres, no describe a su hermano que tanto querîa, a sus très hermanas y

pasa de largo sus anos de actriz en Buenos Aires, hasta «el di'a

maravilloso» en que se encontrô con Perôn. Un comentario de Lm ra^ôn


de mi vida publicado en Democracia apuntaba que la unica voz que habfa
tenido una resonancia igual a la de Evita era «la voz de Jésus».6

En sus ultimas semanas de vida empezaron a multiplicarse


desenfrenadamente los homenajes a Evita. El Congreso aprobô la
construction de un monumento para ella después de ochenta y cuatro
discursos ditirâmbicos. Durante
las sesiones, la senadora Hilda Nélida
Castineira la comparé favorablemente con Catalina la Grande, Isabel de
Inglaterra, Juana de Arco e Isabel de Espana y la senadora Juanita
Larrauri senalô: «No habrâ palabras para decir todo lo que ha luchado
por su pueblo. No habrâ palabras para decir todo lo que nos ha dado.
Eva Perôn ha dejado jirones de su salud... luchando para los obreros, sus

5 Eva La
Perôn, ra^ôn de mi vida. Buenos Aires: Ediciones Peuser, 1951.
6
Democracia, lo de noviembre de 1951.

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queridos 'descamisados'. Eva Perôn ha dado parte de su vida, trabajando


noche y dia por su pueblo y por su Patria»7.
En los meses siguientes a su muerte continuaron los La
homenajes.

provincia de la Pampa tomô el nombre de Eva Perôn y la ciudad de La


Plata pasô a llamarse también Eva Perôn. 1m ra^ôn de mi vida fue

declarada texto de lectura escolar y todas las noches antes del noticiero

oficial un anunciador recordaba al publico que eran las ocho y


veinticinco, hora en que Eva Perôn habfa pasado a la inmortalidad. Y
como en los dfas en que miles de mujeres y hombres, ancianos y jôvenes

esperaban hora tras hora para ver su féretro, tocarlo y besarlo llorando,
en los barrios de la capital y pueblos del interior se multiplicaron
pequenos altares donde la gente se arrodillaba para rezar frente a una

foto de Evita con un crespôn negro, flores y vêlas. En los kioskos

vendfan estampas de Evita, representando a la Virgen Maria.


A la figura de Evita propagada por el gobierno y los que
genuinamente la querian, se contrapuso ese mismo ano otra imagen, que
también existîa desde la década de los cuarenta, en forma de rumores y
chismes —la anti-Evita. En 1952, se publicaron très libros, que
conforman la base de la mitologia sobre Evita: El mito de
antiperonista
Eva Duarte, del dirigente socialista Américo Ghioldi, publicado en el
Uruguay, donde él estaba exilado;8 Bloody Precedent, escrito por la
periodista norteamericana Fleur Cowles y The Woman with the Whip: Eva
Perôn, de Maria Flores. Estas dos ûltimas obras fueron en
publicadas
Nueva York, en inglés.9 Bloody Precedent nunca fue traducida al castellano.

La de Maria Flores, la mâs famosa, fue traducida y publicada en la


Argentina en 1955, en cuanto se produjo el derrocamiento de Perôn,

bajo el titulo Eva Perôn: \m mujer del lâtigo, con el verdadero nombre de la
autora, la novelista y periodista anglo-argentina, Mary Main.

La mujer del lâtigo fue la primera biografïa de Evita y es el libro que


mâs ha influi'do sobre la mitologia anti-Evita. Main viajô a la Argentina
desde los Estados Unidos donde ella vivia desde la segunda guerra
mundial con un contrato para escribir un libro sobre Evita. En Buenos
Aires hablô con periodistas y polfticos de la oposiciôn, segun confesô en
una entrevista publicada en The Advocate, Stanford, Connecticut, el 5 de
abril de 1980, aunque solamente menciona a uno, Alfredo Palacios, un
viejo legislador socialista, también exilado. Main présenta a Evita como
una mujerzuela de familia pobre, hija natural, sin educaciôn, que habia

7 Diario de la Câmara de Senadores. Buenos Aires: Imprenta


Argentina, Congreso Nacional,
del Congreso de la Naciôn, 1953, p. 150.
8 Americo
Ghioldi, El mito de Eva Duarte. Montevideo, 1952.
9 Fleur
Cowles, Bloody Precedent. New York: Random House, 1952. Maria Flores, The
Woman with the Whip: Eva Pérou. New York: Doubleday, 1952.

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aprendido muy pronto «que ella no podia permitirse dar ventaja a nadie y
que el hombre era su enemigo natural o un tonto que una chica

inteligente podia explotar».1^ Segûn ella, se fue a Buenos Aires muy


joven, con el cantante de tango Agustfn Magaldi. Al parecer, pronto
demostrô tener «un talento fenomenal para atraer a "hombres influyentes

y usarlos"» y cuando conseguîa uno «no abandonaba facilmente a su

vfctima, sino que lo persegui'a personalmente y por correo para extraer

de él la ultima gota de uso»H. La Evita de Mary Main es una mujer dura,


ambiciosa, mala actriz, resendda y sedienta de venganza por su origen
social y la vida difïcil que habfa tenido. De allf su odio por todos los que
no son de su mismo origen social y en especial la oligarqufa. Décidé
entrar en el mundo de la polîtica para vengarse. Ella es el verdadero

poder en la Argentina peronista. Ella es la que manda, es «La Mujer del


Lâtigo» en la Argentina de Perôn.
La obra de Ghioldi es un ataque a Perôn y Evita. Para Ghioldi, Evita
ténia «gusto en manejar a los hombres», cuya psicologfa conocfa

particularmente bien. Usaba un lenguaje burdo, «nada culto» y estaba

posefda por una «dominadora ambition». 12 Ghioldi entiende que Evita


se habîa introducido en la estructura de poder por décision de Perôn.

Era por lo tanto el complemento perfecto del totalitarisme argentino, lo

que lo diferenciaba verdaderamente de los otros totalitarismes europeos.


Senala también que Evita tenfa un antecedente en la historia argentina,
Encarnaciôn Ezcurra (1795-1838), la enérgica esposa del caudillo fédéral
Juan Manuel de Rosas (1893-1877), que de gobernador de la provincia de
Buenos Aires en 1929, pasô a dominar las Provincias Unidas con su

ayuda, resistiô el bloqueo Franco-Inglés en 1845 pero fue derrotado en

1852, por una coalition de liberales, encabezados por los Unitarios. Por
su apoyo a la causa fédéral durante la llamada Révolution de los

Restauradores, Encarnaciôn fue declarada «Heroîna de la Fédération».

Para Ghioldi, como para varias generaciones de historiadores argentinos,


Rosas era un dictador que habfa perseguido despiadadamente a los
liberales y habia retrasado la unification y pacification de la nueva
republica. Rosas habfa sido un tirano en el siglo diecinueve, Perôn lo era
en el veinte y los dos tenfan una mujer poderosa detrâs de ellos.13

Este es también el enfoque de Bloody Precedent,obra escrita por Fleur


Cowles, editora de una revista de lujo sobre moda, arte y sociedad

10 Jhid.
p. 23.
11 Ibid.
p. 41.
12 Américo
Ghioldi, op. cit. p. 45.
13 Germân
Arciniegas se hace eco de la comparaciôn entre Encarnaciôn Ezcurra y Evita
en Germân Arciniegas, Entre la libertady el miedo. Santiago de Chile: Editorial del Pacifico,
1954, p. 44.

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llamada Flair, después de una visita de cinco dîas y medio a la Argentina,


en julio de 1950. Fue a Buenos Aires con un grupo de empresarios,
acompanando a su esposo, Gardner Cowles, dueno de Look entre otras

publicaciones. Fueron recibidos por y Evita que la invito a


Perôn
acompanarla en sus actividades un di'a entero. El libro esta dedicado a
Alberto Gainza Paz, abogado, editor de La Prensa, uno de los grandes
periôdicos argentinos en ese momento. Perteneciente a una familia de

abolengo, enemigo de los militares que tomaron el poder el 4 de junio de


1943, fue un crftico acérrimo del gobierno peronista que usô su poder
para suspender la publicaciôn de La Prensa y entregarla al sindicato de
canillitas.
El texto esta dividido en dos partes, la primera dedicada a
Encarnaciôn y a Rosas, y la segunda a «Juan y Eva Peron». El precedente

sangriento del tîtulo es Encarnaciôn. Segûn Cowles ni Rosas ni Perôn

hubieran alcanzado el poder sin Encarnaciôn o Evita. Su Evita es una


mujer verdaderamente extraordinaria, de gran energia, incansable y muy
ambiciosa, que mandaba a los sindicatos, escribia ella misma los
proyectos de leyes, tomaba las decisiones «del partido», si bien no indica
si se trataba del Partido Peronista o la Rama Femenina del Partido
Peronista, vigOaba que se cumplieran sus ôrdenes, hasta en la fâbricas,
etc. etc.

Estas obras y otras que conforman la mitologîa anti-Evita, se centran

en su personalidad, en su carâcter y soslayan enteramente la dimension

poli'tica de sus actividades. En todas ellas hay una fuerte resistencia a


pensarla desde lo polîtico y por lo tanto a aceptar que a ella le interesara
intensa y apasionadamente lo politico. Esto es lo que sucede también en

varios ensayos que aparecieron una vez que Perôn fue derrocado en

1955: Eva Perôn. Su verdadera vida-, Esa noche de Perôn; Eva la predestinada,

alucinante historiade éxitosj frustracionesy îQué es esto? Catilinaria, éste ûltimo


del célébré escritor Ezequiel Martinez Estrada.14 Escritos cuando el

peronismo habfa sido derrotado por la Revoluciôn Libertadora, con


Evita muerta y Perôn exilado, con miles de peronistas en la cârcel o en el

exilio, tenlan el propôsito de revelar «la verdadera» naturaleza del

peronismo, desenmascarar a Perôn, demostrar el fraude que habîa sido y


atacar despiadadamete a Evita, cosa que a menudo anunciaban sin

miramientos en los prefacios. Son cn'ticas crueles, desmesuradas que


rebosaban odio, escritas por pollticos, ensayistas, novelistas o periodistas.
Son, sin exception, textos sospechosos porque estân repletos de

14 Eva Perôn. Su verdadera vida. Buenos Aires: Editorial Lamas, 1955.


Benigno Acosano,
Ricardo Boizard, Esa noche de Perôn. 4a. édition. Buenos Aires, 1955. Roman J. Lombille,
Eva, la predestinada, alucinante historia de éxitosy frustraciones. Buenos Aires: Ediciones Gure,
1955. Ezequiel Martl'nez Estrada, iQué es esto? Catilinaria. Buenos Aires: Editorial Lautaro,
1956.

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anécdotas, chismes, rumores e insinuaciones que se repiten en casi todos

ellos, una y otra vez. Al igual que los que buscaban ensalzar a Evita, no

revelan sus fuentes, carecen de las debidas notas de pie de pagina y claro
esta, tampoco ofrecen bibliografïas. El retrato que hacen de Evita es el

de una mujerzuela atrevida, inculta, histérica y vulgar, mala actriz, de

origen social dudoso, por la vida de su madré. Antes de conocer a Perôn

habi'a tenido numerosas relaciones con otros hombres, civiles y militares.


Era una mujer ambiciosa e hipôcrita que encarnaba todo lo peor del
peronismo —la chusma en el poder. Ella mandaba en la pareja, como lo

hacfa en el pais. Era verdaderamente «la mujer del lâtigo», que podi'a mas
que Perôn porque él era un cobarde, lo que lo hacîa aun mâs

despreciable ya que la cobardia, inadmisible en un argentino que se


preciara de tal, lo era mucho mâs aun en un militar. Para Ezequiel
Marti'nez Estrada, Evita se comportaba en realidad como un hombre,
«en la pareja, ella era el hombre y Perôn la mujer». 15 Y para los militares
de la Revoluciôn Libertadora que derrocaron a Perôn, Evita era «la
nueva Encarnaciôn Ezcurra» del Segundo Tirano o del «tirano prôfugo»
como lo llamaban. En octobre de 1955, el gobierno del General Eduardo
Lonardi creô una Comisiôn Nacional de Investigaciones compuesta por
civiles y militares para investigar al gobierno del dictador, su propaganda
—que tuvo en Evita «su mâs poderoso instrumento»— sus poderes
destructivos y sacar a luz todas las mentiras propagadas por él.1^ El tîtulo

del informe: El Ubro negrode la segunda tirania.


Encabezados por el General Pedro Eugenio Aramburu, un nuevo

grupo de militares tomô el poder el 15 de Noviembre de 1955. Estaban


convencidos de la necesidad de depurar la Argentina de todo resabio

peronista. Entre otras medidas, disolvieron el Partido Peronista,


encarcelaron a numerosos militantes e inhabilitaron a los dirigentes,
intervinieron los sindicatos y derogaron la Constituciôn de 1949 con su
legislaciôn social y laboral. Reprimieron la tentativa de rebeliôn liderada
por el General Juan José Valle (10-12 de junio de 1956) con su
fusilamiento y el de otros militares y la ejecuciôn de militantes civiles y
militares en los basurales de José Leôn Suârez. Borraron el nombre de

Perôn y Evita de calles, edifïcicios, municipios, ciudades y provincias.


Destruyeron sus estatoas y sus fotos y quemaron los libros que hablaban

de ellos. Tener una foto de Evita o de Perôn, fue declarado un crimen


penado con varios meses de cârcel. Se ensanaron particularmente con

ella. Intentaron reescribir su vida, reemplazando la version peronista con

otra que reflejara lo que ellos pensaban de ella. Trataron de borrar la idea

de su cuerpo embalsamado, que esperaba todavia en la CGT la

15 Martl'nez Estrada, op. cit. p. 245.


Ezequiel
16 El Ubro
negro de la segunda tirania. Decreto Ley 14.988/56, Buenos Aires, 1958, p. 43.

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construcciôn de un monumento. Primero lo encerraron en el tercer piso


de la central obrera y luego escondieron el lugar en que lo pusieron.
Finalmente, en una opération ultra sécréta, fue transportado fuera del

pais y depositado en un lugar desconocido, o sea que fue desaparecido.


Evita se transformé asi en la primer desaparecida de una larga lista de
desaparecidos que veinte anos después dejaria otra dictadura militar.
La fascination de innumerables argentinos y extranjeros por Eva
Perôn se ha centrado sobretodo en esta mitologia. El personaje histôrico

que dio origen a esas imâgenes estereotipadas, odiado profandamentos

por unos y querido ciegamente por otros, ha suscitado mucho menos

curiosidad que la iconografia evitista. Por lo général, hasta hace pocos


anos atrâs la busqueda de una posible verdad histôrica no ha guiado los
pasos de quienes se han acercado a Eva Perôn —si bien durante mucho

tiempo tampoco existieron las condiciones politicas en la Argentina para


hacerlo. En consecuencia, las obras que sobre ella se han escrito desde

los anos cincuenta tienden a ser elucubraciones mâs o menos talentosas

sobre su carâcter o su personalidad que guardan poca relaciôn con el

personaje histôrico.
La mitologia evitista comienza a tomar forma poco después de que se

initia su relaciôn con el entonces coronel Perôn, en enero de 1944.

Perôn ténia 48 anos. Era alto, buen mozo, con una sonrisa gardeliana y
viudo. Por su parte, Evita o Eva Duarte, cumpliria en unos meses 25

anos, de pelo negro, ojos oscuros y sonrisa dulce, habia hecho teatro

cuando llegô a Buenos Aires de su provincia natal, y mientras llegaba el

triunfo en el cine, hacfa radioteatro. No escondieron su relaciôn, y segun


el lenguaje de la epoca, Evita se convirtiô «la amante» del coronel.

Desde el 4 de junio de 1943, la Argendna estaba en manos de una

dictadura militar, encabezada por el General Pedro Pablo Ramfrez. En

esa fecha un golpe de estado en el que jugé un papel importante un

grupo de coroneles entre los que estaba Perôn, puso fin a un perfodo de

gobiernos conservadores, conocido como la Década Infâme. Para los

sectores preocupados por la expansion del fascismo y del nazismo en

Europa y el curso de la Segunda Guerra Mundial, la Révolution del 4 de


Junio como la llamaron sus propulsores, en su mayoria militares
nacionalistas, fue desde el primer momento un acontecimiento ominoso
por la continuation de la politica de neutralidad anunciada por el nuevo
gobierno. Esta era una politica que mientras los Estados Unidos fueron

neutrales no planteô problemas con este pais pero los enfrentô una vez

que el Japon atacô Pearl Harbour en diciembre de 1941. La «politica de


solidaridad hemisférica» propiciada por los Estados Unidos encontrô
una oposiciôn mâs fuerte en los militares argentinos una vez que se

produjo el golpe del 4 de Junio. A los ojos del Departamento de Estado


no tardaron en convertirse en nazifascistas.

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Los enfrentamientos entre los partidarios de los ejércitos aliados y los

que defiendi'an la neutralidad argentina, entre los que ciertamente habi'a

pro-nazis tanto entre civiles como militares, y la oposiciôn al gobierno


tanto desde la derecha como desde la izquierda, se vieron exacerbados

por la poli'tica social del gobierno de facto. Liderada por el coronel Perôn
desde la Secretaria de Trabajo y Prévision, tuvo pronto una inusitada
trascendencia. La reacciôn de la clase obrera y de sectores del

movimiento obrero organizado —entre los que habfa gremios comunistas,


socialistas y sindicalistas— ante sus medidas no era uniforme pero ganaba
cada vez mâs adeptos, especialmente entre socialistas, sindicalistas y

trabajadores que buscaban agremiarse. Su râpido ascenso, de Director

del Departamento de Trabajo y Secretario del Ministro de Guerra, a


Secretario de Trabajo y Prévision, Ministro de Guerra y Vice Présidente
lo transformé muy pronto en la figura mâs cuestionada del gobierno del

General Edelmiro J. Farrell. Para los Estados Unidos, si el gobierno


argentino estaba en manos de militares nazifascisas tal como ellos lo

crefan, Perôn era un peligroso demagogo que se preparaba para tomar el

poder.
La relation entre Perôn y Evita se fortaleciô en unos meses de gran

agitation poh'tica en los que se sucedfan las crisis. Evita continuaba

haciendo radioteatro, filmô una pelicula en la que tuvo el papel


protagônico, pero también se involucrô en las actividades que Perôn

desarrollaba participando en un programa de propaganda de la Secretaria


de Trabajo y Prévision. En una sociedad, pacata e hipôcrita como lo era

la argentina en esos anos, no es de extranar que pronto surgieran


rumores sobre la vida privada de Evita y se hicieran comentarios sobre

su origen social, su falta de éducation y especialmente su profesiôn. La

vida privada de Perôn era también un problema para sus companeros de

armas pues consideraban que su relation con Evita era inapropiada para
un oficial de las Fuerzas Armadas.
Pero su gestion en la Secretaria de
Trabajo, su creciente popularidad en los sectores sindicales, inclusive en
los del Partido Socialista y su creciente poder en el gobierno de Farrell
eran todavia mâs preocupantes.
El 9 de octubre de 1945, un grupo de oficiales de Campo de Mayo
exigiô la renuncia de Perôn a los très cargos que ocupaba y su
encarcelamiento en la isla Martin Garcia. Pero en la madrugada del 17 de
octubre, miles de obreros dejaron sus trabajos y se dirigieron a Plaza de
Mayo. Se instalaron frente a la Casa Rosada, sede del gobierno, exigiendo
la presencia de Perôn, lo que consiguieron ya entrada la noche. Cuatro

dfas mâs tarde, Perôn y Evita se casaron lo civil, con una ceremonia
por

religiosa el 10 de diciembre.
Perôn lanzô su candidatura a la presidencia con el respaldo del
Partido Laborista, creado por sindicalistas el 24 de octubre de 1946 y la

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Evita, Historia y Mitologia 123

Junta Renovadora de la Union Cîvica Radical, un desprendimiento de la


Union Cfvica Radical que se organizô en noviembre de ese mismo ano.
La oposiciôn fue a las elecciones el 24 de febrero de 1946 segura de su
triunfo. Dejô de lado sus diferencias y se uniô en un frente que abarcaba

al Partido Comunista, el Partido


Socialista, el Partido Demôcrata
Progresista y la Union Cîvica Radical, y recibiô el apoyo abierto y
entusiasta del embajador de los Estados Unidos, Spruille Braden. Perôn
gano las elecciones con el 56% de los votos. Promovido a général, tomô

posesiôn de su cargo el 4 de junio de 1946. La primera dama era su


esposa de pocos meses, Dona Maria Eva Duarte de Perôn, la joven
actriz que habia sido su «amante» cuando se Uamaba Eva Duarte.

El triunfo de Perôn marcô el fin de una era. En el âmbito poiïdco se


initié un periodo signado por la pérdida de poder del establishment
politico, algo que la oposiciôn no esperaba y le costô aceptar. Pero no se

trataba solamente de las élites tradicionales como el caso de los

conservadores, que no se repusieron de su derrota, sino también la

agonia primero y luego la casi desapariciôn de un partido poh'tico de


excepcional trayectoria en el continente, como es el caso del Partido

Socialista, que vio su ala sindical desintegrarse ante el avance peronista.


Unicamente la Union Civica Radical sobreviviô y hasta obtuvo
représentantes en la Câmara de Diputados.
Las elecciones de febrero dieron a Perôn todas las gobernaciones, el

Senado y una amplia mayoria en la Câmara de Diputados. La oposiciôn


se fue debilitando aun mâs, ante un gobierno que se mostraba cada vez

mâs seguro de si mismo, arrogante y triunfalista, y que pronto no tendra


reparos en controlar la prensa opositora, si bien desde el exterior, en

ciudades como Montevideo y Nueva York, ésta seguirâ encontrando

aliados y los medios que necesitaba para continuar sus criticas al

peronismo. De alli por ejemplo que los primeros ataques a Evita y al


gobierno peronista fueran las très obras mencionadas anteriormente,
escritas precisamente en esas ciudades.

Surgen nuevos protagonistas poiïticos, empezando con el

movimiento organizado,obrero ideolôgicas muy con caracteristicas


distintas de las que habia tenido anteriormente pues después de eliminar
los resabios del Partido Comunista y el Partido Sociahsta en él, pasarâ a
formar parte del Movimiento Peronista. A partir de 1947, ano en que las
argentinas reciben el derecho al voto después de haber luchado por él
desde principios de siglo, Evita, que no ténia antecedentes ni feministas
ni sufragistas, apoyarâ esta reivindicaciôn y sobretodo se ocuparâ de
empadronar a las mujeres de los sectores fundar la Rama
populares,
Femenina del Partido Peronista y organizar la campana de las mujeres

peronistas para la reelecciôn de Perôn en 1951.

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124 C.M.H.L.B. Caravelle

Es un momento en que las vestimentas que lutian los seiïores, el

saco, la pajarita o la corbata y la galera, usada hasta hatia muy poco


tiempo, se guardan en los armarios con bolitas de alcanfor, para dar lugar
a las mangas de camisa remangadas y los breteles, ropa hasta entonces de

la clase obrera. Los hombres del peronismo ya no tratan de vestirse

como senores que se precian de serlo. Es un momento en que aparecen

inquiétantes como «los descamisados», como se llamarân las


personajes

primeras generaciones de peronistas, y mâs tarde «cabecitas negras»,


todos ellos surgidos de un mundo desconocido o ignorado por las clases
dirigentes; un momento en que belKsimos recintos como el Teatro

Colon, construido en 1908 para el deleite exclusivo de una clase social


refinada, que vive en casonas construidas por arquitectos franceses, viaja

regularmente a Europa, segura de su poder y de su estatus, son invadidos

por dirigentes sindicales y obreros porque asî lo determina «La Nueva


Argentina de Perôn». Hasta el balcon de la Casa Rosada, durante toda su

historia cerrado, como corresponde a las casas de buenas familias, no

solamente se abre, sino que se transforma en algo asi como un patio de

vecindad, un verdadero conventillo, cuando el Présidente en mangas de

camisa, saluda con los bra2os en alto a los miles y miles de peronistas
sudorosos que invaden Plaza de Mayo y se instalan en ella para celebrar

un 1° de mayo o un 17 de octubre.

Es una Argentina en la que el gobierno ha llegado al poder por una

elecciôn, se revolucionario y ademâs heredero de la


pero proclama
revoluciôn del 4 de junio, ésta haya sido ostensiblemente un
aunque

golpe militar —un golpe que por otra parte, la oposiciôn continuarâ

definiendo como el inicio del «nazifascismo» en la Argentina, como lo


recalcaria anos mâs tarde la Comisiôn Nacional de Investigaciones de la
Revoluciôn Libertadora. A pesar de que la retôrica gubernamental en un

primer momento insista en acentuar los cambios revolucionarios —y


Evita se harâ cargo de esa retôrica y la mantendrâ viva hasta el fin
pronto
de sus dias— la realidad es que la Argentina de las estancias pampeanas,
los petits hôtels en Buenos Aires, las galeras y los viajes a Francia,
comienza a democratizarse, impulsada por la continuation de la politica
de redistribution de ingresos —aunque no fuera sino en algunos aspectos.
No obstante sus limitaciones, sin este es un proceso que
embargo,
sacude a los sectores que se ven desplazados del poder. Provoca

ansiedades y también temor, en particular cuando los dirigentes poHticos,


la del y hasta la dama anuncian que en la
prensa gobierno primera

Argentina de Perôn el Présidente es el Primer Trabajador, ella se dirige a


los obreros diciéndoles «Mis queridos Descamisados de la Patria» o
simplemente «Companeros». Es un mundo nuevo, en el que cada vez

son mâs los dirigentes sindicales que son elegidos legisladores o


nombrados embajadores o ministros y en el campo, los peones tienen

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Evita, Historia y Mitologîa 125

derecho a vacaciones y se atreven a exigirlas, tienen un Estatuto del


pues
Peôn, que saliô de la Secretaria de Trabajo cuando Perôn la dirigîa. En
las fâbricas, los obreros ya no son seres a los cuales el patron habla de

vos y puede mandar a su gusto, sino hombres y mujeres con dignidad y


con derechos, como lo repiten los dirigentes sindicales y Evita lo
proclama insistentemente.

Los miedos y las ansiedades se vefan reforzados por la eflciente


propaganda del gobierno que anunciaba diariamente las glorias de su
gestion revolucionaria en «La Nueva Argentina de Perôn» y recordaba a

todos a quien se las debîan. Era un pais en el que la ofïcial


propaganda
declaraba que se habîan terminado los privilegios, que los ninos y los
ancianos eran los unicos privilegiados. En el que la esposa del présidente,
en la mente de muchos la que verdaderamente mandaba en la Argentina,

pronunciaba discursos incendiarios desde el balcon de la Casa Rosada,


que era donde con voz pausada Perôn daba explicaciones, y donde no

habîa hablado nunca ninguna mujer. Con un lenguaje apasionado, con


fuertes ecos de sus dîas de radioteatro, no dejaba de recordar a los

peronistas los benefïcios


que pedi'a habîan obtenido con Perôn. Les
fîdelidad a Perôn, que lo cuidaran de sus enemigos, traidores y
vendepatrias, advirtiendo de paso a los comunistas y a los oligarcas, que
se les habîa acabado la buena vida y que tuvieran cuidado con lo que
hacfan.

Mientras los sectores populares y en especial la clase obrera

disfrutaba de los cambios y se regodeaba con el estilo combativo de


Evita y con sus discursos mâs revanchistas, los sectores mâs
acomodados se vefan sobrepasados por los acontecimientos. Para todos,
sin embargo, estaba claro que una nueva era habîa empezado en la

Argentina y tanto para los peronistas como los antiperonistas, el sîmbolo

emblemâtico de la Nueva Argentina era indudablemente Evita.

En ella se reconocen «los descamisados» que van a visitarla en su

ofïcina en busca de su ayuda para resolver problemas personales,


familiares o sindicales. Ella les recuerda que es como ellos, si parece
que
ser diferente se lo debe a Perôn, como ellos también le deben todos los

beneficios que ahora disfrutan. En ella se reconocen también las jôvenes


que como ella viajan a Buenos Aires en busca de trabajo, de una vida
mejor, de un sueno o leen novelas rosas o fotonovelas, escuchan

radionovelas o ven pelîculas, pues Evita encarna las fantasias de la

pantalla grande, fueran hechas en Hollywood o por Argentina Sono

Film. Pero no saben que Evita es una fantasia sin igual porque «Su
Historia» es excepcional, solamente suya, unica. «Su Historia» comienza
cuando ella se casa, es decir cuando por lo général termina la novela de

amor. En la pelfeula de Evita no hay happy endingporque el beso final de

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126 C.M.H.L.B. Caravelle

su es el comienzo de «Su Historia», o sea de su vida con Perôn y


peiïcula
de su entrada en La Historia.

Es el ejemplo supremo, pero sin parangon y por lo tanto excepcional,


de «la Nueva Mujer en la Nueva Argentina». Como en otros paises, es un

momento histôrico en el que se rechaza a las mujeres feministas para


alabar a las mujeres femeninas, ante todo y madrés. Pero en la
esposas

Argentina de Perôn hay también un rechazo a las mujeres de clase alta,


no solamente por razones de clase, sino por su movilizaciôn en 1945,

junto con las feministas, contra la dictadura militar y Perôn en particular.


Si bien hay un retorno a la domesticidad y la feminidad, es distinta a la
existia en los anos treinta pues aumentan los niveles educativos de
que
las mujeres y las posibilidades laborales de las que han ingresado a la
fuerza de trabajo se amplian. Evita es la nueva feminidad, con un pie
anclado en el âmbito privado y otro en el publico y a pesar de que con
los anos cambiarâ enormemente su vida, no se moverâ de alH.

En el primer ano del gobierno peronista se hacîa llamar Dona Maria


Eva Duarte de Perôn, del Présidente a quien acompanaba en
esposa
funciones con mucha mayor frecuencia que sus
protocolares,
A veces hasta lo sustituye en algunas ceremonias pero muy
predecesoras.
desarrollarâ una serie de actividades que conformaràn una nueva
pronto
realidad polftica, verdaderamente excepcional en una primera dama —y
no solamente en la Argentina.

Hacia 1951, su nombre ofïcial habia cambiado, era Eva Perôn, pero
los descamisados siendo como ellos, lo tanto era «la
para segui'a por
Evita». Por el trabajo que habia realizado por y con los
companera
descamisados era también «La Abanderada de los Descamisados» titulo

ella usaba con orgullo y que reflejaba su liderazgo carismâtico de las


que
masas Era un liderazgo que no competia con el de Perôn,
peronistas.

porque él era, habia sido y siempre séria «El Conductor». Lo reforzaba y


lo complementaba.

En su corta carrera poli tica Evita no ocupô ningûn cargo electivo o


si bien tratô de hacerlo en una ocasiôn. El 22 de agosto
gubernamental,
de 1951, en un acto multitudinaria que tuvo lugar en la Avenida 9 de
Julio, la Rama Femenina del Partido Peronista y la CGT propusieron su
candidatura a la La concentraciôn terminé sin que ella
vicepresidencia.
o rechazara claramente la oferta. Pero el 31 de en un
aceptara agosto

mensaje radial Evita presentô su renuncia indéclinable a la candidatura a


la Finalizô su mensaje diciendo: «Renuncio a los
vicepresidencia.

honores, no a la lucha. Mi de batalla es el trabajo».17 A pesar de


puesto
tanto la CGT como la Rama Femenina no tenfan condiciones para
que
un acto como el del 22 de sin alguna forma de
preparar agosto

Democracia, 1° de septiembre de 1951.

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Evita, Historia y Mitologîa 127

asentimiento por parte de Evita y de Perôn, tuvieron que desistir del


proyecto por la oposiciôn militar al mismo que él no quiso o no pudo
obviar. El «renunciamiento» de Evita no alcanzô sin embargo a calmar
las preocupaciones de las fuerzas armadas. El 28 de septembre de 1951
el General Luciano Benjamin Menéndez encabezô un levantamiento que
fue râpidamente reprimido.
Evita era, en esos momentos, la segunda figura politica, después de

Perôn, Presidenta de la Fundaciôn Eva Perôn, una institution de grandes


recursos que ella controlaba y usaba para construir casas para ancianos,

hospitales, escuelas, para jôvenes que llegaban a Buenos


institutiones
Aires del interior, repartir mâquinas de coser, distribuir pan dulce y sidra
a quienes los quisieran en las Navidades y regalar una sede nueva a la

CGT, entre muchas otras cosas. Era también miembro del Consejo

Superior del Partido Peronista, la unica mujer en él, y Presidenta del


Partido Peronista Femenino o Rama Femenina, que presidfa y dirigia con
mano férrea y como lo hacîa desde los primeros meses de la presidencia

de Perôn se reunia casi diariamente con lideres sindicales como él lo


habia hecho cuando era Secretario de Trabajo, o sea era su nexo directo

con el movimiento obrero organizado. Aunque siempre acompanaba a

Perôn en sus funciones protocolares, terna sus propias obligaciones con

los sindicatos, los politicos peronistas, el PPF y un intenso trabajo con la


Fundaciôn, cuya construction de hospitales, hogares-escuelas, hogares
de trânsito, hogares de ancianos, clînicas y hoteles, vigilaba celosamente.
Y como si esto fuera pronunciaba constantemente discursos
poco,

cargados de émotion, de tono dramâtico, con un lenguaje apasionado,


donde la précision y el anâlisis brillaban por su ausencia. En ellos

declamaba su amor infinito por Perôn, por «los descamisados de la

Patria», los ancianos y los ninos y juraba defender las conquistas que él

les habia dado «cueste lo que cueste y caiga quien caiga» hasta el fin de su
vida. Y todo lo hacia impecablemente vestida y enjoyada, peinada a la
perfection, sin una mecha rubia fuera de su lugar, las unas

cuidadosamente pintadas y perfumada con perfume francés. Elegante,


belllsima y sonriente, era el modelo a imitar, ensalzado hasta las nubes

por la maquinaria de propaganda peronista y sus admiradores —por lo


tanto de nuevo sin parangon- lejana e inalcanzable, aunque fueran

muchas ninas argentinas a las que llamarân Eva. Como senala Carolyn
Heilbrun, las mujeres excepcionales «son la prueba de que las mujeres
pueden hacer lo que se les antoja, pero al ser unicas y los demâs ser

hombres, son también la prueba que ninguna otra puede hacerlo».18

Carolyn G. Heilbrun, Writing a Woman's History. New York: W.W. Norton &

Company, 1988.

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128 C.M.H.L.B. Caravelle

La excepcionalidad de Evita la separaba de todas la otras primeras


damas habi'a a su esposo en funciones
argentinas. Ninguna acompanado

protocolares con la frecuencia en que ella lo hacîa. Ninguna habîa hecho


un viaje oficial sola a Espana, se habîa paseado por varios paîses
como si fuera la cosa mâs natural del mundo en su vida.
europeos

Ningun argentino o argentina habîa salido en la tapa de Time antes de


de 1947, fecha en su sonrisa recorriô el mundo entero, cortesîa
julio que
de la revista. Ninguna otra Primera Dama habîa ido a trabajar
diariamente, como ella lo hacîa a veces hasta entrada la noche. Ninguna

mujer habîa hablado desde el balcon de la Casa Rosada antes que ella lo
hiciera por primera vez en 1948 y muy pocas eran las personas que
tomar un micrôfono y hablar con la soltura que ella lo hacîa.
podîan
La excepcionalidad de Evita la distanciaba de las mujeres, aun de
eran sus mâs fervientas admiradoras y hacîa que su poder
aquellas que

polîtico, que por otra parte era real y se hacîa sentir pues ella lo ejercîa,
pareciera irrésistible a sus enemigos. A éstos, les costaba aceptar que esa
una actriz de radioteatro hacîa solamente unos pocos
jovenzuela, apenas
anos, fuera esa tan cuya sonrisa radiante aparecîa en
mujer poderosa
en los noticieros cada vez
carteles, periodicos y revistas. La veîan hasta

que iban al cine, hablândoles, vigilândolos, interpelândolos con tono


acusatorio. Era un irritante constante ellos, sentîan su côlera, su
para
odio y ellos era el sîmbolo de todo lo que andaba mal en la
para

Argentina, de la corrupciôn de las instituciones y de la demagogia,


decadencia y vulgaridad que se habîan instalado en el pais con el
de Perôn. Para ellos, Evita era una furia incontrôlable, una
gobierno
fuerza de la naturaleza se habîa desatado en el pais. Habîa
que
acumulado un inusitado, excepcional, desde 1946, un poder que
poder
causaba un enorme temor entre sus como lo indica un rumor
enemigos,
corriô Buenos Aires en el ano 1952.
que por
ano, la psicoanalista Marie Langer publicô un libro titulado
Ese
Fantasias eternas a la lu% del psicoanâlisis, que volviô a editar ampliado en
1957, después de la caîda de Perôn.19 Fantasias eternas es un anâlisis de
varios mitos, que ella denomina «mitos sociales». Los define como
reacciones colectivas en situaciones relacionadas con la
excepcionales,

figura materna. Su modelo es un trabajo de Marie Bonaparte escrito en


1945 sobre los mitos que surgieron en Inglaterra y Alemania a finales de
la segunda guerra mundial.

analiza très mitos en la Argentina bajo el


Langer que aparecieron
a Isabel la. de Su
gobiero peronista y otro mito referente Inglaterra.
sobre la se centra sobretodo en un mito que ella
trabajo Argentina

19 Marie Fantasias eternas a la lu% delpsicoanâlisis. Buenos Aires: Editorial Nova,


Langer,
1957.

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Evita, Historia y Mitologia 129

recogiô —como también lo hicieron otros colegas suyos— en 1952. Es el


mito del nino asado. el relato de Langer, el cuento tiene lugar en
Segun
Buenos Aires. Una joven pareja de clase acomodada que vive en una

bonita casa tiene un bebe. La madré cuida al nino y una noche


finalmente se dispone a salir a cenar con el esposo. Dejan al nino con

una empleada doméstica y cuando regresan entrada la noche, encuentran

la casa con todas las luces encendidas, la mesa puesta en el comedor y a


la criada sentada en la cabecera. Esta vestida con el traje de novia de la
duena de casa y encima de la mesa, en una bandeja, esta el bebé asado. El

cuento tiene varios finales posibles, todos violentos.


Para Langer el mito del nino asado ténia como figura focal a la

madré, indudablemente Evita, que reinaba todopoderosa en esos

momentos. Langer ve en ella un personaje que refleja el miedo profundo


y generalizado que la burguesîa argentina ténia de Eva Perôn.
Pero es posible hacer una lectura diferente de este relato pues 1952 es

también el ano en que se agrava la enfermedad de Evita. Morirâ el 26 de


Julio de 1952. Por lo tanto ya no es la mujer todopoderosa o lo es por
muy poco tiempo mâs.
Si centramos el relato en la mujer que asa al nino, se pone el vestido

de novia y se sienta en la cabecera de la mesa, la situation cambia

apreciablemente pues la conclusion immediata es que ella quiere ocupar


el lugar de esposa y madré en la casa. Pero como es la empleada

doméstica, es decir un ser de clase inferior que convive con la familia


pero no forma parte de ella y trabaja para ella, al atreverse a querer

desplazar a su senora del lugar que le correponde como tal, es


usurpadora por partida doble. Es transgresora y subversiva y por si esto

fuera poco, violenta.

Desde esta perspectiva, el personaje de la empleada doméstica es una

figura que nos permite vislumbrar el miedo profundo que existia en

algunos sectores sociales ante los cambios acaecidos en la década de los

cuarenta, cuando las cosas paretian estar al rêvés de lo que debian ser. El

mito nos révéla su vulnerabilidad e inseguridad al entender que la gente

que al peronismo era mucha, tanta que hasta se habia metido en


apoyaba
las casas, estaba instalada alli y no se iria nunca mâs. Por otra parte era

también la confirmation que bajo el peronismo ya nada era sagrado, ni


siquiera se respetaba la santidad del hogar. Las empleadas domésticas se
habian convertido en trabajadoras, en el lenguaje de la época,
conformaban la quinta columna del régimen peronista, ante las que no se

podi'a hablar pues eran «espias del régimen» y sobretodo, «espîas de


Evita».
El mito también nos muestra el rechazo que Evita en
producia

aquellos sectores que se sentian vigilados por ella —cosa que ella

declaraba hacer metaforicamente pero ellos aceptaban literalmente.


que

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130 C.M.H.L.B. Caravelle

Era un rechazo a su clase mucho fuera del Présidente, se


por que esposa
oubliera de joyas y se vistiera en Paris; un rechazo a su insistencia en
entrometerse en el mundo de la polltica y desarrollar actividades para las

cuales no solamente no estaba por provenir de una clase social


preparada

baja y tener una educaciôn limitada, sino por ser totalmente inapropiadas
una es decir un ser subordinado tanto desde el punto de vista
para mujer,

légal como social, que ténia derechos civiles limitados y hasta 1952, ni
habia votado en elecciones nacionales. Cuando escuchaban sus
siquiera
discursos en los que expresaba a voz en cuello y sin inhibiciones sus
sus cèleras Evita los
amores, y sus odios, poco importaba que aceptara
limites le su condiciôn de y demostrara ser una
que imponia género

esposa ejemplar y una madré paradigmâtica que no necesitaba tener hijos


pues estaba dedicada al bienestar de los descamisados, los desvalidos, los
pobres y los ninos —todos ellos hijos suyos.
Su en actos era una reafirmaciôn constante de su
presencia publicos
ser Evita, de esa en la que se habia transformado,
persona excepcional
de su liderazgo carismâitco, segura de su derecho a tener poder
orgullosa

y ejercerlo. Era un ser que parecia no tener limites a su voluntad y a la


ambiciôn que se habia despertado en ella. Para colmo, en un acto de
atrevimiento sin en esos anos, habia tenido la audacia de querer ser
igual

vicepresidente.
No es de extranar la mitologfa se ensanara con ella,
que antiperonista
insistiendo en sus coleras, su sed insaciable de venganza, su supuesto

resentimiento, su ambiciôn y su dominio sobre Perôn. De alJl su


con su social, su falta de educaciôn, su vida de
preocupaciôn origen
actriz Cuanto mâs las la
y su ilegitimidad. cargaban tintas, justifïcaban

ilegitimidad del lugar que ocupaba en la vida polltica argentina. Era la


subversiva, resentida, la intrusa y
gran impostora, transgresora,
—la usurpadora por excelencia. De alli los esfuerzos por
manipuladora
borrarla y reescribirla.
A principios de los anos setenta cuando todavia la Argentina seguia
en manos de sucesivos militares, aunque ya empezaba a
gobiernos
el institucional centrado en la exclusion del
desintegrarse esquema
un de creô una
peronismo, pequeno grupo jôvenes peronistas
llamaron Montoneros. Tomando a Evita
organizaciôn guerrillera que
como y reivindicaciôn, tenian como objetivos luchar por el
bandera
retorno de Perôn a la Argentina y poner fin a las dictaduras militares,
con la del gobierno militar de turno.
empezando
Revelaron su existencia al pais el 29 de mayo de 1970 con un golpe
el secuestro del ex-Presidente General Pedro Eugenio
espectacular:
Aramburu por el «Comando Juan José Valle de la Organizaciôn
Montoneros». Lo sacaron de su casa y lo llevaron a una estancia de la

provincia de Buenos Aires donde fue sometido a un juicio

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Evita, Historia y Mitologîa 131

revolucionario, acusado de traiciôn a la patria por el fusilamiento del


General Juan José Valle y las muertes del basural de José Leôn Suârez,
asf como la desapariciôn del cuerpo de Evita. Los Montoneros
anunciaron que habia sido condenado a muerte y ejecutado y que su

cuerpo séria devuelto a sus familiares «cuando al pueblo argentino le


sean devueltos los restos de su querida companera Evita». De hecho, el

se hizo una vez las entre un emisario del


canje que negociaciones
Présidente General
Alejandro Agustîn Lanusse y Perôn llegaron a un
acuerdo que permidô la participation del peronismo —pero no de Perôn—
en las elecciones, su retorno al pais después de dieciocho anos de exilio y
la devoluciôn del cuerpo de Evita. El 2 de septiembre de 1971, éste fue
desenterrado del cementerio de Milan donde yacia en una tumba con el

nombre de Maria Maggi de Magistris y entregado a Perôn en su


residencia madrilena.
La Evita Montonera de los anos setenta es la figura emblemâtica de la

Révolution Peronista imaginada por la juventud peronista. Era la Evita


revolucionaria por excelencia, militante, peronista fanâtica, sectaria,
implacable, que anunciaba a voz en cuello su compromiso incondicional
con la justicia social sin importarle las consecuencias y se proclamaba

dispuesta a dar la vida por Perôn. Se reproduci'an frases de sus discursos

mas apasionados en periôdicos, revistas, panfletos y en las paredes de las

ciudades. Era una Evita que si hubiera vivido no hubiera permiddo el


triunfo de la Revoluciôn Libertadora porque hubiera armado al pueblo.
Asî prometiô hacerlo en su ultimo discurso desde el balcôn de la Casa
Rosada, el 1° de mayo de 1952, en el que asegurô:
Si es preciso haremos justicia con nuestras propias manos. Yo le pido a
Dios no permita a esos insensatos [traidores] levantar la mano contra

Perôn, porque guay de ese di'a! mi General, yo saldré con el pueblo

trabajador, yo saldré con las mujeres del pueblo, yo saldré con los
descamisados de la Patria... porque nosotros no nos vamos a dejar
aplastar mâs por la bota oligârquica y traidora de los vendepatrias que
han explotado a la clase trabajadora.20

En las manifestaciones, flameaban las banderas de Montoneros y la

juventud gritaba: «Si Evita viviera séria Montonera». Hasta ténia una
apariencia diferente. No era la Evita que posaba, sonriente,
elegantemente vestida, enjoyada y maquillada, sino una muchacha joven,
de cara limpia, sin maquillaje, de sonrisa amplia, acogedora, con el pelo
largo y suelto, al viento.

La Evita Montonera no fue un desvario y no fue inventada, pero es

una Evita unidimensional, descontextualizada, separada de Perôn y de

20 Presidencia del la Nation, Subsecretarfa de Informaciones. Pérou y Eva


Argentina.
Perôn hablan a los trabajadores. 1° de mayo de 1952.

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132 C.M.H.L.B. Caravelle

cierto modo contrapuesta a él. Sin decirlo explicitamente, la vieja imagen


del Perôn cobarde es su contrapartida. Es lo que permite aislarla y
distanciarla tanto de él como de su nueva Maria Estela Martinez
esposa
de Perôn y realzar su militancia. Es un reflejo de las divisiones existentes
en el peronismo y especialmente de la progresiva radicalizaciôn de la
juventud peronista, enfrentada en un primer momento al sector sindical

y en una segunda etapa al mismo Perôn, una vez que se inicia su tercera

presidencia (12 de octobre de 1973-1 de julio de 1974). El 1° de mayo de


1974, Perôn expulsô de Plaza de Mayo a una columna de Montoneros
llamândolos «estupidos» e «imberbes». El paso siguiente que dieron fue
entrar a la clandestinidad y tomar las armas contra su gobierno.

La popularidad de Evita Montonera fue fugaz. Nunca se extendiô


fuera del pais y se extinguiô con el golpe de Estado del 24 de de marzo
de 1976 y el gobierno de facto de las juntas, compuestas por los
comandantes en jefe de las Fuerzas Armadas (1976-1983). Pero durante
los anos de la dictadura, cuando reinaba el terrorismo de Estado en la

Argentina y se multiplicaban las desapariciones forzadas y los campos de


concentraciôn, el resto del mundo redescubriô a la anti-Evita y seducidos

por la musica en que vino envuelta, se enamorô de ella. En 1976, dos


ingleses, Tim Rice y Andrew Lloyd Webber desenpolvaron la Evita
mitolôgica de Fleur Cowles y Mary Main. Compusieron una opéra que
dos anos mas tarde, en una puesta en escena basada en ellas, completada
con resabios nazifascistas y adornada con un Che de a
pacotilla, empezô
recorrer los escenarios de las grandes ciudades antes de ser pelîcula. La

producciôn conté con la asesoria de Cowles, que lo hizo gustosa porque


como explicô en sus memorias lo que ella queria, «era impedir cualquier
idealizaciôn de esa horrible mujer».21
La fascinaciôn international con la mitologfa anti-Evita no ha dejado
de ganar adeptos hasta el présente, alimentada por nuevos textos

fantasiosos. Son cada vez mâs numerosas las personas que una vez

atrapadas en sus redes, vuelan hasta Buenos Aires donde descubren que

pueden visitar la tomba de Evita en el cementerio de la Recoleta y su


Museo en una casa de la Fundaciôn Eva Perôn.

21 Fleur She Made Friends and She


Cowles, Kept Them. New York, Harper Collins
Publishers, 1996, p. 261.

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Evita, Historia y Mitologî a 133

RESUMEN - Anâlisis de dos visiones —tanto de la persona de Eva


antagônicas
Perôn como de lo que ella representaba en el gobiemo de Juan Domingo
Perôn- y de cômo con el correr de los anos estas representaciones de Evita han
conformado una verdadera mitologîa que tiene hasta nuestros dias una vitalidad
exuberante.

PALABRAS CLAVES : Peronismo, Santa Evita, La mujer del lâtigo, Evita

Montonera, Descamisados.

RESUME - Cet article deux visions tant de la personne d'Eva


analyse opposées,
Perôn que de ce qu'elle représentait dans le gouvernement de Juan Domingo
Perôn. Il montre aussi comment, avec le temps, ces représentations d'Evita ont
élaboré une véritable mythologie qui montre jusqu'à nos jours une exubérante
vitalité.

MOTS-CLÉS : Péronisme, Sainte Evita, La Femme au fouet, Evita Montonera,


Descamisados.

ABSTRACT - of two visions —what Eva Perôn


Analysis antagonistic
represented in Juan Domingo Perôn's government and her real self— and how,
as years went by, these représentations of Evita created a real mythology which
continues to be very vivacious today.

KEYWORDS : Peronism, Saint Evita, The woman with the whip, Evita

Montonera, Descamisados.

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