Академический Документы
Профессиональный Документы
Культура Документы
(1714-1787)
La reforma de la ópera o el melodrama musical
Su vida
Nació en Erasbach, el 2 de julio de 1714.
Gluck se mudó más tarde a Viena, donde la ópera seria era la preponderante.
La ópera italiana y
Metastasio
La figura de Metastasio
Pietro Metastasio (1698 - 1782) fue el libretista de ópera más prolífico del siglo XVIII y su
carrera duró al menos cincuenta años. En Viena fue el poeta imperial, y todos sus
libretos eran musicalizados por todos los músicos de la corte. Sus textos seguían el
estilo cortesano de la época; es decir, eran artificiosos de una falsa expresividad.
Los personajes son arquetipos, siempre interpretados con las mismas máscaras y trajes.
Entre ellos se encuentran Pulcinella, Arlecchino, Pantalone y Brighella, Isabel/a,
Colombina, Capitana Spavento, Dottore (médico, juez) y especialmente señor y criado
como pareja: Magnifico y Zanni (Don Giovanni y Leparello).
Disputa de los bufones
En 1752 se originó la llamada disputa de los bufones (querelle des bouffons), con motivo
de la representación en París de La serva padrona de PERGOLESI por compañías
ambulantes de ópera italiana. El ambiente burgués estaba para entonces tan decantado
que sólo necesitó ese pretexto para poner en marcha el desarrollo de la opéra comique.
Partidarios de la ópera francesa, aristócratas, tradicionalistas y amigos de RAMEAU se
defendieron contra los amantes de la ópera bufa italiana; los progresistas,
especialmente en torno a ROUSSEAU, GRIMM, DIDEROT. La joven generación encontró
en ella la deseada naturalidad y la expresión espontánea del sentimiento frente a la
antigua rigidez artificiosa.
Las primeras óperas de Gluck
Gluck admira a Metastasio y naturalmente trabajará con él en el futuro. Sin embargo,
antes de eso se muda a Milán con ayuda de Francesco Saverio Melzi. Ahí conoce a
Giambattista Sammartini con quien estudiará composición, aprendiendo de él algunas
novedades con respecto a la sinfonía y el concierto. En esta época escribe su única obra
no teatral conocida, sus Seis sonatas para trío.
La guerra hace que se desplace hacia Londres, otra sede en la que la ópera italiana está
también de moda. Ahí estrena una ópera e intenta suerte como ‘virtuoso’ de la
armónica de cristal, pero no lo consigue.
Regreso a Praga y a Milán
Antes de regresar a Praga, pasa por Hamburgo, Leipzig y Dresde. Su padre fallece y le
deja una herencia (dos casas, una hospedería y un negocio), razón por la que regresa a
Praga en 1750).
Comienza a trabajar con Raniero de Calzabigi, quien era un hábil escritor de libretos. Le
mostró su Orfeo, y Gluck decidió musicalizarlo. Sin embargo, el trabajo fue
colaborativo, pues el mismo escritor sugirió los silencios, las partes recitadas
lentamente o de forma acelerada, los tonos de voz, la musicalización.
Los recitativos de Gluck fueron originales, pues eran más dramáticos por el
acompañamiento. El Orfeo fue estrenado en Viena el 5 de octubre de 1762 con mucho
éxito.
La reforma operística de Gluck
Afectó a los rígidos esquemas tanto de la grand opéra francesa como de la ópera seria
italiana de la que partió GLUCK. Comenzó su reforma en colaboración con el intendente
Conde DURAZZO y el poeta CALZABIGI en Viena.
CALZABIGI escribió textos dramáticos con una acción clara, desarrollo transparente e
ideas convincentes, procedentes de la antigüedad o de la Camerata Florentina.
El tercer acto muestra su retorno a la tierra y la nueva marcha de Eurídice que le sigue
alegre, después de sortear el destino que originalmente tiene esta tragedia.
Sólo hay tres personajes: Orfeo (original para contralto castrado), Eurídice y Amor,
además del coro (cuyo papel es importante).
Orfeo y Eurídice
La acción es muy sencilla, pues no hay episodios marginales: un alegre final (propio del
siglo XVIII), los personajes hablan un lenguaje suelto y directo, sin la tradicional
ampulosidad retórica o el gusto por las estrofillas elegantes.
La obertura es muy convencional, casi alejada del resto de la obra, pues no prepara al
espectador a la atmósfera con la que inicia (la escena de la tumba de Eurídice).
Alcestes (1767)
El Orfeo no causó tanto revuelo, por lo que Gluck continuó haciendo óperas
convencionales. Sin embargo, Alcestes se convirtió en una revolución de la época,
acentuada por el prólogo que el mismo Gluck escribió en el que redacta un manifiesto
de la reforma operística, que pone como objetivo la expresión sobria y más dramática,
despojada de los excesos de los divos.
Este prólogo significó el inicio de una nueva era de relaciones entre el artista con su
arte.
Alcestes (características)
Ópera en tres actos divididos en seis cuadros.
En el segundo acto hay un ballet en el que el pueblo se regocija por la recuperación del
rey. El soberano pregunta por quién se ha sacrificado, y nadie le contesta. Alcestes
confiesa que ha sido ella, y hay un intercambio de palabras que culmina con el aria de
Alcestes: “Ah, malgré moi”.
En el tercer acto, Hércules intenta ayudar. El rey no puede vivir sin su esposa y ambos
optan por el sacrificio. Los dioses conmovidos deciden que ambos vivan en premio por
su devoción mutua.
La obra
Es un manifiesto que influyó ampliamente en las óperas posteriores. J. M. Martín Triana
señala: “la falta de atractivo del tratamiento hierático de la trama, el anticlímax que
supone el increíble acto tercero, y la dificultad de encontrar en la actualidad una
auténtica soprano dramática “que cuente con la verdadera técnica belcantista que
exige el papel principal”.