EL PAPEL DEL CODIGO PROFESIONAL DEL INGENIERO EN EL

EJERCICIO DE SU LABOR

El código de ética es el reglamento que legaliza la conducta profesional de los

ingenieros, es decir, la manera en cómo actuamos, reaccionamos, trabajamos,
y relacionamos con el entorno en general, dado que las personas tenemos
diferentes modos de ver la vida se hace necesario la creación de unas normas
que promuevan la equidad e igualdad para garantizar el bienestar de todos. La
ingeniería es una profesión que ha aportado al desarrollo de la sociedad de la
mano de la tecnología, por eso es importante que los ingenieros se rijan
mediante unos principios éticos establecidos que le permitan desempeñarse
como un profesional integro siempre buscando los beneficios sociales,
ambientales y culturales que mejoren la calidad de vida y promuevan el
desarrollo del país.

El ingeniero en su labor debe ser capaz de identificar, analizar y comprender

los problemas actuales, las necesidades sociales, económicas o industriales y
las oportunidades de mejora para poder proponer soluciones fundamentadas
en sus capacidades tanto física, como moral e intelectual es decir tener
conocimientos que lo hacen apto para cumplir con su trabajo con honestidad, si
bien es cierto, los ingenieros se forman bajo el dominio de diferentes ciencias,
valores, aptitudes y experiencias que le permiten desarrollar su liderazgo,
comunicación, creatividad y sobre todo el ingenio para inventar nuevas
herramientas que ayuden a resolver las dificultades que se puedan presentar
en la sociedad por lo que debe considerarse abierto a ser juzgado, tanto legal
como moralmente, por sus actos u omisiones. Así lo dijo el expresidente
norteamericano Herbert Hoover, en el año 1936, al inaugurar el proyecto que
lleva su nombre: “La gran responsabilidad del ingeniero, en comparación con
las personas que ejercen otras profesiones es que sus obras están expuestas a
la vista de todo el mundo. Sus actos, paso por paso, están materializados. No
puede llevarse errores para la tumba, como los médicos. No puede, como el
arquitecto, cubrir sus fallas con árboles y enredaderas. No puede, como los
políticos, encubrir sus deficiencias culpando a sus oponentes y tener la
esperanza de que la gente lo olvide. El ingeniero simplemente no puede negar
lo que hizo. Si sus obras no funcionan, está condenado. Al ingeniero
corresponde la tarea de arropar los huesos desnudos de la ciencia con vida,
comodidad y esperanza”.

Dentro de los principios fundamentales se encuentran la imparcialidad e

integridad en el lugar de trabajo relacionada directamente con la objetividad del
ingeniero al momento de hacer uso de su conocimiento para la toma de
decisiones en los que se ve implicado, momento en el cual debe saber
diferenciar entre lo bueno y lo malo buscando su propio bien y evitando
sobornos, falsificaciones de reportes, informes o evaluaciones que hagan dudar
de su rectitud; Así mismo, los ingenieros deben promover el desarrollo
sostenible de las ciudades generando el mínimo impacto posible en el
ambiente mediante alternativas que contribuyan a un entorno más sano y
agradable para todos.

Para concluir se puede decir que se debe ser un profesional dispuesto a

respetar y cumplir el código ético laboral ya que las decisiones que toma un
ingeniero repercuten directamente en la sociedad y en el ambiente que puede
ocasionar problemas en lugar de generar alternativas o soluciones que es lo
que realmente busca la profesión. Por esto todo ingeniero debe procurar el
perfeccionamiento constante de sus conocimientos, divulgar su saber,
compartir su experiencia y proveer oportunidades para la educación de los
demás, ser diligente con las personas con las que trabaja y tener una conducta
cimentada en la capacidad, la honradez, la fortaleza, la templanza, la franqueza
y la justicia, de buscar el bien social para lograr una mejor vida a nivel
individual.