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LA CARRERA ESPACIAL: LA GRAN 'BATALLA'

PROPAGANDÍSTICA DE LA GUERRA FRÍA

La URSS y los EE UU compitieron por el dominio del espacio en los 60.


Fue una carrera contrarreloj en la que la ciencia no importó.
La URSS llevó la delantera hasta el último y más importante hito: la llegada
a la Luna, a la que los americanos llegaron primero.
El inicio de la carrera| Objetivo: la Luna | El final.

Hace 40 años el Apollo 11 surcaba el vacío en dirección a la Luna. Sus tres


ocupantes estaban a punto de lograr un hito histórico para la humanidad:
iban a ser los primeros en poner su pie en tierra firme fuera de nuestro
planeta. Sin embargo, en aquel momento el objetivo logrado era diferente:
eran la representación de la victoria de EE UU sobre la URSS en la
'conquista' del satélite.

Tras la Segunda Guerra Mundial, la tensión entre EE UU y la URSS era


patente. Tras el violentísimo conflicto, el bloque capitalista y el comunista se
enzarzaron en una contienda estratégica, conocida como Guerra Fría, en la
que las dos potencias nunca se enfrentarían directamente y utilizarían a
terceros en sus refriegas. Sin embargo, los contendientes encontraron en la
conquista del espacio un campo en el que 'combatir' de manera directa y
demostrar qué modelo social y político era superior: comenzaba la carrera
espacial entre los adalides del capitalismo y el comunismo.

Paranoia y propaganda
El 4 de octubre de 1957 la Unión Soviética lanzaba al espacio el Sputnik 1, el
primer satélite artificial de la historia. La noticia corrió como la pólvora por
EE UU y por todo el mundo. El insistente 'bip-bip' que emitía el satélite hizo
que la Bolsa de Wall Street bajara, que el New York Times afirmara que el
país se encontraba en una "carrera por la supervivencia" y que el científico
norteamericano George P. Rice llegara a escribir que, a menos que hubiera
un cambio de actitud evidente, era "razonable esperar que no más tarde de
1975 los Estados Unidos sean parte de la URSS", según cita Ricardo Artola
en su libro La Carrera espacial.

Es razonable esperar que más tarde de 1975 los EE UU sean parte de la


URSS

Por su parte, la URSS comprendía el poder propagandístico internacional de


sus logros espaciales. Tanto es así que, desoyendo a los técnicos, el
presidente soviético, Jruschev, adelantó el tercer Sputnik al 15 de mayo de
1958, poco antes de las elecciones legislativas italianas. Según parece,
esperaba impresionar a los electores y así apoyar al partido comunista más
importante de Europa occidental. El satélite fracasó en su misión pero el PC
de Italia fue la segunda fuerza más votada. Portada de prensa de la época
que recoge el viaje de Gagarin por el espacio.

El Sputnik fue el pistoletazo de salida para una loca carrera que ocuparía los
doce años siguientes. Los soviéticos demostraron que eran los más
espabilados de la clase: por poco o por mucho, lograban casi todos los hitos
espaciales antes que sus rivales americanos. La URSS mandó al primer ser
vivo al espacio (la perrita Laika), al primer hombre (Yuri Gagarin) y a la
primera mujer (Valentina Tershkova), y realizó el primer paseo espacial.

Tan vital era esta competición que los dos países no repararon en utilizar
para sus proyectos espaciales a dos genios de historiales poco 'limpios' para
sus gobiernos: los americanos no habrían llegado a la Luna sin el trabajo de
Wernher von Braun, el alemán que diseñó las V-2 que bombardearon
Londres durante la Segunda Guerra Mundial y que 'acogieron' tras el
conflicto, y los soviéticos deben gran parte de sus éxitos a Sergei Pavlovich
Korolev, torturado por "subversión en el campo de la tecnología" en 1939 y
preso en el Gulag hasta 1945.

Kennedy y el desafío de la década


El presidente John Fitzgerald Kennedy llegó a la Casa Blanca en un
panorama muy turbulento. En abril de 1961, su primer año como
presidente, la situación parecía sonreír a una URSS comandada por Nikita
Jrushev, el líder que más apoyó la carrera espacial. Sólo en abril, la URSS
había mandado al primer hombre al espacio, cinco días antes del ridículo de
la invasión pro estadounidense de la Bahía de Cochinos en Cuba.

EE UU necesitaba un golpe de efecto y Kennedy hizo gala de su talante


deportivo y se fijó en un programa ya iniciado, el Apollo: "Creo que este país
debería comprometerse a alcanzar el objetivo, antes del final de esta década,
de poner un hombre sobre la superficie de la Luna y hacerle regresar a la
Tierra sano y salvo", aseguró el presidente norteamericano ante el Congreso.
Kennedy lo volvería a repetir en la Universidad de Rice (Texas) en un
célebre discurso en el que afirmó que "hemos elegido ir a la Luna antes de
que acabe la década".

Para no dejar en evidencia al presidente Kennedy y su compromiso (que no


cayó en el olvido tras su asesinato en 1963 ) EE UU destinó unos 5.000
millones de dólares anuales a su programa espacial durante aquella época.
En 1967, se calcula que unas 400.000 personas trabajaban para algún
aspecto del programa Apollo, ya fuera para la NASA o en empresas
subcontratadas.

La tensión provocada por la fecha límite se sentía hasta en España, en la


estación de seguimiento de la NASA en Fresnedillas (Madrid). El director de
aquella estación durante la misión Apollo, Luis Ruiz de Gopegui relataba a
20minutos.es que la presión "se notaba muchísimo, había espías y no se
llegaba a tiempo, por lo que los entrenamientos y las simulaciones
aumentaban". Ni un revés tan importante como la muerte de los tres
astronautas del Apollo 1 frenó el proyecto.

El fin de la carrera espacial


Sin embargo, ni el presupuesto ni el plazo era ilimitados por lo que de los
veinte vuelos de prueba previstos, sólo se realizaron tres antes de enviar al
espacio al Apolo 11. EE UU puso toda su maquinaria propagandística a
trabajar y 600 millones de personas vieron por televisión el primer paso
lunar de Armstrong. Como si de una épica producción hollywoodiense se
tratara, EE UU ganaba por K.O. a la URSS en el último asalto.

Los americanos lograron colocar otras seis misiones en la Luna mientras la


URSS, que sólo logró llevar sondas no tripuladas al satélite, intentaba
ocultar su fracaso negando que hubieran intentado llevar cosmonautas a la
Luna. Décadas después tuvieron que admitir que así fue.

A partir de ahí, lo único que se puede hacer en la Luna es ciencia, y la


ciencia a ese precio no interesaba

"Se había ganado la carrera espacial y ya no despertaba interés", asegura


Ruiz de Gopegui. "A partir de ahí, lo único que se puede hacer en la Luna es
ciencia, y la ciencia a ese precio no interesaba". La NASA se embarcó en
proyectos más económicos como el transbordador o la estación espacial
internacional. El efecto, aumentado por la derrota, fue parecido en la URSS.
Nadie quería seguir dilapidando aquellos inmensos presupuestos - se
calcula que entre las dos potencias se gastaron 100.000 millones de dólares
durante aquella década- en el espacio.

Uno de los dos hombres que llegaron a la Luna en 1969, Buzz Aldrin
resumió perfectamente el espíritu de aquella carrera: "Si llegamos a la Luna
no fue para estudiarla ni para recoger muestras de su suelo, sino para
aventajar a los rusos en la carrera espacial. Todo lo demás quedó en
segundo plano".

Cosmonautas y astronautas
Aunque era el mismo trabajo, soviéticos y estadounidenses llamaron de
diferentes maneras a los hombres destinados a conquistar el espacio: los
comosnautas, para los soviéticos, y los astronautas, para los
estadounidenses. El que los dos se jugaran el prestigio de sus respectivas
sociedades hizo que la selección de aquellos "elegidos para la gloria" fuera
delicada.

Los soviéticos convirtieron a la paracaidista Valentina Tershkova en la


primera mujer en llegar al espacio. Las capacidades de Tershkova para ser
cosmonauta eran indudables (llegó a tener más horas de vuelo que todos los
astronautas americanos juntos) al igual que su elección fue fruto de la
propaganda: habría que esperar hasta 1982 para ver a otra mujer, también
soviética, en el espacio.

Los estadounidenses, por su parte, elegían para sus viajes espaciales a la


personificiación del americano modelo: valiente, religioso, patriota, esposo
y padre perfecto y, por su puesto, hombre y blanco. Su existencia debía ser
perfecta y así se transmitía al público. Evidentemente la realidad era
distinta. Años después, la prensa sacó a la luz las aficiones por el alcohol y
las mujeres (y no precisamente sus esposas) y cómo algunos matrimonios se
mantuvieron juntos únicamente por el temor de que la NASA les dejara en
tierra.

Una cronología de este conflicto de incertidumbre cuyo punto álgido fue


cuando Neil Armstrong pisó suelo lunar

La Guerra Fría fue un suceso que estalló entre Estados Unidos y la


Unión Soviética (URSS) después de la Segunda Guerra Mundial.

Debido al conflicto, el mundo tenía un hueco económico y social que


pretendieron aprovechar las dos potencias, enfundándose una carrera
armamentista y espacial que para muchos empezó con la Guerra de Corea
en 1950, con los soviéticos en el bando de Corea del Norte y los americanos
con Corea del Sur.

Así, la guerra entre el capitalismo (EU) y el socialismo soviético (URSS)


había empezado con diferentes sucesos a lo largo de las siguientes décadas,
peleando indirectamente a través de otros conflictos y eventos.

Estados Unidos veía un peligro para su economía si el socialismo se


propagaba en un efecto dominó.
Y aunque la URSS se desintegró como estado socialista en 1991, para
muchos la competencia sigue en pie, aún más fría.

Cronología de la carrera espacial


La exploración espacial comenzó como una lucha entre EU y la URSS, pero
actualmente se han sumado otras potencias.

1957. La URSS lanza el Sputnik 1, primer satélite artificial en orbitar la


Tierra.

1958. Estados Unidos pone en órbita su primer satélite y crea la NASA, o


Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio.

1961. El astronauta soviético, Yuri A. Gagarin, es el primer hombre en el


espacio. Un mes después, el estadounidense Alan B. Shepard realiza el
primer vuelo suborbital.

1963. La soviética Valentina Tershkova es la primera mujer en viajar al


espacio.

1965. El ruso Alexey A. Leonov sale de su nave espacial Voskhod y realiza el


primer paseo. La URSS sigue ganando la carrera espacial.

1969. Los estadounidenses Neil Armstrong, E.E. Aldrin y M. Collins llegan


a la Luna. Ahora la NASA vence a los rusos en la carrera espacial.

1971. Primera estación espacial Salyut 1. China y Japón envían sus primeros
satélites.

1983. Sally Ride es la primera mujer americana en llegar al espacio.

1986. Explota el transbordador Challenger, de EU, cuando se encontraba


en el aire. Todos sus tripulantes mueren.

1991. La URSS se desintegra al no poder sustentarse bajo su modelo


económico.

1999. China envía Shenzhou, su primera nave espacial.

2003. El transbordador Columbia se desintegra durante su regreso a la


Tierra, muere la tripulación.
2004. El Estados Unidos de George W. Buch presenta un proyecto para
volver a la Luna antes de 2020 y anuncia el fin de los transbordadores
espaciales.

2008. India se inicia en la carrera espacial con la misión Chandrayaan-1.

2010. Barack Obama anuncia una política espacial donde la iniciativa


privada será el factor clave para futuras misiones espaciales. SpaceX es la
primer compañía privada de vuelos espaciales, en Estados Unidos.

2012. El rover de la NASA Curiosity llega a Marte bajo un sistema de


aterrizaje completamente diferente, enviando las imágenes más nítidas
existentes del Planeta Rojo.

Ver más en:


https://www.20minutos.es/noticia/478620/0/carrera/espacial/guerra-
fria/#xtor=AD-15&xts=467263

LA CRISIS DE LOS MISILES


Visión general
Se llama crisis de los misiles a los trece días de octubre de 1962 en los que
Estados Unidos y la Unión Soviética estuvieron a punto de comenzar una
guerra nuclear por Cuba.

Los soviéticos habían comenzado a construir las instalaciones para poder


desplegar misiles de alcance medio e intermedio con capacidad nuclear en
la isla de Cuba, a tan sólo 90 millas de las costas de Estados Unidos.

El gobierno de Washington, con el presidente John F. Kennedy a su cabeza,


no estaba dispuesto a tolerar semejante amenaza tan cerca de casa. Las
tensas negociaciones para lograr el desmantelamiento de los misiles
duraron desde el día 16 al 28 de octubre de 1962. En menos de dos semanas
el mundo se acercó a una enorme posibilidad real de un enfrentamiento
nuclear.

Contexto de la crisis de los misiles


Esta es la situación histórica y principales eventos que son fundamentales
para entender la crisis de los misiles.
La crisis se produjo durante la Guerra Fría (1945-1991), cuando las dos
superpotencias—Estados Unidos y la Unión Soviética—nunca se llegaron a
enfrentar directamente pero sí indirectamente en diversos puntos del
Planeta. El armamento nuclear de ambos países hizo que siempre fuera
posible una gran guerra apocalíptica.

En este contexto, el 1 de enero de 1959 la revolución liderada por Fidel


Castro triunfa en Cuba. El 20 de enero de 1961 John Kennedy jura como
presidente de Estados Unidos. Los soviéticos lo consideran blando y con
poco carácter.

En abril de ese mismo año, los Estados Unidos respaldan a un grupo de


cubanos anti castristas que fallan en su intento de invadir Cuba en Bahía de
Cochinos, también conocido como el incidente de Playa Girón.

En agosto de 1961 comienza la construcción del Muro de Berlín.

En enero de 1962 se da a conocer al presidente Kennedy las líneas generales


de la Operación Mongosee cuyo fin es el sabotaje y la desestabilización de
Cuba y el asesinato de sus principales líderes. (Sería suspendida en octubre
de ese año).

En febrero de 1962 comienza el embargo estadounidense a Cuba.

Acuerdo entre cubanos y soviéticos


En mayo de 1962 el líder de la Unión Soviética, Nikita Khrushchev
comunica al gobierno cubano su idea de desplegar misiles nucleares
soviéticos en la isla para evitar así un posible nuevo intento de invasión por
parte de los Estados Unidos. (Y poder atacar a Estados Unidos.) En ese
momento la Unión Soviética tenía aproximadamente unos 20 misiles
nucleares con capacidad de golpear EEUU desde territorio soviético y,
además, se consideraba que su puntería no era buena. Sin embargo, tenía
un número mucho más alto de misiles de alcance medio e intermedio).

Khrushchev y Castro se reúnen dos meses más tarde y sellan un acuerdo


secreto para seguir adelante con los planes rusos.

En agosto de 1962 comienzan las obras para las nueve instalaciones que
permitan desplegar los misiles. Previamente habían llegado a Cuba
especialistas soviéticos para la construción de las instalaciones. Se hacían
pasar por especialistas en agricultura. Por alguna razón, los soviéticos
estaban convencidos de que las instalaciones de los misiles no se verían
desde el aire ya que serían tapados por las palmeras caribeñas.
El 8 de septiembre llega a Cuba el primer cargamento de misiles.

El 11 de septiembre los soviéticos declaran que si los Estados Unidos


invaden Cuba o atacan cualquier barco soviético con suministros hacia Cuba
lo considerarán como una declaración de guerra.

El 16 de septiembre llega a Cuba el segundo cargamento de misiles. Al igual


que el primero, se trata de modelos R-12 con un alcance de 1,200 millas y
con carga nuclear de un megatón cada uno. A través de varios conductos,
incluidos los diplomáticos de más alto nivel, los soviéticos aseguran
repetidamente a los Estados Unidos que no están suministrando ningún
tipo de arma ofensiva a los cubanos.

Los trece días de la crisis de los misiles


El 16 de octubre de 1962 el gobierno de Estados Unidos recibe las fotos
tomadas el día anterior por dos aviones de reconocimiento. Este día se
considera el inicio de la crisis de los misiles. Se forma un grupo para
estudiar la situación conocido como Comité Ejecutivo del del Consejo de
Seguridad Nacional. Se consideran varias opciones, incluida la de invadir
Cuba, defenida principalmente por los militares.

El 18 de octubre, Kennedy se reúne con Andrei Gromyko, ministro de


Asuntos Exteriores soviético, quien sigue con el argumento que en Cuba
sólo hay armas defensivas. Kennedy no le dice lo que sabe, en parte porque
no quiere alertar a la opinión pública americana.

El 19 de octubre queda claro por más fotografías que toman los aviones
estadounidenses que hay al menos otros cuatro lugares en los que se
realizan obras para desplegar misiles. Finalmente se impone la idea de
bloquear las aguas internacionales y el espacio aéreo que rodea a Cuba y se
dan órdenes al Ejército para prepararse para imponerlo y, al mismo tiempo,
que comience a prepararse para una posible invasión. Robert McNamara es
uno de los grandes defensores de esta opción.

Se decide que al bloqueo se le llamará cuarentena para evitar posibles


terminología que según las leyes internacionales equivaldrían a una
declaración de guerra.

El 22 de octubre Kennedy notifica a los líderes del Congreso que se


bloqueará Cuba. Encuentra gran oposición en el legislativo, que pide
medidas más contundentes. El mismo día se lo notifica a los soviéticos
enviando al embajador americano en Moscú a reunirse con Khrushchev.
Al mismo tiempo, delegaciones estadounidenses se reúnen con los líderes de
Alemania, Canadá, Francia y Reino Unidos para darles a conocer la
inmediated del bloqueo y las pruebas con las que cuenta Estados Unidos.
Todos estos países muestran su apoyo a Washington. Finalmente, Kennedy
se dirige a la nación mediante un discurso televisado.

El 23 de octubre Fidel Castro asegura que todas las armas en Cuba son
defensivas y que no permitirá inspecciones foráneas.

El 24 de octubre Khrushchev hace pública una carta en la que acusa al


bloqueo americano de ser un acto de agresión.

El 25 de octubre se produce un enfrentamiento en el Consejo de Seguridad


de la ONU entre los embajadores de Estados Unidos y de la Unión Soviética.
Ese mismo día la CIA constata que las obras en las instalaciones cubanas
siguen a buen paso. En respuesta a este hecho, Kennedy da la orden para
autorizar que se carguen con armas nucleares los aviones encargados de ser
los primeros en atacar a la Unión Soviética, en caso de ataque.

El 26 por la mañana Kennedy estaba convencido de que una invasión de


Cuba era inevitable. Ordenó preparar un posible gobierno civil en la Isla y
un incremento de vuelos bajos de aviones estadounidenses sobre Cuba.

También se eleva el nivel de alerta en Estados Unidos y se da orden de que


los aviones bomberos estén listos para despegar. Además, una veintena de
aviones con carga nuclear sobrevuelan puntos desde los que pueden atacar a
la Unión Soviética. Y los rusos ordenan que se den la vuelta 14 barcos que se
dirigían hacia Cuba, se supone que para evitar el bloqueo.

También ese mismo día 26 el espía soviético Alexander Feklisov (también


conocido como Formin) invita a comer al periodista de la cadena ABC John
Scali y le pide que utilice sus contactos en el Departamento de Estado para
indagar si estarían interesados en una solución diplomática. Además, le
comunicó que averiguase si los Estados Unidos se abstendrían de invadir
Cuba en un futuro si los misiles eran retirados bajo supervisión de la ONU Y
Castro aseguraba que no aceptaría este tipo de armamento.

En respuesta a este almuerzo, el Departamento de Estado manda un


mensaje a La Habana vía el gobierno brasileño en el que se le dice a Castro
que si los misiles son efectivamente retirados sería muy improbable que
EEUU invadiese la Isla en el futuro. Además, a última de hora de la tarde
llega una carta de Khrushchev en la que se reitera lo ya dicho por Feklisov.
Mientras, Castro envía un telegrama al líder soviético pidiendo que ataque a
Estados Unidos antes de que Washington ataque a Cuba.

El 27 un avión militar estadounidense tipo U-2 fue derribado por misil


disparado desde Cuba por una orden de un militar soviético, matando al
piloto. Las negociaciones estuvieron a punto de romperse, sin embargo,
continuaron por decisión del presidente Kennedy.

El día 27 Radio Moscú retransmite un mensaje de Khrushchev en el que


propone la retirada de los misiles en Cuba a cambio de que Estados Unidos
quite los suyos de Italia y Turquía. Ese día a las 6 am hora de Washington la
CIA confirmó que los misiles en Cuba eran totalmente operativos.

Ese día hubo un grave incidente entre un barco de la Marina americana y un


submarino soviético, si bien en aquel momento no se supo el alcance. El
barco, que se encontraba implementando el bloqueo, lanzó cargas contra un
submarino sin saber que éste contaba con torpedos nucleares y con la
autorización para utilizarlos si era atacado. Al final los soviéticos no
respondieron porque uno de los tres oficiales abordo, cuyo consentimiento
era necesario, se negó a darlo.

Mientras, Khrushchev recibe una nueva misiva de Castro, que pasaría a la


historia como la Carta del Armageddon. En ella le pedía al líder comunista
que atacase nuclearmente a Estados Unidos si se atacaba Cuba. Castro
estaba convencido de que la invasión de Cuba se iba a producir.

Esa misma tarde-noche emisarios del Kremlin y de la Casa Blanca se reúnen


para explorar las posiciones de la otra parte en un barrio de Washington en
un restaurante chino. Mientras, Robert Kennedy trata de sondear al
embajador soviético en Washington antes de regresar a la Casa Blanca.

Allí, el Comité de Crisis decide enviar una propuesta a Khrushchev. Robert


Kennedy y Ted Sorensen fueron los encargados de escribir una carta,
editada por el mismísimo presidente Kennedy, en la que se exigía la retirada
de los misiles de Cuba y, si no se hacía, se aseguraba que Estados Unidos
atacaría para retirarlos. La carta debía ser presentanda al embajador
soviético en Washington y a entregársela se le dijo, sin nombrar Turquía
(que se oponía a la retirada de los misiles de su territorio), que si la crisis
llegaba a su fin entonces esos misiles serían retirados. La misiva se entregó a
las 8 de la tarde hora de la costa Este.
El Comité de Crisis comienza a perfilar planes de todos los puntos en Cuba
que deberían ser atacados, a planear un nuevo gobierno cubano y a
planificar una defensa en Europa de lo que se veía como inevitable
respuesta soviética: un ataque a los aliados de la Europa Occidental.

Todos los militares del Ejército del Aire de Estados Unidos fueron llamados
a sus bases y se les ordenó que estuvieran listos para entrar en combate. En
ese momento se creía que al día siguiente Estados Unidos podía estar en
guerra atacando Cuba.

A última hora del día se llega a un acuerdo entre Washington y Moscú, entre
Kennedy y Khrushchev en el que también interviene el Secretario General
de la ONU Thant. Los líderes de las dos superpotencias emiten comunicados
en los que se reconoce el acuerdo.

El bloqueo continuó hasta el 20 de noviembre de 1962, después de que se


pudo comprobar que, efectivamente, los soviéticos desmantelaron los
misiles y los retiraron de Cuba entre el 5 y el 9 de ese mes y que también
retiraron los aviones de bombardeo que tenían en la Isla.

Consecuencias de la crisis de los misiles


Los soviéticos reconocen públicamente que retiran todas armas ofensivas en
Cuba y acuerdan someterse a un control de la ONU para verificar que
cumplen su palabra.

También públicamente los Estados Unidos prometen que no invadirán Cuba


en el futuro. Secretamente, también se compromete a retirar de Italia y
Turquía misiles con cabezas nucleares. Lo cual hace al año siguiente.

Khrushchev perdió el poder dos años más tarde. En parte porque se le vio
como que no había defendido bien los intereses soviéticos y por no haber
previsto las consecuencias de sus acciones. Kennedy fue asesinado apenas
un año después.

Castro conservó el poder y se aseguró de que Cuba no sería invadida por los
Estados Unidos. Sin embargo, sus relaciones con los soviéticos sufrieron ya
que desde La Habana las negociaciones durante la crisis de los misiles, en
las que no se les tuvo realmente en cuenta, se consideraron una especie de
traición. Además se consideró que se perdieron oportunidades para
negociar en el mismo paquete asuntos de interés para Cuba, como la
presencia en la Isla de militares americanos en la base de Guantánamo.
Aunque los Estados Unidos no lo sabían en aquel momento, los soviéticos
habían conseguido introducir en Cuba 100 armas tácticas con cargamento
nuclear. Ya que los americanos no sabían de ellas, no fueron incluidas en las
negociaciones.

En un primer momento, el Kremlin pensó en dejar esas armas en Cuba


como moneda para calmar a Castro y evitar una ruptura abrupta de las
relaciones. Sin embargo las armas fueron retiradas y enviadas a la Unión
Soviética en diciembre de 1962. Ello se debió a que Anastas Mikoyan, el
ruso encargado de negociar este asunto con Castro consideró que el líder
cubano no era una persona a la que se podía confiar el control de un
armamento con capacidad equivalente a 100 bombas de Hiroshima. Para
justificar la retirada, los soviéticos se inventaron una ley con la que
convencieron a los cubanos y se cerró el asunto.

Curiosidades de la crisis de los misiles


La crisis de los misiles se conoce en Cuba como la crisis de octubre y en
Rusia como la crisis del Caribe.

Una de las consecuencias fue la creación de una línea de comunicación


directa entre la Casa Blanca y el Kremlin.

Algunos historiadores apuntan a


que la intención real de
Khruschev al desplegar los
misiles en Cuba era controlar
Berlin Occidental. Los misiles
desplegados en Cuba serían en
este contexto utilizados como una
razón suficiente para que las
potencias occidentales (EEUU,
Reino Unido y Francia) le
permitieran conseguir su plan.

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