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25 AÑOS GENERANDO EMPLEO, EN LAS BUENAS Y EN LAS MALAS

En el medio de una crisis económica nacional que afecta de manera directa a todo el pequeño y
mediano empresariado, soportando operaciones mediáticas que sólo procuran dañar el nombre de
nuestra firma, la familia TRIFERTO, sigue sosteniendo el desafío de sostener una empresa familiar
con 25 años de trayectoria, que ha sido y es un ejemplo de apuesta constante a la ciudad y a las
necesidades de los santafesinos.

TRIFERTO es una empresa de santafesinos, con una larga trayectoria en el rubro gastronómico, que
con sus buenas y sus malas, ha sabido concretar espacios novedosos y distintivos para la Santa Fe
del Siglo XXI. Somos una marca que identifica a la ciudad. Una familia que apostó a modificar la
cultura gastronómica de la ciudad, mirando siempre al futuro.

Hoy, como tantas miles de empresas, sufrimos el estancamiento de la economía :Lo que antes era
una salida semanal, casi diaria en el caso de las cafeterías, hoy es un lujo para los argentinos y
particularmente los santafesinos. Como a todos, nos impactan los ciclos económicos de Argentina,
los cambios de la dinámica de una ciudad, los cambios de gustos de los habitantes y visitantes.

Hemos sostenido con muchísimo sacrificio, una política empresarial que nos obligó a dar batallas
contra Multinacionales y grandes Marcas Nacionales, que vinieron a competir en Santa Fe. La
ecuación de costos varia constantemente, y hoy, los costos de electricidad, los precios de los
alquileres y el consumo de gas, que antes formaban un porcentaje bajo a cubrir, representan un
punto rojo en cualquier emprendimiento comercial.

La suba de la materia prima, la misma que un consumir ve al pararse enfrente de una góndola de
supermercado y la imposibilidad de subir los precios de la carta en busca de no desalentar un
consumo ya caído por una crisis que ataca desde todos los frentes, nos puso como a tantos otros en
dificultades financieras y económicas.

Vemos como muchas empresas gigantes, suspenden y despiden empleados para cerrar sus números.
Vemos como miles y miles de argentinos pagan con sus puestos de trabajo, los ajustes que hacen las
empresas. Y NO ES NUESTRO CASO.

Lo habitual en todo negocio en crisis es el recorte en RRHH. Pero quienes trabajan en comercios y
empresas familiares donde hay una relación estrecha entre dueños y empleados saben que esto no es
una tarea fácil. Y menos si la relación tiene casi 25 años de historia.

Triferto siempre estuvo atada a la historia de nuestra ciudad. Nace con los conceptos que forman los
pilares de la gastronomía de Santa Fe. Sus locales se movieron acompañando siempre el
crecimiento de Santa Fe.

En 1994 iluminó la entonces apagada recoleta santafesina, llegando a tener 3 locales en esas pocas
manzanas. Presentes en 2 de 3 shopping que abrieron en Santa Fe. El fuerte acompañamiento a la
costanera llevándola a su máximo esplendor.

Y cuando la empresa cumplía 10 años, decidió acompañar una hermosa actividad social, la de
trabajar en darle más vida a la hoy cerrada Granja La Esmeralda. Y poco tiempo después no dejar
que muera un ícono de los santafesinos, levantar la quiebra de Merengo, junto a sus empleados,
dueños y socios y hoy seguir viendo los turistas llevarse el delicioso recuerdo de nuestra ciudad.
Pero hay más, en un mismo año no con uno, sino dos locales apoyando la recuperada Estación
Belgrano, hoy ícono del desarrollo de nuestra ciudad.
Cada espacio que desarrolló la ciudad contó siempre con la presencia de esta empresa familiar.
La gran mayoría de los santafesinos recuerda alguna vez ir a ¨Trifertito¨ en busca de un amor o una
risa con los amigos y amigas que seguro ahí estaban.

Un festejo en familiar en la parrilla de Costa Este. Los sándwiches de Mostaza.

Buscar un lugar privilegiado en la vereda de San Martín y Santiago porque los lisos de ahí, son los
más fresco de la ciudad.

Y el pasar de los años como la vida misma marcó los cambios. Hizo pasar dueños, empleados que
hoy no están. Algunos siguieron otros caminos otros avanzaron en sus propios emprendimientos y
hoy son colegas.

Y a lo largo de esta historia de cometieron errores. Los del manual de la empresa familiar. Los que
no se pueden evitar porque ser parte de una familia hace que cueste desprenderse de un ser querido.
Porque un local es un hijo de la ciudad que no queremos que se vaya.

Que levante la mano quien no está o estuvo en crisis. Quien no conoce a alguien que no lo esté.
Pero, sobre todo, levantemos las manos los que queremos seguir trabajando.

Las preocupaciones son las mismas de todos. Un puesto de trabajo que se pierde. Una familia que
hace 25 años recibe el sueldo de vender pizzas y picadas que tendrá que adaptarse una vez más.

Estará en las manos de todos, los más jóvenes de esta familia, los empleados, los de 25 años de
antigüedad y los de 1 año vividos en esta pasión, proveedores incansables, los nuevos
gastronómicos que marcan tendencia en la ciudad, seguir poniendo una sonrisa al bajar una ronda
de lisos a una mesa de amigos o agregar las sillas que hacen falta en la vereda para esa familia que
sumó un integrante más.

No estamos estafando a nadie, no estamos ocultando nada, no somos prestanombres de nadie, no


somos evasores por eso debemos porque declaramos nuestros impuestos , no merecemos las
descalificaciones de algunos opinan irresponsablemente y después de acuerdo a las comodidades
del momento, cambian como veletas si hacerse responsables de las consecuencias de sus
difamaciones .

Estamos reestructurarando la empresa familiar. Claro que sí. Y en esta reestructuración, con la
colaboración de todos nuestros empleados, con la participación del Gremio de Gastronómicos,
vamos a garantizar que no se pierda un solo puesto de trabajo. Si contamos con la comprensión de
los proveedores que son un eslabón fundamental de esta cadena , y que nos acompañaron durante
25 años. Si somos capaces de comprender las necesidades de la época y las circunstancias. Acá
estamos, nos conocemos. La vamos a seguir peleando. Se suma el que quiera ponerse el delantal
una tardecita santafesina.

La crisis es grande. Pero no tan grande como nuestro empeño y nuestro compromiso por seguir
adelante. Con los de siempre, como siempre. Porque somos los mismos de siempre. Y estamos en
las calles de la ciudad, dando la cara. Todos los días. Desde hace 25 años.
Sabemos que contamos con todos .
La familia Triferto .

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