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PERSPECTIVAS Y ANÁLISIS CRÍTICO DEL DISCURSO

FACULTAD DE CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN

DOCENTE: RODOLFO ALBERTO LÓPEZ

ALUMNO: ENRIQUE OCAMPO RAMÍREZ

UNIVERSIDAD DE LA SALLE

PERIODO 2019 I
Análisis crítico del discurso La muñeca menor
En el siguiente texto, se tiene como propósito la elaboración de un análisis crítico del
discurso expuesto en el cuento La muñeca menor, con el objetivo de establecer las
relaciones de poder que se generan en la narrativa, satisfaciendo así la preocupación
central de Análisis Crítico del Discurso. Asimismo, se escoge un cuento debido a la
singularidad del medio por el cual se manifiestan las expresiones de poder, como los
recursos lingüísticos, usos de tiempo, expresiones culturales… Como marco
metodológico se utilizarán los parámetros de la descriptiva pura, postulada por el
fallecido filósofo y antropólogo francés Paul Ricoeur, y retomada por el autor Fernando
Vásquez. Por otra parte, debido a la minuciosidad que implica el análisis crítico del
discurso y la naturaleza del discurso elegido per se, este se adscribirá al método inductivo,
partiendo así de los pilares connotativos del texto.

En lo que respecta al marco conceptual, se utilizarán las nociones planteadas sobre la


narratología por la teórica y crítica cultural Mieke Bal en su obra Teoría de la narrativa
(una introducción a la narratología) (1990), y las nociones de las relaciones de poder que
establecen en el postulado del autor Gramsci, recapitulado por el teórico cultural y
sociólogo jamaiquino, Stuart Hall, titulado Gramsci y nosotros, además de su aporte en
conjunto con el autor Paul du Gray llamado Cuestiones de identidad cultural. Para hacer
la lectura del documento con mayor fluidez, a partir de ahora, las palabras en cursiva
pertenecerán al campo de la narratología, las que se encuentren en negrilla serán propias
de las nociones de las relaciones de poder y las palabras subrayadas representarán
conceptos claves en el análisis.

Para la elaboración de la descriptiva, se seguirán los cinco pasos que propone el autor
Vásquez con base en el postulado del filósofo francés. Estos son:

1. Ubicación de nociones cardinales


La fallecida autora del cuento La muñeca menor (1980), Rosario Ferré Ramírez de
Arellano, novelista, poeta, cuentista, ensayista y crítica literaria, se caracterizó por la
publicación de una teoría literaria que rechaza los cánones de la crítica literaria femenina
de los años 70 y que practica el proselitismo a la vuelta de una perspectiva andrógina, la
cual no mide la calidad literaria según el sexo del autor sino según el valor intrínseco del
texto dentro del cuerpo literario en general. Esta escritora feminista puertorriqueña, que
se destacó junto a otros escritores en el periodo de los años 70, escribe este cuento en una
época en que las mujeres comienzan a establecerse como parte fundamental de la
sociedad, buscando su independencia y trato igualitario. Los años 70 fueron caóticos en
Puerto Rico, ya que en esta época se dio la Revolución de Cuba, La Guerra de Vietnam,
el movimiento feminista, y los movimientos por los derechos de los negros y los
homosexuales
Su teoría literaria, propuesta en parte en varios ensayos suyos publicados de 1980 hasta
1991, subvierte los convencionalismos que se presentan en las corrientes de pensamiento
crítico respecto a la marginación de la literatura feminista, establece la literatura feminista
como otras obras de alteridad, y define los elementos calificativos de la buena literatura
feminista como extensión de la buena literatura. Ferré propone una perspectiva abierta de
la crítica literaria, la cual figura una visión posmoderna a la interpretación y análisis de la
literatura en general.
El cuento La muñeca menor se adscribe al movimiento literario del Post Boom (o
Posboom), cuyo término define a la corriente de la narrativa latinoamericana de las
últimas décadas como “modernista”, corriente de la cual se ha desprendido, desde finales
de los años setenta, hacia una vertiente “postmodernista” caracterizada por la temática
política y la innovación en lo técnico. El Posboom fue un movimiento literario
latinoamericano que tuvo lugar, como su nombre lo indica, después del auge del Boom
Latinoamericano. Dentro de sus características principales podemos encontrar:
- Se prefiere un estilo más directo que es más fácil de leer. Además, se vuelve al
realismo y no se encuentran preocupaciones existencialistas, como en las obras de
Cortázar.
- Son de notar que las obras tienen gran precisión histórica, requiriendo
investigación sobre la época y el lugar en cuestión.
- Muchas obras tratan el tema del exilio, que fue común en los autores que
cultivaron este movimiento.
- Es de notar también el surgimiento de la literatura femenina y un cambio en el
tratamiento de la sexualidad en las obras.
- La sexualidad como tema privilegiado.
- Entrada en escena de muchas mujeres: Allende, Esquivel, etc. (al contrario del
boom, movimiento “masculino”).
- Compromiso, protesta, crítica social: impacto más directo en un público menos
elitista.
- Vuelta a un mayor realismo y accesibilidad, sin que eso signifique una vuelta al
realismo tradicional, sino un retorno a la referencialidad.
2. Distinción de los sentidos
El cuento comienza con una mujer que desde joven solía bañarse en un río, hasta que,
en un día de lluvia, la quebrada creció y esto ocasionó que una chágara se le incrustara en
la pantorrilla, provocando un conflicto que la despojaría de su vanidad que llevaba desde
joven. Durante el periodo de su herida, lo cual fue un engaño, se ocupó creando muñecas
para sus sobrinas en cada ocasión especial y para cada despedida (antes de casarse).
Cuando la última sobrina se fue a casar con el hijo del doctor que atendía a la tía, se reveló
que el doctor como parte de su falta de ética y moral, le robó a la tía durante veinte años
para los estudios de su hijo, mintiéndole sobre su herida y dilatando el tiempo de
recuperación. Luego el hijo del doctor comienza a convertir la situación a su favor y
conveniencia, casándose con la sobrina menor de la tía para así demostrar que pertenecía
a una elite de clase social alta.
El espacio/tiempo dentro del cual se desarrolla el cuento es entre los años 40 y 50 (para
la época del auge en la producción de las cañas de azúcar) en un cañaveral,
específicamente en un pueblo de Puerto Rico tal como lo dice al principio del cuento; “La
tía vieja había sacado desde muy temprano el sillón al balcón que daba al cañaveral…”
El título de la muñeca menor, nos da un indicio de la edad del personaje, quien se
supone es un pertenece al género femenino, joven, y con las características de una
muñeca. Por otro lado, el núcleo de la narrativa se remite al accidente que tiene la
protagonista, pues es alrededor de esta es que gira el conflicto principal, pues su figura en
el cuento es lo que ocasiona la acción.
Aparte los roles que desempeñan los personajes, los diferentes recursos lingüísticos
informantes de los cuales se abastece la historia nos dan un horizonte particular de los
discursos y contextos que permearon a la autora, tales como: el concepto de chágara, cuyo
nombre representa una manera coloquial de llamar a un tipo de molusco en el país
puertorriqueño; el sinapismo, una cataplasma o pasta hecha con mostaza que la medicina
tradicional y antigua utilizaba; las higüeras, un arbusto o árbol pequeño que crece con las
ramas esparcidas, cuya flor, en forma de campana, es utilizada como material de trabajo
artesanal en la isla natal de la autora. Sumándole a esto, la descripción de las vestimentas
de los personajes nos centra la narrativa en un contexto mucho más preciso, como los
materiales de la misma, que además de indicar una época de la industria textil, connota
un momento en la industria de la moda, que sumada al lugar y el espacio en el que
desarrolla la narrativa, nos amplía el panorama mental que dibuja el cuento en el lector.
Otro punto importante en la distinción de los sentidos, es la particularidad de la
escritura de la autora, así como los modos discursivos que utiliza, como la retrospección,
que se emplea para establecer una relación entre el conflicto entre los personajes y su
alrededor, así como el desarrollo de la narración, como se evidencia en el siguiente
apartado: “ La tía vieja había sacado desde muy temprano el sillón al balcón que daba al
cañaveral como hacía siempre que se despertaba con ganas de hacer una muñeca. De
joven se bañaba a menudo en el río…”.
Además, se evidencia el uso de las figuras utilizadas por la autora como la metáfora y
símil. Estas se pueden observar por medio de las siguientes citas: “Decidió casarse con él
porque le intrigaba su perfil dormido, y porque ya tenía ganas de saber cómo era por
dentro la carne de delfín”; “Entonces les entraban a todos unas ganas irresistibles de
restregarse las manos como si fueran patas”. El vocabulario que utiliza la autora en el
texto es elaborado y particular, que además de designarnos la época particular de la
narrativa, nos ubica regionalmente. Asimismo, se evidencia el uso del lenguaje figurado;
“porque le intrigaba su perfil dormido, y porque ya tenía ganas de saber cómo era por
dentro la carne del delfín”. Es así como estos informantes, además de centrarnos tanto
espacial como culturalmente, nos develan matices de la particularidad en la escritura de
la autora.
3. relaciones
Lo que inicialmente fue un accidente, se convierte en el epicentro de la narrativa del
cual la autora se servirá para exponer las atrocidades de la ideología patriarcal que
terminan por conducirla al exilio de su habitación, que es básicamente el espacio donde
la mayor parte de la narrativa toma lugar. Las salvajes ideologías patriarcales que
adscriben a la mujer como un objeto, se plantean en el cuento de manera explícita, sin
embargo, la naturalidad con la que este fluye nos hace por un momento sentir que los
crueles e inhumanos sucesos que allí ocurren son naturales, pero es por medio de los
recursos lingüísticos que utiliza la autora que podemos connotar la sutil ironía con la que
la autora reivindica el daño sufrido por la tía.
Para empezar, podemos ver cómo las tecnologías de la doctrina patriarcal actúan sobre
la protagonista quien, a pesar de vivir en condiciones socialmente añoradas, es despojada
de todo valor social por el “detrimento” de sus atributos físicos, evidenciando así, cómo
la mujer se percibía como un objeto apreciado meramente por su belleza, como lo
podemos evidenciar en el siguiente apartado: “Había sido muy hermosa, pero la chágara
que escondía bajo los largos pliegues de gasa de sus faldas la había despojado de toda
vanidad. Se había encerrado en la casa rehusando a todos sus pretendientes”. Las
relaciones de poder que se establecen en torno al cuerpo, denotan las fuertes ideologías
patriarcales bajo las que se desarrollan los personajes de la historia.
Al no existir dicha enfermedad, todo el daño que sufrió la dama se le atribuye al doctor,
quien vendría siendo la verdadera enfermedad, el chágara motivo de su exilio. Es así
como, de manera metafórica, la autora se encarga de sumergir los ojos de las muñecas
“durante un número de días en el fondo de la quebrada para que aprendiesen a reconocer
el más leve movimiento de las antenas de las chágaras”, dándoles así la perspicacia de
identificar los peligros del “chágara” en el matrimonio. Es así como sus ojos se
constituyen como el regalo más valioso.
Por otro lado, un hecho trascendental en el cuento, cuya narración nos hace percibir
casi como irrelevante, es el momento en el que el doctor le confiesa a su hijo que el
financiamiento de su carrera profesional se debe al sufrimiento bajo el que ha puesto a
esta pobre mujer durante años, como se evidencia en el siguiente apartado:
“La tía pensó que auscultaba la respiración de la chágara para verificar si todavía
estaba viva, y cogiéndole la mano con cariño se la puso sobre un lugar
determinado para que palpara el movimiento constante de las antenas. El joven
dejó caer la falda y miró fijamente al padre. Usted hubiese podido haber curado
esto en sus comienzos, le dijo. Es cierto, contestó el padre, pero yo sólo quería que
vinieras a ver la chágara que te había pagado los estudios durante veinte años”.

El descaro con el que el padre le confiesa a su hijo a sangre fría y frente a su víctima,
que este la ha estado engañando, dejándola postrada en su habitación durante años,
jugando con su salud y posibilidades de ser una mujer valiosa para la sociedad, es decir,
casada y con hijos, además de concebirse como un acto bajo y ruin, desafía todos
principios de cualquier sentir ético y moral, connotando, o mejor, denotando las oscuras
relaciones de poder que se establecen entre el hombre y la mujer de la época, siendo la
segunda, irónicamente, una muñeca. Este hecho, incluso con la manera de ser narrado,
nos transmite la frustración de la mujer, quien no manifiesta pena alguna, aceptando su
desgracia producto de las tecnologías patriarcales que legitimaban las constantes
opresiones hacia el género femenino, perdiendo inclusive la potestad sobre su cuerpo.

Pero lo que surge siendo un hecho atroz contra el personaje de la tía, termina por
abrirle los ojos, pues esta se da cuenta de las barbaries a las que se adscribe la mujer en
matrimonio. Es así como esta mujer inducida al exilio por su nulo valor en sociedad,
atribuido al desfiguramiento intencionado de su cuerpo, de su belleza que, termina por
condenarla al ser despojada de su único valor como mujer en sociedad, atribuido a su
cuerpo (legitimando una vez más el legado patriarcal), encuentra en el exilio su liberación,
no solo de los horrores establecidos y legitimados socialmente en la subalternidad
relegada a la mujer en el matrimonio, sino que este hecho despierta sus dotes de artista.
La tía tras sufrir aquel “accidente” renace como artista, y lo que se supone era su
perdición, quedar soltera y aislada, termina siendo su salvación, su despertar ideológico
ante las verdades ocultas del sistema patriarcal, lo que nuevamente nos da un indicio que
abre la hipótesis sobre el verdadero motivo de su autoexilio, ¿fue enteramente por la
pérdida de su belleza y opresión social impuesta, o fue un inminente escape de la
protagonista tras identificar la opresión y objetificación de la mujer en el matrimonio?

En concordancia con la pregunta anterior, podríamos decir que esta, tras enterarse del
uso que de ella ha hecho el doctor, decide continuar con su vida, ahora cotidiana, pero no
sin planear lo que pronto sería su venganza, pues esta, teniendo la posibilidad de vender
tan elaboradas creaciones ante el inminente detrimento económico de su familia, decide
no hacerlo, lo que nos da un indicio de que los objetivos de la tía con la elaboración de
las muñecas van mucho más allá de una simple representación simbólica.

En consecuencia, el juego que hace la tía con los espacios es determinante en la


narrativa. Esto lo podemos evidenciar en las funciones que cumplen los balcones. En el
caso de la tía, este fue el lugar donde surge su liberación, no solo como artista, sino
también su sentido de dignidad, que desborda las teleologías impuestas por el sistema
patriarcal. Sin embargo, sus sobrinas no correrían con la misma suerte, hecho del cual la
tía se percata. Cansada de los ultrajes del discurso patriarcal, artífice de su desdicha,
decide realizar su canto de cisne en la realización de su última muñeca, la muñeca menor.

La tía decide tomar venganza al crear una muñeca que, irónicamente, termina por
devolverle la farsa de la que se sirvió el doctor para su propio beneficio. En el final del
cuento, podemos ver la expresión del género Realismo Mágico: “El día de la boda la tía
les regalaba a cada una la última muñeca dándoles un beso en la frente y diciéndoles con
una sonrisa: “Aquí tienes tu Pascua de Resurrección.”. Además de esto, la resurrección
de su sobrina en las muñecas se evidencia por los recursos lingüísticos que utiliza la
autora, quien manifiesta en el cuento que esta no envejece, y se convierte en exactamente
lo que tecnologías del sistema patriarcal impone, muñecas de decoración

La tía desde un principio sabía el fin que tendrían sus sobrinas, las cuales se
convertirían en muñecas; asexuadas, decorativas, sumisas y calladas. Pero después de
enterarse del motivo de su “desgracia”, esta decide vengarse justo después del inminente
éxito que tiene el doctor mediante la elaboración de esta última muñeca, que terminaría
por devolverle al doctor el sufrimiento que este le causó.

4. Inclusión de disociaciones

En consecuencia, podemos evidenciar las relaciones de poder que se desarrollan en


términos del valor que tiene la mujer por su aspecto físico, siendo este el recurso
metafórico del que se vale la autora al vincular las muñecas como eje central de la
narrativa. Estas, aparte de representar a sus sobrinas, simbolizan la asexualidad, la
sumisión y perfección estética a la que se encuentra adscrita la mujer de la época. Por otro
lado, la impunidad que acoge los actos del hombre en la narrativa, denotan el poder que
este tiene sobre la mujer que, además de ser tratada como un objeto, es exhibida como el
mismo, siendo su belleza y las construcciones sociales que de allí devienen, sus únicos
rasgos significadores.
Es así como los diferentes recursos lingüísticos que utiliza la autora cumplen un papel
esencial en el desarrollo de la narrativa, como lo son la muñeca, que como se explica
anteriormente, simboliza la sumisión, la subordinación, la invisivilización; el chágaras,
símbolo de opresión y sometimiento; las dormilonas de brillantes incrustadas en sus ojos,
símbolo de luz, vida y longevidad; y sus ojos, entrenados para la identificación de los
males del chágara (en su espectro connotativo), de los cuales es despojada, dejándola en
un estado de sumisión y penuria, como se evidencia en el siguiente apartado, donde aparte
de representar la desdicha de la vida de la mujer en matrimonio, se evidencia la
transformación literal que esta tiene en muñeca:” La menor seguía sentada en el balcón,
inmóvil dentro de sus gasas y encajes, siempre con los ojos bajos”.
Lo que inició siendo una artimaña para satisfacer lo egoístas deseos de los doctores,
termina siendo irónicamente la causa de su desgracia. Esta “enfermedad”, causal del
exilio de las mujeres en la narrativa, termina siendo, irónicamente, la redención de su
libertad y dignidad.
Es así como la tía tras el despertar ideológico que presenta después del accidente, empieza
la elaboración de su estrategia para oponer resistencia a las múltiples estrategias,
teleologías, autoridades y problematizaciones artífices del exilio al que se veían
expuestas tanto ella como sus sobrinas. Por ende, son las muñecas las encargadas de
redimir la dignidad humana de la mujer bajo un sistema patriarcal que las oprimía,
exiliaba, objetivizaba e incluso fetichizaba, ofreciéndole al mismo, irónicamente, un
trago de su propia medicina.

5. Construcción de nociones
El cuento de La muñeca menor, pone en tela de juicio las tecnologías utilizadas en la
legitimación de las desigualdades entre hombres y mujeres en un momento histórico
particular. Es espectacular la manera en que las expresiones literarias pueden materializar
y perpetuar un momento en la historia de la evolución del ser humano, de la complejidad
de las relaciones sociales que este ha desarrollado, las ideologías que han legitimado y
censurado durante años, en sí, plasmar una visión de mundo de la manera más abstracta
y genuina, usando nada más que la realidad como recurso, convirtiéndose así en una
muestra fidedigna de un momento histórico en la evolución de una sociedad, sino también
una producción inmutable en el tiempo que desafía los parámetros de lo convencional.
El cuento expresa lo que en términos del padre del psicoanálisis Sigmund Freud postula
en su libro Lo siniestro (1973), representaría el unheimliche de “el otro”,
La obsesión de la tía por que las muñecas fueran lo más fidedignas a la figura de sus
sobrinas, al punto de incluso incrustarle los dientes que perdieron durante su niñez, aparte
de ser poco familiar, e incluso un poco perturbador, es lo que el padre del psicoanálisis
denomina como el otro, o el doble. Podemos ver cómo la identificación con otra persona
(en este caso un objeto) llega a tal punto de situar la propia identidad en un lugar (cuerpo)
ajeno. Su función, como lo expresa Freud, es de enunciador de la muerte, siendo las
muñecas la resurrección inminente de las sobrinas adscritas a la humanización que
presentan las mismas. Por otro lado, como sustenta el psicoanalista, estas
representaciones han nacido sobre el terreno del irrestricto amor por sí mismo, el
narcisismo primario, que gobierna la vida anímica tanto del niño como del primitivo; con
la superación de esta fase cambia el signo del doble: de un seguro de supervivencia, pasa
a ser el ominoso anunciador de la muerte, que en el cuento representa la muerte de las
sobrinas, que simbólicamente se representa en su transformación en muñecas, sin vida,
sin humanidad, presas del patriarcado. Y lo anterior nos ayuda a comprender por qué en
el lenguaje corriente se puede pasar de lo familiar (Heimlich) a lo siniestro (Unheimlich),
ya que el lenguaje nos hablaría más bien de "lo extrañamente familiar", como el exilio, la
fetichización, opresión, enclaustramiento, sometimiento…
Finalmente, podemos evidenciar cómo la autora se vale de una infinidad de recursos
lingüísticos para la creación de una pieza de literatura que pone en relieve los horrores
que sufrían las mujeres ante los vestigios del patriarcado, a la vez que mediante el
maravilloso medio de la literatura, se dispone a realizar una crítica respecto a los roles
asignados al sexo femenino en la sociedad, alejados de la sumisión, la censura y la
vanidad, demostrando la fortaleza de una mujer independiente que, mediante el autoexilio
opone resistencia a la ideología hegemónica que buscaba consumirla tanto a ella como
sus sobrinas, representando finalmente el cuento, el escape y la resistencia de una mujer
con sus sobrinas de los horrores de un discurso patriarcal que las relegó al exilio.

Bibliografía
Bal, M. (1990). Teoría de la narrativa (una introducción a la narratología). Madrid: Cátedra S.A.

Hall, S. (s.f.). Gramsci y nosotros. Intervenciones en estudios culturales.

Referencias
«Sigmund Freud: Obras Completas», en «Freud total» 1.0 (versión electrónica)

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