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Para otros usos de este término, véase Imperio incaico.
Para otros usos de este término, véase Inca (desambiguación).
Índice
1Organización política
o 1.1La diarquía
o 1.2La jerarquía imperial
2Organización administrativa
o 2.1División territorial: Suyos o regiones
o 2.2La base decimal de la administración
o 2.3El sistema vial y el transporte
2.3.1Qhapaq Ñan o camino real
2.3.2Los puentes
2.3.3Los tambos
2.3.4Los chasquis
3Organización militar
o 3.1Instrucción premilitar
o 3.2El ejército
o 3.3La jerarquía
o 3.4Armas ofensivas y defensivas
o 3.5Fortalezas
o 3.6Métodos de lucha
4Organización social
o 4.1El Ayllu
o 4.2Clases sociales
5Economía
o 5.1El trabajo
o 5.2División de las tierras
o 5.3Agricultura
o 5.4Ganadería
o 5.5Pesca
o 5.6Comercio y navegación
6Artes
o 6.1Arquitectura y urbanismo
o 6.2Escultura
o 6.3Cerámica
o 6.4Pintura
o 6.5Orfebrería y platería
o 6.6Textilería
o 6.7Música y danza
o 6.8Momificación
7Literatura
o 7.1Literatura cortesana
o 7.2Literatura popular
8Ciencia y tecnología
o 8.1Medicina
o 8.2Matemáticas
o 8.3Astronomía
o 8.4Geografía
o 8.5Historia
o 8.6Metalurgia
o 8.7Tecnología agrícola
o 8.8Tecnología de la conservación de alimentos
o 8.9Trabajo de la piedra
o 8.10Los quipus y otras formas de comunicación
9Religión
o 9.1Divinidades
o 9.2Festividades
10Véase también
11Referencias
12Bibliografía
13Enlaces externos
Organización política[editar]
Detalle de una galería de retratos de los soberanos incas que fue publicada en 1744 en la obra Relación
del Viaje a a la América Meridional en la que Jorge Juan y Antonio de Ulloafueron sus autores.
La organización política incaica fue una de las más avanzadas de América precolombina. A
decir de Luis E. Valcárcel, el propósito del Estado inca era garantizar el bienestar de todos sus
súbditos, a diferencia de otras monarquías históricas que buscaban solo defender los
privilegios de grupos reducidos. El imperio incaico «garantizó a la totalidad de seres humanos,
bajo su jurisdicción, el derecho a la vida mediante la satisfacción plena de las necesidades
físicas primordiales de alimentación, vestido, vivienda, salud y sexo.» Ello se logró
organizando de manera meticulosa a los pobladores, considerados ante todo como actores del
proceso de la producción económica, de modo que pudieran evitar las hambrunas y estar
siempre prevenidos ante los embates destructivos de la naturaleza. El Estado inca tuvo, pues,
un alto sentido de previsión social.1
La diarquía[editar]
Los cronistas españoles, cuyos escritos constituyen la fuente primaria de la historia inca,
interpretaron al sistema político de los incas según su concepción europeísta y occidental. Es
por eso que describieron al gobierno inca como una monarquía absolutista, a la cabeza del
cual se hallaba un solo soberano absoluto, el Inca. Sin embargo, los modernos estudios nos
dejan entrever que existieron dos gobernantes que ostentaron al mismo tiempo el mando.23
Uno pertenecía a la parcialidad del Hanan Cuzco (Cuzco alto) y el otro a la del Hurin Cuzco
(Cuzco bajo). Esta dualidad del Hanan y del Hurin se daba también en los curacazgos, y se
remonta a la época preincaica; es pues, típica de la cosmovisión andina.4 Según Waldemar
Espinoza Soriano, si bien en el Imperio había dos administradores o jefes máximos, ello no
significa que existiesen dos monarquías paralelas, sino que solo había una, debidamente
unificada. Los dos gobernantes tenían sus bienes y posesiones de manera equivalente,
aunque era el de Hanan el que reunía más rango por ser el que manejaba la vida cívica,
política, económica, social y militar; por eso se le llamaba el Sapa Inca. El otro gobernante, el
de Hurin, concentraba en su persona el poder sacerdotal: era el Willaq Umu, y aunque era de
menos rango, no por ello dejaba de tener enorme influencia en las decisiones imperiales.5
La jerarquía imperial[editar]
El Sapa Inca o, simplemente, el Inca era pues, el máximo gobernante, que compartía el poder
con el sumo sacerdote o Willaq Umu. Todos sus súbditos debían acatar con sumisión sus
órdenes. Símbolo de su poder era la mascapaicha, una especie de borla de lana roja que
ceñía en la cabeza. Ejercía las funciones de su gobierno desde el palacio particular que cada
uno se hacía construir en el Cuzco. Allí concedía audiencia todo el día y administraba justicia.
Pero también viajaba con frecuencia por todo el territorio de su imperio, llevado en andas
sobre hombros de cargadores, para atender personalmente las necesidades de su pueblo.6
Al Inca le seguían en jerarquía:
Organización administrativa[editar]
División territorial: Suyos o regiones[editar]
Artículo principal: Suyos del Imperio incaico
Mapa del imperio incaico: Chinchaysuyo (en rojo), Collasuyo (en azul), Antisuyo (en verde)
y Contisuyo(en amarillo).
Los cronistas afirmaron que el imperio incaico estuvo dividido en cuatro grandes distritos
conocidos como suyos (del quechua suyu, que significa
surco): Chinchaysuyo, Antisuyo, Collasuyo y Contisuyo. El centro de esta división era el
propio Cuzco. Debido a ello, el imperio adoptó el nombre de Tahuantinsuyo, es decir, los
cuatro suyos o regiones, concordantes con los cuatro puntos cardinales. El concepto
del suyo era más que nada demarcativo. No equivalía a una denominación política ni étnica,
tan así que nunca los pobladores del imperio se autodenominaron tahuantinsuyanos.
Los suyos se dividían a la vez en huamanis o grandes provincias, los cuales solían coincidir
con las fronteras de los territorios de los pueblos o etnias sometidas al imperio.
Los huamanis se dividían a su vez en sayas o sectores, que eran dos: Hanansaya o parte alta,
y Hurinsaya o parte baja. En cada saya vivía un número variable de ayllus o grupos
familiares.11
Se ha atribuido al inca Pachacútec la creación de este sistema de organización del territorio;
sin embargo sabemos que se trataba de una práctica mucho más antigua.
La base decimal de la administración[editar]
Para la mejor administración del imperio, era necesario asegurar que todos trabajaran y
cumplieran lo que se les imponía. Con esta finalidad, los incas crearon una organización
decimal que consistía en una escuela de funcionarios, cada uno de los cuales controlaba el
trabajo de diez que estaban bajo su inmediata autoridad:1213
El Qhapaq Ñan o Camino Real es, indudablemente, el más imponente ejemplo de la ingeniería
civil incaica. Tiene una longitud de 5.200 km y servía de enlace a una red articulada de
caminos e infraestructuras de más de 20.000 km, construidas a lo largo de dos milenios de
culturas andinas precedentes a los incas. Todo este sistema de caminos recorría, superando
los potenciales obstáculos de los candentes desiertos, de la escabrosidad de las montañas,
los zigzag de las quebradas, las correntadas de los ríos, vinculando diversos núcleos
productivos, administrativos y ceremoniales: cuyo centro era la ciudad del Cuzco, donde,
como en la Roma antigua, todos los caminos confluían.15
El Qhapaq Ñan se dividía en dos ramales longitudinales: el camino de la costa y el camino de
la sierra. Interconectaba localidades tan distantes como Quito, al norte, y Tucumán, al sur. Los
cronistas españoles alabaron no solo su extensión, sino su trazado, anchura y calidad, sobre
todo por el esfuerzo que significó su construcción en medios tan agrestes como los Andes y
los desiertos costeros; tanto así que lo compararon con la red vial del Imperio romano.16 Es
evidente que la red vial incaica facilitó la conquista española, según lo aseveran los
entendidos.
En el 2014, la Unesco proclamó al Qhapaq Ñan como Patrimonio de la Humanidad. 17
Los puentes[editar]
Para cruzar ríos, salvar quebradas o desfiladeros, los incas construyeron ingeniosos puentes.
Existieron tres clases de estos:18
Los puentes de piedra o puentes fijos, que se construían en medio de ríos de poco caudal
o quebradas angostas.
Los puentes colgantes, fabricados de resistentes fibras de maguey, que soportaban el
peso de hombres y animales de carga.
Los puentes flotantes o de oroyas, constituidos por grandes cestos o balsas sujetas con
gruesas sogas, que se extendían de una orilla a otra, donde los cabos se sujetaban a
peñascos o pilares. Para cruzar el río el viajante se subía a la balsa y tiraba de la soga,
hasta llegar a la otra orilla.
Los tambos[editar]
Un tambo era una construcción que servía de depósito de alimentos, vestidos, herramientas y
armas, que los incas hicieron construir a lo largo de los caminos que cruzaban el imperio, a fin
de que allí pudiesen descansar y reparar sus fuerzas los funcionarios, los ejércitos en
campaña y aun el mismo Inca con su séquito. Los viajeros particulares no podían participar de
estos beneficios pues estos estaban obligados a llevar alimentos de su propia tierra. Había
tambos aún en los lugares desiertos y cuando estaban cerca de algún pueblo tenían por
objeto evitar que el paso del ejército y los funcionarios no aumentara la carga tributaria al
mismo. Los españoles admiraron este sistema y lo aprovecharon.1920
Los chasquis[editar]
Para llevar las órdenes y disposiciones del Inca a todos los confines del Imperio en la menor
brevedad posible, existió un sistema de correo de postas denominado de los chasquis. Estos
eran jóvenes corredores apostados en los caminos y que se cobijaban en chozas. Cada
puesto estaba a una distancia prudencial del otro, aproximadamente de 1.5 km, pues decían
que aquello era lo que un joven podía correr con ligereza, sin cansarse. Cuando el encargado
de llevar el mensaje llegaba al puesto en donde terminaba, anunciaba su llegada por medio de
un pututo (trompeta hecha de concha marina), saliendo a su encuentro otro mozo, que
escuchaba el mensaje dos y tres veces, hasta memorizarlo exactamente y, a su turno, salía a
la carrera para transmitirlo al próximo puesto. Por ello el mensaje debía ser corto, concreto y
muy simple para evitar que se olvidasen. Otras noticias se transmitían por quipus o hilos con
nudos, sistema mnemotécnico cuyo significado solo lo podían descifrar las personas
entendidas. De ese modo, se llevaba a cabo una gigantesca carrera de postas que permitía
que las órdenes, noticias, mercaderías, etc., llegara a su destino con bastante rapidez. Se
asegura que así se conocían en Cuzco las noticias de Chile o Quito sólo en el término de 15
días y aún menos; y que el Inca recibía en su palacio cuzqueño pescado fresco desde la
costa.1920
Organización militar[editar]
Véase también: Ejército inca
Manco Inca fue el primer guerrero inca en adoptar la técnica militar de los hispanos (espadas, corazas
de hierro y caballos de guerra).
Los incas formaron un ejército fuerte acorde con las necesidades de su Estado expansionista.
Se dividía en grupos de guerreros profesionales y soldados reclutados especialmente para
cada campaña, y basaba su poder en la cantidad de hombres, la eficiente logística, la férrea
disciplina y moral de combate, y la construcción de fortalezas militares. Las acciones bélicas
guardaban un carácter religioso.
El Estado Incaico planificó tanto las conquistas de pueblos vecinos como la defensa del
territorio propio. Su base fue un ejército bien dotado, una red de caminos que facilitaban su
desplazamiento y la construcción de grandes fortalezas que cumplían como principal función
la disuasión de posibles ataques y su contención, si se producían.
Instrucción premilitar[editar]
Todos los hombres eran preparados para la guerra desde muy jóvenes. Entre los 10 y 18 años
eran entrenados en el manejo de las armas y la lucha cuerpo a cuerpo. Todo ello se
complementaba con otras actividades físicas, como trepar cerros y cruzar ríos. Aprendían
también a espiar al enemigo, a imitar el grito de los animales y enviar mensajes con señales
de humo y el sonido de un tambor.21
Toda esta instrucción la recibían los muchachos como parte de su educación tradicional; en
períodos de conflicto, la preparación se realizaba en las fortalezas militares.
El ejército[editar]
Todos los hombres entre los 25 y los 50 años estaban obligados a servir en el ejército. Cada
provincia del imperio debía aportar una cuota de reclutas según su población, los que servían
por riguroso turno e iban comandados por sus respectivos jefes, no siendo mezclados sino
que permanecían bajo el mismo comando.
La mayor parte de los soldados eran campesinos (solo la guardia del Inca reinante estaba
compuesta por combatientes de oficio, casi todos de origen noble).
El servicio de armas, uniforme y rancho, estaba admirablemente organizado. De trecho en
trecho en los principales caminos que recorrían, se aprovisionaban en los tambos que hacían
las veces de verdaderos cuarteles de abastecimiento y nada tenían que sacar de los pueblos
ni exigir provisiones a sus habitantes.
La jerarquía[editar]
Las tropas estaban divididos en grupos de 10, 100 y 1000 soldados o aucarunas, cada una de
las cuales estaban mandada por el chuncacamayoc, el pachacacamayoc y
el huarangacamayoc, respectivamente. El jefe supremo del ejército era el Inca, pero el jefe
ejecutivo era un pariente más cercano de su entera confianza, su príncipe heredero o
cualquier otro príncipe; era llamado el Apuquispay, cuyo nombre sugiere el modo de impartir
órdenes mediante una trompeta. También eran altos jefes los hermanos, tíos y otros parientes
cercanos del Inca que tuviesen grandes condiciones guerreras, incluidas la valentía y la
habilidad.22
Armas ofensivas y defensivas[editar]
Organización social[editar]
El Ayllu[editar]
Artículo principal: Ayllu
La sociedad en el Incanato estuvo organizada a base de clases sociales. Existían dos clases
muy diferenciadas: la Nobleza y el Pueblo. En cada una de estas clases había diversos
niveles.27
Nobleza:
o La realeza o la corte imperial, conformada por el Inca (el monarca o rey),
la Coya (esposa principal del Inca) y los príncipes legítimos o auquis.28
o Nobleza de Sangre, conformada por los descendientes de cada Inca, quienes
integraban los ayllus reales o panacas. Ejercían las más altas funciones, como
funcionarios imperiales, gobernadores, generales, sumos sacerdotes, etc.29
o Nobleza de Privilegio, cuyos miembros no pertenecían a la familia real, sino que
eran nacidos del pueblo, pero que por sus grandes servicios prestados al Estado (en
las guerras, en el culto religioso, en las obras públicas, etc.) habían alcanzado tal
jerarquía. Tal era el caso de los jefes militares, los sacerdotes y las acllas o
escogidas.29
o Nobleza de las nacionalidades derrotadas, es decir, los curacas y sus parentelas
que conformaban la aristocracia regional y local.30
Pueblo:
o Los artesanos, es decir, los que hacían trabajos artesanales: los orfebres, plateros,
tejedores, olleros, chicheros, carpinteros, ojoteros. Los más reputados eran los
orfebres y plateros de la costa (como los chimúes), así como los tejedores de tejidos
finos de la región del Collao (cumbicamayocs).31
o Los mercaderes, que era una clase muy especial dentro las poblaciones costeras,
que se ocupaban del trueque y del intercambio. Tal es el caso de los tratantes o
comerciantes chinchanos y los del extremo norte del imperio (costa del actual
Ecuador), donde eran conocidos como mindalás. Fueron los españoles quienes le
dieron el nombre de “mercaderes”, concepto ajeno a la mentalidad indígena, que
desconocía el uso de la moneda.32 Controlaban el comercio del spondylus, estaban
exonerados de los trabajos comunales y públicos, aunque tributaban en especie tanto
a su curaca como al Estado imperial.33
o Los hatunrunas, que quiere decir hombres grandes, conformaban la gran masa del
pueblo que se dedicaba a las labores agrícolas y pastoriles, aunque también
prestaban su trabajo en las obras públicas. Vivían agrupados formando parte de los
ayllus. De entre ellos se elegían a los soldados, a los mitmas y a los yanas. Eran los
verdaderos sustentadores del imperio.34
o Los pescadores, vivían a lo largo del litoral, en pueblos separados de las aldeas
campesinas y sin poseer tierras de cultivo, formando una clase social distinta. No solo
pescaban, sino que cazaban aves y cosechaban eneas que usaban como materia
prima para sus embarcaciones y chozas. Salaban los pescados y los intercambiaban
con otros productos.35
o Los mitmas o mitmaqkunas, llamados también mitimaes, eran aquellos pobladores
quechuas enviados a colonizar los nuevos territorios conquistados y formar así una
barrera contra las poblaciones fronterizas todavía no dominadas por los Incas. Había
otro tipo de mitmas, los de las etnias sometidas, que como castigo a su rebeldía, eran
enviados a zonas distantes de su lugar de origen, para ser sometidos a vigilancia.
Este último tipo de mitimaes aumentó en los años inmediatamente anteriores a la
conquista española.3637
o Los yanas, eran prisioneros de guerra o bien solo simples individuos desarraigados
de sus ayllus por capricho del Inca o del curaca para ejercer como siervos, en tareas
domésticas, agrarias y pastoriles. El Inca solía donar yanacunas a los altos
dignatarios, a los jefes guerreros y a los curacas. El estatus del yanacuna era de por
vida y lo transmitía a sus descendientes. De acuerdo a quien sirviera recibía diversos
nombres. Cuando lo hacían en beneficio de personas o familias, se los llamaba yanas
o yanacunas; cuando estaban al servicio del Inca y del Estados, se los denominaba
yanayacos o yanayacocunas.38
o Las mamaconas o acllas, mujeres que desde temprana edad eran reclutadas de todo
el imperio para ser internadas en los acllahuasis. Allí se dedicaban a la fabricación de
textiles, la preparación de bebidas para los ritos, y otras labores; algunas eran
seleccionadas para convertirse en las esposas secundarias del Inca o para ser
entregadas como premio a los curacas y jefes principales.39
o Las pampayrunas o mitahuarmis eran mujeres que por mandato del Estado estaban
obligadas a ejercer la prostitución, pero fuera de las poblaciones, en el campo. Se
trataba de mujeres prisioneras, capturadas en las guerras. Así se pretendía evitar que
hubieran violaciones u otro tipo de acoso de parte de los jóvenes solteros hacia las
muchachas o las mujeres casadas.40
o Los piñas o pinas, eran prisioneros de guerra, que estaban en el último escalón de la
pirámide social del Imperio. De acuerdo a Waldemar Espinoza, estaban sometidos a
la esclavitud, pero solo al servicio del Inca y del Estado imperial; no había piñas al
servicio de particulares. Se los destinaba a las plantaciones de coca (cocales) en la
ceja de selva, donde el trabajo era muy extenuante.33 Sin embargo, no se puede
considerar esclavista al Estado inca, pues el número de esos piñas era ínfimo en
comparación con el número total de la población.
Economía[editar]
La economía incaica estaba basada en la previsión y planificación de todas las etapas del
proceso productivo. En el Tahuantinsuyo, nada estaba fuera del control permanente y directo
del Estado, que, haciendo suyas las experiencias tecnológicas y culturales desarrolladas por
las culturas preincas, organizó un aparato productivo, fundamentalmente agrícola, que dio
solución a los problemas de alimentación, vestido, vivienda y seguridad social de una
población cada vez más numerosa.1
No hay consenso en cuanto al cálculo sobre el número de pobladores que albergaba el
imperio inca a la llegada de los españoles. John Rowe lo calculó en seis millones; por su
parte, Noble David Cook (1981) lo elevó a nueve millones. Otros investigadores dan cifras
menores.41
El trabajo[editar]
Existía una obligación entre la población circundante de dar mantenimiento a la infraestructura vial del
imperio. En la foto, pobladores en el ritual de renovación del Puente Q'eswachaca, ritual que se
mantiene desde la época incaica hasta la actualidad.
El trabajo era considerado como una función social de la que no podía eximirse ningún
individuo; era pues obligatorio. Todos los habitantes del Imperio, hombres y mujeres, debían
trabajar, pero no era igual para todos sino que se asignaba a cada individuo según sus
capacidades. A nadie se le exigía más de lo que podía dar; así, el niño trabajaba mucho
menos que el joven y éste menos que el adulto, edad en la que se exigía el máximo esfuerzo,
descendiendo después la exigencia a medida que iba ascendiendo la edad.42
El trabajo era colectivo, pues siempre lo hacían con la intervención de todos los miembros de
la comunidad o ayllu, los mismos que se ayudaban mutuamente unos a otros. Modalidades de
trabajo comunitario eran la mita, el ayni y la minca.43
El ayni.- Consistía en la ayuda mutua o recíproca que se prestaban las familias que
componían el ayllu, principalmente en las labores del campo. Cuando un miembro del
ayllu no podía labrar su parcela, venía otro a ayudarle en esa labor; luego aquel devolvía
el favor de similar manera.
La minca.- Consistía en el trabajo en masa que realizaban los ayllus para cultivar las
tierras del Inca y del Sol o cuidar sus rebaños. El Inca y los sacerdotes les proporcionaban
todo lo necesario: herramientas, vestidos, bebidas, etc.
La mita.- Era el trabajo obligatorio y por turno que debían prestar por tres meses al año
los varones de 25 a 50 años de edad en las grandes obras públicas: caminos, puentes,
templos, palacios, fortalezas, el laboreo de las minas, el cultivo de la coca, el servicio
militar, y también servicios como el de los chasquis y el de la guardianía de los puentes.
División de las tierras[editar]
De acuerdo a los cronistas, las tierras del Imperio se dividían en tres sectores:44
Tierras del Sol, destinadas a la obtención del alimento necesario para la ofrenda de los
dioses y para el sustento de la clase sacerdotal encargada del culto.
Tierras del Inca o del Estado, destinadas a proporcionar alimento al Inca, su familia, la
nobleza y los funcionarios. De estas tierras se sacaba también alimento para la gente que
trabajaba al servicio del Inca, para los ejércitos en campaña y para ayudar a los pueblos
que por alguna catástrofe perdían sus cosechas. Estos alimentos se guardaban en los
graneros. Tanto las tierras del Sol como las del Inca eran trabajadas en comunidad por el
pueblo.
Tierras del Pueblo, eran de mayor extensión destinadas a los ayllus para que obtuvieran
su sustento. Cada año se hacía el reparto de estas tierras entre los hombres y mujeres
aptos para realizar las labores agrícolas. Cada hombre casado recibía un tupu (o topo),
otro por cada hijo varón y medio tupu por cada hija mujer. De acuerdo a las informaciones
del Inca Garcilaso, un tupu era igual a una fanegada y media (2880 m²) y representaba
una extensión de tierra donde se podía sembrar un quintal de maíz (46 kg).45 En realidad,
según la opinión de Baudin, un tupu era el lote de terreno necesario para cultivar lo
suficiente para una familia sin niños. Su extensión debía variar según la clase de tierra.
Sin embargo, el sistema de propiedad de la tierra era mucho más complejo. Había también
tierras que eran de propiedad de los ayllus reales y de las panacas; otras que eran destinadas
para sustentar a las huacas en el mantenimiento de su culto; otras que estaban en posesión
de los curacas regionales o locales.4647
Agricultura[editar]
Artículo principal: Agricultura incaica
Fueron más de 200 las variedades de papas cultivadas, que constituyen el mayor aporte de los pueblos
andinos a la alimentación mundial.
Los incas se valieron de varias técnicas para ganar terrenos de cultivo (andenes, camellones,
hoyas, pozas secas), así como usaron y ampliaron los sistemas de riego heredados de las
culturas preincaicas (acueductos y canales). Todo ello se amplía en la sección de Tecnología
agrícola.
Se estima que los incas cultivaron más de ochenta especies vegetales, entre ellas especies
alimenticias como la papa, el camote, el maíz, el olluco, la oca, la quinua, el ají, el tomate,
el maní, el pallar, la palta, la yuca y el frijol. Es de destacar la papa, cuya domesticación ha
sido el gran aporte de la civilización andina para la alimentación mundial. Domesticaron más
de 200 variedades de papa. Se las consumía sancochadas, con cáscara y todo, y también se
las sometía a procesos de conservación, obteniendo la papaseca y el chuño.48
El maíz, domesticado en el Antiguo Perú de manera independiente con respecto a México, fue
también la base de la alimentación y era comido en muy variadas formas: tostado (cancha),
sancochado (mote) y en una especie de pan llamado tanta. Sus hojas eran consumidas como
legumbres y de sus granos hacían también la famosa chicha o acja, la bebida preferida del
Imperio.49
Cultivaron también plantas industriales como el algodón y el magüey. Del algodón hicieron
tejidos. Del maguey aprovecharon sus fibras para hacer sogas resistentes y calzados. Otras
plantas cultivadas fueron la tabaco (sairi) y coca (cuca) para uso ritual y medicinal.
Ganadería[editar]
Artículo principal: Ganadería incaica
Los camélidos fueron un recurso esencial del Tahuantinsuyu. El Estado inca se preocupó de
abastecerse tanto de la carne como de la fibra de estos animales.
La balsa Kon-tiki, expuesta en un museo. Es similar a las embarcaciones usadas por los incas.
Entre los incas, y en general en todas las culturas andinas, se empleó el comercio
de trueque y el intercambio, que consiste en el cambio que hace un individuo de los productos
que le sobran por otros que, a su vez, necesita. Así, por ejemplo, los habitantes de la costa
intercambiaban sus productos (pescado seco, conchas, etc.) con el de los habitantes de la
sierra (alimentos, lana, etc.).
Había en la costa una clase dedicada exclusivamente al trueque y el intercambio a larga
distancia, a cuyos miembros los españoles les dieron el nombre de “mercaderes”, concepto
ajeno a la mentalidad indígena, que desconocía el uso de la moneda. Se ha investigado el
caso específico de los “mercaderes” o tratantes de Chincha: sabemos que la administración
inca, al conocer que el valle de Chincha se hallaba tan poblado al punto que no podía
satisfacer la alimentación de todos sus habitantes, decidió dividir a su población
económicamente activa en tres grupos: agricultores, pescadores y “comerciantes”. Estos
últimos ascendían a seis mil. Otros tratantes o “mercaderes” de importancia eran los de la
costa del actual Ecuador. Uno de los productos más preciados del intercambio comercial era
la concha spondylus.53
En sus viajes marítimos, dichos “mercaderes” llegaron a regiones costeras tan alejadas como
Panamá y Costa Rica, y posiblemente hasta las costas del sur de México.54 Para cubrir esas
rutas usaban resistentes balsas de madera impulsadas a vela; se afirma también que, hacia
1460, el entonces príncipe Túpac Yupanqui organizó una nutrida expedición de balsas que
descubrió unas misteriosas islas llamadas Auachumbi y Ninachumbi, que se ha querido
identificar con las islas Galápagos, la isla de Pascua e incluso con la lejana Polinesia.55
No existía la moneda; sin embargo, se tiene evidencia de que algunos productos hacían las
veces de moneda, como por ejemplo, el ají, la sal, el maíz, el algodón, la coca, plumas de
aves y conchas marinas. Se mencionan también hachas pequeñas o tumis. El que vendía
recibía en pago cualquiera de estos productos. Cuando compraba, pagaba a su vez con los
referidos productos.
Artes[editar]
Arquitectura y urbanismo[editar]
Artículo principal: Arquitectura incaica
Machu Picchu
Tres fueron las grandes características de la arquitectura inca: solidez, sencillez y simetría.56
Las construcciones del pueblo fueron rústicas; en cambio, las realizadas por el Estado inca
para las funciones de la administración, la defensa y el culto fueron complejas y
monumentales. Esta arquitectura pública tiene un estilo altamente funcional que se distingue
principalmente por sus técnicas avanzadas de planificación territorial, y el refinado uso de la
piedra. En la costa el material preferente era el adobe. Se mencionan tres momentos en esta
arquitectura: el ciclópeo o el de las grandes piedras; el poligonal o de las piedras de muchos
ángulos; y el imperial, con sus piedras en forma de sillares rectangulares o cuadrados. Hasta
hoy causa asombro el tamaño de las piedras en algunos edificios, y el ensamblado de piedras
de diferente forma y tamaño (alguna de hasta de doce ángulos), sin usar argamasa y que
encajan tan perfectamente que entre sus junturas no pasa ni una hoja de papel.57 En cuanto al
plano, los edificios son de base rectangular y de un solo piso; característica netamente inca es
la ventana de forma trapezoidal.58
Los ejemplos más típicos de esta arquitectura se encuentran en la ciudad que fue la capital de
los incas, Cuzco, donde destacan Sacsayhuamán y el Coricancha. Otros complejos
importantes fueron las de Písac, Ollantaytambo y Machu Picchu.
La ciudadela de Machu Picchu fue descubierta científicamente en 1911 por el
estadounidense Hiram Bingham. Está ubicada a casi 2400 metros de altura, en la provincia de
Urubamba, departamento del Cusco, en pleno Andes Amazónicos. Se trata de un conjunto de
palacios, torreones militares (sunturhuasis) y miradores, que se elevan entre los picachos
Machu Pichu (cumbre vieja) y Huayna Pichu (cumbre joven). Es sin duda una de las
realizaciones más impresionantes de la ingeniería a nivel mundial. Pocas obras como esta
muestran tanta armonía con el entorno natural. Fue construido, según todas las
probabilidades, en el reinado de Pachacútec, en el siglo XV.59 Actualmente es uno de los sitios
arqueológicos más importantes del mundo y el principal destino turístico del Perú. En 1983,
fue incluida por la Unesco en la lista del Patrimonio de la Humanidad.60
Sacsayhuamán, es un extenso complejo arquitectónico situado a pocos kilómetros del Cuzco,
conformado por tres murallas en zig zag, levantadas con bloques ciclópeos de granito, que se
conservan todavía en muy buen estado. Actualmente parece un amontamiento de piedras
enormes, pero en su momento de esplendor tenía torreones y otras construcciones menores
en su cima, que fueron destruidas por los españoles. Estos desconocían su verdadera función
y la llamaron “fortaleza”, es decir, le atribuyeron una función militar; sabemos ahora que lo
más probable es que haya tenido una función religiosa (templo del Sol) y científica
(observatorio astronómico), y/o administrativa.61
El Coricancha, que significa recinto de oro, era el principal templo del Sol situado en el Cuzco,
que está construida con mampostería de piedra encajada cuidadosamente sin argamasa
(simulando una mazorca de maíz). Interiormente se dividía en varias habitaciones con
hornacinas destinadas a las ofrendas o las imágenes: la principal estaba dedicada al Sol, con
paredes recubiertas con planchas de oro; y la segunda, dedicada a la Luna, cubierta con
planchas de plata; y otras había para Huiracocha, el trueno y el relámpago, y los dioses de las
provincias sometidas por los incas, aparte de las habitaciones de los sacerdotes y las
mamaconas.62 Sobre sus muros se eleva actualmente el Convento de Santo Domingo.63
Entre otros templos importantes que se conservan, cabe citar la de la Casa del Sol en la isla
del lago Titicaca; y el templo de las Tres Ventanas en Machu Picchu. En cuanto a los palacios,
se destaca el de las Ñustas, también localizado en Machu Picchu; el Amarucancha y
el Colcampata, en el Cuzco.
También es representativa de la arquitectura inca el complejo de Tambo Colorado en Pisco y
el sector Inca de la Huaca "La Centinela" centro administrativo de los chinchas en Chincha,
ambas en departamento de Ica.
Es de destacar el sentido urbanista que dieron los incas a sus obras públicas. El plano de sus
ciudades estaba basado en un sistema de avenidas que convergían en una plaza abierta
rodeada de edificios administrativos y religiosos. Además, supieron convertir en habitables
terrenos naturalmente inhóspitos, cuando en Europa no existía nada que se le equiparara,
pues la geografía europea es benigna para la habitabilidad del hombre (ni las montañas, ni los
bosques, ni la altitud de los terrenos alcanzan las dimensiones que el antiguo hombre peruano
tuvo que vencer para realizar sus proezas de arquitectura y urbanismo). El ordenamiento
territorial y urbano obedecían a una planificación y a un razonamiento lógico que hasta el día
de hoy puede observarse en los restos arqueológicos. Mientras tanto en la España de su
apogeo mundial (siglo XVI) no era posible ver el final de una calle, sin que se atravesaran
otras. El ordenamiento urbano llamado "moderno" no llegaría a Europa sino varios siglos
después.
Otros logros destacables incluyen la construcción de puentes colgantes a base de sogas
(algunos de casi cien metros de longitud), los extensos caminos empedrados que comunican
la variada geografía andina, los canales de regadío y acueductos.
Escultura[editar]
Artículo principal: Escultura incaica
Piedra de Saywite.
En escultura, los incas hicieron muchos trabajos bien elaborados. En su mayoría fueron
hechos en piedra, pero también lo hicieron en metales como el oro y plata, así como en
madera. Representaron figuras antropomorfas (humanas), zoomorfas (animales) y fitomorfas
(vegetales), de diversos tamaños, desde miniaturas hasta representaciones en tamaño real.
Existe también alguna representación monumental, como la del felino de Qenko.64
Algunas representaciones escultóricas están talladas sobre la roca madre (como en Machu
Picchu) o sobre grandes piedras (Saywite); es decir se hallan asociadas a las grandes
construcciones arquitectónicas. En algunos casos se ven representaciones de cerros, escalas
y acueductos, de posible simbolismo ritual.65
En estatuaria, se mencionan estatuas de los incas de tamaño natural, llamadas guaoquis; así
como una presumible representación del dios Viracocha, hecha en piedra, que se hallaba en
el templo de Cacha, de la cual se conserva su cabeza en un museo de Madrid, mientras que
el resto del cuerpo está en el Cuzco.66 De hecho, no existen más estatuas conservadas, pues
sin duda fueron destruidas por los españoles al considerarlas ligadas a la idolatría.
Otras piezas escultóricas son de pequeño tamaño, de uso ritual:65
Los ulltis, representaciones de camélidos, algunas de las cuales son figuras de alpacas
lanudas con un receptáculo para colocar sebo.
Los illas o conopas, piezas que representan heredades, ganados y sementeras.
Cerámica[editar]
Artículo principal: Cerámica incaica
La pintura como arte fue ampliamente practicada por los incas, aunque sin alcanzar los niveles
de las culturas preincaicas, como la nasca y la moche.
Esta expresión artística fue realizada principalmente sobre murales y mantos, de los cuales
solo se conservan algunas trazas.
Los murales pintados.- Las decoraciones pictóricas se hacían sobre paredes enlucidas
empleando pintura al temple. Se daba especialmente en las edificaciones de adobe de la
costa, como en Paramonga, Pachacámac y Tambo Colorado. Hay que distinguir entre
paredes pintadas de uno o varios colores y los murales con diseños o motivos
representando escenas diversas.72 El Inca Garcilaso de la Vega menciona también una
antigua pintura mural incaica que representaba a dos cóndores y que en sus días todavía
se podía ver en una peña altísima en las afueras del Cuzco. Según el mismo cronista, su
ejecución habría sido ordenada por el inca Viracocha, en conmemoración de su victoria
sobre los chancas.73
Los mantos pintados.- Esta técnica aplicada sobre telas de algodón era propia de toda la
costa, con mayor énfasis en el norte. Todavía por los años de 1570 a 1577 existían
artistas especializados en el arte de pintar mantos que ejercían su oficio trasladándose de
un lugar u otro; estos artesanos pedían licencia ante el oidor para usar de su arte e ir
libremente por los valles sin ser estorbados. En los museos y colecciones privadas se
pueden apreciar estos mantos, empleados quizá para cubrir paredes desnudas o servir de
vestimenta a los señores importantes.
Otras muestras de este arte serían las tablas y telas pintadas con escenas históricas y
guardadas en Puquincancha (Cuzco), según testimonio del cronista Pedro Sarmiento de
Gamboa, pero de las que ya no quedan ningún ejemplo conservado.72
También es de destacar la pintura como complemento ornamental de las piezas de cerámica y
de otras artesanías, como la realizada sobre los aríbalos(cántaros) y los queros (vasos
ceremoniales). En un segundo plano estarían la decoración de los escudos militares, a
manera de figuras heráldicas, según la información de algunos cronistas.74
Otro renglón dentro del arte pictórico fue la realización de una suerte de mapas pintados que
representaban un lugar o una región. El cronista Juan de Betanzos cuenta que después de la
victoria sobre los chancas obtenida por el príncipe Cusi Yupanqui, los dignatarios cusqueños
fueron al encuentro de éste para ofrecerle la borla y lo encontraron pintando los cambios que
pensaba introducir en el Cuzco. Esta práctica estaría confirmada por una afirmación en un
juicio sostenido por las etnias de Canta y de Chaclla en 1558-1570. Uno de los litigantes
presentó ante la Real Audiencia de Lima los dibujos de su valle indicando sus reclamos
territoriales, mientras los segundos exhibieron una maqueta de barro de todo el valle. Pedro
Sarmiento de Gamboa decía que al conquistar un valle se hacía una maqueta y se le
presentaba al Inca.
Orfebrería y platería[editar]
Los incas utilizaron los metales preciosos (oro y plata) para labrar bellos objetos de orfebrería
y platería. En realidad, quienes realizaban estas obras artísticas eran los pueblos sometidos,
como los chimúes y los ichmas, cuyos orfebres fueron trasladados al Cuzco para ejercitar su
arte al servicio del Inca. Producían aretes, orejeras, brazaletes, ajorcas, collares, sortijas,
prendedores, tumis rituales, placas, planchas, efigies de plantas, animales y seres humanos
para adornar los templos y palacios del Cuzco y otras ciudades importantes.75
Los orfebres y plateros formaban una casta especial y tenían ciertos privilegios. El orfebre era
llamado cori camayoc; el platero, collque camayoc.76
Es fama que los conquistadores españoles encontraron cantidades ingentes de objetos
artísticos labrados en oro y plata, como aquellos que fueron ofrecidos para el rescate del inca
Atahualpa y los hallados en el Coricancha; en este último se hizo famoso un gigantesco disco
de oro que era imagen del dios Sol o Inti (punchau). Sin embargo, todos esos objetos fueron
fundidos y transformados en lingotes para ser repartido entre los captores del Inca y la Corona
española.74
Textilería[editar]
Artículo principal: Textilería incaica
Arte textil inca con tocapus. Túnica.
La textilería estuvo muy desarrollada, aunque sin llegar a la belleza desplegada por algunas
culturas preincas costeñas, como la nazca y la paracas.
Los incas conocieron los telares verticales y horizontales con los que crearon variados tejidos
de lana y algodón. Los tejidos finos que se han conservado son motivo de admiración por su
colorido y finura en la confección. Este tejido, llamado cumbi o cumpi, estaba hecho de lana de
vicuña, y cuando se le quería dar calidad especial o aspecto vistoso, se le mezclaba con hilos
de oro, pelos de lana y murciélago, o se le recubría con plumas multicolores, o se adornaban
con cuentas. Estaba decorado con hermosos dibujos geométricos y naturales (tocapus). Los
elementos decorativos y el color realzaban la fineza y suavidad del tejido.
También crearon tejidos decorados con plumas de colores vivos, de los que se conservan
bastantes muestras en el ajuar de sus momias.
Debido a la organización clasista de la sociedad inca, los trajes finísimos estuvieron
destinados al Inca y a la nobleza, mientras que las gentes del pueblo vestían trajes simples y
burdos. Pese a ello, los habitantes del Perú antiguo fueron los mejores vestidos de la América
precolombina.
Música y danza[editar]
Los incas conocieron solo los instrumentos musicales de viento. Usaron flautas en diversas
variedades, como las quenas, antaras y otras, así como los pututos (trompetas hechas de
conchas marinas). También instrumentos de percusión como las tinyas o tambores. La música
incaica era de cinco notas fundamentales, es decir, era pentatónica, en vez de la música de
siete notas que hoy usamos.
Las labores agrícolas se hacían generalmente al son de la música y canto para darles ritmo y
compás. La danza era ejecutada por grandes masas humanas y tenía preferentemente un
carácter religioso. Había danzas totémicas destinadas a dar culto a los tótems u antepasados
epónimos; danzas solemnes como las realizadas en las grandes fiestas religiosas como el Inti
Raymi; danzas dedicadas a los muertos; danzas en conmemoración de hechos históricos;
danzas guerreras y danzas de alegría (Kashua).
Momificación[editar]
Según Del Busto, se considera a la momificación como un arte porque buscó la belleza de los
reyes incas y de los nobles fallecidos, ya que los incas consideraban necesaria la
conservación de sus cuerpos para asegurar la buena fortuna a su linaje.77
Cuando el Inca moría, su cuerpo era embalsamado de acuerdo a determinados ritos. Se
usaba una sustancia llamada isura, que se extraía de una planta de la selva. El cadáver
momificado, llamado mallqui, permanecía sentado en el mismo trono en el que había
gobernado, conservando todos los atributos de su dignidad y recibiendo el homenaje
conmovido de sus súbditos, que los consideraban “vivos”. Cada panaca se encargaba de
cuidar a su momia respectiva, dándole los honores y servicios que habían recibido en vida, y
perpetuando su historia. Los mallquis, trasladados en literas, concurrían a todas las
ceremonias que se celebraban en la plaza del Cuzco y recibían la reverencia del pueblo.78
Cuando llegaron los españoles, todas esas momias reales fueron escondidas. Según el Inca
Garcilaso, Juan Polo de Ondegardo descubrió cinco de ellas, “tres de reyes y dos de reinas.”
Algunas se hallaban en buen estado de conservación.79
Literatura[editar]
Artículo principal: Literatura incaica
El género épico está representada por los poemas que expresaban la cosmología del
mundo andino (mitos de la creación, el diluvio, etc.), así como las que relataban el origen
de los incas (leyendas de los hermanos Ayar, de Manco Cápac y Mama Ocllo, etc.).
El género didáctico abarcaba fábulas, apólogos, proverbios y cuentos, ejemplares de los
cuales han sido recogidos modernamente por diversos estudiosos.
El género dramático, que a decir del Inca Garcilaso, abarcaba comedias y tragedias,
buscando similes con la cultura occidental.80 En realidad, se trataban de representaciones
teatrales en donde se mezclaban danza, canto y liturgia. Se afirma que el famoso
drama Ollantay, cuya versión escrita data de la época colonial, tendría un núcleo
fundamental de origen incaico y una serie de interpolaciones posteriores enderezadas a
amoldarla al teatro hispano.
Literatura popular[editar]
Es la que surgió espontáneamente en el pueblo y en el campo. Abarca masivamente el género
lírico, es decir, composiciones poéticas que estaban unidas a la música y la danza, y que por
lo general eran entonadas en grandes masas corales, alternándose hombres y mujeres. Estas
manifestaciones formaban parte del quehacer cotidiano. Funerales, fiestas, nupcias, peleas,
guerras, etc. estaban enmarcados en una ritualización expresada a través del arte. Son dos
sus manifestaciones principales:
El harawi, canción de diversos tipos (de amor, de arrepentimiento, de alegría, etc.). Tenía
un carácter intimista y estaba a cargo de un aedo, denominado harawec o haravicu. En la
época colonial derivó en el huayno y en el yaraví.
El haylli, himno de alegría, se entonaba en las fiestas religiosas o en celebraciones de
triunfos.
Muchas de estas creaciones han llegado a nuestros días de forma diferida, plasmadas en los
trabajos de los primeros cronistas: por ejemplo, el Inca Garcilaso de la Vega recupera poesía
quechua,81 mientras que Felipe Guaman Poma de Ayala relata el mito de las cinco edades del
mundo.
Ciencia y tecnología[editar]
La etnia inca, al igual que otras culturas andinas contemporáneas, no hicieron grandes aportes
a las ciencias y tecnologías. Lo que hicieron fue recoger y aprovechar todo el legado cultural
de civilización andina, que se remonta a Caral, es decir al 3000 a.C. Al momento de fundarse
el imperio inca, las diversas ramas de las ciencias como la astronomía, las matemáticas y la
medicina, así como las variadas tecnologías aplicadas en la agricultura, la hidráulica y la
arquitectura, ya estaban inventadas, experimentadas y desarrolladas hasta su máxima
perfección. El mérito de los incas fue aprovechar costumbres, conocimientos y técnicas
milenarias, haciendo alguna que otra contribución, y luego, con ese sustento, crear un Estado
imperial cuyo fin era la unificación del mundo andino, pero cuya consolidación definitiva se vio
truncada por la invasión española.82
Hay que señalar además que lo que llamamos conocimientos científicos en el Perú antiguo
corresponden en realidad a una etapa precientífica, por la que también pasaron otras grandes
civilizaciones del mundo. Se trataba de saberes empíricos, que se consolidaron a través de
milenios de experiencia, y que tuvieron un carácter eminentemente práctico. No hay evidencia
que alguna vez el hombre del Perú prehispánico haya hecho reflexiones teóricas ni
formulaciones matemáticas. Es de destacar también que en todos los dominios de la ciencia y
técnica se inmiscuía la magia y la religión. Es solo con la revolución científica ocurrida en
Europa a partir del siglo XVII que se puede hablar con propiedad de un desarrollo científico en
el mundo.83
Medicina[editar]
Cráneos incas con señales evidentes de trepanación. Obsérvese el crecimiento del tejido óseo
alrededor del corte, lo que indica que el paciente sobrevivió a la operación.
La medicina que se practicó en el incanato, estaba íntimamente ligada a la religión. El
doctor Hermilio Valdizán ha determinado una serie de enfermedades que conocieron los incas
y los tratamientos que aplicaron a cada una de ellas. Los curanderos o médicos incaicos se
llamaban hampi camayocs.84
Los incas llegaron a realizar intervenciones quirúrgicas, como trepanaciones, con el propósito
de eliminar fragmentos de huesos o armas, que quedaban incrustadas en el cráneo, luego de
accidentes o enfrentamientos bélicos. Algo que ya hacían, siglos atrás, los paracas. Uno de
los instrumentos utilizados en la cirugía incaica, fue el tumi o cuchillo de metal en forma de "T".
Se desconoce que es lo que utilizaban como anestesia, aunque algunos suponen que se
usaba la coca. También usaron gasas y vendas.
El Inca Garcilaso de la Vega asegura que efectuaban la sangría para curar diversas dolencias,
así como que usaban purgantes y vomitivos para la expulsión de parásitos y otros humores.85
Su farmacopea contaba con numerosas hierbas medicinales y plantas alucinógenas, de la
costa, sierra y selva.86 Particularmente muy estimadas fueron las hojas de la coca y el tabaco.
También usaron medicinas de origen animal (como el sebo) y mineral.
En muchos lugares del Perú todavía existe la figura del curandero y el hierbero, que siguen
utilizando los tratamientos heredados de la época prehispánica, a base de hierbas y otros
productos, lo que constituye la llamada medicina folklórica. Lamentablemente, en la mayoría
de los casos se trata de una herencia ya borrosa y lejana de los grandes conocimientos del
pasado, atenuados y mermados por la Conquista española, la llamada "extirpación de
idolatrías" católica. Las épocas colonial y republicana continuaron este desarrollo de la
destrucción cultural y progresiva eliminación de los conocimientos ancestrales.
Matemáticas[editar]
Conocieron el sistema decimal, que lo aplicaron a la estadística de los quipus y a la
organización. También tuvieron grandes conocimientos de agrimensura, es decir, la medición
de tierras. En el arte de construir debieron también aplicarse conocimientos científicos, si se
tiene en cuenta los imponentes y bien ensamblados que son algunos edificios,
como Sacsayhuamán y Machu Picchu, que indudablemente requirieron de una cuidadosa
programación y cálculos físicos y matemáticos.
Astronomía[editar]
La astronomía mereció especial atención porque se relacionaba con las labores agrícolas y su
división se marcaba con una fiesta especial. Observaron pacientemente al Sol y determinaron
los solsticios y los equinoccios. Para tal efecto utilizaron columnas de piedra levantadas en las
partes altas del Cuzco. Al observatorio solar llamaron Intihuatana (quechua: inti
watana, “donde se amarra al Sol”), que consistía en una columna de piedra levantada sobre
un círculo de este material, que se hallaba en algunos lugares destacados, tales como los
patios de los templos o edificios religiosos, y siempre expuestos a la proyección de la luz solar.
El año estaba dividido en 12 lunas de 30 días cada una, más una serie de días
complementarios. A cada luna o mes le correspondían festividades religiosas acompañadas
de ceremonias específicas. Según Guaman Poma de Ayala, el calendario de ceremonias y
festividades se dividía de la siguiente manera:
Los incas fueron un pueblo esencialmente agrícola; sin embargo, tuvo su asiento en un
territorio falto de tierras cultivables. Para superar tal deficiencia aplicaron técnicas agrícolas,
las principales de las cuales fueron las siguientes:89
Andenes o terrazas, para evitar la erosión y aprovechar las laderas de los cerros. Estaban
constituidos por plataformas con superficies cultivables, reforzadas con muros de
contención de piedras, que iban escalando las laderas, adaptándose a las sinuosidades
del terreno. Viéndolas de lejos simulan enormes escalinatas.90
Acueductos o canales, en los valles costeños, herencia de las culturas preincaicas,
aunque otros fueron ejecutados bajo administración inca. También en la sierra se
construyeron canales.91
Waru waru o camellones, técnica heredada de las poblaciones del altiplano. Se trataba de
montículos artificiales de tierra, hechos para elevar las zonas de cultivo por encima de la
superficie natural del terreno; en torno a ellos circulaban canales de agua. La idea era
permitir un mejor drenaje en lugares donde la tierra era poco permeable y estaba sujeta a
frecuentes inundaciones, como en la región del lago Titicaca. Los camellones hacían
posible aprovechar mejor el agua, evitando su rápida circulación.92
Huachaques u hoyas, realizadas en la costa, que consistían en excavaciones hondas y
muy anchas en zonas totalmente áridas, hasta alcanzar las capas húmedas del subsuelo,
donde se sembraba.93
Cochas o pozas secas que se llenaban en época de lluvias y que luego se usaban en el
riego. Eran muy empleadas en las tierras altas vecinas al lago Titicaca.94
También utilizaron abonos o fertilizantes, que consistían en excrementos de camélidos y de
cuyes, el pescado y, especialmente, el afamado guano de islas. Como instrumentos agrícolas
se usaron la chaquitaclla o arado de pie, y las azadas.93
Se debe resaltar además la técnica de mejoramiento de especies, como al parecer lo
atestigua el sitio de Moray, conformado por una serie de andenes circulares, que simula un
anfiteatro, sitio que posiblemente fue un centro de investigación agrícola, donde se llevaron a
cabo experimentos de cultivos a diferentes alturas. La disposición de sus andenes produce un
gradiente de microclimas teniendo el centro de los andenes circulares concéntricos una
temperatura más alta y reduciéndose gradualmente hacia el exterior a temperaturas más
bajas, pudiendo de esta forma simular hasta 20 diferentes tipos de microclimas.95
Tecnología de la conservación de alimentos[editar]
Los incas conocieron la técnica de la conservación de alimentos, lo que les permitía evitar su
deterioro durante mucho tiempo. Uno de los alimentos mejor conservados fue la papa, pero no
cualquier papa, sino la amarga, y solo en casos de faltar esta se tomaba la negra o la blanca.
A dichos tubérculos se les sometía a un proceso para que eliminara el agua; al efecto tendían
en el suelo las papas y durante algunos días se las dejaba bajo los rayos solares y la helada
nocturna; luego se le sometía a presión para que expulsara la poca humedad que aún
conservaba, y ya secas, perdían los dos tercios de su peso original. Luego la molían hasta
convertirla en harina de chuño, que lo guardaban en los depósitos. Otro tubérculo empleado
para hacer chuño era la oca; más no lo hacían con el olluco, por ser demasiado pequeño.96
También supieron conservar la carne, deshidratándola y convirtiéndola en charqui (chalonas o
cecinas). Para tal fin, solo bastaba colgar la carne cortada en pedazos, hasta que perdiese
toda su humedad que tuviese, y no le echaban sal ni otro preservativo. Una vez seca podía
durar por mucho tiempo. Las carnes preferidas eran la de llama, y de vez en cuando, la del
venado.97
En el litoral marítimo y en las riberas de los lagos, los pueblos pescadores secaban y salaban
el pescado, tanto para el consumo propio como para el intercambio.
Trabajo de la piedra[editar]
Quipu incaico
Los incas contaron con un ingenioso registro numérico a base de cuerdas y nudos
llamado quipus. Los nudos indicaban los números, del uno al diez, y el color del cordón u otros
detalles indicarían el tipo de bienes registrados, aunque hay que destacar que esto último no
era una regla común sino que tendía a variar. El encargado de elaborar e interpretar el quipu
era el quipucamayoc. El quipu es una herencia cultural milenaria, pues en Caral se
descubrieron quipus de 5000 años de antigüedad.99
Dos probables formas de comunicación ideográfica fueron los tocapus y los quillcas:
Los tocapus o tocapos son recuadros en sucesión, cada uno de los cuales tienen un
diseño particular, a manera de figuras heráldicas. Suelen aparecer pintados en los vasos o
queros y en los tejidos incas. Se ha postulado que se traten de signos de una escritura
fonética, aunque otros consideran que son de la época colonial, y por tanto, serían solo
diseños artísticos influenciados por la cultura occidental.100
Quillca es una palabra quechua que indicaría un diseño pintado. Los españoles lo
tradujeron como escritura, aunque en realidad se tratarían de diseños pictográficos
realizados sobre peñas (petroglifos), pero no de símbolos fonéticos.100
Religión[editar]
Artículos principales: Religión incaica y Mitología incaica.
Los incas adoraban al dios sol al que llamaban Inti, así como a la luna y a los fenómenos
naturales.
La cosmovisión andina fue de carácter politeísta, animista y totémica. En los andes vivieron
gran cantidad de creencias, cada cual con un componente étnico. Se creía en la existencia de
tres mundos: superior (Hanan Pacha), medio (Kay Pacha) e inferior (Uku Pacha); y en un dios
creador Viracocha.
El culto quechua, era presidido por el Inca, considerado hijo del sol y asistido por los
siguientes personajes:
El Sumo sacerdote inca, llamado Willaq-Uma o Huíllac-Uma (en quechua: «cabeza de los
presagiadores o adivinos»), tenía entre sus funciones: presidir las ceremonias religiosas,
velar por la ortodoxia del culto, aconsejar al Inca, etc.
Las acllas: fueron mujeres separadas de sus familias y dadas como tributo por las
diversas regiones del Tahuantisuyo. Por lo general realizaban labores al servicio del
Estado y la religión. Vivían en los Acllahuasis, edificios ubicados en diferentes regiones
del Perú. Destacan los acllahuasis del Cuzco y Pachacámac.
Divinidades[editar]
Cabeza inca de piedra con llauto y mascapaicha. Representa probablemente al dios Viracocha.
Wiracocha: fue una divinidad panandina, de origen preinca. Era un dios adorado por la
nobleza cusqueña.
El Sol (Inti): fue el dios oficial en el Tawantinsuyo, difundido por el inca Pachacútec.
La Luna (Mama Killa). Diosa del cielo y las estrellas, protectora de las mujeres (coyas y
acllas) y esposa del dios Inti.
Pachacámac: fue el dios más importante de la costa central.
Illapa: dios del rayo.
Pachamama: madre tierra.
Mama Cocha: madre de los lagos.
Coyllur: diosa de las estrellas.
Apus: dioses de las montañas, los montes tutelares.
Festividades[editar]
Fiesta del Inti Raymi en la actualidad, en la explanada del Sacsaihuaman.
Inti Raymi (en quechua, fiesta del Sol), la fiesta más solemne, que se efectuaba durante el
solsticio de invierno, en homenaje al Sol, dios y padre de los fundadores del imperio. A
ella acudían los dignatarios de todo el país, ataviados con el mayor lujo que le fuera
posible. El Inca presidía la ceremonia en una explanada de la plaza del Cuzco, esperando
la aparición del Sol. El inca elevaba dos grandes vasos de oro con chicha, y mientras
invitaba al Sol con el de la mano derecha, del otro vertía pequeñas cantidades en los
vasos de sus parientes.101
Cápac Raymi, la fiesta principal del Sol, que se realizaba en el mes de diciembre. Se
sacaban en procesión las imágenes del Sol guardadas en el Coricancha, así como a las
momias de los incas. Se hacían muchas ofrendas de oro, plata y spondylus, así como
sacrificios de niños y de camélidos. Se realizaba también la ceremonia del Warachikuy.102
Capac cocha, que podría traducirse como «obligación real», se realizaba entre abril y julio,
en honor al dios Viracocha. La ceremonia incluía fiestas y ofrendas de reconocimiento y
de gratitud. Desde las cuatro direcciones del Tahuantisuyo los poblados enviaban uno o
más niños al Cusco, para, luego de las ceremonias allí oficiadas, regresar y ser
ofrendados a huacas o santuarios locales.
Citua, era la fiesta solemne celebrada el primer día de la luna después del equinoccio. Era
considerada como un sacrificio de expiación general. El pueblo se preparaba con un
ayuno de 24 horas y con una continencia escrupulosa. Hacían una especie de pasta
mezclada con sangre, sacada de entre la nariz y las cejas de los niños con la que se
frotaban el cuerpo, previamente lavado, operación con la cual creían precaverse de toda
clase de enfermedades. Frotaban igualmente con la misma pasta los umbrales de las
casas. El sumo sacerdote hacía la misma operación en el Coricancha y en los palacios.103
Véase también[editar]
Quechuas
Imperio incaico
Mitología incaica
Cápac Ñan
Literatura incaica
Referencias[editar]
1. ↑ Saltar a:a b Valcárcel, 1964a, p. 35.
2. ↑ Rostworowski, 1999, pp. 251-256.
3. ↑ Vergara, 2000, p. 23.
4. ↑ Rostworowski, 1999, pp. 210-211.
5. ↑ Espinoza, 1997, p. 297.
6. ↑ Del Busto, 2011, pp. 51-54.
7. ↑ Del Busto, 2011, p. 67.
8. ↑ Vergara, 2000, pp. 24-25.
9. ↑ Saltar a:a b Del Busto, 2011, p. 69.
10. ↑ Saltar a:a b Del Busto, 2011, p. 70.
11. ↑ Kauffmann, 2002b, pp. 689-690.
12. ↑ Valcárcel, 1964a, pp. 40-41.
13. ↑ Del Busto, 2011, p. 75.
14. ↑ Kauffmann, 2002b, p. 693.
15. ↑ Kauffmann, 2002b, pp. 695-698.
16. ↑ Del Busto, 2011, pp. 127-130.
17. ↑ Unesco (21 de junio de 2014). «Sites in Latin America and Germany inscribed on World
Heritage List». Unesco.org (en inglés). Consultado el 19 de noviembre de 2017.
18. ↑ Del Busto, 2011, pp. 130-132.
19. ↑ Saltar a:a b Del Busto, 2011, p. 135.
20. ↑ Saltar a:a b Kauffmann, 2002b, p. 703.
21. ↑ Del Busto, 2011, p. 114.
22. ↑ Del Busto, 2011, pp. 114-115.
23. ↑ Del Busto, 2011, pp. 116-119.
24. ↑ Del Busto, 2011, p. 119.
25. ↑ Del Busto, 2011, pp. 119-120.
26. ↑ Del Busto, 2011, pp. 122-123.
27. ↑ Espinoza, 1997, pp. 275-276.
28. ↑ Del Busto, 2011, pp. 51-55.
29. ↑ Saltar a:a b Del Busto, 2011, p. 56.
30. ↑ Espinoza, 1997, p. 276.
31. ↑ Espinoza, 1997, p. 283.
32. ↑ Rostworowski, 1999, p. 230.
33. ↑ Saltar a:a b Espinoza, 1997, pp. 283-284.
34. ↑ Rostworowski, 1999, pp. 236-241.
35. ↑ Rostworowski, 1999, pp. 242-243.
36. ↑ Del Busto, 2011, pp. 59-61.
37. ↑ Rostworowski, 1999, pp. 244-247.
38. ↑ Espinoza, 1997, pp. 287-291.
39. ↑ Rostworowski, 1999, pp. 249-250.
40. ↑ Espinoza, 1997, pp. 295-296.
41. ↑ Kauffmann, 2002b, p. 682.
42. ↑ Del Busto, 2011, p. 81.
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