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TÍTULO III

MATERIAS y OBJETOS
SOLUBLES
1) Objetos solubles: Alternativa rectora. 2) Materias solubles: Línea general. 3) Materias
solubles: Caso concreto.

CAPÍTULO I

OBJETOS SOLUBLES: Alternativa rectora

1) Materias de conciliación. 2) ALTERNATIVAS RECTORAS: a) Enumeración


taxativa. b) Dación de categorías amplias. c) Usos y costumbres.

Son diversos los sistemas legislativos que establecen cuáles son las materias
susceptibles de conciliación. VIGIL CURO señala concordante con la Ley pertinente y
ORMACHEA CHOQUE, desprende las dos primeras alternativas y la tercera es a
manera de propuesta del trabajo, tal como se muestra en calidad de objetos de solución
extrajudicial:

1. MATERIAS DE CONCILIACIÓN692.

Están contenidas en el Art. 9° de la Ley 26872 en concordancia con su Reglamento.

a) Las pretensiones determinadas o determinables que versen sobre derechos


disponibles de las partes.
b) Los asuntos relativos a alimentos.
c) Régimen de visitas.
d) Violencia familiar.
e) Responsabilidad civil provenientes de delito o falta, en cuanto se refiere a las
controversias relativas a la cuantía de dicha reparación, mientras no hubiese
sido fijada por resolución judicial.
f) Los asuntos laborales, solo opera en el ámbito de disponibilidad que este
disfruta, más no con respecto a los derechos intangibles del trabajador (9° de la
Ley concordante con el Art. 7° del Reglamento de Conciliaciones).
g) Los Procesos Cautelares, iniciados antes del proceso principal solicitando al
demandante de la medición cautelar la conciliación dentro del plazo de 5 días
calendarios comenzados a contar desde el momento que se ejecuta la medida
cautelar, de modo que si la conciliación es total, deberá pedir de inmediato se
deje sin efecto la medida cautelar y si no hay acuerdo o éste es parcial, el plazo
para interponer la demanda empezará a correr desde la fecha del acta de
692
VIGIL CURO, Clotilde Cristina. LAS CONCILIACIONES. En: Revista de Derecho y Ciencia
Política. UNMSM. Vols. 56 (N° 1-2), año 1999, Lima-Perú. P. 118.
MÉTODOS ALTERNOS PARA LA SOLUCIÓN DE CONTROVERSIAS (MASC) 151
conciliación (segundo párrafo del Art. 6° de la Ley 26872 y 11 de su
Reglamento).
h) Procesos de ejecución.
i) Procesos de Garantías constitucionales.

2. ALTERNATIVAS RECTORAS:

a) ENUMERACIÓN TAXATIVA O NUMERUS CLAUSUS

Primera alternativa.- “La definición de las materias conciliables a través del


numerus clausus o enumeración taxativa – aclara ORMACHEA693- es una primera
opción. Dentro de ésta, la enumeración puede ser positiva o negativa. Aquella cuando
el legislador enumera las materias que son susceptibles de conciliación -es la positiva-;
y la negativa, cuando la enumeración se enfoca en aquellas materias no conciliables.
Por tanto, serán conciliables aquellas disputas que no se encuentren incluidas en la
enumeración.

b) DACIÓN DE CATEGORÍAS AMPLIAS

Segunda alternativa.- La constituye la dación de categorías amplias que evita


la exclusión de materias no previstas en el sistema de enumeración taxativa o numerus
clausus. La solución no es del todo feliz, pues requerirá la aplicación de métodos de
interpretación en ciertos casos. Esta segunda opción conjuntamente con el numerus
clausus positivo y negativo han sido adoptados por el legislador peruano en la Ley
26872. El artículo 9 dispone, que son susceptible de conciliación las pretensiones
determinadas o determinables que versen sobre derechos disponibles de las partes, y en
asuntos de familia, las pretensiones sobre alimentos, régimen de visitas y violencia
familiar. El artículo 7, inciso a) del Reglamento denomina estas materias como parte de
la conciliación obligatoria mencionando taxativamente a la conciliación laboral”(694).

c) USOS Y COSTUMBRES

Tercera alternativa.- Constituye las materias conforme los usos y costumbres


locales o regionales solucionadas a través del tiempo; más las materias que no se
contraríen con las leyes nacionales, ni Derechos Humanos Internacionales; y otras
novísimas figuras no previstas en las normas positivas. La segunda opción
conjuntamente con la primera del numerus clausus positivo y negativo que han
sido adoptados por el legislador peruano en la Ley 26872 y más la tercera
alternativa son materias susceptibles de solucionar según la actual propuesta. En la
vida cotidiana de los ciudadanos y en la práctica diaria solucionan su controversia los
distintos estamentos de nuestra sociedad. Por ello es necesario sistematizar, regular
conforme ley, usos y costumbres.

693
ORMACHEA CHOQUE, Iván. Op. Cit., PP. 53.
694
Op. Cit., PP. 53-54.
MÉTODOS ALTERNOS PARA LA SOLUCIÓN DE CONTROVERSIAS (MASC) 152
 Son diversos –ISODE-CCISAC695- los sistemas legislativos que establecen
cuales son las materias susceptibles de conciliación.
 La definición de las materias conciliables a través del números clausulos o
enumeración taxativa es una primera opción.
 La enumeración puede ser positiva o negativa.
 Una segunda alternativa la constituye la dación de categorías amplias que
evitan la exclusión de materias no previstas en el sistema de enumeración
taxativa.
 Esta segunda opción también a sido adoptada por el legislador peruano en la Ley
26872.
 El artículo 9 manifiesta las materias conciliables las pretensiones determinadas o
determinables que versen sobre derechos disponibles.
 Las pretensiones sobre alimentos, régimen de visitas y violencia familiar.
 El artículo 7 e inciso a) del Reglamento denomina estas materias como parte de
la conciliación obligatoria.

695
ISODE-CCICAC. Guía de Trabajo - ¡Fórmate como Conciliador!. Edit. ISODE (Instituto
Sociedad y Derecho – CCICAC (Centro para la Conciliación Integral en Consultoría, Asesoría y
Capacitación. Edic. Huancayo – Perú 2001, P. 53.
MÉTODOS ALTERNOS PARA LA SOLUCIÓN DE CONTROVERSIAS (MASC) 153
CAPÍTULO II

MATERIAS SOLUBLES: Línea general.

1) Materias conciliables facultativas. 2) Derechos disponibles. 3) Materia contencioso-


administrativa. 4) Asuntos conciliables.

1. MATERIAS CONCILIABLES FACULTATIVAS

Aunque no señalado en el artículo nueve de la ley, existen otras materias que


podrían ser tramitadas conciliatoriamente aunque de modo no obligatorio. El artículo 6
de la ley, en su segundo párrafo, señala que la conciliación extrajudicial no es
obligatoria en procesos cautelares, de ejecución y garantía constitucionales. Por tanto no
siendo obligatorio resulta siendo posible o facultativo conciliar a raíz del inicio de este
tipo de procesos, tal como lo reconoce el artículo 7, inciso b) del Reglamento.

A nuestro entender este es uno de los temas que va a provocar interesantes


debates, por cuanto resulta —bajo una primera apreciación— insostenible conciliar
cuando nos encontramos en procesos donde se discuten derechos fundamentales.
Creemos que deberá analizarse, por un lado, si la naturaleza del derecho en discusión es
disponible (art. 9 de la Ley) y, segundo, la situación especial del caso; es decir, no basta
que señalar que el caso es técnicamente conciliable sino que se debe analizar cuáles
serían las consecuencias sobre el afectado y la sociedad si el caso se resolviese por la
vía conciliatoria.

Creemos que en ciertos conflictos, se requiere ante todo el pronunciamiento de


la jurisdicción estatal que a través de la jurisprudencia tenga mayor impacto social que
una solución privada por la vía conciliatoria. Ilustrando el tema, un amparo interpuesto
ante la afectación del derecho de propiedad de un particular podría tener como final un
acuerdo conciliatorio en el que el demandado adquiere parcial o totalmente este derecho
a cambio de un pago justo, siempre que del análisis respectivo consideramos que el
acuerdo no va a generar un menoscabo al interés social. Estaríamos ante una situación
distinta si se tratase de uno de cientos de casos en los que se estuviera vulnerando el
derecho de propiedad de los particulares. Creemos que en este caso, es importante que
la conciliación no proceda por que estaría afectando al interés de terceros. Como señala
Laura Nader (1993) la justicia no puede ser negociada por los modelos basados en la
armonía.
MÉTODOS ALTERNOS PARA LA SOLUCIÓN DE CONTROVERSIAS (MASC) 154
Mayores discusiones surgirán ante sobre la viabilidad de la aplicación de la
conciliación en la acción de habeas corpus. Antes que discutir estos temas —que
ameritan una discusión más profunda— preferimos aprovechar esta oportunidad para
invitar a los interesados en temas constitucionales a participar en el debate de la Ley de
Conciliación.

En los Procesos Cautelares, el Reglamento —artículo 11— ha señalado algunas


pautas sobre el trámite de este tipo de procesos, cuando sean anteriores al inicio del
proceso principal. El solicitante de la medida cautelar tendrá un plazo de cinco días
calendario, desde el momento de la ejecución de la medida, para solicitar la
conciliación. Si se produce una conciliación total, el solicitante deberá pedir de
inmediato que se deje sin efecto la medida cuatelar. Finalmente, si no hay acuerdo o este
es parcial, el plazo previsto para interponer la demanda, 10 días posteriores a la
ejecución de la medida, empezará a correr desde la fecha del acta de conciliación.

Por otro lado, interpretamos que la conciliación extrajudicial puede realizarse en


todos aquellos casos donde la ley no lo haya prohibido por aplicación del artículo 2,
numeral 24, inciso a) de la Constitución del Estado, siempre y cuando estén en
discusión derechos susceptibles de ser regulados por las partes. Sin embargo, en
aquellas materias no previstas por la ley no se podrá suscribir un acta de conciliación
con el mérito de título de ejecución previsto en la ley. En todo caso, las partes y el
conciliador tendrán que buscar la forma de lograr el máximo grado de ejecutabilidad del
acuerdo. Por ejemplo, en casos de familia como tenencia de niños, las partes podrán
solicitar los servicios de un conciliador y, de llegarse a un acuerdo, podrán iniciar un
proceso judicial solicitando al Juez se apruebe el acta de conciliación adjuntada a la
demanda o presentarla durante la audiencia de conciliación pertinente. De esta forma el
acta de conciliación recibe el mérito de título de ejecución y calidad de cosa juzgada. La
conciliación en temas de familia realizada fuera del ámbito de la Ley ha sido reconocida
en el artículo 29 del Reglamento696.

Se encuentran descritas en el artículo 6 de la Ley 26872 y 7, 1. b) del


Reglamento–ISODE-CCISAC697-.

 Aquellos conflictos en los que el emplazado domicilie fuera del país.


 Procesos cautelares.
 Procesos de ejecución.
 Garantías constitucionales.

2. DERECHOS DISPONIBLES

Entendemos por derechos disponibles a aquellos derechos con contenido


patrimonial; es decir, que son susceptibles de ser valorados económicamente; o por otro
lado, aquellos derechos que no siendo necesariamente patrimoniales pueden ser objeto
696
Op. Cit., PP. 54-56.
697
ISODE-CCICAC. Guía de Trabajo - ¡Fórmate como Conciliador!. Edit. ISODE (Instituto
Sociedad y Derecho – CCICAC (Centro para la Conciliación Integral en Consultoría, Asesoría y
Capacitación. Edic. Huancayo – Perú 2001, P. 56.
MÉTODOS ALTERNOS PARA LA SOLUCIÓN DE CONTROVERSIAS (MASC) 155
de regulación por las partes. Esta definición ha sido tomado casi literalmente en el
Reglamento de la Ley 26872 —artículo 7, numeral 1, inciso a)—.

Como lo señala el dictamen de la Comisión de Justicia sobre la Ley 26872: se


entiende por derechos disponibles:

Aquellos derechos de contenido patrimonial y por tanto puede ser objeto de


negociación, [transacción], se regulan desde normas creadas interpartes con límites a las
normas de carácter imperativo, son susceptibles de embargo, enajenación o
subrogación, son transmisibles por herencia, son susceptibles de caducidad y
prescripción.

La segunda parte de nuestra definición apunta a aquellos derechos que no siendo


estrictamente patrimoniales pueden ser regulados —determinados consensualmente—
por las partes. El caso más notorio es el derecho alimentario que “es patrimonial,
aunque no es puramente patrimonial (…) por presentar notas peculiares derivadas de la
importancia y significación social de la familia dentro de cuyos ámbitos opera”
(Cornejo Chávez 1985).

Una situación similar se presenta en los derechos laborales, donde si bien el


componente patrimonial está presente, existe una seria restricción a la disponibilidad de
los derechos debido al impacto social de los mismos. El principio constitucional de la
irrenunciabilidad de derechos reconocidos por la Constitución —art. 26, literal 2
Constitución 1993— y la ley es una manifestación plena de esta cautela.

En conflictos de familia, tales como tenencia y régimen de visita, la definición


manifiesta sus límites razón por la cual el legislador ha optado por señalar
taxativamente cuales son las materias de familia amparadas por la presente Ley.

Vaticinamos que ciertas materias generarán un gran debate en torno asi pueden
ser consideradas dentro del concepto pretensiones que versen sobre derechos de libre
disposición. Entre estos temas encontraremos a los conflictos contencioso
administrativos698.

 Se entiende por derechos disponibles –ISODE-CCISAC699- aquellos de


contenido patrimonial y por lo tanto pueden ser objeto de negociación.
 También aquellos que no siendo necesariamente patrimoniales pueden ser objeto
de regulación por las partes.
 En el caso de los derechos laborales, donde si bien el componente patrimonial
está presente, existe una seria restricción a la disponibilidad de los derechos
debido al impacto social de los mismos.
 A manera de conclusión consideramos que ciertas materias generarán un gran
debate en torno así pueden ser consideradas dentro del concepto de pretensiones
que versen sobre derechos disponibles.
698
Op. Cit., PP. 56-57.
699
ISODE-CCICAC. Guía de Trabajo - ¡Fórmate como Conciliador!. Edit. ISODE (Instituto
Sociedad y Derecho – CCICAC (Centro para la Conciliación Integral en Consultoría, Asesoría y
Capacitación. Edic. Huancayo – Perú 2001, P. 54.
MÉTODOS ALTERNOS PARA LA SOLUCIÓN DE CONTROVERSIAS (MASC) 156
3. MATERIA CONTENCIOSO-ADMINISTRATIVA

“La conciliación en asuntos de competencia de la jurisdicción contencioso-


administrativa no es regulada en la mayoría de las legislaciones.

En Colombia, la ley 23 de 1991 (artículo 59) estatuyó que podrán conciliar, total
o parcialmente, en las etapas prejudicial o judicial, las personas jurídicas de derecho
público, a través de sus representantes legales, sobre conflictos de carácter particular y
contenido patrimonial que ante la jurisdicción contencioso-administrativa se tramiten
mediante las acciones previstas en los artículos 85, 86 y 87 del Código Contencioso-
Administrativo.

El Decreto 173 de 1993 reglamentó la conciliación prejudicial de que trata el


capítulo V de la Ley 23 de 1991 y dispuso que la solicitud de conciliación extrajudicial
se debe presentar personalmente por el interesado, o conjuntamente por quienes resulten
involucrados en un conflicto susceptible de la misma, ante el Agente del Ministerio
Público que se halle adscrito ante la sección del tribunal que sería la competente para
dirimir la controversia objeto de conciliación.

El artículo 6, del Decreto 2651 de 1991, estableció la conciliación en los


procesos de responsabilidad contractual o extracontractual del Estado, en primera
instancia, a más tardar al concluir la etapa probatoria del respectivo proceso. El Decreto
171 de 1991, reglamentó lo previsto en el artículo 6 del Decreto 2651 de 1991. Se
dispuso que las entidades públicas y los particulares podrán actuar en la conciliación
judicial directamente o por conducto de apoderado con facultad expresa para conciliar.
En los procesos de primera instancia habrá, por lo menos, una oportunidad de
conciliación que tendrán lugar, a más tardar, al concluir la etapa probatoria. Esta
audiencia se cita de oficio o a petición de parte. En los procesos de única instancia a
petición de las partes, el magistrado o consejero convocará a audiencia de conciliación.

Las providencias que aprueban el acuerdo conciliatorio y ordenen la terminación


del proceso no son susceptibles de recursos alguno.

La conciliación, una vez aprobada, produce efectos de cosa juzgada en relación


con las partes que intervinieron y sus causa-habientes”700.

“Los procesos contencioso-administrativos se realizan a título particular contra


aquellas resoluciones de la administración que hayan agotado el trámite administrativo
y hayan definido una situación controvertida. La pregunta inicial sobre el asunto
contencioso-administrativos redunda en si estamos ante un asunto susceptible de ser
conciliado. La respuesta a este interrogante gira en torno a si en estos casos debe primar
la finalidad de la acción contencioso administrativa; es decir, la declaración de invalidez
o ineficacia de la resolución administrativa o la posibilidad fáctica que las partes se
pongan de acuerdo sobre el derecho disponible que subyace a la controversia.
700
MONROY CABRA, Marco Gerardo. Medios Alternativos de Solución de Conflictos. En: Ius et
Praxis-Revista de la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas Universidad de Lima, Nº 24,
Lima-Perú, diciembre 1994, PP. 160-161.
MÉTODOS ALTERNOS PARA LA SOLUCIÓN DE CONTROVERSIAS (MASC) 157
Creemos que sí es factible conciliar ciertos asuntos contencioso administrativo
siempre y cuando se discutan derechos de carácter particular y con contenido
patrimonial como lo señala el Capítulo V de la Ley 23 de Colombia. La Ley de
Conciliación 26872 no se ha manifestado extrínsicamente al respecto pero tampoco lo
ha prohibido. No obstante, el Reglamento de la Ley reconoce implícitamente el carácter
conciliable de lo contencioso-administrativo al referirse a la suspensión de los plazos de
prescripción y caducidad (art. 28 del Reglamento).

Los hechos demuestran que existen innumerables situaciones donde la


posibilidad de conciliar la litis en conflictos contencioso-administrativos es posible
debido a que el fondo del asunto —el real interés de las partes— se vincula a un
derecho patrimonial o disponible (art. 9 de la Ley).

La Corte Suprema de Justicia de la República al parecer se ha inclinado en favor


de la segunda tesis, por cuanto ha emitido jurisprudencia donde se entiende
implícitamente que en procesos contencioso administrativos donde se ventilen
pretensiones sobre derechos disponibles debe agotarse la etapa conciliatoria y el Juez
tiene la obligación de proponer su fórmula conciliatoria...”701.

4. ASUNTOS CONCILIABLES

A diferencia de lo que sucede en el Proceso Judicial, la conciliación no sólo se


centra en aquellos asuntos planteados en la solicitud del servicio conciliatorio. La
conciliación es suficientemente flexible para tramitar aquellos asuntos o problemas que
no están contenidos en la solicitud, pero que surgen de la discusión producida durante la
audiencia.

Como dijéramos en la sección relativa a la Identificación de Problemas en la


parte de Fases de Conciliación, estos problemas a menudo son tan o más importantes
que los problemas que dieron origen al trámite conciliatorio. Resulta, por tanto,
necesario que el conciliador los incluya en la audiencia con el fin de dar una solución
global al conflicto.

Con este buen criterio, el artículo 9 del Reglamento ha señalado taxativamente


que los puntos o problemas ocultos que surjan durante la audiencia puedan ser incluidos
en las discusiones y reconocidos al suscribirse el acta de conciliación. El artículo
mencionado se centra inicialmente de dar una definición sobre materias determinadas o
determinables para señalar en su último párrafo:

No existe inconveniente para que, en el desarrollo de la conciliación, el


conciliador y las partes den un contenido diferente a las pretensiones determinadas o
determinables inicialmente previstas. En este caso, el acuerdo conciliatorio deberá
referirse a estas últimas.

701
ORMACHEA CHOQUE, Iván: Análisis de la Ley de Conciliación Extrajudicial-Reglamento.
Edit. Cultural Cuzco S.A., IPRECON, Edic. 1º, Lima-Perú, 1998; PP. 57-58.
MÉTODOS ALTERNOS PARA LA SOLUCIÓN DE CONTROVERSIAS (MASC) 158
Esta disposición marca una gran distancia con la lógica del Proceso Judicial y
con el modelo de conciliación procesal que se centra en discutir los asuntos planteados
en el petitorio702.

702
Op. Cit., PP. 68-69.
MÉTODOS ALTERNOS PARA LA SOLUCIÓN DE CONTROVERSIAS (MASC) 159
CAPÍTULO III

MATERIAS SOLUBLES: caso concreto.

1) Civil. 2) Familia. 3) Penal. 4) Laboral. 5) Violencia familiar. 6) Administrativo. 7)


Comercial. 8) Diferencias Comerciales Internacionales.

1. CIVIL

“En el proceso civil las legislaciones consagran la conciliación en varias formas:

a) Conciliación en proceso verbal.

En las legislaciones procesales modernas la conciliación se encuentra


consagrada principalmente en el proceso verbal. Así, por ejemplo, el Código de
Procedimiento Civil de Colombia de 1970 consagró la conciliación en el proceso
verbal (artículo 445).

La reforma de 1989 extendió la audiencia de conciliación, prevista en el


artículo 101, a los procesos verbales de mayor cuantía. (artículo 432
modificación 236 del Decreto 2282 de 1989).

Asimismo, la amplió a los procesos verbales sumarios (artículo 439,


modificación 243 del Decreto 2282 de 1989, artículo 1).
Conciliación obligatoria mediante la celebración de una audiencia de
conciliación en determinados procesos.

En Colombia, el artículo 101 del Código de Procedimiento Civil


(modificación 51 del Decreto 2282 de 1989, artículo 1), estableció que cuando
se trate de procesos ordinarios y abreviados, salvo norma en contrario, luego de
contestada la demanda principal y la de reconvención si la hubiere, el juez citará
a demandantes y demandados para que personalmente concurran, con o sin
apoderado, a audiencia de conciliación, saneamiento, decisión de las
excepciones previas y fijación del litigio. En esta audiencia el juez insta a las
partes para que concilien sus diferencias, si fueren susceptibles de transacción, y
si no lo hicieren deberá proponer la fórmula que estime justa, sin que ello
signifique prejuzgamiento. La conciliación y el auto que lo aprueba tendrá los
efectos de cosa juzgada.

MÉTODOS ALTERNOS PARA LA SOLUCIÓN DE CONTROVERSIAS (MASC) 160


“Si se produce la conciliación, el acta equivale a una sentencia con autoridad
de cosa juzgada”.

El Nuevo Código Procesal Civil del Perú (Decreto Legislativo Nº 768, de


fecha 04 de marzo de 1992) consagra el saneamiento del proceso que conlleva la
existencia de una relación jurídica procesal válida (artículos 465 a 467). Luego,
expedido el auto que declara saneado el proceso o subsanados los defectos
advertidos, el juez fija día y hora para la realización de la audiencia conciliatoria
(artículo 468). Si se produce la conciliación, el acta equivale a una sentencia
con autoridad de cosa juzgada. Sino hay conciliación, el Juez fija los hechos
controvertidos, decide sobre la admisibilidad de los medios probatorios y decreta
la práctica de pruebas. Esta audiencia de conciliación es sin perjuicio de que las
partes pueden conciliar sus diferencias mediante conciliación en cualquier
estado del proceso, siempre que no se haya expedido sentencia de segunda
instancia (artículos 323 a 329).

En el Código Procesal Civil de Costa Rica (Decreto Nº 7130 de 1990)


también se consagran la conciliación y las medidas de saneamiento. El artículo
314 expresa que resueltas las excepciones previas, contestada o tenida por
contestada afirmativamente la demanda y, en su caso la reconvención, el juez
citará a las partes y a sus abogados a su despacho, y les propondrá dar por
terminado el proceso mediante un arreglo que sea beneficioso para ambos. Si
hubiere conciliación, las partes determinarán los alcances de ese convenio,
incluyendo lo relativo a ambas costas, el cual se reducirá a un acta que firmarán
el juez, las partes, los abogados de ambas partes y el secretario. Para llevar a
cabo la audiencia de conciliación y que el asunto seguirá su trámite sin perjuicio
del derecho de las partes de presentar un escrito de arreglo en cualquier estado
del proceso.

El acta de conciliación tiene autoridad y eficacia de cosa juzgada material”703.

b) La conciliación en Centros de Conciliación.


c) Conciliación en equidad.
d) Ampliación de la conciliación.

2. MATERIAS DE FAMILIA

“En la mayoría de legislaciones se consagra la conciliación en asuntos de


derecho de familia que usualmente se tramitan por el proceso verbal en el cual hay
audiencia de conciliación. Estos procesos, sea que se tramiten ante el Juez Civil, o Juez
de Menores, o Juez de Familia, por regla general tienen la conciliación como una etapa
obligatoria.

703
MONROY CABRA, Marco Gerardo. Medios Alternativos de Solución de Conflictos. En: Ius et
Praxis-Revista de la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas Universidad de Lima, Nº 24,
Lima-Perú, diciembre 1994, PP. 157-158.
MÉTODOS ALTERNOS PARA LA SOLUCIÓN DE CONTROVERSIAS (MASC) 161
En Colombia se creó la jurisdicción de familia, mediante el Decreto 2272 de
1989, integrada por Jueces de Familia y Salas de Familia en los Tribunales Superiores
de Distrito Judicial. En estos procesos es aplicable el Código de Procedimiento Civil en
lo referente a procesos verbales (artículos 432 y 439), artículo 101, para procesos
ordinarios que no tengan trámite, ley 23 de 1991, en sus artículos 47 a 58, y el Decreto
2651 en cuanto se refiere a la conciliación.

La ley 23 de 1991 (artículo 47 dispuso que podrá intentarse previamente a la


iniciación del proceso judicial, o durante el trámite de este, la conciliación ante el
defensor de familia competente, en los siguientes asuntos:

a. La suspensión de la vida en común de los cónyuge;


b. La custodia y el cuidado personal, visita y protección legal de los menores;
c. La fijación de la cuota alimentaria;
d. La separación de cuerpos del matrimonio civil o canónico;
e. La separación de bienes y la liquidación de sociedades conyugales por causa
distinta de la muerte de los cónyuges, y,
f. Los procesos contenciosos sobre el régimen económico del matrimonio y
derechos sucesorios.

En materia de divorcio, la ley 1 de 1976 en su artículo 27 establecía la


obligación de celebrar una audiencia de conciliación y esta norma era extensiva a la
separación de cuerpos de matrimonio civiles y canónicos. Luego, la ley 25 de 1992
reguló lo relativo al divorcio del matrimonio civil y la cesación de efectos civiles de
todo matrimonio religioso. En este proceso se consagró una audiencia a la que deben
comparecer obligatoriamente los cónyuges y en la cual el juez debe proponer, en primer
lugar, términos de avenimiento para mantener la unidad familiar. Sino asistiere alguno
de ellos sin justa causa o hubiere avenimiento, se da por terminado el proceso. Sólo si
persiste en ambos cónyuges la voluntad de divorciarse continúa el proceso de
divorcio”704.

“El artículo 9 se pronuncia acerca de las materias de familia que se someterán al


proceso conciliatorio: alimentos, régimen de visita y violencia familiar. Esta
enumeración, aparentemente exhaustiva, nos permite concluir que se ha omitido
materias tan frecuentes como tenencia, separación y divorcio. No encontramos mayor
razón para haber excluido implícitamente otros temas de familia en general cuando en la
legislación comparada estos han sido contemplados por el legislador o han sido la razón
de ser de la conciliación obligatoria.

La ley 23 de 1991 de Colombia en la parte de conciliación en familia señala que


son materias conciliables:

Art. 47, incs.:

a) La suspensión de la vida en común de los cónyuges.


b) La custodia y cuidado personal, visita y protección legal de los menores.
c) La fijación de la cuota alimentaria.
704
Op. Cit., PP. 159-160.
MÉTODOS ALTERNOS PARA LA SOLUCIÓN DE CONTROVERSIAS (MASC) 162
d) La separación de cuerpos del matrimonio.
e) La separación de bienes y la liquidación de sociedades conyugales por causa
distinta de la muerte de los cónyuges.
f) Los procesos contencioso sobre el régimen económico del matrimonio y
derechos sucesorales”.

La enumeración bajo un numerus clausus de la Ley ha omitido temas


importantísimos como los anteriormente señalados, sin dar cabida a otras situaciones
que sean susceptibles reguladas por las partes. Creemos, por ejemplo, que en muchos
casos la conciliación en casos de visitas podría manejarse más apropiada si se pudiese
igualmente discutir el régimen de tenencia entre los padres.

El legislador ha optado por una normatividad restrictiva en temas de familia al


igual que la Ley 24573 de Mediación y Conciliación Argentina. Esta restricción
contradice estudios empíricos que afirman que la conciliación obligatoria, en
comparación con el proceso judicial, ha demostrado ser un mecanismos más humano
para manejar los conflictos de custodia de niños y tenencia (Saposnek 1992). Aún así, la
ley no impide que todos los conflictos de familia sean tramitados por conciliadores en
forma privada, aunque el acta de conciliación, al no contar con el reconocimiento
jurídico otorgado por la Ley 26872, tendrá que ser homolagado ante el Juez de Familia,
requiriéndose entonces la apertura de un proceso judicial”705.

La conciliación en temas de familia –ISODE-CCISAC 706- es sui generis en tanto


se enfrenta un conflicto con muchas aristas emocionales que demuestran que se trata
más que de un conflicto jurídico, de un problema humano.

La separación y eventual divorcio acarrean una serie de problemas y alteraciones


en la conducta de la pareja. Los investigadores en temas de familia han señalado que la
separación definitiva a traviesa una serie de etapas hasta que las personas se
acostumbran a una nueva forma de vida.

En los casos de separación y divorcio que tienen por consecuencia la discusión


del régimen de visitas. Tendencia, patria potestad y alimentos, los cónyuges (de existir
hijos) son propensos a entablar relaciones muy conflictivas afectando el desarrollo
emocional de sus hijos. Los hijos experimentan sentimientos de tristeza, incertidumbre,
culpa y frustración por el conflicto en el que se ven involucrados generándose traumas,
en algunos casos permanentes.

En los casos de conciliación donde se discutan los problemas de la pareja debe


evitarse la presencia de los hijos por ser estos ajenos a la relación conyugal. Peor aún,
debe evitarse que el encuentro conciliatorio sea un espacio en el cual las partes delante
de sus hijos revivan el conflicto con lujo de detalles. El conflicto de pareja solo le
incumbe a la pareja.

705
ORMACHEA CHOQUE, Iván: Análisis de la Ley de Conciliación Extrajudicial-Reglamento.
Edit. Cultural Cuzco S.A., IPRECON, Edic. 1º, Lima-Perú, 1998; PP. 60-61.
706
ISODE-CCICAC. Guía de Trabajo - ¡Fórmate como Conciliador!. Edit. ISODE (Instituto
Sociedad y Derecho – CCICAC (Centro para la Conciliación Integral en Consultoría, Asesoría y
Capacitación. Edic. Huancayo – Perú 2001, P. 48.
MÉTODOS ALTERNOS PARA LA SOLUCIÓN DE CONTROVERSIAS (MASC) 163
3. MATERIA PENAL Y CONCILIACIÓN

El tercer párrafo del artículo 9 señala que no se someten a Conciliación


Extrajudicial las controversias sobre hechos que se refieran a la comisión de delitos o
faltas, con excepción de las controversias relativas a la cuantía de la reparación civil
derivada de la comisión de delitos, en cuanto ella no hubiera sido fijada por resolución
judicial firme. Con lo cual se descarta la conciliación de conflictos penales.

El legislador ha optado por un criterio conservador en cuanto a la materia penal


entendiendo, que la trascendencia social de la cuestión no amerita que esta puede ser
susceptible de ser tratada en el ámbito privado. La Ley Argentina 24573 de Mediación y
Conciliación aplica el mismo criterio en su artículo 2, inciso 1. Sin embargo, nuestra
legislación, en el artículo 2 del Código Procesal Penal —principio de oportunidad—
permite la posibilidad de la transacción y la conciliación ante el Ministerio Público en
delitos de bagatela o cuando se trate de delitos de poca significancia. La Ley 26461
sobre Delitos Aduaneros reconoce la posibilidad de un acuerdo entre el Ministerio
Público y el inculpado dentro del proceso según lo señalada el artículo 24, literal c. Del
mismo modo, el artículo 2, inciso 2 de la Ley 26320 sobre Tráfico Ilícito de Drogas
posibilita un acuerdo entre el Fiscal y el inculpado para otorgarle algún beneficio
extraordinario.

Bajo el amparo del art. 325 del Código Procesal Penal vigente, los Jueces de Paz
Letrado fomentan la conciliación en faltas a través del desistimiento cuando su prudente
criterio lo considera conveniente. Esta situación ha sido reconocida en el Nuevo Código
Procesal Penal, art. 391. Finalmente, el Juez Penal tiene la facultad de conciliar en las
denominadas acciones privadas: injuria, calumnia, difamación, lesión culposa, etc.
En la legislación comparada en Latinoamérica, la conciliación Penal ha sido adoptada
por la Ley 23 de 1991 de Colombia y por el Código Procesal Penal de Costa Rica de
1997.

La tendencia en general en materia penal se orienta a buscar otras alternativas al


internamiento penitenciario y la punición. La conciliación Penal no es un mero acto
de encuentro de negociación entre la víctima y el agresor. Como lo señala el Dr. Martín
E. Price (1992):

Los programas de reconciliación entre víctimas y ofensores personalizan las


situaciones delictivas al usar un conciliador capacitado —puede ser un profesional o
voluntario— para un encuentro cara a cara entre víctima y ofensor en una confrontación
segura, voluntaria y cuidadosamente estructurada. El conciliador es un neutral que no da
propuestas y que no impondrá ningún tipo de fórmula o fallo. Este tercero facilita las
discusiones en las que la víctima recibe respuestas a preguntas que solo el victimario
puede responder (a menudo ¿por qué me hiciste eso?), las partes expresan sus
sentimientos en relación al insidente y elaboran un plan de restitución para compensar
las pérdidas de la víctima (…). Las víctimas generalmente señalan al final de la
conciliación que lo más importante fue tener la oportunidad de causar algún impacto

MÉTODOS ALTERNOS PARA LA SOLUCIÓN DE CONTROVERSIAS (MASC) 164


social en la problemática delictiva al convencer al ofensor a que no cometa más
delitos707.

 El tercer párrafo del artículo 9 señala –ISODE-CCISAC708- que no se someten a


conciliación extrajudicial las controversias sobre hechos que se refieren a la
comisión de delitos o faltas, con excepción de las controversias relativas a la
cuantía de la reparación civil derivada de la comisión de delitos en cuanto ella
no hubiera sido fijada por resolución judicial firme. Con ello se descarta la
conciliación en conflictos penales.
 Sin embargo tenemos en la legislación de principio de oportunidad.
 La Ley 26461 sobre delitos aduaneros reconoce posibilidades de acuerdo.
 El artículo 2, inciso 2 de la Ley sobre T.I.D., Posibilita acuerdos entre el Fiscal y
el inculpado para otorgarle beneficios extraordinarios.
 Bajo el amparo del artículo 325 del C.P.C. vigente, los Jueces de Paz fomentan
la conciliación en faltas.
 El Juez Penal tiene la facultad de conciliar las denominadas acciones privadas.
 En la legislación comparada en Latinoamérica la conciliación penal ha sido
aprobada por la Ley 23 de Colombia y por el Código Procesal de Costa Rica.

4. MATERIA LABORAL

En la gran mayoría de legislaciones se establece la conciliación en materia


laboral.

Las formas usuales de conciliación en materia laboral son las siguientes:

a. Conciliación en conflictos colectivos de trabajo. Se consagra usualmente en


forma facultativa. Sin embargo, respecto de conflictos colectivos relativos a
los servicios públicos esenciales algunas legislaciones establecen el
arbitramento obligatorio.

b. Conciliación como etapa en los procesos laborales, por regla general,


mediante la celebración de una audiencia de conciliación. Pero, esta clase de
conciliación coexiste con la conciliación potestativa de las partes durante el
desarrollo del proceso; y,

c. Conciliación obligatoria antes del proceso laboral.

En Colombia la ley 23 de 1991 consagró este sistema, y, además, la instituyó


como requisito de procedibilidad. El artículo 22 de la citada ley dice: “Será obligatorio
acudir ante las autoridades administrativas del trabajo con el fin de intentar un arreglo
conciliatorio, como requisito de procedibilidad para ejercer acciones ordinarias ante la
jurisdicción laboral.

707
ORMACHEA CHOQUE, Iván. Op. Cit., PP. 62-63.
708
ISODE-CCICAC. Guía de Trabajo - ¡Fórmate como Conciliador!. Edit. ISODE (Instituto
Sociedad y Derecho – CCICAC (Centro para la Conciliación Integral en Consultoría, Asesoría y
Capacitación. Edic. Huancayo – Perú 2001, P. 55.
MÉTODOS ALTERNOS PARA LA SOLUCIÓN DE CONTROVERSIAS (MASC) 165
La conciliación obligatoria previa al proceso debe intentarse ante las autoridades
administrativas del Trabajo antes de la presentación de la demanda. Pero, una vez
iniciado el proceso, las partes también pueden conciliar sus diferencias; para lo cual
piden que se practique una audiencia especial de conciliación.

El acuerdo a que lleguen las partes hace tránsito a cosa juzgada. Asimismo, el
acta de conciliación total o parcial presta mérito ejecutivo. Ahora bien, se presume que
el empleador a obrado de mala fe cuando por sentencia judicial es condenado por los
hechos propuestos por el demandante ante las autoridades administrativas del trabajo
con el fin de adelantar la conciliación administrativa obligatoria. La consecuencia es
que en la sentencia el juez condenará a pagar a favor del demandante, y a título de
indemnización, una suma igual a un día del último salario ordinario devengado por el
demandante, por cada día que pase a partir de la fecha de la celebración de la audiencia
de conciliación administrativa obligatoria hasta la fecha en que se haga efectivo el pago
de la condena. Si los hechos alegados por el trabajador durante la conciliación fueren
desvirtuados durante el juicio, el empleador no podrá ser condenado a pagar en ningún
caso la indemnización antes dicha. (art. 40 de la ley 23 de 1991).

Este sistema ha permitido la descongestión de la justicia laboral y logrado una


solución pronta y oportuna de los conflictos laborales que por su naturaleza exigen
rápido arreglo.

La exigencia de la conciliación obligatoria como requisito de procedibilidad es


un filtro para evitar las demandas temerarias o de mala fe709.

La Ley de conciliación extrajudicial no cita taxativamente a los asuntos laborales


dentro del ámbito de la norma. El Reglamento de la Ley, en cambio menciona a la
conciliación laboral al momento de referirse a la conciliación obligatoria en aquellas
materias de libre disposición que contempla la ley —artículo 7, numeral 1, inciso a— y
al referirse a los plazos de prescripción y caducidad —artículo 28, segundo párrafo—,
con lo cual podemos concluir que los asuntos laborales son susceptibles de ser materias
de conciliación extrajudicial en tanto versen sobre derechos de libre disposición. Sin
embargo, se podría suscitar algún tipo de discusión sobre la inaplicabilidad de la Ley
26872 al caso de los conflictos laborales a partir de la interpretación del artículo 103, de
la Ley Procesal del Trabajo que señala que la conciliación privada es voluntaria.

Creemos que no podría aplicarse el principio de especialidad en virtud del cual


la norma especial, por más que sean anterior, prima sobre la norma general. En
principio, la conciliación laboral es voluntaria si es que convocada la contraparte dentro
del procedimiento establecido por la Ley 26872 decide asistir y participar en la
audiencia conciliatoria. Como hemos precisado anteriormente, la obligación que postula
la Ley 26872 es la que de agotar el requisito de procedibilidad, no debe forzar la
presencia ni mucho menos el logro de un acuerdo.

709
MONROY CABRA, Marco Gerardo. Medios Alternativos de Solución de Conflictos. En: Ius et
Praxis-Revista de la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas Universidad de Lima, Nº 24,
Lima-Perú, diciembre 1994, PP. 156-157.
MÉTODOS ALTERNOS PARA LA SOLUCIÓN DE CONTROVERSIAS (MASC) 166
Mayores problemas nos suscita el mérito del acta de conciliación laboral que
resultase de la gestión conciliatoria del tercero. El artículo 18 de la Ley de Conciliación
señala que el acta de conciliación tiene mérito título de ejecución al que una sentencia
judicial, mientras que los artículos 72 y 76 confusamente conceden al acta de
conciliación extrajudicial mérito ejecutivo y de ejecución (???), estableciendo un
procedimiento especial de homologación ante la Sala Laboral de la Corte Superior
respectiva para que el acta adquiera calidad de cosa juzgada, (art. 103).

Al parecer la Ley Procesal del Trabajo exige mayores formalidades al acta


conciliatoria extrajudicial para su validez debido a la cautela especial que merecen los
derechos laborales. Una primera interpretación nos llevaría a señalar que en la
conciliación laboral extrajudicial debería solicitarse el procedimiento de homologación
ante la Sala Laboral respectivamente. Creemos, no obstante que este trámite ha
devenido en innesario en virtud de la Ley 26872, por cuanto esta cautela está asegurada
por dos vías. La primera, por la capacitación adecuada y acreditación que deberá recibir
el conciliador quien velará por el logro de acuerdos equitativos y que no violen la
legalidad —Principios reconocidos en artículo 2 de la Ley— y la segunda, por el control
de legalidad que ejercerán los Centros de Conciliación a través de los abogados
adscritos a estas instituciones —artículo 29 de la Ley 26872—

Finalmente el Ministerio de Trabajo y Promoción Social tendrá que decidir si


desea continuar realizando la conciliación administrativa a través del servicio gratuito
de orientación legal estipulado en el Decreto Supremo 002-96 TR o constituir Centros
de Conciliación al amparo de la Ley 26872 para que sus actas de conciliación tengan
mérito de título de ejecución710.

El rol del conciliador en materia de trabajo –ISODE-CCISAC 711- es el de un


conciliador tutelar que debe cautelar en todo momento que los acuerdos no escondan
una renuncia de derechos en contra del trabajador. Este rol tutelar tiene como sustento
los principios conciliatorios de empoderamiento y equidad. Del mismo modo, desde la
perspectiva del derecho de trabajo, la conciliación debe respetar el principio de
irrenunciabilidad de los derechos del trabajador.

Con el fin de evitar que se apruebe una conciliación donde se presente


sutilmente la renuncia de derechos, el conciliador debe tener muy presente los
elementos de hecho y de derecho que fluyen de la información obtenida durante la
conciliación.

5. VIOLENCIA FAMILIAR

Uno de los temas que han sido incorporados dentro del ámbito de la Ley es la
Violencia Familiar. Resulta particularmente importante dedicar algunas líneas a este
punto por su notoria importancia.

710
ORMACHEA CHOQUE, Iván: Análisis de la Ley de Conciliación Extrajudicial-Reglamento.
Edit. Cultural Cuzco S.A., IPRECON, Edic. 1º, Lima-Perú, 1998; PP. 63-65.
711
ISODE-CCICAC. Guía de Trabajo - ¡Fórmate como Conciliador!. Edit. ISODE (Instituto
Sociedad y Derecho – CCICAC (Centro para la Conciliación Integral en Consultoría, Asesoría y
Capacitación. Edic. Huancayo – Perú 2001, P. 48.
MÉTODOS ALTERNOS PARA LA SOLUCIÓN DE CONTROVERSIAS (MASC) 167
En principio surge una pregunta a todos aquellos que escuchan que se puede
conciliar en casos de violencia familiar ¿Es posible conciliar cuando alguien está siendo
víctimas de maltratos?

La posibilidad de conciliar casos donde se identifica la presencia de violencia


familiar divide a aquellos que creen que es factible manejar esta problemática por la vía
de la conciliación de aquellos que se oponen a la idoneidad de este mecanismo para
lidiar con el fenómeno de la violencia familiar.

Aquellos que se oponen a la conciliación o mediación de casos en violencia


familiar creen que el contexto de la conciliación no hará más que dar otra oportunidad al
victimario para intimidar, abusar y manipular a la víctima, porque la dinámica de
control y poder entre víctima y victimario así lo demuestra. Cuando este tipo de
dinámica se manifiesta —señala— las habilidades del conciliador para mantener el
balance de poder son inadecuadas para lograr el equilibrio de poder entre las partes.

Aquellos que promueven la aplicación de la conciliación en estos casos apelan a


la aplicación de diversos principios y técnicas que eviten justamente que el
procedimiento conciliatorio ritualice esta relación de opresión entre víctima y
víctimario. Complementariamente postulan que la violencia es innegociable y que lo
que se negocia son los acuerdos en torno a otros asuntos pendientes entre las partes
como la relación conyugal o paterno-filial con sus hijos.

Por estas consideraciones presentamos una propuesta al Proyecto del


Reglamento de la Ley de Conciliación en el cual manifestábamos nuestra sugerencia
sobre los pasos a seguir en las conciliaciones en violencia familiar:

Artículo 11.- En los conflictos por violencia familiar, deberá tenerse en cuenta
que el fin de la conciliación en este tipo de materia es el cese definitivo de los actos de
violencia. Por lo tanto serán nulos los acuerdos que impliquen renuncia de derechos o
legitimen los actos de violencia. Asimismo deberá seguirse las siguientes pautas:

1. El conciliador se entrevistará con la víctima y el agresor por separado con el fin


de evaluar la situación de la víctima, así como la conveniencia de la realización
de una audiencia de conciliación, e informar a la víctima sobre sus derechos, los
fines y alcances de la conciliación y otras alternativas de solución a su conflicto.

2. Después de realizada la entrevista si las partes y el conciliador consideran que


existen las condiciones para llevar a cabo la audiencia de conciliación se
realizará la misma de conformidad con la Ley y el presente Reglamento. De no
existir estas condiciones el conciliador derivará el caso a los especialistas,
instituciones especializadas o autoridades competentes, preservando la seguridad
de la víctima.

3. Antes, durante y finalizada la audiencia de conciliación el conciliador velará por


la seguridad de la víctima, minimizando todo tipo de riesgos que puedan

MÉTODOS ALTERNOS PARA LA SOLUCIÓN DE CONTROVERSIAS (MASC) 168


producirse. De ser necesario, promoverá que dicten las medidas de protección o
cautelares para salvaguardar la seguridad de la víctima.

4. En todo momento el conciliador cuidará que la víctima participe en el


procedimiento conciliatorio de manera libre y autónoma, sin influencia alguna
de temor o coacción. En caso contrario, el conciliador suspenderá el
procedimiento hasta que existan las condiciones que garanticen la libre decisión
de la víctima.

Nuestra sugerencia ha sido tomada casi en su totalidad en los artículos 10 y 23


del Reglamento —Decreto Supremo 001-98 JUS— no incorporándose el punto dos de
la propuesta. Consideramos que a pesar de esto, se sobreentiende que sino existen las
condiciones necesarias para realizar la audiencia, el conciliador no debe dar inicio a su
gestión conciliatoria por respeto al principio de voluntariedad y por que la entrevista
previa es un requisito técnico de la conciliación en violencia familiar. En los casos de
violencia familiar la voluntariedad no sólo se debe manifestar por el deseo de las partes
de participar en la audiencia sino en contar con las condiciones necesarias para tomar
decisiones libremente sin influencias ni presiones de ninguna clase.

En sí la premisa básica de la Conciliación en Violencia Familiar asume que la


conciliación puede poner el riesgo la seguridad y el bienestar de la víctima y de terceros
ligados a ella. Por lo tanto se requiere cumplir con tres requisitos:

1. Agotar la fase de entrevista a las partes antes de iniciar la Audiencia de


Conciliación.

2. Respetar ciertas condiciones esenciales antes, durante y después de la


audiencia. Estas condiciones son:

Seguridad: minimizar los riesgos y maximizar la seguridad de la víctima.


Voluntariedad: la participación en la audiencia debe ser voluntaria basada en
el consentimiento informado.

Competencia: velar por que la víctima y agresor cuenten con todas sus
facultades al momento de tomar decisiones sobre sus intereses y
derechos.

Equidad: velar por que los acuerdos sean justos y equitativos y no ritualicen
la relación asimétrica de poder y control entre las partes.

3. Contar con diversas alternativas a la conciliación.

Finalmente quisiéramos proponer un tema de discusión en torno a la legislación


sobre violencia familiar: ¿Cuál es la relación que existe entre la conciliación fiscal
incluida en el texto de la Ley contra la Violencia Familiar 26260 y el procedimiento
conciliatorio de La Ley de Conciliación 26872? ¿Tiene una relación excluyente,
alternativa o complementaria?.

MÉTODOS ALTERNOS PARA LA SOLUCIÓN DE CONTROVERSIAS (MASC) 169


Creemos en este punto que si las partes han decidido someterse al procedimiento
de la Ley de Conciliación y no llegasen a un acuerdo deberían tener la posibilidad
directamente ante el Poder Judicial, por haber cumplido con el requisito de
procedibilidad exigido por la Ley. Es decir, no debería exigirse que se agote la vía de la
conciliación fiscal de la Ley 26260 por que se estaría dificultando el acceso a la tutela
jurisdiccional efectiva del Estado al exigirse dos requisitos previos para acceder a la
jurisdicción del Estado: la conciliación extrajudicial y la conciliación fiscal. Sin
embargo, reconocemos que esta solución puede ser controvertida, en todo caso, antes
que dar una solución definitiva deseamos iniciar la discusión del tema712.

Es un asunto que requiere trabajo especializado y cuidadoso en tanto que –


ISODE-CCISAC713- el conflicto tiene que ver con la afectación de la integridad física
sicológica de la víctima.

En este tipo de problemática no estamos ante el supuesto en el cual las partes


solamente deben llegar a acuerdos sobre conflictos relacionados con bienes materiales o
problemas de comunicación, estamos ante una situación de violación a un derecho
fundamental importantísimo: la integridad física y sicológica de personas. Por lo tanto,
la conciliación y la intervención del conciliador se forma muchísimo más especializada
y compleja.

La finalidad que persigue es lograr que los actos de violencia cesen y evitar que
nuevos actos de violencia produzcan nuevamente. Esta finalidad a sido reconocida en el
artículo 10 del D.S. 001-98 JUS, Reglamento de la Ley de Conciliación 26872 y el
artículo 13 de la Ley de Protección Frente a la Violencia Familiar, Ley 26260.

6. ADMINISTRATIVO

La conciliación en el derecho administrativo -explica ZAMBRANO ORTIZ 714-


supone una filosofía de paz pluralista, por lo que la prepotencia de la administración es
un enemigo de la conciliación.

El mito de la indisponibilidad de los dineros públicos por parte de al


administración también ataca la conciliación. La conciliación riñe con la concepción
según la cual es mejor no comprometer por esta vía el erario y esperar por tanto una
sentencia judicial.

Supone la solución ajustada a derecho de los litigios contra la administración,


replantear el principio según el cual la legalidad no se negocia. De ninguna manera
puede suponer la muerte de la responsabilidad personal del servidor público. La
712
ORMACHEA CHOQUE, Iván: Análisis de la Ley de Conciliación Extrajudicial-Reglamento.
Edit. Cultural Cuzco S.A., IPRECON, Edic. 1º, Lima-Perú, 1998; PP. 65-68.
713
ISODE-CCICAC. Guía de Trabajo - ¡Fórmate como Conciliador!. Edit. ISODE (Instituto
Sociedad y Derecho – CCICAC (Centro para la Conciliación Integral en Consultoría, Asesoría y
Capacitación. Edic. Huancayo – Perú 2001, P. 49.
714
[http://peru.derecho.org/] [© 1997-2000 Derecho Org Perú. Todos los Derechos Reservados.
Nosotros - Contactar - Sugerir página. ® BuscaLegis.ccj.ufsc.br] [ZAMBRANO ORTIZ, Luis
Fernando. LA CONCILIACIÓN EXTRAJUDICIAL -Mecanismo Alternativo de Solución de
Conflictos. Lima-Perú (30.04.1988).
MÉTODOS ALTERNOS PARA LA SOLUCIÓN DE CONTROVERSIAS (MASC) 170
conciliación debe tender a ser total, a fin de lograr el saneamiento de la institución
pública715.

7. COMERCIAL

En todas las legislaciones existen la conciliación comercial que es un mecanismo


mediante el cual las partes entre quienes existen un conflicto susceptible de transacción,
originado en un negocio mercantil o derivado de actividades comerciales, tratan de
resolver la controversia con la ayuda de un tercero experto que propone fórmulas de
avenimiento para resolver la diferencia y evitar que llegue a la justicia ordinaria. Las
Cámaras de Comercio de algunos Estados tienen dentro de sus funciones la de designar
el arbitro o los árbitros o los amigables componedores cuando los particulares se le
soliciten, para servir de tribunales de arbitramento y de Centros de Conciliación.

En Colombia estas atribuciones de las Cámaras de Comercio están expresamente


consagradas en el artículo 86 del Código de Comercio (numerales 6, 7 y 8).

La Cámara de Comercio de Bogotá ha creado el Centro de Arbitraje y


Conciliación Mercantiles para contribuir a la solución de las diferencias de carácter
mercantil mediante la institucionalización del procedimiento arbitral y la conciliación.

El procedimiento es sencillo y breve. Empieza con una petición en que señala el


nombre el nombre y domicilio de las partes, las diferencias objeto de la conciliación y la
prueba del pago de los derechos a favor del Centro de Arbitraje y Conciliación
Mercantiles. Luego, se cita a las partes y se hace una reunión de conciliación que
termina en un acta en que consta el acuerdo total o parcial o expresando que no se llegó
a acuerdo alguno716.

8. DIFERENCIAS COMERCIALES INTERNACIONALES

Independientemente del arbitraje, en que los árbitros por disposición


convencional de las partes fallan conforme a derecho o ex aequo et bono, existe en la
práctica internacional y en los Reglamentos de las instituciones especializadas de
arbitraje una instancia preliminar que es la conciliación, como vía amistosa, para la
solución de controversias. Las principales instituciones -entre ellas la Cámara
Internacional de Comercio de París, la American Arbitration Association y las
instituciones de arbitraje de los países socialistas- incorporan en sus reglamentos la
posibilidad de que las partes acudan previamente a la conciliación para resolver sus
diferencias.

En la mayoría de las instituciones Permanentes de Arbitraje Reglamentos de las


Asociaciones Corporativas de conciliadores se estable como meramente facultativa,
pudiendo las partes entablar directamente, si así lo desean, el proceso arbitral. En otros
Reglamentos, la conciliación se estable como requisito de procedibilidad, siendo por
715
MINISTERIO DE JUSTICIA Y DERECHO DE COLOMBIA. "La Conciliación en el Derecho
Administrativo". Programa de Modernización de la Administración de Justicia - FES – AID, Sta.
Fe de Bogotá, D.C., Editorial Interconed, Abril de 1996.
716
Op. Cit., PP. 161.
MÉTODOS ALTERNOS PARA LA SOLUCIÓN DE CONTROVERSIAS (MASC) 171
tanto obligatoria. En el arbitraje no institucionalizado o ad hoc, la posibilidad de recurrir
a la conciliación es opcional de las partes, pero en la práctica poco se presenta. En
cambio, en el arbitraje administrado la conciliación tiene la ventaja de tener una
normatividad reglamentada y contar con instituciones que tienen experiencia en el
manejo de la conciliación.

Así como el arbitraje puede ser interno e internacional, la conciliación puede ser
para resolver controversias comerciales de carácter interno o internacional.

Las partes que tengan una desavenencia comercial internacional pueden


resolverla designando conciliadores y fijando el procedimiento que deben aplicar. Sin
embargo, la práctica es acudir a una instancia internacional. Para estos efectos, existe el
Reglamento de Conciliación de la Cámara de Comercio Internacional.

Este Reglamento parte de la base de que la conciliación es una solución deseable


para las desavenencias comerciales internacionales. Las normas son las siguientes:

a. Todas las desavenencias comerciales internacionales son susceptibles de ser


sometidas al procedimiento de conciliación ante un conciliador nombrado por
la Cámara de comercio Internacional.

b. La parte que desee recurrir a la conciliación debe presentar una solicitud ante
la ante la secretaria de la Corte de Arbitraje de la Cámara de Comercio
Internacional, exponiendo de manera sucinta el objeto de la solicitud y
acompañando el derecho de inscripción respectivo;

c. A la brevedad posible, la secretaria de la Corte notifica a la otra parte la


solicitud de conciliación, fijandole un plazo de 15 días para que informe a la
Secretaria si acepta o no participar en la tentativa de conciliación. Si la parte
requerida acepta participar en la tentativa de conciliación, debe comunicarlo a
la secretaria dentro del plazo antes señalado. A falta de contestación dentro
del plazo o de negativa, la solicitud se considera rechazada y la secretaria
notifica a la parte demandante en el plazo más breve posible;

d. Recibida la aceptación de participar en la tentativa de conciliación, el


Secretario General de la Corte nombra un conciliador a la brevedad posible.
Corresponde al conciliador informar a las partes de su nombramiento, fijando
un plazo para que estas presenten sus argumentos ante él;

e. El conciliador dirige la tentativa de conciliación, guiado por los principios de


imparcialidad, equidad y justicia. De acuerdo con las partes, el conciliador
fija la sede de la conciliación;

f. El procedimiento de conciliación concluye con la firma de un acuerdo por las


partes, con la redacción de un acta no motivada en la cual el conciliador hace
constar el fracaso de la tentativa de conciliación, o con la notificación al
conciliador por una o ambas partes, en cualquier momento de la conciliación,
de su decisión de no continuar el procedimiento de conciliación;
MÉTODOS ALTERNOS PARA LA SOLUCIÓN DE CONTROVERSIAS (MASC) 172
g. La Secretaría de la Corte fija la suma que las partes deben pagar para la
sustanciación del procedimiento de conciliación. Esta suma cubre los
honorarios del conciliador, los gastos del procedimiento de conciliación y los
gastos administrativos respectivos;

h. Salvo pacto en contrario entre las partes, el conciliador queda inhabilitado


para actuar en cualquier procedimiento judicial o arbitral relacionado con la
desavenencia objeto de la conciliación, ya sea como árbitro, ya sea como
representante o asesor de alguna de las partes;

i. Las partes se comprometen a no presentar como prueba, o de cualquier otra


manera, en ningún procedimiento judicial o arbitral los puntos de vistas
expuesto por las partes, o las propuesta del conciliador.

Asimismo, se debe hacer referencia al Reglamento de Conciliación de la


Comisión de las Naciones Unidas para el Derecho Mercantil Internacional, aprobado
por resolución 35/52 de la Asamblea General de la ONU, el 4 de diciembre de 1980.

Este Reglamento de la UNICITRAL (sigla en inglés) o de la CNUDMI (sigla en


español) se aplica a la conciliación de controversias que se deriven de una relación
contractual u otro tipo de relación jurídica, o se vinculen con ella, cuando las partes que
procuren llegar a una solución amistosa de su controversia hayan acordado aplicar el
Reglamento de Conciliación de la CNUDMI.

La parte que tome la iniciativa de la conciliación en vía, por escrito, a la otra


parte una invitación a la conciliación conforme al Reglamento citado mencionado el
objeto de la controversia.

El procedimiento conciliatorio se inicia cuando la otra parte acepte a la


conciliación.

Si la otra parte rechaza la conciliación, no habrá procedimiento conciliatorio.

Se prevé que habrá un conciliador a menos que las partes acuerden que sean dos
o tres los conciliadores. Por regla general, cuando haya más de un conciliador, ellos
deberán actuar de consuno.

Si hay un conciliador, las partes deben ponerse de acuerdo sobre su


nombramiento. Si hay dos conciliadores, cada una de las partes nombra uno. Si hay tres
conciliadores, cada parte nombra uno y las partes se ponen de acuerdo para nombrar el
tercero. Asimismo, las partes pueden recurrir a la asistencia de una institución o persona
apropiada en relación con el nombramiento de conciliadores.

El conciliador, después de su designación, solicitará a cada una de las partes que


presente una sucinta exposición, por escrito, describiendo la naturaleza de la
controversia y los puntos en litigio.

MÉTODOS ALTERNOS PARA LA SOLUCIÓN DE CONTROVERSIAS (MASC) 173


El conciliador conduce el procedimiento de conciliación en la forma que estime
adecuada, debe actuar con objetividad, equidad y justicia, debe tener en cuenta los usos
del tráfico mercantil y puede formular propuestas para la solución del conflicto.

Las partes deben colaborar de buena fe con el conciliador, y cumplir sus


solicitudes de presentar documentos escritos, aportar pruebas y asistir a las reuniones.
El conciliador y las partes se obligan a mantener la confidencialidad del procedimiento
conciliatorio.

Si las partes llegan a un acuerdo sobre el conflicto, redactarán y firmarán un


acuerdo. Las partes, al firmar el acuerdo, ponen fin al conflicto y quedan obligadas a su
cumplimiento.

El procedimiento conciliatorio termina con la firma del acuerdo logrado, por la


declaración del conciliador de que no fue posible la conciliación, por la declaración de
las partes dando por concluido el procedimiento conciliatorio, o por notificación de una
parte a la otra parte y el conciliador en el sentido de que el procedimiento conciliatorio
queda concluido.

Las partes se comprometen a no iniciar, durante el procedimiento conciliatorio,


ningún procedimiento arbitral o judicial respecto de una controversia que sea objeto del
procedimiento conciliatorio.

Al terminar el procedimiento conciliatorio, el conciliador liquida las costas de la


conciliación y las notifica por escrito a las partes.

Las partes y el conciliador se comprometen a que este último no actúe como


arbitro, representante ni asesor de una de las partes en ningún procedimiento arbitral o
judicial relativo a una controversia que hubiera sido objeto del procedimiento
conciliatorio. Las partes se comprometen, además, a no llamar al conciliador como
testigo en ninguno de tales procedimientos.

Igualmente, las partes se comprometen a no invocar ni proponer como prueba en


un procedimiento judicial o arbitral, las opiniones de una parte, los hechos reconocidos
por alguna de las partes, o las propuestas formuladas por el conciliador.

La conciliación también está establecida en el Tratado de Washington de 1965


sobre arreglo de diferencias relativas a inversiones entre Estados y nacionales de otros
Estados.

Es competente el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias relativas a las


inversiones (parte de las instituciones que conforman el Banco Mundial), con sede en la
oficina principal del Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento, para conocer,
en conciliación o arbitraje, las discrepancias de naturaleza jurídica que surjan
directamente de una inversión entre un Estado contratante (o cualquier subdivisión
política u Organismo Público de un Estado contratante acreditado ante el Centro por
dicho Estado), y un nacional de otro Estado contratante, y que las partes hayan
convenido someter al Centro (artículo 25).
MÉTODOS ALTERNOS PARA LA SOLUCIÓN DE CONTROVERSIAS (MASC) 174
La conciliación ante el Centro se inicia por demanda de un Estado contratante (o
nacional de un Estado contratante), dirigida a la Secretaría del Centro, que la aceptará o
rechazará (art. 28).

La Comisión de Conciliación, ante quien se plantea la instancia, puede adoptar


la estructura de conciliador único, o de un número impar de conciliadores nombrados
por las partes. En caso de desacuerdo de estas sobre el número de conciliadores y el
modo de nombrarlos, la Comisión se Constituirá en número de tres, nombrando uno por
cada parte y el tercero de común acuerdo. Se prevé la asistencia como autoridad
dirimente, en caso de desacuerdo, del Presidente del Centro (art. 30).

No es necesario que los conciliadores nombrados por las partes pertenezcan a la


lista conciliadores del Centro, aunque si deberá pertenecer a ella el nombrado, en su
caso, por el Presidente. La Comisión tiene amplios poderes de carácter procedimental,
entre los que cabe señalar los siguientes:

a. Poder para decidir acerca de su propia competencia;

b. Poder para aceptar o rechazar, discrecionalmente, excepciones de


incompetencia, en forma dilatoria o perentoria (art. 32).

c. Poder para completar reglas de procedimiento (art. 35).

d. Poder para estimar, en cualquier momento del procedimiento, las desavencias


entre las partes, levantando acta (art. 34, 2).

La Comisión se esforzará por dilucidar los puntos cotrovertidos, tratando de


avenir, en todo momento, a las partes. Si las partes llegan a un acuerdo se levantará acta
de ello. Salvo acuerdo en contrario de las partes, tanto las alegaciones de estas en
conciliación, como las fórmulas y propuestas de la Comisión, no podrán volver a
presentarse ante cualquier otra instancia arbitral o judicial, o autoridad (art. 35)717.

717
MONROY CABRA, Marco Gerardo. Medios Alternativos de Solución de Conflictos. En: Ius et
Praxis-Revista de la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas Universidad de Lima, Nº 24,
Lima-Perú, diciembre 1994, PP. 162-165.
MÉTODOS ALTERNOS PARA LA SOLUCIÓN DE CONTROVERSIAS (MASC) 175

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