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temas. Lo que trato de decir es que los mitos y leyendas venezolanas, poseen una
narrativa especial que hace que cualquiera que comience a leer este tipo de
historias quiera conocer más y más.
Para los que aún no lo saben, las leyendas son relatos que mezclan
elementos verdaderos y cosas de la ficción que se van contando de generación en
generación. Por ese motivo, es que a veces tenemos distintas versiones de una
misma crónica.
El Silbón
La ubicación temporal de estos primeros relatos data de mediados del siglo XIX.
Poco a poco estas historias se fueron difundiendo a otros sitios, hasta que llegaron
a las poblaciones localizadas cerca de la capital.
Una primera versión asegura que cierta mañana, un muchacho vio que su padre
estaba golpeando a su madre. En el momento en el que éste se dio cuenta que
estaba siendo observado por su propio hijo, quiso justificar su conducta diciendo:
Mientras tanto el abuelo del adolescente, quien había escuchado todo pues se
encontraba descansando recostado en la cama del cuarto contiguo, se levantó
rápidamente y al ver lo ocurrido, maldijo a su propio nieto diciéndole que ningún
hijo le puede arrebatar la vida a su padre.
Sin embargo, el abuelo que estaba viendo todo lo que acontecía acompañado de
su can, le soltó la cadena al perro y le ordenó que lo persiguiera hasta matarlo.
Se dice entonces que el alma del joven se transformó en el Silbón y que el alma
de aquel can lo continúa persiguiendo hasta que un día logre atraparlo.
El Silbón fue un niño caprichoso al que sus padres cumplían cualquier deseo. Por
ejemplo, un día sin motivo aparente, el chiquillo le dijo a su papá que tenía ganas
de comer estofado de venado. De inmediato, el hombre salió de su casa con una
escopeta y se fue al bosque a cazar a un ciervo.
El sujeto demoró mucho más de lo debido, dado que ese día no había venados en
el bosque. Cuando por fin arribó de nuevo a su hogar, fue recibido por su
primogénito quien le reprochó severamente el no haber cumplido con su capricho.
La leyenda del Dorado quizá sea una de las leyendas venezolanas para niños,
más conocidas en el mundo, ya que se originó poco después de que los
conquistadores españoles llegaron a territorio sudamericano y comenzaran a
buscar la mítica «Ciudad de Oro».
Se dice que la codicia de los ibéricos inició cuando un indígena que se hallaba
cerca de lo que hoy es el país de Venezuela, les enseñó un antiguo ritual en el
que se utilizaba el oro como parte fundamental para llevar a cabo un sacrificio
humano.
Los cuerpos de todos los participantes, eran bañados primeramente por una
sustancia extraña y luego por polvo de oro. Además, en las ofrendas había
diferentes tipos de piedras preciosas.
Según algunos historiadores, La Leyenda del Dorado fue extendiéndose por toda
Sudamérica hasta llegar a regiones como Perú o Argentina. Lo malo fue que, en
cada una de las adaptaciones posteriores, se le fueron añadiendo un sin número
de elementos fantásticos que a la postre acabaron con convertirla en una mera
leyenda urbana.
Lo cierto es que este tipo de historias llegaron a surgir debido a que América
Latina es un territorio geográfico plagado de minas. El más famoso de todos los
exploradores (algunos aseveran que inclusive llegó a Venezuela), fue Sir Walter
Raleigh.
Su piel era morena y sus ojos de un tono azulado, muy parecido al que tiene el
cielo. Con el tiempo esa dama contrajo matrimonio con un hombre recio, de
nombre Esteban.
Ella (quien por cierto se llamaba Candelaria) soportó que su marido fuera
parrandero y jugador, hasta que un día él le mencionó que debía hacer un viaje
sólo a un sitio apartado del país.
Lo mismo pasó con Esteban (su segundo hijo) al llegar a la pubertad. Luego de
varios años, la dama finalmente murió y en el momento en el que tuvo que
entregarle cuentas a Dios, fue cuando recibió un severo castigo por impedir que
sus hijos encontraran el amor.
La convirtió en una «bola de fuego», cuya misión principal es la de espantar a
aquellos hombres que anden afuera de sus casas a altas horas de la noche.
Como en otra clase de leyendas, existe una manera de librarse de los ataques de
la Bolefuego. Lo más simple es lanzar maldiciones al aire cuando te encuentras
frente a ella, ya que eso la ahuyenta.
Por el contrario, si empiezas a rezar para tratar que, por medio de la intervención
divina, esta se aleje de ti, lo único que conseguirás es que sus llamas se aviven.
Por si fuera poco, aquel sujeto se jactaba de conocer todas y cada una de las
veredas del Llano. Eso lo convertía en un sujeto muy escurridizo, ya que podía
guiar a su caballo a sitios que sus perseguidores no conocían.
Otra de las cualidades de Florentino, es que sabía bailar como el mejor. No había
nadie en el pueblo que bailara también como él. De hecho, hay quienes dicen que
ni el mismo diablo se animó a «desafiarlo» en la pista de baile.
La segunda parte nos señala que el hombre se quedó aguardando a que Belcebú
eligiera el instrumento musical que utilizaría para «la contienda». En total había
cuatro de estos: Un par de maracas, un cuatro, una bandola y un arpa.
Al final del reto, Florentino resulta vencedor justo en el momento en el que el sol
comenzaba a salir por el horizonte. Algunas personas creen que resultó triunfador
gracias a esto, ya que los rayos solares le afectan al Diablo. Sin embargo, hay
otras personas que piensan que dicho sujeto pudo ganar, gracias a que conocía
varios conjuros de magia negra.
Cualquiera que sea el caso, lo que es una realidad es que Florentino no volvió a
cantar ninguna otra vez en su vida, ni mucho menos a coger un instrumento.
Ahora analizando esta leyenda desde un punto de vista histórico, para ningún
venezolano es un misterio que su autor, estoy hablando de Alberto Arvelo Torre
Alba haya elegido a estos personajes representativos de la región de Santa Inés,
puesto que fue en esa zona en donde el general Zamora obtuvo la victoria en
contra del ejército centralista, quienes tenían como misión principal mantener el
sistema oligárquico en aquel país.
La leyenda de la Sayona
Al batón o la batola en Venezuela se le conoce como Saya, es por eso que a esta
aparición se le dio el nombre de la Sayona. Se cree que este ente aprovecha las
noches oscuras, para aparecerse frente a hombres solos que caminan por la calle.
Durante su vida, ella fue una mujer extremadamente celosa a tal grado que
terminó matando a su marido, pues pensó que le era infiel con una de sus vecinas.
Es por esta razón, que ahora la Sayona merodea por las noches en busca de
esposos infieles o cualquier otro hombre que éste lejos de su familia. En caso de
que se te aparezca, lo que debes de hacer es correr lo más pronto posible, si no
quieres acabar tres metros bajo tierra.
Te lo dice alguien que ha dedicado gran parte de su vida a investigar leyendas y
mitos no sólo del continente americano, sino de todo el mundo. Pues creo que, al
conocer historias procedentes de distintas regiones del globo terráqueo, nuestra
cultura universal crece de manera exponencial.
Me ha pasado más de una ocasión que la gente confunde leyendas de miedo con
el concepto de leyendas urbanasvenezolanas, cuando lo cierto es que son
conceptos completamente distintos y enseguida explico el porqué.
Dicho de otra manera, se trata de un relato de terror originado en otro tiempo, que
tiene como peculiaridad principal el contarle al público algún fenómeno extraño
que no tiene explicación.
Por su parte, las leyendas urbanas de Venezuela son mucho más modernas al
igual que la manera en la que son difundidas.
La leyenda de la llorona
De acuerdo a lo que me contaron una vez, la época del año en donde más se
aparece la llorona es en primavera (concretamente, comenzando la Semana
Santa).
Finalmente hay algunos que encuentran ciertas similitudes entre esta leyenda y la
de la Sayona (de la cual ya hablamos anteriormente). Sin embargo, cabe recordar
que, en el caso de la segunda, su objetivo es espantar a hombres infieles en tanto
que la Llorona, sólo desea encontrar a su hija
Este es un relato espeluznante que trata acerca de una aparición que se dedica
hacerles daño a inocentes, utilizando diferentes tipos de efectos psíquicos. A esta
se le conoce comúnmente como el Ánima Sola.
Es en este instante en el que el Ánima Sola aparece. Se dice que este ente, se
apodera del alma de quien pide el favor, si este no cumple con lo prometido en el
tiempo establecido.
En la región de Guatire, se decía que había una señora muy devota, que por
azares del destino se olvidó de encender la vela que había prometido. Esa misma
noche, llamaron a su puerta.
Se trataba de una amiga muy querida a quien ella tenía mucho tiempo de no ver.
En cuanto la visita ingresó al domicilio, se transformó en un espíritu oscuro que
sujeto a la otra mujer del cabello y la azotó en repetidas ocasiones contra el suelo.
La pobre señora con el rostro sangrando, se arrastró como pudo hasta que llegó al
altar y sacando un fósforo del bolsillo de su delantal encendió la vela de las
ánimas.
En ese preciso instante, el espíritu abandonó el hogar y la mujer jamás volvió a ser
molestada por otra criatura del más allá, ya que hasta el día de su muerte mantuvo
una vela encendida en su altar.
El perro de la Pastora
Tal y como su nombre lo indica esta leyenda tiene como protagonista a un can. Se
trata ni más ni menos del fantasma de un perro que se aparece de vez en cuando
en el barrio de la Pastora.
Algunas personas que afirman haberlo visto, aseguran que el galgo se sube en el
autobús que va en dirección a la parada de Torrero y que se baja de la unidad
hasta que llega a la estación de Puerta de Caracas.
Como la gran mayoría de gente que aborda ese transporte es nativa del lugar, no
se espanta al sentir cerca la presencia del perro de la Pastora, ya que dicen que
es un fantasma que no le hace daño a nadie.
No obstante, gente que va de otros lugares de Venezuela o bien son originarios de
otro país, quedan aterrorizados al ver cómo un espectro canino se les queda
viendo durante todo el trayecto.
Hay quienes aseveran que lo que ocurrió con este animalito fue que murió
atropellado en una carretera cercana al paradero de autobuses y por eso,
acostumbra subirse a esta clase de transporte.
Sin embargo, hay una variación a esta leyenda en la que se dice que
originalmente el perro era de una casa cercana, pero un día su dueño salió de su
domicilio y el animal al notar que jamás regresó, fue a buscarlo por todas partes.
Luego el no comer alimento ni beber agua, lo fue debilitando hasta que finalmente
murió. A pesar de eso, el can continúa buscando a su dueño aún después de la
muerte. Historias como esta nos recuerdan la nobleza de algunos animales,
quienes siempre anhelan estar a nuestro lado.
En la Pastora hay otra historia que nos habla acerca de una muchacha hija de una
señora sumamente católica. Se dice que la chica se dio cuenta que su novio lo
engañaba y de inmediato fue a buscar a un brujo para que éste le diera una
pócima para llamar al diablo y así vengarse de su pareja.
Un día sin avisarle a nadie salió de su casa y nadie jamás volvió a verla en ningún
lado. No se sabe si murió de causas naturales o si fue asesinada por alguien.
En algunos relatos se dice que su espíritu vaga por aquellos lugares en los se
realizaron los combates, pues al menos quiere encontrar los restos de sus hijos.
Los lugareños además me dijeron que los lugares en donde espanta a los
caminantes con mayor frecuencia es en los caminos que van desde Chachopo y
que concluyen en Apartaderos.
Es sumamente triste saber que este tipo de leyendas, sólo son un reflejo de la
angustia que sufrieron muchísimas madres, no sólo en el tiempo en el que muchas
regiones de Sudamérica lograron su independencia, sino también de aquellas que
continúan sufriendo aún hoy en día con el desarrollo de las guerras modernas en
las que cada día que pasa mueren un sin número de inocentes al rededor del
mundo.
El Doctor Knoche
La narración que te vamos a contar a continuación tiene que ver con la vida del Dr.
Gottfried Knoche, un inmigrante de origen alemán que arribó a Venezuela a
principios del siglo XIX (concretamente en el año de 1800).
Esta labor la llevaba a cabo con aquellas personas que eran extranjeras y que no
pertenecían a la fe católica. Vale la pena resaltar que, en el siglo XIX, aquellos que
no eran cristianos, no eran dignos de ser enterrados en un camposanto, pues esto
iba en contra de la religión.
Hoy en día es casi imposible imaginar cómo era la morada de aquel célebre
galeno, ya que lo que queda literalmente son sólo escombros. Hay que considerar
que además del paso de las décadas, también algunas personas han hurtado
cosas de ese lugar.
Tampoco es posible ver ninguna de las momias del doctor Knoche. Sin embargo,
si te tomas el tiempo de entrevistar a varios de los moradores de ese sitio,
seguramente escucharás toda clase de leyendas acerca de las apariciones de las
momias o del doctor durante las noches de luna llena.
Sin duda alguna, una crónica que te deja con los cabellos de punta, sobre todo si
te encuentras sólo en una región apartada del bosque.