ELONGACION

La medición de las propiedades de tensión-deformación por tracción es la medida mecánica

más común en las telas. Se usa para determinar el comportamiento de una muestra bajo una
carga de estiramiento axial. A partir de esto, se puede obtener la carga de ruptura y el
alargamiento. El principio de la prueba de resistencia a la tracción es simple: una pieza de
prueba se sostiene en dos o más lugares y se extiende hasta que se rompe. Las propiedades de
tracción medidas generalmente se consideran arbitrarias en lugar de absolutas. Los resultados
dependen de la geometría de la muestra, el tipo y disposición de la fibra, así como la
estructura de la tela

CIZALLADURA

La deformación por cizallamiento es muy común durante el uso, ya que la tela debe ser
estirada o cizallada en varios grados a medida que el cuerpo se mueve. La capacidad de una
tela para deformarse por cizallamiento permite que la tela experimente deformaciones más
complejas que la flexión bidimensional. El corte permite que una tela se adapte a formas
complejas, como los contornos del cuerpo en aplicaciones de ropa. A medida que se aplica una
fuerza de corte o momento a una tela, la rotación en el plano de los hilos en el cruzamiento del
tejido se produce junto con el deslizamiento del hilo en los puntos de entrelazado de los hilos
de urdimbre y trama, provocando un cambio de ángulo. El mecanismo de corte es una de las
propiedades importantes que influyen en el drapeado, la flexibilidad y el manejo de las telas
tejidas. También afecta sus propiedades de flexión y tracción en varias direcciones.

COSTURA

La calidad y el rendimiento de una prenda cosida dependen de la resistencia de la costura y del

deslizamiento de la costura junto con la apariencia y otras propiedades mecánicas.

El fallo de las costuras de la prenda al romperse el hilo de coser o por el deslizamiento de la

costura afecta la capacidad de servicio. La fuerza de la costura o su capacidad para resistir la
apertura de la costura es una propiedad importante de la tela y es necesaria para determinar
la eficiencia de la costura y las condiciones de costura óptimas. Estos pueden incluir el tipo de
costura, el tipo de puntada, el número de puntadas por unidad de longitud de la costura, el
tamaño del hilo de coser y el tamaño de la aguja.

La resistencia de la costura se relaciona con la fuerza requerida para romper el hilo de costura
en la línea de costura. A menudo se usa para probar la resistencia de un hilo de coser o
uniones de prueba en telas industriales resistentes.

Hay dos geometrías utilizadas para la prueba de resistencia de costura, transversal y

longitudinal, y estas se muestran en la figura 4.5. La dirección transversal (método A) es
aplicable a telas relativamente inextensibles, tales como estructuras tejidas y estables de
urdimbre. La dirección longitudinal (Método B) es aplicable a telas extensibles, tales como
tejidos de punto, elásticos y altamente elásticos. La preparación de la muestra es diferente
para las pruebas en la dirección transversal en comparación con la dirección longitudinal,
como se muestra en la Fig. 4.5. Se requiere una línea de costura recta en lugar de curva para
una prueba en la dirección longitudinal. La línea de costura de las muestras con costura debe
ser paralela a los hilos de urdimbre o de trama.

La muestra de prueba se monta centralmente entre las mandíbulas superior e inferior con la
costura perpendicular o paralela a las mandíbulas dependiendo del método de prueba. La
muestra se estira a una velocidad constante hasta que ocurre la ruptura. En una prueba
transversal, es cuando la costura se rompe, y en la prueba longitudinal ocurre cuando se
produce el primer signo de ruptura de la costura. En el caso de costuras cosidas, esto implica la
primera rotura de puntada. La fuerza máxima aplicada a la muestra se registra para ambos
métodos como la fuerza de ruptura de la costura. Si el tejido se rompe antes de que se rompa
la costura, se debe hacer una declaración al respecto en el informe de la prueba. Si la muestra
se desliza en las mandíbulas o se rompe en o en las mandíbulas, el resultado de la prueba para
esa muestra debe descartarse.

DOBLADO

Una prueba de flexión mide la severidad de la acción de flotación de un material. La prueba

puede variar entre doblar el material bruscamente o doblarlo en un radio grande y una
amplitud pequeña. Para materiales delgados y flexibles como las telas, la deformación siempre
debe estar a una amplitud de esfuerzo constante en lugar de a una amplitud de esfuerzo. La
resistencia a la flexión o rigidez a la flexión se define como rigidez a la flexión. Esta propiedad
puede influir en el aspecto estético y la comodidad de una tela.

La longitud de curvatura es una medida de la interacción entre el peso de la tela y la rigidez de

la tela en la que una tela se dobla por su propio peso. Refleja la rigidez de una tela cuando se
dobla en un plano bajo la fuerza de la gravedad, y es uno de los componentes de la cortina. Por
lo tanto, la longitud de doblado también se llama rigidez a la caída.

La rigidez a la flexión, que está relacionada con la rigidez percibida, se calcula a partir de la
longitud de flexión y la masa por área de unidad. Las telas con baja rigidez a la flexión pueden
presentar fruncimiento de costura y son propensas a problemas en el corte. Son difíciles de
manejar en una línea de producción automatizada. Una tela con una mayor rigidez a la flexión
puede ser más manejable durante la costura, lo que da como resultado una costura plana,
pero puede causar problemas durante el moldeado.

La longitud de curvatura depende del peso de la tela y, por lo tanto, es un componente

importante de la tela cuando se cuelga por su propio peso. La rigidez de un tejido en flexión
depende mucho de su grosor. Cuanto más gruesa sea la tela, más rígida será, si todos los
demás factores permanecen igual. El módulo de flexión es independiente de las dimensiones
de la tira probada, por lo que, por analogía con los materiales sólidos, es una medida de
"rigidez intrínseca".

Métodos para probar la flexión de la tela

Con frecuencia se usan tres métodos para evaluar la rigidez de las telas: la prueba Cantilever,
la prueba de lazo colgante y la prueba de flexión pura realizada en un probador de flexión
KESFB2. Estos métodos son más adecuados para probar telas tejidas que para probar tejidos
de punto. Para la prueba Cantilever (Fig. 4.8), el probador Shirley Stiffness o el probador
Gurley Stiffness se usan comúnmente. El probador se basa en el principio de voladizo. En la
prueba, una tira rectangular (25 mm de ancho × 200 mm de largo) apoyada en una plataforma
horizontal se sujeta en un extremo y el resto de la tira se deja colgar y doblar por su propio
peso. La longitud de curvatura (C) se lee desde una escala calibrada en milímetros cuando la
punta de la muestra alcanza un plano inclinado a 41,5 grados. Cuanto mayor es la longitud de
curvatura, más rígida es la tela. El módulo de flexión (q) y la rigidez a la flexión (G) se pueden
calcular a partir de la longitud de curvatura, la masa por unidad DE área y espesor de la tela:

Rigidez a la flexión = G 9.8MC3 10−6Nm