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IGLESIA PENTECOSTES UNIDA INTERNACIONAL

DEPARTAMENTO DE ESCUELA BIBLICA DOMINICAL


Educando Para la Eternidad
Adolescentes

VERDAD PARA EL MAESTRO PARABOLA DE LOS DOS CIMIENTOS, cuán importante es ser hacedor de la
palabra de Dios, es allí donde verdaderamente radica la diferencia entre los hijos de Dios y los hijos de este mundo.
Nuestros adolescentes saben bien de esto, porque desafortunadamente una gran mayoría de padres “cristianos” no
han sido, o no han cuidado su testimonio delante de ellos, entonces enfrentamos a estudiantes en nuestras aulas que
están cansados de un evangelio de apariencias, es por ello que usted como su maestro debe cuidar muy bien todo lo
que hace y dice dentro, y fuera del salón de clases y de la iglesia, porque usted es ahora un referente muy fuerte en
sus vidas o tal vez el único. Mi oración junto con la suya es que sus alumnos puedan sentirse inspirados a través de
sus palabras y acciones cotidianas a ser cristianos genuinos. Las verdades del Reino de Dios son tan sencillas, pero
a la vez tan profundas que transforman nuestra vida. Jesucristo, utilizando un estilo de enseñanza de la época,
narró historias imaginarias con personajes y situaciones reales que contenían una verdad en un lenguaje que todos
podían entender. Estas historias las conocemos como las parábolas. En la parábola de hoy Jesús enseña la
importancia de hacer la voluntad de Dios. Tanto en el tiempo de Jesús como hoy, muchas veces escuchamos pero no
hacemos lo que Él pide. El que escucha y hace lo que Dios pide, pone una base firme y fuerte para su vida. Por medio
de esta lección los adolescentes, reconocerán la necesidad de "construir" su vida en las enseñanzas de Jesucristo.
Esta parábola llega a las vidas de sus estudiantes en momentos en que ellos están “edificando o construyendo” sus
vidas, algunos todavía no saben qué carrera estudiar o si ir o no a la universidad, si trabajar o no… por ello es
importante recalcar en ellos la necesidad de establecer bases cristianas para sus vidas. No olvide orar por cada uno
de sus estudiantes, para que Dios les ayude y guie sus decisiones.

OBJETIVOS: AYUDAR AL ADOLESCENTE A:

 Reconocer que las parábolas de Jesús nos enseñan a vivir nuestra vida como cristianos.

 Aprender que no solamente es necesario ser oidores de sus enseñanzas sino también hacedores.

 Desear construir su vida a partir de las palabras de Jesús.

PASAJE DE ESTUDIO: Mateo 7:24-29

VERSICULO PARA MEMORIZAR: Los adolescentes aprenderán dos textos: “ 24 Cualquiera, pues, que me oye estas
palabras, y las hace, le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca. 25 Descendió lluvia, y
vinieron ríos, y soplaron vientos, y golpearon contra aquella casa; y no cayó, porque estaba fundada sobre la roca.”
Mateo 7:24y25

AUXILIARES DIDACTICOS

APERTURA: los adolescentes, pueden decidir ser sabios como el hombre que edificó la casa sobre la roca o
insensatos, como el que la construyó sobre la arena. Todos los días cada joven tiene que tomar decisiones en su
vida, y aquellas decisiones que requieren esfuerzo personal son las que le van a hacer sabio. Frecuentemente las
decisiones que los llevan a decidirse por lo fácil, lo que no cuesta esfuerzo y sacrificio lo llevan a la insensatez.
Realice con ellos la siguiente actividad. Puede escribir las preguntas para el debate en tarjetas y dividir la clase en
grupos y parejas, entregar una o dos tarjetas a cada grupo o pareja para que debatan y se preparen para una mesa
redonda.

Elecciones:

TOMANDO DECISIONES
¿Sabio o insensato?

Preguntas para el debate

1. Antes de dormir tienes que decidir si vas a jugar un rato con los juegos de tu videoconsola portátil o ponerte a
leer tu Biblia y orar.

2. Decide si vas a entrar en un club deportivo que tiene entrenamientos cada día y partido el sábado por la mañana
muy temprano o prefieres no practicar deporte y quedarte viendo la televisión.

3. Hoy tienes que tomar una decisión: mañana tienes un examen pero tus amigos han quedado para ir al cine a ver una
película.

4. Te gustaría aprender a tocar un instrumento pero para ello necesitas practicar una hora cada día.

5. Carlos cada día lee en su casa lo que ha dado en el colegio y cuando llega el día del examen solo tiene que repasar.
Diego prefiere dejar todo para el día anterior al examen y “pegarse el atracón”. ¿Qué sueles hacer tú?

Diego tenía 14 años, era un jovencito bastante inteligente y deportista, pero tenía un gran problema, nunca hacía las
tareas que le mandaban en el colegio para llevar a casa.

Cuando llegaba a su casa después del colegio su madre le preguntaba: - “Diego, ¿Traes deberes?”

Y Diego siempre contestaba lo mismo: - “No tengo deberes mamá”, o bien - “Ya los he hecho”.

Pero lo cierto es que Diego nunca hacía las tareas en casa y nunca llevaba los deberes hechos al colegio. Cuando
tenía exámenes tampoco solía estudiar y las notas cada día eran peores.

Diego tenía muchas otras actividades que hacer en casa, para él mucho más interesantes que hacer las tareas del
colegio o estudiar: jugar con los videojuegos, conectarse a Internet, ver la televisión o jugar. Estas cosas eran en
las que Diego invertía su tiempo.

Un día los padres de Diego fueron al colegio para hablar con sus profesores. La maestra los había llamado porque
estaba muy preocupada por el rendimiento escolar de Diego, que iba cada vez peor. Cuando llegaron a casa, los
padres de Diego se sentaron a hablar con él, y le contaron una parábola que Jesús contó. Le dijeron así:

Diego, Jesús contó la siguiente historia: Una vez había dos hombres. Uno de ellos dijo: - Quiero construir una casa.
La construiré sobre la roca, pues es un lugar bueno y seguro. No me importa que la roca esté dura y que me lleve
mucho tiempo, quiero hacer una buena casa. Así pues, excavó y excavo la roca y construyó allí su casa, le costó
bastante pero al fin levantó su casa. Entonces llovió, y el viento sopló, y hubo inundaciones... Pero la casa se mantuvo
firme en la roca. Pero otro hombre dijo: - Quiero hacerme una casa. La construiré sobre la arena porque es más
fácil cavar. No quiero pasar tiempo cavando porque tengo muchas cosas que hacer. Y en poco tiempo construyó la
casa. Pero después llego la lluvia, Y soplo el viento, Y hubo una gran inundación... Y su casa se derrumbó haciendo un
gran estruendo. Jesús dijo: Si me escucháis y hacéis lo que yo os digo, sois como el hombre que edificó su casa
sobre la roca. Pero aquellos de vosotros que me escucháis pero olvidáis lo que yo os digo - dijo Jesús - sois como el
hombre que construyó su casa sobre la arena.

Diego, queremos decirte que estamos muy preocupados por ti. Tu eres como ese hombre que vas a edificar una casa,
la casa es tu vida, tu futuro y tu tienes que decidir como la edificas, si sobre la roca (Obedeciendo a los profesores,
cumpliendo tus obligaciones, esforzándote…) o sobre la arena (mintiendo, desobedeciendo, no trabajando…) Después
de oír aquellas palabras, Diego reconoció que estaba actuando igual que aquel hombre descuidado, que decidió
construir una casa sobre la arena que quedó lista muy rápido.
Pero piensa bien: ¿La arena puede sostener bien una casa? ¡Claro que no! Por eso, cuando vino la lluvia y los vientos
fuertes sobre aquella casa… ¡Plof! En poco tiempo la casa estaba completamente destruida. ¡Qué lástima! Es mucho
más cómodo hacer lo fácil, lo que no cuesta trabajo, pero si nos esforzamos y somos sabios tomando decisiones
veremos buenos resultados. Para que seamos fuertes como la casa construida sobre la roca, necesitamos escuchar y
practicar todo lo que la Biblia nos enseña y aprender a tomar decisiones correctas en nuestra vida.

ALABANZA: no olvide que la alabanza es muy importante, aparte un tiempo para ello. Comience con un coro sencillo
de adoración hablando delo grato que es para usted adorar a Dios.

HISTORIA BIBLICA: Todo lo que aparece en negrilla debe escribirlo en el tablero, inicie la historia con esto:

Edificando nuestra vida

Introducción.

La mayoría de nosotros conoce la historia de la torre de babel. Una de las historias favoritas de chicos y grandes.
Esa historia nos muestra en sentido positivo lo que el hombre es capaz de hacer cuando se lo propone. Sus
constructores tenían grandes sueños, grandes metas.

Querían darle a lo más alto. Querían hacer lo que nunca hombre alguno había hecho. Ellos querían edificar “una
ciudad y una torre, cuya cúspide llegue al cielo” (Génesis 11:4) y si Dios no los hubiera interrumpido, es probable allí
anduvieran todavía. En cierto sentido, nosotros nos parecemos a ellos. En que nosotros también somos edificadores.
Pero no de una ciudad. No de una torre. Sino de nuestra vida. Edificadores de nuestra vida cristiana.

Jesús deja claro la importancia de no solo escuchar sus palabras sino de llevarlas a la práctica. Sin embargo,
también agrega la importancia de la obediencia completa. Para esto ilustra una parábola donde nos habla de dos
personas. La primera la llama el hombre prudente, el cual edifico su casa sobre la roca. Descendieron la lluvia y los
ríos, golpearon la casa, pero ésta no cayó. La palabra que se traduce en este texto como prudente es frónimos
(φρόνιμος), la cual describe a una persona sabia y sensata. Jesús aclara que el hombre prudente es aquel que
primeramente oye, es decir, procura poner atención a la palabra de Dios dándole la mayor de la importancia. El
escuchar la palabra de Dios es clave para el creyente, de hecho Pablo dice que esto ayuda a fortalecer nuestra fe:
“Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios”, (Romanos 10:17). Sin embargo, el hombre prudente no
solo presta gran atención a la palabra de Dios, sino que también la lleva a la práctica: “Mas el que mira atentamente
en la perfecta ley, la de la libertad, y persevera en ella, no siendo oidor olvidadizo, sino hacedor de la obra, éste
será bienaventurado en lo que hace”, (Santiago 1:25). La consecuencia de poner en práctica la palabra de Dios trae
sobre él una bienaventuranza de acuerdo a Santiago. Esto concuerda con las palabra de Jesús al decir que aquel que
decide construir su casa sobre la roca, ésta permanecerá aun en medio de las más grandes tempestades.

Sin embargo, también habla del hombre insensato, el cual es aquel que oye la palabra de Dios, pero no la pone en
práctica. A este lo compara a un hombre que edifico su casa sobre la arena, de tal forma que cuando descendió la
lluvia, los ríos y golpeo la casa los vientos, ésta se derribó y su ruina fue muy grande. En esta parábola vemos a dos
hombres que tienen algo en común. Los dos escucharon la palabra de Dios. Ambos decidieron edificar una casa. La
diferencia fue el lugar donde la edificaron. El hombre prudente busco levantar su casa sobre la roca, posiblemente
trabajo más que el otro ya que tuvo que esforzarse más en colocar los cimientos a diferencia de aquel que lo hizo
sobre la arena. Al final la que se construyó sobre la roca fue la que soporto más los contratiempos del tiempo.

EL CIMIENTO

Los versículos de Mateo 7:24-27, Jesús está terminando su sermón en el monte, en el cual está exhortando a que
una vez que oyeron de sus enseñanzas ahora ellos puedan ponerlas en práctica. Jesús en Mateo 5:1, “Viendo la
multitud, subió al monte…” y en Mateo 8:1, “Cuando Jesús descendió Jesús del monte…” así que las enseñanzas de
Mateo 5,6 y 7. Toda la multitud era responsables de obedecer a todas las enseñanzas, así que Jesús termina este
sermón con una parábola que habla de dos tipos de hombre que ambos edifican pero con la diferencia esta en el
fundamento que ambos usan.
Es así con nosotros cuando construimos una casa nos fijamos en el terreno, no buscamos arena o algún material
flojo, buscamos que sea firme, como la parábola de Jesús de un hombre que edifica su casa sobre la roca.También
así en lo espiritual cada hombre está edificando; pero con la diferencia que lo hacemos para la eternidad, la
pregunta a considerar ahora será ¿Sobre qué edificamos? ¿Sobre que edifica su casa? En este estudio que vamos a
considerar nos ayudara a comprender lo importante de construir, no solo el construir, sino lo principal que es tener
un buen cimiento a nuestra casa.

ES NECESARIO OIR Y HACER

En Mateo 7:24 “… oye estas palabras y las haces” “… el que escucha mis palabras y las practicas es como un hombre
inteligente” (BLA). Jesús en cada uno de sus enseñanzas él dio bastante importancia a que le escuchemos y que
cumplamos. Podemos decir que él da mucha atención a que lo pongamos en práctica. Toda persona que lee y escucha
la palabra es responsable ante él. Así como la multitud que escuchó atenta, ellos eran responsables y con esa misma
actitud iban a guardarlo. Entonces, no basta con decir “Que bonito estuvo el sermón” ¡Qué hermoso! (Mat 7:28
RV1960) “Y cuando terminó Jesús estas palabras, la gente se admiraba de su doctrina...” Ellos estaban admirados de
su doctrina; Jesús espera de nosotros otra reacción.

CASA-ROCA Las palabras importantes son hacer, obedecer y poner en práctica. “»No todo el que me dice: “¡Señor,
Señor!”, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos. »A
cualquiera, pues, que me oye estas palabras y las pone en práctica, lo compararé a un hombre prudente que edificó
su casa sobre la roca.” Mateo 7:21, 24 (Enfasis ML). “pues todo aquel que hace la voluntad de mi Padre que está en
los cielos, ese es mi hermano, mi hermana y mi madre.” Mateo 12:50 (Enfasi ML). “»¿Por qué me llamáis “Señor,
Señor”, y no hacéis lo que yo digo?” Lucas 6:46. (Véase Juan 7:17; Romanos 2:13; Santiago 1:23-25). Luego de dar
importancia a oír, Jesús introduce la parábola explicando de un hombre prudente que oye y la hace.

LA EXPLICACIÓN DE LA PARÁBOLA

Jesús ahora comienza a explicar lo importante de hacer, comienza ahora a describir los elementos de la parábola.

LA CASA, ilustra la vida, el carácter, la preparación (hombre).

LA ROCA, es presentado como un fundamento firme y sólido, o sea, la palabra de Jesucristo, “Y el mundo pasa, y
sus deseos, pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.” 1 Juan 2:17; “Por lo cual también nosotros
damos gracias a Dios sin cesar, porque cuando recibisteis la palabra de Dios que oísteis de nosotros, la recibisteis
no como palabra de hombres, sino según es en verdad, la palabra de Dios, la cual actúa en vosotros los creyentes.” 1
Tes. 2:13.

LA ARENA, es el otro fundamento ilustrado como la sabiduría humana, tradiciones religiosas, filosofías, etc. “Mirad
que nadie os engañe por medio de filosofías y huecas sutilezas basadas en las tradiciones de los hombres, conforme
a los elementos del mundo, y no según Cristo.” Col. 2:8.

“… lluvias, … ríos, … vientos” Mateo 7:25,27. Todos estos elementos indican fuertes pruebas. Siendo sacudidos con
contratiempos, problemas, dificultades, aflicciones, tribulaciones de toda clase. Muchas veces todas estas pruebas
son para indicar como es nuestro fundamento, si quedamos en pie, es muestra que nuestra vida, acciones a sido
fundada sobre el fundamento de Cristo, que ninguna tempestad, viento podrá movernos. A veces ocurre que sucede
un problema en la iglesia y muchos hermanos se van porque el hermano “X” pecó, todos los hermanos que van han
dado muestra de que su fundamento no era Cristo, sino el hermano “X”. Es así como muchas veces demostramos
donde esta nuestro fundamento.

¿En que sentido somos probado? A veces somos tentados en nuestro carácter, como reaccionamos ante una
situación, teniendo dominio propio, sabiendo perdonar, consolar, no teniendo rencor, sino mostrando todos los
atributos de Jesús.
Nuestra relación es probada “»El hombre, nacido de mujer, corto de días y hastiado de sinsabores, brota como una
flor y es cortado, huye como una sombra y no permanece.” Job 14:1,2. (Véase Gal. 5:19-21). De esta manera nuestra
casa (Vida) es probada con respecto a todas las enseñanzas de Jesús. Si las obedecemos seguimos en pie, sino
caemos, “El que me rechaza y no recibe mis palabras, tiene quien lo juzgue: la palabra que he hablado, ella lo juzgará
en el día final.” Juan 12:48.

HAY QUE TOMAR EN PRACTICA LAS ENSEÑANZAS DE JESÚS

CASA-ARENA Jesús menciona que los que no ponen en prácticas estas palabras no son sabios, sino insensatos,
edificando en lugares que son placenteros, en lugares que cuando viene la tempestad no podrá soportar por su
fundamento que es débil. “Tales son los caminos de todos los que se olvidan de Dios; y así perecerá la esperanza del
impío, porque su esperanza es apenas como un hilo, y su confianza, como una tela de araña. Si se apoya en su casa,
ella no permanecerá en pie; si se agarra a ella, no resistirá. Job 8:13-15. (Prov. 10:25; 1 Juan 2:17). Debemos ser
prudentes edificando sobre un fundamento sólido y firme, que es en su palabra.

¡Una vida que no ha sido edificada sobre la palabra de Jesús no quedara en pie en el juicio final! “porque el gran día
de su ira ha llegado y ¿quién podrá sostenerse en pie?. Apocalipsis 6:17. “Si se apoya en su casa, ella no permanecerá
en pie; si se agarra a ella, no resistirá.” Job 8:15.

APLILCACION: La parábola fue dada por Jesús en la parte final del sermón del Monte, porque Él quería que sus
palabras no quedarán en saco roto, sino que causara una transformación real a cada uno de sus oyentes, por lo tanto
significa vivir para nuestro Señor Jesucristo en la obediencia, así como dijo el apóstol Pedro en el primer sermón
después de la venida del Espíritu Santo en Hechos 2:36 “ Sépalo bien todo el pueblo de Israel, que a este Jesús, a
quien ustedes crucificaron, Dios lo ha hecho Señor y Cristo”.

Vivimos en una cultura donde todos quieren ser libres expresando cada uno su punto de vista sobre el bien y el mal,
pero Dios nos ha entregado su santa palabra por medio de los labios de nuestro amado Cristo, para saber lo que es
bueno y agradable delante del único y verdadero Dios, por eso no es suficiente con oír la palabra sino también
ponerla en práctica. Jesús lo ilustra en esta parábola que trata sobre un hombre que quiere construir una casa pero
los cimientos los coloca encima de una roca firme, pues cuando venga la tormenta o una inundación no logra
derribarla, y aquel que la construye sobre el suelo y no pone cimientos, viene la inundación o tormenta y la destruye.
En mateo 7:24-27 esta misma parábola, dice que el hombre prudente construye sobre la roca que es nuestro Señor
Jesucristo, y el hombre insensato es quien la construye sobre arena, que es escuchar las enseñanzas del mundo para
tratar de encontrar descanso a tu alma.

Debemos reflexionar y ser convencidos por el Espíritu Santo de vivir el resto de nuestra vida terrenal anunciado el
evangelio del reino de Dios con gozo, confesando delante de los hombres que Jesucristo es el Señor, si lo niegas Él
te negará(Mateo 10:32-33), pero recuerda no es llegar a la iglesia escuchar el sermón o sentirme por un tiempo
feliz, y después vivir la vida cristiana como queremos, las palabras de Jesús son vida, porque Él es el camino, la
verdad y la vida.

TRABAJO EN CLASE

Entregue a cada uno de los adolescentes una hoja de papel con la siguiente inscripción en la parte
superior: Jesucristo es mi firme cimiento porque _________.

Pídales que para terminar la frase escriban todas las cosas que se les ocurran y luego que le lean lo que hayan
escrito. Si los estudiantes no han pensado en los siguientes principios, asegúrese de mencionarlos:

Me ama.

Me enseñó la manera de vivir correctamente.


Fue un ejemplo para mí.

Dio Su vida por mí.

Sufrió por mis pecados.

Gracias a Él, podré resucitar.

Hizo posible que yo pueda regresar a mi Padre Celestial.

Pida a los estudiantes que terminen, la siguiente frase: “Edificaré mi vida en el Salvador al __________”. Algunas
de las respuestas podrían ser: participar en las noches de hogar, ayudar en casa, pagar los diezmos, orar, obedecer
la Palabra de Sabiduría, decir la verdad, ser bondadoso con los demás, leer las Escrituras, ser modesto, etc. Permita
la participación de todos los niños y hágales sugerencias cuando lo crea necesario. Si lo desea, continúe hasta que los
niños no tengan más nada importante que nombrar. Ponga de relieve que la única manera de obtener la vida eterna es
ser obediente a las leyes del Evangelio. Si lo considera conveniente, escriba en hojitas de papel, por separado, lo que
cada niño dijo que haría y pegue la hoja de papel en una pequeña piedra para que se la lleve a casa.

Pida a los estudiantes que busquen los siguientes pasajes de las Escrituras para saber qué dijo Jesús acerca de la
obediencia. Recuérdeles que es por medio de la obediencia a los mandamientos de Jesús que edificamos nuestra vida
sobre un cimiento firme.

Mateo 7:21

Lucas 11:28

Juan 15:10

Jesús deja claro la importancia de no solo escuchar sus palabras sino de llevarlas a la práctica. Sin embargo,
también agrega la importancia de la obediencia completa. Para esto ilustra una parábola donde nos habla de dos
personas. La primera la llama el hombre prudente, el cual edifico su casa sobre la roca. Descendieron la lluvia y los
ríos, golpearon la casa, pero ésta no cayó. La palabra que se traduce en este texto como prudente es frónimos
(φρόνιμος), la cual describe a una persona sabia y sensata. Jesús aclara que el hombre prudente es aquel que
primeramente oye, es decir, procura poner atención a la palabra de Dios dándole la mayor de la importancia. El
escuchar la palabra de Dios es clave para el creyente, de hecho Pablo dice que esto ayuda a fortalecer nuestra
fe: “Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios” , (Romanos 10:17). Sin embargo, el hombre prudente no
solo presta gran atención a la palabra de Dios, sino que también la lleva a la práctica: “Mas el que mira atentamente
en la perfecta ley, la de la libertad, y persevera en ella, no siendo oidor olvidadizo, sino hacedor de la obra, éste
será bienaventurado en lo que hace”, (Santiago 1:25). La consecuencia de poner en práctica la palabra de Dios trae
sobre él una bienaventuranza de acuerdo a Santiago. Esto concuerda con las palabra de Jesús al decir que aquel que
decide construir su casa sobre la roca, ésta permanecerá aun en medio de las más grandes tempestades.
Sin embargo, también habla del hombre insensato, el cual es aquel que oye la palabra de Dios, pero no la pone en
práctica. A este lo compara a un hombre que edifico su casa sobre la arena, de tal forma que cuando descendió la
lluvia, los ríos y golpeo la casa los vientos, ésta se derribó y su ruina fue muy grande. En esta parábola vemos a dos
hombres que tienen algo en común. Los dos escucharon la palabra de Dios. Ambos decidieron edificar una casa. La
diferencia fue el lugar donde la edificaron. El hombre prudente busco levantar su casa sobre la roca, posiblemente
trabajo más que el otro ya que tuvo que esforzarse más en colocar los cimientos a diferencia de aquel que lo hizo
sobre la arena. Al final la que se construyo sobre la roca fue la que soporto más los contratiempos del tiempo.

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