Escobal (2001) señaló “la violencia es una manifestación social, es un
fenómeno que forma parte de toda la historia de la humanidad y la forma de expresión de la misma ha ido manifestándose en función de las distintas épocas históricas y en relación con las diferentes culturas en las cuales se expresa”. Las múltiples transformaciones en distintos campos, producido a través de la Revolución Francesa, dieron lugar a los derechos individuales, que hasta ese momento estaban regidos por el Rey. En el año 1945 y 1950 surgió la ONU y se realizó la Declaración Universal de los Derechos Humanos, instrumento que posibilitó una serie de convenciones y acuerdos internacionales sobre los derechos, entre ellos la Conferencia Mundial de los Derechos Humanos (Viena 1993),la Conferencia Mundial sobre la mujer en Beijing(1995,la Convención Interamericana para prevenir ,sancionar, erradicar la violencia contra la mujer ,la convención de Belem do Para (1994),donde se asistió a las poblaciones caracterizadas por distintos tipo de exclusión y /o vulnerabilidad : mujeres, niños/ a y adolescentes, personas con capacidades diferentes. Según Gil y Lloret (2007) la violencia familiar como comenzó a tematizarse en un problema social grave a los años 60, los estudios realizados por Ruth y Henry Kempe acerca de la realidad de los niños que sufrían maltratos en su hogar. En los comienzos de los años 70, el Movimiento Feminista permitió hacer ver las formas y las consecuencias de la violencia contra las mujeres. ¿Qué entendemos por violencia? La raíz etimológica del término violencia remite al concepto de fuerza.
“La violencia es una forma de control que se apodera de la
libertad y la dignidad de quien la padece”. Dohmen,1994, pag.65) Escobal (2001) menciona que “para que la conducta violenta pueda desplegarse, tiene que darse una condición: la existencia de un equilibrio de poder, que puede estar definido culturalmente (etapa, etérea, género, jerarquías), por el contexto o producido en forma interpersonal a través del control de la relación” (pag.267) ¿Es lo mismo violencia qué agresión? La violencia se diferencia de la agresión porque rompe los límites del propio territorio y los del otro, invade la relación y vuelve confuso los límites. Capítulo 1: Disposiciones Generales Artículo 2: Constituye violencia doméstica toda acción u omisión directa o indirecta, que por cualquier medio menoscabe, limitando ilegítimamente el libre ejercicio o goce de los derechos humanos de una persona, causada por otra con la cual tenga o haya tenido una relación de noviazgo o con la cual tenga o haya tenido una relación afectiva basada en la cohabitación y originada por parentesco, por matrimonio o por unión de hecho.
Para la Legislatura Uruguaya existen distintas manifestaciones de la
violencia, ellas son: VIOLENCIA FISICA: Es la manifestación más visible, caracterizada por actos físicos como puñetazos, patadas, bofetadas, empujones, mordiscos e intento de estrangulamiento
Violencia psicológica: Dulton (1997) expresa que “El maltrato
emocional y el físico están íntimamente relacionados, ambos se basan en la necesidad de controlar y dominar” (pag.40). VIOLENCIA PATRIMONIAL: Se da cuando, el que inflige violencia controla el dinero el dinero de la víctima, así como propiedades y todo aquello que tenga valor económico. La cuenta bancaria siempre está a nombre del agresor, lo mismo que las propiedades. Perdiendo la persona agredida su autonomía. Violencia sexual: Es toda acción que imponga o induzca comportamientos sexuales a una persona mediante el uso de: fuerza, intimidación, cohesión manipulación, amenaza o cualquier otro medio que anule o límite la libertad sexual. Violencia social: Cuando no le permite trabajar a su mujer ni tener contacto con familiares y amigos, reduciendo todo apoyo que pueda tener o generar. Fundamentación del grupo sobre el tema violencia en el noviazgo. Nuestro trabajo va a estar centrado en la violencia en el noviazgo adolescente. Basándonos en las informaciones que leímos 7 de cada 10 mujeres han declarado que vivieron situaciones de violencia en género y generacionales (VBGG) Violencia Basada en género y Generacional en algún momento de su vida, un 23,7 % en mujeres de 15 o más que han tenido pareja. En los casos de jóvenes de 15 a 29 años el porcentaje asciende a más del 30 %. Los índices de prevalencia de violencia basada en género dentro de las parejas son mayores entre las mujeres más jóvenes. Las medidas que se han implementado son campañas de prevención para atender la problemática desde el inicio de las relaciones en el noviazgo. Datos extraídos (pag.21-22) de la primera Encuesta Nacional de Prevalencia sobre Violencia Basada en Género y Generacionales. Montevideo.
¿QUÉ ENTENDEMOS CÓMO NOVIAZGO?
Es imprescindible determinar a qué nos referimos con noviazgo y así poder seguir después. El noviazgo se puede entender como una etapa significativa en la vida de las personas, con tiempos y formas distintas de experimentarse. En ellas se van reproduciendo, en mayor o menor medida, las normas y prácticas de género, así como constituyéndose las formas de relacionarse y de aprender a vincularse con la otra persona. (El Consejo de Educación Secundaria ,2016). Francisco Muñoz y Marcelo Lindes Lorente (2015) lo caracterizan como “periodo de la vida en el que dos personas establecen una relación afectiva con la intención de conocerse mejor y en su caso institucionalizarla de manera permanente durante el cual se establecen relaciones amorosas(AMOR)libremente consentidas y mutuamente aceptadas. “Éste periodo adquiere un carácter iniciático en el que se tienen las primeras relaciones afectiva, amorosas y sexuales de pareja” En el tiempo presente el concepto ha variado, ahora se utiliza sinónimos de noviazgo como” pareja”,” relación” (Muñoz,2015). NOVIAZGO EN LA ADOLESCENCIA La adolescencia es un periodo de vida sumamente importante en el que comienzan a realizarse nuevos aprendizajes sobre relación varón/mujer y sus relaciones afectivas. Dávila (2004) extrae una cita donde expone que: “la teoría psicoanalítica concibe la adolescencia como el resultado del desarrollo que se produce en la pubertad y que llevan a una modificación del equilibrio psíquico, produciendo una vulnerabilidad de la personalidad. A su vez, ocurre un despertar de la sexualidad y una modificación con la familia de origen, pudiendo presentarse una desvinculación con la familia y de oposición a las normas, gestándose nuevas relaciones sociales y cobrando importancia la construcción de una identidad y la crisis de identidad asociada a ella” (cf. Erikson,1971). Dávila (2004) menciona que, desde la teoría sociológica, la adolescencia es el resultado de tensiones y presiones que vienen del contexto social, fundamentales en lo relacionado con el proceso de socialización que lleva a cabo el sujeto y la adquisición de roles sociales, donde la adolescencia puede comprenderse primordialmente a causas sociales externas al sujeto. Es en la adolescencia donde las personas comienzan a relacionarse con otras personas en el tipo de relación que denominamos noviazgo. Los roles y estereotipos establecidos se continúan repitiendo “mujeres sumisas frente a hombre dominantes” naturalizando y legitimando diferentes tipos de violencia en la relación. Sumando la poca experiencia que cuentan los adolescentes, por su edad y la referencia a parejas afectivas y sexuales no cuentan con las herramientas necesarias para evaluar sus propias relaciones. OMS, en sus datos, informa que 3 de cada 10 adolescentes denuncia sufrir violencia. Mónica Guchin en Uruguay, es citada por dicha institución en un estudio que realizó y afirma que el 16% de los varones y el 19%de las mujeres conoce algún amigo que le pega a su novia. El 12,5% de los encuestados no estuvo de acuerdo con que la chica “es libre de decidir si sale sola con sus amigas”. El 17% se manifestó en contra de tal afirmación. En casa de la Mujer de la Unión, se acercan adolescentes para denunciar situaciones de violencia en el noviazgo, por tal motivo se comenzaron a formar talleres, tanto en Villa Española como en Toledo, allí se discuten estos temas, se incluyen los problemas en las relaciones de pareja que van más allá de los más obvios: golpes