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El juicio lógico

Un juicio lógico es un pensamiento que se expresa simplemente en un enunciado en


indicativo, es decir, en un enunciado que indica cómo es algo a través de una afirmación
y negación, y por lo tanto, se puede evaluar su verdad o falsedad. De una manera más
tradicional, ha sido definido el juicio como la representación mental de un objeto
afirmando o negando algo de él.

El juicio lógico es una operación mental que consiste en separar distinguir lo verdadero
y lo falso de cualquier proposición, es decir, expresar la razón.

El juicio es considerado el pensamiento central dentro del conocimiento, pero este no


sería posible si no hubiera conceptos.

Un juicio lógico como la atribución de un predicado se refiere como su nombre lo


indica a atribuir a en una proposición a un sujeto un predicado, es decir, al quien, se le
agrega el que o mejor dicho una acción.

Existen aspectos que intervienen en el juicio lógico los cuales seria:

 Acto mental de distinguir o razonar* La idea o ideas que se van a distinguir


 La síntesis de dichas ideas mediante la atribución o inherencia
 La presentación o comunicación del juicio a otros hombres mediante signos,
palabras, símbolos o lenguaje que llamaremos enunciado.

Elementos de un juicio lógico:

 El sujeto
 El verbo
 El predicado

El sujeto es la idea que representa a aquello de que o de quien se dice algo; a veces el
sujeto es impersonal, como en el juicio “Hace calor”. ¿Quién hace? ¿El día?, ¿el medio
ambiente? En cierta forma sí, sólo que es ambiguo, no es personal. Así pues, el sujeto
del juicio es una presencia en la mente de algo real o ficticio, tangible o intangible que
llama la atención del pensar.
En cambio, el predicado es lo pensado de esa presencia, es la idea que representa lo que
se dice del sujeto y, por lo general, remite a una cualidad. En la proposición "el techo es
alto", la cualidad de "altura" está contenida en el predicado "alto" y ésta, a su vez, le
pertenece al sujeto “techo”, el cual provocó un pensamiento.

El verbo -también conocido como cópula o nexo verbal- es la idea que expresa la
relación que tiene el binomio sujeto-predicado con el ser, o sea que postula algo sobre
una existencia real o ideal. Dicha existencia se manifiesta en la afirmación o la
negación, aunque la función verbal (o sea, la relación entre el sujeto y el predicado) esté
presente también en algunas frases sin verbo. Pensemos en un político, que ante una
pregunta quisquillosa de un reportero, contesta “Sin comentarios”. Nuestro sujeto está
negándose a emitir una opinión y hay un nexo entre él y el concepto “comentarios”.
Así pues, hay juicios que tienen una función aseverativa –hacen afirmaciones y
negaciones-, sin tener la forma de una aseveración.

Clasificación del juicio lógico:

 Por su cualidad
 Por su materia
 Por su cantidad (o extensión)
 Por su comprensión
 Por razón de la modalidad
 Por su relación

Por su cualidad:

Se ha dicho que la cualidad o propiedad esencial de un juicio son la afirmación y


la negación de ideas. De acuerdo con su cualidad, habrá juicios afirmativos, es
decir, aquellos que predican una relación de identidad entre el sujeto y el
predicado (A es B), y juicios negativos, aquellos que predican una relación de
exclusión entre el sujeto y el predicado (A no es B).
Por su materia:

Los juicios muestran una relación con los objetos que representan. Esta relación no sólo
se puede medir en términos de verdad y falsedad, como ya vimos, sino también del
modo en que se vincula lo representado en el predicado con lo representado en el sujeto.
Si lo que se predica del sujeto le corresponde a éste necesariamente, entonces tendremos
un juicio necesario.

Por su cantidad (o extensión):

De acuerdo al número de entes que abarque una proposición, los juicios son:
universales, particulares, singulares e indefinidos.
Los universales son aquellos que abarcan totalmente a los miembros de un conjunto.
Generalmente, se expresan con las partículas “todas” o “ninguno", pero, a veces, sin
necesidad de ellas sabemos que el sentido del enunciado se refiere al todo.
Los juicios particulares son aquellos que abarcan una parte del todo. Usualmente
incluyen la partícula "algún".
Los juicios singulares son aquellos que aluden únicamente a un individuo.
Los juicios indefinidos en realidad no tienen una cantidad clara y no se sabe con certeza
si se refieren a una totalidad o a una parte de esa totalidad.

Por su comprensión:

Los juicios, desde el punto de vista de los elementos que componen al sujeto o al
predicado, pueden ser: simples, si la proposición consta de un solo sujeto y un
predicado; o compuestos si constan de más de un sujeto o predicado. Juicio simple es
"Gandhi estuvo en huelga de hambre"; juicio compuesto es "Gandhi y Paseo de la
Reforma son dos calles que colindan".

Por la razón de la modalidad:

Este último criterio de clasificación de los juicios se refiere al modo de ser que tiene lo
que se predica. En otras palabras, al vínculo que tiene lo que se dice con la realidad en
cuanto posible, imposible o factual. Dicho de otra manera, se refieren a su grado de
verdad.

Por su relación:
Los juicios, por su relación, expresan el vínculo que tienen con las intenciones del
sujeto. En otras palabras, son juicios de valor que se supeditan a una norma (por eso
también les llaman juicios normativos), es decir, un tipo ideal que establece lo que
debería de ser respecto al comportamiento del hombre. Tenemos tres tipos de juicios:
categóricos, hipotéticos y disyuntivos.

Los juicios categóricos expresan, afirman o niegan algo con la contundencia de que es
un hecho. Consideran lo dicho como algo que es así sin estar supeditado a una
condición o alternativa.
Los juicios hipotéticos son aquellos que enuncian una hipótesis en la cual, se establece
una condición previa, que sirve de base para que se cumpla un hecho. Dicha hipótesis
expresa un deseo -explícitamente o bien tácitamente-, manifiesta una actitud a tomar en
función de dicha condición.
Los juicios disyuntivos establecen una condición que está determinada por varias
posibilidades u opciones que se excluyen entre sí sin recurrir a una situación anterior
que sea la clave de su cumplimiento. Este tipo de juicios se caracterizan por llevar el
conectivo lógico "o" y, por ende, funcionan con alternativas.
El juicio lógico

a) El juicio lógico como atribución

La palabra juicio tiene sus orígenes en el lenguaje jurídico y se usa normalmente para
referirse a la definición lógica de una norma cuando al construir una proposición o un
concepto le atribuimos un predicado al sujeto.

El juicio lógico es un acto u operación mental para expresar la razón, ahora atribución,
en una proposición. Se hace un juicio lógico, desde la perspectiva de la atribución de un
predicado a un sujeto , mediante una inicial comparación de una idea con otra en este
caso la idea comprendida en un concepto- sujeto con idea comprendida en un concepto-
predicado, y así finalmente, mediante un atribución se obtiene la síntesis de las dos
ideas. La síntesis de las dos ideas se da por identificación, inherencia o atribución del
predicado en el sujeto. La síntesis así formada se llama proposición. Obvio es decir que
a dicha síntesis se puede llegar por comparación, deducción, determinación e incluso
por intuición. Juicio lógico es, entonces, el acto de razonar para atribuir lo inherente del
predicado en el sujeto, formando una proposición.

Entre el Juicio lógico jurídico y el juicio en su sentido procesal existe una íntima
conexión, que no soslayamos, el juicio lógico jurídico que es aquel que se encuentra
referido a toda norma prescriptiva. Afirma Kelsen. La sentencia judicial denominada
juicio, no constituye una proposición enunciativa en el sentido lógico del término, así
como tampoco lo es la ley que aplica, sino una norma individual, por cierto, limitada en
su validez a un caso concreto, a diferencia de la norma general denominada ley.

b) El juicio lógico como proposición

Una proposición es un conjunto de palabras que tienen significado en común cuya


forma más común ya la vimos con anterioridad es lo que conocemos como juicio
compuesto en su totalidad por el concepto-sujeto y el concepto- predicado.

Bobbio define una proposición como “un complejo de palabras que tienen un
significado en su conjunto, excluye del uso del término de proposición, los conjuntos de
palabras sin significado”. Este autor se refiere a que solamente un enunciado con
relación en su significado (sin importar que sea falso o verdadero), se le conoce como
proposición.
La palabra juicio tiene sus orígenes en el lenguaje jurídico. En cuanto a se significado,
lo mismo se usa para referirnos a una evaluación de algo o alguien, a la parte esencial de
un litigio, a la decisión final de un proceso judicial, también se usa para referirnos a la
definición lógica de una norma o de manera más abstracta, cuando el construir una
proposición; así, juicio y proposición, desde esta perspectiva formal, son binomio. Solo
hay juicio si hay proposición y si hay proposición, esta se da en un juicio.

Siendo la proposición o significado de la misma el elemento formal del juicio lógico,


veamos ahora la composición interna de toda proposición ahora la composición interna
de toda proposición.

c) El juicio lógico como enunciado

Este apartado nos habla del enunciado como una proposición que puede tener diferentes
significados o acepciones o incluso puede cambiar la forma gramatical; es aquí donde
entra la jurisprudencia, que puede considerarse una ciencia del derecho la cual sirve
para aclarar las “lagunas” que se puedan encontrar en cualquier juicio lógico.

Por enunciado entiendo, bobbio la forma gramatical y lingüística con la cual expresa un
significado, por lo que la misma proposición puede tener diversos enunciados, y el
mismo enunciado puede expresar diferentes significados. Un mismo juicio y su
proposición puede ser expresada por diversos enunciados cuando cambian la forma
gramatical.

Un mismo enunciado tiene o puede tener, en nuestro lenguaje, diferentes acepciones o


significados. El anunciado afectar, afectado, palabra de uso frecuente en el derecho
tiene 11 significados según el diccionario de la real academia española. ¿Cuál de ellos
es un correspondiente o atribuirle a la proposición de una norma? La respuesta debe
darse en relación al sentido del conjunto de las palabras de juicio lógico jurídico
correspondiente.

Para los seguidores de la lógica pura no existe diferencia entre proposición y enunciado.
Sin embargo, en el análisis del juicio lógico jurídico, el enunciado juega un papel de
especial importancia.
Clasificación de los juicios, en atención a las categorías Kantianas

a) En atención a su origen lógico: a priori y a posteriori.

El origen de un juicio lógico puede provenir de la observación de la realidad, es decir,


de la manera o de modo en que esta se ha va haciendo o desarrollando como una verdad
de hecho. Los juicios lógicos provienen o bien de la experiencia, en la verificación de
una serie de fenómenos de la realidad o, por el contrario, no provienen de la
experiencia, no se justifican sobre la base de observaciones practicadas en los hechos.

Los primero son llamados, por su origen lógico, juicios a posteriori. Los segundos,
juicios priori. En tanto los juicios a posteriori poseen una validez fáctica, los juicios a
priori poseen una validez necesaria racional o apodíctica.

Lo importe de esta primera clasificación estriba en afirmar que los juicios lógicos
jurídicos son juicios a priori, en virtud de que su origen esta en la razón y no en la
fuerza de los hechos o de la experiencia. Las ciencias que basan sus juicios lógicos en la
experiencia son principalmente las ciencias de la naturaleza relacionadas con la física,
química, biología y otras. En tanto las ciencias que basan sus resultados en la razón y
que proceden a toda experiencia, hacen uso de los juicios a priori, tal es el caso de las
matemáticas, del derecho, de la economía y otras. El juicio jurídico esta entonces en
relación directa con la razón y no con la experiencia. Por ello conviene seguir de cerca
la explicación que haremos de todos los aspectos relativos a la clasificación de los
juicios, sus características y condiciones.

Algunas de las atribuciones características de los juicios a priori y a posteriori, que están
en intima coordinación con otros conocimientos afines a esa clases de juicios, relativos
generalmente a escuelas filosóficas y sus métodos.

A posteriori: Hechos, experiencia, realidad, validez empírica, verdades de hecho,


ciencias fácticas, evidencia, evidencia asertorica, realismo, materialismo histórico,
método dialectico, método inductivo.

A priori: Intuiciones, racionalismo, validez apodíctica, validez necesaria, verdades de


razón, ciencias eidéticas, certeza, certeza apodíctica, idealismo, método
fenomenológico, método inductivo.
b) En atención al fin lógico: Determinativo y atributivo, o deductivo e inductivo.

Todo juicio se hace con el propósito de obtener de un concepto ya dado- que en este
caso representa lo general de dicho concepto-, otro concento particular que se
subordine al concepto general ya dado. También se da el juicio con el propósito de
obtener de un concepto ya dado- que en este caso representa lo particular-, para
encontrar el concepto general al cual se subordina. En el primer caso estaremos en
un juicio determinativo; y en el segundo ante un juicio atributivo.

Kant no fue el creador de los juicios deductivos e inductivos, pero sí creo la


clasificación valorativa o teológica del juicio arriba mencionado, estableciendo con
ello su clasificación en juicios determinativos y juicios atributivos.

La conexión que este tema tiene con la norma jurídica, se encuentra en que la norma
puede ser el concepto general (en el juicio determinativo), y la sentencia dada por el
órgano juzgador es el concepto particular (atribuido) a lo general. En el juicio
atributivo es dado lo particular (las cosas o hechos naturales), y se trata de encontrar
lo general (la regla, el principio, la ley) lo cual está subordinado.

c) En atención a las proposiciones del juicio lógico.

Hagamos primeramente una explicación respecto a nuestra posición del porque los
juicios deben clasificarse en atención a sus proposiciones y no a los conceptos.
Después, el enlace con las categorías kantianas, respondiendo a dos
cuestionamientos sobre ellas. Al final, la clasificación de los juicios y una breve
explicación de su uso en el terreno jurídico.

Manuel Kant no acepta que el juicio sea la relación entre conceptos. Dice: nunca a
podido satisfacerme la explicación que los lógicos dan del juicio en general. Según
ellos el juicio la representación de una relación entre dos conceptos. Sin disputar
aquí con ellos acerca del defecto de su explicación, que en todo caso conviene solo a
los juicios categóricos, y no a los hipotéticos y disyuntivos (estos últimos no
contienen una relación entre conceptos sino entre juicios), hago notar tan solo que
no se determinan en que consiste esa relación.
El juicio es un conocimiento mediato de un objeto; por lo tanto, la representación
de una representación del mismo. En cada juicio hay un concepto que vale para
muchos y entre una multitud comprende también una representación dad, que se
refiere entonces inmediatamente al objeto. Así por ejemplo, en el juicio todos los
cuerpos son divisibles, el concepto de divisible se refiere a otros conceptos diversos;
pero entre estos se refiere aquí particularmente al concepto de cuerpo y estos a
ciertos fenómenos que se nos ofrecen. Estos objetos son representados por medio de
conceptos de divisibilidad. Todos los juicios son, según esto, funciones de la unidad
entre nuestras representaciones, puesto que, en lugar de una representación
inmediata, se usa para el conocimiento del objeto otra más elevada, que comprende
en si aquella y otros más; y así son recogidos en uno, muchos conocimientos
posibles.

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