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“DESARROLLO Y SEXUALIDAD”
APRENDIZAJES RELEVANTES:
CONTENIDOS TEMÁTICOS:
Para lograr esto, se seleccionó como tema general el Desarrollo Humano ya que, por
medio de su estudio se trata de contribuir a la formación de una cultura psicológica
básica al mismo tiempo que se intenta conseguir conocimientos y habilidades para
analizar e interpretar diversos comportamientos.
De esta forma, el tema central que estamos estudiando este semestre es el Desarrollo
Humano, el cual está dividido en dos partes: en la primera se examinó la constitución
del sujeto y su desarrollo psicológico, tratando de que conociéramos y
comprendiéramos que es el desarrollo psicológico y que factores influyen para que
ocurra el cambio psicológico. En la segunda parte conoceremos diversos aspectos de la
sexualidad relacionados con el Desarrollo. Aquí la idea central es relacionar el
conocimiento psicológico con el análisis e interpretación de varios aspectos del
comportamiento sexual.
Todos se caracterizan porque son procesos que inician en la niñez y se van expresando
a través de las diversas edades, lo que no ocurre con el aborto, la respuesta sexual
humana o la historia de la sexualidad en México, por ejemplo. En esta lectura vamos
a conocer, para reflexionar y discutir con tus compañeros y el (la) profesor (a) los
significados de los términos “sexo” y “sexualidad”, así como dos temas que articulan
el desarrollo y la sexualidad: el origen de la identidad de género y la orientación
sexual.
Así, el sexo es un hecho biológico que por lo general tiene una presencia imperativa
entre los seres humanos, y una dicotomía que es mutuamente excluyente: una persona
es macho o hembra, aun cuando en ocasiones se provocan anomalías genéticas y un
individuo puede nacer con tejido testicular y ovárico a un tiempo, pero, generalmente,
se es macho o hembra. Así, cuando hablamos así del sexo, a menudo lo calificamos de
sexo biológico.
Reunidos bajo la expresión sexo biológico tenemos los siguientes elementos, que pueden
ser considerados, para nuestro curso, como ejemplos de sexo:
Derivada de las ideas de Charles Darwin y enriquecida por los avances de disciplinas
como la evolución, la genética de poblaciones (campo de la Biología que estudia la
información genética de las poblaciones, y los cambios, en ella, que resultan de la
intervención de factores evolutivos), la genética molecular (rama de la Biología que
estudia la estructura y función de los genes a nivel molecular –término latino que
denomina a una masa de pequeño o mínimo tamaño conformada por átomos
Documento elaborado en el Seminario de análisis del proceso de enseñanza aprendizaje en Psicología
Sin embargo, existe otro tipo de Biología que se conoce como Biología Posmoderna
surgida de las investigaciones de la Biología evolutiva del desarrollo (enfocad al estudio
de los mecanismos que rigen el desarrollo de los organismos desde la fecundación hasta
la senectud y como esos mecanismos afectan los patrones de especiación –procesos
mediante el cual una población de una determinada especie da lugar a otra u otras
poblaciones- y la evolución a nivel de las poblaciones), la ecología evolutiva del
desarrollo (campo que compara el procesos de desarrollo de diferentes organismos con
el fin de determinar sus relaciones filogenéticas –relaciones de parentesco entre especies-
), la teoría de la construcción de nichos (hace referencia a los procesos mediante los
cuales el organismos modifica su ambiente y el de otros organismos, propone, así, que
la relación organismo ambiente también es heredada. Una especie mantiene así dos
legados: el de sus genes y el de sus ambientes modificados), las ciencias cognitivas y las
neurociencias de la plasticidad cerebral, así como de la Antropología, la Sociología y la
Psicología3
1
Guerrero, M. F. (2015) Las sexualidades naturales de la Biología Posmoderna. En Sexualidad: biología y
cultura. Cuadernos del Seminario. Modernidad: versiones y dimensiones, Cuaderno 8. Ed. UNAM.
2
Ibid. pp. 37
3
Ibid. pp. 38
4
Ibid. pp. 39
Documento elaborado en el Seminario de análisis del proceso de enseñanza aprendizaje en Psicología
están vedados a otras especies animales. En este sentido, considera que la explicación
de la sexualidad estará siempre incompleta mientras excluya los procesos complejos que
constituyen instituciones sociales como la moral, el lenguaje, la normatividad, etc.
Este punto de vista, intenta estudiar la relación entre biología y cultura sin considerarlos
de forma separada. También rechaza la idea de que lo biológico sea una base material
inmutable e invariable y afirma que la cultura no se limita a las características de la
naturaleza, sino que nuestra naturaleza sería capaz de adecuarse a las demandas de
nuestra cultura5 la sexualidad no sería una constante creación de la base biológica
modificada por la organización social que construyen los grupos humanos y con ésta la
cultura (instituciones, normas, simbolismos, etc.).
Existe una teoría que intenta combinar los aspectos biológicos, los psicológicos y los
sociales, se podría situar en el centro del continuo que tiene como polos extremos la
explicación biológica, por un lado y en el otro extremo la sociocultural. Está basada en
la Teoría del Sistema General que es estudio interdisciplinario de los sistemas en
general, cuyo propósito es estudiar los principios aplicables a los sistemas en cualquier
nivel en todos los campos de la investigación. Un sistema se define como una entidad
con límites y con partes interrelacionadas e interdependientes cuya suma es mayor a la
suma de sus partes. El cambio de una parte del sistema afecta a las demás y, con esto, al
sistema completo, generando patrones predecibles de comportamiento, se propuso un
modelo para estudiar la sexualidad. Ésta es entendida como el resultado de la
integración de cuatro potencialidades humanas que dan origen a cuatro aspectos,
llamados holones (totalidades en sí mismos), sexuales: la reproductividad, el género, el
erotismo y la vinculación afectiva interpersonal.
5
Ibid. pp. 49
Documento elaborado en el Seminario de análisis del proceso de enseñanza aprendizaje en Psicología
Esta función, que le ha permitido a los seres humanos perpetuarse o perdurar y ocupar
un lugar importante entre los seres vivos, incluye la fisiología del sistema sexual humano
(que respecto a esta función bien puede llamarse aparato reproductivo), el contacto
genital, la concepción, el embarazo y el parto; no obstante, no se agota con el nacimiento
de un nuevo ser, la paternidad y maternidad se prolonga de hecho muchos años antes
de poder considerar completo el evento reproductivo.
De esta forma, la búsqueda de los otros es imperiosa en la raza humana; por ello, la
función comunicativa: se manifiesta desde el mismo momento en que nos relacionamos
con los demás en el contexto no solo de la pareja, sino de la familia y la sociedad y está
presente en toda nuestra vida; en las relaciones que establecemos con personas de
nuestro propio sexo y con personas del otro sexo.
Esta función ofrece la posibilidad para el encuentro con el otro ser humano, el contacto
y la relación intersubjetiva, la intimidad compartida y el establecimiento de vínculos
emocionales y sentimentales, la sexualidad impulsa a la persona a salir de la soledad y
buscar, tocar y abrazar al otro. En esta función la relación de pareja es muy importante.
Investigaciones realizadas desde la década de los ochentas encontraron que las personas
propensas a sentirse solas se caracterizan por: baja autoestima, introvertidos y ansiosos,
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Además, otras investigaciones han establecido diferencias entre las parejas estables y las
inestables, una de ellas importante es su estilo de comunicación: las más felices se
caracterizan por una comunicación abierta y centrada en la solución de problemas. Así,
cuanto más expresan sus pensamientos y sentimientos, más afecto y comprensión
muestran, más le hacen saber al otro que empatizan con sus sentimientos y más
capacidad tienen para adoptar sus perspectivas. En cambio, las parejas son más infelices
cuanto más se comunican intentando evitar los conflictos, ignorándolos o de manera
destructiva (críticas, quejas, sarcasmos, etc.)6
Freud va a rechazar estas ideas postulando la existencia de una sexualidad infantil, que
la sexualidad no se reduce a la actividad genital, que la finalidad de la actividad sexual
no es la reproducción, es la búsqueda del placer. Afirma que en el comportamiento
sexual no existe un “instinto” si se considera a éste como como un conjunto de
comportamientos programados, propone, en lugar de esto la existencia de una fuerza
que impulsa al individuo hacia un fin: la búsqueda de la satisfacción, la llama “Pulsión”.
Con ello Freud rompe con toda concepción naturalista, sin dejar de considerar la
determinación biológica (las características de los genitales desempeñan un papel en la
formación de la vida sexual), ésta queda subvertida por los procesos psíquicos y por las
organizaciones simbólico-culturales de cada época7
6
Rubio, A. E. (1998) Introducción al estudio de la sexualidad humana. En Antología de la sexualidad humana.
Ed. CONAPO. México.
7
Cevasco, R. (2005) La sexualidad y el falo. En Conceptos Freudianos. Mira, V., Ruíz, P y Galeano, C.
(editores. Madrid.
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Por último, mencionaremos las características generales de las ideas que afirman que
la sexualidad es una construcción sociocultural, iniciaremos exponiendo las
características más notorias del construccionismo social para arribar a la concepción que
afirma que la sexualidad es una construcción sociocultural y tratar, con ello, de
comprender lo qué significa.
8 Ulriksen, V. M. (2005) Construcción de la subjetividad del niño. Algunas pautas para organizar una
perspectiva. Revista de Psicoanálisis de Uruguay, Número especial, 100. Montevideo, Uruguay.
9
Hernández, A. L. y Peña, S. Y (2016) El construccionismo social y la antropología de la sexualidad. Revista de
Estudios de Antropología Sexual. Dirección de antropología Física. Instituto Nacional de Antropología e
Historia.
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histórico)10 entre ambas existe una relación dialéctica (se refiere a una influencia
reciproca) por lo que no puede comprenderse una sin la influencia de la otra.
Dos autores más que influyeron son Michel Foucault y Jacques Derrida. El primero
realizó, entre otras cosas, un análisis de las formas de poder y control en las sociedades
occidentales concluyendo que el poder, más allá de reprimir, produce e incita a cierta
verdades y saberes. Considera que a través de las condiciones políticas y económicas de
existencia se constituyen ciertas relaciones de verdad y ciertos dominios del saber,
incluso ciertas formas de individuos. El sistema de poder y control desciende hasta la
vida cotidiana de las personas a través del lenguaje, la ciencia, el derecho, la familia y la
educación, materializándose en los cuerpos de las personas.
10
Ibid. pp 156
11
Ibid. pp. 158
12
Ibid. pp. 160
Documento elaborado en el Seminario de análisis del proceso de enseñanza aprendizaje en Psicología
También Derrida considera que el lenguaje es una forma de modelar la realidad donde
los discursos revelan los presupuestos no explícitos de los códigos sociales aceptados y
muestran las formas de explicación del mundo, los valores y los sistemas. Dice que, por
ello, el lenguaje no es neutro, está cargado de aspectos culturales tradicionales, por lo
que procede deconstruir el lenguaje y para vislumbra que atrás de él, se encuentran
ciertas formas de pensamiento que contienen valores, códigos, modelos y normas,
develando así las tradiciones culturales ocultas13
13
Ibid. pp. 161
14
Ibid. pp. 163
15
Ibid. pp. 163
Documento elaborado en el Seminario de análisis del proceso de enseñanza aprendizaje en Psicología
lenguaje y los objetos que nombramos, sino que son las relaciones sociales, la cultura y
el contexto histórico las que le otorgan un sentido específico. Dice, además, que toda
descripción o explicación es resultado de las relaciones sociales y el grado en que da
cuenta del mundo o del yo por cierto tiempo no depende de la validez objetiva de la
explicación sino de las vicisitudes del proceso social y por tanto el significado del
lenguaje deviene de las relaciones sociales establecidas en la interacción personal y
grupal que se da en contextos históricos y culturales específicos.
Tomado este conjunto de ideas, diversos investigadores proponen que todos los
procesos donde participan personas son una construcción social, es decir las
condiciones socioculturales son determinantes en la producción de estos procesos.
Aplicado esto a la sexualidad se afirma que la vida sexual es un producto social y
cultural al igual que otras actividades. Así, el sexo biológico se trasforma en género
(este se refiere a los conceptos sociales de las funciones, comportamientos, actividades y
atributos que cada sociedad considera apropiados para los hombres y las mujeres) por
la intermediación de la vida social, de la cultura. La sexualidad no está determinada
por la biología, sino que se construye social e históricamente16
Para apoyar esto, afirman que no existe una forma universal de significar la sexualidad;
la cultura se encarga de proveer los esquemas y categorías generales para sistematizar
las experiencias sexuales; estas construcciones influyen en la subjetividad del individuo,
pero también organizan y dan sentido a las experiencias sexuales colectivas (como las
identidades, ideología y regulaciones sobre ella). Es conveniente mencionar cual la
concepción que tienen del término subjetividad: es entendida como la incorporación al
interior de la personas de la producción cultural que se constituye por el conjunto de
prácticas, tradiciones, creencias, valores, sentimientos, representaciones, etc. Este
proceso de interiorización se elabora y acciona en el conjunto de las condiciones de su
existencia material, de sus relaciones grupales, de sus prácticas cotidianas y de las
producciones culturales que conforman la subjetividad social17
Desde este punto de vista, la construcción de la sexualidad ocurre por efecto de ciertas
prácticas sociales que originan, organizan y regulan el comportamiento sexual: a) las
relaciones de parentesco, son una de las formas de socialización más estables, regulan
la reproducción de los individuos y aunque están ligadas a los procesos biológicos, se
integran en el orden simbólico (se refiere, sobre todo, a la incorporación del lenguaje, y
16
Ibid. pp 167
17
D’Angelo, H. O. (2013) La Subjetividad y la Complejidad. Procesos de construcción y transformación
individual y social. Recuperado de www.cips.cu/wploads/2013/02/2-cretividad.pdf
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Lo que con tanta confianza conocemos como “sexualidad” es, así, el producto de
múltiples influencia e intervenciones sociales. No existe fuera de la historia, sino que es
un producto histórico. A esto se refieren cuando hablan de la “construcción social” de
la sexualidad. Por ello, en nuestra época llamamos a la sexualidad un conjunto de
comportamientos y símbolos producto de ciertas prácticas y actividades sociales. Es
también resultado del conjunto de reglas y normas que nos llevan a dar sentido y valor
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a las conductas, los deberes, los placeres, los sentimientos, los sueños y que impactan,
además, la manera en que pensamos y entendemos el cuerpo18
En los estudios de género se establece una diferencia entre el término sexo y género. El
sexo hace referencia a las características físicas que nos sitúan en un punto de un
continuo cuyos extremos son macho y hembra. En cambio el término género se refiere
al conjunto de expectativas y comportamientos que la sociedad asigna y espera en
función de su pertenencia al sexo masculino o femenino, es una construcción social
que se realiza a partir del sexo biológico, prescribiendo diferentes papeles a las
personas.19 Estas diferenciadas funciones sociales están representadas por los
estereotipos de género (imagen aceptada comúnmente por un grupo o sociedad. El
término se usa a menudo con sentido negativo. Ejemplos: las mujeres son las que cuidad
a los niños, no “debe” haber hombres como educadores en preescolar, los camiones los
manejan los hombres, no las mujeres, etc.), que impregnan todo el tejido y sistema
social. Después de que Money lo propone en 1955, el término amplió su uso y ahora se
habla de rol de género, que hace referencia al modo de conducta prescrita y determinada
socialmente e identidad de género referido a la experiencia privada de pertenecer a uno
u otro género. Utilizado así desde la década de los sesentas tuvo como consecuencia que
actualmente se considere al sexo como lo biológico y al género como lo social. En
síntesis se entiende al género como la red de creencias, rasgos de personalidad, actitudes
(idea que se expresa mediante la evaluación de un fenómeno, persona, animal u
objeto, entre lo positivo y negativo), sentimientos, valores, conductas y actividades que
diferencian a las mujeres y los hombres, como producto de un proceso histórico de
construcción social. Esto último implica la transmisión y aprendizaje de normas que
informan a la persona acerca de lo obligado, lo prohibido y lo permitido.
18
Weeks, J. (1998) Sexualidad. Ed. Paidos. Género y sociedad y Programa Universitario de Estudios de
Género. UNAM.
19
Lamas, M. (2015) Usos, dificultades y posibilidades de la categoría género. Ed. Bonillas Artigas editores,
UNAM Y PUEG.
Documento elaborado en el Seminario de análisis del proceso de enseñanza aprendizaje en Psicología
20
Lamas, M. (2000) Diferencias de sexo, género y diferencia sexual. Revista Cuicuilco, Vol. 7, Núm. 18. Escuela
Nacional de Antropología e Historia.
Documento elaborado en el Seminario de análisis del proceso de enseñanza aprendizaje en Psicología
Por el momento no existe certeza acerca del proceso que nos lleva adquirir la identidad
de género. Las preguntas acerca de si ¿Están nuestros cerebros biológicamente
programados, de forma masculina, femenina u otra identidad? ¿Son las hormonas
sexuales prenatales quienes determinan la identidad de género? ¿Es el entorno, en forma
de experiencias aprendidas posnatalmente, el que perfila nuestro Autoconcepto como
hombres, mujeres u otra? O ¿La identidad de género refleja una interrelación de
influencias biológicas y del entorno? En los apartados que siguen se expondrán las ideas
actuales sobre los procesos que influyen en la adquisición de la identidad de género.
21
Ibid. pp. 7
Documento elaborado en el Seminario de análisis del proceso de enseñanza aprendizaje en Psicología
22
Arango, M. I. (2008) Sexualidad humana. Ed. Manual Moderno. México.
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externos. La actividad genética del cromosoma Y hace que los testículos se empiecen a
diferenciar. Los ovarios se distinguen en ausencia del cromosoma Y. Los órganos
reproductores de algunos individuos que sólo tienen el cromosoma X también se
desarrollan como mujeres al carecer del cromosoma Y. En esa misma semana
comienzan a desarrollarse los tubos seminíferos, los precursores de los folículos que
darán lugar a los óvulos aparecen hasta la décima semana, los ovarios se desarrollan
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Una vez que se han desarrollado los testículos, empiezan a producir andrógenos
(hormonas masculinas. Las hormonas son sustancias elaboradas por las glándulas
endocrinas y vertidas al torrente sanguíneo, que actúan inhibiendo o activando la
funcionalidad de otros órganos, tejidos o células). Sin hormonas sexuales masculinas
todos desarrollaríamos órganos sexuales reproductores femeninos. El andrógeno más
importante, la testosterona, incita la diferenciación del sistema de conductos masculinos
(Wolff). De estos conductos se desarrolla el epidídimo, conducto deferente y vesícula
seminal, otras hormonas masculinas propicia que se degenere el conducto de Müller
(femenino). Figura 4.
Para algunos investigadores, estos factores (los genes y las hormonas) influyen
determinantemente en la adquisición de la identidad de género. La información que se
tiene ha sido obtenida de estudios con animales. Así, se ha encontrado que entre las
moscas de la fruta, la diferenciación sexual y la orientación sexual están determinadas
por la interacción de genes, lo mismo se ha investigado con ratones encontrando un
número de genes involucrados en la determinación de la masculinidad y la agresión. No
obstante se ha criticado el hecho de que las investigaciones se hayan realizado con
animales y se trate de extender la explicación a los seres humanos, ya que, dicen, entre
los humanos, la biología no es destino, la conducta no está dictada por los genes.
Por lo general, en nuestra sociedad cuando alguien nace con sexo masculino (XY) asume
y se siente hombre y al nacer con sexo femenino (XX) asume y se siente como mujer; no
obstante no siempre es así, hay quienes naciendo con cromosomas XX o XY sienten
haber nacido en un cuerpo que no les corresponde y reivindican su identidad psíquica
por encima de su biología.
La teoría que nos ocupa, propone que la identidad de género no está determinada por la
biología, sino por procesos psíquicos y culturales. Para este punto de vista, la identidad
de género es un proceso de aprendizaje que inicia desde el momento del nacimiento y
posiblemente antes. Así, a través de la madre o del cuidador primario se construye el
proceso educativo cultural o de socialización de manera que se van constituyendo, en la
criatura, las actitudes y creencias que el grupo social les adjudica a hombres y mujeres.
El yo (la imagen o percepción que tenemos de nosotros mismos) se constituye
lentamente desde los primeros momentos de la vida, y poco a poco, a medida que las
criaturas crecen, van incorporando las ideas de lo “propio” de las mujeres y lo “propio”
de los hombres. Esto ocurre porque nacemos en un medio lingüístico y cultural
23
García, C. R. Dimorfismo sexual humano: la base biológica. En Antología de la sexualidad humana. Ed.
CONAPO.
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determinado, que lo influye y que propicia que adquiera paulatinamente estas ideas y
actitudes dentro de sus primeros años de vida.
Quién cría y cuida a los recién nacidos, usa el lenguaje no solo para expresarle afectos
sino también para interpretar sus deseos y necesidades. Así, mediante el lenguaje y la
crianza entran dentro de la mente y del inconsciente los deseos y sentimientos de los
otros, los usos y costumbres culturales, las ideas sobre lo propio de las mujeres y de los
hombres24
24
Lamas, M. (2015) La transexualidad como un síntoma del malestar de la cultura. En Sexualidad: biología y
cultura. Cuadernos del Seminario Modernidad: versiones y dimensiones. UNAM.
25
Ibid. pp. 87-91
Documento elaborado en el Seminario de análisis del proceso de enseñanza aprendizaje en Psicología
26
Corona, V. E. (1998) Identidades de género: en busca de una teoría. En Antología de la sexualidad humana.
Ed. CONAPO
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Según esta teoría, una vez que se han construido los conceptos de estabilidad y
constancia de género, los niños realizan un esfuerzo activo para obtener información de
qué patrones de conducta son considerados “masculinos” y cuáles “femeninos”, una vez
obtenida la información, imitan el patrón de género apropiado.
Esta teoría propone que los niños desarrollan un esquema de género como un medio
para organizar sus percepciones del mundo. Un esquema de género es un conjunto de
representaciones mentales acerca de las cualidades físicas, conductas y rasgos de
personalidad femeninos y masculinos. El género gana importancia, como un esquema
para organizar las experiencias, por el énfasis que la sociedad hace sobre él.
Así, los esquemas de género determinan el grado de importancia que tienen para ellos
los rasgos típicos del género ((pueden aprender que los rasgos fuerza-debilidad están
asociados con masculinidad y feminidad y que a partir de ello se tiene que situar como
fuertes o débiles).
Una vez que los niños adquieren un esquema de género, empiezan a juzgarse de acuerdo
con los rasgos considerados apropiados para su sexo. Al hacer esto, mezclan sus
autoconceptos en desarrollo con la importancia que tenga el esquema de género en su
cultura. Así, los niños que son consistentes con el esquema de género de su cultura
desarrollan más fácilmente su autoestima que los niños cuyos conceptos son
inconsistentes. Según esta teoría, la identidad de género por sí sola es suficiente para
inspirar una conducta apropiada al género. Además, algunas investigaciones sugieren
que los niños procesan la información según su esquema de género es decir, “ven el
mundo” desde su esquema de género27
27
Ibid. pp. 306
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Una posición diferente propone que la identidad sexual se adquiere por la influencia de
factores tanto biológicos, como psicosociales. Este punto de vista supone que la
programación genética en la fase prenatal, los factores psicológicos y los factores sociales
se interrelacionan de manera compleja para determinar las pautas futuras que el sujeto
desarrollará durante la niñez y la adolescencia.
Dentro de esta teoría coexisten diversas opiniones respecto a los factores que son más
importantes en la determinación de la identidad sexual. Así, algunos creen que la carga
genética y hormonal originan diferencias de orden sexual en el cerebro y que estas
diferencias son condicionantes decisivas de la conducta sexual posterior del individuo.
Otros, sin dejar de considerar estos factores, están más de acuerdo en subrayar que en la
mayoría de los sujetos el factor que más influye en la configuración del género es el
aprendizaje social.
28
Ibid. pp. 308
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parecer, a partir de ese momento se hacen difícil, si fuera el caso, las tentativas de
cambiar la orientación sexual del niño.
Las observaciones realizadas por diversos investigadores que apoyan esta teoría no son
concluyentes respecto a que factores tendrían mayor peso en la determinación de la
identidad sexual, por lo que hasta el momento suponen que el desarrollo sexual no está
rígidamente controlado por los factores orgánicos, pero tampoco por el aprendizaje
cultural. De esta forma, la identidad de género resultaría de los siguientes factores:
a) Una fuerza biológica que se origina en el periodo fetal y que tiene sus orígenes en las
variables genéticas que modelan la organización neurofisiológica del cerebro.
b) El sexo de asignación, la clasificación que se hace del niño (a) en el momento del
nacimiento y las actitudes y conductas de los “otros” en función del sexo asignado.
c) La influencia interminable de las actitudes de los padres sobre el sexo del infante y la
construcción que hace el niño (a) de su identidad de género con las experiencias
significativas29
29
Ibid. pp. 312
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de síntomas y disforia es una palabra de raíz griega que significa angustia o malestar
es contrario a euforia.
Otro investigadores proponen que el estado en el cual una persona tiene una identidad
de género contraía al de su sexo biológico no es una enfermedad clasificarla como tal
solo sirve, dicen, para tranquilizar a los padres y al grupo social, ya que la normatividad
social sólo considera dos categorías en lo que a género se refiere: masculino o femenino
y, por tanto, cuando nace alguien con ambigüedad genital o tiene la idea de que
pertenece a un género contrario a su sexo biológico confronta una serie de prejuicios:
Sólo hay dos géneros. Cualquier excepción a los dos géneros es una enfermedad.
El género de una persona no puede variar.
Los genitales son el signo esencial del género.
Todas las personas deben ser clasificadas como miembros de un género u otro.
La pertenencia a un género u otro es natural.
El tratamiento de la disforia de género consiste en:
Realizar el diagnóstico de acuerdo con las características del DSM IV.
Aconsejar al individuo con respecto a distintas posibilidades u opciones de
tratamiento y sus implicaciones.
Facilitar que inicie psicoterapia.
Establecer la elegibilidad y viabilidad para la terapia hormonal o quirúrgica.
Documento elaborado en el Seminario de análisis del proceso de enseñanza aprendizaje en Psicología
LA ORIENTACIÓN SEXUAL
INTRODUCCIÓN:
Estos términos se empezaron a usar a principios de la década de los setentas para intentar
esclarecer la idea de que la heterosexualidad, la bisexualidad y la homosexualidad
forman una secuencia ininterrumpida en la vida real. La idea se deriva de los estudios
realizados entre 1938 y 1949 por Alfred C. Kinsey y sus colegas, Wardell Pomeroy y
Clyde Martin, ellos publicaron, en 1948, Sexual Behavior in the Human Male (La
conducta sexual en el macho humano) y en 1953 Sexual Behavior in the Human Famale
(La conducta sexual en la hembra humana). Los estudios consistieron en entrevistar a
5,300 hombres mayoritariamente blancos y a 5,940 mujeres blancas. En estos estudios
Kinsey elaboró una escala de catalogación que iba del 0 al 6 para clasificar las
experiencias sexuales manifiestas y las reacciones psicológicas internas de un individuo:
30
Arango, M. I. op. cit. P. 190
Documento elaborado en el Seminario de análisis del proceso de enseñanza aprendizaje en Psicología
Además encontraron estos datos en los hombres y mujeres que participaron en esos
estudios:
Porcentaje de personas, en los datos de kinsey, con proporciones variables de
experiencia homosexual, bisexual y heterosexual.
En los datos presentados se observa que si bien los porcentajes de personas que son
exclusivamente homosexuales son pequeños, el número de personas que han tenido al
Documento elaborado en el Seminario de análisis del proceso de enseñanza aprendizaje en Psicología
Por las razones anteriores, se piensa que es mejor entender las conductas sexuales de
heterosexualidad y homosexualidad en un continuo que pasa por la bisexualidad que
pensar que heterosexualidad y homosexualidad son dos conductas antagónicas que no
tienen ninguna relación.
Vamos a revisar ahora los posibles orígenes de las orientaciones sexuales. No obstante,
por la complejidad de las explicaciones y la falta de investigaciones empíricas suficientes
solo se expondrán algunas teorías que dan origen a la orientación homosexual y en
algunos casos al origen de la orientación heterosexual.
Son diversas las respuestas que se dan a estas preguntas ya que no se sabe con exactitud
lo que “origina” la homosexualidad, la heterosexualidad y la bisexualidad.
31
Arango, M. I. op. cit. P. 193
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En la actualidad existen diversas teorías que intentan explicar los procesos que originan
la homosexualidad, éstas se dividen convencionalmente en biológicas y psicológicas
ambas, con sus divisiones, se presentan a continuación:
Los estudios sobre la influencia genética se han dividido en tres tipos: a) los estudios con
gemelos, b) los estudios moleculares y c) los estudios con familias (tratan de encontrar
la frecuencia de homosexuales en las familias donde estos existen),
a) una manera que se usó, desde los años cincuenta, para probar que el comportamiento
homosexual se transmitía a través de los genes de generación en generación fue observar
gemelos idénticos, los llamados monocigóticos (o monovitelinos) por proceder de un
solo óvulo y un espermatozoide, pues teniendo exactamente la misma carga genética
deberían tener la misma orientación sexual si ésta está determinada por la información
contenida en los genes. De esta forma Kallman en 1952, realizó una investigación para
examinar la orientación sexual de diversas parejas de gemelos varones, monovitelinos o
monocigóticos y bivitelino o visigóticos (llamados así por proceder de óvulos y
espermatozoides diferentes) uno de los cuales era homosexual.
El punto de partida básico era que, al poseer ambos gemelos, la misma información
genética se encontraría un elevado índice de concordancia en el caso de los gemelos
monovitelinos, puesto que poseían genes idénticos; es decir, que los dos serían
homosexuales, en vez de uno homosexual y el otro heterosexual, al mismo tiempo el
índice de concordancia entre los gemelos bivitelinos debería ser más bajo, puesto que
poseían una estructura genética diferenciada. En esta investigación, Kallman encontró
que cuando un gemelo monocigóticos era homosexual, el otro también lo era ¡en todos
los casos! Es decir, encontró una concordancia de 100% y sólo el 12% de los gemelos
bivitelinos eran homosexuales cuando el otro lo era, esto es de 100 homosexuales, su
hermano gemelo bivitelino sólo lo fue en 12 casos.
Documento elaborado en el Seminario de análisis del proceso de enseñanza aprendizaje en Psicología
Estudios realizados con posterioridad no han podido obtener los mismos resultados; así,
en los años setentas Bailey, de la Universidad Northwestern comparó cincuenta y seis
(56) gemelos idénticos (monovitelinos), cincuenta y cuatro (54) gemelos fraternos
(bivitelinos) y cincuenta y siete hermanos adoptivos sin relación genética. Resulto que si
un hermano adoptado era homosexual el otro también lo era en el 11% de los casos, en
el 22% cuando eran gemelos fraternos y en el 52% cuando se trataba de gemelos
idénticos.
Se puede observar que la línea materna presenta casi cuatro veces más homosexuales, lo
cual hace pensar, efectivamente, en una relación de tipo genético transmitida por la
madre. De esta forma, el estudio de Hammer permitió suponer que la homosexualidad
se relacionaba con el cromosoma X, heredado de la madre. El encontrar que entre los
parientes por vía materna de un “gay” hay más homosexuales que entre los parientes
paternos, permitió suponer que esta conducta sexual se relacionaba con el cromosoma
X, heredado de la madre.
c) Los estudios moleculares han sido los más recientes y los más difíciles de hacer. En
este tipo de estudios se debe partir de la sospecha de que un gen juega un papel relevante
en la orientación sexual, ya que si no se tiene es muy complicado y costoso secuenciar
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En los mamíferos los fetos de macho o hembra son indistinguibles durante una etapa del
desarrollo. La longitud de la etapa depende de la especie. En los seres humanos ocurre
lo mismo. Ahora bien, para que un feto se convierta en macho es necesaria la
intervención de hormonas masculinas durante un periodo muy preciso llamado periodo
de máxima susceptibilidad. Conocemos las hormonas masculinas bajo el nombre
genérico de andrógenos, que significa exactamente “productoras de hombres”. Antes
de este periodo, aunque existan andrógenos, el feto no posee los receptores necesarios
para recibir esos mensajes químicos; y después del periodo de máxima susceptibilidad,
las estructuras corporales y cerebrales que debieron ser modificadas por las hormonas
masculinas para producir un macho, ya han adelantado demasiado por el camino
femenino y no se revierten. Los mensajes masculinizantes llegan demasiado tarde. De
lo dicho podemos observar, en primer término, que para producir una hembra, incluida
una humana, no se requieren hormonas femeninas, basta la ausencia de las masculinas.
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De ahí que sea fácil suponer que un retraso en la producción de hormonas masculinas
sería la causa de la homosexualidad: la hipótesis parecía sensata, pero resulto falsa:
el homosexual no muestra los síntomas de esa feminización prenatal.
Otros investigadores plantean que quizá los homosexuales, aunque masculinizados por
completo al recibir a tiempo los andrógenos, no sigan sino parcialmente otra parte del
proceso prenatal: la defeminización. Esto es, aunque las mujeres no requieren de
hormona alguna, los hombres necesitan dos: andrógenos de los testículos para
desarrollarse y otro mensajero químico llamado hormona inhibidora del ducto
Mülleriano, que suprime esta estructura de donde se desarrollan en las mujeres la vagina,
el útero y las trompas de falopio. Puesto que los andrógenos además organizan el cerebro
de acuerdo a patrones masculinos, estos investigadores suponen que una falta de la otra
hormona, la defeminizadora, también feminizara el cerebro.
Por otro lado, y respecto a ésta misma hipótesis, se han realizado estudios preliminares
con mujeres afectadas del síndrome androgenital (exceso de andrógenos en la fase
prenatal) que indican que estas personas tienen mayores probabilidades de mostrar una
orientación lésbica de manera similar, se sabe de algunos casos de homosexualidad en
varones que padecen el síndrome de Klinefelter, el cual se caracteriza normalmente por
una carencia de andrógenos en la fase prenatal, si bien las estadísticas distan mucho de
ser completas.
Además, todo este aporte de datos científicos presenta serias limitaciones. Así, por
ejemplo, si se trata a un homosexual adulto, no se consigue en modo alguno alterar su
orientación sexual con hormonas sexuales. Las pautas de homosexualidad verificadas
en especies animales no parecen tener adecuada correspondencia con la
homosexualidad en el ser humano. Los casos, bastante raros, de exceso o deficiencia de
hormonas en la fase prenatal vinculados a la homosexualidad no dejan de ser casos
excepcionales.
Desde hace tiempo se han publicado datos acerca de las diferencias cerebrales entre
hombres y mujeres. Cuando aparecen diferencias cerebrales entre los sexos, se habla de
dimorfismo cerebral, esto es, presencia de dos formas distintas según el sexo. Son
sexualmente dimórficos (distintos), por ejemplo, el número de las conexiones entre los
hemisferios cerebrales, tan superior en las mujeres que se puede afirmar el sexo por la
simple observación del cuerpo calloso que es donde se encuentran estas conexiones.
Una tercera teoría biológica, sobre el origen de la orientación sexual se apoya en este
hecho. Así, se propone que el comportamiento homosexual puede deberse a las
diferencias cerebrales en las personas. Siguiendo esta idea Swaab en 1990 realizó una
investigación después de la cual reportó que un conjunto de células cerebrales, el
llamado núcleo supraquiasmatico, era dimorfico, pero no de acuerdo al sexo, sino a la
orientación sexual: era dos veces más grande en hombres homosexuales que en
heterosexuales.
32
Rubio, A. E y Aldana, A. (1998) La expresión homosexual del erotismo. En Antología de la sexualidad humana.
Ed. CONAPO
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LA TEORÍA PSICOANALÍTICA:
Para Jacques Lacan, la homosexualidad masculina está marcada por tres momentos:
En el primer momento se consideran dos personajes y la relación entre ambos. Esos dos
personajes son el niño y la madre y la relación que se establece entre ellos se caracteriza
no sólo por su dependencia biológica sino, sobre todo, por su dependencia de amor así
el niño, por un lado, desea ser todo para la madre, desea ser el objeto del deseo de la
madre; para ello se convierte en aquello que la madre desea. Su deseo es deseo del
otro, en el doble sentido, o sea ser deseado por el otro, y de tomar el deseo del otro como
si fuera propio. La madre, entonces, tiene el poder de marcar el deseo, como dictado
omnipotente, lo que se le ocurre a la madre como valioso es lo valioso para el hijo, lo
que se le ocurre como indigno es lo indigno para el hijo. Pero, además, la madre siente
su incompletud, su carencia, reconoce su castración y llena esta falta al sentir que el hijo
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Cuando esto ocurre se dice que ella es una madre fálica, porque siente que no le falta
nada, ésta completa; en ese sentido tiene el falo (el hijo) que la completa. Así, el objeto
del deseo de la madre es lo que la completa: el falo. De esta forma falo es completud y
el niño quiere ser el falo deseado por la madre, convertirse en el deseo del deseo de la
madre.
En el segundo momento, el padre interfiere y priva al niño del objeto de su deseo y a la
madre del suyo, es decir actúa en un doble sentido, en tanto priva al niño del objeto de
su deseo y a la madre del niño como objeto que la completa33
El niño ve que la madre prefiere a otro que no es él, porque supone que aquél tendría
algo que él no tiene, el padre es quien puede completar a la madre, ella se vuelve del hijo
al padre, el niño deja de ser el falo de la madre. Ahora el padre es el falo. En este
momento el niño cree que el padre es el falo cuya manifestación más representativa es
una doble prohibición. Con respecto al niño: no te acostaras con tu madre. Y con
respecto a la madre, no reintegrarás a tu producto.
En el tercer momento, el padre se presenta como el que tiene el falo pero que no lo es.
Es decir, el niño reconoce que tanto la madre como el padre tienen que someterse a un
sistema de regulaciones, de normatividades exteriores a ellos, que ellos mismos no
pueden hacer siempre lo que quieren, que ellos no dictan la ley porque ésta es externa a
ellos. Se produce entonces la aceptación de la ley, que es fundamentalmente la ley que
prohíbe la relación sexual con la madre y que la posibilita con otras mujeres. El padre
aparece como aquél que otorga el derecho a la sexualidad y como consecuencia se llega
a asumir la identidad de ser sexuado, a la que se llega cuando el deseo del sujeto se
orienta hacia aquellos rasgos (de los que el padre es apoyo) que lo ubican como siendo
hombre, como perteneciendo a la clase de los hombres. Al conjunto de rasgos que lo
ubican como hombre y hacia los cuales tiende el deseo del sujeto se le conoce como el
Ideal del Yo: si soy como mi padre, existe la promesa del derecho a la sexualidad con el
resto de las mujeres. Entonces, en el niño el deseo se orienta hacia aquellos rasgos que,
al asumirlos, lo incluyan en el conjunto de los hombres.
33
Bleichmar, B. H. (1978) Introducción al estudio de las perversiones. La teoría del Edipo en Freud y Lacan.
Ed. Helgero editores. 2° edición. Argentina.
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Las teorías psicosociales hacen hincapié en que la homosexualidad es ante todo una
cuestión de aprendizaje. Desde este punto de vista argumentan que las recompensas y
los castigos conforman el proceder del individuo hacia una predominante homosexual
o heterosexual. También supone que las personas nacen sexuales, no heterosexuales ni
homosexuales. Es sólo mediante el aprendizaje que una de estos comportamientos
predomina sobre el otro. Así, por ejemplo, una persona que tiene experiencias
heterosexuales tempranas muy desagradables podría desarrollarse hacía la
homosexualidad.
Otra posibilidad, según el enfoque de la teoría del aprendizaje, es que si las experiencias
sexuales tempranas son homosexuales y agradables, la persona puede desarrollar un
comportamiento homosexual: el proceder homosexual en esencia ha sido gratificante y
por tanto se vuelve más probable que ocurra con cierta frecuencia.
34
Ibid. pp. 91
35
Rubio, A. E. y Aldana, A. op. cit. P. 628