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Los Sofistas. El Estado es una asociación que nace del egoísmo y del
temor que los hombres se tienen unos a otros.
1
González, Héctor, Teoría Política, pp. 231 y 232.
1
Para Tomás Moro, el Estado es la expresión de los intereses de la clase
dominante, en donde la propiedad es un derecho individual y todas las
cosas se miden por el dinero.
Es por ello que, el estudio del concepto de Estado constituye uno de los
elementos más complejos de la ciencia política así como también de la jurídica.
La rama de las ciencias sociales que se dedican a su estudio se denomina Teoría
General del Estado.
2
Grecia la denominación pueblo expresa Estado, por cuanto abstractamente
“populus” y “gens” para los romanos significan también Estado.
Para el siglo XVI se emplea stato como expresión común para designar un
Estado.
3
o En su interpretación vulgar, es el instrumento de fuerza o poder que ejerce
un hombre o un grupo de hombres para regir o dominar una sociedad
política.
Un Estado supone:
2
González, María de la Luz, Teoría General del Estado, pp. 95 a 127.
3
González, Héctor, Teoría Política, pp. 162.
4
asistida de un poder supremo de imperio y ordenación, ejercido por el elemento
social que en cada momento asuma la mayor fuerza política…”
a) Fenómeno social;
b) Sedentarismo (territorio);
5
c) Poder soberano, y;
d) Aplica el orden establecido.
El profesor Maurice Duverger nos proporciona las siguientes ideas acerca del
Estado:
4
González, María de la Luz, Teoría General del Estado, pp. 95 a 127.
6
Entre esos grupos, presenta en la época actual una importancia particular el
Estado. Él constituye de hecho el cuadro fundamental en el interior del cual se
ejerce el poder. Es con relación a él que hay que estudiar los otros cuadros de
poder.5
Ciencia social de carácter teórico, que tiene como objeto al Estado. Pretende
conocer y determinar su origen, naturaleza, organización, estructura y
funcionamiento, finalidad y justificación para tipificar los elementos comunes,
esenciales y fundamentales de la sociedad, asentada en un territorio y dotada de
poder jurídico, originario en el devenir histórico.
5
Serra, Andrés. Ciencia Política, pp. 297.
6
González, María de la Luz, Teoría General del Estado, pp. 3.
7
González, María de la Luz, Teoría General del Estado, pp. 51 y 52.
7
El pensamiento no puede estar divorciado de la realidad. Si se quiere significar
por razón vital un entendimiento de éste en íntimo contacto con los problemas
de la vida, no tenemos inconveniente en aceptar que la Teoría del Estado debe
trabajar con una razón vital que se pliegue a las transformaciones que sufre
ininterrumpidamente la organización política, sin dejar por ello de mostrar las
verdades sustanciales y permanentes del acontecer estatal. Las elaboraciones
mentales que no tienen en cuenta contenidos reales y sus nexos se disipan y
desaparecen sin importancia alguna.
8
Basave, Agustín. Teoría del Estado, pp. 23 a 25.
8
ideales de carácter general, aplicables a todo caso y situación. Entre esas ideas
por ejemplo, figura sin duda la de la dignidad moral del hombre, es decir, el
principio de que el individuo humano tiene un fin propio que cumplir, fin
intransferible, privativo debido, por tanto, ser tratado siempre en calidad de
persona digna y los corolarios que de ello emanan, es decir, el principio de la
paridad fundamental ante el derecho.
9
mismo de Sócrates, que condenado injustamente a beber la cicuta prefiere
cumplir el mandato de los detentadores del poder político a aprovechar la
ocasión para huir que se le brinda, muestra bien como por encima del hombre
en cuanto tal se encuentra la polis. El hombre sólo es bueno y valioso en tanto
que es buen ciudadano. La política como ciencia y como arte y como norma de
moralidad, adquiere la primacía.
10
en gran parte fruto de la crisis de la democracia liberal y la derrota al terminar
la primera guerra mundial, sin embargo, todas ellas tienen en el fondo, rasgos,
similares que derivan de su común raíz hegeliana. En todas se encuentra el
principio de la primacía de la colectividad sobre el individuo y la inevitable
consecuencia de sacrificar los valores de la persona humana a los intereses
comunitarios.
9
González, María de la Luz, Teoría General del Estado, pp. 661 a 671.
11
despotismo y arbitrariedad, el Estado debe vivir normalmente en el ambiente de
un orden jurídico claro, definido y eficaz, en el cual sus funciones y atribuciones
estén especificadas con exactitud y los abusos de las mismas puedan ser
sancionados.
10
González, Héctor, Teoría Política, pp. 204 a 206.
12
responde a las exigencias de la comunidad y del que derivan para sus miembros
situaciones jurídicas objetivas, que los invisten de deberes y derechos
estatutarios.
El dilema puede, por otra parte, conducir hacia una mayor vigencia y una mejor
utilización del Estado de derecho para una oposición legítima al poder, a los
medios de dominación de clase, de gobierno y administración de justicia, para
su reforma, y también para aumentar la conciencia y el ejercicio efectivo de
libertades políticas y civiles.
13
del Poder con argumentos de la razón de Estado. Sería ventajoso para
ellos mismos tener a los habitantes de Melos como aliados y
ventajosos también para los habitantes de Melos aceptar esta
situación, porque de otra manera serían destruidos. En cambio, los de
Melos les reprochaban a los atenienses actuar como jueces de su
propia conducta. Y que sería indigno para los atenienses destruir una
débil ciudad. Si Melos aceptaba el dictado de Atenas, sería indigno
de sacrificar así su autodeterminación.
Lo anterior implica que para que la paz social sin la cual, se insiste, una democracia es
impensable, todas las libertades tienen límites intrínsecos que suponen una frontera de licitud
en su ejercicio. Se trata de límites que suponen el ejercicio responsable de las libertades.
La libertad de expresión, cuya protección y garantía es condición sine qua non en todo
régimen democrático que se precie de ser considerado tal, no es la excepción. El mismo
artículo sexto constitucional en donde se reconoce y protege el derecho a la libre expresión
de las ideas establece en el “ataque a la moral”, “los derechos de tercero”, “el provocar algún
14
Esta idea aparece para poder garantizar los derechos, las libertades de los
ciudadanos. Y es que toda esta concepción del Estado de derecho viene ligada
a la aparición de los derechos de las personas. Vivir en un Estado de Derecho
nos exige actuar dentro del marco de la ley. El respeto de las normas y de la
autoridad legítima nos garantizará paz, orden y progreso.
En este orden de ideas, pueden señalarse algunos principios básicos a los que
deben ajustarse esas técnicas. A modo de ejemplo citaremos los siguientes:
15
5) La posibilidad de que los ciudadanos participen en los asuntos públicos
mediante un gobierno representativo, con organización electoral, que
permita controlar el poder desde afuera.
6) El libre juego de los medios de información que forman y canalizan la
opinión pública y crea un ambiente de constante vigilancia de los actos
de los poderes públicos y de censura de las arbitrariedades.
7) La organización por la constitución y las leyes fundamentales de una
serie de recursos administrativos y judiciales, por medio de los cuales se
pueden modificar o anular los actos de los poderes públicos lesivos de
los derechos fundamentales de los ciudadanos o que alteren el orden
constitucional, por ejemplo el Juicio de Amparo, que permite ejercer un
constante control jurisdiccional sobre las leyes o actos de las autoridades
públicas.12
12
González, Héctor, Teoría Política, pp. 224 y 225.
16
proceder del Estado al juicio de otros estados ya sea por razón de una
instancia política como la Asamblea General de la ONU, o una instancia
jurídica como el Tribunal Internacional de Justicia Penal de La Haya.
En el orden nacional o interno los medios de control que posee el pueblo sobre
los actos del Estado son:
1) Referéndum: derecho del pueblo a intervenir directamente en la
formulación y sanción de las leyes, se hace efectivo mediante
procedimiento de consulta al cuerpo electoral.
2) Plebiscito: procedimiento que le permite a un político en el poder,
solicitarle al conjunto de ciudadanos que le manifieste su confianza con
votos.
3) Revocación popular (recall): procedimiento propio de una democracia
directa que les permite a los ciudadanos obtener la suspensión de un
mandato electivo conferido a un individuo o asamblea, antes de su
término legal.
4) Iniciativa popular: procedimiento en las democracias semidirectas que
permite a los ciudadanos solicitar la adopción de una ley, revisar la
Constitución, o la realización de un referéndum.
13
González, María de la Luz, Teoría General del Estado, pp. 502 a 539.
17
1.5.1 El territorio y sus funciones
Suele definirse como la porción del espacio en que el Estado ejercita su poder.
Siendo éste de naturaleza jurídica sólo puede ejercitarse de acuerdo con normas,
creadas o reconocidas por el propio Estado. El ámbito espacial de validez de las
normas jurídicas es precisamente el territorio en sentido político.
Aun cuando el territorio representa el espacio en que tienen vigencia las normas
que el Estado crea o reconoce, hay que advertir que el poder de éste no se ejerce
directamente sobre dicho espacio, sino a través de las personas que integran la
población estatal. El dominio implica la idea de un poder jurídico sobre una
cosa; el imperio es, en cambio, potestad de mando que, como tal, se ejerce
siempre sobre personas. Por ello se afirma que la dominación territorial no
puede concebirse independientemente de la autoridad de los ciudadanos. Desde
el punto de vista del derecho público, el territorio es simplemente la base real
del ejercicio de imperio.
14
García Máynez, Eduardo, Introducción al estudio del Derecho, edición especial, Editorial Porrúa, México
2009.
18
El territorio es el elemento imprescindible para el Estado, ya que sin él,
no puede cumplir con sus funciones, por lo que puede inferirse que el
Estado no puede obrar ni conservar su existencia si carece de territorio.
19
El territorio no es un factor político propiamente, sino únicamente una
condición importante de la actividad política de la población.
15
González, María de la Luz, Teoría General del Estado, pp. 487 a 491.
20
“…El espacio atmosférico sobre la superficie terrestre y acuática
comprendida en las fronteras del Estado pertenece al territorio de
éste y, por tanto, está fundamentalmente bajo la soberanía del
Estado.
En cuanto objeto del imperium, el elemento humano del Estado se revela como
un conjunto de elementos subordinados a la actividad del Estado; en cuanto
sujetos, los individuos que la forman aparecen como miembros de la comunidad
política, en un plano de coordinación.
16
Arellano García, Carlos. Primer Curso de Derecho Internacional Público, séptima edición, editorial Porrúa,
México 2009, pp. 811 y 812.
21
a) Derechos de libertad La existencia de derechos de libertad significa que
las personas, en cuanto miembros de la comunidad política, se encuentran
sujetas a un poder limitado. La subordinación del individuo tiene como
límite el conjunto de deberes que el orden jurídico le impone. El radio de
actividad que queda a cada sujeto, abstracción hecha de sus obligaciones
jurídicas, tanto como positivas como negativas, representa su libertad. No
se trata, de libertad en sentido natural, de un simple poder, sino de una
facultad normativamente reconocida;
b) Derechos de intervención del Estado a favor de intereses particulares, Un
segundo grupo de facultades pertenece al ejercicio de derechos que tiende
a la obtención de servicios positivos por parte del Estado. Entre esas
facultades figuran los derechos de acción y petición, lo mismo que la
pretensión de que aquél ejerza la actividad administrativa en servicio de
intereses individuales. Frente a los derechos de libertad, la posición del
Estado, en relación con los individuos, es puramente negativa; tratándose
de facultades del segundo grupo es, en cambio positiva, y;
c) Derechos políticos. La intervención del individuo en la vida pública
supone tanto el ejercicio de derechos como el cumplimiento de
obligaciones. Por ello es que entre las facultades que integran el status
figuran, en tercer término, las que permiten a los particulares el
desempeño de funciones orgánicas (votar, ser votado). Estas facultades,
que hacen posible imputar a la persona jurídica estatal actos realizados
por personas físicas, reciben el nombre de derechos políticos.
Si bien es cierto que pueblo, población y nación son tres conceptos que
hacen referencia al elemento humano del Estado, no son sinónimos.
Pueblo es un concepto de orden jurídico-político; población de orden
estadístico-demográfico, y; nación es de orden histórico-cultural.
22
familia, una profesión, pertenecemos a determinados grupos culturales,
sociales o deportivos.
1.5.2.1 La Nación
18
González, María de la Luz, Teoría General del Estado, pp. 475 a 486.
23
La minoría nacional es una entidad de la comunidad internacional que requiere
tutela para evitar los actos de presión que se ejercen contra ella para eliminar
sus rasgos distintivos de la mayoría y para integrarla a ella. El Derecho
Internacional Público, al proteger las minorías nacionales, no tutela al individuo
considerado aisladamente sino que lo protege colectivamente, integrando un
conglomerado existente en menor número dentro de una colectividad mayor. 19
19
Arellano García, Carlos. Primer Curso de Derecho Internacional Público, séptima edición, editorial Porrúa,
México 2009, pp. 360 y 361.
24
El origen de los pueblos que fundan las naciones contemporáneas es
decididamente heterogéneo; así, los italianos descienden de etruscos,
romanos, celtas, sarracenos; los franceses de romanos, galos, bretones y
germanos, y las naciones americanas se reconocen en su estructura étnica
diferenciada.
El concepto de nación obedece a raíces más profundas que las del Estado.
En tanto que la agrupación estatal puede surgir de la noche a la mañana
como resultado de una arbitraria y efímera reorganización. Una nación
no, porque requiere una continuidad y una tradición a prueba de
vicisitudes históricas, y se mantiene como unidad moral indisoluble.
25
Tal poder es unas veces de tipo coactivo; otras, carece de este carácter. El poder
simple, o no coactivo, tiene capacidad para dictar determinadas prescripciones
a los miembros del grupo, pero no está en condiciones de asegurar el
cumplimiento de aquéllas por sí mismo, es decir, con medio propios. Cuando
una organización carece de poder coactivo, los individuos que la forman tienen
libertad para abandonarla en cualquier momento. Ejemplo de lo anterior son las
distintas Iglesias y confesiones religiosas.
Si una organización ejerce un poder simple, los medios de que dispone para
sancionar sus mandatos no son de tipo coactivo, sino meramente disciplinarios.
El poder de dominación es, en cambio, irresistible. Los mandatos que expide
tienen una pretensión de validez absoluta, y pueden ser impuestos en forma
violenta, contra la voluntad del obligado. De lo anterior desprendemos la
coercibilidad como característica distintiva de las normas jurídicas.21
21
García Máynez, Eduardo, Introducción al estudio del Derecho, edición especial, Editorial Porrúa, México
2009.
22
González, Héctor, Teoría Política, pp. 159.
26
coacción material, pero, ejerce influencia sobre los fieles; ejemplo de lo
segundo un gobierno carente de legitimidad.
27
Este elemento organiza y dirige los esfuerzos del Estado indicando los
rumbos y lineamientos de su actividad. Es el elemento de liderazgo.
Otra de las grandes concepciones del Estado es la que lo considera como mero
centro de imputación normativa, como personificación del orden jurídico. Es la
doctrina de la escuela vienesa o de la pureza normativa, cuyo máximo
exponente es Hans Kelsen.
23
González, María de la Luz, Teoría General del Estado, pp. 492 a 498.
28
En este sentido Estado y derecho se identifican. De aquí que todos los
problemas que tradicionalmente se venían considerando como propios de la
teoría del Estado, no sean, en el fondo, más que problemas jurídicos. O sea,
relativos a la validez y producción del orden jurídico, es decir, el Estado no tiene
más realidad que la normativa.24
Del estudio de los elementos del Estado se desprende que éste es, como lo anota
Jean Dabin, una sociedad jerarquizada al servicio del bien público temporal. El
Estado, por su organización y fines es una persona moral, sujeto de derechos y
obligaciones. Por la superioridad de sus fines y medios frente a cualquier otra
entidad social, el Estado es soberano, pero como agrupación que está al servicio
24
González, Héctor, Teoría Política, pp. 244.
25
Kelsen, Hans. Teoría General del Derecho y del Estado, pp. 129 a 134.
29
de un fin superior, en el orden valorativo, el Estado está sometido al Derecho.
La norma racional y objetiva que limita su acción es bien público; pero esa
norma debe de ser traducida en disposiciones positivas (constituciones,
reglamentos, leyes, etc.) para que su observancia sea efectiva.
El Estado es un verdadero ente social, con todos los atributos y propiedades que
a tales entes reconoce la teoría sociológica. Eso quiere decir que entre los
hombres que componen el Estado hay un recio e indestructible elemento
unificador que es el fin que todos persiguen en común y en torno del cual y por
causa del cual se establece una organización cada vez más perfeccionada y
compleja de normas, servicios y decisiones. Es esa idea objetiva del fin que se
quiere realizar (bien público) y la organización social y política en vista de ese
fin, las que, en última instancia, constituyen el Estado.
Bibliografía
ARELLANO García, Carlos. Primer Curso de Derecho Internacional Público,
séptima edición, editorial Porrúa, México 2009.
BASAVE Fernández Del Valle, Agustín. Teoría del Estado, Preedición,
editorial Trillas, México 2002.
26
González, Héctor, Teoría Política, pp. 311 a 315.
30
GARCÍA Máynez, Eduardo. Introducción al estudio del Derecho, edición
especial, Editorial Porrúa, México 2009.
GONZÁLEZ, María de la Luz. Teoría General del Estado, primera edición,
editorial Porrúa, México 2008.
GONZÁLEZ Uribe, Héctor. Teoría Política, décima quinta edición, editorial
Porrúa, México 2007.
KELSEN, Hans. Teoría general del derecho y del Estado, Universidad
Nacional Autónoma de México, México 2008.
SERRA Rojas, Andrés. Ciencia Política. Primera edición, editorial Porrúa,
México 1964.
SERRA Rojas, Andrés. Teoría del Estado. Décimo primera edición, editorial
Porrúa, México 1990.
31