PDVSA

MANUAL DE INSPECCION
VOLUMEN 3

PROCEDIMIENTO DE INSPECCION

PDVSA N° TITULO

PI–20–01–01 INSPECCION PREVIA A LA LIMPIEZA QUIMICA

0 DIC.90 APROBADA 3

REV. FECHA DESCRIPCION PAG. REV. APROB. APROB.

APROB. FECHA DIC.90 APROB. FECHA DIC.90

E PDVSA, 1983 ESPECIALISTAS

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4 INSPECCION PREVIA A LA LIMPIEZA QUIMICA

El tipo de limpieza depende de la característica del depósito a disolver. La
estructura de una incrustación/depósito depende a su vez del tipo y de la
concentración de impurezas, temperatura, presión del proceso, flujo. Estos
factores varían en cada sistema, por lo cual es indispensable evaluar el tipo de
depósitos mediante la inspección del equipo en cuestión y el análisis químico del
mismo, con la finalidad de determinar si es viable o no la limpieza química y, en
caso de ser positivo, verificar si es adecuada para la remoción del depósito.
Como una guía rápida para el inspector, en la Tabla 1 se suministra una lista de
los compuestos químicos bases de ciertos depósitos inorgánicos y la condición
de presión más típica para su ubicación en equipos. Igualmente, en la Tabla 2 se
presenta la apariencia general de los depósitos orgánicos y el tipo de equipo en
el que es factible encontrarlos.
El análisis químico del depósito será responsabilidad del Departamento de
Operaciones y los resultados serán manejados por el especialista, para la
elaboración del procedimiento de limpieza, y por el inspector designado durante
la limpieza química.
En cuanto a las características del depósito, el inspector deberá conocer tanto su
composición como su distribución en el equipo, espesor y extensión.
En el Anexo A se presenta un diagrama del proceso genérico de evaluación del
depósito como guía para toma de decisiones.
Igualmente se incluye una lista de depósitos industriales comunes así como
sustancias orgánicas e inorgánicas usadas para limpieza química, para que sean
utilizadas de manera referencial.
Estos parámetros serán registrados y graficados de acuerdo con los puntos de
control que el inspector designe, en función al tipo y a la conformación del equipo
o del sistema a limpiar. La razón de ello es que serán las variaciones que se
observen y registren a lo largo de la limpieza hasta el final, la que en última
instancia indicará la efectividad de la misma.
Para verificar rápidamente la adecuación del fluido de limpieza con respecto a la
base del depósito a remover, se suministran las Tablas 3 y 4, las cuales refieren
la aplicabilidad de determinados fluidos de limpieza sobre los depósitos
inorgánicos y los orgánicos.
Para la selección final del fluido de limpieza a utilizar, se debe tomar en cuenta
el efecto de éste sobre el material de construcción del equipo o de los equipos
del sistema a limpiar. Por lo tanto, será responsabilidad del inspector constatar
que tal compatibilidad exista, para lo cual se suministran las Tablas 5 a la 9, las
cuales presentan algunas contraindicaciones en la compatibilidad fluido de
limpieza / material.
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De existir una incompatibilidad, no se permitirá efectuar la limpieza química sin

una reunión aclaratoria entre el especialista responsable de las especificaciones
de la limpieza, el ejecutor, el dueño de los equipos (operador) y el inspector.
Este punto es de particular importancia por cuanto la remoción efectiva de los
depósitos encontrados depende del contacto eficiente entre estos y el fluido de
limpieza; sin embargo, estos últimos, generalmente ácidos y bases fuertes, son
muy agresivos frente al material de construcción, por la cual hay que minimizar
los corrosivos de los mismos.
Para ello el inspector deberá controlar los parámetros descritos en las
especificaciones técnicas para el manejo de los fluidos de limpieza,
específicamente la concentración y la temperatura durante la limpieza química.
Igualmente, deberá constatar la adición del inhibidor de corrosión en la
concentración apropiada y la temperatura del proceso de limpieza en los puntos
críticos (máximos), para evitar la degradación del inhibidor, lo cual permitiría el
ataque corrosivo severo del fluido sobre la superficie metálica del equipo.
La Tabla 10 muestra las limitaciones de temperatura de ciertos fluidos de
limpieza, para mejor control del inspector. En todo caso, deberá establecerse la
temperatura de degradación del inhibidor, la cual por lo general, esta cercana a
los 100°C.
Adicionalmente, el inspector deberá proceder a constatar el estado del sistema
previo a la limpieza, por medio de mediciones de espesor y uso de Rayos X en
ciertos puntos de control; utilizando para ello ultrasonido, radiografías e incluso
de requerirlo, seccionamiento de parte del sistema.
Antes de iniciar la limpieza colocará cupones de corrosión, carretos y/o probetas
para controlar, por pérdidas de peso y/o por medidas de potencial / corriente, la
efectividad del proceso y la pérdida de material asociado.
Una vez verificado el fluido de limpieza, la concentración, la compatibilidad con
el depósito, los parámetros operacionales, la concentración del inhibidor y su
temperatura de degradación, será necesario verificar el método de limpieza y las
facilidades a utilizar para la misma, así como los cambios requeridos en la
configuración del sistema a limpiar, a fin de que sean mínimos los riesgos
asociados a la seguridad de equipos y personal. Por tanto, deberá efectuarse lo
siguiente en adición a los párrafos precedentes:
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– Determinar que partes del equipo no poseen drenaje, de tal forma que puedan
estar protegidos mediante discos o ciegos, o con sellos de agua.
– Revisar y/o retirar todos los instrumentos del equipo. En caso de requerir
instrumentos tales como termómetros a manómetros, se sustituirán sólo para
efecto de la limpieza.
– Se verificará la hermeticidad del sistema mediante llenado total con agua. Se
hará énfasis en aquellas partes, tales como: válvulas, bridas, tomas
enroscadas, sellos y otras.
– Se verificara el aislamiento y/o la remoción de aquellas partes que por su
material y/o construcción, no pueden estar en contacto con los fluidos a usarse
en la limpieza; por ejemplo, bombas de alimentación, válvulas especiales,
visores de vidrio.
– Se chequeará la correcta operación de las válvulas de venteo natural del
equipo y de los drenajes.
– Se verificará el funcionamiento normal y la adecuación de ventiladores, pilotos,
quemadores, mangueras, tanques.
– Se verificará que los puntos o tomas, tanto de entrada como de salida, de los
fluidos a utilizar, posean los diámetros señalados en las especificaciones.
– Se efectuará prueba hidrostática del equipo previo al inicio de la limpieza
química, tomándose, en caso de requerirse, las medidas correctivas.
– Una vez hechos los arreglos mecánicos, así como los circuitos hidráulicos
entre el equipo a limpiar y los equipos para la limpieza, se deberá inspeccionar
rigurosamente la capacidad de la bomba a usar para el desarrollo de la
limpieza. La misma debe tener suficiente potencia para el llenado total
(rebose) del equipo. Esto se prueba mediante un llenado inicial con agua, y
observando el rebose de la misma por el punto más alto (venteo).
– Se verificará la correcta y segura colocación y calibración de los monitores de
corrosión a utilizarse.
– Se constatará la disponibilidad de laboratorio para análisis de campo.
Durante todas las fases de limpieza deberán tomarse las precauciones del caso,
por manejarse productos químicos peligrosos, por lo general ácidos y bases
concentradas.
Adicional cuidado deberá tenerse en sistemas con posible contaminación con
sulfuros, por cuanto de la reacción con ácidos, se genera H2S extremadamente
tóxico capaz de producir la muerte si se inhala por sobre los límites permisibles.
En casos donde se prevea presencia de azufre, se requerirá inspección
constante con detectores para H2S.