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Yahveh

Teónimo en las religiones judeocristianas

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Yahveh,[1] transcripción y pronunciación


hebraísta;[2][3][4][5][6] en hebreo antiguo ‫יהוה‬
(pronunciación tradicionalmente omitida y
por ello desconocida debido a que el
hebreo antiguo se escribía solo con
consonantes);[7][8][9] transliteración del
tetragrámaton «YHWH» o «JHWH»[10] y su
pronunciación conjetural (Yahweh, Yahvé,
Yah y Yavé)[11] es en dicho modo, el
nombre propio utilizado en la Biblia (en la
lengua española; y en muchas otras
traducciones bíblicas) para designar y
diferenciar al Dios de las religiones
judeocristianas. En su forma hebrea es,
según el Antiguo Testamento, el nombre
que Dios utiliza para referirse a sí
mismo,[12][13][14] siendo su significado
presumiblemente una descripción de su
propia naturaleza.[15]

El Tetragrámaton en alfabeto fenicio (1100 a. C. a


300), alfabeto arameo (siglo X a. C. a siglo I) y hebreo
moderno.
Francisco de Goya: "El nombre de Dios",
tetragrámaton hebreo en triángulo, [16] detalle del
fresco La Adoración del Nombre de Dios (conocido
también como La Gloria), 1772.

Desarrollo
El sentido (de la forma: Y H V H; el
Tetragrámaton; es decir, palabra
compuesta de cuatro letras) del nombre
Yahveh ha sido interpretado de formas
muy diversas; y hasta se discute su origen
cultural. No obstante, esta deidad
(asociada también como Elohim), según la
Biblia, indicó que sería llamada Yahveh, y
lo hizo de dos maneras: primero de un
modo indirecto, al aparecer 6.828 veces la
grafía (YHVH)[17] en el antiguo testamento;
y segundo, de manera más explícita, por
ejemplo, en el relato del libro del Génesis.
Aun así, para el tiempo en que el pueblo
judío fue exiliado de esclavo a Babilonia,
parece ser,[18] que ya estaba prohibido
pronunciar su nombre en público[19][20][21]
(excepto por la clase sacerdotal en
privado[22] y los saludos que contenían
este nombre[23]), ya que era sagrado; por
lo que fue creada esta interpretación:
Formada por las cuatro consonantes
hebreas: —Y (iod), H (hei), V (vav) y H (hei)
— que se la denomina también
Tetragrámaton.
Aparentemente la combinación de esas
cuatro letras o tetragrama (que además es
una conjugación de un verbo en hebreo)
permitía evadir el problema de cómo leerlo
correctamente (para no confundirlo con su
raíz verbal hayah o hawah).

La mayoría de los eruditos hacen notar


que este verbo hebreo (hayah) no designa
una mera existencia sino una presencia
viva y activa, y que, por lo tanto, su
conjugación, es decir, el Tetragrámaton
significa:

“Yo existiré por mí mismo” o “Yo


soy el que existe por sí mismo”.
En tal caso, la divinidad que hizo la
promesa respecto a la descendencia de
Abraham es el Dios que es y que sigue
siendo.

La principal preocupación de este


significado es entonces demostrar que
existe una continuidad en la actividad
divina desde la época de los patriarcas
hasta los acontecimientos registrados en
Éxodo 3 (la afirmación del versículo 17 no
es sino una reafirmación de la promesa
hecha a Abraham).

El propio nombre de Yahveh puede, pues,


afirmar la continuación de la actividad de
Dios sobre los hombres en la lealtad a su
promesa. De ahí parece ser que Jesús
transmitiera la siguiente idea: [cita requerida]

«Mi Padre sigue actuando


[ergázetai] y yo sigo actuando
[ergázomai]»

(Juan 5:17).

Podría asegurarse que la perfecta


congruencia de esa idea culmina en el
último libro de la Biblia:

«Yo soy el que es y era y ha de


venir»

(Apocalipsis 1:8).
Las formas que las biblias de habla
hispana emplean como nombre propio de
Dios en el Antiguo Testamento son las
siguientes:

Yahveh (o Yahvé) en el Antiguo


Testamento:

la Biblia Latinoamericana,
la Biblia de Jerusalén,
la Traducción de Cantera-Iglesias,
el Libro del pueblo de Dios, la Biblia,
la Nueva Biblia, Latinoamérica y otras
versiones católicas, así como algunas
para protestantismo.
Jehová (o Jehovah) en el Antiguo
Testamento

la Reina-Valera,
la Traducción de Felipe Scío de San
Miguel,
la Biblia al Día,
la Versión Moderna,
Traducción del Nuevo Mundo de las
Santas Escrituras,
la Versión Torres Amat.

Jehová (o Jehovah) tanto en el Antiguo


Testamento como en el Nuevo
Testamento:
la Traducción del Nuevo Mundo de las
Santas Escrituras.

También aparece el nombre propio de


Dios en la forma abreviada IAH, YAH o
JAH (español antiguo), especialmente en
los salmos. Dicho nombre propio de Dios
se encuentra en el Antiguo Testamento
unas 6000 veces.[24]

Además de este nombre propio, en las


Escrituras se aplican distintos títulos y
atributos para Dios, entre los cuales están:

Adón (Señor); Adonay (mi Señor)


El (véase dios El [o Il])
Elyón
Eloah
Elohim ("dioses" o "el único y verdadero
Dios", dependiendo del contexto)[25]

También se le nombra con sus atributos:

Yhwh-Tzva'ot (Yahweh de los Ejércitos)


Yhwh-Shalom (Yahweh es mi Paz)
Yhwh-Nisí (Yahweh es mi Estandarte)

Etimología
La fuente aceptada que se tiene de la
etimología de Yahveh es la Biblia. Según
ella cita:

Yo soy YHVH (‫ )יהוה‬tu Dios, quien


los sacó de la tierra de Mitzrayim
(Egipto), fuera de la casa de
esclavitud.

Éxodo 20:2[26]

La forma latinizada más popular para el


tetragrámaton "YHVH" es Yahvé (o Iahveh,
en latín) y, durante la Edad Media, lo fue
JeHoVá (o IeHoVa, en latín).

La mayoría de los hebraístas católicos —y


algunos eruditos judíos— entienden que la
pronunciación «Yahveh» es la más
próxima a la original,

"Pronunciación de Yahveh
(según la enciclopedia Católica)
Los Padres y los escritores
rabínicos concuerdan en
representar a Yahveh como un
nombre inefable." [27]

lo cual no implica que haya existido un


concilio para ponerse de acuerdo sino que
coinciden en la pronunciación y en la
importancia del nombre. No obstante,
otros teólogos no están de acuerdo con la
conclusión acerca de la pronunciación.

Aluden que no se la ha naturalizado (o no


es natural a los idiomas actuales como el
español, o por así decirlo que no se apega
a la normas de transliteración)[cita requerida].

Además, apuntan al hecho que no se


conoce a ciencia cierta la pronunciación
original, y que hasta desapareció (por
reverencia y tradición) entre los judíos
(que ordenaban no mencionar el nombre
de Dios para evitar su empleo vano o
profano).

"Pronunciación de Yahveh
(según la enciclopedia católica)
De acuerdo a la tradición
rabínica la verdadera
pronunciación de Yahveh cesó
de usarse en tiempo de Simeón
el Justo quien fue, según
Maimónides, un contempor áneo
de Alejandro el Grande. En
cualquier caso, parece que el
nombre ya no fue pronunciado
después de la destrucción del
Templo". [27]

Entonces concluyen que por siglos de


desuso y aún por la peculiaridad del
idioma hebreo antiguo, en cuyo alfabeto
no existían vocales escritas, hicieron que
la pronunciación exacta se perdiera.[28]

Una pista sobre la etimología de la frase


latinizada Yahvé es la pronunciación de la:
forma abreviada del “Tetragrámaton”, cuya
raíz hebrea es: IáH (‫יה‬: iud + hey). Se la
considera la palabra más antigua para
alabar a este mismo Dios; expresión
contenida en la conocida frase (en todos
los idiomas): aleluyah (Hallelu-YaH:
“alabad a Yah”).

Ahora bien, sobre la forma latinizada


“Jehová”, se sabe que ésta nació de una
tradición sin base etimológica. Desde el
siglo VII d. C., el equipo de Naqdanim o
punteadores (del texto bíblico), empezaron
a fijar las vocales escritas para el hebreo
(porque antes solo se las pronunciaba).
Cuando lidiaron con el nombre de Dios
solamente le asignaron las vocales según
el contexto de las palabras usuales para
Dios:

Elohim (vocales: jataf segol = e (shvá'


original por ser 'alef letra gutural); jolam
jaser = o y jiriq jaser = i)[29]

Adonay (vocales: jataf patáj = a (shvá'


original por ser 'alef letra gutural); jolam
jaser = o y qamatz = a)[30]

Ha-shem (vocales del arameo shemá'=


Ha-shem “el nombre”): shvá' = e y qamatz
= a. “Ha” es el artículo (el, la, los, las), y
Shem ‘(re)nombre’.

Algunos traductores usaron asimilaciones


que no se ajustaban a la pronunciación
tradicional del pueblo hebreo Así, por
ejemplo, si aparecen juntos adonay y
YHVH, a este último le corresponden las
vocales de Elohim o por puro efecto
artístico, las vocales de Hashem;
tomemos por ejemplo el texto hebreo:
‫וּח‬
ַ ‫֛ר‬ Rúaj 'Adonay El espíritu
elohim de 'Adonay
‫ֲאד ָֹנ֥י‬
(escrito 'Elohim
‫הוה‬
֖ ִ ְ‫י‬ YeHoWiH) está sobre
‫ָע ָל֑י‬ 'alay, ya'an mí, porque
‫ַ֡י ַען‬ mashaj Hashem
Hashem me ungió.
֩‫ָמ ַשׁח‬
(escrito
‫הוה‬
ָ֨ ְ‫י‬ YeHVaH) 'otí.
‫א ִ ֹ֜תי‬

Isaías 61:1[31]

De modo que el traductor español antiguo


creyó ver en la secuencias letra-vocal del
Nombre Divino una real pronunciación,
mas aquello era sólo una convención al
momento de leer el Nombre. Como se
puede ver, se concentró en la forma más
abundante, YeHoVaH, y de ahí pasó como
Jehovah, asunto lejano del original hebreo,
pues es finalmente el resultado de las
consonantes del nombre YHVH, con las
vocales del título “mi Señor”: adonay.[28]

Significado

Acerca del significado del nombre, se


trataría de una combinación de las formas
de pasado (‫)היה‬, presente (‫ )הוה‬y futuro
(‫ )יהיה‬de la raíz del verbo ser, para indicar
la eternidad de la existencia divina.[32]
Asimismo se trataría de la forma
causativa del mismo verbo, significando ‘el
que causa el ser’. Muchos otros nombres
en árabe y hebreo responden a esa forma,
lo que parece avalar esta hipótesis.

De acuerdo con otros eruditos, se trataría


de la forma acusativa, estado imperfecto,
del verbo hebreo havah (‫הוָ ה‬,
ָ ‘respirar’,
‘existir’). Entonces Yahweh significaría: ‘ÉL,
que HACE EXISTIR’.[33] A pesar de todo,
algunos han llegado a conjeturar que el
nombre de Dios: YaHVeH, es una
derivación del verbo hebreo hayah (‫היָ ה‬,ָ
ser) que se podría traducir en la parte
donde se revela a Moisés como: «Yo seré
el que seré»;[34] aunque aquí se plantean
dudas, pues Moisés le consultó en tiempo
presente, y esta respuesta dejaría un
“vacío” en relación al tiempo. Es por ello
que la traducción más aceptada es la
utilizada en la Versión de los LXX o
Septuaginta: “Yo Soy el que Soy”, aunque
se le puede reducir a YO SOY, como
expresa la misma Torá.

Pronunciación
Al analizar la pronunciación; a causa del
desuso de su forma originalmente
hablada (u oral); de las características de
la grafía hebrea antigua (abyad); que
empleaba solamente las consonantes y
por ende el desconocimiento de las
vocales implicadas (en su escritura); es
difícil indicarla exactamente en la
actualidad.

Cuando (alrededor del siglo VII) se


comenzaron a emplear signos adicionales
para mostrar las vocales en el texto bíblico
(los llamados puntos masoréticos o
nequdot), en el nombre divino no se los
utilizó, para conservarlo tal como estaba,
sin vocales, para según sus escritores
respetar el mandamiento de (que de esta
forma se evitaría) usarlo en vano. El
mandamiento bíblico interpretado de esta
forma es el siguiente:

No tomarás el ‫֥ א ִת ָ ֛שּׂא‬
nombre de Jehová tu ‫הו֥ה‬
ָ ְ‫ת־שׁם־י‬
ֽ ֵ ‫ֶא‬
Dios en vano; ‫ֱא ֶ ֖הי לַ ָ ֑שּׁוְ א‬
porque no dará por ֙‫ִ ֣כּי ֤ א יְ נַ ֶקּה‬
inocente Jehová al ‫הו֔ה ֵ ֛את‬
ָ ְ‫י‬
que tomare su ‫ר־יִשּׂא‬
֥ ָ ‫ֲא ֶשׁ‬
nombre en vano. ‫ת־שׁ ֖מוֹ‬
ְ ‫ֶא‬
‫לַ ָ ֽשּׁוְ א׃ פ‬

Éxodo 20:7[35]

Debido a ello, y a las distintas reglas para


transliterarla al alfabeto latino en distintos
idiomas, existen múltiples
pronunciaciones del nombre.

Las pronunciaciones Jehová y


Yahveh

Normalmente los hebraístas sugieren que


la pronunciación más exacta del
tetragrama sería ‘Yahvé’ (a veces se
escribe una hache final para indicar que en
hebreo existe una ‫‘( ה‬he’), pero no se
pronunciaría porque se trataría de una
'mater lectionis'; por este motivo se puede
encontrar escrito también ‘Yahveh’). En la
Biblia se encuentra la palabra ‫( יָ ה‬Yah)
como abreviatura del nombre sagrado
(Salmo 89:8)[36] y en la expresión ‫ַה ְלּלוּ יָ ה‬
(hallelû Yah, ¡Aleluya!, ¡Alabemos a Yah!)
en los Salmos 104:35[37] y 150:1,6;[38] y en
Apocalipsis 19:1-6.[39] Otra abreviatura es
Yáhu, que se encuentra, por ejemplo, en
los nombres de Isaías (Yesha'eyahu) y
Jeremías (Yirmeyáhu) ¿Cuál sería la última
vocal? En Éxodo 3:14 Dios pone en
relación su nombre con el verbo ser, y, de
hecho, el verbo ser en hebreo es ‫היה‬
(HYH), aunque una forma más antigua
sería ‫( הוה‬HWH). Dada la semejanza con
el nombre divino, viendo todos los datos
reunidos, la forma ‫ יהוה‬parece tratarse de
un Hifil imperfecto en tercera persona
masculino singular (él hace que llegue a
ser); si es así, esta forma se debería
pronunciar Yahwé.

Las transliteraciones griegas del nombre


divino que hicieron los escritores
cristianos, a saber, I.a.bé o I.a.ou.é, pueden
indicar lo mismo. Sin embargo, no hay
unanimidad entre los eruditos en cuanto a
la pronunciación exacta; otras
pronunciaciones posibles serían Yahuwa,
Yahuah, Yahwuéh, JãHôH[40] o Yehuah.[41]
Una objeción a la pronunciación Yahvé es
que también existe la forma abreviada
Yehóh (o, más abreviada todavía, Yoh), que
se halla en la grafía hebrea de los
nombres Yehoshafat (trasliterado al
español como Josafat), Yehú (trasliterado
al español como Jehú), Yehoshuá
(trasliterado del hebreo al español como
Josué y del griego al español como
Jesús).

En el tiempo en que se escribe la Biblia


Hebrea esta lengua carecía de signos que
representaran las vocales: sólo se
escribían las consonantes. Las vocales se
conocían por tradición. En los siglos VI y
VII d.C. los masoretas inventan un sistema
de puntos colocados sobre las
consonantes o debajo de ellas para indicar
qué vocal se debía pronunciar en cada
sílaba. Hacía mucho tiempo no se
pronunciaba ya el tetragrama ‫( יהוה‬YHWH),
sino que en su lugar se decía ‫ֲאדֹנַ י‬
(Adonay, es decir, Señores); los
traductores de la Biblia Hebrea al griego,
tres siglos antes de la era cristiana, ya
reflejan esta práctica al traducir el
tetragrama como ‘κύριος’ (kýrios, Señor).
Los masoretas, que con sus vocales
quieren ayudar a leer correctamente el
texto pero al mismo tiempo desean
respetar el texto sagrado y sus
consonantes, recurren a una práctica
llamada el qeré-ketiv (que en arameo
significa leído-escrito): sobre las
consonantes (texto escrito) escriben las
vocales de la palabra que se debe
pronunciar (texto leído). Así pues, sobre
las consonantes YHWH escriben las
vocales de adonay. Se debe considerar
que la primera ‘a’ se trata de una
semivocal (el llamado jatef pataj) que
cambia a shewa si no se encuentra bajo
una gutural (en 'adonay está bajo la
gutural alef); por este motivo, transliterado
al alfabeto latino, lo que encontramos hoy
en la Biblia Hebrea es yehowah. Cuando el
tetragrama aparece (raramente) después
de la palabra adonay (‫אדֹנַ י יהוה‬,
ֲ adonay
YHWH, Señores YHWH), para no
pronunciar adonay adonay, los masoretas
usan las vocales de ‫( ֱא ִהים‬elohîm, Dios).
Por eso a veces encontramos ‫יְ הֹוִ ה‬
(yehowih): en este caso la expresión
completa se pronuncia adonay elohîm.

Esto se desconocía cuando en el


Renacimiento hay una vuelta a las fuentes
y se estudian de nuevo los textos
originales hebreos. Entonces muchos
autores piensan que el nombre de Dios
escrito en la Biblia Hebrea es Yehowah. En
esa época normalmente se escribía en
latín y en latín la jota servía para
transliterar la yod, y la uve para transcribir
la waw. Por este motivo se solía escribir
Jehovah lo que hoy en día
transcribiríamos como ‘Yehowah’.
Recordemos que recién a comienzos del
s. XIX —a través de estudiosos como
Champolión y otros— pudo ser descifrado
el significado de los jeroglíficos egipcios,
por lo que el conocimiento que hoy en día
se ha alcanzado de los idiomas de la
antigüedad y que permite corregir viejos
errores, en aquellos siglos no existía.

Escritura
En los antiguos textos hebreos sólo se
escribían las consonantes, es decir, las
vocales no figuraban. Cuando el lector
llegaba a la palabra formada por el
tetragrama “YHVH”, y debido a una
tradición judía no bíblica, no podía
pronunciar “Yahveh”, ni tampoco el híbrido
“Yehowa”, porque el nombre de Dios,
según dicha tradición, era impronunciable.
Sin embargo, para no ir contra esta norma,
cuando el lector llegaba a “YHVH”
pronunciaba “Adonay” (mi Señor).

Con el tiempo, cuando se adoptó el uso de


escribir las vocales, y ya que los lectores
antiguos omitían leer el tetragrama YHWH,
remplazando su pronunciación con la
palabra “Adonay”, se combinaron las
vocales de esta palabra (“a” débil, “o” y “a”)
sobre las consonantes de “YHVH”,
resultando una palabra híbrida, un nuevo
escrito: “YeHoVaH” (hay que tener en
cuenta que la “a” débil de “Adonay” no es
soportable bajo la “yod” inicial de “YHVH”,
convirtiéndose en “e” débil). Por tanto,
según esta hipótesis respaldada por
ciertos biblistas, la palabra “Yehovah” sería
el tetragrama “YHVH” con las vocales de
“Adonay”.

El Tetragrámaton
Debido a que se ha utilizado
predominantemente de manera escrita,
por su grafía se lo denomina también
Tetragrámaton (del griego τετρα-
γράμματον, tetra-grámmaton ‘cuatro
letras’). En hebreo es usual también la
expresión ‫( השם‬haShem, ‘el nombre’).

Uso del Tetragrámaton

Esta forma de escritura apareció debido a


que en algún momento surgió entre los
Sacerdotes la idea de que seria
inapropiado revelar el Nombre Divino
(representado por el Tetragrámaton). No
se sabe, a ciencia cierta, qué base hubo
originalmente para dejar de pronunciar el
nombre. Pero se consideran varias
hipótesis, cada una con sus puntos a favor
y en contra. Hay quien cree que esta
escritura surgió de la enseñanza de que el
nombre era tan sagrado que no lo debían
pronunciar.

Sin embargo, cualquiera que hubiese sido


el propósito de tal creencia, lo cierto es
que éste dejó de pronunciarse a tal grado
que hoy se desconoce por completo la
vocalización de esta escritura; esto, a su
vez, fue una de las causas que han
originado las discusiones sobre las
variaciones existentes en su
pronunciación.

Tal como no se sabe con seguridad la


razón o razones originales por las que dejó
de usarse el nombre divino, de la misma
manera hay mucha incertidumbre en
cuanto a cuándo se arraigó realmente esta
costumbre.

Los copistas judíos insertaron en el


Tetragrámaton los puntos vocálicos de
’Adho·nái o de ’Elo·hím, seguramente para
advertir al lector de que pronunciara esas
palabras en lugar del nombre divino. Por
supuesto, en las copias posteriores de la
Septuaginta griega de las Escrituras
Hebreas, el Tetragrámaton se hallaba
completamente reemplazado por Ký·ri·os
y The·ós.

Las traducciones a otros idiomas, como la


Vulgata latina, siguieron el ejemplo de las
copias posteriores de la Septuaginta. Por
esta razón, la versión Scío San Miguel,
basada en la Vulgata, no contiene el
Nombre divino, aunque sí lo menciona en
sus notas. Otro tanto ocurre con la versión
Torres Amat (excepto en unas pocas
ocasiones que sí aparece), mientras que
La Biblia de las Américas emplea SEÑOR o
DIOS para representar el Tetragrámaton en
las Escrituras Hebreas cada vez que
aparece, lo mismo se puede decir de La
Nueva Versión Internacional.

El Tetragrámaton hebreo en
composiciones y contextos
diversos
Inscripción paleohebraica de Lajish, №3

Estela moabita de Mesha, Museo del


Louvre
Biblia sefardi, 1385

Pacto de Dios con abraham, grabado por


Wenceslas Hollar, siglo XVII.
Estrella de Elías

Portada de la Biblia del rey Jacobo,


Inglaterra, 1611.[42]
Cielorraso de la sacristía de la Catedral de
Toledo, por Luca Giordano, siglo XVII

Vestimenta litúrgica, Suecia, 1730


Shiviti, panel con menorá de la Sinagoga
Asquenazí Ari, Safed

Escudo Trinitario, Iglesia de Landa en


Halland, Suecia, 1804
Vitral con estrella de David, Catedral de
Winchester, siglo XIX

Shiviti, panel con menorá de la Sinagoga


de Nozyk, Varsovia, 2007

Diferentes grafías a través de


la historia

Diversos escritores antiguos usaron


grafías distintas. A este respecto, la
Enciclopedia Católica indica algunas:

IAO

IAO en griego (ΙΑω ) tomado de un medallón.

Iao: según Diodoro de Sicilia (1.94);


Iao: los seguidores de Valentin (Ireneo,
Adv. Haer. 1.4.1, en P. G. 7, col. 481);
Iao: Orígenes (in Joh. 2.1, en P. G. 14,
col. 105);
Iaou: Clemente de Alejandría (Strom.
5.6, en P. G. 9, col. 60);
Iaoth: Ireneo (Adv. Haer. 2.35.3, en P. G.
7, col. 840);
Ieuo: Porfirio (Eus., Praep. Evang. 1.9, en
P. G. 21, col. 72);
Ia o Iabe: Epifanio (Adv. Haer. 1.3.40, en
P. G. 41, col. 685);
Iaho: Seudo-Jerónimo (Breviarium in
Pss., en P. L. 26, 828);
Iehieh: Jacobo de Edessa (cf. Lamy: La
science catholique, 1891, p. 196);
πιπι: ciertos escritores del griego que
transcribían el Nombre Divino hebreo
πιπι (p-i-p-i), por su similitud con las
letras hebreas (según Jerónimo, en
Ep. XXV ad Marcell, en P. L. 22, col. 429).
Iabe: los samaritanos (según Theodoret,
en Quaestiones in Éxodum 15, en P. G.
80, col. 244);

Yahweh

Según la Enciclopedia Católica, esta


vocalización se generó al incluir en el
Tetragrámaton las vocales de la forma
samaritana de pronunciar el nombre,
según la obra de Theodoret.

El lector juicioso percibirá que la


pronunciación samaritana Jabe
probablemente es la que más se
acerca al sonido verdadero del
Nombre Divino; los otros escritos
primitivos transmiten únicamente
abreviaturas o corrupciones del
nombre sagrado. Insertando las
vocales de Jabe en el texto
consonántico hebreo original,
obtenemos la forma Yahvé
(Yahweh), que ha sido generalmente
aceptada por los modernos eruditos
como la verdadera pronunciación
del Nombre Divino. No meramente
está estrechamente conectada con
la pronunciación de la antigua
sinagoga por medio de la tradición
samaritana, sino que permite la
legítima derivación de todas las
abreviaturas del nombre sagrado
en el Antiguo Testamento

Enciclopedia Católica

Sin embargo, si bien muchos eruditos


están de acuerdo con ello, esto último no
tiene consenso universal, el profesor
francés Gertoux argumenta lo siguiente:

[Debo hacer] una observación al


libro de Theodoret (Quaestiones in
Éxodum, cap. XV), que es citado
muy a menudo como soporte a la
pronunciación yahweh, debido a la
siguiente sentencia: «El nombre de
Dios es pronunciado Iabe». Esta
observación es verdadera, pero
Theodoret especifica que está
hablando de los samaritanos, y
agrega que los judíos pronunciaban
este nombre aïa.

En otro libro (Quaestiones in I


Paral., cap. IX) escribe que «la
palabra netinéo significa en hebreo
‘regalo de Iaô’, quien es Dios». De
acuerdo a Theodoret había tres
diferentes formas, pero lo que
Theoderet probablemente ignoraba
es que en esa época había muchos
sustitutos del nombre. Al revisar el
período anterior a la destrucción
del templo, el Talmud (Sotah 7,6
Tamid 33b) deja claro que en la
liturgia se utilizaban sustitutos del
nombre. Estos sustitutos eran
numerosos, como muestra la
literatura de aquel tiempo (2 M
1:24-25; 15:3; Si 23:4; 50:14-19). El
griego Iaô (el cual viene del antiguo
hebreo Yahu) y el samaritano Iabe
(que viene del arameo Yaw) no son
la pronunciación del único nombre
YHWH. El nombre Aïa
probablemente representa la
transcripción de la forma ’Ehyeh.
Aun si el nombre Yahweh es
ampliamente usado, sus bases son
muy inciertas. Por eso la mayoría
de los eruditos prefieren la forma
YHWH. En la actualidad hay dos
tipos de teorías: 1) unos eruditos
piensan que la forma YHWH es
equivalente a su etimología ‘Él es’ y
obtienen la forma Yahveh, Yahwoh,
etc.; 2) otros tratan de leer sólo la
filología en el nombre.

Por ejemplo, el erudito francés


Antoine Favre d'Olivet usó Ihôah en
su traducción de la Biblia (1823), el
traductor judío Samuel Cahen usó
Iehovah en toda su Biblia (1836), el
doctor judío J. H. Levy prefirió el
nombre Y'howah (1903), y así por el
estilo.

Gérard Gertoux [43]

Otras maneras de escribir Yahveh

En el texto bíblico aparece también la


forma abreviada Yah (en inglés Jah), sobre
todo en el Libro de los Salmos. Esta forma
parte de la conocida expresión hebrea
aleluya, que significa ‘¡alaben a Yah!’.
Asimismo la forma abreviada del Nombre
Divino aparece incluida en el significado
de muchos nombres hebreos. Esa forma
Yah se utiliza ahora principalmente entre
los rastafaris de Jamaica.
Al escribir el Nombre de Dios los judíos lo
hacían así: YHVH, cuatro consonantes, sin
vocales. Lo más curioso es que, por
respeto al Nombre de Dios y a que
algunos rabinos empezaron a enseñar que
pronunciar el Nombre de Dios acarreaba
un castigo eterno, la pronunciación de
YHVH cayó en desuso. Al llegar a esa
palabra, se inclinaba la cabeza, se hacía
una pausa y proseguía la lectura.
[cita requerida] Con el correr de los siglos y de
tanto no pronunciar YHVH, se olvidaron de
cómo eran las vocales y, cuando quisieron
recuperarlas, los que leían la Escritura ya
no sabían cuáles eran. Fueron unos sabios
judíos, entre los siglos VI y X después de
Jesucristo, quienes empezaron a escribir
la lengua hebrea con vocales. Fue toda
una novedad, pero una ayuda muy grande
para quienes no sabían leerla bien. Idearon
una serie de puntos y rayitas que ponían
por encima, dentro o por debajo de las
consonantes (las llamadas masoras, que
derivaron en los textos masoréticos). La
palabra YHVH los frenó. Ni ellos sabían
qué vocales poner.[cita requerida] Entonces se
les ocurrió tomar las vocales de la palabra
hebrea Adonai,[44][45] que quiere decir
‘Señor’, y las intercalaron entre las
consonantes de YHVH. Sin adentrarse en
disquisiciones lingüísticas,[46] fue así
como surgieron la palabra Yehovah y sus
variaciones.

Según el Catecismo de la Iglesia (209), los


cristianos proclaman la divinidad de
Jesucristo dándole el título de Adonay
(Adonai), ‘Señor’. Hoy día los judíos de
origen español, cuando llegan a YHVH, por
lo general lo sustituyen por ha-Shem que
en hebreo quiere decir ‘el Nombre’,
mientras que los judíos originarios del
Este europeo dicen sin más Adonai, ‘Señor’
(lit.: ‘mi Señor (en plural mayestático)’).

Iehoua
El nombre del Creador expresado a través de la forma
"Iehouah". Traducción latina del Séfer Ietzirá (Libro de
la Creación—‫)ספר יצירה‬, París, 1552.

En el siglo XV Nicolás de Cusa fundó un


hogar de ancianos en Cusa. Ahora, ese
antiguo edificio alberga la biblioteca de
Cusa, en la que hay más de trescientos
manuscritos. Uno de estos es el Códice
Cusano número 220, en el que figura el
sermón que pronunció Nicolás de Cusa en
1430, titulado “In principio erat verbum”
(En el principio era el Verbo). Allí Nicolás
de Cusa empleó la grafía en latín Iehoua
para referirse al nombre Jehová. En el
folio 56 se encuentra la siguiente
afirmación respecto al nombre divino:

“Dios lo ha dado. Es el
Tetragrámaton, es decir, el nombre
compuesto por cuatro letras. [...]
Este es, sin duda, el santísimo y
supremo nombre de Dios”.

Así, lo que Nicolás de Cusa declaró


concuerda con el hecho de que el nombre
de Dios se halla en el texto original de las
Escrituras Hebreas (Éxo. 6:3).
Jehová

El término Jehová se discute


principalmente por tres motivos, su origen,
si corresponde a la pronunciación original,
y si es correcto su uso en idiomas como el
español.

Para muchos el término Jehová se


considera una traducción, e incluso otros
grupos han postulado que no tendría
relación con el nombre en hebreo. En
cambio otros lo han calificado como la
forma más común y frecuente de
traducción a idioma español que usamos
al traducir otros nombres del hebreo a
idiomas como el español, en el que se
realiza el cambio de Y a J; y otros grupos
incluso indican que sería la pronunciación
original.[cita requerida]

Aun cuando de orígenes latinos y, por


ende, cercanos a la Iglesia católica, el
nombre de “Jehovah”, en los tiempos
modernos, se ha caracterizado por ser
revindicado mayormente por
denominaciones protestantes. Algunos
judíos actuales (tanto tradicionales como
mesiánicos), seguidos por la Iglesia
católica, la Iglesia ortodoxa, las iglesias
siríacas y cópticas, y algunas iglesias
protestantes (por ejemplo, algunas
iglesias bautistas), se inclinan por las
formas «Yahweh», o bien, «Yahveh».

Hipótesis del origen de la palabra


Jehová

Con respecto al uso del término Jehováh


(Jehová), la Enciclopedia Católica explica:

Algunos eruditos han sostenido


recientemente que la palabra
Jehováh data sólo del año 1520.
Drusisus pone a Peter Galatinus
como el inventor de la palabra
Jehováh, y a Fagius como
propagador en el mundo de los
eruditos y comentadores. Pero los
escritores del siglo dieciséis,
católicos y protestantes están
perfectamente familiarizados con la
palabra. Galatinus mismo pone la
forma como conocida y recibida en
su tiempo. Además, Drusius la
descubrió en Porchetus, un teólogo
del siglo catorce. Finalmente la
palabra es encontrada incluso en la
Pugio fidei de Raymund Martin, una
obra escrita cerca de 1270.
Probablemente la introducción del
nombre de Jehováh predata incluso
a R. Martin. [...] No sorprende
entonces que esta forma haya sido
considerada como la verdadera
pronunciación del Nombre Divino
por eruditos como Michaelis, Sier y
otros.
[24]

"Jehovah" en Éxodo 6:3


. Versión inglesa de la Biblia del rey Jacobo,[47]
(Inglaterra, 1611).

La hipótesis más conocida sobre el origen


de la palabra Jehová indica que estaría al
calcar erróneamente la grafía alemana en
que la j representa el mismo fonema (la
consonante aproximante palatal, [j]) que la
i española, lo mismo que ocurre con el
nombre Jesús (en hebreo Yeshua’ o
Yehoshua’), Jeremías (en hebreo
Yirmeyahu) y otros, que usamos
frecuentemente sin problemas a pesar del
cambio de Y a J. La elección de una forma
escrita u otra se debe por lo general a
motivos históricos. En español, las
ediciones católicas del texto bíblico que
no usan sustitutivos como «Señor» o
«Dios» optan por Yahveh. En cambio, las
ediciones protestantes que muestran el
Tetragrámaton emplean Jehová.

Con respecto a la hipótesis de la fusión


del término Adonay y el Tetragrámaton,
Gérard Gertoux explica que la palabra
Yahowah (YHWH + Adonay ) “jamás ha
sido usada en ninguna Biblia” y agrega que
“El patrón gramatical (imaginario) que
implica un cambio de 'a' a 'e' nunca ha
existido”. Luego citando del libro De
l'harmonie entre l'église et la synagogue
(De la armonía entre la iglesia y la
sinagoga) por el rabino Paul Drach editado
en 1842 explica que la pronunciación
Yehovah era lógica porque “estaba en el
acuerdo con el principio de todos los
nombres teofóricos”, pero contradictoria
con Ex 3:14, en contraposición con Yahvé
que era la forma samaritana. Referente a
la terminación “ah” por lo general
representa el femenino en hebreo, como
Sarah o Deborah; sin embargo, esto no es
definitivo, pues palabras como Yehudah
(Judá), y Yonah (Jonás) tienen la misma
terminación, siendo claramente
masculinas.

Algunos usos de la palabra Jehová


en contextos no bíblicos

“Jehová”, o “Jehovah”, ha llegado a ser


extensamente conocido como el nombre
de Dios hasta en contextos no bíblicos, en
sociedades protestantes, como la
alemana o la inglesa.
El Nombre Jehová Sobre el Frontis de una Iglesia en
Noruega

Franz Schubert compuso la música para


el poema lírico titulado La Omnipotencia,
escrito por Johann Ladislav Pyrker, en el
cual el nombre Jehová aparece dos
veces.
También se utiliza al fin de la última
escena de la ópera Nabucco, de
Giuseppe Verdi.
Además, el oratorio “El rey David”, del
compositor francés Arthur Honegger, da
prominencia al nombre Jehová, y el
autor francés Victor Hugo lo usó en más
de 30 obras suyas. Tanto él como
Lamartine escribieron poemas que
llevaron el título Jehová.
En el libro Deutsche Taler ('el tálero
alemán'), publicado en 1967 por el
Banco Federal de Alemania, hay una
ilustración de una moneda de las más
antiguas con el nombre “Jehovah”, un
Reichstaler de 1634 del ducado de
Silesia. Respecto a lo representado en el
reverso de la moneda, dice: “Bajo el
radiante nombre JEHOVAH,
levantándose de en medio de nubes, hay
un escudo coronado que lleva el blasón
silesiano”.
En un museo de Rudolstadt, Alemania
Oriental, puede verse sobre el cuello de
la armadura que usaba Gustavo Adolfo
II, un rey sueco del siglo XVII, el nombre
JEHOVAH en letras mayúsculas.
El nombre de Yahvé-Dios aparece bajo
la forma 'Jehová' en un monasterio de
Bordesholm, Alemania;[cita requerida]
En una moneda alemana con fecha de
1635;[cita requerida]
Sobre la puerta de una iglesia en
Fehmarn, Alemania.[cita requerida]
En una lápida de 1845 en
Harmannschlag, Baja Austria.
[cita requerida]

El escritor inglés Robert Graves, en su


novela histórica Rey Jesús, conjetura
una pronunciación similar a [ʒjevoā]
([yievoáa]), basado en los comentarios
de varios autores, entre ellos el
mitógrafo Cayo Julio Higinio (Fábulas
277), el padre de la Iglesia Clemente de
Alejandría, Orígenes y Filón de Biblos.
[cita requerida]

El erudito español Miguel de Unamuno,


catedrático de griego y rector de la
Universidad de Salamanca, en el prólogo
de su famosa nívola, Niebla, usa el
nombre Jehová al referirse al concepto
creativo, al compararse a sí mismo
como creador de sus personajes.
También en su novela Abel Sánchez,
donde se hace una lectura del pasaje
del Génesis de Caín y Abel, usa una
traducción de las Santas Escrituras
donde emplea el nombre Jehová.[48]

Así, por siglos la forma Jehová (Jehovah)


ha sido una forma de pronunciar el
nombre de Dios que cuenta con
reconocimiento internacional dentro de la
“doctrina evangélica”.[49] Como dijo el
profesor Gustav Oehler: “Este nombre
ahora ha llegado a estar más naturalizado
en nuestro vocabulario, y no puede ser
reemplazado”. (Theologie des Alten
Testaments [Teología del Antiguo
Testamento]).[50]

Pero es aceptado en un porcentaje


estadístico mínimo en las teologías
cristianas mayoritarias como la católica y
la ortodoxa.

Yahveh como nombre propio de


Dios en caracteres hebreos
Tetragrámaton en la Capilla del Palacio de Versalles,
Francia.

Tetragrámaton en la AsamKirche, Múnich, Alemania.

Detalle de un ángel con el nombre de


Dios, hallado en la tumba del papa
Clemente XIII en la basílica de San
Pedro de la Ciudad del Vaticano.
Moneda con el nombre de Dios. Con
fecha de 1661, en Núremberg, Alemania.
Tetragrámaton con un texto en latín. El
texto, en latín, dice: «Bajo la sombra de
tus alas».
Basílica católica en Fourvière, Lyon
(Francia). Tetragrámaton en la
decoración.
Catedral de Bourges (Francia).
Tetragrámaton en la decoración.
Iglesia en La Celle Dunoise (Francia).
Tetragrámaton en la decoración.
Iglesia en Digne, en el sur de Francia.
Tetragrámaton en la decoración.
Iglesia en São Paulo (Brasil).
Tetragrámaton en la decoración.
Catedral de Estrasburgo (Francia).
Tetragrámaton en la decoración.
Catedral de San Marcos, Venecia (Italia).
Tetragrámaton en la decoración.
Iglesia de Sant Lluís, Menorca (España).
Tetragrámaton gigante en el
campanario.
Iglesia de San Carlos, Metepec
(México). Tetragrámaton en el Altar.

Uso de Yahveh en la Biblia


El profesor francés Gérard Gertoux —quien
se presenta como especialista en el
tetragrámaton, y que además fue
presidente de la Association Biblique de
Recherche d'Anciens Manuscrits
(Asociación Bíblica de Investigación de
Manuscritos Antiguos)— considera que la
pronunciación más cercana sería
[Y.eH.oW.aH] y que la forma Yahweh sólo
sería una manera teológica y no lingüística
de transliterar el nombre usada en contra
de la verdadera pronunciación.[51]

La Enciclopedia Católica dice al respecto:

«La forma abreviada de Jeho [usada


en muchos nombres propios
hebreos] supone la forma completa
Jehováh. Pero la forma Jehováh no
puede explicar las abreviaturas
Jahu y Ja, en tanto que la
abreviatura Jeho podría ser
derivada de otra palabra».

Enciclopedia Católica

Aun así no todos los expertos están de


acuerdo con esta última declaración:

Con respecto a ello, el profesor Gérard


Gertoux indica que el término jahu (Yahu)
significa ‘Yah mismo’, y ja (Yah) es una
abreviatura del nombre, con lo cual la
forma Jehová aún podría ser posible.[52]

Nombres teofóricos
La Enciclopedia Católica continúa:

Entre los 163 nombres propios que


llevan un elemento del nombre
sagrado en su composición, 48
tienen yeho o yo al inicio, y 115
tienen yahu o yah al final. Mientras
que la forma Yahveh aparece en tal
composición.[..] Por otra parte,
Driver (Studia biblica, I, 5) ha
mostrado que estas formas cortas
son las abreviaturas regulares del
nombre completo

Enciclopedia Católica

Veamos algunos ejemplos bíblicos de


nombres de persona que incluyen una
abreviación del nombre divino. Jonatán,
que en la Biblia hebrea es Yo·na·thán o
Yehoh·na·tán, significa “Yeho o Yahowah
ha dado”, indica Buchanan. Así mismo,
considera que el nombre hebreo del
profeta Elías, ´E·li·yáh o ´E·li·yá·hu, quiere
decir: “Mi Dios es Yahu o Yahu-wah”.
Igualmente, el nombre hebreo Yehoshafat
(Josafat), Yeho-sha·fát, significa “Yeho ha
juzgado”. La tabla siguiente muestra
algunos ejemplos más de este tipo de
nombres y su pronunciación en hebreo.
Hebreo Versión
Transliteración Transcripción Versión popular Significado
antiguo hebraísta

Yahveh,
‫יהוה‬ YHWH Yhwh[53] Yahvé[54] Desconocido
Jehová[55]

Abreviación de
‫יהּ‬ yâhh Yah Yah Yah, Jah
Yahveh

Yahveh es
‫יהושׁע‬ yehôshûa‛ Yeshúa[56] Josué[57]
salvación

Yahveh ha
‫יוסף‬ yō·sêp̄ yehôsêph Yosef José
añadido.[58]

‫יאשׁיּהו‬ yô'shîyâh Yoshiah Josías Curado por Yah

‫יהוּא‬ yêhû' Yehú Jehú Yah es Él

‫יהואשׁ‬ yehô'âsh Yehoás Jehoás Dado por Yahveh

‫יאזניהוּ‬ ya'ăzanyâh Yaazaniah Jaazanías Yah escucha

‫יאתרי‬ ye'âtheray Yaterai Jeaterai Guiado por Yah

‫יברכיהוּ‬ yeberekyâhû Yeberequías Jeberequías Yah bendice

‫ידידיה‬ yedîydeyâh Yedidías Jedidías Amado por Yah

‫ידיה‬ yedâdâh Yedadías Jedadías Alabado por Yah

‫ידעיה‬ yeda'yâh Yedaías Jedaías Yah ha sabido

Yahveh ha
‫יהואחז‬ yehô'âchâz Yehoacaz Jehoacaz
medido

Yahveh ha
‫יהוזבד‬ yehôzâbâd Yehozabad Jehozabad
provisto

Yahveh ha
‫יהוחנן‬ yehôchânân Yehohanán Jehohanán
donado

‫יהוידע‬ yehôyâdâ‛ Yehoiadá Jehoiadá Yahveh sabe

‫יהויכין‬ yehôyâkîyn Yehoiaquín Jehoiaquín Yahveh establece

‫יהויקים‬ yehôyâqîym Yehoiaquim Jehoiaquim Yahveh alza

‫יהויריב‬ yehôyârîyb Yehoiarib Jehoiarib Yahveh lucha

‫יהונדב‬ yehônâdâb Yehonadab Jehonadab Yahvheh lo quiere


‫יהונתן‬ yehônâthân Yenathán Jonathán o Yahveh ha dado
Yonathán

Yahveh ha
‫יהועדּה‬ yehô‛addâh Yhoadá Jehoadá
engalanado

‫יהועדּן‬ yehô‛addân Yhoadán Jehoadán Yahveh se alegra

‫יהוצדק‬ yehôtsâdâq Yosedec Jehozadac Yahveh es justo

Yahveh es
‫יהורם‬ yehôrâm Yoram Jehoram
exaltado

‫יהושׁבע‬ yehôsheba‛ Yehosebá Jehosebá Yahveh ha jurado

Yahveh es una
‫יהושׁבעת‬ yehôshab‛ath Yehosabeat Jehosabeat
promesa

Yahveh ha
‫יהושׁפט‬ yehôshâphâṭ Yehosafat Jehosafat
juzgado

‫יבחר‬ yibchar Ibhar Yah escoge

‫יבניה‬ yibneyâh Ibneías Yah construye

‫יבניּה‬ yibnîyâh Ibnías Edificado por Yah

‫יגדּליהוּ‬ yigdalyâhû Igdalías Yah es grande

Algunos hacen notar que en la mayoría de


los casos el nombre divino incorporado en
los nombre propios hebreos se pronuncia
yeho- o yehu-, nunca yahvé-, pero ello es
por una regla gramatical que consiste en
transformar el prefijo Yah- en: yeho-, yehu,
yo-, cuando el nombre propio es trisílabo.
Ej. el Nombre Divino Yahweh es bisílabo,
en cambio el Nombre Yehôshûa es
trisílabo. Por ende algunos judíos
mesiánicos en su afán de preservar la
integridad exacta de la pronunciación del
Tetragrámaton suelen ponunciar Yashua,
en vez de Yeshu'a.

Lo más probable es que los entendidos


prosigan con el debate. Los judíos dejaron
de pronunciar el nombre del Dios
verdadero antes de que los masoretas
elaboraran el sistema de puntuación
vocálica. Por ende, no hay forma
concluyente de demostrar qué vocales
acompañaban a las consonantes YHWH
(‫)יהוה‬. Con todo, los nombres de algunos
personajes bíblicos —cuya pronunciación
correcta nunca se perdió— constituyen
una clave innegable sobre la
pronunciación del nombre divino en la
antigüedad. Por esta razón, al menos
algunos eruditos coinciden en señalar que,
al fin y al cabo, la pronunciación Jehová no
debe ser considerada “equivocada” en
otros idiomas tales como el español, en el
que igualmente usamos frecuentemente
sin problemas el cambio de Y a J al
traducir otros nombres del hebreo a estos
idiomas.
Por lo tanto si bien la forma Yahveh (con
sus variantes) es la preferida en algunos
círculos, no se tiene absoluta seguridad de
que efectivamente sea la pronunciación
que utilizaban los antiguos israelitas o
que, además, este hecho obligue a que
estas pronunciaciones deban usarse en
otros idiomas. Así, la diversidad de
variantes indica que no se debe considerar
a alguna de ellas como una manera
inexacta o errónea de verter el
Tetragrámaton.

Hipótesis sobre el origen del


concepto
Hipótesis documental

De acuerdo a la llamada hipótesis


documental, que defiende la teoría de que
el texto bíblico se compone de varias
fuentes independientes compiladas y
ordenadas por los escribas israelíes hacia
la época de Esdras y Nehemías, el uso del
nombre Yahveh es característico de una
de las fuentes originales, a cuyo hipotético
autor o autores, se denomina «Tradición
yahvista».

Entre los textos cuya autoría se adscribe a


la Tradición yahvista se incluyen la
segunda versión de la creación, en
Génesis, la primera parte del Éxodo, la
recepción de los Diez Mandamientos, así
como muchas otras partes del Génesis, el
Éxodo y Números.

Probablemente sean las fuentes más


antiguas conservadas en el texto bíblico,
aunque se conocen testimonios
independientes de algunas de sus fuentes,
entre ellas el poema de la bendición de
Jacob (utilizado en Génesis y el poema del
cantar del mar, empleado en Éxodo.

Los fragmentos bíblicos de la Tradición


yahvista son sin duda los más elocuentes
del texto, y el crítico literario Harold Bloom
ha considerado a su autor el más capaz e
influyente escritor de la literatura
universal. En el texto masorético —en el
cual se basan las versiones actuales de la
Biblia hebrea— el tetragrámaton aparece
6.823 veces, más que cualquier otra forma
alternativa; las diferencias con el texto de
la Septuaginta —basado en otros
manuscritos— son pequeñas.

El nombre Yahveh en el
antiguo testamento y otros
textos sagrados
Manuscritos del Tanaj o
Antiguo Testamento
En los manuscritos antiguos que aún se
conservan podemos ver el desarrollo de la
temática del tetragrámaton a través de los
tiempos. Si bien los textos en hebreo son
los más influyentes haremos una
referencia también a los textos griegos y
de otros idiomas.

Texto hebreo

Hoy en su mayor parte el nombre divino se


ha conservado en su forma original en los
antiguos manuscritos hebreos, por
ejemplo el Códice de Leningrado (texto
conservado en Rusia), utilizado para la
Biblia Hebraica Stuttgartensia (o «BHS»), el
Tetragrámaton aparece 6.828 veces y está
marcado con puntos equivalentes a
vocales de modo que lea Yehwáh, Yehwíh
y varias veces Yehowáh, como en Génesis.
En la edición del texto hebreo por
Ginsburg los puntos vocálicos insertados
hacen que YHWH se lea Yehowáh.

Como ya se ha dicho en ocasiones


anteriores a lo largo de este artículo, los
judíos comenzaron a sustituir el nombre
divino por los títulos Señor y Dios (Adonay
y Elohim respectivamente), primero en la
pronunciación y luego incluso en la
escritura hay pruebas que demuestran que
los soferim (escribas) judíos alteraron el
texto hebreo original de YHWH a Adonay
en 134 lugares.[59] Una reseña sobre esta
costumbre se encuentra en la obra de
Ginsburg que dice:

“Hemos visto que en muchos de


estos ciento treinta y cuatro casos
en que el texto recibido de la
actualidad dice Adonaī en
conformidad con esta masora,
algunos de los mejores MSS. y
ediciones antiguas emplean el
Tetragrámaton, y surge la
pregunta: ¿Cómo predominó esta
variación? No hay que ir muy lejos
para hallar la explicación. Desde
tiempo inmemorial los cánones
judíos decretaron que el nombre
incomunicable ha de pronunciarse
Adonaī como si estuviera escrito
‫’[ ינרא‬Adho·nái] en vez de ‫הוהי‬
[YHWH]. Por lo tanto, nada fue más
natural para los copistas que poner
como sustitución la expresión que
presentaba lo que se había de
pronunciar en lugar del
Tetragrámaton que les estaba
prohibido pronunciar”.

Gins.Mas, tomo IV, p. 28, sec. 115

Según la misma obra en sus páginas 368 y


369 los Soferim cambiaron el
Tetragrámaton por el sustituto Elohim en 8
lugares más.
A pesar de existir, esta práctica no fue
generalizada, entre los escribas hebreos y
gracias a ello, aún sabemos que el
Tetragrámaton existe. Por otra parte los
masoretas —nombre por el que se llegó a
conocer a los copistas siglos después de
Cristo— se dieron cuenta de las
alteraciones que habían hecho los soferim
y las registraron en el margen o al final del
texto hebreo. Estas notas marginales
llegaron a conocerse como la masora, y
han servido en muchos casos para
restituir el nombre a su lugar original en
todo el Antiguo Testamento.

Textos griegos y otros idiomas


La más antigua traducción del texto
hebreo de la Biblia al griego, conocida
como la Septuaginta o versión de los
Setenta, también nos puede dar
información sobre el nombre divino. Hoy
en día una parte de las copias más
completas de la Septuaginta datan de los
siglos III y IV después de Cristo
aproximadamente. En éstas el nombre
divino está reflejado por los títulos Señor
(Kyrios) y Dios (Theós) así como los
manuscritos del Siglo I y II, del Nuevo
Testamento donde los Evangelistas,
vertieron de la misma manera el
Tetragramatón como “Señor” o “Dios”, se
puede mencionar en relación a la
Septuaginta, la colección “Chester Beatty”,
algunos de los cuales se mencionan en
AEB p. 1071. Los manuscritos números
961-963,965-968, cubriendo Génesis (2),
Números y Deuteronomio, Isaías,
Jeremías, Ezequiel y Ester, Daniel, que
datan del principio del segundo siglo
hasta finales del tercero d.C., no contienen
ningún ejemplo del tetragrámaton.
Tampoco lo contienen los papiros de esta
colección, P45,46,47, datando del tercer
siglo d.C.[60] Importante mencionar que se
encuentran manuscritos de 200 años
antes de la Era Cristiana que tampoco
colocan el tetragramatón como el “P. Ryl.
GK. 458” que se encuentran en la
colección “John Rylands”,[61] de la
Universidad de Mánchester desde
1936.[62] Este manuscrito ha sido usado
en discusiones sobre el tetragrámaton,
aunque actualmente contiene espacios en
blanco en los lugares en donde algunos
eruditos (como C. H. Roberts) creen que
contenía letras.[63] Según Paul E. Kahle, el
tetragrámaton debió haber sido escrito en
el manuscrito en donde aparecen esas
alteraciones o espacios blanqueados.[64]

Lo mismo se puede decir de la Peshitta


siríaca, originalmente escrita en el siglo
V d. C., que utiliza el término Mar·ya
(‘Señor’), en lugar del Tetragrámaton.
La versión Vulgata (en latín) usa Dominus
[dóminus] (‘Señor’), y fue realizada a
finales del siglo IV (en el 382 d. C.) por
Eusebio Jerónimo.

Sin embargo, descubrimientos posteriores


han revelado manuscritos antiguos que
conservan el tetragrámaton en caracteres
hebreos dentro del texto griego, como por
ejemplo: AqBurkitt, AqTaylor, LXXVTS 10a,
LXXVTS 10b, LXXIEJ 12, 4Q LXX Levb, Papiro
LXX Oxirrinco 1007, Papiro LXX Oxirrinco
3522, Papiro LXX Oxirrinco 5101,
Ambrosiano O 39 sup., SymP.Vindob. G.
39777, y el Papiro Fouad 266, entre los
1500 manuscritos y 297 códices de
fechas posteriores[65] que no presentan el
nombre de Dios en su forma hebrea sino
que lo vierte como “Señor” o “Dios”.[66]

Nombre Yahveh en la Septuaginta

El Papiro P. Ryl. GK. 458 de la Colección Ryland que


pertenece al Libro de Deuteronomio tiene un espacio
en blanco en lugar de YHWH (el tetragrámaton) (200
años antes de Cristo). Según creen eruditos, como C.
H. Roberts, contenía letras. Según Paul E. Kahle, el
tetragrámaton debió haber sido escrito en el
manuscrito.
Como se comentó anteriormente los
textos más completos de la Septuaginta
que se encuentran disponibles hoy, son
más de 1500 manuscritos y 297 códices
que se remontan algunos, a dos siglos
antes de la Era Cristiana como el
manuscrito P. Ryl. GK. 458,[67][68] y el
Papiro Fouad 266.

A pesar que la Septuaginta se encuentra


escrita en griego, el Papiro Fouad 266 es
un manuscrito que mantiene el nombre
divino en su forma hebrea, en algunos
pasajes del Deuteronomio. A continuación
se señalan los lugares en donde el
manuscrito en papiro presenta el
tetragrámaton:

Papiro Fouad 266[69] (por su número de


inventario) Este papiro, hallado en
Egipto, fue fechado del primer siglo
antes de Cristo. Vierte el nombre divino
por el Tetragrámaton escrito en
caracteres hebreos cuadrados en los
siguientes lugares: Dt 18:5, 5, 7, 15, 16;
19:8, 14; 20:4, 13, 18; 21:1, 8; 23:5; 24:4,
9; 25:15, 16; 26:2,7, 8, 14; 27:2, 3, 7, 10,
15; 28:1, 1, 7, 8, 9, 13, 61, 62, 64, 65; 29:4,
10, 20, 29; 30:9, 20; 31:3, 26,27, 29; 32:3,
6, 19. Por lo tanto de 266 fragmentos
hallados, de esta colección el
Tetragrámaton aparece 49 veces en
lugares identificados de Deuteronomio.
Además, en esta colección el
Tetragrámaton aparece tres veces en
fragmentos no identificados, a saber, en
los fragmentos 116, 117 y 123.

Al comentar sobre este papiro, Paul Kahle


escribió en Studia Evangelica, editado por
Kurt Aland, F. L. Cross, Jean Daniélou,
Harald Riesenfeld y W. C. van Unnik

“Una característica del papiro es el


hecho de que el nombre de Dios se
vierte mediante el Tetragrámaton
en caracteres hebreos cuadrados.
Un examen de los fragmentos del
papiro que se han publicado,
emprendido a petición de mí por
Pater Vaccari, resultó en que él
llegara a la conclusión de que el
papiro, que debe haberse escrito
aproximadamente 400 años antes
del Códice B, contiene quizás el
texto más perfecto que nos ha
llegado de Deuteronomio como lo
presenta la Septuaguinta”.

Berlín, 1959, p. 614

El manuscrito mencionado anteriormente


que se encuentra en la Biblioteca John
Rylands,[61] de la Universidad de
Mánchester desde 1936 y datado a
mediados del segundo siglo a.C., que no
contiene el tetragrámaton perteneciente
también al Libro de Deuteronomio. Este es
el P. Ryl. GK. 458.[62][70] La edición AEB de
estudios Bíblicos de la Watchtower,
considera a este manuscrito “digno de
mención especial”[cita requerida] a pesar a
que este manuscrito no sirve de sustento
a su hipótesis de que en el 200 a.C. se
referían a Jehová a través del
Tetragramatón, puesto que no contiene el
Tetragrámaton, ni tampoco coloca el título
“Señor” o “Dios”, sino que deja espacios
vacíos en el lugar donde correspondería
dicho nombre divino; una hipótesis es que
el escriba no se atrevió a escribir el
nombre de Dios, probablemente por
supersticiones, y otra es que el nombre
apareció, pero fue borrado más tarde; la
parte de este manuscrito que se encuentra
en mejor estado es el correspondiente a
Deuteronomio.

Es importante mencionar los Rollos de


Qumrán, que vierten el nombre de Dios en
la forma “IAO”, como el manuscrito bíblico
4Q120. Cabe destacar que se encontraron
otros documentos de las actividades en
las sinagogas y la vida cotidiana en Israel,
que dan muestra del desuso (por parte de
los judíos de dicha región) del nombre
Dios, siendo este sustituido por el título de
“Señor”.[71]
Nombre Yahveh en el Nuevo
Testamento

A diferencia del Antiguo testamento


escrito preferentemente en hebreo con
porciones en arameo, el Nuevo
Testamento fue escrito originalmente en
griego koiné o común. En los manuscritos
más antiguos encontrados, los cuales
datan preferentemente del siglo III en
adelante, el tetragrámaton como tal no
existe, sólo encontramos los términos
Kyrios (Señor) y Theos (Dios). Esto ha
llevado a muchos a la conclusión que los
cristianos desecharon el Tetragrámaton.
Algunas razones para ello serían:
1. Los cristianos hicieron citas bíblicas
no de los manuscritos hebreos sino
de la septuaginta en donde el nombre
ya había sido reemplazado.[72]
2. Los manuscritos hallados durante los
siglos I y II son consistentes con el
Antiguo Testamento de la
Septuaginta y son fiables las
escrituras.[73]
3. Los cristianos dejaron de usar el
nombre divino por que en su época
no se usaba ni se entendía, de
hechos los padres de la Iglesia
Cristiana Primitiva citan a partir de la
Septuaginta.[74]
4. Se dejó de usar el nombre tal como el
judaísmo tradicional en sus
escrituras hebreas colocaba, en
Alejandría de habla griega después
de la dispersión o diáspora se
encontraban buena parte de los
judíos que se convirtieron al
cristianismo y sus escrituras no
reflejaban ya 200 años antes de la
Era Cristiana, el Tetragramatón.
5. Los creyentes de la Santísima
Trinidad aseguran a partir de la
evidencia recabada, más de 5000
manuscritos del Nuevo Testamento,
que la ausencia del tetragramatón
era sinónimo de que los cristianos
adoraban a Jesucristo (el Señor).
[cita requerida]

Sin embargo, no todos están de acuerdo


con los puntos anteriores, para muchos
parece por lo demás extraño la súbita
desaparición de un nombre que tiene tanta
preponderancia en todo el Antiguo
Testamento. Con respecto a ello, R. B.
Girdlestone, anterior director del Wycliffe
Hall (Oxford), presentó la siguiente
premisa:

“Si aquella versión [la Septuaginta]


hubiera retenido el término
[Jehová], o siquiera hubiera
utilizado una palabra griega para
Jehová y otra para ’Ădônây, es
indudable que tal uso se habría
retenido en los discursos y
argumentaciones del Nuevo
Testamento. Así nuestro Señor, al
citar el Salmo 110, en lugar de
decir, ‘Dijo el Señor a mi Señor’,
hubiera podido decir ‘Jehová dijo a
’Ădônîy’”.

y siguiendo con la misma línea de


argumentación continúa:

“Supongamos que un erudito


cristiano estuviera dedicado a
traducir el Nuevo Testamento al
hebreo, y que tuviera que
considerar, cada vez que apareciera
la palabra Κύριος, si había algo en
el contexto que diera indicación de
su verdadera representante hebrea.
Esta es la dificultad que surgiría en
la traducción del Nuevo Testamento
a todos los lenguajes si se hubiera
dejado que el título Yahveh se
mantuviera en el Antiguo
Testamento de la Septuaginta. Las
Escrituras hebreas serían una guía
en muchos pasajes. Así, allí donde
aparece la expresión ‘el ángel del
Señor’, sabemos que el término
‘Señor’ representa a Yahveh. A una
conclusión similar es a la que se
llegaría con la expresión ‘la palabra
del Señor’ si se siguiera el
precedente establecido por el
Antiguo Testamento. Lo mismo
también en el caso del título ‘el
Señor de los ejércitos’. Pero allí
donde aparece la expresión ‘mi
Señor’ o ‘nuestro Señor’ sabríamos
que el término Yahveh sería
inadmisible, y que el término a
utilizar debería ser ’Ădônây o
’Ădônîy”.

Sinónimos del Antiguo Testamento,


traducción y adaptación de
Santiago Escuain, 1986, pág. 51

Como se ha considerado anteriormente,


se han descubierto fragmentos que
conservan el Tetragramatón en su forma
hebrea en el texto de la Septuaginta que
datan en un Universo de 1500 manuscritos
y 297 códices.

De cualquier manera, los expertos no


ponen en duda la autenticidad de los
manuscritos del Nuevo Testamento. Cabe
destacar la singular posición de la
denominación cristiana testigos de
Jehová en este tema, que creen que los
escribas cristianos “borraron” el nombre
de Dios y este debe ser “restaurado” para
“evitar confusión entre Jesús y Jehová (el
Padre)”[75]):
“Que se sepa, en la actualidad no
hay en existencia ningún
manuscrito original o autógrafo de
la Biblia. Sin embargo, la Biblia se
ha conservado de forma exacta y
confiable debido a que los copistas
bíblicos en general aceptaron las
Escrituras como inspiradas
divinamente y buscaron perfección
en su ardua labor de producir
copias manuscritas de la Palabra
de Dios”.

Ayuda para entender la Biblia AEB


(p.1070).

Por ello en cuanto al Tetragramatón en el


Nuevo Testamento (al igual que con el
Antiguo) encontramos dos opiniones muy
diferenciadas:

Los que piensan que es erróneo utilizar


el nombre de Dios, ya que no hay
manuscritos que lo respalden (5000
manuscritos del N.T. desde el Siglo II
dan fe de la transmisión por lo menos
de un 40% del N.T. puede verificarse
hasta fechas tempranas del
cristianismo)[76][77]

La mayoría de las traducciones comunes


siguen esta premisa, por lo que los
términos Señor y Dios son los únicos que
aparecen.
Los que consideran importante e
imprescindible hacer una
“restauración” del nombre al lugar que
“le corresponde”.

En tiempos modernos, la Traducción del


Nuevo Mundo de las Santas Escrituras,
traducción por los testigos de Jehová, se
ha hecho conocida y frecuentemente
criticada por incorporar el Tetragrámaton
bajo la forma Jehová 237 veces en el
Nuevo Testamento. Más que por evidencia
arqueológica que lo sustente, las
creencias y deducciones de la
denominación cristiana son el motivo
principal de este cambio en su traducción.
Uso del Tetragrámaton en
diferentes versiones de la
Biblia

Como ya se ha señalado, en la actualidad


existe incertidumbre sobre la verdadera
pronunciación del nombre del dios judío y
eso ha repercutido directamente en su
uso. Muchas personas se asombran al
encontrar el nombre del dios judío en su
ejemplar bíblico, algunas lo incluyen
algunas veces, otras lo omiten por
completo o lo sustituyen por títulos, otras
lo colocan. Hoy en día existen tres
posiciones más o menos definidas en
cuanto a ello:
1. Aquellos que no consideran
apropiado usar el nombre, y lo
sustituyen por expresiones y/o títulos
como “Señor” o “Dios”
Por ejemplo: Cuando J. M. Powis
Smith y Edgar J. Goodspeed
produjeron una traducción moderna
de la Biblia al inglés en 1935, los
lectores hallaron que en la mayoría
de los lugares se habían usado
SEÑOR y DIOS como sustitutivos para
el YHWH. La razón se explicó en un
prólogo:

"En esta traducción hemos seguido


la tradición judía ortodoxa y
sustituido el nombre 'Yahweh' por
'el Señor' y la frase 'el Señor
Yahweh' por la frase 'el Señor Dios'.
En todos los casos en que ‘Señor’ o
‘Dios’ representa un 'Yahweh'
original empleamos letras
mayúsculas de tamaño pequeño".

Entonces, aconsejando un proceder que


varía en gran manera del de la tradición de
los judíos que leían YHWH pero lo
pronunciaban “Señor”, el prólogo dice:

"Por tanto, basta con que el que


desee retener el sabor del texto
original lea 'Yahweh' dondequiera
que vea SEÑOR o DIOS”!
En 1952 se publicó en inglés la Revised
Standard Version (Versión Normal
Revisada) de las Escrituras Hebreas, y en
esta Biblia, también, se pusieron
sustitutivos para el nombre YHWH. Esto
fue notable, porque la American Standard
Version, (Versión Normal Americana)
original, de la cual ésta fue una revisión,
usó el nombre Jehová (en su forma
Jehovah) por toda la Biblia Hebrea. Por
eso, la omisión del Tetragrámaton fue un
sobresaliente cambio de proceder. ¿A qué
se debió esto?
En el prólogo de la Revised Standard
Version, leemos:
"Por dos razones el Comité ha
vuelto al uso más familiar
empleado por la Versión del Rey
Jaime [es decir, omitir el nombre de
Dios]: 1) La palabra ‘Jehovah’ no
representa con exactitud ninguna
forma del Nombre que se haya
usado en hebreo; y 2) el uso de
cualquier nombre propio para el
Dios que es uno y único, como si
hubiera otros dioses de los cuales él
tuviera que ser distinguido, fue
descontinuado en el judaísmo antes
de la era cristiana y es enteramente
inapropiado para la fe universal de
la Iglesia cristiana".
Los editores de la Biblia de las Américas
dan la siguiente explicación sobre la
forma de traducir el Tetragrámaton en su
versión:

EL NOMBRE DE DIOS. Para el


nombre de Dios hay varias palabras
en hebreo: uno de los más comunes
es “Elohim”, traducido ‘Dios’; otro
es “Adonai”, traducido ‘Señor’; pero
el nombre asignado a Dios como su
nombre especial o su nombre
propio, tiene en hebreo estas cuatro
letras: “YHWH”. Este no era
pronunciado por los hebreos debido
a la reverencia que tenían a lo
sagrado de este nombre de la
divinidad, y lo sustituían por otro
de los nombres de Dios. La versión
griega del Antiguo Testamento,
conocida como la Septuaginta
(LXX), o versión de los Setenta,
traduce “YHWH” generalmente por
“Kurios” (‘Señor’), y la Vulgata
Latina, que tuvo también una gran
influencia en la traducción de la
Biblia a muchos idiomas, lo traduce
por “Dominus” (‘Señor’). En La
Biblia de las Américas® hemos
usado el nombre de “SEÑOR” (todo
en mayúsculas) para traducir el
Tetragrámaton. Cuando este
nombre ocurre junto al nombre
hebreo “Adonai” (‘Señor’) entonces
“YHWH” es traducido “DIOS” (todo
en mayúsculas) con la nota
correspondiente. Algunas versiones
traducen este nombre por “Jehová”
(o “Jehovah”) y otras por “Yahvé” (o
“Yahveh”).

La Biblia de las Américas Nueva


Biblia de los Hispanos The
Lockman Foundation

En 2008, la Congregación para el culto


divino y la disciplina de los sacramentos
de la Iglesia católica solicitó a todas las
conferencias episcopales que modificaran
las traducciones de la Biblia que usan en
la liturgia de manera tal que se evite la
expresión Yahveh y se sustituya por
“Señor” o “el Señor”.[78]
La Santa Sede, siguiendo una directiva de
Benedicto XVI, pide omitir el término
«Yahvé» en la Liturgia, oraciones y cantos
(septiembre de 2008). El texto explica que
este término debe traducirse de acuerdo al
equivalente hebreo «Adonai» o del griego
«Kyrios».[79]

1. Aquellos que utilizan alguna forma


conocida en el idioma local (en el
caso del español Yahveh o Jehová)
solo en el Antiguo Testamento.
Éste es el comentario de los
traductores de la American Standard
Version (Versión Normal Americana)
de 1901:

“[Los traductores] llegaron a


la convicción unánime de que
una superstición judía, que
consideraba al Nombre Divino
como demasiado sagrado
para pronunciarlo, ya no debe
dominar en la versión en
inglés del Antiguo Testamento,
ni en ninguna otra [...] Este
Nombre Conmemorativo,
explicado en Éx. III, 14, 15, y
enfatizado vez tras vez como
tal en el texto original del
Antiguo Testamento, designa
a Dios como el Dios personal,
como el Dios del pacto, el Dios
de la revelación, el Libertador,
el Amigo de su pueblo [...] Este
nombre personal, con su
caudal de asociaciones
sagradas, se restaura ahora al
lugar a que tiene derecho
indiscutible en el texto
sagrado”.

De modo similar, en el prólogo de la


Elberfelder Bibel original alemana leemos:

“Jehová. Hemos retenido este


nombre del Dios del Pacto de Israel
porque el lector ha estado
acostumbrado a él por años”.
Steven T. Byington, traductor de The Bible
in Living English (La Biblia en inglés vivo),
explica por qué usa el nombre de Dios:

“La grafía y la pronunciación no


son de gran importancia. Lo que es
de gran importancia es mantener
claro el punto de que éste es un
nombre personal. Hay varios textos
que no pueden ser entendidos
debidamente si traducimos este
nombre por un sustantivo común
como ‘Señor’ o, mucho peor, un
adjetivo sustantivado [por ejemplo:
el Eterno]”.
El caso de otra traducción, por J. B.
Rotherham, es interesante. Él usó el
nombre de Dios en su traducción, pero
prefirió la forma Yahweh. Sin embargo, en
una obra posterior, Studies in the Psalms
(Estudios sobre los Salmos), publicada en
1911, regresó a la forma JeHoVaH. ¿Por
qué? Explica:

“JEHOVAH.— El empleo de esta


forma inglesa del nombre
Conmemorativo (Éxo. 3:18) en la
actual versión del Salterio no brota
de duda alguna en cuanto a que la
pronunciación más correcta sea
Yahweh; más bien, únicamente de
evidencia práctica, seleccionada
personalmente, de lo deseable que
es mantener la comunicación con el
oído y el ojo públicos en un asunto
de esta clase, en que lo principal es
la intención de que se reconozca
fácilmente el nombre Divino”.

1. 1. La Versión Reina-Valera,
publicada por las Sociedades
Bíblicas Unidas, de 1909,
1960 y 1995, utiliza Jehová en
su texto principal por todo el
Antiguo Testamento. La Reina
Valera Contemporánea -RVC-
(2009, 2011) reemplaza el
nombre Jehová por “Señor”.
2. La Versión Torres Félix Amat
(Católica), utiliza Jehová en
Salmos 82:19 [83:18] e Isaías
42:8.
3. La Versión Latinoamericana
(Católica), usa Yavé en
algunas ocasiones y “Señor”
en otras.
4. La Versión Reina-Valera 1990,
publicada por la Sociedad
Bíblica Emanuel, utiliza El
Eterno en la mayoría de las
ocasiones, pero en otras, lo
sustituye por Señor.
5. La Versión Reina-Valera
2009 , publicada por La
Iglesia de Jesucristo de los
Santos de los Últimos Días,
utiliza Jehová en su texto
principal por todo el Antiguo
Testamento.
2. Aquellos que utilizan alguna forma
conocida en el idioma local (en este
caso solo Jehová) tanto en el Antiguo
Testamento como en el Nuevo
Testamento.

En la introducción de la Traducción del


Nuevo Mundo de las Santas Escrituras
(con Referencias), en español, edición de
1987, editada por los Testigos de Jehová
se da la siguiente razón para el uso del
nombre divino también en el Nuevo
Testamento originalmente escrito en su
totalidad en griego:

MÉTODO: Puesto que la Biblia


expone la sagrada voluntad del
Señor Soberano del universo, sería
una gran ofensa —en realidad, una
afrenta a su majestad y autoridad—
eliminar o esconder su singular
nombre divino, que aparece
claramente en el texto hebreo casi
7.000 veces como ‫( יהוה‬YHWH). Por
lo tanto, la característica principal
de esta traducción es que restituye
el nombre divino al lugar que
legítimamente le corresponde en el
texto en español. Esto se ha
realizado empleando 6.973 veces en
las Escrituras Hebreas y 237 veces
en las Escrituras Griegas Cristianas
la intercalación “JeHoVá”, de
aceptación general en español

El comité de traducción de la Biblia


Traducción del Nuevo Mundo de las
Santas Escrituras respalda la restitución
del nombre divino en el Nuevo Testamento
basándose en 28 traducciones bíblicas
realizadas entre los años 1385 y 1986 d.C.,
traducciones que no son manuscritos
originales, sino otras traducciones, para
lectores hebreos de nuestra era, y algunas
traducciones al inglés y otros idiomas.[80]

Nombre Yahveh fuera de la


Biblia

La pronunciación y el uso del nombre


divino no siempre estuvo prohibido u
oculto, la propia Biblia da fe del extenso
uso dado al tetragrámaton por parte del
pueblo judío y otras naciones en el
pasado.

De fuentes extra bíblicas, también hay


prueba del uso extenso que se daba al
nombre divino en la antigüedad.
En 1961 se descubrió una cueva sepulcral
antigua a poca distancia al sudoeste de
Jerusalén. En las paredes de esta cueva
había inscripciones hebreas que
aparentemente datan de la segunda mitad
del siglo VIII a.C. Las inscripciones
contienen declaraciones por el estilo de
“YHWH es el Dios de toda la tierra”.[81]

En 1966, se publicó un informe acerca de


pedazos de vasijas de barro con escritos
hebreos hallados en Arad, en la parte sur
de Israel. Esta escritura se efectuó en la
segunda mitad del siglo VII a.C. Uno de los
escritos era una carta particular a un
hombre llamado Eliasib. La carta empieza
así: “A mi señor Eliasib: Que YHWH
inquiera por tu paz”. Y termina: “Él mora en
la casa de YHWH'”.[82]

En 1975 y 1976, arqueólogos que


trabajaban en el Néguev descubrieron una
colección de inscripciones hebreas y
fenicias sobre paredes de yeso, grandes
jarros de almacenaje y vasijas de piedra.
Entre las inscripciones se hallaba la
palabra hebrea para Dios, así como el
nombre de Dios, YHWH, en letras hebreas.

En Jerusalén misma, en 1983 se


descubrió una tirilla enrollada de plata,
que aparentemente databa de antes del
destierro en Babilonia. Los investigadores,
encontraron escrito en la tira de plata el
nombre de YHWH en hebreo.[83]

El documento de la figura es una carta procedente de


Tell ed Duweir, Lakís; contiene seis líneas de texto y la
lectura de las cinco primeras es como sigue: ['l 'dny
y'ws ysm yhwh 't 'dny sm't sl m 't kym 't kym my 'bd k
klb ky zkr 'dny 't (')bdh y'(ob,)kr yhwh 't] A mi señor
Yaosh: Que YHWH sea propicio a mi señor sobre las
nuevas de paz en este mismo día, en este mismo día.
Y tu siervo, un perro, porqué mi señor se acuerda de
su siervo? Que YHWH entristezca...
Otro ejemplo del uso del nombre de Dios
se halla en las llamadas Cartas de Laquis.
Estas cartas, escritas en tiestos, fueron
halladas entre los años 1935 y 1938 en las
ruinas de Laquis, una ciudad fortificada
que figuró prominentemente en la historia
de Israel. Parece que fueron escritas por
un oficial de una avanzada de Judá a su
superior, llamado Yaos, que se hallaba en
Laquis, aparentemente durante la guerra
entre Israel y Babilonia hacia el fin del
siglo VII a.C.

De los ocho tiestos leíbles, siete


comienzan su mensaje con un saludo
como éste: “¡Que YHWH haga que mi
señor vea esta temporada con buena
salud!”. En total, el nombre de Dios
aparece 11 veces en los siete mensajes, lo
cual indica claramente que el nombre de
YHWH se empleaba cotidianamente para
fines del siglo VII a.C.[84]

La estela moabita como se fotografió alrededor de


1891.
Incluso algunos gobernantes paganos
conocían y usaban el nombre divino al
referirse al Dios de los israelitas. Así, en la
estela de Mesa, el rey Mesa de Moab se
jacta de sus hazañas militares contra
Israel y, entre otras cosas, declara:

“Kemos me dijo: ‘¡Ve, priva de Nebo


a Israel!’ De modo que fui de noche
y peleé contra él desde rayar el alba
hasta el mediodía, y lo tomé, y los
maté a todos [...] Y tomé de allí los
vasos de YHWH, y los arrastré
delante de Kemos”

.[85]
Fuera de la Biblia, éste es probablemente
el registro más antiguo del uso del nombre
divino.

Con referencia a estos usos no bíblicos


del nombre de Dios, cabe señalar que
quienes apoyan el término Jehová como
pronunciación original, indican que el
Theologisches Wörterbuch zum Alten
Testament (Diccionario teológico del
Antiguo Testamento), en el tomo 3,
columna 538, dice:

“Así, unas 19 pruebas documentales


del Tetragrámaton en la forma
jhwh testifican a este respecto en
cuanto a lo confiable del T[exto]
M[asorético]; se puede esperar más,
sobre todo de los Archivos de
Arad”.

(Traducción del alemán.)

aunque hay que tener en consideración


que esta última referencia realmente es
muy discutida y la gran mayoría de
eruditos acepta como original el
Tetragrámaton YHWH.

También la etapa de ocultamiento o de no


pronunciación sobrepasó el uso bíblico.

En el sistema de numeración hebreo se


otorga a cada letra un significado
numérico, según su orden en el alfabeto.
Los números 15 y 16 deberían escribirse
como “10 + 5” (yohdh + he') y “10 + 6”
(yohdh + waw), respectivamente. Como
estas dos expresiones son abreviaturas
del Tetragrámaton, en su lugar escriben “9
+ 6” y “9 + 7”.

Roma

En Roma se produjo un sincretismo entre


diferentes dioses con Yahveh, mientras
que Tácito y Plutarco lo identificaron como
Dionisio.[86][87][88] Otros lo identificaron
con Júpiter debido a la similaridad de sus
otros nombres, Jehová con Jove; por sus
características físicas y psicológicas; sus
actos con los mortales; y por la
sincretización con un tercer dios, Sabacio.

Véase también
Nombres de Dios en el judaísmo
El (dios semítico)
Elohim
Alá

Referencias
1. «Jehovah (Yahweh) - Encyclopedia
Volume - Catholic Encyclopedia -
Catholic Online» . catholic.org (en
inglés). Consultado el 22 de diciembre
de 2016.
2. Génesis, 1835, p. civ.
3. Theol. Briefe, I, 1862, pp. 524-27.
4. El Pentateuco, V, 1865, pp 269-84
5. "De Godsdienst van a Israel", I,
Haarlem, 1869, pp 379-401
6. Studien, I, pp. 213-18
7. Josefo, historiador judío,
Antigüedades Judías, libro II, cap. XII,
sec. 4.
8. El libro del pueblo de Dios, la Biblia,
por Levoratti-Trusso
9. Hebräische Grammatik del Profesor
Rudolf Meyer.1992 De Gruyter
Studienbücher (Verlag) 978-3-11-
013694-4 (ISBN)
10. Diario Nieuwsblad van het Noorden
11. Países Bajos, Nicolaas Goetzee, 1762
la Biblia Staten (autorizada por el
Estado), Portada
12. The New International Dictionary of
New Testament Theology (El nuevo
diccionario internacional de teología
del Nuevo Testamento), tomo 2,
página 649
13. The Imperial Bible-Dictionary (edición
de P. Fairbairn, Londres, 1874, vol. 1,
pág. 856).
14. The Catholic Encyclopedia, 1913,
tomo VIII, pág. 329
15. Éxodo 3:15 ; Diccionario Ilustrado de
la Biblia, p. 455
16. Se trata de un símbolo cristiano
sutilmente relacionado con la noción
de Trinidad.
17. Theologisches Handwörterbuch zum
Alten Testament, tomo 1, publicado
por E. Jenni y C. Westermann, 3.a ed.,
Munich y Zurich, 1978, cols. 703, 704.
18. The Mishnah, traducción al inglés de
H. Danby, Londres, 1954, págs. XIV, XV
19. Yoma 6:2
20. Sota 7:6
21. Sanhedrin 10:1
22. Sanhedrin 7:5
23. Berajot 9:5
24. EnciclopediaCatolica.com/J/Jehovah.
htm (Enciclopedia Católica en línea).
25. Si recurrimos al uso de la palabra
Elohim en el estudio de su significado,
encontramos que en su sentido propio
denota el verdadero Dios o falsos
dioses, y que metafóricamente se
aplica a jueces, ángeles y reyes.
(Enciclopedia Católica) Elohim es el
plural de El (dios), o sea, dioses.
Elohim es plural, y también significa
Dios, ya que a pesar de significar Dios
en singular, hablamos de un Dios con
todas sus atributos y cualidades, el
cual lo haría plural, como el Dios todo
poderoso, ominisciente,
omnipresente, omnibenevolente, etc.,
diferente a todos los dioses que no lo
son. Solo en la Biblia de los testigos
de Jehová, Elohim se traduce como
dioses o Jehová, también
dependiendo del contexto.
26. Éxodo 20:2
27. «Yahveh (Pronunciación de Yahveh)» .
10 marzo 2016 (17:11). Consultado el
14 de diciembre de 2018.
28. Miller, Patrick D (2000). The Religion
of Ancient Israel . Westminster John
Knox Press. ISBN 978-0664221454.
29. Mark S. Smith, "God in translation:
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the biblical world", p.15 .
Books.google.com.au. Consultado el
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31. Isaías 61:1
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33. Miller, Patrick D. (2000). The Religion
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Knox Press. ISBN 978-0664221454.
34. Giner, Schlomó; Martín Portales, José
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junio de 2000). «Dios no es un Ser
sino una Acción» . Verde Islam (14).
Córdoba: Junta Islámica. pp. 16-19.
ISSN 1135-9153 .
35. Éxodo 20:7
36. Salmos 89:8
37. Salmos 104:35
38. Salmos 150:1
39. Apocalipsis 19:1
40. Canónico D. D. Williams de Cambridge
(1936). Zeitschrift für die
Altestamentliche Wissenschaft 54.
p. 269. ISSN 0044-2526 . «evidencia
indica, o mejor, casi prueba que la
pronunciación verdadera del
Tetragrámaton no era Jãhwéh [...] El
nombre mismo probablemente era
Jãhôh».
41. Doctor M. Reisel. The Misterious
Name of Y.H.W.H. p. 74. «YeHũàH o
YaHũàH».
42. El Tetragrámaton en hebreo figura en
el extremo superior de la imagen,
generando en orden ascendente la
secuencia: Cordero de Dios, Espíritu
Santo, Tetragrámaton.
43. Gertoux.Online.fr/DivineName/FAQ/A
09.htm (sitio de Gérard Gertoux.
Respuesta a la pregunta n.º 9: Today,
is the pronunciation Yahweh widely
accepted? [La pronunciación Yahweh,
¿es ampliamente aceptada en la
actualidad?]).
44. “Jehová: pronunciación falsa de
Yahweh. Al parecer la introdujeron
hacia el año 1100 los masoretas, los
cuales vocalizaron con las vocales de
Adonaí el nombre de Dios, YHWH,
hasta entonces transcrito sin
vocales”. (Diccionario Enciclopédico
Salvat)
45. “[...] con el transcurso del tiempo el
mismísimo idioma hebreo antiguo
cesó de usarse en la conversación
diaria, [...]”//“Para impedir que se
perdiera la pronunciación del lenguaje
hebreo en general, eruditos judíos de
la mitad posterior del primer milenio
d.C. inventaron un sistema de puntos
para representar las vocales que
faltaban, y colocaron los puntos
alrededor de las consonantes en la
Biblia hebrea. Así ambas cosas,
vocales y consonantes, se escribieron,
y se conservó la pronunciación como
se efectuaba en aquel tiempo.”//“En lo
referente al nombre de Dios, en vez de
colocar los signos vocálicos
apropiados alrededor de él, en la
mayoría de los casos pusieron otros
signos vocálicos para recordar al
lector que debería decir 'Adhonaí. De
esto vino la grafía Iehouah, y, con el
tiempo, la pronunciación aceptada del
nombre divino en español llegó a ser
Jehová.” (The Divine Name Will
Endure Forever/El Nombre Divino que
durará para siempre, Spanish (na-S),
1984, Watchtower Bible and tract
Society of New York, Inc, International
Bible Students Association, Brooklyn,
New York, U.S.A, página 8)
46. “Jehová: nombre propio de Dios en el
antiguo testamento, según una falsa
vocalización de las consonantes del
hebreo YHWH, que los judíos
pronunciaban por reverencia,
añadiendo las vocales de la palabra
Adonaí (Señor). De aquí resultó entre
los cristianos la forma híbrida de
Jehovah, usada probablemente desde
el siglo XI, en vez de la pronunciación
de Yahweh, según las normas
masoréticas de vocalización.” (Gran
Diccionario Plaza & Janes)
47. En inglés: The Holy Bible: King James
Version.
48. Niebla. Miguel de Unamuno. Ediciones
Orbis, S.A. Barcelona. 1982 ISBN 84-
7530-062-6 págs. 27 y 28
49. Spiegeler, Erick. «¿Por qué los
católicos decimos Yahvé y los
Protestantes Jehová para nombrar a
Dios?» . inteligenciacatolica.com/.
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noviembre de 2014. Consultado el 3
de noviembre de 2014.
50. Oehler, Gustav Friedrich. «Theologie
des Alten Testaments» . Consultado
el 3 de noviembre de 2014.
51. DivineName.net (sitio web de Gérard
Gertoux).
52. Gertoux.Online.fr/DivineName/FAQ/A
14.htm (artículo en inglés: «Are the
two names Yah and Yahu, which are
found at the end of some Hebrew
proper names, abbreviations of the
Tetragram?», ‘Los dos nombres Iah y
Iahu, que se encuentran al final de
algunos nombres propios hebreos,
¿son abreviaturas del tetragrama?’).
53. Pronunciación desconocida.
54. Salmo 83:18, Palabra de Dios para
Todos.
55. Salmo 83:18, Reina Valera Antigua.
56. Yoshua 1:1 On line Bible Hebrew.
57. Josué 1:1, Reina Valera (1960).
58. El nombre Yosef tal vez provenga de
Yihoh L[e]hosif (‫)יהוה להוסיף‬,
expresión hebrea que asocia los
términos "Yahveh" y la noción de
"añadir" o "agregar".
59. Stanley S. Seidner,"HaShem: Uses
through the Ages." Unpublished paper,
Rabbinical Society Seminar, Los
Angeles, CA,1987.
60. Ayuda para Entender la Biblia (AEB),
pp.1092-1093 (“Mateo”), pp.1069-
1073 (“Manuscritos”) y 847-860
(“Jehová”),
61. A Wandering Armenian: Collected
Aramaic Essays Escrito por Joseph A.
Fitzmyer
62. Two Biblical papyri in the John
Rylands library, Manchester Escrito
por Colin Henderson Roberts,John
Rylands Library
63. The Septuagint and Modern Study,
Sidney Jellicoe, 1968, pp. 271–2.
64. Paul E. Kahle, The Cairo Geniza
(Oxford: Basil Blackwell, 1959) p. 222.
65. The text of the Old Testament: an
introduction to the Biblia Hebraica
Escrito por Ernst Würthwein
66. Kingdom Interlinear Translation (KIT)
pp. 11-23
67. Bulletin of the John Rylands Library,
Volumen 20 Escrito por John Rylands
Library,Henry Guppy
68. Universidad de Manchester, Galería
Electrónica de la Colección Ryland
69. Un total de 117 fragmentos de LXXP.
Fouad Inv. 266 se publicaron en
Études de Papyrologie, vol. 9, El Cairo,
1971, pp. 81-150, 227, 228. Zaki Aly y
Ludwig Koenen publicaron una
edición fotográfica de todos los
fragmentos de este papiro bajo el
título Three Rolls of the Early
Septuagint: Genesis and
Deuteronomy, en la serie
“Papyrologische Texte und
Abhandlungen”, tomo 27, Bonn, 1980.
70. Revue biblique,Volumen 46 Escrito por
Ecole pratique d'études bibliques
71. Fundamentos teológicos de la fe
cristiana Escrito por José María
Martínez
72. Comentario exhaustivo al Antiguo
Testamento por Samuel Pérez Millos
pp 239
73. Biblia de Estudio Ryrie-RV Escrito por
Charles C. Ryrie
74. Mateo Escrito por James Bartley,Ariel
Lemos,José Bruce
75. TNM con Referencias (TNM p.1563)
76. Biblia de Estudio Ryrie Escrito por
Charles C. Ryrie pp1849
77. Biblia de Estudio Ryrie Escrito por
Charles C. Ryrie pp1850
78. Noticia en Zenit.org .
79. El Prefecto de la Congregación para el
Culto Divino y la Disciplina de los
Sacramentos, Cardenal Francis Arinze,
envió una carta a las conferencias
episcopales del mundo en la que
solicita no utilizar el término «Yahvé»
en las liturgias, siguiendo una
directiva de Benedicto XVI. [1] «Copia
archivada» . Archivado desde el
original el 2 de febrero de 2009.
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2008.
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du Tillet, con una traducción lat.
por J. Mercier, París, 1555.
J2 Mateo, heb., incorporado
como capítulo separado en ’É·ven
bó·chan [“Piedra Probada”], de
Shem-Tob ben Isaac Ibn Shaprut,
1385. Mss de los siglos XVI y
XVII, Jewish Theological
Seminary, Nueva York.
J3 Mateo y Hebreos, heb. y lat.,
por Sebastian Münster, Basilea,
1537 y 1557 respectivamente.
J4 Mateo, heb., por J.
Quinquarboreus, París, 1551.
J5 Evangelios litúrgicos, heb., por
F. Petri, Wittemberg, 1573.
J6 Evangelios litúrgicos, en
alemán, lat., gr. y heb., por
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J7 Escrituras Griegas Cristianas
en 12 idiomas, entre ellos heb.,
por Elias Hutter, Nuremberg,
1599.
J8 Escrituras Griegas Cristianas,
heb., por William Robertson,
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J9 Evangelios, heb. y lat., por
Giovanni Battista Jona, Roma,
1668.
J10 The New Testament [...] in
Hebrew and English, por Richard
Caddick, tomos I-III, de Mateo a 1
Corintios, Londres, 1798-1805.
J11 Escrituras Griegas Cristianas,
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Londres, 1817.
J12 Escrituras Griegas Cristianas,
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J13 Escrituras Griegas Cristianas,
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J14 Escrituras Griegas Cristianas,
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J21 The Emphatic Diaglott
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1864, reimpresión por Watch
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J22 Escrituras Griegas Cristianas,
heb., por United Bible Societies,

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