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El RQD fue propuesto para calificar la calidad de la roca in situ, razón por la cual se
debe tener mucho cuidado de diferenciar las fracturas de la roca por procesos
naturales de las originadas por el equipo de perforación.
De acuerdo con la metodología presentada, el RQD se calcula cuando se han hecho
perforaciones. Hoek en su texto “Practical Rock Engineering” cita la expresión dada
por Palmstrom en 1982 para el cálculo del RQD de acuerdo en el número de
discontinuidades por unidad de longitud que logran ser identificadas en los lugares
donde se tiene la roca expuesta en superficie. El autor mencionado propone la
siguiente ecuación:
RQD 115 3.3Jv
Donde Jv es la suma del número de discontinuidades por unidad de longitud para
todas las discontinuidades medidas.
Deere propuso la siguiente relación entre el valor numérico del RQD y el índice de
calidad de la roca desde el punto de vista de la ingeniería:
Tabla 14.1 Clasificación de la calidad de la roca con base en el RQD según Deere
De acuerdo con los investigadores en el tema de las rocas, en particular Merrit, el RDQ
tiene limitaciones cuando hay fracturas con arcillas o meteorizadas porque suelen
obtenerse en este caso RQD altos aún cuando la roca es inestable. Además, el RQD
no tiene en cuenta factores tales como la orientación de las juntas, lo que resulta de
mucha importancia a la hora de orientar las excavaciones.
Además del RQD, cuando se trata de perforaciones puede hablarse del porcentaje de
recuperación, el cual se refiere a la cantidad total de núcleos que pueden ser
recuperados del largo total del barreno. Puede resultar entonces que se un macizo
rocoso tenga una recuperación muy alta pero un RQD muy bajo si es que se
recuperaron varios núcleos pero de longitudes muy bajas, menores que 10 cm.
14.4 ÍNDICE Q
Con base en un gran número de casos sobre estabilidad de excavaciones
subterráneas, Barton, Lien y Lunde del Norwegian Geotechnical Institute (Instituto de
Geotecnia de Noruega) propusieron un índice para determinar la calidad del macizo
rocoso en túneles. El valor numérico de este índice Q se define por:
RQD J r J w
Q
J n J a SRF
En esta expresión, el significado de cada uno de estos términos es el que se presenta
a continuación:
RQD Índice de calidad de la roca.
Jn Número de sistemas de fisuras.
Jr Número de la rugosidad de las fisuras.
Ja Número de alteración de las fisuras.
Jw Factor de reducción por agua en las fisuras.
SRF Factor de reducción por esfuerzos.
Los autores del método definen cada uno de los cocientes que participan en la
expresión presentada de la siguiente manera:
El primer cociente (RQD/Jn) representa la estructura del macizo y es una medida
rudimentaria del tamaño de los bloques o de las partículas. Presenta dos valores
extremos: 100/0.5 y por otro 10/20.
El segundo cociente (Jr/Ja) representa la rugosidad y las características de la fricción
de las paredes de las fisuras o de los materiales del relleno. Este factor se inclina a
favor de juntas rugosas e inalteradas que se encuentran en contacto directo, las cuales
se supone que están cerca de la resistencia óptima y que tenderán a dilatarse
fuertemente al ser sometidas a esfuerzos cortantes y que por lo tanto serán muy
favorables a la estabilidad del túnel. Cuando las juntas presentan recubrimientos y
rellenos arcillosos delgados se reduce notablemente su resistencia aunque el contacto
entre las pareces después de un ligero desplazamiento por esfuerzos cortantes pueda
ser importante para salvar la excavación del colapso. Cuando no hay contacto entre
las paredes, la situación para el túnel se considera muy desfavorable.
El tercer cociente (Jw/SRF) es un factor empírico que describe las fuerzas activas. Por
un lado el Jw que es una medición de las presión del agua que tiene un efecto negativo
en la resistencia al esfuerzo cortante debido a la reducción del esfuerzo efectivo y que
además puede ocasionar el ablandamiento de las arcillas e incluso posiblemente su
lavado. Por otro lado el SRF que puede considerarse como un parámetro total de
esfuerzos que es una medida de la carga que se disipa en el caso de una excavación
dentro de una zona de falla, o de los esfuerzos en el caso de una roca competente o de
las cargas compresivas en el caso de rocas plásticas incompetentes.
El método no tiene en cuenta la orientación estructural con relación al eje de la
excavación, como si lo hace el de Bieniawski. Esto es porque los parámetros J n, Jr y Ja
parecen tener mayor importancia ya que la cantidad de fisuras determina el grado de
libertad de movimiento para los bloques y los fenómenos de fricción y de dilatación
pueden variar más que el componente gravitacional de deslizamiento de las fisuras de
orientación desfavorable. Si el método incluyera la orientación, la clasificación hubiera
sido menos general y su simplicidad esencial se hubiera perdido.
En función del Q, los macizos rocosos se pueden clasificar en nueve categorías que
van desde roca excepcionalmente buena, para las cuales el Q está entre 400 y 1000
hasta roca excepcionalmente mala, para las cuales el Q está entre 0.001 y 0.01.
Tradicionalmente, se ha usado la expresión que se presenta a continuación para el
cálculo del índice Q con base en el índice RMR, la cual fue planteada por el mismo
Bieniawski.
RMR 44 37 44
Qe 9
e 9
0.459
GSI 9LogQ 44