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estacional
Índice
1 Síntomas
2 Causas
3 Factores de riesgo
4 Complicaciones
5 Diagnóstico
6 Tratamiento
7 Remedios caseros
8 Remedios naturales
9 Prevención
Síntomas
Los síntomas del trastorno afectivo estacional aparecen durante finales de otoño o
principios del invierno y desaparecen durante los días más soleados de la
primavera y el verano. Leer más.
Causas
Es probable que, como ocurre con muchas condiciones de salud mental, que la
genética, la edad y, quizás lo más importante, la composición química natural de
su cuerpo, juegan un papel en el desarrollo de la condición. Leer más.
Factores de riesgo
Los factores que pueden aumentar su riesgo de trastorno afectivo estacional
incluyen ser mujer, vivir lejos del ecuador, historia familiar, etc. Leer más.
Complicaciones
Al igual que con otros tipos de depresión, el trastorno afectivo estacional puede
empeorar y provocar problemas si no se trata. Leer más.
Diagnóstico
Para ayudar a diagnosticar el trastorno afectivo estacional, su médico o proveedor
de salud mental van a hacer una evaluación a fondo, que por lo general incluye
preguntas detalladas, examen físico y pruebas médicas. Leer más.
Tratamiento
El tratamiento para el trastorno afectivo estacional puede incluir la terapia de luz o
fototerapia, los medicamentos y la psicoterapia. Leer más.
Remedios caseros
Hay algunas medidas que puede tomar por su cuenta que pueden ayudar. Pruebe
hacer su entorno más soleado y brillante, salir a la calle y hacer ejercicio. Tome
medidas para mantener su estado de ánimo y la motivación constante durante
todo el año. Leer más.
Remedios naturales
Varios remedios a base de hierbas, suplementos y técnicas mente-cuerpo se
utilizan comúnmente para aliviar los síntomas de depresión. Leer más.
Prevención
No hay forma conocida de prevenir el desarrollo del trastorno afectivo estacional.
Sin embargo, si toma los pasos desde el principio para controlar los síntomas, es
posible que pueda impedir que empeore con el tiempo. Leer más.
Tristezas de invierno: trastorno afectivo
estacional y depresión
Para algunos niños, el cambio de estación trae consigo un cambio de humor. ¿Será una fase
pasajero o algo más serio? Esto es lo que necesita saber sobre la depresión, SAD y su hijo.
La depresión puede ser un problema grave para los adultos y para los niños por igual.
Independientemente de la estación, los cambios en el humor o actitud de un niño no es algo
que se debe ignorar o descartar. Lo que parece ser la mala actitud recientemente
desarrollada de un adolescente, en realidad podría ser un caso de depresión o, en algunos
casos, Trastorno afectivo estacional.
Aunque casi siempre se habla del SAD en términos de adultos, los niños y los adolescentes
no necesariamente son inmunes. “El SAD puede existir entre niños, pero no se ha estudiado
bien”, indica Eve Spratt, M.D., MSCR, profesor adjunto de pediatría y psiquiatría en la
Universidad de medicina de Carolina del Sur. “No estoy enterada de ningún estudio basado
en evidencias donde se hayan examinado los índices del SAD o el tratamiento en niños”.
Síntomas de estación
El SAD generalmente se desarrolla en una persona al principio de sus 20 años, y el riesgo
del trastorno disminuye a medida que crece. El SAD se diagnostica con más frecuencia en
mujeres jóvenes, pero es posible que los hombres que tienen el SAD padezcan de síntomas
más graves. Las personas con un historial familiar de SAD o aquellos que viven en las
latitudes del norte en donde las horas de luz del día durante el invierno son más cortas,
tienen un mayor riesgo de desarrollar el SAD.
A medida que se acerca el invierno, del 10 al 20 por ciento de nosotros empieza a padecer
los leves síntomas del SAD. Nos entristece el acortamiento de los días, meternos en la cama
más temprano y resentimos levantarnos cuando la luz de la mañana es tenue. Para 14
millones de estadounidenses, estos síntomas empeoran considerablemente a medida que
avanza el invierno.
Es posible que las personas con SAD deseen alimentos reconfortantes, incluyendo
carbohidratos simples como pasta, pan y azúcar. Con el exceso de calorías poco saludables
y la falta de frutas frescas, vegetales y granos enteros, con frecuencia surge la fatiga. Es
posible que se depriman y se vuelvan irritables. Eventualmente, ya no pueden mantener su
estilo de vida normal. Es posible que se retraigan socialmente y ya no disfruten las cosas
que eran divertidas. Es como si se hubieran acabado las baterías de una persona. Para los
padres, el SAD obviamente puede tener un fuerte impacto en la capacidad de ser un padre
efectivo.
Los niños y los adolescentes también pueden padecer estos síntomas. Pueden experimentar
sentimientos de baja autoestima y desesperanza. Los niños con depresión se esfuerzan para
concentrarse en sus tareas escolares. Sus calificaciones pueden bajar, empeorando los
sentimientos de baja autoestima. Los síntomas que tardan más de dos semanas son motivos
de preocupación.
“En general, el SAD es un trastorno más reconocido en adultos ya que muchos de los
trastornos de salud mental en niños surgen con el tiempo”, indica la Dra. Spratt.
“Diagnosticar el SAD en un niño no es fácil, ya que determinar el patrón de depresión lleva
tiempo. Un médico generalmente intentará primero determinar si un niño padece de
depresión o ansiedad, después observará el patrón con el tiempo”.
Para diagnosticar el SAD, es necesario que los médicos realicen un examen médico para
descartar otras posibles causas de los síntomas, como hipotiroidismo, hipoglicemia o
mononucleosis. Los médicos pueden administrar cuestionarios para determinar el humor y
también para buscar un patrón estacional. “Es difícil diagnosticar niños con depresión para
empezar, ya que con frecuencia se presenta como irritabilidad, y tienen dificultades para
comprender términos como ‘tristeza’ o ‘sentirse triste”, indica la Dra. Spratt. Ella menciona
que uno de los indicadores más claros de la depresión en niños es la anhedonia, que
significa “ausencia de placer”. “Por lo que una buena pregunta de evaluación que hacerle a
los niños es, ¿Cuándo fue la última vez que la paso realmente bien?”
Las personas con SAD algunas veces descubren que sus síntomas desaparecen cuando
viajan o se trasladan a latitudes más al sur. Si es posible, planifique unas vacaciones
familiares en pleno invierno a un clima soleado.
Al igual que con los adultos, la depresión en niños se puede tratar de manera efectiva. “La
depresión es muy curable con medicamentos y terapia”, indica la Dra. Spratt. “Existen
varios estudios basados en evidencias que muestran que la terapia cognitiva conductual es
efectiva para tratar la depresión en niños”.
Para casos graves de SAD en adultos, existen varias opciones de tratamiento. El tratamiento
más común es la terapia de luz. Los pacientes se sientan durante tres horas en frente de
cajas de luz fuerte o utilizan visores de luz, con rayos UV filtrados. Sin embargo, la terapia
de luz no se recomienda para niños, indica la Dra. Spratt. “No conozco ningún estudio
basado en evidencias que muestre que la terapia de luz funciona en los niños, y nunca la he
recomendado para niños”, indica.
¿Cuándo medicar?
Sin tratamiento, el SAD puede ocasionar graves complicaciones para los adultos,
incluyendo comportamientos suicidas, problemas en la escuela y en el trabajo y el abuso de
sustancias. Si otros tratamientos no dieron resultado, los antidepresivos recetados pueden
ayudar a regular el equilibrio de serotonina y otros neurotransmisores que afectan el humor.
Sin embargo, los antidepresivos vienen con una advertencia de “recuadro negro” sobre el
riesgo del comportamiento y pensamientos suicidas. Es necesario que los padres con niños
que toman antidepresivos estén alerta observando si hay alguna agitación, ansiedad o
insomnio y que se aseguren de que continúen visitando a su médico periódicamente.
La Dra. Spratt indica que un análisis reciente de 27 estudios publicados en Journal of the
American Medical Association comprobaron que los beneficios de usar medicamentos
antidepresivos para tratar los principales trastornos de depresión superaban los riesgos. Pero
los beneficios fueron más limitados en pacientes más jóvenes. “En niños menores de 12
años, solo la fluoxetina (Prozac) mostró los beneficios sobre el placebo”, indica.
Planifique tiempo de calidad moderado juntos. Su hijo no tendrá la energía para una arcada,
pero leer un libro o jugar un juego de mesa con la familia puede ser divertido. Motive a su
hijo para que haga ejercicio y que pase tiempo al aire libre. Planifique caminatas diarias
juntos. Prepare comidas saludables para su familia y establezca una rutina para la hora de
dormir para asegurarse de que duerme lo suficiente y la misma cantidad de sueño todas las
noches.
Su niño fatigado probablemente necesitará ayuda con sus tareas. Dedique tiempo para
realizar juntos las tareas escolares e informe a los maestros la situación de su hijo. Sea
paciente con su hijo y proporciónele la confianza indicándole que estos problemas
mejorarán.
Esa sensación de tristeza y de desgano que conocemos como depresión puede tener
causas muy variadas. Una de estas causas puede tener que ver con factores climáticos,
como en el caso depresión estacional en la que la estación del año puede influir en el
ánimo de ciertas personas pudiendo sumirse en una depresión durante ese tiempo.
JUPITERIMAGES/GOODSHOOT/THINKSTOCK
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Otros síntomas de esta depresión de invierno son el estar menos activo de lo normal
y dormir más tiempo. Salir menos con los amigos, volverse irritable y ansioso,
perjudicando el relacionamiento con las personas también son cambios posibles.
Asimismo, se produce una pérdida del deseo sexual y sobrealimentación con aumento
de peso.
Al parecer, la falta de luz está muy relacionada con la aparición de esta depresión por
lo que se debe de alentar a la persona con este problema a que esté la mayor parte del
tiempo posible a la luz del día o bajo el sol. En los casos menos severos de depresión
estacional de invierno, con esta única acción se pueden mejorar mucho los síntomas.
ISTOCKPHOTO/THINKSTOCK
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También existen unas terapias de luz realizadas con unos aparatos que simulan la luz
del día en el caso de vivir en zonas donde la luz, en concreto la luz solar sea algo muy
dificil de ver durante estas temporadas.
Para combatir cualquier tipo de depresión en los casos mas severos, lo mejor es
visitar a un psiquiatra o a un psicólogo que nos ayude a mitigar estos síntomas
desagradables. Si conoces algún caso de depresión invernal o mas técnicas para
superarlo, por favor, mándanos tu opinión.
Este síndrome es una forma de depresión que ocurre durante el invierno. Por lo
general comienza en el otoño y desaparece en la primavera.
Lea también: "Cuando la falta de luz provoca depresión"
Ahora unos escáneres cerebrales han confirmado estas sospechas: la gente con
este síndrome no controla de forma efectiva la serotonina durante los meses de
invierno.
La depresión de invierno
La investigadora principal, Brenda Mc Mahon, dijo: "Creemos que hemos
encontrado el sector que el cerebro presiona cuando tiene que ajustar la
serotonina a los cambios de estación".
"El transportador de serotonina lleva este químico de vuelta a las células nerviosas
donde no está activo, por lo que cuanto mayor sea la actividad del SERT menor es
la de la serotonina.
"La luz del sol mantiene este ajuste a un nivel bajo, pero cuando las noches se
hacen más largas durante el otoño, los niveles de SERT aumentan, lo que resulta
en la disminución en los niveles activos de serotonina".
Derechos de autor de la
imagenTHINKSTOCKImage captionEl trastorno afectivo estacional afecta a personas en algunos
países con marcados cambios estacionales.
La "depresión de invierno", que sólo ocurre en regiones del mundo alejadas del
Ecuador donde el ritmo biológico natural del organismo se ve trastornado por los
días más cortos de invierno, afecta a más de 12 millones de personas en todo el
norte de Europa.
No están del todo claras cuales son las causas que generan la depresión
estacional, pero estudios rebelan que está asociada a cambios en los niveles
de melatonina y serotonina.
Nuestro reloj biológico se rige por cambios asociados a la luz solar. Cuando
disminuye la luz solar, nuestro reloj biológico intuye que es la hora de dormir y
segrega melatonina, hormona que nos ayuda a conciliar y mantener el sueño
durante la noche. Cuando la luz solar vuelve a ser suficiente el reloj biológico
detiene la producción de melatonina y comenzamos a despertarnos.
Es por esto, que uno de los síntomas característicos de este tipo de depresión
es la somnolencia. Las personas con trastorno afectivo estacional, parecen
tener un reloj biológico que le dice a su cerebro que en invierno nunca hay
suficiente luz solar y por tanto segregan más cantidad de melatonina.
Otros estudios rebelan que este tipo de depresión es más común en latitudes
altas, países como Finlandia, Dinamarca, Suecia o Noruega mantienen un alto
índice de depresión estacional. Estos países tienen noches muy largas en
invierno. Por ejemplo Helsinki capital de Finlandia tiene una media de 7 horas
de luz en los días de invierno y en Laponia no se pone el sol en todo el
invierno.
Por otro lado, también se ha relacionado el trastorno afectivo estacional, con
la falta de luz solar en edificios. Muchos de los edificios en los que vivimos o
trabajamos, no tienen fuentes de luz solar, sino que es luz artificial. A poca
gente le gusta este tipo de luz para trabajar, nos es incómoda y nos cansa
más. Las personas con depresión estacional acusan mucho más los síntomas
de la depresión en estos ambientes que en aquellos que haya luz natural.
TRATAMIENTOS
Cada año, cuando las hojas de los árboles empiezan a caer, Carolina, una joven
normalmente muy dinámica, se siente muy cansada y deprimida. Tiene 30 años y
hace más de 10 que la depresión estacional dificulta su vida cotidiana. “En otoño e
invierno siento mucha desgana, hasta que llega primavera y entonces vuelvo a la
vida. Cada año, en cuanto los días comienzan a acortarse, me deprimo. Duermo
más de lo normal y aun así me siento cansada. Me siento triste y sin ganas de
hacer nada ni de ver a nadie. Sólo me interesa comer: me atiborro de patatas,
pastas y dulces”.
Omega 3 y magnesio
Los ácidos grasos omega 3 son imprescindibles para nuestro equilibrio emocional.
Podemos encontrarlos en el marisco y el pescado, así como en suplementos
alimenticios. Por su parte, el magnesio contribuye a combatir el cansancio. Entre
los alimentos que lo contienen están el cacao, los plátanos, los frutos oleaginosos
(almendras, nueces, avellanas) y frutas desecadas.
Vitamina D
La luz natural es necesaria para sintetizar la vitamina D, que estimula el ánimo. Al
reducirse la insolación en otoño e invierno, podemos sufrir deficiencia de esta
vitamina. Para evitarla, toma ampollas de vitamina D.
Fototerapia
La fototerapia o luminoterapia es un tratamiento indicado en casos de depresión
estacional ya establecida que consiste en exponerse a luz blanca de alta
intensidad para paliar la falta de luz natural. "Se recomienda una exposición de
cuerpo entero de 30 minutos a una intensidad lumínica de 10 000 luxes,
preferentemente por la mañana", señala nuestro experto.
Serotonina
La serotonina es un neurotransmisor que regula elementos como el humor, por lo
que la falta de esta sustancia en el cerebro puede favorecer el desarrollo de una
depresión estacional. Para evitarlo, es recomendable tomar un suplemento de 5-
HTP, un aminoácido precursor de la serotonina.
G. Trabacchi y A. I