CORRELACIONES CLINICO – PATOLOGICAS DE LESION Y NECROSIS
CELULAR
1. LESION ISQUEMICA E HIPOXICA
La isquemia es la lesión celular más común em medicina clínica y es consecuencia de la hipoxia inducida por la reducción del flujo sanguíneo, habitualmente causada por una obstrucción arterial mecánica. También puede obedecer a reducción del drenaje venoso. A diferencia de lo que sucede en la hipoxia, durante la cual la producción de glucolisis anaeróbica puede continuar, la isquemia afecta a la disposición de sustratos para el glucolisis. Así pues en tejidos isquémicos no solo se ve afectado el metabolismo aeróbico, sino que la generación de energía anaeróbica también se interrumpe una vez que se han agotado los sustratos glucolíticos ¿, o que la glucolisis resulta inhibida por acumulación de metabolismo que, de otro modo serian eliminado por el flujo sanguíneo. Por ello, la isquemia tiende a provocar una lesión de células y tejidos más rápida y grave que la hipoxia en ausencia de isquemia.
2. LESION POR ISQUEMIA REPERFUSION
El restablecimiento del flujo sanguíneo en los tejidos isquémicos puede
favorecer la recuperación de las células si están lesionadas de forma reversible, pero, paradójicamente, también es posible exacerbe la lesión e induzca muerte celular. En consecuencia, en los tejidos Re perfundidos puede continuar la perdida de células añadida a la de las que están irreversiblemente dañadas al final de la isquemia. Este proceso, llamado lesión isquemia – reperfusión, tiene importancia clínica porque contribuye al daño de los tejidos en los infartos de miocardio y cerebrales, y tras los tratamientos aplicados para restaurar el flujo sanguíneo-
¿Cómo se produce la lesión de reperfusión? La respuesta más probable es
que nuevos procesos lesivos se activan durante la reperfusión, causando la muerte de células que, de no ser por ellos, podrían recuperarse. En tal contexto se han propuesto diversos mecanismos: a. Estrés oxidativo: la nueva lesión puede iniciarse durante la Reoxigenación, al incrementarse la formación de especies reactivas del oxigeno y del nitrógeno. Es posible que estos radicales libres sean producidos en el tejido reperfundido como consecuencia de la reducción incompleta del oxígeno por parte de las mitocondrias dañadas, o por acción de oxidasas en leucocitos o en celulares endoteliales o parenquimatosas. Los mecanismos celulares de defensa antioxidante pueden verse afectados por la isquemia, facilitando la acumulación de radicales libres. b. Sobrecarga de calcio intracelular: Como se ha indicado, la sobrecarga de calcio intracelular y mitocondrial comienza durante la isquemia aguda y se exacerba durante la reperfusión, debido al flujo de entrada de calcio causado por el daño de la membrana celular y la afectación del retículo sarcoplásmico mediado por ERO. La sobrecarga de calcio favorece la apretura del poro de transición de la permeabilidad mitocondrial, con la siguiente disminución de ATP. Ello a su vez, incrementa el nivel de lesión celular c. La activación del sistema del complemento: puede intervenir en la lesión por isquemia – reperfusión. Por razones que no se conocen, en algunos anticuerpos IgM son propensos a depositarse en tejidos isquémicos y, cuando el flujo sanguíneo se restablece, las proteínas del complemento se unen a los anticuerpos depositados, se activa e inducen un mayor grado de lesión e inflamación celulares
d. Inflamación: La lesión isquémica se asocia a la inflamación considerada
como resultado de las señales de peligro procedentes de las células muertas, las citocinas secretadas por células inmunitarias residentes, como los macrófagos, y el aumento de la expresión de moléculas de adhesión por parte de células parenquimatosas y endoteliales hipóxicas, procesos que intervienen todo ellos en el reclutamiento de neutrófilos circulantes para el tejido reperfundido. La inflamación causa lesión tisular adicional. La importancia del flujo de entrada de neutrófilos en la lesión por reperfusión ha sido demostrada experimentalmente, constatándose los efectos saludables del tratamiento con anticuerpos, que bloquean las citocinas o las moléculas de adhesión y, por consiguiente, reducen a extravasion de neutrófilos.