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44 HOMO ICONICUS

FRANCISCO GARCÍA GARCÍA

C
CREATIVIDAD ICÓNICA
MODELOS, IDEAS Y ACTOS

La imagen JUAN MARTÍNEZ VAL

L a creatividad icónica da comienzo con un acto de singular humildad: el acto


de mirar, cuyo resultado es ver. Y el recuerdo nos trae referencias lejanas;
aquél primer acto creador, impregnado de luz y de visión, que surge del mito:
«Al principio creó Dios los cielos y la tierra. La tierra estaba desierta y vacía. Había tinieblas
sobre la faz del abismo y el espíritu de Dios aleteaba sobre la superficie de las aguas. Dijo
Dios: haya luz; y hubo luz. Y vió Dios que la luz era buena. Y separó Dios la luz de las tinie-
blas. Y a la luz la llamó Dios día, y a las tinieblas noche. Y hubo tarde y mañana: día pri-
mero».
Esta extraña luz inmaterial que permitió que Dios «viera», y que paradójicamente es ante-
rior en tres días a la luz del sol y de la luna, que Dios creó en su cuarta jornada para sepa-
rar los días de las noches y para que sirvieran de señales para las años y las estaciones,
marca el inicio simbólico del mundo de la imagen. A partir de aquel instante inexistente
pero mítico, el acto de la visión es un acto de recreación, un acto de comprensión, de dis-
cernimiento, como debió serlo para aquel Dios que pareció sentirse solo en la inmensa
vacuidad del caos, y que tuvo necesidad de luz para juzgar su obra.
Porque en esto parecen concordar todas las escuelas de psicología y todos los especialis-
tas, cualquiera que sea su tendencia: ver es un acto, no el resultado de la captación pasi-
va de datos ofrecidos por el mundo exterior. Todo ver es un «mirar», aunque desde el punto
de vista del lenguaje podamos distinguir diversos matices semánticos que refuerzan unos
u otros aspectos de la voluntad del espectador o de la consciencia del que mira.
Ver es un proceso mental del que depende y ha dependido durante millones de años buena
parte de la vida de un número inmenso de seres, que han debido interpretar, discernir,
conocer qué otras cosas, qué otros entes, había a su alrededor, y en ello se jugaban la exis-
tencia. Por ello es un acto elemental que no cabe confundir con un hecho estético, con un
recreo o un pasatiempo. Existen otras funciones, otros órganos, para cubrir tales necesida-
des. Pero ver, para todos aquellos seres dotados de ojos o de zonas especializadas que se
les parezcan, es un hecho tan esencial, una actividad tan primaria y a la vez tan compleja,
que refleja en sí misma la composición y la forma del universo en el que vivimos.
Establecer la visión como una acción es una condición sine qua non para toda compren-
sión de la creatividad icónica, de la más rudimentaria a la más elaborada. Recibir luz, reac-

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cionar a la luz, generar cambios debidos a de orden mecánico. Se ha gastado tanta


la acción de la luz, es el principio, pero no tinta ya en su elucidación que es absurdo
lo definidor, no lo fundamental. Cada ani- insistir en un tema que lleva rodando
mal posee su propio Umwelt1, su propio desde 1558, fecha en la que Giovanni
«mundo fenoménico», en la terminología Battista della Porta escribió su Magia
de Jakob von Uexküll, y es a partir de él Naturalis. Al penetrar en un ámbito cerrado
como define el sentido de su visión y su por una pequeña apertura, incluso sin
comportamiento. Si William Blake2 pudo necesidad de lentes, la luz se invierte y las
decir que una misma ley para el buey y figuras aparecen de esta manera en el
para el león era opresión, un mismo ojo, un plano opuesto del lateral agujereado.
mismo cerebro, una misma decisión para Traducido a términos fotográficos, tal cosa
ambos, ¿cómo podría llamarse? significa: comienza a existir imagen latente.
Traducido a términos humanos: ¡vemos!
Pero no es así: no vemos. Aunque conside-
El Modelo Fotográfico y remos que la retina es un fragmento del
Analógico de la Visión cerebro desplazado al ojo para cumplir una
Ver y fotografiar: en 1727, Johann Heinrich función específica, tal cosa no es la visión,
Schulze estableció la sensibilidad a la luz no es nuestra visión. Para ser exactos, no
de algunas sales; en 1826 Nicéphore es, no puede ser la visión de ninguna espe-
Niépce consiguió su Vista desde una ven- cie animal en particular.
tana en Gras, considerada como la prime- Desde el punto de vista filosófico, una afir-
ra fotografía de todos los tiempos. Tuvieron mación de este tipo se remonta a Kant,
que pasar cien años, pues, para que aquel que de manera exahustiva y sistemática
enunciado de la fotosensibilidad tomara contrapuso a la doctrina aristotélica, que
cuerpo. Desde entonces han transcurrido afirmaba que nada había en la mente que
casi otros ciento ochenta años y el modelo no hubiera pasado antes por los sentidos,
fotográfico sigue siendo usado como para- una nueva interpretación según la cual la
digma de la visión. Es lógico que así sea: la mera información sensorial carecería de
fotografía, ya durante el siglo pasado, des- capacidad para auto analizarse a sí misma y
plazó a la pintura como primera fuente fide- organizarse en unidades de conocimiento.
digna de información icónica, y durante La existencia del paradigma de separación
éste ha sido aplicada con éxito a tantos de la mente y el cerebro hacía que a los
procesos industriales y sociales, desde las ojos de las personas más cultas y versadas
artes gráficas a la medicina o a las comu- pareciese perfectamente normal y com-
nicaciones, que no tardó en convertirse en prensible que los seres se reprodujeran, de
soberana indiscutible e indiscutida de una parte, con estructuras físicas depen-
todas las manipulaciones analógicas de la dientes de las de sus progenitores tanto a
imagen, con o sin pretensiones científicas. nivel óseo como muscular, etc, y de otra,
Como es bien sabido, la analogía esencial como lienzos en blanco, sin relación ningu-
entre el ojo humano y la cámara oscura es na con los demás miembros de su especie,
en lo respectivo a la mente, ya que ésta era la retina, para que la comprensión de lo que
un problema de espíritu y, por consiguien- esa luz contiene se realice.
te, un asunto teológico, lleno de caminos La otra cara del «modelo fotográfico» de la
inescrutables. visión es su clara y radical dependencia del
Desde la perspectiva del nuevo paradigma concepto de analogía, que impregna todas
relacional de la mente y el cerebro, aque- y cada una de sus fases.
llos problemas tienden a sonar más a filo- Como puede seguirse en el esquema de la
sofía de baja escuela que a dilemas cientí- figura 1, es analógica la imagen producida
ficos, pero hay que considerar que la con- ópticamente en la retina, que representa el
quista de esta nueva atalaya ha sido fruto inicio del acto de la visión, y es analógica
de un esfuerzo sostenido de largo alcance, la imagen perceptiva, que es el producto
sobre el que pesaba una sesgada tradición total resultante. Entre ambas analogías
milenaria, además de toda la fuerza con- parejas existe una correspondencia clara
servadora de instituciones religiosas, políti- aunque imperfecta —dada la inversión ópti-
cas y académicas. ca y la curvatura de la imagen retiniana,
El «modelo fotográfico» de la visión , pues, por ejemplo— para establecer que la ana-
sólo tiene sentido si se acepta que la logía es la esencia del conjunto del proce-
mente es un órgano inmaterial gobernado so y que, por consiguiente, puede definirse
por leyes que quedan fuera de nuestra com- como la ley primera del mundo mental de
prensión y de nuestra alcance, leyes que le la imagen.
otorgan conocimiento, memoria y voluntad Esta omnipresencia de la analogía, que
por caminos remotos, lo cual hace que sea ciertamente es una de las leyes esenciales
suficiente el estímulo, la llegada de la luz a y uno de los componentes básicos de

FIG. 1
RELACIONES ANALÓGICAS
EN EL MODELO FOTOGRÁFICO DE LA VISIÓN

Análoga Transformaciones Análoga


a la imagen latente fotoquímicas a la imagen latente y
fotográfica de la imagen a la imagen real

IMAGEN RETINIANA PROCESOS MENTALES IMAGEN PERCEPTIVA

Transformaciones Análoga a la imagen real


Análoga analógicas y a la imagen retiniana
a la imagen real interiores

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nuestro mundo icónico fenoménico, mode-


lizada en las formas de producción fotográ-
fica, que reproducían físico-químicamente
el proceso, quedó establecida como condi-
ción supuesta, en ocasiones no escrita, de
todas las teorías sobre la imagen propues- FIG. 2
tas entre 1850 y 1950. das con el llamado atomismo o asociacio-
Su solidez ha sido notable, toda vez que, nismo, que eran las que más literalmente
hasta la formulación de una nueva teoría siguieron el modelo analógico, cada impul-
de la información y la consolidación de los so proveniente de un receptor daba lugar,
procesos digitales en el tratamiento de en los centros corticales, a otras tantas
todo tipo de datos —aportaciones que han sensaciones elementales, con una corres-
hecho posible el desarrollo rápido y casi pondencia punto a punto entre estímulos y
urgente de las Ciencias Cognitivas, consi- sensaciones. Sobre estas «sensaciones
derando entre ellas la Psicología Cognitiva elementales» o primarias, pues, intervenían
y la Inteligencia Artificial— tal «condición luego las facultades psíquicas superiores,
supuesta» resultaba inabordable. En pala- como la memoria, el juicio o el razona-
bras de Gaetano Kanizsa3, «la existencia miento, que pasaban a establecer la com-
de una correspondencia entre las caracte- prensión definitiva de lo percibido.
rísticas de la realidad física y las de la rea- Un acercamiento distinto al problema de la
lidad perceptiva o fenoménica aparece, en percepción fue el de la Gestalt, que desa-
general, como una cosa obvia, como una rrolló un método nítida y claramente feno-
cosa que no necesita ser explicada, o sea ménico, consistente en presentar a los
que es vivida como un dato y no como un observadores determinadas situaciones
problema». estimuladoras, precisas en sus parámetros
El salto de una a otra solía darse a través físicos y con posibilidad de ser variadas sis-
de situaciones en las cuales el observador temática y controladamente, para que a
podía «sentirse engañado» por sus senti- partir de ellas describieran sus experien-
dos, como en la «raspa» reproducida4 en cias inmediatas y auténticas.
la figura 2, que sólo el lector introducido en La Gestalt, cuyo empuje investigador fue
su secreto comenzará a leer como la pala- realmente digno de encomio, consiguió
bra «nume» situada sobre una superficie establecer sus conocidas leyes percepti-
especular. El paso de una imagen plana y vas, que dan cuenta del proceso de consti-
simétrica a otra tridimensional y «realmen- tución de los objetos fenoménicos, de su
te» asimétrica, que incluye una clara per- constancia en el campo visual y de nuestra
cepción de la quiebra producida en el experiencia icónica tridimensional, con
punto de contacto con el espejo e incluso jerarquías sólidas y precisas.
una matización en el color del reflejo, gene- En cuanto al enfoque psicoanalista, su
ra una fuerte sensación en el observador. punto de partida tenía como base un con-
Para las posiciones psicológicas relaciona- junto de axiomas radicalmente distintos. La
imagen, en su presencia onírica y en la vida
real, escondía un potencial simbólico direc-
tamente relacionado con las fuerzas ocul-
tas o inaccesibles de nuestra mente. Y con-
siguió dar sentido, un sentido «científico»,
a técnicas que, como la interpretación de
los sueños, contaban con una antigüedad
demostrada de varios miles de años.
Porque lo cierto es que las imágenes son
uno de los alimentos esenciales del mundo
onírico, en el que las cosas jamás suceden
como en la vida cotidiana. Se trata de un
universo cambiante, indiferenciado, en el
que los objetos y las personas son y no son
al mismo tiempo, en el que la lógica se ve
interrumpida, en el que aparecen tensiones
extremas, incontrolables, y pasiones que FIG. 3
uno cree no tener o merecer. una intensidad sobrecogedora, y que una
Nada es lo que parece. El escenario del buena parte del arte del siglo XX, de Dalí a
sueño, que puede ser para el soñador un Magritte, de Buñuel a Kurosawa, de Joyce a
lugar familiar y conocido, cambia en un ins- García Lorca, de Schoenberg a
tante y se convierte en un entorno de pesa- Stockhausen, tiene que ver con las imáge-
dilla, poblado por seres sin identidad o con nes que pueblan y nutren los sueños.
muchas identidades. La persona que En la relación de la imagen onírica con la
acompañaba en su sueño a quien soñaba, imagen real el cambio esencial no aconte-
de repente ya no es quien era un instante ce en la superfície, donde la analogía se
atrás: se ha convertido en un ser sin cabe- mantiene, en términos esenciales, inaltera-
za, o tal vez sin rostro, que sin embargo da. Se produce a nivel semántico, ya que
parece comportarse con normalidad, sin casi todo lo visto o lo soñado puede repre-
sorpresa. Una carencia de rasgos faciales sentar un sin fin de cosas distintas, que se
que, además de no inquietar demasiado al deslizan sobre otras con total naturalidad.
soñador, tampoco le impide descubrir con El mundo de los sueños es un arca nutrien-
facilidad que se trata de un familiar, de un te del mundo simbólico, que traspasa la
amigo, etc. frontera de la noche e influye en nuestra
El mundo de la imagen, cuando se enfatiza vida diaria de un millón de maneras distin-
la presencia onírica, y todas las culturas lo tas. Porque las imágenes oníricas no sólo
han hecho en mayor o menor medida, existen en el mundo inmaterial del cerebro.
adquiere un aura de fascinación. Se trata Son usadas bajo la forma de ídolos, de dio-
sólo, por supuesto, de una de sus facetas. ses, para ilustrar leyendas, para represen-
Pero lo cierto es que puede llegar a ser de tar nuestros miedos o nuestros deseos.

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Incluso con prosaico y pudibundo fervor Las analogías y diferencias hablan por sí
científico, como puede apreciarse en las solas: no se trata de imágenes oníricas. En
dos ilustraciones5 de las figura 3 y 4. ambos casos se hallan en un contexto his-
La primera de ellas reproduce un exvoto tórico y científico de alto nivel. Pero tienen
que fue hallado en Westerwood, tal y como algo de ese mundo simbólico en el que
fue reproducido por John Horsley en su unas cosas representan otras. Tal meta-
famoso estudio sobre Britannia Romana de morfosis, a pesar de algunas reiteraciones
1732. En el texto habla de un Príapo o falo, de última hora, no fue un invento de Freud.
por entonces en la colección Baron, que Una hoja sirve para dar una cierta «ilusión
indirectamente interpretaba como símbolo fálica» que no perturbe al espectador, pero
de recuperación de una enfermedad de que a pesar de todo le permita ver, por
diez años de duración, debido a la inscrip- transparencia mental, de qué se trata. Es
ción de la parte superior, donde se lee en un caso de censura, de autocensura, por
vertical: X A N, que puede interpretrarse supuesto, pero también de expresión de
como decem annorum. Al finalizar su análi- una analogía entre términos icónicos apa-
sis, dice6: «decency forbids the saying any rentemente muy separados en la forma y
more on this subject, as it obliges me to en los campos de significación.
conceal the figure»: «la decencia me impi- Partiendo de este supuesto, el uso de
de decir nada más, así como me obliga a hojas de parra o de otras especies vegeta-
encubrir la imagen». Tal encubrimiento, les para ocultar los órganos genitales de
pues, es el que el lector tiene ante sus ojos hombres y mujeres en el arte medieval y
en la figura 3. del renacimiento, como en el caso del gra-
La figura 4, obviamente, reproduce el obje- bado de Durero reproducido en la figura 5,
to real, pero esta vez de una edición más adquiere otro sentido, tal vez más «trans-
tardía y de otro autor. Se trata del Discurso parente», y en todo caso más enriquecedor
sobre la adoración a Príapo, Discourse on del contenido profundo de las relaciones
the Worship of Priapus, obra de Richard analógicas en la imagen, sobre el fondo
Payne Knight editada en 1865. nutriente de las transformaciones oníricas y
del mundo simbólico asociado a ellas.
FIG. 4 El filósofo alemán Walter Benjamin, fue, tal
vez, quien más lejos llegó en la reflexión
sobre las relaciones que se establecen
entre la fotografía y el psicoanálisis, como
puede apreciarse en su Pequeña historia
de la fotografía, de 1931, donde plantea el
concepto de «inconsciente óptico». La per-
cepción es considerada aquí no como un
«ver», sino más bien como un «saber». Al
mirar, para Benjamin, surgen relaciones
entre las cosas, y muchas de ellas pueden
radicalmente enfrentado al anterior, el con-
ductismo, una escuela que jamás entró
seriamente en el desarrollo de una teoría
perceptiva, y de ahí que su conexión con el
modelo fotográfico y analógico de la visión
se dé más por omisión (aceptación de
hechos dados) que por acción. Para los
behavioristas la percepción no era un tema
adecuado para la investigación científica,
debido principalmente a que las percepcio-
nes constituyen estados subjetivos. Para el
conductismo, los objetos de investigación
debían ser abiertos y exteriores, accesibles.
De esta manera, se argumentaba, sucedía
en todas las ciencias. Los contenidos de la
mente no son directamente observables en
FIG. 5 sí mismos. Su estudio, pues, resultaba
científicamente inadecuado.
escaparse, perderse. Los mecanismos ópti- Todas aquellas personas interesadas en la
cos de la cámara, sin embargo, sí son imagen, en la creatividad y la actividad
capaces de conservarlas, de plasmarlas a artística de cualquier tipo, en la inagotable
través de diversos recursos, como la y sana promiscuidad de la vida simbólica
ampliación. Dice Benjamin7: «La naturale- que se manifiesta cada día a nuestro alre-
za que habla a la cámara es distinta de la dedor, siempre han quedado decepciona-
que habla a los ojos; distinta sobre todo das ante esa negativa «científica» tan
porque un espacio elaborado inconsciente- rotunda a enfocar dignamente sus proble-
mente aparece en lugar de un espacio que mas o sus ilusiones; una negativa que,
el hombre ha elaborado con consciencia. además, se mantuvo constante, casi inva-
Es corriente, por ejemplo, que alguien se riable, durante décadas, lanzando olímpi-
dé cuenta, aunque sólo sea a grandes ras- camente decenas y decenas de activida-
gos, de la manera de andar de las gentes, des, ilusiones y sueños humanos, a la esfe-
pero seguro que no sabe nada de su acti- ra de la superstición, del absurdo, o de la
tud en esa fracción de segundo en que se peor pseudo ciencia, sin ofrecer ninguna o
alarga el paso. La fotografía, en cambio, la casi ninguna alternativa.
hace patente con sus medios auxiliares,
con el retardador, con los aumentos. Sólo El Modelo Cognitivo y
gracias a ella percibimos ese inconsciente Computacional
óptico igual que sólo gracias al psicoanáli- Los ataques al modelo analógico surgieron,
sis percibimos el inconsciente pulsional». a partir de la década de 1950, de una serie
En último lugar encontramos un enfoque de investigaciones y campos de actividad

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aparentemente dispersos, que el tiempo se la del desarrollo de nuevas tecnologías


encargaría de unir en perspectivas y a para el estudio y análisis del cerebro «en
veces en resultados. Algunos de ellos se vivo»; la segunda, mediante la resurrección
referían a mejoras técnicas, como las que de viejos conceptos psicológicos olvidados
comenzaron a permitir un acceso más durante las décadas conductistas, o sim-
directo «y vivo» a lo que sucedía en el cere- plemente arrojados a los cubos de basura
bro en un momento determinado, ya fuese intelectual. El más nodal y plural de todos
en estado de descanso total, de operacio- ellos, tal vez, el concepto de representa-
nes perceptivas o de resolución de proble- ción, que para algunos ha pasado a ser el
mas diversos. Otros partían de enfoques verdadero centro de la psicología cognitiva
lingüísticos renovadores. Otros más del y de las ciencias cognitivas. Desde este
terreno de las nacientes ciencias y tecnolo- punto de vista, representación, inteligencia
gías de la información y de su aplicación a y conocimiento pasan a ser tres términos
máquinas «inteligentes». cuasi sinónimos en tanto describen el obje-
Tales perspectivas rompían de hecho con la to de estudio de las ciencias cognitivas,
vieja e inoperante dualidad mente / cere- interesadas en los procesos computaciona-
bro, actuando como tantas veces ha suce- les que se dan en seres humanos, en ani-
dido con la ciencia desde el siglo XIX, sin males, en máquinas y en abstracto. Para H.
detenerse a «filosofar» o a discutir su posi- Gardner, en su obra The mind’s new
ción ética con ninguna pretendida autori- Science. A history of the cognitive revolu-
dad superior. De tal manera, el campo de tion, las tres características que definirían
los creyentes en que la memoria, el cono- el surgimiento de estas ciencias, serían la
cimiento, el juicio y la voluntad son poten- rehabilitación y desarrollo del concepto de
cias del alma, tenían su teología para ence- representación, el marco computacional en
rrarse en ella, mientras en los hospitales y que tal cosa ha sucedido, y la creencia en la
centros de investigación se analizaban las necesidad de un enfoque multidisciplinar.
zonas cerebrales de la mejor manera posi- La ruptura del modelo analógico, con todo,
ble. Una actitud, no se puede negar, que si no ha sucedido de manera frontal ni direc-
bien ha ahorrado enormes dosis de tinta y ta. En algunos aspectos, incluso, el con-
tiempo a los científicos, ha terminado cepto de representación, que ha traido
generando una conciencia colectiva del consigo otros a los que iba asociado desde
«todo vale», sólo aparentemente permisiva, antiguo, como el de imágenes mentales,
que ha concluido por corroer los viejos prin- parece haber prestado un cierto refuerzo al
cipios éticos de nuestras sociedades, basa- enfoque analógico, que como ya se ha
dos casi todos ellos en tradiciones religio- comentado anteriormente, es esencial en
sas muy poco operativas intelectualmente. el plano fenoménico de la imagen. Y esto
Desde el punto de vista de las ciencias ha sido así ya que el estudio de las imáge-
agrupadas alrededor de la psicología, el nes mentales ha permitido definir la imagi-
cambio se generó a partir de dos direccio- nación mental como un sistema de simula-
nes distintas. La primera, ya mencionada, ción y simbolizacióm mental analógica,
cognitivamente accesible y guiado esen- mente es al cerebro lo que el programa es
cialmente de manera conceptual, que al computador».
puede operar con un amplio desfase res- Modelos teóricos basados tan de cerca en
pecto de los datos perceptivos e incluso tecnologías existentes, como lo han sido el
generar sus propios datos. fotográfico y el computacional, plantean el
Un sistema relacionado con el sistema per- problema de su rápida obsolescencia a
ceptivo y cognitivo, que agrupa una serie medida que la propia tecnología, que es
de funciones especializadas, que trabaja independiente del modelo, evoluciona.
computando información con altísimo ren- Hace unos años, por ejemplo, las velocida-
dimiento, y que opera en «tiempo real» sin- des de proceso de los ordenadores profe-
cronizado a los datos que recibe del entor- sionales más sofisticados estaban muy por
no. Un sistema del que aún no han podido debajo de las velocidades de trabajo de la
ser descubiertos sus códigos computacio- mayoría de los ordenadores domésticos del
nales, aunque sí establecer numerosos día de edición de estas páginas, que a su
modelos que dan cuenta, mediante ope- vez resultarán insignificantes, muy proba-
raciones numéricas no analógicas, de blemente, dentro de unos años. De mane-
gran cantidad de aspectos fenoménicos ra similar ha sucedido con la «multitarea»,
de la imagen. una promesa de los técnicos que ha abier-
Desde el punto de vista cognitivo, pues, lo to innumerables horizontes una vez que se
que hay es una transformación del input a ha hecho realidad. En relación con la «mul-
términos representacionales, bajo cuya titarea», por ejemplo, cabe una reflexión en
forma experimentan una serie de computa- relación al modelo computacional, ya que
ciones y procesos antes de manifestarse los sistemas representacionales propues-
en el output. En resumen, pues, para las tos para la mente humana han sido, hasta
ciencias cognitivas la cognición es una el presente, tan numerosos y diversifica-
forma compleja de computación, y la dos, que parece hasta cierto punto impro-
mente el sistema que recibe, transforma, pio de un sistema de alto rendimiento. Si
almacena, recupera y transmite esa infor- realizamos una apuesta de futuro, y pro-
mación, representada en forma de unida- yectamos el modelo hacia un momento en
des simbólicas. el que se hayan multiplicado por cien sus
El modelo más asequible y cercano a esa velocidades de proceso y sus facultades de
nueva concepción es el del ordenador, con interacción multitarea, lo cual es sencilla-
sus diversos periféricos de entrada y salida mente ínfimo comparado con las capaci-
de datos, de manera que existe un parale- dades computacionales del cerebro huma-
lismo entre las funciones «perceptivas» o no, es posible que formas tan heterogéne-
de input de un escáner, su transformación as de represetación empiecen a parecer
en unidades binarias no analógicas según mucho más adecuadas.
un código, y su reconversión analógica en En todo caso, al día de hoy, no hay una res-
la pantalla. Según Juan Mayor y Agustín puesta única a la pregunta de cómo se
Moñivas8, «esta tesis se resume en que la representa la información en nuestros cere-

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bros, aunque parezca probable que coexis- A este respecto, cabe decir que la idea del
tan diversos formatos para otras tantas ser humano como producto teleológico de
funciones. la evolución, esto es, como ideal que ha
Algo de esta pluralidad de funciones puede ido desarrollándose hacia una meta defini-
rastrearse a través del sistema de imáge- da desde el inicio de la vida, con una
nes mentales del que antes hemos habla- estructura interna perfectamente congruen-
do, un sistema intermedio, que no parece te, no tiene nada que ver con nuestra reali-
ligado directamente a las respuestas inme- dad biológica; ciertamente, sólo representa
diatas que debe dar nuestro organismo a una manifestación de la «puesta al día» de
determinadas situaciones, y que sin embar- viejas ideas religiosas de tipo «finalista». El
go integra de manera perfectamente natu- ser humano no ha evolucionado siguiendo
ral y estrecha aspectos propios de la per- un plan o proyecto prefijado o rector. Un
cepción, del conocimiento y de la memoria, hecho que se manifiesta en la propia
y también de la acción. visión, para no salirnos de nuestro campo,
En relación con el lenguaje, sin embargo, la ya que no poseemos «una» visión, aunque
pertinencia de un sistema como el de imá- tal sea el resultado fenoménico de la per-
genes mentales parece poco apropiado cepción, sino un conjunto de tres visiones
para dar satisfacción a todas nuestras más o menos relacionadas, que se desa-
necesidades comunicativas. De ahí que se rrollaron con cientos de miles de años de
haya propuesto, desde muy numerosas distancia entre unas y otras para diversos
perspectivas, sistemas proposicionales, fines, y que además afectan a cromosomas
semánticos, de respuesta instintiva, etc. Y distintos: la visión nocturna, la bicrómica y
sin embargo, el hecho de que existan la tricrómica.
numerosos aspectos de nuestra experien- La llamada «información visual», en sentido
cia humana que no son accesibles al len- genérico, considerada como una tipología
guaje, y en ocasiones que sólo de manera homogénea que es tratada a su vez de
muy indirecta y fragmentaria pueden expre- manera homogénea por el cerebro, no exis-
sarse a través de palabras, hace pensar en te. Dentro de la llamada «información
campos que han podido evolucionar de visual» se da un orden variadísimo de pro-
manera independiente o aislada en épocas cesamientos y funciones, que atañen a la
diferentes, que conviven biológicamente, comprensión del espacio, de las diferentes
pero que no están muy «emparentados» longitudes de onda del color, del significa-
dentro de nuestro organismo, como puede do de lo visto, etc. Denis Baylor, que es
ser el caso del olfato y la palabra, cuya especialista en fotorreceptores retinianos y
relación se mueve siempre en términos de profesor de neurobiología de la Universidad
gran ambigüedad y generalidad, o de la de Stanford, dice9: «La noción de que dife-
palabra con ciertos aspectos del sonido, rentes clases de información, digamos de
como el tiembre, un ámbito de experien- color y de contraste espacial, son procesa-
cias en el que ni las generalidades suelen das por diferentes grupos de células, ha
resultar pertinentes. sido respaldada por hallazgos anatómicos
y por experimentos fisiológicos. Por ejem- Algunas de las conclusiones de interés que
plo, dentro del nucleo geniculado lateral, podemos extraer para un mejor desarrollo
las células ganglionares que codifican el de los temas que van a ser tratados en
contraste del blanco y negro terminan en páginas sucesivas, son las siguientes:
regiones separadas espacialmente de a) Ver no es sólo recibir luz. Se trata de una
aquellas en las que terminan las células actividad mental compleja en la que, junto
selectivas de las longitudes de onda». con los datos nuevos, se considera el con-
En lo que atañe a la información visual texto y la estructura de conocimientos pre-
relacionada con el significado de lo visto, existente.
son del mayor interés las investigaciones b) No existe una información visual homo-
realizadas en Londres por Gemma Calvert y génea. A través de los ojos entran al cere-
Michael Brammer10, que estudiaron la bro un número muy elevado de informacio-
actividad cerebral en sujetos que veían un nes específicas que interrelacionan entre sí
rostro que movía los labios pero no sonaba y con la información aportada por otros
la voz, y en otros que escuchaban la voz sin sentidos. Como consecuencia, podemos
ver el rostro. afirmar que el acto de ver es cualitativa-
Los datos aportados por la investigación mente distinto dependiendo del objeto
condujeron a la evidencia de que es sufi- observado, del estado del observador y de
ciente ver a una persona mover los labios, las circunstancias de la observación.
aunque no exista sonido, para que algunas c) Si bien la analogía se manifiesta como
zonas del cortex auditivo se activen, en una una de las principales leyes que rigen el
manifestación más de que el procesamien- mundo fenoménico de la imagen, los pro-
to de la información, además de tener un cesos mentales mediante los cuales se
fuerte sentido sinestésico, posee una transforma y recupera tal analogía no pare-
caracter funcional lleno de pequeños y sig- cen tener tal carácter. La información com-
nificativos detalles. puterizada por el cerebro es sometida a un
Un esquema gráfico del modelo que veni- tratamiento que supera nuestro concepto
mos desarrollando, podría ser el reproduci- de linealidad y multitarea, para el cual aún
do en la figura 6. carecemos de modelo adecuado.

FIG. 6

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La Forma del Significado gue a ver». Tampoco interviene la actividad


La comprensión de la visión como una acti- racional; no es necesario decir o pensar,
vidad de tipo homogéneo es, pues, uno de quiero ver. La visión existe «porque sí», por-
los puntos capitales que, en sus mejores que la luz llega a la retina y se producen los
momentos, han presentado en común los efectos de todos conocidos. De ahí que
dos modelos genéricos comentados hasta veamos con idéntica neutralidad una
ahora. De ahí que pueda hablarse de «lo mesa, la playa en la que nos quedamos
visual» en general, asumiendo que perte- dormidos, o el rostro de la persona que nos
nece a una categoría única y bien definida, acompaña.
que no cabe confundir con otras activida- Pero esta homogeneidad en el mecanismo
des y que no es susceptible de descompo- no significa que los procesos interiores
nerse en elementos con significación inde- sean igualmente homogéneos, como al
pendiente. Las subdivisiones de «lo visual», contrario, fenómenos físicos de tipo similar
por ello mismo, se han dado siempre den- no tienen por qué causar las mismas sen-
tro de una sola referencia. Y estas subdivi- saciones. Por ejemplo, distinguimos los
siones se han llamado forma, composición, colores, como es sobradamente conocido,
color texturas... Es decir, subcategorías de a través de las distintas longitudes de onda
una categoría perfectamente establecida, electromagnéticas que son captadas por
a la que contribuyen con sus aportaciones los receptores retinianos llamados conos.
particulares. Una alta intensidad de ondas con una lon-
Las páginas que siguen tratarán de abordar gitud de 450 nanómetros, por ejemplo,
esta teoría, con el objetivo de poner en evi- hará que el observador con una visión sana
dencia las falacias e inexactitudes que con- reciba una sensación que denominamos
tiene, además de como paso previo a una azul, o azulada. Si recibe las ondas emiti-
comprensión más plural y profunda de los das por un láser, con una longitud de 700
fenómenos relacionados con la visión y su nanómetros, la sensación será el rojo. Pero
posible aplicación a variados aspectos fun- si las recibe de 1300 nanómetros, además
cionales de la imagen, con incidencia de ya no ver nada, a tal sensación la deno-
sobre la creatividad icónica. minará calor. Y si la intensidad es más alta,
Comencemos por decir que la aparente la llamará dolor. De manera que un mismo
coherencia y homogeneidad de «lo visual» fenómeno físico, produce un conjunto de
tiene su raíz primaria en la propia sensa- sensaciones tan amplias como la gama
ción visual. Excepto en algunas patologías cromática, el calor y el dolor.
relacionadas con el sistema perceptivo, ver En segundo lugar, la aparente neutralidad
es un actividad que no requiere de un de «lo visual» parece fundamentarse en
esfuerzo específico. Al abrir los ojos al des- nuestras propias tradiciones culturales
pertar se produce la visión y, salvo en los desde la antigüedad Griega, en la que ya
casos de cambios drásticos de luminosi- se asentó un modelo «estético» de análisis
dad, el ojo no requiere ningún «calenta- de la imagen, que priorizaba las formas
miento» o ejercicio previo antes de que «lle- sobre el contenido. En términos generales,
siempre que alguien se ha preguntado
sobre la visión a lo largo de los siglos,
hasta bien entrado el XIX, ha sido en fun-
ción de una actividad o de un fin relacio-
nado con las artes, con la belleza, o con
ambos, en cualquiera de sus muchas mani-
festaciones. El resto han sido aspectos téc-
nicos específicos, llámense óptica, catóp-
trica o anatomía, que no han generado
modelos operativos de influencia social
sobre la comprensión o consideración de
las imágenes.
Así lo encontramos ya en Platón y FIG. 7
Aristóteles, en El libro del Arte de Cennini,
en Alberti, Ghiberti y Leonardo, en los estu- El único elemento que queda por describir
dios sobre el cuerpo y la perspectiva de de esta máquina es el propio ojo, que se
Durero, en las teorías irracionalistas de integra en ella con naturalidad, de manera
Bacon, en las teorías dieciochescas sobre perfectamente «mecánica», ya que lo
el gusto tal y como se presentan en los «único» que tiene que hacer es observar a
Salones de Diderot y en Voltaire, en las teo- través del punto de observación con el
rías asociacionistas de Hume y en la filo- menor movimiento posible. La acción de
sofía de lo sublime de Burke, en el Análisis ver, pues, se considera de la manera más
de la belleza de Hogarth, en las teorías abstracta posible: es únicamente el medio
románticas del arte como expresión y reali- indispensable para transmitir las órdenes
zación, etc11. al brazo, que además también sigue
Un ejemplo característico es el de la «mecánicamente» la huella que los rayos
«máquina de dibujar», de Alberto Durero, visuales trazan en la superficie plana del
tal y como se refleja en la xilografía de El dibujo.
arte de dibujar, editado en Nuremberg en Esta huella de la prioridad de los aspectos
1525 y reproducida en la figura 7. formales y estéticos de la visión en la valo-
Un pintor, instalado en la habitación de un ración de la imagen ( toda vez que los con-
cliente, realiza un cuadro de éste, que posa tenidos estaban mucho más condiciona-
en un sillón en el ambiente privado de su dos por normas religiosas o sociales)
alcoba, a través de una máquina que cons- puede rastrearse en centenares de peque-
ta de un soporte en forma de mesa, un cris- ñas o más signativas anécdotas del arte a
tal que sirve de superficie de dibujo y un lo largo de toda la historia. Como ejemplo,
punto de observación graduable, provisto sirvan los argumentos de Otto von Simson
de un tornillo de cremallera y un alzador, en su magistral obra sobre La catedral góti-
que sirven para colocarlo a la altura ade- ca12. Simson menciona la tesis según la
cuada para encuadrar el sujeto. cual la estatua/columna típica del gótico

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58 CREATIVIDAD ICÓNICA
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se inspiró en la ilustración de libros cister- En este contexto, no resulta extraño que la


ciense, en la que era frecuente encontrar una obra de Erwin Panofsky13 adquiriera el
figura humana asociada a una letra «I» capi- valor de una auténtica revolución, desarro-
tular, de manera que recuerda el uso poste- llada más tarde por historiadores de la
rior que tuvo esta forma en la Isla de Francia. importancia de Gombrich y Seznec. En su
Inmediatamente después, Simson añade: enfoque, con enormes matices y extraordi-
«lo que importa en una obra de arte no es naria erudición, se considera por primera
el qué iconográfico, sino el cómo estilísti- vez la importancia del significado para la
co: unir la figura humana a una columna, adecuada comprensión del arte de ciertas
pintada o esculpida, es una cosa; coordi- épocas; una comprensión del significado
nar los dos de tal manera que el ritmo de que, al fin, puede verse con claridad cómo
la una impregne también la otra es algo influye sobre la constitución de la forma,
muy diferente». que deja de ser una decisión que pertene-
La percepción estética contamina todo el ce en exclusiva a los autores. Y una com-
sentido cultural del conjunto de procesos prensión del significado, también, que
perceptivos visuales. No se trata, pues, de influye de manera radical sobre el propio
que la prioridad de la forma sobre el con- gusto estético del observador al penetrar
tenido en la estética occidental sea una más profundamente en la obra.
cualidad «negativa». Lo que se critica es su Además de en las teorías estéticas y en las
dominio «imperialista» sobre otros aspec- teorías de la imagen, de las que hemos
tos de la imagen, que han quedado retar- hablado hasta ahora, el concepto de «lo
dados o ensombrecidos, y que aún hoy visual» como una entidad neutra u homo-
quedan por desarrollar. Un caso concreto: génea ha influido también, de manera
la innumerable bibliografía existente sobre notable, en los planteamientos científicos
las formas de composición formal de las sobre el ojo y la visión.
diversas escuelas pictóricas, en contraste Por ser mucho más fáciles de someter a
con las menguadas investigaciones que control experimental y contener un número
han tratado de asentar los valores que apa- infinitamente menor de matices y variables
recen en un campo visual en relación a la ocultas, la experimentación con formas
información que aportan al sujeto en cada geométricas ha sido la tónica dominante
momento; un hecho visual básico para la en los estudios perceptivos durante déca-
continuidad de la especie. De esta manera, das. Pero no deben perderse de vista las
en las escuelas se continua enseñando tendencias que, dentro mismo de la psico-
teorías estéticas impregnadas de «filosofía logía, manifestaron su asombro ante el
perceptiva», mientras el concepto dinámico hecho de que, en las investigaciones sobre
del campo visual de nuestra especie y su percepción, el perceptor fuera un ente anó-
orden de valores y factores, aún no ha sido nimo, sin características propias o, todo lo
definido con claridad, ni los datos que se más, con características psicofísicas
conocen sobre él han sido suficientemente «medias», y que una buena parte de las
divulgados. investigaciones trataran sólo problemas
abstractos, totalmente distintos de los que La importancia del significado en la visión,
se encuentran en la vida cotidiana. y la manera como las distintas cosas que
Esta tendencia se concretaría, por ejemplo, miramos rompen la homogeneidad del
en el llamado Movimiento New Look14, acto de ver, puede ser estudiada desde
que a partir de la década de los 40 pro- tres perspectivas.
pugnó que el análisis de los actos percep-
tivos debía realizarse teniendo en cuenta la a) Mediante la influencia que los distintos
estructura de personalidad de los investi- tipos de cosas que miramos ejercen en el
gados, sus necesidades, intereses y valo- acto de ver.
res. Un enfoque, evidentemente, que inser- b) A través de la estructura de conocimien-
taba a los individuos en el mundo de signi- to del observador y la influencia que ejerce
ficados de su propia experiencia, diferen- sobre lo percibido.
ciada de la de otros individuos, y sometida c) Por la influencia del entorno y las cir-
a influencias mucho menos «gobernables» cunstancias en el acto perceptivo.
en el laboratorio, desde luego, pero tam- A continuación procederemos a desarrollar
bién mucho más similares a las que se dan algunos aspectos de estas tres perspecti-
en la existencia diaria. vas, siguiendo el orden formulado.
Nuevas investigaciones, en la misma línea
pero con medios más sofisticados, han
incrementado la complejidad del acto de El Significado en la Visión
ver, destruyendo la noción de que todo es Uno de los casos que muestran de manera
visto de la misma manera, que el sistema más evidente la fuerte interacción de lo
del ojo cerebro trata las cosas percibidas observado sobre el proceso de visión, es el
como si fuesen estructuras abstractas en la del rostro humano. Ver un rostro no es,
superfície de un cuadro, sin valoraciones, para las personas, como ver un jarro o una
sin alertar a otras zonas del cerebro depen- silla. Ciertamente, se trata de actividades
diendo de las características de lo obser- que, en sentido profundo, están a enorme
vado. Una idea «pobre» la que sostiene que distancia mental; una distancia que
la mirada «carece de sentido», toda vez comienza a generarse, «en tiempo real»,
que la visión, la percepción en su conjunto, desde el momento mismo de iniciarse la
no es un fin en sí misma, sino un medio percepción.
para el mejor acoplamiento de los sujetos El rostro humano es de una enorme impor-
en el medio, y por consiguiente ha de ofre- tancia biológica y social y no puede extra-
cerles una información de buena calidad ñar que varias regiones del cerebro estén
para cumplir su cometido. Algunas de las involucradas de manera específica en su
características que esa información ha de análisis y escrutinio. Todos los humanos,
poseer están en el orden de ofrecer datos en mayor o menor grado, pero siempre con
sobre qué son las cosas, si ya se han tenido elevada pericia, somos especialistas en
experiencias con ellas, los potenciales peli- rostros desde una edad muy temprana.
gros y oportunidades que nos afectan, etc. Entedemos los mensajes que los rostros

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JUAN MARTÍNEZ VAL

nos envían en relación con el sexo, la edad, de completar adecuadamente un proceso


el estado emocional y muchos otros. Se de identificación de largo alcance, y la vida
trata, pues, de un foco de comunicación de del recien nacido pende de ese hilo.
importancia casi universal, que emplea- En los bebés humanos existe también una
mos para confirmar o negar el contexto enorme fascinación por las caras, un
cuando hablamos, para establecer relacio- patrón formal que para ellos es de una
nes personales o sociales, para mostrar intensidad no comparable con otras geo-
disgusto o pedir socorro. metrías. De esta manera, aunque el grado
Numerosas investigaciones sobre el com- de foco suficiente para la distinción del
portamiento animal han establecido, por detalle no lo alcanzan hasta varios meses
ejemplo, diversos mecanismos mediante después del nacimiento, los niños parecen
los cuales numerosas especies establecen poseer una habilidad innata para dos
los vínculos paterno filiales a través de una cosas sorprendentes:
amplia gama de señales visuales o de otro
tipo. Los más conocidos, ya que generaron a) Comprender que tales ragos son los de
un revuelo de consideración en los medios un rostro humano
de comunicación después de la segunda b) Establecer una proyección de tales ras-
guerra mundial, fueron los famosos gansos gos a sus propios músculos faciales, de
de K. Lorenz15, que adoptaban por madre manera que pueden repetir las muecas que
la primera cosa de suficiente tamaño que se les hagan aunque ven la imagen muy
veían moverse al nacer. borrosa.
El caso de las cebras es muy significativo.
Nada más nacer, y en cuanto el potrillo o la
potranca puede ponerse en pie, la madre
se pega a su rostro ocultándole toda visión
de lo que no sea ella misma. Durante esos
primeros minutos de su vida, las cebras
recien nacidas tienen capacidad para rete-
ner el patrón de rayas que tengan más cer-
cano, y será mediante ese patrón por el
que reconozcan a su progenitora entre
todos los individuos de la manada.
Si en ese pequeño intervalo de tiempo se
produce una estampida y el potrillo o la
potranca pierde contacto con la madre, ya FIG. 8
no será capaz de reconocerla y ninguna
otra cebra lo adoptará. Se trata, pues, de La figura 8 recoge seis imágenes, tres de
unos minutos especiales, durante los cua- un adulto haciendo gestos y otras tres de
les la percepción es mucho más que niños de 2 o 3 semanas remedando los
«mera» percepción: en su transcurso se ha mismos gestos. Pertenecen a una investi-
gación de Andrew Meltzoff y Keith Moore16 relación a su estructura, a los patrones de
desarrollada en 1977. luz y sombra que reciben, a las alteracio-
Uno de los experimentos que de manera nes formales a que puedan ser sometidos,
más radical han demostrado la existencia etc, siguen siendo de enorme importancia
de un conocimiento innato del rostro fue el perceptiva para los adultos. Ya en las pri-
desarrollado por Mark Johnson con bebés meras películas de terror se pudo compro-
que sólo contaban minutos de vida y que, bar cómo es suficiente con iluminar un ros-
por consiguiente, no habían tenido tiempo tro desde abajo para que toda la armonía
de aprender qué es un rostro. de la cara se descomponga y el resultado
A tales bebés se les mostraban diversos sea altamente intranquilizador, aunque no
patrones, recortados en madera blanca y se haya utilizado ningún tipo de maquillaje
con rasgos faciales más o menos realistas, o máscara especial.
más o menos desajustados o desajustados Como muestra la figura 10, en el esquema
del todo, y se midió el tiempo de segui- realizado por R. Cabeza y L. Nyberg17 en
miento de los mismos. 1997, en una revisión general de las inves-
tigaciones realizadas sobre el tema, la téc-
El resultado fue que las máscaras natura- nica de resonancia magnética cerebral con-
listas tuvieron tiempos de seguiemiento firma la existencia de diversas zonas cere-
notablemente superiores a las máscaras brales según el tipo de fenómeno percibi-
desestructuradas, e incluso una configura- do. Los diagramas superiores del gráfico
ción tan esquemática como la del tipo «A» muestran las caras externas de los hemis-
ferios izquierdo y derecho, y los inferiores
las caras interiores.
El segundo tema a tratar, según el índice
que nos propusimos al inicio de este apar-
tado, es el del conocimiento previo del
observador al realizar el acto de mirar o
percibir; una cuestión mucho más conoci-
da y trabajada, en la cual no será necesa-
rio insistir tan pormenorizadamente.
El fenómeno se conoce de antiguo, en
aspectos que se han denominado «espec-
A B tativas previas» o «atención selectiva», por
poner sólo dos ejemplos representativos.
FIG. 9 Las espectativas previas se dan a través
alcanzaba un grado de interés superior a del efecto de percibir aquello que se espe-
las de tipo «B» en la figura 9, aunque raba captar y no los datos que realmente
ambas dispongan exactamente de los mis- llegan a la persona. Es una especie de
mos elementos. ceguera mental, en la cual una información
La configuración de los rasgos faciales en anterior al acto de la percepción altera de

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JUAN MARTÍNEZ VAL

FIG. 10
manera esencial la naturaleza de éste. el conocimiento previo es de enorme
También se manifiesta como una mayor tor- importancia para la extracción de informa-
peza en el análisis de campo, ya que si la ción útil. Los turistas que llegan a España y
espectativa está en relación con que se van a presenciar una corrida de toros, por
produzcan acontecimientos visuales en una ejemplo, no pueden extraer información de
determinada zona del campo visual, las calidad sobre el comportamiento del ani-
alteraciones generadas en otra parte cual- mal y del torero. Una persona con expe-
quiera tardan más en localizarse que en riencia en esas lides, detectará incluso en
situaciones normales de falta de informa- casi insignificantes derrotes de toro por
ción previa. dónde puede aparecer el peligro, y qué tipo
En cuanto a la atención selectiva, se refie- de peligro resultará ser. De igual manera
re a la capacidad de filtrar la información con las aproximaciones sucesivas del
percibida de tal manera que obedezca a matador; su factor de riesgo, su conformi-
determinados patrones de valor o de acti- dad con el comportamiento anterior del
tud. Algo que se da cotidianamente cuan- animal, etc.
do escuchamos hablar a los políticos, de Se trata de una situación de elevado riesgo,
los cuales entendemos en gran medida lo y el conocimiento previo, la comprensión
que queremos comprender y de la manera precisa de sutiles variaciones perceptivas en
que estimamos correcta. No parece existir, el comportamiento del toro, determinarán que
pues, un corte limpio y claro entre un tipo el matador salga «por la puerta grande» o en
de actividades que llamamos perceptivas y ambulancia.
otro tipo de actividades que denominamos Por último, el tercer punto del índice propues-
cognitivas. to hace referencia a la importancia del entor-
En circunstancias perceptivas cotidianas, no y las circunstancias en el acto perceptivo.
Ciertamente, si el sistema visual, como el En sentido fuerte, las anomalías percepti-
auditivo o el táctil, son esencialmente vas que se producen en la vida cotidiana
medios para que el sujeto pueda ejercer ponen en marcha todo el organismo.
sus actividades en un entorno sin caer en Digamos, el hecho de oir pasos nítidos en
riesgos innecesarios, parece evidente que la cocina cuando estamos solos en casa,
hay esencialmente dos estados de activi- aunque luego terminen por ser los pasos
dad perceptiva. Los que podemos denomi- del vecinos. Primero aguzamos el oído;
nar estado de alerta perceptiva y estado pero si es necesario nos pondremos en pie
de normalidad perceptiva. y tomaremos precauciones.
El estado de normalidad es el que gozamos Sin un sentido tan drástico, las anomalías
habitualmente cuando las cosas funcionan juegan un papel vital en la composición de
como deben funcionar a nuestro alrededor. los campos visuales, incluidos los estéti-
Pero no es un estado pasivo o un estado cos, los inanimados, los pintados o foto-
de «calma chicha» en modo alguno. grafiados, ya que en sentido fuerte deter-
Siempre hay actividad prospectiva, bús- minan un cambio en el flujo de información
queda de datos de interés en el entorno, en el campo visual de los sujetos. Y sabe-
aunque los que nos llegan no nos dan mos que toda información redundante,
motivos para establecer acciones especia- toda información repetida, es poco útil
les. Se trata, pues, de un control de para el organismo; un fenómeno que se
campo: caminamos por la acera; los verifica desde los niveles retinianos más
coches pasan con normalidad a nuestro bajos.
alrededor y los peatones siguen cada cual Además de manifestarse en la influencia
su camino. ejercida por lo observado, por el conoci-
El estado de alerta perceptiva surge cuan- miento previo y por la situación del entorno
do algo no marcha bien en el campo perci- en que se realiza la percepción, tal y como
bido. Un coche hace sonar su bocina y des- hemos visto en las páginas anteriores, la
pués le vemos avanzar dando curvas y presencia del significado en el acto de ver
volantazos entre los otros vehículos. rompe el sentido homogéneo de la visión
Lo que media entre el estado de control de de otras varias maneras, algunas de las
campo o estado de normalidad, y el esta- cuales fueron detectadas hace ya siglos,
do de alerta es una anomalía perceptiva; como puede ser nuestra natural reticencia
es decir, un elemento perceptivo que irrum- a dejar que las cosas no sean algo a nues-
pe con una enorme carga informativa y la tro alrededor; es decir, nuestra negativa a
despacha en un plazo de tiempo que permitir junto a nosotros, en nuestro
puede ser muy corto o prolongarse con campo perceptivo y cognitivo, cosas que
nuevas informaciones durante más tiempo. no sabemos qué son, que carecen de
Anomalía perceptiva es aquello que rompe sentido para nosotros, y que por ello
la uniformidad de información que existe mismo nos intranquilizan hasta el punto
en el campo perceptivo en un momento de tener que resolverlas con los datos
dado, aportando información nueva. que podamos aportar.

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En otras palabras, el ser humano es, por lenguaje verbal, si lo hace de manera
naturaleza, instintivamente, un «dador de modal, en campos separados y sucesivos,
significado», un ente semantizador que o a través de un almacén único que nutre
hace que todo sea algo, que dé nombre a un sistema proposicional de relaciones, es
las cosas. algo sobre lo que aún no hay acuerdo pro-
En las estrellas ve objetos, personajes, fundo en la psicología del presente
herramientas, y crea las constelaciones. En momento, de manera que no hay nada, a
las nubes descubre cabezas de animales o este respecto, que pueda ser definido
paisajes fantásticos. En las manchas de un como un «estándar cognitivo». En todo
suelo de terrazo ve enanos de leyenda o caso, este es un tema que supera los lími-
castillos medievales. Casi cualquier estruc- tes del presente trabajo y que no afecta al
tura gráfica sirve para que las personas desarrollo posterior del mismo.
imaginemos cosas y proyectemos nuestras
fantasías. Incluso en los cuadros de expo-
siciones de arte abstracto, donde cultural- De la Imagen Natural
mente sabemos que no existe una voluntad a la Imagen Técnica
de reflejar gráficamente objetos o seres Todo lo dicho anteriormente, excepción
concretos, es frecuente escuchar conversa- hecha de las breves alusiones a obras grá-
ciones del tipo, ¿no te parece esto un ficas o esquemas, es válido para la imagen
caballo? Aquí las patas, esto el lomo, etc. considerada en su medio natural; esto es,
A este respecto, dice18 Leonardo da Vinci en la mente del ser que las ve mientras
en su Tratado de la Pintura: «No he de dejar contempla una determinada escena. Pero
de incluir entre todos estos preceptos una el hombre, al igual que ha hecho con el len-
nueva invención teórica, que si bien puede guaje verbal, que ha sido capaz de crear un
parecer mezquina y casi ridícula, es muy sistema extracorpóreo de almacenamiento
adecuada y útil para inducir al espíritu a del mismo a través de la escritura, ha gene-
múltiples invenciones. Es la siguiente: si te rado cientos de tecnologías para almace-
fijas en algunas paredes llenas de man- nar, tratar y reproducir las imágenes de
chas o hechas con mezcolanza de piedras manera exterior a su mente. Imágenes que
y te aplicas a inventar cualquier espectácu- son vistas como las imágenes naturales
lo, podrás ver sobre aquel muro formas auténticas, que en ocasiones pueden ser
parecidas a paisajes con montañas, ríos, confundidas con ellas, a las que llegan a
rocas, árboles, valles y colinas, o podrás imitar con perfecto realismo, y que por con-
ver batallas con figuras movidísimas, ros- siguiente parecen gozar del mismo estatus
tros de expresión extraña y otras mil cosas que las imágenes naturales.
que luego podrás traducir a buena y com- Pero se trata sólo de una ilusión, y la clara
pleta forma». delimitación de las propiedades de unas y
De qué manera codifica y computa el cere- otras —imágenes naturales e imágenes téc-
bro la información visual y la información nicas— en relación a sus características de
semántica relacionada con ella o con el semejanza y a la información que contie-
nen, supone el primer paso para alcanzar como referencia frente a la inestabilidad
una gama de criterios bien perfilados sobre del entorno, experimenta rupturas conti-
la propia creatividad icónica, de la que tra- nuadas.
tamos. Este principio de continuidad convierte a
La diferencia más importante entre imáge- todas las imágenes naturales en porciones
nes naturales e imágenes técnicas no se de una única cadena perceptocognitiva, en
da al nivel de la analogía; se produce en el la cual ocupan lugares determinados y per-
ámbito de la información. tinentes, que pueden ser recuperados. Una
A pesar de la extensa «sabiduría popular» imagen fotográfica de las calles de Roma,
al respecto, que es generosa con refranes por ejemplo, puede asociarse a un viaje, al
del tipo «una imagen vale más que mil recuerdo de ciertas personas que también
palabras» y otros similares, lo cierto es que realizaron el mismo viaje, a un abanico de
pocas cosas hay tan ambiguas y de signifi- anécdotas y circunstancias, etc. Es decir,
cado tan difuso como las imágenes técni- una imagen natural, jamás existe como un
cas. Las personas, debido a sus propieda- corte perceptivo ajeno al campo cognitivo
des analógicas, suelen atribuirles cualida- de la mente en que tal imagen está suce-
des de precisión y definición de las que diendo. Al despertarnos por la mañana, reco-
carecen por completo. Una imagen técnica nocemos la habitación de la noche anterior
cualquiera, digamos una fotografía, un antes de dormirnos, los muebles, las perso-
dibujo o una pintura, posee en sí misma nas que hay en la casa. De no ser así, se pro-
una información tan poco profunda, tan duciría una alteración profunda en la mente y
poco relacionada con otros valores o circuns- en el comportamiento de ese individuo.
tancias, que es como la botella del náufrago Si después hemos tomado un taxi hasta el
lanzada al ancho mar. Ha de caer en pose- aeropuerto, entregado las maletas y los
sión de la persona pertinente para que pueda billetes, tomado el avión y llegado a una
realizar adecuadamente su trabajo. isla del Caribe, todas las imágenes natura-
Analicemos primero las propiedades infor- les de la carretera, el aeropuerto, el avión,
mativas de las imágenes naturales, y de el paisaje, etc, se han debido ir encade-
esta manera será más fácil comprender las nando con perfecta naturalidad. Siempre
carencias de las imágenes técnicas. sabemos en qué punto de esa cadena
La ley fundamental de toda imagen natural estamos, qué fases anteriores hemos atra-
es el principio de continuidad. Este princi- vesado y reconocemos por ello la pertinen-
pio, basado en la memoria, encadena cia de las nuevas imágenes que vamos per-
todos los estados icónicos por los que atra- cibiendo. Si al llegar al hotel nos impresio-
viesa la mente humana, saltando por enci- na la amplitud de su arquitectura, tal vez
ma de los periodos de sueño y estable- tomemos una fotografía del mismo. E inclu-
ciendo aspectos fundamentales de la iden- so podremos decir a una de las personas
tidad mental de la persona. Sin continui- que nos acompañan que se coloque en la
dad, puede decirse, la personalidad se barandilla de la terraza para que, además,
construye de manera anómala y el yo, esa imagen se convierta en un recuerdo.

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66 CREATIVIDAD ICÓNICA
JUAN MARTÍNEZ VAL

Pero ¿cómo consigue serlo? significado: desde la identidad de las per-


Vayamos al instante exacto en que la foto- sonas al sentido de las acciones que eje-
grafía es tomada. En la mente del fotógra- cutan o a la intencionalidad de las mismas.
fo existe una imagen natural y, con el click, Nos ofrece una analogía, por supuesto,
en la cámara se produce una imagen latente pero una analogía sin fondo, sin estela, sin
que goza de un elevado grado de analogía pasado.
respecto de la misma, que posteriormente Puede argumentarse que en la imagen
pasará a otro soporte y se hará visible. cinematográfica, con su desarrollo tempo-
La diferencia entre ambas imágenes, natu- ral de las secuencias, esta pérdida de refe-
ral y técnica, radica en el hecho de que en rencias puede ser menor, y es cierto. El
la imagen natural, aquel encuadre que el cine es el resultado de una organización
fotógrafo tuvo en su mente formaba parte encadenada de imágenes, y por ello
de una cadena ininterrumpida de datos mismo, a medida que avanzamos en la
perceptocognitivos de una profundidad ina- acción, sabemos más de los personajes,
barcable. El perceptor de la imagen natural de sus pretensiones, aspiraciones, actos.
que se dispone a tomar una fotografía sabe Cada cambio de secuencia, sin embargo,
dónde está siendo vista esa imagen, qué va reubicándonos en una posición percep-
día, quién es el protagonista, cómo se tocognitiva nueva, que debemos empezar a
llama el hotel, el piso en el que se encuen- aprender. Y su propio desarrollo aclarará el
tran, etc. Para él, tal imagen es, necesaria- lugar de la acción, los personajes que inter-
mente, una más de la cadena de imágenes vienen, etc.
en la que vive. Hay que decir que, salvo raras películas
Pero todo esto cambia en la imagen técni- experimentales, el lenguaje cinematográfi-
ca, que se genera a partir de una amputa- co siempre se ha basado en una conside-
ción no sólo del contexto, de la inmensa ración metonímica del tiempo. Es decir, en
sucesión de datos perceptocognitivos el principio de que un poco de tiempo
donde la imagen natural se ofrece. Lo que representa una porción temporal mucho
la imagen técnica contiene son sólo los más grande. Unos segundos suponen una
datos perceptivos de la analogía en algu- noche; dos tomas de tres segundos, un viaje
nos de sus elementos. Pero como hemos de cuatrocientos kilómetros. De ahí que esté
podido ver en las páginas que anteceden, en manos del director el engañarnos con la
la analogía es sólo un fragmento del pro- información que nos ofrece, como hacía
ceso de la visión, de enorme fuerza feno- Hitchcock al dejar colgados a sus protago-
ménica pero que juega un papel limitado nistas de la arista de un abismo.
en la construcción mental completa de la El tiempo es un elemento que falta a la
imagen natural. imagen pictórica, a la imagen gráfica, a la
La imagen técnica no nos dice dónde esta- fotográfica, pero es algo más que tiempo lo
mos, quién somos, qué hacemos, qué que necesitamos: todos los datos de un
hemos hecho, qué haremos. Su ambigüe- mundo interior, que la imagen técnica,
dad crece en las infinitas direcciones del posiblemente, no llegue a adquirir nunca.
Lo dicho anteriormente no debe generar en qué deberse a la estructura o composición
el lector, sin embargo, la idea de que la de la imagen técnica. Ciertamente, se
imagen técnica es poco operativa desde el genera como suposición en el plano cogni-
punto de vista de la información. Tal cosa tivo y, por consiguiente, puede tener sus
no es cierta. A través de la experiencia del raíces en éste plano.
observador, así como de las leyes de la Pongamos un ejemplo publicitario, ya que
analogía y de la iconicidad, es posible acabamos de mencionarlo.
extraer de la imagen ciertos elementos que Se trata de un personaje elegido para
informen, bien de los estados anteriores, representar a una determinada marca, a
bien de los posteriores, de la cadena de quien el público ya conoce de anuncios
imágenes naturales a la que perteneció la anteriores en diversos medios. Unas veces
imagen técnica en cuestión. Es decir, a par- invita a chicas, otras aparece lanzándose
tir de un punto de la cadena icónica, es atado por un puente, otras más dando una
factible reconstruir estados anteriores o fiesta en su casa. Siempre termina por
posteriores de la misma, con alguna vero- enseñar el producto que representa. Pero
similitud. Pero sólo en una cierta medida y en el anuncio de esta revista, no: aquí apa-
en una gama restringida de componentes rece con una pierna escayolada y el rostro
perceptocognitivos. Tal momento de la ima- levemente alterado por una mueca extraña.
gen natural recogido en una imagen técni- El «factor narrativo» atrapa esta vez al lec-
ca es lo que Cartier Bresson denominó tor a través de su conocimiento previo del
«momento decisivo», aquel en que los acto- personaje. ¿Qué le ha sucedido? ¿Le falló
res o circunstancias de la imagen se con- la cuerda del puente? ¿Ha tenido un acci-
densan en lo más significativo de una dente? Para saciar esta curiosidad acerca
acción y la manifiestan con toda su fuerza. de las imágenes y la información que le
De la misma manera, ese sentido de enca- falta, el público leerá el texto, donde posi-
denamiento de una acción sobre situacio- blemente no le den la respuesta, pero sí le
nes anteriores o posteriores a la misma, ha informen de las nuevas ofertas sacadas al
sido denominado «factor narrativo» o «story mercado por la marca en cuestión.
appeal», «atractivo de la historia» y se ha
podido determinar que despierta sobre el
espectador un fuerte sentido de curiosi- Un Modelo Funcional de la
dad. Se trata de esas imágenes que pare- Creatividad Icónica
cen dar a entender algo de lo que sucedió En los apartados anteriores hemos exami-
en un momento anterior o que contienen nado diversos enfoques psicológicos acer-
un germen de lo que va a resultar inmedia- ca del acto de ver y analizado dos de los
tamente, y en publicidad son muy usadas modelos más extendidos entre los que dan
por arrojar índices de lectura muy superio- cuenta de los procesos mentales implica-
res a los de las imágenes neutras en el dos en la visión, el primero ellos de raíz
plano narrativo. analógica y el segundo computacional. En
Este «atractivo de la historia» no tiene por el camino, hemos tenido que realizar varias

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apreciaciones sobre algunas cualidades de visual como de la mirada.


la imagen, que hacían referencia a sus pro- Ciertamente, la división en dos sistemas de
piedades formales, a la pertinencia de con- visión independientes que fue examinada
siderar el vínculo que la imagen posee, en al inicio del apartado sobre el modelo com-
el ser humano, con el mundo onírico y su putacional, debe ser ahora recogida y
simbología, a las formas de codificación de ampliada, para que su aportación a la cre-
las señales visuales en el cerebro, a la atividad icónica pueda ser valorada ade-
importancia del significado de lo que cuadamente.
vemos en la acción de mirar, hasta deter- En aquellas páginas se trató de dos siste-
minar que la visión no es un acto homogé- mas independientes dentro del mundo de
neo, ya que lo observado, el conocimiento la imagen:
previo del observador y las circunstancias y
características de la observación pueden a) El de la imaginación mental, o de las
alterarlo de manera sustancial. Por último, imágenes mentales, que se comporta
el concepto de imagen técnica ha permiti- como un sistema de simulación y simboli-
do diferenciar claramente entre las imáge- zación mental fuertemente analógico en su
nes naturales que suceden en la mente de apariencia, que es cognitivamente accesi-
las personas y que forman parte de una ble y es guiado esencialmente de manera
cadena ininterrumpida de estados icónicos conceptual. Un sistema que, además,
basados en circunstancias perceptocogniti- puede operar con un amplio desfase res-
vas, y aquellas otras imágenes que a través pecto de los datos de la percepción e inclu-
de diversas tecnologías el hombre realiza so generar sus propios datos y relaciones.
para fines diversos, y que carecen de la Cualidad esta última que, como se com-
compleja información mental propia de las prenderá, es de enorme importancia para
imágenes naturales. la creatividad icónica, ya que el ser huma-
Una primera tendencia es a considerar que no puede, mediante nuevas combinacio-
el concepto de creatividad icónica o creati- nes icónicas que maneja en su mente,
vidad visual tiene relación, exclusivamente, resolver problemas planteados con mucha
con estas últimas imágenes de tipo técni- anterioridad.
co, ya que, a fin de cuentas, son ellas el
producto resultante de la acción del hom- b) El de las imágenes perceptocognitivas,
bre y, por consiguiente, de su creatividad. que agrupa una serie de funciones espe-
Pero se trata de un modelo insuficiente, cializadas y que trabaja computando infor-
aunque recoja buena parte de la situación mación con altísimo rendimiento, que
final de las imágenes técnicas como pro- opera en «tiempo real» y sincronizado a los
ductos resultantes de la creatividad huma- datos que recibe del entorno. Un sistema
na. Y es insuficiente porque en el origen, en que igualmente participa del acto creativo
el proceso y en el juicio interviene, con ya que es a través de él como es posible
toda rotundidad, el mundo de las imágenes enjuiciar y comparar los resultados a lo
naturales, a través tanto de la imaginación largo del proceso creativo, y porque es nue-
vamente a través de su acción como el ciona con la creatividad icónica a través de
hecho de ver se convierte en conocimiento, la libertad de su configuración, ya que su
a través de la vinculación de datos percep- alto grado de independencia y de analogía
tivos con otros de tipo cognitivo. le permite comportarse como un laborato-
Así pues, desde el punto de vista de la cre- rio de ensayos que funciona mediante
atividad icónica, la división de las imáge- pruebas y comprobaciones, sin tener que
nes naturales en dos sistemas, el de las ser llevadas, al menos en un primer
imágenes mentales y el de las imágenes momento, a la realidad. De esta manera, a
perceptocognitivas, da coherencia tanto al través de imágenes mentales podemos
arranque motivacional de la creación como seleccionar entre distintas opciones, recha-
al proceso, al juicio y a la valoración de lo zar unas y enfatizar otras, etc. Además,
creado. para que el sistema de la imaginación
A la imaginación mental pertenecen las mental funcione sólo es necesario un esta-
imágenes mentales propiamente dichas, do de normalidad perceptiva, de control de
las imágenes evocadas por estímulos no campo. Es difícil independizarse de los
visuales, las imágenes oníricas, las depen- datos exteriores cuando de ellos depende
dientes de los diferentes tipos de memoria, que suframos un riesgo. Con todo, su ver-
etc. Su estatus es de una gran libertad de satilidad es tan alta, que incluso en tareas
configuración y tratamiento ya que, al no como la conducción de vehículos, que son
depender directamente de los datos perci- de riesgo pero que dependen en buena
bidos «en tiempo real», y por consiguiente medida de la memoria procedimental y que
de situaciones objetivas de posible peligro están, por ello, muy automatizadas, es
o acción para el observador, su función es posible que se active la imaginación men-
esencialmente de tipo cognitivo reflexivo; tal, de manera que las imágenes percepto-
una función vertida primariamente hacia el cognitivas de la carretera, las imágenes
interior, aunque posteriormente pueda ser mentales o evocadas y los procesos memo-
expresada al exterior bajo la forma de imá- rizados de las tareas que hay que ir reali-
genes técnicas como dibujos, gráficos, pin- zando para llevar el vehículo, funcionen
turas o fotografías, o en la resolución de todos al mismo tiempo y sin interferencias.
problemas que no tienen por qué pertene- El sistema de imágenes perceptocognitivas
cer al mundo de la imagen. se relaciona con la creatividad icónica,
Al sistema de imágenes perceptocognitivas además de por los aspectos directamente
pertenecen todos los estados icónicos de perceptivos, que condicionan la visión de
la cadena perceptiva, que se suceden de los procesos creativos y de los juicios emi-
manera ininterrumpida mientras vemos, tidos sobre las imágenes realizadas duran-
con datos que dependen de la información te esos procesos creativos, por todo el
que llega del exterior, enjuiciada desde el entorno cultural de criterios, normas y valo-
conocimiento previo y las circunstancias raciones en los que el sujeto se ha criado y
del momento. aprendido. Sabemos que tales coordena-
El sistema de imágenes mentales se rela- das culturales condicionan de manera

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estrecha, además de los juicios emitidos, visualización.


la propia dirección tomada por la creativi- Y afectan al campo final de las imágenes
dad, las opciones que considera válidas e técnicas, de las realizaciones icónicas, a
inválidas, e incluso se manifiesta como un través de la destreza en el uso de tecnolo-
factor enmascarador de datos del exterior gías, en el desarrollo de nuevas soluciones
que llegan con la percepción. Se trata, en plásticas o configurativas, en la disposición
estos casos, de fenómenos de espectativa de materiales, etc. Pueden ser denomina-
previa o de atención selectiva, que ya han das capacidades de expresión gráfica.
sido descritos con anterioridad, y que impi- De aquí que pueda hablarse de un modelo
den a la persona «ver» ciertos elementos funcional de la creatividad icónica. Porque
de la imagen que ha creado, o al menos se trata de un modelo operativo, que une
valorarlos de manera más objetiva. de manera accesible el mundo de las
A partir de tales axiomas, pues, se abre un visualizaciones interiores y de las realida-
campo inicial para la creatividad icónica — des icónicas creadas, que se centra en las
el de la imaginación mental y las imágenes capacidades y destrezas para desarrollar
perceptocognitivas— y un campo final, al ambas partes del proceso creador, y que
que se ha hecho referencia en las primeras no entra en consideraciones computacio-
líneas de este apartado: las imágenes téc- nales o analógicas sobre el tipo de infor-
nicas, los cuadros, pantallas, dibujos, pelí- mación manejada por el cerebro, que
culas, etc, que son el producto resultante deben ser investigadas con otras herra-
de las acciones creativas. mientas, en otros medios y para otros
Lo que media entre ambos campos, entre fines.
la imaginación mental y la realización téc- El modelo funcional de la creatividad icóni-
nica de las imágenes son conjuntos de ca tiene, sobre todo, una voluntad práctica:
capacidades, a través de las cuales las per- la de servir de elemento general de com-
sonas consiguen dar materia y forma a sus prensión y creación de la imagen, aplicable
sueños e ideas. Conjuntos de capacidades a entornos pedagógicos o personales, ya
muy diversas, que afectan al análisis de que su planteamiento es el de unir el pen-
sus propias visualizaciones interiores, a la samiento y la reflexión acerca de la imagen
emisión de juicios, al desarrollo psicomotriz con la creación de imágenes a través del
o a la representación del tiempo, entre desarrollo de las capacidades de las per-
otros muchos aspectos. sonas. A este respecto, hay que decir que
Las capacidades, pues, son conjuntos de las capacidades y destrezas personales sí
habilidades que permiten realizar la idea. pertenecen a un campo abierto a las posi-
Afectan al campo inicial de las imágenes bilidades de la educación, en el que puede
mentales y perceptocognitivas a través de y debe realizarse una labor positiva en
habilidades que permiten realizar la ade- favor de la creatividad.
cuada visualización interior, desarrollándo- Entre estas capacidades figuran cinco gru-
la y guiándola hacia fines adecuados. pos de especial interés.
Pueden ser denominadas capacidades de a) Aquellas capacidades relacionadas con
la visualización interior del tiempo y con la con la palabra y el sonido, que cotidiana-
expresión del mismo. Un conjunto de des- mente nos ofrecen sus propuestas a través
trezas injustamente olvidado en casi todos de los medios audiovisuales. Un conjunto
los sectores de la educación cuando ya se muy numeroso de destrezas profesionales
ha cumpido el primer siglo de existencia de sobre las que apenas si existe una vaga
la cinematografía, y la TV ocupa desde idea que aclare sus fundamentos y princi-
hace décadas un puesto de privilegio entre pios, más allá de lo que funciona en el mer-
los medios de comunicación de masas. cado de las ondas, y por ello mismo se
copia o se disfraza, o de lo que fracasa y es
b) Aquellas capacidades relacionadas con arrojado a las seras del olvido.
la visualización interior y la expresión de
estructuras icónicas. Otro conjunto de des- e) Por último, el quinto grupo al que hici-
trezas clara y paradójicamente marginadas mos referencia es el formado por las capa-
en la educación, en un entorno social cidades de visualización interior y de expre-
dominado por medios que funcionan como sión plástica y estética, tal y como son vivi-
y a través de estructuras icónicas de gran das y percibidas en un mundo en el que
complejidad, y en el que aún nos permiti- conviven técnicas gráficas y creativas que
mos vivir de las rentas del concepto de se han desarrollado con decenas de miles
«composición pictórica», claramente insufi- de años de diferencia, y que ponen en
ciente en los días de la interactividad, la juego aspectos muy distintos de la perso-
secuencialidad y la digitalización. nalidad humana. Capacidades y destrezas
c) Aquellas capacidades relacionadas con que, como digimos hace unas líneas, ya no
la visualización y expresión de significados, tienen por qué ser directamente corpóreas,
ya que, además de ser por naturaleza entes como el modelado o el dibujo, sino que se
semantizadores, vivimos en una sociedad manifiestan a través de los aparatos más
en la que el significado compite en el mer- sofisticados y de tecnologías continuamen-
cado bajo la forma simbólica de nombres te renovadas, que nos ayudan a realizar
comerciales, se difunde diariamente como físicamente aquello que nuestras manos
noticias o juega un papel trascendental en no son capaces de hacer por sí mismas, y
la lucha política. que sin embargo aparece con total claridad
d) Las capacidades icónicas relacionadas en nuestro cerebro.

Notas
1.—J. von Uexküll, Umwelt und Innenwelt, Berlín, 1909.
2.—W. Blake, El matrimonio del cielo y del infierno. Cantos de inocencia y de experiencia,
Madrid, 1983.
3.—Gaetano Kanizsa, Gramática de la visión. Percepción y pensamiento, Ed. Paidós,
Barcelona 1986, 12.
4.—Gaetano Kanizsa, Gramática de la visión. Percepción y pensamiento, Ed. Paidós,
Barcelona 1986, 16.

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5.—Catherine Johns, Erotic images of Greece and Rome, British Museum Press 1993, 21.
6.—Catherine Johns, Erotic images of Greece and Rome, British Museum Press 1993, 21.
7.—Walter Benjamin, «Pequeña historia de la fotografía», en Discursos interrumpidos, 1,
Ed. Taurus, Madrid, 1973, 15.
8.—Juan Mayor y Agustín Moñivas, « Representación e imágenes mentales: I. La repre-
sentación mental», en Tratado de psicología general, vol 4, ed. por Juan Mayor y José
Luís Pinillos, Alhambra Universidad, Madrid, 1992, 461.
9.—Denis Baylor, «Colour mechanisms of the eye», en Colour. Art and science, ed. por
Trevor Lamb y Janine Bourriau, Cambridge University Press, 1995, 123.
10.—G.A. Calvert, E.T. Bullmore, M.J. Brammer, etc, «Activation of auditory cortex during
silent lipreading», en Science, 276, 1997, pp. 593-6.
11.—Denis Diderot, Investigaciones filosóficas sobre el origen y la naturaleza de lo bello.
Aguilar, Madrid, 1981. Simón Marchan Fiz, La estética en la cultura moderna: de la
Ilustración a la crisis del Estructuralismo, Alianza Editorial, Madrid, 1987. Wladislaw
Tatarkiewicz, Historia de la estética, vol. III, «La estética moderna. 1400-1700», Ed.
Akal, Madrid, 1987-1991. Rosario Assunto, La antigüedad como futuro: estudio sobre
la estética del neoclasicismo europeo, Ed. Visor, Madrid, 1990.
12.—Otto von Simson, La catedral gótica, Alianza Editorial, Madrid, 1980, 162.
13.—Enrique Lafuente Ferrari, «Introducción a Panofsky. Iconología e historia del arte.»,
en Estudios sobre iconología, E. Panovsky, Alianza Editorial, Madrid, 1972, IX-XL.
14.—Herman A. Witkin y Donald R. Goodenough, Estilos cognitivos. Naturaleza y orígenes,
Ed. Pirámide, Madrid 1991, 23 y ss.
15.—K. Lorenz, Ls etología. Entrevista con A. de Benoist, Ed. Nuevo Arte, Barcelona,
1989. K. Lorenz, Estoy aquí. ¿Dónde estás tú? Ed. Plaza y Janés, Barcelona, 1989.
K. Lorenz, Hablaba con las bestias, los peces y los pájaros, Ed. Labor, Barcelona,
1982.
16.—Citado en Vicki Bruce y Andy Young, In the eye of the beholder. The science of face
percepcion, Oxford University Press, 1988, 251.
17.—Citado en Vicki Bruce y Andy Young, In the eye of the beholder. The science of face
percepcion, Oxford University Press, 1988, 236.
18.—Leonardo de Vinci, Tratado de la pintura, Espasa Calpe, Madrid 1964, 213.
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