1er Ensayo del Seminario de Filosofía Medieval

Por: Oscar César Rivadeneyra Prina

¿En qué sentido la preocupación del protestantismo por la crisis de la

conciencia religiosa actual se asemeja a la búsqueda del Fundamento último
para todo conocimiento tal como la emprendió la teología escolástica y en
que pruebas se sustenta este supuesto?

En primera instancia se trastoca la individualización de la fe, el desarrollo interior

de las creencias, que se distancia de un orden jerárquico de la iglesia y retoma la
postura de la apropiación de la palabra de Dios en la Biblia, la creación de un
vínculo intimo con la creencia y no una interacción positivista que se sosiegue ante
la convivencia y justificación de las masas, esta crítica que en primera instancia
Husser retomara para dar pauta a su pensamiento en la Edad Moderna , lo llevara
a una confrontación de su pensamiento , pues de primera mano entiende a lo no
puesto en la naturaleza y no científico como creaciones meramente irracionales,
cosa que lo llevara a una paradoja al después aceptar el “innere Bindung” como
una posibilidad de ser en tanto que pensante y autónomo de la sociedad, a lo que
en comparación con Kant podemos vislumbrar en el wissen y el denken , donde el
primero se instaura en una preocupación de la razón práctica y teórica , el orden
natural , y el segundo yace inmerso en la libertad de criterio que lo desprende de
las ataduras cientificistas y lo llevan a un desarrollo del deber ser que parte de la
mera interiorización del ser fenomenológico.

El protestantismo defiende como máxima la libertad del ser de desarrollar su

creencia ante la palabra de Dios tacita, mas sin embrago opta por darle a este la
comprensión que es nata en el razonar y emitir libremente la opinión , mientras
exista un a tolerancia justificada ante la misma elección del deber ser en el mundo,
puesto que ante la crisis contemporánea de la sobre constante subyugación ante
el pensamiento material , que lo lleva a uno a retomar la postura ultra objetiva que
yacía hace varios años, debe quedar como prioridad o a semejanza del
pensamiento luteriano, el carácter de pensar y ejercer libremente la doxa religiosa
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Por: Oscar César Rivadeneyra Prina

mientras persista un compromiso vital con la existencia tanto de uno como del
mundo mismo.

Cabe resonar estos criterios en el pensamiento personalista de Mounier, donde la

prioridad des dada en la subjetividad pues para el rebasar los totalitarismos tanto
en un orden religioso y/o político habría que tener criterio en el dar primacía a,
conocer y meditar antes de actuar donde dicha acción ha de prepararse en
diferentes dimensiones, en un compromiso personal, quebrando con los
mecanismos viciados del mundo moderno, sin dejar de lado la espiritualidad
propia de las personas. Esta acción no es una acción sola de clase o sola de
masas, sino un avance contra la civilización decadente mediante un bloque de
intelectuales y el pueblo, un mismo movimiento animado por la preservación, y
postulación de la persona en el sitio que debe ocupar.

Antes de pasar al desarrollo la personalización en materia tanto religiosa como

social, comprendamos el origen de un fundamento último donde el hombre tendría
que dar respuesta ante todas sus inquietudes existenciales, tal cual lo fue en el
periodo eclesiástico donde la respuesta no era si bien trata de profundizar en
soluciones tangibles, sino más bien en el llevar a cabo una racionalización del todo
por medio de la idea de Dios que al ser visto como el fundamento ultimo se
refiere a aquello por lo cual podemos confiar en que las cosas son ciertas, una
primera gran verdad e indudable sobre la que se edifica el conocimiento que en la
época escolástica al ser formulado como la respuesta final a una serie de
preguntas se logro encontrar la validez al sustentarse en un ser preexistente que
garantiza con su existencia la existencia de la Verdad y del mundo tal y como es.

En San Agustin encontraremos tres bases para dar validez a la existencia de Dios
como fundamento último, mencionando a la primera como el acuerdo en común o
consenso de que todo el está de acuerdo con la existencia de Dios y esto hace
que Dios existas, pues de lo contrario todo el mundo estaría errado.

La segunda se vería al entender el funcionamiento del universo y la necesidad de

que alguien debe darle orden para que funcione
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Por: Oscar César Rivadeneyra Prina

La tercera que se torna un poco más compleja al mencionar el despojamiento del

hombre de la experiencia, llevándolo a una conciliación meramente con su
conciencia, la pura interiorización que devela las verdades inmutables dadas en
uno mismo, que no son creadas por nosotros mismos , si no que se nos han
entregado por un ser perfecto e inmutable que como estas verdades debe de ser
existente para que en proporción con lo perfecto de su creación exista de manera
maravillosa y cierta.

Estas tres bases mencionadas en primera instancia por San Agustín , son raíz de
la necesidad de fomentar los criterios de interiorización que defiende el
protestantismo ante la crisis contemporánea de la dubitabilidad del ser ante su
sociedad, pues como se menciona en la primera página es necesario retoma estos
criterios de autorreflexión para hacer frente al contexto de discordancia ante el ser
y el deber ser, a esto mencionare a Jaspers que es en su compromiso con la
libertad, donde se visualiza el desarrollo integral del hombre, puesto que Jaspers
no busca deslindarse en una crítica deconstructiva que lo vuelva ajeno de su
sociedad, puesto que es en esta donde germina su pensamiento, logrando
establecer un vínculo entre la plasmación de la libertad individual para generar un
desarrollo epistémico y existencial del conocer científico logrando dar un amplio
panorama al bosquejo filosófico de la época , Jaspers se comprometió con la idea
fundamental de la existencia, y es en esta donde desarrolla no solo su
pensamiento, si no que se compromete con defender esta idea a lo largo de su
forma de vida, pues solo de esta forma se realiza la congruencia entre lo pensado,
lo que es nombrado, lo expresado y la acción, es esta la forma en la que
ejemplifica de manera tácita lo que escribe. El compromiso con la existencia es lo
que Jaspers plantea como la pauta más sincera para la libertad, dando así
respuesta a la necesidad del desarrollo interior tanto en nivel espiritual como en la
vieja escolástica, como en la preocupación de la despersonalización
contemporánea.