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Análisis crítico del video:

Tomado de: Autor: Leal, Víctor. Nombre de usuario: Víctor Leal. Fecha de
publicación: 18 de Julio de 2019. Título del video: El Virus de la actitud. Url del
vídeo: https://www.youtube.com/watch?v=CH45AhXr-_g.

El virus de la actitud

La conducta y actitud comportamental traspasa y permea al ser humano en


muchos aspectos de su vida y, dependiendo de cómo este decida actuar frente a
lo que le está sucediendo o afectando (decisiones, respuestas y reacciones), su
vida puede mejorar o crear situaciones problemáticas en todos los escenarios en
los que se desenvuelve. Pudiéramos pensar que dichas actitudes afectan solo al
que las está exteriorizando o expresando, pero no, estas tienen que ver mucho
con los ámbitos y personas que lo rodean. Está demostrado, que los
comportamientos humanos, sean erróneos o positivos, no solo afectan la vida
económica, personal y social de quien los adopta, sino que también de todo aquel
que hace contacto con el individuo. Es tanto así que tienen consecuencias sobre
su productividad dentro del lugar de trabajo, la familia y la sociedad.

Respecto a los lugares de trabajo, se pueden ver afectadas positiva o


negativamente las relaciones interpersonales; el trabajo en equipo, la
productividad esperada, o, a grandes rasgos, el cumplimiento de los objetivos y
metas propuestas de manera general dentro de una organización.

Es por esto que es importante que las personas a cargo en una organización,
realicen acciones que les permitan evaluar constantemente a su personal a cargo,
que estén en dialogo permanente con ellos, conozcan sus situaciones y realicen
observaciones activas y constantes de sus comportamientos, actitudes y
producción de los mismos, para de esta manera, descubrir y tratar los problemas
a tiempo y que, consecuentemente, no se dejen escapar situaciones que los
pudiera estar afectando en su rendimiento, que con el tiempo, se convierta en
una bola de nieve que termine afectando y empeorando gradualmente su estatus
laboral, familiar o social.

En este documento, quiero analizar las problemáticas de comportamiento y de


actitud, que dentro de un equipo de trabajo pueden afectar de manera negativa
a las personas afectadas y que llamamos ‘VIRUS DE LA ACTITUD’.

En cuanto al tema objeto de análisis, podemos describir siete tipos de actitudes


nocivas que afectan el trabajo en equipo y que finalmente, de una u otra manera,
perjudican un equipo de trabajo. Están desarrolladas y dirigidas por el autor hacia
el campo profesional, pero también, considero que son fáciles de encontrar y
diagnosticar en nosotros mismos y en otros entornos sociales.
1. El Alterado

Estas personas hacen que todos en el grupo se enteren de las cosas que suceden,
exagerándolas.

Por lo general hablan rápido, con un tono vocal y comportamental dominante y


agresivo, echándole la culpa de su desempeño a los demás o a lo que falla dentro
del proceso de producción de los productos o servicios de la razón de ser de la
empresa.

2. El Perfeccionista

Siempre está pendiente de la perfección y de la calidad, usando esta última


palabra como arma para presionar a los demás. Haciendo de la falta parcial o
total de calidad, según lo que él considera, un problema. Acosa, exige y presiona
sin cesar al personal a su cargo, siendo poco flexible y muy pobre en ideas o
propuestas de acciones de mejoramiento.

3. El Resistente

Es resistente al cambio, pesimista con las nuevas estrategias. Es tradicional y


prefiere hacer las cosas a la vieja usanza. Habitualmente, son renuentes a las
nuevas tecnologías o desarrollos de software que podrían mejorar
sustancialmente sus productos o servicios. Se quejan frente a los cambios y su
actitud renuente, indispone a los demás miembros del equipo de trabajo.

4. El ‘este no es mi trabajo’

Se limita a realizar solo las tareas asignadas, aunque lo que se le propone vaya
a mejorar el desempeño personal y de su equipo de trabajo. Su desempeño se
centra exclusivamente en las actividades específicas de su trabajo y para lo que
fue contratado.

Se molesta si se le pide realizar alguna tarea que no se relacione directamente


con las actividades objeto de su trabajo y, si la(s) realiza, lo hace a regañadientes.

No brinda apoyo extra al equipo, así vea que es necesario y discute por ello.
Siempre imponiendo los límites de su labor.

5. El esparcidor de rumores

Está enterado de todo lo que sucede a su alrededor y esparce rumores mal


intencionados con los demás, así no tenga fundamentos que soporten las
palabras transmitidas.

Es un actor activo en el típico ‘chismorreo de oficina’ y los rumores que esparce,


habitualmente son negativos y de corte dramático.
No tiene discreción en compartir sus mal sanos comentarios, ni tampoco ofrece
evidencias concretas de que lo escuchado o dicho sea verdad.

6. El no comprometido

No cumple su trabajo a cabalidad, dejando ver constantemente su falta de


compromiso, lo que desentusiasma a los demás y genera incredulidad de sus
labores frente a los miembros del equipo de trabajo.

Se evade de sus responsabilidades o las deja para más tarde, olvida compromisos
importantes y pone en riesgo su trabajo y el de los demás, debido a su constante
incumplimiento.

Si es capaz de mantener su trabajo, lo realiza a medias y siempre tiene excusas


para su incumplimiento.

7. El pesimista

Contagia a todos fácilmente con opiniones al parecer sólidas, pero llenas de


pesimismo hacia lo que sucede o sucederá.

Al hacer su propio trabajo se convence a si mismo de que no vale la pena, de


que está perdiendo el tiempo o, como no entiende los objetivos de la organización
ni los sigue, no cree que pueda llegar lejos ejerciendo su trabajo.

Es peligroso para personas que recién ingresan a la organización, porque puede


contagiarlas y hacer de ellas otros miembros pesimistas. Tiende por lo general a
bajar los ánimos, deprimir o crear negatividad en el ambiente.

Las descripciones de los personajes anteriores, aunque pueden ser nocivos y


crear un mal ambiente en las organizaciones, también pueden ser tratados y
vacunados contra el virus de la actitud. Ya sea de manera individual y auto
correctiva, o siendo observado y diagnosticado por algún miembro del equipo
mediante las siguientes actividades:

Soluciónes

 Las personas pueden caer en cuenta de su error y responsabilizarse de su


actitud y el impacto que esta causa en el lugar de trabajo y en las personas
a su alrededor.
 Si algún compañero de equipo o la persona cargo detecta alguna de estas
actitudes en un colaborador, debe responsabilizarse de hacer que este
caiga en cuenta del error o informarlo al personal a cargo de la gestión
del recurso humano de la compañía.
 Reconocer de manera individual o colectiva las causas ocultas detrás de la
actitud presentada por el colaborador o informar para que sean tratadas
con él mismo y buscar soluciones a ellas.
 La persona líder debe ayudar a la persona afectada a entrelazar sus
valores, sus metas y los de la organización, con el fin de retomar las
razones por las que fue contratada y lo que esperan de este dentro del
engranaje laboral que los conduce a cumplir con la misión de la empresa.
 Reemplazar su vieja actitud por una nueva, planeada y que aporte a
solucionar y mejorar los procesos. Hacer pruebas y estar atento a los
nuevos resultados, compartiendo los hallazgos con quienes están
ayudando en el mejoramiento de la situación.
 Estar atento, realizar seguimientos, dar apoyo, estímulos positivos y
monitoreo para evitar recaídas y hacer sentir a la persona miembro de un
proceso importante para todos.

Todo lo anterior debe redundar en una vida gratificante para todos los actores y
siempre estar atento porque los síntomas pueden aparecer en cualquier parte.

Es importante compartir con el personal de trabajo, el mejoramiento de la actitud,


haciéndolo un ingrediente adicional de su cultura corporativa. Esto ayuda a
reforzar actitudes y a estar todos atentos de nuestros equipos de trabajo,
mejorando así la productividad en general y la comunicación.

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